el principio de la diferenciación

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EL PRINCIPIO DE LA DIFERENCIACIÓN-1 Cor. 10:32 DEFINICION: Este es el principio por el cual se usa bien la Palabra de verdad, haciendo una distinción entre las cosas que Dios señala en las Escrituras como diferentes. No usar esta diferenciación, conduce a la confusión. EJEMPLOS: I. LA DIFERENCIA ENTRE CRIATURAS DE DIOS E HIJOS DE DIOS. Aquí la palabra '‘criaturas” se refiere a los seres humanos como creación de Dios. A. No tomar en cuenta esta diferencia conduce al error . Resulta en la pre- dicción de la paternidad divina universal y la fraternidad de todos los hombres. No todos son hermanos, y Dios no es Padre de todos. D. Las personas son criaturas de Dios, pero no todos son sus hijos. La palabra “linaje”, en Hechos 17:29, designa al hombre como hechura del poder creativo de Dios, no como su hijo. La palabra “todos”, en Gálatas 3: 26, 27, se refiere a los creyentes en Cristo. C. Somos criaturas de Dios por medio de Adán . Él es la cabeza de la raza humana. Toda raza está incluida en la creación de Adán. Todo ser huma- no desciende de él (Ro. 5:12; I Co. 15:45). Llegamos a ser hijos de Dios por medio de la regeneración . No por medio

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Page 1: El Principio de La Diferenciación

EL PRINCIPIO DE LA DIFERENCIACIÓN-1 Cor. 10:32

DEFINICION:

Este es el principio por el cual se usa bien la Palabra de verdad, haciendo una distinción

entre las cosas que Dios señala en las Escrituras como diferentes.

No usar esta diferenciación, conduce a la confusión.

EJEMPLOS:

I. LA DIFERENCIA ENTRE CRIATURAS DE DIOS E HIJOS DE DIOS.

Aquí la palabra '‘criaturas” se refiere a los seres humanos como creación de

Dios.

A. No tomar en cuenta esta diferencia conduce al error. Resulta en la pre-

dicción de la paternidad divina universal y la fraternidad de todos los hombres. No todos

son hermanos, y Dios no es Padre de todos.

D. Las personas son criaturas de Dios, pero no todos son sus hijos. La

palabra “linaje”, en Hechos 17:29, designa al hombre como hechura del poder creativo de

Dios, no como su hijo. La palabra “todos”, en Gálatas 3:

26, 27, se refiere a los creyentes en Cristo.

C. Somos criaturas de Dios por medio de Adán. Él es la cabeza de la raza

humana. Toda raza está incluida en la creación de Adán. Todo ser huma-

no desciende de él (Ro. 5:12; I Co. 15:45).

Llegamos a ser hijos de Dios por medio de la regeneración. No por medio

del nacimiento natural, sino por el nuevo nacimiento (Jn. 1:12; 3:16; Gá.

3:26).

E. El estado de criatura se origina en la creación. El estado y los derechos

de hijos proceden de la nueva creación, un proceso distinto. Dios hizo un

solo hombre, y le dio poder procreativo, es decir, de la multiplicación; y des-

de entonces Dios no ha creado otro. Todos nacen por la propagación humana.

K. La criatura de Dios está bajo el pecado. En Adán todos cayeron y se sujetaron al

poder de la muerte y de la ruina. Este es el caso de todo descendiente de Adán.

Un pecador no puede engendrar un hijo sin pecado. La

criatura humana es por naturaleza desobediente, sensual, diabólica, nacida

Page 2: El Principio de La Diferenciación

de la carne y sus deseos son contrarios a los de Dios (Ro. 8:7).

l. El hijo de Dios ha renacido.Participa de la naturaleza de Dios, y ya no está unido

con Adán de la raza natural, sino con Cristo y la nueva creación. Está libre de la ira

de Dios, y está bajo el favor divino (Ro. 8:1, 34). 1

El Señor es el Dios de todos los hombres. Es Creador de todos, pero Padre

sólo de los hombres salvos por la fe en su Hijo Jesucristo (Jn. 1:11, 12).

J. Nicodemo llamó a Cristo maestro sin reconocer su deidad.

Cristo no contestó su pregunta, sino le reveló su necesidad. Esperaba que Nicodemo en-

tendiera la verdad del nuevo nacimiento, registrada en Ezequiel 36:25-27,

porque Nicodemo era un maestro instruido en las Escrituras del Antiguo

Testamento.

K. El hombre es salvo sólo por la fe. No por su membresía en la iglesia , por

su buena conducta, por aceptar un credo, por su carácter intachable ni por

cosa alguna, sino por la fe en Cristo como Salvador personal (Gá. 3:26;

Tit. 3:5, no por mérito humano alguno, ni por esfuerzo propio, ni por otra

cosa). El único carácter que le place a Dios es el que manifiesta lo que

Dios ha hecho en la vida del creyente en Cristo Jesús (Jn. 3:16; Ro. 8:17;

II P. 1:4). Por nacimiento somos miembros de una raza alejada del Señor.

Ni una sola cosa que el hombre haya hecho, puede hacerle hijo de Dios.

L. Cuando la criatura de Dios se convierte en hijo de Dios, se hace miembro

de la hermandad (Gá. 6:10). Pertenece a “la familia de la fe1’. Esta es

la hermandad espiritual, la única fraternidad que vale la pena en este mundo.

II. LA DIFERENCIA ENTRE SER ACEPTOS Y SER AGRADABLES.

A. En general:

1. Dios ha aceptado a todos los creyentes, pero no se ha agradado de todos.

Efesios 1:6, se refiere a la POSICION celestial del creyente: ser acepto

EN CRISTO. II Corintios 5:9, se refiere a su CONDICION: su “andar"

como cristiano; es decir ser agradable a Dios en su conducta diaria.

2. Distíngase la diferencia entre estas dos consideraciones: nuestra POSI-

1 Adán era la cabeza de toda la creación; y Cristo es la cabeza de la nuevacreación. Cuando una criatura de Dios cree en Cristo, pasa a ser hijo deDios.

Page 3: El Principio de La Diferenciación

CION y nuestra CONDICION; lo que somos en Cristo, y lo que somos en

nosotros mismos.

B. En particular, somos aceptos en Cristo (Ef. 1:6).

1. Por Cristo, “el Amado”, que nos representa o sustituye. Sufrió en nuestro

lugar (II Co. 5:21). Cargó nuestros pecados y ahora nos representa ante

Dios, El llevó nuestros pecados, y nosotros nos vestimos de su gloria y

justicia.

2. Por identificación; sus experiencias son contadas como nuestras (Gá. 2:

20; Ro. 6:6—8:11). Hemos de considerar a nuestro viejo hombre como

muerto, y no hacer provisión para la carne; sepultados con Cristo (Ro.'

6:4, 5); resucitados con él (Col. 3:1); ascendidos con El y sentados en

lugares celestiales con El (Ef. 2:6); glorificados con El (Ro. 8:17, 30).

El es el TODO del cristianismo verdadero; el centro y la totalidad. No-

sotros vemos a Dios en Cristo, y Dios nos ve a nosotros en Cristo. Nues-

tra posición en Cristo es la perfección absoluta, porque es de El. Pero

nuestra condición está lejos de la perfección, porque es de nosotros. Re-

cibimos la posición de perfección por la fe en Cristo (Col. 1:12; I Co.

1:30).

C. La aceptabilidad o aprobación. Siendo hechos ACEPTOS en el amado Hijo,

es nuestra responsabilidad vivir una vida ACEPTABLE. Somos heriros

aceptos por la fe, pero nos esforzamos por serle aceptables (II Ti. 2:15; II

Co. 5:9). La vida de Cristo siempre fue aceptable al Padre. Debe ser nues-

tro constante anhelo serle aceptables en nuestra vida.

D. Algunas amonestaciones.

1. Es posible ser salvo y, sin embargo, sufrir grandes pérdidas (I Co. 3:14,

15). El haber sido hechos aceptos en “el Amado” no nos permite seguir

las inclinaciones de la naturaleza vieja, sino hemos de vivir y servir de

una manera agradable al Señor.

2. Es posible ser salvo y todavía llegar a ser eliminado, o desaprobado (I

Co. 9:27). Un atleta que no corre bien o un soldado que no pelea bien

puede ser eliminado por inútil. ¡Diligencia, creyente cristiano!

3. Es posible sersalvo y todavía ser castigado (IICo. 5:9, 10; Col. 3:25).

4. Es posible sercristiano y cosechar los frutos delmal vivir (Gá. 6:7, 8).

Page 4: El Principio de La Diferenciación

E. Nuestra aceptación en Cristo es de una vez y para siempre. Muchos creyentes viven

años sin agradar a Dios con su vida. Nuestra aceptación es eterna, pero ¡cuán raros

son nuestros momentos de aceptabilidad!, a pesar de que Dios ha puesto a nuestro

alcance todos los medios para vivir una

vida aceptable.

LA DIFERENCIA ENTRE LA FE Y LAS OBRAS-SAN. 2:14-22

A. Ambos son- principios divinos y necesarios para el creyente. Sin la fe en Cristo no

se puede ser salvo; y sin las obras, no se puede mostrar evidencia de la fe . Ambos

son parte de la vida del genuino creyente.

Page 5: El Principio de La Diferenciación

B. Definición de la fe . Significa creencia o confianza personal en el Salvador

Jesucristo, y en la Palabra divina para la salvación. La fe que salva necesariamente

incluye la aceptación del testimonio de Dios acerca de su Hijo

(I Jn. 5:9-12). Según Efesios 2:8-10, somos creados en Cristo Jesús para

buenas obras. Versículo 8: salvos POR Cristo. Versículo 9: no POR las

obras. Versículo 10: PARA buenas obras.

La fe tiene el lugar supremo en la vida cristiana. Es el medio y la causa

de una vida victoriosa, y de todas las fases de experiencia cristiana.

La diferencia entre el cristianismo bíblico y las de origen humano se conoce por

el lugar que le dan a la fe y a las obras. Las religiones humanas hacen

hincapié en las obras como el medio de salvación, pero el cristianismo bíblico está

fundado sobre la fe, y las obras vienen como fruto (Tit. 3:5; 2:14). (Dibujo de árbol).

C. Resumen de- la enseñanza bíblica tocante a la fe.

1. Es absolutamente indispensable (He. 11:6).

2. Es creer a Dios y aceptar lo que dice en su Palabra. La fe que salva es la que acepta

el testimonio de Dios tocante a su Hijo.

3. Es el medio por el cual se obtiene la vida espiritual, y toda bendición espiritual.

4. No hay bendición que Dios conceda que no esté basada en

la fe.

II. Resumen de la enseñanza bíblica tocante a las obras.

1. El hombre no es salvo por las obras, sino por la fe (Ef. 2:9;Tit.3:5).

Tampoco es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe. (Ro. 3:20; 5:1).

La Ley da conocimiento del pecado; no es el remedio para tal. No le

trae al pecador amor, gracia ni vida. No salva, sino condena.

(Ej.-Es-un-buen “espejo”, pero el espejo no lava la cara.2)

2. Las obras realmente buenas son las del hombre salvo, y dan evidencia

de su salvación (Efe. 2:10; Tit. 3:8).

3. Serán premiadas cuando Cristo venga (II Co. 5:10; II TL 4:8).

III. LA DIFERENCIA ENTRE SALVACIÓN Y LAS RECOMPENSAS- Hech. 4:12-Apo. 22:12

A. A estos se les podría llamar bendición presente y bendición futura.

2

Page 6: El Principio de La Diferenciación

B. El pecador se salva, pero el creyente es premiado. El pecador no es premiado, por-

que Dios no aprueba las obras del pecador. Nada le espera, sino juicio,

condenación y muerte.

C. La salvación trae liberación del pecado y de la ira de Dios-Rom. 6:18,22

D. El galardón es premio por la fidelidad, el trabajo y los sufrimientos-Mat. 25:21

E. La salvación es don gratuito de Dios . El galardón se gana. La salvación

es regalo presente, y el galardón se obtendrá en el futuro.

F. Resumen de la enseñanza tocante a la salvación.

1. Es del Señor. Dios es su fuente; Cristo, el Salvador.

2. Es todo de gracia, amor y misericordia de Dios (II Ti. 1:9; Tit. 2:11).

3. Se recibe por la fe (Hch. 16:31; Ro. 1:16; Ef. 2:8, 9).

4. Es posesión presente, poseída ahora por el creyente (Jn. 3:16; 5:24;

6:47; II Ti. 1:9; I Jn. 5:13).

G. Resumen de la enseñanza tocante a los galardones.

1. Se ganan por las obras y el fiel servicio (I Co. 3:11-13; 9:24, 25).

2. Se puede sufrir pérdida de ellos por causa del descuido y la infidelidad

(I Co. 3:12-15).

3. Serán repartidos cuando Cristo regrese (I Co. 3:14; Mt. 16:27; Ap. 22:12).

4. Dios los promete para alentar a los creyentes (Ro. 8:18).

5. Son prometidos para quitar la vista del creyente de las riquezas y los

placeres terrenales, y fijarla en las cosas espirituales (Col. 3:1-4; I Ti.

6:17-19).

a. Para animarnos a un servicio de amor, alentarnos en el sufrimiento y la

persecución e incitarnos a ser fieles en el deber (Col. 3:17-25;

II Ti. 4:8).

b. “Las coronas" prometidas son símbolos de las bendiciones espirituales.

t

(1) La coronade gozo, para los que ganan almas (ITs. 2:19).

(2) La corona incorruptible, para el que sujeta su cuerpo y su vida natural a la

voluntad divina, y a una vida templada (I Co. 9:25).

(3) La corona de justicia, para los que aman la venida de Cristo

(II Ti. 4:8).

Page 7: El Principio de La Diferenciación

(4) La corona de gloria, por la fidelidad en ministrar (IP. 5:2-4).

(5) La corona de la vida, para el que sufre pruebas aun hasta la muerte, como

mártir (Stg. 1:12; Ap. 2:10). 3

A. La posición del creyente delante de Dios. Es la de la perfección absoluta

en Cristo. Somos aceptos en el amado Hijo. Nada se lo puedo añadir o

quitar a esta posición en El. Por más santamente que viva el hombro,

nada añade a su posición en Cristo, que es invariable, irrevocable, permanente, continua

y eterna. Cuando Dios nos mira en su Hijo, ve toda la

perfección de El en nosotros. Nosotros vemos a Dios en Cristo, y Dios nos

ve a nosotros en Cristo. Esta perfección no es de nosotros, sino de El.

“Santos y sin mancha” (Ef. 1:4).

El justo aprecio de esta gran verdad obrará poderosamente en nuestra, vida,

dándonos el ardiente deseo de ser perfectos delante de los hombres así como también

delante de Dios, y hará que cuidemos más nuestra vida y conducta diaria.

B. “El andar”, o sea la CONDUCTA del creyente. Con respecto a la posición

no hay diferencia entre los creyentes, mas puede haber una inmensa diferencia en su

“andar”. El andar, o sea la conducta del creyente, es la con-

secuencia de su estado espiritual. Si le domina la carne, su vida será carnal y no gozará

la plena comunión con Cristo. Pero su posición es el resultado de la obra de Cristo —el

carácter y mérito de Cristo.

C. Resumen de la verdad, tocante a la conducta, o sea “el andar” del creyente.

1. Andar en el Espíritu (Gá. 5:16, 25).

2. Andar “en vida nueva” (Ro. 6:4).

a. Desechar la pasada manera de vivir, con sus antiguos hábitos pecaminosos, y vivir

con el poder de la resurrección de Cristo, de modo

que la naturaleza espiritual se manifieste en la conducta (Ef. 4:22-

24).

b. “Saber”, “considerar” y "presentar” (Ro. 6:6, 11, 13).

(1) SABER cuál es su posición en Cristo.

(2) CONSIDERAR que está muerto al pecado y vivo para Dios en

3 LA DIFERENCIA ENTRE LA POSICION Y LA CONDUCTA DEL CREYENTE.

No hay nada que aumente más el gozo en la vida y el servicio del cristiano quela comprensión de su posición en Cristo, y de la relación que esta posición tiene con su conducta, o en un término bíblico, su “andar” diario.

Page 8: El Principio de La Diferenciación

Cristo.

(3) PRESENTAR todos sus miembros al que mora en él, y no al

“viejo hombre”.

9. Andar (caminar) con Dios (Gn. 5:24; 6:9). Esto demanda separación

del mundo y comunión con Dios. No podemos andar con Dios y con el

mundo. Amós 3:3: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” La comunión

y el compañerismo exigen que haya reciprocidad.

Dios le ama, y usted le ama. Él se preocupa por usted, y usted se

preocupa por El. Usted anhela hacer algo por El, y El desea hacer todas las cosas por

usted.

10. Andar delante de Dios (Gén. 17:1). Dios es “Todopoderoso”, o sea “Todosuficiente”. Si

desea ardientemente una vida perfecta, hallará que El

es suficiente para usted. Andará en el conocimiento de que El le ve.

“Tú eres Dios que ve” (Gn. 16:13).

11. Andar en pos de Dios (Dt. 13:4). Andar en su voluntad, gozar en su

camino, andar en sus pasos, fijar la vista en El, nuestro Ejemplo.

12. Andar en luz (I Jn. 1:7). En el conocimiento de su voluntad; buscan-

do, entendiendo y cumpliendo su voluntad.

13. Andar en buenas obras (Ef. 2:10; Tit. 3:8, 14). Hacer constantemente

las obras que nos han sido deparadas.

14. Andar honestamente (Ro. 13:13; I Ts. 5:5). A la luz del día.

15. Andar por fe (II Co. 5:7; He. 11:1). Por la fe, no por la vista, desechando el interés

propio y el propio pensamiento.

16. Andar como es digno de nuestra vocación (Efe. 4:1; Col. 1:10.

EL PRINCIPIO DE LA DIFERENCIACIÓN III-ROM. 14:5

Page 9: El Principio de La Diferenciación

DEFINICION:

Este es el principio por el cual se usa bien la Palabra de verdad, haciendo una distinción

entre las cosas que Dios señala en las Escrituras como diferentes. No usar esta

diferenciación, conduce a la confusión.

LA DIFERENCIA ENTRE SER POSEEDOR Y SOLO SER PROFESANTE

Esta es la diferencia entre el que es creyente en Cristo y el que sólo profesa

serlo, sin tener a Cristo morando en él.

Muchos genuinos hijos de Dios se privan de la certeza y el gozo de su salvación porque no

entienden las Escrituras. Como consecuencia, dudan si se salvarán al fin de su vida. Viven,

en incertidumbre y temor, porque no conocen el punto de vista de Dios sobre ciertos

aspectos.

A. Nunca se debe tomar un pasaje oscuro para contradecir otros pasajes claros y

positivos. No existen contradicciones en las Escrituras. Con paciencia, y con tiempo y

oración se disipan las dudas.

1. Hay pasajes difíciles, que según nuestro entendimiento no concuerdan

con otros, pero en realidad no se contradicen.

2. Por ejemplo: Hebreos 6:4-8, un pasaje favorito de la teología arminiana (Arminio,

teólogo de Leyden, Holanda; 3560-1609), que enseña que

un hombre se puede salvar en un día, perderse en otro, y volverse a

salvar. Pero nótese que:

a. Este pasaje fue escrito a los judíos en una época en que, a causa

de la persecución, muchos dejaban la fe cristiana y volvían al judaísmo.

3. Otro ejemplo: Filipenses 2:32. “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”.

Esto debe ser interpretado a la luz del versículo siguiente, el 13. Es Dios quien obra

en nosotros; nosotros obramos en lo

práctico, pero no solos.

a. Algunos dicen que hay personas en la Iglesia que dan evidencia de

ser salvas, y después se apartan y niegan la fe.

b. No hemos de juzgar la Palabra de Dios por las experiencias humanas; sino las

experiencias, a la luz de la Palabra divina.

c. No conocemos la vida y el corazón de otro hombre (I Co. 2:11). Si

el que se apartó del camino era hombre salvo, no está perdido; y sí

Page 10: El Principio de La Diferenciación

perdió el alma, es que nunca fue hombre salvo.

d. La vida eterna no se puede perder; de otro modo no sería eterna.

La Palabra de Dios es veraz. Cuando Dios dice que uno es salvo,

lo es (Jn. 6:39, 40; 10:27, 28; 17:12).

B. Difieren el poseedor y el profesante en su naturaleza y carácter.

EL VERDADERO CRISTIANO:

1. Es salvo (Ef. 2:8-10).

2. Tiene vida eterna (Jn. 10:28).

3. Está exento del juicio por el pecado (Jn. 5:24).

4. Es salvo de la ira (Ro. 5:9).

5. Hijo de Dios (Gá. 3:26; Ro. 8:15).

6. Identificado con Cristo (Ro. 6:4-6).

7. Produce buenas obras como fruto de salvación.-Mat.5:16

Tiene una nueva naturaleza, como don gratuito de Dios (II P. 1:4).

Justificado delante de Dios (Ro.5:1; 8:1).

Está en vital unión con Cristo (Jn. 15:4).Cristo es el centro de su vida (Gá. 2:20; 1:21).

Es hijo de Dios (I P. 1:3, 23; Jn. 1:12).Tiene una vital comunión con Dios (I Jn. 1:3).

No tiene la naturaleza divina (Efe. 2:13; Ro. 8:8, 9).

No ha sido recto delante de Dios (Hch. 8:21).

Finge ser cristiano (I Jn. 2:19).

El amor propio es el centro de su vida (II Ti. 3:2).

Es criatura de Dios e hijo de iray desobediencia (Ef. 2:2, 3).

No tiene ninguna relación espiritual con Dios (I Jn. 1:6). Puede ser una persona culta, amable, atractiva, moral y religiosa, pero muerta espiritualmente.

Page 11: El Principio de La Diferenciación

C. El profesante imitador, según el Nuevo Testamento:

1. Es un hipócrita religioso.

2. Lo atrajo la influencia de la verdad del cristianismo, y bajo esta in-

fluencia presenta una apariencia religiosa, sin realidad.

3. Puede parecer obrero cristiano, pero no sabe someterse a la voluntad

de Dios (Mt. 7:21-23). Aunque haga milagros y proclame el nombre de

Dios, cuando llegue a la presencia de Cristo, el Señor le dirá: “Nunca

os conocí; apartaos de mi”.

4. Puede ser intelectualmente reformado, pero no es salvo.

5. Aunque sea miembro de la iglesia, está tan perdido como el pecador más

malo del mundo, pero no le gusta que le digan que es un pecador perdido.

Todo pecador es transgresor ante los ojos de Dios, y uno es tan

ciertamente perdido como otro.)

6. Lo que más le falta a la iglesia es la realidad. Falta realidad en el

culto y adoración. La adoración es contemplar a Dios en gratitud por

lo que El ha hecho (Sal. 107). Falta realidad en el testimonio, y se

necesita de realidad para convencer a los de afuera. Falta realidad en

la adoración. Hay largas oraciones en público, pero poca oración en

casa.

Page 12: El Principio de La Diferenciación

LA DIFERENCIA ENTRE LA LEY Y LA GRACIA Juan 1:17.

A. La religiones de hoy son una mezcla de la Ley y la gracia, aunque en realidad

éstas son tan difíciles de mezclar como el agua y el aceite. Cuando se entremezcla la Ley, se

desvirtúa la gracia, o viceversa (Gá. 5:1-11). Se oponen la una a la otra.

1. La Ley es aquel sistema de leyes morales, ceremoniales y civiles o código instituido por Dios

en-el-monte-Sinaí, con Moisés como mediador. Es la Ley del pacto con Israel.

2. La gracia es la expresión de la suprema bondad de Dios, y de su favor bajo el

Nuevo Pacto, siendo Cristo el Mediador.

a. Es favor sin límite e inmerecido. Se otorga por el favor divino, no por algún mérito o

esfuerzo propio.

b. Es intervención divina a los desvalidos, sin esfuerzo humano alguno. Nada que jamás haya

hecho o pueda hacer contribuirá para salvarle.

c. Es todo dado por nada; todo lo que el pobre pecador necesita parala eternidad, que Dios le

da por misericordia.

B. No se debe formar una opinión errónea de la fe.

1. La Ley no es un enemigo, sino* el mejor amigo. Es santa, justa y bue-

na (Ro. 7:12; Sal. 19:7, 8). Pablo le llama “ayo”-

Si el hombre ha de ser santo, justo, perfecto y bueno, debe obedecer la

Ley. Por tanto, la Ley revela que los hombres son injustos, corruptos,

imperfectos y malos (Ro. 3:20; 7:7). Fue dada para enseñarles lo que

deben hacer y ser.

Le revela al hombre lo que realmente es: carnal,

inclinado al mal y totalmente incapacitado para hacer el bien que él

sabe que es su deber hacer.

La Ley fue dada por causa de las transgresiones (Gá. 3:19). Donde no

hay ley, no hay transgresión (Ro. 4:15; 5:20; 7:7, 13). La Ley fue dada

para que el pecado tuviera el carácter de transgresión.

Antes-de-la Ley había pecado en el mundo, pero la Ley fue establecida para que

el hombre conociera su pecado. Bajo la Ley, el pecado se hizo transgresión.

2. La Ley le enseña al hombre que por naturaleza es pecador, y no sola-

mente por sus hechos. Todos hemos mentido. No tenía que enseñársenos a mentir.

Nuestras madres no nos enseñaron a mentir; lo hacíamos por naturaleza.

3. La Ley revela que todos son pecadores. Los Adventistas del Séptimo

Page 13: El Principio de La Diferenciación

Día enseñan que si uno guarda la Ley, es prueba que es persona santa.

Si ellos de veras se pusieran bajo la Ley, ella les revelaría que son pecadores.

NOTA: El hombre dice que es pecador porque ha hecho mal. La Ley

dice que hizo mal porque es pecador. Esta es la diferencia entre la opinión de Dios, y la del

hombre. Este dice: “Fulano hizo mal, y esto lo

hace pecador”. Dios dice: “Es pecador y hará mal”. Hacer el mal manifiesta el pecado

inherente.

La Ley revela el corazón del hombre; la gracia revela el corazón de

Dios. La Ley revela el corazón del hombre con todo su pecado. La

gracia revela el corazón de Dios con todo su amor.

5. La Ley revela cuán perversos somos; la gracia nos corrige.

6. La-Ley revela nuestra inmundicia; la gracia nos limpia. La Ley fue dada para

revelar lo mucho que había crecido el pecado; pero cuanto más abundó

el pecado, más sobreabundó la gracia. Romanos 5:17-21 revela la fuente del pecado y la de la

gracia. Aquí la palabra transgresión se refiere al pecado de Adán.

7. La gracia vino para salvar del pecado y de una vida pecaminosa. Morando en Cristo y confiando

en el Espíritu, hemos de vivir una vida consagrada y triunfar sobre los deseos de la carne (Gá.

5:16-18).

8. La Ley fue dada para revelar el pecado. Siendo buena en sí, ¿cómo

podía la Ley obrar muerte? Si así hablamos, lo hacemos sin razón. Es

el pecado que obra la muerte. La Ley revela el pecado en su calidad

real y pecaminosa. El pecado es rebelión contra la autoridad de Dios,

de manera que la condenación de la Ley es declarada justa.

Puesto que la Ley es perfecta y buena, el pecado es contra todo lo que es perfecto y bueno (Ro.

7:7-14).

9. La gracia puede hacer a) pecador más malo tan blanco como la nieve

pura (Is. 1:18). Más la Ley no hace perfecto a nadie (He. 7:11; 10:1,

14). Ella puede decir: “Sed perfectos”, pero nunca podrá hacer perfecto a nadie.

10.Probablemente Moisés se acercó más a la perfección que ningún otro

hombre. Veintiún veces se dice de él que era fiel, pero faltó una vez,

manifestando así que era pecador e imperfecto.

La Ley no podía hacerlo perfecto (Nm. 20:10-12).

11. “La ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo”. La Ley divina,

Page 14: El Principio de La Diferenciación

que revela el pecado y nos conduce a Cristo, es nuestro mejor amigo

(Gá. 3:23-27). Si alguno no quiere ser enseñado por este ayo, se hallará bajo la condenación;

pero si tiene voluntad, recibirá instrucción.

12. “No estáis bajo- la ley, sino bajo la gracia” (Ro. 6:14). Esto no implica que el creyente puede vivir

en desobediencia ni perseverar en el pecado. Debemos morar en Cristo y andar como El

anduvo, dando evidencia del futo del Espíritu, y llevando los unos las cargas de los otros.

Contra el fruto del Espíritu no hay ley. Si cada uno amara a su prójimo, no habría necesidad de

leyes (Ro. 13:10).

13. Dios quiere que POR MEDIO DEL AMOR se cumpla la JUSTICIA de

la Ley en nosotros (Ro. 8:4). Si dependemos del Espíritu y vivimos sumisos a Él, se cumplirá la

justicia de la Ley en nosotros. LA NORMA

DIVINA es que seamos perfectos como El es perfecto.

14. Para llevar una vida perfecta, el judío fijaba su vista en la Ley. Nosotros debemos fijar

nuestra vista en Cristo, y en cuanto lo hagamos,

cumpliremos la Ley.

15. No estamos bajo la Ley. Con respecto al creyente salvo por la gracia.

Dios podría abolir la Ley (I Ti. 1:9). Como no estoy bajo la Ley, no

me gusta que nadie me ponga bajo la Ley. Pero no estoy sin ley; no

soy anarquista (I Co. 9:20, 21). Obra en mí la ley del Espíritu, y no

haré las cosas que Dios ha prohibido (Gá. 2:19; Ro. 7:4).

16. Nadie tiene el derecho de decirle al creyente: “Haz”; y: “No hagas”.

La Biblia dice: “Nadie os juzgue...” (Col. 2:16, 17). Y: “¿Quién condenará...?” (Ro. 8:34)

Pedro entendía la incapacidad humana para guardar la Ley, cuando en

el Concilio en Jerusalén, dijo: “Nuestros padres nunca podían guardar

la Ley. ¿Por qué esperamos que los gentiles creyentes la guarden?"

(Hch. 15:10)

C. La abundancia de la gracia divina.

Si es casi imposible definir la gracia de Dios, su abundancia es indecible e

inconcebible.

1. Riquezas de gracia (Ef. 1:7, 8). Recursos ilimitados.

2. Gracia abundante (Ro. 5:15).

3. Superabundante gracia (II Co. 9:14).

4. La multiforme gracia de Dios (I P. 4:10).

Page 15: El Principio de La Diferenciación

5. Las abundantes riquezas de gracia (Ef. 2:7).

6. Las riquezas inescrutables de Cristo (Ef. 3:8).

7. Gracia que sobrepasa todo pecado (I Ti. 1:14; Ro. 5:20).

D. Resumen. La gente tiende a considerar la Ley como un enemigo. Al desobediente, la Ley le trae

condenación y muerte. Este es especialmente el

caso del incrédulo. El que viola la Ley, la odia; pero el creyente, por su

amor a Cristo, aprende a amarla (Sal. 119:97; Gá. 5:14). Hay una bendición para nosotros en la

Ley.

Es necesario comprender que la Ley con frecuencia se mal interpreta y se

aplica mal. Si el incrédulo procura salvarse por la Ley, hallará que ésta

sólo le muestra cada vez más su condenación. Su esfuerzo por guardarla

demuestra su conocimiento de la norma por la cual es redargüido. Si el

creyente cree que con guardarla puede agradar a Dios, demuestra su cono-

cimiento de la norma divina por la cual es juzgado, y se pone bajo la Ley

(Gá. 2:16; 3:10; 5:4). Su esfuerzo por guardarla aumenta condenación sobre condenación. El

triunfo sobre el pecado nunca se ha logrado por guardar la Ley. El creyente que se pone bajo

ella, pensando triunfar, sólo se

esclaviza al pecado. En su esfuerzo por guardarla al pie de la letra, olvida y descuida el

verdadero significado de la Ley. Procura tener todo en

orden por fuera, pero quizá por dentro todo está mal. 4

4. El reino de los cielos es judaico; el que Dios le prometió a la nación de

Israel en el Antiguo Testamento, y es literalmente un reino con un Rey

4 LA DIFERENCIA ENTRE EL REINO DE LOS CIELOS Y EL REINO DE DIOS.t

A. La palabra “reino” en su uso bíblico. Se refiere a la soberanía del rey,más bien que al territorio de su gobierno; a la extensión de su dominio, noal país. En las Escrituras, se emplean dos términos distintos: el reino delos cielos y el reino de Dios.1. El reino de los cielos es un reino DEL cielo, DEBAJO de los cielos, SO-

BRE la Tierra. El reino de Dios está EN el cielo, SOBRE la Tierra.Ha existido eternamente, y abarca todo el universo.

2. El reino de los cielos tiene al Mesías por Rey. Es el dominio personalde Cristo, en la Tierra, durante el Milenio, en su segunda venida. Elreino de Dios tiene a Dios por Gobernante, y es el dominio de Dios so-bre todo ser de su creación sujeto a su voluntad, de toda raza y en todolugar.

3. El reino de los cielos es la esfera de dominio político, aunque mesiáni-co. El reino de Dios es espiritual en su esfera de dominio.

Page 16: El Principio de La Diferenciación

sobre un trono.

a. El reino de Dios es inclusivo en su carácter e incluye:

(1) Los de cualquier época que creyeron en Dios.

(2) La simiente (descendencia) de Abraham.

(3) La Iglesia de Cristo.

(4) Los que crean durante la Tribulación.

b. El reino de Dios ha sido desde el principio. Abel, Noé, Abraham,

David, etc., estaban en el reino de Dios.

c. Cuando el Señor Jesucristo entregue el reino en las manos de su

Padre, entonces el reino de Dios será supremo (I Co. 15:24, 25).

5. El reino de los cielos es de aspecto nacional; el reino de Dios, universal.

6. En su extensión, el reino de los cielos está limitado a la Tierra, pero el

reino de Dios es sin límite.

7. El reino de los cielos es dispensacional, limitado al Milenio. El reino de

Dios no es dispensacional; es eterno.

8. Resumen:Dios tiene sólo un reino; el reino de Dios, pero hay diferentes fases de este reino. En el

principio de la Biblia tenemos el reino

de Jehová, una fase del reino de Dios. El reino de Israel presenta al

pueblo escogido en relación intima con Dios, y es una parte del reino

de Dios. Durante ese tiempo, el único medio de acceso a Dios era Israel,

mediante los sacrificios y el culto en el templo. Daniel menciona el

reino de los cielos (Dn. 7:13, 14), una fase del reino de Dios. Ahora

existe el reino de su amado Hijo, otra fase del reino de Dios (Col. 1:13).