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El nacimiento de Jesús - Barreras para ver a Jesús - Año nuevo visión nueva

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El nacimiento de Jesús.

Lucas 1: 26-31 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el


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nombre de la virgen era María. 28Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Introducción En este pasaje se nos menciona acerca de la encarnación y concepción de nuestro bendito Salvador. El mismo ángel Gabriel que había sido enviado a Zacarias para anunciarle los propósitos de Dios concerniente al hijo de él, es enviado también a la virgen María, ya que ambos


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hechos estaban conectados en la misma gloriosa obra de la redención. María en hebreo “Miriam”, como la hermana de Moisés y Aaron, y significa, “exaltada.” Era del linaje real, descendiente de David (Lucas 3: 23). Era virgen, pero desposada, o sea comprometida en matrimonio, con José, de la casa de David (Luc. 1: 27). Vivía en una ciudad de Galilea, llamada Nazaret (Luc. 1: 26). Esta era una región de poca reputación en cuanto a religión y conocimiento de las Escrituras, y cerca del pueblo gentil, que se llamaba “Galilea de los gentiles”. (Is. 9: 1; Mat. 4: 15)


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I. El saludo del ángel

Lucas 1: 28, 29. Este saludo tenía por objetivo levantar el ánimo de María. Eres grandemente favorecida. Al escogerte para madre del Mesías, Dios te da un honor extraordinario. El Señor está contigo. Está contigo para bendecirte, para distinguirte, para robustecerte. Bendita tu entre las mujeres. Entre todas las mujeres, ella ha tenido el privilegio singular de ser escogida para madre del Señor. Es de notar que no se turbo por la presencia del ángel, sino por las palabras del ángel, consiente de que no merecía el honor que le tributaba. Por eso, consideraba o reflexiona que significaría este saludo: ¿Qué sentido tenía? ¿Qué objetivo perseguía?


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La actitud de María en esta ocasión es un ejemplo a seguir, es necesario que le digamos a Dios: Hágase tu voluntad en mí. Puesto que ella no había respondido palabra alguna al saludo del ángel, este continúa confirmando lo que había dicho anteriormente (Luc. 1: 30). Aunque es virgen, va a tener el honor de ser madre. Aunque ella vive en pobreza, tendrá el honor de ser la madre del Mesías; su hijo se llamará Jesús (31)

II. La pregunta pertinente de María. ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? (34). Ella sabía que el Mesías nacería de una virgen (Is. 7: 14); si ella ha de ser su madre desea saber cómo ha de ser eso, que tiene que hacer ella, ya que, por el momento, no mantiene


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relaciones sexuales con ningún hombre. No duda sobre el hecho como había hecho Zacarias, sino que solo inquiere en cuanto al modo, deseando una información más clara. El ángel responde satisfactoriamente a la pregunta de ella (v. 35) Concebirás por el poder del Altísimo, ya que el Espíritu Santo vendrá sobre ella para llevar a cabo la obra de la encarnación del Hijo de Dios. La idea de cubrir con su sombra parece tomada de la presencia de Dios en la nube de la “shekinah” (presencia de Dios). No tiene, pues, que preocuparse acerca del modo, sino esperar receptivamente a que el Espíritu de Dios haga su obra en el interior de ella, en el secreto lugar donde somos formados. (Sal. 139: 13-16).


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Si la formación de cualquier ser humano es un misterio, que diremos del grandioso misterio de la formación del embrión en el que, desde el vientre de María, estaba corporalmente toda la plenitud de la deidad (Col 2: 9)

III. El momento decisivo. Decir si, o decir no. En ese momento no era para decirle, deja que ore primero, interceda, me meta en ayudo, quiero pedir la confirmación. Esos momentos fueron decisivos. En su mente pasaría una larga película. Tendría que estar dispuesta a renunciar tres cosas importantes en su vida las cuales son:

a) Que diría José su prometido, al decirle que estaba embarazada.


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En los tiempos bíblicos los noviazgos entre los israelitas eras más importantes y valorados que los compromisos de nuestros tiempos. La ley mosaica consideraba la infidelidad sexual de una mujer comprometida en matrimonio como si fuera adulterio y lo castigaba como tal (Det. 22: 23,24). A menudo había meses entre el compromiso y el casamiento, pero los lazos duraban y solo podían romperse con el divorcio. Este último hecho es ilustrado por la intención de José de divorciarse de María antes que él se diera cuenta de la naturaleza de la concepción (Mat. 1: 19), aunque él y María no se habían casado. B) Que dirían su padres y hermanos. Muchas veces los padres son violentos, y algunos hasta corren a sus hijas, al cometer errores; y algunas veces los hermanos son más


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violentos que agarran por el cuello a los desdichados.

a) Que sería de la fiesta de bodas. Las bodas en los tiempos bíblicos duran 7 días y otras hasta 15 días. Al salir embarazada María tendría que rechazar esta fiesta, y el qué dirán entre los vecinos, la burla, los comentarios, el desprecio, y otras cosas más. Pero con todo María dijo: “He aquí la esclava del Señor”. Como diciendo: Señor, estoy completamente a tu servicio. “hágase conmigo conforme a tu palabra” Conclusión: Así como María que permitió que Jesús estuviera dentro de ellas, permitamos que Jesús este en nosotros Apocalipsis 3: 20 He aquí, yo


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estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.


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Barreras para ver a Jesús

Marcos 2: 1- 5 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3 Entonces


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vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Introducción Génesis 1: 3, 4 dice: “Y dijo Dios: Sea la luz y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separo Dios la luz de las tinieblas”. Este es uno de los primeros versos bíblicos que nos hablan de la luz, pero la luz la entendemos por medio de la vista. Desde ese momento dice la Biblia que vio Dios que la luz era buena. Hoy damos gracias a Dios por su gran sabiduría, nos ha provisto de este maravillo órgano de nuestro cuerpo


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llamado “ojo”. Es por medio de los ojos que contemplamos las maravillosas obras de nuestro Dios… plantas, flores, estrellas, etc. Con nuestros ojos vemos las cosas buenas; pero también las malas. Hay ocasiones hasta se le quieren salir sus ojos de lo emocionado que esta, pero no por las cosas buenas sino por las malas. Adán y Eva pecaron delante de Dios por andar mirando lo que no tenían que ver. Cuando usted se promete a usted mismo ver algo, no hay ninguna barrera que se lo detenga. Todos los programas de televisión que quiere ver, los ve. Hasta paga cable para ver su programa favorito. Para todo lo que quiere ver no se le forman barreras; pero cuando se trata de ver a Jesús si se le forman barreras. Hoy encontramos a cinco hombres que quieren ver a Jesús, pero hay uno que tiene dos


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grandes barreras. Al igual que este hombre hoy hay muchas personas que tienes barreras similares que impide el ver a Jesús. Pero, creo que Dios nos ha llamado en este día para romperlas.

I. La barrera de la parálisis. La parálisis es un gran impedimento. El paralitico que estaba a la puerta del templo de la hermosa, estaba a la puerta, pero no entraba al templo para ver al que podía sanar su parálisis. Cuando usted padece de la parálisis está en la puerta para ver a Jesús, pero no tiene las fuerzas para levantarse y verlo. Hay otro paralitico, éste estaba cerca del estanque de Bestesda pero no podía entrar al


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estanque cuando venía un ángel y removía las aguas del estanque porque estaba paralitico. En cada celebración Dios remueve las aguas, si usted es un paralitico no podrá levantarse y meterse en las aguas. El paralitico rompió la barrera de la parálisis: Con la ayuda de cuatro hombres que se negaron a sí mismo, que antes de buscar su propio beneficio, buscaron primero la de su prójimo. Ellos velaron por el interés de otro mientras los otros estaban gozándose, ellos trabajando mientras otros solo sentados estaban, ocupando un espacio. La barrera de la parálisis se rompe cuando hay un espíritu de cooperación. Cuando a Moisés sus manos se le cansaban fueron Aarón y Hur que le ayudaron a levantarlo


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de la parálisis del cansancio, y así ganaron la batalla.

II. La barrera de las personas Cuando los cuatro llegaron a la caza donde estaba Jesús se encontraron con otra gran barrera. La barrera de las personas era una gran multitud que impedía que las personas entraran a ver a Jesús. Eso mismo le sucedió a Zaqueo cuando quiso ver a Jesús, una gran multitud se lo impedía pues era pequeño de estatura. El procuraba por todos los medios ver a Jesús, pero no podía, había una barrera de personas que se lo impedían. Zaqueo quería distinguirle, verle, pero la gente se lo impedía; eso es lo mismo que les sucede a muchas personas: “Las personas les impiden verle”.


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a) Usted ha querido ver a Jesús, y lo que ve a

es a un creyente que se dice ser hijo de Dios, pero este todavía no ha dejado la cerveza.

b) Usted quiere ver a Jesús, pero ve a dos cristianos discutir,

c) Usted quiere ver a Jesús, pero se da cuenta de dos cristianos que no se llevan bien.

d) Usted quiere ver a Jesús, pero ve a un cristiano salir de la iglesia y después fumarse un cigarro.

e) Usted quiere ver a Jesús, pero se ha dado cuenta de supuestos siervos de Dios que dieron un mal testimonio.

Zaqueo decía: Jesús quiero verte, pero las personas me lo impiden. Igual que Zaqueo usted ha querido verle, pero solo ha visto las personas,


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éstas se le han formado como una gran barrera, como un gran muro. También tenemos las barreras de las personas que callaban al ciego Bartimeo, pero éste más gritaba y esa barrera se rompió (Marcos 10: 46-50) Conclusión Los grandes muros en la historia han caído, uno de los que habla la Biblia es el muro que una vez tuvo la misma ciudad de Jericó. Josué comandaba el ejército de Israel cuando clamaron a Dios dando vueltas alrededor de Jericó, y los muros descendieron, cayeron, se rompieron. Al igual que los muros de Jericó las barreras que de las personas que se le han formado las cuales le


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impiden ver a Jesús, van a descender, se harán pedazos, caerán.


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Año nuevo visión nueva

Filipenses 3: 13,14 Hermanos, yo mismo no

pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa

hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y

extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a

la meta, al premio del supremo llamamiento de

Dios en Cristo Jesús.


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Introducción

Cada año nuevo pone delante de nosotros un vasto territorio que podemos conquistar. En cada uno de nosotros hay capacidades que no hemos todavía descubierto; talentos humanos que necesitan ser explotados. Debajo de nuestro árido desierto corren venas llenas de aguas con un potencial que nos pueden transformar de personas ordinarias a personas extraordinarias. En este año nuevo que esta a punto de iniciar, usted puede llegar a ser, lo que usted quiere ser.

I. Dígale no al conformismo. Pablo dijo: “Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado.” Pablo decía: yo mismo no considero, no pretendo, no creo, haberlo ya


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alcanzado. Había muchas metas que todavía estaban pendientes a pesar de todos sus logros. Pablo fue sincero en su confesión. Hay que ser sinceros con Dios, con el prójimo y para con nosotros mismos. Es probable que engañemos al prójimo, pero no Dios ni a nosotros mismos. ¿Cuáles son algunas de las metas y resoluciones que usted se propuso lograr en este año 2017? Si no las alcanzó no caiga en conformismo, siga creyendo y esperando. Si no logro alcanzarlas, en este año nuevo que viene propóngase alcanzarla.

II. Haga una cosa a la vez Pablo dijo: “pero una cosa hago”. El salmista David también expreso unas palabras similares: “una cosa he demando a Jehová” (Sal.27:4).


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El fracaso de muchas personas es querer hacer muchas cosas a la misma vez. Hay un dicho que dice: “el que mucho abarca poco aprieta”. Usted necesita enfocarse en prioridades como lo hacía el apóstol Pablo. Eliminemos de nuestro vocabulario todo aquello negativo, y llenémoslo con pensamientos constructivos. Como lo dijo el apóstol. “todo lo puedo en Cristo quien me fortalece”

III. No viva de sus memorias. Pablo dijo: Olvidando lo que queda atrás”. El problema de muchos es que viven bajo las memorias del pasado. A muchos los fracasos del pasado no le permiten ver las victorias del presente y del futuro.


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El resentimiento los tiene como a Lázaro atados con vendas de inferioridad que no les permiten poder caminar, aunque tienen vida. La nostalgia de su pueblo natal los tiene caminando de espaldas al futuro. Cuando dejamos que los fantasmas del pasado nos persigan, bloqueamos todo potencial de llegar a ser lo que deseamos.

Conclusión En este nuevo año que entra tendremos victorias a través de nuestro Señor Jesucristo; en El encontramos victoria sobre la culpa, sobre la inferioridad y sobre la falta de estima propia. Véase en este nuevo año todo un triunfador, (una triunfadora) y extiéndase a lo que delante como lo dijo el apóstol Pablo (Filipenses 3: 13,14)

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