el hombre que queria la guerra velasco

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EL HOMBRE QUE QUERIA LA GUERRA VELASCO-PINOCHET, FRENTE A FRENTE – OIGA 09-08-1993 En sus manos, que ahora temblaban por la enfermedad, se había acumulado todo el poder con que un hombre pudiera soñar. En su voluntad, que ya flaqueaba, se concentraba el destino de un gigantesco poder militar recién construido. Y en su corazón, aún anidaba aquel viejo deseo de recuperar los territorios perdidos por Perú en la Guerra del Pacífico. Juan Velasco Alvarado, el soldado raso que había llegado a Presidente, continuaba siendo para muchos, y a pesar de su malograda salud, el hombre que quería la guerra con Chile. Frente a él la historia pondría a otro hombre, otro militar. La fuerte voluntad de Velasco se vería enfrentada con la de un uniformado de derecha, que también dirigía con mano férrea los destinos de la nación vecina. Su retrato --de anteojos oscuros y larga capa militar— había dado la vuelta al mundo pocos meses atrás al derrocar al gobierno de Salvador Allende. Y aunque dentro de las prioridades del general Augusto Pinochet no figuraba un enfrentamiento bélico, desde el amanecer del 11 de setiembre de 1973, sus ojos estuvieron puestos en la frontera peruana, extremando la vigilancia. La propia experiencia militar de Pinochet, que había hecho la mayor parte de su carrera profesional; en el norte, sería vital para los difíciles primeros años de su gobierno, cuando el fantasma de la guerra estaría siempre presente con Perú. La estrecha frontera de 30 kilómetros que separa a ambos países se convertiría en una de las zonas más militarizadas del continente, y Chile -en forma absolutamente secreta- se prepararía para la guerra. La larga y extenuante crisis sería la más grave en la historia de ambos países, desde que a fines del siglo pasado terminara la Guerra del Pacífico. Si viviría una virtual situación prebélica, y, mientras la prensa internacional denunciaba el inminente peligro de guerra en Sudamérica, “ambas naciones se envolvieron en una monumental carrera armamentista".

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el hombre que queria la guerra

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EL HOMBRE QUE QUERIA LA GUERRA VELASCO-PINOCHET, FRENTE A FRENTE OIGA09-08-1993En sus manos, que ahora temblaban por la enfermedad, se haba acumulado todo el poder con que un hombre pudiera soar. En su voluntad, que ya flaqueaba, se concentraba el destino de un gigantesco poder militar recin construido. Y en su corazn, an anidaba aquel viejo deseo de recuperar los territorios perdidos por Per en la Guerra del Pacfico. Juan Velasco Alvarado, el soldado raso que haba llegado a Presidente, continuaba siendo para muchos, y a pesar de su malograda salud, el hombre que quera la guerra con Chile.

Frente a l la historia pondra a otro hombre, otro militar. La fuerte voluntad de Velasco se vera enfrentada con la de un uniformado de derecha, que tambin diriga con mano frrea los destinos de la nacin vecina. Su retrato --de anteojos oscuros y larga capa militar haba dado la vuelta al mundo pocos meses atrs al derrocar al gobierno de Salvador Allende. Y aunque dentro de las prioridades del general Augusto Pinochet no figuraba un enfrentamiento blico, desde el amanecer del 11 de setiembre de 1973, sus ojos estuvieron puestos en la frontera peruana, extremando la vigilancia. La propia experiencia militar de Pinochet, que haba hecho la mayor parte de su carrera profesional; en el norte, sera vital para los difciles primeros aos de su gobierno, cuando el fantasma de la guerra estara siempre presente con Per.

La estrecha frontera de 30 kilmetros que separa a ambos pases se convertira en una de las zonas ms militarizadas del continente, y Chile -en forma absolutamente secreta- se preparara para la guerra. La larga y extenuante crisis sera la ms grave en la historia de ambos pases, desde que a fines del siglo pasado terminara la Guerra del Pacfico. Si vivira una virtual situacin preblica, y, mientras la prensa internacional denunciaba el inminente peligro de guerra en Sudamrica, ambas naciones se envolvieron en una monumental carrera armamentista".

La revanchaInserto dentro de un fenmeno continental de militarismo progresista que en esos aos inclua a Omar Torrijos, en Panam, y Juan Jos Torres, en Bolivia, Velasco fue la cabeza visible de un movimiento que ya llevaba varias dcadas incubndose en los regimientos peruanos. Inspirados por un ardiente nacionalismo y una tendencia socialista, fue en el CAEM Centro de Altos Estudios Militaresdonde desde los aos 50 se comenz a formar aquella elite progresista que se tomara el poder, y que durante siete aos gobernara. Inspirados en la teologa de la liberacin y en autores socialistas, nacionalistas y nostlgicos del imperio incaico, este grupo estaba convencido que slo un gobierno de las Fuerzas Armadas de larga duracin era capaz de realizar los enormes cambios estructurales que necesitaba la nacin.

Juan Velasco Alvarado, entonces Comandante en Jefe del Ejrcito, sera el paladn del nuevo movimiento que alardeaba erradicar la injusticia en el Per. Pero tambin era el hombre que quera reconstruir la integridad nacional, con un pas fuerte y seguro. Para esto ltimo se apoyaba en un nacionalismo basado en el patriotismo militar.

Desde el primer momento, se mezcl la ambicin de cambiar la estructura social del pas con la de construir un poder militar tan enorme, que de darse la ocasin se pudieran reconquistar los territorios perdidos en la Guerra del Pacfico, fuente de gran trauma nacional".

Los halconesLos datos revelaban que no slo Velasco Alvarado era un actor peligroso para Chile. Tambin alrededor de l haba un puado de hombres claves, particularmente antichilenos. Destacaban el general Mercado Jarrn, ministro de Guerra, Primer Ministro y Comandante en Jefe del Ejrcito; el general De la Flor, ministro de Relaciones Exteriores, y especialmente el general Fernndez Maldonado. Este ltimo, uno de los coroneles conspiradores del 68, era un experto en inteligencia, se vanagloriaba de su amistad con Fidel Castro, y haba escrito un folleto ideolgico que en esos aos fue descrito como "una confusa amalgama... del tipo de nuestros mapuchistas". El sera catalogado segn un informe de la Cancillera como el que "ms destacaba en su posicin contra Chile".

Mientras ambos pases preparaban su maquinaria blica, en marzo de 1974 Velasco Alvarado hara declaraciones que rpidamente llegaron al corazn del gobierno chileno, y alcanzaron a filtrarse en la prensa nacional. En una entrevista al diario francs Le Monde, el general peruano habl de la inminencia de una guerra con Chile. En la misma poca, la revista inglesa The Economist recogera la tensin que vivan ambos pases, informando que Per montaba bases .de submarinos y cohetes soviticos, preparndose para la guerra con Chile. Desde Brasil, los diarios O Estado de S. Paulo y Jornal do Brasil recogan la misma noticia.

Todo pareca dado para el conflicto. Nada indicaba, que el general Velasco Alvarado se detendra en sus ambiciones. Y en julio de 1975 una gigantesca alerta general pondra a las tres armas peruanas en pie de guerra. Varios contingentes especiales seran enviados hacia la frontera sur. Pero el hombre que quera la guerra con Chile se vera enfrentado durante casi dos aos a un elaborado plan de la defensa chilena. Y, finalmente, sera ese plan estratgico una de las grandes causas que impediran que Juan Velasco Alvarado concretara aquel viejo y deseado anhelo.