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Karen Vianey Dávila Leija

LMKT

A10

17 de agosto de 2012

“El gran libro de la dinámica mental”

Capítulo 3: Nutrición, coma con inteligencia.

El artículo nos habla acerca de cómo nuestra dieta de cada día puede aportarnos

los diferentes tipos de nutrientes que se encuentran en los alimentos, los cuales

nos ayudan a realizar las diferentes actividades que el ser humano necesita .Estos

nutrientes pueden ser controlables mediante como los consumas y en las

cantidades en que las ingieras. Los autores nos dan una explicación sobre cómo

estas pueden ayudarnos y perjudicarnos, para qué funciona cada una y en donde

las podemos encontrar.

Las partes más importantes del texto que localicé fueron las siguientes:

•La primera parte nos habla sobre los dos tipos de aminoácidos que el cerebro

digiere, que son la tirosina y el triptófano. La tirosina es utilizada por el cerebro

para sintetizar la dopamia y noripefina que son neutrotransmisores, los cuales

ayudan al pensamiento reflejo, memoria y la sensación de estar en alerta y bajo

control. El triptófano es utilizado por el cerebro para elaborar la serotonina, el cual

es un neurotransmisor, este retarda el tiempo de reacción, obstaculiza la

concentración y limita la necesidad de control. Estos dos aminoácidos son lo

opuesto a cada uno. (pág. 48 párrafo 1).

-Las proteínas contienen muy altos niveles de tirosina y cantidades muy

modestas de triptófano, lo cual es bueno a la hora de querer controlar la

actividad cerebral a través de las proteínas. (Pág. 49 párrafo 1-2).

-La tirosina puede contrarrestar los malestares que causa el estrés. Esto fue

descubierto por los científicos del Instituto de Investigación de Medicina

Ambiental de Ejercito de Estados Unidos, el experimento fue probado en el

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rendimiento mental de los soldados; se comparó los efectos de la tirosina

en los soldados que normalmente experimentaban estrés, depresiones, etc.

, y se llego a la conclusión de que para que la tirosina disminuya los efectos

negativos, se tiene que estar solamente bajo los diferentes malestares,

sino, no los soldados no sentían ningún cambio relativo, (Pág50-51 párrafos

1-6).

-Se da una comparación entre las proteínas y los hidratos de carbono, la

cual nos dice que tras un estudio probado a hombres que realizaron unos

quizz después de comer alimentos ricos en proteínas y en hidratos de

carbono, se vio como después de comer hidratos de carbono el rendimiento

mental se vio perjudicado. (Pág. 52 párrafo 2-3).

-Nos dice como los hidratos de carbono son el doble de problemáticos en

personas mayores de 40 años, la capacidad de concentración, recordar y

realizar tareas mentales se vieron afectadas por el consumo de los

carbohidratos. Y las personas menores de 40 años no se vieron tan

afectadas a la hora de consumirlos. (Pág. 52-53 párrafos 4).

-Los hidratos de carbono pueden ser un buen estimulante para la relajación,

no son tan perjudicables después de todo. Ya que los carbohidratos son

buenos inhibidores de la actividad cerebral, pueden ser utilizados para

poder disipar la ansiedad y frustración acumuladas durante una jornada

intensa de estrés. (Pág. 53 párrafo 2-3).

- Los hidratos de carbono pueden estimular a las personas que tienen el

Trastorno Afectivo Estacional, el cual pone a las personas en un estado de

depresión durante el otoño y el invierno. Lo cual es negativo, puesto que en

vez de ayudar a las personas a estar más tranquilas las pone de la manera

opuesta en la que debería ayudarle.(Pág. 54-55 párrafo 3-5).

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•En la segunda parte nos señalan los efectos negativos del triptófano, el cual nos

dice que pueden crear cierta adicción, como ya sabemos, el triptófano es malo

para el rendimiento mental. (Pág. 55 párrafo 3).

-Nos habla como la vitamina B6 es necesaria para el rendimiento mental, y

va de la mano con los hidratos de carbono. (Pág. 56 párrafo 3-4).

•En la tercera parte nos dice que las Vitaminas son importantes para el cerebro, ya

que el consumo de varias de estas pueden aumentar la dinámica mental.

(Pág. 56-57 párrafo 5-1).

-Nos hace referencia a que las vitaminas no solo son necesarias para

prevenir enfermedades, sino también, para poder reforzar el cerebro. (Pág.

57 párrafo 2-3).

-Nos da referencia a que la vitamina B6 es una de las mejores de la familia

de vitaminas B. Los alimentos que son ricos en vitamina B6 son: pescado,

pollo, avena y trigo. (Pág. 57-58 párrafo 4-1).

-Los beneficios de las Vitaminas B son muy significativos para la actividad

cerebral, estas se emplean para convertir los hidratos de carbono y

proteínas en energía mental, reparar tejidos cerebrales, procesar proteínas

o grasas. (Pág. 58-59 párrafo 2-1).

-Nos da hincapié a que analicemos si realmente consumimos las

cantidades de vitamina B, de no ser así nos sugiere que consultemos a un

nutriólogo para que nos pueda ayudar. (Pág. 59 párrafo 3).

- También nos sugiere que la vitamina C puede ser un gran aporte a

nuestra dieta, ya que, contribuye al cerebro a mantenerlo en buenas

condiciones de trabajo. Los principales alimentos altos en vitamina C son

los brócolis, naranjas, uvas, frutas acidas, etc. De preferencia deben de

consumirse sin cocer, ya que se pierden sus nutrientes principales. (Pág.

59,62 párrafos 4/ 5).

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-Nos dice como los multivitaminicos pueden ser ingeridos como un

ayudante secundario a la hora de querer consumir vitaminas, pero que

estas pueden tener efectos secundarios por lo que es recomendable

consultarlo con un médico antes de ingerir. (Pág. 63 párrafos 1,3).

•En la cuarta parte nos habla de la importancia de los minerales, de cómo estas

son igual de necesarias que las vitaminas. (Pág. 63 párrafo 4).

-Nos dice que los minerales pueden ser aprovechados de manera

significativa, y que si no los consumimos pueden perjudicar la memoria, el

pensamiento y el humor. (Pág. 64 párrafo 1).

• En la quinta parte habla sobre “el factor grasas” el cual podría ser traducido como

un suministrador de materias primas en las que se descompone la mente.

-“Lubrique su cerebro con claridad”, nos hace referencia a que hay

diferentes tipos de grasas. El como la dieta rica en grasas saturadas

pueden perjudicar al cerebro, mientras la no saturadas pueden potenciar las

aptitudes mentales. A esto hay que decir que es necesario saber cual

consumir. (´Pág. 65,67 párrafo 5-1).

Las ideas principales que localicé fueron las siguientes:

-El cerebro devora vorazmente las proteínas, hidratos de carbono,

grasas, vitaminas y minerales que usted ingiere, luego los convierte en las

membranas y sustancias químicas que utiliza para aprender, pensar, sentir

y recordar. (Pág. 47 párrafo 1).

-En el cerebro hay dos aminoácidos que rivalizan entre si, la tirosina y el

triptófano. (Pág. 48 párrafo 2).

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-Muchos científicos creen que se pueden controlar los niveles de actividad

mental mediante los alimentos que se consumen. (Pág. 49 párrafo 1).

-La capacidad de la tirosina puede llegar incluso a superar los

perturbadores efectos del estrés. (Pág. 50-51 párrafo 1).

-45 gramos de carbohidratos son suficientes para disipar la ansiedad y

frustración. (Pág. 53 párrafo 3).

-Determinadas vitaminas pueden aumentar la actividad mental. (Pág. 57

párrafo 1).

-Los beneficios de las vitaminas B son: Las B1, B2 y B3 se emplean para

convertir hidratos de carbono y proteínas en energía mental y la vitamina

B12 contribuye a la reparación de tejidos cerebrales. El acido fólico y la

biotina ayudan al procesamiento de proteínas o grasas, mientras que el

acido pantoténico ayuda al cerebro a usarlas. (Pág. 58-59 párrafo 2-1).

-La vitamina C ayuda al cerebro a fabricar los neurotransmisores que

permiten el pensamiento la memoria. (Pág. 62 párrafo 1).

-La administración de multivitaminas incrementa el cociente de inteligencia

no verbal. (pág. 63 párrafo 2).

-Los minerales son necesarios para una función enzimática, la cual actúa

como estimulo o catalizador de diferentes neurotransmisores, los cuales

son utilizados para recordar, pensar y sentir emociones. (pág. 63 párrafo 4).

-La insuficiencia mineral puede perjudicar la memoria, pensamiento y

humor. (Pág. 64 párrafo 1).

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Los autores, más que nada, tratan de informar a la gente de cómo el comer de una

forma inteligente y saludable puede ayudarnos a rendir mentalmente a todos los

días de nuestras vidas, de cómo nosotros mismos podemos ser capaces de

controlar nuestras propias formas de realizar nuestras tareas cotidianas. También

nos dan una vista diferente a la hora de consumir los alimentos que tanto nos

gustan o que ni los podemos ver, de cómo estos nos pueden traer buenas

consecuencias o perjuicios.

A mi opinión personal debo decir que me gustó este apartado de comer

saludablemente inteligente, el como por pequeñeces nos estamos perdiendo la

oportunidad de que nuestro cerebro tenga la mejor capacidad mental, este activo,

o simplemente el que no “explote”. Ya que en estos tiempos actuales la gente vive

muy acelerada y no se da el tiempo de ver que es lo que les falta en su

alimentación, no muchos de nosotros nos ponemos a pensar que el comer un

poco de todo, o mas que otros, nos pueden beneficiar enormemente a la hora del

trabajo, deportes…en la vida cotidiana.

Así que, ¿Por que no darnos un tiempo para ver que comemos más?, ¿Qué tipos

de nutrientes nos faltan? y ¿cuales podríamos implementar a nuestra dieta

cotidiana?

Michaud, Ellen / Wild, Russell, (1992), El gran libro de la dinámica mental,

Barcelona, Ediciones Martínez Roca, págs. 47-67.