el evangelio de la familia - walter kasper (sal terrae)

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  • ndice

    Abreviaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Introduccin: El redescubrimiento

    del evangelio de la familia . . . . . . . . . . . 11

    1. La familia en el orden de la creacin . . . 19

    2. Las estructuras de pecadoen la vida de la familia . . . . . . . . . . . . . . 31

    3. La familia en el orden cristianode la redencin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

    4. La familia como Iglesia domstica . . . . . 47

    5. El problema de los divorciadosy vueltos a casar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

    Conclusin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75Apndice I: Fe implcita . . . . . . . . . . . . . . . . 77Apndice II: Prctica de la Iglesia primitiva 81Consideraciones conclusivas sobre el debate 87Eplogo: qu podemos hacer? . . . . . . . . . . 95

    5

  • Abreviaturas

    AA Concilio Vaticano II, Apostolicam Actuo-sitatem, Decreto sobre el apostolado delos laicos, Roma 1965.

    AG Concilio Vaticano II, Ad Gentes, Decre-to sobre la actividad misionera de laIglesia, Roma 1965.

    CatIglCat Catecismo de la Iglesia Catlica, Ma-drid 1993.

    CIC Cdigo de Derecho Cannico, Madrid1984.

    DH H. Denzinger P. Hnermann, El Ma-gisterio de la Iglesia, Herder, Barcelona20002.

    DV Concilio Vaticano II, Dei Verbum, Cons-titucin dogmtica sobre la divina Re-velacin, Roma 1965.

    EG Papa Francisco, Evangelii gaudium, Ex-hortacin apostlica sobre el anunciodel Evangelio en el mundo actual, Roma2013.

    EN Pablo VI, Evangelii nuntiandi, Exhorta-cin apostlica sobre la evangelizacinen el mundo actual, Roma 1975.

    7

  • FC Juan Pablo II, Familiaris consortio, Ex-hortacin apostlica sobre la misin dela familia cristiana en el mundo actual,Roma 1981.

    GS Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes,Constitucin pastoral sobre la Iglesia enel mundo actual, Roma 1965.

    LG Concilio Vaticano II, Lumen Gentium,Constitucin dogmtica sobre la Iglesia,Roma 1964.

    UR Concilio Vaticano II, Unitatis Redinte-gratio, Decreto sobre el ecumenismo,Roma 1964.

    8

  • Prlogo

    EL presente librito, El evangelio de la fami-lia, contiene el informe que, con el mismo ttu-lo, present en Roma, por invitacin del papa

    Francisco, en el transcurso del Consistorio ex-

    traordinario de los cardenales (20 y 21 de fe-

    brero de 2014). El objetivo consista en propor-

    cionar una base teolgica para el subsiguiente

    debate entre los cardenales y, de este modo,

    propiciar un dilogo pastoral, teolgicamente

    motivado, en el prximo proceso sinodal que

    habr de tener lugar en el Snodo extraordinario

    de los obispos, en el otoo de 2014, y en el S-

    nodo ordinario de los obispos en 2015. Con el

    consenso del papa, deban abordarse adems en

    este informe determinadas cuestiones que a ve-

    ces son objeto de controversia en la Iglesia.

    El tema del proceso sinodal, Retos pastora-les que plantea la familia en el contexto de laevangelizacin, indica claramente que las cues-

    9

  • tiones pastorales acuciantes no pueden ser tra-

    tadas aisladamente, sino tan solo en el contexto

    global del evangelio y la tarea evangelizadora,

    que es comn a todos los bautizados. Por eso en

    el debate debern participar adems, con sobra-

    do motivo, cristianos que viven las situaciones

    familiares, a veces bastante difciles.

    La publicacin no pretende anticipar la res-

    puesta del Snodo, sino, ms bien, abordar las

    distintas cuestiones y preparar las bases para su

    discusin. A una respuesta, que esperamos sea

    unnime, nicamente podemos llegar a travs

    de la reflexin sobre el mensaje de Jess, a tra-

    vs de un intercambio siempre abierto a la

    escucha de experiencias y argumentos y, so-

    bre todo, a travs de la oracin en comn para

    recibir el Espritu Santo de Dios. A este fin

    querran prestar una modesta aportacin las

    presentes pginas.

    Roma, en la Fiesta del apstol Matas,

    24 de febrero de 2014.

    Cardenal Walter Kasper

    10

  • Introduccin

    El redescubrimiento delevangelio de la familia

    EN este ao internacional de la familia, el pa-pa Francisco ha invitado a la Iglesia a celebrar

    un proceso sinodal dedicado a Los desafospastorales sobre la familia en el contexto de laevangelizacin. En la exhortacin apostlicaEvangelii gaudium escribe: La familia atravie-sa una profunda crisis cultural, como todas lascomunidades y vnculos sociales. En el caso de

    la familia, la fragilidad de los vnculos resulta

    especialmente grave, porque se trata de la clu-

    la bsica de la sociedad (EG 66).Muchas familias se enfrentan hoy a grandes

    dificultades. Muchos millones de personas se en-cuentran en situaciones de migracin, huida y

    alejamiento, o en condiciones de miseria indignas

    del hombre, en las que no es posible una vida fa-

    11

  • miliar ordenada. El mundo actual est viviendo

    una crisis antropolgica. El individualismo y elconsumismo ponen en entredicho la cultura fa-

    miliar tradicional. Las condiciones econmicas ylaborales hacen a menudo difcil la convivenciay la cohesin en el seno de la familia. De ah que

    haya aumentado dramticamente el nmero de

    los que tienen miedo a fundar una familia o de

    quienes fracasan en la realizacin de su proyec-

    to de vida, as como crece tambin el nmero de

    nios que no tienen la suerte de crecer en una fa-

    milia debidamente estructurada.

    La Iglesia, que comparte los gozos y las es-

    peranzas, las tristezas y las angustias de los

    hombres (cf. GS 1), se ve desafiada por esta si-tuacin. Con ocasin del ltimo ao de la fami-

    lia, el papa Juan Pablo II retoc las palabras de

    la encclica Redemptor hominis (1979), elhombre es el camino de la Iglesia, afirmando

    que la familia es el camino de la Iglesia (2 de

    febrero de 1994), porque normalmente la per-

    sona nace en una familia y crece en el seno de

    la misma. En todas las culturas de la historia de

    la humanidad, la familia es el camino normal de

    la persona. Tambin hoy, muchos jvenes bus-

    can la felicidad en una familia estable.

    12

  • No obstante, debemos ser sinceros y ad-

    mitir que se ha abierto un abismo entre la doc-trina de la Iglesia sobre el matrimonio y la fa-milia y las convicciones vividas por muchoscristianos, a muchos de los cuales la doctrinade la Iglesia les resulta muy alejada de la reali-

    dad y de la vida. Pero podemos igualmente de-

    cir, y decirlo con gozo, que hay tambin fami-lias excelentes que hacen todo lo posible porvivir la fe de la Iglesia y dar testimonio de la

    belleza y la alegra de la fe vivida en el seno de

    la familia. A menudo son una minora, pero son

    una minora significativa.La situacin actual de la Iglesia no es una

    situacin indita. Tambin la Iglesia de los pri-

    meros siglos se encontraba con concepciones y

    modelos de matrimonio y de familia muy dife-

    rentes del predicado por Jess, que era muy no-

    vedoso tanto para los judos como para los grie-

    gos y los romanos. Por consiguiente, nuestra

    postura hoy no puede ser de adaptacin liberal

    al status quo, sino que ha de ser una postura ra-dical, que vaya a las races, es decir, al evange-lio, y desde ah mire hacia delante. Por tanto,ser tarea del proceso sinodal proclamar de

    nuevo la belleza y la alegra del evangelio de la

    13

  • familia, que es siempre el mismo y, sin em-bargo, siempre nuevo (cf. EG 11).

    La presente intervencin no puede afrontar

    todas las cuestiones actuales ni pretende antici-

    par los resultados del Snodo (sn-odos), es de-cir, del camino (hods) comn (sn) de toda laIglesia, el camino de la atenta escucha recpro-ca, del dilogo y de la oracin. Esta contribu-cin quiere ser, ms bien, una especie de ober-tura que introduzca el tema, con la esperanzade que al final obtengamos una sym-phna, unconjunto armnico de todas las voces en la

    Iglesia, incluidas aquellas que en este momento

    son en parte disonantes.

    No se trata ahora de reafirmar la doctrinade la Iglesia sobre la familia1. Nos pregunta-mos por el evangelio de la familia, y de estemodo retornamos a la fuente de la que brot di-cha doctrina. Como ya afirmaba el Concilio de

    Trento, el evangelio credo y vivido en la Igle-

    14

    1. Entre los documentos ms importantes, vase CONCILIODE TRENTO, en DH 1.797-1.816; CONCILIO VATICANO II,Gaudium et Spes 47-52 (GS); Carta apostlica postsino-dal Familiaris consortio (1981) (FC); Catecismo de laIglesia Catlica (1993) 1.601-1.666 (CatIglCat); Cartaapostlica postsinodal Sacramentum caritatis (2007) 27-29; Encclica Lumen Fidei (2013) 52s.

  • sia es la fuente de toda verdad salvfica y de

    toda disciplina de las costumbres (DH 1.501;cf. EG 36). Esto significa que la doctrina de laIglesia no es una laguna estancada, sino un to-

    rrente que brota de la fuente del evangelio y en

    el cual ha confluido la experiencia de fe del

    pueblo de Dios de todos los siglos. Es una tra-dicin viva que hoy, como muchas otras vecesa lo largo de la historia, ha llegado a un punto

    crtico y que, teniendo a la vista los signos de

    los tiempos (GS 4), exige ser continuada yprofundizada2.

    Qu es este evangelio? No es un cdigojurdico. Es luz y fuerza de la vida, que es Je-sucristo. El evangelio da lo que exige. Solo a suluz y en su fuerza es posible entender y cumplir

    los mandamientos. Para Toms de Aquino la

    ley de la nueva alianza no es una lex scripta, si-no la gratia Spiritus Sancti, quae datur per fi-dem Christi. Sin el Espritu que acta en los co-razones, la letra del evangelio es una ley que

    15

    2. Sobre la cuestin del desarrollo doctrinal: CONCILIO VATI-CANO I (DH 3.020) y CONCILIO VATICANO II (DV 8). J.H.NEWMAN, Essay on the Development of Christian Doctri-ne (1845); Y. CONGAR, La tradition et les traditions, Pa-ris 1960, p. 1.963.

  • mata (2 Cor 3,6)3. Por consiguiente, el evange-

    lio de la familia no quiere ser una carga, sino,

    en cuanto don de la fe, una alegre noticia, luz y

    fuerza de la vida en la familia.

    Llegamos as al punto central. Los sacra-

    mentos, tambin el del matrimonio, son sacra-mentos de la fe. Signa protestantia fidem, diceToms de Aquino4. El Concilio Vaticano II co-

    rrobora esta afirmacin. Dice de los sacramen-

    tos: No solo suponen la fe, sino que, a la vez,

    la alimentan, la robustecen y la expresan (SC59). Tambin el sacramento del matrimonio

    puede ser eficaz y ser vivido nicamente en la

    fe. Por tanto, la pregunta fundamental es: cmoes la fe de los futuros esposos y de los cnyuges?En los pases de arraigada cultura cristiana asis-

    timos hoy a la quiebra de las que, durante siglos,

    han sido obviedades de la fe cristiana y de la

    concepcin natural del matrimonio y de la fami-

    lia. Muchas personas estn bautizadas, pero no

    evangelizadas. Dicho de manera un tanto para-

    djica, son catecmenos bautizados, cuando no

    directamente paganos bautizados.

    16

    3. TOMS DE AQUINO, S. Th. I/II q. 106 a. 1 y 2; cf. EG 37.4. Ibid., III q. 62 a. 4.

  • En esta situacin no podemos ni partir deuna lista de doctrinas y mandamientos ni que-darnos en las llamadas cuestiones candentes.

    No queremos ni podemos eludir nada de todo

    ello, pero s debemos partir de un modo radical,

    es decir, de la raz de la fe, de los primeros ele-mentos de la fe (Heb 5,12), y recorrer, paso apaso, un camino de fe (FC 9; EG 34-39)5. Dioses un Dios del camino: en la historia de la sal-

    vacin, ha recorrido un camino con nosotros;

    tambin la Iglesia ha recorrido en su historia un

    camino que hoy debe recorrer de nuevo junto a

    los hombres y mujeres de nuestro tiempo. No

    pretende imponer la fe a nadie, sino tan solopresentarla y proponerla como camino hacia lafelicidad. El evangelio nicamente puede con-

    vencer por s mismo y por medio de su profun-

    da belleza.

    17

    5. Cf. Apndice I.