ejercicios de pre-pilates y pilates · el estiramiento y fortalecimiento de los grupos musculares...

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VII Buscador de ejercicios M uchos de los ejercicios de este libro tienen distintas versiones dependiendo del mo- mento del postoperatorio para el que están pensados. Este buscador de ejercicios le permitirá encontrar fácilmente el ejercicio que está buscando basándose en el tiempo transcurrido tras la intervención. Simplemente, diríjase a la página indicada para encon- trar una descripción completa, con fotos, y el ejercicio en cuestión. Las secuencias de ejer- cicios se organizan en tablas para hacer más fácil la creación de una rutina de ejercicios para un síndrome o artroplastia. Los ejercicios de las series de patadas laterales también se han desglosado atendiendo al tiempo transcurrido desde la intervención. El segundo bus- cador de ejercicios es específico para las series de patadas laterales. Escoger una rutina para un síndrome de cadera o rodilla a partir de una de las siguientes categorías debería basarse en el control del core o centro del cliente y en el rango de movimiento disponible. EJERCICIOS DE PRE-PILATES Y PILATES Ejercicio Pre-Pilates De 6 semanas a 3 meses De 3 a 6 meses De 6 meses en adelante Preparación abdominal 48 Abducción y aducción 43 Presión con aductores 52 Bombeo de tobillo 40 Respiración 39 Cancán (modificado) 234 234 El sacacorchos 182 185 Entrecruzado 98 174 174 Patada con ambas piernas 198 198 Estiramiento de ambas piernas 86 163 166 Estiramiento de ambas piernas rectas (elevación baja) 94 171 171 Serie de glúteos 42 Medio roll-down 70 140 140 Medio roll-up 75 141 141 Círculo de cadera (modificado) 241 241 La centena 67 135 137 Pliegue de rodilla 50 Pull de pierna (modificado) 243 243 (continúa)

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■ vii

Buscador de ejercicios

Muchos de los ejercicios de este libro tienen distintas versiones dependiendo del mo-mento del postoperatorio para el que están pensados. Este buscador de ejercicios le

permitirá encontrar fácilmente el ejercicio que está buscando basándose en el tiempo transcurrido tras la intervención. Simplemente, diríjase a la página indicada para encon-trar una descripción completa, con fotos, y el ejercicio en cuestión. Las secuencias de ejer-cicios se organizan en tablas para hacer más fácil la creación de una rutina de ejercicios para un síndrome o artroplastia. Los ejercicios de las series de patadas laterales también se han desglosado atendiendo al tiempo transcurrido desde la intervención. El segundo bus-cador de ejercicios es específico para las series de patadas laterales. Escoger una rutina para un síndrome de cadera o rodilla a partir de una de las siguientes categorías debería basarse en el control del core o centro del cliente y en el rango de movimiento disponible.

EJERCICIOS DE PRE-PILATES Y PILATES

Ejercicio Pre-PilatesDe 6 semanas a 3 meses De 3 a 6 meses

De 6 meses en adelante

Preparación abdominal 48Abducción y aducción 43Presión con aductores 52Bombeo de tobillo 40Respiración 39Cancán (modificado) 234 234El sacacorchos 182 185Entrecruzado 98 174 174Patada con ambas piernas 198 198Estiramiento de ambas piernas 86 163 166Estiramiento de ambas piernas rectas (elevación baja) 94 171 171

Serie de glúteos 42Medio roll-down 70 140 140Medio roll-up 75 141 141Círculo de cadera (modificado) 241 241La centena 67 135 137Pliegue de rodilla 50Pull de pierna (modificado) 243 243

(continúa)

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TR

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A S

EIS

ME

SE

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RA

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A I

NT

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NC

IÓN Círculo de cadera (continuación)

Variaciones

1. Coloqueunapequeñaalmohadaentrelasro

dillasymantengaéstasenligeraflexión

cuando estire las piernas.

2. Realice el movimiento con las piernas juntas, sin la pelota.

3. Apartirdelos6mesestraslaintervenciónye

nadelante,intenteestavariaciónsólopara

rodilla.– Siéntese erguido con las piernas juntas. Recuéstese hacia atrás y coloque las palmas

de las manos sobre la esterilla con los brazos rectos hacia fuera en un ángulo

ligeramente superior a la anchura de las caderas. Las puntas de los dedos se alejan

de las caderas.

– Realice el círculo de cadera como se ha descrito.

Debe intentar que…

■ El torso esté elevado y estable durante el movimiento.

■ El círculo sea de un tamaño que permita mantener la pelvis estable y los abdominales

contraídos y hundidos.

■ Las piernas realicen el círculo como un todo, apretadas hacia la línea media del cuerpo.

■ Piense en llevar la cadera opuesta hacia atrás a medida que las piernas trazan el círculo

enunadirección.

Debe evitar que…

■ La espalda se hunda entre las escápulas.

■ Seproduzcahiperextensióndelacolumnalumb

ar.

■ Se pierda el control del core y la estabilidad de la pelvis.

■ Sepierdalaalineacióndeloshombros.

Principales músculos activados

Abdominales, complejo del hombro, recto femoral, sartorio, pectíneo, tensor de la fascia lata,

psoasilíaco, grácil, aductor mayor, aductor largo, aductor corto, vasto medial, vasto lateral, vasto

intermedio,glúteomayor,glúteomedio,glúteom

enor,tibialposterior,sóleo,gastrocnemio

y plantar.

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TR

ES

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VE

NC

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Círculo de cadera (modificado)Restricciones: no puede realizarse de los 3 a los 6 meses tras la intervención de cadera;

en su lugar, realizar El sacacorchos, de la página 182.Período: de 3 a 6 meses y de 6 meses tras la intervención en adelante.Indicación: rodilla.Período: de 6 meses tras la intervención en adelante.Indicación: cadera.

Ubicación: esterilla sobre el suelo o elevada si es necesario; esterilla elevada para el reemplazo

bilateral de rodilla o cadera, si es necesario, hasta los 6 meses tras la intervención.Instrucciones ■ Siéntese erguido con las piernas juntas. Recuéstese y coloque los antebrazos en la

esterilla con las palmas hacia abajo y los dedos apuntando hacia las caderas. Las puntas

de los dedos deberían descansar ligeramente bajo las caderas. ■ Flexione las rodillas para crear la forma de una montaña. Coloque una pequeña pelota

blanda entre las piernas a la altura de los tobillos. Inspire, levante los talones y toque

ligeramente el suelo con los dedos de los pies. Espire y contraiga y hunda los abdominales.

Estire las piernas hacia el techo. ■ Separe el pecho de los antebrazos. Mantenga la columna en posición neutra, las clavículas

abiertas y los hombros deslizándose hacia las caderas. Mire hacia delante. ■ Prepárese para hacer pequeños círculos en el techo con las piernas moviéndose como un todo.

■ Visualice un reloj en el techo. Inspire para prepararse. Describa un círculo con las dos

piernas a la vez hasta las 3 en punto, las 6 en punto, las 9 en punto y de vuelta

a las 12 en punto. ■ Descanse al llegar a este punto y describa el círculo en sentido contrario. Inspire para prepararse. Espire y vaya a las 9 en punto, las 6 en punto, las 3 en punto y de vuelta a las 12 en punto.

■ Describa un círculo del tamaño de un gran reloj en el techo. ■ Mantenga las caderas centradas y estables. ■ Cadera. Realice sólo el círculo de cadera a los 6 meses de la intervención y en adelante. Mantenga la precaución de no superar los 115º de flexión de cadera.

■ Repita 5 veces en cada sentido.

(continúa)

u  Todos los ejercicios están claramenteidentifi cados por el título

u  Esta sección indica para quién es apropiado un ejercicio

u  Las instrucciones explicanexactamente cómo debería realizar el ejercicio su cliente

u  Para la mayoría de los ejercicios hay variantes disponibles

u  Las fotografías ilustran diversos movimientos

u  Se muestran movimientos específi cos que deben fomentarse o evitarse

u  Se incluye una lista de los principales músculos implicados en el ejercicio

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PARTE I

Anatomía de caderay rodilla, sus síndromes

y tratamientos

Las patologías de cadera y rodilla son responsables, cada año, de miles de visitas a traumatólogos, médicos de atención primaria y consultas de urgencias. En los

capítulos 1 y 2, se revisa la anato-mía de la cadera y la rodilla, se analizan los síndromes de cadera y rodilla más comunes y se des-criben brevemente algunos de los tratamientos quirúrgicos y no qui-rúrgicos más habituales.

Este manual también incluye ejer-cicios específi cos de Pilates en es-terilla dirigidos a varios de los sín-dromes expuestos en estos prime-ros capítulos. Dichos ejercicios pueden incluirse en un programa habitual de fi tness o de rehabilita-ción para aumentar la fuerza y estabilidad del core, el rango de movimiento y la fl exibilidad. Además, en el capítulo 7 se muestran ejemplos de secuencias de pro-gramas de Pilates sobre esterilla para algunos de los síndromes tratados en esta parte del libro.

Todos los ejercicios deben realizar-se bajo la supervisión de un monitor de Pila-tes cualifi cado y con autorización médica. El médico debería especifi car las recomenda-ciones de necesidades, restricciones y rango de movimiento de cada cliente, y éstas debe-rían seguirse a rajatabla. Las directrices pue-den variar de los protocolos que se muestran a continuación, y éstos deberían modifi carse basándose en las necesidades individuales y en las preferencias del cirujano.

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1capítulo

La cadera

E s crucial tener un conocimiento integral de la anatomía de la cadera para entender e iden-tifi car los estados normales y patológicos de la articulación de la cadera y sus músculos,

tendones y ligamentos. Este capítulo proporciona una detallada revisión de la anatomía básica de la cadera y las acciones de los músculos que la controlan. Disponer de esta informa-ción le ayudará a entender e identifi car los temas tratados sobre los síndromes de cadera y la revisión de las intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas expuestas en capítulos posteriores. Al aunar la anatomía y la fi siología relevantes de la articulación de la cadera se permite una mejor comprensión de por qué ciertos ejercicios se recomiendan en varios períodos para tratar los síndromes de cadera. El estiramiento y fortalecimiento de los grupos musculares apropia-dos son la clave del tratamiento de las lesiones de tejidos blandos y patología de la cadera. Un programa de tratamiento bien diseñado debería maximizar estas modalidades con límites con-cretos para evitar exacerbar la lesión tratada, así como para proporcionar unas pautas repro-ducibles y sostenibles para los clientes.

Anatomía de la cadera

La articulación de la cadera es una articulación sinovial formada por la articulación de la cabeza femoral, que es esférica, y el acetábulo, que es cóncavo, y juntos forman una articulación funcional esférica (bola y receptáculo). El acetábulo se desarrolla durante la infancia y la adolescencia temprana, y supone la unión de tres huesos: ilion, isquion y pubis. Al conjunto de esta estructura ósea se la denomina hueso innominado o pelvis. La pelvis es responsable de aguantar la mayoría del peso del cuerpo y forma una compleja articulación con la columna y la articulación sacroilíaca (Wunderbaldinger et al., 2002; Magee, 2008).

La articulación de la cadera mantie-ne una excelente estabilidad de forma inherente debido a la anatomía ósea y a la relativa profundidad de penetra-ción de la cabeza femoral en el acetá-

Véase el encarte al fi nal del libro con las ilustraciones de la anatomía de la cadera.

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4 ■ Pilates y rehabilitación

bulo. La bola y el receptáculo están cubiertos por un material blanco brillante llamado cartílago articular que permite que las superficies articulares se deslicen una sobre otra de forma suave e indolora durante las actividades habituales. El rodete acetabular es un anillo cartilaginoso unido al borde exterior del acetábulo. Esta estructura proporciona profundidad adicional al acetábulo y es de primordial importancia en la estabilidad de la articulación de la cadera. Con frecuencia, se observan desgarros en el rodete en atletas, bailarines y personas con displasia de cadera. El síndrome de atrapamiento femoroacetabular también puede asociarse con desgarros del rodete acetabular y dolor de cadera, chasqueo de la articulación y sensación de inestabilidad.

La anatomía ósea de la cadera está reforzada por varios ligamentos potentes, una cápsula fibrosa y las unidades musculotendinosas circundantes. Las estructuras óseas, músculos y ten-dones más importantes trabajan juntos para proporcionar el perfecto elemento esencial de funcionalidad para permanecer de pie, caminar y correr. Todas estas actividades requieren un rango de movimiento funcional y una fuerza adecuada de los músculos adyacentes. Las restric-ciones físicas y las rigideces patológicas de la cadera pueden limitar estos movimientos y, a su vez, pueden suponer un estrés anormal en las estructuras circundantes, como, por ejemplo, la columna lumbar, la cadera contralateral y las rodillas.

La cápsula fibrosa articular se une circunferencialmente alrededor del borde del acetábulo y a la base del cuello femoral, cerca de la línea intertrocantérea, en la parte anterior, y hacia la mitad del cuello femoral en la parte posterior. El líquido sinovial lo producen células espe-cializadas que recubren el interior de la articulación de la cadera. Generalmente, esta capa es bastante fina, pero la inflamación patológica puede provocar una sobreproducción de líquido articular y una sinovitis hipertrófica. La cápsula sirve para contener este líquido dentro de la articulación, y el líquido permite que las superficies articulares estén lubricadas y nutridas adecuadamente. La artritis, que es una degeneración del cartílago articular, básicamente irrita la articulación y supone una sobreproducción de células inflamatorias y líquido que causa in-flamación y dolor en la articulación.

Hay tres fuertes ligamentos extracapsulares que rodean la cápsula articular, sirven para evitar la dislocación de la cadera y refuerzan la función normal de esta articulación: a) el liga-mento iliofemoral; b) el ligamento isquiofemoral, y c) el ligamento pubofemoral. El ligamento iliofemoral está considerado el más fuerte y actúa como una rienda para evitar una extensión excesiva de la cadera. Este ligamento también desempeña un papel importante en la posición vertical de la cadera. El ligamento isquiofemoral es el más débil y se enrosca fuertemente du-rante la extensión, ayudando a estabilizar la cadera en esta postura. El ligamento pubofemoral protege contra la excesiva abducción del fémur y también limita la extensión. Los tres liga-mentos limitan la rotación medial (interna) del fémur (Magee, 2008). El ligamento de la ca-beza del fémur (ligamento redondo) es un ligamento intracapsular que se une a la escotadura acetabular y a una fosita, o fóvea, en la zona superomedial de la cabeza femoral. Se estira con la dislocación o subluxación de la cadera, y durante los primeros años de vida es crucial para el aporte sanguíneo de la cabeza femoral (Calais-Germain, 2007).

Hay muchos músculos implicados en la estabilización y funcionalidad de la articulación de la cadera. Las siguientes listas agrupan estos músculos atendiendo a sus acciones (Magee, 2008: 672):

Flexión

Psoas

Ilíaco

Recto femoral

Sartorio

Pectíneo

Aductor largo

Aductor corto

Grácil

Extensión

Bíceps femoral

Semimembranoso

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La cadera ■ 5

Síndromes de cadera y tratamientos no quirúrgicos

Las alteraciones y síndromes de cadera más comunes incluyen bursitis trocantérea, trastornos del músculo psoasilíaco, artritis de cadera, desgarros ligamentarios, síndrome de la cadera en resorte, osteonecrosis (necrosis avascular) de la cabeza del fémur, displasia congénita de cade-ra, deslizamiento de la epífisis femoral superior, desgarros del rodete acetabular y síndrome de atrapamiento femoroacetabular. Muchos de estos trastornos pueden tratarse de forma no qui-rúrgica, y, en última instancia, no todos ellos requieren una artroplastia total de cadera. Cuan-do el tratamiento no quirúrgico deja de proporcionar el alivio adecuado de los síntomas rela-cionados con la patología intrarticular al realizar las actividades de la vida diaria, sólo enton-ces la artroplastia total de cadera se vuelve una opción viable.

Los tratamientos conservadores (no quirúrgicos) para la cadera incluyen reposo, terapia de frío o calor, agentes tópicos, analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), infiltracio-nes intrarticulares de corticosteroides, acupuntura, suplementos nutricionales (combinaciones de glucosamina y condroitina), fisioterapia y ejercicio. Estos tratamientos deberían potenciarse antes de tomar en consideración la intervención quirúrgica. En muchos procesos degenerati-vos, como la artritis y las artropatías inflamatorias, el tratamiento conservador se usa para ganar tiempo antes de que la intervención quirúrgica sea inevitable. Las infiltraciones de ca-dera generalmente son una combinación de un anestésico local (lidocaína) y un corticoste-roide. Estas inyecciones se realizan bajo guía fluoroscópica y se limitan a tres o cuatro al año. Demasiadas infiltraciones pueden provocar debilidad de los tejidos conectivos que rodean la

Semitendinoso

Glúteo mayor

Glúteo medio (porción posterior)

Aductor mayor (parte isquiocondílea)

Abducción

Tensor de la fascia lata

Glúteo menor

Glúteo medio

Glúteo mayor

Sartorio

Aducción

Aductor mayor

Aductor largo

Aductor corto

Grácil

Pectíneo

Rotación lateral

Glúteo mayor

Obturador interno

Obturador externo

Cuadrado femoral

Piriforme

Gemelo superior

Gemelo inferior

Sartorio

Glúteo medio (porción posterior)

Rotación medial

Aductor largo

Aductor corto

Aductor mayor

Glúteo medio (porción anterior)

Glúteo menor (porción anterior)

Tensor de la fascia lata

Pectíneo

Grácil

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6 ■ Pilates y rehabilitación

articulación, así como deterioro del cartílago articular, haciendo que el tratamiento resulte menos efectivo a medida que pasa el tiempo. Si son necesarias más de cuatro infiltraciones al año, es necesario valorar tratamientos alternativos.

Los síndromes de cadera más frecuentes, como la bursitis trocantérea, la tendinitis del psoasilíaco y el síndrome de la cadera en resorte, pueden tratarse sin cirugía. Generalmente, estos síndromes se asocian con ligeras lesiones por sobrecarga. Muchas veces, el inicio del dolor y la discapacidad se relacionan con un cambio en las sesiones de ejercicio o en las acti-vidades laborales, o con el inicio de nuevas aficiones o actividades. Cada año, estas patologías tratables son responsables de varios cientos de miles de visitas al traumatólogo. Atendiendo a los objetivos de este libro, este capítulo se centra en los frecuentes síndromes de cadera que se enumeran: bursitis trocantérea, trastornos del músculo psoasilíaco y artritis.

Bursitis trocantéreaHay muchas bursas adyacentes a la articulación de la cadera, y existe cierta discusión acerca del número y localización exactos de estas bursas. La bursa trocantérea es un origen frecuente de dolor, y con frecuencia este dolor se denomina síndrome doloroso del trocánter mayor (Shbeeb y Matteson, 1996). Con frecuencia, este síndrome se describe como un dolor en el lateral de la cadera que afecta habitualmente a pacientes ancianos y de mediana edad, con cierta predomi-nancia en el sexo femenino (Bird et al., 2001). El inicio del síndrome puede relacionarse con un incidente traumático, aunque con frecuencia es insidioso. El dolor en el lateral de la cade-ra puede irradiar hacia abajo, hasta el lateral de la rodilla (Shbeeb y Matteson, 1996). Los pacientes informan de dolor cuando duermen sobre el lado afectado, así como cuando realizan alguna actividad o permanecen sentados durante un período prolongado. Los hallazgos de la exploración física generalmente incluyen marcha antiálgica, dolor a la palpación sobre el trocánter mayor, crepitación o chasquido al caminar, rango de movimiento de la cadera nor-mal, y dolor a la abducción resistida o a la extensión y la aducción pasiva (síndrome de la cintilla iliotibial).

La localización de la bursa del trocánter mayor tiende a que el síndrome doloroso del trocán-ter mayor se solape por otros trastornos musculosqueléticos como desgarros y tendinitis de los músculos glúteos medio o menor, enfermedades o trastornos intraarticulares de cadera, artritis reumatoide, inflamación posquirúrgica secundaria a la colocación de prótesis y otros síndro-mes de diferentes bursas, tanto del psoasilíaco como de la rama isquiática (Archibeck, 2007). La bursa trocantérea se sitúa en un plano profundo a la fascia lata en el lateral de la cadera, cubriendo una porción del glúteo medio, el trocánter mayor y el complejo del vasto lateral (Archibeck, 2007). En un estudio, en más del 63% de los pacientes con bursitis trocantérea diagnosticada clínicamente se observó, mediante resonancia magnética, que tenían una le-sión concomitante del tendón del glúteo medio (Bird et al., 2001). Habitualmente, el diag-nóstico se establece basándose en la exploración física y en la historia clínica; sin embargo, puede usarse la radiografía simple, la resonancia magnética, la tomografía computarizada y la ecografía para diagnosticar los casos refractarios o ambiguos.

La forma de tratamiento más habitual para la bursitis trocantérea es no quirúrgica e incluye antiinflamatorios orales o tópicos, fisioterapia convencional centrada en el estiramiento de la cintilla iliotibial y el fortalecimiento de los abductores, ultrasonidos y masaje. En los casos refractarios, una infiltración localizada compuesta de un anestésico local y un corticosteroide puede administrarse directamente en el origen del síndrome doloroso del trocánter mayor. Las infiltraciones pueden realizarse cada tres o cuatro meses, y sirven como diagnóstico y como forma de tratamiento. Generalmente, el 60-70% de los pacientes notan una mejora significativa de los síntomas cuando se realiza una infiltración con corticosteroides correctamente situada (Ege Rasmussen y Fano, 1985; Shbeeb y Matteson, 1996). En contadas ocasiones, puede ser necesario realizar una escisión quirúrgica de la bursa, retirar la prominencia trocantérea o

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Ejercicios de Pilatesen esterilla

PARTE II

Tanto si el lector es un monitor cualifi cado de Pilates en esterilla, un fi sioterapeuta o un médico, la parte II de este libro le proporcionará los fundamentos y reco-

mendaciones de las técnicas de Pilates dirigidas a tratar síndromes y artroplastias de cadera y rodilla. La calidad del programa que sigue un individuo durante el pri-mer año tras la intervención de un reemplazo de cadera o en su recuperación de un síndrome es la clave para una vuelta satisfactoria al movimiento funcional.

El contenido de los capítulos 3 al 7 ayuda al monitor cualifi cado de Pilates en esterilla a trabajar con un cliente con un síndrome o prótesis de cadera o rodilla (los recursos web que acompañan el libro proporcionan más información para el monitor de Pilates que está plenamente cualifi cado en el uso de equipamiento para trabajar con un cliente con un síndrome de cadera o rodilla o una prótesis articular). El capí-tulo 3 comienza con una tabla que recoge los movimientos clásicos de Pilates en las series para principiantes, nivel intermedio y avanzado. El trabajo clásico en esterilla es la base para la selección de movimientos de Pilates para la rehabilitación preo-peratoria y postoperatoria de la cadera o la rodilla. Los ejercicios clásicos en esteri-lla se modifi can basándose en las recomendaciones del rango de movimiento de las artroplastias de cadera o rodilla o en los síndromes de estas articulaciones. En el capítulo 3 también se incluyen ejercicios de pre-Pilates.

Los capítulos 4 y 5 descomponen el trabajo en esterilla en períodos postoperatorios de las seis semanas a los tres meses, de los tres a los seis meses y de los seis meses en adelante. En el capítulo 6 se muestra una visión global de la serie de patadas late-rales con variaciones para cada uno de los períodos postoperato-rios. El capítulo 7 proporciona es-cenarios de casos y secuencias de programas de Pilates en este-rilla de ejemplo para diferentes síndromes de cadera y rodilla. También facilita dos secuencias completas de programas de Pila-tes en esterilla de ejemplo para clientes con artroplastias totales de cadera o rodilla para los perío-dos preoperatorio y postoperato-rio.

Todos los ejercicios deben realizarse bajo la supervisión de un monitor de Pilates cualifi cado y si han sido recomendados por el médico. Éste debería especifi car las reco-mendaciones de necesidades, restricciones y rango de movimiento de cada cliente, que deberán seguirse a rajatabla. Estas indicacio-nes podrían diferir de los protocolos que se muestran a continuación, los cuales deberían modifi carse basándose en las necesidades individuales y las preferencias del cirujano.

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capítulo 3Estableciendo

las bases

Antes de que pueda crear un programa de Pilates para su cliente, es importante saber cuáles son las directrices del rango de movimiento y las advertencias especiales que se aplican a

los ejercicios de cadera y rodilla, tanto si se trata de un síndrome o de una intervención de reemplazo de cadera. Todos los ejercicios de este libro provienen del trabajo original de Joseph Pilates, y el método se combina con las directrices especifi cadas para el rango de movimiento de un individuo con un problema de cadera o rodilla.

Este capítulo comienza con tres tablas. La tabla 3.1 muestra las clásicas series de ejerci-cios de Pilates clasifi cadas en los niveles iniciación, intermedio y avanzado para mostrar cómo diseñó Joseph Pilates las fórmulas originales de estos ejercicios. Las fórmulas de ini-ciación sientan las bases para las dos siguientes tablas. La tabla 3.2 trata de la cadera y la tabla 3.3, de la rodilla. Los ejercicios se organizan en sesiones basándose en los períodos postoperatorios de seis semanas a tres meses, de tres a seis meses, y de seis meses en adelan-te. Debe tenerse en cuenta que algunos de los ejercicios de iniciación pueden no ser aplica-bles hasta seis meses después de la intervención, debido a las restricciones quirúrgicas y las directrices del rango de movimiento.

A continuación, se exponen las recomendaciones de base para las variaciones, para cadera y rodilla, preoperatorias y postoperatorias según el rango de movimiento. Estas variaciones deberían aplicarse en todos los ejercicios de pre-Pilates y Pilates de todos los individuos con un síndrome o prótesis de cadera o rodilla, dependiendo del período postoperatorio y las res-tricciones del rango de movimiento. Para ilustrar cómo comenzar con los ejercicios para un cliente con un síndrome o artroplastia de cadera o rodilla, se incluyen diversos ejemplos de casos para facilitar las directrices en la aplicación de los ejercicios. Posteriormente, se sugieren unos ejercicios de pre-Pilates que preparan los músculos del core y el rango de movimiento y fortalecen el cuerpo. Estos ejercicios preparan al cliente para las series de iniciación de los ejercicios de Pilates. Los ejercicios de pre-Pilates son especialmente importantes para la per-sona que nunca ha realizado ejercicios de Pilates o que se encuentra en el período más inicial del postoperatorio.

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30 ■ Pilates y rehabilitación

Tablas de Pilates en esterilla

La tabla 3.1 recoge los originales ejercicios clásicos en esterilla realizados en los niveles de ini-ciación, intermedio y avanzado y diseñados por Joseph Pilates (Pilates Method Alliance, 2005). Esta tabla se incluye aquí porque el trabajo clásico en esterilla establece las bases para los ejercicios de Pilates seleccionados para la rehabilitación preoperatoria y postoperatoria de cadera y rodilla, que se muestran en las tablas 3.2 y 3.3. Hoy en día, muchos de los ejercicios avanzados en la lista clásica original se han modificado para los niveles de iniciación e inter-medio, y se han añadido variaciones a los programas en esterilla clásicos.

En la tabla 3.2 se muestra la lista clásica en esterilla para la pauta de Pilates postoperatoria para clientes con una artroplastia total de cadera. En vez de organizar los ejercicios según el nivel de iniciación, intermedio y avanzado, en la tabla 3.2 se clasifican los ejercicios atendiendo al período postoperatorio: de seis semanas a tres meses, de tres a seis meses, y de seis meses en adelante. El cliente empieza con unas series en esterilla con un calentamiento de pre-Pilates, manteniéndose dentro de las directrices del rango de movimiento postoperatorio y con las precauciones específicas de cada síndrome. Todos estos ejercicios (o sus variaciones) se realizan bajo las directrices de pre-cauciones de cadera recomendadas por el traumatólogo y establecidas según el tipo de cirugía. Los ejercicios de la tabla 3.2 se implementan basándose en la individualidad del cliente, sus capacida-des, el tipo de cirugía y su grado de tolerancia. La realización individual de estos ejercicios debería progresar al siguiente nivel sólo después de demostrar que se ha alcanzado un importante grado de estabilidad, fuerza y flexibilidad del core, dentro de los límites tolerados.

En la tabla 3.3 se recoge la lista clásica en esterilla para la pauta de Pilates postoperatoria para clientes con artroplastia total de rodilla. En vez de organizar los ejercicios según el nivel de ini-ciación, intermedio y avanzado, en la tabla 3.3 se clasifican los ejercicios atendiendo al período postoperatorio: de seis semanas a tres meses, de tres a seis meses, y de seis meses en adelante. El cliente empieza con unas series en esterilla con un calentamiento de pre-Pilates, manteniéndo-

TABLA 3.1 Series clásicas de Pilates en esterilla originalesIniciación Intermedio AvanzadoLa centenaRoll-up completoCírculo con una sola piernaRodando como una pelotaEstiramiento de una sola piernaEstiramiento de ambas piernasEstiramiento de columna hacia delantePatada lateralLa foca

Todos los ejercicios anterioresEstiramiento de una sola pierna rectaEstiramiento de ambas piernas rectasEntrecruzadoMecedora con las piernas abiertasLa sierraPatada con una sola piernaPull de cuelloGiro de columnaEl bromistaEl nadador

Todos los ejercicios anterioresRolloverEl sacacorchosPatada con dos piernasLa zambullida del cisneLas tijerasLa bicicletaPuente sobre los hombrosLa navaja de JackCírculo de caderaPull de pierna hacia delantePull de piernaPatada lateral de rodillasFlexión lateralEl boomerangEl cangrejoBalanceo sobre el estómagoControl del equilibrioPush-up

Reproducido con el permiso de Pilates Method Alliance, Inc.®, The PMA® Pilates Certification Exam: Study Guide (Miami, FL: Pilates Method Alliance, 2007), 63-71.

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■ 65

capítulo 4Ejercicios de Pilates sobre esterilla para el período de seis

semanas a tres meses tras la intervención

E ste capítulo describe e ilustra los ejercicios de Pilates sobre esterilla clásicos, incluidas las va-

riaciones y diferentes opciones, todas ellas dentro de las directrices de rango de movimiento especifi ca-das para los clientes con artroplastia de rodilla o ca-dera. Por favor, consulte el capítulo 3 (págs. 32-36), que contiene información sobre las directrices de rango de movimiento, antes de comenzar un pro-grama sobre esterilla. Los ejercicios de este capítulo se corresponden con los de la primera columna de las tablas 3.2 y 3.3 (pág. 31).

Objetos como pelotas blandas, toallas, almohadi-llas y bandas de ejercicio son herramientas muy im-portantes para ayudar a realizar los los movimientos. Para el cliente con una artroplastia, y a veces también para el que presenta un síndrome, es importante reali-zar los movimientos en una esterilla elevada al menos

a la altura de la cadera. Véase en la página 38, en el capítulo 3, una explicación más detallada de este dato.

Cuando se trabaja con un cliente con un síndro-me, es importante seleccionar las variaciones de los movimientos que permiten que el cliente se mueva sin dolor, potencie la fuerza y estabilidad del core, fortalezca los músculos periarticulares y mejore su rango de movimiento. Comience despacio y reduz-ca las variaciones a medida que el cliente gane fuer-za y estabilidad del core.

En muchos de los ejercicios observará que se usa una pelota blanda de 20-25 cm de diámetro. Para cumplir los objetivos de este libro, se ha usado la Triadball en varios ejercicios y en sus variaciones. La pelota no debería estar infl ada del todo, sino sólo lo sufi cientemente fi rme para soportar el peso del cuer-po pero todavía lo bastante fl exible para cogerla y

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ESLa centena

Período: de la sexta semana a los 3 meses tras la intervención.Indicación: rodilla y cadera.Ubicación: esterilla elevada a la altura de la cadera.

Instrucciones

■ Túmbese en decúbito supino sobre la esterilla con las rodillas fl exionadas y los pies planos en la esterilla, y con los brazos a lo largo del cuerpo. Coloque una pequeña pelota blanda entre las rodillas. Presione ligeramente la pelota con las piernas. Apoye la cabeza en un cojín pequeño.

■ Contraiga y hunda los abdominales (note cómo la cintura se acerca hacia la columna).■ Levante los brazos de forma que queden alineados con los abdominales.■ Inspire y acerque los brazos a la esterilla sin llegar a tocarla; después, vuelva a llevar

los brazos a la posición inicial a la altura de los abdominales. Repita este movimiento de rebote mientras cuenta hasta cinco durante la inspiración (cada segundo, un rebote). Después, espire y mientras cuenta hasta cinco, vuelva a realizar el movimiento de rebote con los brazos. Durante la espiración, contraiga más los abdominales.

■ Repita durante 5 a 10 respiraciones.

(continúa)

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Variación: apoyo para los pies

Con las rodillas dobladas, coloque los pies sobre un semirrodillo, una caja o dos cojines. Mantenga las piernas paralelas separadas la anchura de las caderas con una pequeña pelota blanda o sin ella.

Variación: apoyo para la cabeza, cuello y hombros

1. Coloque una pelota de 20-25 cm de diámetro bajo la cabeza y cuello (v. las págs. 65-66 para consultar las instrucciones de colocación).

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ES2. Levante la cabeza, el cuello y los hombros de la esterilla. La barbilla se acerca al pecho,

y los hombros descienden hacia la punta inferior de las escápulas, con una mandarina imaginaria entre la barbilla y el pecho. Mírese los muslos.

3. Hacia el segundo o tercer mes tras la intervención, puede progresar en el movimiento hasta colocar las piernas en fl exión de cadera y rodilla de 90º.

Debe intentar que…

■ Los hombros se deslicen hacia las caderas como si hubiera unos tirantes desde las puntas de las escápulas hasta las caderas.

■ Los abdominales estén contraídos y hundidos.■ El sacro se coloque plano sobre la camilla, manteniendo la columna en posición neutra.■ Los brazos estirados y alineados con las manos reboten como si estuvieran chapoteando

dentro del agua contra resistencia.■ Se abran las clavículas, como si estirara un chicle entre los hombros.

Debe evitar que…

■ Las manos reboten arriba y abajo.■ La parte baja de la espalda (columna lumbar) se arquee y pierda la posición neutra.■ Los abdominales sobresalgan.

Principales músculos activados

Abdominales, escaleno anterior, esternocleidomastoideo, bíceps, tríceps, complejo del hombro, psoasilíaco, recto femoral, sartorio, pectíneo, aductor mayor, aductor largo, aductor corto, grácil, bíceps femoral, semimembranoso, semitendinoso, poplíteo, gastrocnemio, tensor de la fascia lata y plantar.

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capítulo 5Ejercicios de Pilates sobre esterilla para el período de tres

a seis meses tras la intervención y de seis

meses en adelante

E ste capítulo describe e ilustra los ejercicios de Pilates sobre esterilla clásicos con algunas varia-

ciones, pero dentro de las directrices de rango de movimiento especifi cadas para los clientes con ar-troplastia de rodilla o cadera. Los ejercicios de este capítulo se corresponden con los de la segunda y tercera columnas de las tablas 3.2 y 3.3 (pág. 31).

Los clientes que han estado practicando Pilates de forma regular durante tres meses deberían ser ca-paces de entender y demostrar el control y la estabi-lidad del core. Además, después de tres meses tras la intervención, las directrices del rango de movimien-

to disminuyen, permitiendo aumentar la fl exión y la rotación interna y externa, especialmente en la ca-dera. Por favor, véanse las directrices del rango de movimiento en el capítulo 3 (págs. 32-36). Durante los próximos nueve meses, el cliente trabaja hacia la expresión ideal de los movimientos de Pilates. Sin embargo, las personas que acaban de empezar con los ejercicios de Pilates deberían comenzar primero con los movimientos de pre-Pilates y de forma op-cional con algún otro movimiento de la categoría de seis semanas a tres meses tras la intervención. De-mostrar que se realizan los movimientos con control

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Período: de 3 a 6 meses tras la intervención.Indicación: rodilla y cadera.Ubicación: esterilla sobre el suelo o elevada si es necesario; esterilla elevada para el

reemplazo bilateral de rodilla o cadera, si es necesario.

Instrucciones

■ Túmbese en decúbito supino sobre la esterilla con los brazos a lo largo del cuerpo, con las rodillas y las caderas en 90º de fl exión, y con una pequeña pelota blanda entre las rodillas. Presione ligeramente la pelota hacia la línea media del cuerpo.

■ Levante la cabeza, el cuello y los hombros de la esterilla. Mírese los muslos. ■ Contraiga y hunda los abdominales. ■ Levante los brazos de forma que queden alineados con los abdominales. ■ Inspire y haga rebotar los brazos con fuerza 5 veces, y espire y de nuevo haga rebotar los

brazos 5 veces. Con la espiración, hunda más los abdominales. ■ Repita durante 5 a 10 respiraciones.

(continúa)

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Variación

Coloque una pelota de 20-25 cm de diámetro bajo la cabeza y cuello; véase la página 134 para consultar las instrucciones de colocación.

Debe intentar que…

■ Los hombros se deslicen hacia las caderas como si hubiera unos tirantes desde las puntas de las escápulas hasta aquéllas.

■ Los abdominales estén contraídos y hundidos. ■ El sacro se coloque plano sobre la camilla, manteniendo la columna en posición neutra. ■ Los brazos estirados y alineados con las manos reboten como si estuvieran chapoteando

dentro del agua contra resistencia. ■ Las clavículas se abran, como si se estirara un chicle entre los hombros. ■ La barbilla se dirija al pecho y se redondeen las puntas inferiores de las escápulas. ■ Los ojos miren a los muslos.

Debe evitar que…

■ Las manos reboten arriba y abajo. ■ La zona lumbar se arquee (columna lumbar) y pierda la posición neutra. ■ Los abdominales sobresalgan.

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■ 263

capítulo 6Ejercicios de Pilates sobre esterilla: series de patadas laterales

Los ejercicios de las series de patadas laterales y sus variaciones son de gran importancia para el

cliente con un síndrome o artroplastia de cadera o rodilla. Durante estos ejercicios, el core del cuerpo es la unidad estabilizadora mientras las piernas tra-bajan con precisión y control. Dado que estas series son muy importantes para el rango de movimiento, la fl exibilidad y la fuerza de los músculos que circun-dan las articulaciones de la cadera, la rodilla y la pel-vis, cada variación de los ejercicios para cada una de las etapas postoperatorias se describe en detalle con imágenes. Los clientes pueden progresar a la siguien-te etapa basándose en su período postoperatorio y en su capacidad para mantener el control del core, la estabilidad y la disasociación, y si toleran el rango de movimiento necesario para realizar el ejercicio correctamente. En las primeras fases de iniciación a los ejercicios de Pilates, escoja sólo de 3 a 5 de las variaciones de las patadas laterales, y realice pocas repeticiones. Recuerde que los ligamentos que cir-cundan la articulación de un cliente con un reem-plazo de cadera o rodilla han sido desplazados, posi-blemente seccionados y es probable que desbridados. Por ello, es necesario que el trabajo sea lento y constante para reconstruir la fuerza y la estabilidad

de la articulación. Comenzar con los ejercicios de Pilates de forma preoperatoria es una estupenda for-ma de establecer la memoria muscular y crear una recuperación postoperatoria más suave.

La colocación inicial y la ejecución de los ejerci-cios de series de patadas laterales para un cliente con un síndrome de cadera o rodilla dependen del rango de movimiento del que dispone el cliente y de su capacidad de moverse sin dolor. Estos clientes deberían comenzar lentamente y con mínimas re-peticiones, y utilizar brazos de palanca más cortos (llevar la pierna o las piernas más cerca de la articu-lación). Utilice toallas, almohadillas, pelotas blan-das y piezas de yoga para ayudar a colocar al cliente para realizar los movimientos y reforzar las articula-ciones adyacentes. Los ejercicios que se describen a continuación siempre hacen referencia a la coloca-ción inicial, dependiendo de si se trata de variacio-nes de palanca larga (págs. 265 a 269) o de palanca corta (págs. 303 a 307). Las posibles posiciones cor-porales para cada longitud de palanca y período ofrecen diversas elecciones para cada posición de inicio. Seleccione la posición inicial basándose en las necesidades individuales del cliente (la mejor posición de inicio permite al cliente moverse sin

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SPosición corporal de inicio, palanca larga

Período: de las 6 semanas a los 3 meses tras la intervención.Indicación: rodilla y cadera.Ubicación: esterilla elevada a la altura de la cadera.

Instrucciones

■ Túmbese en decúbito lateral con las caderas y los hombros colocados en equilibrio en el borde posterior de la esterilla. Pivote sobre la cadera y lleve ambas piernas a la esquina anterior de la esterilla. Doble la pierna de abajo en un ángulo recto de cadera y rodilla, manteniendo la rodilla alineada con la cadera y el tobillo alineado con la rodilla. Como apoyo, coloque la mano de la extremidad superior, con los dedos abiertos, 15 cm por delante del cuerpo, entre el esternón y el ombligo. Presione con la base de la mano (eminencias tenar e hipotenar).

■ Descanse la cabeza sobre el brazo inferior, una almohadilla o una pelota pequeña. Mantenga la cabeza y el brazo alineados con los hombros y las caderas.

■ Contraiga y hunda los abdominales, sintiendo ligera la cintura, como si pudiera comprimir el aire entre la esterilla y la cintura.

■ Respire con un ritmo regular de inspiración y espiración. ■ Rodilla y cadera:

– Mantenga la pierna de trabajo paralela, con la rodilla y el dedo gordo apuntando al otro lado de la habitación.

– Mantenga la rodilla ligeramente fl exionada o doblada para acortar el brazo de palanca.– No deje que la pierna sobrepase la línea media del cuerpo. Utilice un bloque de yoga,

una almohada o un cilindro para colocar la pierna de trabajo para conservar la posición. Entre las repeticiones, descanse tanto como lo necesite en la posición que se muestra en la fi gura.

(continúa)

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S Posición corporal de inicio, palanca larga (continuación)

Variaciones de la posición de inicio

1. En caso necesario, coloque una toalla debajo de la cadera o la rodilla para disminuir la presión sobre la articulación.

2. Doble el brazo inferior y coloque la cabeza sobre la mano. Mantenga el brazo alineado con la columna.

3. Coloque la mano superior sobre una pequeña pelota blanda o en un aro de Pilates para difi cultar la estabilidad del torso.

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SPOSICIÓN CORPORAL DE INICIO, PALANCA LARGA

Período: de 3 a 6 meses tras la intervención y en adelante.Indicación: rodilla y cadera.Ubicación: esterilla sobre el suelo o elevada si es necesario; esterilla elevada para el

reemplazo bilateral de rodilla o cadera, si es necesario.

Instrucciones

■ Túmbese en decúbito lateral con las caderas y los hombros colocados en equilibrio en el borde posterior de la esterilla. Pivote sobre la cadera y lleve ambas piernas a la esquina anterior de la misma. Doble la pierna de abajo en un ángulo recto de cadera y rodilla, manteniendo la rodilla alineada con la cadera, y el tobillo alineado con la rodilla. Como apoyo, coloque la mano de la extremidad superior, con los dedos abiertos, 15 cm por delante del cuerpo, entre el esternón y el ombligo. Presione con la base de la mano (eminencias tenar e hipotenar). Coloque la cabeza en la mano y brazo inferiores. Mantenga el brazo alineado con la columna.

■ Estabilice la pierna de abajo estirándola por delante de la cadera y apoyando el borde lateral del pie en la esterilla.

■ Contraiga y hunda los abdominales, sintiendo ligera la cintura, como si pudiera comprimir el aire entre la esterilla y la cintura.

■ Respire con un ritmo regular de inspiración y espiración. ■ Rodilla y cadera:

–˙ Mantenga la pierna de trabajo paralela, con la rodilla y el dedo gordo apuntando al otro lado de la habitación.

–˙ Mantenga la rodilla ligeramente fl exionada para acortar el brazo de palanca.

(continúa)

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IÓN Posición corporal de inicio, palanca larga (continuación)

Variaciones de la posición de inicio

1. Continúe colocando una toalla debajo de la articulación si lo necesita.

2. Recuéstese sobre el bíceps si lo necesita.

3. Para añadir difi cultad, doble el brazo superior y coloque la mano detrás de la cabeza. El brazo debe quedar en el mismo plano que el torso, con el codo alineado con la columna.

4. Coloque la mano superior sobre una pequeña pelota blanda o en un aro de Pilates para difi cultar la estabilidad del torso.

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SDebe intentar que…

■ El torso permanezca muy estable mientras las piernas trabajan con control y precisión. ■ Estirar la cadera hacia fuera con el movimiento. ■ Crear oposición durante el movimiento. ■ Mantener la columna en posición neutra. ■ Elevar la cintura al contraer y hundir los abdominales. ■ Los hombros y las caderas estén fi jos y alineados con el borde posterior de la esterilla. ■ Los hombros se deslicen hacia las caderas, alejándose de las orejas. ■ El rango de movimiento de la pierna se base en la capacidad individual de estabilizar

el core y trabajar en un rango de movimiento cómodo. ■ Se produzca la disociación de la cabeza del fémur del acetábulo (pelvis estable con

un movimiento fl uido de la pierna de trabajo). ■ De los 3 a los 6 meses y en adelante, la pierna que hace de base se alarga por delante de la

cadera y el borde lateral del pie se apoya sobre la esterilla para mantener la pierna de abajo en tensión.

■ De los 3 a los 6 meses y en adelante, la rodilla se dobla para acortar el brazo de palanca en caso necesario.

■ Mantenga el brazo sobre el que se apoya la cabeza alineado con las caderas y los hombros, que permanecen fi jos.

Debe evitar que…

■ Se produzca hiperextensión de la columna lumbar. ■ Se produzca hiperextensión de la rodilla. ■ Exista inestabilidad del torso, o que éste se mueva con la pierna durante el ejercicio. ■ Se pierda el control del core. ■ Desaparezca la alineación de las caderas y los hombros con el borde posterior de la

esterilla.

NotaLos puntos enumerados aquí acerca de lo que se debe potenciar y evitar se aplican a todos los movimientos de las series de palanca larga descritos en este capítulo.

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capítulo 7Secuencias

del programa de Pilates en esterilla

E ste capítulo proporciona escenarios de casos y ejemplos de secuencias de programas de Pilates

en esterilla. La secuencia de Pilates de ejemplo para los síndromes de rodilla describe la de la bursitis de la pata de ganso (v. capítulo 2, pág. 20, para consul-tar la descripción de este síndrome), mientras que la secuencia de Pilates de ejemplo para los síndro-mes de cadera muestra la de la bursitis trocantérea (v. capítulo 1, pág. 6, para consultar la descripción de este síndrome). Además, hay dos secuencias completas de Pilates en esterilla de ejemplo para reemplazo articular: una dirigida a la artroplastia total de rodilla y la otra para la artroplastia total de cadera. Las dos secuencias para las artroplastias presentan los detalles de un caso de artrosis y el progreso desde una secuencia preoperatoria hasta una secuencia de los 6 meses tras la intervención en adelante.

Cada secuencia de Pilates de ejemplo comienza con el escenario de un caso que detalla la edad y el sexo del cliente, y el síndrome o la intervención a la que se sometió. También se indican el número

total de ejercicios indicados y el tiempo aproxima-do que se requiere para completar la secuencia. Pos-teriormente, se incluye una lista con los ejercicios que comprenden la secuencia de Pilates, junto con una foto a tamaño reducido de cada ejercicio y la página en la que se puede encontrar una descrip-ción completa de éste.

Todos los ejercicios deben realizar-se bajo la supervisión de un monitor de Pila-tes cualifi cado y con autorización médica. El médico debería especifi car las recomen-daciones de necesidades, restricciones y rango de movimiento de cada cliente, las cuales deberían seguirse a rajatabla. Estas directrices pueden variar de los protocolos que se muestran a continuación, y éstos deberían modifi carse basándose en las ne-cesidades individuales y en las preferen-cias del cirujano.

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Bursitis de la pata de ganso de la rodilla

Escenario del caso. Una mujer de 50 años con bursitis de la pata de ganso en la rodilla derecha y que salía a correr 4 veces a la semana. Hace 2 meses que ha comenzado un entrenamiento de fuerza o una rutina de ejercicios cardiorrespiratorios. Nunca antes había ido a clases de Pilates en esterilla ni había recibido instrucción privada de Pilates.

Ejercicios: 25.Tiempo aproximado: 50 minutos.

Ejercicios de pre-Pilates

RespiraciónPágina 39

Elevación de piernas, variación uno

Página 56

Báscula pélvicaPágina 45

Elevación de rodillas dobladas en sedestación, variación uno

Página 59

Golpeteo con los dedos de los piesPágina 46

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■ 321

Ejercicios de Pilates

Téngase en cuenta que para los ejercicios de las series de patadas laterales (SPL) deberá usar una toalla o almohadilla debajo de la cadera.

La centenaPágina 135

Estiramiento de una sola piernaPágina 160

Estiramiento de columna hacia delante

Página 104

Puente sobre los hombros (modificado)Página 117

Medio roll-downPágina 140

Estiramiento de ambas piernasPágina 163

La sierraPágina 107

SPL, Adelante y atrásPágina 274

Círculo con una sola piernaPágina 81

Las tijerasPágina 90

El cisne, preparatorioPágina 111

SPL, Arriba y abajoPágina 270

(continúa)

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Bursitis de la pata de ganso de la rodilla (continuación)

SPL, Círculo pequeñoPágina 278

SPL, Subir y bajar con la rodilla en flexión de 90º

Página 310

Pull de pierna (modificado)Página 243

SPL, Elevación de la pierna de abajo y círculo con la pierna

de abajoPágina 298

El bromista 2, preparatorioPágina 127

SPL, Rotación interna y externaPágina 284

El nadador, preparatorioPágina 239

Estiramiento lateralPágina 247

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