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¿Cuándo y qué debemos subrayar?

No se debe subrayar en la primera lectura, porque podríamos no estar

captando todavía las ideas principales.

En la segunda o tercer lectura se deben buscar las palabras técnicas o

claves del tema que estamos estudiando y algún dato relevante que

permita una mejor comprensión de dichos términos.

Se puede utilizar un color para destacar los términos o ideas principales y

otro color para las ideas secundarias. O sino podemos hacer un subrayado

de doble línea para las ideas principales y un subrayado de línea simple

para las ideas secundarias.

Si en la lectura aparecen palabras cuyo significado no conocemos debemos

buscar en un diccionario.

Luego partiendo de la información que subrayamos podemos construir un

esquema de llaves o un mapa conceptual.

¿Cómo elaborar un mapa conceptual?

Un mapa conceptual es un gráfico en el que aparecen los principales conceptos

abordados de un texto interconectados y ordenados de manera lógica y/o

jerárquica. Para elaborar un mapa conceptual se deben seguir los siguientes

pasos:

1) Identifica los términos o conceptos claves y regístralos en una lista

2) Ordena los términos o conceptos claves siguiendo un orden lógico o

jerárquico, colocando en la parte superior los conceptos más abarcativos y

en la parte inferior los de menor categoría (menos abarcativos).

3) Diseña un borrador o versión preliminar con lápiz colocando los términos

o conceptos claves en rectángulos y/o círculos, conectándolos por medio

de líneas de unión con palabras o frases de enlace para formar

proposiciones.

4) Revisa la versión preliminar modificándola y agregando nuevos conceptos

y palabras de enlace

5) Elabora la versión definitiva del mapa conceptual

6) A continuación se incluye un modelo basado en la explicación sobre cómo

construir Mapas Conceptuales presentadas en esta sección.

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Ejercitación

Lee el siguiente texto sobre la digestión y luego subrayalo y elabora un

esquema de llaves o un mapa conceptual.

La digestión

La digestión es un proceso mediante el cual los alimentos y bebidas que

consumimos a diario se descomponen en pequeñas moléculas de

nutrientes que posteriormente son absorbidos por la sangre y

transportados a las células de todo el cuerpo.

La capacidad del estómago es de 1,5 litros, pero cuando comemos se

estira y hasta puede duplicar su tamaño. El estómago se comprime cada 20

segundos para mezclar la comida, la que pasa en este órgano de 3 a 4 horas

y luego de 6 a 20 horas más en el intestino delgado. El intestino delgado de

un adulto mide 6 metros de largo.

El jugo gástrico contiene ácido clorhídrico, el que si entra en contacto

con el cianuro de sodio se transforma en ácido cianhídrico: un veneno

rápido y letal, ya que basta 0,01 gramos para matar a una persona en 30

segundos.

Los movimientos peristálticos (contracciones y dilataciones de los

músculos de la pared del esófago e intestinos) conducen los alimentos por

el tubo digestivo, lo que hace posible comer boca abajo.

El estrés modifica el número, tipo y diversidad de las bacterias que

habitan en el estómago. Por lo tanto, si nos estresamos puede que se

inflame este órgano y que nos enfermemos, ya que dichos

microorganismos regulan la función inmune.

De los alimentos se obtienen tres tipos de sustancias nutritivas:

carbohidratos, grasas y proteínas. Un gramo de carbohidratos o un gramo

de proteínas produce 4 calorías y uno de grasas produce 9 calorías.