documento diezmo

ARQUIDIÓCESIS DE BUCARAMANGA

PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

LA PASTORAL DEL DIEZMO

LA PASTORAL DEL DIEZMO

Alasdeor Y enun TeasO EsDihe Noadsua qutiecoco

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“Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a lacomunión, a la fracción del pan y a las oraciones. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo.” (Hechos 2,42.44-47)

observar la experiencia de la primera comunidad cristiana descubrimos cuatro pectos que se constituyen en fundamento de este “nuevo modo de vida”: la enseñanza los apóstoles (catequesis), la comunión (caridad), la fracción del pan (Eucaristía) y la ación (individual y comunitaria).

todo esto lo vivían como una “espiritualidad de comunión”: vivían unidos y tenían todo común, con un mismo espíritu, un solo corazón y una misma alma, se repartía a cada o según su necesidad.

niendo como telón de fondo esta vivencia vamos a profundizar en uno de los pectos: la caridad, la comunión cristiana de bienes manifestada específicamente en la frenda del Diezmo.

te estudio lleva por nombre “La Pastoral del Diezmo”. Pondremos nuestra mirada en el ezmo, como “forma muy particular de amor a Dios, amor a la Iglesia y amor a nuestros rmanos más pobres”, y como experiencia concreta de la “espiritualidad de comunión”.

sotros tenemos que convencernos que el Diezmo no es una pura cuestión ministrativa o económica; el diezmo supone un grado de conciencia y de vida cristiana ficientemente madura como para descubrir que el dar a la Iglesia es una forma de dar Dios y de incluso darse a Dios. Es conveniente hacer comprender al pueblo de Dios e dar a la propia comunidad de manera estable es una responsabilidad y al mismo mpo una bendición. Participar en las acciones pastorales y en el sostenimiento de la munidad desarrolla en las personas, poco a poco, un mayor sentido de pertenencia y mpromiso comunitario.

ORACION DEL DIEZMO

cibe, Señor, nuestra ofrenda!

Esto poco que vamos a darte es la ofrenda de nuestro amor y nuestro agradecimiento. Hoy entregamos nuestro Diezmo para el sostenimiento de la Comunidad. No ofrecemos lo que sobra sino una parte de nosotros mismos. Reconocemos que todo lo que tenemos lo hemos recibido de Ti, Tú eres el dueño de todo, nosotros somos apenas administradores tuyos. Un día daremos cuenta de nuestra administración. ¡Recibe, Señor, nuestro diezmo!, es nuestra gratitud por todo lo que tú haces por nosotros. Te estamos devolviendo una parte pequeña de lo que nos diste para promover el culto, para multiplicar la fe, para practicar la caridad; que el Diezmo renueve nuestra comunión y participación. Que el crecimiento del Diezmo signifique el crecimiento de nuestra Comunidad; que los cristianos conscientes sintamos la alegría y el honor de dar el Diezmo. ¡Recibe, Señor, nuestras muchas gracias!.

1. ¿Qué es el Diezmo?

MIREMOS NUESTRA REALIDAD

1. ¿Alguna vez escuchamos hablar del Diezmo? ¿Qué sabemos del Diezmo? 2. ¿He dado la Ofrenda del Diezmo alguna vez? ¿En este momento estoy dando

el Diezmo? 3. ¿Algunos dicen que es un invento de los curas... otros que es un negocio...

Usted qué piensa?

Para entrar en la comprensión del Diezmo nos remontamos al momento de la Creación de la humanidad. El hombre, en todas las épocas, sintió la necesidad de ofrecer a Dios una parte de los frutos de su trabajo, para reconocer que todo viene de Dios y para devolverle, a manera de agradecimiento, una parte de lo que Él le regala.

La ofrenda del Diezmo era una práctica común de todo el mundo antiguo. Hay inscripciones que muestran el diezmo en Babilonia desde el siglo sexto a. de J. C. y en la región de Palestina-Siria desde el siglo decimocuarto a. de J. C. El diezmo ha sido rastreado hasta los cartagineses, los griegos, los fenicios, los árabes, los chinos, los silicianos, los galos, los británicos y los sajones. No hay un conocimiento definido de cómo comenzó esta práctica. Una teoría dice que el hombre primero usaba sus diez dedos de las manos, o de los pies, para contar. De esto salió la idea de dar una parte, o sea uno de cada diez. Parece que la práctica comenzó como una expresión voluntaria de gratitud hacia el dios que se adoraba. El diezmo entregado por la gente no israelita era más o menos igual al de los israelitas. El diezmo representaba dos cosas: una ofrenda tanto religiosa como política. Se usaba para mantener al personal y las actividades del templo. El rey generalmente cobraba el diezmo ya que frecuentemente servía como cabeza de ambos: el templo y la corte.

A partir de los escritos bíblicos podemos afirmar que Diezmo es una palabra bíblica que significa “Décima Parte”. El Diezmo es la ofrenda que se hace a Dios de los primeros frutos de la tierra, es la

ofrenda de los primeros productos del rebaño; es la ofrenda de lo mejor que poseía el hombre, para expresar con esa acción que su Dios sigue siendo el Señor, el Dueño de todo y para expresar que el Hombre es solamente un administrador de los bienes de Dios.

El Diezmo comenzó siendo un gesto espontáneo y directo a Dios. Después pasó a ser entregado al representante de Dios: el Sacerdote. Después fue obligatorio y se organizó por medio de la Ley de Moisés. El Diezmo era destinado al sostenimiento del Culto y servía de amparo y ayuda para los pobres (huérfanos, viudas, forasteros).

En resumen:

- El Diezmo fue siempre un acto de fe con el cual el Hombre reconoce que todo viene de Dios; y al mismo tiempo es un acto de alabanza con el cual el hombre dice sus “muchas gracias” a Dios.

- El Diezmo era destinado al sostenimiento del Culto y servía de amparo y ayuda para los pobres (huérfanos, viudas, forasteros).

PREGUNTÉMONOS:

1. En definitiva, ¿el Diezmo es invento de Dios o de los Hombres? R./ Esta práctica comenzó como una expresión voluntaria de gratitud del hombre hacia el dios que se adoraba.

2. ¿Desde el comienzo, qué sentido se le dio al Diezmo? R./ Gratitud a Dios y Ofrenda de lo mejor que se producía.

3. ¿Qué pasos se fueron dando en la organización del Diezmo?

R./ -Gesto espontáneo y directo a Dios -Se entregaba al sacerdote, como representante de Dios -Fue obligatorio y organizado por la Ley de Moisés.

4. ¿Para qué se destinaba el Diezmo? R./ -Sostenimiento del Culto y de los Sacerdotes

-Amparo y ayuda para los pobres

UNÁMONOS EN LA ORACIÓN

Hermanos: terminemos esta primera parte de nuestro Taller sobre el Diezmo, pidiéndole al Señor que nos conceda la gracia de reconocer su bondad y responderle con nuestro Diezmo. A cada súplica decimos:

Señor, ayúdanos a ser agradecidos

- Porque Tú nos creaste y colocaste todo en nuestras manos - Porque nos permites agradecerte con nuestro Diezmo - Porque nos das todo lo que necesitamos - Porque nos permites ser administradores de tus bienes - Porque nos permites con tu Diezmo ayudar a los hermanos

necesitados - Porque nos ayudas a sentirnos responsables de tu culto y de tu Iglesia.

Padre Bueno, muchas gracias por ser tan bondadoso con nosotros. Haz que aprendamos a responderte como tú quieres. AMÉN.

2. El Diezmo en el Antiguo Testamento


1. ¿Qué textos bíblicos del Antiguo Testamento conocemos, donde se hable acerca del Diezmo? Compartamos.

Abel es quien nos da el primer ejemplo del Diezmo. Ofrece a Dios parte de lo mejor que poseía de los frutos de su trabajo. Agradece a Dios, hace su ofrenda directamente a Él. Y Dios miró con agrado a Abel y a su ofrenda. (Génesis 4,4) Noé después del diluvio, ofrece a Dios sobre el altar, los Diezmos de todos los animales y de todas las aves para agradecer a Dios y para pedir el perdón y el auxilio, como representante de un nuevo Pueblo. (Génesis 8,20-22) Abrahám, 500 años antes de Moisés y 2000 años antes de Cristo, al volver victorioso de una guerra, va hasta Melquisedec, Sacerdote de Dios, a darle el diezmo de todo, en agradecimiento por la victoria. Ya no hace la ofrenda del Diezmo directamente a Dios, sino a su representante. (Génesis 14,18-20) Jacob para darle gracias a Dios por la vida, la protección, el pan, la salud y todas las riquezas que tiene, hace la ofrenda a Dios de la décima parte de sus bienes. Hace, además, la promesa de dar el diezmo de todo lo que Dios le conceda. (Génesis 28,22) Lo que comenzó como un acto voluntario y espontáneo de gratitud llegó a ser una exigencia legal. 1500 años antes de Cristo, el Señor, por medio de Moisés, determina que el diezmo forma parte de los deberes del Pueblo de Dios: “La décima parte de los productos de la tierra, tanto de semillas como de árboles frutales, pertenece al Señor y está consagrada a Él. Si alguien quiere recuperar algo de esa décima parte, tendrá que pagar lo que valga, más una quinta parte.” (Levítico 27,30-31) Los Diezmos son propiedad del Señor porque Él es el Señor de la tierra y de sus productos. Así, el décimo animal del rebaño es propiedad de Dios. (Levítico 27,32) Bajo la ley mosaica la práctica fue definida y requerida para sostener a los levitas, las fiestas religiosas, y a los pobres. La ley del diezmo muestra que los Levitas (descendientes de la tribu de Leví) y Sacerdotes tienen derecho a recibir el Diezmo porque se dedican al servicio del Altar y no reciben territorio propio para trabajar, como las demás tribus de Israel. (Números 18,22-32; Deuteronomio 14,22-28) En la Sagrada Escritura se establecen tres diezmos. El primero fue el diezmo de la celebración: una familia se unía a la fiesta y comía el diezmo que había traído a la comida de la celebración (Deuteronomio 12,5-19). El segundo era el diezmo de la caridad que se daba cada tercer año para el necesitado (Deuteronomio 14,28-29). El diezmo del templo era el tercer diezmo (Números 18,21-24).

El diezmo voluntario fue cambiado gradualmente a un sistema de diezmar. Este sistema, a su vez, cambió durante el curso de la historia de Israel. Los cambios reflejaron las necesidades y las actitudes de los tiempos. Un hecho permaneció, sin embargo: el diezmo se daba de los productos agrícolas. Frecuentemente los reyes, tales como David y Ezequías, cobraban los diezmos. El rey estaba a cargo de los fondos del templo. Él distribuía los diezmos y ofrendas al personal del templo.

Se dice que Ezequías había organizado el almacenamiento y los lugares específicos de distribución para recibir y entregar los diezmos y ofrendas (2 Crónicas 31,6-12). Josías, 620 años antes de Cristo, hace una reforma centralizando el culto en Jerusalén. Por esto determina que el diezmo sea entregado sólo en el Templo de Jerusalén. Y la Ley permitía, por motivo de las distancias, que el diezmo de los bienes fuese transformado en “plata de venta” que

después debería ser convertida en “especie” en Jerusalén. En esta ley no estaban olvidados ni las viudas, ni los huérfanos que vivían en otras ciudades fuera de Jerusalén. En el periodo de los profetas, el diezmo llegó a ser esencial para mantener el templo. Esto permite entender las palabras duras de Malaquías, Nehemías y Amós: Nehemías exhorta durante la renovación de la Alianza a no olvidar este compromiso para con los Levitas y los sacerdotes (Nehemías 10, 38-39; 12,44; 13, 4-5.12); el profeta Malaquías exhortará a los israelitas a cumplir con este precepto (Malaquías 3,10); Amós invita a la coherencia y se encargará de recordar que el cumplimiento de este mandamiento no se debe hacer acompañado del alejamiento de Dios o de la idolatría (4,4). Los diezmos fueron usados a veces por el rey para cosas que no tenían relación con el templo. Samuel (1 Samuel 8,10-18) advirtió al pueblo que un rey podría tomar la décima de grano y del rebaño para darlo a sus oficiales y sirvientes. En los tiempos del Antiguo Testamento la vida en Israel era básicamente rural y agrícola. La gente no separaba lo secular (tal como el gobierno) de lo religioso. El pueblo vio ambas cosas corno responsabilidades ante Dios. Algunos eruditos interpretan las primicias como si fueran lo mismo que el diezmo. No es siempre claro si el diezmo y los primeros frutos dados al Sacerdote eran los mismos (Deuteronomio 18,1-4). Pareciera que generalmente hay una cuidadosa separación entre los diezmos y los primeros frutos en la mayoría de los relatos. A veces el mantenimiento principal del sacerdocio parecería cambiar del diezmo a las primicias. Una consideración del lugar de la ofrenda y los primeros frutos, así como el diezmo, es esencial para que el panorama del dar del Antiguo Testamento sea completo.

El diezmo en el período entre los Testamentos

Durante el período poco antes del cierre del Antiguo Testamento y entre los dos testamentos, las prácticas de diezmar fueron desarrolladas a tal punto que tuvieron forma en el mundo en el que Jesús vivió. Los rabinos judíos armonizaron las instrucciones del diezmo para llevarlas hasta un sistema claramente definido. Se incluían tres diezmos: (1) Un diezmo anual basado en Números 18,21-24, el cual se les daba a los levitas. (2) Un diezmo de celebración basado en Deuteronomio 12,5-19; 14,22-23, en el que los

adoradores, junto con su familiar comían su propio diezmo en Jerusalén. (3) Un diezmo de caridad basado en Deuteronomio 14,28-29 para uso en su propia

población con fines caritativos. Los rabinos también desarrollaron ciertas interpretaciones extremistas de la ley del diezmo, y trataron de imponerlas sobre el pueblo. Por ejemplo, fue elaborado cuidadosamente un reglamento completo sobre el diezmo de las semillas y las plantas. Sobre este diezmo de la semilla se refirió Jesús en Mateo 23,23 y en Lucas 11,42. Los rabinos distorsionaron el lugar del diezmo, llevándolo mas allá de su significado original. El diezmo debía producir lluvia en el otoño, y el no diezmar acarreaba la sequía. El detalle minucioso a menudo llegaba a lo ridículo. Por ejemplo, especificaron que un grano encontrado en un hormiguero estaba sujeto al diezmo si el hueco estaba cerca al granero del agricultor. No está claro si el comerciante y el artesano debían diezmar, porque básicamente el diezmo era agrícola. Se llegó a tener, en esta época, unas doce clases diferentes de ofrendas, incluyendo los diezmos.

En resumen:

- El diezmo es un modo de relacionarse con Dios, que nace de la conciencia del que tiene fe y respeto a Dios.

- El diezmo era la décima parte desde antes de la Ley de Moisés. - El diezmo es aprobado por Dios y es de su agrado. - El diezmo servía para el sostenimiento del culto y para ayuda de los pobres. - El diezmo era una práctica religiosa, alegre, responsable y fiel.

PREGUNTÉMONOS:

1. En el Antiguo Testamento, ¿qué personajes encontramos que dan la Ofrenda del Diezmo? R./ Abel, Noé, Abraham, Jacob, Moisés.

2. ¿Qué determina la Ley de Moisés sobre el Diezmo? R./ “La décima parte de los productos de la tierra, tanto de semillas como de

árboles frutales, pertenece al Señor y está consagrado a Él”. (Lev 27,30-31)

3. ¿Qué sentido del Diezmo descubrimos en esta Ley? R./ El Diezmo es propiedad del Señor.

4. ¿En qué me convierto si no doy el Diezmo?

R./ En un ladrón delante de Dios.

5. La Ley determina el uso del Diezmo para sostener a los Levitas, las fiestas religiosas y a los pobres. ¿Por qué los Levitas tienen derecho a recibir el Diezmo?

R./ Porque dedican su vida al servicio del Altar y no tienen tierra para cultivar como las demás tribus.

6. ¿Qué dicen los Profetas sobre el Diezmo?

R./ -No olvidar este compromiso con Dios -Todos debemos cumplir con este precepto divino

-Debe existir coherencia entre la fe y la práctica del Diezmo (No convertir el Diezmo en un ritualismo vacío).


Hermanos: hemos avanzado un paso más. Vamos a convertir nuestra reflexión en una oración sincera delante de nuestro Padre Dios. Digámosle:

Señor, ayúdanos a ser responsables con tu Diezmo

- Que no olvidemos nunca el compromiso que tenemos contigo de entregarte el Diezmo de todo lo que Tú nos das.

- Que ninguno de nosotros se niegue a cumplir con este precepto que Tú nos dejaste.

- Que nuestro Diezmo signifique que llevamos una vida conforme a tus mandamientos.

- Que manifestemos nuestra responsabilidad con tu Iglesia y con tus pobres dando la Ofrenda del Diezmo.

Padre Santo, Tú nos dejaste en el mundo como administradores de tus bienes. Haz que todos nosotros seamos responsables, servidores fieles y cumplidores de tus leyes. AMÉN.

3. El diezmo en el Nuevo Testamento


1. ¿Qué sabemos del Diezmo en el Nuevo Testamento? Compartamos.

En el Nuevo Testamento, entran en escena el grupo de los Fariseos que basaban su enseñanza en tres cosas: la observancia del sábado, los ritos de purificación y el pago escrupuloso del diezmo.

Jesucristo no termina con la ley de Moisés, farisaica, rigorista y minuciosa sino que la perfecciona. Jesucristo la valoriza, dándole el espíritu de Amor a Dios y de Justicia en la comunidad. (cf. Lucas 11,42; Mateo 23,23)

Hay que dar el diezmo pero sin olvidar los deberes de misericordia, de justicia y de fidelidad.

Tenemos en el Nuevo Testamento actitudes suficientes y principios claros de que el cristiano debe dar su contribución material para las necesidades de la comunidad y del servicio de la Iglesia.

En el envío de los discípulos, Jesús dice que tienen el derecho de ser sostenidos por aquellos a quienes anuncian el Reino de Dios. (Lucas 10,2-10)

En el caso de Ananías y Safira (Hechos 5,1-11), San Lucas habla de una comunidad que vivía en comunión y los riesgos que se corren por la mentira y deshonestidad.

Vemos a los hermanos de Jerusalén siendo ayudados por otras comunidades (Hechos 11,27-30).

Más tarde, Pablo organiza una gran colecta a favor de la comunidad madre de Jerusalén (2 Cor 8,1-9.15). La razón era la unión, la comunión y la fe (2 Cor 9,13).

San Pablo enseña que “el que recibe la catequesis de la Palabra, debe compartir con su maestro toda clase de bienes”. (Gál 6,6)

“¿No tenemos derecho a que la comunidad nos mantenga? ¿Quién cultiva un viñedo y no come de sus uvas? ¿Quién cuida ovejas y no toma de la leche que ordeña?

Si nosotros hemos sembrado en ustedes una semilla espiritual, no es mucho pedir que cosechemos de ustedes algo de lo material.

Ustedes saben que quienes trabajan al servicio del templo, viven de lo que hay en el templo. Es decir, que quienes atienden el altar comen de los animales que allí se sacrifican. De igual manera, el Señor ha dispuesto que quienes anuncian el mensaje de salvación vivan de ese mismo trabajo”. (1 Corintios 9,1ss)

San Pablo no usa de este derecho que tiene, por motivos especiales, aunque acepta auxilios de acuerdo con las circunstancias. En resumen:

- Jesucristo valoriza el diezmo dándole el espíritu de amor a Dios y de Justicia en la

comunidad. - El discípulo del Señor que se entrega al servicio de la comunidad, tiene derecho de

ser sostenido por los miembros de su comunidad. - Con el diezmo la Comunidad Cristiana manifiesta su unión, su comunión y su fe. - Los cristianos sienten el deber de contribuir para que los que se dedican al

Evangelio no tengan que dedicarse a otra labor, sino sólo a la predicación del Evangelio.

- Y no se trata de cumplir con un “impuesto religioso” sino de compartir generosa y voluntariamente todo, poniéndolo en común.

PREGUNTÉMONOS:

1. ¿En el Nuevo Testamento no se habla acerca del Diezmo? R./ La práctica del Diezmo se conserva intacta, junto a otras ofrendas que la

Ley determinaba.

2. ¿Cuál es la novedad que trae Jesús en la práctica del Diezmo? R./ Jesús recuerda lo dicho por los profetas: valoriza el Diezmo dándole el

espíritu de amor a Dios y de Justicia en la comunidad.

3. ¿Qué manifiesta la primitiva comunidad cristiana al dar las Ofrendas? R./ Manifiesta su unión, su comunión y su fe y obediencia al Padre Dios.

4. ¿En qué se utiliza el Diezmo y las Ofrendas de la Comunidad? R./ Se utiliza para el sostenimiento de los que se dedican a la predicación del

Evangelio y apoyo para la comunidad, sobre todo en los más necesitados, al poner todo en común.


Hermanos: Nuevamente vamos a hablar con nuestro Padre Dios, para pedirle que lo reflexionado no se quede en pura palabrería, sino que lo llevemos a la práctica en nuestra comunidad cristiana. Digamos todos:

Padre, enséñanos a ser generosos

- Que descubramos la alegría de compartir nuestros bienes con los hermanos más necesitados.

- Que superemos la separación entre la fe y la vida, y haya unidad entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que vivimos.

- Que demos nuestro Diezmo con generosidad y alegría. - Que nunca pensemos que el Diezmo es un invento de los curas ni un impuesto

religioso, sino un deber para con Dios y un honor para nosotros.

Padre Bueno, que descubramos la alegría de dar y compartir con nuestros hermanos, y al hacerlo, recibamos tu bendición abundante. AMÉN.

4. El Diezmo en la Iglesia


1. Nuestra Iglesia católica continuó con la práctica del Diezmo. ¿Qué sabemos del Diezmo en la vida de la Iglesia? Compartamos.

Al diezmo se le dio poco énfasis durante los primeros quinientos años después de Cristo. Una declaración de San Ireneo que vivió del 140 a 202 d. de J. C. arroja alguna luz: “Mientras que ellos (los judíos) acostumbraron a retener los diezmos de sus propiedades como consagrados, los otros (los cristianos) por otro lado, que han alcanzado libertad, dedican para el uso del Señor todas las cosas que poseen, ofrendando gozosa y libremente en mayor abundancia, porque tienen una esperanza más grande.”

Cuando el fervor de la época del Nuevo Testamento disminuyó y las ofrendas de los cristianos empezaron a declinar, aparecen claras exhortaciones de los Padres de la Iglesia enfatizando sobre el deber de dar el diezmo.

San Juan Crisóstomo dice: “el total de las diversas contribuciones (diezmo, primicias y otras), de los fieles para la Iglesia, equivale generalmente a una tercera parte de la renta de cada cristiano. Dar la mitad de la renta no estaría de más... pero qué decir de aquellos que se niegan a dar la décima parte?”

Y en la homilía II sobre Lázaro, dice: “Dios nos da con abundancia todo lo que es mucho más necesario que el dinero, como el aire, el agua, el fuego, el sol, y todo lo por el estilo. Y no puede decirse que el rico respira más aire que el pobre; ni puede tampoco decirse que el rico goza más de los rayos del sol que el pobre. Todo está ahí delante, igual y común a todos. ¿Por qué, pues, lo más grande y lo más necesario, lo que mantiene nuestra vida, lo ha hecho Dios común, y lo menor y lo más vil, quiero decir, el dinero, no es común? ¿Por qué, vuelvo a preguntar? Para salvaguardar nuestra vida y que tengamos a la par un palenque de virtud. Y es así que, de no ser todo lo necesario común, los ricos con su acostumbrada avaricia, ahogarían tal vez a los pobres. Porque, si esto hacen con el dinero, mucho más lo harían con aquellas cosas.”

San jerónimo y San Agustín, ambos del siglo IV, dicen lo mismo, apelando a la generosidad de los fieles en relación con el sustento de la Iglesia, de los Ministros y de los Pobres.

La primera recomendación hecha por los Obispos, fue en el año 567, en el Concilio Regional de Tours, en Francia: “Con insistencia exhortamos a los fieles, para que, siguiendo el ejemplo de Abram, no tengan reservas en dar la décima parte de todo lo que poseen”, con la intención de expiar los pecados del pueblo.

En el Concilio de Macón en 585 d. de J. C., la iglesia romana hizo que el diezmo fuera una ley oficial de la iglesia. Se intervino sobre este asunto otra vez en el Concilio de Rouen en 650 d. de J. C. y en el Concilio de Metz en 756 d. de J.C. Carlomagno hizo

que el diezmo fuera una ley pública para el Santo Imperio Romano al principio del siglo noveno. Una acción similar en Inglaterra declaró al diezmo una ley de la iglesia en 786 d. de J.C. y una ley del estado en 900 d. de J.C.

A partir de la Revolución francesa (1789), el diezmo cayó en desagrado general de los cristianos porque ya no cumplía su finalidad debido a los abusos y la corrupción.

El espíritu liberal de los franceses llevó a Luis XVI a promulgar un decreto que terminaba con la práctica del diezmo en Francia. Este movimiento terminó con el diezmo en toda Europa, incluso en Italia, en 1887.

En resumen:

- El diezmo no debe ser una práctica filantrópica, sino un gesto religioso. Debe brotar de un corazón misericordioso que quiere llevar un poco de consuelo al que está pasando una necesidad, o desea contribuir con sus medios en la gran misión que el Señor nos encomendó.

- EL diezmo apunta en su finalidad hacia cuatro elementos como si fueran los cuatro puntos cardinales: Hacia Dios, hacia el prójimo, hacia la creación y hacia nosotros mismos.

- Hacia Dios, el diezmo nos mueve a reconocer su soberano dominio y los beneficios que vienen de su Mano. Dios es el propietario del mundo y en particular de lo que nos concede.

- Hacia el prójimo nos mueve la generosidad, a la práctica de la caridad y, en muchos casos, a la vivencia de la justicia. Tiene una dimensión salvífica (Mateo 25,31-46). Es una muestra de generosidad que nos hace crecer por dentro, educa en el amor y contribuye a la verdadera unión entre los miembros de la comunidad. Dios no quiere que haya indigentes ni desgraciados.

- Hacia la creación nos lleva a manifestarnos libres ante las cosas materiales, como lugartenientes de Dios en la creación. No se trata de condenar los bienes materiales, sino es una invitación para caminar sin apegos y sin caer en la esclavitud del materialismo. Para lo superfluo, el desapego efectivo de los bienes es obligatorio, ya que lo superfluo pertenece a los pobres en virtud del destino fundamental de los bienes a todos los hombres.

- Hacia nosotros mismos nos mueve a percibir los valores trascendentes y nuestras expectativas de salvación, lo mismo que nos permite ver al hermano necesitado. Nos permite experimentarnos administradores y alejarnos del insaciable pecado de la codicia.

- Se cuenta que una vez un mendigo estaba pidiendo dinero al costado del camino cuando pasó a su lado el famoso Alejandro el Grande. Alejandro lo miró y, con un gesto bondadoso, le dio unas cuantas monedas de oro. Uno de los sirvientes del gran conquistador, sorprendido por la generosidad de Alejandro le dijo: “Mi señor, algunas monedas de cobre podrían haber satisfecho adecuadamente la necesidad de este mendigo. ¿Por qué darle oro?” El conquistador miró a su paje y le contestó

con sabiduría: “Algunas monedas de cobre podrían haber satisfecho la necesidad del mendigo; pero las monedas de oro satisfacen la generosidad de Alejandro!”

- Aprendamos a dar en un nivel económico que no solamente satisfaga las necesidades físicas de los demás, sino que, por sobre todo, satisfaga la generosidad y la integridad de nuestro corazón.

El Diezmo en Colombia

Al comienzo de la Colonia, existen las “Doctrinas” que se encargan de mantener a los Sacerdotes. Luego, cuando empiezan los problemas con el Estado, hay persecuciones contra Obispos y Sacerdotes que defienden a los indígenas, se empieza a recurrir al Sistema de Tarifas, Estipendios y Colectas, con ocasión de los servicios religiosos. Inicialmente, los Ministros vivían de las ofrendas voluntarias que los fieles presentaban al Altar, con ocasión de las Misas. Cuando disminuyó el número de participantes, las ofrendas se convierten en “ofrendas en dinero”. Entonces comienzan a multiplicarse las “Misas Particulares” con ofrendas especiales, destinadas para el Celebrante, a quien se pedía que aplicara la misa por determinada intención particular. Aparecen entonces lo que hoy se llama “Estipendios”. Y se justifica diciendo: “el presbítero no recibe dinero, como pago de la Eucaristía, sino como medio para su subsistencia”. En el siglo XVI, los Reformadores Protestantes, al irse en contra de este sistema de tarifas, vuelven a organizar el Diezmo, dando ejemplo a los católicos, inclusive hasta hoy. En nuestro país, ese sistema de tarifas ha estado vigente hasta hoy, junto con el Diezmo aunque bastante desprestigiado y cada vez menos aceptado entre los católicos, puesto que da una idea de “comercio de las cosas sagradas”: como si la misa, el bautismo, el matrimonio tuvieran precio y fueran comprados por quienes los piden. Se pierde, entonces, el sentido comunitario de contribución de los fieles y su finalidad religiosa, pues establece un mero contrato particular de servicio. En el siglo XX, el Concilio Vaticano II revaloriza la práctica del Diezmo cuando afirma: “Es honra y deber, para los cristianos, restituir a Dios parte de los bienes que de él se reciben”. (A. A. 10).

Es así como últimamente en muchas diócesis de América Latina se ha venido organizando nuevamente la Pastoral del Diezmo con la mentalidad del Nuevo Testamento. PREGUNTÉMONOS:

1. ¿Cuál es el sentido real con que debemos dar el Diezmo? R./ El Diezmo es una práctica religiosa.

2. ¿Cuáles son los cuatro puntos cardinales hacia donde se dirige el Diezmo? R./ Hacia Dios, hacia el prójimo, hacia la creación y hacia nosotros mismos.

3. ¿Qué significa que el Diezmo se dirige hacia Dios? R./ Al dar nuestro Diezmo estamos reconociendo que Dios es el dueño de todo.

4. ¿Qué significa que el Diezmo se dirige hacia el prójimo? R./ Al dar nuestro Diezmo estamos ejercitando las virtudes de la caridad y la

justicia con nuestros hermanos.

5. ¿Qué significa que el Diezmo se dirige hacia la creación? R./ Al dar nuestro Diezmo estamos manifestando nuestra libertad y desapego

frente a los bienes materiales.

6. ¿Qué significa que el Diezmo se dirige hacia nosotros mismos? R./ Al dar nuestro Diezmo nos damos cuenta que no somos solamente materia

sino que nos movemos con valores trascendentes, vamos gozando de la salvación, descubrimos a nuestros hermanos necesitados y nos liberamos de la codicia.

7. ¿Por qué aparecen los “Estipendios” en la Iglesia? R./ Porque a los católicos se nos olvidó nuestro deber de dar la Ofrenda del

Diezmo y perdimos el sentido de la responsabilidad común frente a nuestra Iglesia.

8. ¿Qué dice el Vaticano II en relación al Diezmo? R./ El Concilio Vaticano II revaloriza la práctica del Diezmo cuando afirma: “Es

honra y deber, para los cristianos, restituir a Dios parte de los bienes que de él se reciben”.


Hermanos: ¡Qué importante esto que vamos descubriendo! Por eso pidamos al Señor la sabiduría necesaria para poner en práctica estas orientaciones. A cada súplica repetimos:

Señor, danos tu espíritu de sabiduría

- Para que entendamos que nuestro Diezmo es una forma

de relacionarnos contigo, con el mundo, con nuestros hermanos y con nosotros mismos.

- Para que crezcamos en caridad, justicia, solidaridad y generosidad. - Para que al ofrecer nuestro Diezmo se cumpla en nosotros tu palabra: “hay más

alegría en dar que en recibir”. - Que nuestro Diezmo nos purifique del egoísmo y la codicia que corrompe el

corazón. - Que descubramos nuevamente la práctica del Diezmo como honra y deber de

todos los cristianos delante de Ti.

Padre Providente y Misericordioso: atiende nuestras súplicas, llénanos de tu alegría y bendícenos con abundancia al ofrecerte nuestro Diezmo. AMÉN.

5. ¿Por qué debemos dar el Diezmo?


1. Según lo que hemos analizado hasta ahora, vamos a conversar en pequeños grupos, cuáles serían los motivos que tendríamos para dar nuestro Diezmo. Compartamos.

En este momento vamos a reflexionar sobre los motivos por los cuales somos invitados a dar el Diezmo.

1. Motivos Bíblicos

Porque en el Antiguo testamento, el Diezmo es una ley de Dios que ordena: “la décima parte de los bienes ha de ser consagrada a Dios para el sostenimiento del culto, de los ministros y de los pobres”.

Porque en el Nuevo Testamento, el Diezmo no es abolido sino perfeccionado, tomando el sentido de Ofrenda, consciente y libre, corresponsable y comunitaria, generosa y alegre, en relación con Dios, para el mantenimiento del culto divino, de la Evangelización y ayuda a la comunidad cristiana.

Porque “cada uno debe dar conforme ha decidido en su corazón, no de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con alegría”. (2 Corintios 9,6-12).

Porque “todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían. Vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba”. (Hechos 2,44-45).

2. Motivos Teológicos

Debemos dar el Diezmo, porque tanto en el Antiguo Testamento, en forma de

Ley, como en el Nuevo testamento, en forma de Ofrenda, el Diezmo tiene estrecha relación con Dios: es ofrecimiento hecho a Dios, para el mantenimiento de su culto, de sus ministros, de sus pobres, pudiendo el Vaticano II afirmar que es “honra y deber, para los cristianos, restituir a Dios parte de los bienes que de Él recibimos”. (A. A. 10).

Porque el Diezmo, lejos de ser una mera contribución mensual o una simple donación para mantener un servicio cualquiera, es precisamente algo religioso, pertenece a Dios, es una ofrenda ligada a Dios, es una ofrenda consagrada a Dios.

Porque el no dar el Diezmo es una injusticia contra Dios, es negar a Dios aquello que es de Dios. (Malaquías 3,8-10; Mateo 22,21).

Porque el Diezmo está íntimamente relacionado con el servicio de Dios, destinándose también a mantener a los ministros del culto divino, a los anunciadores de la Palabra Divina. (1 Corintios 9,4-14)

Porque el Diezmo, relacionado con Dios en sus imágenes (hijos de Dios), debe también asistir a los Hijos de Dios necesitados, con la recompensa prometida por el mismo Dios (2 Corintios 9,6-12; Mateo 25,34; Lucas 6,35).

Debemos dar el Diezmo, porque el motivo profundo del Diezmo es el mismo Dios. Porque el Diezmo, ofrecido conscientemente a Dios, coloca al creyente en contacto con Dios y con los pobres de Dios. Es al mismo Dios a quien servimos, cuando servimos al altar, manteniendo el culto, la pastoral y la promoción humana.

3. Motivos Eclesiológicos

Debemos dar el Diezmo porque la Iglesia es comunidad, con sentir, pensar y actuar común. (Filipenses 2,1-2)

Porque el sostenimiento de la comunidad cristiana, es responsabilidad de todos los cristianos.

Porque el Diezmo consciente, corresponsable y comunitario, es signo de una auténtica comunidad, conforme al ejemplo de la primitiva comunidad cristiana (Hechos 2,44-45).

Porque también existe un mandamiento de la Iglesia: “Ayudar en el sostenimiento de la Iglesia”.

Porque es característico de una auténtica comunidad, el saber compartir con los hermanos: el bien común de todos.

Porque la Iglesia, como comunidad organizada, necesita de los bienes materiales, para conseguir sus elevados fines sobrenaturales.

Porque el Presbítero no está al servicio de clientes ocasionales, sino al servicio de una comunidad estable. Por esto, no puede ser pagado por los servicios que

presta a cada individuo, como un dentista o un médico en su clínica, que una vez pago pierde todo contacto con su cliente. El Presbítero y la Comunidad contraen deudas recíprocas: la comunidad debe favores a su ministro y el ministro debe favores a su comunidad.

Porque “recibieron gratuitamente, den gratuitamente”. (Mateo 10,8). En resumen:

- Por estos motivos bíblicos, teológicos y eclesiológicos, que forman el gran motivo pastoral de una acción comunitaria, de una vital comunión y participación de todos en una acción de conjunto, es que debemos implantar el Diezmo entre nosotros.

- Por eso, la implantación del Diezmo, no es una campaña financiera, sino una campaña pastoral de concientización de que somos Iglesia hoy.

PREGUNTÉMONOS:

1. ¿Cómo podemos dividir los Motivos que tenemos para dar la Ofrenda del Diezmo? R./ Existen 3 clases de motivos: Bíblicos, Teológicos y Eclesiales.

2. ¿Cuáles son los Motivos Bíblicos para dar la Ofrenda del Diezmo? R./ -El Diezmo es un mandamiento de Dios

-Fue una experiencia de la Primitiva Comunidad Cristiana -San Pablo exhorta a compartir con alegría los bienes recibidos de parte de

Dios

3. ¿Cuáles son los motivos Teológicos para dar la Ofrenda del Diezmo? R./ -El Diezmo tiene relación directa con Dios: es una forma de restituir a Dios

parte de los bienes que de Él recibimos -El Diezmo es una práctica religiosa -Porque no dar el Diezmo es robar a Dios -Porque al dar el Diezmo entramos en relación directa con Dios y con los Hijos

de Dios.

4. ¿Cuáles son los motivos Eclesiológicos para dar la Ofrenda del Diezmo? R./ -Porque formamos parte de la Comunidad Eclesial y somos responsables de

ella -Porque también es un mandamiento de la Iglesia -Porque la Iglesia necesita de la ayuda de todos sus miembros para su

sostenimiento -Porque es una manera de sostener a los hermanos más necesitados de la

comunidad eclesial.


Hermanos: Hemos profundizado en los motivos que tenemos para dar la Ofrenda del Diezmo. Oremos a Dios para que nos convenzamos de la necesidad de cumplir con esta responsabilidad. Digamos:

Padre, siguiendo tus mandatos alegramos nuestra vida

- Que hagamos realidad entre nosotros la experiencia de comunión de los primeros cristianos.

- Que recordando tus palabras, demos nuestro Diezmo con generosidad y alegría.

- Que el aumento del Diezmo sea signo de la madurez de nuestra comunidad parroquial.

- Que nuestro Diezmo sea oportunidad de relación íntima contigo y con nuestros hermanos.

Padre Bueno, te agradecemos la oportunidad que nos das de manifestar nuestro amor a Ti, a nuestra Iglesia y a nuestros hermanos los pobres, al entregarte tu Diezmo con generosidad y alegría. AMÉN.

6. ¿Para qué es el Diezmo?


1. Damos un paso más. Por lo que ya hemos dicho, podemos concluir cuál es la finalidad que tiene la Ofrenda del Diezmo. Conversemos ahora en pequeños grupos, para qué es el Diezmo. Compartamos.

Ahora nos adentramos en la Finalidad del Diezmo mirando cinco aspectos fundamentales.

1. Para crear comunidad

Vamos a implantar el Diezmo para promover la concientización de todos en el sentido de la corresponsabilidad en el sostenimiento y promoción de la comunidad cristiana en auténtico espíritu comunitario.

Para hacer de la implantación del Diezmo un instrumento poderoso de formación de una comunidad consciente, de renovación de nuestras comunidades tradicionalistas.

Para superar el individualismo de los cristianos, promoviendo una participación conjunta y corresponsable de los cristianos para el bien común de la Iglesia-Familia y de la Iglesia-Parroquia.

Para expresar, renovar, promover y profundizar el espíritu comunitario. Si no se hace un esfuerzo de renovación comunitaria, será bastante difícil la implantación del Diezmo. Por esto, todo trabajo que lleve a la corresponsabilidad, a la participación y a la comunión, ya es un paso de concientización para el Diezmo.

Para que sólo los miembros conscientes de la Comunidad tengan la honra y el deber de dar el Diezmo.

Para que el crecimiento progresivo del Diezmo, sea la medida del crecimiento de la propia comunidad eclesial.

Para conducir a los bautizados a una fe adulta y responsable en una comunidad-Iglesia, que exige concientización, formación y compromiso con la comunidad.

Para romper la pasividad de los miembros de la comunidad, a fin de que todos asuman todo coordinada y eficazmente en una comunidad viva y fraterna.

Para que la implantación del Diezmo, no sea una campaña financiera sino pastoral, eclesial y comunitaria.

2. Para hacer una catequesis viva

Para que la Comunidad experimente el deber de devolver a Dios una parte pequeña de lo que Él nos da con tanto amor.

Para que el hombre recuerde siempre que Dios es el Soberano Señor de todo, fuente de todas las cosas buenas, siendo cada uno de nosotros un celador, cultivador y continuador de los bienes de Dios.

Para que todos tomen conciencia de que son administradores de las cosas de Dios y que Él pedirá cuentas de nuestra administración. (Lc16,2).

Para promover una profundización de la actitud religiosa en el hombre del mundo técnico, electrónico y cibernético que se ha olvidado de Dios.

Para llevar la sociedad de hoy a descubrir sus límites y se abra al Absoluto, a la Verdad, a lo Eterno.

Para educar en una actitud religiosa de reconocimiento del poder absoluto de Dios y de lo relativo del poder del hombre, situando al hombre de hoy en su lugar delante de Dios y del mundo.

Para evitar que el Diezmo se transforme en una mera observancia de una Ley de la Iglesia o un trueque de "dar tanto" para que "se de" una misa, un bautismo. Porque en la

Iglesia, no somos meros huéspedes que duermen, comen y pagan, sino hijos de una Familia Divina, que tienen conciencia de que son corresponsables en el sostenimiento de esa misma familia. Por eso, tienen conciencia de que la Iglesia no es sólo el Obispo, o el párroco, o el diácono, o los responsables de los servicios sino todos nosotros.

Para superar el “sistema de tarifa” por el sistema del Diezmo, expresando la verdadera relación del cristiano con la Iglesia, dando el auténtico sentido religioso de la donación material, buscando socorrer las necesidades de la comunidad, del culto, de los servicios apostólicos y de los hermanos más necesitados, creando comunidad, promoviendo la fraternidad y la corresponsabilidad en una obra común.

3. Para que quien más da, sea quien menos exige

Cuando usted paga una tarifa de servicio público, por ejemplo, cuando usted paga un pasaje en bus o el precio de un telegrama, usted no piensa en las necesidades de su vecino, de su barrio, puesto que usted acepta pagar porque le favorece individualmente.

Pero cuando usted paga el impuesto de renta, el gobierno no se compromete directamente a dar algo a cada colombiano, sino que se propone promover el bien común con la recaudación de esos impuestos, promover toda la comunidad colombiana con los servicios de educación, salud, transporte, etc.

Así mismo, el Diezmo es destinado a promover el Reino de Dios; su meta no es beneficiar directamente a cada diezmista en particular, sino a la Iglesia local en su totalidad que propaga la Fe y promueve el Culto.

Como el colombiano que contribuye con sus impuestos que a veces son bastantes y al mismo tiempo puede pagar el colegio para sus hijos, el hospital y otras muchas cosas. Éste no recibe directamente los servicios comunes, ni el pagar mucho impuesto le da derecho a exigir más. Mientras que el colombiano que no paga impuestos porque no tiene, se beneficia más directamente de este impuesto a través de las escuelas públicas, de la salud pública, etc. Así mismo, el cristiano que ofrece libremente un mayor diezmo para su comunidad es también quien menos exige individualmente, para sí mismo, porque puede dar el Diezmo, y además dar una ofrenda aparte con ocasión de una misa o de un bautizo.

4. Para realizar una pastoral actualizada, eficaz y eficiente

Para que el Diezmo cree facilidades para la difusión del Reino de Dios, para la multiplicación de los beneficios de la Fe y para la Evangelización de los hombres de hoy.

Para que los líderes y los responsables de servicios tengan lo necesario para dedicarse completamente a Dios en el servicio de la Comunidad, realizando con eficiencia y eficacia su misión en la Iglesia.

Para que el Diezmo sea una contribución consciente, espontánea y generosa de todos los miembros de la Comunidad, para el sostenimiento del Culto, la propagación de la Fe y la práctica de la Caridad.

Para que el Diezmo no sea una tarifa obligatoria, matemática e interesada de algunos miembros de la comunidad, que dan constreñidos, esperando beneficios y privilegios.

Para que el cristiano auténtico, consciente de su responsabilidad como Iglesia, dé su Diezmo con satisfacción, sin esperar retribución, y continúe ayudando siempre con sus ofrendas dominicales, con ocasión de la Celebración de los Sacramentos y de la celebración de Misas por sus intenciones.

Para que el Diezmo no se dé como limosna, sino como cosDios, que pertenece a Dios y se restituye a Dios.

a consagrada a

Para que el párroco no se considere “el dueño” del Diezmo, sino apenas uno que va a beneficiarse, puesto que el Consejo Económico Parroquial es quien asume la Administración del Diezmo.

Para el sostenimiento del Sacerdote, de los Ministros de tiempo completo, para pagar el salario de la Secretaria, del Sacristán, de la empleada de la Casa Cural, la persona que hace el aseo, para pagar los servicios de teléfono, agua, luz, gas, gasolina, alimentación, pagar obras o reformas, construcción y conservación de los bienes muebles e inmuebles de la Parroquia, velas, hostias, vino, incienso, folletos, ayuda a las obras sociales de la comunidad eclesial, cursos y actividades de los diversos servicios eclesiales, encuentros, materiales, impresos, seminario diocesano, vocaciones, en fin para todos los servicios del Altar, de Evangelización y de Caridad.

Para que tengamos cristianos de recta conciencia y bien informados a fin de que nunca se nieguen a dar su Diezmo.

5. Para promover y realizar Proyectos que beneficien a los más pobres de

la Comunidad Eclesial

Para que se cree un fondo económico de ayuda a los más pobres de la Comunidad Eclesial, en lo que mira a sus necesidades básicas: salud, alimento, educación, vivienda, vestido.

Para que todos, inclusive los pobres, descubran la necesidad y la alegría de compartir. Entender que “nadie es tan rico que no necesite de los otros, ni tan pobre que no pueda compartir con los demás”.

Para que se pongan en práctica la Espiritualidad de Comunión, al estilo de la Primitiva Comunidad Cristiana: “tenían un solo corazón, una sola alma... y lo tenían todo en común”.

Para que la Comunidad Eclesial se sienta responsable de sus pobres y trabaje por su promoción y desarrollo.

Para promover una Economía iluminada por la Espiritualidad de Comunión: Economía Solidaria o Economía de Comunión.

¿Cómo se distribuye el Diezmo?

Actualmente se tiene dispuesto que el Diezmo se distribuya de la siguiente manera:

55% para el Fondo Parroquial 40% para el Fondo Arquidiocesano 5% para la Unión Caritativa del Clero

PREGUNTÉMONOS:

1. ¿En resumen, cuál es la finalidad de la Ofrenda del Diezmo? R./ La Ofrenda del Diezmo ha de servir para:

-Construir la Comunidad Eclesial: el crecimiento progresivo del Diezmo es la medida del crecimiento y madurez de la comunidad eclesial

-Tener los medios necesarios y suficientes para llevar a cabo una Evangelización actualizada

-Asegurar el sostenimiento de los servicios pastorales, de los bienes y de los ministros de la Comunidad Eclesial -Tener los fondos suficientes para llevar a cabo proyectos de desarrollo con las familias más pobres de la Comunidad Eclesial

2. ¿Quién debe asumir la administración del Diezmo en la Parroquia? R./ -El Consejo Económico Parroquial.

3. ¿Si doy el Diezmo qué recibo a cambio?

R./ -Hemos dicho que el Diezmo es propiedad de Dios; de modo que dar la Ofrenda del Diezmo no me da ningún derecho de reclamar nada. Otra cosa es que Dios, en su bondad y en cumplimiento de sus promesas, nos bendiga con abundancia; y además, que la Organización de la Comunidad Eclesial le ofrezca servicios gratuitos, en el caso que no pueda dar la ofrenda correspondiente.


Hermanos: Ya comprendemos para qué sirve la Ofrenda del Diezmo. Vamos a orar al Señor para que nos ayude a convencernos de la necesidad de que todos asumamos esta responsabilidad. Oremos diciendo:

Que tu pueblo se regocije al compartir sus bienes.

- Padre todopoderoso, haz que tengamos siempre lo necesario para vivir como personas con dignidad.

- Que sepamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos concede y demos nuestro Diezmo también con generosidad y alegría.

- Que tu Providencia nos cobije siempre y así nuestra comunidad eclesial cuente con los medios necesario y suficientes para adelantar la nueva Evangelización.

- Que nunca falte a tus pobres el sustento diario y la ayuda generosa de todos sus hermanos.

- Que compartamos nuestros bienes con los más necesitados con alegría y sin esperar recompensa.

Padre Misericordioso, gracias porque al darnos lo que necesitamos, nos permites compartir con los que no tienen y nos das la alegría de sentirnos responsables de nuestra Comunidad Eclesial al dar alegremente nuestro Diezmo. AMÉN.

7. ¿Cómo dar el Diezmo?


1. Preguntémonos: ¿Cuándo me hablaban del Diezmo qué actitud tomaba, qué sentía, qué decía?

2. Ahora que vamos entendiendo qué es la Ofrenda del Diezmo, ¿cómo vamos a dar el Diezmo? ¿Qué actitud vamos a tomar?. Compartamos.

Ahora vamos a reflexionar sobre el modo de dar el diezmo

1. Como Iglesia de hoy

El Diezmo es fruto de una conciencia eclesial de comunión y participación. El Diezmo no es fruto de una campaña financiera.

Vamos a dar el Diezmo como Familia de Dios. Como Comunión de los Santos, con un mínimo de comunión

de bienes, auxilio mutuo.

Como participación consciente, espontánea y generosa de toda la comunidad.

Como Pueblo de Dios orgánicamente coordinado y corresponsable de la Diócesis.

2. Como cristiano consciente

El Diezmo será implantado con Talleres y Encuentros específicos. Vamos a dar el Diezmo, conscientes de su valor bíblico de ley y de ofrenda. Conscientes de la estrecha relación con Dios que tiene la ofrenda del

Diezmo. Conscientes de que es una honra restituir a Dios lo que de Él recibimos. Conscientes de que el Diezmo es un Acto de Fe, de Gratitud y de Amor a

Dios. Conscientes de que el Diezmo es expresión, renovación y formación de la

Comunidad.

3. Como Iglesia-Familia

El Diezmo será el "décimo"' de la renta familiar, como criterio indicativo (= el 10% del total de la renta familiar).

Excepcionalmente el Diezmo podrá ser individual. En la Zona Rural, el Diezmo será ofrecido normalmente en forma de

Especies. O puede ser convertido en dinero. En la Zona Urbana, el Diezmo será ofrecido mensualmente en dinero. El Diezmo será dado por la Familia con satisfacción y sin esperar

retribución.

4. Como ofrenda religiosa

El Diezmo será ofrecido en las Celebraciones de la Primera Semana de cada mes. Se sugiere que el Primer Domingo de cada mes se institucionalice en las Parroquias como el Día del Diezmo.

Al inscribirse para el Diezmo, la Familia recibirá un Sobre grande con 12 Sobres pequeños.

En cada sobre pequeño estará el nombre y No. de la Familia. En cada uno de los 12 sobres pequeños estará la fecha de entrega del

Diezmo. No habrá cobrador del Diezmo pues será entregado en las Celebraciones de

la Misa o en la Oficina de Atención Parroquial. No se abolirá el Arancel, ni las ofrendas ocasionales, ni las campañas

especiales.

LIBRO DE REGISTRO DEL DIEZMO SECTOR: BELLAVISTA No. 01

No. NOMBRE DE LA FAMILIA DIRECCIÓN TELÉFONO 1 MORENO - ALARCÓN 2 3 4 5 6

OBSERVACIONES:

1. En la portada se escribirá: LIBRO DE REGISTRO DEL DIEZMO. 2. Nombre del Sector con su No. de Registro Parroquial. 3. Cada Familia tendrá un No. de control para el Libro de Recibo y para los Sobres

Mensuales. 4. Los números deberán corresponder a una secuencia numérica rigurosa,

teniendo cuidado de no repetir o que falte alguno, pues cada número corresponde a una familia y es el mismo en los Sobres y en el Libro de Recibo y de Registro.

LIBRO DE RECIBO DEL DIEZMO SECTOR: No. 01 FAMILIA No. 01

AÑO 2005 2006 2007

MES FECHA VALOR FECHA VALOR FECHA VALOR

ENERO FEBRERO

MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO

AGOSTO SEPTIEMBRE

OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE

OBSERVACIONES:

1. En la Portada se escribirá: LIBRO DE RECIBO DEL DIEZMO. 2. No. de Registro del Sector y No. de la Familia 3. El No. de la Familia en el Libro de Recibo será el mismo que aparece en el

Libro de Registro. 4. Se usará una página para cada Familia y allí se anotará la Fecha y el Valor de

la donación en la columna del mes y año correspondientes. 5. En el mes en que no se entregó la donación se pondrá una X y se acumulará

para el mes siguiente ( = 2 cuotas). 6. En el Diezmo Rural, se anotará en la columna de VALOR, la especie entregada:

Por ejemplo, 1 saco de arroz y 1 docena de huevos 21/02/01.

SOBRE GRANDE

NUESTRO DIEZMO

MANIFESTAMOS

NUESTRO AMOR A DIOS Y A NUESTRA IGLESIA

FAMILIA: _______________________ No.____

SECTOR:_______________________ No.____

¡DEVOLVEMOS A NUESTRO SEÑOR

LO QUE ÉL NOS DIO, Y ASÍ LE DECIMOS

QUE ESTAMOS AGRADECIDOS!

OBSERVACIONES:

1. Un Sobre Grande con 12 Sobres Pequeños para cada Familia, se entregarán en el momento de la Inscripción del Diezmo.

2. Tendrá el Nombre y No. de Registro de la Familia y del Sector.

SOBRE PEQUEÑO

OBSERVACIONES:

1. Los 12 Sobres Pequeños, que corresponde numerados y fechados, dentro del Sobre GraInscripción del Diezmo.

2. El primer número corresponde al No. de la corresponde al No. del Sector.

3. Fecha: Día / Mes / Año de Entrega Mensual.

FICHA FAMILIAR

Padre: Madre: Fecha de Matrimonio: Dirección: Sector:

HIJOS 1. Tr2. Tr3. Tr4. Tr5. Tr6. Tr7. Tr8. TrDiezmo Mensual Total $

NUESTRO DIEZM¡CON DIOS LO

No. __de la familia_

No. ___del sector__

FECHA:__________

O

TENEMOS TODO!

__________________

__________________

__________________

a cada mes, se entregarán nde, en el momento de la

Familia. El segundo número

Registro No.ggggggggggg

Teléfono: Registro No.:

abaja Estudia abaja Estudia abaja Estudia abaja Estudia abaja Estudia abaja Estudia abaja Estudia abaja Estudia

PREGUNTÉMONOS:

1. ¿Qué actitudes vamos a asumir al dar nuestro Diezmo? R./ -Como corresponsable de la Iglesia

-Como Familia de Dios -Como Pueblo de Dios organizado, coordinado y

corresponsable de la Diócesis. -Consciente de lo que significa la Ofrenda del Diezmo. -Cada mes en la Celebración Eucarística entregaré la Ofrenda del Diezmo de

mi familia.

2. ¿Cómo podemos calcular cuánto debemos ofrecer? R./ -El Diezmo será el “décimo” de la renta familiar, como criterio indicativo (= el

10% del total de la renta familiar). Esto es lo mínimo. Depende de la generosidad del corazón de los miembros de la familia.

3. ¿Qué procedimiento debo seguir para dar la Ofrenda del Diezmo? R./ -Inscribo mi familia en la Oficina de Atención Parroquial

-Reclamo los sobres correspondientes -Entrego el sobre correspondiente de cada mes con la Ofrenda, en la Santa

Misa , durante la primera semana del mes.

4. ¿Si vivimos en el campo, cómo podemos dar la Ofrenda del Diezmo? R./ -En la zona rural, se sigue el mismo procedimiento anterior. Sólo que el

Diezmo será ofrecido en forma de especies. O si es posible, se convierte en dinero.


Hermanos: Hemos reflexionado sobre las actitudes que debemos asumir al dar la Ofrenda del Diezmo. Oremos al Señor para que acreciente en nosotros el amor por Él y por su Iglesia. A cada súplica, decimos:

Acrecienta en nosotros la caridad.

- Para compartir nuestros bienes con los más necesitados de nuestros hermanos.

- Para dar nuestro Diezmo en familia, con generosidad y alegría. - Para que, sintiendo tu presencia amorosa en nuestra vida, nos convirtamos en

tus mensajeros de justicia y de paz. - Para que nos arriesguemos a colocarnos en tus manos providentes y así gozar

de tus bendiciones y de tu consuelo. - Para que nunca nos cansemos de manifestarte nuestro amor entregando a tu

Iglesia nuestra ofrenda del Diezmo.

Padre Bueno, acuérdate siempre de tu misericordia infinita, y bendícenos

abundantemente con todos tus dones espirituales y materiales, de manera que todos tus hijos gocemos de una vida digna en la tierra y nos preparemos para el encuentro definitivo contigo en el cielo. AMÉN.

8. ¿Sólo el Diezmo de nuestros bienes materiales?


1. Hay gente que dice: “Yo no llevo el Diezmo a la Iglesia, yo le doy mercado a los pobres”. ¿Qué opinan de esta expresión?

2. ¿Si doy la Ofrenda del Diezmo no tengo obligación de dar más: limosna, mercado, estipendios?. Compartamos.

Como lo hemos venido reflexionado, el Diezmo es un deber y una

responsabilidad frente a Dios: Dios se reserva una parte de lo que nos regala y nosotros estamos en la obligación de retribuírsela. De manera que el Diezmo es distinto a todas las demás ofrendas que podamos hacer en beneficio de nuestra Iglesia y de nuestros hermanos. Es decir, debo dar el diezmo y además, si Dios me da la capacidad, puedo regalar un mercado, contribuir con una obra social, etc. Lo que sí queda claro es que el Diezmo es una ofrenda que siempre debemos entregar.

Compartir nuestros bienes materiales no agota, sin embargo, la obligación de la Caridad. Aunque demos cosas materiales, aún nos queda una cosa mucho más importante, y para algunos más difícil de compartir: Nosotros mismos.

Y sólo el don de nuestra persona puede satisfacer plenamente el mandamiento del Amor. NO SÓLO HAY QUE DAR: TENEMOS QUE DARNOS.

Contribuir con nuestra palabra a la Evangelización de quienes no conocen la Buena Noticia de Jesucristo.

Trabajar en las Obras y Movimientos de la Iglesia. Procurar la Promoción de los más necesitados. Acompañar al que se encuentra solo. Visitar al Enfermo. Consolar al que sufre. Enseñar a rezar a un niño. Charlar sin apuro con un anciano. Alegrar la vida de los que nos rodean con una sonrisa permanente. Esforzarnos por lograr la recuperación de un alcohólico o un drogadicto. Sacar, todos los días, un tiempo para Dios. Todas estas acciones pueden ser

otras tantas Ofrendas que deberían integrar el Gran Diezmo de nuestra Vida. Una parte de nuestro tiempo, de nuestros consejos, de nuestra ayuda intelectual,

de nuestra esperanza, de nuestra compañía, de nuestra conversación, de nuestra alegría, forman también parte de la deuda que tenemos con Dios y con nuestros hermanos.

Por ejemplo, ¿no hemos pensado que el Diezmo del tiempo son 2 horas y 40 minutos, que deberíamos dedicarle a Dios diariamente?

¿Y la respuesta del Señor?

Cuando entregamos a Dios el Diezmo reconocemos su Señorío sobre nosotros y sobre todas las cosas. Aceptamos que Él es el dueño y dispensador de nuestras vidas y de nuestros bienes materiales y espirituales, y admitimos que somos sus deudores.

¡Y qué grande es su recompensa!

Primero, y por sobre todo, nos da la certeza de su premio en la vida eterna:

"Entonces, el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver" (Mateo 25,34-36).

Pero, además, nos asegura las bendiciones de Dios en este mundo, pues Él nos promete colmarnos de bienes:

"Honra al Señor con las primicias de todas tus ganancias: así tus graneros se llenarán de trigo y tus lagares desbordarán de vino nuevo " (Proverbios 3,9-10).

"Porque el Señor sabe pagar y te devolverá siete veces más" (Eclesiástico 35,10).

Son innumerables los testimonios de quienes no sólo son premiados con la profunda satisfacción que produce el compartir, sino que son retribuidos por Dios con salud, paz, alegría, felicidad y además, casi sin excepciones, con abundantes recompensas materiales.

Aun a los más pobres, desde que dan su diezmo con confianza, nunca les ha faltado nada de lo necesario. Han puesto a prueba al Señor y el Señor ha cumplido su palabra:

"Lleven el Diezmo íntegro a la Casa del Tesoro para que haya alimento en mi casa. Sométanme a esta prueba y verán si no les abro las compuertas del cielo y derramo para ustedes la bendición en abundancia". (Malaquías 3,10).

DIOS JAMÁS SE DEJA GANAR EN GENEROSIDAD. PERO SÓLO LO COMPRUEBA EL QUE,

OBRANDO CON FE Y ESPERANZA EN ÉL, LA PONE EN PRÁCTICA.

9. ¿Quienes deben dar el Diezmo?

Todos debemos dar el Diezmo puesto que todos recibimos dones de Dios: los pobres y los ricos, los blancos y los negros, los niños y los ancianos, inclusive los sacerdotes (Números 18,26ss) tienen la obligación de apartar de sus bienes lo correspondiente a Dios. En este sentido, es bueno educar a los pequeños, para que descubran la bondad y la grandeza de nuestro Dios y aprendan a ser agradecidos con Él y entiendan la responsabilidad de cuidar de los más necesitados. Que desde niños practiquen con generosidad y alegría el dar la Ofrenda del Diezmo. PREGUNTÉMONOS:

1. ¿Es lo mismo decir: Diezmo, limosna, estipendio, regalar un mercado? R./ -Hemos comprendido ya que no es lo mismo. Diezmo es una ofrenda que

debemos a Dios, distinta de otras ofrendas que podamos dar.

2. ¿Sólo debo ofrecer el Diezmo de los bienes materiales? R./ -Dar el Diezmo significa entregar el “décimo” de la renta familiar (material),

pero también significa dar de mi tiempo, de mis conocimientos, de los talentos recibidos. No sólo hay que dar: tenemos que darnos.

3. ¿Qué hace Dios cuando damos la Ofrenda del Diezmo? R./ -Dios no se deja ganar en generosidad. Además de regalarnos los valores del

Reino (alegría, paz, felicidad...) nos recompensa con más bienes materiales, nunca nos faltará lo necesario para vivir.

4. ¿Quiénes deben dar la Ofrenda del Diezmo? R./ -Todos debemos dar el Diezmo puesto que todos recibimos los dones de Dios.

Inclusive el mandamiento de Dios determina que los Sacerdotes también deben dar a Dios lo que corresponde.


Finalmente, proponemos una oración que debemos hacer cada vez que demos el Diezmo.

Mientras tanto, nos unimos en la oración para finalizar este Taller sobre laPastoral del Diezmo, agradeciendo al Señor sus enseñanzas y pidiéndole que aumen nosotros la fe y la caridad de modo que podamos cumplir responsable, alegre y generosamente con nuestro deber de dar el Diezmo para la Iglesia. Digamos todos:

ente

adrenuestro..... P

TEXTOS PARA LA REFLEXION

MALAQUÍAS 3,6-12

6 Que yo, Yahveh, no cambio, y v no termináis nunca. 7 Desde los

PROVERBIOS 3,9-10 9 Honra a Yahveh con tus riquez

:

osotros, hijos de Jacob, días de vuestros padres venís apartándoos de mis preceptos y no los observáis. Volveos a mí y yo me volveré a vosotros, dice Yahveh Sebaot. -Decís: ¿En qué hemos de volver?- 8 ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Pues vosotros me defraudáis a mí! - Y aún decís: ¿En qué te hemos defraudado? - En el diezmo y en la ofrenda reservada. 9 De maldición estáis malditos, porque me defraudáis a mí vosotros, la nación entera. 10 Llevad el diezmo íntegro a la casa del tesoro, para que haya alimento en mi Casa; y ponedme así a prueba, dice Yahveh Sebaot, a ver si no os abro las esclusas del cielo y no vacío sobre vosotros la bendición hasta que ya no quede, 11 y no ahuyento de vosotros al devorador, para que no os destruya el fruto del suelo y no se os quede estéril la viña en el campo, dice Yahveh Sebaot. 12 Todas las naciones os felicitarán entonces, porque seréis una tierra de delicias, dice Yahveh Sebaot.

as, con las primicias de todas tus ganancias10 tus trojes se llenarán de grano y rebosará de mosto tu lagar.

NÚMEROS 18,21.25-32 21 A los hijos de Leví, les doy os de Israel, a cambio de su

Habló Yahveh a Moisés y le dijo: : Cuando percibáis de los israelitas el diezmo que yo

para los levitas al

1 CORINTIOS 9,1-14 1¿No soy yo libre? ¿No soy yo após a Jesús, Señor nuestro? ¿No sois

GÁLATAS 6,6 6 Que el discípulo haga partícipe en toda suerte de bienes al que le instruye en la Palabra.

en herencia todos los diezmservicio: del servicio que prestan en la Tienda del Encuentro. 25

26 «Hablarás a los levitas y les dirástomo de ellos y os doy en herencia, reservaréis de él la reserva de Yahveh: el diezmo del diezmo. 27 Equivaldrá a vuestra ofrenda reservada, lo mismo que el trigo tomado de la era y el mosto del lagar. 28 Así también vosotros reservaréis previamente la reserva de Yahveh de todos los diezmos que percibáis de los israelitas. Se lo daréis como ofrenda reservada de Yahveh al sacerdote Aarón. 29 De todos los dones que recibáis, reservaréis la reserva de Yahveh; separaréis la parte sagrada de todo lo mejor. 30 Les dirás: Una vez que hayáis reservado lo mejor, que equivaleproducto de la era y al producto del lagar, 31 lo podréis comer, en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias: es vuestro salario por vuestro servicio en la Tienda del Encuentro. 32No tendréis que cargar por ello con ningún pecado, pues antes habéis reservado lo mejor: así no profanaréis las cosas consagradas por los israelitas y no moriréis.»

tol? ¿Acaso no he visto yovosotros mi obra en el Señor? 2Si para otros no soy yo apóstol, para vosotros sí que lo soy; pues ¡vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor! 3He aquí mi defensa contra mis acusadores. 4¿Por ventura no tenemos derecho a comer y beber? 5¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana, como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas? 6Acaso únicamente Bernabé y yo estamos privados del derecho de no trabajar? 7¿Quién ha militado alguna vez a cosa propia? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño? 8¿Hablo acaso al modo humano o no lo dice también la Ley? 9Porque está escrito en la Ley de Moisés: = «No pondrás bozal al buey que trilla.» = ¿Es que se preocupa Dios de los bueyes? 10O bien, ¿no lo dice expresamente por nosotros? Por nosotros ciertamente se escribió, pues el que ara, en esperanza debe arar; y el que trilla, con la esperanza de recibir su parte. 11Si en vosotros hemos sembrado bienes espirituales, ¡qué mucho que recojamos de vosotros bienes materiales! 12Si otros tienen estos derechos sobre vosotros, ¿no los tenemos más nosotros? Sin embargo, nunca hemos hecho uso de estos derechos. Al contrario, todo lo soportamos para no crear obstáculo alguno al Evangelio de Cristo. 13¿No sabéis que los ministros del templo viven del templo? ¿Que los que sirven al altar, del altar participan? 14Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio.

2 CORINTIOS 8,1-9.15

a gracia que Dios ha otorg1Os damos a conocer, hermanos, l ado a las Iglesias de Macedonia.

te

2 CORINTIOS 9,5-15 5 Por tanto, he creído necesario vayan antes donde vosotros y

de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo

su alimento, = proveerá y

acciones de gracias

2Pues, aunque probados por muchas tribulaciones, su rebosante alegría y su extrema pobreza han desbordado en tesoros de generosidad. 3Porque atestiguo que según sus posibilidades, y aun sobre sus posibilidades, espontáneamen 4nos pedían con mucha insistencia la gracia de participar en el servicio en bien de los santos. 5Y superando nuestras esperanzas, se entregaron a sí mismos, primero al Señor, y luego a nosotros, por voluntad de Dios, 6de forma que rogamos a Tito llevara a buen término entre vosotros esta generosidad, tal como la había comenzado. 7Y del mismo modo que sobresalís en todo: en fe, en palabra, en ciencia, en todo interés y en la caridad que os hemos comunicado, sobresalid también en esta generosidad. 8No es una orden; sólo quiero, mediante el interés por los demás, probar la sinceridad de vuestra caridad. 9Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza. 10Os doy un consejo sobre el particular: que es lo que os conviene a vosotros, ya que desde el año pasado habéis sido los primeros no sólo en hacer la colecta, sino también en tomar la iniciativa. 11Ahora llevadla también a cabo, de forma que a vuestra prontitud en la iniciativa corresponda la realización conforme a vuestras posibilidades. 12Pues si hay prontitud de voluntad es bien acogida con lo que se tenga, y no importa si nada se tiene. 13No que paséis apuros para que otros tengan abundancia, sino con igualdad. 14Al presente, vuestra abundancia remedia su necesidad, para que la abundancia de ellos pueda remediar también vuestra necesidad y reine la igualdad, 15como dice la Escritura: = El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos. =

rogar a los hermanos quepreparen de antemano vuestros ya anunciados generosos dones, a fin de que sean preparados como dones generosos y no como una tacañería. 6 Mirad: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia. 7 Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: = Dios ama al que da con alegría. = 8 Y poderoso es Dios para colmaros lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena. 9 Como está escrito: = Repartió a manos llenas; dio a los pobres; su justicia permanece eternamente. = 10 Aquel que provee = de simiente al sembrador y de pan para multiplicará vuestra sementera y aumentará = los frutos de vuestra justicia. = 11 Sois ricos en todo para toda largueza, la cual provocará por nuestro medio a Dios. 12 Porque el servicio de esta ofrenda no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios. 13Experimentando este servicio, glorifican a Dios por vuestra obediencia en la profesión del Evangelio de Cristo y por la generosidad de vuestra comunión con ellos y con todos. 14 Y con su oración por vosotros, manifiestan su gran afecto hacia vosotros a causa de la gracia sobreabundante que en vosotros ha derramado Dios. 15 ¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable!

San Juan Crisóstomo dice:

“el total de las diversas contribuciones (diezmo, primicias y otras), de los fieles para la Iglesia, equivale generalmente a una tercera parte de la renta de cada cristiano. Dar la mitad de la renta no estaría de más... pero qué decir de aquellos que se niegan a dar la décima parte?”

Y en la homilía II sobre Lázaro, dice:

“Dios nos da con abundancia todo lo que es mucho más necesario que el dinero, como el aire, el agua, el fuego, el sol, y todo lo por el estilo. Y no puede decirse que el rico respira más aire que el pobre; ni puede tampoco decirse que el rico goza más de los rayos del sol que el pobre. Todo está ahí delante, igual y común a todos. ¿Por qué, pues, lo más grande y lo más necesario, lo que mantiene nuestra vida, lo ha hecho Dios común, y lo menor y lo más vil, quiero decir, el dinero, no es común? ¿Por qué, vuelvo a preguntar? Para salvaguardar nuestra vida y que tengamos a la par un palenque de virtud. Y es así que, de no ser todo lo necesario común, los ricos con su acostumbrada avaricia, ahogarían tal vez a los pobres. Porque, si esto hacen con el dinero, mucho más lo harían con aquellas cosas.”

documento diezmo

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