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Año 4 – Número 18 – Septiembre / Octubre 2012 – Argentina: $18 Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura #18 Castrillón - Kuijer - Moya - Padovani - Degliuomini cultura lij

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Revista acerca de la literatura infantil y juvenil, la lectura y la cultura de la infancia. Reseñas, investigaciones, proyectos para el aula y la biblioteca, reportajes y mucho más. Edición Septiembre/Octubre 2012.

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Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura

#18

Castrillón - Kuijer - Moya - Padovani - Degliuomini

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SUMARIO / 1

Reflexiones sobre la literatura infantil y su culturaAño 4 – Número 18 – Septiembre/Octubre 2012Cultura LIJ es una publicación de Editorial La Bohemia.Vuelta de Obligado 3567 PB "C" (1429) CABA. Tel: (011) 3534-1975culturalij@editoriallabohemia.comwww.culturalij.worpress.com www.editoriallabohemia.com

Directoras responsables: Laura Demidovich y Valeria SorínEdición: Valeria SorínArte: Laura DemidovichDiseño gráfico: Federico de GiacomiDiseño en este número: Valeria Goldsztein

Ilustración de Tapa: Claudia DegliuominiFotografía: Laura DemidovichImpresión: BrapackSarasa 1374 (1424) CABAISSN: 1852-298XDistribución a kioscos CABA: SIN FINRincón 1407 (CABA) 4308-1813

Agradecimientos: A Claudia Degliuomini por la gentileza de la tapa. Al artista plástico Ernesto Pesce por las imágenes de las pág. 39 y 40.

La editorial no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o entrevistados.

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación sin consentimiento previo de la editorial.

Proyecto ganador del Programa Buenos Aires Emprende 08 y distinguido con Premio Pregonero al Periodismo Gráfico y Hormiguita Viajera, ambos en 2010.

culturalij

EditorialLa imaginación no es la mentiraLaura Demidovich y Valeria Sorín

ReportajeSilvia CastrillónValeria Sorín

Biblioteca protagonistaTe llevo bajo la pielMarina Giménez

Desde el aulaLa escuela leeBrenda Szajnman, Violeta Wolinsky y equipo

Con lupaQuelonios 1… 2… y…

Coni Salgado

NarradoresMundo Padovani

Ana Padovani

De fondoUna flor de editorial

Valeria Sorín

La voz de la imagenLa fantasía es un lugar donde llueve.

Novedades

Agenda

1 a 1Descubrir una palabra

Daniela Azulay

TICs y LIJTICs en LIJFernanda Argüello

En escenaDisparen contra BatmanMónica Melo y Perla Quinteros

AcademiaEl señor de los dibujos

Fernanda Argüello

Columna de ALIJACruzando fronteras

Laura Giussiani

De fondoRedefinir la calidad

Diego Javier Rojas

Al rescateRefugiosMónica Rodríguez

ContextoReceta para un clásico

ReportajeGuus Kuijer

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La imaginación no es la mentira

Editorial

por Laura Demidovich y Valeria Sorín

La imaginación no es la mentira, sostenía el profesor Crastaing. Y les da a sus alumnos preadolescentes una tarea muy difícil: deben realizar una redacción que inicia cuando se despiertan convertidos en adultos y descu-bren que sus padres se han convertido en niños. No deben tomar ningún atajo, no puede ser un sueño, no puede aparecer un hada buena.

La imaginación no es la mentira. Puestos a imaginar los estudiantes de Crastaing no se dan cuenta que en sus propias y reales fami-lias mantienen roles adultos frente a padres ausentes, hogares uniparentales, o bien pa-dres sordos a sus problemáticas. Crastaing es el personaje que detona la historia de la no-vela Señores Niños publicada por Mondadori, y en él Daniel Pennac pone toda su furia.

La imaginación no es la mentira, la imagina-ción nos lleva muchas veces a decir verdades que no podríamos si quiera barajar en nues-tras manos con la conciencia del peso de la realidad. La imaginación no es la mentira, no es la fabulación, la imaginación nos lleva de la mano del juego para pensar la posibilidad de otra realidad. Soñar que es posible otro mundo.

La imaginación, fantasía, recreación, es ma-teria de la literatura y objeto de la lectura. Y con ella respiramos un aire más liviano. Y con ella pensamos y planificamos un mundo más igual.

¿A qué es fiel el artista? “Cuando era chico pensaba que el mundo de antes era en blan-

co y negro, como en las películas”, comenta un periodista en la radio. ¿Qué dimensión agrega la tecnología a la imaginación? En un tiempo de replanteo de la forma física en la que tiene lugar la literatura, es bienvenida la pregunta.

El juego de los caminos que se bifurcan, como las búsquedas en la web, ya fue ex-plorado por los libros de la colección Elige tu propia aventura. Hay que esperar todavía para saber qué posibilidades reales narrativas le encuentran los escritores (y no ya tan solo los ilustradores) a un espacio digital animado, intervenido por comentarios, concretado en red.

La imaginación no es la mentira, tampoco los fuegos artificiales (aplicaciones, vacías pero dinámicas) con los que algunas producciones pretenden rodear argumentos débiles. La imaginación, dirá Alejandra Pizarnik, consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos. La verdadera imaginación está regada de ne-cesidad: el artista no podría ser más fiel a su creación si no le da una determinada forma.

La imaginación no es la mentira. La imagina-ción es el poder de la verdad. Y vaya que los niños saben de esto.

Directoras de la revista Cultura LIJ

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REPORTAJE / 3

Publicado en Buenos Aires en 2011,

El libro de todas las cosas

de Guus Kuijer encierra todas

las emociones y buena parte de la vida.

Guus Kuijerpor Laura Demidovich y Valeria Sorín

A fines de 2011, Cultura LIJ se comu-nicó con Florencia Converso, editora de Macmillan, para gestionar este reportaje. Para cuando finalmente se concretó, algo maravilloso había pasado. El libro de todas las cosas había desencadenado tanto reco-nocimiento mundial que el gobierno sue-co le otorgó a Guus Kuijer el premio Astrid Lindgren Memorial.

Entre los fundamentos, el jurado des-tacó algunos aspectos por los cuales se distingue la obra del escritor neozelandés. • El respeto por los niños es un rasgo tan

evidente en su obra como su rechazo ante la intolerancia y la opresión.

• Kuijer retrata los problemas de la socie-dad moderna y las grandes cuestiones vitales con una mirada libre de prejui-cios.

• El autor es capaz de combinar aspectos básicamente serios y el realismo más duro con la calidez, el humor sutil y las fantasías visionarias.

El libro y todas sus cosasBastante difícil resulta definir un libro

que abarca todas las cosas. Cosas y perso-nas como un padre atado a la verdad que encierra un único libro; o como la belleza infinita de una chica con una pierna falsa; una vieja bruja, que resiste al nazismo en su pueblo y es capaz de defender a muje-res y niños de la violencia familiar; como el mismísimo Jesús dialogando con un niño, con solo algunas respuestas.

Tomás ve cosas que nadie puede ver y todo lo anota en el libro de todas las co-sas. Pero serán necesarios muchos años para que Tomás finalmente se acerque a un escritor y le pida ayuda para darle for-ma a ese libro.

De niño tenía un único deseo: ser feliz. Al final del proceso de escritura, cuando Tom y el narrador ya sean íntimos, la pre-gunta estará explícita: “¿Has logrado ser feliz?” Sí.

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4 / REPORTAJE

Desde el año 2003, anualmente el gobierno sueco entrega un importante premio a aquellos que impulsan la lectura en el mundo. De esta forma se homenajea a la escritora Astrid Lindgren, la autora de Pipi Calzaslargas.

Los criterios por los cuales se elige entregar en cada año este importante galardon varían. Si el trabajo en pos de la lectura es el eje, la labor que lo promueva puede estar dada por la creación de obras literarias de valor moral, la lucha contra la intolerancia desde la literatura y el arte, o bien por la promo-ción de la lectura en contextos sociales desfavorable.

En las oportunidades anteriores lo recibieron: 2011. Shaun Tan, cuya obra cumbre es Emigrantes.2010. Kitty Crowther, ilustradora y escritora de repercusión mundial.2009. Tamer Institute, por su trabajo en Palestina con los niños que crecen en medio de la guerra.2008. Sonya Hartnett, por ser una de las más renovadoras autoras de la novela juevenil actual.2007. Banco del Libro, por la labor de promoción de la lec-tura impecable que realiza principalmente en Venezuela.2006. Katherine Paterson, una escritora que centra su lite-ratura en temas contemporáneos y difíciles de abarcar.2005. Ryoji Arai, importante ilustrador japonés, y Philip Pullman, escritor inglés.2004. Lygia Bojunga Nunes, artista brasilera que ha expan-dido su obra desde Brasil hacia el mundo.2003. Maurice Sendak y Christine Nostlinger, por las contri-buciones de estos dos grandes autores a elevar el nivel de la literatura para niños.

El premio Astrid Lindgren

Los lectores–La violencia es la otra cara de una familia perfecta, religiosa, observante, trabajadora, como la del protagonista del Libro de todas las cosas. ¿La religión es una fachada? –No creo que la religión de este padre sea una fachada pero al contrario, para él la religión es una cosa muy seria, pero basa-

da en la angustia. El cree que la influencia del mundo

moderno llevará sus hijos y su esposa

al infierno.

–Una de las cosas que llama la atención de los personajes de El libro de todas las cosas es que encuentran los recursos para resistir y cons-truir su futuro. Por eso es tan interesante que Tomás sea el hombre raro que llega para que el autor escriba el libro. ¿Este primer capítulo está dirigido a los niños o a los adultos? –Todo mi libro está dirigido a los niños. Con el primer capítulo quería decir que este libro no es un diario de un muchacho, sino un libro escrito por un escritor adul-to, basado en un diario de un muchacho.

–Entiendo que el libro esté destinado a los ni-ños. Y sin embargo, sabemos que si hay un niño leyendo, es muy probable que haya un adulto cerca. ¿Cree que la lectura del niño y la del adulto son diferentes? –El libro está destinado a todas las eda-des. Yo nunca escribí exclusivamente para una edad.

–¿Cómo es su lector ideal? ¿Piensa en alguien cuando escribe? –Al escribir pienso en mi esposa, y el res-to del día también.

Escribir como única alternativaGuus Kuijer debutó como escritor de li-

teratura para niños en 1975, ha publicado más de treinta títulos. Ha sido traducido a diez idiomas, pero solo unos pocos de sus libros circulan en castellano en nuestros países. Como si este currículum no basta-ra, acumula ya varios prestigiosos premios literarios.

–Mientras lo leía, lloraba y reía a carcajadas en la misma escena. Su propuesta es un sabor dulce y salado al mismo tiempo. ¿Esto ha sido una búsqueda? –Ha sido una busqueda de muchos años, pero siempre sabia que tenia que escribir este libro.

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–¿Por qué sabía que tenía que escribir este libro? ¿Qué lo impulsaba? –Para explicar al lector que la violencia deshonra el hombre.

–Respecto de lo acontecido en la segunda guerra mundial en su territorio, ¿siente que estos temas han podido pasarse a las gene-raciones de jóvenes? ¿Qué rol tiene la litera-tura en este aspecto?–La guerra habia terminado recien-temente cuando yo iba a la escuela. Durante los seis años que paso en la escuela basica me solamente informa-ron sobre los heroes que se resistieron contra los Alemanes. Pero sobre lo que paso con los judios nada. Yo me ente-ré de esto cuando tenía 12 años, al leer el diario de Ana Frank. Ha sido un susto tremendo y yo perdi de repente toda la confianza que tenia en los adultos. Los adultos tienen que explicar lo que paso y tomar la responsibilidad por su papel en las ocurrencias.//

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6 / DESDE EL AULA

La escuela leepor Brenda Szajnman, Violeta Wolinsky y equipo de maestros de la Primaria del Instituto Sarmiento.

Son las 8.30 de la mañana de un mar-tes cualquiera y en el Sarmiento toda la es-cuela lee. Porque desde el año 2002 hemos encarado el tema de la lectura como uno de los ejes del proyecto pedagógico insti-tucional. A las actividades habituales de biblioteca de aula, rincón del cuento y del cuentista, y a los trayectos de lectura orga-nizados para cada grado, hemos agregado la jornada semanal toda la escuela lee.

El objetivo inicial y que se actualiza cada año, es formar lectores de literatu-ra, conformar en la escuela una micro so-ciedad de lectores, en palabras de Delia Lerner. Cada grupo escolar comparte a lo largo de su historia, un corpus de relatos, gustos, experiencias, dialoga e intercam-bia, recomienda libros. Hablar sobre libros con otros lectores es fundamental en la formación del lector de literatura.

Libertad para leerPosibilitar a nuestros alumnos en la

escuela la experiencia de la lectura no es una tarea sencilla. Sabemos, como sos-tiene Daniel Pennac, que el verbo leer no admite imperativo. Lee, ama, sueña, son órdenes imposibles de cumplir cuando lo

que se busca es la plenitud de estas expe-riencias, lo cual nos lleva como docentes a revisar el dispositivo de la propuesta para generar en el espacio escolar las condicio-nes didácticas que la posibiliten. Gene-rar un dispositivo que desescolarice esta práctica. ¿Cómo lograrlo? ¿Cómo lograr que un colectivo de alumnos y docentes desee y disfrute leer todos los martes por la mañana, en el mismo horario, sin ru-tinizar la situación, sin agotarla, durante años, dotando de sentido a la experiencia?

Este espacio está reservado para acer-carnos a los libros sin tareas, sin tener que rendir examen, sin tener que dar cuenta a los otros de lo leído. Leer porque vale la pena hacerlo. Una vez terminada la lectu-ra, solo vale el intercambio que se da en-tre lectores, compartir qué sentimos ante el relato, ante alguna frase, qué pensamos, qué imaginamos, qué nos gustó más o que nos gustó menos o solo el silencio intros-pectivo propio del estado de ensoñación en el que a veces quedamos luego de la lectura, saboreándola, dejando que resue-ne en nosotros.

Los libros a los que los chicos se aso-man durante este momento son seleccio-

Toda una escuela leyendo en simultáneo.

Alumnos y docentes que encontraron formas para ejercer plenamente

sus derechos como lectores.

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nados por los docentes y es esta tarea de elegir el libro más adecuado una de las más importantes. En la diversidad de situaciones planteadas, se tiene como criterio que los alumnos pue-dan ejercer algunos de los derechos del lector: elegir qué leer, decidir con-tinuar o suspender la lectura, no hacer nada con la lectura, conversar o man-tener silencio.

Conformar comunidades de lectores

Durante los primeros años el es-pacio de los martes convocaba a cada grado a leer en silencio, o a través de la voz del maestro, el mismo libro. Luego de unos años empezábamos a adver-tir en los niños más grandes pérdida del interés, rutinización de la práctica y en los docentes preocupación por revisar la experiencia, resignificarla. En febrero de 2010 con la dirección de Brenda Szajnman y Violeta Wolinsky se planteó la revisión del proyecto, y en las reuniones de equipo docente empezaron a abrirse nuevas modali-dades, e incluir tipos de intervención que venían realizándose fuera de ese espacio y no estaban sistematizados. Desde aquel entonces se definieron nuevos recorridos de lectura, que se planifican año a año.

En ocasiones la elección acertada de un único libro por parte del docente es el punto de partida para el entusias-mo de los chicos, y pueden generarse rondas de comentarios, mantenerse el suspenso y la tensión entre cada sesión de lectura. Es el caso de la lec-tura de una novela por capítulos, por ejemplo, sea que la lectura la realice el docente exclusivamente, o alterne sesiones de lectura mediatizada con lectura individual de los alumnos. En estos casos además del libro que porta el docente, cada alumno tiene el suyo.

También puede ser interesante ofrecer trayectos de lectura, donde por un período de tiempo los alum-nos recorran un conjunto de libros que se relacionan entre sí, porque son del mismo autor, del mismo género o subgénero, o porque abordan una temática común. Esto, además de po-sibilitar el intercambio entre los lec-tores abre a los chicos la posibilidad de tomar algunas decisiones, como la elección de los libros dentro de un lis-tado, del orden en que los leerán, de la cantidad de libros a leer. Entonces, a veces, todos leen lo mismo y otras cada quien lee un libro diferente. Se mantiene así la unidad que permite el intercambio y la diversidad en la que cada uno tiene posibilidad de elegir.

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8 / DESDE EL AULA

A veces la lectura que se inicia en la escuela, en esa hora invita y tienta a con-tinuar, se lee en la escuela, se continúa en casa. Otras se acuerda en conjunto has-ta dónde llegar, para saborear la espera, compartir ansiedades. También se puede dejar de leer un libro, y elegir otro del con-junto propuesto. Dejar de leer, para desear leer, abandonar para retomar.

La modalidad de lectura varía, entre la lectura mediatizada, la lectura autónoma o silenciosa, la alternancia entre ambas. Mientras que en primer grado la lectura del docente es un medio imprescindible para acceder a las obras, en los grados más grandes, la voz del maestro sigue siendo preciada no por la necesidad de hacer inteligible el texto, sino por el pla-cer que provoca escuchar leer a un lector experto, que nos acerca las voces de los personajes, la cadencia de su voz, el rit-mo de la narración. Dejarse llevar, volver a escuchar leer, no perder ese ritual por ya poder leer autónomamente.

Espacio para lectores maestros o maestros lectores

El proyecto tuvo como instancia inicial un espacio compartido de los docentes, coordinado por Adriana Mintz, especia-lista en literatura infantil y promoción de la lectura, y Alejandra Kotin, en ese entonces directora de la escuela, y contó posteriormente con el asesoramiento de Flavia Zuberman. Se desarrollaba la lectu-ra propiciando la vivencia del placer del encuentro con las historias, con los libros, los autores. Un espacio donde disfrutar leer y escuchar leer, encontrando o reen-contrando el sabor de las palabras.

Alejandra Kotin y Flavia Zuberman se refieren a la experiencia: “Cuando se tra-ta de formar lectores, lo deseable es que los maestros también lo seamos. (…) Un maestro que se involucra en la actividad y comparte la lectura con los chicos, como lector activo y par-ticipante, tiene más posibilidades de fomentar en sus alumnos la curiosidad, la capacidad de sorprenderse y el interés por la lectura, en un contexto de respeto, disfrute y confianza”.

Se generó un espacio de lectura, en-contrándose una vez cada quince días dos horas, para escuchar y leer cuentos, poesías, novelas. Vivenciar la experiencia y el placer de la lectura, que para muchos, en la velocidad y exigencia del trajín coti-diano se fue perdiendo. Al mismo tiempo, constituirse en comunidad de lectores, hablar sobre libros, ofrecerse y posibili-tarse la experiencia que se quiere generar con los alumnos.

Ese espacio fue también de reflexión en el que se propiciaron debates acerca del lugar del docente y la escuela como promotores de lectura, sobre las obras que debe proponer la escuela, qué autores consideramos valiosos, qué intercambios generar en torno a ellos con los alumnos. Sobre la diversidad de lecturas e interpre-taciones que posibilita el encuentro con una misma obra, cuando esta es rica en sentidos y posee calidad literaria.

Años después este espacio tuvo tam-bién como centro la recomendación de li-bros entre docentes, compartiendo nues-tras experiencias, gustos, preferencias, tentándonos mutuamente con lo leído. Y el intercambio de libros, para hacerlos cir-cular, para que echen a andar.

Evaluación de la experiencia realizada y desafíos a futuro

Es martes en El Sarmiento. Un martes como cualquier otro y toda la escuela lee.

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Primer grado comparte una mesa de libros álbum, esta vez todos de Anthony Browne; en segundo grado circulan los libros de poe-mas, y los chicos picotean distintos versos o saborean el sonido de las palabras; en tercer grado se leen novelas de Graciela Montes, dentro de una propuesta de seguimiento de autor; los chicos de cuarto grado y su maes-tra leen una novela de un autor contemporá-neo, todos juntos en silencio, la misma nove-la, cada uno a su ritmo; quinto grado escucha a su maestra leer El mago de Oz; sexto grado se apasiona con las aventuras de Aquiles en La Ilíada; en séptimo grado se leen distintas novelas, que transcurren en el contexto his-tórico de la Shoá.

A casi diez años de iniciado el proyecto, la lectura se ha instalado en la escuela como parte de nuestra identidad. Es reconocida como lugar de encuentro por todos los ac-tores, alumnos y docentes, y valorada por la comunidad de padres.

La posibilidad de mirarnos los adultos como lectores, de revisar la propia práctica lectora y la práctica docente, de vernos como mediadores y protagonistas del acto de lectu-ra, de volver sobre los fundamentos iniciales para valorarlos, y encontrar nuevas estrate-gias para abordarlos, fue imprescindible para desnaturalizar la propuesta, revitalizarla. Sa-lir del hábito para generar experiencia.

Se plantea como desafío a futuro soste-ner y profundizar el espacio de capacitación e intercambio en el equipo docente, que se modifica con los años, y se nutre de la expe-riencia lectora compartida.//

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDAColomer, Teresa. Andar entre libros. Fondo de Cultura Económica.

México 2005. Lerner, Delia. Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo nece-

sario. Fondo de Cultura Económica. México 2001.Penac, Daniel. Como una novela. Grupo Editorial Norma. Bogotá 2005.Petit, Michel. Nuevos acercamientos a los jóvenes y a la lectura. Fon-

do de Cultura Económica. México 1999.

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10 / AL RESCATE

La literatura es un refugio.Michelle Petit, en su clásico Nuevos

acercamientos a los jóvenes y la lectura da a conocer la voz de muchos jóvenes que emigraron a Francia y que lograron en-contrar y formar su subjetividad en el mundo de los libros. También ellos re-latan el aporte no menor de quienes los iniciaron en ese camino, mediadores docentes y bibliotecarios. Les propone-mos compartir una recorrido por distin-tas historias, muy dispares entre sí, que cuentan cómo estar, salir, permanecer o conocer nuevos refugios.

El último refugio de Roberto Innocenti, ilustrador, y J. Patrick Lewis, autor del texto, combina cinematográficamente imágenes y palabras. Narra la historia de un artista que perdió la imaginación y el onírico viaje que emprende para re-cuperarla. Dibujo y palabra se conjugan de tal manera que el lector no puede re-poner donde leyó cada significado de la trama. No sólo el protagonista recupera el encanto: los lectores también ensan-chan su imaginación. Dos lucecitas más para este libro: el comienzo de la his-

toria en las páginas preliminares y un juego intertextual tras el final: cada per-sonaje es más de lo que parece. Un gui-ño para los lectores avezados y nuevos caminos de lectura para los inquietos y curiosos. (Digresión: ¿será esto último una redundancia? ¿Habrá lectores no inquietos ni curiosos?).

Andrés, el protagonista de La puerta para salir del mundo, de Ana María Shua, también ha perdido algo. Como niño que descubre que detrás de la magia hay trucos, él descubrió que en el mun-do hay mentiras. De la mano de su pe-rro de peluche conoce al Señor Qwerty, quien le promete llevarlo a un mundo sin mentiras y por ende, sin desencan-tos. Dispuesto a vivir en ese refugio, de-cide pasar la prueba de fuego exigida: todo un día sin decir la más pequeña mentira. Casi al límite de la prueba, la palabra de su mamá lo retiene en este mundo, que tiene mentiras pero tam-bién, verdades y mucho amor.

En un camino opuesto encontramos la Historia de Ratita de Laura Devetach. Ella vivía en una cueva tibia y abrigada. Un día, no quiso seguir más en ese calor que la limitaba. Quiso conocer el mundo.

Mónica Rodríguez

Refugios

Editora, Docente y Supervisora de bibliotecas escolares (CABA).

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AL RESCATE / 11

Y abriendo la puerta salió a la vida para descubrirlo, pasito a paso. Se deslumbra con amores que no son para ella has-ta que encuentra a Ratón Ratón. Juntos construyeron un refugio para ellos y su familia. Pero con la puerta abierta, para entrar y salir. Como un buen libro.

Los chicos del club de la barra de la pe-lota de cuero son los protagonistas de La bruja de mi barrio, de Luciano Saracino. El grupo también tienen un refugio dentro de su barrio: la calle de tierra del costa-do de la vía. Allí suceden las andanzas futboleras de este grupo de seis amigos a los que se suma, pitando la locomo-tora, el maquinista del tren. El peligro que los acechaba era la casa de la bruja. Cada vez que la pelota caía en su jar-dín, la bruja y su feroz mascota Belcebú, se las devolvían vociferando maleficios. Hasta que un día, cuando van a buscar la pelota, la historia cambió para siem-pre. Desde ese momento, la casa de An-tonia fue un nuevo refugio para tomar la leche después de los partidos. Una historia clara y de sol, que casi permi-te sentir ese tren que aún pasa por las tardes de algunos barrios sumándose al picadito infantil.

En Alguien más en casa de Susana Itzcovich y Daniel Rabanal se narra la historia de un refugiado. Los chicos de

la familia se conmueven con un gatito perdido y pese a la negativa de la ma-dre, lo llevan a su casa. El gato se mezcla con la familia y los pequeños lectores lo buscan en cada página. Final feliz para esta historia de refugio y amparo que acompaña los primeros ensayos de ora-lidad literaria.

Estamos pensando los espacios lite-rarios como refugio. Y no hay duda de que lo son. También, y ya cerrando este encuentro, se me ocurre pensar en una trampa que puede ofrecer un refugio. Puede convertirse en un lugar cómodo, conocido, atrapante. En este caso la ac-ción de los mediadores será recrear en los lectores la inquietud de Ratita por conocer el mundo: presentar nuevas lecturas, más complejas y desafiantes, que sean nuevos asilos y amparos tran-sicionales en el camino lector. El media-dor será así, en sí mismo, un refugio.//CORPUS COMENTADODevetach, Laura. Historia de Ratita. Buenos Aires, Colihue, 1995.Innocenti, Roberto y Lewis, J. Patrick. El último refugio. México,

Fondo de Cultura Económica, 2002. Itzcovich, Susana y Rabanal, Daniel. Alguien más en casa. Bue-

nos Aires, Sudamericana, 1988. Petit, Michelle. Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura.

México, Fondo de Cultura Económica, 1999. Saracino, Luciano y Rossia, Fernando. La bruja de mi barrio. Bue-

nos Aires, Una luna, 2010. Shua, Ana María. La puerta para salir del mundo. Buenos Aires,

Sudamericana, 1992.

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12 / CONTEXTO

Receta para un clásico A ciento cincuenta años de la primera gota,

Blancanieves muerde una vez más la manzana.

Ingredientes

1 Niña hermosa (se recomienda mantener la gama: piel blanca, labios carmesí

y cabello de ébano).

1 Padre muerto

1 Madrastra hermosa y mala con conocimientos de brujería

(tenga en cuenta que hoy día es muy difícil una segunda

esposa del padre con suficiente maldad).

1 Cazador de corazón puro (también puede reemplazarse por un verdugo venido

a menos, pero la preparación resulta más amarga).

7 Enanos solidarios

1 Manzana embrujada

1 Príncipe (hay quien lo prefiere azul, pero la verdad es que el color

no importa)

Ilustración de Wanda Zeigner Ebel de 1911

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CONTEXTO / 13

Cuentan que entre los objetos encontrados en las pirá-mides había toneles con miel perfectamente comestible. No está claro si esta receta de clásicos en blanco-rojo-negro podrá durar milenios, pero en todo caso ya ha ali-mentado millones de hormigas y mariposas.

Paso a paso

1. Se ubica a la madrastra frente a un espejo mágico (que no debe faltar en ninguna casa) y se lo some-te a este último al interrogatorio (¿Quién es la más bella? ¿Quién es la más bella? ¿Quién es la más be-lla?). Repetir la operación todas las veces que sea necesario hasta que el espejo descubra que la más hermosa es Blancanieves. En este punto hay que tener cuidado porque la madrastra arderá de ra-bia, se recomienda sostenerla con una agarradera.

2. Se la deja macerar en odio y entonces sí se acerca al cazador. Este paso puede parecer inocuo pero es la única forma de separar a Blancanieves de la pegajosa casa paterna y lanzarla a los brazos de los siete varones pequeños (antes se les decía ena-nos).

3. Se deja todo a fuego lento en la misma marmita, incluyendo un mordisco de manzana embrujada. El ingrediente final es el más dulce, un bello prínci-pe tan desesperado de amor que incluso esté dis-puesto a casarse con una dormilona semi muerta.

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14 / TICS Y LIJ

TICs en LIJpor Fernanda Argüello

“¿De quién? No, Alicia no es de Lewis Carrol, ¡Es de Apple!” jura un

adolescente veinte/doce. Un zoom sobre la modernidad.

Once meses. Gorda, simpática y faná-tica del iPad. La mini Alicia lee el cuento y espera que las cartas salten cuando ella sacude la pantalla, o que la tormenta haga más ruido cuando pasa sus deditos gor-dos sobre las nubes. El mundo en el que nació la hizo caer directamente en la ma-driguera de las TICs y ella aprovecha cada una de las aplicaciones que sus papás des-cargan. Pero ese es el final de la historia.

Alicia sigue al conejoHabía una vez un libro que quería lle-

gar a más lectores. Para esto, no tuvo mejor idea que echar mano a las tec-nologías de la comunicación y usar el concepto tan vigente en esta época de la significación de la imagen. Digámoslo de otro modo, quiso verse dinámico.

El book trailer es la versión literaria de los avances que vemos en el cine antes de que empiece la película. La anima-ción de la contratapa, digamos. Se pue-den ver desde presentaciones de diapo-

sitivas hasta videoclips contando de qué trata el libro en uno de los más popula-res sitios webs de intercambio de videos: Youtube.com.

La discusión que generan los book trailers es una discusión cuasi ontológica, al hacer que nos preguntemos por qué promocionar de manera audiovisual una obra que no es audiovisual. La respuesta está otra vez en lo que genera la tecnología en nuestra vida diaria: la captación de un tipo de lector más vinculado a las pantallas, un lector que no tiene como única opción el papel sino que considera que la literatura da permiso para ser leída donde se quiera, como se quiera y durante el tiempo que se quiera, como bien dice Daniel Pennac. Incluso en un iPad.

Como ejemplo de lo que podemos encontrar acá, tenemos la versión de Patricia Suárez de Alicia en el país de las maravillas, publicado por Libros del Náufrago. Una niña le presta la voz a la pequeña Alicia que juega con el cone-jo un juego que sólo se puede realizar en computadora: las ilustraciones de Leicia Gotlibowski intercambian cuer-Periodista y escritora de literatura infantil

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TICS Y LIJ / 15

pos, cabezas y extremidades en una pre-sentación de maravillas. La misma edi-torial ofrece otro muy bonito del libro La bella demente, de la misma autora.

Otro estilo puede verse en los desarro-llados por Sudamericana. En el avance de Fin de semana en el paraíso 4, de María Inés Falconi, se muestran las ilustracio-nes de Virginia Piñón acompañadas de una presentación en texto de la historia, simplemente con música de fondo. Sin voces para los personajes ni el narrador, lo único que se escucha es un ¡Guau! Pero termina presentando claramente la incógnita principal del libro: ¿será este el último fin de semana en el paraíso?

¡Bébeme!Este frasco nos hace crecer la mente.

Abrimos la cabeza para dejar de leer en papel y pasar al texto virtual. Es hora de hablar del ebook. Sin las impresiones sen-soriales asociadas a la lectura, el ebook ofrece otros desafíos a los lectores. Para los más pequeños algunos de estos de-safíos no son tales, pero para los adultos leer en el iPad o la tablet precisa adap-tación. Una vez superada esta pequeña

barrera generacional, encontramos en los ebooks herramientas como para en-tretenernos un rato largo. Desde marca-dores de páginas, hasta calculadores de progresión de la lectura. Todo ello en el menú de nuestro juguete electrónico.

“¿Me bajás uno de aventuras?” pide la niña que aprendió a leer letras creadas con código binario antes que las de tin-ta. Por suerte, los sitios de descarga de ebook tienen infinitas bibliotecas donde buscar y descargar libros de todo tipo. Así encontramos Las vacaciones del se-ñor Botiquéz, el primer ebook publicado por la editorial Suimanga. Al parecer, la vida de Botiquéz es una sucesión de hechos disparatados que él toma con absoluta naturalidad, pero sólo podrá confirmarse descargando el libro desde la web de Bajalibros.com.

En el sitio de Hakabooks.com, encon-trar ebooks infantiles es un placer. Kafka y la muñeca viajera es uno de los que más llaman la atención del lector no sólo por la belleza de las imágenes sino por la sutil demostración de afecto del protagonista, que al perderse la muñe-ca de una niña la convierte en viajera y

Book trailer de Caperucita Roja, de Gabriela Mistral. Ilustrado por Paloma Valdivia de Editorial Amanuta (Chile).

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16 / TICS Y LIJ

escribe cartas desde diferentes lugares a su angustiada dueña. Otro título que se puede encontrar allí es Misión en Marte, también de Jordi Sierra i Fabra.

Tomar té con el sombrereroDistintas son las aplicaciones o apps.

Ya no estamos hablando sólo de lectu-ra sino de una interacción entre libro y lector, entre persona y personaje. Las aplicaciones son como una reunión or-ganizada por el texto, quien invitó a sus amigos para divertirse. No estamos fren-te a una lectura pasiva sino al cruce de la línea entre lectura y juego.

Esto se puede ver claramente en www.morrislessmore.com. Se trata de una historia en la que se hace protago-nista al propio libro con la actividad del lector. El protagonista se encuentra a merced de los contenidos y las activida-des de los volúmenes, unos libros huma-nizados que cuentan una bella historia. La web da cuenta de tres desarrollos: el ebook (quieto), la aplicación (animada) y la película.

Tomemos nuevamente el caso de nuestra gran motivadora Alicia, que nos ofrece en su versión para iPad una in-creíble variedad de acciones a realizar. Así es como un bebé llega al aprendi-zaje de la manipulación de la tecnolo-gía por intuición, sin más que sus ojos y sus manos para mostrar en acción las respuestas sensoriales, motrices, intelec-tuales que genera.

Otra de las opciones existentes son los

cuentos interactivos. Esta es la propues-ta del sitio www.cuentosinteractivos.org, donde los cuentos pueden ser leídos, escuchados y jugados. Con títulos como Desaburrimiento y La palabra perdida; se ven las páginas del cuento con el texto mientras se escucha a una narradora que no sólo cuenta el cuento sino que invita a participar de él abriendo cofres y bus-cando objetos perdidos.

Jugando al croquetPero si de interacción se trata, nos

vemos frente a un fenómeno social casi imposible de comprender en plenitud desde el punto de vista analítico, tanto como del operacional. Es un fenómeno que ha avanzado tanto que ya no solo inviste lo social, sino lo económico, lo político y lo cultural. El cambio de há-bitos que produce pertenecer a una red social influye en todas las actividades de la vida diaria, ya que muchas veces ter-minamos ajustando nuestros horarios a los tiempos de los encuentros on line.

Hablamos de las redes sociales. Facebook y Twitter, principalmente. Los datos son realmente impactantes: 15 millones de perfiles en la versión argenti-na. ¡Quince millones! Y la mitad de ellos tienen entre 18 y 32 años. El Twitter local se estima que tiene cerca de 5 millones de usuarios, aunque pesa sobre él sospe-chas de que muchos son generados por, por lo que es menos confiable para ana-lizar el ocurrir de nuestra sociedad.

Con tal cantidad de cuentas repartidas y compartidas por las dos principales re-des sociales, resulta totalmente compren-sible la aparición de libros tan impensados que, si hubiera una palabra para definirlos sería alguna derivada de neologismo. Esto no es escritura a cuatro manos, como podríamos ver en algún libro de Graciela Repún. ¡Millones de manos compartiendo el relato de la actualidad!

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TICS Y LIJ / 17

Las redes sociales han sido bien apro-vechadas por algunos escritores, no solo para medir el impacto de su obra después de haberla distribuido, sino para crear con ellas. Como ejemplo, la editorial SM pro-pone Invisible, primer volumen de Proyec-to Amanda, de Melissa Kantor. Este novela, ambientada en un colegio secundario, nos presenta una intriga psicológica con un vocabulario actual y contínuas alusiones a Internet y a las nuevas tecnologías: Youtube, Facebook, Ipod, SMS. Todo lo que pueda ser visto, oído y usado por los adolescentes de hoy.

Amanda Valentino es una estudiante que, de un día para otro, desaparece del colegio dejando pistas a algunos de sus compañeros. Además de seguir las pistas, los chicos crean una página web en la que pueden participar todos quienes deseen colaborar, lectores incluidos. Ahí termina la novela en papel y se inicia la novela en la red. Es una serie dirigida a jóvenes a partir de 12 años, que se ha construido en una red social, con la ayuda de la web, blogs, libros y descargas digitales. La respuesta a esta iniciativa fue tan arrolladora que la serie ya tiene 8 volúmenes. Quién lo hubiera pensa-do: literatura masiva y en colaboración con los lectores.

Despertar a la orilla del ríoComo niños con juguete nuevo, no hay

nada más lindo que lanzarse al río de la tecnología y disfrutar de las novedosas he-rramientas que tenemos a mano. Tan sor-prendidos quedaremos con los book trailes y las aplicaciones que se volverán nuestras nuevas adicciones, porque cuando uno en-tra en ese universo ya no puede escapar. Tener un iPad es la puerta de entrada a otro mundo. Hay que ver si necesitamos comer de la torta que hace crecer para poder en-trar. Pero cuidado, no sea que terminemos con la casa del conejo como vestido.//

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18 / EN ESCENA

Cuando 7000 balas son compradas legalmente por Internet con el objeto de generar una masacre, cuando el enemigo de Batman se viste de realidad con una máscara de asesinar a 12 espectadores en el día de su estreno, y aunque los sobrevi-vientes aún puedan sonreír, heridos, junto a sus estrellas de la pantalla grande; uno no puede dejar de preguntarse, desde estos pagos –tan lejanos a la Bat School–, ¿cómo es posible que la violencia irrumpa en la placentera sala de un cine en Denver?

Otro hecho –ya parte de los tantos re-cuerdos– fue la matanza en la universidad Virginia High Tech, en el 2007: un estu-diante Cho Seng Hui asesinó a 32 perso-nas.

La masacre del instituto secundario de Columbine, en la que dos alumnos ase-sinaron a 13 personas, ocurrió en 1999, a solo una treintena de kilómetros del mul-ticine donde Holmes disparó y mató re-cientemente.

Violencia internaSin embargo, la violencia existe tam-

bién en nuestra sociedad y en nuestras aulas. Y aunque crucemos los dedos con fuerza para que nunca llegue a niveles tan altos entre nosotros, mientras analiza-mos las posibles causas que la originan; la única acción que calma nuestros temo-res es algún tipo de prevención. Pero ¿qué tipo de prevención? ¿Controles, cámaras, monitoreos, más policías alrededor de los colegios, más preceptores por piso, más sanciones? ¿Mejores oportunidades para abrir caminos personales de creatividad, incentivos para seguir estudiando, más lecturas críticas, más permisos para la di-versidad de opiniones, más adultos que escuchen lo que todavía sigue siendo si-lenciado?

La manera de contrarrestar el miedo a ser asesinados no puede ser jamás com-prar armas a destajo, estar al acecho como si no hubiera otra ley que la que rigen los metales. Si en los árboles de Navidad hay más armas que libros, el camino debe revertirse. Ya ha sido dicho, advertido y descripto en el film Bowling for Columbine,

Disparen contra Batmanpor Mónica Melo y Perla Quinteros

Una propuesta para profundizar en héroes y villanos frente

a la contradicción de la violencia encarnada.

Profesoras del área de Lengua del colegio Nicolás Avellaneda (CABA).

Si yo fuera como tú, ¿quién sería como yo? (Proverbio judío)

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EN ESCENA / 19

documental dirigido y protagonizado por Michael Moore que se empezó a proyectar en octubre del 2002. Nos tenemos que ha-cer cargo de que esos “tiradores solitarios” son hijos que concurren a las escuelas en donde nosotros enseñamos. No son tan locos, ni están tan solos, por lo menos no lo están años, instantes antes de decidir tomar un arma y matar.

Enemigos públicosSomos lectoras obsesivas y nos gusta

pensar lo que sucede en Ciudad Gótica como si fuera un nuevo Macondo, donde las cosas para ser comprendidas deben señalarse no con un dedo, sino con un control remoto mortal puesto en las ma-nos de un vecino.

Los malos de la trilogía Batman, son personas que crecieron en un contexto

violento donde nadie los escuchaba, na-die creía en ellos, vivieron rodeados de personas que solo erigieron sobre los más débiles su bastarda egolatría –llámese ciencia, soberbia, control, siempre la im-posición de una única verdad. Pero defi-nitivamente, no actuaron como “tiradores solitarios”, respondieron en cada caso y perfectamente a una sociedad hipócrita que contrapone al asesinato más policías, con más armas, con más permisos para matar.

Desde Anarquía hasta Bane, todos los villanos son personas sin superpoderes, cuya maldad ha comenzado a crecer por no tener un motivo válido para creer en el tipo de moralidad que pregonan los es-tados democráticos, la moral del castigo y del arrepentimiento que dicta sobre sí y sobre todos el propio Batman.

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20 / EN ESCENA

Anarquía es el álter ego del criminal adolescente Lonnie Machin. Es un joven en extremo inteligente, con grandes ta-lentos en las tecnologías informáticas y la ingeniería. Anarquía se dedicaba a vengar a los ciudadanos que reclamaban sus pro-blemas en la sección de cartas al director de un diario. Era un Robin Hood, cuyos métodos no eran aprobados por Batman. Luego de ser descubierto, fue recluido en un correccional del cual escapa hasta que el Caballero de la Noche lo atrapa, le da una paliza y lo deja ir.

Otro villano al cual muchos han olvi-dado es Victor Zsasz, un asesino en serie que lleva la cuenta de sus víctimas ha-ciéndose una cicatriz nueva con su cuchi-llo por cada una de ellas. Su personalidad es la de un psicópata de situación econó-mica acomodada y vida frívola, que luego de cometer su primer asesinato cree tener el don de liberar a la gente del hedonismo, de la fragilidad y del vacío interior.

Bane, el último de los enemigos, es un líder terrorista que trata de destruir Ciu-dad Gótica. Un destructor físico y mental. La máscara que Bane utiliza le suministra un gas que alivia el dolor que sufre cons-

tantemente. (Permitamos que este dolor nacido de la enfermedad y el encierro sea sentido también como metáfora.)

De este lado de la pantalla, Holmes disparó indiscriminadamente contra el público que asistía a la función de Batman en donde verían al héroe de Ciudad Góti-ca, a confirmar quiénes son los buenos y quienes los malos de la película.

Lo inquietante, conmovedor y provo-cativo es que nadie es tan bueno ni nadie es tan malo esta vez. “Nadie es inocente” es el tema de toda la trilogía pero en esta última entrega, se revela el montaje de una presunta paz sobre la mentira de la muerte de Dent (Dos caras, en la película anterior). Bane le dice a todos los ciuda-danos quién ha sido realmente Dent, les confirma que todos han alabado como hé-roe a un asesino y que esta información les ha sido ocultada por las fuerzas de la paz y el control lideradas por Gordon y Batman.

Los buenos y los malos, inocentes y culpables, héroes y villanos, estos extre-mos parecen ser los mejores refugios para generar la violencia y el miedo. La violen-cia que pone en marcha los peores infier-

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ARTÍCULO ESPECIAL / 21

nos, el miedo que como respuesta social duplica la apuesta, e incluso el horror.

Espacio para la lecturaLo cierto es que necesitamos una es-

cuela en donde nuestros alumnos sean es-cuchados, que siempre encuentren adultos que crean en ellos. No queremos profeso-res defensores del orden, que dupliquen

sanciones, matafuegos condenatorios para disciplinar la pirotecnia del Guasón.

La escuela debe ser el lugar donde la agresión se sublime, se transforme, se revele en creatividad, en acciones cons-ternadas de belleza, alegría y solidaridad desde las grietas de los muros. Deseamos que el alumno Guasón traiga un arma car-gada de futuro y se llame poesía.//

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Silvia Castrillónpor Valeria Sorín

22 / REPORTAJE

En dos ocasiones anteriores pude entrevistar a la gran especialista colombia-na en lectura, Silvia Castrillón. La primera vez fue para un reportaje de Cultura LIJ. La segunda fue una entrevista pública, reali-zada en 2010 en el marco del II Congreso Internacional de Literatura para Niños que organizó editorial La Bohemia.Siempre me resulta inquietante. Porque ofrece llevarnos con seguridad por espacios del pensamiento que no habíamos recorri-do antes.

Este año repetimos, ahora el reportaje en el papel, y en octubre la entrevista pú-blica en el tercer congreso que organizamos desde la editorial. Tomen estas líneas como un breve adelanto.

Tomar la palabra–Latinoamérica está plagada de buenas prácti-cas, muchas veces llevadas a cabo sin recursos. Ahora bien, ¿por qué es tan difícil la apropiación y sistematización de estas prácticas desde el es-pacio público? –Pienso que es un problema de fondo. En primer lugar, tendríamos que precisar a qué nos referimos cuando hablamos de

lectura. No creo que estemos hablando de lo mismo quienes propician la lectura como búsqueda de información o la lec-tura con fines pragmáticos, o como po-sibilidad de recreación, de diversión, de uso del tiempo libre y quienes pensamos que la lectura es una forma de conoci-miento, una manera de comprender al mundo y a sí mismo.

Esta lectura como búsqueda de sen-tido ha perdido lugar en la sociedad, in-cluso al interior de las dos instituciones en donde la lectura tendría que tener un espacio central: la escuela y la bibliote-ca, tanto para la una como para la otra la lectura se concibe con fines pragmáticos, utilitarios, o asociados al consumo.

Creo que cada vez son menos las per-sonas que promueven la lectura como búsqueda de sentido y que los espacios en donde lo hacen se convierten en es-pacios de resistencia que no son fáciles de mantener.

–He pensado muchas veces quién debe ser el destinatario de las políticas de lectura. ¿Por qué hay tantas políticas dirigidas a los niños? ¿Acaso no deberían dirigirse a las familias, a los adultos?

Antes de presentarse el 11 y 12 de octubre en el Congreso

Internacional de Literatura para Niños, adelanta posiciones.

Editora, Periodista y Gestora Cultural.

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–Sí, infortunadamente es la moda. Y ya sabemos que en cuestiones educati-vas estamos siempre someti-dos a ellas. Además, esta moda surge de estudios económicos y planteamientos de nobeles de economía que han puesto las alarmas acerca de las nefastas conse-cuencias para el desarrollo originadas en la falta de inversión en la niñez. Es decir, ni siquiera se está pensando en los ni-ños. Tampoco se tiene en cuenta, como lo ha dicho Graciela Montes, que la suerte de los niños depende de la suerte de los adultos. También se considera que des-pués de cierta edad ya no hay nada que hacer, por lo cual se considera perdida cualquier inversión que se haga en los jóvenes.

–En nuestros países existen algunos espacios de lectura en cárceles. La gente discute acer-ca de qué esperar, desde cierta expectativa de resultados, de reinserción.–Pues uno no puede estar en contra de los esfuerzos que se inviertan en pobla-ciones marginadas. Al fin al cabo, no se puede generalizar acerca de las personas que están en las cárceles y se trata de se-

res humanos que requieren una atención en calidad de tales. Pero no asocio este tipo de acciones con las que se requieren para ofrecer posibilidades de acceso a la cultura escrita.

–Finalmente, quisiera pensar contigo acer-ca de qué posibilidades de trabajo en red, de armado de redes latinoamericanas podemos pensar.–En este momento estaría interesada en trabajar para el establecimiento de una red que permita mejor circulación del li-bro en América Latina. Pero no en los tér-minos planteados por la gran industria editorial. Me parece que sería necesario que diseñáramos mecanismos para que nuestros autores puedan ser mejor cono-cidos fuera de su propio país (sólo muy pocos lo logran), para abrir espacios de reflexión que ayuden a mejorar la cali-dad de lo que se produce, que a la larga serían espacios de resistencia frente a una industria que sólo ve en el libro una mercancía.//

REPORTAJE / 23

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24 / POLÍTICAS

Las mentiras lectoraspor Daniela Allerbon

Una breve historia de nuestras bibliotecas familiares

Me contaron que en la década del 60 y 70 había gente que decoraba sus casas con mue-bles que simulaban ser una biblioteca. Sola-mente si uno se ponía a investigar se podía dar cuenta que se trataba de “falsos libros”. Primero pensé que era una leyenda urbana pero después concluí que no era tan extraño que, entonces, la posesión de libros fuera sinónimo de status.

En esos años las enciclopedias en más de veinte tomos ocupaban un espacio real y con-creto en las casas. Se lucían los diccionarios en-ciclopédicos, sus lomos, uno al lado del otro, en verde oscuro, azul o negro, con tapas lujosas y los títulos en dorado (hot stamping). Podía ser la

prestigiosa Enciclopedia Británica o la más acce-sible Espasa Calpe pero todas tenían en común esa promesa de conocimiento, una cuasi certeza que todo lo que se podía saber habitaba adentro de esas páginas.

También estaban los clásicos: nunca faltaba el Quijote ni los best sellers junto con los diccio-narios de inglés y de francés. No nos olvidemos de las colecciones de libros para niños: esas ta-pas amarillas de la reeditada Robin Hood.

Ese era el identikit de una biblioteca de una familia de clase media, urbana y dado que no hay estadísticas para refutarlo podemos creerle a esta descripción que tantos repiten de memoria.

Licenciada en Economía. Especialista en Gestión Cultural. Coordina el Programa Libros y Casas, de promoción de la lectura, dependiente de Secretaría de Cultura de Nación.

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POLÍTICAS / 25

Pocos hubieran anticipado que unos años más tarde la exhibición de libros en el hogar podría ser peligrosa. Cuando la última dictadura militar censuraba, incluso, algunos libros infantiles, transitamos ese triste período. Entonces, se escondían libros en sótanos, se enterraban en el jardín o se forraban para que pasaran desaperci-bidos, camuflándose con tapas de biblias y otros libros que parecían inofensivos ante ojos de censores, espías y demás. Parece surrealista que hace algunos pocos años, en este mismo país, la posesión de un determi-nado libro te acercara a la muerte ¿Existirán también libros desaparecidos? ¿Libros enterrados o escondidos cuya ubicación de-sapareció con sus dueños?

Después vino la democracia y vivimos una breve fiesta cultural que palideció durante los noventa, cuan-do lo que había que mostrar para ser alguien era el reloj o el auto que te habías comprado. En los livings sobrevi-vían las enciclopedias con sus tomos pero la literatura empezaba a flaquear.

Más allá de las modas de decoración de interiores hoy nadie finge que tiene libros. Las bibliotecas adelga-zaron sus estantes y pasaron a ocupar una modesta hi-lera con diez o quince libros: algunos heredados, otros comprados para la escuela, un par de diccionarios, al-guno de auto ayuda y un par de escritores famosos. A veces, también, alguna novela histórica (una Florencia Bonelli) y otro de historia argentina (Mitos de Pigna) y alguno de actualidad política o historia reciente.

Las bibliotecas suelen ser un indicio del lugar que tiene la lectura en cada casa. Entonces, lo que cambió fue el lugar de la lectura, su práctica, su importancia, sus usos. Pasó de ser símbolo de prestigio para ser, sen-cillamente, una actividad más. Una que insume muchí-sima concentración y requiere unas cuantas habilida-des cognitivas. Y, dicen algunos científicos, que además del lugar social de la lectura, también está cambiando nuestro cerebro ante la multitud de estímulos en si-multáneo. Hoy podemos hacer muchas cosas más al mismo tiempo. Y, aparentemente, esta nueva habilidad tendrá algunos costos en términos de concentración. Por raro que parezca, mentíamos sobre los libros que teníamos porque eran importantes, nos definían, ha-blaban de nuestro capital simbólico.

No está claro si las nuevas modalidades de lectura son mejores o peores por eso no sé, todavía, si añorar ese mundo de pequeñas mentiras sobre el último libro que habías leído.// Ituzaingó 882 • Córdoba - Argentina • Tel/fax: (0351) 4684342 / 4683460

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26 / BIBLIOTECA PROTAGONISTA

El trabajo de taller se llevó a cabo en dos hogares, donde viven niños en situación de riesgo, algunos de ellos ju-dicializados. Al grupo inicial se sumaron hijos de peones de tambo y niños de la escuela rural más cercana. En definitiva, se trata de grupos heterogéneos tanto en la problemática como en las edades (de cuatro a catorce años), pero en su mayoría con problemas de aprendizaje y atraso en el proceso de lectoescritura.

El objetivo principal ha sido llevar la palabra a lugares alejados de centros ur-banos, a niños privados de actividades culturales, por la distancia pero sobre todo por situaciones histórico-familiares, carencias afectivas, económicas y cultu-rales, que generan exclusión y ausencia de posibilidades igualitarias para sujetos de nuestra sociedad.

Otro de los objetivos es que los niños encuentren en el arte una herramienta primordial para el aprendizaje, creyendo que todo ser humano puede acceder a éste, si se lo respeta como tal con sus li-mitaciones y valorando sus posibilidades.

¿Por qué un taller literario?Porque en un taller literario, recorre-

mos un camino de estrategias no tra-dicionales para abordar una expresión creativa. Trabajamos desde el juego, la animación, en un tránsito por diversas disciplinas, siempre teniendo a la palabra como herramienta primordial para lle-gar a un momento de creación libre. Leer por el goce mismo de leer. Escribir por el placer de expresarse. Sostiene Lacán que la palabra nos horada desde adentro. Entonces, para adentrarnos en nosotros mismos debemos animarnos a trabajar, a jugar con ella, debemos conocerla, crear una relación, apropiarnos de las que nos identifican y reconocerlas como parte de nosotros mismos.

En la relación texto – lector se genera un ida y vuelta, una realimentación y una recreación del texto en la cual el lector, transforma a este en uno nuevo y pro-pio. Ese que va escribiendo mientras lee, mientras vive.

La palabra está en nosotros, pero hay que buscarla, reconocerla, elegirla y to-marla. Para tomar la palabra, hay que re-correr caminos con ella, y esos caminos están en los libros.

Te llevo bajo la piel por Marina Giménez

Docente y tallerista (Córdoba)

Leer con las manos, con los pies, con el estómago. Jugar, hacer poesía.

En la cocina literaria se cocinan muchas cosas, se elige, se piensa.

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BIBLIOTECA PROTAGONISTA / 27

Si digo agua ¿beberé? Poseer la palabra no es poca cosa, es

ejercer el derecho a ser hombre. Es el pa-saje a la pertenencia de todo individuo. Por medio de la literatura, se puede acce-der al mundo de la fantasía.

Esta realidad que crea la literatura por medio de la fantasía y la imaginación no es menos real, sino una oportunidad transformadora que nos permite la espe-ranza de una realidad más vivible. Y allí está la construcción. Con la palabra se puede construir esa nueva realidad.

Con esta idea, fui a leer ese primer cuento a un lugar desconocido con la es-peranza de que allí me esperaban niños, niños como el que yo fui.

Vivir es un acto de fe; leer, escribir, amar son actos de fe. Pensamos que va-mos a encontrar respuestas a nuestras preguntas, y también nuevas preguntas que tendremos que volver a intentar re-solver. Por eso, estamos en lectura perma-nente. Para leer al otro, y en el otro leernos a nosotros.

Vivimos leyendo lo que nos rodea, y lo que nos rodea es también lo que nosotros mismos construimos. Entonces, leemos para construir y reconstruir, somos ar-quitectos, albañiles, obreros, ayudamos a construir mientras nos vamos constru-yendo. Porque el tiempo pasa desaperci-bido y en la vida de un niño, un cuento, un abrazo y un poema pueden llegar a ser muy buenos cimientos. El "había una vez" es un acto de fe; no sabemos lo que viene

después, pero nos llenamos de curiosidad por averiguarlo.

En este sentido, los niños que no per-tenecen a los hogares hacen un gran es-fuerzo, ya que los horarios del tambo en que ayudan a sus padres, limita la asis-tencia a la actividad, y se nota en sus cari-tas la tristeza cuando avisan que a lo me-jor puedan acudir cada quince días y no todas las semanas.

El camino que vamos recorriendo no es sencillo; un obstáculo que se repite en los espacios literarios, es la invisibilidad de la palabra, su intangibilidad, la ignorancia de la importancia que tiene para el ser hu-mano como constructora de sentido, de

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28 / BIBLIOTECA PROTAGONISTA

pensamiento abstracto, de identidad, de ejercicio de derecho, de acceso a y dentro de la comunidad. Leer es elegir, es pensar.

Por eso nos reunimos a jugar entre pa-labras, por el goce mismo que ella produ-ce, sin esperar resultados aunque luego ellos nos sorprendan. Para poder llegar a los niños a través de la lectura, tuve que reflexionar acerca del acto de leer y abor-dar todo su significado. Leer con todo lo que implica, no solo decodificar. Pensé en ayudarlos a leer con todos los sentidos, con el cuerpo entramado en el texto, con el mundo quemando de palabras y hora-dando la vista, el tacto, los oídos…

Pensé en los versos de Alejandra Pizarnik “si digo agua ¿beberé? / si digo pan ¿comeré?”. En la lejanía del signifi-cado frente al significante incrementada ésta por la ausencia de palabra en estos niños. ¡Cuánta ausencia confrontando con la urgencia cotidiana de sus realidades le-janas a la literatura y a los sueños! ¿Cómo hacerlos sentir parte de esa fantasía que les ofrecían los textos, a esa conmoción de sentidos que provoca el poema?

Leímos Monigote en la arena, de Laura Devetach, y fuimos hasta el río, y en la ori-lla jugamos a ser Laurita y con juncos y ramas secas dibujamos grandes monigo-tes, tocamos con las manos el borde ás-pero de la arena y el borde suave del agua. Sentimos en el rostro el viento que jugaba

con nuestra piel, y con los trazos del mo-nigote también, escuchamos el rasguido del viento y el de grandes patos que pa-saban en vuelo cercano y ruidoso. Y ellos, con sus dedos ásperos de juego, juntaron caracoles y se mojaron las manos y casi las zapatillas. Entonces el texto se hizo presente, más cercano, un texto que po-dían sentir, oler, garabatear, “escribir”.

También hicimos títeres con medias viejas, convirtiéndolos en algún persona-je de cuentos que habíamos leído, y allí tomó forma la bruja Maruja, un hada suel-ta, una princesa muy clásica a la que le gustaban las vidrieras, un héroe, un paya-so que irrumpiría en medio de la historia, cada uno con su personaje escribiendo parte de la obra. En este recorrido lector pudieron edificar un espacio nuevo y pro-pio en el que cada uno fue protagonista.

Leer en y con el cuerpoEn el taller abrimos puertas, batimos

alas, compartimos rondas y canciones, risas y lágrimas. Jugamos a ser los perso-najes de nuestros propios cuentos y allí estaban, hadas, emperadores, dragones, desenredadores de estrellas, brujas y cos-tureras bordando trajes invisibles, porque de lo invisible surge la luz.

Leímos y leemos con las manos, con los pies, con el estómago. Porque en la cocina literaria se cocinan muchas cosas,

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BIBLIOTECA PROTAGONISTA / 29

palabras, aromas, sonidos, sabores y nosotros jugamos a ser Marcel Proust, y amasamos scons rememorando sus magdalenas, para que algún día, en algún lugar, la memoria se des-prenda con olor a vainilla y ralladura de limón y ellos recuerden un cuento, un poema una pa-labra compartida que les sirva de abrigo. Cons-truimos memoria, huellas, vida, esperanza y sobre todo una morada.

Hoy los niños me esperan, esperando el tex-to, sabiendo que algo va a suceder, sugiriendo ellos mismos actividades nuevas. Hemos pu-blicado revistas con poemas y cuentos en am-bos talleres, obras de títeres que luego fueron representadas por ellos en la fiesta de fin de año de la Escuela Rural a la que concurren la mayoría. Estamos preparando un libro con un nuevo cuento y un programa de radio literario humorístico mezclando los momentos de la radio, noticias de cuentos clásicos y tandas pu-blicitarias con canciones populares y de poetas reconocidos.

Los niños con más problemas han progre-sado en su decodificación y se esfuerzan mo-tivados por los que ya leen. Todos participan en la creación oral y escrita, han mejorado en su escolaridad. Manifiestan cambios en la rela-ción con sus pares y adultos, se los ve alegres y más seguros de sí mismos encontrando en este espacio un lugar de confianza para animarse a intentar leer aunque por ahora sea lento y con algunas dificultades de pronunciación.//

BIBLIOGRAFÍAHÖLDERLIN, F.; Bajo un cielo favorable están los poetas, Antología

Poética, inédita.FREUD, S.; El Poeta y los Sueños Diurnos.PIZARNIK, A.; Textos de sombra y últimos poemasDEVETACH, L.; Monigote en la arenaSALAS, O.; La Bruja Maruja y otras Historias al vuelo, Ministerio de

Educación, Presidencia de la Nación, Campaña Nacional de Lec-tura “Leer agranda el alma”

PISOS, C.; Las hadas sueltasPROUST, M.; En busca del tiempo perdidoROSENBLATT, L.; La Literatura como ExploraciónRODARI, G.; Gramática de la fantasía; Introducción al arte de contar

historiasWILDE, O.; El gigante egoístaSALAS, O.; El desenredador de estrellas

Page 32: Cultura LIJ #18

30 / CON LUPA

Lo maravilloso de una antología es el hecho de que en un mismo libro, uno puede volar de estilo en estilo, pasando por las variadas formas de transmisión literaria que tienen los autores de las obras. Y si esas antologías, es-tán además ilustradas de forma encantadora, el valor del libro se vuelve indescriptible.

En este sentido, la Biblioteca Nacional ha creado la co-lección Quelonios, antologías de cuentos infantiles de au-tores importantes de la Argentina. Este libro nace como confluencia de dos de las actividades principales áreas de la Biblioteca: las actividades comunitarias y la publicación de libros. Desde la contratapa, Horacio González, director de la institución, nos cuenta que los quelonios “son anima-les que podríamos imaginar testigos absolutos de la histo-ria de la Humanidad. Estuvieron allí con sus caparazones y cabecitas oscilantes arrastrándose por paisajes remotos durante millones de años.” Y son en su calidad de testigos que pueden dar cuenta de lo mejor de nuestra literatura.

Entre cuento y cuento se filtran de manera deliciosa las ilustraciones de Mey, quien ha sabido plasmar en imáge-nes precisas la esencia de cada cuento. Las miradas de los protagonistas de las historias resaltan notablemente por su expresión.

Cada cuento cierra reponiendo la biografía y la foto del autor, así como información acerca de la editorial donde ha sido publicado.

Páginas adentroEl libro Quelonios 1 se inaugura con el cuento de Horacio Quiroga La tortuga gigante, y lo siguen: • Los horneros de Juan José Manauta • Un elefante ocupa mucho espacio de Elsa Bornemann • Mamá, ¿Por qué nadie es como nosotros? de Luis María

Pescetti• Amistades Peligrosas de Patricia Suárez• Velorio de campo de Sandra Comino

• Fabulandia de María Brandán Aráoz• Gaspar, Martín y Gato de Ana María Shua • Una pulga y un perro de Cristina Martín

El libro Quelonios 2 es inaugurado por Rosas para la maestra de segundo grado, de Álvaro Yunque, un cons-tructor de historias que dedicó su vida a los trabajadores y a los niños. Y el autor volverá a aparecer con el cuento El amor sigue siendo niño. También encontramos:• El gato que quiso comerse la luna de Javier Villafañe • Los zapatos voladores de Margarita Belgrano• A nadar con María Inés de Griselda Gambaro• Tal vez sea cuerda de Adela Basch• El rapto de Ricardo Mariño• Pisando fuerte de Gustavo Roldán• Cuando los ojos se cierran de Paula Bombara• Suj. el sueño, Laura Escudero

Una preciosa edición, de agradable diseño gráfico y be-llísimos personajes. Y si cada autor está marcado por un color, el libro se convierte en un arco iris de literatura.

Todos por el arteMe tomo un momento para remitirme al primer cuen-

to de los Quelonios. Allí una tortuga y un hombre se ayudan mutuamente en la lucha incansable por resistir la enfermedad y la sed de un largo viaje. Primero es el hom-bre quién salva a la tortuga del ataque de un tigre; y luego es la tortuga quién carga al hombre sobre su lomo para trasladarlo delirando de fiebre hasta Buenos Aires, don-de podrá curarse. Lejos de la moraleja, no puedo dejar de pensar en aquel vínculo por el cual un personaje sostiene al otro.

Metáfora para la Colección Quelonios: un grupo de ar-tistas sosteniéndose y acompañándose mutuamente en la construcción de ese arcoíris mayor. Uno para todos y todos para uno. Y todos por el arte.

Coni Salgado

Quelonios 1… 2… y…

Docente de Educación Inicial. Edita el blog La Luna Naranja acerca de literatura infantil.

Interesante propuesta, la antología que ha presentado la Biblioteca Nacional.

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32 / ACADEMIA

Alli esta él: alto, con esos oja-zos enormes llenos de color y, en primer plano, su mano derecha extendida. Jesús Moya, dueño de una imagen impecable. O de varias.

Catedrático de Filología Inglesa en la Facultad de Educación de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha; Direc-tor del Departamento de Lenguas Moder-nas en su Universidad; profesor y ponen-te del máster de Promoción a la lectura y literatura Infantil que organiza el CEPLI. Autor de varios artículos sobre la interac-ción texto-imagen en los libros álbum en revistas internacionales como Journal of Pragmatics, Text and Talk, Atlantis, Word o Functions of Language, entre otras.

Después de la conferencia sobre la lec-tura de imágenes en el álbum ilustrado, en la última Feria del Libro Infantil y Juve-nil, nos recibió en exclusiva.

En el origen–En la conferencia hablaba de la coopera-ción entre el lenguaje visual y el verbal. ¿Esto es lo que define un libro álbum?–La característica diferenciadora del libro álbum es la interconexión de códigos de forma que uno no se puede entender sin el otro. En un libro ilustrado yo puedo leer una historia a través del componente ver-bal y el componente visual no aporta nada nuevo sino que apoya el texto. Veamos un ejemplo concreto: Querido zoológico, de Rod Campbell. El autor cuenta la historia de un niño que escribe al Zoo para que le

El señor de los dibujospor Fernanda Argüello

Periodista y escritora de literatura infantil

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Considero que si

queremos formar buenos

lectores de imágenes

necesitamos desarrollar

actividades que los

ayuden a entenderlas.

ACADEMIA / 33

manden una mascota. Le envían varios animales que el pequeño rechaza hasta que encuentra el animal ideal para él. Cuando el texto dice “y me enviaron un”, y aparecen los pun-tos suspensivos, el niño debe ir a la jaula y levantar la tapa (pop up) para ver si es una rana o un león. Incluso para los niños pequeños es necesario ese componente visual para crear la historia. Esta interco-nexión es lo que hace la magia del libro álbum. En un libro ilustrado no se da esta cooperación entre texto e imagen porque todo está dicho a través de la palabra.

Las dos torres–¿En algún momento entran en tensión los dos lenguajes?–Se pueden generar momentos de tensión a través de la contradicción o la ironía. Prueba de ello es El libro inclinado, de Peter Newell. Allí se ven dos versiones: cuenta la historia de un niño al que su niñera lle-va en un carrito cuesta abajo. En un mo-mento ella se distrae y el carrito se lanza por la calle. Es una situación de peligro donde el carrito va haciendo destrozos en el camino mientras que los observadores están asustados por lo que puede pasar. Sin embargo, en las ilustraciones el niño muestra una cara de felicidad impresio-

nante que no se corres-ponde con el texto. Así

se crea un efecto irónico.Me viene a la cabeza otro ejem-

plo mas claro todavía, Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak. El texto describe a los monstruos como seres ho-rripilantes y horrorosos, cuando las imá-genes son curvadas y a esos monstruos te gustaría tenerlos como muñecos en casa. Entonces, las dos perspectivas que se confrontan crean la ironía. Otro momen-to de tensión entre texto e imagen se ve en El cuento de Pedrito Conejo (dependiendo la traducción), de Beatrix Potter. Cuando el conejo escapa y se deja la chaqueta el campesino la usa para fabricar un espan-tapájaros, al cual se lo ve en la imagen rodeado de pájaros. El autor ridiculiza así al campesino: no es capaz de atrapar al conejo ni de asustar a unos pájaros. –¿Se pueden poner en tensión los dos lenguajes en libros para niños de cual-quier edad? –No, los efectos irónicos deberían utilizar-se en libros dirigidos a niños en períodos preoperacionales, es decir, de 7 a 9 años. –¿El uso de la simetría también atiende a una clasificación por edad?–Generalmente se cree que cuando un libro está dirigido a niños de 0 a 2 años, que están en el período sensorio-motor,

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34 / ACADEMIA

Hoy en día el mundo de la

imagen está por encima del

mundo verbal.

las imágenes deben ser totalmente simé-tricas pero no es así. Lo vemos en ¿Dónde está Spot?, de Eric Hill. El texto es la pre-gunta del título y el niño tiene que ma-nipular y levantar la tapita (nuevamente otro pop up) para leer la respuesta. En este caso hablamos de complementariedad entre texto e imagen y ausencia de sime-tría. –¿Hay un lenguaje que se interpreta an-tes que el otro en el proceso de lectura de un libro álbum?–Para el niño es más fácil interpretar el lenguaje visual que el verbal, porque el aprendizaje de la lectura lleva más tiem-po. Admitiendo esta situación, considero que si queremos formar buenos lectores de imágenes necesitamos desarrollar ac-tividades que los ayuden a entenderlas.

La comunidad de la imagenAsí como Tolkien usó todos sus cono-

cimientos en filología para crear comuni-dades, Jesús Moya los utiliza para analizar la comunidad en la que crece un niño de hoy, una sociedad en la que predomina el mundo de la imagen de la mano de las computadoras, la play station, la wii, el fa-cebook, el twitt y los canales de televisión. Con esta base, se puede pensar que para los adultos quizás sea más difícil estar familiarizados con el lenguaje visual que para los niños que desde que son chiquiti-tos están rodeados de nuevas tecnologías.

–¿Cree que es una cuestión generacional, que a los adultos nos cuesta el lenguaje visual?–Puede ser, sencillamente porque a los adultos nos han enfatizado la lectura de la palabra y la imagen se consideraba se-cundaria. Esto vivimos nosotros, pero hoy en día el mundo de la imagen está por en-cima del mundo verbal. Durante mi EGB en España, los dibujos eran para entrete-ner; tenías que aprender el texto, que era lo importante. –Haciendo foco en la lectura de las imá-genes, ¿cómo se usan los colores y los planos de los personajes en la literatura infantil?–Los primeros planos, por ejemplo, no suelen verse en los libros infantiles sino en el cine. Cuando un libro muestra pri-meros planos, nos metemos dentro de los sentimientos del protagonista. Si nos fijamos en el Gorila de Anthony Browne, al ver las rejas y esos ojos, quien no puede interpretar que ese gorila está triste por falta de libertad. El autor hizo una crítica sin escribirla, simplemente mostrando. –¿Hay una guía hacia la creación del sig-nificado de la imagen conciente o incon-cientemente por parte del autor?–Con la imagen se crea significado y emo-ciones. Los ilustradores saben esto y lo aplican. Habrá ilustradores que lo sepan formalmente y otros con capacidad inna-ta. Lo que hace falta es utilizar las técni-

Siete ratones ciegos de Ed Young

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Otro año con toda la

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Stand 324,Pabellón Azul de la Feria del Libro

cas necesarias para que el significado llegue al lector de la mejor forma posible. –Tenemos una dificultad con respecto a la imagen y es que no existe una Real Aca-demia de la Imagen que nos ayude a nor-matizar. ¿Considera que los ilustradores de alguna forma se respaldan en la tradición pictórica?–Por supuesto, en la literatura infantil se re-conocen estilos que son propios de la pin-tura. Se ve el cubismo en La pequeña oruga glotona, de Eric Carle, donde hay collage, no existe el volumen, las representaciones son totalmente planas. Dentro de los minima-listas está El globito rojo, de Iela Mari; o Siete ratones ciegos, de Ed Young; donde también se juega con el color. Ejemplo de estilos más expresionistas donde conviven la luz y la sombra, es Tú grande y yo pequeño, de Gregoire Solotareff. –Si tuviera que definir algunos rasgos con los cuales acercarnos a la poética de un ar-tista de la imagen ¿cuáles serían?–Primero observaría la representación de la realidad: a través de imágenes narrativas o a través de imágenes conceptuales de carác-ter más simbólico. En segundo lugar, vería si interactúa conmigo; si sabe utilizar técnicas para atrapar la atención del lector visual. Y luego analizaría la manera en que se combi-na todo para crear un mensaje coherente y al mismo tiempo atractivo.//

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36 / NARRADORES

Antes de ser una de las más notables narradoras de la Argentina, Ana Padovani estudió música, se graduó en psicología, y lógicamente se formó en teatro. De la mano de la narración ha recorrido el mun-do, y tanto en Francia como en Estados Unidos pudo estudiar con notables de este arte.

Pero no agota en la narración sus re-cursos, aunque es una puerta maravillosa por la cual asomarse a su mundo. Los de-jamos entonces en compañía de su propia y singular voz.

Cómo definir al narradorA fin de singularizar, aún con los ries-

gos que implica, opino que narrador es todo aquel que cuenta una historia a un determinado receptor, ya sea virtual o real. Si lo hace a través de la palabra ad-quiere distintas denominaciones según los países. Por ejemplo, entre nosotros se lo suele denominar narrador oral. El térmi-no cuentacuentos fue recientemente acep-tado por la Real Academia Española pero aquí todavía no es de uso corriente. En Latinoamérica suele denominarse cuente-ro, término que en nuestro medio se uti-liza principalmente para hacer referencia al narrador espontáneo, no profesional. El idioma inglés, con la concisión que lo caracteriza, necesita una sola palabra, storyteller, para dar cuenta de todo el aba-nico de posibilidades.

La delimitación entre narrador y ac-tor tampoco tiene una respuesta unívoca. Por tratarse de un hecho artístico no pue-den establecerse demarcaciones precisas como se lo hace en las ciencias o en otros campos del conocimiento.

Intentaré aproximarme tomando al-gunos parámetros, aceptando las impre-cisiones propias de la simplificación y te-niendo en cuenta que puede haber otros abordajes posibles. Me referiré por lo tan-to al sistema de producción y a los recur-sos expresivos.

Si se trata de presentar un espectácu-lo en un escenario teatral o de café con-cert y se apela a los recursos propios del mismo, como la puesta en escena o la iluminación, la narración se acerca al he-cho teatral. En cambio se aleja del mismo cuando se despliega en un espacio coti-diano, familiar, social o escolar, donde no se requieren.

También los recursos expresivos que se utilizan en el momento de narrar podrán aproximarse más a la escena teatral en la medida en que se tenga el don y el entre-namiento para desplegarlos (por ejemplo interpretación vocal y corporal de perso-najes, manejo del ritmo y del espacio, etc.)

No obstante yo creo que una historia interesante y bien estructurada, cuando se la sabe contar, siempre capta y sostiene la atención. No es imprescindible apelar a recursos teatrales.

Mundo Padovanipor Ana Padovani

La artista revela el mundo del narrador en estas páginas.

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NARRADORES / 37

Pero como se trata de una disciplina artística, no caben los cánones ni los pre-ceptos, cada uno debería hacer un trabajo de búsqueda personal para encontrar su estilo, su “propia voz”, y el lugar donde desplegarla. En este proceso hay que te-ner en cuenta que no se trata de “copiar” el éxito del otro, sino que el éxito se en-cuentra al desarrollar lo genuino.

Narrador se hacePara pensar la formación de un narra-

dor es necesario tener en cuenta algunas precisiones en cuanto al ámbito donde cada cual quiera desarrollarse y al obje-tivo que se proponga, pero en cualquier caso lo que siempre debe estar presente es el deseo de compartir el goce que la narración implica.

Cuando quiera formarse para la esce-na, haciendo de ello una profesión y un medio de vida, creo que debería procurar-se el aprendizaje y entrenamiento que re-quiere cualquier rama artística.

El espectáculoEn principio aclaro que todos los cuen-

tos de que dispongo en mi repertorio fueron elegidos por el goce y “el encan-

tamiento” que su hallazgo me produjo en algún momento, y que me llevó al impul-so de compartirlos.

Luego, para cada oportunidad, hago una selección en la que tomo en cuenta en principio la capacidad de comprensión del público al que va dirigido, así como sus gustos e intereses. Eso determinará el tipo de cuentos y de recursos expresivos a que apelo, aunque en el fondo siempre se trata de lo mismo: captar y sostener la atención, crear la “burbuja mágica” donde todos están inmersos, el narrador y sus oyentes.

El público infantil es el más fácil para entrar en ella y el más difícil para sostener dentro. El adolescente es el que se resiste a entrar pero es fácil de sostener. El adulto es el más difícil de categorizar porque su respuesta puede no responder a variables espontáneas sino a condicionamientos culturales.

Mi experiencia me ha demostrado que aún en las circunstancias más adversas es posible encontrar recursos para mantener la ilusión; lo importante es que el propio narrador “se instale” en el cuento y disfru-te con el juego que propone.//

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38 / COLUMNA DE ALIJA

La idea central es que las personas y las culturas migran, y en sus viajes y reasentamientos llevan sus historias. En este congreso se explorará cómo los li-bros y cuentos para niños y jóvenes pueden cruzar las fronteras y migrar a través de diferentes países y cul-turas. Las cuestiones como la globalización, los textos en dos idiomas, el intercambio cultural y el arte de la traducción son los temas de debate que se plantean para el mismo.

Algunos de los representantes de ALIJA viajarán a Londres para presentar un póster que da cuenta de la investigación que se está llevando a cabo, el Proyecto Golondrina, sobre el tema de los movimientos migra-torios y su vinculación con la LIJ.

Proyecto GolondrinaLa complejidad lingüística y cultural que atraviesa la

Argentina actual involucra una historia de movimien-tos migratorios, de procedencia mayormente euro-pea durante los siglos XIX y XX, y desde otros países sudamericanos y asiáticos en las últimas décadas. De modo que este país se ha constituido en gran medida a partir de diferentes oleadas migratorias que llegaron por razones políticas, sociales o económicas. Al mis-mo tiempo, y también por circunstancias vinculadas al contexto histórico-político, muchos argentinos han migrado hacia otros sitios, dentro y fuera del país.

Esos hombres y mujeres, como las golondrinas que migran cada año para sobrevivir, llevaron y trajeron su lengua, sus costumbres, sus tradiciones, sus relatos. Esta investigación busca analizar las visiones de los in-migrantes y de los emigrantes que se han trasladado

a las novelas y cuentos destinados a niños y jóvenes, que fueron publicados en Argentina desde 1984 a la actualidad.

Un recorrido, tres caminosSe trata de un recorrido dividido, en principio, en

tres tramos o caminos:1. De allá para acá

Este camino agrupa las novelas y cuentos que abor-dan como temática el traslado, de una persona o una familia, desde un país extranjero hacia Argentina. Este primer recorrido aborda cuestiones como la perse-cución y la ayuda a los judíos, la inmigración desde Italia, Galicia o de otros países de Sudamérica hacia la Argentina.2. De acá para allá

Este camino reúne las novelas que abordan como temática el desplazamiento, de una persona o una familia, desde Argentina a un país extranjero, particu-larmente a España.3. Caminos internos

Este camino está conformado por novelas que alu-den a migraciones dentro del país, normalmente de zonas rurales a urbanas.

Este recorrido, a través de sus tres caminos, permite vislumbrar a cada paso que las obras analizadas, jun-to a la calidad literaria, aportan valores basados en el entendimiento de otras realidades, la tolerancia ha-cia otras culturas y la búsqueda de las raíces cultura-les.Los libros que tratan estos temas de autores como Perla Suéz, María Teresa Andruetto, Oche Califa, Andrea Ferrari, Elsa Bornemann, Graciela Cabal, Lydia Carreras, Sandra Comino, Paula Bombara, Norma Huidobro y Laura Escudero, entre otros, es-tarán representados en este póster.

Cruzando fronteraspor Laura Giussiani y Pilar Muñóz Lascano

A partir del tema central del Congreso de IBBY que se realizará

desde el 23 al 26 de agosto en Londres, ALIJA adelanta el póster

que presentarán.

Miembros de la Comisión Directiva de ALIJA.

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I King. Homenaje a J.L. Borges, E.Pesce.

Especialista en lectura. Coordinadora de la biblioteca de la Asoc. Civil La Vereda.

Dejenme empezar esta columna con las palabras que John Berger escribió en Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos: “Los primeros que inventaron, que die-ron un nombre a las constelaciones, eran contadores de cuentos. Al trazar una línea imaginaria entre ellas, les confirieron una imagen, una identidad. Se ensartaban las estrellas en esa línea al igual que se van ensartando los acontecimientos en un relato. El imaginar las constelaciones no modificó las estrellas ni tampoco el negro vacío que las rodea. Lo que cambio fue el modo de leer el cielo nocturno.”

Armar una línea imaginariaA veces pienso en que podríamos ar-

mar una línea con todos los libros que leímos, y que podríamos encontrar en esa trayectoria, eso que nos dejó cada libro. A veces lo sabemos con certeza, otras veces no. Y seguramente hay algunos libros in-olvidables, y otros que merecen ser olvi-dados, o libros que tal vez podrían ser ol-vidados, pero que dejaron en nosotros la marca sobre la cual nos hicimos lectores.

Puede ser una frase, un personaje, un modo de mirar, una escena que nos cauti-

vó, un mundo distinto al que conocemos, o similar pero donde ocurren otras cosas, cosas que no creíamos posibles, que ni si-quiera sospechamos. Todo esto construi-do con palabras. ¿Qué nos pasa con las palabras?

Contadores de cuentosA muchos de nosotros nos leyeron y

nos contaron cuentos. Y nosotros leemos cuentos, novelas, poesías, teatro… ¿Sabe-mos lo que puede pasar cuando contamos un cuento? ¿Lo que puede pasar con las pa-labras? Las palabras a veces hacen solas su trabajo e irrumpen en nuestra vida trans-formándola para siempre, un poquito.

Es probable que conozcan el Proyecto De mayor a menor, que consiste en que adultos mayores voluntarios leen en grupo a chicos del primer ciclo de las escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires.

Los invito a pensar a partir del relato de Ana, una estudiante participante del proyecto: “Unos días después de nuestro primer encuentro (de formación en pro-moción de la lectura) recordé la propuesta de que miráramos nuestra biblioteca a ver si nos daban ganas de compartir una lec-tura con todo el grupo.

Descubrir una palabrapor Daniela Azulay

Ese momento exacto en el que una

palabra nueva entra a formar parte

de nuestro universo

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Entre otros libros de la infan-cia, encontré el libro de El cumpleaños de la Osita (de Gyo Fujikawa, Edi-torial Atlántida). Pensé que no era un cuento para compartir con mis compañeros de la facultad, pero que sin duda para mí era muy significativo. ¿Cómo olvidar-me si me lo habían contado tantas veces y me encantaba? Empezaba: ‘La osita se despertó temprano, feliz y contenta ¡era su cumplea-ños!’ Después se ponía su vestido, recibía el saludo de mamá osa y papá oso, y se tomaba “un copioso desayuno”. Y no era que el desa-yuno se copiaba en el dictado o en la prueba de matemática, sino que era uno de esos señores desayunos con muchas cosas para tomar y co-mer, de esos que seguro no te dejan con nada de hambre. En el dibujo de esa página se veía a la osita con un flor de desayuno. Obvio que antes de leer ese libro no conocía esa palabra y después siempre supe que la había aprendido de ahí.”

Cuando Ana contó esta historia me conmo-vió, y todas las conversaciones que generó con sus compañeros de Trabajo Social que partici-pan como pasantes, me dejaron pensando en la cantidad de veces que contamos por prime-ra vez un cuento a niños y niñas, a jóvenes y ocurre descubrimos una palabra nueva.

Además de recordar el cuento, las veces que nos lo contaron, el o los vínculos que se establecieron gracias a esas lecturas, ¿cuántas

veces habremos mediado en el

descubrimiento de una palabra nueva?En esto de abrir nuevos

mundos posibles, Ana en su re-lato puso de manifiesto explícitamente el

momento en el que descubrió por primera vez una palabra desconocida, a través de un cuento.

Esto también es parte de lo que nos propo-nemos cuando hacemos mediación de lectura, abrir, descubrir, comenzar a dibujar una línea. Y esas palabras que se usan una vez aprendi-das, de cualquier modo. Y animarse y festejar con los descubridores de palabras.

Ensartar los acontecimientosY entonces la pregunta sobre los mediado-

res, nosotros, los que hacemos, los que forma-mos mediadores.

Nosotros, que habitamos espacios en don-de se generan encuentros entre niños, niñas, jóvenes, adultos y libros; ¿qué lugar le damos al ser lector de cada mediador?

¿Qué posibilidad damos a que cada media-dor arme su línea de lecturas? O como diría Laura Devetach su camino lector, con su in-vitación a enlazar los textos que conforman nuestra textoteca interna (y cuando dice tex-tos, Laura se refiere a todas las palabras que nos acompañaron desde la cuna, contadas, leídas, que nos leyeron).

El lugar del ser lector de cada mediador, docente, tallerista, es un lugar a alimentar, a

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DESDE EL AULA / 411 A 1 / 41

cuidar, a recordar, porque en ese pasar por el cuerpo y por la mente la historia propia con las palabras aparecen estrategias, po-sibilidades, descubrimientos de descubri-mientos (como el de Ana), que permiten y habilitan la tarea con otras herramientas que la enriquecen. Y en ese sentido, pienso que esto es algo que nos toca a todos. Re-cordar nuestras propias prácticas lectoras, nuestros recorridos, nuestras trayectorias.

Como dice Michele Petit, en el ya clá-sico Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura: “Los seres humanos se consti-tuyen siempre en la intersubjetividad y sus trayectorias pueden cambiar el rum-bo después de algún encuentro. Esos en-cuentros a veces son propiciados por una biblioteca, con un mediador, con un lugar, o con un objeto concreto: el libro.”

Pienso en los recorridos lectores, en la propuesta de buscar, de bucear en nues-tras prácticas lectoras y ver qué nos pasa. Estoy segura que para Ana no va a ser lo mismo haber recordado sus lecturas de infancia, haber realizado un recorrido por su biblioteca, antes de encarar sus prácti-cas de Promoción de la lectura.

Esta experiencia, tal vez, nos interpele a pensar en todo lo que puede pasar cuan-do leemos para otros. En esos misteriosos instantes en los que los más variados des-cubrimientos pueden suceder, como esas lecturas en las que alguien descubre para siempre, lo sepa o no, una palabra nueva para contar su vida.//

Obras que acompañan esta nota del artista plástico Ernesto Pesce.

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42 / DE FONDO

Desde su aparición en la Feria del Libro Infantil y Juvenil del 2008 contaban con 15 títulos entre los que se encontraban los clásicos de Horacio Quiroga. Cuenta Guillermo Horn, director editorial de Pictus, que decidieron dar a conocer la edi-torial “en la feria como una especie de bautismo de fuego y también como una manera de asumir el compromiso de forma definitiva. Fue el momento en el que la edito-rial pasó de ser un proyecto a una realidad tangible”. Hoy, pasar por el stand de la editorial es encontrarse con novedades y próximos lanza-mientos, siempre coherentes con el catálogo.

Colección por colecciónLos Mini álbum son clásicos na-

rrados por Liliana Cinetto, quien re-crea las historias de Caperucita Roja, Cenicienta ó Epaminondas, man-teniendo la estructura original de estas historias pero pensadas para ser escuchadas. Cada uno de estos libros están ilustrados por reconoci-dos artistas.

La serie Filosofía para niños en-cierra historias cotidianas para pen-sar nuevas maneras de actuar. Entre los títulos podemos mencionar La camisa del hombre feliz y La muerte en una nuez.

Ilustropía es una colección de cuentos ilustrados en gran forma-to para lectores entre los 7 y los 9 años aproximadamente. Las temá-ticas abordan desde los miedos, caprichos, presentados al lector desde el humor. Uno de los títulos más destacados es Emily en el país de la mufa de Horn acompañando por las bellas ilustraciones de O'kif. Este año entre las novedades los lectores se encuentran con la histo-ria de Emily en el país de los juegos. También un delicioso libro álbum escrito por Liliana Cinetto, ilustrado por Poly Bernatene Mamá los mons-truos.

La colección Lectosfera presenta títulos y autores imperdibles: Kipling, Stevenson, Conan Doyle, a Márgara

Diego Javier Rojas

Redefinir la calidad

Conozcamos a Pictus,

una editorial que busca

entregar al lector un

producto de calidad.

Docente, Bibliotecario escolar y Escritor de libros para niños.

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DE FONDO / 43

Averbach, Franco Vaccarini, Diego Muzzio, Liliana Cinetto. Acerca de esta mixtura entre autores clásicos y contemporáneos dice Horn “Es una convivencia muy pacífica, por-que está basada en la calidad litera-ria. Nos gusta la mezcla, porque un catálogo variado permite nivelar la propuesta como uno desea. Una muy buena novela como El portal de la sombra exige compañeros del mismo nivel y eso genera un catá-logo fiable”.

La expansiónEste 2012 hizo su aparición la

colección Cuervo Blanco. Inclu-ye títulos del género fantástico, ilustrados por los mejores artistas gráficos contemporáneos. Presen-ta dos títulos traducidos por el re-conocido escritor y traductor Elvio Gandolfo: El hombre que atraviesa paredes de Marcel Aymé ilustrado por Poly Bernatene y La marca de la bestia de Kipling, con ilustracio-nes de Juan M. Tumburús.

Factor Fantasía, es la colección destinada a las historietas que si-gue por un lado la línea destinada al público infantil, con títulos de Max Aguirre, El Bruno y Fernando de Vedia. Se trata de historietas pu-blicadas en la Revista Billiken entre los años 2008 al 2010 que fueron compiladas en formato libro. Den-tro de la colección se encuentra la otra línea destinada al público joven y adulto con los textos de

Quiroga o basados en el Drácula de Bram Stoker. “Para nosotros es casi inevitable: la literatura y las his-torietas son inseparables. Son for-mas de lectura distintas, pero leer un cuento de Bradbury o El Etern-auta no es privativo de un tipo de lector u otro. En nuestro caso, los chicos que leen Las aventuras de Fede y Tomate, son primeros lec-tores que se entusiasman porque encuentran historias que pueden

leer y releer con facilidad. Los jóvenes y adultos, por otro lado, creo que disfru-tan con las posibilidades narrativas y artísticas del género que nos han per-mitido recrear la obra de Quiroga o Stoker”, sostie-ne Horn.

Este fue un recorrido por el catálogo de una editorial que sabe dónde traspasar el límite de la LIJ sin fallar a su pacto. Un claro ejemplo del pacto que tanto buscamos los lectores entre literatura y calidad.

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/ NOVEDADES 44

Baldanders Autora: Iris RiveraIlust.: Tania De Cristóforis Editorial: MacmillanColección: Todos distintosISBN: 978-987-672-096-0 48 Pág.Una transformación tras otra se suceden en esta historia, porque Baldanders está hecha de cambiar: una vez flor, otra agua, otra pluma…El amor en continuo movimiento y el complemento. Las maravillosas poéticas de Iris Rivera y Tania De Cristóforis juntas.

Aquí soy sólo el perroAutor: Jutta RichterIlust.: Hildegard Mulleri Editorial: UnaLunaColección: serie azulISBN: 978-987-1849-02-4128 Pág.

¿Cómo ven el mundo los perros? ¿Qué piensan de los canastos de mimbre, los sil-batos y de compartir la casa

con el gato? En este libro , por fin, nos podremos enterar de todo esto de labios de… Antón, el pastor húngaro.

Una idea de perro Autor e Ilustrador: Roberto Prual-ReavisEditorial: Capital IntelectualColección: AerolitosISBN: 978-987-614-353-080 Pág.

Una historia de amistad, sueños y desinterés para contar cómo un ave ayuda a un perro a concretar su sueño de volar, y cómo este comparte con otros lo obtenido. Sencillos, apenas sugeridos a veces, los dibujos que narran la historia, (contada solo desde la ilustración), proponen la misma simpleza y profundidad de la trama.

La Balandraotra narrativaDirectora: Alejandra Laurencich94 Pág.

Una revista para los que están dando sus primeros pasos en la escritura –o fantasean con hacerlo–, o lectores que quieren mirar detrás del telón de la literatura, saber cómo empezaron a escribir sus autores preferidos, qué opinan los editores y los traductores. Para los que buscan descubrir grandes narradores de otras latitudes, o a los autores inéditos de nuestras tierras; los que necesitan orientación sobre concursos y nociones de oficio, esta revista que sale con cada estación.

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ACADEMIA / 45

¿Qué forma tiene una casa?Autora: Silvia SirkisIlustr.: Paula FrankelEditorial: Arte a BaborColección: Pequeños arquitectosISBN: 978-987-246007-516 Pág.

¿Casas sin ventanas? ¿Casas hechas con bloques de hielo? ¿Casas con forma de puente? Los chicos abren una ventana hacia el mundo de la arquitectura, despertando su sensibilidad y espíritu crítico. Un libro con piezas y stickers para construir casas.

Cuentos arremolinadosAutor: Fabián Sevillacon divercicios de Alejandra Bagnasco y Graciela Equiza.Ilustr.: Emiliano PereyraEditorial: HuacaColección: Dale al parcheISBN: 978-987-28070-0-948 Pág.

Un nuevo proyecto editorial se presenta en socie-dad con la colección Dale al parche.Libros, (libretas en forma de block), que incitan al juego, a la diversión y a la incor-poración de conceptos escolares de manera divertida, desacartona-da y lúdica.En cuentos arremolina-dos además de historias de hadas, dragones, princesas y esqueletos hay montones de diver-cicios y actidivertidas para no dejar de pasarla bien.

Carlos Pellegrini 855 - piso 12°Ciudad de Buenos Aireswww.oceano.com.ar

NOVEDADES

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ESCR

ITO

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PINTORES

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ARQUITECTOS

EDUCADORES

ESCULTORES

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EMPRESAS

EVENTOSFOTOGRAFOS

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LIBROS | REVISTAS | CATALOGOS | FOLLETOS | PACKAGINGS a r a z a 1 3 5 4 • c . a . b . a . • B u e n o s A i r e s • A r g e n t i n a • [ 5 4 1 1 ] 4 9 2 6 - 2 8 0 0

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46 / DE FONDO

"Pero entonces va a ser una flor de editorial”, dijo Piri Lugones, en la reunión en la que se discutía cómo sería la empresa de cultura que encabezarían Jorge Alvarez (en un comienzo), Daniel Divinsky y Ana María Miler. Digo empresa en el doble sentido, empresa en tanto entidad económica y empresa en tanto misión (cultural) que se lleva a cabo.

Esta flor tiene ya muchos pétalos de colores. Como esta sección pertenece a una revista de LIJ, debería que-darme dando vueltas en su línea de libros para chicos. Decir De la flor y decir Quino es un todo. Pero él no crea obras para chicos. Quino adopta por momentos la mirada del niño para permitirse una crítica ácida a la realidad. “Quino -definía Kuki Miler entrevistada por Carlos Ulanovsky- es un filósofo”.

De la flor ha generado un espacio de resistencia en el humor gráfico, cortando al público con una tijera que no tiene edad. Permitiendo y convocando a la relectura, estrategia tan poco preferida en la era de la acumula-ción numérica.

A fines de los noventa pude ver su plan editorial anual. Solo 12 títulos nuevos, cuidadosamente proyec-tados uno por mes. Y reimpresiones, reimpresiones, reimpresiones. Cuando quiero que mis alumnos entien-dan qué es una editorial de fondo, les pongo el caso de De la flor. Casi no han descatalogado títulos. Seleccio-nan muy cuidadosamente sus autores y les ofrecen una casa literaria que habitar.

De la flor ha promovido importantes operaciones en el campo de la literatura infantil. El exilio forzado de sus editores en Venezuela durante la dictadura se origi-na en la publicación de Cinco dedos, aunque ya había sido prohibido el cuento de Elsa Borneman Un elefante ocupa mucho espacio.

Los animales no se visten y Los animales no deben actuar como la gente son dos libros que generan ex-trañamiento acerca de algo que tenemos incorpora-do con naturalidad. No proponen, como Un elefante ocupa mucho espacio un mundo invertido. Pero en la reafirmación de lo obvio está la trampa. Para Judy Barret, su autora, no hace falta el ejercicio de la perse-verancia en La rebelión de los conejos mágicos de Ariel Dorfman para ir contra el dictador. Nos propone que existe la posibilidad de pensar diferente, incluso al afir-mar lo mismo de siempre. El truco de Magritte: esta no es una pipa, pero tampoco es una verdad inamovible.

El absurdo es la propuesta ética y estética, que une el catálogo tanto de humor gráfico como de infantil. Y como bien saben los chicos, reírnos de los disparates, del absurdo, de los imposibles, no inhabilita la ternura ni el pensamiento. Más bien, todo lo contrario.

Un título que casi tiene la misma edad que la edito-rial es El pollito de fuego, de Augusto Roa Bastos. Se trata de una reinterpretación de El patito feo y Peter Pan, en el final (¡perdón!) el pollito sufrirá su transformación para entrar en la batalla por cuidar lo que más se ama, su familia, en el momento exacto donde la conciencia del peligro nos obliga a abandonar la infancia.

Sí, no solo son los editores de Quino, son los editores del Martín Fierro ilustrado por Roberto Fontanarrosa y el Pequeño Quijote Ilustrado de Scafati. También de Operación Masacre, de Rodolfo Walsh.Gracias. Sí, hay que darles las gracias.

Valeria Sorín

Una flor de editorial

BIBLIOGRAFÍALa rebelión de los conejos, Ariel DorfmanLa niña que iluminó la noche, Ray Bradbury.Los animales no deben actuar y Los animales no se visten, de Judi y Jon BarretMartín Fierro, José Hernández y Roberto Fontanarrosa Pequeño Quijote Ilustrado, Miguel de Cervantes Saavedra y Luis Scafati. Y más.Editora, Periodista y Gestora Cultural

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48 / LA VOZ DE LA IMAGEN

La fantasía es un lugar donde llueveFantasy is a place where it rains inside*por Claudia Degliuomini

¿De dónde llueven las imágenes en la fan-tasía?

Según Dante, hay en el cielo una especie de manantial luminoso que transmite imágenes ideales, formadas según la lógica del mundo imaginario.

El poeta debe imaginar visualmente tanto lo que su personaje ve como lo que cree ver, o está soñando, o recuerda, así como debe ima-ginar el contenido visual de las metáforas de que se sirve justamente para facilitar esta evo-cación visual. Dante trata de definir es el papel de la imaginación y, mas precisamente, la par-te visual de su fantasía.

Hubo un tiempo en que la memoria visual de un individuo se limitaba al patrimonio de sus experiencias

directas y a un reducido reperto-rio de imágenes reflejadas por la

cultura, combinadas entre sí. Hoy la memoria está cubierta por capas de imágenes donde cada vez es más difícil que una

figura logre, entre tantas, adqui-rir relieve, dejar una marca.

Como ilustradora de literatu-ra infantil, la pregnancia de la imagen me inquieta. En muchos hogares la imagen de un libro puede ser la primera o única oportunidad de acercarse al arte. Siento la necesidad de detener el tiempo en este tema hasta que me convence el resultado.

El ilustrador de un texto tie-ne acceso a este como su pri-

mer lector y la oportunidad de ser parte de él activamente, acompañando, cuestionando, subrayando, “dejando huecos para que el lec-tor llene con su imaginación”*2.

Si el texto me conmueve, busco las vibracio-nes escondidas entre las palabras y los vacíos, lo no dicho, lo imperceptible. Me entrego (ani-do) hasta encontrarlo y darme cuenta qué es lo que estaba buscando.

El proceso creativo tiene herramientas que nos ayudan a comunicar desde lo visual lo que queremos decir: la composición, el encuadre, la paleta de colores, la perspectiva, etc. Elijo simplificar el caos, quitar lo superfluo y enfo-carme en el clima. Busco un equilibrio entre la razón, la intuición y la innovación.

En la historia de los movimientos artísticos, los avances y las transformaciones se dieron lentamente con el aporte de personas apa-sionadas por diferentes búsquedas. Me gusta pensar que mi trabajo es como una gota que se suma a muchas otras.

Podría decirse entonces que escritor e ilus-trador se aúnan en la grata tarea de regar la imaginación. Universos que germinan según sus propios ritmos, donde fluyen luz y sombra, letras, espacios, puntos, texturas, color, captu-rando momentos, gestando el libro. Un espejo en el que encontrarse, descubrirse, transfor-marse y donde ya nada volverá a ser como antes.

¡Que llueva, que llueva!

* Italo Calvino. Seis propuestas para el próximo milenio. Ediciones Siruela*2 Anthony Browne. Jugar el juego de las formas. FCE

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