cuaderno nº1 .autoorganización y movimientos sociales

La Asamblea Popular 15M del Barrio del Pilar (ABP)discutió y consensuó el gran valor que tendría la creación de un espacio, donde los temas que nos preocuparan pudieran tratarse con calma y con la extensión y profundidad que se hace difícil en una asamblea. Nace así la idea de la escuela, que sería social y popular respondiendo a su contenido y a sus protagonistas.

Escuela como ámbito de formación en el que todas las personas aprendan unas de otras, donde se descubra lo que se nos oculta, donde entendamos los problemas hasta el punto de que seamos capaces

de articular soluciones, es decir: COMPRENDER PARA TRANSFORMAR. Un espacio en el que todas las personas puedan contribuir a la formación de las demás; las que tengan más conocimientos, compartiéndolos; las que tengan menos, expresándolo y plantando a los demás la necesidad de esclarecerlo hasta que todas lo puedan comprender.

Escuela Política porque hoy se puede percibir con claridad el sufrimiento que comporta, para una gran parte de la población, las decisiones que toman las élites y sus empleados, la clase política.

La política se nos presenta como lo que hacen los políticos. Si los políticos son corruptos, la política es corrupta; si los políticos mienten y manipulan, la política es falsa y un instrumento de manipulación. Se trata de conseguir que lo político repugne, que separemos la política de nuestras vidas, para evitar que logremos comprender su verdadero significado.

Escuela Política para comprender lo político, para recuperarlo como derecho a ser escuchados y reconocidos como iguales, como capacidad para modificar el contexto que determina el funcionamiento de las cosas, como construcción de respuestas y soluciones, partiendo de nuevos conceptos y nuevas formas de relacionarse.

Nuestra escuela se define como “POLÍTICA” porque nace sin miedo a tan denostada palabra, porque la reivindica como “una rampa moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva, un quehacer ordenado al bien común”,porque no debemos permitir que la perversión del lenguaje a la que se nos somete, nos expropie la autenticidad de la POLÍTICA.

Con el nombre de la escuela, “La Guillotina”, queremos manifestar nuestra firme disposición a desprendernos de todo lastre que nuestra sociedad, individualista y competitiva, nos haya transmitido.

La Escuela Política de nuestra ABP es pública, gratuita y de calidad. Pública porque es de todos, gratuita porque está hecha por todos y de calidad porque se soporta en la dignidad humana.

CUADERNO 1. AUTOORGANIZACIÓN Y MOVIMIENTOS SOCIALES

1. ORGANIZACIÓN/AUTOORGANIZACIÓN. UNA CUESTIÓN PREVIA Presentación

Hemos iniciado los debates con el tema de la Autoorganización, por su conexión con los temas que estamos debatiendo en la asamblea del 15M, siendo éste un tema recurrente en las últimas asambleas. Podíamos haber empezado debatiendo sobre política u otros temas de candente actualidad, pero hemos considerado que “el cómo nos organizan” y “cómo podemos autoorganizarnos” es un tema que ha surgido en muchas ocasiones y se ha manifestado como una necesidad de las personas que estamos implicadas en distintas iniciativas que, además comparten numerosos movimientos sociales. Por ello, iniciar los debates con una reflexión en torno a este tema, nos ha parecido lo más adecuado para fijar criterios que nos permitan progresar y establecer alternativas a lo que tenemos establecido. La Autoorganización es una forma de organizarse y nos interesa porque seguimos teniendo presente lo que fue capaz de hacer el 15M de forma autoorganizada, cuando surgió hace poco menos de dos años. Todo aquello que se vio en Sol, que trascendió a otras ciudades de nuestro país y a otros países, no estaba previamente organizado; no se atenía a ningún patrón establecido, no cumplía con las normas de lo organizado en este país, no tenía junta directiva, no tenía permisos, no tenía estatutos y sin embargo, en muy poco tiempo, en horas en su inicio y en días en su después, se consiguió construir una ciudad formada por numerosa gente que pensaba, resolvía problemas y se enfrentaba a los problemas más profundos de nuestra sociedad de forma autónoma y autoorganizada. Con la ausencia de un patrón, se hicieron cosas que el día anterior se hubieran considerado imposibles y se demostró la capacidad que la gente tiene por sí misma para hacer frente a los problemas y resolverlos. La experiencia tuvo tal dimensión y fue tan rica que, obligatoriamente, nos hace pensar en la autoorganización porque aquello fue autoorganizado. No fue la primera vez que algo se autoorganiza, pero la virtud que tuvo aquello fue la cantidad de gente que movilizó y la trascendencia de sus planteamientos; en eso sí fue novedoso. También lo fue en su capacidad de inclusión, todo el mundo que quería participar podía hacerlo y de hecho la gente participó. Por lo tanto hay una reflexión previa, no hablamos de organizarse de cualquier manera, hablamos de organizarse de la manera en la que los que quieren organizarse deciden. No deciden otros ni tenemos una estructura previa en la que nos integramos. No, la estructura también la construimos nosotros. Esta escuela forma parte de ese intento junto con la asamblea de los sábados junto con los grupos de trabajo, por eso iniciamos esta andadura para hablar de cómo somos capaces de organizarnos y de cómo lo hacemos de acuerdo con nuestras necesidades, con nuestros deseos y con nuestras voluntades.

LÍNEAS DE DEBATE:

1. Organización/Autoorganización; una cuestión previa 2. ¿Por qué? 3. ¿Para qué? 4. ¿Quiénes? 5. ¿Cómo?


2. ¿POR QUÉ AUTOORGANIZACIÓN? Presentación Vivimos en una sociedad hiperorganizada que cierra todos los espacios a la organización fuera de lo establecido, ridiculizando y criminalizando si es necesario, a cualquier colectivo que trate de organizarse al margen del orden establecido. Sin embargo, las organizaciones establecidas, sindicatos, partidos políticos, asociaciones cívicas diversas, presentan una inoperancia evidente, están pervertidas en sus propios fines. No podemos integrarnos en organizaciones ya existentes porque entendemos que no es una vía que vaya a resolver los problemas que tenemos en estos momentos.

La auto-organización de los ciudadanos aparece frente a las formas de organización establecidas, desde la participación directa, la inclusión, la horizontalidad y el derecho a ser escuchado desde la igualdad, para defender:

Lo Común frente a lo Individual Lo Público frente a lo Privado Colaborar frente a Competir

La auto-organización de los ciudadanos aparece como necesidad de responder a una agresión organizada por las elites para acaparar riqueza y poder en las sociedades

PARTICIPACIONES EN EL DEBATE

Estamos en una sociedad hiperorganizada en la que se encuentran organizadas la mayor cantidad de las actividades de nuestra vida, un sistema que preconiza la organización considerándola una de las libertades esenciales de los ciudadanos. Sin embargo, en pocas de esas organizaciones se alcanza la capacidad para transformar y cambiar elementos esenciales de la realidad, todo lo establecido ignora lo común, sobre todo cuando ese común intenta transformar lo que hay, todo lo organizado impide transcender de lo individual para construir lo colectivo, impide organizarse para alcanzar en sentido genérico que seamos escuchados, que seamos tratados como iguales aunque seamos distintos. Se está muy lejos de alcanzar este objetivo y, en muchos casos, tenemos la impresión de que las organizaciones tradicionales, aun con muy larga experiencia no avanzan en este camino.

Las organizaciones tradicionales están adecuadas a este sistema y cumplen con sus normas, no ofreciendo capacidad transformadora y alejándose cada vez más de los principios del trato entre iguales manteniendo jerarquías y sistemas de dominación que acaban degenerando y desarrollando perversiones que en modo alguno corresponden al trato entre iguales. En este momento intentar organizarse de otro modo encuentra enormes dificultades. Si no te registras te encuentras fuera de la ley y si lo haces asumes el orden jerárquico. El simple hecho de reunirte en la calle te pone al borde de la delincuencia y puedes ser identificado y sancionado. Esta es una dura batalla y para enfrentarse a esta realidad se necesita no solo la voluntad, hacen falta recursos humanos y materiales sin los cuales es imposible organizarse con capacidad de tener incidencia y conectar con otros.


Estamos en un estado democrático y de derecho con inmensas lagunas y fallos, tanto en el texto constitucional como en su desarrollo. Para participar en este estado de derecho se necesita que los políticos nos representen realmente, puesto que la participación es un derecho que figura en la constitución. Los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o a través de representantes libremente elegidos. Debatir sobre cómo cambiar las leyes para participar en la vida política directamente, al margen de las organizaciones tradicionales es una buena idea, genera ilusión y ganas de luchar. Este debate se hace necesario porque los movimientos sociales carecen de pensamiento estratégico, se vive en la urgencia del momento, se necesitan estrategias para la revolución democrática. El movimiento que llenó las calles no tiene un camino y una orientación con la que experimentar con éxito las próximas batallas contra el poder constituido. Este es el camino que hay que construir entre todos. Tenemos que ser capaces de descubrir como constituirnos para crear otras figuras, buscar la manera de conseguirlo. No disponemos de marco legal ni jurídico para organizarnos, pero tampoco es necesario que nadie nos organice. Tenemos legitimidad para organizarnos, hacerlo como nos dé la gana, nadie nos tiene que decir cómo, tenemos objetivos comunes y eso requiere organización pero no un cambio en el marco institucional. Lo que hacemos es un ejercicio para autoorganizarse en función de nuestros propósitos y nuestras capacidades. No porque nos autoricen vamos a disponer de los medios que necesitamos, dispondremos de los medios de los que somos capaces, y tampoco los pedimos. Autoorganización y organización son términos contrapuestos; hablamos de dos elementos básicos, si estás dentro del orden establecido o si no lo estás. Dentro, organizarse, lo hagas como lo hagas no hay posibilidad de cambio, pero aquí queremos organizarnos para transformar. Si se quiere transformar dentro del orden establecido no es posible conseguirlo. Desde la Constitución a cualquier otro reglamento, todo está organizado para que no haya cambios relevantes. El ejemplo lo tenemos en la Iglesia Católica como organización perfecta que ha cumplido sus dos objetivos, que nada cambie y perdurar en el tiempo. No nos importa perdurar en el tiempo puesto que queremos transformarnos en ese tiempo, esa transformación es la que nos da ese tiempo, del mismo modo que queremos cambiar lo que hay. Podemos estar cómodos fuera del orden establecido por eso hablamos de autoorganización, para situarnos fuera de ese orden. Si queremos “Comprender para Transformar” será fuera; pero tendremos que enfrentarnos al miedo que produce el vacío que supone salirse de lo establecido. En esta Escuela nadie ha planteado a priori con qué nos vamos a encontrar. Nos reunimos un grupo de personas porque lo deseamos, porque no encontramos ninguna organización que nos ofrezca una transformación real, por eso reclamamos autoorganización. Nos organizamos en función de lo que estamos buscando, si lo que quiero es acción me puedo organizar dentro de lo establecido, con coordinarse puede ser suficiente; si quiero transformar, no es suficiente coordinarse y comunicarse. Transformar requiere la construcción de lo común y esta construcción solo puede hacer desde otro tipo de participación. Hablar de derechos y de orden establecido y no de poder es totalmente arbitrario, pensar que dentro del orden establecido podemos ejercer nuestros derechos es totalmente ilusorio; no se puede olvidar


que los derechos se otorgan arbitrariamente desde el poder. No están realmente extendidos por igual a toda la sociedad. Siempre depende de para quienes y del cómo. Por eso tiene poco significado el derecho al trabajo o a la vivienda. Los únicos derechos que realmente están instituidos son el derecho al comercio y a la acumulación económica sin límites; esos son los únicos derechos que protege y defiende el sistema, el resto son accesorios y arbitrarios. Es necesario es en todo caso acabar con esa arbitrariedad, lo que nosotros deseamos no es algo que se pueda o no conceder. La arbitrariedad consiste en que tienes derechos según decide el que tiene el poder. Por lo tanto, no se trata de pedir lo que no existe, se trata de crear una situación que te permita acceder a ese derecho sin que te lo den. Llegar a ese punto requiere estar mucho mejor organizado para equilibrar las fuerzas y eliminar la arbitrariedad. La sociedad nos ha hecho individuales y ha establecido los cauces para actuar. Es necesario aplicarnos la guillotina a nosotros mismos para acabar con lo individual y lo competitivo. La sociedad está organizada, está institucionalizada, está ordenada para servir al poder establecido. El 15M ha demostrado la existencia del poder de su gente, ha surgido un poder constituyente que se enfrenta al poder constituido, que ordena, organiza, institucionaliza. Se trataría de transformarse en un poder constituido de distinto tipo, diferente, que rompa con el anterior. Si analizamos las características de las organizaciones tradicionales vemos las características del poder actual: jerárquico, dominante, las relaciones son de autoridad y de dominio, de obediencia, de subordinación. Por otra parte las características de la sociedad actual, (individualismo, competencia…) son las más adecuadas para el funcionamiento del capitalismo. La base es el individuo para el que los otros son un obstáculo para nuestra propia realización. La sociedad no nos ha hecho así, es el poder el que necesita que seamos así. Otras formas de organización desvelan otras formas de poder y se puede pasar de la autoorganización a un poder constituido diferente. Sería un poder horizontal, con participación, compromiso, igualdad, no de individualidades sino de individuos en comunidad. Lo individual y lo comunitario deberían estar nivelados pero no lo están. El poder potencia lo individualista y anula lo común, lo comunitario. La autoorganización permite recuperar lo comunitario que es lo que posibilita realmente el desarrollo de la persona, recuperar la dignidad del ser humano, una sociedad plena donde lo individual y lo colectivo estén a la par.

3. ¿PARA QUÉ LA ORGANIZACIÓN? Presentación

Para derribar el modelo social de ficción democrática consumista al servicio de las élites y sustituirlo por un modelo gobernado por la mayoría social en función de interés común.

Para neutralizar la atomización de la sociedad frente a su organización en defensa de lo común. Para combatir la hegemonía de la información, el poder económico y la violencia institucional de

las élites. Para resistir el expolio y la acaparación de las élites, que implican la desposesión.


PARTICIPACIONES EN EL DEBATE Las organizaciones tradicionales parecen tener como objetivo que nada cambie y consecuentemente mantener los privilegios, las alternativas que plantean son reactivas: resistir al expolio, mientras lo que nos planteamos nosotros es transformar. La atomización ha conseguido que los acontecimientos nos superen, cuando planteas algo ya es tarde, otros acontecimientos te sobrepasan, corrupción, mentira, engaño, estafa… Tenemos que resistir, por supuesto pero no sólo tenemos que responder a las preguntas para transformar el modelo social, es decir, poner en práctica, “comprender para transformar”. Si no transformamos no cambiamos. Resistir no transforma. En función del “para qué” deriva todo lo demás. Si solo quiero resistir me organizo para eso y lo que necesito es comunicación y coordinación. Con ello y algún elemento más bastaría para organizar acciones, pero si lo que queremos es transformar esta sociedad, necesitamos organizarnos no solo para cubrir nuestras necesidades, para hacer frente a los problemas en las condiciones que nosotros establezcamos, que nunca serán las mismas que los que ejercen el poder tienen establecidas. Tendremos que hablar de los elementos claves del 15 M, Horizontalidad, asamblearismo, inclusividad… El antagonismo está en resistir perpetuando los privilegios o transformar para acabar con ellos. El para qué supone objetivos y ese para qué determina el cómo y el quiénes. Sin aclarar el por qué y el para qué no podemos establecer el cómo. Lo más habitual es que se discuta el cómo dando por supuesto el por qué y el para qué. Nos ocupamos de discutir sobre cómo nos organizamos, como nos coordinamos pero no sobre el por qué y para qué. La escuela es un intento de restablecer el equilibrio, la resistencia forma parte de un proyecto más amplio para poder aprender resistiendo, pero si no nos lo planteamos la resistencia no es transformadora. Ha sucedido muchas veces que la resistencia triunfa pero no transforma porque detrás no estaba el proyecto transformador, lo hemos aprendido de nuestra propia historia reciente. Los objetivos son importantes porque nos marcan la finalidad, determinan la manera en que nos tenemos que organizar, la organización es el medio y hay que usar el medio adecuado al fin que perseguimos. No se trata sólo de para qué queremos cambiar la sociedad sino cómo queremos cambiarla, determinar entre todos el por qué nos organizamos es tan importante como el cómo hacerlo. No podemos conformarnos con establecer una organización por muy perfecta que pueda llegar a ser, sino hemos establecido un propósito.

Esta sociedad no nos satisface y tiene limitaciones enormes. Además los instrumentos que nos ofrece tampoco nos sirven. La Constitución establece que todos los ciudadanos podemos participar, pero no hay instrumentos reales para hacerlo. Los instrumentos que hasta ahora se han construido han contribuido a bloquear el desarrollo de la sociedad. Queremos cambiar la sociedad porque los instrumentos que conocemos (partidos, sindicatos..) muestran bien sus limitaciones a pesar de haberse desarrollado durante más de 200 años. Esta crisis nos ha servido para constatar que no nos sirven, se hace necesario crear algo nuevo. El 15M es un movimiento social, un espacio intermedio entre el poder político y la sociedad, una vez definido el “para que” deberemos construir el “Cómo” para tener mayor incidencia y eficacia para convertir los objetivos en realidades.


Hay acuerdo con la idea de que las organizaciones son instrumentos para alcanzar unos fines. Toda transformación crea sus propios instrumentos que con el tiempo se institucionalizan. Toda sociedad crea sus instituciones pero las actuales no permiten cambiarla. El para qué del que se ha hablado está planteando una revolución, que etimológicamente implica un cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, que se puede producir simultáneamente en distintos ámbitos (político, social, económico, cultural, religioso, etc.) que suponen una ruptura con el orden establecido y que solo pueden ser consecuencia de acciones colectivas. Tenemos tan profundamente arraigados en esta sociedad los principios capitalistas que no puede ser suficiente con una revolución política incluso si esta modifica la totalidad del sistema político, porque se mantendrían inalterables las relacione sociales (como las de propiedad o los principios de acumulación), es necesario una revolución social que trascienda la política y “transformar” las relaciones e interacciones sociales cotidianas. Podemos tener varios o muchos paraqués, el resistir es un “para qué” que no basta. Tenemos que transformar sin olvidarnos también resistir, en esto tenemos que hacernos una crítica, usamos de forma inadecuada el término de resistencia, mejor combatir que resistir. Se puede transformar a la vez resistir y combatir. No tenemos por qué enfrentar lo individual con lo colectivo podemos autoorganizarnos para crear una base que nos permita mantener nuestro para qué personal, como lo demostró la experiencia emotiva de sol que creó una sensación de libertad a diferencia de la participación en las organizaciones tradicionales, auto-organizarse para sentirse libre. El orden establecido logra la autocensura contraponiendo lo individual y lo común, no siendo éstas entidades contrapuestas, pueden hacerse compatibles mediante una autoorganización que no controle, que no limite, que no manipule. La Constitución queda muy pequeña, si me autoorganizo puedo responder al para qué y también al mío personal. La formación y la lucha no se pueden hacer solo y tampoco es deseable. Los demás pueden hacerme ver lo que uno solo no puede y yo puedo hacer ver otras cosas a los demás. Una forma de autoorganizarse requiere formarse individualmente y en lo común. Las organizaciones tradicionales se crean para tomar el poder o para reproducirlo; habría que plantearse acabar con este poder pero no para sustituirlo por otro equivalente. El 15 M niega la política (la establecida); hay que organizarse para acabar con esta forma de poder pero también para cambiarnos como personas. En el capitalismo desde el siglo 17 hemos mutado transformándonos como personas para ser útiles al sistema. El hombre es un lobo para el hombre, es necesario dar marcha atrás, ver las potencialidades que tenemos que no son integrables, que son antisistema; esta palabra, empleada sesgadamente por los medios, se refiere en realidad a quienes no son integrables por el sistema por lo que hay que destruirlos. Es en el camino en el que se producirán nuestras transformaciones, donde experimentaremos la necesidad de establecer los lazos que se han roto. El individuo es una forma moderna, el individuo se crea para generar una ficción de igualdad. No hay que hablar de individuos sino de personas, el concepto de individuo es un concepto de este sistema. El individualismo es necesario como espacio propio, pero necesitamos de los otros para ir aprendiendo en este camino, aprender las cosas que este

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sistema nos oculta o enmascara, poder hablar de política, del capital, del sistema financiero, aprendiendo unos de otros, haciéndonos nuestras propias preguntas, “Comprender para transformar”.

¿Para qué? Para que no nos ocurra lo que está sucediendo con el 15M. Hemos perdido los lemas iniciales y ante la ausencia de autoorganización se diluye y atomiza. En Sol éramos un núcleo potente que se dividió y, a su vez, se ha subdividido en vez de autoorganizarse para hacernos más fuertes; hemos seguido los intereses del sistema y nos hemos dividido. De todos los temas sólo el de los desahucios ha tomado fuerza, el resto, multitud de actos a diario nos disgregan y dividen.

Esta ha sido una jornada de fundamentación que es lo que se nos roba, sin fundamentación las cosas no se consolidan, no tienen cimientos ni consistencia, asentar el por qué y el para qué para dar continuidad al quienes y el cómo. Todos, hemos estado haciendo política, la definición de política debiera presidir todos nuestros debates.

4. ¿QUIÉNES SE TIENEN QUE ORGANIZAR? Presentación La organización debe incluir a los desposeídos de la sociedad, a los desposeídos de sus medios de vida, de sus posibilidades de desarrollo personal, de su voluntad de vivir en una sociedad de personas diferentes pero participando en condiciones de igualdad.Debe ser capaz de alcanzar a toda la sociedad

en sus dimensiones territoriales locales, regionales, estatales y supra-estatales. También debe ser capaz

de alcanzar a toda la sociedad en su dimensión laboral y profesional.

Para plantearnos el quiénes deberíamos responder de forma previa a la pregunta de ¿Quiénes son los damnificados, los desposeídos, los marginados, los violentados por este sistema capitalista, que es un sistema económico, político, social, de valores, contravalores, cultural? ¿Quiénes son los mayores perjudicados por la gestión política de la crisis económica, por esta estafa sistémica? Desde este punto de vista quienes se tienen que organizar, planteándonos como primer punto los desposeídos en su sentido más amplio, son los que sufren las políticas de los poderosos por lo que son desposeídos, se ven empobrecidos y la pobreza no es casual, es provocada. Según las últimas cifras de la FAO son más de 900 millones las personas que pasan hambre y más de 2,5 millones de niños fallecen a causa del hambre; frente a esta situación ¿cómo afrontan nuestros gobernantes el problema? La mejor forma de verlo es con un ejemplo: en junio de 2008 se reunió la 2ª conferencia de alto nivel sobre seguridad alimentaria y plantearon la necesidad de lograr financiación para luchar contra el hambre. Se hablaba de una necesidad de entre treinta mil y cincuenta mil millones anuales de dólares para erradicar el hambre en el mundo, con compromisos muy exiguos y dando largas justificadas en la dificultad de conseguir esta financiación por la existencia de problemas económicos. A finales de 2008 se produce el inicio de la crisis actual con la quiebra de LehmanBrothers y desde entonces hasta ahora, los gobiernos se han esmerado en rescatar y financiar al sistema financiero destinando del dinero público una cantidad estimada de cuatro billones ochocientos mil millones de dólares (4.800.000 billones), importe con el que se podía erradicar el hambre en el mundo entre 96 y 160 años. No había dinero para sufragar un plato de alimento para cada ciudadano, pero se han puesto encima de la mesa 160 años de presupuesto para erradicar el hambre a disposición de la entidades financieras; si a esto le añadimos el gasto de un billón


doscientos mil millones de dólares en armamento en el dos mil seis, en estos cuatro años se ha gastado otros cuatro billones ochocientos mil millones de dólares en armamento en el planeta.

Vemos, por tanto, que el hambre y la desposesión es una cuestión política, observando cómo los gobiernos, entre ellos el español y los más importantes de este planeta, han preferido con el dinero de todos los ciudadanos, salvar las arcas del sistema financiero internacional antes que ofrecer alimentos suficientes para alimentar a los millones de personas que padecen hambre en nuestro planeta. Esta sociedad está organizada de tal manera que se genera una desigualdad que cada vez va en aumento, excluyendo cada vez a un mayor número de personas. En España, desde los años 90 el reparto de la riqueza, la tarta de la riqueza, se distribuye cada vez en porciones más grandes para la renta del capital que son los beneficios de las empresas y los autónomos y en porciones cada vez más pequeñas para los salarios que son las rentas que tenemos la gran mayoría de los ciudadanos, superando en el año 2012 las rentas del capital a las rentas de los salarios; si sumáramos todos los salarios obtenidos por millones de ciudadanos en España obtendríamos las rentas que se reparten el 1% de los empresarios, dándonos una idea de cómo se está repartiendo la riqueza a nivel español, incrementándose la pobreza ya no solo entre los desempleados, también entre las personas que tienen trabajo, tal y como ayer remarcaba una noticia del diario “EL PAIS”.Son, por tanto, todas esta personas las que configuran el quienes deben Autoorganizarse. Se debe destacar la voluntad de incluir al mayor número de personas posibles, tanto en la dimensión local, regional, estatal o supranacional, toda vez que los problemas sociales son problemas globales, siguiendo la máxima “actuar localmente pensando globalmente”. Esta voluntad de inclusión del mayor número de personas presenta una gran dificultad, pero es el reto que tenemos que ser capaces de alcanzar. PARTICIPACIONES EN EL DEBATE

Si realizamos un análisis histórico, de los tres elementos que hemos citado para incluir en la necesidad de autoorganizarse, los más desposeídos no han sido los que se han alzado, los que se han levantado, porque la necesidad y el hambre generan unas condiciones de supervivencia, que lleva a las personas a condiciones inhumanas, donde resolver lo inmediato es tan urgente que no da pie a pensar en cambiar las cosas y analizar de dónde le viene a uno esta situación que vive. Sentir la necesidad de transformar las cosas no es suficiente, porque el mundo está construido de forma que aunque sintamos esa necesidad no encontremos la vía de cómo resolverlo, construyéndonos un imaginario en el que cualquier opción es negativa, insistiendo a través de la propaganda y de todos los medios posibles en que no hay alternativa a este sistema, que es esto o la barbarie, no percatándonos que la barbarie es esto. Debemos analizar qué es lo que falta para que todas las personas que conforman los grupos anteriormente descritos puedan tirar abajo ese imaginario y como construimos la probabilidad de lo posible, diferenciando entre lo posible y lo probable, lo posible es cambiar esto, es verdad, se puede hacer, pero no es probable por las condiciones que nos lo impiden.


Los desposeídos es un término complejo, pero en la sociedad actual hay muchas formas de desposesión, en lo concreto lo podemos ver ya a nuestro alrededor. Hay gente que está sufriendo ya la desposesión de elementos necesarios o de las medicinas necesarias, también hay gente que está siendo desposeída del sitio donde vivir; el tema de los desahucios sobre todo, es un tema de desposesión, desposeen a la gente de los recursos para vivir, del trabajo, pero más allá, y lo podemos medir también, desposeen a los jóvenes de la capacidad de ser autónomos, de tener una vida propia, les desposeen de la posibilidad de poder ejercer la profesión para la que se han capacitado e incluso les desposeen de la decisión de quedarse a vivir en su país. A otros nos pueden desposeer de otras cosas necesarias para el pleno desarrollo humano, que es de lo que estamos hablando, de crear una sociedad que permita ese desarrollo, nos desposeen de la capacidad para vivir socialmente para organizarnos socialmente, para vivir con otros valores, para vivir con otra cultura, nos desposeen de la capacidad del ejercicio real de la política y nos la trastocan por este simulacro patético de la política de los políticos. Pero a las condiciones materiales de la desposesión hay que añadir algo más; habría que añadirle el hecho de sentirse desposeído de los fines justos de la vida, de los valores universales y de sentirte incapaz de hacer nada, esa es también una forma de desposesión brutal que indica un camino que va más allá de tú problema personal, de haber perdido el trabajo de no poder ejercer tu profesión o incluso de algo tan terrible como perder la vivienda. Esos universales robados que nos hacen a todos ser personas y que nos quitan cada día, son el motor fundamental para que la gente sienta la necesidad de autoorganizarse. También es cierto que eso no es a piñón fijo, que la gente cambia y que depende mucho de cómo se trabaje, depende mucho de lo que se ofrezca, depende mucho de los diagnósticos que hagamos, que la gente los sienta como propios para poder ver y verse a uno mismo en la desposesión y hacerla ver a los demás y sentir el impulso vital de tener que hacer algo para transformar eso. Quienes están necesitados de autoorganizarse son aquellos que han descubierto la necesidad de hacer una revolución, no aquellos que siguen pensando que este sistema se puede reformar; el que piensa que el sistema se puede reformar sigue buscando su hueco en el sistema y, en este sentido, entendamos revolución como transformación desde lo profundo, quien ha llegado a esta convicción son aquellos que realmente descubren la necesidad de auto-organización. Podemos pensar en los colectivos de las fabricas ocupadas de Argentina, los sin tierra de Brasil o el movimiento obrero, realmente la gente que, de algún modo, habían sentido una desposesión profunda en sus carnes pero no como una carencia exclusivamente material, sino toda la gente que ha hecho una reflexión colectiva de las causas que los llevaban a eso. Cuando se da esa conexión de la necesidad profunda con un análisis, es cuando empiezan a surgir las chispas que permiten que las experiencias de autoorganización tengan un recorrido. Mientras el sistema nos ofrece la esperanza de encontrar nuestro hueco para seguir instalados en el sistema, intentamos buscar ese hueco, seguimos ahí, cuando se llega a esa conclusión profunda de que eso no es posible, es cuando probablemente nos ponemos en el camino de ir hacia la autoorganización. Otra de las cosas que de algún modo queremos a veces plantearnos es el tema de lo transformador y revolucionario sin renunciar a las condiciones de privilegio que tenemos y es muy difícil dar ese paso, porque nuevamente nuestro corazoncito sigue estando en la esperanza de encontrar nuestro hueco y hasta que no se hace un corte con eso la verdad es que, difícilmente, estamos en condiciones de dar ese paso hacia una autoorganización auténtica; siempre estaremos con una patita esperando a ver si el sistema me acaba de ofrecer una solución.


Una de las cosas que debemos tratar, es ver la forma en cómo el proceso de autoorganización es capaz de generar pensamiento colectivo y superar pensamiento individual, desde el momento en el que estamos fijándonos y realizamos análisis solo en clave individual de cómo me perjudica o como salgo yo adelante, estaremos por el camino equivocado, si no somos capaces de encontrar el camino que es válido para todos , para que esté al alcance de todos la posibilidad de desarrollarse, de desarrollarse como persona, de desarrollarse intelectualmente, culturalmente, de forma que sea compatible con el pensamiento colectivo, mientras no alcancemos esto estamos siempre sometidos al ataque del individualismo y el sálvese quien pueda. Intentar una transformación profunda requiere una fusión de lo individual y lo colectivo, si no es a través de esta síntesis no es posible, a través de la suma de individualidades no se consigue transforma profundamente las cosas y tampoco se consigue transformarlas colectivamente si no hay una transformación individual, cuando hablamos de grandes transformaciones, les llamemos revolución o le llamemos como sea, que consideramos necesarias porque esto es intolerable, vamos a necesitar tener bien claro que nos tenemos que separar de lo que estamos acostumbrados del imperio de lo individual, y sustituirlo por aquello que podemos entender que entre lo individual y lo colectivo se transforma mutuamente y cambiamos tanto en lo individual como en lo colectivo, la auto-organización es un mecanismo que permite entrenarse en esa forma, culturizarse en esa forma, desarrollar una nueva cultura que te permita entender ese acuerdo ente lo individual y lo colectivo y por supuesto hay que hacerlo en la acción y en las tareas transformadoras, pero si no está presente en lo organizativo no lo vamos a poder traducir en la acción. Si pensamos como podemos encontrar condiciones de posibilidad de esas transformaciones, de transformarnos individualmente a nosotros mismos y de forma colectiva, tomando como referencia los movimientos indicados anteriormente, los sin tierra de Brasil, los colectivos de las fabricas ocupadas en Argentina, si se produce ese movimiento es porque fue un movimiento colectivo de acompañamiento mutuo en esos procesos, si pensamos porque ha sido todo un éxito esto de los desahucios justamente, ¿porque los desahucios? yo creo que porque es donde ha sido más visible y más posible quizás ese acompañamiento de otros hacia esas persona que estaban en el proceso de ser desposeídos ha supuesto una transformación importantísima en los sujetos a todos estos niveles, ahí radica la importancia de sentirse acompañado y acompañar en este proceso las personas. Hay elementos que en pequeñas cantidades cuando se dan las condiciones pueden generar movimiento, eso ha pasado de alguna forma con las hipotecas y debemos ser capaces de encontrarlos, debemos ser capaces de reconocer las condiciones y la pequeña aportación que tengamos que hacer para que el movimiento cobre una dinámica social suficiente, eso es una cosa que tenemos que aprender a hacer, que tenemos que aprender a observar y es uno de los mecanismos que el movimiento de auto-organización tienen que generar. Desde esta perspectiva esta crisis que estamos viviendo es un momento de oportunidad, hace unos años uno hablaba del sistema político de este país y de la monarquía y a la gente le daba lo mismo, la gente empieza a hacerse preguntas y es una oportunidad para todos aquellos que estamos o nos queremos incluir dentro de los que queremos transformar esto, porque sabemos que no hay salida dentro de esto, es el momento de hacer este argumento en positivo, porque tenemos mucha tendencia fustigarnos y a encontrar siempre el lado oscuro y tenemos que empezar a romper esta especie de lógica, de melancolía que dirán algunos filósofos, que nos lleva a no saber por dónde tirar.


5. ¿CÓMO DEBEMOS ORGANIZARNOS? Presentación Mediante el establecimiento de Asambleas de ciudadanos y la libre participación en la generación de pensamiento e identidad colectiva; mediante el establecimiento de un proceso de toma de decisiones que sea al mismo tiempo ágil en las situaciones dominadas por la coyuntura y paciente en la elaboración de consensos que cree el pensamiento común del colectivo.Debemos crear nuestra propia identidad y estar dispuestos a converger en la misma con las demás asambleas en una identidad común. Del "como" nos organicemos depende la capacidad para establecer objetivos asumidos por todos, pero también ser "eficaces" para alcanzarlos y "eficientes" para hacerlo con el menor esfuerzo posible.Pero no sólo el "como" nos organizamos determina de devenir del propio movimiento, ya que en las organizaciones establecidas hasta ahora no se ha podido evitar que la forma de organizarse expulse a las personas honestas y generosas y retenga personas que acaban trabajando para su propio interés y pervirtiendo la propia organización y el movimiento completo.

Debe respetar la coherencia en:

La horizontalidad La rotación de funciones La isegoría como derecho a ser escuchado en condiciones de igualdad

Debe coordinar asambleas mediante una combinación de portavoces y la libre asistencia de los interesados. Los portavoces deben ser rotatorios, deben llevar un mandato imperativo de su asamblea, estableciendo márgenes claros de actuación y deben poder ser revocados en cualquier momento; debe contar con comisiones abiertas que elaboren pensamiento especializado, trabajando bajo el mandato y supervisión de la asamblea

PARTICIPACIONES EN EL DEBATE El movimiento de los desahucios como sucedió al inicio del 15M con tanta gente movilizada fue

esencialmente expresión de una voluntad colectiva organizada, creo que si no se entiende eso no se

entiende la necesidad de organizarse y en este caso de una determinada manera, auto-organizarse con

todas estas condiciones que hemos planteado.

De las capacidades que se demostró en Sol en un determinado momento, de la capacidad que

demuestra el movimiento contra los desahucios, debemos aprender el potencial que existe a través de

la autoorganización y de ese ciclo que es para ponerlo en letras muy grandes, de cómo nos reunimos,

reflexionamos en torno a los problemas, debatimos entorno a ellos, tomamos decisiones cuando

creemos que estamos en condiciones de hacerlo, llevamos a cabo las decisiones, que es lo que

llamamos acciones e inmediatamente evaluamos cual ha sido el resultado si hemos acertado o no, que

es lo que ha pasado, si bien o mal y volvemos a empezar, ese movimiento continuo en ese bucle es lo

que le da contenido a la organización, es lo que cierra el ciclo, nos organizamos para llevar a cabo unos


fines lo hacemos con una mecánica determinada que da contenido a esa organización, de tal manera

que no es un numero es algo vivo

Tenemos dos problemas importantes, uno es que todo esto está acosado, no tenemos facilidades para

hacer estas cosas tenemos dificultades, dificultades crecientes, por un lado desde lo institucional, pero

además tenemos soportar el lastre de nuestra propia incultura organizativa, que no nos permite actuar

adecuadamente y es la que hace saltar los personalismos, los protagonismos, ese aspecto que aparece

ahora de propietarios en cada cosa que se organiza, pero es fruto entre otras cosas de nuestra falta de

cultura y de nuestra falta de decisión por defender la organizaciones, por defender lo organizado y el

tránsito que es donde realmente esta lo difícil es cuando eso hay que hacerlo entre diferentes núcleos

organizados, porque una asamblea todavía podemos aprender a como funcionar en ella, pero a como

funcionar con otra asamblea y con otra asamblea que toca un tema que no tiene nada que ver con esta

y que está en otro territorio, es que en eso la experiencia es cero o prácticamente cero, la experiencia es

muy poca y necesitamos ensayar, necesitamos ejercitarnos para coger experiencia y aprender a

desarrollarla, pero bueno sería que encontráramos la manera de expresar algún modelo o algunas

condiciones que nos permitiera hacer propuestas en ese sentido o madurarlas por lo menos.

Llevamos mucho tiempo sin avanzar, con pocas iniciativas en este sentido, con malas experiencias con

las organizaciones tradicionales y con poco conocimiento de estas otras experiencias que han sido muy

validas que han sido masivas en algunos casos y que deberíamos tenerlas en cuenta a la hora de ver,

¿pero es posible organizarse?, pues parece que sí, parece que si es posible, lo hicimos con el

movimiento anti-OTAN, en el no a la guerra e innumerables casos más.

Otro tema que ha salido es; resistir no es suficiente hay que transformar entonces el debate entre

resistencia o transformación esta en el hilo también de lo que estamos planteando, que actuaciones o

que movilizaciones son de resistencia y simplemente están abocadas al que el poder no pueda acabar

con nosotros o esa resistencia se puede acompañar de la revolución necesaria. Deberíamos encajar

estos dos temas en los puntos anteriores y en todas nuestras actuaciones futuras.

RREESSUUMMEENN DDEELL DDEEBBAATTEE No tenemos la mas mínima pretensión de establecer conclusiones y mucho menos establecer criterios;

todo lo aportado se ha realizado de forma colectiva y es por tanto misión de cada uno reflexionar sobre

ello. Hemos construido debate y lo aportamos simplemente como elemento de reflexión, cada cual que

saque sus propias conclusiones, sus discrepancias o concordancias.

Los debates han sido extensos. Somos conscientes de que en este intento de transcripción nos hemos

podido dejar muchas cosas; somos conscientes de nuestras limitaciones por eso mantenemos los audios


disponibles en nuestro Blog http://barriodelpilar15m.wordpress.com/. Podéis consultarlos en cualquier

momento; os resultaran interesantes.

Este resumen tiene exclusivamente la finalidad de facilitar un repaso rápido a todos los folios escritos,

sin pretender tampoco evitar su lectura, en todo caso complementarla. Desde el grupo promotor de la

escuela hemos debatido la necesidad de ofrecer cuadros sinópticos a modo de resumen de lo tratado,de

forma que se facilite la expresión visual de las ideas expresadas, pero de momento nuestra incapacidad

es manifiesta, esperamos que nuevas incorporaciones aporten el impulso necesario.

Como resumen, nos quedamos con una frase:“decidir cómo queremos organizarnos en función de

nuestras necesidades, de nuestros deseos, nuestras capacidades y nuestra voluntad, sin someternos a

marcos establecidos, sin que nadie desde fuera diga como tienes que organizarte, sin que te obliguen a

hacerlo de ninguna forma”.

En el capítulo del “por qué” destacamos la necesidad de organizarse para transformar la sociedad,

porque las organizaciones tradicionales no asumen ese papel transformador. Veíamos y analizábamos

la capacidad de transformación dentro del orden establecido, observando cómo lo establecido se

organiza en torno al ejercicio del poder y de la arbitrariedad, porque el poder necesita que seamos

como somos y no cambiemos, de aquí la necesidad perentoria de adquirir capacidad transformadora.

En cuanto al “para qué” tiene sustantividad propia; nos plantean los objetivos y estos objetivos van a

determinar el quiénes y el cómo. Para los que esta sociedad no nos satisface, esta transformación se

convierte en un objetivo revolucionario. Autoorganizarse para resistir o para transformar, para acabar

con la forma de poder establecida, con el capitalismo que nos ha transformado exclusivamente en seres

útiles para ese sistema y recuperar los elementos esenciales que se plantearon inicialmente en el 15M,

para hacernos ciudadanos lucidos y para formarse individualmente en lo común, siendo compatibles

con los “para qué” personales o individuales.

La Autoorganización es un proceso coherentemente ordenado hacia un fin colectivo, un proceso de auto-construcción permanente, no tiene fin, ni es fin en sí mismo; es un proceso colectivo retro-alimentado que analiza, decide, actúa, evalúa y vuelve a analizar, para acercarse o alcanzar el objetivo común. La Autoorganización no sólo pretende cambiar las cosas sino cambiar también las personas que forman parte de ella, desde la igualdad y el derecho a ser escuchado. Desarrolla lo común y al mismo tiempo permite la promoción personal. El Capitalismo esta coherentemente organizado hacia el fin de la acumulación individual, hacia la lógica del beneficio privado, nos autoorganizamos coherentemente hacia la satisfacción de las necesidades comunes y colectivas, para el pleno desarrollo de las personas.

http://barriodelpilar15m.wordpress.com/

cuaderno nº1 .autoorganización y movimientos sociales

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