cuaderno: comunicación, educación y desarrollo

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  • 8/4/2019 Cuaderno: Comunicacin, educacin y desarrollo

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    ComunicacinEducacin

    y Desarrollo

    Cuaderno

    Revista de Informacin y Debate

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    Cuaderno:Comunicacin, educacin y desarrolloEdicin:Paz con Dignidad - Revista Pueblos - Toledo, febrero 2011

    [email protected]@pazcondignidad.org

    www.pazcondignidad.org

    Coordinan:Alba Onrubia Garca y Andrea Gago Menor

    Diseo grco, maquetacin e ilustraciones:Alba Onrubia Garca

    Colaboraciones:

    Miriam Marnez Esteban, Blanca Luca Valencia Molina, Beln Cuadrado Orz,Luis Nieto Pereira y Tania Marnez Portugal

    Imprenta:GRAFOX IMPRENTA S.L.C/ Jarama, 14045007 Toledotel.: 925 33 73 11fax: 925 23 16 84

    www.grafox.esDepsito legal:TO-118-2011

    Se autoriza la reproduccin, siempre que se ulice para la difusin, informaciny sensibilizacin y se haga sin nes lucravos. Para ms informacin dirigirse a laAsociacin Paz con Dignidad.

    Asociacin Paz con DignidadGran Va, n 40, 5 - 2

    28013 MadridTlf. y fax: (+34) 915233824

    [email protected]

    Revista de Informacin y Debate

    C/Gran Va, 40,5, ofcina 2

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    1. PRELAVADO: Objevo marcoINTRODUCCIN. Asociacin Paz con Dignidad. Andrea Gago ..........p.4

    2. LAVADO: Marco terico de la comunicacin y EpD a) TICA PERIODSTICA: Qu es? De qu hablamos?

    Pascual Serrano ........................................................................p.6 b) COMUNICAR Y EDUCAR PARA LA SOLIDARIDAD: Imperavo

    estratgico, co o necesidad vital?. Javier Erro Sala ..............p.10 c) EDUCAR PARA EL DESARROLLO: Medios de comunicacin

    de masas y ONGD. Teresa Burgui .................................................p.15 d) DESEDUQUMONOS: Comunicacin alternava en el Estado

    espaol y educacin para el desarrollo. Miguel Romero .........p.19 e)EL SUR en los medios de comunicacin de masas

    Miguel ngel Morales Sols .....................................................p.23

    3. LAVAR A MANO: Cuesones prccas para ONGD,otras ONG, asociaciones y movimientos sociales Alba Onrubia Garca ......................................................................p.27

    4. CENTRIFUGADO: Trabajando la educacinal desarrollo desde diferentes prccas y

    experienciasa) EL OFICIO DE EDITAR para la construccin de ciudadana.Olga Abasolo ............................................................................p.43

    l Experiencia Sur: Periferia (Colombia) .....................................p.46 l Experiencia Norte: Revista Pueblos ....................................... p.47

    b) TRANSFORMACIN SOCIAL desde las radios comunitarias Ernesto Lamas ..........................................................................p.48 l Experiencia Sur: Radio Izcanal (El Salvador) ..........................p.51 l Experiencia Norte: Hankaz Gora ............................................p.52

    c) CINE, mulculturalidad y desarrollo. Enrique Marnez-Salanova p.53 l Experiencia Sur: ACIN (Colombia) .........................................p.56 l Experiencia Norte: Invisible Films .........................................p.57

    d) INTERNET. Nuevas ONG para un nuevo espacio pblico.Montse Santolino y Jordi de Miguel ........................................p.58

    l Experiencia Sur: AIC (Israel y Palesna) ................................p. 61l Experiencia Norte: Zemos98 .................................................p.62

    5. SECADO: Recursos ................................................................. p.63

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    Introduccin

    Entre estos tres trminos (comunicacin, educacin y desarrollo) nos moveremos a lolargo de este cuaderno, intentando que el mensaje sea lo ms abierto y a la vez lo ms

    concreto posible. Para ello hemos introducido como ingredientes otros conceptos y

    realidades: medios de comunicacin, empresas, libertad de expresin, poder, grupos

    alternavos, ca, creavidad, cooperacin, cultura digital, experiencia, etc.

    Comenzamos el cuaderno con un arculo de Pascual Serrano sobre otro trminoamplio. Uno tan nombrado en las facultades de Periodismo como olvidado en el da a

    da en todo el engranaje de los medios de comunicacin de masas: la ca periodsca.Javier Erro, primero, y Teresa Burgui, a connuacin, nos hablan de la interrelacinentre educacin y comunicacin, de los puntos de encuentro y choques reales que se

    producen entre las personas de las organizaciones no gubernamentales de desarrollo

    (ONGD), de los medios de comunicacin convencionales y de las instucioneseducavas. Seguidamente, Miguel Romero reexiona sobre la necesidad (y debilidad)del vnculo entre la prensa alternava y las ONGD, sobre el compromiso solidariocon los poderes establecidos y el modo de vida de los pases del Norte. Acerca de

    cmo desde el Norte se ve el Sur escribe Miguel ngel Morales, quien plantea susdudas sobre la capacidad de los cdigos cos (como el de la Coordinadora Estatal de

    ONGD) para hacer frente a los prejuicios (que tan buenos resultados dan a quienesenen el poder) difundidos por los medios de masas.

    Prelavado

    4

    Los trminos

    comunicacin,

    educacin y desarrolloson tan amplios, tan generadores

    de signicados varios, debates y controversias,

    que lo ms difcil (imposible) es encontrar deniciones

    estticas o a gusto de mayoras y lo ms sencillo (y poco

    interesante) es enzarzarse en largas disertaciones conceptuales.

    Prelavado

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    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    La segunda parte de este cuaderno consiste en un dossierque aborda cuesonesconcretas acerca de la comunicacin para ONGD, otras organizaciones no

    gubernamentales, asociaciones y movimientos sociales. Alba Onrubia intenta a

    lo largo de estas pginas ir respondiendo a preguntas como las siguientes: cmo

    hacer para romper el modelo unidireccional de comunicacin, mantener la calidad

    y no simplicar los mensajes o vaciarlos de contenido?, cmo visibilizar las otrasrealidades sin converrlas en productos espectculo pero creando inters en lospblicos?, cmo romper con el modelo dominante, dentro del propio modelopero sin dejarnos arrastrar por l? Para el trabajo diario son varios los medios y lasherramientas de las que se pueden valer las organizaciones: plan de comunicacin,

    pasos del proceso creavo, web, revistas y bolenes, radios y televisionescomunitarias, jornadas, cursos, ruedas de prensa, convocatorias, dossierde prensa,

    cartas a la direccin, manuales de idendad visual, etc. Podrn ser les siempre ycuando no se pierda de vista, como resalta Alba, la importancia de escuchar.

    En la lma parte hacemos un recorrido por diferentes medios y sus posibilidadespara la movilizacin social y la educacin: las publicaciones impresas (Olga Abasolo,

    El ocio de la edicin para la construccin de ciudadana); las radios comunitarias(Ernesto Lamas, Transformacin social y radios comunitarias); los audiovisuales(Enrique Marnez Salanova Snchez, Cine, mulculturalidad y desarrollo: educacinpara el desarrollo a travs de los audiovisuales); y, nalmente, nuevas tecnologas(Montse Santolino y Jordi de Miguel, Nuevas ONG para un nuevo espacio pblico: delas herramientas a la cultura).

    Como experiencias en el Norte y en el Sur en cada uno de estos campos, el cuadernorecoge las siguientes: Periferia (Colombia), Pueblos (Estado espaol), Radio Izcanal

    (El Salvador), Hankaz Gora, en Radio Libre Tas-Tas (Euskadi), la Asociacin de CabildosIndgenas del Norte del Cauca-ACIN (Colombia), Invisible Films (Caslla-La Mancha),Alternave Informaon Center-AIC (Palesna e Israel) y ZEMOS98 (Andaluca).

    A todas las personas que han parcipado y hecho posible este cuaderno: muchasgracias. Que connuemos trabajando conjuntamente por otra comunicacin, otrasmiradas y otras realidades.

    Andrea Gago Menor

    Revista PUEBLOS y Asociacin Paz con DignidadFebrero de 2011

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    TICA PERIODSTICA:Qu es? De qu hablamos?

    Pascual Serrano*El debate en torno a

    la tica del periodista

    se ha visto

    tergiversado en

    los ltimos aos del

    mismo modo que el

    concepto de libertad

    de expresin y de

    libertad de prensa.Las voces

    dominantes insisten

    en ligar esa tica

    a elementos como

    la objetividad y

    el equilibrio

    informativo,

    ignorando el

    modelo econmico

    dominante en la

    empresa de la

    informacin y los

    poderes de accionistas

    y anunciantes.

    Lavado

    Objetividad y equilibrio

    Se trata de dos conceptos micados por el modelo periodsco moderno, ambostan falsos como oportunistas. Veamos cada uno. Hoy la ciudadana se molesta antecualquier intento de dirigismo polco e ideolgico. Sabedores de eso, la estrategia

    actual de los medios es explotar al mximo su consideracin de objevos. Los staperiodscos denominan a sus cabeceras con nombres aspcos y virginales como ElPas, ABC, El Mundo, La Nacin, Informaciones, El Tiempo... en el caso de la prensa

    escrita, o con trminos numricos, en el caso de las televisiones, que evocan la infali-bilidad y neutralidad de las matemcas. Pero todo periodista sabe que la objevidadno existe, ni puede exisr, el ejemplo ms evidente es el proceso de seleccin de las

    nocias. A la redaccin de un peridico pueden llegar cada da 4 000 informacionesprocedentes de corresponsales, enviados, agencias, grupos de inters, ltraciones...;

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    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    dejarlas reducidas a unas pocas decenas supone aplicar un evidente criterio de subjevidad.Elegir para la portada una boda monrquica, un informe de derechos humanos o las

    declaraciones de un jefe de Estado conlleva una decisin subjeva y por tanto uncriterio editorial e intencionado, totalmente alejado del discurso de la objevidad

    del que se alardea.

    El otro mito en el que fundamentan la ca periodsca es el del equilibrio. Lo de-enden con el argumento de la necesidad de presentar todas las versiones de unhecho y las diferentes posiciones ante un acontecimiento. Desde este punto de vista,

    y en aras del equilibrio, tras una agresin neonazi deberamos recoger, adems de la

    reaccin de la vcma, tambin la del grupo neonazi. Y el da 25 de noviembre, DaInternacional de la Lucha contra la Violencia de Gnero, buscaramos, junto a los quecombaten esa violencia, la opinin de algn asesino de su pareja. Y tras un bombar-deo a una poblacin civil, deberamos presentar, con igual extensin y legimidad,las argumentaciones de los bombardeados y de los bombardeadores.

    Con la empresa hemos topadoCul debera ser entonces la ca del periodista? En qu elementos se deberafundamentar? La realidad es que en el profesional que hoy trabaja para un grangrupo de comunicacin no existe lugar para la ca porque su margen de decisines mnimo. La eleccin de las nocias, que (como vimos anteriormente) es clave en

    la denicin de la lnea de un medio de comunicacin, corresponde a un pequeoequipo direcvo nombrado directa o indirectamente por el accionariado, los tula-res de las nocias son aprobados o decididos por el redactor jefe o el jefe de seccin,los temas a cubrir por los corresponsales suelen ser propuestos desde la direccin

    o, al menos, aprobados. El distanciamiento entre el periodista y la lnea editorial del

    medio es absoluto, los profesionales se enteran del editorial de su peridico cuando

    sale de las rotavas, de modo que pueden estar dedicando su empo y su talento aun proyecto periodsco con el que no comparten la lnea ideolgica.

    Recuerdo una ancdota en los empos en que trabajaba en un peridico madri-leo a principios de los noventa. Exisa entonces un duro debate municipal sobrela decisin del Ayuntamiento de Madrid de instalar un bordillo para el carril-busque impidiera su uso por los coches privados. Lo haba puesto el gobierno socia-lista y la derecha estaba en campaa contra la iniciava. El director del peridicolleg a la zona de la redaccin donde se encontraba la seccin de Local y pidi al

    equipo en voz alta escribir un editorial sobre el asunto. En ese momento, un perio-dista pregunt: A favor o en contra?. A nadie le llam la atencin la pregunta, laconsideraron normal. A m me pareci un ejemplo de la prdida de ideologa a la

    que se le somete al periodista, o mejor dicho, al enterramiento de su propia ideo-loga para poner su capacidad al servicio de la ideologa de la empresa informava.

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    Otra ancdota la viv durante mi parcipacin en una mesa redonda sobre fotoperio-dismo en Barcelona. Mi intervencin consis en la presentacin de algunos ejem-plos de fotograas de prensa que haban sido publicadas con un pie de foto errneoo se les haba recortado parte de la imagen. No se trataba de errores tcnicos, todos

    ellos se haban hecho con una clara intencionalidad de engao y tergiversacin. Los

    fotoperiodistas que se encontraban en el pblico me apuntaron que en esos ejemplosel fotgrafo no era quien haba manipulado las fotos: sera despus, en la redaccin,

    donde fueron manipuladas. Sin embargo, reconocieron que no lo denunciaron pbli-camente porque hubiera supuesto poner en peligro su puesto de trabajo (algo muy

    arriesgado en unos momentos en que encontrar trabajo no es fcil) y tratarse de

    personas con muchos compromisos y obligaciones econmicas (hipotecas, nios que

    mantener, etc.)

    Este ejemplo pone de relieve dos cuesones. Por un lado, la forma tan asumida que

    enen los profesionales (al menos los que yo all pude conocer) de anteponer sus ne-cesidades econmicas personales a los principios cos. Por otro, el control absolutosobre la ca que enen los dueos de las empresas de comunicacin. Es indiscubleque en el sistema econmico actual la decisin sobre la connuacin o no de unprofesional prestando sus servicios corresponde a la persona que lo contrata, al igual

    que en el resto de las empresas del mbito privado. En el caso del periodista, este

    hecho, tan asumido y normalizado, ene una clara consecuencia en su ca profe-sional, que no es otra que si no es comparda por la empresa se ver despedido. Noexiste ninguna norma ni legislacin que garance al periodista que puede aplicar un

    determinado criterio co contrapuesto al de la empresa. De ah que recurrir a cdi-gos cos o deontolgicos cuando se habla de periodismo en el mbito de la empresaprivada es una falacia. Slo hay un cdigo: que a tu contratador le guste lo que hagas.Ya lo ha denunciado el Sindicato de Periodistas: Nuestra precariedad es tu desinfor-macin. En el periodismo privado no existe algo similar a la libertad de ctedra queencontramos en la educacin superior pblica. Nos referimos a ese derecho a ejercer

    la docencia con absoluta libertad. A un profesor de una Universidad pblica no se le

    puede despedir porque sus enseanzas violen determinadas directrices jerrquicas,

    sin embargo, se puede hacer inmediatamente con un periodista de la empresa priva-da, que son la mayora.

    Recurrir a cdigos ticos odeontolgicos cuando se habla de

    periodismo en el mbito de la empresaprivada es una falacia

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    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    ConclusionesDebemos considerar como principios cos del periodismo no la objevidad o laequidistancia, meros conceptos de uso demaggico impraccables, sino el rigor y laveracidad. El deterioro de la informacin es tal que lo que est en duda es nada me -

    nos que si lo que nos cuentan es verdad o no. Asimismo, es necesario plantear comoprincipio co si el periodista est ayudando a sasfacer los derechos ciudadanosrelacionados con la informacin: el derecho a informar y el derecho a estar informa-do. Es decir, el derecho de los hombres y mujeres a poder transmir informacionesa su comunidad y el derecho de cada ciudadano a estar recibiendo una adecuada

    informacin de la actualidad. Obsrvese que ninguno de esos derechos est en con-diciones de garanzarse por el profesional, sino por la empresa. De modo que, unavez ms, es el empresariado medico el que ene el monopolio de la ca o, dichode otro modo, slo se aplica la ca que el empresario quiere. Si se desea incorporar

    ca al periodismo, debe ser enfrentndose al mercado. En el panorama actual cay mercado es incompable. Cuando el mercado entra por la puerta, la ca sale porla ventana, y hoy las puertas de las redacciones estn abiertas de par en par para el

    mercado. No olvidemos que este, a travs de rentabilidad accionarial o publicitaria,

    no est exigiendo ms rigor, ms veracidad o ms profundidad informava, sino msespectculo y ms audiencia a costa de lo que sea.

    A todo lo anterior yo aadira otros principios cos que hoy son ajenos al modelode formacin de los periodistas. Me reero a movaciones y acciones desnadas a

    mejorar la sociedad, a mejorar el mundo. El discurso dominante ha hipertroadotanto el principio de la objevidad que ha proscrito valores tan necesarios en elperiodismo como senrse compromedos en el trabajo periodsco en cuesonescomo la bsqueda de una salida dialogada a los conictos, trabajar para terminarcon el desequilibrio informavo que sufren los sectores ms empobrecidos y mar-ginales o los pases del Sur o sensibilizar a la ciudadana sobre los problemas con elobjevo de lograr una sociedad movilizada y parcipava. Los mejores periodistasde la historia parciparon de esos principios y los aplicaron en su trabajo: John Reed,Gabriel Garca Mrquez, Ryszard Kapuciski, Jos Mar, Edgar Snow, Mark Twain...

    Por tanto, slo existen dos vas: desarrollar un periodismo pblico y comunitario

    al margen del mercado; y crear un corpus legislavo que garance la estabilidadlaboral de los periodistas, la parcipacin colecva de los profesionales en la elabo-racin de las informaciones, la garana del rigor en los contenidos y el acceso de laciudadana a los medios.

    *Pascual Serrano es periodista. Su ltimo libro: Traficantes de informacin.La historia oculta de los grupos de comunicacin espaoles. Foca, 2010

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    En primer lugar conviene tener muy claro que la comunicacin no es slo un instru-mento, una herramienta que ulizamos para conseguir objevos. Es, sobre todo,una proyeccin social de nuestra personalidad individual e instucional. La comu-

    nicacin constuye entonces una dimensin vital sin la que no se puede compren-der este mundo (complejo, uido, interacvo y contradictorio), ni, en consecuencia,actuar y sobrevivir en l. Por tanto, nada dice ms que nuestra forma de comu-nicarnos; nada educa tanto, predispone y contagia los valores y las actudes quemueven realmente nuestros actos.

    En segundo lugar conviene reparar en que, entendida as, integralmente, la comunica-cin sigue siendo todava una dimensin poco y mal conocida en la accin social, en la

    Javier Erro Sala*

    Como sucede en otros

    mbitos sociales

    cuando hablamos de

    comunicacin en laaccin social, en la

    cooperacin

    internacional para

    el desarrollo y en las

    organizaciones no

    gubernamentales para

    el desarrollo (ONGD),

    hay que comenzar

    explicando lo evidente.

    COMUNICAR Y EDUCAR PARALA SOLIDARIDAD:IMPERATIVO ESTRATGICO, TICOO NECESIDAD VITAL?

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    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    cooperacin internacional para el desarrollo, y en las ONGD. Parece muy dicil quesin redescubrir lo comunicavo, sin reinventarse desde la comunicacin, puedan amedio plazo mantener su actual reputacin de agentes de transformacin social,

    de organizaciones que batallan por cambiar aspectos sustanciales de este mundo.

    En tercer lugar parece necesario comenzar a culvar una actud abierta hacia locomunicavo. Slo as se pude descubrir que la accin social, que el trabajo en elque estn enfrascadas las organizaciones sociales en general y las ONGD en par-cular, pertenece al gnero de la comunicacin1. Por eso hoy la accin comunicava(subversiva en s misma) se erige en el mejor mapa orientador a la hora de actuar

    socialmente, en estos empos desbrujulados. El desao estriba entonces en saberdesprenderse de los miedos instucionales al cambio y en abrir el mundo de la ac-cin social a la comunicacin2. Recordemos, por favor, lo que la tozuda realidad seempea en repernos: que la solidaridad, o es comunicacin entre sujetos (y porlo tanto sacude estructuras y educa en la transformacin) o se acaba convirendotarde o temprano en alguna variedad emera de simulacro.

    Cmo nos planteamos la naturaleza de las relaciones entre la comunicacin y laeducacin cuando hablamos en concreto de ONGD?Podemos entenderla, como se ha venido haciendo hasta ahora, como un imperavoestratgico cuya mxima es comunicarnos para estar presentes, y donde el riesgo

    de caer en la promocin instucional resulta evidente. Los empos de crisis, dondesobrevivir se hace ms dicil, suelen agudizar todava ms esta tentacin. Tambinpodemos concebirla como un imperavo co, siguiendo la premisa de comunicar-nos para el deber ser. Los cdigos cos con los que las ONGD se vienen dotandorepresentan un gran avance en este sendo cuando nos recuerdan que lo que co-munica educa, que las prccas comunicavas y las educavas no pueden vivir deespaldas. Pero es esto suciente?

    Creo que el desao es mayor, ms profundo. Me parece que las ONGD enen sobre

    la mesa una necesidad vital y urgente, la de descubrir que estn obligadas a co-municarse porque son en s mismas comunicacin. Lo contrario, dejarse arrastrarpor miedos e inercias, puede suponer renunciar a sus seas de idendad y ser tra-gadas denivamente por las lgicas mercanles. Con otras palabras, creo que lasONGD estn ante la tesitura de reinventarse desde la comunicacin o arriesgarse

    a que la sociedad acabe percibindolas como otras instuciones ms de las mu-chas que carecen de vocacin y actud comunicava. El escenario se presentacada vez con un rostro ms descarnado: o las ONGD se suman con voz propia a la

    bsqueda de formas de parcipacin autnca y decisiva, a la interacvidad que

    la sociedad viene reclamando cada vez con ms fuerza (sobre todo los jvenes),

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    o corren el riesgo de entrar en la creciente categora de instuciones bajo sospecha.La crisis generalizada que vive la sociedad ene mucho de falta de conanza en lasinstuciones. Sectores cada vez mayores y ms densos de la poblacin recelan delas actudes instrumentales cuando estas se encarnan y atrincheran en instuciones

    encerradas en s mismas, como bien saben iglesias, pardos polcos, organizacionessindicales, universidades, empresas o medios de comunicacin.

    ONGD: descubrirse as mismas desde la comunicacin como agentes socialesesencialmente educadoresEn primer lugar hay que comprender aquello que la comunicacin conene en smisma de solidaridad y de transformacin social profunda, y que se debe a la sub-jevidad. Es ah, en la subjevidad, donde reside lo que atesora de humano. Es esa

    subjevidad la que eleva a los sujetos (fuera, pero tambin dentro de una ONGD) porencima de las estructuras injustas y de las instuciones ciegas o desorientadas. En-tonces, la solidaridad, la cooperacin, se convierten necesariamente en un juego de

    voces, en un dilogo de perspecvas, en un proceso social permanente que va muchoms all de la publicidad de los gabinetes de prensa o de la instruccin educava. Laapuesta emerge difana: ms comunicacin (dentro y fuera de nuestras organizacio-nes sociales) y menos reingeniera social. Ms cuerpo humano y menos abstraccingeomtrica. La comunicacin pone as al descubierto la presencia decisiva del sujeto,

    del ser humano, en la accin social. Pero cuidado, porque esto remueve a las orga -

    nizaciones, tan acostumbradas a mirar horizontes abstractos precongurados (ideo-lgicos, caritavos o tecnolgicos) que corren el riesgo de perder la sensibilidad dela visin humana, aquella que permite disnguir y senr a las personas aunque seadentro de una profunda y oscura cueva. Porque tambin en el caso de las ONGD es

    contra la dictadura de los nmeros y de los protocolos que amenaza con esclavizar,

    con tragarse a las personas, contra lo que hay que encararse. Y hacerlo armados conuna premisa de alcance: aquella que nos dice que hacer solidaridad es, sobre todo,

    aprender a ser humanos.

    En efecto, eso que llamamos humanidad es una construccin comunicava. No es-tamos ante un producto acabado, ante un modelo preestablecido, sino ante un obje-vo al que slo el acontecer, el proceso mismo de la intervencin, puede llevarnos.Dejemos ya de tener miedo a los resultados que, si son humanos son imprevisibles y,

    en muchas ocasiones, contradictorios. Hoy sabemos que la construccin de un granhospital puede generar situaciones de subdesarrollo, y que es posible que un pes-lente vertedero contribuya a organizar y desarrollar a las personas que lo cohabitan.

    Tal vez ha llegado la hora de que apostemos abiertamente por el juego humano de lo

    comunicavo. Todo parece indicar que las organizaciones sociales, las ONGD, estn

    12

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    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    condenadas a recrear la accin social desde las puertas que hoy abre de par en parla comunicacin. La razn instrumental ya no es capaz de dar cuenta de la compleji-dad y uidez del mundo, y si dejamos que ahogue del todo a la razn comunicavala solidaridad acabar reducida a la condicin de mercanca.

    En segundo lugar tenemos que recordar que el modelo de solidaridad al que debe -mos tender ene que basarse, como seala Garca Roca, en los principios de inde-terminacin, complejidad e implicacin. Si queremos movernos en terrenos delo humano, las soluciones slo pueden buscarse en la comunicacin y educacin de

    todas y todos los interlocutores. Se trata de acvar los mecanismos comunicavos ycomunitarios de nuestra sociedad y de converrlos en los ejes de un proceso educa-dor permanente que lo atraviese todo, incluidas (en primer lugar) las organizaciones

    sociales. Ya no es suciente poner a dialogar a las disciplinas (la comunicacin y laeducacin para el desarrollo), sino de entender que todo lo que hacemos forma

    parte de un proceso comunicavo-educador mucho ms amplio, envolvente. Todo:fuera y dentro de nuestras instuciones.

    Parece que ah es donde realmente se juegan los objevos de solidaridad y coopera-cin internacional para el desarrollo. Pivotan sobre premisas sencillas e irrefutables.

    Primera: todo comunica (es imposible dejar de comunicar). Segunda: todo lo quecomunica educa (acva o desacva valores y actudes).

    Luego la comunicacin y la educacin desarrollan o subdesarrollan directamente

    (tambin fuera y dentro de las ONGD), y, en consecuencia, podemos armar que

    las ONGD son organizaciones esencialmente educadoras. Dicho de otra manera:las ONGD mismas son (deben ser) laboratorios de solidaridad, no slo gestoras deprogramas, proyectos o acvidades de sensibilizacin pblica. En sus interiores, ensus habitaciones con vistas, deben recrearse nuevas formas de relacionarse, debe

    educarse en otras formas de convivencia. Si esto es as, necesaria y urgentementeestas instuciones deben ponerse a construir un modelo propio de comunicacinque les disnga no slo como organizaciones que gesonan acciones de solidaridad,sino como organizaciones solidarias, que es mucho ms. Porque la cultura informa-va y publicitaria que han trasladado del mbito mercanl les ha trado ms proble-mas que soluciones; las ha encerrado dentro de un modelo que las agota.

    Las ONGD deben ser laboratorios

    de solidaridad, no slo gestoras deprogramas, proyectos o actividades de

    sensibilizacin pblica

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    ReflexionesAlgunos autores y autoras creemos que ese modelo propio de comunicacin debe na-cer precisamente del reencuentro entre los eslos de comunicar y de educar. Por esoplanteamos pensarlo desde la triangulacin entre tres mbitos que nunca debieron

    distanciarse: la comunicacin, la educacin y la cultura

    3

    . Porque toda accin comuni-cava, consciente o inconsciente, ene consecuencias educavas y, en lma instan-cia, culturales, como deja claro Nos Aldas cuando propone los conceptos de ecaciay eciencia cultural4. Y esto no ene que ver slo con el discurso, sino tambin contoda la estructura de las organizaciones sociales y, sobre todo, con las relaciones so -ciales, aquellas que generan en su interior, y aquellas otras que irradian hacia afuera.

    Por nuestra parte, hemos planteado la opcin de un modelo de trabajo que deno-minamos de apertura a las mediaciones y a las hipermediaciones y que pretendeexplicar y reformular el campo de la comunicacin en el caso concreto de las ONGD.

    Un modelo que pretende adems dejar la puerta abierta a la demanda de interac-vidad y parcipacin social que la sociedad reclama a las organizaciones sociales, ala vez que permira que las propias ONGD redescubrieran sus propias capacidadescomunicavas que permanecen latentes, pero todava ocultas.

    En deniva, se necesita que las organizaciones de solidaridad y especcamente lasONGD revisen el campo de la comunicacin revisndose a s mismas desde lo comu-nicavo. Es a esta potencialidad a lo que nos referimos cuando decimos que las ONGDson organizaciones esencialmente educadoras y que, adems de considerarse orga-

    nizaciones dedicadas a la gesn de las acciones de solidaridad, deben reconocerseprimero en privado, y presentarse despus pblicamente, como laboratorios de soli-daridad. Porque de eso se trata: igual que hoy hablamos de converr las escuelas enorganizaciones de aprendizaje (Informe PISA5), las ONGD deben reinventarse comoorganizaciones de solidaridad. Tendrn que reformularse como laboratorios en losque se ensayen y culven formas directas de solidaridad y formas ms humanas deconvivencia. La clave: educar con el ejemplo?

    *Javier Erro Sala es Coordinador de la Fundacin Mundubat y profesor decomunicacin para el desarrollo y de sociologa de la comunicacin: [email protected].

    1 GARCA ROCA, Joaqun:Accin social y comunicacin, p. 25 a 50.2 ERRO SALA, Javier: Comunicacin, cooperacin internacional para el desarrolloy ONGD: un modelo de trabajo desde laeducacin y la cultura , p. 137-177.3 ERRO SALA, J. y BURGUI JURO, T. (2010): Para pensar cmo la comunicacin atraviesaa la educacin para el desarrollo, en Comunicacin y Desarrollo, pasos hacia la coherencia,R.Marnez-Gmez y Mario Lubetkin (Coord.), Comunicacin Social, Madrid, pginas 92-112.4 NOS ALDAS, Elosa: Lenguaje publicitario y discursos solidarios. Ecacia publicitaria,ecacia cultural?, Barcelona, Icaria, 2007.5 Programme for Internaonal Studenr Assessment, de la Organizacin para laCooperacin y el Desarrollo Econmico (OCDE)

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    Teresa Burgui*

    EDUCAR PARA EL DESARROLLOMedios de comunicacin de masas y ONGD

    en la era de la cultura digital

    Los eternos rivales comparten hoy al menos un reto: el de revisarse a la luz dela nueva cultura digital que trae consigo un nuevo paradigma comunicavo yeducavo, donde la nocin mensaje-contenido pasa a ser proceso y no produc-to nal. Tambin trastoca la nocin autor-educador, que se convierte en un arqui-tecto, constructor de espacios visuales y sonoros en el interior de los cuales ir a

    pasear el espectador-alumno-ciudadano, converdo ahora en co-creador, en di-logo permanente con el mensaje, con capacidad para modicarlo y para decidir

    Empezar por el nal: en

    un escenario inestable y

    en permanente mutacin,presidido por la cultura

    digital, necesitamos de

    nuevas respuestas para

    viejos problemas.

    Medios y ONGD tienen a

    su alcance la posibilidad

    de ser agentes educadores,

    siempre y cuando sean

    capaces de dar respuesta

    a las nuevas exigencias,

    como la demanda social de

    interactividad, que va ms

    all de la participacin

    y reclama co-creacin.

    Quien no responda a ellas

    quedar fuera de juego.

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    sus propios inerarios a parr de su experiencia. En este nuevo escenario, los mediosde comunicacin conuyen con la EpD y las ONGD al ser incluidos por primera vez enla Estrategia de Educacin para el Desarrollo de la Cooperacin Espaola, lo que sin

    duda abre nuevas posibilidades de entendimiento y alianza.

    Qu hacen las ONGD con los Medios, qu hacen los medios con las ONGDNo es un secreto que medios de comunicacin y ONGD son protagonistas de una

    relacin histricamente conicva. Han tejido entre ambas un nudo que todava nohemos conseguido deshacer.

    Entre las ONGD, simplemente nunca ha habido acuerdo. Por un lado, hay organizacio-nes que, haciendo grandes esfuerzos por aparecer, terminan plegndose a la lgicade los medios (la informacin presentada como espectculo, descontextualizada),

    hablando ms de s mismas que de las causas que dicen defender. En el otro extremo,los crcos, los niegan y apuestan por medios alternavos, que muchas veces noterminan de despegar y slo llegan a los convencidos.

    Unos y otros olvidan a menudo que deben mucho a los medios de comunicacin: gra-cias a ellos las ONGD entran en la esfera pblica y se convierten en hroes a parrde sus intervenciones en conictos como la guerra de Rwanda. Eso s, los mismos quelos auparon han sido los principales causantes de la imagen deformada y estereopa-da que la ciudadana ene sobre las realidades de los pases de Sur, responsabilidadde la que no est exentas las ONGD y sus prccas comunicavas.

    En general, en las ONGD ha prevalecido una visin instrumental: los medios han sido uli-zados para crear marca y disnguirse de las dems, para difusin de las acvidades querealizan, en un intento de ganar visibilidad y, nalmente, como soporte de la publicidad.En estos tres casos existe por parte de las ONGD una intencionalidad recaudatoria. Esta

    ulizacin ha resultado, a la larga, contraproducente desde el punto de vista educavoporque el mensaje que ha terminado por colarse y calar entre la ciudadana es que, por

    una parte, la solucin a los problemas de los pases del Sur se resuelve con dinero y, porotra, la nica propuesta de parcipacin es la de la donacin, reforzando de paso la pri-

    mera idea sin plantear otro po de compromiso u otra frmula de implicacin.

    Por parte de las ONGD ha prevalecido unavisin instrumental, donde los medios han sidoutilizados para crear marca y distinguirse

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    Educacin

    Comunicacin

    Digamos entonces que el uso que han realizado las ONGD de los medios no ha sido

    muy educavo, puesto que no han logrado generar una verdadera cultura de lasolidaridad que en empos de crisis como los que vivimos les permita obtener res-paldo social y movilizar a la ciudadana. Entonces, con qu autoridad podemos exi-

    gir a los medios que reconozcan su papel de agentes educavos en el campo de laeducacin para el desarrollo?

    Tampoco ayuda mucho que las ONGD hayan abordado las cuesones educavasy las relavas a la comunicacin, por lo general, de forma disociada desde depar-tamentos que se han dado a menudo la espalda y se contradicen entre s: con la

    comunicacin se recauda, con la educacin se educa; en una concepcin bastantesimple de estos dos mbitos, como si lo que comunica no educase o se pudiese

    educar sin comunicar.

    Pero qu sucede desde el otro lado? Cuando sealamos a los profesionales delmedio su potencial educavo, no se reconocen en ese papel y recuerdan que su fun-cin es informar y entretener, no educar: para eso est la escuela, los padres, otrasinstuciones Sin embargo, sabemos, y ellos tambin, que los medios inuyen de-cididamente en nuestra percepcin del mundo mucho ms y ms rpido que cual-quier otra instucin. Son acvadores o desacvadotes de valores y su inuenciaes tan grande (especialmente en el caso de los medios audiovisuales) que muchos

    educadores no dudan en sealar desde su experiencia que lo que la escuela educa

    durante el da, con tanto esfuerzo, la tele lo deseduca por la noche, en casa, de

    un plumazo. As, los medios terminan por converrse en un problema educavopara la escuela y, por extensin, para las ONGD que tambin trabajan en los mbitos

    educavos formal, informal y no formal. Ni escuela ni ONGD pueden comper conlos medios. No deberamos entonces sopesar la posibilidad de aliarnos con ellos?

    Algunos motivos para tener esperanza y caminos por los que seguir avanzandoY entonces? En primer lugar, se ha dado un paso, quiz insuciente pero importan-te y simblico. La Estrategia de Educacin para el Desarrollo aprobada en 20081 e

    incorporada en 2009 al III Plan Director de la Cooperacin Espaola, incluye la comu-nicacin y los medios en el mbito de trabajo de la EpD. Asume una visin integral

    del proceso educavo2, del que forman parte los tres sectores, (formal, informa y noformal) y que enende lo educavo como una labor sociopolca (gira en torno a laidea de juscia social), que est llamada a sensibilizar, formar y concienciar y quese despliega en cuatro dimensiones: sensibilizacin, educacin-formacin sobre eldesarrollo, invesgacin para el desarrollo e incidencia polca y movilizacin social.Estas pretensiones necesitan del concurso de la cultura de masas y, por tanto, de los

    medios. De ah que estemos llamados a entendernos con ellos, a incorporarlos al

    trabajo educavo.

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    La Estrategia supone tambin un salto cualitavo en la relacin entre comunicaciny educacin para el desarrollo al establecer que los principios de la EpD, tal como

    la enende, deben servir de marco co de referencia para todos los actores de lacooperacin para el desarrollo y para todos aquellos que sean competentes en edu-cacin, entre ellos los medios.

    Por otro lado, se dan una serie de factores que estn cambiando el ambiente comu-nicacional. En primer lugar la prdida de hegemona de los medios: peridicos que

    pierden lectores3, divorcio entre el periodismo y la sociedad (periodismo herido)4,aparicin de nuevos movimientos como periodismo social, periodismo cvico.

    La irrupcin de la cultura audiovisual (pensamos en imgenes) y de la cultura del

    espectculo (el que aburre, pierde), pero especialmente la nueva cultura digital que

    da respuesta a nuevas demandas como la construccin del conocimiento de forma

    colecva (que ene su expresin ms conocida en la Wikipedia), la inmediatez, la po-

    sibilidad de dejar de ser un consumidor pasivo y converrse en productor, constuyeun fenmeno que nos viene a cambiar todo y que nos interesa explorar. Quizs la

    mxima expresin de esta armacin la representan los jvenes. La escuela ensea,pero ellos aprenden fuera, no pegados a una pantalla plana sino zambullidos dentro

    de ella, por fuera de un sistema educavo del que cada da se sienten ms alejados.Podramos armar que aprenden a pesar de la escuela. Hoy, en la era digital, la clasemagistral, el uno dicta y el resto calla, es un principio inadmisible.

    La cultura digital ha potenciado el paso de una educacin encerrada en la escuela a

    una sociedad educadora, en un proceso irreversible que permite a disntas instucio-nes sociales, y en parcular a las ONGD y los medios de comunicacin, recuperar supapel como actores clave del proceso educador. Ha introducido cambios como el nde las verdades cerradas, la dicultad para ejercer un control frreo sobre los produc-tos y los procesos, la imprevisibilidad, el gusto por navegar, por crear, experimentar,

    recuperar el proceso. Han estallado las fronteras. Esto, evidentemente, signica uncambio profundo que nos obliga a revisarnos a parr de una pregunta: estn mediosy ONGD preparados para educar y comunicar para la solidaridad en la era digital?

    *Teresa Burgui es experta en comunicacin y movimientos sociales

    1CARPIO Ortega, M Luz; Estrategia de Educacin para el Desarrollo de la Cooperacin Espaola, DGPOL-DE Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperacin, 2008, Madrid.2Dene la EpD como un proceso educavo (formal, no formal e informal) constante encaminado, a travsde conocimientos, actudes y valores, a promover una ciudadana global generadora de una cultura dela solidaridad, compromeda en la lucha contra la pobreza y la exclusin as como con la promocin deldesarrollo humano y sostenible (Ortega, 2008:19) (DGPOLDE, 2009: 78)3La Asociacin de Editores de Diarios Espaoles (AEDE) seala que en nuestro pas los peridicos sufrieron

    entre 2008 y 2009 la peor crisis de su historia, con un retroceso del 41% en la venta bruta de publicidad.

    En Europa cada ao se cifran en un milln los lectores que pierden los medios.4DE PABLOS COELLO, Jos Manuel: El periodismo herido, Ed. Foca, Madrid, 2001.

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    DESEDUQUMONOS:Comunicacin alternativa en el Estado espaoly educacin para el desarrollo

    Originalmente la prensa alternava se deni como contrainformacin,para destacar su carcter antagonista respecto a la informacin que fa-brican los medios convencionales1. Suele entenderse que la contrain-

    formacin ene su pblico en la contrasociedad, y por tanto que la prensaalternava se dirige a los sectores sociales alternavos, que cuentan ya con ca-pacidad crca respecto a la prensa del sistema y que no estn bajo su inuencia.Pero si consideramos que la funcin fundamental de la prensa alternava es dis-putarle la inuencia social a los poderes medicos, abrir brechas en su capacidadpara crear opinin, dotar a la ciudadana de herramientas para descifrar los cdigos

    que ulizan los medios convencionales para manipular los hechos, convencerla de

    Una de las web ms

    interesantes de la prensa alternativa en

    castellano tiene un nombre a primera vista sorprendente:Desinformmonos (http://desinformemonos.org/). El nombre se inspira

    en un poema de Mario Benedetti que satiriza sobre la sumisin de la ciudadana

    hacia la polucin informativa que generan los poderes mediticos establecidos.

    Desinformmonos hermanos tan objetivamente como podamos, dice uno de sus

    versos ms cidos. No s si el equipo de Desinformmonos le da al ttulo de superidico un sentido solamente satrico. A mi parecer, puede

    entenderse desde otro punto de vista, tambin interesante.

    Miguel Romero*

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    que no slo deben dudar de lo que les cuentan, sino adems buscar al menos una

    segunda opinin alternava entonces hay que desinformar, es decir, romperla credibilidad de la informacin que difunden los medios convencionales, que ensu conjunto cumplen una funcin esencial para la produccin de lo que Juan Ramn

    Capella llama los ciudadanos siervos.

    Desinformmonos pues. Pero tambin deseduqumonosEducacin para el desarrollo es uno de los trminos ms confusos de la jerga de lacooperacin internacional y convendra irlo descatalogando. Proviene de los emposen que los pases del Sur eran caracterizados como subdesarrollados y el desarrolloconsisa en aproximarlo a las condiciones y modo de vida de los pases del Norte. Estaideologa sigue contaminando la mayora de las acvidades actuales de ONGD, aunque

    se aadan adjevos levemente crcos po desarrollo humano, sostenible, etc.Adems, la propia idea de educacin es cuesonable. En general, se enende comouna acvidad complementaria de la educacin formal y a cargo de las ONGD comoespecialistas en la materia. Sin entrar en la compleja discusin sobre la discubleulidad formava de las asignaturas complementarias, lo que est claro es que sucontenido queda subordinado al ideario del centro escolar y que su consideracin

    como tulacin propia de las ONGD refuerzan su contenido consensual y acrco.Jos Lpez Rey lo ha caracterizado muy bien: Toda ONG recurre a mensajes consen-suados que le permiten conectar con aspiraciones y valores ampliamente extendidos

    en la poblacin1 (aunque hay que mazar que no todas, s la mayora)

    En estos mensajes, las crcas a las injuscias del sistema evitan el anlisis de larealidad concreta, de forma que, por ejemplo, puede cricarse la codicia de las em-presas transnacionales, pero mirando a otro lado cuando se trata de poner nombres

    y hechos concretos, mxime cuando se trata de empresas potenciales patrocinadores

    o nanciadores, por ejemplo, Repsol, Telefnica o el Santander. Como dicen VctorSampedro y Ariel Jerez, las ONGD difunden una perspecva alarmista () con conte-nidos primordialmente morales presentados con un perl polco bastante difuso2.

    Con esta orientacin, la educacin para el desarrollo ende a potenciar la percepcinde la realidad y la jerarqua de valores que difunde el sistema educavo al servicio de la le-gimacin del orden establecido. Pero la extensin de una genuina conciencia solidariaexige un cuesonamiento de esa percepcin y esos valores, es decir, deseducarnosrespecto a lo que se enende y se pracca como educacin en nuestra sociedad.

    En su sendo habitual, la educacin para el desarrollo no ene obviamente ningnvnculo con la prensa alternava; por el contrario su referencia informava est en losmedios convencionales. Son estos medios los agentes de un mecanismo en tres pasos,

    bsico para el funcionamiento de la mayora de las ONGD: prioridad a informaciones

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    del Sur relacionadas con miserias y catstrofes; produccin de compasin en lectoresy audiencia; donaciones a ONGD. Muy frecuentemente, esos medios juscan el tra-tamiento sensacionalista de los hechos sociales en los pases del Sur por su impactoen lo que llaman solidaridad ciudadana, que en realidad se mide en donaciones a

    las cuentas corrientes que se difunden profusamente, sobre todo en situaciones decatstrofes. La mayora de las ONGD, especialmente las tulares de esas cuentas, sesienten cmodas ante esta relacin simbica y se cuidan de cricar esta habitualintoxicacin medica que, por otra parte, contribuye a la educacin de la gentems que mil proyectos de educacin para el desarrollo. El resultado es potenciar lapasividad de la ciudadana, horrorizada e impotente ante tragedias lejanas, que sus-tuye con una donacin la accin social que no quiere o no sabe cmo plantearse.

    En cambio, es esencial el vnculo entre prensa alternava y aquellas ONGD que con-sideran como una tarea fundamental contribuir a crear en sus propios pases un

    movimiento social solidario con los pases del Sur. Este es, en deniva, el sendo delas acvidades de las pocas ONGD que enenden su acvidad como un compromisosolidario, y por tanto radical y concretamente crco, con los poderes establecidos yel modo de vida de los pases del Norte. Para estas ONGD ulizar el trmino educa-cin para el desarrollo es un convencionalismo que imponen las convocatorias desubvenciones, sin mayor importancia.

    La necesidad de una vinculacin entre la prensa alternava y las ONGD con un sen-do militante de la solidaridad est en que ambas necesitan promover una ciuda-dana socialmente (o, mejor, sociopolcamente) acva y, cada una en su campo,contribuir conjuntamente a lograrla.

    Las condiciones bsicas para una ciudadana acva en la solidaridad Norte-Sur son:una buena informacin sobre los acontecimientos de la actualidad y su marco de re-ferencia en las relaciones internacionales; un conocimiento y valoracin de objevosque propongan responder ecazmente a los efectos inmediatos y modicar radical-

    mente a medio plazo sus causas; y una voluntad de movilizarse colecvamente paraalcanzarlos.

    Una genuina conciencia solidariaexige deseducarnos respecto a lo que se entiende y se

    practica como educacin en nuestra sociedad

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    Especialmente el primer punto es un campo compardo entre prensa alternavay ONGD. Ello requiere que estas desarrollen polcas de comunicacin potentes ycrebles, es decir, con sendo crco y autocrco, basadas en lo que constuye suvalor especco: la relacin solidaria con organizaciones sociales del Sur con las que

    compartan no simplemente la gesn de proyectos sino objevos sociales y pol-cos comunes. Entre ellos, uno de los ms importantes es contribuir a que exista una

    buena informacin sobre los pases del Sur, porque como advera hace ya muchosaos Manuel Vzquez Montalbn: El Norte est en condiciones de imponer al Surno solamente una sucursalizacin de la verdad que recibe, sino un falso imaginario

    sobre s mismo y una falsa conciencia sobre cules son las autncas necesidades ysu verdadera idencacin3.

    Finalmente, otro objevo comn de la mayor importancia es crear demanda de unainformacin veraz y, por tanto, alternava. Hay que reconocer que la gran mayora delas y los acvistas sociales, tanto de la solidaridad internacional como del ecologismo,el feminismo o la izquierda polca se sigue informando por los medios convenciona-les; slo una parte muy reducida sigue y apoya a los medios alternavos. As no haymanera. Hay una necesidad de apoyo mutuo, que se reconoce, pero no se concreta.Quizs una forma de salir de este bloqueo sea poner en marcha nuevos proyectos

    de comunicacin conjuntos, desnados seriamente a cuesonar el monopolio de losmedios convencionales sobre la informacin que recibe la mayora de la poblacin.

    Es una tarea ambiciosa y arriesgada, pero no imposible. Hay todava un medio de di-

    fusin potencialmente masivo, que no est determinado por inversiones millonariasde capital que estn fuera de nuestro alcance. Un medio en el que con buen trabajo

    cooperavo y recursos materiales relavamente modestos puede conseguirse una in-formacin de calidad e inuencia social. Es la televisin por Internet. Lo intentamos?

    Nota al margen:Al nal de su poema, Benede se pone serio, como no poda sermenos: desinformmonos hermanos/ hasta que el cuerpo aguante/ y cuando ya noaguante/ entonces decidmonos/ carajo decidmonos/ y revolucionmonos. Losversos tambin valen para deseduqumonos.

    *Miguel Romero es editor de VIENTO SUR

    1 Terminologa de Chomsky y Herman para los medios de comunicacin integrados en el sistema2 LPEZ REY, Jos Antonio: La percolacin cultural del mercado en el tercer sector: el caso de lasOrganizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo. Captulo 5.3 SAMPEDRO, Vctor y JEREZ NOVARA, Ariel Visibilidad pblica y tratamiento informavo del movimiento

    de cooperacin al desarrollo (1992-2002). Polca y Sociedad, 2004, Vol 41 Nmero 1.4 Historia y comunicacin social, Editorial Crca, Barcelona, 1997.

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    EL SURen los medios de comunicacin de masas

    Que la poltica

    internacional, desde

    que se tiene conciencia

    de ella, es una

    sabana histrica en la

    que todos quieren ser

    leones pero muchos no

    pueden evitar ser gacelas,

    es algo que no debe

    sorprender a nadie.Lejos de desconcertar,

    apelamos a los

    instaurados cnones

    de competitividad

    econmica como

    nuevo modo de dirimir

    los conictos, y esto es

    algo que est ya instau-rado en el subconsciente

    de cada uno de nosotros y

    nosotras.

    Los pases pobres son pobres porque enen mandatarios que no han sabido de-sarrollarlos, son gacelas porque los conictos que los asolan, de los que siempreellos son los responsables, no han permido un escenario de paz en el que orez-ca el comercio, porque son atrasados, brbaros, enen culturas alejadas de la mo-dernidad o no han sabido labrarse un presente con base en la educacin y el progreso.

    Miguel ngel Morales Sols*

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    Los puntos de unin que una imagen ene con la realidad, cuando no se la conoce enprofundidad, no pasan de ser poco ms que prejuicios. Si uno analiza la vida diaria seda cuenta de que en muchas ocasiones nos hemos formado imgenes de personas a

    las que, despus de conocerlas, hemos valorado de otra manera. Es sencillo crear un

    prejuicio. Tambin lo es apartarse de l. La diferencia est en que para formarlo ape -nas necesitamos informacin, mientras que para hacer que desaparezca es necesario

    un esfuerzo que muchas personas no estn dispuestas a realizar.

    En el contexto de inmediatez en el que se mueven los medios de comunicacin de

    masas, la tendencia de los mismos es a crear prejuicios empleando muy pocos datos.

    Se trata de condensar la informacin sobre algo o alguien en el menor empo posible,de fabricar una capsula informava, hacerla atracva al espectador, con lo que esoene de apelacin a los insntos y no a la razn, y que sea lo ms barata posible. Nohay que olvidar que es la televisin, el protopo de informacin hecha espectculo, elmedio que la mayora de las y los ciudadanos escogen para informarse.

    El vnculo entre estas tres cuesones (la naturaleza de las relaciones internacionales, lacreacin de prejuicios y el modo de informarse de la poblacin) hacen que las imgenes

    que del Sur se vienen creando sean un compendio de parcialidades. Las imgenes deHai despus del terremoto o los campos de refugiados de Sudn, olvidados ya peroaun vigentes, son un ejemplo de ello.

    Cdigo tico vs. interesesLa Coordinadora Estatal de ONG para el Desarrollo (CONGD) promulg en 1998 unCdigo co que vena a establecer una serie de actudes y modos de hacer de lasONG en su proceso de cooperacin y que incluye un apartado dedicado a la comuni-cacin. En el mismo se dispone que la comunicacin, como instrumento de sensibi-lizacin y educacin para el desarrollo, debe propiciar el conocimiento objevo delas realidades de los pases del Sur reejando su complejidad, los obstculos con losque se enfrenta el desarrollo, la diversidad de las situaciones, los esfuerzos propios

    desplegados y los progresos realizados.

    Los medios de comunicacin de masas no son instuciones sin nimo de lucro, ni mu-cho menos. Estn ligados, en la mayora de las ocasiones, a intereses polcos, empre-sariales y de imagen. Muchos de ellos responden a las querencias de sus anunciantes(que evitan ver publicadas informaciones que no les son propicias), a las del pardo alque son anes ideolgicamente o a la simple lgica empresarial del menos es ms.Pero tambin hay otras movaciones que impiden sacar a la luz informaciones que,lejos de no ser contrastables, provocaran un altercado con el orden establecido.

    Un buen ejemplo de ello es lo sucedido en la Republica Democrca del Congo, condos guerras consecuvas desde su independencia vinculadas a la explotacin de los

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    Educacin

    Comunicacin

    recursos minerales del pas. La segunda guerra comenz en 2002 con la rma delacuerdo de paz de la primera. Ruanda, que ya estuvo implicada, propici que semantuviesen las hoslidades a travs de la nanciacin a la guerrilla de Nkunda quehoy ocupa la provincia de Kivu Norte, rica en coltn, operando en la compraventa

    del mineral junto a la empresa SOMIGL (Sociedad Minera de los Grandes Lagos), queest integrada por tres sociedades: la Africom (belga), la Promeco (ruandesa) y la

    Cogecom (sudafricana). Estados Unidos, Blgica, Alemania y Kazajstn son los des-natarios principales del coltn africano, empresas como Bayer lo gesonan y otrascomo Citybank encubren en sus bancos el dinero que este negocio mueve.

    Este es, tal y como decamos al principio, el sangriento juego de gacelas y leones.

    Otro ejemplo an ms claro es el del 30 de noviembre de 1999, cuando el Consejode Seguridad de la ONU en su resolucin N 1 279 autoriza el despliegue de unafuerza mulnacional de 5 537 cascos azules y 500 observadores en la Misin de lasNaciones Unidas en la Repblica Democrca del Congo (conocida como MONUCpor su acrnimo en francs), con el n de colaborar y monitorear el cumplimientodel Acuerdo de Pacicacin de Lusaka. En sepembre de 2008 se nombra al tenientegeneral espaol Daz Villegas al mando de la MONUC. Dos meses despus, dimitedel cargo. Por qu? Los lugareos aseguran que han visto a miembros de la MO-NUC transriendo armamento a los rebeldes de Nkunda, tracando con oro y otros

    minerales, al igual que transportando minerales hacia la frontera con Ruanda. Sehan atesguado abusos sexuales a nias comedos por cascos azules y actudes fa-vorables a los rebeldes, como la cesin de pertrechos e idencaciones para entraren una ciudad y, dentro, disparar al ejrcito congoleo hasta hacerse con la misma.

    Son todos ellos datos comprobables, hechos que podran ser publicados con el nde completar una realidad que aparece difuminada. Sin embargo, los medios de co-municacin de masas no quieren o no pueden dar voz a este po de informaciones.No sera aceptable que tales empresas, insertas en el propio sistema, ataquen sus

    propios intereses. No sera tolerable pensar que aquellos que han sido enviados a

    defender la juscia y la paz estn propiciando que sean pisoteadas.

    Los medios de comunicacin de masasestn ligados, en la mayora de las ocasiones,a intereses polticos, empresariales

    y de imagen

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    Crisis y recortesLos empos de crisis econmica han trado otro fenmeno a analizar. Ahora que losgobiernos del Norte se encuentran en la coyuntura de rebajar el gasto pblico, como

    marcan los cnones del neoliberalismo, no son pocas las voces en los medios de co-

    municacin que se han alzado solicitando una reduccin de las ayudas al desarrollo.Estas voces provienen, como ya es habitual, de aquellos sectores ms ligados a la

    ideologa dominante, es decir, a los que conciben el mundo como una jungla y la po-breza no como un problema sino como una oportunidad.

    En este contexto se da una imagen distorsionada de lo que representa recibir ayuda.

    Cuando se solicita que se abandone la cooperacin al desarrollo, los periodistas uopinadores olvidan las responsabilidades adquiridas con los pases receptores. Noen vano dichos pases son, en su mayora, anguas colonias que han estado inuen-ciadas, incluso despus de sus independencias, por las necesidades de las anguasmetrpolis y de las nuevas potencias econmicas. A su vez, cuando se pide que se

    restrinjan las ayudas, las palabras dejan un poso de acto caritavo, un reejo de lasuperioridad del que da y de la inferioridad del que recibe, que no est gesonandobien los recursos enviados.

    Este modo de tratar la informacin, que se convierte en opiniones arrojadizas, es

    contraproducente para el propio modelo de desarrollo. Sin embargo, pese a que esosmismos opinadores tendran argumentos a favor de la ayuda, preeren obviarla conel n de cricar al gobierno de turno. Con ello estn haciendo, consciente o incons-

    cientemente, un aco favor a los pases del Sur. Estn olvidando la complejidad de lasrealidades que, al igual que en los pases del Norte, marcan el estado de subdesarrollo

    en el que se encuentran algunas comunidades.

    En estos empos de crisis son los datos macroeconmicos los que imperan. Nom-brndolos es posible decir que Colombia vive en la actualidad una situacin idlica o

    que Venezuela est al borde del colapso. Mentndolos es sencillo olvidar que en Chi-na 1 000 millones de personas no enen ms derechos que un esclavo o que Angolaha tenido que luchar mucho contra las injerencias externas para comenzar a salir de la

    pobreza. Los cdigos cos de la CONGD, preocupados porque la realidad pueda serapreciada en un sendo amplio, enen por delante un arduo trabajo. Deben lucharcada da contra los prejuicios creados a la ligera por los mass media y, por desgra-cia, como decamos, es sencillo crear prejuicios, pero es complicado abandonarlos.

    *Miguel ngel Morales Solsforma parte del Consejo de Redaccin de laRevista PUEBLOS

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    Comunicacin

    Yparael

    Desarrollo

    Educacin

    Comunicacin

    Desarrollo

    Educacin

    CUESTIONES PRCTICASpara ONGD, otras ONG,

    asociaciones y movimientos sociales

    Alba Onrubia Garca*

    Un buen comunicador no es el que ms habla

    sino aquel que sabe escuchar

    Afrontar la tarea de comunicar

    desde una organizacin sin nimo de lucro requiere

    honestidad. Si bien estamos comenzando a afrontar el debate

    (necesario) sobre el papel de la comunicacin en las ONG, an queda mucho por

    andar. Debemos ir ms all de la mera exposicin tcnico-comunicativa a la hora de disear la

    labor que desempeamos y afrontar el desarrollo de un modelo de comunicacin que nos ayude

    a conseguir elobjetivo de nuestra razn de ser: la transformacin de nuestras sociedades-mundo.

    Sin duda tenemos pasos en marcha, como el cdigo co de la CONGDE, o los marcos de

    debate y foros en los que se est tratando la cuesn; todos ellos cuentan con grandesobjevos cos a cumplir y un marco terico muy especco sobre nuestra labor comoagentes sociales que buscan el cambio y la transformacin. Sin embargo, y a pesar detodas estas reexiones, la prcca diaria nos lleva a enfrentarnos de cara con ciertascontradicciones que hacen tambalear la lista de buenas intenciones. Cmo hacer pararomper el modelo unidireccional de comunicacin, mantener la calidad y no simplicaro vaciar los mensajes de contenido? Cmo se manene el compromiso transformadorsin pasar por el mercanlismo comunicavo y al mismo empo se sustentan econmi-

    camente las organizaciones? Cmo se visibilizan las otras realidades sin converrlasen productos espectculo pero captando el inters de los pblicos? Cmo abrimos es-pacios de debate, reexin, compromiso, sensibilizacin, en un entorno autmata, sinempo, donde la imagen juega un papel predominante en el discurso y simplica conte-nidos? En deniva cmo romper con el modelo dominante, dentro del propio modelopero sin dejarnos arrastrar por l?

    Huyendo de recetas mgicas inexistentes que solucionen estas cuesones, afrontaremos la co-municacin como un elemento vivo, en constante transformacin, dilogo y reexin. As elobjevo lmo ser ver conjuntamente el papel de la comunicacin para la educacin de ciu-dadana global y las herramientas con las que contamos para comunicar desde el compromiso.

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    Lavaramano

    :Dossier

    paraprendas

    delicadas

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    Para manchas difciles:El primer paso para construir un marco de comunicacin para y desde la sociedad:

    olvidarnos de los manuales de comunicacin en los que el proceso comunicavo se

    reduce a la competencia, al posicionamiento del producto, a los pblicos objevos yal markeng (por muy social que quieran pintarlo). Deberamos tener claro el punto

    del que parmos: la cooperacin, que por mucha polisemia que guarde la palabra nodeja de tener un signicado contrario al de rivalidad. Si bien habr herramientas quepodamos adoptar a nuestro modelo de las grandes teoras de la comunicacin, comoen la vida misma, no todo vale. Pero, dnde ponemos la barrera?

    La profesionalizacin de la comunicacin en las organizaciones es un fenmeno muyreciente que se ha incorporado al tercer sector de una manera, como mnimo, po-lmica. La falta de capacidad de muchas organizaciones para llegar a los pblicos,generar personas asociadas y tener mayor visibilidad en los medios ha producido unatendencia al alza en la contratacin de profesionales de la comunicacin y la compra

    de productos comunicavos. Hemos pasado de no comunicar conscientemente a co-municarlo todo. Pero, hemos evaluado de manera honesta por qu no conseguimosllegar a la sociedad? Es falta de credibilidad o falta de capacidad?

    Parremos de la premisa de que para comunicar es necesario escuchar primero, te-ner algo que decir y luego, s, saber cmo decirlo. Pero todo ello es algo que debemosconstruir entre todos y todas, como parte de ese dilogo.

    Hasta hace bien poco, el modelo comunicavo preponderante haba sido el lineal,aquel en el que un emisor hablaba y hablaba sobre si mismo. Lo hemos disfrazadocon mlples mscaras: experto, lder, sabio, erudito En el fondo estbamos alimen-tando grandes egos y creando espacios autosasfactorios1 donde escupir al mundootro modelo extrao a la parcipacin. Hasta hace poco la comunicacin de las or-ganizaciones estaba limitada a la obtencin de personas socias, fondos y espaciosmedicos, cuando hablamos de las grandes, y era casi nula cuando nos referimosa organizaciones pequeas o medianas. Por ello no es de extraar que la imagen delas ONG est tan deteriorada, y es que si todo comunica la clave es saber qu es lo

    que queremos comunicar. Hemos conseguido cambiar este modelo? Qu es y cul

    El primer paso para construir un marco de

    comunicacin para y desde la sociedad: olvidarnosde ciertos manuales de comuicacin

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    debera ser el papel de las organizaciones como agentes sociales que comunican?Primero y fundamental es reexionar sobre el QU. Qu es la comunicacin? Ququeremos comunicar? Qu comunicamos? Si aceptamos la premisa de que lo msimportante para comunicar es escuchar, el modelo lineal presentara ciertas contra-dicciones. Y si adems observamos la comunicacin ms habitual que se da entre laspersonas, veremos que el feedbackes tan necesario como constante. Es bastante

    dicil entender una ONG sin el apoyo de sus bases sociales, sin la legimidad dela sociedad civil a la que representa. Como igual de dicil debera ser imaginar unaorganizacin que no escucha las demandas, necesidades, debates y problemcas alas que se enfrenta el contexto donde opera.

    Posiblemente un cuaderno no sea el mejor soporte para conseguir el dilogo nece-

    sario que venimos subrayando para disear el papel que deben jugar las organizacio-nes como comunicadores, ya que carecemos de los elementos defeedback. No obs-

    tante intentaremos crear un ambiente de aprendizaje mutuo, reexiones conjuntasy preguntas abiertas que nos ayuden a ver entre todas y todos los retos que tenemosen nuestras organizaciones a la hora de comunicar, as como las herramientas con lasque contamos para afrontarlos.

    La responsabilidad que asumimos desde el momento en que formamos parte del

    tercer sector debe estar patente en cada uno de nuestros actos. Somos parte de la

    sociedad, operamos en nombre de otra gran parte, y como accin lma trabajamosdesde la legimidad que da el hecho de luchar por transformar un modelo capita-lista dominante, excluyente y opresivo, para que todas las personas puedan disfru-tar plenamente de sus derechos. Sin embargo, ni la legimidad ni la credibilidad denuestras acciones son elementos eternos ni innatos a nuestra condicin. Requieren

    de un compromiso real y un trabajo connuo, de demostraciones y reelaboracionesconstantes que adapten nuestras herramientas de trabajo a los cambios de nuestrassociedades y colecvos. La velocidad verginosa a la que se mueve la vida nos sitaen la tesitura de tener que amoldarnos al cambio connuamente. Pero para ello es

    necesaria una actud proacva, una reexin inagotable, espacios de debate peri-dicos abiertos realmente al cambio Sin duda elementos que chocan con la realidad,desde el momento en que nuestra carga de trabajo en las organizaciones desbordadiariamente a las personas que hay detrs de los departamentos, hacindose muydicil, casi imposible, abordar esas reexiones, esos parntesis en los que recapaci-tar y evaluar el trabajo que vamos haciendo. Y es aqu donde tendremos que decidirel primer camino a tomar: Seguimos auto-complacindonos, rando balones fueraa la hora de evaluar las causas de la falta de apoyos sociales o abordamos el compro -miso y la reexin desde dentro?

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    Comunicacin Interna:

    Las ONG estn formadas por personas, pero sobre todo por equipos. Esta ideadebe ser esencial. Puede una sola persona cambiar sustancialmente algo? Tantolas organizaciones como los movimientos sociales sabemos desde hace mucho

    empo que la unin hace la fuerza, y ms teniendo en cuenta que nuestros objevosse encuentran frecuentemente con obstculos y barreras de oposicin al cambio. Sin

    embargo, y por paradjico que parezca, esa oposicin, aunque de manera diferente,no la encontramos tambin dentro de nuestras propias organizaciones?

    Disear una comunicacin interna ecaz es fundamental a la hora de construir uncamino comn. Si a las organizaciones por si solas les cuesta el doble conseguir losobjevos marcados que en red, podemos imaginar lo que costara si cada miembrorase del barco por s solo? Pues esto es lo que muchas veces sucede cuando no segesona adecuadamente la comunicacin interna: cada uno rema hacia una direc-cin, sin saber hacia dnde se dirigen sus compaeros y compaeras. Esto provoca

    una prdida de esfuerzo, recursos, capacidades e impide el avance.Aunque tengamos un departamento de comunicacin, no podemos delegar en suequipo toda la responsabilidad de la comunicacin, sobre todo cuando entendemos

    que todo, todas y todos comunican. Por ello es fundamental coordinar cada uno de

    los esfuerzos, trabajos y proyectos que se lleven a cabo en la organizacin. Es nece-sario que aprendamos a trabajar en equipo y que este equipo trabaje por un objevocomn. Esto no signica que todo el mundo tenga que pensar de la misma forma,al contrario: signica que contamos con los mecanismos necesarios para que no sepierda cada uno de los potenciales de las personas que integran nuestra organizacin,

    ya sean personas socias, trabajadores, acvistas, contrapartes, voluntarios, colabora-dores, redes y toda clase de apoyos que tengamos.

    El conocimiento generado en el interior de las organizaciones es la mejor materia pri-ma de la comunicacin externa. Cada una de las personas que integra la organizacin,es la fuente principal de comunicacin, (potenciales comunicadores y comunicado-

    ras). Los proyectos y acvidades, el altavoz.

    Comenzaremos reexionando sobre la comunicacin interna de la organizacin. Nose puede construir la casa por el tejado, es necesario establecer unos cimientos sli-

    dos para que la estructura no se tambalee.

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    De qu hablamos cuando nos referimos acomunicacin interna?

    Imgenes de una organizacin:

    1. La imagen que se desea dar2. La imagen real

    3. La imagen percibida

    Una buena comunicacin busca la armona entre las tres imgenes, procurandoque se idenquen y respeten as la realidad.

    Ni que decir ene que la principal herramienta de comunicacin es el trabajo bienhecho de nuestra organizacin. Esto, por otra parte, no signica que no haya erro-res, sino que trabajemos de manera honesta, con mtodos claros de evaluacinpara que de TODO aprendamos mutuamente.

    ESCUCHAR es EVALUAR es APRENDER

    La comunicacin interna, por tanto, es trabajar para conseguir que la organizacinsea un nico movimiento, en el que todos y todas se vean reejados. Conseguir quehaya espacio para que cada persona que integra la organizacin se sienta parte deella y pueda expresarse y ser escuchada e informada. Esto implica contar con losmecanismos necesarios, espacios y, sobre todo, voluntad, de formar equipo msall de los propios departamentos, de retroalimentarnos. Gesonar la comunica-cin y los recursos no es contar con ms herramientas de trabajo. Muchas veces escuesn nica de conocernos, conocer y trabajar en equipo.

    Necesidades:

    . Dilogo: La base de la comunicacin interna es una comunicacin uida yorganizada entre todas las personas de la organizacin.

    . Tiempo y espacios para generar un ujo constante de reexin. . Preparacin para cambios estructurales que surjan de las

    necesidades de los miembros de la organizacin y del trabajo conjunto.. Herramientas de comunicacin interna: Dotar a la organizacin y asus miembros de mecanismos y espacios que faciliten la comunicacin.

    . Horizontalidad como parte de un engranaje, donde todas las partes, de algu-na manera, parcipen en la toma de decisiones y en la evaluacin.. Ambiente abierto donde se d licencia al error: Equivocarse es crecer y

    aprender. Tener miedo al error es no arriesgar. No arriesgar es reproducir

    siempre las mismas acciones, no avanzar. Ese es el mayor error.

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    Planificacin:Es importante que planiquemos previamente tanto la comunicacin interna como laexterna. Esto es reexionar sobre los objevos comunicavos que queremos marcar-nos, lo que vendramos llamando el diseo de un plan de comunicacin.

    El plan de comunicacin es un documento que recoge las polcas, las estrategias, los re-cursos, los objevos, su evaluacin, el seguimiento y las acciones de comunicacin, tantointernas como externas, que se propone realizar una ONG, lo que ayuda a organizar losprocesos de comunicacin y gua el trabajo comunicavo. Adems, facilita la orientaciny evita la dispersin a la que puede llevarnos el trabajo del da a da.

    Para elaborar el plan de comunicacin es preciso previamente cambiar de gafas. Qusignica esto? Romper con los estereopos que denen la comunicacin propagan-dsca y el markeng como la nica comunicacin ecaz y eciente.

    Denir es responder:

    - Qu es para nosotros comunicar? Qu queremos comunicar? A quin?- Dependiendo de las respuestas dadas se ir construyendo el CMO?

    Para definir el tipo de

    comunicacin que queremos desarrollar y seguir

    siendo fieles a nuestros valores debemos tener en cuenta que

    la comunicacin debe integrarse en un modelo de dilogo entre los pueblos,

    con el objetivo de potenciar la construccin de tejido social y la participacin

    ciudadana y apoyar la capacitacin de consciencia crtica hacia la transfor-

    macin. Conjugar la comunicacin como agente de educacin para el desarrollode un modelo democrtico-participativo, en el desarrollo de

    procesos horizontales de comunicacin, donde se

    incluya a todos los actores de la sociedad

    en corresposabilidad

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    Elaboracin del plan decomunicacin:El plan de comunicacin marcar las lneas generales y las acciones estratgicas.Debe denir claramente: objevos, empos, resultados esperados, organigrama, re-cursos y el CMO.

    PASOS A SEGUIR:

    1. Recogida de Informacin: La materia prima para establecer el objeto y

    objetvo comunicatvo. Se trata de hacer un anlisis que nos permita conocer la orga-nizacin y la situacin de parda, as como la realidad donde trabajamos. Por un ladose debe recoger lo que sucede y, por otro, lo que se piensa que los pblicos interpretan.

    Podemos incluir la observacin del contexto: acontecimientos polticos y so-

    ciales, actitudes...; observacin de los actores: apoyos, disonancias, puntos de

    encuentro...; y anlisis interno: informacin relativa a la imagen de la ONG, sucultura, identidad, valores fuertes que la definen, misin, visin, reas de traba-jo, objetivos... Las fuentes de informacin debemos buscarlas tanto dentro como

    fuera de la organizacin.2. Denir los objevos y los pblicos: Establecer tres o cuatro generales y

    desgranar los pasos previos que deben darse para obtener los generales.

    EspeccosCaracterscas Medibles

    de los Alcanzables

    objevos RetadoresProgramados en el empo

    4. Mensajes y argumentos: Creavidad, conceptos claros y bien denidos. 5. Denir la puesta en marcha de las acciones: El cmo llevar a cabo las pro-

    puestas, las herramientas comunicavas y los calendarios. Evaluar y marcar los recur-

    sos que necesitamos. Un derroche de medios no nos asegura un buen resultado si elmensaje no est adecuado a nuestro objevo. Si aplicamos la creavidad y la capaci-dad de adaptacin podemos conseguir grandes resultados con un presupuesto bajo. 6. Evaluacin: El grado de logro de nuestros objevos. Para ello es impor-tante marcar previamente los indicadores. Las caracterscas claves de una buena

    evaluacin son: sistemca, planicada y dirigida.

    Herramienta autodiagnsco: DAFODebilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades

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    Herramientasde comunicacin interna:Cules son las necesidades comunicavas de nuestra organizacin? Cules son lasherramientas internas que necesitamos? Es importante tener en cuenta estas pre-guntas, ya que generalmente se ende ha producir mucho material de comunicacin

    que terminan en la papelera. Antes de hacer es importante:- Evaluar empos, mbitos... de las personas a las que nos dirigimos.- Recoger sugerencias de los pblicos y escuchar sus necesidades.

    - Desarrollar elementos creavos de comunicacin que permitan mejorar y

    aumentar la coordinacin y el conocimiento entre los departamentos y las personas.

    - Proponer. Buscar nuevas frmulas de comunicacin ms humanizadas pue-de ser una buena estrategia de comunicacin horizontal y efecva. Crear espaciosconjuntos de desayuno, coloquios, juegos entre departamentos En deniva, he-rramientas personales, parcipavas y movadoras como forma de construir lazos yespacios de encuentro diferentes.

    Una vez observadas las necesidades, veremos algunas de las herramientas ms co-munes que nos pueden ser lles para implementar nuestro plan de comunicacin.Es importante no olvidar que el proceso comunicavo se integra en el dilogo, por loque es fundamental la opcin afeedback.

    1. Herramientas de recogida de sugerencias: Tabln de anuncios, buzn desugerencias, espacios de debate Es necesario mantenerlos actualizados siempre. 2. Herramientas de aprendizaje mutuo:

    -Reuniones:Es importante dinamizar las sesiones y hacer de ellasun espacio donde comparr y aprender las unas de las otras. Consejos: planicar lostemas de antemano, marcar empos, establecer una persona que modere para nodispersarse de los temas marcados, usar alguna tcnica de dinamizacin.

    -Formaciones presenciales:Podemos hacer uso de las formacionesexternas gratuitas para personas empleadas con el crdito que toda empresa u orga-nizacin ene anualmente en concepto de formacin profesional2.

    -Plataformas para gesn de recursos:Como moodle.org, donde se

    fomenta un aprendizaje colecvo y de colaboracin. Moodle es especialmente lcomo herramienta de formacin a distancia. -Wiki: Pginas de elaboracin colecva. 3. Herramientas de Informacin:

    -Listado de distribucin.

    -Bolenes informavos internos como Newsleer.-Web 4. Herramientas de contactos:

    -Intranet, grupo de correos:son algunas de las herramientas que Internet

    nos ofrece para gesonar proyectos entre personas o endades geogrcamente separadas.

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    -Web 2.0: blogs (wordpress.com; tumblr.com; blogger.com),Redes sociales (twier, Facebook)

    -E-mail, telfono, skype, messengerManenen el contacto y

    posibilita las reuniones a distancia.Es importante en la comunicacin, tanto interna como externa, conseguir llegar aquien queramos de una forma rpida, sencilla y en el momento adecuado. Los ob-jevos de la comunicacin interna deberan permirnos establecer las bases paraestar en permanente contacto con las personas que integran la organizacin, migarlos rumores y las especulaciones y reejar los intereses, estrategias y directrices.

    Creatividad:Constantemente vemos como nuestros ujos comunicavos no llegan, no interesano no consiguen los objevos marcados. Para evitar esto es necesario, adems de laplanicacin, emplear la creavidad. En un mundo como el que vivimos, plagadode mensajes, imgenes, eslogans es fundamental buscar la manera de visibilizarnuestro mensaje. Para ello no basta con tener una informacin interesante. Adems,debemos saber cmo contarla.

    La creavidad es la capacidad humana de desarrollar ideas ms all de lo lgico olo obvio, con el n lmo de producir un cambio. Para conseguirlo debemos buscarlas diferentes alternavas o caminos y arriesgar. Si nos quedamos en lo que ya se hahecho, los resultados seguiran siendo los mismos. Esto no signica que debamosemplear siempre herramientas originales ni producir mensajes innovadores cons-tantemente. Se trata de buscar para cada foco creavo la mejor solucin posible3.

    Proceso creativo:Pasos que nos ayudarn a crear ideas, ya sea de manera individual o colecva. Esfundamental contar con un ambiente propicio para la creacin (abierto, parcipa-vo, de escucha, sin enjuiciamientos), con el conocimiento apropiado, desarrollo dela movacin y en connua prcca. Podemos emplear este proceso en la elabora -cin del plan de comunicacin.

    1. Foco: Concretar el problema y tenerlo siempre presente en el proceso.

    Ejemplo: Formas de crear tejido asociavo y compromiso del voluntariado.2. Recopilacin de la informacin que nos permita conocer la realidad del foco.

    Ejemplo: Intereses de las personas voluntarias, hbitos, capacidad de nues-tra organizacin, necesidades

    Flujo constante de informacin + transparencia + rendicin de cuentas + claridad

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    3. Generacin de ideas: Fase en la que dejamos volar la imaginacin sin res-tricciones. Establecemos todas las alternavas posibles, por imposibles queparezcan a simple vista. Lo importante es que las ideas uyan. Se-

    ra bueno contar con tcnicas especcas de generacin de ideas4

    .4. Evaluacin: El momento donde se bajan a erra todas las ideas y se evala

    cual es la ms apropiada para dar solucin a nuestro problema. Nos sermuy l denir en qu vamos a basar nuestra decisin.Ejemplo: La alternava ms concreta, ms parcipava, realizable con unpresupuesto X

    5. Accin: Materializacin de la idea. La hora de denir fechas, materiales, pre-supuesto, es decir, disear el proyecto comunicavo y llevarlo a cabo.

    Las organizaciones, como agentes sociales, enen el deber moral de comunicar ha-cia el exterior, tanto por rendicin de cuentas (gesonan recursos pblicos), comopor la necesidad de transparencia hacia los apoyos sociales de base y las propias

    comunidades con las que se trabaja. No hay que olvidar el objevo y la necesidad decomunicar para cambiar las estructuras desiguales de poder, prejuicios sociales, ima-genes maniqueas... que los sistemas hegemnicos generan.

    El simple hecho de actuar y desenvolverse en una sociedad implica consciente o in-

    conscientemente una comunicacin. Las organizaciones se encuentran presentes enel dilogo social, inuyendo y siendo inuidas, persuadiendo y siendo persuadidas. Elhecho de no tener intencionalidad especca detrs de cada proceso comunicavo nosignica que no se est comunicando. Por todo ello:

    -Es necesario formar equipo. Cada acvidad, cada accin, cada personade la ONG da sendo al discurso, por lo que la comunicacin debe tratarse de ma -nera transversal. Es importante una buena gesn de la comunicacin para que losmensajes que se lancen lleguen con claridad a todos los pblicos. No olvidemos quedebemos trabajar diariamente en mantener el presgio de las organizaciones y la

    conanza que nos depositan, para lo que es fundamental la transparencia.

    Comunicacin externa

    NO OLVIDAR:Es imposible no comunicar. El silencio forma parte de la comunicacin.

    TODO comunica

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    -Nuestro modelo de comunicacin va a denirnos y posicionarnos. Si porun lado estamos incidiendo en el cambio, pero nosotros no cambiamos, qu clase

    de sistema estamos mostrando? Por tanto, las ONG no son ni deben converrse engabinetes de comunicacin o vendedores de imagen. Los comunicadores y comuni-cadoras sociales son ante todo acvistas de la comunicacin. Esto requiere un com-promiso hacia las bases sociales de lucha para la transformacin de las realidades.Es necesario encontrar y crear entre todas las endades un equilibrio entre la nece-sidad de ampliar espacios y acercarse al pblico pero, al mismo empo, no ceder alas reglas impuestas por el capital. Ser coherentes con nuestra labor exige plantear

    modelos alternavos en todas sus variables, que funcionen.

    Cmo se entiende la comunicacin externa desde una ONG?Este cuaderno viene desarrollando la idea de que la comunicacin est y debepermanecer nmamente ligada al concepto de educacin para el desarrollo. Seenende as desde el punto de vista en que comunicar desde las organizacionesimplica la necesidad de trasmir mensajes que favorezcan la unin de una ciuda-dana global, que enenda y sepa analizar las interdependencias de los modelosde desarrollo, la falta de oportunidades y las estructuras desiguales que se dan

    en las relaciones Norte-Sur. El objevo lmo de la comunicacin debe estar alservicio de las transformaciones, asentada en los pilares de perspecva de gnero,diversidad, medioambiente y promocin y defensa de los derechos humanos. Portodo ello, y si tenemos en cuenta que todo comunica, la educacin es transversal a

    la comunicacin como la comunicacin es transversal a la educacin.

    Como venimos observando, en esta interrelacin ser principal analizar primero elmodelo de desarrollo que defendemos y denirlo en su totalidad con la coordina-cin del dilogo entre los diferentes agentes sociales. La respuesta tendr necesa-

    riamente consecuencias tanto para el Sur como, algo que muchas veces olvidamos,cambios para el modelo que tenemos en el Norte. Podemos seguir jugando acambiar realidades sin cambiar el sistema neoliberal cuya base, el capitalismo, hagenerado una profunda crisis de valores, esquilmado recursos naturales y sociales,as como marcado las desigualdades que generan la prdida del disfrute de dere-chos esenciales para la mayora de la poblacin? Parece paradjico creer que s. Porlo que la labor de la comunicacin desde los movimientos sociales tendra que cre-

    cer desde la educacin y la alfabezacin en modelos alternavos y anlisis crco.En la actualidad es bsica la alfabezacin audiovisual. Los medios de comunicacin

    audivovisuales son sin duda uno de los agentes ms inuyentes en la interpretacin

    LA COMUNICACIN INTERNA GENERA COMUNICACIN EXTERNA:Transformar nuestro entorno es esencial para transformar el exterior

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    del mundo que nos rodea para una gran parte de la poblacin. Para cambiar mo-delos necesitamos aprender a decodicar los mensajes de los medios (en conteni-do y forma) de manera crca y capacitar para el uso de los audiovisuales de formaresponsable pero creava. Cmo formarnos como ciudadana crca y alfabeza-

    da audiovisualmente? Como seala Silvia Chocarro, se parr de la idea de que siel principio esencial que conforma un sistema de convivencia democrco es el deparcipacin ciudadana en los asuntos pblicos, el derecho a la informacin es unpunto de parda previo para la existencia de un rgimen democrco: para elegir,primero hay que conocer, y para conocer hay que estar informados e informadas5.

    Cul es nuestro papel como comunicadores? Cmo podemos cambiar el modelocomunicativo dominante?

    -Analizar las realidades sociales, polcas y econmicas que intervienen en losprocesos de desempoderami