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Mdulo 1: HistoriaHistoria de los Argentinos, Autores: Floria, Carlos Alberto, Garcia Belsunce, Cesar A., Editorial El Ateneo, cap. 24 al 40. (Fragmentos)Material de EstudioCurso Introductorio 2014 Facultad de Derecho y Cs. Sociales y PolticasUniversidad Nacional del Nordeste

24. El colapso de la ConfederacinLOS PROBLEMAS DEL DOCTOR DERQUILa eleccin presidencialLa sucesin del general Urquiza en la presidencia dio origen a la primera campaa poltica por una eleccin presidencial, que conforme al estilo de la poca, se desarroll en el mbito reducido de los notables. Ya al promediar el ao 1858 comenzaron a barajarse nombres de candidatos. La estructura constitucional era tan reciente y la tradicin tan fuerte que muchos propiciaron contra a prohibicin constitucional la reeleccin de Urquiza o la nominacin de la vicepresidenta del Carril. Cuando ambos rechazaron estas sugestiones del Carril debi renunciar pblicamente a su candidatura para salir del juego electoral quedaron dos nombres en pie: el doctor Santiago Derqui, ministro del Interior y el doctor Mariano Fragueiro, ex-ministro nacional y entonces gobernador de Crdoba. Derqui representaba el federalismo oficialista, en tanto que Fragueiro representaba el ala liberal y moderada del partido. Los partidarios del doctor Salvador Mara del Carril propiciaron la frmula Fragueiro-Marcos Paz; en cuanto a Urquiza, guard silencio y no apoy a nadie, lo que no dej de molestar a Derqui.Producidas las elecciones, sigui el sistema de voto indirecto por electores establecido en la Constitucin Nacional; Derqui obtuvo 72 votos contra 47 de Fragueiro. Para vicepresidente Marcos Paz logr 49 votos, Pedernera 45, Virasoro 17 y Pujol 12. El Congreso decidi sobre el segundo trmino de la frmula dndole el triunfo al general Pedernera, de San Luis y del ala oficialista, en desmedro de Marcos Paz, cuyo sector era minoritario en el Congreso. Es oportuno sealar que los electores que votaron por Fragueiro correspondieron a aquellas provincias que en el proceso por venir se mostraran ms sensibles a la influencia liberal.Situacin de Derqui frente a UrquizaDerqui lleg a la primera magistratura en condiciones harto incmodas y que excedan las molestias de la lucha electoral. Urquiza, su predecesor segua siendo el jefe del partido Federal y la primera figura en prestigio e influencia de toda la Confederacin, adems de ser gobernador recin electo de Entre Ros. En consecuencia, a l perteneca el poder efectivo, en tanto que al presidente slo le quedaba el poder formal. Derqui se vea as obligado a conformarse con las directivas de un protector todopoderoso, cuya prudencia no lograba hacer menos incmodo el peso de su autoridad. La designacin de Urquiza como general en jefe del ejrcito y de su yerno, Benjamn Victorica, como ministro de Guerra, demostraron la dependencia del Presidente.ste suspiraba por el poder efectivo y su independencia poltica. Su nica alternativa consista en lograr el apoyo de un partido o sector que compensara aquella influencia dominante y le diera el papel del rbitro poltico. Su contacto con Mitre, al visitar Buenos Aires en julio de 1860, le inclincontra lo que poda esperarse a buscarla alianza de los liberales, a cuyo efecto comenz por apoyarse en cierto grupo de federales moderados que eran ms o menos reacios a las directivas del palacio San Jos.Estos pasos provocaron la renuncia de Victorica al gabinete y una expresiva carta de Urquiza que trataba de aventar los temores del presidente Derqui: Soy amigo del Dr. Derqui y soy el subalterno ms respetuoso del Presidente, que tiene su autoridad de la ley y del Congreso, que es el pueblo entre el que estoy con placer confundido.Pero a continuacin agregaba la frase paternalista:S lo que valgo y aprecio mucho su juicio para creer que Vd. sabe que combatiendo mi influencia sacrificar el mayor elemento de su prestigio y el mejor apoyo de su autoridad.Poco despus llegara Derqui a referirse a su situacin como a una esclavitud y falta de independencia. Dentro de este contexto se da su decisin de gobernar con el partido Liberal donde estn las inteligencias deca-y darle mayora parlamentaria. Fiel a este propsito, que lo lleva a una alianza prctica con Mitre, designa a un porteo, Norberto de la Riestra, ministro de Hacienda y piensa ofrecer una cartera en el gabinete nada menos que a Valentn Alsina. El partido Federal, con excepcin del crculo ms allegado al presidente, vio con temor esta maniobra y cerr filas alrededor de Urquiza, que guardaba un prudente silencio.Mitre gobernador de Buenos AiresCasi al mismo tiempo que Derqui asuma la presidencia nacional, el general Mitre se haca cargo de la gobernacin de Buenos Aires para cumplir el Pacto de Unin Nacional. Jefe del ala nacionalista del partido, Mitre realiz una sutil tarea convenciendo a unos y conteniendo a otros, reduciendo al mnimo las divergencias y dando muestra de gran elasticidad poltica. As, aunque realmente en minora, logr arrastrar a su partido a la zaga de su proyecto, aun al precio de resentir la estructura partidaria.No se puede comprender, por otra parte, la poltica de aquellos das, sino se recuerdan las caractersticas de los partidos de entonces, tan distintas de las que ha conocido el lector de hoy.Los dirigentes polticos trabajaban en funcin de una base electoral reducida. En Buenos Aires, la ciudad ms politizada del pas, en 1864 slo vot el 4% de la poblacin. Libres de la tarea de tener que conquistar el apoyo electoral de la masa, los polticos eran elaboradores de opinin y conductores de cuadros. La organizacin partidaria era rudimentaria y consista bsicamente en una alianza ms o menos circunstancial entre sujetos de ideas afines para realizar algn propsito comn. Esta simplicidad favoreca la personalizacin del poder poltico dentro y fuera del partido. De ah que la clave de cada partido estuviera en el o los notables que lo integraban. De los notables surgan las ideas rectoras, los planes de accin, a los que coadyuvaban el crculo de los amigos.El mbito operativo de estos ncleos reducidos era el club polticaClub del Pueblo, Club de la Libertad donde se haca proselitismo, se evaluaba la situacin y de donde se propalaban las decisiones de los notables. En el sistema del club, no contaban los afiliados, sino los adherentes ocasionales, lo que haca ms fluida la situacin partidaria.Dentro de este esquema, Mitre haba alterado la conduccin del partido Liberal, que a partir del pacto de Unin Nacional se rega por la lnea nacionalista. La nueva poltica de Derqui se adecuaba muy bien a esta lnea y le abra amplias perspectivas.Reforma constitucionalEl ao 60 haba comenzado promisoriamente para la paz nacional. La Convencin ad hoc, convocada en la provincia para proponer reformas a la Constitucin nacional, haba propuesto cambios prudentes que tendan a reforzar el federalismo y la autonoma provincial. El 6 de junio se firm un nuevo pacto entre la Confederacin y Buenos Aires que alteraba algunas de las bases del de Unin Nacional, fijaba la forma da concurrir a la nueva asamblea nacional constituyente, reservaba entretanto a Buenos Aires el manejo de la aduana y estableca un subsidio de la provincia a la nacin de un milln de pesos mensuales. La Convencin Nacional Constituyente se reuni en septiembre y acept casi por unanimidad as reformas propuestas por Buenos Aires, en lo que tuvo buena parte la influencia de Urquiza.Sucesos de San JuanEl estado de armona durara bien poco. El interventor de San Juan, coronel Virasoro, se haba hecho nombrar gobernador propietario. Hombre sin condiciones polticas, habla establecido una especie de dictadura local de hecho, levantando grandes resistencias, sobre todo entre los liberales. Los tres hombres clave de aquellos das Derqui, Urquiza y Mitre se hallaban reunidos la San Jos cuando decidieron, en una carta conjunta, invitar a Virasoro e resignar el mando para evitar niales mayores. Pero ese mismo da, 16 de noviembre, una sedicin estallaba en San Juan y Virasoro era asesinado en su casa con varios de sus parientes. Inmediatamente asumi el mando provincial el jefe del partido Liberal sanjuanino, Antonio Aberestain.El hecho produjo estupor en todo el pas. Entre los federales se clam venganza, y el presidente nombr interventor al general Juan Sa, gobernador de San Luis, acoplndole dos consejeros liberales, para subrayar su ecuanimidad. Pero en Buenos Aires, como en el caso de Benavidez aos antes, la reaccin fue la de festejar el fin de un tirano y el triunfo de la libertad. Un ministro de la provincia, Sarmiento, hizo el panegrico del suceso, comprometiendo al mismo gobierno, lo que provoc su salida del gabinete. Las pasiones se encresparon y las acusaciones llovieron de uno a otro bando. Entretanto Sa, que haba despachado a sus consejeros liberales, derrot a Aberestain en el Pocito, tomndolo prisionero. Al da siguiente, Aberestain fue fusilado por orden del segundo de Sa. Entonces, las acusaciones de crimen se invirtieron. El dilogo se hizo ms difcil y Riestra renunci a su cargo de ministro nacional, mientras Urquiza enrostraba a Mitre haber nombrado en su gabinete a un separatista como Pastor Obligado. La poltica de la entente estaba a punto de naufragar.El plan poltico de MitreDesde un principio, Mitre haba procurado el apoyo de Fas provincias interiores para invertir el esquema geopoltica de Cepeda, en el que Buenos Aires se encontr sola frente a todas las provincias. En 1861 una lnea de provincias con gobiernos liberales o simpatizantes atravesaba todo el pas de sur a norte y divida en dos sectores a los federales: el Litoral, fuerte, y dirigido por Urquiza; el cordillerano, dbil, y que aislado dejaba de ser temible. Crdoba, Santiago del Estero y Tucumn eran las provincias que respondan a la influencia liberal, en tanto Salta y Jujuy eran potenciales adherentes. No se le escapaba e Mitre que si esa alianza se presentaba como sostenedora del poder constitucional del presidente frente a las influencias y los poderes de facto del gobernador de Entre Ros, tena serias posibilidades de lograr apoyo, y con los aos lograr la mayora parlamentara y la hegemona portea y litoral en la Confederacin.Rechazo de los diputados porteos y fracaso de la ententeNo habla cesado la grita por los incidentes de San Juan, cuando la presentacin de los diputados porteos al Congreso Nacional origin un nuevo chaque. Elegidos segn la ley provincial en vez de la nacional, sus diplomas fueron objetados. La cuestin era jurdica pero no fue encarada como tal, porque los porteos transformaron el asunto en una cuestin de honor. Derqui procur la aceptacin de los diputados, pero la mayora, federal y urquicista, rechaz los diputados.El episodio revel a Mitre la inconsistencia poltica del apoyo presidencial. Derqui, a su vez, midi la insuficiencia del apoyo liberal, que si ya nienguaha por los sucesos sanjuaninos, ms le faltara luego del rechazo de los diputados. Con esos escasos elementos no poda rasistir la presin de los amigos de Urquiza. Desde ese momento Mitre ya no cont con Derqui y ste se prepar para cambiar de frente y reconquistar el apoyo federal. Urquiza, por su parte, enrostr a Mitre que la exaltacin liberal pretenda: Hacer lo mismo que hizo Rosas de la federacin, la palanca para dividir y arruinar a las provincias para reconcentrarlo todo en Buenos Aires.Intervencin de CrdobaEl presidente, regresando de su transitorio coqueteo con el liberalismo, realiz una maniobra magistral, el mayor y el ltimo destello de su habilidad poltica: intervino la provincia de Crdoba, el 24 de mayo de 1861, cortando el cordn liberal construido por Mitre en su punto ms importante. Aislaba a los gobiernos liberales del norte, dbiles para actuar por s mismos, y demostraba que el gobierno tena capacidad de decisin. Creaba adems, un campo ininterrumpido desde el Uruguay a la Cordillera dominado por los federales, y a la vez, lograba un centro geogrfico oponible al ncleo federal del Litoral, capaz de equilibrar influencias y darle su ansiada independencia. En definitiva, en el aspecto geopoltico, la intervencin de Crdoba restableca el esquema de los das de Cepeda.

LA RUPTURADistanciamiento Urquiza-DerquiEn los meses anteriores, el presidente Derqui haba protestado lealmente ante Urquiza las presiones a que se senta sometido. El gobernador entrerriano lo haba tranquilizado, ratificndole su lealtad y su respeto. Nadie ha de saber primero que Vd. lo que de Vd. me disguste, le deca, asegurndole que no era hombre de actuar por detrs. Pero cuando temi que Derqui procediera, ya no en su contra, sino contra los intereses de la Confederacin, se dispuso a estrecharlo para que su autoridad se ponga del lado de nuestra obra.Sin embargo, no se ocult al crculo de San Jos que la intervencin a Crdoba tena objetivos polticos ajenos a la lucha con Buenos Aires y los liberales. Derqui abandonaba a stos y se acercaba a San Jos, pero no del todo. Ceda al deseo de estructurar alrededor de Sa, en San Luis y Crdoba, un competidor de Urquiza. Aunque ste se resista a admitirlo, exista en San Jos la sensacin de la traicin del presidente, Una vez rotas las hostilidades con Buenos Aires, al realizarse la conferencia de pez a bordo del Obern el 5 de agosto, Derqui olvid su gabn con cartas de Luque referidas al intento de neutralizar a Urquiza. Las cartas caen en poder de ste y el vencedor de Caseros se convence de que es traicionado. Si siempre ha sentido vocacin por la paz, ahora la procurar a todo trance. Preferir pactar y aun ser vencido por los enemigos, que traicionado por los amigos. Su espritu decae. Nombrado jefe del ejrcito confederado, va a la guerra sin entusiasmo, sin verlos frutos dele eventual victoria. De all que antes de la batalla procure hasta ltimo momento transar y que despus de ella se retraiga a Entre Ros y procure un entendimiento con Mitre. La situacin en Buenos AiresEn junio de 1861 ces la correspondencia entre Derqui y Mitre. La intervencin de Crdoba haba sido el signo de la ruptura. Una ley del Congreso 5 de junio declar a Buenos Aires sediciosa y autoriz al presidente a intervenir la provincia. Le situacin del gobierno porteo no era fcil. La guerra era impopular, si bien una minora activa que dominaba la prensa procuraba entusiasmar por ella a la mayora indiferente o disconforme; Los que rodeaban a Mitre se sintieron arrebatados por la perspectiva de una revancha de Capada. Pero Mitre saba que las provincias aliadas, sobre las que tanto contaban sus amigos, slo eran aliadas en la paz, pero que en caso de guarra no arriesgaran nada, pues carecan de fuerza suficiente y de solidez poltica.Saba el gobernador que la paz are muy difcil y se prepar para la guerra, saliendo a la campaa a formar un ejrcito, pero sigui trabajando por la paz, seguro da que sta le dara, con menos riesgo, el fruto que otros buscaban en la guarra, A Sarmiento le escriba: Se imagina Vd. Lo que sera Buenos Aires con 4 aos de paz, desenvolviendo su riqueza, su poder, su libertad, su espritu pblico...?

Por entonces Riestra consideraba que la nacionalidad argentina era imposible, y Mrmol crea que aun en caso de victoria, slo se llagara a la segregacin de Buenos Aires, La lucha en el frente interno porteo se mantena, pues, viva.Ese era el estado da espritu y la situacin general en que los protagonistas llegaron a la conferencia del 5 de agosto, propuesta por los ministros diplomticos extranjeros, la que en definitiva fracas por le poca disposicin de las partes a ceder en cuestiones que crean atinentes al futuro desenvolvimiento de su poder.PavnEn septiembre se pusieron en movimiento los ejrcitos. Urquiza se situ entre las nacientes del arroyo Pavn con 17.000 hombres. Al sur del arroyo del Medio, Mitre contaba con 15.400 soldados. Secundaban a Urquiza, Sa, Francia, Virasoro, Lpez Jordn. Acompaaban a Mitre, Venancio Flores, Paunero, Emilio Mitre su hermano, Hornos. En las fuerzas de Buenos Aires predominaba la infantera 2/3 del total; en las confederadas, se equilibraban caballera e infantera. Era la primera vez que Urquiza recurra a una mesa de infantes tan importante; la primera vez tambin que adoptaba una actitud defensiva en las operaciones. Su rival no se haca ilusiones sobre la capacidad de la caballera portea y jugaba todo a su infantera. Busc al ejrcito federal y lo encontr el 17 de septiembre, sobre el arroyo Pavn. Las previsiones del general porteo se cumplieron. Su caballera fue arrasada de entrada y slo una pequea parte se cubri sobre la reserva. La infantera portea, en cambio, pese a la obstinada resistencia federal, rompi el centro de la lnea contraria y la desorganiz. El triunfo era tan completo en el centro como lo era la derrota en las alas. Pero ambos ejrcitos no haban empeado prcticamente sus reservas. Urquiza, que situado en un ala vio le derrota de su centro y careca de noticias del otro extremo de su lnea, supuso que aqulla tambin estaba en derrota, y cansado de una lucha que vea sin objeto, orden la retirada del ejrcito. Si la derrota del ejrcito confederado no haba sido decisiva en el campo de la lucha, s lo haba sido en cuanto a equipo: los 32 caones perdidos son el indicio ms notable de la magnitud del desastre para un Estado que careca de dinero y de crdito y que haba levantado aquella fuerza con verdadero sacrificio.Los efectos polticos fueron an mayores y permitieron al 9eneral Mitre una amplia explotacin de la batalla. Urquiza, disgustado con el presidente, se retir con las fuerzas entrerrianas a su provincia, separndose desde entonces prcticamente de la lucha, y sorprendiendo a todos con su actitud. Su alejamiento produjo tal desaliento que los esfuerzos de Derqui, Virasoro y otros jefes, nada pudieron para evitar el progresivo desbande de lo que haba quedado del ejrcito nacional. El 4 de octubre, Mitre inici su avance sobre la provincia de Santa Fe; el 8 entraron en Rosario sus fuerzas navales y el 12 el ejrcito.Acercamiento Urquiza-MitreComienza una nueva etapa en las relaciones del tringulo del poder. Derquiy su vicepresidente Pedernera lucha desesperadamente y sin xito por restablecer la situacin y exhorta a Urquiza a retomar el mando supremo. Urquiza, deseoso de alcanzar la paz hace una apertura hacia Mitre por intermedio de Juan Cruz Ocampo primero y de Martn Ruiz Moreno despus, mientras hace odos sordos a los pedidos del presidente y de gran cantidad de gente de su propio crculo. En cuanto a Mitre, se decide a una poltica transaccional con Urquiza, a condicin de que ste deje a Buenos Aires libre para derribar a las autoridades nacionales, actuar sobre las provincias interiores y restablecer la Constitucin. A cambio de ello, no molestar en su propio dominio al gobernador de Entre Ros, y har la paz con esta provincia y Corrientes.EL TRIUNFO DE MITRELa victoria militar no iba a facilitar el camino poltico del gobernador porteo.Se lo comprende fcilmente cuando se comprueba la reaccin desaforada de Sarmiento al da siguiente de Pavn: El general me ha vengado del diplomtico y agregaba: Invasin a Entre Ros, eliminacin de Urquiza, Southampton o la horca. Otros, como Manuel Ocampo, proponan llamar a una nueva convencin reconstituyente. Mitre contest que la guerra se haba hecho en nombre de la Constitucin y de los derechos emanados de ella. Mientras tanto, mantuvo inmvil al ejrcito a la espera de los acontecimientos.Esta inactividad y las trascendidas negociaciones con Urquiza alborotaron ms el ambiente porteo. Unos Sarmiento clamaban por expediciones al interior para que se produjera la esperada reaccin liberal y para apoyar a las clases cultas con soldados contra el levantamiento del paisanaje. Otros acusaban a Mitre de debilidad o infidencia y atacaban la presunta unin suya con Urquiza como un equivalente del pacto de San Nicols. Deca La Tribuna: La paz o la alianza entre Urquiza y Mitre sera la revolucin de los gobernantes de Entre Ros y Buenos Aires contra los poderes que han sido constituidos por la Confederacin y que sta no reniega. Y agregaba: La guerra no se ha hecho nicamente para que sea presidenta Mitre...Mientras ste aguantaba semejante tormenta poltica seguro de que no habra reaccin en las provincias sin la presencia del ejrcito porteo, y que luchar con Urquiza era un compromiso serio y un esfuerzo estril, pues aqullas tendan la mano, una reaccin parecida se operaba en torno del ex presidente. Muchos de sus partidarios se sentan molestos por sus esfuerzos por la paz y su acercamiento a Mitre. Se vea aquello como una claudicacin, y el disgusto creca disimulado por el respeto.Alejamiento de DerquiEn estas tratativas, el lector ha visto diluirse al presidente Derqui. En verdad, ste haba quedado al margen de la conduccin del proceso poltico, pues careca de poder efectivo alguno. Sus empeos por restablecer la situacin fueron infructuosos y finalmente los abandon. El 6 de noviembre se refugi en el barco britnico Ardent, anunci que presentara su renuncia y se march del pas. El 20 de noviembre parta Paunero con una divisin de ejrcito sobre Crdoba, donde estallaba una revolucin liberal. El 22 los restos del ejrcito federal eran acuchillados en Caada de Gmez por el general Flores y, terminaba su existencia como tuerza militar organizada. El colapso de la Confederacin era total e irremediable. En la lucha por la dominacin que se haba librado, la bandera de la hegemona volva a pasar a Buenos Aires a un Buenos Aires liberal.El 1 de diciembre, Entre Ros reasumi su soberana y se declar en paz con las dems provincias. El 12 de diciembre, el vicepresidente Pedernera, legalizando la situacin de hecho existente, declar caducas a las autoridades nacionales. El proceso concluy cuando el 28 de enero de 1862, adelantndose a las otras provincias, Entre Ros encomend al general Mitre proceder a la convocatoria e instalacin del Congreso Legislativo Nacional.Disolucin de la autoridad nacionalLa paz lograda era, sobre todo, le paz entre Mitre y Urquiza. Los dos lderes haban renunciado a ciertas posiciones para lograrla y haban violentado en buena medida las tendencias, opiniones y sentimientos de sus partidarios. Impusieron su poltica, o mejor dicho, Urquiza acept que Mitre impusiera la suya, y no hubo en la Repblica poder que pudiese contrarrestarla. Pero aquella violencia no dej de producir sus frutos prximos y tardos. En las elecciones de abril de 1862, Obligado, candidato mitrista de transaccin, fue derrotado ampliamente por Mrmol, su opositor y uno de los lderes aislacionistas. El partido Liberal se escindi en Autonomista y Nacional, y si bien Mitre subi a la presidencia de la Nacin, dej muchos descontentos en Buenos Aires. A la vez, la autoridad de Urquiza no se recuper nunca del malestar producido por su alianza con los porteos. Casi una dcada despus, su asesinato por los partidarios de Lpez Jordn no es sino el acto final de este deterioro.25. Mitre y la nacionalizacin del liberalismoImposicin del liberalismoTras la disolucin de las autoridades nacionales y del pacto de neutralizacin de Urquiza, Buenos Aires haba recogido la bandera que haba perdido en Caseros, y se dispona nuevamente a dictar su poltica al resto del pas. Bartolom Mitre iba a ser no slo el inspirador de esa poltica, sino tambin su ejecutor. Desde la revolucin de septiembre haba ido elaborndola pacientemente y en los crticos das anteriores y posteriores a Pavn haba logrado imponerla a sus comprovincianos. En verdad, era ms la poltica de Mitre que la de Buenos Aires, todava enceguecida por los arrebatos segregacionistas y el resentimiento hacia los provincianos.El hombre era capaz de hacerlo, como lo fue de sortear mltiples obstculos en una de las carreras polticas ms largas que conoci la Repblica, pues su actuacin se prolong hasta el fin mismo del siglo. Nacido en 1821, militar de carrera y literato por vocacin, incursion en la poesa y la novela, cultiv el ensayo e hizo del periodismo poltico su mejor modo de expresin. Como militar cultiv el arma ms tcnica y moderna la artillera o que es un indicio de su modalidad. Otro es que entre el fragor de la accin poltica, se sumergi en la historia y escribi la Historia de Belgrano (1857-59), una de las obras ms notables de la historiografa argentina.Estos datos bastan para definirlo como un poltico viejo de nuevo cuo. Sensible como hombre, como poltico era fro y sereno. Aferrado a sus principios, pero con una alta dosis de realismo que le daba una notable flexibilidad poltica. As, mientras fue capaz de sacrificar su prestigio local en 1851 y de su pronunciamiento principista de 1874, tambin fue el hombre de las condiciones, las colaboraciones y los acuerdos; con Urquiza en 1861, con Sarmiento en 1873, con Avellaneda en 1877 y con Roca en 1892.Mitre haba resumido su programa en el lema Nacionalidad, Constitucin y Libertad: una Nacin unida, eminentemente, superior a sus partes; una Constitucin federal, garanta de los derechos de esas mismas partes; libertad poltica y civil. Qu libertad? La concebida por el liberalismo de entonces: libre juego, de las instituciones, libertad de crtica, eliminacin del caudillaje autocrtico que impeda a los pueblos expresarse libremente, libertad que naca de la civilizacin y que impona combatir la barbarie, pare usar trminos de Sarmiento. En suna, era el estilo nuevo, dispuesto a desalojar al estilo viejo de nuestro escenario poltico.El programa mitrista supona la existencia de un orden liberal en la Repblica para desarrollarse armnicamente, lo que significaba que exiga como tarea previa crear ese orden, removiendo la mayora de las situaciones provinciales manejadas por los federales. Dada la debilidad de los movimientos liberales del interior, no quedaba otro recurso que provocar el cambio por la mocin directo o indirecta de las fuerzas militares, puestas al servicio de los principios. Este procedimiento pona a los liberales en una especie de contradiccin interior, pues mientras sostenan el principio de libertad de los pueblos se disponan a derribar regmenes que gozaban del consenso de les poblaciones para imponerles otros, creados desde afuera y apoyadose en las minoras ms o menos exiguas. Pero resolvan la contradiccin creyendo o al menos argumentando que aquellos pueblos haban sido sumidos en una suerte de minoridad que les impeda elegir libremente, y que primero deban ser libertados, darles acceso a la cultura poltica, para que luego pudiesen elegir conscientemente el sistema de su predileccin. As, la accin a desarrollar iba a ser considerada por los liberales una misin libertadora y civilizadora, en tanto que los pueblos del interior iban a ver simplemente en ella la prepotencia de Buenos Aires, imponiendo a las provincias hombres y estilos ajenos para mejor sojuzgarlos.El general Mitre no quiso operar sobre el interior mientras no tuviera asegurada una base de poder en el Litoral. Para ello promovi una revolucin en Corrientes que derrib a Roln, ocup la ciudad de Santa Fe, y nombr gobernador a Domingo Crespo; pese a alguna momentnea tentacin, respet el dominio de Urquiza en Entre Ros, convertido en un aliado pasivo.La revolucin liberal cordobesa del 12 de noviembre de 1861 constituy la nico demostracin de tuerza de los liberales del interior, pues los Taboada permanecieron inactivos en Santiago. Cuando Mitre envi al general Paunero con una divisin del ejrcito sobre las provincias, ste lleg a Crdoba para encontrar un partido Liberal dividido por las apetencias del poder. Paunero ofici de rbitro e impuso como gobernador provisorio a su segundo, el coronel Marcos Paz, tucumano liberal. Al avanzar sobre las dems provincias, fueron cayendo sin resistencia los gobernadores federales. Sa, Nazar, Videla, Daz, se exiliaron y Cuyo pas a los liberales Barbeito (San Luis), Molina (Mendoza) y Sarmiento, quien haba acompaado la expedicin como auditor, con el expreso designio de obtener la gobernacin de San Juan que reclamaba a Mitre desde el da siguiente a Pavn.En el norte, Antonino Taboada derrot en El Ceibal al gobernador tucumano Gutirrez que fue reemplazado por Del Campo. El gobernador de Catamarca renunci para evitar la invasin; el de La Rioja, Villafae, se pronunci por Mitre. Slo Salta quedaba en pie para los federales, pero Marcos Paz, abandonando el difcil gobierno de Crdoba fue a Tucumn como comisionado nacional y logr un acuerdo pacfico (marzo 3 de 1862) ente los gobiernos de Tucumn, Catamarca, Santiago del Estero y Salta, renunciando el gobernador de sta ltima, Todd, que fue reemplazado por Juan N. Uriburu.Alzamiento de PealozaEl xito de Marcos Paz hubiera puesto final feliz al proceso de los reemplazos, si no hubiera sido porque el general riojano, Angel Vicente Pealoza, apodado el Chacho, se rebel contra la pasividad de Villafae. Haba luchado veinte aos antes por la federacin contra Rosas y volva a hacerlo contra las tropas de Buenos Aires. Trat de invertir la situacin tucumana pero las fuerzas de esa provincia lo rechazaron en Ro Colorado (febrero 10 de 1662) y poco despus fue batido por las tropas porteas en Aguadita y Salinas de Moreno (marzo), siendo fusilados los oficiales prisioneros por orden de Sarmiento, convencido que civilizaba si no ahorraba sangre de gauchos.Paz de la BanderitaNuevos combates menores, casi siempre favorables a Buenos Aires, pusieron a Pealoza en una situacin desesperada y demostraron que la montonera gaucha, falta de recursos, no poda medirse con las fuerzas de lnea. Pero al mismo tiempo, Paunero se fue convenciendo que Pealoza era el nico hombre capaz de poner orden en La Rioja y que era posible conseguir su adhesin. Con ese fin nombr una Comisin Mediadora, a cuyas instancias cedi Pealoza, quien el 30 de mayo, desde La Banderita, declar su sometimiento a las autoridades nacionales y se comprometi a pacificar la provincia.Restablecimiento de las autoridades nacionalesMitre haba sido encargado por las provincias de reunir el Congreso Nacional y de manejar las relaciones exteriores. Convoc a elecciones y el 25 de mayo se reuni el nuevo cuerpo legislativo, con amplia mayora liberal, que encarg a Mitre el ejercicio provisional del poder ejecutivo nacional. Segundo alzamiento de PealozaEn junio, Mitre poda halagarse de la pacificacin de todo el pas, pero la paz del interior fue precaria.En marzo de 1863 Pealoza, convencido de que el gobierno nacional se propona tiranizar a las provincias, se sublev nuevamente, e invit a Urquiza a imitarle y asumir la direccin del movimiento. La rebelin riojana no estaba inspirada slo en la resistencia a Buenos Aires o a doctrinas liberales que no importaban demasiado. La provincia, como sus hermanas cordilleranas, se debatia en la miseria. Afloraba un descontento profundo y se haca responsable al nuevo gobierno nacional de una situacin que distaba de ser simplemente poltica y cuyas causas eran anteriores y complejas. Sin embargo, a falta de auxilios que Pealoza esperaba del gobierno central, la faIta de comprensin de la situacin riojana y las presiones polticas, se conjugaron para animar su rebelin y la de sus comprovincianos.Mientras Urquiza responda con el silencio a la invitacin del Chacho, Mitre se dispuso a realizar una guerra de polica y encarg a Sarmiento su conduccin poltica, acto riesgoso en quien conoca las pasiones que animaban al sanjuanino. Rpidamente convergieron sobre Pealoza las fuerzas nacionales conducidas por Paunero, quien venci a los rebeldes en Lomas Blancas (mayo 20). Pealoza se desvi sobre Crdoba, pero fue nuevamente batido en Las Playas (junio 28). Propuso entonces negociaciones, pero Paunero irritado por el escaso fruto de la paz anterior las rechaz. Menos las iba a aceptar Sarmiento, quien en la guerra adems de los objetivos generales buscaba la reparacin de las muertes de sus parientes, sacrificados por los hombres de Pealoza. Vencido otra vez en Puntillas del Sauce, Pealoza se refugi en OIta, donde fue tomado prisionero por los nacionales y ultimado por el mayor lrrazbal.La muerte de Pealoza no iba a asegurar la paz por mucho tiempo, pues las condiciones que haban impulsado el alzamiento no haban desaparecido. Las levas para a guerra contra el Paraguay provocaron motines y deserciones, pues los provincianos no queran ir a pelear.Rebelin de los coloradosLas guerras del Chacho iban a tener un eco tardo en 1866 con la rebelin de los colorados que estall en Mendoza y se extendi a casi todas las provincias cordilleranas, poniendo en aprietos al gobierno nacional en momentos en que se libraba una guerra internacional. Videla en Mendoza, Felipe Sa en San Luis y Felipe Varela en Catamarca, asumieron la conduccin del movimiento, que triunf en Lujn de Cuy y Rinconada del Pocto (enero 5 de 1867), El gobierno nacional declar traidores a los revolucionarios y retir 3.500 hombres del frente del Paraguay. El mismo Mitre regres al pas. Por entonces, Juan Sa haba asumido la direccin de los rebeldes. Por fin Arredondo lo derrot completamente en San Ignacio (1 de abril). Casi simultneamente (10 de abril), Varela era deshecho por Antonino Taboada en Pozo de Vargas, con lo que termin la rebelin.Todo este perodo se caracteriz por una extensa agitacin de las provincias, producto no slo de las reacciones federales, sino de las luchas entre las distintas fracciones liberales y de los enfrentamientos personales. Renuncias, motines y conatos constituyen la historia provincial de aquellos aos. Como saldo hubo numerosas intervenciones federales, el gobierno de Crdoba qued en manos de opositores al gobierno nacional hasta que en 1867 Flix de la Pea, nacionalista, asumi la gobernacin. En el norte, los cuatro hermanos Taboada y su primo Absaln Ibarra constituyeron una especie de dinasta que, adherida al rgimen liberal, constitua la ms slida y recalcitrante supervivencia del sistema que el liberalismo haba querido desterrar. Manuel Taboada era el jefe del equipo y Antonino su brazo armado. Extendieron su influencia sobre Catamarca, La Rioja, Tucumn y Salta y dominaron en Santiago del Estero casi un cuarto de siglo.Este panorama poltico interno se vea seriamente agravado por la ausencia del presidente Mitre que haba asumido la conduccin de los ejrcitos aliados en la lucha contra Paraguay. Sus vistas personales, opiniones y consejos, enviados desde el lejano frente de guerra, no contribuan a facilitar la tarea del vicepresidente. Slo la capacidad de Marcos Paz pudo sortear la suma de inconvenientes acumulados, y que muchas veces le hicieron perder la paciencia y le llevaron a presentar su renuncia reiteradamente. Lleg a decirle a Mitre que: Si fuese legislador prohibira la salida del primer magistrado de mi patria como est dispuesto en casi todos los pueblos civilizados.Y agreg: Los pueblos quieren ser mandados por aquel que tiene mejor derecho a mandar.Usted fue elegido cannicamente por el pueblo argentino para gobernar y no paramandar un ejrcito.Es indudable que si Mitre hubiese permanecido en el pas al frente del gobierno, otro hubiese sido el desarrollo de los sucesos y hubiese habido menos conmociones. Pero el presidente tena una razn para asumir el mando aliado: que las tropas argentinas no estuviesen conducidas por un jefe extranjero, y ser la cabeza militar de la alianza. Era una cuestin de prestigio, pero encubra una razn de poltica internacional, pues revelaba la necesidad sentida por Mitre de no ceder posiciones frente al Brasil, apenas menos riesgoso corno aliado que como adversario.Slo a la muerte de Paz (enero 2 de 1868), se resign a entregar el mando supremo militar al general brasileo Marqus de Caxias y reasumir la presidencia, que salvo el lapso entre febrero y julio de 1867, haba abandonado el 17 de junio de 1865. Pese a tantas dificultades, al terminar su mandato en octubre de 1868, haba logrado su propsito de construir una Argentina polticamente liberal.

Administracin y polticaEleccin presidencial y ministerio Encargado Mitre por el Congreso del ejercicio provisorio del poder ejecutivo nacional, convoc a elecciones presidenciales. Dominadas todas las provincias, salvo Entre Ros, por el partido Liberal, no sorprende que Mitre haya sido electo por 133 votos sobre 156 posibles, pues hubo 23 electores que no sufragaron. La eleccin de vicepresidente fue disputada entre Marcos Paz y Taboada, pero el primero, prestigiado por su misin de paz en el norte, logr 91 votos contra 16 de su oponente.Inmediatamente despus de asumir el poder, en octubre de 1862, Mitre constituy su ministerio: Guillermo Rawson, sanjuanino, para Interior; Rufino de Elizalde, porteo, para Relaciones Exteriores; Dalmacio Vlez Srsfield, cordobs, para Hacienda; los tres, senadores nacionales. Para Justicia, Culto e Instruccin Pblica design a Eduardo Costa y para Guerra y Marina a Juan Andrs Gelly y Obes, que le haba servido en igual cargo durante su gobierno de la provincia de Buenos Aires. Este ministerio con excepcin de Vlez Srsfield fue extraordinariamente estable, pues se mantuvo hasta que, en ocasin de las elecciones de renovacin presidencial, renunciaron Elizalde y Costa, reemplazados por Marcelino Ugarte y Jos Evaristo Uriburu. En los ltimos meses, Mitre volvi a llamar a los renunciantes al gabinete e intent nombrar a Sarmiento en reemplazo de Rawson.Aun antes de su eleccin, y siguiendo en esto el antecedente de Urquiza, Mitre procur la federalizacin de Buenos Aires en toda su extensin. La Legislatura portea rechaz la sugestin. Mitre busc entonces una solucin transaccional que se materializ en la Ley de Compromiso, por la cual las autoridades nacionales residan en Buenos Aires, quedando la ciudad bajo la jurisdiccin provincial hasta que el Congreso nacional dictara la ley definitiva sobre la Capital, convenio que tena cinco aos de duracin.Divisin del partido liberalEl proyecto mitrista haba definido mejor que ningn otro la lnea nacional de su autor y fue en esta ocasin que se concret la ya insinuada divisin del partido Liberal, fundando Adolfo Alsina el partido Autonomista.El hecho de que el nuevo gobernador de Buenos Aires, Mariano Saavedra, perteneciera al mitrismo, facilit el buen entendimiento entre las autoridades nacionales y provinciales, condenadas a vivir en curiosa superposicin. En 1866 Adolfo Alsina conquist la gobernacin portea y poco despus ces la ley de Compromiso, pero Marcos Paz, en ejercicio de la presidencia, invoc el derecho del gobierno nacional de residir en cualquier punto del territorio y continu ejerciendo sus funciones desde Buenos Aires, con el consentimiento de Alsina, a quien se haba acercado polticamente.No faltaron intentos de hacer de Rosario la capital de la Repblica proyecto de Manuel Quintana pero la cuestin no se concret porque Mitre vet la ley en los ltimos das de su presidencia, por considerar que tamaa reforma corresponda a su sucesor. Sarmiento dej dormir el problema, que slo tuvo solucin violenta en el ao 1880.Obra administrativaCorrespondi a Mitre pese a las complicaciones polticas y blicas de su gobierno realizar una intensa labor administrativa especialmente hasta el ao 1865, en que su alejamiento del gobierno y las atenciones dala guerra Internacional provocaron una disminucin del mpetu creador.El colapso de la Confederacin durante la presidencia de Derqui oblig a rehacer varias de las obras realizadas o comenzadas durante la presidencia de Urquiza. La primera de estas tareas fue la reconstitucin de la Corte Suprema de Justicia y la organizacin y procedimiento de los tribunales nacionales. Tuvo Mitre el acierto de llamar a integrar el supremo tribunal a hombres ajenos a su lnea poltica: Valentn Alsina que no acept Jos Benjamn Gorostiaga y Salvador M. del Carril, a quienes acompaaron los doctores Carreras, Barros Pazos y Delgado. La Corte se neg a actuar como consejera del gobierno, estableci su competencia e inici una jurisprudencia de alta calidad jurdica que le dio sostenido prestigio.La Constitucin haba previsto la unificacin de la legislacin fundamental del pas pero la tarea an no haba sido emprendida. En este perodo se adopt para la nacin el Cdigo de Comercio de Buenos Aires obra de Acevedo y Vlez Srsfield; se encomend al segundo de ellos la redaccin del Cdigo Civil, obra monumental terminada en cinco aos, que el Congreso aprob a libro cerrado y fue promulgado por Sarmiento en 1869, y encarg a Carlos Tejedor la redaccin del Cdigo Penal.Le enseanza secundaria fue atendida, siguiendo las lneas del gobierno de Urquiza. Se reestructuraron los colegios nacionales existentes y se crearon otras en varias provincias. Poco se pudo hacer en materia de enseanza primarIa, obra que correspondera a la administracin entrante.El problema del indio, entretanto, se haba agravado. Las tierras conquistadas por la expedicin de Rosas se haban perdido progresivamente y desde 1854 los malones avanzaban cada vez ms sobre estancias y poblaciones. Las guerras civiles primero y la del Paraguay despus haban obligado a desguarnecer de tropas las fronteras interiores. Por ello, el plan originario de Mitre de llevarla ocupacin nuevamente hasta los ros Negro y Neuqun no encontr ocasin de realizarse y qued en proyecto hasta el ao 1879.Mitre pensaba que la verdadera frontera contra el indgena la constitua la ocupacin efectiva y en propiedad de la tierra, y deca que los indios haban recuperado las tierras de los enfiteutas pero no haban podido ocupar la tierra de los propietarios. Rawson, a su vez, hablaba de la frontera de hierro constituida por el ferrocarril, con lo que coincida en la necesidad de una colonizacin real del desierto. Por eso vieron satisfechos que la inmigracin europea superaba las previsiones oficiales y sorprenda dada la agitacin reinante en el pas. Era una inmigracin espontnea que se radic principalmente en Buenos Aires y en menor medida en Santa Fe y Entre Ros. Para ello el gobierno no previ ningn rgimen especial en materia de tierras ni en ningn otro orden. Una excepcin a esta caracterstica fue la inmigracin galesa que, debidamente planeada, se estableci en 1865 en el valle del Chubut, donde subsisti pese a sus padecimientos iniciales.No fue sta el nico momento en que el gobierno dirigi su atencin hacia la Patagonia. El comandante Piedrabuena explor ampliamente la regin, afirmando la soberana argentina y se dict una ley declarando federales los territorios no incorporados a las provincias, previendo la ocupacin de nuevas regiones.La sucesin presidencialLlegado el ao 1866, el problema de la sucesin presidencial comenz a agitar el ambiente poltico. El general Urquiza surga como el candidato natural del partido Federal. Los autonomistas propiciaron a candidatura de su jefe, Adolfo Alsina. El partido Nacionalista se inclinaba por Elizalde. Otros dos ministros, Rawson y Costa eran candidatos potenciales, y no falt quien alentara la candidatura de Marcos Paz, pese al impedimento constitucional.En un primer momento Elizalde se vea favorecido por las provincias cuyanas y todo el norte argentino que responda a la influencia de los Taboada, con lo que reuna casi la mitad de los electores. Alsina contaba con Buenos Aires y Santa Fe y Urquiza con Crdoba, Corrientes y Entre Ros. Pero el vicepresidente logr que Taboada le transfiriera el apoyo que haba dado a Elizalde, con lo que lleg a contar en su haber con 58 electores posibles.La imprevista muerte de Marcos Paz restableci parcialmente las perspectivas de Elizalde, en tanto que Alsina mejoraba su situacin a costa de Urquiza. Para ste, Alsina encarnaba las peores corrientes del porteismo, por lo que se manifest dispuesto a entenderse con Elizalde, pero no se pusieron de acuerdo sobre el candidato a la vicepresidencia.En esas circunstancia, y cuando Elizalde pareca ser el hombre de las mayores posibilidades, Lucio V. Mansilla lanz la candidatura de Domingo F. Sarmiento, entonces ministro argentino en los Estados Unidos. Esta candidatura haba surgido en los campamentos militares en el Paraguay, a espaldas del presidente, y responda a la idea de superar el antagonismo entre porteos y provincianos, consagrando a un poltico provinciano que gozaba de gran predicamento en Buenos Aires. Consultado Mitre por Gutirrez sobre los candidatos, respondi desde Tuy-Cue el 28 de noviembre de 1867 con un programa electoral mal llamado testamento polticodonde proclamaba su prescindencia en favor de los distintos candidatos liberales. Descalificaba Mitre la candidatura de Urquiza por estimarla reaccionaria, pase a lo cual anunciaba que, slo le opondra su autoridad moral; tambin se pronunciaba contra el candidato autonomista, aunque reconoca que esa candidatura tenda validez si fuera ratificada por una mayora. Luego pasaba revista a los dems candidatos liberales y conclua que el mejor sera aquel que reuniese el mayor nmero de votos espontneos. De no ser consagrado por esa va, deca, slo dar origen a su derrota o en caso contrario a un gobierno raqutico y sin fuerza, y en ltimo trmino, frente a Urquiza, slo dara lugar a un gobierno de compromiso. Si el partido Liberal no ore capaz de proceder correctamente merecera su derrot pues para escamotear la soberana del pueblo, desacreditando la libertad y desmoralizar el gobierno dndole por base el fraude, la corrupcin o la violencia, ah estn sus enemigos que lo harn mejor.La negativa de Mitre a apoyar un candidato desorient a Elizalde. A la vez los militares entre quienes haba surgido la candidatura de Sarmiento se consideraron en libertad de proceder. Arredondo promovi revoluciones en Crdoba y La Rioja para asegurar la orientacin de los respectivos electores. Por vez primera, el ejrcito, o al menos alguno de sus miembros destacados, se convertan en un factor poltico, utilizando la fuerza de la institucin en la contienda electoral. Lo curioso de este caso es que tal procedimiento se da al margen de a voluntad del jefe del Estado.Era la primera vez que se daba en el pas una autntica contienda electoral presidencial. Cuando las provincias cuyanas se inclinaron por Sarmiento, hasta entonces candidato sin partido, pero cuyas posibilidades crecan, Alsina consider oportuno llegar a un acuerdo con sus sostenedores. De ese acuerdo surgi la frmula Sarmiento-Alsina, que prest al sanjuanino todo el apoyo del partido Autonomista y de los electores porteos. Llegado el momento de la eleccin, Sarmiento obtuvo 79 votos electores de Buenos Aires, Crdoba, todo Cuyo, La Rioja y Jujuy, Urquiza 26 Entre Ros, Santa Fe y Saltay Elizalde slo 22 votos de Santiago del Estero y Catamarca, lo que vino a demostrar, aparte del fracaso de los Taboada en su zona de influencia, la prdida de prestigio del partido Mitrista, como consecuencia de las agitaciones interiores y de los sacrificios impuestos por una guerra impopular. Para la vicepresidencia, Alsina logr 82 votos contra 45 de Paunero, candidato nacionalista.La poltica exterior y el mundo americanoEspaa y la nacionalidadCuando Bartolom Mitre asume la presidencia en octubre de 1862, las relaciones argentinas con las potencias europeas pasan por un perodo de amistad y calma. Con la misma Espaa se mantienen buenas relaciones que permiten rever parcialmente el tratado de paz firmado por la Confederacin. En ste, Alberdi haba admitido como principio de la nacionalidad el jus sanguinis, segn el cual un nativo segua la nacionalidad de sus padres, principio harto peligroso para un pas que necesitaba de la inmigracin y que ya entonces tena dos tercios de extranjeros en la poblacin de su ciudad ms populosa. Mitre encomend a Mariano Balcarce la revisin de ese aspecto del Tratado y, por uno nuevo firmado en septiembre de 1863, logr ei reconocimiento del jus soli, que establece quela nacionalidad es la del lugar de nacimiento.Estas buenas relaciones que no excluan intensas vinculaciones comerciales en las que Gran Bretaa ocupaba un destacadsimo lugar, eran el indicio no slo de que los gabinetes europeos haban abandonado la poltica de tuerza practicada tres lustros antes, sino de que la Argentina estaba entrando en una nueva etapa de su desarrollo nacional en la que sera ms independiente polticamente de Europa y desarrollara su proyecto nacional segn cnones propios, vuelta sobre s misma y sobre los Estados vecinos. En la medida en que disminuye la gravitacin europea, aumenta la importancia de los pases americanos en la determinacin de una poltica internacional. En consecuencia, es oportuno establecer cules eran las lneas bsicas en que se movan esas naciones.El panorama americano. Estados UnidosLos Estados Unidos, despus da su guerra con Mxico, y de su colosal expansin hacia el Pacfico, se haban visto envueltos en la guerra de Secesin, donde no slo se jugaba el futuro de la esclavitud en el pas, sino que se oponan los Estados industrializados del norte a los Estados rurales del sur, y los criterios progresistas y liberales de los primeros contra la mentalidad tradicionalista de los segundos. Esta guerra no careci de resonancias internacionales y oblig al presidente Lincoln, vencedor final en la contienda, a desentenderse de muchos otros problemas, en particular aquellos referentes al resto del continente americano.Liberales y conservadores en Amrica latinaEsta circunstancia fue aprovechada por Francia, donde la restauracin napolenica haba insuflado nuevas tendencias imperialistas, a tentar suerte en Mxico, donde apoy al sector conservador, que con la adhesin de la Iglesia trataba de recuperar el poder que haba pasado a manos del movimiento liberal, cuya cabeza era Benito Jurez. Se propona Napolen III establecer en Mxico un antemural catlico y latino a la influencia sajona y protestante de los Estados Unidos, del que Francia fuera el protector. As naci bajo la proteccin de las armas francesas el Imperio de Maximiliano que no pudo vencer la resistencia juarista. En 1866, habiendo terminado Estados Unidos su guerra civil, comenz a terciar en el problema mexicano, apoyando a los liberales republicanos. Francia, que vea a la vez complicarse el horizonte europeo (guerra austro-prusiana) opt por retirarse y librar a Maximiliano al apoyo conservador, lo que determin su derrota y fusilamiento.La imposicin del liberalismo en Mxico distaba de ser un fenmeno aislado en Amrica. Si tras las guerras de emancipacin, seguidas de procesos anrquicos, haban sucedido en casi todos los pases regmenes de tipo conservador, frecuentemente autocrticos, la estabilidad o el progreso da aquellas sociedades y los excesos de los gobiernos comenzaron a generar hacia la mitad del siglo el debilitamiento de aqullos y el alza de los regmenes liberales.Ya hemos visto cmo se impone el liberalismo en la Argentina. Tambin en Venezuela se derrumba el conservadurismo hacia 1850 dando lugar a un liberalisnio federalista y anticlerical. Lo mismo ocurre en Colombia, donde los liberales gobiernan desde 1850 y desde 1861 a 1880 lo hace el ala extremista del partido. En Chile, el conservadurismo gobernante, progresista en lo econmico y cultural, transa hacia 1861 con los liberales, inicindose as una transicin que diez aos despus dara a Chile el primer presidente liberal, Zaart. Incluso el Imperio del Brasil ha alternado en el gobierno elementos conservadores y liberales, pero a partir de 1863 estos ltimos se aseguran en el gobierno, que les pertenecer hasta despus de la guerra de la Triple Alianza, cuando la influencia del duque de Caxias inclinar otra vez la balanza hacia los conservadores.Esta revisin nos permite inscribir el cambio operado en la Argentina en 1861-2 dentro de un movimiento continental proliberal. Los nicos pases que se han sustrado a ese proceso son Bolivia, Per y Ecuador. Bolivia se gobern en esta poca sobre la base de un poder militar, que se apoyaba circunstancial y alternativamente en elementos oligrquicos o populares. Per respondi de 1845 a 1875 a una plutocracia conservadora que basaba su sistema econmico en la explotacin del guano y que se caracteriz por cierta corrupcin administrativa que desemboc en contiendas civiles. Ecuador, por fin, conoci bajo la gida de Garca Moreno (1860-75) una dictadura conservadora y catlica, progresista en lo econmico y afrancesada en lo cultural.Potencial de AmricaAmrica haba crecido considerablemente en los ltimos aos, Brasil tena 10.000.000 de habitantes, Mxico era el pas ms poblado de la Amrica espaola, Colombia frisaba los 3.000.000 de habitantes, Per tena 2.600.000, Chile 2.000.000 y Venezuela 1.800.000. La Repblica Argentina apenas igualaba las cifras de este ltimo Estado al promediar la dcada del 60. El aporte inmigratorio recin empezaba a hacerse sentir y por lo tanto nuestro pas era uno de los menos poblados de Amrica. Tambin la vida econmica de estas naciones haba tomado cierto vuelo. Chile comenzaba su desarrollo minero. Per viva del guano, Colombia comenzaba su desarrollo cafetero, Paraguay exportaba bajo monopolio estatal tabaca y yerba mate. La produccin agropecuaria argentina estaba todava centrada en la exportacin de productos del ganado bovino y ovino. Amrica latina era en su totalidad xportadora de materias primas cuyo principal comprador era Gran Bretaa. Los intereses e influencias de los Estados Unidos, eran variados segn las regiones del continente y se debilitaban hacia el extremo sur, en tanto que el desarrollo industrial francs daba lugar a un marcado acrecentamiento de sus relaciones comerciales con Amrica latina.El hispano-americanismo de las naciones del PacficoHacia 1856 ya causa de las actividades del pirata Walker en Amrica Central, se firm un Tratado Continental entre Per, Chile y Ecuador, tendente a fomentarla unin hispano-americana y a enfrentar la agresin europea. Cuando en 1861 los dominicanos decidieron reincorporarse a Espaa, Bolivia se incorpor al Tratado, y sus firmantes convinieron en promover una gran alianza latinoamericana a travs de un Congreso que se reuni en Lima, al que concurrieron aparte de las naciones ya nombradas, Venezuela, Colombia y Guatemala. Los organizadores excluyeron expresamente a los Estados Unidos: Nada poltico explicaba el boliviano Medinacelli era mezclaren el asunto a la Amrica Inglesa cuyo origen es distinto, cuyos intereses son igualmente distintos y, quizs, opuestos a los nuestros, cuyo poder colosal sobre todo, es terrible. A qu mezclar al fuerte, cuando se trata de asociare los d hiles para que dejen de serlo?Identificacin con Europa y repudio del panamericanismoLa alianza estaba dirigida a contener a Europa y cuando el gobierno argentino recibi la invitacin la rechaz, (noviembre de 1862), afirmando que respondiendo el proyectado Congreso a un antagonismo hacia Europa, el mismo no era compartido por el gobierno argentino, pues la Repblica estaba identificada con Europa en todo lo posible.Adems de esta respuasta oficial, podemos juzgar la posicin argentina a travs de las cartas personales en que Mitre censur a Sarmiento su participacin en el citado Congreso a ttulo personal. Tras calificar al Congreso de pamplina, sealaba que se haba invitado al Brasil y excluido a los Estados Unidos, sin los cuales frente a Europa nada poda hacerse, al menos en los primeros tiempos.Luego, examinando el americanismo como doctrina deca: la verdad era que las repblicas americanas eran naciones independientes, que vivan su vida propia, y deban vivir y desenvolverse en las condiciones de sus respectivas nacionalidades, salvndose por s mismas, o pereciendo sino encontraban en s propias los medios de salvacin. Que era tiempo que ya abandonsemos esa mentira pueril da que ramos hermanitos, y que como tales debamos auxiliamos enajenando recprocamente hasta nuestra soberana. Que debamos acostumbrarnos a vivirla vida de los pueblos libres e independientes, tratndonos como tales, bastndonos a nosotros mismos, y auxilindonos segn las circunstancias y los intereses de cada pas, en vez de jugar a las muecas de las hermanas, juego pueril que no responde a ninguna verdad, que est en abierta contradiccin con las instituciones y la soberana de cada pueblo independiente, ni responde a ningn propsito serio para el porvenir. Y tras afirmar que era una falsa poltica americanista que est muy lejos de ser americana agregaba: Pretender inventar un derecho pblico de la Amrica contra la Europa, de la repblica contra la monarqua, es un verdadero absurdo que nos pone fuera de las condiciones normales del derecho y an de la razn.Si la posicin del Congreso Americano, segn Medinaceli, es el antecedente de un americanismo sin los Estados Unidos, que tom impulso en este siglo despus de la diplomacia del big stick de Teodoro Roosevelt, la posicin de Mitre, que en su fondo es eminentemente pragmtica, tambin refleja varias constantes de la poltica exterior argentina: en primer lugar subraya el predominio de la relacin Argentina-Europa, que va a mantenerse sin interrupcin desde su gobierno hasta el de Yrigoyen en el plano poltico y casi permanentemente en el plano econmico, aunque desde la Primera Guerra Mundial acrecer la relacin con los Estados Unidos en detrimento paulatino de las potencias europeas. Pero no se agota ah la posicin de Mitre, al desahuciar al americanismo como forma de accin poltica comn y formular el principio de bastarse a si mismos y auxiliarse segn las circunstancias y los intereses de cada pas, estaba afirmando una verdadera autarqua nacionalista que enraza en el particularismo de la praxis federal antecedente cierto del futuro aislacionismo argentino frente a las dems naciones americanas y uno de los elementos integrantes de la poltica de no intervencin defendida por nuestra cancillera en este siglo.Identificacin con Europa y autarqua nacionalista no eran, al parecer de Mitre, trminos incompatibles. Los paises americanos no podan ofrecer por entonces nada concreto al inters argentino, mientras que Europa era la fuente de su comercio, de los capitales, de los inmigrantes que el pas necesitaba y de la cultura que practicaba. Y en la opcin prctica que realizaba parecera que Mitre intua otra constante de la poltica americana la accin comn del grupo del Pacfico cuando haca referencia en otra parte de los documentos citados a la necesidad del apoyo norteamericano para una poltica del Atlntico.Conforme a este planteo, yteniendo presente las dificultades crecientes de la situacin uruguaya, complicada por la intervenbin del Brasil y Paraguay, Mitre se desentendi de la guerra que como consecuencia de la ocupacin de las islas Chinchas y el bombardeo de Valparaso por la escuadra espaola, se desat entre Chile y Per por un lado y Espaa por el otro. No terciaron en el conflicto los dems participantes del Congreso Americano, lo que en cierto modo ratific la opinin de Mitre sobre la inoperancia del americanismo que, segn l, ya se haba manifestado en el caso de las Malvinas, en la agresin anglo-francesa contra la Confederacin, en la intervencin francesa en Mxico y en el incidente entre Paraguay y Gran Bretaa.26. La Guerra de la Triple AlianzaLas naciones protagonistasTrasendencia de esta guerraLa guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay integra con las guerras de la unificacin alemana y la guerra de Secesin norteamericana, los grandes conflictos blicos de la segunda mitad del siglo XIX. Grandes no slo en sus prdorciones militares, sino por su trascendencia en el desarrollo posterior de la historia continental. El triunfo del binomio Bismarck-Moltke sobre Dinamarca, Austria y Francia 1864, 1866y 1870) condujo a la unificacin alemana bajo la gida de Prusia, yal lanzamiento del nuevo Imperio Alemn a la conquista de la hegemona econmica y poltica de Europa, en abierta competencia con Gran Bretaa y Francia, proceso que desembocara en la Gran Guerra de 1914-18. La guerra de Secesin (1860-65) signific en su desenlace un poder y una estructura nacional ms slida y la conduccin del pas por la sociedad industrial del nordeste, factores ambos que dispusieron a los Estados Unidos a desempear un papel de potencia mundial a corto plazo. En cuanto a la guerra de la Triple Alianza, signific la destruccin de la nica potencia mediterrnea de Sudamrica y el ltimo gran acto de una polmica secular: la disputa fronteriza entre los imperios hispanos y lusitanos y sus respectivos herederos.Evolucin del ParaguayDesde su segregacin de la autoridad de Buenos Aires, en 1811, el Paraguay haba vivido en una independencia de hecho de las Provincias Unidas, tanto en lo poltico corno en lo econmico. El doctor Francia, constituido casi inmediatamente en dictador, gobern pacficamente por muchos aos, conservando la estructura social de la poca espaola, acostumbrando a su pueblo a un autocratismo sin limitaciones y desarrollando al mximo su econonila de tipo rural. Al mismo tiempo, el citado Francia impuso el aislacionismo como norma de poltica internacional. A su muerte, en 1840, esta especie de monarca republicano dej una nacin con coherencia interior, que desconoca las luchas y conmociones civiles que haban agitado todo el resto de Amrica hispnica y con una slida economa. Le sucedi como presidente Carlos Antonio Lpez en 1844 tras un interregno consular de gobierno compartido, que continu la lnea aislacionista de Francia, aunque atenundola con espordicas intervenciones como su alianza con Madariaga contra Rosas. La primera preocupacin de este mandatario fue superar los problemas de sus lmites todava no definidos con el imperio del Brasil y la Confederacin Argentina, situacin de las que tema complicaciones blicas. Paraguay haba sido neutral en el conflicto argentino-brasileo de 1826 y continu neutral en la alianza brasileo-entrerriana contra Rosas. Este se haba negado a reconocerla independencia del Paraguay, pero cuando Urquiza hizo tal reconocimiento en 1854, las relaciones entre los dos Estados se descongelaron y en 1859 Paraguay tuvo una exitosa mediacin diplomtica entre la Confederacin y el Estado de Buenos Aires, primera y triunfal aparicin de aquella nacin en las cuestiones del continente. Lpez realiz en lo econmico una administracin notablemente progresista. Organiz la explotacin de las grandes tierras fiscales por va de arriendo y estableci el monopolio estatal de la explotacin del tabaco y la yerba mate, bases de la economa nacional. Tambin el comercio exterior estaba monopolizado por el Estado y lo mismo ocurra con la explotacin maderera. En suma, un capitalismo de Estado, inslito en el siglo XIX. Hacia el final de su gobierno, contaba Paraguay con un ferrocarril de Asuncin a Paraguar, un astillero, una fundicin de hierro y un telgrafo de la capital a Humait. La estructura rural no impeda el nacimiento de las primeras industrias: papelera y textil. Las finanzas del Estado no tenan dficit y los 600.000 habitantes provean 24.000 alumnos a sus 432 escuelas y 18.000 soldados a sus cuarteles.Paraguay ofreca, pues, al observador extranjero, la fisonoma de una verdadera potencia mediterrnea, libre de las presiones dl capital internacional, autosuficiente y aislada. La aislacin gener una natural desconfianza hacia el extranjero, en especial hacia los vecinos a los que se conocan pretensiones territoriales, y de esta desconfianza hacia el nacionalismo hubo poca distancia, la cual se recorri insensiblemente.En 1862, muerto Lpez, le sucedi su hijo el general Francisco Solano Lpez, sin ms oposicin que la infructuosa de su hermano Benigno. El nuevo presidente haba hecho su experiencia internacional en Pars, admirando al segundo Imperio. Pese a su experiencia militar mnima, pronto logr por influencia dinstica el grado de mariscal. Hered de su padre la desconfianza hacia las potencias vecinas y su vanidad, unida a su nacionalismo, le impuls a abandonar el aislamiento en que hasta entonces haba vivido su pas porque en su opinin haba llegado la hora de hacer or la voz delParaguay en Amrica. BrasilBrasil era un Imperio que en sus casi diez millones de habitantes reuna poco ms de cinca millones de blancos, siendo el resto negros e indios. Haba crecido en relativa paz y orden y desarrollado una cultura. Sus estadistas y hombres de letras pasaban por los primeros de Amrica. Pedro II era un hombre retrado, melanclico y sabio. Sometido a cnones arcaicos, haba sido casado co una princesa italiana en vez de unirse a la aristocracia brasilea. Inteligente pero aislado, dej que la monarqua se desarrollare a la par que el pas, pero sin consustanciarse con l. En poltica, conservadores y liberales formaban como dijo Ramn J. Crcano un ngulo recto cuyo vrtice era el Emperador, que intervena en todos los asuntos del Estado. La rebelin republicana de Ro Grande y la presin de los terratenientes cuasi feudales del norte no haban logrado alterar profundamente a la nacin, que se senta fuerte y confiada. Su poltica internacional sigue siendo de cordialidad hacia Gran Bretaa y de expansin territorial en Amrica conforme al esquema heredado de Portugal. Sobre su frontera sur existen dos repblicas pequeas, Paraguay y Uruguay, segmentos separados del viejo Virreinato espaol. Sobre ellas trata de influenciar una vez que las circunstancia le han impedido absorberlos. Por lo menos, busca que no formen parte de la zona de influencia argentina. Su diplomacia es la mejor de Amrica y trabajar en ese sentido. El desquicio interno del Uruguay le dar la oportunidad de lograr sus objetivos en por lo menos uno de esos Estados. Su ejrcito es de ms de 30.000 hombres, aunque la extensin del pas le impedir un aprovecnamiento integral de su fuerza. En realidad, el Imperio es mucho menos slido de lo que aparenta.La situacin uruguayaConocemos ya el desrrollo poltico de la antigua Banda Oriental, mezclada desde antes de su nacimiento como repblica independiente a los conflictos internos argentinos, situacin que se prolonga hasta la cada casi simultnea de Oribe y Rosas. Hacia 1880 sus 400.000 habitantes no haban conocido an una poca de orden. Desaparecidos Lavalleja y Rivera, el general Venancio Flores era la primera figura poltica del pas. Perteneca al partido colorado, democrtico y liberal. En 1856 fue derribado por un movimiento, del partido blanco colorado disidentes que llev al gobierno a Gabriel Pereira que consolid la endeble economa oriental con la ayuda brasilea. En 1860 los blancos se afirmaron en el gobierno. Es el partido conservador y aristocrtico si cabe este ltimo trmino. Flores se exili en Buenos Aires, combati en Pavn y venci en Caada de Gmez, sirviendo a Mitre. Entonces le record a ste que no olvidara a los orientales proscriptos que deseaban volver a la patria.Mitre tena que saldar la deuda e hizo la vista a un lado mientras que el general Flores planeaba desde Buenos Aires, en 1862, la revolucin colorada en el Uruguay. Flores agradeci con su discrecin y el 19 de abril de 1863, con slo tres amigos se traslad subrepticiamente al Uruguay, donde desembarc proclamando la revolucin.La prensa de Buenos Aires se declar decididamente a favor del movimiento, pero los entrerrianos prohijaron al gobierno blanco de Berro. Buques nacionales transportaron al Uruguay contrabando de armas para la fuerza de Flores en abierta violacin de a neutralidad argentina. Militares entrerrianos, entre ellos un hijo de Urquiza, reclutaron voluntarios y se incorporaron a las fuerzas blancas. Razn le sobraba a Juan Bautista Alberdi para afirmar que en la Argentina nadie era neutral respecto del conflicto oriental. Los partidos en lucha no eran sino prolongaciones de los partidos argentinos y todos saban cul era la influencia que el desenlace poda tener en la poltica nacional.Las relaciones paraguayo-brasileas y paraguayo-argentinasLa existencia de una provincia brasilea a las espaldas del ParaguayMatto Grosso a la cual no se poda acceder sino a travs de las vas fluviales que dominaban la Argentina y Paraguay, impulsaron a los brasileos a buscar un acuerdo con este ltimo pas sobre navegacin y lmites. Despus de variados incidentes, y cuando Brasil ya haba logrado un acuerdo similar en 1856 con el gobierno de Paran, se lleg a la firma del Tratado Bergs-Silva Paranhos por el cual se aplazaba la consideracin de los limites por seis aos y se convena la libre navegacin de los ros, conforme a la reglamentacin que hiciera el Paraguay. Pero Lpez, en 1857, reglament la navegacin de tal modo que importaba violar el Tratado. Lo que pasaba era que el presidente estaba convencido de que la guerra con Brasil era inevitable y buscaba las mejores condiciones para su iniciacin. En ese momento Buenos Aires, segregada, vio con temor la aproximacin del Brasil a Paran. Mitre denunci los avances territoriales del Imperio y seal que el Paraguay era el muro de contencin con que la Argentina contaba frente a la expansin brasilea. Paraguay decidi estimular esta posicin de Buenos Aires y se declar neutral en el conflicto que se defini en Pavn. Sin embargo, pronto se iba a invertir este esquema poltico.El Protocolo de 1863 y sus derivacionesEl 12 de octubre de 1862 asuma la presidencia argentina el general Mitre y cuatro das despus tomaba idntico cargo en Paraguay el mariscal Lpez. La idiosincrasia liberal del nuevo gobierno no poda ver con simpata el rgimen autocrtico de Asuncin, sentimiento retribuido por los dirigentes paraguayos que acusaban a Buenos Aires de ayudar a los traidores de su pas. La noticia de la ayuda prestada por el gobierno argentino a Flores aument la inquietud paraguaya sobre cul sera en definitiva la actitud argentina en una situacin de crisis.Pese a las simpatas personales, el presidente Mitre se declar neutral en el conflicto del Uruguay. Lo exigan los principios del derecho internacional y la opinin pblica del Litoral, fuertemente adicta a los blancos. Una intervencin abierta podra encender nuevamente la guerra civil argentina, que todava se prolongaba en el oeste. Pero la neutralidad argentina era slo formal. En Junio de 1883 los uruguayos detuvieron al buque argentino Salto cuando transportaba contrabando de guerra para Flores, situacin harto embarazosa para las autoridades de Buenos Aires, cuyo canciller acababa de afirmar la neutralidad ante el gobierno de Berro, en trminos de una arrogancia casi impertinente. La verdad es que para Elizalde la neutralidad consista en brindar igualdad de oportunidades al gobierno uruguayo y a los rebeldes.El favoritismo porteo haba indignado al general Urquiza, quien, segn el cnsul paraguayo en Paran, Jos R. Caminos, habra manifestado la conveniencia de que Paraguay firmara una alianza con Uruguay para contener a Buenos Aires, en cuyo caso Urquiza estara dispuesto para ponerse al frente de un movimiento que condujera a la separacin de Buenos Aires de la Confederacin. Si este paso existi o fue una mala interpretacin que los agentes paraguayos dieron a las demostraciones de amistad de Urquiza, el resultado fue bastante funesto, pues alent en el mariscal Lpez la posibilidad de contar con una escisin argentina frente al problema que se desarrollaba.En octubre de 1863 se firm entre el gobierno uruguayo y el argentino, un Protocolo en el que ambas partes se daban por satisfechas de sus recprocas reclamaciones, se fijaban las bases de neutralidad y se estableca para el caso de futuras diferencias el arbitraje del emperador del Brasil. Este Protocolo pona fin al entredicho y alejaba la posibilidad de serios conflictos.En efecto, en septiembre, el gobierno uruguayo envi al doctor Lapido a Asuncin en busca de un aliado. El presidente Berro abandonaba as su sana poltica de nacionalizar la poltica oriental, rompiendo con la que calificaba tradicin funeste de buscar auxilios en el exterior. Lapido gestion ante Lpez la proteccin de la independencia uruguaya y del equilibrio continental. Denunciaba a la vez las violaciones del gobierno argentino a la debida neutralidad y anunciaba que en caso necesario Uruguay luchara solo. Lpez resolvi entonces reclamar al gobierno argentino por su actitud, en nombre del inters del Paraguay en el equilibrio del Ro de la Plata y acompa a su queja las denuncias de Lapido. Este paso poda conducir a una verdadera ruptura entre Buenos Aires y Montevideo, y Lapido, alarmado, pidi el retiro de la queja y manifest que: La verdad es que hasta el presente el auxilio que ha podido recibir del territorio argentino ha sido miserable. Somos nosotros los que hemos agrandado a Flores.El mal estaba hecho. La imprudencia de Lapido disgust a Lpez, pero en definitiva ofreci su mediacin en el conflicto uruguayo-rgentino. Cuando el canciller uruguayo recibi la informacin de Lapido, procur modificar el Protocolo y reemplazar a Pedro II por Lpez como mediador o que figuraran conjuntamente. Elizalde hizo notar que el cambio sera un desaire para el Brasil y todo qued como estaba. Pero Lpez, a su vez qued resentido por el rechazo. Insisti en su reclamacin a Buenos Aires, a lo que se le contest que la cuestin ya estaba zanjada entre las partes interesadas.Paraguay vio as frustrada su intencin de intervenir en la poltica rioplatense. Su apartamiento del aislacionismo lo haba llevado a un desaire internacional, doblemente doloroso para un gobierno nacionalista. La reaccin final de Asuncin fue expuesta tajantemente por el canciller Bergs: el Paraguay prescinda de las explicaciones argentinas y en adelante atendera slo a sus propias inspiraciones sobre la cuestin suscitada en la Repblica Oriental del Uruguay.Brasil toma la iniciativaCambio de la diplomacia brasileaEn 1863, el nuevo gabinete brasileo, de tendencia liberal, se hizo eco de los reclamos de sus elementos riograndenses que deseaban extender u influencia sobre las praderas uruguayas.Como por otra parte la ayuda que Flores haba recibid de la Argentina era insuficiente aunque no fuese miserable como confesaba Lapido, el jefe colorado busc la ayuda brasilea. Hombres y armas cruzaron la frontera para ayudarle. Las tropas blancas persiguieron a los colorados ms all de los lmites orientales y dieron ocasin a la protesta brasilea. sta no pas de un pretexto para intervenir en el problema oriental. La verdad era que Ro de Janeiro vea con alarma la influencia argentina en la pequea repblica. Si los blancos triunfaban no dejaran de tener en cuenta la buena disposicin de Buenos Aires en el Protocolo de octubrey si triunfaban los colorados, lo que pareca bastante posible, Flores era hombre seguro de Buenos Aires.La diplomacia brasilea se moviliz entonces para tomar parte en el problema, siguiendo las ms antiguas tradiciones nacionales. Vsi no se poda desplazar la influencia argentina, se intentaba al menos llegar a un empate: unir la propia influencia a la argentina para limitarla en el compromiso. Brasil se lanz entonces a apoyar francamente a Flores y adopt una diplomacia simptica hacia Buenos Aires. La coincidencia liberal favoreca el paso y Brasil haca coincidir sus intereses con los nuestros para su beneficio.El cambio de Ro de Janeiro no dejaba muchas alternativas a Mitre. Distanciado del Paraguay por los sucesos relatados, e imposibilitado de cambiar de bando en la cuestin oriental, no poda obligar tampoco a Flores a rechazar la ayuda brasilea, que no poda reemplazar sin provocar la reaccin del Paraguay y tal vez la del mismo Brasil. Cuando Mitre crea que haba logrado salir de su propio juego con el Protocolo de octubre, los brasileos le obligaban continuarla partida. O les abandona el campo a su sola influencia, o aceptaba el empate. Es muy difcil discernir hoy si exista otra posibilidad sin modificar el mismo planteo de la poltica interior argentina. Lo cierto es que la solucin de la opcin se present como lgica aunque costosa: Mitre haba perdido la iniciativa diplomtica.La reaccin orientalEl presidente Aguirre, que acababa de suceder a Berro, acorralado por la ayuda que reciba Flores, dio el paso desesperado pero lgico de pedir nuevamente el auxilio del Paraguay, mientras Mitre enviaba a Mrmol a Ro de Janeiro para definir la poltica brasilea y convenir las formas de una accin conjunta.En ese cuadro, se produjo en mayo de 1864 el ultimtum brasileo al gobierno blanco, acompaado por la presencia en el Ro de la Plata de la escuadra brasilea, donde se enumeran las quejas del Brasil por los atropellos fronterizos del Uruguay. Mitre juega entonces una ltima carta: la mediacin conjunta anglo-argentina entre los partidos en pugna. Si tiene xito, el Brasil habr perdido la mayor parte de sus ventajas. Brasil se incorpore a la gestin como era previsible y se firma un acuerdo bastante parecido a una capitulacin honorable para los blancos. Aguirre queda en el poder con un ministerio colorado. Pero el 7 de julio, Aguirre, presionado por el sector intransigente de su partido, rechaza a Flores como ministro de Guerra, con lo que fracasa la mediacin.El protocolo Saraiva-ElizaldeEl diplomtico brasileo Saraiva se traslad a Buenos Aires para lograr una accin conjunta sin fisuras con nuestro gobierno, pero Mitre, consciente de la repercusin interna de su actitud, se limit a ofrecer la colaboracin argentina a la intervencin brasilea. El Protocolo del 22 de agosto import el consentimiento dado al Brasil para que actuase por su cuenta. Mitre esquivaba as la accin conjunta y dejaba a su competidor los riesgos y los frutos de la empresa. Era una retirada a medias de su posicin anterior.Invasin brasileaMientras el presidente paraguayo contestaba en ese mismo mes a su colega de Montevideo que el Paraguay cumplira su deber de proteger al Uruguay, la flota brasilea atacaba un buque oriental y poco despus Saravia daba el visto bueno para la invasin. El 14 de septiembre el ejrcito brasileo invada el Uruguay. La alianza del Brasil y el general Flores comenzaban a operar.Paraguay en guerra con BrasilLa respuesta del mariscal Lpez no tarda. El 12 de noviembre apres un buque brasileo que navegaba hacia Matto Grosso, y al da siguiente inform al ministro brasileo que el Paraguay consideraba la cuestin como un caso de guerra. Inmediatamente Lpez orden la invasin de Matto Grosso.Juzgadas las posibilidades blicas de cada contrincante segn su potencialidad actual, resulta inslita la actitud de Asuncin. Pero entonces los hechos eran diferentes. El Imperio tena 35.000 hombres sobre las armas pero slo 27.000 de ellos en la zona del conflicto y no se haba preparado para la guerra que desataba. Las fuerzas uruguayas, tanto las de uno como las de otro bando, carecan de verdadera significacin militar, y requeran apoyo exterior para superar la organizacin de algo distinto a una divisin de caballera. El Paraguay, en cambio, se haba preparado cuidadosamente para la guerra. Tena 18.000 hombres en armas y una reserva instruida de otros 45.000, sin contar con las milicias departamentales que sumaban 50.000. Si bien stas tenan muy escaso valor militar no puede decirse lo mismo de los 63.000 hombres que formaban la estructura militar paraguaya. Esta se complementaba con un sistema de fortificaciones en el ngulo de los ros Paraguay y Paran, y una fluvial de 15 naves capaz de disputar el dominio de los ros a la escuadra brasilea. Con este podero military une estructura industrial quela provea de armas y municiones, se comprende que Lpez no titubeara en hacer frente al Brasil. Ni siquiera la aproximacin de ste a la Argentina le poda alarmar. Nuestro pas slo tena 6.000 hombres en armas, complicados en la defensa de la frontera interior y en la custodia del orden provincial. Si bien esas fuerzas podan ser aumentadas con milicias provinciales y la guardia nacional de Buenos Aires, su incremento requerira tiempo.Saraiva no estaba seguro todava del grado de adhesin argentina a su poltica, por lo que ofreci Mitre una alianza entre los dos pases y el mando supremo en caso de guerra, pero Mitre se mantuvo partidario de la neutralidad argentina, como lo evidenci en sus cartas a Urquiza en noviembre y diciembre de 1864.La intriga del litoralEntre tanto, Lpez confa en que al progresar el conflicto las tensiones internas de Argentina acten a su favor. En efecto, sus agentes en Paran y Corrientes han continuado trabajando para obtener la adhesin de los federales para que se pronuncien contra Buenos Aires, anulando as la accin presunta de Mitre y logrando la alianza de las dos provincias. Pensaba Lpez que eso conducira a la hegemona paraguaya en el Ro de la Plata, ya que era tiempo de desecharel humilde rol que hemos jugado como deca el canciller Bergs. El destinatario principal de aquella maniobra era Urquiza, pero la actitud prudente de Mitre y el brutal asalto a Paysand realizado por las fuerzas unidas de Flores y el ejrcito y la escuadre brasilea heroicamente resistido deis de diciembre de 1864 al 2de enero siguienteacrecen la repugnancia de Urquiza por una accin cuyo desenvolvimiento diplomtico ha presenciado sin comprometer su opinin. Llegado el momento de la guerra, Lpez le exige una decisin. Pero Urquiza estaba decidido de antemano. Niega su participacin, desaprueba a Virasoro que pareca dispuesto a entrar en el asunto, y descubre la intriga remitiendo a Mitre la correspondencia respectiva.Esta intriga demor la accin militar paraguaya en auxilio del gobierno blanco uruguayo. Tras la catstrofe de Paysand, en febrero de 1865, Aguirre termina su perodo presidencial y asume Toms Villalba, moderado, cuya misin es llegar a un acuerdo pacfico. El 20 de febrero se firma el acuerdo por el cual Flores asume la presidencia del Uruguay. En el momento mismo de comenzar la guerra, Paraguay ha perdido a su nico aliado.La guerraLpez haba intentado en todo momento evitar el arreglo entre Buenos Aires y el gobierno blancd de Montevideo, pues slo la subsistencia del conflicto le daba la oportunidad de actuar como mediador, rbitro o aliado de una de las partes. El clima poltico de Asuncin qued asentado en la correspondencia del canciller Bergs: por fin todo el pas se va militarizando, y crea Vd. que nos pondremos en estado de hacer or la voz del Gobierno Paraguayo en los sucesos que se desenvuelven en al Ro de la Plata, y tal vez lleguemos a quitar el velo a la poltica sombra y encapotada del Brasil...Paraguay se prevena simultneamente contra Brasil y la Argentina, no obstante lo cual su movilizacin de mediados del ao 1864 parece haber respondido ms a la eventuahdad de un conflicto de nuestro pas, conclusin a la que llega Pelham Horton Box considerndolo anterior a la fecha de la misin Saraiva, que es la que defini el intervencionismo brasileo.Producida la guerra con Brasil y siendo previsible la cada del gobierno blanco, desbaratada adems la conspiracin del Litoral ante la negativa de Urquiza, Francisco Solano Lpez no pens en ningn momento la posibilidad de neutralizar a la Argentina. Sin embargo, tal posibilidad existi, La situacin era para Mitre excepcionalmente compleja. La reaccin nacional frente a la destruccin de Paysand haba sido tremenda y enajenado toda simpata para el Brasil. En cuanto a Flores, despus del Protocolo de octubre de 1863, Mitre haba dejado el campo abierto a la influencia de Ro de Janeiro y el general colorado se haba atado de pies y manos en el regazo brasileo. Mitre no tena ya nada que ganar en el conflicto uruguayo, por eso durante el ao 1864 su poltica originariamente intervencionista se transforma en una poltica de neutralidad.El colapso blanco, sin embargo, dejaba a nuestro pas interpuesto geogrficamente entre los beligerantes. El 13 de enero de 1865, el secretario de la legacin oriental en Asuncin escriba a Montevideo: Es terminante, decidida, la invasin a Corrientes, si el Tacuarno trae la respuesta a la nota paraguaya o s la trae deficiente o evasiva.La nota en cuestin era el pedido de libre paso por el territorio argentino de los ejrcitos paraguayos. La respuesta de Mitre fue negativa. Tal permiso significaba igual autorizacin para el Brasil y convertir el territorio nacional en carripo de batalla.El 17 de marzo, siguiendo los planes de Lpez, el Congreso paraguayo declara la guerra a la Argentina, pero slo se firma su notificacin el 29 de ese mes. El enemigo est en cama, dijo Lpez, y con la demora buscaba la sorpresa. El cnsul paraguayo recibi la nota el 8 de abril, pero conforme a las rdenes recibidas, no la comunic al gobierno argentino hasta el 3 de mayo. Para entonces, la invasin se haba producido. Un ejrcito paraguayo haba ocupado sorpresivamente la ciudad de Corrientes el 14 de abril.

Hacia la Triple AlianzaMitre haba previsto el hecho, aunque careca de medios militares para enfrentarlos. Durante dos aos ha realizado una paciente y seria aproximacin a Urquiza, cuyo primer fruto es afirmar a ste en su postura nacional y desbaratar la conspiracin programada en Asuncin. Ya en 1865 Mitre pidi a Urquiza una declaracin franca de cul seria su punto de vista en caso de que fuera violado el territorio argentino. La respuesta el 23 de febrero es clara. No hay duda en ese caso sobre el camino a tomary el pas marchara unido a buscar la satisfaccin del agravio. Y temeroso de la influencia brasilea agreg: Si la desgraciada hiptesis a que me he referido llegara a realizarse... la Repblica no necesita buscar la alianza del enemigo de la potencia que lo agraviase, ni inmiscuirse en sus cuestiones internacionales o civiles.El programa era ms terico que real porque difcilmente podan combatir con eficacia dos ejrcitos no combinados contra un mismo enemigo. El Imperio lo saba y se apresuraba a buscar la alianza enviando a Almeida Rosa a Buenos Aires, una vez que su mejor diplomtico, Silva Paranhos, ha comprometido a Flores a declarar la guerra al Paraguay como precio por el apoyo recibido. Pero Brasil tena sus dudas sobre la disposicin de Buenos Aiies, y en las instrucciones a Almeida Rosa, del 25 de marzo, se le recomienda evitar que el gobierno argentino pretenda estorbar de cualquier modo la accin del Imperio contra el Paraguay. Pero esas instrucciones son anteriores a la invasin paraguaya.El TratadoConocida sta, la Triple Alianza es un hecho antes de estar concretada en un tratado, el que se discute en abril entre Almeida Rosa, Castro uruguayoy Elizalde, con la supervisin de Mitre. El 1 de mayo se firma, Inmediatamente se renen los firmantes: Mitre, Urquiza, Flores, Tamandar, Osorio y otros. Decretamos la victoria, dice Mitre, que poco antes ha prometido al pueblo porteo: En 24 horas en los cuarteles, en 15 das en Corrientes, en tres meses en AsuncinTuvo razn el historiador brasileo Nabuco cuando afirm que nunca se haba concretado un tratado tan fundamental con tanto apresuramiento.Exigidos por las circunstancias, se busc dar forma de hecho a la Alianza. Esta estuvo a punto de naufragar por la cuestin del mando de las tropas. Cuando Mitre dijo que si el mando supremo no corresponda al presidente de la Repblica no haba Alianza, Almeida cedi. Como compensacin, Tamandar recibi el mando supremo naval. El propsito confesado de la Alianza es hacer desaparecer el gobierno de Lpez, respetando a soberana, independencia e integridad territorial del Paraguay. Es la primera vez en la historia probablemente, que se aplic un principio que si no igual, es muy prximo al de la rendicin incondicional, pues no haba posibilidad alguna de un cambio de gobierno espontneo en Paraguay. Tampoco se respetaba la integridad territorial desde que se fijaban los lmites del Paraguay con Brasil y la Argentina, con generosidad para los aliados. En realidad, los argentinos no saban hasta dnde iban sus derechos territoriales y optaron por la reclamacin ms amplia. Casi inmediatamente de firmado el Tratado, Brasil reacciona y a su pedido se firma un protocolo reversible que establece que los lmites argentinos fijados sobre el ro Paraguay hasta Baha Negra son sin perjuicio de los derechos de Bolivia. Este protocolo es la primera gran derrote argentina en la Alianza. Brasil haba por ella neutralizado el derecho argentino y creado un conflicto latente con Bolivia.Tambin se pacta que Paraguay ser obligado a pagar las deudas de guerra. Pero el grueso de las clusulas del Tratado no estn dirigidas contra Paraguay sino al recproco control de los aliados, en clara manifestacin de la mutua desconfianza: ninguno de los aliados podr anexarse o establecer protectorado sobre Paraguay (clusula 8), no podrn hacer negociaciones ni firmar la paz por separado (clusula 6), y se garantizan recprocamente el cumplimiento del Tratado (clusula 17).En el Tratado, Mitre cometi un error se declara, en una frase elocuente y poltica, que la guerra es contra el gobierno de Lpez y no contra el pueblo paraguayo. Cuatro aos despus, en la clebre polmica con Juan Carlos Gmez, Mitre debi rectificarse: los argentinos no haban ido al Paraguay a derribar un tirano sino a vengar una ofensa gratuita, a reconquistar sus fronteras de hecho y de derecho, a asegurar su paz interior y exterior, y habra obrado igual si el invasor hubiese sido un gobierno liberal y civilizado. Era la verdad tarda, pero tambin era cierto que se haba ido a la guerra con menos escrpulos cntra un rgimen brbaro.La crtica del Tratado no sera justa si no se agregare que los brasileos quedaron disconformes con l a raz de los lmites atribuidos e nuestro pas. Para el Consejo de Estado imperial, el tratado es un triunfo de la diplomacia argentina; para los intereses brasileos, un calamitoso convenio. La Argentina ha obtenido la margen oriental del Paran hasta el Iguaz y la margen occidental del Paraguay hasta el paralelo 20, ha logrado una frontera comn con el Imperio, lo que ste haba tratado cuidadosamente de evitar. Nunca la Argentina poda haber pretendido extendersa arriba del ro Bermejo o como mximo del Pilcomayo, Los nuevos lmites le darn una influencia decisiva sobre el Paraguay. Sin embargo, el Tratado ha sido ratificado y slo restaba al Imperio permanecer en guardia.Tras un ao y medio de guerra y estando ya los ejrcitos aliados en territorio paraguayo, la derrota prcticamente inevitable impuso al mariscal Lpez proponer una conferencia de paz al general Mitre, que se llev a cabo en Yatait-Cor el 12 de septiembre de 1866. Mitre remiti a la decisin de los gobiernos aliados, pero la conferencia fue interpretada en Ro de Janeiro como un intento argentino de negociar una paz separada contra lo estipulado en el Tratado, pero ser Brasil quien aos ms tarde firmar la paz por separado, en una ofensiva diplomtica contra la Argentina.La derrota de Curupaity conmovi a los aliados que ya soportaban la presin internacional. Paraguay se presentaba al mundo como la nacin pequea y sufrida que soportaba el asalto de los dos colosos de Sudamrica.