cronica zempoala
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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Acatlán Alumna: Castillo Maya Karla Angélica
Tema: Crónica de un suceso divertido en la niñez Asignatura: Competencias comunicativas
Grupo: 1104
De campamento se ha dicho…
Paso en los años cuando se imaginaba lo inimaginable, cuando no existían los límites y solo
era jugar a lo que se quería ser, bueno esto paso más o menos así. Eran vacaciones de
verano, el tiempo perfecto para poder tomar un buen descanso, claro después del arduo
periodo escolar. Fue tan improvisado, puesto que pensábamos en ir a la playa, pero se optó
por probar algo totalmente diferente, ir de campamento.
Lugar de partida D.f, destino, “Parque Nacional; Laguna de Zempoala”, estábamos a solo
50 km de nuestra morada, así comenzamos el viaje, pasando diversos y hermosos paisajes
que se disfrutaban en el trayecto. Llegando había una caseta de revisión de paga para el
acceso, en la cual ofrecían varios paquetes, nuestro plan era simplemente acampar, se
encontró un lugar propicio para hacerlo, bajamos el equipaje y descansamos solo un poco.
Nos dispusimos a preparar una parrillada, típica para esta ocasión, después de comer,
empezó lo bueno, armar las casas, vaya que con decir esto de esta forma, es expresar que
fue realmente complicado, puesto que nunca se había armado algo así.
Algunas tenían instructivos, otras cosas extrañas, bueno la nuestra era modesta, ya que era
prestada, al sacarla nos percatamos que tenía más parches que una llanta en constante uso,
y a esto no le dimos importancia, así que solo empezamos armarla, pero cada vez que lo
hacíamos no le encontrábamos la forma, nos dimos cuenta que una prima tenía la misma
tienda, la cual ya estaba terminada, así que al notar nuestra desesperación, decidieron
ayudarnos.
Al haber finalizado nos dieron su opinión: “esta casa, no les va aguantar una llovizna”, y a
esto no hicimos caso, siguió todo normal, preparamos la fogata, jugamos futbol y en eso
vimos a lo lejos, como comenzaba a llover, fue algo inolvidable, puesto que la suavidad de
la lluvia iba descendiendo poco a poco de los enormes árboles, como si estuviera en
niveles, hasta que empezó a llover donde nos encontrábamos y todos nos refugiarnos en
nuestras respectivas casas de acampar.
Una vez adentro, decidimos dormir, cuando en eso, se vino con mayor intensidad, es eso
empezó a traspasarse el agua, el techo goteaba, se metía la lluvia por todas partes, los
supuestos parches no era más que cinta de aislar mal pegada, por lo tanto la intensidad de
la lluvia hizo que se cayeran, parecía que estaba lloviendo adentro, nos percatamos de que
había un enorme agujero, y esto provoco que se inundara aún más, fue cuando nos salimos
de inmediato y fuimos a un refugio, nadie escuchaba de nuestra desgracia, solo veíamos
como la lluvia tiraba nuestras horas de trabajo, fue gracioso y algo triste, en eso la casa se
desplomo y al calmarse la intensa tormenta, de esta empezó a salir agua.
En el refugio donde nos encontrábamos, decidimos quedarnos hasta que se calmara todo,
cuando se tranquilizó la situación, un tío salió a ver lo ocurrido, mofándose de ver nuestra
tienda, nos invito a dormir en la suya, mi mama y hermano prefirieron pasar lo poco que
quedaba de la noche en el carro y a mí me mandaron a dormir con el perro de una prima,
que debo decir, hizo que no pasara frio, al día siguiente solo se mostró lo que había dejado
la intensidad de la tormenta, y entre esto estaba nuestra pequeña morada llena de agujeros y
solo decían: -¡cómo es que no se dieron cuenta antes!-, y reían, bueno, habíamos tenido
una mala experiencia con la acampada, pero a la vez inolvidable, pero algo bueno se
aprendió de esto, ¿no?, que es el hecho de no confiar en lo que se ve, lo peor es que alguien
quería coserla, esto agravo más el asunto y lo hizo aún más cómico, como si un hilo y una
aguja resolviera los años de uso de esta, aparte fuera más propicia para aguantar las
tormentas.
En sí, fue algo traumático y de mucha gracia aquella vez, puesto que de ser la primera
experiencia en esta situación, no se entró en caos y se resolvió, aunque muchas de nuestras
cosas se perdieron en la intensa lluvia.