cristianismo deslactosadoque eres discípulo de cristo tienes que de-mostrarlo por como vives porque...

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Lo dijo Juan Donoso Cortés: Quien fue un ilustre filósofo, lite- rato, político, parlamentario y di- plomático español, escribió acerca de la Biblia lo siguiente: Libro prodigioso aquél, señores, en que el género humano comenzó a leer, treinta y tres siglos hace de esto, y con leer en él todos los días, todas las noches y todas las horas, aún no se ha acabado su lectura. Libro prodigioso aquél, en que se calcula todo antes de haberse inventado la ciencia de los cálculos; en que sin estudios lingüísticos se da noticia del origen de las lenguas; en que sin estudios astronómicos se computan las revoluciones de los astros; en que sin documentos históricos se cuenta la Historia; en que sin revoluciones de los astros; en que sin documentos históricos se cuenta la Historia; en que sin estudios físicos se revelan las leyes del mundo. Libro prodigioso aquél, que lo ve todo y que lo sabe todo; que sabe los pensamientos que se levantan en el corazón del hombre y los que están presentes en la mente de Dios; que ve lo que pasa en los abismos del mar y lo que sucede en los abismos de la tierra; que cuenta o predice todas las catástrofes de las gentes, y en donde se encierran y atesoran todos los tesoros de la misericordia, todos los tesoros de la justicia y todos los tesoros de la venganza. Libro en fin, señores, que, cuando los cielos se replieguen sobre sí mismos como un abanico gigantesco, y cuando la tierra pa- dezca desmayos, y el sol recoja su luz y se apaguen las estrellas, per- manecerá él solo con Dios, porque es su eterna palabra resonando eter- namente en las alturas. Visítanos o deja tus comentarios en: www.espaciocristiano.wordpress.com [email protected] Esta es la última publicación mensual, ya que a partir de la próxima edición, ésta se hará de forma bimestral. Una reflexión sobre el mundo en el que vivimos Junio 2010 Volumen 1 No. 6 Como sabemos, la leche deslacto- sada es una leche especial que consumen aquellas personas cu- yos cuerpo no toleran la lactosa, un elemento importante de la leche; en estas personas, su cuerpo no logra meta- bolizarla y por eso les daña. Hay comunida- des enteras que son intolerantes a la lacto- sa, como la mayoría de la población negra en África central, donde los productos lácteos in- dustrializados y comer- ciales son poco comu- nes. Sin embargo, y a diferencia de estas co- munidades, casi el 100% de la gen- te del centro de Europa no tiene problemas de intolerancia, debido a que el consumo de leche y sus pro- ductos derivados ha sido habitual durante siglos. Jesús dijo que los de limpio co- razón son personas bienaventura- das; y esta cualidad de carácter tie- ne que ver también con un tipo es- pecial de intolerancia: la intoleran- Cristianismo Deslactosado cia a la maldad, a la inmoralidad. Vivimos en un mundo rodeado de indecencia, de vulgaridad, de sen- sualidad, de obscenidades, de des- vergüenza, de groserías, etc. y nos hemos vuelto muy tole- rantes a todo eso. La prueba está en que nuestro vocabulario ha ido adaptándose a es- tas ideas. En la tele, en la radio, en Internet, en las conversaciones co- tidianas con los ami- gos, en la música, ve- mos cómo la maldad y la indecencia está pre- sente de muchas for- mas. ¿Y cuál ha sido nuestra reacción? Seguimos siendo parte de eso; si es una canción, la escuchamos, hasta la cantamos; si es una con- versación, también participamos, o nos quedamos callados. Acepta- mos el dicho que dice: “poco vene- no no mata.” Pero Jesús nos llama a no ser par- te de todo eso. Nos llama a ser di- ferentes; a guardar nuestro co-

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Lo dijo Juan Donoso Cortés:

Quien fue un ilustre filósofo, lite-

rato, político, parlamentario y di-

plomático español, escribió acerca

de la Biblia lo siguiente:

Libro prodigioso aquél, señores, en

que el género humano comenzó a

leer, treinta y tres siglos hace de

esto, y con leer en él todos los días,

todas las noches y todas las horas,

aún no se ha acabado su lectura.

Libro prodigioso aquél, en que se

calcula todo antes de haberse

inventado la ciencia de los

cálculos; en que sin estudios

lingüísticos se da noticia del origen

de las lenguas; en que sin estudios

astronómicos se computan las

revoluciones de los astros; en que

sin documentos históricos se

cuenta la Historia; en que sin

revoluciones de los astros; en que

sin documentos históricos se cuenta

la Historia; en que sin estudios

físicos se revelan las leyes del

mundo. Libro prodigioso aquél, que

lo ve todo y que lo sabe todo; que

sabe los pensamientos que se

levantan en el corazón del hombre y

los que están presentes en la mente

de Dios; que ve lo que pasa en los

abismos del mar y lo que sucede en

los abismos de la tierra; que cuenta

o predice todas las catástrofes de las

gentes, y en donde se encierran y

atesoran todos los tesoros de la

misericordia, todos los tesoros de la

justicia y todos los tesoros de la

venganza. Libro en fin, señores,

que, cuando los cielos se replieguen

sobre sí mismos como un abanico

gigantesco, y cuando la tierra pa-

dezca desmayos, y el sol recoja su

luz y se apaguen las estrellas, per-

manecerá él solo con Dios, porque

es su eterna palabra resonando eter-

namente en las alturas.

Visítanos o deja tus comentarios en:

www.espaciocristiano.wordpress.com

[email protected]

Esta es la última publicación mensual, ya que a partir de la próxima edición, ésta se hará de forma bimestral.

Una reflexión sobre el mundo en el que vivimos Junio 2010 Volumen 1 No. 6

Como sabemos, la leche deslacto-sada es una leche especial que consumen aquellas personas cu-yos cuerpo no toleran la lactosa, un elemento importante de la leche; en estas personas, su cuerpo no logra meta-bolizarla y por eso les daña. Hay comunida-des enteras que son intolerantes a la lacto-sa, como la mayoría de la población negra en África central, donde los productos lácteos in-dustrializados y comer-ciales son poco comu-nes. Sin embargo, y a diferencia de estas co-munidades, casi el 100% de la gen-te del centro de Europa no tiene problemas de intolerancia, debido a que el consumo de leche y sus pro-ductos derivados ha sido habitual durante siglos.

Jesús dijo que los de limpio co-razón son personas bienaventura-das; y esta cualidad de carácter tie-ne que ver también con un tipo es-pecial de intolerancia: la intoleran-

Cristianismo Deslactosado cia a la maldad, a la inmoralidad. Vivimos en un mundo rodeado de indecencia, de vulgaridad, de sen-sualidad, de obscenidades, de des-vergüenza, de groserías, etc. y nos

hemos vuelto muy tole-rantes a todo eso. La prueba está en que nuestro vocabulario ha ido adaptándose a es-tas ideas. En la tele, en la radio, en Internet, en las conversaciones co-tidianas con los ami-gos, en la música, ve-mos cómo la maldad y la indecencia está pre-sente de muchas for-mas.

¿Y cuál ha sido nuestra reacción? Seguimos siendo parte de eso; si es una canción, la escuchamos, hasta la cantamos; si es una con-versación, también participamos, o nos quedamos callados. Acepta-mos el dicho que dice: “poco vene-no no mata.”

Pero Jesús nos llama a no ser par-te de todo eso. Nos llama a ser di-ferentes; a guardar nuestro co-

diferentes; a guardar nuestro co-razón. Pablo dice en otro pasaje: “No se hagan cómplices de los que no conocen a Dios, pues sus hechos no aprovechan de nada. Al contrario, háganles ver su error.” (Efe. 5:11 TLA). En otras pa-labras, no sean tolerantes cuando se trata de aquello que deshonra a Dios. Ser más tolerante al pecado nos alejará obviamente de Dios; nos impedirá disfrutar de la pureza, y de todas aquellas cosas que son del agrado de Dios.

Dios quiere que seamos intoleran-tes a aquello que Dios no tolera: el pecado, la inmoralidad, la vulgari-dad, la indecencia, etc. Quiere que reaccionemos de manera similar a aquellos que no toleran la lactosa en su cuerpo: rechazarla. Como dice Pablo: "Ni aún se nom-bre" (Efesios 5:3). Pidámosle a Dios que nos ayude a desarrollar una intolerancia a la maldad, de tal modo que podamos ver más a Dios en cada momento de nuestras vi-das.

“Piensen en todo lo que es verda-dero, en todo lo que merece respe-to, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alaba-do.” Fil. 4:8.

Dios te bendiga

Entrena a tu hijo en el camino por

el cual sabes que tú mismo debiste

haber ido.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.

Salmo 32:8

Como padre de familia, mi tarea es

cuidar de lo que es posible, y con-

fiar a Dios las cosas imposibles.

En ti confiarán los que conocen tu nom-bre, por cuanto tú, oh Jehová, no desam-paraste a los que te buscaron.

Salmo 9:10

Te recomendamos que visites la si-guiente dirección:

h t t p : / /www.elmundo.es/e l m u n -d o / 2 0 1 0 / 0 4 / 2 7 /c i e n -cia/1272365859.html

Esperamos que sea de edificación a tu vida.

Cree en Cristo como nues-tro único y suficiente Salva-dor, así como en Dios Padre y en Dios Espíritu Santo.

Comunidad Cristiana de Mixquiahuala, Hidalgo.

“Casa de Fe”

Diseño y contenido

Esta es una publicación gratuita.

pentimiento, es decir, tu no puedes ser un verdadero discípulo si tu no has tenido un arrepentimiento genuino. Hoy se predica muy ligero acerca del arre-pentimiento y la gente no va a tener un ge-nuino arrepentimiento, ni va a creer en el Cristo de la Biblia si no escucha el evangelio que está en la Biblia, tal vez crean en otro “Jesús”, en aquel que quiere hacerlo rico, en el que quiere que se acaben todos sus pro-blemas, etc. La predicación superficial, que no enfrenta la condición pecaminosa del hombre, que minimiza el arrepentimiento, solo produce conversiones artificiales, que para nada son genuinas. Algunos predicadores actuales dicen que el arrepentimiento no es un requisito para acercarse a Dios, con creer basta. Se les olvida que los demonios también creen y eso no los hace salvos. Es decir, si tu dices “yo creo” pero si tu vida sigue siendo la mis-ma de antes entonces tú no eres salvo, tal y como lo dijo Jesús en Mateo 7:20 y como se establece en Santiago 2:14 y 20. Si tu dices que eres discípulo de Cristo tienes que de-mostrarlo por como vives porque si sigues con la misma vida de antes (mentiras, ro-bos, adulterios, fornicación, etc.) tu no eres cristiano, aunque te creas cristiano por el simple hecho de asistir a una congregación. El cambio radical de conducta y pensamien-to son las evidencias de un genuino arre-pentimiento. Tiene que existir un cambio de mentalidad y de dirección respecto de Dios y el pecado: Rechazar el pecado, repudiar la antigua forma de vivir, acudir a Dios para que el siga santificando tu vida, para que haya un cambio en tus propósitos, en tus planes, en tus creencias, en tus conductas… si NO hay genuino arrepentimiento NO hay genuino cristiano.

¿ERES CRISTIANO?

Hechos 17:30 y Lucas 3:8, nos dicen per-fectamente lo que es un verdadero cris-tiano. Hoy...para ser cristiano, pareciera que es suficiente solo decir “yo soy cristia-no”...hoy hay muchos famosos, deportis-tas, artistas, actores, cantantes, etc., que dicen “soy cristiano”, y con el simple hecho de decirlo, todo el mundo los acepta y creen que son cristianos...pero será suficiente sólo con decirlo o con cre-erse cristiano?, pues hay algunos que piensan que sí, esto sin importar lo que ellos piensan de Jesús, sin importar lo que ellos sigan haciendo, o que contin-úen en lo que hacían antes de “llamarse cristianos”. Pero ante esto, surge una pregunta: Us-ted, ¿por qué es cristiano?, algunos tal vez digan: “Pues porque yo levante la mano y pase una vez al altar”, ¿eso te hace cristiano?...o digan, “yo hice la ora-ción del pecador”, pero también los mu-sulmanes oran y reconocen sus peca-dos...otros dirán “yo acepté a Cristo”, también los musulmanes en el Corán hablan de Jesús…otros argumentarán “sí porque oraron por mi”, bueno, los testi-gos de Jehová también oran por otras personas...otros dirán “ sí porque yo asisto regularmente a la iglesia” pero aquí no se aplica eso de que el hábito hace al monje...otros dirán “yo doy mis diezmos” pero recordemos que el fariseo aquel también daba sus diezmos… Estas respuestas hacen creer a algunos que son cristianos, pero hacer eso, ¿nos hace verdaderos discípulos?, El verdade-ro cristiano inicia con un verdadero arre-