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CONFERENCIA SOBRE LOS CONVERSOS RUSOS P.FLORENSKY, S.BULGAKOV Y M. SKOBTSOV

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CONFERENCIA SOBRE LOS CONVERSOS RUSOS

P.FLORENSKY, S.BULGAKOV Y M. SKOBTSOV

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CONVERSOS RUSOS

INTRODUCCIÓN

Queríamos acercarnos a un mundo quizás desconocido para muchos de nosotros: el mundo ruso. En una de las épocas más fascinantes y creativas de su historia: la edad de plata, que se sitúa en el comenzó en la última década del siglo XIX y concluye en los años veinte.

El siglo de oro de la literatura rusa, quizás menos conocido para nosotros, está fuertemente marcado en la primera mitad del siglo XIX por la poesía de Puskin que reformó la lengua rusa literaria y en la segunda mitad del siglo XIX por la prosa de grandes genios como Tolstoi y Dostoievsky. La edad de plata está sellada por el simbolismo, el modernismo y las vanguardias. Será una época de fuerte crecimiento económico que terminó con la revolución rusa.

No podemos acercarnos a una comprensión de la cultura rusa desde nuestras categorías mentales occidentales, intentando meter en nuestra lógica su evolución hay que descalzarse como Moises para comprender su forma de entender la vida, de mirar la historia. Una frase del celebre filósofo ruso Nicolas Berdiaev nos introduce magníficamente en esta comprensión «la idea de una nación no es lo que ésta piensa de sí en el tiempo, sino lo que piensa Dios de ella en su eternidad»8. En esta frase esta por debajo la idea de que la nación misma tiene una vocación, es decir es mirada por Dios de una manera muy especial, llamada para algo. Esto es lo que se dio en llamar “la idea rusa” y que consistió en la búsqueda de la intelectualidad rusa del siglo XIX de lo característico del pueblo ruso, de su historia, de la vocación de Rusia como pueblo, una vocación que es religiosa. Berdiaev decía no me interesa tanto lo que ha sido empíricamente Rusia, sino descubrir esto que el creador ha querido que ella sea, la vocación esencial de Rusia. Tiuchev como hemos visto entiende que para comprender a Rusia hay que haber sido llamado por las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad.

La Edad de Plata marca en realidad un nuevo rumbo en la literatura rusa. Los poetas y escritores de esta época proclamaban que el artista tenía una función mesiánica debía encontrar las raíces profundas de la religión y de la estética: había sido señalado para prever el Mundo Nuevo y el Hombre Nuevo. En esta época las líneas mas profundas del pensamiento fueron: el mesianismo ruso, el naturismo (del que fue precurso Tolstoi), el simbolismo (Soloviev). Este tiempo destacó como un Renacimiento espiritual sin precedentes en Rusia.

La evolución personal9 de algunos de los pensadores religiosos rusos de principios del siglo XX presenta un rasgo común característico, algo así como una impronta generacional: es el paso por una crisis juvenil en la fe, motivada por el impacto de las ciencias naturales dentro del ambiente materialista y positivista de la cultura rusa pre-revolucionaria. Muchos de ellos han relatado en sus autobiografías, especialmente interesantes son las anotaciones de Sergei Bulgakov, su largo proceso de conversión y maduración espiritual y teológica, etapas de un verdadero itinerario de conversión: desde

8 Cfr. D. CHIZHEVSKI, Historia del espíritu ruso. 2, Madrid 1967, 134.9 Cfr, F.J. LÓPEZ SÁEZ, La belleza, memoria de la resurrección, Burgos, 2008.

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una religiosidad infantil marcada casi siempre por algún tipo de experiencia de lo divino, pasando por la posterior pérdida de la fe, hasta, mediando a veces un tormentoso proceso de búsqueda de la verdad y atravesando diversas posiciones (nihilismo, marxismo, idealismo), un reencuentro con la experiencia religiosa primigenia. Este reencuentro que conmociona la vida les aporta un lenguaje nuevo, les hace tomar una postura definida frente a la cultura dominante, y les conduce al seno de la Iglesia ortodoxa.

1. Carácter del pueblo ruso10

Antes de ver las etapas queremos describir rasgos propios de la cultura rusa que son imprescindibles para comprender a profundidad la evolución de nuestros autores y la época que tenemos entre manos.

1. La tierra y el pueblo

El calido sentimiento que el ruso tiene por su propia tierra no es patriotismo, sino que ese amor tiene un carácter religioso. Hay reminiscencias paganas mezcladas con el cristianismo. Rusia no es una nación es “la madre tierra humeda”, invocada a veces como una persona viva, que lleva en sí el sello de la divinidad. El pueblo ruso se considera hijo de la tierra no soberano de ella. La tierra es una madre compasiva que ama a sus hijos, sufre con los que sufren, llora sus desgracias y es fuente de energía y salud. Hay una creencia de que existe una relación entre la tierra y la conciencia enferma.

Esta concepción de la confesión a la madre tierra queda recogida en la literatura de Dostoyevski: la trasgresión de la ley de Dios no es un hecho puramente individual que afecte únicamente al pecador. El delito del hombre afecta a toda la creación y por ella la tierra debe perdonarlo. En crimen y castigo por ejemplo Raskolnikov, después de arrepentirse y entregarse a la policía, se fue a la plaza de Senaia, porque Sonia le había dicho “Ve a la encrucijada; besa la tierra que has manchado con tu delito, y di en voz alta a la faz del mundo: ¡Soy un asesino!” y fue “se puso de rodillas en medio de la plaza, se inclinó hasta el suelo y besó con alegría la tierra fangosa”. En los Hermanos Karamazov habla mucho de besar la tierra, amarla, regarla con tus lágrimas, el joven Aliosha besa la tierra oscurecida por tantos pecados y promete amarla “por toda la eternidad”.

Ivanov lo expresa de este modo: Cubrí la Tierra de besos. Ella esperaba y perdonaba.Vemos que en los rusos hay un sentimiento vital que vincula al hombre con la tierra.

2. El carácter ruso esta marcado por una impronta religiosa

El carácter ruso esta marcado por una impronta religiosa que está presente en el nihilismo y el comunismo. Podríamos decir que el pueblo ruso nunca ha dejado de ser religioso aunque haya sido ateo. A mi modo de ver es importantísimo entender esto. El mismo Bulgakov al escribir su autobiografía decía “Repito que nunca perdí la Fe ni me sumergí en la incredulidad, siempre viví en la Fe, por ciega que ésta fuera” esto lo dice refiriéndose a su etapa nihilista. (Este es un rasgo que llama fuertemente la atención después de 70 años de comunismo y de formación ateísta nos encontramos ante un pueblo profundamente religioso y atraído por la trascendencia). N. Lossky aseguraba

10 Toda esta parte está inspirada en el libro T.ŠPIDLÍK, Los grandes místicos rusos,Madrid, 1986.

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que lo que caracteriza el carácter ruso es su religiosidad, aunque pueda ser desfigurada. Para N. Berdiaev la idea rusa, que tan fuertemente marcó la reflexión de este periodo, no es un imperio sino una idea escatológica del Reino de Dios. Soloviov precisaba que la idea rusa es «restaurar sobre la tierra la imagen fiel de la Trinidad»11. La religión no es algo privado o desvinculado de sus vidas sino que es lo que le da comprensión y sentido a la vida, lo que la engloba.

La formación religiosa del pueblo tiene trazos particulares: el ascetismo, dogmatismo, la facultad de soportar el sufrimiento y el sacrificio en nombre de una fe, cualquiera que ella sea, el gusto por lo trascendente, la creencia en la eternidad, así como en un provenir realizado ya en este mundo. La energía religiosa del alma rusa comporta una aspiración a las metas que no son propiamente religiosas, por ejemplo hacia las perspectivas sociales.

El mesianismo ruso tiene sus raíces en la concepción de Moscú como la tercera Roma. Esta concepción mesiánica engendrará una Iglesia nacionalista. También lleva a una confusión entre el imperio temporal, fundado sobre la arbitrariedad y el Reino de Cristo.

El comunismo se convirtió en una forma de plasmarse ese carácter religioso. El marxismo12 afirmaba que la religión era el opio del pueblo y la realidad es que los hombres recurrieron al "opio" o a la "droga" precisamente cuando se apartaron de la religión. El marxismo es un sistema totalitario que tiene necesidad de abarcar el ámbito vital del hombre en su totalidad. Todos lo que no aceptaban el cien por cien eran contemplados como enemigos del sistema y eran marginados de la vida social.

Al no poder acabar con las necesidades religiosas de los hombres el Partido pasó a convertirse en un cierto tipo de "iglesia". Instituyo sustitutivos de los sacramentos, así, por ejemplo, en el lugar del Bautismo fue instaurada la donación de nombre con el fin de declarar sin Dios el comienzo del hombre. Después, en el lugar de la Primera Comunión y de la Confirmación, se instituyó la bendición socialista de la juventud para acentuar una juventud sin Dios. El matrimonio socialista y el entierro socialista. Se sustituyeron las fiestas religiosas por fiestas del Partido, algo así como un año litúrgico socialista, el día de la mujer trabajadora, el día del minero, el día de la victoria contra los alemanes…Los santos sustituidos por los grandes profetas del marxismo Kart Marx, Friedrich Engels, Lenin, Stalin… En todos los jardines y plazas se podían ver sus imágenes.

Los hombres eran conducidos forzosamente a las asambleas a repetir y recitar juntos máximas del partido, si los hombres cantan juntos canciones de lucha, se lograba una atmósfera colectiva a la que se someten, como en un servicio religioso de la Iglesia. Esta imagen la vemos claramente caricaturizada en el libro de Mijaíl Bulgákov Corazón de perro donde hace una dura crítica al régimen socialista. Por ello el Partido socialista se constituyó a sí mismo en Iglesia.

3. El maximalismo ruso

Dostoievsky decía “Somos inmensos, inmensos, inmensos como Rusia, nuestra madre”.

11 V. SOLOVIEV, L´idée russe, Paris 1888, 46.12 J.MEISNER, Solo quien cono ce a Dios conoce al hombre, articulo de "Scripta Theologica" Vol

XXIII, Fasc,2-Mayo-agosto 1991,533.

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Hay en el alma rusa una tensión hacia el infinito, es equivalente la geografía física y la espiritual. Sin fronteras, inconmensurable. P. Evdokimov13 define el maximalismo ruso como la atracción irresistible de transgredir todos los límites y de mirar hacia los abismos. Esto no es otra cosa que la constante e inextinguible sed del Absoluto, el alma rusa está suspendida hacia el infinito. Este maximalismo puede ser proyección de la geografía de las estepas sin límites en el paisaje interior del alma rusa, que explica la resistencia a los límites del alma en sí misma.

Berdiaev decía que ruso desconoce el sentido de la medida. Al ruso le falta el sentido de la prudencia, de lo claramente definido, (que es tan importante para un occidental “ideas claras y distintas”). Desprecia el sentido prudente de la norma frente al sentimiento del corazón o la intuición. A. Maikoff decía “lo peor de todo es que mi naturaleza es vil y demasiado apasionada. Siempre y en todo llego hasta los límites extremos y aún más allá”.

4. El carácter contradictorio del pueblo ruso

El pueblo ruso es extremista, reúne en sí mismo los contrarios, esto es propio del clima marcado por cambios bruscos. Hay dos cosas que han influido mucho en la formación del carácter ruso, las poesías paganas de Dionisio y la vida monacal ortodoxa. Por ello tenemos dos extremos en el carácter ruso, el despotismo y anarquía, la dureza y la bondad, la humanidad, la ternura. La confianza ritual y la búsqueda de la verdad. Individualismo y colectivismo. El nacionalismo fanfarrón y el universalismo. La humildad y la insolencia. La esclavitud y la revolución. La búsqueda de Dios y la lucha contra Él. El ruso es apocalíptico o nihilista. Puede suscitar el amor fervoroso o el odio implacable. Rusia dice Berdiaev es extremista contradictoria pero nunca ha sido burguesa.

Otro rasgo que influye en su carácter contradictorio es que Rusia no es un país europeo ni asiático. Rusia es prácticamente un continente, un enorme occidente-oriental, reúne en sí los dos mundos. Están en el alma rusa en confrontación los dos elementos lo occidental y lo oriental. En el curso de los años conocemos 5 Rusias distintas: la Russ de Kiev, la Rusia del periodo tártaro, la Rusia moscovita, la Rusia del imperio de Pedro I, y la Rusia soviética. En cada una de esas etapas vemos el triunfo de uno de sus elementos, o el asiático o el occidental, es decir están en constante confrontación. Son los contrastes del alma rusa que han determinado la complejidad de su destino histórico así como su combate interior entre sus elementos orientales y occidentales.

Este aspecto será decisivo tanto en la búsqueda de nuestros autores que no dudaron en ir de un extremo a otro de la ortodoxia al nihilismo, del idealismo al marxismo, y del marxismo a la ortodoxia integrando todo el camino anterior, como en su filosofía en la reflexión sobre el carácter antinómico de la realidad14.

13 Cfr. P. EVDOKIMOV, Le Christ dans la pensée russe, París 1986, 38.

14 La vía media entre estos dos extremos exige la creatividad y el riesgo de un conocimiento que, fuera de la experiencia religiosa, es inaccesible para la filosofía, esto es la antinomia. Sólo se puede resolver la antinomia entre lo universal y lo concreto por la vía del conocimiento religioso, vía que los pensadores religiosos del «período de plata» de la literatura rusa, y con ellos Florensky y muy influido por él Sergei Bulgakov, considerarán, siguiendo la tradición ascética de la Iglesia de Oriente, como la vía real, la vía de un «conocimiento integral». La diferencia entre la contradicción y la antinomia, es que una se resuelve con la lógica pero la antinomia pertenece a la riqueza múltiple de la plenitud espiritual.

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5. El carácter sacrificial del pueblo ruso, unido a la trasfiguración del cosmos

Este aspecto es esencial a la hora de poder entender a profundidad la compresión de la Kénosis en la teología rusa.

Hay una influencia climática, el invierno es símbolo de la muerte, no queda nada es devastado, la primavera es signo de una vida nueva. “Destruir y crear” Bakunin.

La espiritualidad del pueblo ruso ha estado impulsada por la llamada evangélica a la mansedumbre, la pobreza, la humillación y la obediencia. El «nuevo mundo» ha de ser esencialmente cristiano, y muy probablemente habrá de ser construido por los hombres silenciosos, cuya forma adoptó el Rey del cielo.

Dostoyevsky afirmará en los hermanos Karamazov:

Tyutchev, que creía ciegamente en sus palabras, ha proclamado que «Abrumado bajo el peso de su cruz, el Rey de los Cielos, bajo una humilde apariencia, te ha recorrido, tierra natal, en toda tu extensión, bendiciéndote.» Pero he aquí que Él ha querido mostrarse, aunque sólo por un momento, al pueblo doliente y miserable, al pueblo corrompido por el pecado, pero al que Él ama ingenuamente15.

Tyutchev ve a Cristo caminando por la tierra rusa y entiende que «el nuevo mundo» será construido por hombres que imiten a Cristo.

Dostoyevsky afirmará que el campesino ruso ha aprendido la cristiandad en los años de sufrimiento sin fin que experimentó en la historia cuando, oprimido por todos, permaneció solo con Cristo, «el Reconfortador», al que recibió en su alma y le salvó de la desesperación16. Esta identificación del campesinado con la visión del Cristo humillado se extendió al resto de la nación. Éste es el fundamento de la creencia en la «Santa Rusia».

Kologrivof decía “el ruso quiere que todo lo que es efímero pase definitivamente, que se detenga el curso del tiempo y tengan principio un nuevo mundo y una vida nueva. Quiere llevar a cabo una revolución cósmica”

Este es el sentido profundo del carácter sacrificial ruso, el paso de lo efímero para una eterna primavera. Tichon afirmaba que todo lo que vemos realizarse en primavera, acontecerá en la resurrección de los muertos. El ruso es consciente de que no tiene en la tierra morada alguna permanente, que busca la morada futura. Esto se acentuó tras la caida del comunismo donde el pueblo cayó en una incertidumbre total.

2. Contexto histórico

1. La intelligentsia rusa

En la edad de plata los grandes impulsores del pueblo y de alguna manera podríamos decir de la revolución rusa fue “la intelligentsia rusa”. En sentido literal esta palabra significa falsa inteligencia, semi-intelectualidad o «intelectualillos» y tiene un sentido

15 F. DOSTOYEVSKY, Los hermanos Karamazov, Madrid 2004, 304.16 Cfr. F. DOSTOYEVSKY, Works (SPB. 1905-6), 14 vols., Speech on Pushkin, t. XII, pp. 438, 439,

citado en N. GORODETZKY, The humiliated Christ in Modern Russian thought, 8.

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despectivo. El término, se hizo de uso común en estos años, deriva del latín, de la lengua franca del seminario ruso del cual provenían muchos intelectuales. Con Pedro I, la vida intelectual rusa era predominantemente del clero. Sin embargo en los años 60 con Belinsky, Herzen nos encontramos con un grupo de intelectuales que ejercieron un gran influjo en la sociedad.

La historia de la inteliguentsia está estrechamente ligada a la historia de la literatura rusa. De hecho, en ausencia de otro espacio de debate público, la literatura, especialmente la narrativa y la crítica literaria, ha sido por excelencia el escenario de la reflexión, no solamente existencial, sino también social y filosófica de los escritores ilustrados de la sociedad rusa. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, gran parte de los literatos se identifican con la cosmovisión de la inteliguentsia, mientras el resto mantiene el diálogo constante con sus postulados.

La intelligentsia rusa es una formación espiritual y social de un tipo particular que sólo existe en Rusia. A ella pueden pertenecer personas cuya ocupación no es de orden intelectual. La intelligentsia la compara Berdiaev con una orden monástica, o una secta que posee su moral propia, muy intransigente, es una concepción del mundo a la cual nadie puede renunciar. No es una clase social y esto da muchos problemas a los exégetas marxistas. La intelligentsia rusa es una clase de idealistas, que no viven en el presente, ellos viven en lo que ha de venir y en cierta medida en el pasado. Dostoievsky definía al revolucionario de la intelligentsia como “el gran vagabundo de la tierra rusa”.

La intelligentsia se centró en el debate en torno a la relación entre Rusia y Europa en el primer tercio del siglo XIX a raíz de las «Cartas filosóficas» de Chaadáev17, que provocó una conmoción sin precedentes, dividiendo la intelectualidad rusa en dos bandos: occidentalistas (zapadniki) y eslavófilos (u orientalistas vostochniki), para

17 Piotr Yakoblevich Chaadáev (1794-1856). Fue una figura clave de la filosofía y del pensamiento ruso. Después de él surgirán el liberalismo, el eslavofilismo, el occidentalismo, la narodnost (carácter nacional) y las ideas revolucionarias. En sus escritos están presentes la crítica a Rusia, la admiración por la cultura occidental y el reconocimiento del carácter singular de la cultura rusa y la presencia de un elemento «asiático» en su naturaleza. Chaadáev consideraba que Rusia estaba llamada a solucionar incluso los problemas sociales que la humanidad todavía no había llegado a plantearse. Sus trabajos marcan el inicio de la división del pensamiento ruso entre eslavófilos y occidentalistas. En uno de sus primeros trabajos, sus Cartas filosóficas, publicada en 1836 en Teleskop escribía: «La causa del progreso de los pueblos occidentales, se encuentra en la acción directa y evidente de una fuerza moral única, el cristianismo católico. La causa del estancamiento de Rusia, es la ausencia de esta acción, la ausencia de esta fuerza» Lettre VII- Troisiéme 31, citado en CH. QUÉNET, Tchaadaev et les lettres philosophiques, París 1931, 122. «Porque Rusia se encuentra sumida en el cisma y fuera del catolicismo y de la unidad, del progreso y de la acción, ha permanecido inmóvil y estéril. Recibiendo el cristianismo de Bizancio, ha recibido una “idea desfigurada por la pasión humana y ha quedado fuera de la “fraternidad universal”. Relegados en nuestro cisma, nada de lo que pasa en Europa llega a nosotros». Ibid., 123-124. – También en P. Y. CHAADÁEV, Polnoe Sobranie sochinenii i izbrannie pisma (v dvuj tomax), Moskva 1991, 326. Chaadáev adopta la idea de la Iglesia ascética y el mesianismo ruso; y se remite al poder autocrático de la transformación de Rusia. Esta afirmación, realizada en la primera de sus Cartas Filosóficas, fue confirmada y ampliada más tarde en su Apología de un Loco: «Considero que nosotros hemos llegado después que otros pueblos, para hacerlo mejor que ellos, para no caer en sus errores, en sus equívocos y supersticiones. (...) Es más: yo tengo el profundo convencimiento de que estamos llamados a solucionar la mayor parte de los problemas de tipo social, a llevar a cabo la mayor parte de las ideas que han aparecido en las viejas sociedades, dar respuesta a los más importantes problemas que ocupan a la humanidad». P. Y. CHAADÁEV, Apologia sumashedshego, Moskva 1991, 534. Según Chaadáev no puede comprenderse la historia sin comprender el papel de la iglesia cristiana en sentido ecuménico. Bulgakov siguiendo las ideas de Chaadáev y Soloviov, también se referirá al aislamiento de Rusia a causa de la recepción del cristianismo de Bizancio, esto explicará la revolución rusa y anuncia el advenimiento de la «teocracia rusa». Cfr. CH. QUÉNET, Tchaadaev et les lettres philosophiques, París 1931, 408.

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quienes la principal cuestión a dilucidar era si el devenir histórico de Rusia coincidía con el de Europa Occidental —identificado con el progreso universal, la emergencia de una civilización planetaria, etc.— o si, por el contrario, Rusia encarnaba otra trayectoria y otro modelo de civilización. Las soluciones apuntadas discurrían desde la apuesta por la occidentalización a ultranza, que lleva a renegar de la historia propia y de los propios antepasados, hasta el anti-progresismo, con una gama de posturas intermedias. En todo caso, común a todos los autores es el sentido escatológico que atribuyen a Rusia como pueblo elegido, bien sea para avanzar en las enseñanzas de la Ilustración hacia la fraternidad universal, bien para denunciar las contradicciones de ésta o superarlas. De hecho, el sentido sagrado de misión del pueblo ruso ante la Humanidad aparece penetrado de innumerables referencias religiosas18.

La controversia entre eslavófilos y occidentalistas parecería afectar sólo a algunos hechos de la historia de Rusia y a su interpretación, pero la cuestión de fondo, como vemos, es la compresión de la vocación de Rusia. Las personas que meditaron sobre Rusia, encontraron la vocación de ésta en ser un país cristiano, y para ello enfatizaron unos rasgos de la fe cristiana.

El movimiento eslavófilo19 era una concepción religiosa del mundo más que una corriente nacionalista de pensamiento, los hermanos eslavos, bajo el liderazgo moral de Rusia, erigirían «un nuevo mundo». Alexis Jomiákov (1804-1860) representaba una corriente más filosófica-cultural que teológica, defendía la vuelta al sistema de la Rusia pre-petrina, que identificó con la tradición rusa y ortodoxa incontaminada de influjos occidentales20. Se consideraba también que Rusia, con su historia silenciosa y sufriente, había crecido en conocimiento y, aunque retrasada desde el punto de vista de la civilización, podría resolver los problemas que atormentaban a Occidente. La tarea de Rusia como nación ortodoxa estaba íntimamente conectada para los eslavófilos con la cristiandad, lo que les llevaba en buena lógica al universalismo. Que Rusia entendiera correctamente su misión y destino resultaba de vital importancia, no sólo para la nación misma, sino para el mundo entero21.

18 Los eslavófilos confesaron activamente su fe ortodoxa, mientras que los occidentalistas fueron indiferentes religiosamente (Turgueniev), se declararon ateos (Belinsky, Herzen) o se mostraron atraídos por el catolicismo (Chaadáev). En realidad los occidentalistas más que ateos eran anticlericales. Belinsky decía “¿En qué consiste la independencia de una nación? En su modo particular de pensar, en sus distintas maneras de percibir los fenómenos, en la religión, en el idioma, y, sobre todo en sus tradiciones” L. SCHINITZKY, La filosofía rusa, 49. En este texto vemos la importancia que le da a la religión como parte configuradora de una nación, más adelante veremos también la importancia que tiene para él la figura de Cristo. Entre los occidentalistas no hubo ningún ortodoxo pues consideraban que la ortodoxia se oponía al progreso.

19 El eslavofilismo tiene sus orígenes lejanos en el aislamiento de la Rusia moscovita y, alrededor del siglo XV y XVI, en la organización del Estado moscovita como la «Tercera Roma». CH. QUÉNET, Tchaadaev et les lettres philosopphiques, 6. Grandes exponentes serán Jomiákov, Kireevskij y los hermanos Aksakov. Hay autores que reprochan a los eslavófilos rusos, como Jomiákov y los hermanos Aksakov, que más que ser considerados eslavófilos deberían denominarse «rusófilos», ya que de los demás pueblos eslavos tenían sólo conceptos oscuros, y tenían una fuerte tendencia imperialista rusa. No veían dentro de la unidad eslava por ejemplo al pueblo polaco, por considerar que al ser católicos habían traicionado al «eslavismo» (aunque otros pueblos eslavos también son católicos como la República Checa, Eslovaquia, Croacia y Eslovenia) Cfr. D. CHIZHEVSKI, Historia comparada de las literaturas eslavas, Madrid 1983, 22-23.

20 Cfr. M. DE SALIS AMARAL, Dos visiones ortodoxas de la Iglesia: Bulgakov y Florovsky, Navarra 2003, 26.

21 En un gran contraste y por los reveses de la historia, esta vocación mesiánica y visión escatológica serán un caldo de cultivo para el desarrollo marxista posterior.

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Ellos entendían que el pueblo ruso y la Iglesia Ortodoxa serían la síntesis de los opuestos mundos romano y protestante. La tarea de Rusia sería la de reconciliar estos dos mundos, la reunión de la cristiandad dividida. Mencionaremos en este punto la gran contribución de los eslavófilos a la idea de unidad e integridad, que cristalizó en los escritos teológicos de Jomiákov, definida como Sobornost22.

El primer occidentalista23 con una influencia generalizada, verdadero escritor y un profesional del periodismo político, fue Alexander T. Herzen, o Iskander, su nombre revolucionario (1812-1870). Más que de los eslavófilos, sospechosos de conservadurismo, la mayor parte de la «inteliguentsia» fue seguidora de T. Herzen, así como de Vissarion G. Belinsky (1810-1848). Los occidentalistas cogieron el relevo de Chaadaev, occidente se convierte para ellos en un ideal un sueño. Tanto eslavófilos como occidentalistas amaban a Rusia. Herzen pensaba que los eslavófilos amaban a Rusia como a una madre, y los occidentalistas como a una niña24, los primeros mirando al pasado, los segundos al futuro, unos con un tinte conservador, los otros progresista.

Tanto unos como otros evaden el presente de Rusia, el cual les resultaba insoportable. Los eslavófilos evocan el pasado de Rusia, los occidentalistas sueñan con un Occidente idealizado. Esto provocó que la intelligentsia no se encontrase preparada para dar una respuesta real al problema social de Rusia, el cual desembocó en el comunismo. T. Stratton Smith decía “La tragedia de la intelligentsia vino de su apego a los placeres de este mundo; se inflamaban de ardor por la revolución, pero más por justificarla que por ayudar a que se realizara. Mientras que Lenin y Trovsky se preocupaban de los medios, la intelligentsia discutía hasta el infinito sobre los fines. Provocó la revolución, pero a causa de su falta de espíritu práctico y de su desinterés por la realidad, la perdió”.

2. El nihilismo ruso

El nihilismo es una manifestación rusa, desconocida en occidente, en la forma en que se dio en Rusia. La exaltada aspiración emancipadora de la época, el empeño y la premura por romper las cadenas de la opresión, se manifiesta en el nihilismo típicamente ruso, como una forma primaria y elemental de negar todo lo instituido. Esto aflorará en

22 Término utilizado en el Credo para «católico»; expresa también «la naturaleza sinfónica de la conciencia católica o catolicismo, un espíritu en el que todos trabajan juntos y al que todos contribuyen »; La definición de Sobornost según Jomiákov viene de la palabra katholikós que para Cirilo y Metodio, no deriva de kath’hóla (habrían usado vsemirnoi, vselenskoi), sino de kath’hólon (según todos): Iglesia de la unanimidad libre, perfecta. Por ello traducen como sobornoi, de sobor, esto es, asamblea existente virtualmente sin reunión formal.

23 Pedro el Grande y la creación del Estado peterburgues marcan el comienzo del occidentalismo oficial. CH. QUÉNET, Tchaadaev et les lettres philosopphiques, 6. Los grandes exponentes serán Alexander T. Herzen y Vissarion G. Belinsky.

24 Escribió Herzen refiriéndose a las dos corrientes: «Sí, éramos enemigos, pero unos enemigos muy extraños. Teníamos un amor común, pero no era un amor igual… Ellos y nosotros experimentábamos desde la niñez un sentimiento fuerte, inconsciente, fisiológico y apasionado, que ellos interpretaban como un recuerdo y nosotros como una profecía: el sentimiento de un amor sin límites que abarca toda la existencia, el amor al pueblo ruso, a la vida rusa y a la mentalidad rusa. Y como Jano, o como el águila de dos cabezas, mirábamos en direcciones opuestas, mientras en nuestro pecho latía el mismo corazón. Ellos concentraron todo su amor y ternura en la madre oprimida. A nosotros nos educaron fuera de casa y esta ligazón se debilitó. Nos crió una institutriz francesa, y supimos tarde que nuestra madre no era ella, sino una campesina acorralada […]. La amábamos intensamente pero su vida era demasiado miserable para nosotros. Nos ahogábamos en su habitación: los rostros ennegrecidos de los iconos en marcos plateados, los popes y todo el clero, que asustaban a aquella mujer infeliz y atemorizada por los escribanos y los soldados». A. I. HERZEN, Pasado y pensamientos, Madrid 1994, 91, 144.

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las obras literarias y el pensamiento de toda la segunda mitad del siglo XIX. El propio Dostoyevsky llegaría a afirmar que en cierto sentido toda su generación era nihilista. Pero sus principales exponentes serán Belinsky, Pisariev, Dobrolivov y Chernichevski. Berdiáev afirma que el nihilismo ruso también tiene su fuente en el ascetismo de la visión cristiana ortodoxa (que ve en la riqueza material y los lujos de la vida el origen del pecado), pero puesta del revés.

En sentido estricto de la palabra, se puede limitar al movimiento de emancipación ideológica de los años 60, el principal protagonista será Pisarev, Tourgenev lo inmortalizó en su obra padres e hijos en el papel de Bazarov. En Alemania y en Francia la expresión nihilista guardaba un contenido con nadismo o negación total, y por nihilista se designaba a una persona que no cree en nada. En Rusia la palabra fue primero utilizada por la crítica literaria y designaba a los escritores considerados nulos. Pero todos estos antecedentes pronto fueron olvidados cuando Turgueniev puso de moda esta voz en su novela Padres e hijos, publicada en 1861, y en la que su principal protagonista, Bazarov, se define a sí mismo como nihilista.

Bazarov es un hombre que no se inclina ante ninguna autoridad, que todo lo analiza bajo una óptica crítica y que no acepta ningún principio sin previo examen, por enraizado que esté en las costumbres. Esta es justamente la visión positiva del nihilismo ruso.

Ampliamente este movimiento se encuentra a la base de todos los movimientos sociales del siglo XIX ruso. Hay raíces nihilistas en Lenin. El nihilismo ruso niega a Dios, el espíritu, el alma, los ideales, las normas y los valores supremos y sin embargo debe ser considerado religioso. El ha surgido de un terreno espiritual de la ortodoxia, es ascesis sin gracia. Los nihilistas eran enemigos de la violencia, y más que una ideología de tipo político, el nihilismo era una moral, una visión del mundo y del hombre, cuyo presupuesto fundamental era la defensa del individuo, libre e independiente, y un rechazo a todos los valores de la sociedad establecida. El principio esencial del nihilismo fue el individualismo más absoluto. Equivalía a la negación en nombre de la libertad individual de todas las obligaciones impuestas por la sociedad, la religión y la familia. Fue una reacción apasionada, no sólo contra el despotismo político y religioso, sino contra la opresión moral que pesa sobre la vida íntima y privada del individuo. En su esencia y fundamento, se encuentra la vieja negación ortodoxa de un mundo bañado por el mal, el sentimiento de pecado que comporta toda vida lujuriosa, toda tentativa de creación en el dominio del arte y del pensamiento. Como el ascetismo el nihilismo ha sido un movimiento individualista.

3. El marxismo ruso

El comunismo ruso tiene raíces nacionales, y está determinado por la historia rusa, por ello no es suficiente conocer el comunismo para entender como se dio en Rusia, hay que entender la raíces y sensibilidad rusa para comprenderlo.

Petrachevsky encarna al propietario ruso inflamado de ideas sociales, consagrado al servicio de la humanidad, característica de la inteligencia revolucionaria, el amor al lejano y no al próximo. Constantin Povedonostsev, figura controvertida del zarismo, perseguidor de las ideas liberales, le decía a María Skovtsov que le había preguntado sobre la verdad “La verdad esta en el amor. Pero muchos piensan que la verdad está en el amor al lejano. Lo mismo ocurre con la acción. Las grandes acciones lejanas no son verdaderas; las acciones verdaderas son próximas, humildes y discretas. Una hazaña es

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siempre discreta; no es una actitud, sino un sacrificio de sí mismo humilde y secreto”. Esta respuesta va en contra de esta tendencia revolucionaria que no daba respuesta a la realidad. Esta tendencia extrema la vemos en Spiechnev, representado por Dostoievsky en los demonios como Stavroguine, es el comunista ateo, cogido por el marxismo.

Los primeros marxistas fueron rusos. El marxismo ruso en tanto que movimiento organizado, estalla en la segunda mitad de los años 80, pero a finales de los años 40, vivían en París marxistas rusos aislados. Si hay algo que caracteriza al pueblo ruso es su fuerte sentido social. Hay un proverbio que dice “no es el campesino solo que va al cielo, sino toda la aldea”. El hombre es más hombre en la medida que desarrolla al máximo su carácter social. Kirevsky decía que “todo aquello que es esencial al alma humana, se desarrolla en el hombre socialmente”. La característica peculiar de los rusos es que conciben esa sociedad de manera personal, como un organismo vivo. Marx no amaba a los rusos, ni a Rusia y se asombraba de que su teoría hubiera tenido más adeptos en Rusia que en el occidente25. De hecho sus primeros seguidores fueron rusos. Esto responde a la dimensión profundamente comunitaria del pueblo ruso.

Berdiaev afirma que el verdadero adversario del cristianismo y de toda religión no es el sistema social del comunismo, mucho mas conforme al cristianismo que el capitalismo, sino la seudo-religión del comunismo que remplaza al cristianismo. Esta sustitución se debe a que el cristianismo se ha deformado. La Iglesia oficial adoptó una actitud conservadora frente al estado y la vida social, sometiéndose al viejo régimen. Antes de 1917 gran parte de los clérigos y laicos ortodoxos, se hicieron contrarrevolucionarios, siendo que esta época estaba cargada de sangre nueva para la vida de la Iglesia. La Iglesia oficial vivía en un círculo cerrado.

La ideología marxista no convenía para hacer la revolución en un país agrícola, la industria estaba retrasada y el proletariado era casi inexistente. El marxismo triunfo en Rusia porque se identificó y se confundió con la idea del Mesianismo ruso. En la revolución comunista rusa, no es el proletariado empírico que domina sino la idea del proletariado, su mito. La revolución comunista que viene a ser la verdadera revolución representa un mesianismo universal. El comunismo ruso es una deformación de la idea mesiánica rusa. Ella proclama que la luz vendrá del oriente e iluminará las tinieblas del oriente burgues.

La conclusión a la que queremos llegar es demostrar como todo el pensamiento y búsqueda rusa de los siglos XIX y XX testimonian la existencia de una Idea rusa que corresponde al carácter y a la misión del pueblo ruso, los comunistas simplemente tomaron como propia esa idea rusa. La inquietud religiosa está incluso en los ateos. El ateismo, el nihilismo, el materialismo adquieren en Rusia un carácter religioso. El ruso no cesa de buscar a Dios y su verdad, y de interrogarse por el sentido de la vida, guarda en el fondo de su corazón la impronta ortodoxa. El maximalismo ruso es esa tendencia escatológica que les lleva siempre mas allá en la búsqueda de trascendencia. El comunismo recogió el sentido comunitario y el deseo de fraternidad universal que yacía en el mesianismo ruso.

SED DE TRASCENDENCIA

Hasta ahora hemos ido viendo rasgos de una época y un pueblo ahora pasamos a poner rostros a ese camino recorrido. Hemos puesto algunos como Berdiaev o Chadaev

25 T. ŠPIDLÍK, L´idée russe, 120.

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que con su filosofía dieron un vuelco a la mentalidad rusa. Pero nos vamos a centrar en tres personajes como una conversión en cadena.

Hemos elegido tres conversos:Pavel Florensky científico (1882-1937) Sergei Bulgakov político y economista (1871-1944) y María Skobtsov política y poeta (1891-1945). Podemos decir que se dio en ellos una conversión en cadena, marcada por los fuertes cambios políticos y sociales de este periodo. Para poder profundizar nos vamos a centrar en la figura de Sergei Bulgakov en su relación con Florensky y la Madre María.

PAVEL ALEKSANDROVI FLORENSKY

Este cuadro de Nesterov llamado los dos filósofos, es profético y anuncia mucho de lo que será el porvenir de estos dos grandes filósofos. En primer lugar Florensky con hábito sacerdotal blanco, Bulgakov camina vestido de civil en tonos oscuros. Representan dos almas de la filosofía rusa en búsqueda de absoluto.

Pavel Aleksandrovi Florensky le han llamado el Leonardo da Vinci ruso, teólogo, filosofo, matemático, ingeniero, científico nació el 9 de enero de 1882 en Evlach, de padre ruso y madre armenia. Transcurrió su infancia en Tibilisi, capital de Georgia. Florensky, efectivamente, a falta de una explícita vivencia creyente familiar, creció en un clima de intenso contacto místico con la naturaleza, que vemos maravillosamente reflejada en este cuadro, que alimentó lo que él llamaría su propia “cosmovisión infantil”. Él afirma que consideraba como su verdadera maestra a la naturaleza, cuyo misterio escondido solicitaba siempre su curiosidad26.

A los 12 años por una lucha interna sofocante entre la visión científica, positivista y atea, de la vida, y su sentimiento infantil de comunión “mítica” con el mundo y con la historia, experimentó, finalmente, «una revelación, un descubrimiento, una conmoción, un golpe», que le hizo exclamar: «¡No, sin Dios no se puede vivir!»27. Tras un período de angustia y de desesperanza, ayudado por la lectura de Lev Tolstoi, creció en él la convicción de que la verdad no puede ser patrimonio de círculos elitistas separados, sino que «la Verdad es la vida». Esta intuición marcará muy profundamente tanto sus búsquedas posteriores como el estilo de su cosmovisión, centrada en la fidelidad y el amor a lo que es universalmente humano28.

El interés por la física se integra ahora con una intensa búsqueda religiosa: a sus 17 años, percibe con claridad la limitación de la física como instrumento para alcanzar un conocimiento profundo de la realidad, y nace en él la exigencia de construir una visión filosófica del mundo sobre bases matemáticas.

Fue decisivo, en su vida, el encuentro del joven estudiante con el obispo-starec Antonij, y con el starec Isidor, en la Laura de la Trinidad de San Sergio, lugar en el que Florensky permanecería hasta el momento de su arresto, y que constituyó su verdadera patria espiritual. Ambos starcy, el primero docto teólogo, y el segundo simple monje que destacaba por su extrema sencillez, confirmaron en Florensky los dos rasgos que delinearán su búsqueda intelectual: la erudición científica y el acercamiento a los sencillos y a las expresiones del pueblo, donde habita la cosmovisión integral o universalmente humana.

En el año 1904, tras defender su Tesis doctoral sobre el tema de la discontinuidad, le fue ofrecida la cátedra de matemáticas en la Universidad, pero la rechazó para poder

26 Vospominan’ja 33, 63.27 Vospominan’ja 212.28 Ibid., 245.

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cultivar adecuadamente sus intereses teológicos. Esto le llevará a inscribirse, de 1904 a 1908, en la Academia Teológica de Moscú. Conseguida la licencia en teología, en septiembre de 1908 le fue conferida la Cátedra de Historia de la Filosofía en la Facultad teológica, en la que desarrollaría su labor docente hasta 1921. Su querido starec Isidor le comunicó definitivamente la luz de Cristo y marcó a fuego para siempre su ánimo con la experiencia de “la belleza de la vida espiritual”. El 23 de agosto de 1910 contrajo matrimonio con Anna M. Giacintova. Fue su mujer quien le impulsó a asumir el sacerdocio, ordenándose como diácono el 23 de abril de 1911, y siendo consagrado como presbítero al día siguiente.

La genialidad de Florensky no podía dejar de influir profundamente en aquellos miembros de la intelligencija rusa que entraron en contacto con él. Su decisión de renunciar a la carrera matemática para entrar en la Iglesia ortodoxa y emprender el estudio de la teología, y su posterior ordenación sacerdotal, indicaron el camino del retorno a la Iglesia y a la fe para muchos intelectuales rusos que, o bien alejados por el influjo del positivismo dominante o bien buscando nuevas alternativas filosóficas o espirituales, se encontraban en una situación de crisis religiosa y de separación de la fe tradicional. Padre Pavel representó para esta generación la ocasión de ser escuchada por la Iglesia, y él supo siempre acoger en todas las figuras (el poeta simbolista Andrej Belyj, el atormentado Rozanov, el economista Bulgakov, que atravesaba una profunda crisis “del marxismo al idealismo”) el aliento profético, después de un profundo discenimiento espiritual y eclesial. Florensky, haciéndose eco de las mejores intuiciones de la intelectualidad y escuchando los signos de los tiempos, quiso siempre pensar «en y con la Iglesia»29. Nikolaj Losskij, por ejemplo, confiesa que la lectura de la obra principal de Florensky, La columna y el fundamento de la Verdad, influyó decisivamente en su retorno a la Iglesia, constituyendo una de las razones de esta conversión30.

La labor intelectual de Florensky pretendía ser «la traducción de un mensaje cristiano en un nuevo lenguaje que tuviese en cuenta los interrogantes de su época»31. Son interesantes las declaraciones de N. Lossky, quien, haciendo frente a las críticas de Florovsky al estilo peculiar de La columna, afirma que: «la tarea principal de nuestra época es dirigir primero a los intelectuales, y después, a través de ellos, a las masas, hacia el cristianismo, y, por tanto, hacia un humanismo cristiano.

El año 1917 estalló la Revolución rusa, y este hecho marcó el comienzo de un período difícil en la vida de la familia Florensky. Hasta el año 1933 padre Pavel, no dispuesto a emigrar, tendrá que compaginar su actividad sacerdotal con la colaboración científica y técnica en diversas instituciones del nuevo Estado, presentando en los ambientes de sus nuevas instituciones esa extraña figura de científico-inventor en traje talar, que no renunció a su ministerio eclesial. Hubo de abandonar toda actividad teológica, y se dedicó a la enseñanza de física y matemáticas en la Escuela técnico-pedagógica de Sergiev Posad, promoviendo disciplinas nuevas, como didáctica de la geometría y enciclopedia de las matemáticas. En los años 1918-1920 trabajó como organizador responsable de la Comisión para la salvaguardia de los Monumentos del Monasterio de S. Sergio, leyendo conferencias en defensa de las obras de arte religiosas como patrimonio cultural y luchando, como un verdadero guardián de la memoria, por la

29 E. Behr-Sigel, Alexandre Boukharev, cit., 28.30 Cf. N. Losskij, Histoire de la philosophie russe des origines à 1950 (Paris 1954) 180.31 P. Deseille, “L’ ‘eschaton’ nella teologia russa” en Aa.Vv., La Grande Vigilia (Comunità di Bose,

Magnano BI 1998) 187.

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educación de las nuevas generaciones en una visión espiritual de la vida y de la cultura que él denominará “realista” en contraposición al “ilusionismo” de la época moderna.

En 1919 comenzó a trabajar en la fabrica de material plástico “Karbolit” como consejero, después como responsable de la producción. En 1921 trabajó como investigador en el laboratorio de investigación de la Glavelektro, colaborando en la electrificación de Rusia y ejercitando al mismo tiempo sus funciones de presbítero. Publicó artículos técnicos y continuó llevando a cabo numerosas invenciones físicas, de gran utilidad para la economía soviética. Enseñó teoría del espacio en el arte en la Facultad Poligráfica del VCHUTEMAS (Laboratorios superiores de Arte y Técnica) de 1921 a 1924. Fue también miembro del VSNCH, (Consejo superior de la economía nacional). Se convirtió en el guía espiritual del grupo artístico-literario que patrocinaba la revista Makovec. En 1924 fue elegido miembro del Consejo Central para la Electrotécnica de la Glavelektro, y publicó una obra científica, que en seguida se convirtió en clásica, sobre los materiales no conductores. En 1925 fue nombrado ingeniero responsable del laboratorio de investigación, y enviado al Cáucaso a llevar a cabo investigaciones científicas. En 1927, y hasta 1933, fue nombrado corredactor de la Enciclopedia Técnica, para la cual redactó 127 voces.

En el año siguiente, 1928, la persecución religiosa del gobierno soviético arremetió contra el Monasterio de la Trinidad de San Sergio, considerado como cuna de oscurantismo clerical por parte del poder dominante. El 21 de mayo fue arrestado como elemento socialmente peligroso, sufriendo una condena de tres años, reducida a tres meses gracias a la intervención de la ex-mujer de Máximo Gor’kij. Fue exiliado a Ninij Novgorod, donde trabajó en estudios sobre radioactividad y continuó su actividad científica y de escritor. En 1929 pudo volver a Moscú y recuperar su puesto de trabajo. Accedió a nuevos cargos técnicos.

El 26 de febrero fue arrestado como miembro del inexistente “Partido para el renacimiento de Rusia”, bajo una acusación falsa, apoyada en la confesión forzada del profesor P. Giduljanov. Florensky optó por no desmentir la acusación, sacrificando así su propio destino, con tal de no obstaculizar la liberación de diversos prisioneros. Una declaración de padre Pavel hace comprender el sentido espiritual de esta elección tan dolorosa: «Ha habido justos que han advertido con particular agudeza el mal y el pecado presentes en el mundo, y que en su conciencia no se han separado de aquella corrupción; con gran dolor han tomado sobre sí la responsabilidad por el pecado de todos, como si fuese su propio pecado personal, por la fuerza irresistible de la particular estructura de su personalidad».32

El 26 de julio fue condenado a diez años de lager, pasando seis meses en la terrible cárcel de la Lubjanka. El 1 de diciembre de 1933 ingresó en el lager de Svobodnyj, en la Siberia oriental, donde le fueron confiadas nuevas misiones científicas. Ni siquiera en los campos de trabajo forzado se agotó su creatividad y su deseo de sembrar en la cultura, por medio de experimentos y descubrimientos científicos, su visión integral del mundo. El 10 de febrero de 1934 fue transferido al campo de Skovorodino. Llevó a cabo aquí investigaciones publicadas más tarde por sus colaboradores: Večnaja merzlota (El hielo perpetuo). En abril comenzó a escribir el poema lírico Oro, dedicado a su hijo Michail y a recoger material para un diccionario orocheno-ruso. Gracias a una nueva intervención de la mujer de Gor’kij pudo tener lugar un último encuentro con la mujer y los hijos menores en el verano de 1934. El 17 de agosto fue encerrado, inesperadamente,

32 En V. Šentalinskij, I manoscritti non bruciano. Gli archivi letterari del KGB (Milano 1994) 171-206.

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en una celda de aislamiento hasta el 1 de septiembre, fecha en que fue transferido al lager de las islas Solovki, en el Mar Blanco. Del 12 de septiembre al 12 de octubre fue encerrado de nuevo en una celda de aislamiento en Medvež’egorsk (en Carelia), y transferido el 13 de octubre a Kem’, de donde volvió a Solovki en la mitad del mismo mes. El 15 de noviembre comenzó a trabajar en un establecimiento local para la extracción del yodo, ocupándose para ello del estudio de las algas marinas. Durante los dos años siguientes, 1935-1936, tuvo en el lager lecciones de matemáticas, de tecnología y de química de las algas. Las Cartas desde la prisión son el compendio de toda su experiencia acumulada para enriquecer la vida de las generaciones futuras33.

Las cartas que padre Pavel dirigió a su familia durante los años difíciles de la prisión constituyen un testimonio insuperable de la voluntad de comunión de un hombre que, en medio del caos externo e interno, encuentra en la palabra cuidadosamente elaborada y entregada como un regalo a los seres queridos el medio para seguir afirmando la vida. Las cartas desde los diversos lager en que padre Pavel se vio recluido constituyen la última síntesis de un pensamiento elaborado siempre de cara a los demás, de una experiencia acumulada para enriquecer la vida de los hijos; pero, sobre todo, son el testamento de un creyente. Las cartas, debido a la censura, no podían contener expresiones religiosas, pero Florensky sabe encubrir -y revelar- en lenguaje simbólico los pensamientos más profundos.

En el verano de 1937 el lager fue transformado en prisión especial. Hoy, gracias a una carta enviada a la familia el 11 de enero de 1990 por el KGB, se sabe cómo sucedieron las cosas: tras nuevas acusaciones de propaganda contrarrevolucionaria, la dirección del NVKD de Leningrado, reunida el 25 de noviembre de 1937, dio la orden de fusilar a Pavel Florensky. La sentencia fue ejecutada el 8 de diciembre de 1937. Su rehabilitación oficial no tuvo lugar hasta los años 1958 y 1959.

Florensky la serenidad sacrificial, su mano izquierda se apoya en el pecho, serena la inquietud del corazón agitado, signo de la filosofía que parte de la experiencia personal, la mano derecha se apoya en el báculo, que es símbolo de la filosofía fuertemente enraizada en la tierra y al mismo tiempo absolutamente vertical. Florensky nunca abandonará Rusia, se refleja en su rostro mirando al suelo, murió ejecutado por el régimen soviético, fusilado cerca de Leningrado, tras haber sufrido numerosos arrestos y haber pasado varios años en un gulag. Esta actitud de serena entrega sacrificial que vemos reflejados en el cuadro lo escucharemos en sus ultimas cartas a su familia.

«En mí ya, desde hace tiempo, vive la firme convicción de que en el mundo nada se pierde, ni de bueno ni de malo, y más pronto o más tarde producirá un signo, aunque por un cierto tiempo, a veces incluso muy largo, haya permanecido escondido. Para la vida personal esta convicción quizá no sea bastante consoladora. Pero si nos miramos a nosotros mismos desde fuera, como a un elemento de la vida universal, gracias a la convicción de que nada se pierde se puede trabajar tranquilamente, aunque en el mismo momento no se obtenga un efecto externo claro y directo»34.

33 «En las cartas se esforzó por inculcar en los hijos y en los descendientes este pensamiento: que cada uno (...) ha de entregar al mundo algo mejor de lo que dejaron en él todos sus antecesores. Sólo entonces está justificada la existencia de una persona», ANDRONIK (TRUBAČEV, A.S.), Prólogo, en A mis hijos, cit., 21.

34 Carta nº 93, del 23-2-1937, a su mujer, SČT-4 677.

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Sergei N. Bulgakov

Sergei Nikolayevich Bulgakov nació 16 de Junio de 1871 en Livny, región de Orel, en una familia de tradición sacerdotal. En Avtobiograficheskie zametki (Apuntes autobiográficos) Bulgakov le da mucha importancia a la tierra natal, y nos recuerda lo que decía al principio de la imagen de la tierra como madre.

Comprenderse a sí mismo gracias a esta tierra natal, y reconocer en sí la imagen de Dios. La tierra natal es un misterio sagrado para cada hombre […]. La tierra natal es necesario amarla con un amor eterno. No es solamente un país, donde «por primera vez saboreamos la dulzura de ser», es mucho más y muy superior: es la tierra, donde se nos ha abierto el cielo, donde hemos contemplado la visión de la escalera de Jacob, uniendo el cielo y la tierra. Pero para esto es necesario vivir en la propia tierra, acogerla y escucharla […]. He intentado de alguna manera hablar de la tierra natal, aunque esto es tan difícil, como hablar de una madre35.

Vemos expresado en estas líneas el mismo amor apasionado por Rusia de los eslavófilos. En sus años de juventud Sergei irá descubriendo también esa madre oprimida, miserable, servil, que despertará en él el deseo de libertad y progreso, amor y compromiso con la propia tierra.

Estudió en el seminario de Orel desde los 13 años para prepararse, como su padre, para ser sacerdote. Alrededor de los 14 años atravesó una crisis religiosa que perduró hasta los treinta años. Aunque él mismo reconoce que nunca perdió la fe, como hemos dicho antes. La intuición evangélica fue la criba de todo su proceso de búsqueda. Bulgakov relataba con estas palabras su conmoción interior:

Repito que nunca perdí la Fe ni me sumergí en la incredulidad, siempre viví en la Fe, por ciega que ésta fuera. Sin embargo, no puedo sin dolor, tristeza y arrepentimiento recordar ahora esos años de oscuridad y alejamiento […]. Mi destino en mi increencia fue trágico. Además, me he acostumbrado a pensar (y cada vez lo comprendo más profundamente) que, en general, sólo la tragedia, claro con su superación, habrá de ser la única vía digna de salvación […]. Determinaría el carácter general de mi tentación en la incredulidad y mi destino trágico en ella, como la disconformidad con la imagen de la vida religiosa, que me ofrecía el pensamiento y la cultura, y mis cuestionamientos personales, a los cuales no podía y no quería renunciar, en nombre de la verdad, como entonces la comprendía. Renunciar a sus criterios, emprender la vía del compromiso interno y externo y además no sentirlo, no podía y tampoco quería […]. Aquí comenzó a actuar una nueva fuerza – la inteliguentsia- es el destino y la maldición de nuestra patria, la tentación del nihilismo, que por mucho tiempo me dejó sin raíces. Naturalmente, y casi sin luchar, al perder la fe religiosa, me convertí en un inteliguen tanto en el sentido positivo, como en el sentido negativo: la intelectualidad en su obvia unión con el nihilismo. Sin embargo, debo atestiguar aquí - junto a la evidencia de la mentira del nihilismo – la verdad de mi intolerancia hacia el servilismo y esclavitud de toda la vida rusa, en particular de la vida de la Iglesia, característicos de esta época. Esto no lo podía y no lo debía aceptar, y no puedo arrepentirme de ello. En cierto modo puedo decir que, esta intolerancia, la conservo incluso «hasta 35 S. BULGAKOV, Avtobiograficheskie zametki, publicada dentro de la obra S. BULGAKOV, Tijie

Dumy, Moskva 1996, 308-309.

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el día de hoy» y quiero conservarla hasta el final de mis días, la fidelidad a los principios de la libertad y la conservación de la dignidad humana junto con la intolerancia de todo tipo de totalitarismo. En esto yo quiero quedarme en las filas de la sociedad rusa progresista (no quiero vengarme ni siquiera de esta palabra)36.

La causa de su ateísmo fue «el amor ardiente por la libertad»37, que le hizo apropiarse de la tendencia revolucionaria de su tiempo, para defender la fidelidad a la libertad y a la dignidad humana. Bulgakov asumirá la preocupación social y política de la inteliguentsia y posteriormente la cristianizará. Un rasgo que vamos a encontrar a lo largo de la vida y del pensamiento de Sergei Bulgakov, es su ambición por llegar hasta el final, el denominado maximalismo ruso. Bulgakov, en su vida, no contemporizó con intereses particulares y nunca se detuvo a mitad del camino. Cuando descubrió, en su juventud, el materialismo económico, se invirtió en él con toda su alma; dejó el seminario y fue dejando de lado todo aquello que podía ser una tentación o atracción para él, como la filología, la literatura, la filosofía, etc. para invertirse en algo que fuera útil, para servir al hombre, para salvar la humanidad38.

Una de las características de Sergei Bulgakov es la búsqueda honrada de la Verdad. Podríamos llamar el itinerario de nuestro autor de la Ortodoxia a la Ortodoxia, con la diferencia que el retorno a su esencia de creyente no lo hace por las creencias sociológicas del acrítico, sino con la convicción del creyente maduro y con experiencia existencial.

Este itinerario, como hemos visto, está marcado por los cambios filosóficos, políticos, sociales que convulsionaron Rusia en el tiempo que le tocó vivir. Dividiremos el itinerario de nuestro autor de esta etapa39 en tres partes: «La adhesión al marxismo»; «Del marxismo al idealismo»; «El regreso a la casa del Padre».

El sueño del Marxismo, que tanta mella hizo en Rusia no le fue indiferente 40. Sergei fue un miembro activo del partido gobernante en Rusia, muy apreciado por Lenin.

El marxismo atraía a los jóvenes por su análisis realista de la situación social y daba respuestas a muchos de sus interrogantes, siguiendo la línea del eslavofilismo. Sergei se dedicó intensamente al estudio del derecho y economía política en la Universidad de Moscú41. En 1895 terminando sus estudios, comenzó la docencia de economía política en la Universidad de Moscú. Dos años después publicó su primer libro Sobre los mercados en la producción capitalista, que hizo de él uno de los marxistas rusos más apreciados e influyentes42. Preparará su tesis doctoral, que finalizará en 1900, sobre “Capitalismo y agricultura”, pero no se le concederá el grado de doctor sino solamente el de maestro. Fue profesor ordinario en el Instituto Politécnico de Kiev durante cinco años.

36 S. BULGAKOV, Avtobiograficheskie zametki, 320-321.37 P. CODA, L´altro di Dio, 21.38 Cfr. L. A. ZANDER, Bog i mir.(Vol I), París 1948, 20.39 Para este punto nos servimos del estudio de Piero Coda: P. CODA, L´altro di Dio, Rivelazione e

Kenosi in Sergej Bulgakov, Roma1997. En especial los capítulos 1: «Una vicenda di sapore profetico», 17- 55 y capítulo 2 «Il metodo teologico e la “grande trilogía”», 56-86. Así como de su autobiografía y la biografía elaborada por Elena Polonskaya: MONAJINIA ELENA. (Monja en el mundo Elena), Professor protoierei Sergii Bulgakov 1871-1944, Moskva 2003.

40 Cfr P. CODA , L´altro di Dio, 17-25.41 Cfr. MONAJINIA ELENA, Professor protoierei Sergii Bulgakov 1871-1944, 17. Tomado de su

autobiografía.42 Cfr. P. CODA, L´altro di Dio, 22.

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En la profundización de la doctrina marxista, va descubriendo sus carencias, fue tal la desilusión de Bulgakov que pensó incluso en el suicidio43. Rechazo la teoría de la dialéctica materialista del progreso como no estrictamente científica44 ni esperanzadora. Sergei se va dando cuenta que el marxismo es una especie de positivismo que no puede responder a los interrogantes más profundos del alma, ni a las cuestiones mismas de la vida social y económica. Escribe los motivos del abandono del marxismo en su obra Del marxismo al idealismo. Colección de artículos (1896-1903)45. La búsqueda del hombre, su libertad y derechos, o la absoluta dignidad de su personalidad se convierten en este momento en los temas principales. La importancia de los hechos individuales en la historia es una prueba contraria a la interpretación materialista de la misma. Llegó a una convicción: el espíritu humano no puede ser reducido a la historia, sino que es un dato previo a todo dinamismo social, y la condición trascendental de la posibilidad de todo quehacer histórico46.

Bulgakov nunca renunció a sus ideales de progreso social y de servicio al bien insertado en la historia. Estos fueron el dinamismo de su búsqueda interior. Estaba cada vez más seguro de que sus problemas deberían plantearse y formularse como religioso-metafísicos. De ahí que se dedicó a profundizar en la lectura de F. Dostoyevsky, V. Soloviov, A. Chekhov, L. Tolstoy, T. Carlyre, L. Feuerbach y A. Herzen. Descubrió en la propia tradición rusa la respuesta a sus interrogantes. Ahora, la referencia del idealismo bulgakoviano será el pensamiento de Soloviov47. El sistema de Soloviov traía consigo una síntesis original y creativa entre la fe y razón, que abarcaba toda la problemática fundamental de tipo cosmológico y metafísico.

Influenciado por Soloviov y Florensky, Bulgakov pasó del Marxismo al Idealismo de la filosofía alemana48. El pensamiento ruso, a diferencia del alemán, se manifestó con las características de un idealismo creador y definido.

Lo peculiar fue la inclinación hacia el teísmo, en oposición a todos los aspectos posibles del panteísmo. Considerando al espíritu absoluto como principio y justificación de todo lo existente, el pensamiento ruso se negó a identificar todo lo existente con el absoluto divino, tendiendo más bien a resolver la antítesis con una trascendentalidad dialéctica: Dios lo es todo, pero no todo es Dios49.

43 Cfr. P. CODA, L´altro di Dio, 25.44 Cfr. L. ZANDER, Bog i mir. (Vol. II), París 1948, 30. 45 Cfr. L. ZANDER, Bog i mir. (Vol. II), 30-31.46 Cfr. V. V. ZENKOVSKIJ, Historie de la philosophie russe II ,París 1955, 465-485.47 Su tesis fundamental es que todo el mundo, la creación entera, tiende a la divinización. Ésta es

posible plenamente en el cristianismo y consiste en la transformación de toda la creación a semejanza de la Trinidad que vive la unidad y multiplicidad perfecta.

48 Frente al idealismo alemán hubo tres tendencias. La de los viejos eslavófilos (Jomiákov, Kirevsky y los hermanos Aksakov) que se adhirieron al hegelianismo de derecha y al schellingnianismo con el fin de poner el contenido de su conversión al servicio de la eslavofilia. La segunda tendencia será la de los occidentalistas (Stankievich y Bielinsky) compartían los puntos de vista del hegelianismo de izquierda y el materialismo de Feuerbach, considerando que Rusia debía emprender un camino de desarrollo progresivo siguiendo a los países más adelantados. Y por último la tendencia izquierdista de los occidentales (Herzen y Chernischevsky) que apoyaban el capitalismo americano como un ejemplo para Rusia, preconizando la reconstrucción revolucionaria y el socialismo utópico. Cfr. L. SCHINITZKY, El pensamiento ruso, Buenos Aires 1946, 44.

49 Cfr. L. SCHINITZKY, El pensamiento ruso, 112.

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Dos estudios dieron horizonte a esta evolución en Bulgakov: Las lecciones de Dostoyevsky y los escritos de N. F. Fëdorov50 (El dogma de la trinidad es nuestro programa social), redescubriendo de esta forma el humus evangélico de la tradición rusa.

El paso del Marxismo al Idealismo, produce en nuestro autor un regreso a la metafísica51, siendo sus interlocutores, en especial el idealismo de Schelling, Hegel y Fichte. El idealismo alemán produce en nuestro autor una evolución crítica; para él no es una fuga de la historia, sino una potente inyección de vigor utópico en la historia misma.

Desarrollará, también, una teocracia liberal, una fe que vitaliza la praxis histórica, que llega a ser inspiración social, que se traduce en una “política cristiana”, opuesta al clericalismo miope de tinte bizantino y al servilismo de la Iglesia al poder zarista52.

La evolución hacia la madurez está jalonada en nuestro autor, por el conocimiento intuitivo. El camino interior le hizo ir integrando los pasos anteriores:

El cambio acontecido en mí no era debido ni a una modificación de mis simpatías sociales, ni a una especie de “manía religiosa” (como algunos intentaban explicarlo). La dialéctica y el hecho de comprender con claridad que la vía justa del idealismo social conducía directamente a la religión habían hecho inevitable este cambio. Ni idolatría ni superstición, sino la fe, filosóficamente responsable y fundada, en Dios. Me convertí en un filósofo cristiano. Mi retorno a la fe de mis ancestros, la de la Santa Iglesia Ortodoxa, no era más que una consecuencia natural del cambio acontecido en mi espíritu. A esto mismo se debió mi decisión de servir como sacerdote a la fe redescubierta, en el momento en que se había hecho imperioso confesarla públicamente, en razón de la persecución cruel a la que la religión estaba sometida. Y, ¿qué he encontrado a mi regreso, igual que un hijo pródigo, en la casa paterna? Una filosofía integral de la vida, una respuesta completa a todas las cuestiones que me habían atormentado sin cesar. Yo había intentado comprender el sentido de la vida. ¿Cuál era el puesto del hombre en la naturaleza, y de la naturaleza en el hombre?, ¿qué es el hombre, con el conjunto de sus facultades, en cuanto ser pensante, dotado de una voluntad y de una 50 N. F. Fëdorov (1829-1903) filósofo representante del cosmismo ruso. Hijo ilegitimo de P. I.

Gagarin. Enseñó geografía e historia en la provincia y finalmente fue bibliotecario en Moscú. Dostoyevsky, Soloviev y Tolstoi dijeron de él que era un genial pensador ruso. Tolstoi llegó a decir que se enorgullecía de vivir en la misma época que él. Considerado santo por su vida y pensamiento, llevó una vida de asceta y distribuyó sus bienes a los pobres. Estimaba que el objetivo principal de la Ortodoxia era el de encarnar el Reino de Dios en la tierra. Publicó sus artículos anónimamente. Sus discípulos Kojevnikov y Peterson publicaron sus obras en 1907 y las distribuyeron gratuitamente como fue el deseo de Fëdorov. Su obra más importante “Filosofiia obshchevo dela”. Luchó contra la división que se abría entre la filosofía y la vida. En el sistema de Fëdorov, es de valorar que superó el nihilismo tradicional ruso de esta época, no fue un anarquista como Tolstoi, Kropotkin o Bakunin. Para él era más importante la religión, comprendiéndola como la causa común de todo el género humano. Tiene una concepción del mundo optimista. Él veía posible que la humanidad aquí en la tierra, alcanzase la victoria sobre el mal, uniendo todas las fuerzas. Veía para ello necesario unir la filosofía con la religión y la vida. En la Trinidad comunicándose entre sí, veía el modelo del amor mutuo y de inseparabilidad. La esencia del cristianismo es el dogma de la Trinidad. El sentido de éste es la indivisibilidad y amor mutuo de las personas trinitarias. El cristianismo ha de proponer este modelo a la sociedad, el amor mutuo y la indivisibilidad. Esto se realizará plenamente escatológicamente. Es necesario introducir a las gentes en este amor nuevo, fruto de la resurrección, el hombre debe descubrir su vocación en la tierra, la resurrección de toda la humanidad. Cfr. IU. P. BARTENEV, «Pamiati Nikolaia Fedorovicha Fedorova»; L. SHESTOV, « N. F. Fëdorov»; S. I. MATVEEV, «Filosofiia obshchebo dela»; S. G. SMENOBA, « Nikolay Fëdorov i Fridrij Nitzche» Colección de artículos publicada en http://www.krotov.info/.

51 Cfr. P. CODA, L´altro di Dio, 29-30.52 Cfr. P. CODA, Sergej Bulgakov, Brescia 2003,16-18.

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inteligencia, llamado a una actividad creativa en el mundo, sensible a la belleza y al arte, capaz de un amor a la vez personal y social, espíritu y carne, ángel y animal, en su vida única? ¿Cuál es el sentido de este nudo desconcertante de contradicciones? No hay más que una solución satisfactoria de este enigma filosófico y religioso: el dogma cristiano. El hombre es la imagen de Dios y la Teantropía (la Divino-Humanidad) define toda la relación de Dios con el hombre, así como el puesto de éste como centro y representante del universo. “El Verbo se ha hecho carne”. Dios se ha hecho hombre. El Logos ha unido la naturaleza humana y la de Dios. Es Dios-Hombre, y la humanidad entera participa en esta Teantropía. El hecho universal de la encarnación de Cristo es la respuesta de la fe, siendo al mismo tiempo la única respuesta convincente de la filosofía al enigma del hombre53.

En el contacto con el mundo natural y a través de la experiencia estética, se fue reavivando la percepción de que la realidad es irreducible a las leyes económicas y, en general, al mundo material54. En el año 1895, durante las vacaciones, contemplando las montañas del Cáucaso tuvo una experiencia mística. Viajando por una estepa en el sur de Rusia, con la Montañas del Cáucaso al fondo, inesperadamente, se sintió abrumado por la poderosa belleza de la escena. Le parecía que algo o alguien se le acababa de revelar; más tarde lo identificó como su primer encuentro con la Sofía. Después del Cáucaso, en Crimea, conoció a la que sería su mujer, Elena Ivanovna Tokmakova. En 1898 en su estancia en Alemania, «el descubrimiento» de la Virgen Sixtina de Rafael con «la revelación» de su maternidad-virginal sacrificial de lo femenino, incidirá profundamente en él. Le trasmitían sus ojos la clarividencia del sacrificio y preparación para el sufrimiento. Esa mirada perforó su alma e hizo la crisis de fe más profunda y dolorosa. La naturaleza55, la belleza, el espíritu, el arte y la profundidad femenina de la realidad serán cuestiones típicas de la reflexión bulgakoviana, que le llevarán poco a poco a la ruptura con el marxismo. Se fue desvinculando como hemos visto del marxismo, hasta el punto de hacer exclamar a Lenin – que lo había admirado en un tiempo por sus estudios económicos – «Quién se equivoca, Marx o el señor Bulgakov».

Bulgakov redescubre «la vocación» típica de su Rusia; siempre dirá: mi patria me parece como «una sonrisa original de la Sofía divina que me ha susurrado dulcemente su nombre»56. Otra de las experiencias que marcan la vida de Bulgakov, es la contraposición de los métodos utilizados a los descritos en el Evangelio:

Un episodio significativo en 1905 ilumina muy bien la reserva escatológica-apocalíptica que Bulgakov, siempre muy netamente, advierte del deber de asumir en confrontación con el mesianismo, aunque cristiano, la encarnación histórica de un reino de justicia y de paz sobre la tierra. Participando en una manifestación revolucionaria de Kiev (donde enseñaba por algunos años) […],

53 S. BOULGAKOV, “Du marxisme à la sophiologie (Discours à l’Université de Columbia, 27 oct. 1936)” en Colloque P. SERGE BOULGAKOV, Le Messager orthodoxe, 98 (1985) 90-91.

54 Cfr. P. CODA, L´altro di Dio,23.55 La naturaleza es para los literatos rusos una entidad viva, símbolo de la inquietud, el movimiento

y el dinamismo del alma. Boratynski afirmaba que la voz de la naturaleza es sólo comprensible al corazón. Tyutchev decía: “la naturaleza tiene un alma, tiene libertad, tiene amor, tiene lengua…” Cfr. D. CHIZHEVSKI, Historia comparada de las literaturas eslavas, Madrid 1983, 188-190.

56 P. CODA, L´altro di Dio, 23-24.

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Bulgakov, agitado, metido entre la multitud, experimenta sentimientos de odio y de violencia, el espíritu del Anticristo […]57.

De una manera muy sintética, Bulgakov comprueba en carne propia que la dialéctica hegeliana58, basada en la lucha de contrarios, produce violencia y la violencia no es evangélica. Esto le ayuda a repensar la teoría de la dialéctica hegeliana. Tomando el proceso hegeliano, Bulgakov va a acuñar lo que él llama dialéctica de la antinomia, basada en la contemplación apofática.

Bulgakov propone la dialéctica de la antinomia: «ésta consiste, fundamentalmente, en poner en tensión polar la verdad ilustrada a la fe»59.

Una antinomia admite simultáneamente la verdad de dos aserciones lógicamente incompatibles, pero ontológicamente entre sí necesarias. Ella espera la existencia de un misterio que va más allá, que la razón humana no puede penetrar, pero que es actualizado y vivido en la experiencia religiosa. […] Mientras es exactamente contraria en el caso de contradicción lógica.

En 1907 Bulgakov fue elegido diputado para el parlamento ruso por el partido socialista cristiano a la segunda Duma. Allí protestó enérgicamente tanto contra los actos terroristas como contra la pena de muerte ejercida por el Gobierno. Al año siguiente fue providencial para nuestro autor el encuentro con un monje que le recibió como el padre al hijo prodigo que nos narra el evangelio de San Lucas; recuperó su confianza en Dios y volvió a la Iglesia. El año 1909 destaca por la publicación de Veji (Hitos): todos los autores que contribuyeron a la publicación de este simposium (Berdiáev, P. Struve, Trubetzkoi, etc.) se defendieron contra el materialismo de la inteliguentsia rusa y contra el ateísmo incivilizado, carente de crítica, que se asumió a partir de Belinsky60.

En este mismo año, por la muerte de su hijo, de apenas cuatro años, descubre nuevos horizontes a su experiencia de fe: «la sabiduría de la cruz». Además de la muerte de su hijo, otra de las experiencias de sufrimiento de la vida de Bulgakov será el exilio, cuando en París verá como en su tierra natal se va extendiendo el ateísmo marxista61.

57 P. CODA, L´altro di Dio, 32-33.58 Esto también es evidente en lo que historia ha conocido como la izquierda hegeliana, con tanta

influencia en Rusia.59 Ibid., 68.60 Cfr. N. GORODETZKY, The humiliated Christ in Modern Russian thought, 19.61 Lo vemos en su oración del día 15.XI.1924: « ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo estarás

enojado con la tierra rusa? ¿Para qué la has abandonado a la vejación y depravación? ¿Por qué soportas el poder satánico de los ateos? Tú conoces la fragilidad de la naturaleza, Tú sabes, que la capacidad de aguante humana es limitada. ¿Por qué dejas a la serpiente tentarnos más allá de nuestras fuerzas, por qué nos dejas hasta la caída inevitable? Todo el pueblo, todos su hijos son privados de la fe, sus almas se corrompen en su más tierna edad, se vuelven cachorrillos. Pero ¿son acaso ellos culpables? Esto es la muerte, muerte en vida, la cual es mil veces peor que la muerte física. Siendo Tú Todopoderoso, por una señal de tu voluntad podías afligir al profanador, pero Tú tienes paciencia con ellos. Nabucodonosor con bastón de hierro afligió duramente al pueblo, y nosotros, los padres, hemos tomado este bastón de hierro, este es el reinado de la muerte, en el cual, de igual manera, nacen los niños, enviados por Ti…al infierno terreno.

Oh, Señor, Señor, perdóname los gritos de mi corazón. Yo sé, qué es lo que quieres de mí: Tú quieres una conversión sincera, auténticas lágrimas y dolor por mi patria, la cual, culpablemente, olvidamos. Tú quieres una auténtica oración con lágrimas por la salvación de Rusia, y la oración siempre es escuchada, y mientras no hagamos esta oración, continuará la agitación, la mentira, la frialdad y nuestros interrogantes. Tú eres bueno y todopoderoso, que se haga tu voluntad.» S. BULGAKOV, Dnievnik dujovnyi, Moskva 2003, 74-75.

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En 1917 fue ordenado sacerdote, tomando parte en el Concilio de Moscú de 1918 que reorganizó la Iglesia de Rusia, para ser posteriormente expulsado de ésta por el Gobierno Soviético, convirtiéndose en profesor de la Universidad de Praga y después Vice-rector del Instituto ruso de Teología Ortodoxa en París.

En 1918 escribe “Tras los muros de Chersoneso” (u sten jersonisa). En este tiempo viéndose tentado de hacerse católico, escribió este libro dedicado a la unión entre la fe y la cultura, la ortodoxia y las otras confesiones cristianas.

En 1923 le expulsaron del país. Se fue a Constantinopla, donde vivió una profunda experiencia religiosa al visitar Santa Sofía. Se interesó por la Iglesia católica. Escribe San Pedro y San Juan. Los dos primeros apóstoles, asombrosamente desarrolla la idea del «papismo», como existió hasta el Concilio Vaticano II, intentando armonizar el primado del Pedro con el de Juan62. En 1925 en París se organiza una escuela superior de teología: el Instituto de Teología Ortodoxa de San Sergio. Se le asignará al padre Bulgakov la cátedra de dogmática. El padre Sergei se introduce en el periodo más fecundo a nivel teológico de su vida.

En 1939 le detectaron un cáncer de garganta que le fue llevando a una muerte dolorosa. En el proceso de su enfermedad expresaba “yo he muerto en Cristo y Cristo conmigo y en mí muere”. La muerte es morir con Él, es revelación de la muerte de Cristo, aunque no todavía de su gloria. Muere el 30 de junio de 1944 diciendo “yo no muero me transfiguro”.

Madre María Skobtsov

Nació en 1891 en Riga y murió en Ravensbruck en 1945, no se sabe si sustituyó a otra mujer seleccionada para el horno crematorio.

Para muchos la Madre María fue un escándalo prolongado. Desmedida en todo lo que hacía. Socialista revolucionaria, casada dos veces, convertida al cristianismo, se mantuvo como intelectual de izquierdas, anárquica en su manera de vestir, fumaba sin parar.

En su juventud siguió el partido de los liberales revolucionarios. La policía sospechaba que su padre escondía estudiantes contestatarios. Ella previno a sus amigos. Su padre murió en 1906, esto conmovió su ser profundamente, a los 15 años acaba el tiempo de su infancia proclama “Dios no existe y el mundo está dominado por el dolor, el mal y la injusticia”. Dio clases en las fábricas a los obreros. Frecuentó los salones literarios de San Petersburgo. Admiraba a Blok el cual le dijo “Si aún no es demasiado tarde huya de nosotros los moribundos”. En los salones conoció la flor y nata de la intelligentzia rusa entre ellos a Berdiaev. Con 18 años se casó.

Poco a poco le fue decepcionando las posturas de la intelligentzia “Siento lastima de los revolucionarios, porque mueren, mientras nosotros no sabemos hacer más que bonitos discursos sobre la muerte. Experimento piedad no por Dios porque el de momento no existe sino por Cristo. Él también conoció la agonía y el sudor de sangre.

Por una derogación del santo sínodo fue la primera mujer autorizada para estudiar teología en la academia religiosa de San Petersburgo.

En 1917 se adhirió al partido socialista-revolucionario, al que consideraba como el partido del sacrificio de uno mismo “donde se reúnen no sin cierta confusión, el

62 Cfr. S. ŚWIERKOSZ, L’Église visible selon Serge Bulgakov. Structure hiérarchique et sacramentale, Roma 1980, 14.

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populismo ruso, con su aspiración a la Pravda y los ideales de la democracia occidental”. En 1918 huyendo del bolcheviquismo regresa a Anapa, donde fue elegida alcaldesa de la ciudad, acontecimiento sin precedentes en Rusia para una mujer. En las luchas entre los rojos y los blancos Lisa recibió ataques de nacionalistas y bolcheviques. El hecho de ser mujer era en sí mismo revolucionario y ocultaba a los bolcheviques sus objetivos antirrevolucionarios.

Se enamoró de Danilo Skobtsov y se caso pocos días después.En 1920 tras la derrota de los blancos deben huir al exilio, que será definitivo, no

regreso nunca más a Rusia.En 1926 muere su hija Anastasia, en el 27 se separa de su marido. En París volvió a

encontrar sus raíces cristianas y a la Iglesia ortodoxa pobre alejada del poder terreno. Aquí comenzó la entrega a los más necesitados. La Madre María se sitúa dentro de una tradición ortodoxa de amor al prójimo vivido y sufrido hasta la locura. Impulsora de la acción ortodoxa.

El 7 de marzo de 1932 se declaró su divorcio e hizo su profesión monástica. Su padre espiritual era Sergei Bulgakov. Vestía el hábito de un viejo monje exclaustrado. Monseñor Eulogio comprendió que la Madre María persona absolutamente fuera de las normas, iba a ser religiosa en el mundo, una especie de diaconisa.

En la calle Lourmel alquiló una casa grande, la que reconstruyó con sus propias manos, haciendo de ella una casa de acogida, se convirtió en un centro social, además de un centro intelectual, donde cada domingo se escuchaba a los conferenciantes, Sergei Bulgakov, Nicolas Berdiaev y otros.

Creó la Acción ortodoxa en 1935. Monseñor Eulogio los bendijo “consagrados a los humildes”.

Comenzó la guerra. Los franceses por miedo a los alemanes comenzaron a perseguir a los judíos. En Lourmel se hicieron fichas de bautismo para defender a los judíos, se ponía una T discreta en los falsos bautizados. La madre María decía el problema no es judío, es cristiano si fuéramos todos verdaderos cristianos nos pondríamos todos la estrella amarilla.

Denunciados por un agente secreto infiltrado en Lourmel, detuvieron a su hijo Yuri y poco después a todos los demás. Al padre Dimitri le ofrecieron la libertad a cambio de dejar de ayudar a los judíos a lo que el contestó señalando su cruz y a este judío lo conoced usted.

En el campo de concentración escribió a Sergei Bulgakov y su familia diciendo “Este es mi estado actual: me someto totalmente al sufrimiento y a lo que tenga que pasarme. Si muero veré en ello una bendición de lo alto. Mi única preocupación es dejar a mi anciana madre…”

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