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BURGO$,LUGAR DE

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,::','::,., UIENES durante años nos he-

- :i:, mos dedicado a la investiga-r::1 ,.r''i: 6¡[¡ del escurridizo fenómeno

OVNI coincidimos habitualmente enuna apreciación: el misterio es unasuerte de rompecabezas del que Po-seemos ya todas las piezas y frente alas cuales, paradójicamente, nos des-lumbramos sin saber por dÓnde em-pezar a montarlas.

Desde hacía algo más de un añovenían recibiéndose en nuestra redac-ción numerosas //amadas de atenciÓnprocedentes de Burgos, insinuandoque en tierras castellano-leonesascualquier avezado observador pod ríahallar algunos de los fragmentos delpuzzle que nos ocupa, y que minucio-samente venimos reuniendo desdehace tiempo. Y asÍ, a finales del mespasado, justo unos días antes de cerrarestaedición, MAS ALLAsugirió que medesplazara hasta Burgos para recogertoda la información posible sobre lasconstantes visitas de Obletos VolantesNo ldentificados sobre parejas tan dis-pares como La Bureba, el Valle de To-balinay Las Merindades. Forzosamen-te quedaban pendientes otras investi-gaciones en el Sur de Barcelona y enValencia. Pero hubo buenas razonespara este cambio de planes.

BURGOS, ¿PIEZA ANGULAR?

Llegué a Burgos sabiendo ya queestos objetos no identificados habíansido vistos alrededor de la polémicaCentral Nuclearde Santa Marade Ga-roña, coincidiendo con avistamientossimilares en la no menos polémicaCentral tarraconense de Vandellós.

Sabía también que poblactonesburgalesas como Villayuda, Barcinade los Montes o Briviesca habían sidoinquietadas por insólitos fenómenoscelestes.Y no ignoraba, asímismo, quela pi'ovincia de Burgos, frente a otrasprovincias ibéricas, estaba sufriendoun inusitado incremento de la actividadOVNI, que ya conta"ba con notablesprecedentes. Sólo un ejemplo: el OVNIque en la madrugada del primero deEnero de I 976 vieron tres soldados dereemplazo que regresaban a la Aca-demia de lngenieros de Burgos, entrelas localidades de Quintanaortuño yUbierna. El objeto en cuestión no sólodeslumbró a sus tres testigos (los quin-tos Manolo Aguera, Felipe Sánchez y

Ricardo lglesias), sino que ademásdejó una extensa zona quemada enunos pastos contiguos a la CarreteraNacional 623. El suceso fue investiga-do por el entonces comandante LIo-rente, marcando un hito en la actitudde las autoridades militares, quienespor primera vez participaban en unainvestigación OVNlcon la prensa.

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Periodistas como Pedro J. RamÍ-rez, entonces enviado especial de ladesaparecida revista La A ctual i d ad Es-pañola,y Ricardo Blanco, de laCade-naCOPEde Burgos, se presentaron enel lugar levantando acta del paso delmisterio. No obstante, lo que este últi-mo difícilmente hubiera podido imagi-nar entonces es que consagraria una

buena parte de su vida profesional a larecogida de los múltiplesenigmas querodean las comarcas burgalesas.

Junto con Paco Ruiz, dela AgruPa-ción Cultural ALKOR, Blanco fue mi«g Lt ía» en las jornaCas de i nvesti gaciónque empleamos en las tierras altas deCastilla. Los resultados, sencillamenteimpresionantes.

^U o, vecinos det puebto burgatés de Cogulloso

humanoides de singulares caracterísficas.

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NOS ESTAN TOMANDO EL PELO

«O nos están tomando el pelo, o...",suelta a bocajarro Blas Martínez, sa-cerdote de Baranda, mientras el equi-po de investigación de ALKOR se dis-tribuye en una de las sencillas habita-ciones de la casa parroquial... Hacíasólo tres meses este cu ra ci rcu nspectoy vivaracho había levantado la liebre

-como decrmos en elargot periodísti-co- sobre un acontecimtento impre-sionante:dos de los seis vecinos de laminúscula aldea de agricultores y le-ñadores de Cogullos haban visto nosólo aterrizar un Objeto Volante Noldentificado sobre un paraje conoc¡docomo La Mata (donde los testigos lle-van la f riolera de treinta años recogien-do leña), sino también cómo de eseOVNI descendan ocho humanoidesde singulares características que enningún momento fueron vrstos regre-sar a la nave, que se asemejaba a una

"bombona de butano sigante".Al matrimonio compuesto por Nec-

talí Saiz Cfali) y Ermitas Rodrígueznotardamos en localizarlos gracias a laayuda de Blas, nuestro nuevo confi-dente. Rápidamente nos percatamosdequeen la memoriade estoscampe-sinos bien entrados en los cincuenta, ycuya única preocupación vltal es eltra-bajo, aún permanece vivo el recuerdode aquello. "Hasta que nos vayamos alotro mundo, eso no se nos olvida-to-

ma la palabra Tali-. Verá, lo primeroquevimosfueron unas luces, como lasde una ambulancia, en rojo y amaillo.Lueg o, aq u e I las I uces se apag aron y vi-mos aquel cacharro, que tenía por lomenos, cuatro metros de altura portres de diámetro...".

Eran alrededor de las 15,40 horasdel 28 de Abril pasado. Ermitas y Tali,decuyasinceridad e inocenciaa la ho-ra de relatar los hechos no puede du-darse, ven cómo un objeto fusiformepermanece sobre un paraje frondosocubierto de encinas, durante algo másde media hora. Justo después, el obje-to cambia bruscamente de posición,colocándose verticalmente sobre lazona de La Mata y descendiendo aapenas -1.500

metros de los dos atóni-tos leñadores.

"C u an d o apag ó tod as I as /uces -d i -ce Tali, visiblemente alterado por el re-cuerdo-, se abrió una puerla por un la-do, y salieron ocho del objeto."

-Ocho, équé? -le interrumpo.-Era gente can brazos largos, pelo

rubio por todo el cuerpo y con la cararoja. Además -añade- andaban abrincos.

C ARR.A§§ü--¿Y recibieron algún tipo de señal

de ellos?-Bueno, movieron los'brazosy no-

so¿ros a ellos también. Además, creoque nos sacaron hastafotos.-

EXTRAÑOS FLASHES

¿Fotos? Aquello sí logró sorpren-derme. Comotambién lo hizo eldetalleque tanto Ricardo como Blas captaronal instante:Tali y Ermitas nos estabanhaciendo de los seres una descripcióndemasiado minuciosa para estar he-cha por unos testigos situados a másde un kilómetro del lugar del aterriz{e.Brazos muy largos, rostro rojo, orejaspuntiagudas y desproporcionada-mente grandes, asícomo pies en for-ma de pezu ña y u na altu ra próxima -sino superior- a los dos metros, eranpartes de lo que recordaban habervis-to ia 1.500 metros del alerrizalel

-No, no. Lo que pasa-se apresuraa detallarnos Tali- es que cuandoabrieron la pueria de aquel cacharro,con la luz de la puerta nosofros /osveíamos como si estuviéramos allímismo".

Y así pareca ser. Los dos testigos in-sistan en que los seres los tenían en-frente mismo de ellos só/o cuando laluz que salia de una pueda abierta en laparte inferior derecha del cilindro in-cidia directamente sobre ellos. Ade-más, el propio Tali mb reconoció luegoque uno de aquellos seres llegó inclu-so a cogerle de Ia muñeca derecha,brotándole desde entonces un dolorque no ha cesado hasta hoy.

Ermitas, por su parte, también sufriólo propio. Durante las noches inmedia-tamente posteriores a los hechos tuvovarias pesadillas en las que creía serllevada a bordo del OVNI. Si a ello aña-dimos la pérdida de visión que los doscónyuges padecieron durante el mes

(( Lo pr¡mero que vimos fueron unas tuces,como las de una ambulancia, en rojo y amarillo.

tcacharro que tenía, por lo menos, cLtatro metros dealtura por tres de diámetro.»

Arriba, a la iz-quierda, PacoRuiz y RicardaBlanco, coordi-nadores de laAgrupación AL-KAR de investi-gaciones para-normales. Aba-io, RicardoBlanco indica ellugar dondedescendié elOVNI en Enerode 1976. A laderecha, lugardonde /os fressoldadosMano-lo Aguera, Feli-pe Sánchez yRicardo /g/eslassupervisan lazona quemadadonde atetizéelplatillo.

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E n puntos geográficos burgateses como La

Bureba, la actividad OVNI ha sufrido un

espectacular aumento, Podría decirse que la nueva

oleada se inició en Noviembre de 1989.

de Mayo, reduciéndose su capacidadvisual a más de la mitad, nos juntamoscon todos los ingredientes caracteristi-cos de un encuentro cercano. Pero,acon qué?

¿ESPECTACULO COSMICO?

Mis dudas eran más que razona-bles. No porque dudase de la veraci-dad de nuestros informantes; todo locontrario. Aquella pareja rural, comomuchosdesu mismo entorno, no parti-crpan de las intrigas de la sociedad ur-banasiendo la mentira o elfraude mo-nedas de rara circulación entre ellos.M is d udas ve n ían por otro lado. S i bien,como queda demostrado en la casuís-tica mundial, los OVNIs no gustan de-jarse ver con detalle, cpor qué en Co-gullos aquella tripulación "tran sportÓ"frente a ellos a unos testigos que esta-ban lejos del lugar del aterrizaje?

Muchos indiciosapuntan aque real-mente nos estamos enfrentando a unincidente de abducción: los recuerdosde la experiencia son fragmentarios.No existe una continuidad lógica en elrelato, pasando simultáneamente deestar a

.l.500 metros de los tripulantes

del OVNI, a encontrarse frente a lapuerta del mismo y contemplar su inte-riorfuertemente iluminado por una luzroja. Además, hallarnos en el relato ca-racterísticas tan típicamente poslab-ductorias como el agotamiento injusti-ficado de ambos los das inmediata-mente posteriores al encuentro («nopodíamos nicon la pieb,, aseguraban),o lasyaaludidas pesadillas de Ermitas.

Sin embargo, el componente exhi-bicionista se marca aún más cuando-sin pudor-, la pareja reconoce que elobjeto regresó al lugar justo veinticua-tro horas des pués: "Al d ía si g u iente (29de Abri l) éste se h ab ía qu ed ado dorm i-do en el camino de La Mata -dice Er-mitas refiriéndose a su marido-. Ymevino aquella lumbrera otravez. Le diie:"Tali, levántate que aquella cosa esfáotra vez aqul'... Se levantó. Erah lascuatro menos cinco. Luego, aquellobajó...,,

La historia -por ilógico que puedaparecer-se repitió otravez, aunque enel segundo descenso los extraños visi-tantes (esta vez siete) permanecieronmenos tiempo entre las espesas enci-nas de Cogullos.Tras ellos-yesto es lomás importante-, haban dejado un

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parale lleno de huellas pequeñas y lt-sas, con u'n gran tacón hundido pro-fundamente en el suelo, asicomo unapequeña parte de la parcela excavada,si n q ue h ubie r a una razÓnevidente pa-ra ello.

Como digo, las d udas se multiplicanante el cúmulo de hechos sucedidosen Cogullos. ¿Qué se les "o/vidó" a losvisrtantes en La Mata? ¿Cuálfue el mo-

tivo exacto de su regreso, un dÍa des-pués de su primer aterriza¡e?

INVAS¡ONES NOCTURNAS

Qutzá, como insinúan algunos in-vestigadores, la clave de todo no estéen los hechos mismos, sino en lazonadonde se desarrollan. Enclavada entrelos sistemas montañosos de Dulla yOjo Guareña,las "rarezas" nunca hanabandonado el quehacer diario de lospobladores de Cogullos o Puentedey.Ahora surgen nuevas personas que,desde hace años, d icen habervisto co-sas similares a las que ahora Tali y Er-mitas han puesto de evidencia en lacomarca de Las Merindades.

Lo cierto -alavezque sorprenden-

EÍ@E;

Sobre esfas líneas, supuesta huella del aterrizaie de un OVNI. Abaio, huellasimilar del aterrizaie de un OVNI encantrada en Argentina.

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aricruz desarrolló facultades de tipoparanormal y comenzaron a ser frecuentes lasaparicione¡s de seres de pequeña gstatura y cráneovoluminoso que se pasean a sus anchas por lacasa.

te-esque en otros puntos geográficosburgaleses como La Bureba la activi-dad OVNI ha sufrido un espectacularau mento. Pod ría deci rse, casi si n temora equivocarnos, que la nueva oleadase inició en Noviembre de ]989 enBarcina de los Montes, cuando el con-ductor Orestes Lezcano vio desde suvehículo un objeto de al menos 500metros de diámetro. "Era grandísimo

-declaró a la prensa burg alesa-,teníaformade ojo,y entre la parte superior ei nferior había u n a h i I e ra d e al go q ue re-cuerda aventanas de un tren". El casose complica cuando averiguamos queesa misma noche, en Briviesca, el do-micilio de Maricruz Turrientes -un

ama de casa de 43 años- fue literal-mente invadido por luces y sonidos ex-traños: "La primera vez que nos pasóalgo -dice Maricruz- fue a las dos dela madrugada, cuando mi marido y yonos desperfamos oyendo unos ruidosen la cocina como si alguien estuvieraabriendo cosas. Nos levantamos-continúa- y encontramos la puertadel balcón y de la cocina abiertas. Ce-

CA.RRA§,qÜrramos. Pero mi hijo pequeño comen-zó a llorar diciendo que había un OVNIen el balcón."

Desde ese momento, nadafue igualen la vida de Maricruz. AI parecer, ysiempre según su visión subjetiva delos hechos, desarrolló facultades de ti-po paranormal, y comenzaron a serfrecuentes las apariciones de seres depequeña estatura y cráneo volumino-so que se pasean a sus anchas por lacasa, exam i nando esporád icamente aMaricruz y a sus hijos. Un caso que, sihubiera que juzgarlo al margen de lacompleja fenomenología OVNI de lazona, pasaríaaser uno más de los queen torno alfenómeno de los "vislfanfesde dormitorio" están apareciendo ennuestro país (y que se documenta am-pliamente en estas mismas páginas).No obstante, los avistamientos de pla-taformas triangulares desde Diciem-bre de 1989, así como la multitud deotras experiencias con Objetos Volan-tes No ldentificados, convierten su vi-vencra en algo digno de estudio.

¿OUE PASA EN BURGOS?

El repertorio de información insólitarecogida por ALKOR es abrumador.Casos sorprendentes como el vividopor Ios propios integrantes de estaAgrupación Cultural en .1982 en Ba-rrios de Colina, donde vieron emergerdel suelo de un campo de cultivo unamirada de diminutas esferas lumino-sas, se complementan con avista-mientos más recientes de luces noidentificadasen Escaladael pasado 1 6de Agosto. Varias parejas acampadasallífueron testigos de las evolucionesen zig-zag de una esfera de luz en laverticaldel río Ebro.

Sólo dos días después pude -denuevo gracias al destino, ¿o deberiallamarlo ya de otra fo rma?- recoger laextraña vivencia de siete automovilis-tas (con matrículas de Burgos, Ponte-vedra, Barcelona y Castellón) quemientras suban a visitar el Santuariode Santa Casilda, al lado de Briviesca,se encontraron con dos hombres depielverdosa que descendían por la es-trecha carretera que conduce a estepopular centro religioso. En torno a es-te caso, en el que ambas figuras pare-cen trasladarse repentrnamente de unpunto a otro de lacarretera, al igualqueen los sucesos de Cogullos, es el factorespacio el q ue reviste mayor polémica.

La premura de esta información im-pide que ofrezca mayores detalles so-bre estos incidentes inmediatos. Decualquier forma, este cronista regresade nuevo a Burgos para continuartrasla pista de las últimas manifestacionesde un fenómeno que está, indudable-mente, vivo.

Javier SIERRA

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A la izquierda,Nectalí Sainz(Tali) y ErmitasRodríguez, conel cura de Ba-randa, BlasMartínez. Abajo,Maricruz Tu-rrientes, entre-vistada pornuestro enviadoespecial.

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eaffixhisds rad§*e§mneste. Les en:*{*estes {$e $pár***r.r pa}**§§*a dermtxestrer! qa3§

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estemss s*ey:do v§sitedcs §lsr §:&§ses m§i*nígena§" Le prclglla cs¡rmq¡q:§qier<i

-.-... científ*ea ha smodifiead<¡ radica§*xxemte sL! $x*§qess¡e y heay *st¡xd§a dese§e §m*

, -. '' . - .- más rrar§ada* dis*iplin&§ §{.¡ €§emeüa. ffista invext§g**¡*r¡ s¡t¿¡§t§d§s**p§imar, *¡rtersbargo,yesr*tra tro que pud§sr& pareser, m* hs pcs'at:§tic*e>*§ar!§ñeer*§r:'¡§ster§ev"&mtes fulex'4, §as

hipótes§s eier¡tífieas paneia§es p§amteam §1&"§evñs irat*rrogamtes. Fer* €§& §x3 *s irt É:mpcrt¿t?t*.Lo que realmente interesa es qete por fin existe ecn*iene ia de§ asxclto y mmdae smee§;mman:emt*informadc¡ eská en ecndBeiocae:¡ e§e nesar su cx§*t**:c§m" &§&§ &LL& es c*msc*er¡te de e§§* y pean

esa razér¡ deeidió afre¡ntarelretCI de §mfor"r*ar'& sexs §cctones smhr* §* situ¡ae*sm aet**§d* *c}r4*"xe

ha venido denonli¡'¡ándCIse ds rd"§&nar& gex"r*riea oue§f*m*mer¡c¡ *Vf'§X*" {.}r: equüpc de §*eric}dñs-tas e innestigadgres, ee¡e¡rd§made¡s p*r'r*a.r*stro *e>mpafien* Jev¡en $ierra, ha pe{arad<* *§ rffiurxde}

para Boder ofreeen !a r*ltin¡a h*ra" Yer:ga fa *ega*rüdad, querido lectsr, de que ticme §*§'1 §iL§s s§t&-

nos e! producto de un trebajo imáe*sc y r§grxrwsc> qese m&§ §ra §§ev*dq¡ a vaa'ie)* pafse* y que ns§perrnite ahora darle respuesta a mueheas de §as ix'rtenr*gamtes e¡a*e durante astss §:am estae$&

haeiéndose quienes se interesam p&r e§ asur¡to" M* c*r¡**em*s mimgum tnafualo de ñmrrest§ge*

c!ón ufológiaa de mayorentidaet quee§qex*aha¡r¿* §eofree*nm**" Fsrsa.e su*cstc,x*stoxter§*egotami mi¡ghs tr¡e§",&§. §é§e¡ abr* mL¡c\r&§ !nterncgante* que m*s*tras et*'§p*§effi?s* aBrora misrns ainvestlEar.

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