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EDITOKTAL

RENACERODOaniversariosuponelaculminacióndeunciclocompleto,en elqueprincipioyfinaeencuen-tran de nuevo. De hecho, el final del año se da cita aquí pa ra dar paso a uno nuevo, Heno§ pues,ante nuestro aniveroario, el de esta redacción y e! de vosotros, leetores fieles, que nos habéis se'guido desde el número uno oque os habéis venido incorporando a lo largo de nuestra andadura.Estas eon lao razoRes por Ias que MA§ ALLA, leios de languidecer, se renuerra gon cada doce me-gea, siempre diferentes y siempre iguales..

Peioa lafestividad dounanivbrsario-loshaydetoda layaycondicién-tenemosqueaña-dirle gue para nosotros, lectores, colaboradores y redactores, sea iuetamente el te¡alro; un número tan car-gado üe simbolismo. Todo el chamanismo, la forma religiosa y m_áSica más antigugy primigenia dela Humani'áad, está impregnado del número tres en sua rituales: tre§ son lag nochee o los dlas que elchamán-neceoitapará introdu-cirseen los infiernos, reconquistaralalma extraviada yyolvera lavida;treooon laetinicblasguelaLunatienequeaguardarantesdeyolvorbrillanteante nuestrosoioE;altercerdla reoucitéCristo. El eignificadode tales exfresiónes es harto familiar para todo§. Pero, además, d_e glado o 9o¡.tuerza,.eotamos abocados allercermileirio,tansobradamentecargádodebu€nasesperanzas;findeunmundoynacimientodeotronuevo,enelquetantá¡profeclashancentradosuatencién.MA§ALLA,deedesuscomienzos,giomprehizovotosparad advbnimiento-de ecte futuro, Bien está renovarloo ahora en que coinciden tantas cosas en nue§tra concienciay en nuesüra pegueña historia.-

óEsaáoéotracaeualidadquo,a loyadicho,elterwraniversariodelarevi¡taseoonmemoreconelmeey número de Febrero? En este üeñpó, h Éaganidad pre-criotiana yluego el criatianiamo exalta el ritual de laeóanOelas. En el miüo griego o romaño, Peraéfone o Proeerpina hablan quedado momentáneamente atenaza-dagen el infierno,coñlo ñ semilla que poresteüempoyace«muetta»on elsenodelatierra;por-eso, salhn lasgpntesen proceiiones nocturnas, óonousantorchás,buscandoelesplritu inmoltal secuestradoen laprisiónácr¡ra v á h parátisis del inviernb. La Virgen de h Cándelaria ha perpetuado esta radicién en la crist¡andad'Asítambién nosotrosn con nueotra revieta, como con uná antorcha.

stoff

LOS HUIDIZOS OVNIS DE SAN IGNACIO DE LOYOLA

Seguir la pista a retazos ufológi-cos del pasado puede resultar, en

no pocas ocasiones, una tareainitante. A finales de 1988 un in-vestigador y amigo bilbaíno, JoséLuis Barturen, nos puso sobre la

pista de algo verdaderamentesorprendente. En el santuario deSan lgnacio de Loyola, en la capi-lla dedicada a Franciscode Borja,se conservaba un extraño manus-crito de este último dirigido a un

comerciante (otros dicen que al vi-ney de Nápoles), y fechado el 3 de

Mayo de 1 565, en el que se apre-cian claramente tres formas ovoi-dales que, según la persPicacia

del propio Barturen, podían ser in-terpretados como OVNls. Sea co-mo fu ere lo cierto es que el rotativo

vasco Dera publica la noticia de losnOVNls, dibujados en un manus-crito de Francisco de Borja a todapágina, y la polémica se disPara

rápidamente. Los incómodos cu-riosos deturno comienzan a visitar

José Luis Barfuren que "descubrió" tos "OVNts" del manuscrito de Francisco de Borja posa iunto aldocu m e nto h istóri co m an iP u lad o.

el santuario jesuita murmurando dodocumento,ylasdivagaciones Seacomofuere,unacopiafoto-

cosas sobre lbs QVNls del precia- molestan a propios y extraños. gráfica del manuscrito llega al pa-

ÉEUaj

o Para sorpresa de propiosy ex-traños, acaba de publicarse en

nuestro paÍs la última novela de§idney §heldon titulada La Cons-pi ración d el J uicioFlnal Lo que es-te texto tiene de especial, a dife-rencia de otros de este autor debest-se//er, es que su argumento(donde las desapariciones decientíficos en Gran Bretaña cen-tran buena parte de la obra) acabadesembocando en eltema OVNI.

Sheldon -además- reconoce en

un anexo al final de su novela que,

buena parte de los datos ufológi-cos contenidos en ella son riguro-samente auténticos. A saber: losavistamientos de OVNIs por parte

de astronautas de vuelos como el

Gémini7 o el Apolo 71, los regis-tros de voces,,no terrestres» cap-tados por la tripulación de la nave

Mercury, los misteriosos «avione§

fantasma, sobre la Suecia de1 933, así como decenas de tópi-cos ulológicos más. En resumen,

un lhrl/erdonde datos estremece-doramente reales como la des-aparición de veintitrés cientÍficos

británicos en seis años, o los con-cernientes a experiencias OVNl se

mezclan con la mástrepidante de

las ficciones bajo la magistral plu-

ma de Sidney Sheldon.r Quienes a menudo investigan

dentro del fenómeno OVNI lo sa-

ben. No es nada fácil recuperarmaterial gráfico que atestigüe la

existencia de un suceso anómalosobre los cielos de cualquier rin-

cón delpaís. Recientemente MAS

ALLAobtuvo una de esas extrañasinstantáneas del pasado, obteni-da el pasado 9 de Noviembre de

1990 sobre la isla de Las Palmas..A sr,inple vlsfa -nos narraba re-

cientemente Jesús Artiler vl cd-mo una nube de color muY fuerte,

segulda de unas esferas peque'

ñas, permanecía durante más de

mediahora sobre elCamPo lntennacional de Maspalomas. Por§uerte, un amigo mío que üabaiapara un laboratorio fotogrático lo'g ró tom ar u na i nsfantdnea de/ 0VN/con su cámara., Y, efectivamente,

la Minolta X-300 delanónimo (Por

voluntad propia) amigo de Artiles

registró tres instantáneas del fe-nómeno que nuestro confidente yun compañero suyo muestran a

nuestra redaccién. "Da la casua/¡dad*concluye nuestro testigo por

último-quea /as 4, 30 o 5,00 de esatarde vimos un avión militar dando

vuelfas en círculo sobre la mismazona en la que habíamos estado

viendo elOVNI...,.. Llegan ahora hasla nuestra re-dacción noticas sobre una desco-nocida oleada de círculos que,

durante el pasado mes de Agosto,

EEqa

Jesús Artites muestra el documento gráfico sobre OVNIs

Santuario de San lgnacio de Loyola.

dre lgartua, de la Universidad de

Deusto, y éste, al contemplar los

extraños dibujos del santo ytradu-cir eltexto, se muestra perplejo al

comprobar que la carta uno dicenada» y que los dibujos tal vez fue-ran una especie de clave secreta

entre el autoryel receptor de la mi-siva. La cosa no queda ahí, ya que

entrados en plena polémica, laca-pilla de Francisco de Borja se cie-na al público, impidiéndose queIos curiosos vayan a contemplarcosas raras en manuscritos anti-

Javier SIERRA

guos. Y pasado un buen tiemPo,ya en 1900, los jesuitas decidenponeren orden el santuario, refor-marlo por dentro, y redisüibuirto-dos los legajos históricos que

contiene. La sorpresa vendrácuandoel 31 de Jullo de 1 990, tras

la inauguración de lannueva,casa

de San lgnacio de Loyola, el Polé-mico manuscrito vuelve a ser ex-puesto, pero en esta ocasión ilosnOVNls, no aparecen dibuiados

en eltextol

Es dificil dar crédito a semeiante

manipulación histórica, Ya que, en

esta ocasión, unos dibujos cuya

interpretación resultaba incómo-

da para sus propietarios, ha pro-

vocado que -y ahÍ residen nues-

tras dudas- o bien el documento

se retocase, o bien se sustituYese

por una reproducción que obviara

incluir los molestos tres *OVNls,(dibujos que, dicho sea de paso,

han sido también interpretadospor «especialistas, más ortodo-xos como coronas heráldicas).MAS ALLA no desea enfrar en po-lémicas sobre la naturaleza de lorepresentado en este manuscritodel siglo xvt, pero pone sobre el ta-pete una evidente manipulacióndocumental de la que, de momen-to, no se ha informado al público.

ÉEq

a carta de Boria hoY.

aparocieron a lo largo y ancho deltenitorio canadiense. La primera

de estas insólitas formacionesapareció en Lethbridge el 2'l deAgosio. Fueron cuatro oirculos,tres de los cuales estaban unidosentre si por extraños «Pa§illos»

abiertos en el trigo. Una semanamás larde, una lormación Prácti-camente idéntica apareció enOkotoks, ceica de Calgary. Y a és-tas les siguieron lormaciones más

compleias en Coalhursl, cerca deLethbridse, donde aparecieron en

una misma jornada hasta sietecírculos, conectados entre sÍ Porlos mismos extraños Pasillos, asÍ

como por otras formaciones me-nores en lormatriangular. Para Mi-chael Skainic, investigador cana-diense que lleva a cabo un estudiode estas lormaciones, los cÍrculosaparecen coneciados con ano-malias de otro tipo como fenóme-nos electromagnéticos provoca-

dos por agentes desconocidos,luces en los cielos asÍ como extra-ños sonidos de procedencia no

identificada.

. Entre las muchas novedadesufológicas que el recién finali¿ado

año de 1 99 1 nos ha otrecido, está

la de la renuncia de la célebre ab-ducida norteamericana Betty H¡ll

a hablar de OVNIs en público.Después de que ella y su maridoBamey fu eran llevados a bordo deun OVNI en 1961, la experienciade los Hillse convirtió en el caso deabducción por excelencia. Movi-do por la resonancia internacionaldel caso, la propia Betty se empleéa londo desde 1966 a la divulga-ción de la autenticidad de estasexperiencias. Sin embargo, afina-les de 1991, la cétebre abducidadecide abandonar elterreno de ia

divulgación ufológica. Asu despe-dida añadió unas sorPrendentesdeclaraciones en las que asegu-raba que su encuentro con los ex-tratenestres no fu e algo casual, si-ñ0 QUe nellos, programaron todominuciosamente. Añadió que ellano renunciará nunca a defender laautenticidad de loquevivió, yaqueese solo episodio cambió radical-mente su vida; no obstante, califi-

có toda su vivencia de naterrado-

ra,. De hecho, también en 1991

otro célebre abducido, el novelistatltlhiUey Strieber, decidió retirarse

de lacampaña públicaque estabarealizando sobre los OVNls, ase-gurando que lo hacia no como unarenuncia a la realidad de sus ex-periencias, sino como desPecho a

lo mal que le había tratado la co-munidad de investigadores ufolÓ-gicos norteamericanos.c Acaba de publicarse en EE.UU.

una impresionante monografia de

Jenny Randles titulada From Out

ti¡eBIue, en laque detallatodos lospormenores de un caso realmenteclave en la historia reciente de laufologÍa. Randles se refiere a toda

una serie de extraños incidenlesque tuvieron lugar en las cerca-nias de la base militar britanico-norteamericana de Bentwaters,en Gran Bretaña, en las navidades

de 1 980. Según variostestigos militares, un OVN| permaneció du-rante tres dias estacionado en el

bosque de Rendlesham, y unida-des de la base relerida establecie-

ron contactos abiertos con susocupantes durante ese período detiempo. En From Out the Blue,Randles completa un libro anteriortitulado SkyCrasñ, enkevistando anuevos militares que participaronactivamente en este asunto, y quecon posterioridad a estos aconte-cimientos lueron destinados a ba-ses militares alrededordel mundo,con objeto de dispersar las evi-dencias de este contacto con ex-traterrestres. La historia incre-menta su fascinación cuando sedescubre que una auténtica olea-da de OVNls fue vivida intensa-mente en España yen otros países

meditenáneos en esas mismasfechas, y que durante esos mis-mos díras en Texas (EE.UU,) tuvolugar un exkaordinario encuenlroen el quelres testigos fueron lite-ralmente qüemados por la proxi-midad de un 0VNl, que iba escol-tado por varios helicópteros mili-tares. El caso que analiza Randles,pues, no puede ser más fascinan-te y revelador, y ahora comien-zan a unirse todos los hilos.

JavierS|ERRA

ABDUCCIONES EN LA URSS

Recientemente, la nFundaciónlntrusos, que dirige el investiga-dor neoyorquino Budd Hopkins, yque está consagrada a la investi-gación del enigma de las abduc-ciones, ha sacado a la luz un infor-me de Antonio Hunéeus en dondese hablaen detalle, porvez prime-ra, de casosde abducción en layaantigua Unión Soviética, La pro-blemática que presentaba el ac-ceso a información soviética porparte de ufólogos occidentales haido progresivamente desvane-ciéndose, permitiendo reciente-mente el acceso a documentaciónde primer orden de casos ocurri-dos en tenitorio soviético. Segúneste informe de Hunéeus, el pri-mero de los relatos de abducciónrecogidos tuvo lugar en Junio de1975 en la ciudad de Boriso-glevsk, donde el tenienteV. G. Palt-sevvivió un encuentrocontres hu-manoides quevio dentro de un ob-jeto eStacionado cerca de la ca-netera. Según Seryei Bulanbev,el oficial ,,estaba asustado y tratóde aproximarse alobjeto, pero

cuando la distancia se reduio a

veinte o veinticinco metros, sinilóque tropezaba con algo pareci'do a u na pared i nv isibl e, así que pu-

do v er el objeto pero no pudo av an -zarmás". Lo siguiente que recuer-da el teniente Paltsev es cuandovio elevarse el objeto en el aire, de-jando tras de sí una de las secue-las más caracterÍsticas de los re-latos de abducción : el tiempo per-

dido, que, en el caso que nos ocu-pa, ascendió a 45 minutos en losque el testigo no recuerda ni re-motamente dónde estuvo.

Este tipo de incidentes, recogi-dos sobre todo por el profesor Félix Zigely su grupo moscovita deinvestigación OVNl, muestran unavez más la universalidad delfenó-meno abducción. lmpresión estaque, muy recientemente, confir-maba la revista Sputmk(el equiva-lente al Beader's Drgesf nodeame-ricano) donde se afirma que el Dr.

Markililchiker ha investigado unadocena de casos de abducción enla ex Unión Soviética. nEl más in-

creble de estos casos de confactoextraterrestre -afirma Milchiker-tue u n encuentro de el conducto rV,P. B, cerca de la villa de Polushino.,Los hechos tuvieron lugar a finalesde Julio de 1980, cuando variosseres extraños estudiaron al ab-ducido con la ayuda de un objetoen forma de anillo que colocaronalrededor de su cabeza,.. Comoresultado, el conductor olvidóprácticamente el asunto, pasandoa posterioripor un período de es-trés generado, con casi toda se-guridad, por el shockdel encuen-tro.

Del trabajo de Hunéeus se des-prenden interesantes datos comoque un amplio porcentaje de ca-sosdeabducción corresponden amilitares del antiguo Ejército Rojo,destacando entreellos el último deestos incidentes que tuvo lugar enMayo de 1 988. Un Mayor de la Ar-mada, destinado en Tiblisi, la capi-tal de Georgia, fue sorprendidopor el súbito aterrizaje de un OVNIde forma oval. Mientras trataba dehuir del lugar, nalguien, le cogió

por detrás y le inhodujo en el inte-riorde la nave. En ella pudoobser-var cómo una serie de pequeñas

criaturas uniformadas le sometianatodo un chequeo médico. n.. Meencontré tu mbado sobre u na mesnabsolutamente inmoviliado 4e-clará este oficial-, rodeado poresas criaturas. Me enladé mucho.Me cogieron otravezy parecía queesfaóan intentando hablar anmi-go. No pudo repeú?sus sonldos.Ento n ces entró un a n uev a criatura.Articuló un sonido y el resto de ellasme dejaron solo (...). Lo siguienteque recuerdo es que mié mirelojde pulsera y eran las 9,50 de la ma-ñana, así que creo que estuve den-tro de la nave unas dos horas. A/ d,,?

siguiente <oncluye- me exami-né para tratar de encontrar sínto-mas de radiación, pero no los ha-ilé.,

Como concluye Hunéeus en sutrabajo, «nada es demasiado ex-traño en el mundo de la ufología,bien sea en Rusi4 en /os EstadosUnidos o en cualquier parte delmundo".

n!I

i:

- r,--1 Oeroro6o¡ rtüasla tr[rial m aa.tttat¡(t.

att ora.ia8a (r ¡ltrrria'otrol otr¡r¡t¡¡r¡ ¡¡Íro - Ítyoofl {cüt^r.

Á

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o Somos un pequeño grupo de amigosoue lleva estudiando los fenómenose'sotéricos desde hace bastante tiempo.

Qreremos expandirnos hacia otros gru-pós para así poder conocer algo más so-

bre [a materia que nos ocupa. Por ahorasólo somos tres personas, pero espera-

mos incrementar la cantidad de inte-erantes. Nos hemos llamado G.l.E.iG*po de Investigación Esotérica).'

Iaime Gre laGónzález. c/ Huerta delObispo, 10, 5.'E. 11008 Cádiz.

o Estoy interesado en el tema del curan-derismo, operaciones astrales y chama-nismo. Me seria de gran utilidad espiri-tual conectar con alguna de estas perso-nas con poderes, tanto de España comodeI extránjero, y sobre todo aquellosque lleven a cabo su laborde forma prác-tíca.

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Edificio G-A, 4,' N. Granada.

-a-i Soyestudiante de COUyme gustaríaestablecer contacto con gente intere-sada en parapsicología, OVNIs, civili-zacioneíperdidas, enigmas arqueológi-cos, profecías apocalípticas, temas rela-cionados con [a catastrófica situaciónecolóeica oue estamos viviendo v sobrela belliza de nuestro planeta azui. ¡Ani-maros!

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Te esperamos.Már Rodelgo. c/ Escosura,19,baio

G.28015 Madrid.

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Begoña Murgoitio. Caserío Arroita-ble. Bánio Mioia. Elorrio (Vizcaya).

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Contactar con Pedro: (91) 459 10 30(noches).

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iunio de 1990, me gustaría que me escri-bieran.

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o Desearía llevar a cabo una investiga-ción rieurosa sobre Ia experiencia cer-cana ala muerte (descritá por Moody,Ring, Kübler-Ro.ss, §ab9m, etc'), así

como experlenclas slmilares. Agrade-cería a todas aquellas personas que hantenido experieñcias súblimes y a los es-

tudiosos áe las mismas, tuvierán la ama-bilidad de llamarme o escribirme a la si-

euiente dirección:' Iavier Puerta Velasco. General Par-

diias,97,3." izqda. 28O06Madrid' Telé-fono (91) 26219 57.

o Me llamoJuan M., tengo 34_añosyouisiera contáctarcon personas de cual-quier lugar de la Madie Tierra, sin dis-tinción de edad, sexo, religión u otra pe-culiaridad oersonal. Me interesan todoslos temas i¡ue trata la revista, especial-mente la interrelación del hombre conla Tierra y el Universo, la parapsic-o-loeía, el ocultismo, espiritismo, uf'o-lo[íay todo Io relacionado con la evolu-ción espiritual.

ON Jaime era considerado,desde hacía algún tiempo, unhombre un poco extraño; no

era exactamente un loco, pero su con-ducta no era lo que en un pueblo seconsidera normal.

Ese día, cuando le vi llegar por la en-trada principal del hotel, me apresuré asalir a saludarle, pues estaba dispues-to a enterarme del porqué de ese cam-bio. Quería saber qué fue lo que pasópara que este hombre cambiara de undia para otro y se convirtiera en unapersona retraida y con una expresiónpermanente de tristeza en el rostro.

Contestó a mr saludo de forma d¡s-traída. Caminó hasta el bar y se sentóen la mesa de siempre atomarsu café.

Me acerqué, pedípermiso parasen-tarme y luego, sin rodeos, le pregunté:

-"Don Jaime, cqué pasó aquel diaen el hotel para que usted cambiaratanto?"

Me miró durante un momento. Con-tinuó con su café y su cigarrillo, y luegome dijo:

-"Vamos a mi casa, allipodremoshablar mástranquilos. Hay una condi-ción: usted como periodista deberáhacer que todo el mundo se entere delo que le voy a contar sin cambiar unasola palabra."

Ya en su casa, y sin ningún preám-bulo, como deseoso de qu itarse un pe-so de encima, comenzó de inmediatosu relato.

-"De lo que pasó esa noche no me

50§

he repuestoaún,ycreoque no lo logra-ré en mucho tiempo. Los empleadoshabíanterminadodedarlos últimos re-toques a ladecoración del hotelyyofuia ver si estaba todo a punto, ya que aldia siguiente era la inauguración.Cuando me iba recordé que no habarevisado aún la sala de fiestas, dondese realizaría la cena de gala. La recorrícasi hasta la mitad, sintiendo algo muyextraño a medrda que me alejaba de lapuerta. Era como un sonido muy agu-do pero de miltonos distintos. Al princi-pio measusté pensando en algún falloen las tuberÍas de agua o gas, perocomprendí que eso era imposible, ycomenzó a picarme la curiosidad.

Sobre el mismo piso de baldosashabían colocado una gran alfombra, yalgo en ella me llamó la atención; eracomo si por zonas cambiara de color,como si una capa negra, a veces roja,otras azul, pero siempre transparente,cubriera el verde de la alfombra.

Me agaché para ver mejor y, conasombro, comprobé que eran millo-nes de puntos que se movian rápida-

mente de un lugar a otro, pero siempreformando grandes grupos.

LOS BIDIS:SERES BIDIMENSIONALES

Los observé con mucha atención ypude darme cuenta de que se tratabade seres, seres vivos, bidimensionales:LOS BlDlS, que eran largos y anchos,es decir, carecían de altura.

Su vida duraba pocos minutos y suvocabulario era tan elemental que en-seguida pude entenderles. Sus cuer-pos estaban impregnados por unaemanación energética, especie de au-ra, que pude detectar variaba de color.Estos colores eran blanco, amarillo, ro-jo y negro.

El colorazul significaba el estado ha-bitual de estos seres;el blanco, evolu-ción espiritual;el rojo, significaba vio-lencia; el amarillo, falsedad, hipocresíay egoísmo;y el negro, odio extremo.

El color negro, mantenido duranternucho tiempo, comenzaba a producir

At entrar en et salón vi cómo en la atfombragrandes capas transparentes de puntos móvilesde distintos colores se desplazaban. Me acerquéintrigado y comprobé atónito que se trataba deunos seres bidimensíonales llamados «bidis».

Aquetlos seres bidimensionates, los obidiso,

morirían aplastados al día siguiente por losde los comensales de la fiesta si no se

marchaban. lntenté comunicarme con ellos para

salvarles la vida.

en los individuos una serie de trastor-nos fisicos que les hacían enfermar y,

en algunos casos, hasta les producíanla muerte.

Cada cual entend a las Palabras quepronunciaban sus semejantes inter-pretadas y filtradas a través de su pro-pio color o estado. Por ejemplo, mien-tras la palabra ADELANTE significabaánimo oaliento para un blanco, un azulla interpretaba como orden de cami-nar, y la misma palabra Para un negrosignificaba dar muerte a sus enemi-gos.

Lamentablemente, los colores queemitían solamente se podan ver des-de arriba y, por tanto, sólo seres tridi-mensionales podiamos apreciarlos.Su bidimensionalidad les imposibilita-ba el poder ver desde arriÓay, por tan-to, ellos no percibían los colores.

Con mucho cuidado acerqué mr oí-do a la alfombra y me puse a escuchar

con atención.Hablaban de los castigos de Dios Y

de las causas de esos castigos. Co-mentaban que únicamente cesarían si

se lograba acabar con los enemigosde Dios. Los CURVALANTES DE OC-CIDENTE se encargarían de combatirdefendiendoelAMOR DlVlNO, que erala salvación.

Algo inquieto fui hasta la otra man-cha y decían lo mismo, salvo que estavez los defensores eran los CURVA-LANTES DE ORIENTE y, yendo demancha en mancha, supe que habíacinco grupos de defensores de Dios yque, apartede losya nombrados, eran:los CURVATRAS DEL SUR, los CUR-VATRAS DEL NORTE y los RECTILI-NEOS.

HISTOR¡A DEL UNIVERSO BIDI

Logre localizar una escuela donde

un maestro de los CURVALANTES DE

OCCIDENTE narraba a sus alumnosalg unos pasajes de su historia pasada:

-"Durante muchos milenios estuvi-mos en completa oscuridad y aprtsio-nados, hasta que un día, con muchoruido, muede y destrucciÓn, todo co-menzó a dar vueltas.

Cuando aquel período maldito -elPeriodo del Espiral- terminÓ, apareciÓla luz. No sabíamos de dónde venía niqué era, pero allíestaba y aÚn está.

Podíamos ya comunicarnos con to-da facilidad y era más sencillo encon-trar comida, pues al no estar aprisiona-dos podíamos desplazarnos con máscomodidad.

Todo iba bien hasta que los BlDlS,comenzamos a querer más y más te-'rreno. Quisimos tener más comida dela que necesitábamos y comenzaronlas discusiones.

Asítranscurrieron nuestros días, en-tre disputas y peleas, hasta que un dLa

los dioses empezaron a castigarnosperiód icamente. Los g randes catacl is-mos se sucedían a intervalos fijos y enlugares equidistantes a todo lo largodel universo BlDl.

Esos dioses traieron la destrucciÓn yla muerte. Milesy miles de bidis murie-ron. A pesar de todo, seguimos discu-tiendo y luchando los unos contra losotros, porloque losdiosescontinuaron

cast¡gándonos. Ahora se han deteni-do.'

Muycerca de aquífue el último. Hoyiremos a verlo y rezaremos a Dios paraque nosayude, pues eldeberde los ni-ños es orar hasta que tengan la edadsuliciente y puedan ir a la guerra a de-fender la VERDAD."

Todos comenzaron a moverse yluego se pusieronia rezar junto a unade mis pisadas. Entonces me llené dehorror. Mis pisadas eran consideradascomo la manifestación divina, o sea,queyo habila matado a miles y miles deesas pequeñas criaturas.

De repente pensé en la fiesta del díasiguiente y la catástrofe que supondría,para esos d i mi nutos seres bid i mensio-nales, que la sala se llenara de gente.

Pasaba eltiempo y los bidis seguíanhaciendo la guerra y matándose losunos a los otros. Unas veces ganabanunos, otras otros y las generaciones deesos seres de tan corta vida tenían ca-da vez menos posibilidades de salvar-se. Levanté a uno de ellos en la palmade mi mano y una exclamación de es-tupor salió de aquel diminuto ser.

-"iOh, Dios mío!"

-"Escucha, Bidi-le dije-, yo no soyDios, pero ahora eso no es importan-te".

INMINENTE CATASTROFE

lntenté explicarle cuál era la situa-ción, y le dije que debían marcharse deallíantes de que llegaran los invitadosal da siguiente. A pesar de mis esfuer-zos para expresarme de forma com-prensible, el asustado bidi no dabacrédito a mis palabras, y como yo ad-virtiera en su expresión que seguíaidentificándome con Dios, me vi obli-gado a usar palabras como castigo deDios, salvación, etcétera, para conse-guir mi propósito.

Al fin, cuando había comprendidomi mensaje, le dejé nuevamente en laalfombray el bidi se puso de inmediatoa trabajar.

Al poco tiempo se había formado asu alrededor un pequeño grupo quecolaborabacon ély juntos recorrían losdistintos grupos y pueblos contando loque yo le había explicado.

La gente comenzó a seguirle cada

vez en mayor número. Algunos de losque se cruzaban empezaron a unírse-le. Esto hizo que los jefes y sacerdotesdel culto bidi comenzaran a preocu-parse. Entonces le acusaron de faltar ala ley y le mataron, estableciendo quecastigarían del mismo modo a todoslos que pensaran como é1.

Sus seguidores se dividieron y con-tinuaron trabajando en secreto, for-mando pequeños grupos que crecíanpoco a poco, cosa que yo notaba cla-ramente por su cambio de color. Peroesto era lento, muy lento, debido al her-metismo que guardaban.

Pensé que debía intentar otros mé-todos para los que no conocían estaforma de trabajo. Observando laspuertas comencé a gritar a los que se

encontraban más cerca de ellas:

-"iAdelante I iAdelante está la salva-ción!"

-"Oíd, oíd, Dios nos hablay nos indi-ca la verdad. Como veis, los CURVA-LANTES DE OCCIDENTE ten íamos ra-zón. Si alguien tenía alguna duda ya nola debetenerysi sigue dudando es untraidor que merece el destierro y lamuefte. iMatemos a los enemigos deDios!"

Lo mismo ocurrió con los CURVA-TRAS DEL SUR, Ios CURVATRAS DELNORTE y los RECTILINEOS.

EL DESTIERRO COMOSALVACION

De nuevo la guerra con más bríoscadavez. Aquello era lamentable. Lanoche terminaría, llegara la fiesta y to-dos esos seres moriran o, por lo me-nos, millones de ellos.

M ientras reflexionaba i ntentandoencontrar una nueva forma de ganartiempo para ayudar a aquellos desdi-chados, vi cómo algunos bidis de cadagrupo eran conducidos hasta el bordede la alfombray luego obligados a pa-sar a una pequeñafranja de baldosas.Era el destierro de los que pensaban

orrorizado, comprobé que .:sin querer- habíapisado encima de una de las manchastransparentes y había matado a millares deaquellos seres bidimensionales. Les oí hablar.Creían que era un castigo de Dios y se pusierona rezar ante la huella de mi pisada.

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Obserué que algunos seres bidimensionaleseran llevados hasta el borde de la alfombra yexoulsados hasta donde estaban las baldosas'Eran aquellos seguidores del «bidi» a quien yo

hablara y que, al no renegar de su creencia, eran

desterrados de la comunidad.

intuimos: el ARRIBA. Es otra confirma-ción; el ARRIBA existe."

Poco a poco, y sin dejar de Practicarcada uno sus ritos, los distintos deste-rados fueron acercándose hasta for-mar un solo grupo. Cuando estuvierontodos juntos, con una cierta paz y tran-quilidad, comenzaron a conversar en-tre ellos. Analizabansu pasado y elori-gen de su actual situación.

ASCENDER HACIA LA TERCERAD¡MENSION

Llegaron a la conclusión de que elPerÍodo Espiral fue el que les tuvo limi-tados durante milenios, no permitién-doles ver el ARRIBA. Que el PeríodoEspiral fue sólo el comienzo, no unperíodo malo, como decían los sacer-dotes de los cultos oficiales.

-"Cuando el Período EsPiral con-cluyó, después del gran cataclismo,apareció LA LUZ. Con el tiem po, em pe-zaron las disputas, luchas Y hege-monía por la defensa de la VERDADque, como bien sabemos los desterra-dos, fue siempre parcial y subjetiva,nos condujeron a las guerras y a la si-tuación actual.

Por eso, hermanos, ahora, gracias ala ayuda de Dios y alejados de esasguerras, podemos finalmente juntarnuestras manos Y f undir nuestraenergía y iuntos levantar nuestra ora-ción a Dios."

Al juntarse todos y unir sus manos,comprendieron cuál era la verdad delo que intuían. Observé cómo en aque-lla relativa paz algunos, los más avan-zados, comenzaban a despertar su in-tuición e incluso llegué a escuchar co-sas como éstas:

-"Ahora ya estamos segu ros. Si tra-bajamos, sl nos movemos, Podremosllelar a ser TRlDlS. Ascenderemos dedimensión y en esa dimensión los díasduran siglos, los seres milenios y losaños miles de milenios. Viviremos entres dimensiones.»

Mientras continuaban sus medita-ciones traté de ver qué pasaba entrelos guerreros.

Todo seguía igual, continuaban Pe-leando. Ahora habían ganado posicio-nes los RECTILINEOS que, debidoa suestrategia militar, se desplazaban amayor velocidad y con menos desgas-te por hacerlo en línea recta.

Quise hacer un último intento Y conelsobre de azúcar levanté un pequeñog ru po de RECTILINEOS para explicar-les mejor la situaciÓn.

Aterrorizados se arrojaron al vacíomuriendo al golpearse contra el suelo.No obstante, uno de ellos cayó en bue-na posición y no muriÓ.

Cuando se hubo recuPerado delsusto, corrió a reunirse con los suyos ycomenzó a explrcarles lo sucedtdo, pe-

que la salvación no estaba en la guerra,sino en la objetiva interpretación de laspalabras de Dios; los que Pensabanque lavozde Dios no se había manifes-tado para darlarazÓn a nadie en con-creto sino para marcar el camino a se-guir.

Eran los seguidores de aquel que Yocogiera en mi mano y a quien Poste-rioimente mataron por difundir mimensaje. Eran los condenados por ha-ber tenido el alrevimiento de exponermi mens4e y sus pensamientos públi-camente.

En la región de la muerte acabaríanmuriendo por lafaltadealimentosy lasbajas temperaturas.

Dando saltos y tratando de no Pisar

por donde viera manchas en la alfom-bra, llegué hasta las baldosas.

Allí vi a todos los desterrados ha-ciendo extraños ritos y a lavez murien-do de hambre y frío, cosa'que no Pa-recía preocuparles mucho.

Pero necesitaba evitar q ue ellos m u-rieran, sobre todo pensando que me-recían salvarse.

Busqué en mis bolsillos y encontréun sobre de azúcar. Comencé a arro-jársela con mucho cuidado, tratandode Tormar caminos de comida Paraque todos los grupos se reunieran.

-"iVed, hermanos, ved! Dios aÚnconfía en nosotros, como nosotrosconfiamos en é1. Dios nos manda co-miday llegade esa región que yatodos

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ro llegaron los jefes del ejército y se Iollevaron.

Volvicon losde la región de la muer-te para ver cómo iban. Necesitaba queconocieran el Arriba para que pudie-ran ver las puertas de salida y camina-ran hacia ellas. Necesitaba que las vie-ran ellos, para que se convencieran yno volvieran a repetirse los malos en-tendidos.

EL RITUAL HACIA LASALVACION

Observándoles un momento, pudevera algunos de los más brillantes quecongregaban a otros a su alrededor.Habían organizado un ingenioso ritoque, a pesar de su lentitud, no obstanteconsegua dar el resultado de que almenos uno lograba ver el camino.

El ritualfue asi:Primero, I 2 de ellos se situaban en el

centro y formaban un círculo. Se acer-caban otros 7, se detenían un instante,hacían una pequeña oración y pro-cedían a encaramarse sobre los 12 si-tuados en circulo, formando asiuna pi-rámide truncada. Luego, 5 más repe-tían esta operaeión.

Después se aproximaban otros 3.De nuevo oraban unos instantes y seencaramaban como podían: primerosobre los 1 2 de la base, después sobrelos 7 de arriba y a continuación sobrelos 5, formando asiun tronco de pirá-mide aún más alto.

Finalmente, se acercaba uno solo,permaneca en silencio durante unosinstantes y comenzaba su ascensohasta la cúspide de la pirámide, dondesequedaba hasta laterminación oe loscánticos que entonaban los especta-dclres.

Entonces, el que estaba en la cúspi-de, descendía hasta el suelo deslizán-dose entre sus compañeros yen solita-rio emprendra la marcha hacia una delas puertas.

La pirámideteníacomo objetivo queel que estuviera arriba supiera en quédirección caminar.

Cogial que se marchaba en direc-ción a la puertay le pregunté el porquéde este ritual.

-.Los 12 primeros que forman labase de la pirámide simbolizan lasintesis de tu manifestación total y elprimer escalón es el símbolo de avan-ce, el que nos impulsa hacia adelante.Después vienen 5 más que significanlafumeza,la base de apoyo para conti-nuar en nuestro ascenso en la pirámr-de.

Los 3 siguientes srgnifican la tomade consciencia de las tres dimensio-nes, que se logra cuando se ha ascen-dido mediante el trabajo y el servicro, yel último es la integración definitiva enlatercera dimensión, el queve el cami-

54;

Lorseres bidimensionales desterradoscomprendieron que con el esfuerzo y la uniónpodrían llegar a ser seres tridimensionales,«tridis», que un día ascenderían de dimensión.Entonces, con el tiempo, formaron una torresubiéndose unos encima de otros y pudieronacceder así a la tercera dimensión.

no e inicia la marcha hacia la SALVA-ClON."

Una sonrisa comprensiva se dibuloen mi rostro cuando el bidi INICIADOterminó su relato. Manteniéndole to-davÍa en mi mano le dije cariñosamen-te:

-"iQué complicados soisl Os cen-tráis tanto en el riguroso seguimientodel ritual que os olvidáis del objetivoprincipal. No obstante, antes de que tevayas te voy a pedir un favor: regresa ydiatussemejantes que abran bien susoídos, pues yo les voy a hablar."

-"Sr, mi Señor."

-"Otra cosa: antes de bajar observa

que hay vanas puertas por las que po-dréis salir, no sólo una como pensá-_

bais."

-"Sí, miSeñor."-"Yo nosoytu Señor,yo no soy Dios,

pero en fin, eso ahora no es importante.Recuerda bien dónde has visto laspuertas y diles a los tuyos que debencaminar hacia ellas porque dentro demuy poco tiempo vendrán aquí mu-chos seres como yo y eso, para voso-tros, será un verdadero desastre delque muy pocos os salvaréis. ¿Hascomprendido?"

-"St, mi Señor."

-"Una cosa más. Algunos de voso-

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omé a uno de aquellos seres bidimensionalesen mi mano para explicarle el peligro que corrían.Me tomó por Dios. Quise explicarle su error, perono fue posible hacerle comprender. Así que me viobligado a utilizar expresiones como castigo osalvación para poder ayudarles.

tros deberéis ir a contar esto y explicár-selo a los que están en las tierras de lamuerte, y luego a los guerreros. Ade-más, los primeros que vayan saliendopor las puertas deberán regresar Yconvencer con su seguridad a los másrebeldes. TODOS debéis salir de aquícuanto antes."

Depositándole de nuevo en el suelo,entre los demás bidis, les dije:

-"Escuchad a éste, a esle hermanoque os lleva un mensaje mío."

Nada más llegar les vi moverse; lesf u i arrojando azúcar,señalando su ca-mino para que no murieran de ham-bre.

Otro grupo, encabezado Por el queyo había levantado delsuelo, comenzó

a moverse hacia la región donde esta-ban los guerreros combatiendo.

MATANZA MASIVA

Cuando les miré me quedé horrori-zado. Se estaban exterminando losunos a los otros con un arma que, a sun ivel, era terri blemente destructiva.

Empujándose unos a otros se pro-vocaban la caída en los agujeros de unenchufe eléctrico situado a ras delsuelo. Debido a la acumulación de bi-dis que caían sobre el enchufe, devezen cuando se produca una descargaeléctrica q ue mataba a cientos de el los.

El grupo de desterrados logró porfin

llegaral lugarde las peleasycamuflán-dose entre los guerreros comenzarona trabajar. Explicaban la situación y laforma de salvarse a los que estabanmás predispuestos a escuchar y mu-chos terminaban por comprender.

Yo poda observar su progreso porel cambio decolorde laenergíaque lesrodeaba. Formaron un grupo tan nu-meroso que llegaron a presencia delos sabios q ue estaban trabajando afa-nosamente para lcgrar nuevas armasmás poderosas que acabaran con to-dos los enemigos.

-"¿Qué pasa? -interpelaron a losrecién llegados."

-"Dios nos ha enviado para que oscomuniquemos un mensaje:que de-jemos de luchar entre nosotros y cami-nemos todos juntos hacia las salidasque nos conduc¡rán a la salvación.Queda ya muy poco tiempo y no lo de-bemos malgastar luchando, puesdentro de poco se producirá un grancataclismo que no delará ni rastro denosotros,y los poco que se salven lo re-cordarán por los siglos de los siglos."

-"iAsíque Dios os envía con esemensaje?"

-"Así es."

-"Os creéis entonces los elegidosde Dios, no es así? Pues con vosotrosprobaremos n uestros i nventos."

Habían descubierto que llevando alos prisioneros junto a una de las pare-des éstos se quedaban inmovilizados,siendo presa fácil para sus enemigos omuriendo de hambre yfrío. En realidadse trataba de dejarles "pegados" a u natela de araña,casi imperceptible a misojos, que se encontraba situada entreel suelo y la pared.

Comenzó entonces una tremendamatanza sin que yo pudiera hacer na-da porevitarlo. Los pocos que se salva-ron lo lograron porque se confundie-ron entre los bidis soldados y allí, dise-mrnados entre los demás, empezarona traba¡ar en secreto para convencer apequeños grupos de la necesidad depaz que les facilitaría alcanzar la evolu-ción a etapas superiores.

Entonces, al ver la lentitud de losacontecimientos, se me ocurriÓ levan-tar la alfombra y hacerles caer hacia laspuertas de salida.

-"Ved, Dios nos indicacuáleselca-mino haciéndonoslo másfácil de reco-rrer.>>

-"No, Dios pone una dificultad paraprobar nuestra lealtad. Debemos diri-girnos hacia el otro lado."

-*No.,,-"Sí."-*No."Comenzó allímismo una nueva ba-

talla. Yo ya no sabía qué hacer. De r-ni

agenda recorté unos papeles. Con unrotulador les dibujé unas flechas. Lasfui colocando de forma que las flechasquedaran indicando lasdistintas puer-

' 1rf"

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tas por las que podan salir.Las batallas cesaron momentánea-

mente, y todos se acercaron cautelo-sos hasta los papeles.

-"iUn mensaje de DioslA pesar detodo, él no nos olvida y srgue ayudán-donos. He aquí la señal: la flecha nosindica el rumbo que debemos seguir."

-"Un momento, el mensaje no es laflecha, sino el papel."

-"No, no, os equivocáis. No es lafle-cha ni el papel, es la tinta con que estáescrito el mensaje."

-.No, los papelólogos somos losque verdaderamente sabemos inter-pretar a Dios."

-"No es cierto. Somos nosotros, losflechólogos."

-"Ni los unos ni los otros, sino lostin-tólogos, somo los únicos intérpretesreales del mensaje divino."

-.No.,-"Si."-.No.,-"Sí."-.No.,-"Guerra a los enemigos de la ver-

dad. La verdad es nuestra. Luchemospor defenderla."

En ese momento tuve que hacer ungran esfuerzo para no participaren esaguerra, pues tenÍa deseos de comen-zar a saltar sobre ellos. ¿Cómo hacer-les entender?

Observando la alfombra vi que sehabían formado grupos que seguían aun bidi que andaba erguido. Luego vivarios más que se encaminaban a dis-tintas puertas.

LLEGADA AL PARAISO

Cogíen mi mano a uno de los queandaban ya ergurdos.

-.Oh, Dios, estoy cum pliendo con loque me ordenaste. Fui hasta las puer-tas de la salvación y de pronto vi el pa-raiso, vi el cielo, el sol, las montañas, pá-jaros muy hermosos y cosas que nun-ca había visto antes. He vuelto y les hecontado a mis hermanos lo que he vivi-do. Ellos, al verme tan joven a pesar demi edad, me han creÍdo. Les he de-mostrado q ue viviendo en el arribayto-mando conciencia de las tres dimen-siones, eltiempo es distinto y uno pue-de vivir siglos."

-"iAlfin uno! Este, sin duda, fue porel ascensor."

Le puse nuevamente en tierra y, apesar de que todos estaban muchomásviejosen la bidimensión, aún lo re-cordaban y lo siguieron con más fe.

Cog í a otro cabeza de g ru po q ue ibahacia otra puerta y me dijo:

-,,Señor, estoy cumpliendo con lamrsion que me encomendaste. A pe-sar de que casi ninguno de los herma-nos que salieron conmigo quisieronvolver, yo síhe vuelto para contar a mis

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hermanos que he visto el paraso congente muy grande que se mueve muyrápidamente, vehículos circulando agran velocidad, árboles, animales in-mensos y hermosos, insectos másgrandes Que !o...»

Bueno -pensé-, esto va bien. Estesalió por la puerta de Ia calle.

Asífui interrogando a varios de losque guiaban los grupos hasta que sefueron muriendo en el transcurso delviaje, que para ellos duraba años.

Varios grupos se cruzaron en un lu-gar, puesto que no iban a las puertasque tenían más cerca, sino a las quehabavisto elguía que les marcó el ca-mino.

Su color no eratan claro como ei delas generaciones anteriores, aquellasque habían tenido la opodunidad decaminar junto a los guías que habíanvisto las puertas de salida.

Cuando se encontraron todos, sealegraron y hablaron.

-.Hermanos, nuestros caminos sejuntan. Os invrtamos a ir con nosotroshasta el paraiso."

-.También nosotros vamos al pa-raiso y no tenemos ningún problemaen ir luntos hacia esa maravilla dondese ven montañas, el sol, las nubes, pá-jaros hermosos y tantas otras cosasnUeVaS.»

-"No, nuestro guía nos contó que

l̂Juando et ser bidimensional al que exptiqué lasituación había logrado reunir tras de sí a unbuen numero de creyentes en su palabra, losiefes y sacerdotes del culto «bidi» comenzaron apreocuparse. Así que le acusaron de faltar a laley y terminaron matándole.

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asíno es el paraíso. El paraso está lle-no de gente muY alta que se muevemuy deprisa, con vehículos asombro-samente veloces, con animales gran-des e incluso insectos deltamaño dediez de nosotros."

-"Tu guía mintió."

-"No, eltuyo estaba equivocado."

-.,No.,-"Sí."-.No."Y comenzaron de nuevo las renci-

llas,ycon ellas laguerraen laque pron-to estuvieron todos los grupos. Nueva-mente se utilizaron las vieias yterriblesarmas, aquellas que no se sabía cÓmo

actuaban, pero síse conocían sus re-sultados.

La hora de la ftesta se acercaba Y Yono veía forma de solucionar aquello.Entonces me decidía salvar a los queestaban un poco aislados, sin partici-paren la guerra,yqueeran el resultadode los que sobrevivieron a lamalanzade mis mensajeros.

Vi que eran muchos. Unos hacíanlas pirámides, otros se ayudaban mu-tuamente a caminar erguidos apoyán-dose unos contra otros, de dos en dos,otros simplemente intentaban erguir-se, los más gritaban pidiendo mi ayu-da.

-"i Pad re n uestro, ayúdanos!"

Fui juntándoles y metiéndoles enmis bolsillos, pero no poda salvar a to-dos. Eran demasiados y apenas falta-ban dos horas para la fiesta. EntoncessalÍa pedir ayuda y vinieron unos ami-gos.

Como cada vez quedaba menostiempo, se nos ocurriÓ la idea de traercucharillas del bar con las que podía-mos levantar a muchos a la vez, sobretodo a los queformaban las pirámides,a los que trabajaban en grupo Y a losque veíamos.solos, tanto intentandoponerse en pie, como orando Por lasalvación de los que les rodeaban, oayudándose mutuamente y poniéndo-les en una gran bandeja. Asícontinuóla operación rescate.

Como ya no teníamos tiemPo Y aúnhabía muchos diseminados por la al-fombra, se me ocurrió que Podíamostrasladarla al almacén del hotel.

Mientras enrollábamos la alfombrapensé con tristeza: "Olravez las tinie-blas, la dificultad, la oscuridad. Un nue-vo período espiral para los bidis."

Pero de pronto, en medio de la sala,comenzó a surgir una luz que nos pro-dujo inquietud y cierto temor. Poco apoco esa sensación fue cambiando Y

sentimos una paz profunda y vitaliza-dora.

De aquella luz surgiÓ lentamente unser que nos dijo simplemente:

-"Gracias, hermanos, por lo quehabéis hecho. De ahora en adelanteme corresponde a míy a otros comoyo, que tenemos posibilidades menosI i m itadas q ue vosotros, conti n uar el tra-bajo, pues cuanto más abajo está elnecesitado de ayuda, es necesariomás esfuerzo para levantarle."

Y poco a poco fue disminuYendo detamaño hasta convertirse en un bidimás entre los que estaban luchandoahora con armas tan Poderosas quehasta la alfombra corría el riesgo deromperse.

La en rollamos rápidamente y latras-ladamos al almacén del hotel.

Un nuevo y poderoso cataclismo sehabía producido para los bidis. Otroperiodo de oscuridad comenzaba pa-raellos:una nuevaespiral. En ellaya novalían para nada sus armas Y susodios.

¿Quedaría olvidado todo el períodode luz? Pasarían siglos y siglos bidis.ZDe nuevo volverían las dificultades,quizás las peleas, las guerras,_o estavez todo sucedería de otra forma?cSu rg i ría la armon ía? LHabría seryidopara algo la experiencia anterior?

Hasta que un día el mundo de los bi-dis volviera a girar y un nuevo cataclis-mo sería la señal para el comienzo deun nuevo perÍodo de luz y con ella...

o sabía ya hacer.inas flechas en unos papeles con rotulador y las

-

fui colocando las slempezó la discusión: «El mensaie no es la flecha,

sino et papel 4iio un "bidin-. No, no es tql!99!9.ni el papel 4iio otro-; es la tinta la que tiene la

clave.» Y se enzarzaron de nuevo en una guerra.

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Alberto TREBA

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IHI «O{W[[INI(N[»»En una cómoda cabaña de madera, perdida en los bosques ne-vados del norte de Nueva York, el conocido escritor Whitley§trieber acababa de desperta rse en medio de la noche. Le ha bíasobrecogido un ruido extraño que parecía provenir de la sala deestar situ-ada en el primer piso. tr-a puerta del dormitorio comen-zó a abrirse; de pronto, emergió una figura pequeña, no humana,delgada, con enormes oios almendrados..' Nos lo cuenta Ma-nuelFigueroa.

RA el 26 de Diciembre de 1985.En una cómoda cabaña de ma-dera, perdida en medio de los

bosques nevados al norte de NuevaYork, el conocido escritor WhitleyStrieber acababa de despertarse, sinrazónaparente, en medio de la noche.Hacía frío y el cielo estaba cubierto denubes, dejando caer una tenue y finanevada. Lo había despertado un ruidocomo de amortiguado tropel en la salade estar del primer piso. La puerta deldormitorio comenzó a moverse y depronto emergió una figura pequeña,delgada, con enormes ojos negros al-mendrados que se acercó a la cama...

Asícomienza uno de los relatos mássorprendentes en el mundo de la Ufo-lofíay, quizá, en el de los contactos en-tre razas. El protagonista y autor del re-lato -verídico- "Comunión" logró re-cordar después de varios meses, y conayuda de un hipnólogo de reputación,que en eltranscurso de ese contacto yde los muchos que luego le sucedie-ron, se vio sometido a numerosas ma-nipulaciones corporalesy, en el colmode lo inesperado, a lo que parecían sercontactos sexuales de variada índolecon esos extraños personajes. Durantetodas esas experiencias, su estadomental era de extrema claridad aun-que, lo más extraño, es que su sistemade defensa psíq u ico estaba como des-conectado. Haciendo gala de sentidocomún, asícomo de r.rn legttimo deseopor descubrir la verdad, el escritor sehizo examrnar por un psiquiatra, unpsicólogo, un grafólogo y se sometió atodo tipo de exámenes para determi-nar el grado de autenticidad de sus re-latos. Todos arrojaron una perfectacord u ra y u na personal idad coherente.Más adelante descubrió que toda sufamilia estaba siendo sometida a losmismos tratamientos.

UNA RAZA MAS ALLA DELESPACIO Y DEL TIEMPO

A medida que iban avanzando esasinvestigaciones, comenzó a dibujarsecadavezcon mayor nitidez la imagenperturbadora de unos visitantes perte-necientes aunaraza más allá del do-minio de nuestro espacio{iempo ordi-nario, cuyos objetivos y motivacionesciertamente sobrepasan n uestra ca-pacidad de comprensión actual. Aun-que la lógicade esos contactos es la delos sueños -como lo testimonia el es-tado mental de Strieber-, son seresmuy reales y su poderío mental es apa-bullante. Llegan por la noche sin anun-ciarse y se llevan a los humanos, intro-duciendo sus instrumentos -y por loIanlo su realidad-en los cuerpos y loscerebros de las víctimas indefensas.¿Cuál será el resultado de tan extrava-gante hibridación? Nadre lo sabe, sÓlose puede especular. ¿Será acaso unanueva raza más evolucionada?Y,Lenqué sentido más evolucionada? Loque resulta angustioso es saber queestos contactos se hacen perceptiblessolamente cuando el cerebro de loscontactados se encuentra en determi-nado régimen vibratorio, semejante aldel sueño inducido o hipnagógico, enel que las defensas psíquicas estánabolidas. De una manera u otra, lo queestá claro es que la materia de la queestán compuestos estos seres es lamisma de la que están hechos nues-tros sueños. Sobre todo, aquellos quese hacen realidad, quetoman cuerpo yque llegan a tener una repercusiónmayor en nuestras vidas.

Todo indica que el canal de contactocon esa civilización es el del mundoonírico, pues todos los contactados co-mo Whitley Strieber coinciden en quetodo se desarrolla como en un mundo

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Reportqie

((Todo ¡nd¡ca que en et per¡odo en quesoñamos nos des hacemos de ciertas toxinaspsíquicas que de otra manera podríandesesta bilizar psíQuicamente al individuo'»

en que el tiempo está en suspenso, co-mo en los sueños. Quizá son contactosen el Limbo entre dos civilizaciones, enuna tierra de nadie. Sin embargo, unavez que el contacto se repite, toma for-mas concretas, capaces de dejar hue-llas materiales, producir explosiones,abrir puertas, romper cerraduras y pa-searse entre los humanos.

Después de los extraordrnariosacontecimientos que dieron como re-sultado la publicación del besf-se//er

"Communion» han tenido lugar multi-tud de otros encuentros con los "visi-tantes" -como los llama Strieber- enla ahora famosa cabaña del norte deNuevaYork. En estado de perfectavigi-lia, los extraños miembros de otra hu-manidad se han materializado y handeambulado por la casa dejando per-plejos a sus huéspedes, que en algu-nos casos eran reporteros de televi-sión. Los fenómenos presenciadoshan sido contrastados y se ha com pro-bado que todos vieron lo mismo. lnclu-so, como me comenta personalmenteel periodista Ed-Gonroy -autor del li-bro Reportaje sobre Communion, defutura aparición en Ediciones Hepta-da-, el ex astronauta y actual planetó-logo Brian O'Leary corrobora la vera-cidad de estas experiencias al bordede la realidad en su libro La Explora-ción.del Espacio Erteriory del Espaciolnterior.

¿UNA CIVILIZACIONPERITANATICA?

El profesor de psicología KennethRing propone una analogía entre lasexperiencias tenidas con los visitantesy los efectos producidos por las expe-

riencias peritanáticas. Son las conclu-siones desu proyecto de investigacióndenom i nado El Proyecto O mega, con-ducido con la ayuda de la Asociaciónlnternacional para los Estudios Perita-náticos. Un efecto muy curioso comúna personas de ambos ámbitos de la ex-periencia consiste en su relación anó-mala con los sistemas eléctricos. Des-conexiones, mal funcionamiento, apa-rición de mensajes misteriosos en lasterminales computarizadas y otros. Nopuedo dejar de recordar la afirmaciónde Mme. Blavatsky en el sentido deque las puertas de la iniciación son denaturaleza eléctrica. iSerán, pues, ini-ciáticas tanto las experiencias perita-náticas como los contactos con los "Vi-sitantes"?

Los encuentros de Whitley Strieber

con estos personajes son a veces de-vastadores y lo han llevado al borde dela crisis de nervios por elterror que es-tas apariciones inopinadas han logra-do suscitar en é1. Como declara en lapu blicación perród ica Com m u nion,Strieber ha trabajado durante años enel tema del Miedo y ahora vienen a élestas experiencias que se manifiestancomo asaltos a su razón por parte de loque yo llamo "Bribonzuelos Timéri-cos» -del latín temere, es decir, mie-do- en mi libro Los misterios del Mie-do. Como planteo en esa obra, el mie-do y sus huestes son agentes pertur-badores, son quanta de interferenciasque se presentan en el camino deldiscípulo para apartarlo de su'camino,para imponerle la urgenciade urgarenlo más profundo de su psiquis a la bús-quedade laConexión Perdidacon susestados superiores, es decir, ConsigoMismo. Si sale victorioso, el hombredeja de ser u n hombre para converti rseel algo más que humano. Si este esta-do del ser tiene raíces en las inmensi-dades galácticas, interdimensionaleso neurológicas, aún no se sabe a cien-ciaciertaytan sólo se puede aventurartemerarias hipótesis. Si el pequeño

Jurtt{} á sstás /i-n*as, Andrew, *lhl-j* d* Whitl*y §tri*-h*r, *n el cir*u!*qu* r;anstruy* supadr* para sena/ar*l lugar d* enc.ue*-tra **r¡ l*s sxtraiiosvisilanfes. §n /alren!a inf*riar rleanrbas páginas,p*rtadas sl* atgu-nes de !** lihr*spublieadas por élhasta la fecha.

«E,,*r,"rrr rr, "r,conduciría a esfos

nada conscientemente? ¿Qué abis-mos de posibilidades vitales esperan anuestra siguiente expansión de la con-ciencia pára hacérsenos palpable-mente reales? ZSerán Strieber Y losm uchos mi les de otros contactos -q uerehúyen todo tipo de publicidad y qLle

exigén el más estricto anonimato- la

avánzadade un cierto tipo de huestesde la conciencia que están abriendopara nosotros los cauces Por dondeinás tarde habremos de seguir todos?

LOS SUEÑOS:UNA PUERTA AL UNIVERSO

El corredor que conduciría a estos

iui:ls a sslas l/-r,"*as, §eflY §a.'-rs*y llitl. qi:i*resiuera* secr¡*s*lradi';spcre.xlra*l*r¡*slr*§ §e§lÚrl

se r*n:Pr*i:* *nua¡ias se§iones#* ¡eg¡r*sir:niripr:otrea. Arri-#.r, iirag*n *e-iuaj de Sf¡¡*b*¡.

naí¡anrcs Ael Universo hasta nuestro mundo

sería, pues, nuestra mente y ta puerta de gntrada

a nuestra civilizacion serían nuestros suenos'"

habitantes del Unrverso hasta nuestro

mundo sería, PUes, nuestra mente, Y la

oueda de entrada a nuestra civilizaciÓnberían nuestros sueños. Quiero dejarbien claro que cuando hablo del mun-do de los sueños como Limbo, interfa-se o puerta de entrada no lo estoy ha-

ciendo en ningÚn sentido poético, me-tafórico, alegérico, como un giro dellenguaje, sino haciendo alusión a esta-

do§vibratorios de la materia y del es-pacio, los cuales se nos hacen percep-iibles mediante el "instrumento»

que

son nuestrossueños' Del mismo modoque el campo electromagnéticode las

ondas hertzianas -ese estado vibrato-rio del espacio- se nos hace visiblemediante los equlpos de radio que los

transforman en ondas sonoras quenos brindan entretenimiento o infor-mación. Esta af i rmación no debe extra-ñar a nadie, ya que desde tiemPos deFreud, los sueños han pod ido ser con-siderados como un instrumento para

el conocimiento y la integraciÓn de larealidad,y nosólo de la personal, inter-na o osíouica, sino también de la exter-na v bolectiva, como lo testimonian los

suéños profétrcos y las "sincronicida-des" estudiadas Por Jung. ¿Quiénouede atreverse a Partir de ahora a

bormir plácidamente cuando sabe-mos que hacléndolo abrimos las puer-tas a una Comunión con una raza,aloque tiene los visos de ser toda una civi-li2ación perfectamente desconocidapara nosotros, que no hemos solicita-bo y que se nos ha imPuesto?

Tanto Striebercomo muchas Perso-nas de las que escriben a la revista

Communion relatando sus íntimas ex-

oeriencias, han tenido repetidos actossexuales con los "visitantes". Este as-

tanto por ciento de la capacidad cere-bral gue emPleamos en la vtda es ca-oazdieconcebir un Universo tan com-plejo y laberíntico como el que apenascomenzamos a conocer, ¿que se pue-

de esperar de toda la capacidad cere-bral de cuyas funciones no sabemos

Reportqjepecto de las experiencias es uno de losmás celosamente guardados por loscontactados debido a las connotacio-nes vergonzantes que aún hoy en díaestá en vigor en relación con esa di-mensión de lavida, es decir, con el se-xo, sobre todo en los Estados Unidosde Norteamérica. El libro Communionha servido para que muchas personasde pronto recordaran experienciasvigílicas u oníricas que yacían en esta-do latente en elfondo reconfortante desu conciencia -o más bien incons-ciencia.

Numerosos testigos narran expe-riencias en las que se ven srendo partede lo que se puede describir mejor co-mo una clase de anatomía humanaimpartida a estudiantes miembros deesa otra raza por parte de especialistas

"Visitantes". De nuevo ha sido Com-munion elfactor catalizante que ha sa-cado a la superficie esos factores de lainconsciencia, frecuentemente cau-santes de poderosas neurosrs relacio-nadas con el sexo. Eltrtulo del libro deStrieber parece sugerir que sólo unaExo-Comunión entre razas podría ex-plicar la proliferación del factor sexualen las experiencias de los contactadoso abducidos.

LA II GUERRA MUNDIAL Y ELAUGE DE LOS CONTACTOS

La historia de los contactos con eseotro mundo estan antiguacomo nues-tra civilización misma, y muchos auto-res lo han referido en diversas publica-ciones. Lo que llama laatención son losacontecimientos y la pauta que pare-cen dibujarya erynuestro tiempo. Todocomenzó hará unos cuarenta años,haciafinales de la ll Guerra Mundial. Alprincipio veíamos los Objetos Volado-res No ldentificados desde lejos. Eranencuentros lejanos. Luego los vimosmás de cerca, pero sin contacto algu-no:fue lo que se dio en llamar Encuen-tros Cercanos del Primer Tipo. Más tar-de empezamos a ahondar en un con-tacto más profundoen elque losONVlsdejaban huellastanto en el mundo ina-nimado como en el animado -huellasen la hierba, arbustos quemados, má-quinas que dejaban de funcionar, tras-tornos en la alimentación eléctrica- yllamamos a ese caso como Encuen-tros Cercanos del Seg u ndo Tipo. Final-mente, aparecieron los habitantes delas naves y entramos en el mundo delos Encuentros Cercanos del Tercer Ti-po, que tiene como caso particular elde los "Contactados" o abducidos. Elprimero que atrajo la atención del granpúblico fue el caso de Betty y BarneyHill. Regresando de unas vacacionesen Canadá, los Hill vieron la carreterabloqueada por una nave desconocidaque acababa de descender. Unos ex-traños se acercaron al automóvil y, de-7a ;

pronto, se despertaron a 35 kilómetrosde d¡stancia, sin recordar cómo llega-ron allini qué les había sucedido. Me-diante una regresión hipnótica pudie-ron establecer que haban sido condu-cidos a aquella nave, donde fueron so-metidos a experimentos médrcos dediversa índole. Asícomenzó la miste-riosa Saga de los Contactados.

Mientras nos encontremos en plenodominio de nuestras facultades discri-minativas y de conciencia podemoscuestionarnos que si el final de la ll

Guerra Mundialcoincidió con el iniciode esta paulatina toma de concienciade la realidad de los OVNls, ¿qué dra-

máticos aconteci mientos podemosprever ahora para este carismáticoperíodo de la década de los 90, quecoincide con elfinal de la Guerra Fría?

¿ctvtLtzAcroNEsSIMBIOTICAS?

Todo lo anterior no es más que lahistoria de la toma de conciencia delcontacto entre dos civilizaciones quese necesitan recíprocamente. Es sabi-do la vital importancia para el ser hu-mano que tienen los sueños. Todo in-dica que en el período en que soña-

«E, matrimonio Hitt encontro la carreterabloqueada por una nave desconocida queacababa de descender. Unos extraños seacercaron al automóvil y, de pronto, sedespertaron a treinta y cinco kilómetros dedistancia sin recordar cómo llegaron allí ni quéles había sucedido,»

É la tlr:r*ci¡e. ,,r:t¡lla-{;r::, tJ{:,.1 iri {t*r{r:r,ryri* rlrsfr4 ilrl *ri:iilyt)#* §'f r¡:,r**r r:n .."1'!:e

{.'" {¡ rt r* * r¡ i r..¡ r¡ l- ¡: I I * r*.r,:n d*ntlt !ral;tt;;,t l;¡ rr:-l;tr;i{¡r'¡ ir¡tirn;; ür;* á sr;f uit,i* r:ti:;tr: {:n!.r{: ktt;,"v i t¡ ! I ;t ¡: I r.: ::;', y fi ú ti t)-Ír*:¡ ¡1¡rrnr, ¡1it¡t¡j* dr:*t:ft ¡ ¡l¿, t¡ t.; r,: ! lt;::;lr*l:;tI a r: x ¡: t r i * r"¡ a i a {i r¡

It¡jefi*¡ t:t: t:l ¡¡rík-;ubt

¡st;l:lir:;itlrt rtr¡ ¡:l ilt;-l*tkt.

mos nos deshacemos de cierlas toxi-nas psíquicas, que de otra manerapodrían desestabilizar pstquicamenteát ¡ndividuo. Después de mÚltiplescontactos con lo que éldenomina los

"visitantes" -para evitar el tendencio-so calificativo de "extraterrestres"-,Strieber especu la q ue esas existenciasatemporales necesitan cruzarse con laHumanidad a los efectos de "encar-narse» y asítener la oportunidad deevolucionar bajo la égida delTiempo'Como resultado de esos encuentrosalgo toma un tipo extraño de viday na-ce en el interiorde los contactados, cre-ce y se desarroila a expensas cde quéaspectos de nuestra vida? cLo que na-ce será una vertiente no lineal, no aris-totélica o quizá global de la forma depensar? ¿Adónde nos conducirán

esos pensamtentos no convenclona-les? ¿Afectará lo que conocemos decostumbre como Ia humanidad en no-sotros?

Alprincipio no recordábamos nada.Después, con el extraño caso de Bettyy Barney Hilly la ayuda de la hipnostsempezamos a recordar algo, Para, fi-nalmente, con Strieber y Comunión,comenzara recordar hebrasdel hllo deesas experiencias traumáticas con ha-bitantes, ¿de dónde? Es un milenarioproceso de recuerdo, de acercamien-to, de emergencia de una realidad en-terrada en los estratos más profundosde nuestra psiquis. La aceleración delos últimos acontecimientos nos hacesu poner q ue nos acercamos vertigino-samente al momento en que la Memo-ria de la Humanidd se va a desbordar,trayendo a nuestra conciencia de vigi-liatodo el caudal misterioso de su con-tenido, por muy espeluznante que sea.

Qu izá estamos abocados a u na verda-dera purga a nivel planetario. Por otraparte, los relatos de los contactadostesti monian una verdadera civilizaciónparalela a la nuestra que interaccionacon nosotros através de los contactos

del Tercer Tipo. Queremos especular

-con ese poder suscitante que Pue-den tener las especulaciones- que larelación entre nosotros y esas espe-cies pseudo-oníricas, es de tipo slm-biótico, afortunadamente no parapsi-cológicas, y que de ese contacto gené-tico puede surgir la tan esPeradaTransformación de la EsPecie HomoSapiens coincidente con el inevitable oinmrnente cambio de Edad de nuestraCivilización.

EL FIN DE LA INFANCIA DE LAcrvrLrzAcloN

A lo largo de las edades, estas Pre-sencias fantasmales, con las interro-gantes que han planteado, han esiadoestimulando a la Humanidad a alcan-zar niveles cada vez mayores de ma-durez intelectual y de profundidad depercepción de símismos. Ya en tiem-pos homéricos, este tipo de contacto,cuando lograba aflorar a la concienciadel hombre, era atribuido a la injeren-cia de un dios en nuestra vida. Sin em-bargo, en los últimos cuarenta años elcontacto se ha ido acelerando -comoha sido el caso en todas las ramas delconocimiento humano,y la Ufología noes una excepción- preparándonospara un inminente período de transl-ción y transformaciÓn, particu larmenteen la percepción de nosotros mismos.

Como que el Mundo es una conjurade creencias, de pactos, que tienenuna cierta inercia, el mundo se revelacontra todo ti po de i ntromisión foránea,desde afuera. Es natural que el entgmade los dioses o extraterrestres sea per-cibido como una intromisión yamena-zaparaese Gran Parto que es nuestraCivilización. Por eso, hasta el Últimosuspiro, esta última emplea los ensal-mos del rechazo, el ridículo, la vitupe-ración y el desprestigio para conjurar-los, antes de que sea demasiado tardey llegue lo que, desde hace siglos, losprofetas más preclaros han denomi-nado de diversas manras -Juicio final,Flnal de los Tiempos, Apocalipsis, Ar-mageddón, etc.-. Es eltema arquetípi-co recurrente de la inminente Transfor-mación, del Ftn de Nuestra Civilización,del Mundo tal como lo hemos conoci-do, para dar lugar a una Transforma-ción, a la Gran lncógnita de una NuevaEdad.

Manuel FIGUEROA

1d/.)

nuestra interacciona con nosofros través de

A la iz*uierrla, r*¡:res*nfaci*n de Ltna {l*k¡s "ylsllantes» e{.rs sScuoslraron a §lrl*-ber. Abai*, a la izquierda, anuncia desus,*ripr;ian al baletin .Ylte ü*mmunionL*tter,, editarla p*r Er.l Canr*y. Abajo,

ila¡1a{la del maga.zin* "Sunday- inf*r'mand* sahr* el l*ma.

una verdadera civilización

los contactos de Tercer TiPo,»

harshi (alque visitóysobre elque escri-bió una breve biografía) para crear el

.maestro espiritual indio que apareceen su novela El Filo de la Nava1a. Desdesiempre, pues, los pensadores de Oc-cidente han mirado esperanzados ha-cia la cultura mrstica de la lndia, prolijaen métodos soteriológicos y técnicasde autorrealización. Es por todo elloque la lndia hasido como el sutil e inex-tinguible fuego sagrado que ha ali-mentado el romanticismo espiritual delbuscador. Y asíla lndia es no sólo unpaís que se encuentra a miles de kiló-metros y cuenta con setecientos millo-nes de personas, y se ve sometido aenormes problemas y contradiccio-nes, sino que es un arquetipo, unsímbolo de lo inefable, una esencraque reside enelcorazón detodo pere-grino, con altas significaciones mlsti-cas.

En la lndia han florecido y se hanperpetuado toda clase de claves m í,§i-cas, métodos de acrecentamiento dela conciencia, técnicas de autodesa-rrollo y de autorrealización, senderoshacia lo inefable, mapas espirituales einmemoriales tradiciones esotéricas.Hermann Hesse explicaba: "El pensa-miento occidental viene recibiendo,d esde hace casi dos srEr/og frecu entesy poderosas influencias del pensa-miento indio". Aún hoy en día hay le-gión de maestros espirituales, ash-rams (comunidades esprrituales) re-partidas por todo el subcontinente,centros de meditación, i nstitutos de yo-ga y organizaciones espirituales conun f uncionamiento "sul gs¡s¡is» y amenudo bastante anárquico, pero conun enorme poder telúrico y espiritual.Toda incursión místicaes, no obstante,compleja, porque uno debe abrirsepaso entre una babélica urdimbre deinstructores, gurúes y pseudogurúes,maestros y Pseudomaestros, místicosy embaucadores. Y la lndia se torna enuna madre, la gran madre telúrica, elhogar del buscador, que nos hace porigual gozar y sufrir, que nos enfrentacon toda nuestra interioridad sin nin-gún tipo de enmascaramientos, quepone al descubiefto nuestros atavis-mos y temores, que abre la espita delsubconsciente, que se muestra impla-cable y abismal.

Pero su tierra, su mismo suelo, tienealgo muy fuerte y poderoso. Aunquemísticamente la lndia también se haido desertizando, esa esencia de anta-ño cala en el corazón y hace que el la-berinto de la búsqueda adopte sus doscaras: la de la enorme dificultad quesupone recorrer, dilucidar y resolver ellaberinto, y la de protectora y custodia,porque el laberinto vela por lo que hayen su núcleo, en su centro, en el puntoontólogico del que emana. La lndia seconvierte en prueba, en reto, en de-safío. Es el gran mandala, es el yantra

76'

La hdia togra una combinación magistrat entrelo profano y lo sagrado, y sabe acoger a losbuscadores de lo inmenso, a los peregrinos de laexploración interior.

(diagrama esotérico), es el alfa y elomega, es el encuentro y el desen-cuentro para volver a encontrar.

EL GRAN MANDALA

La lndia es el círculo del círculo, elsigno más allá del signo, elsendero sinsendero hacia lo Otro, el laberinto en ellaberinto. A dama del laberinto es lasabiduría. Sólo a ella puede ir fran-queando, rastreando, resolviendo,conquistando. Racionalidad e irracio-nalidad se dan la mano en la India, pro-fano y sagrado se codean, la lógicaaristotélica cede ante la lógica paradó-jica, la lndia se diversifica-en numero-sas micro-lndias. Velay desvela, ocultay pone al descubierto. En este territorioel viaje exterior se hace siempre viajeinterior. La energíaclaray precisa de laecuanimidad debe ser usada a cadapaso, tan a menudo hay que recurrir aella. Al buscar en la lndia se busca unoa símismo, y con frecuencia se desen-cuentra y aú n se desespera. Pero apelauno y a todos sus recursos internosprosigue la indagación, elviaje iniciáti-co, el dificultoso, pero iluminador, tran-sitar por el gran mandala.

El mandala es un diagrama místico,un vórtice de energía, un mapa conclaves místicas y esotéricas, un sopor-te meditacional, una brújula hacia rea-lidades ignotas y supremas, un lnstru-mento de cosmización, Lrn ojo de bueypara la exploración de universos para-lelos. Y la lndia es toda ella un desco-munal mandala. Se penetra en el man-dala y no es fácil orientarse; tiene susriesgos, hay que saber descifrarlo, asi-milarlo, confrontarlo. Todo en el man-

dala es significativo; nada es gratuito,nada carece de un sagaz e insinuantesignificado, una clave, un simbolo, unsigno revelador. Hay que saber leer elmandala, i nterpretarlo, i nstrumentarlo,como hay que saber sintonizar con lalndia y acrecentar la consciencia a tra-vés de ella. La lndia exterior constela lapropia lndia del corazón; la búsquqdahacia afuera es búsqueda hacia adán-tro.

La dama del laberinto es la sabi-dura, pero también laShaki,la energa.Todo yogui, todo buscador de lo in-menso, todo peregrino de las supre-mas significaciones sabe, sabe muybien, que nada es posible sin laenergía, sin la Shahfi. Por eso se le lla-matambién lagran madre. Fueunsad-hulántrico quien me miró con sus ojosde fuego y me dijo: "La madre vive ennosotrosy en nosotros respir4 piensa,ama, busca. Don deq u tera q ue m i res, I aves a ella; comoquiera que hagas, lohaces con ella." Hay un poema a laShaktien la lndia, muy antiguo, que di-ce así:

iOh!, ricaen poderes,en titodo se halla:alegríay dolor,sombrade muefte,elixir de vida.Tu obra /odo es;ioh, gran madre!

Se necesitalaayudade laShaÁdi pa-ra podernos incu rsionar m ísticamenteen elgran mandala. Se requiere un ta-lante firme. La lndia pone dificultades yquiebra los parámetrosde la mente.Yalo decía MarkTwain: "Fa scinay repelepor igual." Sí, pone a prueba ytiende a

deflagrar los pares de opuestos men-tales. A veces es como un bálsamo; aveces como un potente electroshock.Depende de la actitud del que busca'En el gran mandala que es la lndia secelebra un intrépido juego de luces y

nla ladifícil, laberíntica; es necesario alertar eldiscernimiento entre la

se vuelve

sombras. Hay una riquÍsima geografÍasimbólica, sagrada y mágica, Por en-tender. Pdemos rnstru mentalizarla pa-ra comprender, retomar el hilo de laconsciencia, constelar en el mismo te-rritorio indio todo aquello que la lndia

En la lndiah*n aurgidainfinida# de .

huscadoresde lolnmsfi$o,,§#/e§ que er¡v*z d*/ar¿orse a laeonqursta del* ext*riarhan tümadc'el caminahacia ader¡frc.Fakir {pá9"anterior),sadhu {izq.}.§aio esfas/lngas, vacassagra#as enSenareís.

ha tratado de transmitir al mundo. En lalndia surgreron los primeros buscado-res de lo otro. Tomaron la anacoresis,cambiaron el rito externo por la medita-ción, el sacrificio por la autoindaga-ción, se retiraron a las junglas y dieroncomienzo a la búsqueda interna. Con-cibieron y ensayaron toda clase demétodos psicof ísicos y psicomentalespara mejorar la unidad psicosomática;pusieron en práctica toda suerte detécnicas meditacionales para elevar laconsctencia; recu rrieron a las palabrasde poder,los mantras, para llevaraca-bo incl uso latransformación de la cél u-la. Su rg ieron los yog urs, los san nyasins(ren unciantes), los sadh us errantes, lossabios (rishis), los mahatmas (almasgrandes) y los gurús. Fueron sobrevi-ñiendo los siddhas o yoguis perfectos,alquimistas, dueños de su kundalini(energía cósmica individualizada) ; losd hyacholans, "señores de la luz» y por-tadores de la sabiduría perfecta y pe-

renne; los prajapatis, custodios de laverdad, emanaciones de Brahma, elprincipio cósmico; los siete maharishis(orandes sabios), como focos de luz

ü"uevelan por la másdepurada mística,clarividentes, capaces de iniciar tele-páticamente o a través del sueño; lossadayoguis, que toman cuerPo trascuerpo para seguir custodiando Y

mostrando la instrucción mtstica, quese dice pueden disolver su cuerpocuando lo abandonan paratomar otro;los cuatro munimudras, patriarcas delsaber, siempre silenciosos, transmi-tiendo la enseñanza y la quietud me-diante el poder del silencio, sin despe-gar los labios jamás;los budas u hom-bres despiertos, como bambÚes hue-cos por los que circulaba la energía del

deqradada v la verdadera mística.

nirvana. Y los sadhus de todo tipo, detodas las tendencias y sectas, muchosde ellos errantes, sin detenerse en unsitio más de tres días, en el desapego yel desarraigo, en la contrasociedad yen la contracultura, en el acratismo sinacrimonia.

SHIVA

Shiva es el señor del gran mandala;Shiva es el gran yogui; Shiva es el rec-tor del gran círculo mágico. La lndia eslatierra de Shivay la lndia estan contra-dictoria, extremada y multifacética co-mo su señor Shiva, Yogui de yoguis,señor de las bestias, el primer ecólogodel mundo, el más persistente medita-dor y el más contumaz asceta -some-tiéndose atoda clase de penitencias-,que de pronto se torna lúbrico y escan-dalizador y persigue a las hermosascampesinas. Es el señor del tercer ojo,elamigo de la cobra, el que enguirnal-da su cuello con un collai de calaverasy tiene por cabalgadura al toro. Se em-borracha con la danza cósmica y re-crear todos los vastos espacios. Estambién el señor de los chakras, el quehace girar la rueda deltiempo comodueñodel mismo, elque meditaen ce-menterios y bebe en cráneos huma-nos, el que es capaz de transmutar elveneno en néctar y jamás pierde el po-der sobre su esperma. Resume en símismo todas las energías, masculinasyfemeninas, y representa el perfecto yabsoluto and rog inato (como Ard hana-rishwara), que simboliza el matrimonioperfecto, dentro de uno, de todos lospoderes cósmicos. Su mantra es OMNAMAH SHIVAIA, que lleva repitiéndo-se en la lndia por miles de años, y quees una invocación a la real naturalezainterna, porque Shivaesa lavez perso-nal y transpersonal, conciencia cósm i-ca y conciencra cósmica individual.

Mediante el mantrase invoca, evocay convoca el sol interno que reside encada uno de nosotros, más allá de lamente caótica, compulsiva, ávida y su-perficial en la que vivimos.

Por toda la lndia se adora el órganoreproductor de Shiva, el lingam. Cien-tos de miles de lingams salpican la tie-rrade la madre lndia, como un rayocla-vado sobre la vagina cósmica, la telúri-ca vag ina de la d ama d e I as montañas,la tierna, dulce y entrañable Parvati.Desde los Himalayas al Cabo de Co-

Sobre esfas /rneasver?os decenas de

frnddespurificándase en el

río Ganges. A laderecha, Ramira A.

Calle medita junta aun sadhu. §,n la

página siguienfefres sedh#s fseres

errañfe§,vagabrndos de lo

espiritual), miranimperturbables anle

el abietiva de lacá.mara.

morín, desde Maharahstra a Bengala,cientosde miles de lingams son honra-dos, venerados y untados con miel, le-che y otras ofrendas. Con codicia, confebril entusiasmo, como si la vida fueraen ello, miles de manos acarician elór-gano de Shiva y ponen hermosas guir-naldas de flores sobre el mismo. Shivaes el dueño del esperma, como tratande serlo los yoguis shivaitas en la lndia.Han dominado técnicas secretas queles permiten no derramar ni una gotade semen aún cuando mantengan re-laciones sexuales. Rescatan asíla luzdelsemen y la llevan haciaarriba, hacia

los centros de energÍa-conc¡enc¡a(chakras) más elevados y que conec-tan con la concienciacósmica. Hayyo-guis que se entrenan para reabsorberliquidos y mercurio através del uréter, ypoder mediante tal adiestramiento lle-gar a un estrecho control sobre su se-men. Pero lo importante, insisten siem-pre en ello, es la actitud mental. De na-da sirve el control sobre el semen si nose ha conseguido el previo control so-bre la mente. Sin contención del pen-samiento, el control sobre el semen essólo una prueba circense, un númerode fakirismo. Shiva es también el se-men de los chakras, denominadochakramurti, y el inspirador de eremi-tas. Su residenciaes el monte Karlash, ysu cuidada la sacrosanta Benarés. Elfirmamento simboliza también el órga-no reproductorde Shiva, que llueve es-permatizando de vitalidad la g ran vu lvaque es latierra. Shiva se sienta en el co-razón espiritual de cada ser humano.Es la inteligencia primordial, elelemen-

Nu)aÉ:JUÍE

L hdia representa et símboto de to inefabte, laesencia plena de significaciones místicas, elinextinguible fuego sagrado con el que sealimenta el romanticismo espiritual del buscador,

La hdia se ha convertido en reto, en desafío.Es el gran mandala, el alfa y el omega, elencuentro -y el desencuentro para volver aencontrar,

to vigílico, el espacio de quietud, laecuanimidad todopoderosa. Los yo-guis meditan en su Shiva interno, quees la consciencia despterta. Algunossadhus shivaitas llevan un pequeñolingam colgado al cuello. Conozco auno de estos sadhus del sur de la lndia.Su nom bre es Shivaii-Shivaii, i m pasi-ble, autoconsciente. Se unta el torsocon un aceite espeso y oscuro en elque reverberan los rayos del sol. Cuan-do le pregunto por lasabtduría, me ex-plica:

- Lafelicidad es un mlto. Lossereshumanos han buscado tanto la felici-dad, desde su imPlacable ego, quehan gen erado i n men sidad de dolor enfodas /as épocas y latitudes. Esa bÚs-queda egoísta ha sido el infierno másterride paralos hombres. La sabiduríasólo sobreviene Permaneciendo ennuestro centro de paz. Entonces, ni si-quiera dañaremos un pétalo de flor.6ntonces, también emerge la comPa'sión universal Uno de mis maes/rosme dijo unavez: "Shivaji-Shivaji, miq uerido, si para al i mentarme yo tuvieraque sustraer un grano de arroz a otrapersona, antes moriría de hambre'"

El era la comPasiÓn viviente. Hubouna hambruna y la gente comenzÓ amoñr de inanición. Entonces mi maes-

tro dejó de comer. Yo sabía que le iba aperder. Lo sabía. "Maestro, no quieroperderte", le dije. Se enfadÓ conmigoyme dijo: "Al perderles a ellos, ya me es-tás perdiendoa mímismo;aún más,Yate estás perdiendo ati mismo." Empe-zó a debilitarse. Aun así, como era ungran meditador capaz de alimentarsede la energ ía cósm ica" pud o resisti rva-rias semanas a pesar de su avanzadaedad. Un día creí que estaba en sa-madhi. Su postura era perfecta, ergui-doy sólido como un banyano. Me Pusea meditar a su lado. De súbito, su cuer-po se desplomó sobre el mío. Habíadejado este cuerpo. Su centro de pazse había marchado a otras regiones.

Huelea nuez moscada. Me miraconsus ojos muy negros, que asemejan aesas gemas conocidas como «estre-llas de la lndia". Dice:

- Renuncia a la felicidad, sigue tutrabajo inteilor sin perseguirla y algoi m portante, mágico, sucederá dentrode ti. ¿Quién persigue la felicidad? Elcuerpo y la mente, porque suf ren y pa-decen el proceso de vida que engen'd ratanto dolor. O sea q uenuesfros dls-fraces son /os que persiguen la felici-dad. Si meditamos, descubriremosque hay en nosotros, al menos Poten-cialmente, un centro de Paz que está

completo en símismo, que no neces¡-ta perseguir nada porque ya lo tiene.Nos daremos cuenta de que el cuerPoV la mente son los que persiguen lafeli-'cidad,

una felicidad que es un mito pa-ra el los, a la que iamás podrán atrapar.Si esfás en el cuerpo o en la mente, tuvida es un dramA persiguiendo inÚtil-mente lafeiicidad. iQué gran disparate!Pero si te estableces en tu centro depaz, óes quevas a perseguir lo queYatienes?

Toda la lndia se proyecta hacia Shi-va. Unos lo hacen mecánicamente;losmenos, conscientemente. El lingam esel rayo regeneradory al ofrendarlo e in-vocarlo, uno está inclinándose haciasu propio ser interno. Los yoguis an-sían tomar a Shiva a través del controlrespiratorio, la recitación del mantra ola respiración; los penitentes, a travésde implacables austeridades; los de-votos comunes, lanzándose ávida-mente sobre el lrngam y celebrando lapuja (ceremonia).

Hay un sentido de infinitud en la ln-dia; un toque de cosmicidad. La mismalndia es el gran mapa espiritual, el granmandala donde las clave se recrean,inspiran, motivan, sugieren. Los Hima-layas han sido siempre refugio de losgrandes eremitas, sabios, renuncian-tes y mahatmas. Alg u nos eremitas sóloabandonan su retiro para asistir cadavarios años a uno de los grandes festi-vales sacros. El resto del tiempo vivenen la soledad y el aislamiento, algunosa temperaturas inclementes y alimen-tándose de raíces, encurtidos yté. Hayun gran poder cósmico en las regioneshimalayas; se entona el ánimo, se co-

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lapsa las ideaciones, se abre la mente yse expande el corazón. Los Himalayasson la representación de la cima de laconsciencia. Como el Everest y el Kan-chejunga quieren lamer el cielo, cadaaspirantedebe reorientarse hacia lo in-menso, hacia lo incondicionado. En lasantípodas de los Himalayas, en el ex-tremo sur de este descomunal sub-continente, se encuentra el Cabo de lavirgen, Kanya Kumari. El Himalayaes lagran potencia masculina, pero KanyaKumari es la gran potencia femenina.En la lndia se celebra la cúpula místicay surge el andrógino perfecto: el mari-daje armónico de la sabiduría de lamente y la sabid u ría del corazón, cons-ciencia y energía. De los Himalayas alCabo de la Virgen, todo el territorio in-dio está señalizado de lugares sacros,centros de poder, santuarios y ermitas,templos, cuevas de meditación, ash-rams y reliquias. Hay cuatro santuarioshimalayos que son vórtices de poder,centros telúricos. Por algo, desde lamás remota antigüedad han sido con-ti nua e i ncansablemente peregrina-dos. Están en lazona himalayaconoci-da por el Uttarkand, en espléndidos yapartados parajes, a la sombra de losaltos picos himalayos, inaccesiblesdurante ocho meses al año. En talessantuarios viven todo el año algunosyoguis, semidesnudos, meditando enlas nieves y glaciares, dueños de unestrecho control sobre las funcionesde su cuerpo. Algunos se han hechoexpertos en el yoga del calor, medlanteel cual inciden sobre sus energías vita-les (prana) -a través de técnicas decontrol respi ratorio y visual izacionesespeciales-, para elevar la tem peratu-ra del cuerpo y contrarrestar la incle-mencia de las bajastemperaturas. Al-gunos han desarrollado una enormecapacidad para elayuno, que llevan acabo por dos meses o más, y otros seabocan a la recitación del mantra paraconectarse y reconectarse con lo ine-fable. Estos cuatro santuarios, testigossilentes y poderosos de las cumbreshimalayas, son Gangotri -las fuentesdel Ganges-, Yamunotri -las fuentesdel Yamuna-, Kedarnath -santuarioen honor del amoroso y protector Vish-nú. Todos ellos están a más de tres milmetros de altitud, bajo un cielo límpido,a la espera de los miles y miles de sa-hus, peregrinos y devotos que llegandurante los mesesestivales. Estos san-tuarios representan las fuentes de co-nocimiento que residen en nosotrosmismos y que hay que potenciary esti-mular.

Las siete ciudades sacrosantas de lalndia son: Ujjain, Ayodhya, Benarés,Hardwar, Kanchimpuran, Dwarka yMathura y se corresponden con lossiete chakras o centros de energía cós-mica en el ser humano. Un chakra esuna ventana abierta a Io inmenso, cuya

B0i

energía, aletargada, debe ser desen-vuelta y despertada para que se con-vierta en un puente de plata hacia lamente cósrnica. En la medida en queun chakra, centro de consciencia-energía-sabiduría, va despertando, ose va contemplando la evolución inte-rior. Las siete ciudades sagradas sonfocos telúricos, localizaciones deenerg ía cósm ica concentrada.

Asícomo las ciudades santas sonlos chakras, los ríos serhn los nadis oconductos de energíasutil que alimen-tan a los chakras y a todo el cuerpo as-tral de la persona y del gran mandalade la lndia. El Ganges y el Jamuna sonlos dos nadis, izquierda y derecha (iday pingala), que corren a lo largo de laespinadorsal. El mrtico río de sabiduría,el Saraswati, que fluye por lo más pro-fundoy medularde la lndia, seríaelca-nal central o sushumna, aquel por elque al estimular.la energía kundalini,proporcrona vrsron cosmrca y percep-ción yóguica y supraconsciente. La ln-dia, toda ella, es como un gran cuerpoiniciático, cuya autonomía y fisiologíahay que ir descifrando e instrumentali-zando para la búsqueda. La búsquedahacia afuera se hace búsqueda hacraadentro. En la concavidad central delcerebro se encuentra en elser humanoel cáliz de soma, néctar de inmortali-dad. El viaje iniciático hacia afuera esperegrinaje interno.Al caminar, si laac-titud es iniciática, caminamos hacianosotros mismos; al hallar en el exte-rior, hallamos en eltabernáculo secre-to de nuestro corazón-

Hay un cuento indio hermoso y sig-nrficativo:

En un pequeño, pero beilo templode la lndia, se coló una paloma. Todaslas paredes estaban adornadas conespeios, y en ellos se reflejaba la ima-gen de una espléndida rosa que había

BAFAEL I\4AROUEZ

Arriba, esculfuras er$ficas de/templo de Khajurao" üa#e deEenarés {abajo) En la págixasiguient*, panarán i*a d*lsagrado rlo Ganges a su pasüpar la ciudad de Bsnarés.

Et mandata es un diagrama místico, un vórticede energía, un mapa de claves esotéricás quenos guía hacia las realidades ignotas y supremas.

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en el centro del santuario. La paloma,tomando las imágenes por la rosa, se .

aóalanzó sobre ellas, chocando vio-lentamente contra las paredes, hastaque terminÓ por reventarse y morir. En-tonces su frágil cuerpo cayó sobre larosa.

Dicen los maestros de la lndia:'to-dos somos como esa Paloma; Perse'g u i m os i mágen es y aparie n ci as, y m al -

lastamos así nuestras meiore.sénergías hasta que sobreviene lamueñe. La muerte es Para aquellosque están en ladiversidad, sin estable-cerse en la Unidad".

MADRE GANGA

ElGanges es una bendición Para la

lndia. Es el río más sagrado del mundov también, sin duda, el más codiciado,íenerado, invocado y ofrendado' Pue-

de estar contenta la madre Ganges,porque no lefaltan-nunca le hanfalta-do- devotos ávicios de sus sagradasaguas y de su santidad. Millones de

cuerpos se han sumergido, se sumer-gen y seguirán sumergiéndose, en las

águás delcaudaloso río que encuentrasu origen en los altos himalayos, y que

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se extiende hasta desembocar en labaha de Bengala. Va recrbiendo el ge-neroso caudál de otros rios, Y a cadaconfluencia los hindúes le dan el ca-rácter de altamente sagrada, levantan-do, a menudo, un santuario en la mis-ma. Los místicos de la lndia homolo-gan la confluencia de los ríos con laóonf luencia de esos dos rios deenergía que son la inspiración y la ex-halaCión. Uno de los métodos medita-cionales más antiguos es el consisten-te en captar el punto de confluencia en-tre la inhalación y la exhalación y la ex-halación y la inhalación, momento enelque hay una supresión de los proce-sos meniales y se Puede acceder al

universo paralelo. Asimismo, son muyapreciadas las confluencias de la no-checon eldÍaydeldíacon la noche pa-

ra abismarse en la meditaciÓn.A lo largo de dos milquinientos kiló-

metros, laé aguas del Ganges se dejantomar por infinidad de personas de to-das las edades. La madre Ganga des-pierta un excepcional feryor, una pa-

sión religiosa incomparable. El empe-rador Akbar sólo bebía agua de esterio, y el rey Dhanga, mientras recltabamañtras, absorto en elsér, se dejÓ lle-var por sus aguas Y en ellas halló la

muede. Junto al sacrosanto río, el rey

Gangayedeva aYunÓ hasta la muerte,

en tanto le hacían compañía sus clenesoosas. A lo largo de los siglos, losmásfanáticos se han lnmolado en el río

sacro, y asíya el peregrino Xuanzangtuvooiasióñ dever un gran montón dehuecos de aquellos que habían proce-dido al suicidio religioso. En esasaouas hacen sus abluciones niños Y

vÉios, sanos y enfermos, Y a ellas se

arr'o¡an en espuertas las cenizas de los

cadáveres, para que de la mano de lamadre Ganga el ser sea conducidohasta Shiva. Los Peregrinos tomanagua del río y la portan en sus jarritas

lótas),y Ios devotos, al amanecer, ha-

itan uii óspecial placer religioso en de-iar oétalos de flor en su seno. Las aguasbeirío más ansiado del mundo son co-mo un preciado regalo, Y hasta el em-perador budista Ashoka envió unaborción del agua sagrada al soberanobe Ceilán. Esá descomunal serpienteacuática que es el Ganges va atrave-sando ciudades de inmemorial santi-dad, tales como Rishikesh, Hardwar,Allahabad, Benarés y Patna. En su de-sembocadura haY una isla, Ganga Sa-oar. donde se reúnen peregrinos' sad-ñus, penitentes y fakires. Todavía hoyse observa el largo Peregrlnar queconsiste en recorrer camlnanoo el

Ganqes, de arriba aba¡o Y de abajoarribá. Algunos sadhús errantesse lan-zan a laaventura. Pero lagran aventuraes siempre hacia adentro, y el más lar-qo v sustancial de los peregrlna1es es

áqúel que conduce a la rah del pensa-

miento, alotro lado de la mente.

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del despiertan un feruorreligio:o incomparable; se las venera c.gmo un

conducto de energía sutil del se alimentan

tos cn{Xras de cada persona y el cuerpo astral deRamiro A. CALLE

otUI

toda la lndia.

LasApariciones

de IaVirgen

lá DAMABl.ANCA

Apariciones virginalesno cristianas

A aparición sobrenatural demuestra, por como se produce, que el hechoreligioso verdadero no procede del hombre, aun cuando en élviva, sinoq ue "desciende" o se "presenta" a él desde ese Cielo no situado en partealguna, aunque todo lo abarque. La aparición sobrenatural también de-

muestra, pór su variadísimo ropaje, que los seres humanos, como ya apuntaraacertadamente Julius Evola, no sólo se d iferencian por las razas del cuerpo, sinoademás por lasdelalmaylasdelespiritu,y,sin embargo,laTradición siguesiendoúnica, unánime, u niversal.

No solamente existen apariciones en el seno del cristianismo ligadas a la pe-culiaridad de sus ritos y dogmas, asimismo ha habido ytodavía hay aparicionespropias en el corazón del paganismo, tanto como en la médula ósea de las otrasreligiones de laTierra. Lo vamos a ver en eltranscurso de este segundo caprtulo.

Aveces, elmismo lugarcon sus mismoselementosentrelazan, pese aque nolas confundan, apariciones diferentes o yu>ctapuestas. Este es el caso que se da,porejemplo, con Santa Juana deArco, quien ya desde niña-a sustrece años-haba comenzado a oír sus «voces» en las inmediaciones de una haya del bos-que, en cuyas ramas había colgado guirnaldas hechas con otras doncellas paraadornar a Santa María de Domrémy, y donde, tras la visión del Arciíngel San Mi-guel, se le hubiera impuesto o pedido su misión virginal;allí, justamente, al ladodel manantial de antiguo milagroso, en el mismo árbol que sus adversarios deno-minaban Dominarum Fatalium y en el que su madrina Jeanne, amén de otrascam pesi nas, decan haber visto y ver hadas en la haya encantada de Bou rlemont,en el Dom rémy de 1 43 1 . Otro ejem plo de yuxtaposición nos lo relata William But-lerYeats, en su Crepúsculo celta, cuando el «gran San Columba en persona.... sesubióundía(almontedeBenBulben)paraacercarsealCieloconsusoraciones,,,en el punto donde yacela piedra blanca que gira, una de las puertas del Paraísosegún latradición céltica, pordonde salen yentran las hadasy pordonde han pa-sado los reyes legendarios de «nuestra» tan bella "literatura Qaélica".

Elobjeto de las aparicionesvirginales, ya sean éstas cristianas, paganas o deotras religiones no europeas es harto semejante dentro de sus paralelismos y di-ferencias. No obstante, entre ellas no cabe establecer una posible mezcolanzasincrética, como podría pretender el espíritu de la llamada Nueva Era. Todas lasapariciones que aquícontemplamos surgen paraayudaralser humano, un tantonecesitado, abatido, ignorante o quebrado, y para levantar con él la Naturalezacreada, restaurándola en su sacralidad originaria o bien para cerrarelciclo de suexistencia. Pero en el marco del presente caprtulo no podemos abordar en pro-fundidad sus distinciones esenciales, que las hay. Muchas son, en cambio, suscoincidencias circunstancialesysus símbolos, lo cual es más importantetodava,puesello delata, en elfondo, queaun siendodiferentes los hombres porsus razas,por sus castas, por sus estilos y vocaciones, una sigue siendo, «por arriba» y «pordentro", la Tradición primordial.

El lugar -generalmente la Naturaleza virgen, en su realidad o ritualizada- serepite;cada aparición sobrenaturalafirma su autenticidad;aveces, como hemosapuntado ya, confluyen o se encuentran en el mismo manantial, árbol o gruta, pe-ro no se atacan entre sí. Las apariciones paganas nunca han sido anticristianas,como las de la Virgen María nunca han despreciado a las otras religiones. Y esque no hayguerraentre los"dioses»en elCielooen elParaíso, pues Dioses único.Pero dejemos aquíesta veftiente que nos alejaría ahora de nuestro fin.

Con el blanco, que es el de la pureza, hemos calificado eltltulo y el color deltexto que sigue. El lector se dará cuenta porqué.

Por último, la exposición va a seguir un itinerario Sur-Norte y Oeste-Este en elplano de Eurasia, en la certidumbre de quien se remonta al origen y se desplazahacia el naciente de la luz.

Desde el suroestede Eurasia

No descuella una tradición virginal omatriarcal, femenina, de aparicionesentre los hebreos en la línea de lo queaquívamos a considerar; tampoco ex-iste un cauce propio entre los musul-manes genuinos, aunque algún atisbode ello podría encontrarse entre losárabes preislámicos, teniendo encuenta el acopio tradicional que hacenlos cuentos que relata Schehrazada(acompañada por su hermana silen-ciosa Doniazada) al rey Schahriar enLas m i I y u na noch es.Sabemos q ue loscuentos son, en la mayoría de las oca-siones, pequeños barcos que consi-guen mantenerse pacrficamente a flo-te, con su escondida «mercancía anti-gua» o con su cofre detesoros sin cur-so legal, pero que de vez en cuandosus tripulantes consiguen depositar enlos nuevos puertos de la civilización,poniendo asísu carga bárbara en librecirculación. Loselrlty losgenn que porallíse aventuran (casi todos, por cierto,convertidos a la fe de Mahoma) sonpor lo general genios de ambos sexosy algunos alados; muchos viven enlámparas maravillosas, de las que sa-len en forma de humo, bastantes vecesblanco;aolros les gusta frecuentar losárboles, o transformarse al caer en elagua de un manantial, y se conocen lassendas fantásticas e invisibles que lle-van a las islas de amazonas vírgenes,al País del Alcanfor Blanco o, sencilla-mente, al delicioso Paraíso. Sin embar-go,la Dama B/anca no tiene en aquellaéspiritualidad de alma árabe, sin imá-genes, otras visitas que no sean las in-visibles.

Athenea, Diana y Ia ciervablar¡ea

Por el contrario, la vida en la Greciaclásica no se entendila, ni podía ser sinla presencia visible, sin las aparicionesde sus dtoses. Son numerosos los pro-totipos divinos que podrían ser aquínombrados, pero baste, con ser muYconocidos, con citar a la Virgen y blan-ca Athenea, cuyas apariciones al hé-roe trágico Aquiles, ayudándole y des-pués vigorizándole con el Néctar y la

A ¡d. t¿quteÍud,Palas Athenea,la Virgen griegaque se /eapareció aAquiles; en elcuadro,domando alcentauro Quirón(pintura deBotticelli). Bajoestas lineas,Diana cazadora,cuyasapariclones seperpetuaríanñasfa bienentrado elRenacimiento. Alpie de la página,alegaría delárbal central delJardin de lasEspérides lelParalso enfre losgrlegosJ.

das, esto es, xanas deriva o es traduc-ción autóctona del nombre de Ia diosa:Diana. Al margen de estas cuestiones,lrazas de ella y de sus apariciones lastenemos en nuestro romancero (vid.

Athenea, divina Virgenblanea enfre ,osenqso* se aparecióvarras veces al héroetrágico Aquites,ayudándole y despuésvigarizándale can elNéctar y Ia Ambrosra.

Am brosia, son proverbiales.Divinidad itálica al principio, el culto

de Diana cazadora se extiende porto-da Europa no sólo a la helenizada, sinotambién a lacélticay germánica. Ella esla señora de los bosques, en los quereina con su arco y flechas. El templomás conocido de Diana estaba locali-zado en los montes Albanos, junto allago Nemi. Nos interesa especialmen-te aquídebido a que esta dlosa prontova a ser asimilada a la Reina de las Ha-das, quien no dejará de aParecerse,como comprobaremos, en todo eloc-cidente europeo y sobre todo en el dernfluencia nórdica, durante incluso laEra cristiana. Su indumenlaria blancAsu complexión siempre juvenil y grácil,sus cabellos deoro-blanco, su hermo-sura alba, con frecuencia solitaria, to-dos esos elementos, además de loseti mológicos, van a favorecer tal identi-dad. De hecho, en los mitos astures, elapelativo con que se designa a las ha-

lTay ecos de lasapariciones de Dianacazadara en nuestraramancero medieval,donde repetidas yeces§e evoca el encuentrode un caminanfe conurra «§eÍf€trtá»misteriosa y solitaria,guiadora en lossenderos de fos monfesy a la vez salteadara.

El ciervo es uno de losanimales-símbalo más

caraeterísticas de la antigüedad yde la Edad iliedia. Muehas apariciones

virginales tarnaran su forma.Abaja, randa de hadas en el

*Faís de la Alegría".

Flor nueva de romances vl,e/og recogi-dos por Ramón Menéndez Pidal), elcualse hace eco de lasserranillasanti-guas y medrevales que por transmi-sión oral "ref¡eren el encuentro de uncaminante con una serrana guiadoraen /ossenderosde los montesy alavezsalteadora". Con el tiempo, y sin nadieseguroque los custodie, estos poema-rios y canciones decaen hasta versedeformada su pureza original, auncuando conserven ecos de un pasadosin tacha, cómo acontece en el casodel conocrdo romance La serranade laVera, cuyo contenido bien mereció va-rias versiones dramáticas, profanas yreligiosas, de nuestros Lope de Vega,Vélez de Guevara, Enciso y Valdivie-so. Pero vayámonos un poco másatrás y recojamos de alli, en nuestrapeninsula ibérica, uno de los relatosmás entrañables de nuestro ayer pre-cristiano,

Eran los años que siguieron a lamuerte de Viriato, en los que un rebel-de itálico contra Roma -Señorio-habravenido a sucederle, contin uandola obra del caudillo lusitano, Cuenta lahistoria que un buen da cierto campe-sino acertó a regalar a Sertorio una jo-ven cierva blanca, que poco antes ypor milagro había salvado de morir amanos de unos cazadores. La cierva,desde entonces, no se retiraba delguerrero, acompañándole allá dondequisiera rr. Tenia el poder de conocer elfuturo y de revelárselo a Sertorio, conquien hablaba durante el sueño. Porésta y otras virtualldades que la cieruablancatenía, su "d ueño» la creía ser u nregalo de Diana, o tal vez, asíencarna-da, la mismísima diosa en persona. ln-separables, le siguió hasta la muerte.La crónica llega a su fin en el momentoen que el desleal Perpenna y algunosde sus amigos resuelven traicionar aSertorio y matarle. Atraído con un hábil

ard¡z,tras lossacrificiosydurante lace-na en la tienda de Perpenna, le apuña-lan. Pues bien, en aquel instante en queexpiraba Sertorio, la cierua blanca, quedormía tranquila en la acampada con-tigua, respiró prof undamente y setransformó en humo claro que se disi-pó perfilando la negruradeaquella no-che.

Elfos y hadas

Algunos que han hablado de los el-fos y de las hadas no los contemplancomo seres muy aproximados. Se hallegado a identificar a los elfos con losduendes, estos últimos pequeños o demediana estatura, bonachones, vesti-dos de rojo y blanco, y de cuyo paren-tesco, según las huellas que descubri-mos en la leyenda, procederia San Ni-colás, Papá Noél o Santa Claus, to-dos ellos el mismo y único personajeque nos visita por Navidad, en el solsti-cio de invierno, Sin embargo, creo queesta identidad es errónea, pues los el-fos, siguiendo la vereda abierla por J.R, R. Tolkien, más acertada, son en larealldad mitica lo más parecido con lashadas, en cuanto afisonomÍa, oualida-des, gravedad y pureza, con las hadas.Es probable que loselfossean la mani-festación más vislble o tangible (su pa-ralelo en el sentido terrenal) de esosotros espíritus etéreos de rara materia-lizaoón que llamamos hadas. Sea co-mo fuere, los elfos f ueron tambiéncreados rnmortales, aunque no eter-nos en sí mismos, lo que explica quetan sólo puedan morir de tnsteza o tras-pasados. Su lugar y su tiempo son sa-grados, por lo que su sitio está no en elC¡elo, sino en el Paraíso, como las ha-das.

Pero, ¿cómo son ellas? óComo nu-bes de algodón, de dulce voz y oloragradable, con los cabellos delsol más

intenso (de oro blanco)y vestidos deplata, d ueñas del lugar, del manantial ydel árbol santo, donde a orillas de laf uente naturaly bajo elfrondoso avella-no, fresno, haya, nogal o... peinan suscabellos con marJil, son alegres yfesti-vas siempre, pero ante todo durante laalborada de San Juan, en el solsticiode verano, y son acaso patronas de lastejedoras, pues ellas también elaboranmadejas de oro que custodian con sustesoros? De verdad que son de estemodo y no de otro.

Dice Constantino Cabal en su Mr-tología Asturianaque allá por los añostodavía no olvidados, un aldeano deOtero, en Som iedo, Vi I lamor, "sal i Ó u n anoche a regar, y al volver a su casa conel alba, dio un rodeo por el prado de lasTercias paraque no le oyeran "les ma-dreñes",. Y fue entonces cuando vio,extendidas en ese prado, una coladade cadejas de oro. Sin pensarlo dosve-ces, saltó y cogió la madeja que habiamás cercana a la senda que llevaba.Tuvo que arro¡arla inmediatamentedonde estaba porque una hada salióde su oquedad, recriminándole. Sinduda, aquel campesino no había sidoelegido ni para tocar, ni para benefi-ciarse de los dones maravtllosos. Justoal contrario de lo que le aconteciera asu paisano Pachón de Morcín, galán Ybien puesto, quien viniendo a pasearjunto a una fuente, tuvo la aparición deuna gentil y hermosa hada que con élderrochara sus amores y tesoros.

Por el norte occidental

Señala Yeats cómo las hadas hansido tratadas y acogidas de manera di-versa a lo largo de todos estos añoscristianos en lrlanda o en Escocia.Mientras que en la tierra irlandesa, laprimera entre las católicas de Occi-dente, hasta los sacerdotes han con-sultado alguna vez a Ios duendes y és-

tos se han confesado en ocasionescon ellos, además de haber visto a lashadas a menudo y otras cosas que su-ceden. Rara vez, por no decir nu nca, seha juzgado a alguien en lrlanda por ha-ber visto o tratado con una hada, alcontrario que en Escocia, donde-aunque no siempre- los sidhe del

"País Borroso» son allíreticentes, hui-dizosy ocasionalmente hostiles. En Es-cocia, las hadas han sido también ge-nerosas y benefactoras, aunque a losseres hu manos q ue bien las han visto obien han tenido un buen trato con ellasles hayan sometido los poderes públi-cos a procesos Iegales. De todos ellos,hay una buena colección, como en ln-glaterra. Veamos por su cronología, al-gunos de estos eprsodios hasta llegaralsiglo xx. Partamos delxvll, cuando yael Renacimiento se ha asentado, y elracionalismo y el positivismo se des-perezan en Europa.

En Lyne, Ayrshire (Escocia), BessieDunlop se encontraba en cama con elúltimo de sus hijos recién nacidos. Paracolmo, también su marido se hallabaenfermo. Estamos en el año 1576.Charlaba la señora Bessie con unamujer de compañía, cuando he aquíque se le apareció una bella dama,aunque robusta. Se sentó en el lecho ypidió agua. Después de haber sidoservida, de esta forma disfrazada, dijoser la reina de los elfos, y que en brevetanto ella como su marido sanarían desus dolencias, colmándoles de bendi-ciones al marcharse, desapareciendode improviso, justo como habíaapare-cido,

En 1588, confiesa Alesoun Peir-soum (Alison Peirson), de Byrehill, Fi-feshire (Escocia), que conocta a la rei-na de los elfos, y que ella le había dadoun hombre verde -sin duda un duen-de- para su protección, y que ciertodía, en el bosque, durante un encuen-tro alegre con otros miembros de lacorte élfica, rczaron con Alesoun. De-

claró esta mujer que "tenía muchosbuenos amigos en esa cofte, los cua-les se habian ido ahora...y aquienesyano volvería a ver h asta d es pu és d el f t n ".Alesoun había sido llevada ante los tri-bunales acusada de realizar encanta-mientos y curaciones, los cuales, se-gún le inculpaban y ella aceptaba,había hecho en compañía de las bue-

Wiliiam Eutter Yeats {abaio),Premia ñlobel de Literatura yconvencido defensor defmundo encantado, sagrado einvisible, det que consfató,?umerosos fesfir"nonlos. A laizquierda, evocadara imagen deuna ondina de los lagros"

A la derecha, pincelada delm u nd o m aravi I loso e u roqeo ;

abajo, fotagrafía de la niñaFrances que vio a las hadas

de Cott¡nglet (Reino Unido). Alpie, cortejo amoraso en el

nas hadasy de la reina de los elfos, a lacual casi nunca veía, «aunque erav¡stapor ella".

Nueve años más tarde, en I 597, fuelevantada acta del testimonio de An-dro Man, de Aberdeen. Conforme asus declaraciones,.el señor Andro

había reconocido tratado i g ual mente ala reina de los elfos, cuya hermosura ydignidad eran atrayentes. La reina co-nocía el «arte» de la alquimia; pero porencima -siempre según Andro Man-se encontraba ChistsondaY, un serparecido a un ángel (andrÓgino), aquien un miércoles, día de laCruz(Rod-day), viera salir de la nieve con-vertido en ciervo. Simultánea a estaaparición, vio que en el lugar tambiénseencontraba la reinade loselfos juntoa un tropel de caballeros. Todos termi-naron por dirigirse hacia Binhilly Bin-locht, dos centros de naturaleza mági-ca donde aquellas apariciones teníanpor costumbre reunirse y celebrar en-cuentros agradables.

Porsu parte,JonetDrever, una mu-jer joven de Orkney, reconocía haberconversado ocasionalmente con lashadas. Mientras que lsobel Sinclair,de la misma aldea que Jonet, declara-ba en 1 633 sus encuentros con las ha-das: seis veces por año.

Más arriba hemos dicho algo rela-cionado con los cuentos. La historiaque reescribimos brevemente parecesacada de uno de ellos, pues este gé-nero literario, en sus aspectos más fie-les y puros, procede de tradicionesorales auténticas, de hechos queacontecieron alguna vez, en algúnpaís, en algún tiempo pasado. Toma-mos el relato de lo revelado por Hot-ham yJohn Webster, a su vez recogi-do por la escritora Margaret A. Mu-rray. Los documentos judiciales seconservan para su consulta en Yorks-hide, al noreste de lnglaterra. No obs-tante, ni Hotham ni Webster nos han

querido dejar el nombre de la personaencausada, la cual, dicho sea de Paso,fue absuelta por eljurado de los cargosque contra ella pesaban. Tengamos,así, para empezar un hombre anóni-mo, de mediana edad, humilde Y Po-bre, que sin llegar a tener estudios, ni

ser médico, curaba toda suerte de do-lencias con un misterioso polvo blan-co. Aunque sólo hacía el bien, su ejer-cicio pronto despertó los celos de la

"clase ¡¡§(i6¿» y de los hombres de laciencia positiva no paracélsica. Corríael año de 1653... Nuestro hombre -levemos venir solitario por el camino-regresaba a su casa al atardecer des-pués de la labor. Aciaga era su suerte,pues la pobreza le había arañado has-ta el sustento más precario para su fa-milia. Casi con el pecado de la acidia ylos pensamientos oscuros por cruz, vi-no a dar con una "hermosa mujer conropas muy linas» que le preguntó por-qué estaba asi, tan triste. Tras contarlela causa de su pobre estado, la belladama le prometió sacarle de aquellapesadumbre si estaba dispuesto acumplir con su misión. El caminante lerespondió que sí, siempre que aquelloque le pidiera no fuera contra las leyesdivinas y humanas. Sin inmutarse, laseñora le dijo quetan sólo se trataba dehacer el bien ycurar a los enfermos, y lepuso la condición de acudir al día si-guiente, a la misma hora y a aquel lu-gar. Sin decirle nada a nadie se pre-sentó a la cita, y volvró a encontrar a lahermosa dama. Se saludaron; ella lepidió que le siguiera sin miedo. Trashaber caminado un buen trecho, llega-ron al pie de una colina; la golpeó tres

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veces y ésta se abriÓ. "Cuando entra-ron -escribe Murray-, llegaron a unasala donde había una reina sentadacon gran maiestad", rodeada de sucorte. Después de darle la bienvenida,la reina ordenó con dulzura a la damaaparecida del camino que enseñara aaquel hombre los secretos del polvoblanco, cómo usarlos Y cómo curarcon dos otres granos cualquier dolen-cia. Dicho y hecho. Le entregaron unacajitade madera llena,y partiÓ. Su famade buena persona se extendió Por elcontorno; despertó envidias y fue de-nunciado. Cuando el¡uez le preguntóqué hacÍa una vez que se quedaba sinpolvo, fue respondido si n extrañeza:

-,CLtando me quedo sin este mara-villoso y benefactor elemento, salgo alcampo, me diriio alacolinay lagolpeofres veces; s e me abre y entonces ptdomás...". Y siguió contándole al magis-trado que en el umbral de aquella gru.ta, iluminada secretamente, sin lumbrey sin sol, se le aparecia de nuevo Ia da-ma primera, la cual le conducía ante lareina sin tardanza. Y dado que no huboprueba alguna contra é1, "excepto lascuracionés que había realizado", fuepuesto en libertad.

La literatura de Yeats está plagadade evocaciones de aquellos que en lr-landa llaman "Buenos", "Gente Gen-til", "Gente Menuda", "La otra clase degente", "Gente lnvisible", "Gente Des-m e moriada,, o "S id he" --escuetame n -

te:dioses-, que habitan en el "País delas Hadas", en el "País Borroso" o en el

"País de la A\egria". En uno de susabundantes artículos que el PremioNobel escribiera allá Por el año de1 893, y que titulara con las descriptivaspalabras que el astrólogo William Lilly(1602-1681) clamara en el bosque deWindsor: Regina, Regina Pigmeorum,Venl Yeats describe los momentosculminantes de una visión, de cuya vi-vencra élfue testigo. Ante el escritor, unamigo y una joven de su familia quetenÍa capacidad para «ver», paseandopor una solitaria y arenosa playa, y alllegar a un recóndito paraje en el quehallaron unacueva poco profunda, pa-saron cosas que contar...L e pregunté ala joven 4ice Yeats- si ve ía alg o, pu estenía bastanfes cosas qu e preguntarle

se esfaba sumiendo, con /os oiosabiertos, en una especie detrance, enm ed io d el cual I a fría bri sa m ari na ya n o

Arriba, Damas B/ancasbajo la Luna alba; a laizquierda, danza de hadasvirgenes; abaio, Sir ArfhurConnan Doyle, quientambién en ellas

a ta Gente Desmemornda,::,?,1*2 que la había acagida.parada durante unos mtnutos, y vt que

la molestaba, ni distraía su atención elmonótono bramido del mar. Yo gritéentonces con fuerza los nombres delos grandes duendes..» Al poco, co-menzó asentirse una melodiosa músi-ca, y el amigo de Yeats empezó a oír sinentrar en éxtasis risas de niños que seaproximaban. "Un chorro de luz bri-llante"salíade la gruta. El momento eraintenso y quieto, yYeats aprovechó pa-ra pedir a la joven acompañante que

"llamara a la reina". Apareció una mu-jer altay encantadora sin quetodavía elescritor la pudiera percibir. Pero le pi-dió a la dama, a través de su vidente,que le permitiera conocer de cerca alos acompañantes de tan realyfantás-

Una bella dama entróen la casa, se senfó enel lecho y pidió agua,Después de haber sidoseruida, de buenaforma distrazada, diioser la reina de los elfos,y desapareciocolmando debendiciones a la familia

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tica figura. "Los seres salieron enton-ces de la cueva, y se ordenaron, si norecuerdo mal, en cuatro grupos...» Losvio, sin duda, y así lo testimonia, Des-pués les preguntó algo sobre su formade existencia y sus moradas, sobre si

era verdad que las hadas Y los duen-des se llevaban a los mortales «al otrolugar", y quería conocer muchas co-sas más. Pero la leve agrtación, certera,de la arena le cortÓ en seco su curiosi-

dad. En el suelo -incomprenstble-mente- apareció esta leyenda: "Iencuidado, y no qureras saber demasia-do sobre nosotros," La reina haba da-do señales de estar perdiendo la pa-ciencia con sus demasiadas pregun-tas.

Los viajes fantásticos y el Navíode Cristal

La reina de aquel mundo cerrado anuestros olos le respondiÓ que sí, queera cierto, que de tarde en tarde se lle-

Yeast, el poeta delcrepúsculo celta, lepreguntó muchas cosasa la Dama Blanca, lacual, de formaincomprensible, deióescrito sobre la arena:«Ten cuidado, y noquieras saberdemasiado sobrenuestro mundo».

vaban hacia su pacifico paÍs agunosmortales: doncel las, cabal leros, aldea-nos, e incluso niños. Esto ya se saba enlrlanda desde antaño, por eso las gen-tes de aquellas tierras célticocristianastrataban de proteger a sus hijos, aun-que no por eso, si sucediera, en lrlandase odiara a las hadas. Especial cuida-do setenía, por eso, en Noviembre, du-rante lavisperadeTodos los Santos, enla que ias visrtas se hacían y se hacenmás repetidas. ¿Dónde se llevan a sussecuestrados? I nd udablemente al Pa-raíso, donde según cuenta la tradiciónmrtica y graél ca, la reina-hada (o tam-bién diosa-hada) Niamh llevara al reyArturo hasta Tir na n-Og -el país deli-cioso de los celtas- en su embarca-ción de cristal, al mismo punto y porigual medio que fuera conducido elhéroe Ossian, liberándose con estaargucia de sus enemigos, y disfrutan-do en aq uellos parajes, donde no se pi-sa el suelo al caminar, de trescientosaños de inmarcesible juventud.

También a Yeats le dijeron que lashacjas llegan a suplantar por algúntiempo el alma de algún ser viviente,hombre o animal, alojándose en suscuerpos. As mismo, se han contadohistorias en las que, a la invei'sa, sereshumanos han adoptado la existenciafeéilca (de los elfos y de las hadas) du-rante buencs años, llegándose a casarcon ellos. He aqui algunas de estaspruebas.

En 1618, en Leicester, Joan Willi'moü tenÍa una hada a su servicio quele había transmitido a su vez WilliamBerry, de Langholme, en el Rutlands-hire, y en quien habia vivido durantetres años. Se la traspasÓ insuflándolapor la boca. Salió de aq uel cuerpo, per-maneciendo luego aquel espíritu depie ante ella.

Por otra parte, Yeats escribe en su yacitado Crepúsculo Celta, bEo el tltulode Los incansables (1893), que unaadolescente virgen fue elegida de en-tre losvivosvulgares paracasarcon unimporlante sldhe, e invitada, por ello, avivir lavida feérica.Elmatrimonto con elprincipe d u ró setecientos años, al cabode los cuales el sidhe muriÓ;despuésvolvió laloven a contraer matrimonio...,asíhasta siete veces. "Por ftn, un día elcura de la parroquia f ue a visitarla, y led|o que era un escándalo paratoda lavecindad, con sus stete maridos Y sulargavida."

Ñ uestro romancero tam bién cuentamucho antes, que existiÓ unalnfanttna

Dlversas alegorías de Frau Holle(Alemania), de cuya apariciÓn en 1596se habla en el Presente caPítulo.

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encantada. Dicen así los versos: a ca-zalbaun caballeroy, cansado, se le hi-zo de noche. Se puso a descansar alamparo de un roble, el más alto y fron-doso que por allihabía. De pronto, sutronco se hizo de oro y las ramas deplata fina; levanto los ojos. y "vio cosade maravilla": u na infantina en lafrondamás alta se peinaba con púas de oroesclareciendo la campiña. Era la hijade la reina de Hungra que, un dia, ha-dáronlasiele hadas en los brazos de sumadrina porsiete años.A la mañana si-guiente de aquella noche se cumpliríasu plazo, y libre quedarÍa, por lo que pi-dió al caballero que esperara y la lleva-t4...

ButlerYeast, el poeta delalma célti-ca de lrlanda, buscó con denuedo loslugares por donde se abra el mundopagano de las hadas, de los elfos, delos duendes, de la retna b/anca. No sehabria resistido a ser llevado al "Pais dela Alegría", siendo é1, no obstante, buencatólico y convencido cristiano. Subiótambién hasta Ben Bulben. "No hay enla tierra lugar más tnaccestble -es-cribía-. Es la puerfa del País de las Ha-das. En la mitad de la noche, el cuadra-do gira y se abre, y las huestes sobre-naturales se precipitan alexterior... Poresta puerla de piedra blanca..." Drum-cl iff y Rosses -añad ía el poela-

"e ran,son y serán stempre, iquiéralo el Cielo!,sitios frecuentados por lo sobrenatu-ral".

LA REINA MAEVE Y FRAUHOLLE

Unacampesina mira las montañasypiensa en la bondad de Dios; "Dios-sigue Yeats- está tanto más cercacuanto que las fuerzas paganas no an-dan lejos: pues al nofte, en el Ben Bul-ben, famoso por sus halcones, la blan-ca p u e rta cuad rad a g i ray se ab re al po-nerseelsol,y los indómitos jinetes, conlos mÍticos reyes de lrlanda,se precipi-tan a los campos, mientras al sur la Da-ma Blanca, que sin duda es Maeve enpersona,vaga baio el amplio gorro dedormir de nubes de Knocknarea". Unpastorcillo lavio pasaren su caballotancerca de sí, como un vendaval, que latelade su brillantevestido le rozó.Cayódesvanecido, y durmió, como si estu-viera m uerto, por tres d ias antes de vol-ver a la vida. Otra aldeana le contó aYeast cómo vio a la reina Maeve. Nohabia belleza igual en el siglo, "vi-le

Ossian vivié freseienfosañss de inmareesiblejuventud en el Paraísacéltieo (Tir na n-Og), adonde fuera llevado porla diosa-hada Niamh ensu embare;ae;ién dee,ristal"

remachó- a la mujer más hermosaque jamás haya vtsto usted". Llevabauna espada al costado, iba de blanco,al galope, con los pies des calzos:.muyfuerfe, pero no mala". Otra campesinale dijo que cuando se le apareció se ta-pó los ojos, y la reina Maeve desapare-ció, hecho porelcualf ue luego recrimi-nada por sus paisanos al haber mos-trado a la reina tal grado de impacien-cia, con lo que, así, se quedaron todosellos sin mensale. A u na anciana, Yeastle pregu ntó si había visto además de larerna lt4aeve a otras damas. Sí-le res-pondió-, unas, las de vestido entero yhasta los pies, llevan el pelo largo ysuelto, las otras, con el cabello recogi-do, los llevan cortos,.de formaque seles puedever las piernas hastalas pan-torrillas". (cDe la corte de Diana, la ca-zador a?,se g u rame nte.)

En Alemania, en selvavirgen delan-tiguo recinto de los germanos, se vene-ró aFrau Holle, Venía de las profundi-dades, pero era blanca:patrona de las

hilanderas. Alain de Benoist, en s-sTradttions d'Europe. ap'o\ 1ra -: .-

simbolo a la inmodalidad que reapa'c-ce. Por eso Frau Holle se asimrla a Per-séfone o Proserpina: por algún tre--po en los infiernos (del invierno, co-:la semilla) y después devuelta, resuc -tada a la luz. Su festividad se conn-.-moraba, principalmente, durante csprimeros dias dei solsticio de inviernc

"

los srguientes hasta entrado Enero, Ja-cob Grimm -el de los famosos cuen-tos- reflela en su Deulsche Mithologie(1875) que Frau Holle salía en proce-

Arriba, la diosa Tara del Tíbet. Abajo,bordada ruso en cuyo centrorepresenta a la Virgen Luminosa-Lada-. Al pie, cumbre tibetana (losdloses adoptan esfe aspecfo en /osHimalayas).

Arriba, el santa Kailash, unode /os montes rnás

sagrados. A la derecha, un*thanka, del budismo

lamaísta (siempre se trata deuna capia de una

m an ifestac i ó n vi si on ari a).Abajo, la fotograÍía

corresponde a una de lasúltimas expedicionesespaño/as al Everest

-Quomolagma, 87 -, du ranteel momento de la ascensién.

En aquella ocasión, uno delos montañeros tuvo la

aparición de una dama extraordinaria...

sión por Navidad pasando revista ato-das las ruecas que veía cargadas de li-no, el cual, como tarea, tendria que es-tar enmadejado para cuando llegaranuestrafestividad de los Reyes N/agos.El castigo se imponia a la perezosa conpesados años, mientras que a las quehaban cumplido con su trabajo se lesprometía venturoso año y promesa dei nmortalidad. La creencia en Frau Hol leperduró durante los siglos en algunasregiones de la Europa nórdicayen Ale-

En el monte de BenBulben, en lrlanda, seencuentra la puerta delPaís de las Hadas.Hacia la mitad de lanoche, una piedrablanca, cuadrada, gira yfranquea elpaso a lasáuesfes" sobren atu ra lesgue se precipitan haciael exterior.

mania, donde en las tierras de Meiss-ner, y en una aldea cercana a Wicken-rode, todavía se constataron algunasde sus aparic ones, concretamente,como ésta que recogemos de finalesdel siglo xvr, acaecida en el año 1596.En aquella ocasión, se le presentó a unpobre artesano delvidrio aflicto por laprohibición que le habia impuesto ellandgrave del pueblo de no ir más albosque a cortar la madera que necesi-taba para la elaboración de la pasta devidrio. Frau Holle se le apareció indi-cándole un yacimiento de lignito des-conocido que le iria a compensarde supérdida y a consolarle en su tristeza.Sus rasgos eran los de una "Joven mu-jer vestrda de blanco-. una .,DamaBlanca".

DESDE RUSIA HASTA EL TIBET

En la Crónlca de Ura-Ltnda -diceAlexandr Duguin-, la diosa-madreFreya "eratan blanca como la nieve alamaneccry el azul de sus o/os supera-baelazuldelarco tris". Freyaera la ma-dre de todas las tribus del Norte que,desde Hiperbórea, como el miticoApolo, desde la lsla Sagrada de losarios primordiales, fueron descen-diendo siguiendo el curso del sol, ex-tendiéndose por el Asia, hasta fundaren la lndia la cu turasacra de losVedas,alcanzando su extremo naciente, ex-pandiéndose por Siberia, Rusia, Es-candinav¡a, alcanzando a Thule y Fi-nisterre y luego, todavía un poco más,seguir bajando. Todos ellos, los "fri-sios" -hijos de Freya, la Gran MadreBlanca- poseÍan en cada región, encada cuenca, en cada poblado, en ca-da bosque, su propia Virgen (Burg-magde),la cual venia a representar, enel grado de sus manifestaciones, la últi-ma instancia sacra de los vivos. A ima-gen y seme¡anza de Freya, cada "fri-sie" portaba la nobleza (ario en sáns-crito significa noble) de Dtos en su pro-pio seno, pues esa am plia"raza" eraeiprototi po de laVirgen y Madre pu ra q uelos habia engendrado.

Mucho antes que a la Virgen Maria,los primitivos eslavos y luego los vare-gos o vikingos que colonrzaron y se es-parcieron por el suelo ruso, rindieronculto a la Parturienta Luminosa, enquien los paganos de la estirpe de Ru-rik descubrieron sin ambages el ante-cedente de la que después, con la con-

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vers¡ón del principe Vladimir al cristia-nismo y el bautismo de su pueblo enlas aguas del Dniéper, vendría a ser ve-nerada como Iheotokos (Madre deDios y de los hombres). Muestras in-gentes de las apariciones de la Partu-rienta Luminosa o de la Virgen Lumi-nosa -Lada- se encuentran borda-das sobre las teias de I ino, en formas deArbol del Mundo o con astas de ciervoo bajo el aspecto de calendarios (AñoLuminoso), o en pinturas rupestres,dando aluzal Sol-Niño, al bogatir res-plandeciente e invicto. Según la pro-fecía de la última Virgen Blanca,la des-gracia frisia -transcribe Duguin- du-rará sólo hasta los inicios del lll mileniode la Eracristiana. "En ese momento,ladecadencia de /os frisios alcanzará supunto culminante, su so/sticio de tn-vierno, tras el cual, tnmediatamente,Waldra --e I Es p íritu U n ive rsal - al e nta-rá de nuevo su "Od", su "respiractón"en el pueblo blanco, resucitando en elacfo su civtlización perdida, levantan-do con él también a la divina Freya, ysalvando atodos los hijos e htjas que leguardan fidelidad" (A. Duguin. Rusia.El misteilo de Eurasia).

En el Tibet, las altitudes de nievesperpetuas, que alcanzan el Cielo y lomantienen unido a laTierra, son diosesy diosas con apariencia de montañas.Para la vieja religión Bon-po como,ahora, para los peregrinos lamaistas,los montes de los Himalayas son san-tos, y por esa razón, aunque acuden aellos, ningún devoto, mago o sacerdo-te, los escala hasta la cima.

¿Podria pensarse en tamaño actode soberbia? Sin embargo, van haciaellas; las circunvalan, varias veces in-cluso, y con harto sacrificio, en busca

de la lrberación espintualy del aligera-miento de la pesada carga del karma,como acontece con el kailash: la SantaMontaña. Ese tai es el ritual de las cu m-bres, relieves del Cielo del que en tiem-pos inmemoriales descendieron a losvalles los primitivos siete reyes celes-tiales delTibet. Con el primero de ellos,g Nam-ri srong-btsan, casó la diosaTara, lacual, adoptando dos man ifes-taciones: Tara Blancay Tara Verde,Io-mó sendos cuerpos de dos princesas,las mismas con las que el rey contrajomatrimonio.

Los vialeros cuentan siempre algu-na visión referida a las montañas delTibet. Sin ir más lelos, Jacques Bacotvio junto a sus sherpas cómo se levan-taban columnas de humo blanco enlas altas cimas que contemplaban unafria mañana. Mientras que su prrmeraimpresión fue la de un incrédulo que vemeras evaporaciones por la acción deldébil sol de amanecer,para los tibeta-nos («56f¡gsaltados"), *lo que ardía

Un pastorcillo vio a lareina Maeve pasar ensu fantásfico caballotan cerca de sí, que latela de brillante

üe arriba a abaja, aparicion deChintama;ti, según un cuadro de

Nicholas froerich; ninfa Sigiriya deCeylan (Sri-Lanka). Palsaje inverna!

llbefano evocado par el escritar yarflsla rusc ¡Vic/'¡olas fraerich.

vestido le rozó el§Ule

rostro.

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sobre aquellas inaccesibles cumbresera el fuego del sacrlfbb que los ge-nios de la montaña estaban ofrecien-do at Cielo". Y recientemente, no hacemuchos meses, un amigo me contabaque durante la expedición española alEverest -"Quomolagma, 1987"- unode los miembros de la cordada, tam-bién amigo mío y miembro comoaquél de la expedición, tuvo una apari-ción de una hermosa mujeretérea-talvez fueraTara-, la cual parecía hacerlealgún gesto majestuoso sobre el valordel silencio. Estaban muy cerca de lacúspide más alta del mundo. Mi amigo,que prefiere guardar el anonimato, medará detalles de aquellavrsión sobre lanieve gélida algún día.

En un caprtulo sobre aparicrones nocristianas, y hablando del Tibet, no

lngentes apariciones dela Parturienta o VirgenLuminosa :Lada- seencuentran reflejadaseÍ, numerososbordados o pinturasrupestres rusa§, dandoa luz at Sol-Niño, albogatir divino, invicto yresplandeeiente.

podra faltar una alusrón, siquiera bre-ve, a esa pintura que el budismo la-maísta emplea como instrumento demeditación y liberación esprritual. Elthanka aquíes importante porque suimagen siempre es copia de una "ma-nifestación visionaria" útil para el cami-no de su realización interior, y general-mente sólo válido para quien tuvo laaparición. En estos casos, la presenciadivina del bod hisattva suele ser terrorí-fica, revelando con tal expresión la ex-cl usividad del than ka, g uardián celosoy esotérico, como si volvieran hacia elpúblico profano las afiladas puntas dela reja de un monasterio de clausura.Los fhankas se suelen destruir tras eltérmino de la contemplación.

HAC¡A EL SOL NACIENTE

Buda enseñó la doctrina del des-apego de los dioses;en consecuencia:una via que tendra que llevar por f uer-zaalfin de las apariciones. El Rtnzairo-ku, una de las escuelas del Zen, es to-davÍa más «cruel» con las visiones,presencias y descendimientos, puesd ice : si se te ap arece tu abu el o, m átalo ;si tu padre, mátalo;si se te aparece elpropio Buda, retíralo del camino: máta-lo también. Sin embargo, la escuelaMahayana, que reconoce la perviven-cia de los bodhisattvas (budas o san-tos, santas y vírgenes liberados que

A la izquierda, el fresco representados.apsaras, o ninfas celestiales, lamás antigua pintura sangalesa.Abajo, los Himalayas, segúnRaerich; a la izquierda, blancurahiperbórea.

permanecen en el mundo incluso des-pués de muertos) por compasiÓn ha-cia los seres vivos hasta la consuma-ción de los tiempos o hasta la libera-ción del último viviente, recuperó y re-naturalizó la doctrina de las aparicio-nes,Asi, esverdad que ladiosa budistaKwannon es una de las entidadesbodhisattvas que más se aparece asus f ieles, estando su culto muy exten-dido en las tierras y aguas del Dai-Ni-pon. Se encuentra en los temPlos delas sectas Tendai, Shingon e inclusodelZen. Pero, en realidad, Kwannon esel bodhisattva Avalokiteévara (mas-culino), cuyo color era habitualmente elrojo,aunqueen elJapón se ha impues-to en él el blanco, y como asimismo haocurrido en el budismo chino, dondese le conoce bajo el nombre de Kwan'Yin, se le representa por lo común bajofarma femenina, Por cierto q ue Avalo-kiteévara quiere decir: e/ Señor que esvlsfo o, como es en China o en JaPÓn : /a

"Señora gue es visfa", El sacerdoteShinsho Hanayama, que atendiÓ es-oiritualmente a los llamados en el Ja-

[ón "Héroes lnfelices", y que, no obs-tante, los aliados juzgaron corTlo «cri-minales de guerra", después de la ca-pitulación japonesa en la ll Guerra

Mundial, ofrece en su Via de la Eterni-dad algunas conversaciones con elgeneral Hideki T6i6, ex jefe del Go-bierno, a quien poco antes de morir sele apareció la diosa Kwannon a modode consolación.

LA VI§ITA DE AMATEHA§U

Aunque para nuestro tema nadadesempeña un papel más relevanteque el de la Diosa del Sol, Amaterasu'Omi-Kami, en el mismo centro de lainstitución imperial, del shintoismo -la

religión primitiva del Japón- y de lapropia cultura japonesa. Se consideraal Emperador delJapón de origen divi-no, y asi ha perdurado su dinastía oorcientos de años sin i nterrupción o quie-bra, desde el primer Emperador, Jim-mu-Tenno (660 a.C.), que a su vez seremontaal mrtico Ninigi (descendientedirecto de Amaterasu), hasta el actualmonarca Akihito. Varios son los nom-bres, dignidades y apelativos con quelos anales del Japón drstinguen a suEmperador: M i kado (Puerta Subl i me),A rah ito-Kami (Dios man ifestado o entesobrenatural viviente), Aki-tsu-mi-Ka-mi (Divinidad bajo forma humana),Ame-no-minaka-mushi (Augusto Se-ñor del Centro de los Cielos), etc. Y esque el Tenno es, como dice FritjofSchuon, de "carácter avatárico", elcual encarna la continuidad de todossus antepasados (Kamis)y el directo li-naje del Sol [enson). Pues bien, todoello de nada.serviria, ni significaria másque palabras, sin la eeremonía tradi-cional del Daiyosai. Celebrada y of icia-da desde siempre en secreto por elEmperador, solamente se le dio un re-conocimiento oficial hace trece siglos,Mediante este rito, nudo sin duda delshintoismoyde la identidad del pueblo

Junto a estas /íneas, escultura ypintura sobre seda de la diasaKwannan del Japón. Kwannon es lapresencia femcnina del bodhisaftvaAvalokitesvara, cuyo fresco vemosaquí {a la izquierda} en act¡tudpiadasa.

Tierra, §on droses ydíosas con apariencia

En el Tíbet, las altitudesde nleves perpetua§,que alcanzan el Giela ylo mantienen anida a la

de msntaña.

::.il;t:;+:.:.1.:, :'..=:.+!t.):::..1:.

ii -'':+ l

japonés, literalmente: algo que ocurreu na vez en la vida, el Emperador cierra

Arriba, irnagende Amaferasu-

Arni-Kami,cuYa

aparicién al§rnperador del

Japan consflfuyela culminaaión

dei fodas laseerernonlas de

entranización. Ala derecha, el

EmperadarAkikita. Abajo,

recinta sagrado{Daiiokyu) donde

frene luEar laaparición de la0¡osa del §oL

el ciclo viviente de su antecesor m uertoy culmina la entronización del nuevomonarca, el cual adquiere toda su na-luraleza sagrada precisamente con elDaiyosai. Cuando McArthur i mpusie-ra el sistema democrático occidentalalJapón derrotado e hiciera que Hiro-Hito "abdic¿ss" públicamente de sucondición divina, todos los ojos esta-ban expectantes ante la sucesión de

La pintura tradicianaltibetana -<<Thanka»-refleja con todafiabilidad y fidelidad la«capia de unama n ifestaci on vis ian a ri ade una entidad divinabúdica».

Akihito y de si celebrara o no el Daiyo-sal cuando fuera entronizado. El propioYukio Mishima se había hecho sep-puku ("fi¿¡¿-kiri") porqqe el Empera-dor "había dejado de ser un dios y seconverTía en un hombre". Con ello sedesmoronabatoda la cultura japonesay por eso Mishima se autoinmolaba.Sin embargo, otalvez por eso,elDaiyo-sai tuvo lugar... Todos los actos de laentronización del nuevo EmperadorAkihito -unos sesenta- no le haban"convertido en un diosviviente", aún. ElDaiyosai, en la cúspide de las celebra-ciones rituales, lo hizo posible, y se ce-lebró. En el recinto sagrado temporal,levantado al efecto en los jardines delPalacio lmperial, en el Da|ol<yu,y quemás tarde se quemara como colofón,el monarca Akihito hizo la tradicionalofrenda (mikemiki) de arroz, pescado,frutos secos y shake a los dioses delCielo y de la Tierra, durante toda unanoche en vela. Pues bien, en aquellafestividad nocturna del amanecer (re-cordemos que la Diosa del Sol estuvovoluntariamente recluida en una cue-va, según nos enseña el mito, antes deresurgir), en aquella noche del 22a\23de Noviembre de 1 990, Akihito se con-vertía en auténtico y legrtimo Empera-dor, entrando en comunicación directacon todos sus antepasados, y conAmaterasu, quien desde el Cielo se leaparecía verdaderamente y le aconse-jaba para su misión futura. No otro ob-jeto que éste: el de esperar y recibir laverdadera visita de la Diosa del Sol,tenía en el Daijol<yu, el asiento divino oshinza preparado a propósito.

EN EL EXTREMO ESTE

Los indios pieles rojas tienen, tam-brén ellos, dos bellas historias, entremuchas, de apariciones virginales. Elorigen del pueblo Tsalagi o Cherokeese remonta al descendimiento de laMujer Estrella; la ofrenda de la PipaSagrada a la nación Sioux, se verificó,igualmente, mediante unaaparición, laaparición de la Mujer Bisonte BIanco.Digamos algo en relación a ellas.

Dhyani Ywahoo, jefe leg rti ma y em i -

sario del pueblo Cherokee, entre otros,cuenta que «Asga Ya Galunlati, padrede todo cuanto existe, tenía una hijamuy querida, de belleza resplande-ciente como una estrella" (Voces denueslros antepasados). La Doncella

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de las Estrellas vivÍa en la copa, en lomás alto del árbol cósmico. Un día oyÓ

ruidos detambores abajo, y cabó latie-r r a, " Ll e n a d e c u r i o si d ad " -re lata Ywa-hoo- profundizó a sus pies, en las raí-

cesdelárbol, haciendo un hueco porelque cayó desde los Siete Cielos. Comopor entonces el mundo estaba anega-do por las aguas donde nadaban losseres, la Mujer Estrella iba a caer enellas. Entonces su padre envió a losvientos e inspirÓ a las criaturas vivien-les "el impulso de prestarle su auxilio".Asísurgieron las tierras secas, queemergieron de las aguas Y la VirgenEstrella pudo, de este modo, Posar supie sobre suelo firme... "La Muier Estre-.'lta-dice

DyaniYwahoo-traio en elvacío de su seno doce posibles carac-terísticas de la especie humana":loscristales de meditación, de sanaciÓncorporal y espiritual...

Hace tres mil años que se apareclo,primero a dos indios lakotas (sioux deia líneateton)y luego atoda latribu deljefeCuerno HuecoAlzado, una mujer'wankA

esto es, sagrada Y virgen, la

Mujer Bisonte Blanco. Cierto día quelos dos indios se encontraban de caza,vieron acercarse hacia ellos algo queles parecióser, a ladistancla, un bison-te blanco. Al aproximarse, salieron dedudas, notando que se trataba de una

Mediante Ia ceremoniadel «Daiyosai»», queculmina los acfos de laentronización delEmperador del Japón,el monarca recibe lavisita real de la Diosadel SoI Amaterasu-OmiKami, su antepasada,

que la habia ofendido que se acercaru;creyendo, a lo mejor, que iba a conse-g uirsu deseo,se encaminó hacia ella, yen su proximidad quedó envuelto poruna nube blanca que les ocultó. Al po-co, y cuando aquella densidad seapartó, no quedaron del cazador pa-sional más que una montonera dehuesos; entre tanto, una serpiente losroia. "iConsidera eso que ves/,,, le dijoal indio vtvo. "Voy al encuentro de tupueblo y deseo hablar con tu iefeCuerno Hueco Alzado. Regresa iuntoa él y d ile que prepare u natienda espa-

hermosa mujer, "vestida con blancaspieles de gamo" -dice Alce Negro-,"revestida de piel de cieruo, toda deblanco" -asegura Archie Fire LamerDeer (Cieruo Coio)-. A su espalda lle-vaba unn bolsa con flecos. Uno de losdos indios tuvo pensamientos impu roshaciaella, mientras que elotro le advir-tió de su santidad, haciéndole notarque la mujer aparecida no tocaba el

suelo con sus pies. Más cerca de ellos,la Mujer Bisonte Blanco pidiÓ al indio

Alaizquierda,sacerdotessf¡infoístasponen laprimerapiedra delúltimoDaiyokyu, enel recintoimperial delJapón. Allado de esfaslíneas, dospinturas deenormepodersimbólica delmundo pielroia, según elartetradicianal deF" Schuon"

adquiriendo can ello sucondición de kami o«díos viviente».

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ciosaen laque reun¡ráatodo el puebloy preparará mi llegada, Quiero decirosalgo muy importante." Eljoven llegó alpoblado y contó enseguida Io sucedi-do. El jefe dispuso todo lo necesario ymandó llamara los miembros de su tri-bu para que, engalanados con lo me¡orquetuvieran, se reunierart con é1. Al po-co, los ¡óvenes guerreros que oteabanel horizonte, avisaron que alguien seacercaba. Entró la Mujer Bisonte Blan-co, de pronto, en la gran tienda, hizocuatro reverencias conforme al sentidoque lleva el Sol en su recorrido por loscuatro puntos cardinales. Se detuvoante el jefe y cogiendo la bolsa quecontenia la Pipa Sagrada con las dosmanos, extendió los brazos y habló asi:

"iContempla esto y ámalo siem pre! Esuna cosa muy sagrada -lillawakan-,ydebéis siempre considerarla comotal,,, Con ella, en los inviernos futuros,enviaréis vuestra voz a Wakan-Tanka,vuestro Abuelo (Divinidad no manifes-lada)yPadre (elGran Espíritu o Dios re-velado),, "G

raci as a esta Pi pa Sag rad a

-añad ió después- revivirá el Arbol dela Vida." Y -sigue ahora Alce Negrotranscribien do- "cuando oréis conesta Pipa, oraréis portodas /as cosasycon ellas... Con esla Pipa estaréis uni-dos a fodos vues¿ros antepasados..."Desde entonces, con la Pipa Sagradaquedó instaurado o restablecido el ritodela p u rif i caci ó n del al m a. Después deaquella su primera aparición, la mulerdelCielose marchó, no sin antestrans-formarse en Bisonte y colmarles debendiciones y de caza.Y desapareció.

DiceArchre Fire Lamer Deer (lnipi. Elcanto de laTierra)que la Mujer Bison-te Blanco "se vuelve a aparecer cons-tantemente aalgunos de nosotros pa-raque no olvidemos". A él mismo se lepresentó un da para recordarle que,tan obsesionado como estaba por rea-lizar unay olravezlaDanza del Sol,debía antes, sin embargo, verificar losrituales de la tienda del vapor (onikag-he) -inipi o temascal-. También se leha aparecido a Bisonte Lento, a quienle dejara un mensale con su visión.

Hace unos mil años, en una nuevaaparición, la Mujer Bisonte Blanco pro-fetizó el calvario para las naciones in-dias. Les dijo: «nuevas gentes vendráncon buenas i ntenciones, pero se volve-rán malvadas. Vuesfro pueblo morirá.Rezad con la PipaSagrada, con los ob-jetos sagrados, y yo volveré al finalcon nuevas enseñanzas».

La Muier BisonteBlanco se apareció porprimera vez a los indioslakatas hace tres milaños, entregándoles laPipa Sagrada. Después,como han testimoniadomuchos guerrerossioux, esfa Virgen sesiguió apareciendo,prometiendo quevolvería con nuevasenseñanzas al final delos tiempos.'

Tres cuadros de Fritjof Scñuoncentrados sobre la Pipa Sagrada de los

Sioux. Abajo, la Mujer Elsonfe Blancose aparece trayendo del Cielo el

instrumento sagrado hecho por lasmanos de Wakan-Tanka {Dios). La Pipa

Sagrada es un templo que bendice laTierra y un navío que lleva las

oraciones al Cielo.

32

.7Muchos aircs p or delante.

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§eres h*umamos. Uma repet§e§óm §meesar*te del Mamtra evita aqu§em lo praetñea la dispcrs§ém rmen&a§, a §aveequeeamaliza suser hac§a §a megae§óm de§ «y&» y i* imeorpCIra a§ ármb§to de §o

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M

F,,.*ffi' -,"ro+,rd'. :.r';+ ¡i'l'i5,:;+§é

N el principiofue laPalabra...ylapalabra era .,OM"! Todas las re-ligiones están de acuerdo en

que la primera manifestación delUni-verso fue el sonido. Referente a ello,leemos en San Juan l, 1 -3: "Al pri nci pioexistía la palabra.. y la palabra eraDlos... todo s e h izo por med i o d e el I a..".Porsu parte, elPopolVuh nos dice:"Lapalabra del Creador llegó hasta laGrandeza Oculta.. juntaron las pala-bras y los pensamientos...; con sólodecirlq se formó el mundo". Justa-mente allí a donde nos conduce el

"Mantra", a la palabra.ElUniverso se manifestó como res-

puesta a la sílaba creativ¿ «Q[/» ytodolo creado como lo no creado procedede ella (de latotalidad de todos los so-nidos representados en este vocablo).La lengua en que está expresada dichapalabra es el sánscrito, cuyo alfabetoestá compuesto por47 letras, a lascuales se le anexionó "KSHA", a fin deconseguir un total de 50. La razón, nosdice C.W.Leadbeater, es conseguirque coincidan en número con los50pétalos de losG chakras. El alfabetosánscrito (al igual que la sílaba "OM")contiene la suma total de todos los so-nidos humanos y lleva implícito, juntocon elalfabeto hebreo, la materializa-ción "del poder creativo del Verbo".

Comencemos respondiendo a lapregunta:óQué es un «Mantra»?

¿OUE ES UN MANTRA?

La palabra "Mantra" deriva delaraíz

102 ¡

<<man>>, que significa «peñsor», ! QUe álunirse con el sufijo utra" forma un tipode concepto que indica instrumento.En consecuencia, diremos que un

"Mantra" es un instrumento que sirvepara hacernos pensar. De igual modo,añadiremos que es una palabra o con-juntode palabrasque,teniendo un sig-nificado concreto, es utilizado comosoporte para laconoentraiión, la medi-tación y la interiorización. Son, asimis-mo, letras y sílabas reunidas de formaarmon iosa, cuya musicalidad provocaun estado vibratorio excepcional en elespíritu de la persona que las pronun-cia (al adaptarse armónicamente consu pensamiento). Es, además, un vo-cablo o conjunto de vocablos místico-esotéricos que se emplean para esti-mular y liberar el potencial energéticoque todos llevamos en nuestro interiory nos ayuda en la búsqueda de la ver-dadera Natu raleza q ue nos trasciende,pero que está en nosotros mismos.

En consecuencia, cabe añadir quelos "Mantram» armonizan las funcio-nes de los chakras, acelerando dichoscentros; estimulan las glándulas, libe-

rando las energías escondidas ennuestro interioryactúan en nuestro or-ganismo provocando un estado detranquilidad psíquica en el sistemanourocerebral. Con su repetición, seconsigue evitar la dispersión de lamente, manteniéndola canalizada ha-cia un ideal determinado que podríaser el conocimiento de lo infinito y louniversal y la identificación con Dios,permitiéndonos conquistar "estadossuperiores de Conciencia". Comopunto final añadiré que el "Mantra, noconsiste sólo en un sonido físico quepueda ser escuchado por nuestro oÍ-do;es un sonido espiritual que tan sólopuede ser captado por el corazón,pues el "Mantra" sólo es ef icaz cuandose está unido a él en su esencia másprofunda.

Como resultado de todo ello puedeasegurarse que el objeto perseguidopor el "Mantra" es el nacimiento del

"Yo" superior.Ahora bien, paraconseguirque esta

premisa se haga realidad ócómo sa-ber cuál es el "Mantr¿» QUe debemoselegir para nuestro trabajo?

,os mantram armonizan las funciones de ,oschakras, liberan las energías esco ndidas ennuestro interior y actúan en nuestro organismo

en el sistema neurooerebral.

5-

I sonido de un mantra no es un sonido físicoque pueda ser escuchado por nuestro oído; es un

sonido espiritual que tan sólo puede ser captadopor el corazón.CAMINO DE LA ILUMINAC¡ON

En Oriente, a cada discíPulo le eradado por su maestro un «Mantra»(adecuado tanto a su naturaleza comoa sus aspiraciones más profundas).Atendiendo aesta premisa, para medi-tar con un "Mantra,,, según Boeckel:<r..se pfesupone conocimiento y res-ponsabilidad", por lo que es aconseja-ble que cuando decidamos trabajarcon ellos, consultemos con «un maes-tro experto en meditaciÓn o un guíaes'piritual". Sin embargo, nosotros pode-mos trabajar, si lo deseamos, con el

"Mantra, MAN, que posee gran popu-laridad entre quienes no han recibidopreparación espiritual ni les ha sidoconferido "Mantra" alguno para su tra-bajo particular.

El camino que deberá seguir eldiscípulo será el siguiente: En primerlugar, conseguir un nivelde concentra-ción talque provoque un estado de pazinterior (cesando por completo lospensamientos y la percepciÓn senso-rial). Asise logra una mente aqutetada,

disociada de las fuerzas físicas. A con-tinuación, se pasará a un estado demeditación en el que todos los pensa-mientos morirán gradualmente, fun-diéndose con el Todo. En él se descu-brirá el principio interior del Hombrecomo parte de la Unidad. Tan Prontocomo consigamos llegar a dicho esta-do, deberemos utilizarel «Mantra», QUeserá repetido hasta que permanezcaen la mente porsísolo (como stde unaentidad con vida propia se tratara), pa-sando a una situación que denomina-remos "de contemplación,;. Es en estemomento cuando se logra canalizar la

atención mental hacia la Divinidad.Cuando el discípulo accede alesta-

do de contemplación, deja abiertos to-dos sus canales para que pueda esta-blecerse una corriente de energía ocomunicación desde el exterior haciael interior. Sus labios se cierran, el

"Mantra" ha sido interiorizado. El cuer-po físico queda en estado cataléptico yse logra lo que se ha dado en llamar«expansiÓn anímica". Es ahora cuan-do eldiscípulo está preparado para re-

cibir la iluminación y alcanzar el éxta-sis.

UNA LLAMADA A SUFUNCIONAMIENTO

Como consecuencia de lo anterior-mente expuesto, surgen dos Pregun-tas. La primera, ócómo funcionan los

"Mantras" y la segunda, ócómo se de-

ben usar?Respondiendo a nuestra Primera

oreounta diremos que existen tres eta-

baien la práctica dbl "Mantra,,' En pri-mer lugar, el sonido y el ritmo de la pa-labra, que influyen sobre nuestro cuer-po y sobre nuestro ánimo. A continua-ción, las palabras que lo forman, quehan de tener un significado compren-sible a nivel intelectual. Finalmente,cuando el "Mantra" se pone en acción,se convierte para nosotros en un lazode unión con el infinito, con latotalidad,con Dios.

Respecto a la forma en que se !a¡de usai los "Mantras",J.

F. Boeckeldi-ce que hay tres niveles de utilización:

A. Primer nivel, denominado "Pu-rashcharana" o de repetición : El "Man-tra» es pronunciado o cantado en vozalta, usándose asimismo como mediode concentraorón. "Nos deia mos llevatpor su son ido, por su vi bración, y hace-mos que nos envuelva, conduciéndo-nos a un estado de meditaciÓn".

103

B. Segundo nivel, llamado «japa» ode repetición mental. En élse repetiráel

"Mantra" silenciosamente (se suponeque se conoce su significado, pues só-lo asípuede penetrar en la protu nd idadde nuestro ser y ayudarnos en nuestrotrabajo). En dicho nivel podemos mo-ver los labios todavía, aunque lo pro-nunciemos en nuestro interior.

C. Tercer nivel, nombrado "ajapajapa" o de repetición inconsciente. Esel nivel más alto. En é1, nos limitamostan sólo a pensar el "Mantra" (deján-dolo actuar en nuestra mente), lo cualnos transmite un sentimiento de tran-quilidad, armonía y paz.

Finalmente, llegamos a una de lascuestiones más importantes de estetrabajo: el estudio del "Mantra,, AUM-MANI-PADME-HUM,uno de los "Man-tram" más utilizados en los montes delTibet como medio de protección. Estecanto sagrado puede ser utilizado encualquier momento sin tener una pre-paración especial. Su entonación sesuele acompañar, según dice A.J.-Gampbell, por unavisualización de lasdisti ntas sílabas, asig nando a cada unade ellas «.., un color, un sonido,y en al-gunos casos, un guardián celestial...,que influirá sobre /as glándulas y losch akras co rrespon d i e ntes".

Existen numerosos «Mantram» quepueden ir desde el simple "OM" hasta,comodeja bien claroen su obraJ. Blo-feld, cánticos compuestos por «varioscentenares de letras". Pero en este es-tudio vamos a desglosar tan sólo elcontenido del "Mantra" AUM-MANI-PADME-HUM,

Comenzaremos n uestro trabajocentrándonos en el sonido «Ql1/l»:(AUM) (palabra sagrada por excelen-cia, que puede ser utilizada en solitario).

«AUM-MAN I-PADME-H UM, :

MANTRA AROUETIPO

El «ffiafiavá dharma sastra" nos di-cei «En el principio sólo existió el infini-to llamado "aditi'. Y en ese infinito esdonde habito"OM" (AUM),cuyo nom-bre debe preceder a las oraciones e in-vocaci o n esrr.Así ocu rre en n uestro ca-so. La primera silaba de este "Mantra":,.AUM" (OM), se transforma (según elidioma en que se pronuncia en "OM";pero mientras sean respetadaslas con-diciones mentales por ias cuales se ri-ge el empleo de esta sílaba, conservasu totaleficacia.

La sílaba «OM" as equivalente a lasílaba..AUM". En el antiguo glosario de/os Vedas*.NO KU M,r-, e ncontramosla sílaba..AUM" como definitoria de laDeidad. La letra "A" representa la Crea-ción, la letra "U" delinea la continuacióny la letra "M" describe la disolución.Nunca logramos ver la Creación, perodespués de presenciar la Continua-

104

Reportqie

En el primer nivel, el mantra es cantado en vozalta; en el segundo nivel, la repetición del sonidose ha instalado ya en la mente; en el tercero yúltimo nivel, el mantra actúa por sí solo enno§ofros,

E, mantra A|IM-PADME HLIM es une ie los más

ut',tirados "n tos montes del Tíbet amo m

momento sin tener una

Looos: es lo Absoluto, lo Eterno, lo lm-oeiecedero e lnmutable. Simboliza el

brioen, la Fuente Suprema (principiode iodas las cosas). Es una palabra degran potencial creador que hasid.oóonsiáerada por una gran mayoría deestudiosos cómo "/a suma de todos/os sonldos del tJ n iverso, I a arm on ía d e

/as esferas". G. R. S. Mead nos ha con-firmado la existencia de fórmulas má-oicas consideradas como «sonidos-

¡"¿i7», Que confieren alque las usa "Po-deres divinos".

Ramakrisna dijo sobre "OM":"Loshom bres comu nes hablan m ucho so-bre religión, pero sus acciones no secorresóondén con lo que hablan. En

cambi'o, et sabio habla poco, transfor-mando sin embargo toda su vida en

acciÓn". Eso es el "OM": pura acción'

Como conclusión diremos que,oAtJM" (OM) es la Realidad SuPrema,la Unidád, Óios. Para SuamiVlveká-nanda,.AUM" es "la palabra que sim-botiza a Dios" y según nos diceF. Kastberger' «OM" es "la salutaciÓna Dios, Señor de todas /as cosas».

La iraducciÓn literal de "MANIPADME" sería: .,Joya en la Flor de Lo-to". Este par de cónceptos significan,segú n J. F, Boeckel, "

la sabid u ría esen-ciit que se encuentra en lo más Pro-fundó de nuestro corazón". Es la Men-te total de la que participan todas las

mentes, la sabiduría esotérica escon-dida en lo más Profundo de todo Pen-samiento exotérico (que espera serdesvelada), el objetivo y los medios pa-

raalcanza¡ la Sabiduría Suprema que

nos lleve (por mediación de nuestroguía interior) a la comunión con laMente Cósmica y al despertar del co-noci m iento (Siv i kran a).

La orimera sílaba de este conjunto,

"MAÑb, (alhaja o joya), es aquella que

exoresa'la unión total con el Absolutofiódo es Uno v el Uno está en Todo). Es

él veroo, lo áctual, la elevación denuestra conciencia hacia la Concien-ciasuorema, abarcando la infinidad delaTotálidad por medio de nuestra rein-teoración en la Unidad. Es el logro por

uño mismo de la verdad esPiritual(Slddha), que. nos. conduce_,hagia la

ción, nos la imaginamos. En realidad,lacreación y la cbntinuación están tanintimamehte unidas que no Puedendarse por separado. De ah íque- la "A" yla *U, se transformen en el diPtongo«AU» que tenderá a pronunciarse con-iuntaniente como una «O», quedando'¡ilasmada esta verdad. Las tres sílabas

de "AUM" aparecen Y desaParecen'«paro al silencio en el cual se funda-mentan permanece .en la eternidad"'Una persona nace, vive, Y muere, Perosu oarte espiritual permane@ (como

en un rito iniblático)y muere solamenteoara renacer de nuevo con un nivelvi-'bracional superior. Aquel que practica

el ,,OM, ejeóuta esta verdad, dirigien-do a su esbrritu hacia la inmortalidad y

la eternidad que se encuentran altras-oasar el umbral.' nQfi/1,,; "Palabra UniverSal" O, COmO

d iría el Lama Govin da, la experienciade lo infinito en nosofro§ simboliza lo

eterno,lo que no muere,lo universalyabsoluto, siendo una palabra potenteoue destruve todos aquellos obstácu-los oue hah nacido del "Ego". Segúnnos áiría J. Blofeld "se trata del poderconcentrado desProvisto de Ego"..oM» eflcál'na un gran poder creador

v reoresenta la Mente Unica, la Sabi-áuríá Suprema y la Consciencia que

todo lo a'barca. Este es el Sonido Uni-

vérsal que contiene atodos los demássonidos y representa la esencla m lsmade la Totalidad.-*AumresladenominaciÓnsimbóli-

cade laTrinidad hindú. En sánscrifo, la«A» ÍeDreseñta la conciencia subjetivadel mundo exterior, la.U,, la cOnCien-

óia obietiva del mundo rnteriory la "M"la conbiencia de la "Unidad" indiferen-ciada. Asimismo, l. Magaloni Duarte'cuando nos habla sobre el significadode estas letras en el ldioma maya, dejapatente la misma analogÍa. Para,é1, la

l.A, expresa lo masculrno, la*U".lo.fe-meninby la "M" lo engendrado (el hijo)'

Portodoello,vemos que existe una re-

lación entre el monosílabo sagrado«AUM» y la «Santísima Tri ¡ifl ¿f, » (Mus-ti). símbblo existente en todas lascultu-rá3 que representa al Sumo Hacedor,Creador y Señor de todasilaslcosasexistentes.

"A|JM (OM), se}Ún M.Coquet Y

C. Ríos sería "la primera palabra a par-

tir de ta cual, la divinidad creÓ la multi-oticidad de tas formas del mu ndo". Es-ie sonido vocal representa al Verbo, al

realización y el PerfeccionamieEl sonido "PADME"

(flor de IElsonido (flor de loto), esiento.

lo arouetípico, lo fundamental y repre-senta el eétado de ContemplaciÓn (es-

iado que nos conduce a la lluminaciónv al é*tasis). Cuando se alcanza la Paz

ínterior y sé aquieta la mente, la Luz delAlma (óomc [a luz de la Luna ante lacual sé abre el Loto) sale al exterior eilumina el camino que nos lleva a lareinteg.aciÓn.

Finálmente, tenemos el vocablo,,HLlM,.Este es el "Sonido del Silencio"como esenciade laCreaciÓn por ia pa-

labra. Ese sonido, que determinó laCréación, se encuenira grabado en lomás profundo de nuestra conciencia'lmpréso en nuestro corazón Y Por su

105

mediación, logramos la unión con laTotalidad, que nos ofrece una visióncompletadel infinito. Setratade un po-der totalmente desprovisto de "Ego".Representa la realidad ilimitada encar-nada dentro del limitado ser individual.

"HUM" proporciona energía vital a locreado y destruye el pensamientodualista; representa los principios y ex-presa sometimiento sin condición ybeatitud (Sukha).

Así pues, "AUM-MANI-PADME-HUM,, nos dice ftlL Coquet, "ayudaaelevar la conciencia para llegar al cen-tro único de /as causas primarias que/os texlossagrados llaman "La joyaenel centro del Loto"." Para F.lGstber-ger «AU M-M AN l- PADM E-H U M" "esuna acción de gracias a Aquelque esel Sumo Hacedor de la Creación",siendo su significado literal: "Salud,iOh alhajaen elLoto!, asisea".

RITUAL

Una vez que hayamos aquietadonuestra mente y nuestro espíritu, reci-taremos el "Mantra" centrándonos ensu contenido. Para entonar este "Man-tra", deberemos ubicar cada sílaba ensu octava particular; después, adjudi-carle un color, ver sobre qué nivel ac-túa, a qué glándulas y chakras afecta yasociarle el nMudra" (o gesto) corres-pondiente (o bien al"Mantra" en gene-ral o a cada silaba en particular),

- "AUM":se entonará efl «DO» [rá-tural de la escala central. Lleva asocia-do el color blanco o violeta y sus rayosbrillarán sobre el mundo de los "De-vas" (Dioses superiores). Afectará alchakra "coronario, y á la glándula "pi-neal". El mudra que utilizaremos coneste sonido será el "Sivikmudra» eue,al igual que el Musti-mudra representala trinidad (A-U-M. Al pronunciar<<AUM»Y meditaren su contenido, pen-saremos: "Salud ioh Señor!, Dios denuestro corazón, Realidad Suprema elnfinita Principioy Fin detodo lo crea-do e increado, que por mediación delVerbo te manifestaste en la Creación.Te ag ndecemos tu m an ifestación, pormedio de la palabr4 en la Creación".- LOS SOnidOS "MA"y..N/r, irán en

"DO,, y €ñ «Ml» natural de la escalacentral respectivamente. Sus coloresasociados son el verde de «f¡1fi», eualanza su luz sobre el reino de los..Asu-ras» (dioses inferiores) y el amarillo de«¡1//» eu€ lo hace sobre el reino de losseres humanos. Actuarán sobre loschakras del plexo solary cardíaco y so-bre las glándulas del páncreas y el ti morespectivamente. Trabajaremos con el

"Sakh am ud ra". Al pron u nciar <,M AN l>,,

nuestra mente meditará en el sigu ientecontenido: "Te damos las gracias porhaber permitido que nuestra concien-cia se eleve hasta ti, logrando nuestrarei nteg ración en I a U n id ad ".

106

n el lslam existe la costumbre de recitar elnombre de Alá durante horas y horas. Ello refleiala creencia en lo sagrado que conlleva elmencionado sonido.

- Las sílabas«prtp»y «Alf» se entona-rán en "RE"y«DO" naturalde laescalacentral, respectivamente. Sus colorescorrespondientes son el azul asociadoa«PAD',, cuyos rayos brillan sobre elmundo de los animales, y el rojo a«MEM", cuyos rayos iluminan el reinode los "Pretas» o espíritus de los muer-tos. Actuarán sobre el chakra frontal yexplénico y sobre las g lándu las pitu ita-ria y suprarrenales respectivamente.Utilizaremos con este sonido el "Pad-mem ud ra" y n uestra mente al entonar-lo dirá: "Te damos las gracias por ha-cer posible que con tu iluminaciónvearnos el camino que nos conduce ,

hacia la Luz".

- Frnalmenle, "HUM" se entonará en

"DO" riatural de laescalacentral. lrá re-gido por el color oscuro que actúa so-bre el mundo de los habitantes del in-fierno (creados por la mente). Afectaráal chakra laringeo y a la glándula tiroi-des. El mudra que realizaremos coneste sonido será, el "Sukhamudra". Alentonar esta sílaba pensaremos: «Ieagradecemos que nos muestres laprofundidad de nuestro Ser lnterno,que es uno con tu Totalidad".

Las tres notas empleadas en dicho«Mantra» (.DO", "RE" y "ffi1") afectanasimismo a las glándulas "pi neal", "hi-pófisis" y "timo" 6 «plexo cardíaco"respectivamente.

Con este "Mantra" podemos utilizar,

de igual modo, un «Mudra» general, Y

este será el "Padmemudra" o mudradelLoto.

No obstante, no hemos de olvidaroue nuestra cultura es occidentaly quea veces resulta difícil para nosotroscomprender en profundidad el pensa-miento hindú. Otra cultura que no co-nociera el sig nif icado de este o de cual-quier otro cahto, puede encontrar den-tio de su propio pensamiento palabraso grupoó de palabras que sirvan demédio para la meditaciÓn. Es necesa-rio pues, comPrender el conjunto deconceptos que recitamos, ya que senavano répetir un "Mantra»

que resultasevacío de contenido por no conocer su

significado.En este sentido, en la cultura cristia-

na podríamos citar el Salmo I 15: "Nonnobis Domine, non nobis: sed NomineTuo daGlor¡am»(no para míSeñor, no

oara mí; sino sólo para la Gloria de Tu

Ñombre), utilizado por los templarios.Asimismo, los cantos gregorianos tle-nen una metodología semejante a los*Mantram, orientales. De igual modo

vemos cómo la iglesia católica favore-ce en sus rituales la repetición de mÚlti-ples oraciones: el Padre Nuestro, elAve María, las letanías del Rosario, etc.

Por último, comprobamos cómo enel lslám existe la costumbre de recitar elnombre de Alá durante horas y horas'Ello refleja la creencia en lo sagradoque conlieva dicho sonido, en vista delo cual encontramos en casitodos lossuras del Corán la invocación : "Bismi-llah Elrahman elrakim", siendo su tra-ducción lileral "Alá, el muy misericor-dioso, el muy compasivo", que siglifi-ca algo parecido a nuestro .ai Diosquiere".

Como resumen de todo ello Pode-mos añadir que los "Mantram» sonfór-mulas concisas que nos encaminanhacia la esencia de la realizaciÓn espi-ritual sintetizada y que nos ayudan aencaminar nuestros pasos hacia la luzy laverdad, buscando la reintegraciónen la unidad.

Como conclusiÓn se Puede deciroue el contenido de los "Mantram" es-tá Olr¡g¡Oo a la glorificación y acción degraciás a Dios, pues se ha de afirmar

que no existe diferencia alguna entreDios y sus nombres, sean cuales sean'Sed bienvenidos al reino de la Luz, sa-lid de lastinieblasyalentraren él hacedque, porvuestra mediación, penetre laluz en el reino de las tinieblas del cualvenís. Como dijera E.Arnold:

"iEl rocío está en el Loto.iElévate, Gran Sol!, levanta mi hoia ymézclame con laola"Aum, Mani, Padme, Hum", illega elamanecer!iLa gota de rocío se desliza al mar bri'llante!,,.

Que ese rayo de luz que alumbradesde lo más profundo de nuestro serse expanda y busque la fusión con laLuz Mayor y la comunicación con loCósmico.

Un caminante en el sendero hacia laLuz dijo: "Quienquiera

que ha sentidounavez el Espíritu del Sumo Hacedorno puede cónfundirlo con ningunaotrácosa olvidarto o negar su existen'cia iOh mundo! sirehusases recono-cer su existencia con voz unánime, yote abandonaría Y conseruaría aún mife".

Miremos hacia la luz Y caminemoshaciaella porque, como dice P.Sedir'*la luz está tan cerca de nosotros, quees verdáderamente asombroso quelos hombres no la vean. Esto Puedéser, sencillamente, Porque no la mi-fan».

R.M. DE LA TORRE

107

Los antos gregorianos tienen una metodologíasemeiante a los mantram orientales. La lglesiacatólia favorece en sus rituales la repetición demultiples oraciones oue actúan como auténticosmantram occidentales.