EOQSC ITAD EHA

NilT§TÓHECH#ADC

ERíAN las once y me-dia o doce de la no-che. Ni una nube con-seguía empañar labelleza del inmensocielo estrellado que

parecía envolverlo todo. Poco a poco,fui dejando atrás aquel grupo de per-sonas que me habían llevado una vezmás a Chilca, el mítico desierto pe-ruano donde desde hace más de 23años vienen sucediéndose las másextrañas experiencias de contacto delos grupos Rama. Apagué la linterna yme dejé guiar por el resplandor de lasestrellas. Al poco rato me hallé com-pletamente solo, acompañado única-mente por el sonido de mis propiospasos. Si "ellos" querían establecercontacto, esa noche era la adecuada.Me encontraba mirando al suelo,cuando de pronto un gran f/ash lumi-noso inundó el lugar, proyectando mipropia sombra sobre la arena. Se meheló la sangre. Nadie, absolutamentenadie podía hallarse en aquel terrenollano a esas horas de la noche, y me-nos a varios metros sobre mí. Con el

corazón a punto de estallar me atrevía levantar la vista: nada. Ni siquiera

un avión. ¿Quién había lanzadosobre mí aquel chorro de luz?

Si hubiera habido nubes po-dría haber pensado en unfenómeno eléctrico, perono las había. Y todo elloen el más absoluto silen-cio. Finalmente no hubocontacto esa noche, nisiquiera avistamiento.Pero hasta hoy no hepodido olvidar la inten-sidad de aquella luz, ysobre todo, todavía nohe podido averiguar quéo quién provocó aquelfenómeno.

La experiencia, aunsiendo importante para mí,

ni siquiera rozó la especta-cularidad de las vividas en ese

mismo lugar por los protagonis-

grupos que, a pesar del tiempo trans-currido, siguen desconceñando a lascuadriculadas mentes de los que nie-gan a priori la posibilidad de un con-tacto. Porque, si algo ha diferenciadoa Rama de otros grupos ha sido quesus afirmaciones han venido siempreacompañadas por confirmaciones físi-cas, a veces incluso ante periodistas.

G()IYTIENZA I.A IVIISIéN

La historia del grupo de contacta-dos Misión Rama empezó con unmensaje telepático que el peruanoSixto Paz recibió el 22 de Enero de1974 de un supuesto extraterrestrellamado Oxalc. Su autenticidad seríaaparentemente confirmada dos sema-nas más tarde ante 12 personas, conel avistamiento de una nave en formade "hamburguesa" que los mismos"guías" -tal y como ellos prefieren lla-marles- les habían anunciado. Díasdespués, un nuevo avistamiento -estavez de seis naves y ante 40 testigos-,serviría para dar a conocer a un nú-

PoT VICENTE PARÍS

En I 97 4 un jovenperuano llarnado SixtoPaz Wells inició suprop¡o proceso decontacto en undesierto cercano aLima. Su experiencia,así como laacces¡bilidad delrnétodo ernpleadoPa;n,¡ Comun¡Carse consus "guí&s", le hizoprontoextraordinariamentepopular. En Españaa;rra;iga;ro'nespec¡almente susideas, tal y cornodescribe el autor deeste reportaie,que conoce"desdedentro" lacuestión.

Vicente París,duronte su

investigoción enel desierto de

Chilca (Perú). tas de los grupos Fama. Unos

Pertenece a: Víctor Fco. Carrasco Ferradalnvestigador OVNI

En Scr!bd me encuentras en/comoVictor Francisco Carrasco Ferrada,en VICUFO, en VICTOR o VICUFO2

mero creciente de personas la autenti-cidad del nuevo contacto. El hecho deque el padre de Sixto, Carlos PazGarcía, fundador y presidente de unconocido grupo de estudio sobre losOVNIs -el lnstituto Peruano de Rela-ciones lnterplanetarias (lPRl)-, estuvie-ra presente en este Último avistamien-to, facilitó sobremanera que loshechos llegaran a la prensa local. Des-pués, sería la agencia Efe la que haríallegar la noticia a España. Una vez allí,

el tema interesaría lo suficiente a LaGaceta del Norte como Para enviar auno de sus repoderos -J. J. Benítez-a investigar personalmente el tema. Yfue el relato de ese periodista, en for-ma de reportajes primero Y de librodespués, lo que dispararía la populari-dad de Misión Rama en todo el mun-do hispanoparlante.

Ei interés despertado por las cróni-cas ce Benítez superó todas las ex-pecta:r,,,as. La sencillez de la técnicade cor:acto -escritura automática-provoco que infinidad de grupos ypersonas a intentaran por su cuenta,

con resultados de lo más diverso.Hoy, con la perspectiva que Propor-ciona el tiempo transcurrido, pode-mos entender que sólo una Pequeñaparte de aquellos que lo intentaronlograran resultados realmente positi-vos. Sin embargo, esas personasexisten y si bien han preferido perma-necer en la sombra durante todos es-tos años, sus experiencias -calladashasta hoy- son las que nos van amostrar la historia todavía no conta-da de la Misión Rama.

GUESTIóhÍ DEIIIBR.6GIóIlI

Narci R. es una de esas personas.Cautivada por las primeras crónicasde BenÍtez en La Gaceta del Norie, seapresuró a escribir a Perú para reca-bar más datos. Poco a poco, su serie-dad e interés le valieron la confianzatanto del grupo Rama de Perú, comoaparentemente de los mismos guías.Su primer encuentro con "ellos" seprodujo de la forma más inesperada,

ANIAR

al materializarse un guía en su dormi-torio: "De repente, me encontré anteun señor enorme, un gigante inmensovestido con un 'mono' color teia pe-gado al cuerpo. Su tamaño inspirabarespeto y sus oios eran profundísi-mos, casi hipnóticos. Pero lo que mellamó más la atención -nos confiesa-fue su piel, que tenía un aspecto gra-nulado y un color rojo ladrillo. Luego,con el paso de los años, comprende-ríaque se ven asícuando aparecen enel plano astral". Narci nunca disimulósu impresión de que aquel ser que viotuvo que ser algún tipo de "proyec-ción". Con el tiempo se acostumbra-ría a que seres parecidos -aunque demenor estatura- aparecieran en me-dio de las meditaciones que regular-mente practicaba con su grupo. Se-gún le comunicaron, aquellas visitastenían por objeto elevar sus vibracio-nes a fin de facilitar el contacto.

De hecho, uno de los requisitosprevios a la aparición de aquellasproyecciones eran los trabajos gru-pales de meditación, que buscabanelevar la vibración del grupo. Así, ba-

OXALC

se vivía un clima de expectación al in-tentarse por segunda vez la recepcióndel Libro de los de las vestiduras blan-cas, un texto que se supone contienela historia oculta de nuestra raza y lade otras anteriores, así como las anti-guas relaciones kármicas entre los ex-traterrestres y nosotros. Dicho librodebería, con su contenido, ayudar altránsito del hombre hacia la cuarla di-mensión. Los viajes para su obtencióndebieron haberse realizado en el mesde Agosto, pero finalmente fueronsuspendidos por las divisiones exis-tentes dentro de los grupos. Aún así,para Noviembre los guías propusieronun encuentro físico para otras 24 per-sonas, volviéndose a repetir los pro-blemas de rivalidades entre algunos.

A la hora prevista aparecieron dosnaves, que se acercaron hasta unos350 metros de altura sobre sus cabe-zas, partiendo después a gran veloci-dad. Por segunda vez en pocos me-ses, se había frustrado una gran ex-periencia. Y el detalle no carecía deimportancia, ya que, según los guías,la misión había sido planificada para

Los solidos al compo de los grupos Ramo poro trotor de contactorcon los "gttíos" fueron muy comunes en los oños setento.

AMARU

realizarse en dos años. Y en caso deno lograrse, habría que aguardar lar-go tiempo hasta que se dieran denuevo las condiciones idóneas.

L¡¡S f'GUÍ¡1§"EN ISPAÑ¡T

Pero en España los planes eran di-ferentes. Algunos grupos de Bilbaocomenzaron a recibir comunicacionesen las que se les anunciaba la próxi-ma muerte del general Franco en No-viembre. El vaticinio fue hecho convarios meses de anticipación y enesas fechas pocos sospechaban quetal suceso pudiera desencadenarsetan rápidamente. En cambio, nadie deMisión Rama en Madrid recibió esosdetalles. Sólo Narci, semanas antesde esas fechas, comenzó a tener vi-siones extrañas: "Me veía en rnediode una salida con varias personas.Poco a poco, fueron viniendo variosnombres a mi mente: 'Torre de Abra-ham', 'Monte Amor'y 'Puerto del Mi-lagro'. Mi gran sorpresa fue compro-bar posteriormente en un mapa que

tales lugares existían y que seencontraban en los Montesde Toledo. También fue apa-reciendo la lista de las perso-nas que debían venir, hastaun totalde siefe. Sólo parecíahaber un problema: el día se-ñalado, el 25 de Noviembre,era martes. Nadie del grupopodría asistir".

La situación, no obstante,cambió de repente: el falleci-miento de Francisco Francoel20 de Noviembre y la coro-nación de Juan Garlos I co-mo Rey de España dos díasdespués, les proporcionaronun total de 8 días libres, entrelos que se encontraba, natu-

jando luego los "guías" lasuya propia, podía produ-cirse el encuentro. Y nosiempre todos los miem-bros del grupo los veían,pero cuando así ocurría,todos coincidían hasta enlos más mínimos detalles.

Sin embargo, lo que po-dría haberse quedado ensimples casos anecdóticos-experiencias de ese tiposon relativamente frecuen-tes en cieftos ambientes-,pronto desembocó en algomucho más fuerte. Corría elaño 1975. Hacía poco másde un año que se había ini-ciado Misión Rama. En Perú

,iC

ralmente, el día 25. El resto fue másfácil. Otros pequeños problemas fa-miliares y de salud se solucionaroncon rapidez y el grupo "elegido" par-tió hacia su destino. "Llegamos a me-diodía a la base del Monte Amor y co-menzamos la dura ascensión de sus1.376 metros", recuerda uno de susintegrantes. De hecho, la noche noparecía ser la más adecuada para uncontacto: niebla, lluvia y frío acosarona los convocados casi hasta las 11 dela noche, la hora "H". "Una media ho-ra antes del momento anunciado, laniebla desapareció de repente -re-cuerdan-. También dejó de escuchar-se ruido alguno, creando un clima deexpectación difícil de describir. Fueentonces cuando algunos del grupovimos /as s/uefas de varios guías anuestro alrededor, figuras de gran ta-maño que aparecían allí proyectadas.Por si aquello fuera poco, alguien delgrupo anunció: 'Dicen que se estánacercando'. Y, en efecto, en ese mo-mento, al fondo y a la derecha, vimoscomo una lenteja de color malva. Peroesa lenteja, de pronto, desapareció; yentonces senfimos que los guías nospedían que nos relajásemos y nospreparásemos porque algo imporfan-te estaba a punto de ocurrir".

Los tres amigos se detuvieron enese punto y buscaron cómo prose-guir. Es difícil traducir en palabras loque ocurrió después. Narci prosiguecon el relato: "Recuerdo que el cieloestaba totalmente negro, sin una solaestrella. De repente, vi ante mí sietemasas etéreas, como si fueran nLtbes,que iban aumentando de tamaño. Noes que vinieran de lejos, no, es queaparecieron allí mismo. En poco tiem-po, todo el horizonte que había frentea nuestros ojos estaba tapado por sie-te grandes naves, de un color nacara-do, situadas ligeramente una detrásde la otra, formando una diagonal".

Narci cree que su tamaño era ma-yor que el de un estadio de fútbol,aunque reconoce que "era difícil decalcular". Y añade: "Todo nuestrocampo visual estaba cubiefto por lasnaves. Y eran naves bien definidas,

con forma de lenteja y provista de unahilera de ventanas cada una. lnclusollegamos a ver las s/uetas de algunostripulantes en esas ventanas".

Curiosamente, los últimos recuerdosdel grupo terminan precisamente enesa escena. Nadie recuerda ya nadahasta la hora del amanecer. Haciendocálculos, existe un missing úme (tiempoperdido) que comprende, al menos,entre las 12 de la noche y las 4,40 de lamadrugada, hora en la que por primeravez alguien miró el reloj. Pero es que,además tuvieron que enfrentarse a otrohecho al que no encontraron explica-ción: durante el ascenso a la cima sehabían calado hasta los huesos y, co-mo no llevaban ropa de repuesto, tu-vieron que aguantar las bajas tempera-turas de la noche con todas sus pren-das mojadas puestas. Para empeoraraún más la situación, los guías les pi-dieron telepáticamente que apagaranla pequeña hoguera que acababan deencender. Lo lógico hubiera sido pillaruna buena pulmonía o, al menos, uncatarro. Pero nada de eso sucedió. Y loque es más desconcerlante: al amane-cer, todas sus ropas aparecieron com-pletamente secas.

¿Qué ocurrió en esas cuatro horasy media que se borraron de su me-moria? ¿Subieron ala nave? ¿Bajaronlos guías? ¿Quémisteriosa fuente decalor dejó sus ropastotalmente secas?Al amanecer, mien-tras descendían dela montaña, nadie sehizo esas preguntas.Tuvieron que pasarmeses antes de quealguien se dieracuenta de que "lesfaltaba" esa pafte desus vidas.

Sólo tres añosdespués los guíashablaron del tema enuna comunicación.Fue Amaru quien lesdijo: "El 25 de No-

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ée naws espacíales.

P¡ovi¿ae¡ d¿ Go¡ínedes, so¡élile descobierto yr'Galíbo er 1610, y de Áps, v¡ ñwdosis¡ano Alla,

yíeret § idlrot a Id fíüra cono mensaicros de paz de una codederación ín írgtfretstíd.

cor *n¿iéfGr¡er §,J¡ii¡1¡d€.l¿ .n .:e* ilt.Dió uD sp¿¡

1 q¡¿ó qnq Fn:¡ roBthar.oEhcb.Uaiaen¿bi¡.d¿ diilÉ, a x¡G ?cinti.i¡

¡elsú: dé-!h! sn¿ ¡et¿nn¿¡. y rn*da. ¡úc él Bud¡bb.e4 ! !. !1¿i6 iú1edúr a!

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e¡ esnni{ !'kaa!or-de o:tdi il¡iactos. Viü

ü a.ií¡n tl, rné-i.f,.r¡st. u, drl.¡.¡n.¡ñ¿ r 16 rdDnl.*r+s &

viembre de 1975 estuvimos con voso-tros y durante las horas que hicimoscontacto con vuestro Yo profundo osenseñamos muchas cosas que habíande venir. Y os comunicamos vuestraprogramación, por yosotros aceptada,para los días difíciles que vienen y vivi-réis en los tiempos que llegan".

En efecto. Todos los miembros delgrupo consultados sienten que tienenuna "misión" y que han sido "progra-mados" para cuando ese momentollegue. Por eso ninguno de ellos de-sea publicidad y todavía hoy pidenguardar el anonimato.

OVNIs II\IVISIBLES

Las experiencias iban a continuar.Sólo unos meses después de este en-cuentro, alguien del grupo de Bilbaoiba a conseguir un documento foto-gráfico de extraordinaria importancia.Se trataba de un OVNI "invisible", unobjeto capaz de estar frente a unagran multitud sin llegar a ser detecta-do. Sólo la "magia" de la fotografía in-frarroja pudo revelar su presencia. Elfotógrafo -otro miembro de MisiónRama que desea conservar su identi-dad en el anonimato- aún recuerdacómo un "mensaje telepático" le pusosobreaviso de un inminente avista-miento previa cita en el monte Umbe,escenario de unas antiguas aparicio-nes marianas en la zona. "Llamé a un

Junto o estas líneos,mapo de los Montesde Toledo, dondeNorci R. tuyo sucontocto. OtrosesPoñoles ocudierono nufnerososoyistomientos "previacita" después de lopublicación del librode l, l, Benítez"OYNls: S.O.S. o lohumanidod". Mástorde vendrían loslibros de Sixto Poz.

amigo fotógrafo, también del GrupoRama de Bilbao, y entre /os dos que-damos en ir al monte Umbe", recuer-da. A las 11 en punto de la noche vie-ron "caer" una estrella en vedical, y ala una unos potentes fogonazos co-menzaron a iluminar desde dentro al-gunas nubes. "Fue entonces cuandopedí a mi amigo que hiciera un banidofotográfico de la zona. Para ello em-pleó un trípode y cada exposición du-ró 60 segundos, con la cámara orien-tada unos 45 grados sobre el suelo. El

objeto que apareció en dos de las to-mas -y que no habíamos percibido asimple vista- debía tener, por los análi-sis efectuados en /as fotos, unos 200metros de longitud, pudiéndose tratarde una nave nodriza. Los dos puntosluminosos que se perciben a su alre-dedor pudieran tratarse de pequeñasnaves de reconocimiento".

Normalmente, los "guías" suelendesanimar a los que acuden a losavistamientos a hacer fotos. Para elloses más impodante que los miembrosde Misión Rama desanollen su propiapercepción interna y traten de verlospor sí mismos, aun cuando su presen-cia no sea siempre detectada por to-dos. Sin embargo, en esta ocasión fuela cámara quien los vio y el testigo selimitó a "intuir" que estaban ahí.

GATVIP()S.ilGR}IDO;>TENI'n,/tr Y GUÍÁSIYIATERIIILIZ¡TD(DS

Y el tiempo daría la razón a los"guías" y también al grupo de Bilbao,porque cuatro años después -los dí-as 9, 10 y 1 1 de Mayo 1980- se pro-duciría en la provincia de León la ma-yor concentración de "Ramas" habi-da hasta la fecha. En el lugar elegido,llamado Camposagrado, se llegarona reunir hasta 600 personas proce-dentes de toda España. Poco antesse habían producido salidas similaresen Perú en las que los participantesafirmaban haber atravesado unaspuertas dimensionales llamadas"xendras" y recibido los llamados"cristales de cesio", que activaríanaún más su percepción interna. EnEspaña se pretendía hacer lo mismo.

No obstante, las expectativas no lle-garon a cumplirse ya que pocos fueronlos que vieron y sintieron los crbfales yel xendra no llegó a malerializarse. Sinembargo, el grupo de Bilbao sí vio ysintió los cristales de cesio, e inclusovieron las siluetas de los "guías" entrelos asistentes. Pero nadie más delcampamento fue consciente de esaspresencias, por lo que consideraron

6¿

Dibujo de Oxalc "guiando" o .!ncontactodo de Romo.

que aquel encuentro había resultadoun completo fracaso. Aquello fue y nofue así. De hecho, el grupo de Bilbaodecidió comunicar con los "guías" yéstos les convocaron a las 3,45 de lamadrugada. A esa hora, un grupo degente comenzó a salir de las tiendas.No eran los mismos de la vez anterior;y, sin embargo, al contarse, compro-baron con asombro que eran de nuevo48 personas, el número pedido por losguías en su mensaje.

Una vez fuera del campamento, co-menzaron sus ejercicios de armoniza-ción. Al poco tiempo, lentamente, aunos 50 metros del grupo, fue conden-sándose una niebla azul-verdosa quese enroscaba en espiral hasta adoptarla forma de una cúpula de unos tresmetros de diámetro. "En ese momento-nos cuenta uno de los testigos- sa/loun foco de luz de una colina situada alotro lado de la carretera -Camposa-grado es una zona militar- que iluminóal xendra y provocó su desaparición".Tal vez fue un error acampar en uncampo de tiro, aunque fuera con todoslos permisos necesarios, pero el grupono se amilanó y solicitó una nuevaoportunidad. Esta llegaría una horamás tarde, formándose de nuevo otracúpula luminosa que, tras mantenerseunos segundos, terminó por desapare-cer. Estaba claro que ni el lugar ni lascondiciones eran las adecuadas, peroal menos el grupo de Bilbao sintió quelos "guías" habían estado con ellos.

IVIISIóII R¡lIVIA SEDISUELIIE

La experiencia de Camposagradofue importante porque sirvió paracomprobar las dimensiones exagera-das que Misión Rama podía alcanzar.El que los guías no se manifestasen alos 600 padicipantes y sí a un reduci-do grupo fuera de programa parecíaindicar claramente que ese no era suplan. Aún así, lo de España no era si-no un botón de muestra del desarro-llo creciente que Misión Rama estabaalcanzando en el mundo. El "espíritu

de la Misión" había calado en milesde corazones en toda Hispanoaméri-ca, corriendo el peligro de transfor-marse en una nueva pseudorreligiónplatillista. Fue entonces cuando algu-nos creyeron entender que no podíaponerse el nombre de un grupo con-creto a un camblo que afectaba a to-da la humanidad. Y asíse lo expusie-ron a Sixto Paz cuando éste regresóa España en Octubre de 1990 paraparticipar en el // Congreso lnterna-cional de Ufología de El Vendrell [a-rragona). Sixto sintió sobre síel pesode los centenares de grupos que ha-bían surgido en torno al suyo des-pués de aquella primera experienciade 1974, dándose cuenta de que es-taba a un paso de alcanzar un granpoder, demasiado poder. Y esa noera la finalidad de la Misión.

Y ante los incrédulos oídos decuantos le escucharon, disolvió Mi-sión Rama. "Lo hicimos mal -llegó adecir-, alentamos falsas expectativasy desviamos la atención de lo que erarealmente la misión: lograr un verda-dero despertar de conciencia y co-nectar a las personas con un flujo deinformación al que podía tener accesocualquiera gue se sensibilizara lo ne-cesario. Pero no para alentar depen-dencias con extraterresfres ni con ma-esfros de las jerarquías blancas. Por-que la idea es que cada uno se pongadelante de su 'ordenador' interior ytenga acceso directo por sí mismo. Lamisión de despertar a la humanidadno puede ser patrimonio de ningúngrupo u organización en particular".

Desde entonces, Sixto continuócon sus actividades a título personal.Muchos grupos continuaron funcio-nando, pero de forma autónoma, res-ponsabilizándose de sus propias de-cisiones. Y así, un puñado de perso-nas anónimas, repartidas por todo el.mundo, siguen "trabajando" hasta eldía en que "algo" en su interior des-pierte su "programación" dormida,Por lo que hasta que ese momentollegue, seguiremos sin saberlo todosobre Misión Rama.

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"MÁS ALLÁ DE LA CIENCIA"es una publicación de J. C.

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o oarcial de los textos emágenes sin autorización

expresa Por escnto.Precio:600 ptas. (lVA incluido)

,eñSAIÁ DE LAOEIOA,está contohda porh O.J. D'

ffid in Sa¡ -lOril de 1997 - D. L.: M.3.482-1989.

CONTACTADOSONSIDERADOS producto de mitos y leyendas sin funda-mento por los historiadores clás¡cos, hoy pocas personasmedianamente racionales y no cond¡cionadas por sus cre-enc¡as religiosas dudan de que los dioses de las ant¡guasmitologías*existieron realmente. Dioses que.hace *jl9:.d.'

años se pasearon [or todo el mundo y cuyos nombres, hechos históri-cos y portentosas iacultades Se rcferencian en multitud de tradiciones.Hindúés, japoneses, ch¡nos, malayos, sumer¡os, celtas, gr¡egos, ¡udíos,romanoé, e'gipcios, incas, mayas, aztecas... nos rccuerdan a los diosesque vin¡eroñ á U Tierra desde el Cosmos. Miles de dioses. Hasta tribusáfr¡canas actuales como las de los dogones de Malí recuedan aún a Sus

dioses procedentes de Sirio. Otros hablan de las Pléyades, de Orión, deotros planetas de nuestro prop¡o Sistema Solar... ¿Alguien p¡ensa en Ser¡oque tódos esos puebtos se inventaron las historias que narran? ¿O, másbien, se equivocaron sólo en una cosa: en cneer que aquellqs Seres, taniupériores'a ellos, eran n'd¡oses"? Esta hipótesis, durante décadas moti-vo de rechifla, es hoy, S¡n embargo, la única rac¡onalmente coherente.Cualquler otra explicác¡ón es infinitamente más fantasiosa, desde la afir-macién de que son personaies imaginar¡os hasta que se t[1tó de algunacuttura de d propiaiierra que, aisláda del resto de las civilizaciones delplaneta -teoria intraterrestré incluida-, se desarrolló tanto que las demásbonsideraron a Sus habitantes Seles "no humanos" (¿de qué otra mane-ra expl¡car que los tomasen por "dioses"?).

Nó. ttoy'sabemos que la Tierra no es el centro del universo y queéste no gií.a a Su alred'edor, que el hombre no ha sido creado "a ima-gen y simejanza de Dios" porque la idea de un Dios antropomorfoéstá-definitivamente supeiada, que Ia humanidad no procede deunos únicos padres -Adán y Eva- y que en modo-alguno estamosSolos en la inmensidad del c-osmos. E! sentido común -ya Sabe' am¡-go lector, el menos común de |os sent¡dos- Sug¡ere qu-e debe haberñl¡llones y millones de civilizaciones en las m¡les de millones de ga-laxias exístentes de quién Sabe cuántos universos d¡St¡ntos, unasávolutivamente máS avanzadas que la nuestra' otras más atrasadas.Y, siendo esto asín ¿qué ¡mp¡de que a¡gunas de esas civilizacionesnbs hayan visitado én el pasado y nos estén visitando en el presen-le? ¿y qué impide que algunos dé esos seres se estén comun¡candocon-terr;stres telepaticañrente, incluso desde sus propios planetas?Absolutamente nada.

Otra cosa eS, sin embargo, la veracidad de las historias que cuentanquienes hoy +omo igualmente ocurrió en el pasado- d.icen contactarcon extratérrestres. -Porque, entre ellos, hay aprovechados, sinver-güenzas, fantoches e incíuso enfermos mentales de todo tipo. Perolambién personas honestas y d¡gnas de crédito. Confiamos en que subuen criierio, al leer este monog-ráfico, le ayude a Separar el grano deta paia. En cuanto a nuestra op¡nión, la refleiamos alfinaldel mismo.