G&MTffiHRIC DEECAUTffiA}ilICNrc

PKtrIAEItrAPoTJOSEP GUUARRO

Por qu los supuestosextraterrestresinsisten en "poner aprueba" a loscontactados,ernplazndoles aIugares donde creenque van a tener uncontacto fsico? Porqu faltan a su cita losOVNIs en un altoporcentaje de casos?iQu debemos pensarde aquellos casos enlos que, por elcontrario, extraasluces aparecenpuntuales sobre loslugares sealados? EIestudio de estosepisodios puededesvelarnos muchosde Ios secretos delfenrneno contacto.

Muchos contoctodos -como el GruPo

Aztln- hdn considerodo losayistomientos previa cito como pruebo de

-

la reolidod de los contoctos.5

OS investigadoreshan catalogado enestos ltimos cin-cuenta aos milesde casos OVNI. Dehecho, buena pade

de estas experiencias han sido pro-tagonizadas por los denominadoscontactados, esto es, Personas queaseguran poder establecer a volun-tad comunicacin con supuestos se-res procedentes del espacio que, se-gn les cuentan, visitan nuestroplaneta con una determinada misin.

Parala ciencia, el problema radicaen que si aceptamos que cada da,en uno u otro lugar del mundo, seobserva un fenmeno extrao atri-buido a presencias extraterrestres,seran necesarias -en opinin del di-funto astrofsico Carl Sagan- millo-nes de lanzamientos espacialesanuales slo con destino a la Tierrapara explicarlos. Y esto nos conducea otra interrogante: Qu ven, enton-ces, los contactados? Se trata deexperiencias reales o, por el contra-rio, de simples confusiones provoca-das por fenmenos convencionales?

El debate se polariz ya en los pri-meros aos de la historia reciente delfenmeno. Por aquel entonces, con-tactados como Adamski, Fry, Meiero Menger (de los que se habla en

este mismo monogr-fico) redujeron la cues-tin a dos posturasenfrentadas: sus ex-periencias de contactoeran un simple fraude,una invencin fruto desus mentes calentu-rientas, o se tratabade acontecimientosreales como la vidamisma. Ambas postu-ras se relativizaron enlos aos setenta, alentrar en juego unnuevo factor, a mediocamino entre lo ps-

quico y lo fsico, que obligara a losinvestigadores a revisar la cuestin:los avistamientos previa cita. En tales

encuentros el testigo no es slo unaparte pasiva que, fruto de la "casuali-dad", contacta con los extraterres-tres, sino que adems es capaz deprever y de mantener comunicacincon los tripulantes de los OVNIs y fi-jar "citas" con ellos.

P(,G(,S GAS(,SDE ITERS

Pero, realmente existe la posibili-dad de que podamos establecer con-tacto teleptico con los tripulantes delos OVNIs y de que stos dicten a loshumanos las condiciones de dnde,cmo y cundo encontrarse fsica-mente con sus naves? Esta fascinan-te cuestin podra despejarse en par-te si existiera un registro estadsticode los casos de avistamientos previacita en los que realmente hubo con-iacto y en los que no tuvo lugar, Pero,por desgracia, tal catlogo no existe.

En ambientes contactistas, admitirque un ser humano puede conocerde antemano el lugar donde se Pro-ducir una experiencia OVNI va uni-do, generalmente, al convencimientode que cualquier persona puede co-municarse telepticamente con unser extraterrestre. Son conocidas, eneste sentido, las experiencias de Six-to y Charlie Paz Wells, quienes des-de 1974 protagonizaron una serie deencuentros en el desierlo de Chilca,situado a ochenta kilmetros de Li-ma (Per), despus de concertar suencuentro a travs de la psicografao la escritura automtica.

El procedimiento -practicado des-

pus por centenares de personas-es simple: uno se relaja, preferente-mente en algn lugar iranquilo, conun bolgrafo en la mano y el brazosuelto para que pueda moverse confacilidad, ante un papel o cuaderno.Luego, se deja la mente en blanco Yse espera tras lanzar el mensaje soli-citando la comunicacin. Terica-mente, el extraterrestre -o, al menos,as lo creen quienes viven la expe-riencia- enva entonces el mensaje,que recoge la mente inconsciente del

Pertenece a: Vctor Fco. Carrasco Ferradalnvestigador OVNI

En cribd rne encuentras en/comoVictor Francisco Carrasco Ferrada,en VICUFO, en VICTOR o VICUFO2

Sobre estas lneas, izquierdo, lo "nove Nulox" fotografiodo en Burriano por JulinArribos ontes de que vivieron su "contocto radiofnico" previa cita, A la derechd, libros

de Sixto Poz donde norro sus contoctos.

individuo para, de forma automtica,mediante impulsos neurofisiolgicos,decodificarlo a travs del brazo, quetranscribe el mensaje. Y si todo vabien

-y siempre suponiendo que nohaya "interferencias" de la propiamente consciente de quien realiza elexperimento-, la fecha y el lugar apa-recen entonces sobre el papel.

Ahora bien, son extraterrestresquienes se comunican a travs de es-te mtodo? Las explicaciones, en rea-lidad, son numerosas, pero no es laocasin de plasmarlas ahora aqu. Pe-ro nos tememos que no hay respuestapor el momento. En todo caso, resultacurioso que los cientificos racionalis-tas rechacen tal posibilidad alegandoque presuntas civilizaciones msavanzadas no usen otros mtodosms convencionales como la radio, ala que los cientficos han dedicadograndes esfuerzos, tanto tcnicos co-mo econmicos, con proyectos comoelSET|o con la instalacin de grandes"odos", como el radiotelescoPio deArecibo, capaces de recoger cualquiermensaje procedente del espacio. Co-mo si la radio fuera un sistema msmoderno, sofisticado y avanzado quela telepata. Grotesco argumento.

tvrrcrurrs Psiqurcrs...FRIIVlITtl(lS?

Esta tcnica de contacto,por otra pade, es muy anti-gua. Ya los sabios de lasantiguas civilizaciones grie-ga y romana utillzaron siste-mas similares. Y, muchoms modernamente, la usa-ron los mdiums espiritistasdesde la segunda mitad delsiglo pasado para estable-cer comunicacin con otrosplanos, consiguiendo unmaterial diferente, en espe-cial por su lenguaje retricoy pomposo.

-

}

En cualquier caso, y pese a que ladiscusin sobre la fuente de este ti-po de informaciones contina hoyda, lo cierto es que son muchas laspersonas convencidas de que con-tactan con extraterrestres. Y que sibien es cierto que el grupo Rama,por ejemplo, obtuvo resultados pti-mos con esta tcnica en la dcadade los setenta, no es menos ciertoque no siempre ha sido as. De he-cho, el nmero de fracasos en estetipo de experiencias es muy alto.

Durante aos, seducidos por suspresuntos contactadores, numerososgrupos han acudido a la montaa o ala playa en la cefteza de que iban aprotagonizar un encuentro fsico; sinembargo, tras aguantar inclemenciasmeteorolgicas de todo tipo, all nun-ca apareci nadie.

Y no hablemos ya de "chalados"como el del presunto contactado ar-gentino Francisco Garca, a quiense le dio cancha en emisoras de te-levisin a pesar de que deca ser el"Comandante de las Naves Marcia-nas sobre el planeta Tierra" y haberanunciado que algunas de sus na-ves iban a aterrizar

-y daba la fecha,para demostrarlo- cerca del lagoChascoms. Lo increble es que unaverdadera multitud acudi al lugar,al que, obviamente, no acudi unasola nave.

GItrtITLIZ[i\ID(SER,ES IIELIGEI\ITTPara Jon Klimo, sin embargo, no

hay duda de que tras este fenmenose esconde una inteligencia externa yajena al ser humano, slo que en oca-siones sus mensajes pueden ser dis-torsionados por una suerte de "ruido"que interfiere la comunicacin y quesera la causa de tantos fracasos.

"La mejor manera de comprobar larealidad de una comunicacin -afir-maba Charlie Paz durante una re-ciente visita a Espaa- es compararlacon la de otros grupos y asegurarsede que existen coincidencias".

En Espaa, uno de los ms imPre-sionantes contactos previa cita fueprotagonizado por Paco PadrnHernndez y Emilio Bourgn. Corrael ao 1975 y, como muchos otroscuriosos por los OVNls, tambin ellostrataban de emular las experienciascontactistas de la misin Rama. Peroesta vez el procedimiento utilizadopara contactar con los tripulantes delas naves no fue la psicografa, sinouna tcnica ms ancestral y rudimen-taria: la ouija. Como muchos lectoressabrn, se trata de un "juego" paten-tado en 1892 por dos norteamerica-nos, concebido como una planchade madera con las letras del abece-dario, nmeros y algunos vocablosbsicos para contactar con entidadesinvisibles, en un ejercicio donde lospsiclogos no han visto ms que unaobsesiva forma de sintonizacin degrupo. En cualquier caso, no dejarade ser en realidad sino un sistema dedecodificacin teleptico ms, con lacomplejidad aadida de que el men-saje se decodifica a travs del brazova inconsciente por dos mentes deforma simultnea.

Sea como fuere, lo ciefto es queen 1975 el grupo encabezado PorPadrn y Emilio Bourgn comenz aobtener de la ouija respuestas num-ricas a sus preguntas. Uno de losmiembros, tcnico en computadoras,advirti pronio que se trataba de un

mensaje cifrado, pero for-mulado en el mismo cdigobinario que emplean los or-denadores!

Los seres que se manifes-taban decan proceder deSaturno y ofrecieron diversosdatos que permitieran com-probar al grupo la fidelidadde las informaciones quearrojaba el iablero. Final men-te, sus comunicantes acce-dieron a un encuentro fsicoaquella misma noche: a lasdoce y media en la zona de-

nominada Los Campitos. Puntuales,diez componentes del grupo acudie-ron, con el tablero en el maletero, alencuentro que les haban anunciadopara aquel 15 de Mayo de 1975. Y as,poco antes de esa hora, establecieronun nuevo contacto a travs de la ouijapara asegurarse de los datos recibi-dos: 'Esfamos sobre Per

-decodificel vaso-, pero a las doce y media encunto estaremos ahf'.

Y, en efecto, a la hora sealadaaparecleron tres luces anaranjadas porel sur de Las Palmas, una cuarta porencima del grupo y una quinta por en-::ma de la emisora de Radio Naclonal.

Obvio resulta decir que, despus:e aquel avistamiento, el grupo inten-s f ic sus contactos con aquellos:esconocidos seres hasta que acce-: eron a un nuevo encuentro. En esta:casin, en La Tejita. Finalmente, tras" a:ios intentos infructuosos, el 9 de

- - io acudieron a la playa y lograron

,:'dos extraas luces. Pero su proxi--

cad al mar les hizo dudar y, a tra-*:s de la ouija, pidieron alguna confir--ac;n, una seal de su presencia.l:s: de inmediato se encendi un fo-:: gigantesco que ilumin la playalr-o si fuera de da. Pareca claro,:'-:s. que a travs de la ouija haban:,:.siimado un contacto fsico.

rcsteriormente, por ciefto, se per-:;!-ztian de que tenan un periodo de": a-po perdido" en sus memoriasl-E a Ia postre, terminara desembo-:;:i-:o en el recuerdo de un clsico*; s::ro de abduccin de treinta y:r,-,:,: ninutos, del que slo tomaran::-s: encia tras diversas sesiones-

;:.-cnizacin e hipnosis.

C(,NTEGT(}S Er\IEL LEIINTE

=el-- se deduce de un estudioe..*-- por Javier Sierra y Jos"rr,-r,an

Montejo en 1989 sobre losr:-::::33os espaoles, el Levantemtra=: 3s una zonarica en contac-:,q

_. :,c. extensin en contactos.

' :r*?: sarente en la provlncia deI,ffiI+,:- en Burriana, tuvo lugar unaffi$rsr:--=

-'o,gica sin precedentes.jffifirrrs -;:-:actaCos. entre los que se

&llllmr-n*;:2- Vicente Engudanos y.&1il Arribas. "ecibieron psicogrfi-@ffirlltmr' : 3s:e .'ensaje de unos su-rpmmmn'! :r:'at:,fgStfeS: "...La eXpe-

,rrurJIrrilE tr a noche en vuestro reloj y,i--,*r,ira": Lna hora exacta despus.J .;'es a oarbola de la emisora a,i,la l;rinmM 3^,t,s.r 1r ni'es!,a manifeSta-flmr ;iffildn 2

.e.'it.: -' '2yO de IUZm? -,ffiT-c

= =;:=Fcl *,E,rcae : e'ta*:-:e. e.a crpti-

co, pero un cmulo de casualidadesvendra a arrojar algo de luz sobre susignificado. Un radioaficionado lla-mado Bernardo Carri les sugiriuna interpretacin coherente: los ex-traterrestres les invitaban a tenercontacto a travs de un equipo deemisiones con microondas. Carriles ofreci entonces su parbola deun metro de dimetro, un foco de 20Mw. y 10.450 Mhz. y un receptor de30 Mhz. con bsqueda automtica.

El 24 de Septiembre de 1989, fe-cha indicada en otros mensajes, ini-ciaron la bsqueda de posibles"emisiones extraterrestres". Y a lahora indicada

-las doce-, el equipode Carri empez a recibir rebotadasu propia onda. AI parecer, se refle-jaba en algn objeto invisible queestaba situado en la baja atmsfera,por delante de la estrella Polar. Dequ se tralaba? De la nave de losseres que supuestamente les citaronpara el contacto (y que Arribas lla-

maba "Nulox')? Engudanos y Arri-bas as lo interpretaron; Carri nun-ca supo qu pensar.

Casos como los descritos hacenmuy difcil, cuando no imposible, pro-nunciarse con rotundidad sobre si lacomunicacin que afirman establecerlos contactados es real, si todo esfruto de un cmulo de hechos forlui-tos o si, tal y como pensaba el re-cientemente fallecido uflogo catalnPedro Valverde, "estas inteligenciasinvisibles han permanecido siempre anuestro lado y s/o se han hecho visi-bles cuando han querido moldear lascreencias de las personas con quie-nes contactaron". A

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"MS ALL DE LA CIENCIA"es una publicacin de J. C.

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o oarcial de los textos emgenes sin autorizacin

expresa Por escnto.Precio:600 ptas. (lVA incluido)

,eSAI DE LAOEIOA,est contohda porh O.J. D'ffid in Sa -lOril de 1997 - D. L.: M.3.482-1989.

CONTACTADOSONSIDERADOS producto de mitos y leyendas sin funda-mento por los historiadores clscos, hoy pocas personasmedianamente racionales y no condcionadas por sus cre-encas religiosas dudan de que los dioses de las antguasmitologas*existieron realmente. Dioses que.hace *jl9:.d.'

aos se pasearon [or todo el mundo y cuyos nombres, hechos histri-cos y portentosas iacultades Se rcferencian en multitud de tradiciones.Hinds, japoneses, chnos, malayos, sumeros, celtas, gregos, udos,romano, e'gipcios, incas, mayas, aztecas... nos rccuerdan a los diosesque vinero U Tierra desde el Cosmos. Miles de dioses. Hasta tribusfrcanas actuales como las de los dogones de Mal recuedan an a Susdioses procedentes de Sirio. Otros hablan de las Plyades, de Orin, deotros planetas de nuestro propo Sistema Solar... Alguien pensa en Seroque tdos esos puebtos se inventaron las historias que narran? O, msbien, se equivocaron slo en una cosa: en cneer que aquellqs Seres, taniupriores'a ellos, eran n'doses"? Esta hiptesis, durante dcadas moti-vo de rechifla, es hoy, Sn embargo, la nica raconalmente coherente.Cualquler otra expliccn es infinitamente ms fantasiosa, desde la afir-macin de que son personaies imaginaros hasta que se t[1t de algunacuttura de d propiaiierra que, aislda del resto de las civilizaciones delplaneta

-teoria intraterrestr incluida-, se desarroll tanto que las demsbonsideraron a Sus habitantes Seles "no humanos" (de qu otra mane-ra explcar que los tomasen por "dioses"?).

N. ttoy'sabemos que la Tierra no es el centro del universo y queste no gi.a a Su alred'edor, que el hombre no ha sido creado "a ima-gen y simejanza de Dios" porque la idea de un Dios antropomorfost-definitivamente supeiada, que Ia humanidad no procede deunos nicos padres -Adn y Eva- y que en modo-alguno estamosSolos en la inmensidad del c-osmos. E! sentido comn -ya Sabe' am-go lector, el menos comn de |os sentdos- Sugere qu-e debe haberlllones y millones de civilizaciones en las mles de millones de ga-laxias exstentes de quin Sabe cuntos universos dStntos, unasvolutivamente mS avanzadas que la nuestra' otras ms atrasadas.Y, siendo esto asn qu mpde que agunas de esas civilizacionesnbs hayan visitado n el pasado y nos estn visitando en el presen-le? y qu impide que algunos d esos seres se estn comuncandocon-terr;stres telepaticarente, incluso desde sus propios planetas?Absolutamente nada.

Otra cosa eS, sin embargo, la veracidad de las historias que cuentanquienes hoy +omo igualmente ocurri en el pasado- d.icen contactarcon extratrrestres. -Porque, entre ellos, hay aprovechados, sinver-genzas, fantoches e incuso enfermos mentales de todo tipo. Perolambin personas honestas y dgnas de crdito. Confiamos en que subuen criierio, al leer este monog-rfico, le ayude a Separar el grano deta paia. En cuanto a nuestra opnin, la refleiamos alfinaldel mismo.