EI contactado a quien nadie creyó

HSTTAKB üilCTEERINALIZABA la déca-da de los años cin-cuenta y los nortea-mericanos no sabíanqué pensar ante elauge del fenómeno

OVNI. Los avistamientos en todo elpaís iban, cada vez más, acompa-ñados de individuos -a cada cualmás controvertido y peculiar- queaseguraban estar en contacto conseres extraterrestres. Y así, a losconocidos Adamski, Fry, Gordon oNarciso Genovesse, se unió el deHoward Menger.

En 1959, Menger, un rotulistaafincado en Nueva Jersey (EE.UU.),publicaba un libro titulado From ou-ter space to you (Desde el espacioexterior para ti), en el cual explicabasus contactos con seres extrate-rrestres procedenies de Venus. Se-gún sus propias palabras, comenzóa tener constancia de sus contactos"desde muy temprana edad, aunqueno fui consciente de ello hasta llegaral servicio militar, cuando recibí lavisita de un hombre de larga cabe-llera rubia".

P(,SEíD(D P(,RUN VENUSIANO

Lo que sípodemos atribuir a Men-ger es haberse anticipado a losacontecimientos en treinta años.Desde la década de los años seten-ta, numerosas personas -sobre todoen Estados Unidos- han estado ase-gurando que en realidad son extrate-rrestres encarnados en este planetaen un soporte físico terrestre. Re-cientemente, el científico ScottMandelker escribía un libro tituladoFrom Elsewhere, en el que presenta-ba una veintena de casos estudiadospor él cuyos protagonistas aseguranhaber sido "invadidos" en walk-in,término que alude a que los contac-tados son poseídos por inteligenciasextraterrestres. Pues bien, treintaaños antes Menger ya afirmaba lomismo: que su verdadera identidadera venusiana y que era un extrate-rrestre que tomó el cuerpo de un ni-ño fallecido en un accidente.

Según cuenta Menger, sus comu-nicaciones con los venusianos, queestarían controlando y vigilando laevolución del planeta, se incremen-taron en la década de los años cua-renta. Concretamente fue en 1946cuando, cerca de la casa de sus Pa-dres, presenció el aterrizaie de unobjeio discoidal del que descendie-ron tres seres -una mujer y doshombres- ataviados con un traje grisceñido, similar al de los esquiadores.Fueron ellos quienes le explicaronque debía potenciar al máximo suscapacidades mentales a fin de Pre-pararse, al igual que toda la humani-dad, para los trascendentales acon-tecimientos que estaban por llegar.

P(»T()GRArÍAS DEUNA B¡ISE

E'<TR.áTERRESTRE

Para avalar sus contactos, Mengerpresentó una serie de fotografías debaja calidad en las que se adivinanOVNIs casi idénticos a los fotografia-

Howard Menger oporeció en la escenapúblico norteamericano después de queGeorge Adomski se hiciera famoso por sus

relotos de contocto con venusionos.

Por BRUNO CARI)f,NOSA

Es uno de los últimoscasos contactistas deIa generación de ladécada de Ios 50.Aunque trató deaYalar su suPuestarelación con losvenus¡anos confotografías queincluían basesextraterrestres, susdisparatadasafirmaciones -corno Iade que él rnisrno es unvenus¡ano que haocuPado un cuerPoterrestre- le llevaronal descrédito.

dos por Adamski. Entre las imágenesaparece incluso una presunta baselunar que el mismo Menger dijo ha-ber visitado durante uno de sus viajesen las naves venusianas.

Básicamente, la historia contactistade Menger es muy parecida a la deAdamski, si bien con respecto a Ia se-gunda resulta una copia disparatada yfalta de pruebas. De hecho, casi nadiecreyó en sus afirmaciones. Ya por en-tonces, al analizar las fotos por él to-madas, el investigador norteamericanoRalph Rankow, asesor fotográfico delComité Nacional de la lnvestigación deFenómenos Aéreos (NICAP), afirmóque "ninguna fotografía puede acep-tarse corno prueba de la realidad delfenómeno OVNI sin la existencia de untestigo fiable de confianza", en claraalusión a la escasacredibilidad de esecontactado entrela comunidad ufo-lógica.

Pero Mengerfue incluso máslejos, al presentarun proyecto depoder presunta-mente diseñadopor indicaciónde los extrate-rrestres y que

sería similar al utilizado por los tri-pulantes de los OVNls. Nunca másse supo de este proyecto hasta queen el Congreso lnternacional de Ufolo-gía celebrado en Miami, en 1990,Menger hizo su aparición en públicodespués de decenas de años en elanonimato. En Miami, un Menger casianciano presentó una maqueta de unOVNI de un metro de diámetro dise-ñado -según él- con un motor de ins-piración venusiana. Pero, al igual quele ocurrió cuarenta años antes, cuan-do publicara su polémico libro, tam-poco esta vez le creyeron.

El libro de HowordlVlenger relota

pormenorizodamentesus poseos por el

sislema solar a bordode un OYNI.

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"MÁS ALLÁ DE LA CIENCIA"es una publicación de J. C.

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,eñSAIÁ DE LAOEIOA,está contohda porh O.J. D'

ffid in Sa¡ -lOril de 1997 - D. L.: M.3.482-1989.

CONTACTADOSONSIDERADOS producto de mitos y leyendas sin funda-mento por los historiadores clás¡cos, hoy pocas personasmedianamente racionales y no cond¡cionadas por sus cre-enc¡as religiosas dudan de que los dioses de las ant¡guasmitologías*existieron realmente. Dioses que.hace *jl9:.d.'

años se pasearon [or todo el mundo y cuyos nombres, hechos históri-cos y portentosas iacultades Se rcferencian en multitud de tradiciones.Hindúés, japoneses, ch¡nos, malayos, sumer¡os, celtas, gr¡egos, ¡udíos,romanoé, e'gipcios, incas, mayas, aztecas... nos rccuerdan a los diosesque vin¡eroñ á U Tierra desde el Cosmos. Miles de dioses. Hasta tribusáfr¡canas actuales como las de los dogones de Malí recuedan aún a Sus

dioses procedentes de Sirio. Otros hablan de las Pléyades, de Orión, deotros planetas de nuestro prop¡o Sistema Solar... ¿Alguien p¡ensa en Ser¡oque tódos esos puebtos se inventaron las historias que narran? ¿O, másbien, se equivocaron sólo en una cosa: en cneer que aquellqs Seres, taniupériores'a ellos, eran n'd¡oses"? Esta hipótesis, durante décadas moti-vo de rechifla, es hoy, S¡n embargo, la única rac¡onalmente coherente.Cualquler otra explicác¡ón es infinitamente más fantasiosa, desde la afir-macién de que son personaies imaginar¡os hasta que se t[1tó de algunacuttura de d propiaiierra que, aisláda del resto de las civilizaciones delplaneta -teoria intraterrestré incluida-, se desarrolló tanto que las demásbonsideraron a Sus habitantes Seles "no humanos" (¿de qué otra mane-ra expl¡car que los tomasen por "dioses"?).

Nó. ttoy'sabemos que la Tierra no es el centro del universo y queéste no gií.a a Su alred'edor, que el hombre no ha sido creado "a ima-gen y simejanza de Dios" porque la idea de un Dios antropomorfoéstá-definitivamente supeiada, que Ia humanidad no procede deunos únicos padres -Adán y Eva- y que en modo-alguno estamosSolos en la inmensidad del c-osmos. E! sentido común -ya Sabe' am¡-go lector, el menos común de |os sent¡dos- Sug¡ere qu-e debe haberñl¡llones y millones de civilizaciones en las m¡les de millones de ga-laxias exístentes de quién Sabe cuántos universos d¡St¡ntos, unasávolutivamente máS avanzadas que la nuestra' otras más atrasadas.Y, siendo esto asín ¿qué ¡mp¡de que a¡gunas de esas civilizacionesnbs hayan visitado én el pasado y nos estén visitando en el presen-le? ¿y qué impide que algunos dé esos seres se estén comun¡candocon-terr;stres telepaticañrente, incluso desde sus propios planetas?Absolutamente nada.

Otra cosa eS, sin embargo, la veracidad de las historias que cuentanquienes hoy +omo igualmente ocurrió en el pasado- d.icen contactarcon extratérrestres. -Porque, entre ellos, hay aprovechados, sinver-güenzas, fantoches e incíuso enfermos mentales de todo tipo. Perolambién personas honestas y d¡gnas de crédito. Confiamos en que subuen criierio, al leer este monog-ráfico, le ayude a Separar el grano deta paia. En cuanto a nuestra op¡nión, la refleiamos alfinaldel mismo.