cl unidad 12 (a)

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MATERIAL FOTOCOPIABLE • MATERIAL FOTOCOPIABLE • MATERIAL FOTOCOPIABLE Santillana Punto de Lectura Las trampas de las arañas www.urbanext.uiuc.edu/insects_ sp/ www.unex.es/edafo/ECAP/ ECAL6FArtropodos.htm Busca en la red Comprendo lo que leo 1. ¿Qué llamó la atención del protagonista del relato mientras observaba el gorgojo? ¿Qué pregunta se hizo? 2. ¿Qué era demasiado irregular y desordenado? ¿Por qué no podían ser las huellas de un animal? 3. ¿Cómo son las trampas de las arañas que se describen en el texto? 4. ¿Para qué crees que las arañas utilizarán las trampas? Gerald Durrell nació en 1925, en la India, aunque vivió hasta 1939 en la isla de Corfú donde se inte- resó mucho por la Zoología. Con 20 años se unió al personal del parque Whipsnade como estu- diante y cuidador de animales. Desde entonces dedicó toda su vida a los animales, su mayor afición. Organizó expediciones y viajó por todo el mundo, des- de Paraguay hasta Madagascar, recolectando especies animales. Cumpliendo un sueño que tenía de niño, fundó su propio zoológi- co en la isla de Jersey, del que fue director desde 1959. Cinco años después fundó la Organiza- ción Jersey para la Conservación de la Vida Salvaje. Ha escrito una gran cantidad de libros en los que narra sus viajes y sus aventuras, así como los cuidados de los ani- males exóticos que encontró y recolectó. Empecé a creer que las marcas se debían a alguna misteriosa forma de crecer el musgo. Pre- sioné de nuevo con más fuerza, y el estómago me dio un vuel- co de tremenda emoción. Era como si el palito hubiera dado con un resorte oculto, porque el círculo entero se levantó como una trampilla. Mirando, vi con asombro que era en efecto una trampilla, forrada de seda, y con un borde biselado que encajaba perfectamente en la boca de un túnel recubierto del mismo ma- terial. El borde de la puerta iba unido al del túnel mediante un pegote de seda que hacía las ve- ces de gozne. Absorto ante esta magnífica muestra de artesanía, me pregunté quién diablos podía ser su autor. GERALD DURREELL, Mi familia y otros animales. Alianza Editorial Terminadas las uvas me tumbé boca abajo y con el mentón entre las manos, me puse a examinar el terreno circundante. Un diminuto saltamontes verde de cara larga y melancólica se frotaba nervioso las patas trase- ras. Sobre una ramita de mus- go, un frágil caracol meditaba en espera del rocío vespertino. Un obeso gorgojo escarlata, del tamaño de una cabeza de fósfo- ro, se arrastraba cual rechoncho cazador bajo el bosque de mus- go. Era todo un mundo micros- cópico, lleno de vida fascinante. Mientras seguía el lento avance del gorgojo noté una cosa curio- sa. Diseminadas aquí y allá so- bre el verde peluche del musgo aparecían unas tenues señales redondas, del diámetro de un chelín. Eran tan débiles que sólo se las distinguía desde un cierto ángulo. Me recordaban el perfil de la luna llena visto a través de un nubarrón, el sutil círculo que parece moverse y cambiar. Dis- traídamente me pregunté cuál sería su origen. Eran demasiado irregulares, demasiado desorde- nadas para ser la huella de algún animal, y ¿qué animal podía an- dar por una ladera casi vertical y con paso tan errabundo? Ade- más no estaban en hueco. Con un tallo de hierba presioné sobre el borde de uno de los círculos. No cedió. UNIDAD 12 (A) Volver al Índice

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las trampas de las arañas

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  • MATERIAL FOTOCOPIABLE MATERIAL FOTOCOPIABLE MATERIAL FOTOCOPIABLE

    Santillan

    aPunto de Lectura

    Las trampas de las araas

    www.urbanext.uiuc.edu/insects_sp/

    www.unex.es/edafo/ECAP/ECAL6FArtropodos.htm

    Busca en la redComprendo lo que leo

    1. Qu llam la atencin del protagonista del relato mientras observaba el gorgojo? Qu pregunta se hizo?

    2. Qu era demasiado irregular y desordenado? Por qu no podan ser las huellas de un animal?

    3. Cmo son las trampas de las araas que se describen en el texto?

    4. Para qu crees que las araas utilizarn las trampas?

    Gerald Durrell naci en 1925, en la India, aunque vivi hasta 1939 en la isla de Corf donde se inte-res mucho por la Zoologa. Con 20 aos se uni al personal del parque Whipsnade como estu-diante y cuidador de animales. Desde entonces dedic toda su vida a los animales, su mayor aficin. Organiz expediciones y viaj por todo el mundo, des-de Paraguay hasta Madagascar, recolectando especies animales. Cumpliendo un sueo que tena de nio, fund su propio zoolgi-co en la isla de Jersey, del que fue director desde 1959. Cinco aos despus fund la Organiza-cin Jersey para la Conservacin de la Vida Salvaje. Ha escrito una gran cantidad de libros en los que narra sus viajes y sus aventuras, as como los cuidados de los ani-males exticos que encontr y recolect.

    Empec a creer que las marcas se deban a alguna misteriosa forma de crecer el musgo. Pre-sion de nuevo con ms fuerza, y el estmago me dio un vuel-co de tremenda emocin. Era como si el palito hubiera dado con un resorte oculto, porque el crculo entero se levant como una trampilla. Mirando, vi con asombro que era en efecto una trampilla, forrada de seda, y con un borde biselado que encajaba perfectamente en la boca de un tnel recubierto del mismo ma-terial. El borde de la puerta iba unido al del tnel mediante un pegote de seda que haca las ve-ces de gozne. Absorto ante esta magnfica muestra de artesana, me pregunt quin diablos poda ser su autor.

    GERALD DURREELL,Mi familia y otros animales.

    Alianza Editorial

    Terminadas las uvas me tumb boca abajo y con el mentn entre las manos, me puse a examinar el terreno circundante.

    Un diminuto saltamontes verde de cara larga y melanclica se frotaba nervioso las patas trase-ras. Sobre una ramita de mus-go, un frgil caracol meditaba en espera del roco vespertino. Un obeso gorgojo escarlata, del tamao de una cabeza de fsfo-ro, se arrastraba cual rechoncho cazador bajo el bosque de mus-go. Era todo un mundo micros-cpico, lleno de vida fascinante. Mientras segua el lento avance del gorgojo not una cosa curio-sa. Diseminadas aqu y all so-bre el verde peluche del musgo aparecan unas tenues seales redondas, del dimetro de un cheln. Eran tan dbiles que slo se las distingua desde un cierto ngulo. Me recordaban el perfil de la luna llena visto a travs de un nubarrn, el sutil crculo que parece moverse y cambiar. Dis-tradamente me pregunt cul sera su origen. Eran demasiado irregulares, demasiado desorde-nadas para ser la huella de algn animal, y qu animal poda an-dar por una ladera casi vertical y con paso tan errabundo? Ade-ms no estaban en hueco. Con un tallo de hierba presion sobre el borde de uno de los crculos. No cedi.

    UNIDAD 12 (A)

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