catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · web viewel trece de abril...

299
El loco, el mago y el emperador. Sebastiano Inferni

Upload: others

Post on 02-Feb-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

El loco, el mago y el emperador.

Sebastiano Inferni

Page 2: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Capítulo I

El trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada

en su memoria, el día en que llegó a Barcelona. Había abandonado el pueblo con sólo

diecisiete años en busca de unas posibilidades que sabía que en el pueblo nunca tendría,

como único equipaje traía una vieja maleta de cartón y vestía un viejo y raído traje que

había pertenecido a su padre y que todavía le venía grande por lo que había tenido que

usar una cuerda a modo de cinto para evitar que los pantalones se le cayesen, calzaba

unas esparteñas y cubría su cabeza con su inseparable gorra negra.

La vista de la estación y sus andenes le dejaron fascinado, pero esa fascinación no fue

nada en comparación a la que sintió minutos después cuando al salir de la estación de

Francia y su deambular sin rumbo fijo le llevó hasta el parque de la Ciudadela. La

visión de aquellos jardines le pareció tan espectacular como si se tratase de los jardines

colgantes de Babilonia que don Anselmo les había descrito en sus clases al referirse a

esas maravillosas edificaciones de la época clásica conocidas como las siete maravillas

del mundo.

Tras vagar buena parte de la mañana por la zona portuaria de Barcelona decidió

dirigirse hacia la única dirección que conocía y donde podía encontrar una cara amiga,

sus pies y las indicaciones de algunos transeúntes le llevaron hasta la calle Carretas, en

pleno corazón del barrio chino, donde una familia del pueblo regentaba una pequeña

bodega. A su llegada le atendió desde detrás de la barra una mujer que no reconoció.

-¡Disculpe! ¿El señor Vicente?

-Vicente está arriba ¿Qué querías?

-Soy Joaquín el hijo de María “la de los Arcos” y acabo de llegar del pueblo y quería

hablar con él.

1

Page 3: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Otro muerto de hambre que viene a pedir favores! –susurró la mujer sin mirarle a la

cara al tiempo que se encaminaba a una puerta que había al final de la barra.

-¡Vicente tienes visita! –gritó desde el marco de la escalera que había detrás de la

puerta.

En poco más de cinco minutos apareció por la puerta un hombre cincuentón de

aspecto rudo, vestía una camisa de cuadros remangada y encima de ella portaba un viejo

chaleco negro, su cabello era lacio y gris, un gris sucio abrillantinado y peinado hacia

atrás.

-¿Entonces tú eres...? –preguntó con un vozarrón cavernoso capaz de intimidar a

cualquiera.

-Soy Joaquín el hijo de “María la de los Arcos”, nieto de Antonio Sandalinas.

-¿Eres sobrino de Paco?

-Sí.

-¿Y qué haces por aquí?

-Pues he venido a buscarme la vida, como todos los que salimos del pueblo.

-¿Y qué puedo hacer por ti?

-Como no conozco a nadie en Barcelona he venido a verle con la esperanza de que

pudiese orientarme un poco sobre donde puedo ir para encontrar trabajo.

-Estás loco más te hubiese valido quedarte en el pueblo. No entiendo porque todos los

que salís del pueblo me venís a ver a mi, ni que yo fuese un acaudalado empresario o

una hermanita de la caridad.

-Perdóneme usted, yo no quería molestar sólo quería ver si me podía indicar donde

puede uno ir a pedir trabajo.

2

Page 4: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Prueba a acercarte al puerto a ver si necesitan un par de brazos para cargar y

descargar o sino vete a las afueras de Barcelona a buscar trabajo en las muchas fabricas

textiles que hay por el Valles o más al norte.

-¡Vale! ¿Y sabría indicarme alguna pensión barata?

-Saliendo de la bodega tres puertas más arriba pregunta por la Dolores ella

seguramente te podrá dar alojamiento.

Cuando estaba a punto de abandonar la bodega el propietario le detuvo.

-¡Oye! ¿has comido?

-No, aun no he comido –cosa que se podía verificar escuchando los sonidos que

salían de su estómago.

-Pues pasa y siéntate en una de las mesas del fondo que a la hora que es debes llevar

gana.

Al poco rato le sirvieron un plato caliente de lentejas estofadas, un trozo de pan y un

vaso de vino, que a Joaquín le supieron a gloria, cuando hubo finalizado de comer se

acercó a la barra con intención de pagar pero el propietario rehusó cobrarle.

-Guárdate tu dinero que te va hacer falta para sobrevivir hasta que encuentres un

trabajo –le dijo en un tono amable.

Dándole las gracias abandonó la bodega y se encaminó hacia la casa donde le habían

dicho que le podrían dar alojamiento.

La finca estaba en un estado bastante lamentable de conservación, la puerta de la

finca estaba abierta por lo que Joaquín entró y tras echar un vistazo a los buzones

decidió subir hasta la segunda planta donde vivía la única dolores que figuraba en estos,

Dolores Salcedo era el nombre y apellido que constaba en el buzón. Casi arrastrando la

pesada maleta por las estrechas escaleras se plantó delante de la puerta y picó al timbre,

en pocos segundos oyó una voz al otro lado de la puerta:

3

Page 5: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Ya voy mi arma! –se oyó en un claro acento andaluz.

Cuando abrieron la puerta Joaquín se encontró con una mujer de estatura media, unos

cuarenta y largos años de edad, teñida de rubio y vestida con una bata con motivos

orientales en una tela brillante, un tejido que a Joaquín le llamó poderosamente la

atención pues no lo había visto en su vida. El aspecto de la mujer era vulgar, sobre todo

por la forma en que iba maquillada, más que maquillada parecía que la hubiesen pintado

con brocha gorda.

-¡Hola guapo! a ti no te conosco..., sígueme.

Siguiendo a la mujer de redondeadas formas llegaron hasta un saloncito que daba a

una galería acristalada y llena de plantas.

-Siéntate mi arma –le dijo empujándole hacia el sofá y sentándose acto seguido a su

vera.

-Disculpe Señora...

-¡Uy señora! yo soy señorita –dijo riendo.

-Bueno señorita...

-Mejor Dolores y para mis amigos Lola ¿tú quieres ser mi amigo? –le preguntó al

tiempo que posaba su mano derecha sobre la entre pierna de Joaquín.

-Señora yo venía porque me han dicho que me podría dar alojamiento –le dijo al

tiempo que se separaba unos centímetros de la mujer.

-¡Ah! ¿Vienes buscando alojamiento? ¿Y quién te ha dicho que yo te podría alojar?

-El señor Vicente de la bodega, somos del mismo pueblo.

-Bueno perdona por haberte asustado que aquí una es puta pero muy seria. Si te

interesa ya que eres amigo der señor Vicente te puedo alquilar una habitación, el precio

es de ciento veinte pesetas a la semana y con cena incluida treinta pesetas más... ¡ven y

te enseño la habitación!

4

Page 6: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

La Srta. Dolores Salcedo era una jienense llegada a Barcelona poco después de la

guerra civil, a la que un desamor y la necesidad económica habían empujado a la

prostitución, pero gracias a la belleza de la que hizo gala en su juventud y a saberse

administrar había podido comprarse un piso y ahorrar un dinero. Ocasionalmente aun le

visitaban media docena de antiguos clientes los cuales le reportaban conjuntamente con

el alquiler de dos habitaciones de la casa un buen beneficio.

La habitación era pequeña pero estaba limpia, la cama era cómoda y tenía una

ventana, en pocas palabras era una ganga comparándolo con el precio que cobraban las

pensiones de la zona.

Después de cerrar el acuerdo y dejar sus pocas posesiones en la habitación Joaquín le

pagó la semana de alojamiento por adelantado, desechó la posibilidad de quedarse, de

momento, a cenar en la casa dado el poco capital con el que contaba, cuando se hubo

instalado se puso a conversar con su casera, entre otras cosas le estuvo pidiendo consejo

sobre donde poder conseguir trabajo.

-Me han dicho que en las barriadas que hay al norte de la ciudad se están

construyendo muchas casas y que necesitan mano de obra..., pero mi arma espérate a la

hora de cenar y lo hablas con el señor Armengol que él seguro que te podrá informar o

ayudar.

-Señorita Dolores...

-Lola, llámame simplemente Lola –dijo interrumpiéndole.

-Pues Lola, quería aclararle que hasta que no trabaje no tengo demasiado dinero por

lo que sólo tengo dinero para pagarle una semana más y me quedarán cuatro perras para

comer, por eso de momento no le he dicho nada de la cena.

-¡Ay ay ay! pues hoy te vas a la cama sin cenar..., tonto que en casa de la Lola no te

quedarás sin cenar, no te preocupes que esta noche eres mi invitao.

5

Page 7: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Esa tarde Joaquín salió a pasear por las calles colindantes a la calle Carretas hasta

acercarse al muelle que había detrás de las reales atarazanas y cuando llegó la hora

acordada para la cena volvió para casa.

Poco antes de sentarse en la mesa la Lola le presentó a su otro huésped, el Sr.

Armengol, un anciano sexagenario delgado como un junco y de aspecto tan frágil como

este, el hombre vestía un viejo traje de color gris y presentaba un aspecto elegante, el

poco cabello blanco que le quedaba lo llevaba bien peinado y lucía un fino bigotillo

blanco a lo Errol Flynn, durante la cena el hombre le contó parte de su vida a Joaquín y

a la Lola, la cual ya se sabía la vida de su comensal al dedillo dado que no era la

primera vez, ni sería la última, que oía esas historias. El Sr. Antoni Armengol era

oriundo de Vic una población situada al norte de Barcelona, un franquista declarado que

había luchado en el bando nacional durante la Guerra Civil en lo que el llamaba “la gran

cruzada contra rojos e infieles”.

-¿Y tu de donde eres? –le preguntó el Sr. Armengol en un castellano con marcado

acento catalán.

-Soy de un pequeño pueblo de la provincia de Castellón.

-¿A les hores entendràs el Català?

-¡Perdone! –exclamó Joaquín al no haber entendido lo que se le decía.

-Cielito Don Antoni te está hablando en catalán –le aclaró la Lola- te pregunta ¿si

entiendes el catalán?

-¡Yo! No, no lo había oído nunca.

-Es la llengua de Mossen Cinto..., al Caudillo sólo le faltaría tener un poco más de

sensibilidad por nuestra lengua y este sería el país perfecto.

Durante la cena se abordaron temas de importancia capital como la lengua, los

acuerdos económicos de la nueva España con EE.UU., el turismo y lo que iba a

6

Page 8: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

representar para la moral de los españoles el número creciente de extranjeros que habían

comenzado a desembarcar en los últimos años en nuestras playas y el tema que el Sr.

Antoni abordó con más énfasis ¿quién era más guapa si Ava Gardner o Rita Hayword?

Joaquín en esa cuestión no supo por quién decantarse entre otras cosas porque no

recordaba haber visto nunca ninguna película en la que saliese Ava Gardner, en el

pueblo único cine que se veía era cuando para las fiestas del pueblo proyectaban una

película en la plaza, a la que si que recordaba a era a Rita Hayword, la había visto en la

famosa película Gilda, como perderse una película precedida de tanta fama y que

finalmente se había conseguido proyectar hacía un año o dos salvando las reticencias

del padre Timoteo. El Sr. Armengol se decantaba por la belleza hispana de la Hayword,

mientas que la Lola se declaraba admiradora incondicional de la Gardner, entre otras

cosas porque decía que ella de joven era “clavadita a ella”.

Después de cenar mientras la Lola recogía la mesa y el Sr. Armengol se fumaba un

cigarrillo de picadura al tiempo que se tomaba un poleo Joaquín empezó a hablar de

trabajo con él, sus recomendaciones fueron similares a las de la Lola.

-Amic Joaquím en estos momentos lo más fácil sería buscar trabajo en la

construcción, por el norte de la ciudad y en el Bajo Llobregat se está construyendo

muchísimo, también podrías mirar la SEAT, la fabrica de coches que hay en la Zona

Franca y si no siempre te quedará el sector textil, el sector textil aunque este de capa

caída siempre ha sido el motor que ha tirado de la economía catalana pero la mayoría de

fabricas las tienes al norte de la provincia de Barcelona en los cursos del Llobregat, el

Besos y del Ter por la zona del Valles, el Bergadá o en mi propia comarca la de Osona.

-Pues mañana me pondré manos a la obra y comenzaré por el mundo de la

construcción, el problema está en que no tengo nada de experiencia ¡bueno! si no me

quisieran probaría en la SEAT o en el textil... o donde sea.

7

Page 9: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Esa noche se acostó temprano porque el viaje y la tensión de encontrarse tan lejos de

casa para iniciar una nueva vida le habían dejado baldado y si quería encontrar trabajo

lo antes posible lo mejor sería madrugar y ponerse manos a la obra a primera hora de la

mañana. Pero le costó conciliar el sueño en cuanto cerró los ojos las imágenes de su

madre, del pueblo y de todo lo que allí había dejado inundaron su mente, pasaron un par

de horas antes de caer en brazos de Morfeo.

______________________________________________________________________

Se levantó bien pronto y cuando estaba a punto de abandonar la casa la voz de la Lola

a su espalda en la penumbra del pasillo le sobresaltó.

-¿Te vas sin desayunar mi niño? No es bueno iniciar un día como el que te espera con

el estómago vacío, acompáñame a la cocina que te prepararé un café con leche.

Haciéndole caso la acompañó hasta la cocina y allí se tomó un café con leche y un par

de galletas. Cuando hubo terminado de desayunar se dispuso a abandonar la cocina.

-¡Ten! –prorrumpió la Lola lanzándole una manzana- por si te coge hambre por la

mañana.

Dándole las gracias Joaquín abandono la casa.

Cogiendo el primer trolebús que le dijeron que se dirigía hacia el norte de la ciudad

llegó hasta el barrio de Verdum tocando a la Via Julia, allí comenzó su periplo por un

sinfín de edificios en construcción donde o bien no les interesaba incorporar un aprendiz

a la obra o el jornal a pagar era tan bajo que no le cubría ni para pagar su alojamiento y

manutención, decepcionado reemprendió el camino de vuelta hacia la casa de la Lola.

8

Page 10: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Para desplazarse hasta su hospedaje decidió caminar un poco y coger el

metropolitano, del que tanto había sentido hablar, en Fabra y Puig, viajando por esos

túneles sintió unas emociones que no había experimentado en su vida, una mezcla de

miedo y exaltación, la exaltación del que descubre el placer del riesgo controlado

comparable al que se puede sentir en una montaña rusa, cuando llegó a la estación de

plaza Cataluña se apeo.

Al salir de la estación y encontrarse de lleno con la Plaza Cataluña se quedó

impresionado, para una persona que nunca había salido de un pequeño pueblo las

dimensiones de aquella plaza y de los edificios que la rodeaban le parecieron

gigantescos, estaba convencido que en el perímetro de esa plaza cabría todo su pueblo y

algunas de las huertas que lo rodeaban, después de deleitarse unos minutos observando

aquella plaza desde el centro mismo optó por seguir su camino, le habían indicado que

el camino más rápido y fácil era descender por las Ramblas pero optó por desviarse por

la calle Puerta del Ángel, y fue en ese deambular donde la suerte se alió con él pues al

pasar por delante de una sastrería vio en el escaparate un pequeño rótulo que decía “se

busca aprendiz”, sin pensárselo dos veces empujó la puerta y entró.

A él le pareció un establecimiento muy señorial y antiguo, sus viejos mostradores,

expositores y estanterías de maderas trabajadas así como el resto de la decoración

habían ido envejeciendo en los muchos años de servicio ya que en el rótulo que había en

la puerta indicaba “Casa Llopis” y debajo ponía “vistiendo al hombre desde 1863”,

quizás el negocio era un poco caduco y oscuro, la iluminación era escasa porque la luz

que daban las antiguas lámparas de bronce del techo apenas alumbraban las oscuras

maderas de los muebles y la mayor parte de la luz interior era la que se filtraba por la

gran vidriera del escaparate, encima de los estantes se amontonaban los rollos de tela y

diseminados por las paredes antiguas litografías con dibujos de trajes de otras épocas.

9

Page 11: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Joaquín distinguió a tres personas en la tienda un hombre mayor que probablemente

fuese el dueño un hombre calvo que vestía camisa blanca y un chaleco escocés encima

de esta, luego había un hombre cuarentón que era todo piel y huesos y una chica morena

a la que no le daba más de treinta años, de constitución delgada, tez pálida, ojeras y con

aspecto de beata salida de un convento.

-¡Buenos días! ¿Qué podemos hacer por usted? –dijo el hombre mayor.

-¡Buenos días! Venía por el anuncio que hay colgado en el cristal.

-Vienes por el trabajo, pues busco un aprendiz para que se encargue de los recados,

de la recepción de la mercancía y con el tiempo aprenderás a atender a los clientes y

quizás a tomar medidas, el trabajo será de unas ocho horas y media o nueve diarias de

lunes a sábado, unas cinco horas por la mañana y de tres a cuatro por la tarde..., el

sueldo de momento no será muy elevado pero con el tiempo si me demuestras que vales

se ira incrementando.

-¿Y que cobraría?

-Unas doscientas pesetas a la semana.

-Pues no busqué más, ya ha encontrado a su aprendiz, y le aseguro de que no se

arrepentirá.

-Eso espero..., lo que tendrás que ponerte zapatos para trabajar –le dijo mirándole las

esparteñas- y cuidar tu aspecto ¿Cuándo puedes empezar?

-Mañana mismo ¿si a usted le va bien?

-Perfecto pues mañana a las ocho te espero aquí. Bueno antes que te vayas te

presentaré a mi hija y a mi yerno, ¡ah! y yo soy el dueño de la sastrería el Sr. Josep

Llopis para servirte. Ella es mi hija Enriqueta.

-¡Encantado! –le dijo cogiéndole la mano su fría y pálida mano.

-Y él es mi yerno Federico.

10

Page 12: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Encantado! –al cogerle la mano le pareció aun más frágil que la de la muchacha.

-Federico estará con nosotros esta semana porque a partir de la semana que viene

estará ausente unos meses.

Días después Joaquín tuvo conocimiento de la causa por la que el yerno del dueño se

había tenido que ausentar, el motivo no era otro que el ingreso en una clínica de reposo,

la causa del ingreso nunca lo llegó a saber a ciencia cierta pero las malas lenguas decían

que estaba mal de los nervios por culpa de su mujer y su suegro.

Tras las presentaciones y cuatro indicaciones más se despidieron hasta el día

siguiente.

Cuando Joaquín volvió a casa de la Lola estaba eufórico y esta en seguida lo percibió.

-Mi arma que carita de felicidad me traes, con esa cara o bien has encontrado un buen

xoxo o has encontrado trabajo –le dijo con esa gracia y acento típicos del sur.

-Señora Lola tiene ante usted el nuevo aprendiz de la sastrería Llopis.

-Aprendiz de sastre, casi na, haber cuéntame o mejor ¿has comido?

-No, pero no se preocupe por mí que ahora me iré por ahí a comer algo.

-No digas tonterías, que ya tengo el puchero en el fuego y no me gusta comer sola y

así mientras comemos me cuentas todo lo de tu fantástico trabajo.

Durante la comida Joaquín le explicó como había transcurrido la mañana y como la

casualidad había hecho que al cambiar el trayecto de vuelta a casa encontrase el rótulo

en la sastrería, le contó con pelos y señales lo que había acontecido en la conversación

que había mantenido con el Sr. Llopis, incluyendo la obligación que le había impuesto

el propietario para trabajar ahí de cuidar su aspecto e ir bien calzado.

Sabiendo la Lola que Joaquín no contaba con el calzado adecuado le dijo:

-Mi arma ahora te vienes conmigo y te pruebas un par de zapatos que tengo en el

cuarto y si no te van le podemos decir el Sr. Amengol si te puede dejar un par suyo.

11

Page 13: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Los zapatos que le dejó probar la Lola le iban ligeramente pequeños, Joaquín calzaba

un cuarenta y uno y los zapatos que le dio a probar eran un cuarenta por lo que decidió

esperar a que llegará el señor Armengol para pedirle prestados unos zapatos con la

esperanza de que tuviese unos que le pudiesen ir bien.

-Y ahora te pruebas esta ropa a ver como te está –le dijo la Lola abriendo un viejo

armario.

Colgadas en el armario había dos camisas de hombre, un pantalón y un traje.

-¿Y esta ropa?

-Era la ropa de un buen amigo que pasaba largas temporadas aquí ¡si te está es toda

tuya!

Encantado por el generoso regalo Joaquín no se lo pensó y comenzó a probársela.

-Si no le importa me la voy a probar –le dijo al coger los pantalones del armario.

-Mi arma no te avergonzarás de mí, si podría ser tu madre ¡bueno si vas a estar más

cómodo ya salgo!, en cuanto estés avísame que te miraré los bajos –le dijo al tiempo

que salía por la puerta de la habitación.

Cuando se los hubo puesto avisó a la Lola de que ya podía entrar, los pantalones le

iban ligeramente grandes de cintura, pero nada que no se pudiese remediar con un

cinturón, el problema era que le iban cortos.

-Veo que te van un poco cortos, claro es que tu eres bastante arto, déjame ver...,

bueno creo que sacándole los tres dedos que hay por dentro te quedarán bastante bien.

También se probó el traje, el pantalón también se podía apañar lo que sería más difícil

de arreglar sería la americana, la cual le venía grande de cintura y hombros, y corta de

mangas. Lo que respectaba a las camisas estas le venían bastante bien, quizás un pelo

cortas de mangas pero casi ni se notaba.

-Señora Lola...

12

Page 14: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Lola! –le dijo interrumpiéndole- te he dicho que me puedes llamar Lola y que no

soy señora, aparte me hace sentir más vieja.

-Simplemente quería darte las gracias.

Esa tarde salió a dar un paseo mientras la Lola se encargaba de alargarle los

pantalones, su paseo le llevó por las Ramblas, la plaza Real y recorriendo un sinfín de

pequeñas calles acabó en el barrio de la Ribera, volvió a casa que debían ser poco más

de las ocho.

-¡Hola mi arma! Ya te he cosido los pantalones después de cenar te los pruebas

¿Vale?

-Vale, pero si ceno con ustedes en cuanto cobre mi primer sueldo me has de dejar de

te pague lo que te deba.

-Venga déjate de tonterías y ves a sentarte.

La Lola le invitó de nuevo a compartir mesa con el Sr. Armengol y con ella. Durante

la cena el Sr. Armengol le dio la en hora buena por haber encontrado trabajo, luego

estuvieron hablando de los sitios que había visitado esa tarde en su paseo por la plaza

Real y la zona del Borne (barrio de la Ribera).

-¿Te a agradado lo que has visto de Barcelona? –le preguntó el Sr. Armengol.

-Sí, es impresionante, cada rincón, cada edificio, la plaza Real me ha gustado mucho

pero al salir por las calles de detrás casi me pierdo aquello parecía un laberinto de

pequeñas calles y al final he ido a parar a una gran calle.

-Seguramente sería la Vía Layetana –le apuntó el Sr. Armengol.

-Sí, esa era.

-Luego me he metido por las calles de detrás de esta y he ido a parar a una iglesia

espectacular, era preciosa, en mi vida nunca había visto una iglesia tan grande.

13

Page 15: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Por lo que dices esa sólo puede ser Santa María del Mar, la Catedral del Mar, una

catedral gótica ¿No has estudiado los estilos gótico y románico en el colegio?

-Sí, pero nunca había visto una iglesia de ese estilo.

-Pues cuando tengas tiempo visita la Catedral de Barcelona, la església del Pi y la de

San Justo y Sant Pastor, todas son góticas y son una más bonita que la otra, y visita

cuando puedas el barrio gótico.

-Tu haz caso a don Antoni que él sabe mucho de cultura, yo creo que un día de estos

le dan un Novel –dijo la Lola con su gracia característica.

Cuando acabaron de cenar el Sr. Armengol, invitó a Joaquín a seguirle hasta su

habitación para probarse un par de zapatos suyos, el cuarto que ocupaba era el doble de

grande que el de Joaquín, tenía un armario y en lugar de una ventana contaba con un

pequeño balcón que daba a la calle, en el cuarto se probó dos pares de zapatos

diferentes, los dos pares le iban grandes porque eran dos números más del que calzaba

él.

-Si te van grandes les puedes poner un poco de papel de diario en la punta y todo

solucionado –apostilló la Lola.

Pero lo cierto es que esos viejos y gastado zapatos de estilo antediluviano no le

gustaban lo más mínimo a Joaquín.

-Me parece que me quedaré con los que me ha ofrecido la Sra. Lola, apenas me

apretaban un poco, seguro que con que me los ponga un par de veces se darán de si y

me estarán como un guante.

-Si quieres ponerte esos yo les pongo en horma esta noche y mañana seguro que te

estarán bien, pa que te entren mejor mira de llevar las uñas bien cortas –dijo la Lola en

una de sus salidas.

-Lola que soy de pueblo pero no un guarro.

14

Page 16: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Cuando iban a salir de la habitación del Sr. Armengol recordó lo que le había dicho la

Lola en la conversación que habían tenido esa tarde.

-Joaquím, espera no te vayas que te quiero hacer un regalo.

-¿Un regalo?

-Sí, un segundo que te lo busco... –abriendo una de las puertas del armario dejó a la

vista una cajonera de donde abriendo el primer cajón sacó un cinturón-, ten para ti –le

dijo tendiéndole un viejo cinturón negro.

-Gracias Don Antoni, muchas gracias.

-Hombre no querremos que a nuestro joven amigo se le caigan los pantalones durante

su primer día de trabajo ¿no?

Al salir de la habitación se reunieron en el comedor y ahí se quedaron charlando

durante media hora hasta el momento de irse a dormir.

-Lola podrías comprarte un televisor –le dijo el Sr. Armengol.

-Eso cuesta muxo dinero, cómprelo usted viejo agarrao, a parte me parece que esos

trastos deben ser peligrosos.

Hacía pocos meses que TVE había empezado a emitir en Barcelona, y el tener un

televisor era un lujo que no estaba al alcance de todos. Tras estar un rato hablando de la

televisión y lo que representaban adelantos técnicos como ese se retiraron a descansar.

15

Page 17: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Capítulo II

Faltaban veinte minutos para las ocho y Joaquín ya estaba ahí, nunca en su vida había

ido tan bien vestido, con sus pantalones príncipe de Gales, camisa blanca y unos

relucientes zapatos negros, antes de salir de casa había estado dando brillo por más de

diez minutos, a los que gracias a las artes de la Lola los zapatos se habían ensanchado lo

suficiente para no molestar excesivamente. Diez minutos más tarde apareció el Sr.

Llopis.

-Buenos días, ¡muy bien! así me gusta que seas puntual.

-Buenos días Sr. Llopis.

Abriendo la persiana entraron para dentro, una vez en la tienda el Sr. Llopis le fue

encomendado las tareas que tendría que hacer, lo que más le costó fue aprenderse el

nombre de los diferentes tejidos así como las variedades cromáticas de estos, para

Joaquín hasta la fecha los colores eran los básicos y dentro de cada color sólo

diferenciaba entre el claro y el oscuro.

A las ocho y media llegaron la hija y el yerno del Sr. Llopis y media hora más tarde

abrían la tienda. La mañana fue placida, el número de clientes no pasó de la docena y el

trabajo que se le encomendó no comportaba dificultad alguna. Sus compañeros de

trabajo no eran precisamente la alegría de la huerta pero eran educados y le trataban con

respeto, a pesar de su juventud y el puesto que ocupaba en la empresa familiar.

Pocos años antes el Sr. Llopis se encargaba personalmente de la confección de trajes

y camisas, pero con los años había ido cediendo parte del trabajo de confección a una

viuda que lo realizaba por cuatro perras, él todavía se encargaba de confeccionar los

pedidos de cuatro buenos clientes y la mayoría de las chaquetas y americanas, dado que

no confiaba demasiado en la forma de trabajar de los demás y en que tenía el pleno

convencimiento de que él era el mejor de la provincia en la realización de estas prendas.

16

Page 18: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Cuando cerraron al medio día se fue a un bar a comprarse un bocadillo y

aprovechando el buen clima se lo comió sentado en un banco de la Plaza Cataluña, poco

antes de cerrar el Sr. Llopis le había informado que su horario de trabajo sería de de

ocho y media a una y media y por la tarde de las cuatro y cuarto a las ocho y cuarto.

A las cuatro y cuarto ya estaba de vuelta en la tienda, esa tarde tuvo que salir a

entregar un pedido, el nombre de la calle le sorprendió, la calle se llamaba Ali Bey.

-¿Una calle con el nombre de un moro? –le preguntó al Sr. Llopis.

-No era un moro, era un aventurero que se hizo pasar por moro para poder visitar los

países árabes, si no me equivoco me parece recordar que su nombre era Domingo Badía.

Asombrado al conocer de la existencia de ese aventurero salió de la tienda intentando

imaginar que aventuras podía haber vivido ese personaje y que maravillas habría visto

ese español en sus viajes.

Llegó a la finca de la calle Ali Bey sin problemas gracias a las indicaciones que le dio

Federico el yerno del jefe, la finca era antigua pero no tenía punto de comparación con

las fincas del barrio Chino como donde él se alojaba, era unas finca regia de mayor

altura y con una bonita fachada, entró en la finca y tras darle explicaciones a la portera

esta le permitió subir hasta el principal donde una dama de servicio recogió el paquete

que llevaba y le entregó una propina, muy contento por las diez pesetas recibidas volvió

a la tienda. Pasó el resto de la tarde ordenando las bobinas de tejidos y familiarizándose

con estos.

Veinte minutos después de abandonar el trabajo ya estaba en casa, se dio la mayor

prisa posible en llegar principalmente por las ganas que tenía de descalzarse, llevar esos

zapatos, aunque se hubiesen ensanchado, durante todo un día le habían destrozado los

pies. Una vez en casa se cambió de zapatos y de ropa, no quería ensuciar la mejor ropa

con la que contaba.

17

Page 19: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Mi arma ¿ya te has cambiado de ropa?, con lo guapo que estabas –le dijo la Lola al

verlo salir de su habitación.

-No quería ensuciarla.

-¿Vienes a cenar?

-Sí, pero con la condición de que me acepte esto –le dijo al tiempo que se metía la

mano en sus viejos pantalones y sacaba las diez pesetas que le habían dado esa misma

tarde de propina.

-No hace falta, quédatelas que seguro que te pueden hacer falta.

-No, insisto que se las guarde, Sra. Lola usted se porta muy bien conmigo por lo que

hágame el favor de coger este dinero en pago por las cenas que me ha dado y las que me

dará y en cuanto cobre ya le pagaré lo que falte.

-Bueno vale –dijo metiéndose el dinero en el canalillo que quedaba a la vista por su

pronunciado escote- , ahora ves para el comedor a hacer compañía al Sr. Armengol.

En el rato que tardó la Lola en servir la cena Joaquín le estuvo explicando al Sr.

Armengol como le había ido su primer día de trabajo. Cuando hubieron finalizado de

cenar estuvieron un par de horas charlando y escuchando la radio hasta la hora de

acostarse, esa noche se fue a dormir feliz porque parecía que la suerte le acompañaba y

todas aquellas promesas que le había hecho a su madre poco antes de morir parecía que

comenzaban a cumplirse.

____________________________________________________________________

Pasó el fin de semana sin novedad, el trabajo iba bien y cada vez se sentía más a

gusto en Barcelona, la ciudad le estaba mostrando su cara más amable.

18

Page 20: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Al comenzar la nueva semana sabía que en la tienda serían uno menos dado que

Federico estaría ausente por un tiempo, pero su ausencia no se notó lo más mínimo dado

que el volumen de trabajo no era excesivo y en lo personal su carácter introvertido le

hacía pasar desapercibido.

Ese lunes cuando apareció un nuevo cliente, un cliente de aire distinguido y

elegantemente vestido, Joaquín estaba en la tienda detrás del mostrador ordenando y

colocando en las estanterías nuevas telas bajo la atenta mirada de Enriqueta Llopis, al

ver al nuevo cliente esta centró su atención en él.

-¡Buenos días! ¿Qué deseaba? –le preguntó al tiempo que se iba acercando hacia la

parte del mostrador que quedaba más cerca del distinguido caballero.

-Buenos días, venía porque quiero renovar parte de mi guardarropía y he oído hablar

muy bien de su sastrería.

-Pues ha venido usted al sitio correcto, si es tan amable de esperar un momento voy a

avisar a mi padre.

Habiéndose quedado a solas con el nuevo cliente Joaquín sintió curiosidad por aquel

hombre tan elegantemente vestido con un traje de ralla diplomática, bastón, sombrero y

un abrigo gris que se había quitado al poco de entrar y llevaba sobre el brazo izquierdo.

Sin quitarle el ojo de encima fue colocando en los estantes los rollos de tela, en el corto

espacio de tiempo que tardaron en salir del taller el Sr. Llopis y su hija el hombre se

centró en mirar los tres trajes que tenían expuestos en los maniquíes, en menos de tres

minutos aparecieron padre e hija.

-Buenos días, permítame que me presente José Llopis dueño de esta selecta y

reconocida sastrería –le dijo con una sonrisa de oreja a oreja a tiempo que le tendía la

mano.

-Encantado –dijo al tiempo que le daba la mano.

19

Page 21: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿En qué le puedo servir?

-Deseaba renovar mi guardarropía y aquí me tiene.

-Pues caballero a sabido elegir bien, dado que “Casa Llopis” es una de las mejores

sastrerías de Barcelona.

-Y porque no decirlo también de España –dijo interrumpiéndole Enriqueta –que en

tiempos del abuelo hasta el rey Alfonso XIII se había vestido aquí.

Tras el pretencioso comentario de su hija el Sr. Llopis hizo indicaciones al caballero

para que le siguiese a la zona interior del negocio donde se encontraba el taller, los

probadores y el almacén, pasados unos diez minutos salió el Sr. Llopis y acercándose a

Joaquín le entregó una peseta y le indicó que fuese al bar a buscar un café para el cliente

que estaba atendiendo. Durante el tiempo que permanecieron en el taller la presencia de

Joaquín fue requerida varias veces para entrar y retirar los diferentes rollos de tejidos

que le fueron mostrados al cliente.

Cuando pasados más de cuarenta minutos se fue el elegante caballero tras dejar una

paga y señal de trescientas pesetas el Sr. Josep Llopis, José para según que clientes, no

entraba en si de gozo, el pedido que le había hecho tan distinguido cliente consistía en

ocho camisas y seis trajes, el sastre se vanagloriaba de ser tan bueno vendiendo como

cosiendo ya que incluso había convencido al cliente para que se hiciese un traje de caza

en tweed, los ingresos que generarían dicho pedido podían corresponder a las ganancias

que en la actualidad generaba la tienda en dos meses, la única pega era el corto margen

de tiempo en que tendrían que confeccionar encargo si querían cumplir con el plazo de

entrega prometido al cliente.

Durante los días que se estuvieron confeccionando los trajes del nuevo encargo, en la

tienda hubo un muy buen ambiente de trabajo, incluso un día el Sr. Llopis se ausentó

20

Page 22: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

para ir a desayunar y a la vuelta trajo un paquete que contenía chuchos de crema para su

hija y para Joaquín.

-¡Que no se diga que el Sr. Llopis no cuida a sus trabajadores! venga entrar en el

taller y desayunad.

-Aprovechemos Joaquín, que detalles como este pocas veces los verás en mi padre.

Otra de las cosas que pudo percibir dentro de ese buen clima que se respiraba en la

sastrería unido a la ausencia de Federico fue el cambio de actitud de la tímida y retraída

Enriqueta hacia él, seguía siendo una persona parca en palabras pero de tanto en tanto lo

hacía algún comentario e incluso en alguna ocasión se había reído con sus comentarios

y gracias. Durante ese tiempo en la tienda había un hecho que si bien en un principio no

le había prestado demasiada atención o lo achacaba a la casualidad el tiempo le fue

convenciendo de que de casual no tenía nada, el hecho era que cada vez que iba al

lavabo al salir encontraba que Enriqueta estaba en el almacén por lo que esa mañana

aprovechando que estaba poniendo orden en el almacén se puso a revisarlo y fue al

examinar la estantería que descansaba contra la pared que mediaba con el lavabo

cuando se dio cuenta al retirar un cartón que había un pequeño orificio que permitía ver

el lavabo. Poco después de ese descubrimiento estando con Enriqueta, mientras el padre

de esta estaba enfrascado en el taller confeccionando las americanas del pedido que

tenía que entregar en pocos días, se disculpó con ella ya que tenía que ir al lavabo,

sabiendo donde estaba la mirilla desde donde se le espiaba y notándose que había

alguien en el otro lado observándole empezó a modo de provocación a tocarse sus

genitales, cuando salió del lavabo y vio a su compañera le pareció notarla algo

acalorada. Esa misma tarde las tornas se giraron porque a partir de ese día él también se

convirtió en observador, cuando Enriqueta iba al lavabo él se escabullía hacía el

almacén y a través del pequeño orificio la observaba, fue esa tarde la primera vez en su

21

Page 23: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

vida que veía en vivo esa parte de la anatomía femenina que quedó al descubierto al

bajarse ella sus bragas.

Esa noche durante la cena le comentó al Sr. Armengol parte de la historia de su

compañera de trabajo, omitió decir que él también se había puesto esa tarde a observar a

Enriqueta Llopis desde el almacén.

-Quim esta claro que la nena quiere macho, piensa que no hay nada más seguro que

estar con una mujer casada y más si su marido estará ausente un tiempo, no siguis burro

dale ¡traca, traca! –le dijo al tiempo que hacía un gesto obsceno con los brazos.

-¡Ja, ja, ja! –rió la Lola- tiene rasón don Antoni pero tú compórtate con delicadesa y

no seas bruto.

-¡Que delicadeza ni que niños muertos!, a las mujeres como esa le va lo bestial lo

animal, aquí te pillo aquí te mató.

El tema de conversación dio para mucho porque buena parte de la cena se estuvo

hablando de cómo debía actuar Joaquín con su compañera, luego el tema fue derivando

hacia las experiencias personales donde él se limitó a escuchar sin abrir boca dada su

nula experiencia en la materia.

-Pero que te vamos a explicar a ti, un muchacho como tú con ese porte seguro que se

llevaba de calle a todas las mozas de pueblo.

-Del pueblo y de la comarca –apostilló la Lola.

-No se lo crean, que en los pueblos las cosas son diferentes a la ciudad y aquí donde

me ven soy bastante tímido.

Las cenas y las tertulias que se organizaban durante esta eran uno de sus momentos

preferidos del día ya que era el momento del día en el que más se divertía.

____________________________________________________________________

22

Page 24: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

A punto de finalizar el mes y con su economía bajo mínimos estaba impaciente por

ver si le pagaban su primer sueldo pero durante todo el día el Sr. Llopis estuvo

encerrado en el taller y casi no se dejó ver el pelo. Lo mejor de ese viernes fue que se le

encomendó le llevar un pedido a un cliente que residía en una antigua calle cercana a la

tienda y al entregar el paquete se le premió con una propina de dos pesetas. Nunca

dejaba de sorprenderse porque cada vez que transitaba por esas antiguas y estrechas

calles descubría algún bello edificio, caminando por la calle baja de San Pedro

descubrió un hermoso edificio, el palacio de la música, un bello edificio que Enriqueta

le explicó, al llegar a la tienda, que estaba realizado en estilo modernista y que era obra

de uno de los arquitectos catalanes más insignes Puig i Cadafalch.

Esa tarde poco después de abrir la tienda se quedó a solas con Enriqueta, dado que el

padre de esta había ido a ver a la costurera que le ayudaba en la confección de trajes y

camisas, y como no había excesivo trabajo en la tienda esta le pidió que le acompañase

al almacén a buscar un rollo de lana de alpaca para preparárselo para su padre,

estuvieron buscando durante un rato sin encontrar la bobina de la preciada tela, en su

busca Enriqueta se subió en una pequeña escalerilla de cuatro escalones para poder

llegar al estante más alto.

-Sujétame la escalera, no sea que me vaya a caer.

La petición de Enriqueta a él le pareció una provocación intencionada, dado que al

sujetar la diminuta escalera las pantorrillas de ella quedaban a la altura de su cara y a

pesar de su larga falda con solo inclinar la cabeza le podía ver la ropa interior.

-Cógeme que me caigo –le dijo al tiempo que se abalanzaba sobre él.

23

Page 25: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Teniéndola abrazada a la altura de los muslos la dejó deslizarse entre sus brazos hasta

que tocó con los pies el suelo, estando todavía abrazados ella buscó con sus labios los

de él y al encontrarlos le empezó a besar con desesperación más que besarle le comió

los labios y su apéndice bucal, mientras ella recorría con sus labios su cuello él depositó

una mano sobre uno de los senos de Enriqueta, pero cuando llegó a un alto grado de

calentura en el que se pierde toda razón y afloran los instintos más animales se oyó el

sonido de la campanilla de la puerta de la tienda a lo que ella respondió separándose de

él de manera instantánea y dirigiéndose hacia la tienda. Cuando Enriqueta hubo

finalizado de atender al cliente se le acercó.

-Hoy es viernes ¿te gustaría venir, después de cenar, a bailar a “La Paloma”?

-Sí, estaría bien –contestó sin pensárselo.

-Pues si te está bien nos vemos a las diez y media directamente dentro, ¿sabes donde

está?

-No, pero ya me preocuparé de encontrarlo.

-“La Paloma” es una sala de fiestas que está en la calle del Tigre.

-Pues allí estaré.

No pasaron ni cinco minutos que regresó el Sr. Llopis bastante cargado ya que

llevaba en las manos unas perchas con seis pantalones y una bolsa que contenía las ocho

camisas del importante pedido que le habían hecho días atrás.

-Bueno Enriqueta esto ya lo tenemos enllestido –le dijo con satisfacción a su hija.

Cuando hubo terminado su jornada de trabajo, poco después de cerrar la tienda, se fue

rápido para casa, después de cenar se aseó se puso sus mejores galas y siguiendo las

indicaciones que le había dado el Sr. Armengol se fue caminando hacia su cita. Llegó

con quince minutos de antelación y tal como habían quedado la esperó dentro, al entrar

se quedó impresionado de aquel bello recinto con aspecto de antiguo teatro con dos

24

Page 26: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

pisos de galerías por encima de la pista de baile. Mientras esperaba a su compañera de

trabajo cada vez se iba poniendo más nervioso.

Poco después de la hora acordada vio entrar a Enriqueta, lo cierto era que en los

últimos días la había comenzado a ver con otros ojos, si en un principio no la había

encontrado demasiado agraciada lo sucedido en los dos últimos días había hecho que

sintiese una cierta atracción por ella, atracción motivada principalmente por un fuerte

deseo sexual. Llegó vestida de manera impecable, como siempre iba con una falda larga

que le llegaba casi a los tobillos, para la ocasión se había puesto una bonita falda negra

con unos bordados en la parte inferior, un zapato negro de tacón, una blusa blanca y una

rebeca negra encima de esta y por primera vez en el tiempo que la conocía se había

maquillado, traía los labios pintados en un rosa suave y se había perfilado los ojos, lo

cual unido al encrespado cabello le confería un aspecto felino.

-¡Fhui, fhuiuu! –le silbó al verla- Enriqueta estas muy guapa.

-Vamos a bailar –le dijo al tiempo que le cogía la mano y lo arrastraba hacia la pista.

-Te advierto que yo no se bailar.

-Tú déjate llevar por la música y por mí.

En aquel momento la orquesta estaba interpretando un tema del cantante italiano

Renato Carusone, “picolisima serenata”, la orquesta iba combinando las canciones más

típicas del panorama musical español, pasodobles, boleros, así como alguna copla, con

los éxitos de los últimos años de la música española e italiana.

Estuvieron bailando por espacio de unos veinte minutos hasta que Enriqueta le

propuso de ir a sentarse.

-¿Te lo estás pasando bien? –le preguntó Enriqueta.

-Sí, sobre todo por tu compañía.

-No se te da mal el baile.

25

Page 27: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Pues yo nunca o mejor dicho casi nunca había bailado.

La imagen de esa mujer seria e introvertida que tenía de Enriqueta era bien diferente

de la que había descubierto en el día de hoy, la Enriqueta que le había besado en la

tienda y con la que estaba bailando era una mujer más pasional y con ganas de salirse

del papel probablemente predispuesto por las circunstancias de su vida. Estuvieron

bailando hasta casi la media noche cuando Enriqueta le propuso de marcharse, al salir la

acompañó hasta su domicilio, ubicado en la cercana calle Muntaner tocando a la

Avenida José Antonio Primo de Rivera, una finca regia de esas que tanto abundan en el

ensanche barcelonés.

-¿Te apetece subir? –le preguntó cuando llegaron a la puerta.

-Sí –con un simple monosílabo y con un movimiento de cabeza afirmó se deseo de

subir a casa de Enriqueta.

-Pues entremos rápido antes de que aparezca el Sereno o el Vigilante, subo yo

primera y tú espera unos minutos, el piso es el tercero-tercera, te dejaré la puerta abierta,

sube por la escalera y no enciendas ninguna luz, tal como subas el tercero-tercera es la

puerta que te quedará a la derecha de la escalera.

A los cuatro o cinco minutos de haber subido Enriqueta lo hizo él, a oscuras ascendió

los escalones de dos en dos con largas zancadas, a tientas encontró la puerta y la

empujó, una vez dentro cerró la puerta y se dirigió hacia una tenue luz que se veía al

fondo de un largo pasillo, al llegar ante la puerta entreabierta desde la que se filtraba la

luz la empujó y entró, fue entrar y Enriqueta le saltó cual felino a sus brazos y se lo

empezó a comer a besos, con ella entre sus brazos se dejó caer sobre la cama de

matrimonio que había en la habitación, con un deseo desbocado casi le rompió los

botones de la camisa en el énfasis por quitarle la ropa.

-Cuidado no me rompas los botones que esta es mi mejor camisa.

26

Page 28: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No te preocupes que ya te regalaré otra –le contestó en un tremendo estado de

excitación.

Una vez que le hubo abierto la camisa fue él el que cogió la iniciativa y besándole el

cuello le empezó a desabrochar la blusa al tiempo que sus besos iban descendiendo por

el escote, tuvo que quitarle la camisa y luego intentar retirar el regio sujetador color

carne que ocultaba al ansiado fruto, tras batallar por unos segundos con el cierre del

sujetador tuvo que ser Enriqueta la que lo desabrochase, cuando retiró el sujetador

quedaron a la vista dos hermosos y erectos senos de un tamaño mayor al que se podría

suponer en una mujer de una constitución tan delgada, a la vista de aquel hermoso

regalo para sus ojos se abalanzo sobre ellos y empezó a besarlos y a succionarlos cual

niño hambriento. Cuando se hubieron despojado de sus ropas se dedicaron a tocarse,

besarse y jugar con sus cuerpos, el exceso de excitación unido a su inexperiencia

provocaron que alcanzase el orgasmo antes ni siquiera de la penetración, la cara de ella

era todo un poema, se le notaba molesta pero él respondió reemprendiendo lo juegos y

afortunadamente la excitación volvió a él, estuvieron por más de veinte minutos

disfrutando de los placeres carnales en los que Enriqueta se mostró como alguien muy

diferente a la imagen que de ella se podía tener.

-Ahora tienes que irte –le dijo en el tono más cortés que pudo.

-¿No me puedo quedar a dormir aquí?

-Estas loco, ¿qué quieres que te vean mañana por la mañana mis vecinos?, recuerda

somos compañeros de trabajo y en todo caso amigos, porque no olvides que yo soy una

mujer casada.

Una vez estuvo vestido se despidieron en la oscuridad del recibidor con un simple

beso de ella en la mejilla de él y acto seguido abandonó el piso de manera furtiva.

27

Page 29: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Cuando tras una larga caminata llegó a casa, coincidiendo con la hora en que los

últimos vecinos de la calle abandonaban las habituales tertulias a pie de calle, se creía el

hombre más feliz mundo y así lo atestiguaba la sonrisa que perduró en su rostro hasta

que se metió en la cama y se durmió.

____________________________________________________________________

El sábado llegó puntual como siempre y de muy buen humor a pesar de no haber

cobrado todavía, pero tenía claro que no acabaría el día sin que hablase de ello con el

señor Llopis, a más tenía el convencimiento de que sería el día adecuado porque como

tenían que venir a buscar el importante encargo en el que su jefe se había volcado en los

últimos días, este tendría una buena cantidad de dinero fresco en el bolsillo y por lo

tanto sería el mejor momento para hablar sobre el tema.

Eran poco más de las ocho y media cuando llegó Enriqueta, al cruzarse en la tienda se

miraron, él la saludó con una sonrisa en los labios.

-¡Buenos días Enriqueta!

-¡Buenos días! –le respondió con aire serio sin apenas mirarle.

Estando a media mañana con el Sr. Llopis en el almacén haciendo inventario, al

tiempo que este le daba una clase práctica sobre los diferentes tipos de tejidos,

aprovechó el momento para recordarle que aun no había cobrado las dos semanas que

llevaba trabajando para él.

-¡Tranquilo que no me voy a escapar!

-Perdóneme Sr. Llopis pero es que tengo que pagar la pensión y a estas alturas ya no

tengo dinero, y como estamos a finales de abril, incluso sé que hay gente que cobra por

28

Page 30: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

semanas y yo ya llevo más de dos semanas trabajando para usted, y por si se había

olvidado y por eso, sin ganas de ofenderle, me he tomado la libertad de recordárselo –le

dijo casi de carrerilla-. Espero de no haberle molestado.

-Yo siempre pago a mis empleados a final de mes, vente conmigo al taller que ahora

mismo te pagaré.

Entraron en el taller y el Sr. Llopis de dirigió a un antiguo buró que había en la

esquina más alejada de la puerta, sacando el llavero que tenía en el bolsillo abrió la

persiana y de un pequeño cajoncito sacó un sobre que acto seguido le entregó a Joaquín,

en el sobre estaba escrito su nombre, una vez tuvo el sobre en sus manos le dio las

gracias a su jefe y salió del taller, una vez fuera de la vista de este se fue hacia el lavabo

con intención de abrir el sobre. Nervioso e ilusionado con el sobre en sus manos

procedió a abrirlo, pero cuando sacó el dinero de dentro sus ilusiones se esfumaron la

cantidad que había dentro del sobre no eran las cuatrocientas pesetas que él se esperaba

sino trescientas, cincuenta pesetas menos por semana de lo que le habían prometido,

enfadado salió del lavabo y se fue a ver al Sr. Llopis.

-¿Da usted su permiso? –le preguntó tras picar con los nudillos en la puerta abierta

del taller.

-Pasa Joaquín y cierra la puerta.

-Disculpe Sr. Llopis venía porque me he dado cuenta que la cantidad que me ha

pagado no es la que habíamos acordado.

-No te quejes que por ser un aprendiz ya te estoy pagando muy bien aparte con los

recados que haces también te puedes sacar algunas propinas, cosa que no habíamos

comentado cuando te ofrecí el trabajo, y no hablemos de lo que puedes aprender

trabajando conmigo, mira Joaquín estamos en una época muy mala encima dicen que

nos quieren abrir en la Plaza Cataluña una gran tienda inglesa de ropa pret a porter no

29

Page 31: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

te quejes yo te aseguro que si todo va bien el año que viene te pagaré doscientas pesetas

por semana que te prometí.

Sin argumentos y sin posibilidad alguna de conseguir algo más del señor Llopis

abandonó el taller y se dirigió a la tienda donde le contó lo ocurrido a Enriqueta, no con

intención de conseguir nada sino como desahogo de la impotencia que sentía dentro

suyo al sentirse engañado por el padre de ella.

Al medio día se presentó en la tienda el distinguido caballero del costoso pedido de

trajes y camisas a recogerlo, en cuanto entró por la puerta todo fueron reverencias por

parte del Sr. Llopis así como de su hija.

-¡Buenos días Sr. Azcoitia!, ...ya tenemos sus trajes listo, si es tan amable de

seguirme para el taller se los podrá probar.

-Vamos amigo Llopis, a ver si es merecida la fama de su sastrería.

Al poco rato de haber entrado en el taller el Sr. Llopis abrió la puerta, llamó a Joaquín

y le hizo entrar.

-Joaquín ves a buscar al bar un café para el Sr. Azcoitia –le dijo al tiempo que sacaba

de su bolsillo cinco pesetas.

-No José, no pagues nada, ¡muchacho acércate! –el hombre llevaba puesto uno de los

trajes que se estaba probando, se acercó hasta una silla donde descansaba su abrigo, su

gorro, su bastón y un pequeño y viejo maletín de piel y de dentro del abrigo sacó una

abultada cartera de la que extrajo un billete de cincuenta pesetas –paga con esto ¿amigo

José quiere usted tomar algo?

-Bueno pues tráeme a mi otro café.

-Y si tienen pastas tráete alguna, ya sabes palmeras, croasants, o algo por el estilo y si

tu quieres tomar algo ya lo sabes,...¡ah! y pregúntale a la bella hija de Don José si quiere

tomar algo.

30

Page 32: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Abandonó la tienda tras preguntarle a Enriqueta que quería tomar y se fue a una

cercana cafetería que había en la esquina de la Plaza Cataluña con la calle Pelayo y a los

diez minutos volvía con una bandeja con dos cafés, un café con leche, un chocolate

desecho y algunas pastas.

Cuando el Sr. Azcoitia se hubo probado todos los trajes el Sr. Llopis y él salieron del

taller, estando en la tienda el pedido aun se incremento con un par de cinturones, tres

corbatas y algunas prendas de ropa interior.

-Llopis estaba pensando que puede que alargue mi estancia en Barcelona y si es así

estaba pensando que necesitaré algún traje de verano.

-Pues Sr. Azcoitia no se hable más, vamos a mirar algunos tejidos.

Estuvieron mirando diferentes tejidos frescos para hacer un par de trajes de verano, y

al final se decantó por un tejido de lino beige y uno más formal en azul marino.

-Llopis he venido en coche y lo tengo aparcado en la calle Fontanella ¿me puede

ayudar tu muchacho a llevar las cosas?

-Hombre ¡vaya pregunta! para eso está.

El Sr. Llopis dio aviso a Joaquín para que acompañase al Sr. Azcoitia hasta el coche y

salieron de la tienda bien cargados, Joaquín llevaba los seis trajes y el Sr. Azcoitia

llevaba en la mano izquierda un sobre con las camisas y los complementos y su

inseparable bastón en la derecha, en el mostrador de la tienda había dejado su maletín de

piel y el grueso portafolios del que había sacado el billete de cincuenta pesetas.

Minutos después de haber salido de la tienda volvió Joaquín.

-¿Y el señor Azcoitia? –le preguntó el Sr. Llopis.

-Le he dejado en el coche colocado las cosas, me ha dicho que fuese tirando hacia la

tienda que ahora vendría.

31

Page 33: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Fueron pasando los minutos y del elegante señor Azcoitia no se sabía nada, con claros

síntomas de preocupación el Sr. Llopis abrió el maletín y el portafolios que el señor

Azcoitia había dejado sobre el mostrador de la tienda pero lo único que encontró fueron

diarios y recortes de papel, histérico y al borde del colapso le pidió a Joaquín que le

acompañase hasta el lugar exacto donde estaba aparcado el coche del Sr. Azcoitia, pero

cuando llegaron al lugar no había rastro alguno de él ni de su coche.

-Tú eres idiota, mira que irte y no controlar que volviese a la tienda.

-Oiga que yo no tengo ninguna culpa de que usted no le cobrase antes de salir de la

tienda –le contestó Joaquín realmente molesto por el comentario de su jefe.

-Burru, mes que burru –no cesaba de repetir en voz baja el Sr. Llopis durante el

trayecto hasta la tienda.

Al llegar a la tienda el Sr. Llopis continuó dándole vueltas al tema con su hija, les

habían timado por valor de unas tres mil pesetas y cuando por enésima vez le faltó al

respeto a Joaquín este no aguantó más y explotó.

-Pero que cojones se ha creído usted, me miente, me paga una mierda y encima me

falta al respeto, si usted no es competente para gestionar su mierda negocio no tiene

ningún derecho de pagarlo conmigo.

-Vete, no te quiero ver más por aquí –le gritó colérico el Sr. Llopis.

-Y tanto que me voy, me voy porque yo quiero no porque usted me eche.

Cogió su chaqueta y el bocadillo que se había traído para comer y se dirigió a la

puerta.

-Adiós Enriqueta –voceó desde la puerta para acto seguido salir dando un portazo.

Cuando salió de la tienda fue paseando hasta el barrio gótico, como el tiempo

acompañaba ya que hacía un hermoso día primaveral y tenía hambre dado que era casi

la hora de comer decidió sentarse en un banco de la Plaza del Pino y comerse el

32

Page 34: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

bocadillo que llevaba ahí, a la vista de aquella hermosa iglesia gótica. Al finalizar de

comer estuvo paseando durante un rato más hasta que estuvo cansado y decidió regresar

a casa de la Lola.

A su llegada al piso su casera se extrañó de verle tan pronto.

-¿Qué hases tú por aquí a esta hora?

-Pues resulta que ya no tengo trabajo –le contestó con aire apesadumbrado.

-¿Y cómo a sido eso mi arma?

Joaquín le explicó al detalle todo lo sucedido por la mañana en la tienda y como arto

de aguantar los insultos del Sr. Llopis había decidido despedirse pero este se le había

adelantado. Anímicamente no estaba bien por lo que tras contarle lo sucedido a la Lola

se encerró en su habitación y se tumbó en la cama, tenía sensación de fracaso, pensaba

en las ilusiones que se había hecho así como esa promesa que siempre le repetía a su

madre “algún día llegaré al pueblo montado en un gran coche y te llevaré a ver el mar”,

promesa que no se podría cumplir dado que su madre, María “la de los Arcos”, había

fallecido dos meses antes de que llegase a Barcelona, pero el sueño de aparecer algún

día por el pueblo conduciendo un enorme coche y transformar la antigua y destartalada

casa de sus padres en una replica de esas hermosas casas, que había visto en alguno de

los pueblos colindantes, de los indianos que habían hecho fortuna en ultramar lo seguía

teniendo aunque ahora lo veía muy lejano.

A la hora de cenar no hubiese salido de su habitación si la Lola no le hubiese

convencido de que saliese a comer algo, después de cenar y escuchar los consejos de su

casera y del señor Armengol se retiró a descansar con mejor ánimo y las ideas más

claras.

____________________________________________________________________

33

Page 35: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

En los días sucesivos Joaquín no cesó en su empeño de buscar trabajo, la búsqueda de

este le llevó hasta la fábrica de coches Seat que había en el polígono industrial de la

Zona Franca pero para su desgracia no hubo suerte, fuese por su edad, su inexperiencia

o por la falta de puestos de trabajo no fue admitido, sin desanimarse continuó en su

búsqueda recorriendo Barcelona y fue durante esa búsqueda por Barcelona que

cogiendo el metropolitano en la estación de Paseo de Gracia vio sentado en uno de los

vagones al Sr. Azcoitia, estando en el mismo vagón se sentó en el extremo opuesto y no

le quitó el ojo de encima con discreción para evitar ser visto, cuando llegaron al final de

la línea en la estación de Leseps y abandonaron los subterráneos Joaquín siguió sus

pasos.

Al abandonar el metropolitano el elegante Sr. Azcoitia prosiguió camino durante un

buen rato, acompañado de su inseparable bastón, hasta la Avenida Hospital Militar

donde se detuvo delante de una elegante pero antigua torre, sacando de su bolsillo las

llaves abrió el pequeño portón que daba acceso al recinto exterior de la propiedad y

cuando se disponía a cerrarlo fue cuando Joaquín se hizo visible trabando la puerta con

el pie, lejos de asustarse el Sr. Azcoitia no se inmutó lo más mínimo de la presencia de

Joaquín.

-¿Qué deseaba?

-¿No se acuerda de mí? –le respondió Joaquín.

-Eres el muchacho de la sastrería ¿te ha enviado el Sr. Llopis?

-No, él no sabe nada.

-¿Cómo me has encontrado?

-Ha sido por casualidad.

34

Page 36: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿Y vienes a cobrar la deuda que tengo con tu patrón?

-No, ni siquiera sé que hago aquí con usted, bueno quizás debería pedirle una

compensación por mi silencio dado que por su culpa perdí mi trabajo.

-Bueno no nos quedemos aquí ¡acompáñame! –abriendo el portón de la entrada le

invitó a entrar.

Siguiendo al Sr. Azcoitia cruzó el pequeño y abandonado jardín hasta la entrada de la

casa, una torre de aspecto modesto con la fachada de color blanco y en un estado de

claro abandono, una vez en el interior se podía constatar el mismo abandono que era

perceptible en el exterior. Siguiendo a su anfitrión llegaron hasta un pequeño salón

donde este le ofreció asiento en uno de los dos gastados sillones de cuero que habían

situados delante de una gran chimenea, después de que los dos hubiesen tomado asiento

prosiguieron con su conversación.

-¿Entonces quieres dinero como compensación por tu silencio?

-Yo lo que quiero es trabajar, porque por su culpa perdí mi trabajo.

-¿Y como fue eso?

-El Sr. Llopis me culpó a mi de haberle dejado marchar y me despidió, y aquí me

tiene deambulando por Barcelona en busca de un trabajo.

-¿Y quieres que te compense por tu silencio? ¿En cuanto cifras tu silencio?

-No lo sé ¿me puede ofrecer un trabajo? ¿o quizás me podría compensar con la mitad

de la deuda que contrajo con el Sr. Llopis?

El Sr. Azcoitia se levantó del sillón, se le acercó y con un rápido movimiento

desenvainó un estilete de su bastón que le puso a Joaquín en el cuello.

-Eres una rata ¿dame un motivo por el cual no debería matarte ahora mismo?, si te

matase nadie se enteraría.

35

Page 37: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Por favor mi intención no es delatarle –le dijo muy asustado-, lo cierto es que

tampoco tenía intención de hacerle chantaje, yo sólo quiero trabajar y poder ganar

dinero para poder comer y pagarme un alojamiento, le prometo que no diré a nadie de

que le he visto.

-Tienes pinta de ser un chico listo –le dijo al tiempo que retiraba el estilete de su

cuello-, escucha atentamente no te voy a pagar ningún dinero, pero si quieres ayudarme

en un par de trabajos podrás ganarte un buen dinero ¿Qué te parece la idea?

-¿En que consistiría el trabajo?

-¿Eres una persona escrupulosa?

-¿A que se refiere con escrupulosa?

-¿Qué si estarías dispuesto a ganar dinero con el mínimo esfuerzo a costa de otras

personas?

-¿Engañando a alguien como hizo con el Sr. Llopis?

-Bueno algo por el estilo, pero en vez de conseguir unos trajes sacar una buena tajada

de dinero.

-¡No sé que decir! Quizás... bueno todo dependería de quien fuese el engañado.

-Tranquilo, mi ética me ha hecho siempre ser escrupuloso a la hora de elegir a mis

damnificados, sólo negocio con gente que le sobra el dinero y siempre cojo una pequeña

parte del pastel, como se suele decir “la avaricia rompe el saco”, en este mundo has de

ser muy cauto a la hora de limpiar a alguien.

-¡Pero el Sr. Llopis no es que fuese una persona excesivamente adinerada!

- Yo necesitaba renovar mi vestuario y a más a más ese tipo es un auténtico mal

nacido ¿no es así?

-Sí, supongo.

36

Page 38: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Estuvieron hablando por espacio de aproximadamente una hora, en el transcurso de la

cual los principios éticos de Joaquín dieron paso a una concepción más pragmática y

dado que su situación económica era crítica acabó aceptando hacer algún trabajo con su

elegante anfitrión, durante la conversación tuvo conocimiento del supuesto verdadero

nombre de este.

-Mi nombre es Don Leopoldo Alas.

-“Clarín” –dijo Joaquín al recordar el seudónimo del ilustre escritor de mismo

nombre.

-No, la gente que me conoce me llama por mi nombre de pila, nombre que le debo a

mi padre gran amante de la literatura, a parte mi segundo apellido ya no tiene tanto

señorío ya que es un corriente Garcia, Leopoldo Alas García.

Y de esta manera fue como Joaquín inició su relación profesional con don Leopoldo

Alas, gentil embaucador de refinados modales y hombre de gran cultura.

37

Page 39: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Capítulo III

Al día siguiente de haber conocido formalmente a don Leopoldo se reunieron a

desayunar en un bar situado en la Plaza Lesseps, durante la conversación informó a

Joaquín sobre el primer negocio en el que intervendría, el plan consistía en un timo

sencillo y muy recurrente como era la venta de seguros, que aunque no les reportaría

demasiado dinero permitiría foguear a Joaquín en estos quehaceres.

Después de haber trazado la línea de actuación y haber desayunado Don Leopoldo se

levantó de la mesa y se le acercó.

-Ahora empieza tu primera lección, haber como abandonas el bar sin pagar los

desayunos y sin salir corriendo, te las has de ingeniar –y susurrándole esto abandonó el

local.

Sentado en aquella mesa con cara de pavor se estuvo estrujando las meninges para

idear la forma de abandonar el bar sin pagar los desayunos, por su cabeza pasaron todo

tipo de ideas disparatadas desde cazar una mosca y meterla en una de las tazas de café,

darse un golpe con intención de provocarse una herida de la que emanase sangre para

tener una excusa para escabullirse o decir que se había dejado la cartera en el trabajo y

que iba a buscarla y ahora volvía, porque aunque hubiese querido pagar el poco dinero

que llevaba en el bolsillo le hacía imposible abonar lo consumido. Para su suerte cuando

llevaba cerca de media hora sentado solo en esa mesa se percató que el camarero que le

había atendido había desaparecido por la puerta de la cocina y que el único camarero

que quedaba en la barra estaba bastante ocupado con un buen número de clientes que

habían entrado a desayunar, por lo que alargando la mano cogió de la mesa contigua a la

suya el platillo con la cuenta y lo puso en su mesa para acto seguido levantarse de la

silla con toda la tranquilidad del mundo y depositar bajo la mirada del camarero una

38

Page 40: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

perra gorda en el plato a modo de propina. Su plan resultó porque abandonó el bar sin

ningún contratiempo.

Quince minutos después de haber abandonado el bar se volvía a reunir con Don

Leopoldo en casa de este. Al abrirle la puerta le recibió con una amplia sonrisa en los

labios.

-¿Qué como ha ido? Con el tiempo que has tardado pensaba que ibas a empalmar con

el almuerzo –le dijo con sorna.

Una vez dentro de la casa le explicó lo que había hecho para escabullirse sin pagar y

cuando finalizó su relato se pusieron a perfilar los pormenores del trabajo del día

siguiente. El trabajo consistiría en colocar unas falsas pólizas sobre seguros de vida y

para la cobertura de sepelios, tal como le contó don Leopoldo el trabajo no les aportaría

una gran cantidad de dinero pero si suficiente como para pasar desahogadamente el mes

y permitiría que Joaquín fuese cogiendo soltura.

A la hora de comer se encaminaron hasta la Calle Verdi donde tras descender un buen

trecho de calle entraron en una pequeña taberna donde tomaron asiento en una de las

cuatro viejas mesas que quedaba libre, la taberna estaba regentada por un gallego

socarrón y charlatán de baja estatura y oronda barriga de aspecto dejado, al margen de la

imagen que uno pudiese hacerse del local lo cierto era que se comía muy bien, de

primero les sirvieron un caldo gallego con sus grelos y sus patatas y de segundo

tomaron sardinas fritas.

-¿No tendrá pensado marcharse y dejarme aquí tirado con la cuenta? –le susurró

disimuladamente a su compañero de mesa cuando estaba a punto de finalizar el segundo

plato.

39

Page 41: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No te preocupes y come tranquilo que invito yo..., esta gente hace tiempo que los

conozco y son buena gente, tal como te dije nunca damnifico al que no se lo merece y

siempre me apropio de una pequeña parte del capital del que disponen.

-Pero en el tema de los seguros quienes van a ser nuestros clientes.

-No sufras que no vamos a arruinar a nadie.

Al terminar de comer se tomaron unos cafés y don Leopoldo se pidió una copa de

Soberano y un purito.

-¿No quieres una copa y una farias?

-No estoy demasiado acostumbrado a beber y menos a fumar.

-Pues este es un buen momento para empezar, ya sabes lo que dice la publicidad del

Soberano “es cosa de hombres”.

El coñac le entró relativamente bien pero la farias fue otro cantar, no acostumbrado a

fumar el inhalar el humo de ese puro le mareó y le provocó unas arcadas que casi le

hacen vomitar, al tiempo que don Leopoldo reía al ver sus muecas. Abandonaron la

taberna poco antes de las tres tras pagar la cuenta y se citaron al día siguiente para

iniciar sus negocios.

Cuando esa tarde llegó a casa de la Lola esta se interesó sobre como iba la búsqueda

de empleo, su voluntad por saber merecía más a motivos tutelares que a la impaciencia

por cobrar la semana que se le debía por la habitación.

-¡Que Quimet! –hacía días que el señor Armengol le llamaba Quim o Quimet y la

Lola de tanto en tanto también utilizaba ese diminutivo cariñoso para referirse a él- ¿ha

habido suerte?

-Parece que sí –dijo sin pensar, luego recapacitando se dio cuenta que ante aquellas

personas que le habían cogido cariño y por lo ilícito de la actividad sería mejor no

40

Page 42: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

revelar a lo que se iba a dedicar por lo que rápidamente puso a trabajar su mente-.

Mañana he de ir a un pequeño taller y si todo va bien ya puedo empezar a trabajar.

-Eso esta mu bien mi arma, ¿pero qué no estas contento? ¿y de qué es el taller?

-Claro que estoy contento, pero como todavía faltaba que el dueño de la empresa

diese su conformidad, bueno si todo va bien mañana estaré trabajando en un taller

de ...de libros, un taller de gráficas.

-¿Un taller de artes gráficas?

-Sí eso, taller de artes gráficas –añadió un poco acalorado.

-¿Y donde está situado?

-En la Calle Verdi –contestó con el primer nombre que le vino a la cabeza el de la

calle donde había estado comiendo.

-Pues no sabes lo que me alegro, esta noche lo celebraremos con el Sr. Armengol que

seguro que también se alegrará.

Esa noche lo celebraron de una manera especial abriendo durante la cena una botella

de vino espumoso, vino que él jamás había probado.

-¿Qué? está bo ¡eh! –le dijo el Sr. Armengol al verle beber y saber que era la primera

vez que lo probaba.

-Buenísimo, ¿y dice que esto es vino?

-Sí, es un vino dulce gasificado, pero no tiene punto de comparación con el champán,

un buen champán seco eso si que es bueno, el champán es la bebida de los ricos es

como el vino gasificado pero en bueno, el mejor según dicen es el francés que es donde

nació, pero en mi opinión el que se hace en Cataluña es tan bueno o mejor que el

francés.

-Pero eso cuesta mucho dinero ¡compre usted una! podría estirarse un poco e

invitarnos al muchacho y a mí –añadió la Lola.

41

Page 43: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Pues los ricos si que saben –dijo Joaquín-, por eso algún día yo también seré rico y

espero que no sea dentro de muchos años.

-Y nosotros que lo podamos ver -apuntilló la Lola.

Cuando hubieron acabado de cenar hicieron su habitual sobremesa en la que al

margen de los temas triviales la charla versó principalmente sobre su nuevo trabajo,

Joaquín esta vez se había preparado a conciencia una historia verosímil y cuando se le

preguntó sobre este la historia sonó convincente.

____________________________________________________________________

Caminando con paso decidido se dirigió al salir de los ferrocarriles catalanes a su

encuentro con don Leopoldo, habían quedado en la entrada de los jardines del poeta

Eduardo Marquina, como era habitual en él llegó diez minutos antes de la hora pero su

compañero se le había adelantado y ya le esperaba, para la ocasión este se había vestido

de manera menos señorial, no llevaba su habitual gorro de ala ancha, había cambiado su

habitual bastón de empuñadura de plata por uno más sencillo y en la mano izquierda

llevaba una cartera de piel, según dijo él:

-Si quieres hacerte pasar por un agente de seguros has de aparentar serlo.

Y por esta mismo regla de tres el día anterior había asesorado a Joaquín de como

vestirse para la ocasión, le había dicho de ponerse un traje que no fuese excesivamente

elegante, pero como su guardarropía era escaso se puso su mejor traje, el que le había

regalado la Lola.

-¿No te has puesto corbata?

-Es que no tengo ninguna, nunca la he necesitado.

42

Page 44: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Bueno no importa..., ahora haremos una primera visita, tú quédate detrás de mí y no

digas nada pero observa bien como actúo yo porque me acompañarás un par de visitas y

luego tendrás que arreglártelas tu solo.

Caminaron hasta una cercana calle del barrio y entraron en un señorial portal donde

sólo entrar les cortó el paso la portera del inmueble escoba en mano.

-¿A donde van ustedes? –les preguntó la menuda y rolliza mujer.

Don Leopoldo se encargó de darle las explicaciones acompañadas de algún que otro

piropo y galantería que rindieron los recelos de la mujer a dejarnos pasar, mientras

Joaquín disfrutaba observando el poder de sugestión que tenía su compañero con su

labia.

Cuando llegaron a la vivienda elegida les abrió la puerta una elegante y cincuentona

mujer, tras las explicaciones de don Leopoldo esta se avino a dejarlos pasar hasta el

salón donde les invitó a tomar asiento en el sofá de terciopelo verde que había al lado de

una televisión, la primera que veía Joaquín en su vida.

Joaquín estaba embelesado ante todos los estímulos a los que prestar atención, por un

lado escuchando lo verborrea de su compañero y por otro la observación de aquella

preciosa y elegante vivienda, con televisión incluida, la cual no tenía comparación con

ninguna de las que hubiese visto hasta la fecha.

Mientras don Leopoldo iba dando las explicaciones sobre los diferentes seguros con

los que trabajaba, todo ello lo iba acompañando de un sinfín de impresos y documentos

informativos que había ido desplegando sobre la mesa de centro que había delante del

sofá donde se llegaron a acumular un montón de papeles, todos ellos con el membrete

de una auténtica compañía de seguros de fama y solvencia contrastadas, en sus

explicaciones se podía percibir el pleno dominio que tenía sobre la materia. Durante

43

Page 45: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

toda la explicación Joaquín se limitaba a aseverar lo que su compañero decía y a repetir

como si de un estribillo de una canción se tratase:

-Piense que no hay mejor compañía de seguros, su solvencia está más que contrastada

y está presente en gran número de países.

Al final de las múltiples explicaciones y otras tantas aclaraciones, consiguieron

convencer a la señora de la casa para contratar una póliza por defunción y sepelio,

póliza que por un pequeño extra les permitiría el entierro en el pequeño pero exclusivo

cementerio de San Gervasio, según le dijo ya no existía sepulcros libres y desde hacía

aproximadamente seis meses el ayuntamiento ya no permitía el entierro en cárcava o

nicho alguno cuya propiedad o cesión no se hubiese contratado antes de noviembre del

año anterior, con sus explicaciones y los correspondientes certificados del

ayuntamiento, que corroboraban lo dicho, don Leopoldo consiguió que la mujer les

adelantase quinientas pesetas, el concepto del pago era cubrir las cuotas suya y de su

marido del último semestre a fin de hacer ver que la contratación se había hecho antes

del plazo marcado por el ayuntamiento, para justificar el pago este le tendió a la mujer

el correspondiente recibo, poco después se despedían de la mujer, no sin haber tomado

antes un pequeño refrigerio, y abandonaban el piso de esta.

Una vez hubieron abandonado la finca y se hallaron a una distancia prudencial

Joaquín comenzó a demostrar su euforia.

-¡Guau! Ha estado genial, ha hecho que pareciese fácil y todo, y esa mujer no ha

dudado ni un momento en entregarle las quinientas pesetas, y todos esos papeles con el

escudo de la compañía de seguros, incluso documentos del ayuntamiento, felicidades es

usted un maestro.

44

Page 46: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Muchacho aun no has visto nada..., pero lo más importante en este mundo ¡que no se

te borre de la cabeza! es la preparación y un exhaustivo conocimiento del producto y de

las personas que les puede interesar adquirir tu producto.

Después de la visita se dirigieron a un bar que estaba situado el la calle Calvet, donde

al tiempo que tomaban un café don Leopoldo le daba instrucciones sobre cual debía ser

su papel en cada una de las visitas que debían hacer, cuando hubieron finalizado sus

cafés y Joaquín hubo asimilado toda la información que le había dado su compañero

abandonaron el bar para reemprender el trabajo.

Al salir del bar Joaquín hizo una cosa que a don Leopoldo le reventaba, escupir en el

suelo, y por ello reprendió a su pupilo.

-Me he dado cuenta que no es la primer vez que lo haces, tienes que quitarte ese feo y

asqueroso vicio.

-¿Qué tiene de malo?, ¿no es más asqueroso tragarse los mocos?

-Lo que tiene de malo es que es francamente repugnante, la gente educada no hace

estas cosas, si tienes mocos lleva siempre un pañuelo y límpiate con él.

Tomando buena nota del consejo de don Leopoldo siguieron con el trabajo. En las

dos siguientes visitas Joaquín tuvo, siguiendo las indicaciones de su compañero y

maestro en este nuevo oficio, un papel mucho más activo. En la primera visita se

encargó de irle haciendo entrega de documentación y formularios y de reprenderle en el

momento en que este hizo una oferta para dar a entender que ya no estaban autorizados

a ofrecer esas condiciones ventajosas para los clientes, pero para conseguir que aquella

adinerada pero vulgar mujer mordiese el anzuelo al final se tuvo que recurrir a la

promesa de un premio seguro por contratar y pagar con un adelanto en metálico, se le

prometió un regalo a elegir entre una vajilla de limoge, una estupenda batería de cocina

o una cristalería de cristal de bohemia. Con cuatrocientas pesetas más en el bolsillo

45

Page 47: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

abandonaron ese domicilio para encaminarse hacia la casa de su tercera víctima por el

camino Joaquín recibió los últimos consejos dado que en la siguiente visita se había

previsto de que fuese él el que llevase la voz cantante.

Situado en la cuarta planta de un regio edificio situado delante del Turo Park estaba el

piso de su última visita de la mañana, al picar a la puerta les abrió la puerta una menuda

mujer de piel oscura y con el rostro surcado de múltiples arrugas.

-¡Buenas! ¿Qué querían? –preguntó la mujer en un marcado acento andaluz.

-Buenos días, queríamos hablar con la señora de la casa –le contestó don Leopoldo al

tiempo que aparecía corriendo descalzo un niño rubio de no más de tres años.

-Demonio, ¿ya te has quitado lo zapatos? –dijo cogiendo al niño en brazos-, ...pasen

que ahora avisaré a la señora.

Tras hacerles pasar cerró la puerta y con el niño en brazos desapareció del recibidor

en busca de la señora de la casa.

-¡Ves! este es un elemento con el que no contaba –susurró don Leopoldo

acercándosele a fin de no ser oído.

-¿El qué?

-En nuestro mundo laboral se han de tener un control completo de la situación y para

ello siempre es conveniente que no hayan otras personas que puedan interferir, la

existencia de esta variable puede perjudicarnos.

-¿Se refiere a la señora esa? pero si debe ser la chacha.

-Seguramente, pero es importante que aprendas que para que nuestros negocios

lleguen a buen puerto: uno, has de tener una buena idea; dos, la has de planificar muy

bien hasta el último de los detalles; tres, se ha de elegir a la victima propicia y cuatro, se

ha de hacer un seguimiento a esta para conocerla. Por lo que a veces una variable por

46

Page 48: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

insignificante que pueda parecer puede hacer que fracase un negocio por mucho tiempo

que se le haya dedicado y por muy bien preparado que se vaya.

A los pocos minutos de estar esperando en aquel gran recibidor decorado de manera

clásica y rodeados de un sinfín de cuadros apareció una elegante y guapa mujer de no

más de cuarenta años, tras presentarse como agentes de una importante mutualidad

aseguradora con la que la familia ya tenía contratada una póliza por el hogar don

Leopoldo hizo una breve exposición del motivo de su visita a lo que Joaquín añadió:

-Si nos permite disponer de diez minutos de su tiempo le haremos una oferta que no

podrá rechazar.

La señora de la casa les permitió acceder al salón de la vivienda. Un salón de

considerables dimensiones en el que destacaba la presencia de un gran piano de cola

lacado en negro.

-Bueno díganme cual es esa oferta ¡que no podré rechazar! –dijo la mujer en un claro

tono jocoso.

En esta ocasión fue Joaquín quien se encargó de la presentación de los diferentes

productos que ofrecía la mutualidad, sus explicaciones sobre las ventajosas coberturas

de los diferentes tipos de pólizas fueron concienzudas y allí donde él no llegaba estaba

don Leopoldo para echarle un capote en su auxilio. Daba la sensación que la señora se

lo pasaba en grande escuchando sus explicaciones y poniéndole de tanto en tanto en

algún apuro con sus preguntas.

-¿Y usted cree que necesito un seguro que me cubra el sepelio mío y de mi familia? –

le preguntó con una sonrisa que dejaba a la vista sus blancos y perfectos dientes.

-¡Hombre! con....

-¡Mujer! –le dijo interrumpiéndole.

47

Page 49: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Disculpe, ¡señora!, con los tiempos que corren creo que es una póliza interesante por

una pequeña cantidad mensual dispondrá de un entierro fantástico incluso en el hermoso

cementerio de San Gervasio.

-¿Y crees que después de muerta me importa a mí si mi entierro será fantástico, si el

ataúd es de caoba o si viene un banda de música a tocarme la marcha fúnebre?

-No lo sé, pero piense la carga que representa para sus familiares tener que hacerse

cargo de ese gasto y de todos los problemas que comporta un funeral en un momento

tan difícil.

-¡Oiga! ¿no estará usted intentando engañarme? –le preguntó poniendo el semblante

serio.

-No, por dios ¿Por qué piensa usted estas cosas? –le contestó bien acalorado.

Joaquín cada vez se iba poniendo más nervioso y mientras iba intentando dar

respuesta a todos los interrogantes que le planteaba la señora de aquella casa su

compañero observaba y no abría boca

-Piense que usted no sabe quien es mi familia, como intente estafarnos ya me lo veo

en el foso de Montjuic delante de un pelotón de fusilamiento.

-Bueno señora si no le interesa nuestros productos pues nos vamos y tan amigos pero

no cal llegar hasta estos extremos, que aquí donde nos ve somos personas honradas.

-¿Honradas? ¡ja! no me haga reír, si canta a la legua que son ustedes dos estafadores

de tres al cuarto.

-Y usted...-contestó nervioso pero con la suficiente capacidad de autocontrol como

para morderse la lengua y evitar decir algo de lo que arrepentirse-, vámonos –dijo

mirando hacia su compañero.

48

Page 50: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Leo aun te quedan muchas cosas pulir de tu pupilo si quieres que emprender

empresas mayores con él –dijo la mujer con esa sonrisa en los labios de la que había

hecho gala en casi toda la conversación que había mantenido con Joaquín.

-Bueno Candela ya lo puliremos, ¿pero le ves madera? ¿crees que puede ser un

diamante por pulir o un mera y tosca piedra que sólo será un lastre?

Joaquín no daba crédito a lo que estaba oyendo, la señora de la casa conocía a su

compañero y por la visto la visita había sido una prueba sobre la que ahora le estaban

evaluando sin el menor recato por su presencia.

-Pues tiene buena presencia –dijo mirándole-, es educado y pone empeño.

Sinceramente, depende para que lo quieras utilizar tendrás que trabajar mucho con él.

-No me lo puedo creer me humilláis con esta estúpida prueba y encima habláis de mí

sin ningún miramiento como si yo no existiese.

-No te acalores muchacho, ¿de verdad creías que me iba a arriesgar a ponerte a

trabajar el primer día sin ni siquiera probarte? Bueno déjate de tonterías y permíteme

que te presente a la Sra. Candela Ramos de no se que... ¡Perdona Candela! pero nunca

recuerdo el apellido del bendito con el que te casaste, bueno ni siquiera me acuerdo de

su nombre.

Candela no respondió al comentario de su compañero y levantándose del sillón donde

estaba sentada se acercó a Joaquín.

-No te enfades –le dijo a la vez que se sentaba a su lado en el sofá- , nadie quiere

humillarte simplemente Leo quería ver si estabas preparado para entrar en este difícil y

porque no decirlo peligroso mundo. Leo es un maestro si tú tienes claro que quieres

dedicarte a esto estas en las manos de un maestro, ¡si yo te contase lo que he visto hacer

a este hombre!

49

Page 51: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Candela me vas a ruborizar, ...Candela he de reconocerte que mi visita no se debe

solamente a que conocieses al amigo Joaquín, quería saber si podría contar contigo en

un trabajo que estoy preparando.

-Leo te he dicho unas cuantas veces de que estoy retirada de este mundo, tengo una

familia, mi marido se gana muy bien la vida y encima tengo unos buenos ahorros, dime

¿De verdad creías de que me ibas a convencer? ¿Por qué iba a querer pringarme en uno

de tus negocios?

-Si el dinero no te interesa quizás lo quieras hacer por la emoción del trabajo.

-Soy madre de familia y no me la voy a jugar, Leo te aprecio mucho pero no, no

cuentes conmigo.

-¿Quieres que te cuente de en que estoy trabajando? Piensa que podrías sacarte más

de medio millón.

-Ya te lo he dicho, no quiero saber nada, no me quieras tentar porque mi respuesta es

no. Leo te debo mucho y siempre que te he necesitado ahí has estado tú, hemos pasado

muchas cosas juntos, nos hemos divertido y probablemente gracias a ti tengo lo que

tengo, pero no Leo no puedes pedirme, por más que te lo deba, que me arriesgue a

perder lo que tengo.

-Bueno lo tenía que intentar, tenía que intentar convencer a la mejor, la mejor

ayudante que he tenido nunca y la más guapa.

-No me pelotees.

Pocos minutos después dieron por concluida la conversación y se encaminaron hacia

la salida de la casa.

-Si cambias de opinión –le dijo don Leopoldo desde el umbral de la puerta del piso-

ya sabes donde encontrarme.

50

Page 52: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Búscate a otra persona porque te vuelvo a repetir que no me interesa –le respondió a

su antiguo compañero cuando este y Joaquín ya se hallaban en el rellano de la escalera.

Debido a la hora que era cuando abandonaron la casa decidieron ir a comer con

intención de reemprender el trabajo después de llenar los estómagos. A la hora de

buscar un restaurante donde comer se alejaron de la zona donde habían hecho sus

primeras visitas, bajando por la calle Calvet giraron por una de las calles que había a la

izquierda y tras recorrer tres manzanas encontraron un pequeño bar-restaurante donde

comieron.

-Dada la hora que es será mejor volvernos para casa –dijo don Leopoldo tras exhalar

el humo de su faria-, estas no son horas para hacer visitas, no sería muy normal

presentarse en casa ajena a la hora de comer y volver por la tarde podría ser arriesgado

porque podríamos encontrarnos al hombre de la casa, con eso no quiero decir que los

hombres sean más espabilados que las mujeres, más bien es todo lo contrario,

simplemente es que dos cerebros piensan más que uno. Porque lo cierto es que existen

trabajos que son más fáciles de llevar a cabo con féminas y otros más adecuados para

hombres, con las mujeres lo que mejor funciona son negocios de poco dinero y

relacionados con el bien común de la familia. Los hombres es otro cantar, los mejores

trabajos se suelen llevar a cabo jugando con la avaricia innata del hombre. Bueno ya irás

viendo.

Salieron del restaurante y dando un paseo se acercaron hasta la estación del

metropolitano de Fontana, donde al despedirse don Leopoldo sacó del bolsillo interior

de su abrigo una cartera y de ella doscientas pesetas que le entregó a Joaquín diciendo:

-Ten Joaquín para ti, no es mucho pero te permitirá subsistir unos días.

-Gracias –dijo emocionado al coger un dinero que no esperaba.

51

Page 53: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Mañana ven pronto para mi casa que te probarás unos trajes míos y hemos de

preparar un trabajo de mayor envergadura.

Se despidieron hasta el día siguiente don Leopoldo siguió camino hacia su casa

ascendiendo por la calle Mayor de Gracia y él entró en la estación.

____________________________________________________________________

Estuvo tocando el timbre con insistencia pero hasta después de cinco minutos no salió

don Leopoldo a abrirle la puerta.

-¡Que impaciencia! Si no te abro es que estoy ocupado.

Para su sorpresa por primera vez su elegante compañero no iba enfundado en uno de

sus elegantes trajes sino vestía una chaquetilla y un pantalón de trabajo azul marino

manchados de pintura.

Siguiendo a su compañero se adentró en la casa donde este le invitó a seguirle hasta

los sótanos de la casa. Lo que apareció ante sus ojos al abrir la puerta y encender la luz

aquel subterráneo le sobresaltó, delante suyo tenía dos montones de lingotes de oro bien

apilados.

-¡Pero aquí tiene una auténtica fortuna! –exclamó boquiabierto.

-¡Jajaja! No seas iluso, crees que si fuesen de verdad yo estaría aquí. No toques nada

que algunos están acabados de pintar. Venga cógete una chaquetilla de detrás de la

puerta y ayúdame.

Don Leopoldo estaba bañando en pintura dorada unos pequeños bloques de terracota

y una vez secos los apilaba. Realmente a la luz de aquel sótano los dos montones ya

finalizados así como los que recientemente se habían pintado y que descansaban

52

Page 54: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

apilados en sus rejillas a la espera de que fuesen secando aparentaban ser auténticos

lingotes de oro.

Una vez Joaquín se hubo cambiado de ropa comenzó ayudar a su compañero a

colocar los bloques en las rejillas para ser introducidos con ayuda de unas poleas en un

pequeño tanque que contenía pintura dorada para a los pocos segundos retirarlos,

conducirlos con ayuda de las mismas poleas y unos rieles hasta el lado opuesto de la

sala donde se apilaban a la espera de que secasen, al tiempo que se colocaba una nueva

rejilla repleta de nuevos bloques para ser conducida al tanque de pintado.

-¿En que consistirá esté trabajo? ¿Y cuando tiene pensado llevarlo a cabo? –le

preguntó Joaquín a su compañero.

- Aun quedan muchas cosas por hacer, ya te iré informando, como te dije todo trabajo

bien hecho requiere de una concienzuda preparación y este aun está en su fase

embrionaria, ...podría ser que si saliese bien fuese mi último trabajo, ...bueno por hoy ya

lo podemos dejar, vamos a cambiarnos y subamos que así te daré los trajes que te

prometí.

Subieron del sótano y mientras él se esperaba en el salón don Leopoldo subió al piso

superior para aparecer en pocos minutos con dos trajes prendidos en sus respectivas

perchas y enfundados en fundas de plástico. Joaquín se probó las americanas y

superponiendo los pantalones por encima de los que llevaba comprobó que con unos

mínimos arreglos aun podría sacar partido a aquellos dos viejos trajes. Al poco rato

abandonaban la casa dirección a la plaza Lesseps donde cogieron el metropolitano

dirección Liceo.

-Cuando vayas en el transporte público has de tener mucho cuidado con la cartera ya

que en esta ciudad abundan los carteristas –le dijo don Leopoldo al tiempo que llegaban

a la estación de plaza Cataluña.

53

Page 55: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Mi cartera! –exclamó Joaquín palpándose el bolsillo trasero del pantalón- no la

tengo.

-¡Sssh! no grites, ya te he dicho que has de ir con mucho cuidado, ...ven, nos bajamos

aquí.

Descendieron del vagón y siguiendo los pasos de su compañero se acercaron a un

banco donde tomaron asiento justo al lado de un caballero de piel tostada y unas largas

y pobladas patillas.

-¿Joaquín? ¿Joaquín Navarro Sandalinas? ¿Eres tú? –le preguntó el desconocido con

voz ronca y un tufo a tabaco que se olía a la legua- no me lo puedo creer.

-¿Nos conocemos?

-¿No te acuerdas de mí?

-Pues lo siento ahora no caigo.

-No eres tú... –y sacando del bolsillo interior de su americana beige el documento de

identidad de Joaquín comenzó a leerlo- Joaquín Navarro Sandalinas, hijo de Joaquín y

de María...

En cuanto se percató que lo que estaba leyendo aquel individuo era su documento de

identidad saltó del banco donde estaba sentado como si hubiese sido impulsado por un

muelle y se puso delante de aquel hombre con intención de cogerlo de la pechera si la

rápida intervención de don Leopoldo interponiendo su bastón entre los dos no lo

hubiese evitado.

-Devuélvame mi documentación y mi cartera. Don Leopoldo déjeme que le voy a dar

una lección a este granuja.

-No te sulfures muchacho y déjame que te presente a don Benito Alcoba Sánchez. El

mejor en lo suyo de toda Barcelona.

54

Page 56: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-De toda Barcelona no, de toda España. Que tengo los dedos más ágiles que los de un

mago de feria.

Hechas las presentaciones aquel peculiar individuo le devolvió a Joaquín la cartera y

la documentación que le había sustraído en el metro y disculpándose le aconsejó:

-Y macho no te enfades, aquí tienes tu papela y todo lo demás, cuando vayas en el

transporte público estate más atento a tus posesiones que por aquí hay cantidad de

sinvergüenzas que van a la caza de pardillos despistados.

Pocos minutos después los tres abandonaban los andenes.

Una vez dejada atrás la estación encaminaron sus pasos hacia el cercano café Zurich,

donde se acomodaron alrededor de una mesa del interior del local pegados a una de las

ventanas, desde las cuales se podían ver las mesas y sillas situadas en la terraza exterior

del local. A los pocos minutos de hallarse en aquel antiguo e histórico café apareció el

camarero para tomar nota de su pedido. Siendo casi la hora de comer los tres se

decantaron por un aperitivo, un excelente vermouth casero que acompañaron de una

olivas. En cuanto el camarero les hubo servido los vermouths, el sifón, las olivas y se

hubo alejado de la mesa iniciaron la conversación.

-Benito te necesito para un trabajo ¿Cómo estás de disponibilidad para las próximas

semanas?

-Don Leopoldo ya sabe que aquí un servidor es un hombre atareado pero si usted me

necesita, yo como en la canción, lo dejo todo. ¿Por qué hay parné a ganar?

-Puede haber un muy buen pellizco para todos.

-¿De cuanto hablamos de cuatro o cinco cifras? –preguntó Benito sacando de su

bolsillo el paquete de bisontes y acto seguido encendiéndose un cigarrillo.

-Pues podemos estar hablando de cinco o quizás seis cifras.

55

Page 57: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿Cómo? –exclamó sobresaltado aquel agitanado individuo- explíqueme que es lo que

quiere de mí que aquí un servidor es todo oídos.

-Necesito que hagas un seguimiento exhaustivo para ello te dejaré el coche ya que

tendrás que desplazarte hasta Vic, quiero saberlo todo sobre el individuo al que

seguirás: horarios, costumbres, negocios, con quien se acuesta y con quien se levanta.

-¡Vic! que casualidad, tengo un amigo que es de ese pueblo –dijo Joaquín cuando

hubo finalizado de hablar don Leopoldo, pero pareció que ninguno de sus dos

compañeros de mesa hiciese caso al comentario.

-Don Leopoldo no se preocupe que ya sabe que aquí un servidor no le va a fallar, me

convertiré en la sombra de ese individuo y le tendré informado hasta de los pedos que se

tira y como huelen.

-Benito sobre todo mucha discreción, el individuo es un acaudalado empresario del

sector de la piel y el textil, por lo que sé es un individuo de esos de doble moral reza

mucho pero peca más de lo que confiesa, ni nuestro buen papa podría cubrir con su

absolución sus múltiples pecados y la rapidez con que infringe las leyes del señor.

-Pues la mano del señor caerá sobre ese pecador, son inescrutables los caminos y los

medios que utiliza el señor para castigar a las ovejas descarriadas –dijo con chanza

Benito-. ¿Pues sabe que le digo don Leopoldo? Que cuando pulimos a un desgraciado

como este me siento como si limpiase me conciencia de todos mi pecados.

-¡Si tú lo dices!

Estuvieron en esa cafería poco más de media hora en la que se dieron más detalles

sobre la persona a la que se le iba absolver de sus pecados mediante una expurgación,

purgación no de sus pecados sino de sus bienes materiales. Durante el rato que

estuvieron el la cafetería dieron buena cuenta de la botella de vermouth que el camarero

arto de ir i venir acabó dejando en la mesa, don Leopoldo cabal como siempre se

56

Page 58: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

moderó a la hora de beber pero no así su amigo el carterista que entre calada y calada de

los cuatro cigarrillos que se fumó en el rato que estuvieron en el café se iba echando al

gaznate un buen trago de aquel dulce licor y Joaquín que no habiéndose excedido en

demasía en su ingesta quedó más tocado que nadie dada la poca costumbre que tenía de

beber.

Cuando salieron se despidieron de Benito y una vez se encontraron a solas don

Leopoldo le avisó tras preocuparse de su estado viendo que presentaba síntomas de estar

algo mareado.

-Joaquín he oído que tienes un amigo que es de Vic ¡Sobre todo no digas nada de lo

que hoy aquí hemos hablado! No lo digo porque no confíe en ti, lo digo más que nada

porque a lo mejor te sientes tentado a preguntar por si conoce al Sr. Codina o sus

empresas, no cal que te preocupes que Benito ya se encargará de recopilar toda la

información que podamos necesitar.

Don Leopoldo tenía la virtud de saber leer muy bien la mente de las personas, si los

años dedicados a embaucar y estafar le habían enseñado algo era la tendencia innata a la

curiosidad, y en el caso de su cándido pupilo presentía que movido por la curiosidad y

por la confianza que podía tener en un supuesto amigo hablase más de la cuenta y en

este futuro trabajo había dedicado demasiado tiempo y esfuerzos como para ponerlo en

peligro.

Comieron algo en un cercano bar y se despidieron hasta el día siguiente, una vez se

hubieron despedido se le ocurrió acercarse a la sastrería Llopis con intención de intentar

ver a Enriqueta. En los días que habían pasado desde que había dejado de trabajar en la

sastrería de su padre no se la había podido quitar de la cabeza, ni él mismo sabía si ese

sentimiento que estaba experimentando era fruto de su libido o si de sus sentimientos

hacia ella habían nacido una emoción más profunda, él era reacio a utilizar la palabra

57

Page 59: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

amor pero en más de una ocasión se había planteado si no sería amor lo que él sentía

hacia ella. Viendo que a un era pronto y no habían abierto la tienda se le ocurrió ir

caminando hacia su encuentro ya que sabía que tenía costumbre de ir a comer a casa,

subiendo por la calle Pelayo llegó hasta la plaza Universidad y una vez allí se sentó en

un banco y esperó convencido de que si pasaba por allí la vería, y efectivamente así fue,

transcurrida media hora la vio cruzar la calle y se dirigió a su encuentro con intención

de hacer parecer su encuentro como algo casual.

-¡Enriqueta!

-Hola Joaquín –le saludó en un tono amable y con una dulzura poco habitual en ella-

¿Qué haces por aquí?

-Pues si quieres que te sea sincero estaba haciendo unos recados por la zona y

pensando que a esta hora debías estar a punto de dirigirte a la tienda se me ha ocurrido

esperarme para ver si por casualidad te veía y la suerte me ha sonreído ya que aquí

estas.

-¿Qué es de tu vida? ¿Has encontrado trabajo?

-Pues sí, ahora trabajo en una copistería –no le hizo falta inventarse ninguna historia

nueva ya que le contó la misma historia que le había contado a su casera.

-¡Perdona! –le interrumpió antes de que le pudiese dar más detalles- vamos tirando y

me cuentas que ha sido de tu vida durante estas dos últimas semanas.

Y así caminando dirección hacia la sastrería él le fue contando la misma sarta de

mentiras sobre su trabajo que les había contado a sus compañeros de piso y ella le contó

entre otras cosas que su marido saldría del sanatorio en poco más de una semana.

-¿No te apetecería quedar un día de estos, como hicimos la otra vez? Podríamos ir a

bailar.

58

Page 60: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Enriqueta tardó un rato en contestarle, probablemente estuvo meditando los pros y los

contras de quedar con él, pero al final accedió a que se viesen ese mismo viernes en el

mismo lugar y a la misma hora de la pasada vez.

_____________________________________________________________________

Para Joaquín cada día en compañía de don Leopoldo era una experiencia imprevisible

y cuando ese jueves llegó a su casa este le volvió a sorprender obligándole a cambiarse

de ropa.

-¡Ven conmigo! que para el trabajo que vamos a hacer hoy tu vestimenta no es

adecuada, hay que vestirte para que parezcas un chico de casa buena.

Subieron por la destartalada escalera hasta una habitación del piso superior donde don

Leopoldo tenía su guardarropía. La habitación era espaciosa y muy luminosa gracias a

los dos ventanales situados en dos de las paredes, la habitación tenía ese olor enrarecido

fruto de la humedad y a la falta de renovación de aire por permanecer casi siempre

cerrada, al margen del antiguo armario de cuatro puertas el resto de los muebles estaban

tapados con guardapolvos y sabanas blancas. Del armario sacó un pantalón de lino de

color beige claro y un jersey blanco de punto, una vez se hubo cambiado de ropa y le

hubo hecho los pertinentes apaños a los bajos del pantalón don Leopoldo abrió la puerta

de la derecha del armario dejando a la vista un gran número de zapatos y de cajas que

presumiblemente guardaban otros tantos pares y le entregó a Joaquín unos zapatos

blancos que a simple vista parecían no haber sido utilizados nunca. Una vez vestido con

esas ropas deportivas don Leopoldo le acompañó hasta el lavabo situado en la planta

59

Page 61: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

baja de la casa y entregándole una caja de brillantina le indicó que se la aplicase en el

cabello.

-Y ahora unas gotas de colonia –le dijo cogiendo una pequeña botella de Baron

Dandy que había en una repisa de al lado del espejo del lavabo, cuando Joaquín tendió

la mano para coger la botella don Leopoldo reparó en un detalle-, ¡eep! no puedes ir por

ahí con esas uñas te las has de cortar bien cortas, al menos las llevas limpias. Piensas

que las manos dicen mucho de una persona, a través de las manos podemos obtener

muchísima información sobre la persona que tenemos delante nuestro, las manos nos

van a decir si esa persona tiene un trabajo pesado y manual, si es limpio o descuidado, si

está casado y con el tiempo incluso se puede aprender mucho del estado emocional de la

persona fijándose en los movimientos de sus manos, cuando las personas son inseguras

o están nerviosas suelen hacer unos gestos o cruzan los brazos en una pose defensiva.

Hablando de manos una última cosa, ¡ten! ponte esto –le dijo al tiempo que se quitaba

su reloj de la muñeca y se lo daba- no puedes ir por ahí sin reloj, llevar o no llevar reloj

también dice mucho de uno... Déjame verte- le dijo alejándose de él para observarlo

mejor- perfecto, estas hecho un pincel, podrías pasar hasta por un príncipe.

Salieron del lavabo y se dirigieron hacia el salón donde don Leopoldo le invitó a

tomar asiento en uno de los viejos sillones de delante de la chimenea.

-Te voy a poner en antecedentes de lo que vamos a hacer hoy, escucha atentamente

cual va ser tu papel que no tardará en llegar Benito con el coche para llevarnos al club

de polo.

Las instrucciones fueron simples, hacerse pasar por su hijo y en caso de que la

persona con la que iban a negociar estuviese con su mujer o su hija que las entretuviese

para que no interfiriesen en el negocio, para la ocasión él sería Enrique Hidalgo

Wezelmann con residencia en Valencia capital, hijo de don Francisco Hidalgo de Tena

60

Page 62: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

natural de Toledo de profesión empresario del sector de la construcción y Hanna

Wezelmann una alemana natural de Munich fallecida en el parto de su único hijo. El

motivo por el que acordaron de situar su residencia en Valencia en compañía de unos

tíos paternos era para evitar suspicacias por la falta de conocimientos que pudiese tener

sobre el trabajo y los negocios de su supuesto padre. En el tiempo justo en que don

Leopoldo le hizo un esbozo de en que iba a consistir el trabajo y cual sería el papel a

interpretar por cada uno sonó un claxon en la puerta de la casa.

-Salgamos que Benito ya está aquí –dijo saliendo del salón dirección al recibidor

donde cogió su abrigo, su sombrero y el bastón.

Salieron de casa y en la puerta encontraron a Benito vestido con un impecable traje de

chofer, gorra incluida, apoyado en un reluciente Seat 1400 de color negro fumándose un

cigarro, en cuanto los vio tiró el cigarrillo y les abrió la puerta del coche, entraron en el

vehículo y acto seguido entró él en el habitáculo del conductor encendió el motor y

partieron rumbo al club de polo de Barcelona.

El coche les dejó en la puerta, durante el recorrido don Leopoldo le dio las últimas

instrucciones y le pidió, o más bien le ordenó, que no diese demasiadas explicaciones

sobre su vida. Una vez en el interior se encaminaron hacia el bar-restaurante.

-¡Que raro! ¿No deberían habernos pedido algún carné para identificarnos? –le

preguntó extrañado a su compañero por lo fácil que había sido entrar en un club privado

tan selectivo como aquel.

-Va como va, depende del momento, aparte si tu entras a los sitios con decisión y no

desentonas es más probable que nadie se fije en ti, y si pongamos el caso que me

pidiesen que me identificase como socio del club les enseñaría mi carné –dijo al tiempo

que sacaba del bolsillo interior de su abrigo un documento que le identificaba como

socio de aquel club.

61

Page 63: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Don Leopoldo...

-Papa o padre, quizás mejor que me llames padre.

-Pues padre, padre no deja usted de sorprenderme.

-Si uno quiere subsistir en este mundo se requiere mucho trabajo y preparación

minuciosa de todos los detalles.

Entraron en el bar-restaurante del club y se acomodaron en una pequeña mesa.

-Joaquín ve a la barra y pídeme un café y de paso cógeme un diario, ¡ah! y si tú

deseas tomar algo pídetelo.

Cuando volvió portaba en sus manos el diario la Vanguardia Española, se la dio a su

compañero y le informó que en breve vendría el camarero con las consumiciones.

Llevarían unos quince minutos sentados en la mesa cuando entraron en el bar un

hombre de unos sesenta años de oronda figura, un gran mostacho cano amarilleado por

la nicotina del tabaco y vestido de manera elegante y una bella joven de no más de

veinte años vestida con ropas de montar; al entrar y ver a don Leopoldo y aquel joven

desconocido para ellos se acercaron a la mesa.

-¡Buenos días don Francisco! –saludó el recién llegado.

Hasta que no oyó el saludo del rollizo individuo don Leopoldo no levantó la vista del

diario.

-¡Hombre! Si es mi buen amigo José Luís... y tu debes ser su encantadora hija –dijo al

tiempo que se ponía en pie.

-Pili, Piluca para los amigos –les contesto tendiéndole la mano a don Leopoldo, a lo

que este respondió con un ceremonioso besamanos.

Acto seguido le tendió la mano a Joaquín e imitando a su compañero le hizo la misma

reverencia.

62

Page 64: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Encantado, yo soy... ¡eee, Enrique! –pronunció de un tirón cuando recordó el nombre

del personaje que debía interpretar.

-La belleza de su hija ha dejado a mi hijo sin palabras –añadió don Leopoldo para

justificar el titubeo de su pupilo a la hora de dar su nombre.

-Entonces este es tu hijo, buen mozo, se nota que es tu hijo tiene la misma mirada

inteligente que su padre... ¡Encantado de conocerte! –le dijo estrechándole la mano con

fuerza-. ¡La Vanguardia! –dijo señalando el diario señalando con la empuñadura de su

bastón el diario que don Leopoldo tenía en las manos- veo que estas leyendo la

Vanguardia, por suerte ni Galinsaga a podido hundirla (Luís de Galinsaga era el director

impuesto por el franquismo y que había manifestado públicamente su desprecio por los

catalanes y su lengua). Don Francisco porque no aprovechamos este encuentro y nos

sentamos juntos y así hablamos de aquel tema del que hablamos la semana pasada.

-¿La semana pasada? Perdone pero no recuerdo a que tema se refiere.

-Aquellos terrenos en el Empurdá.

-¡Ah, sí! Ahora recuerdo. Por mi perfecto ¿Pero no aburriremos a los jóvenes con

nuestra conversación?

-¡Piluca! ¿Por qué no llevas a nuestro joven amigo a ver el club y los caballos? Y os

reunís con nosotros en media hora.

-De acuerdo papa –contestó con un tono de aprobación que dejaba notar que no

existía desagrado en el encargo de su padre- pero antes, si no os importa, ¿me dejaréis

tomar un refresco? Es que vengo deshidratada.

-Ya te acompaño yo a la barra y dejemos que nuestros progenitores se encarguen del

aburrido mundo de las finanzas.

63

Page 65: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Joaquín y la bella joven se dirigieron a la barra y don Leopoldo y el padre de la

muchacha se fueron a sentar a una mesa adosada a una de las ventanas desde la cual se

tenía una excelente vista del club y de la pista de saltos.

-No te había visto nunca por aquí –le dijo Piluca mientras esperaban que el camarero

les sirviese-, estoy segura que si te hubiese visto me acordaría.

-Lo cierto es que nunca había venido, los últimos años he estado viviendo y

estudiando en Valencia... y lo cierto es que veo muy poco a mi padre.

-¿Pero en Barcelona habías estado?

-Sí, pero siempre que vengo estoy pocos días, lo cierto es que mi padre es un hombre

muy ocupado para él su vida es su trabajo por eso paso el tiempo justo con él.

En el rato que estuvieron en la barra la muchacha no cesó de hacerle preguntas sobre

su vida personal, por eso cuando salieron del bar y la conversación se desvió hacia

temas mas triviales respiró más tranquilo.

Su paseo les llevó por las pistas de polo y las cuadras donde la muchacha le mostró su

caballo, un hispano-árabe tordo que según le dijo ella había sido un regalo de sus padres

dos años antes para su quince cumpleaños.

Al tiempo que los dos jóvenes paseaban despreocupadamente por el club don

Leopoldo y el padre de la joven acompañante de Joaquín trataban sobre unos terrenos en

los que invertir situados en la costa brava catalana. La jugada le estaba saliendo “a pedir

de boca” ya que sus explicaciones convencieron al iluso inversor de que invertir en el

sector turístico era invertir en un sector financiero en auge que en un futuro no muy

lejano se convertiría en el motor económico de España.

-Piense que hablando con un conocido que tengo en el Ministerio de Información y

Turismo me ha garantizado que en breve sacarán lo que en el ministerio llaman un Plan

de Estabilización con el único fin de promover la inversión en el sector turístico.

64

Page 66: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-La información con la que cuento yo avala tus palabras, pero antes de invertir un

montante tan grande de dinero me gustaría ver las tierras y hablar con los propietarios.

-Yo no tengo inconveniente, pero piensa que tenemos que actuar con la mayor

celeridad posible y sin levantar la liebre, porque si en algún momento esos pueblerinos

tienen conocimiento del valor que pueden llegar a adquirir sus tierras el negocio se iría

al traste. Y piensa que esa gente de tontos no tienen un pelo. Puedo intentar de quedar

con los vendedores el lunes por lo que será conveniente que me dejes un teléfono de

contacto para que pueda confirmarte el día y la hora.

-¿Por qué no sería posible adelantar la visita a mañana o el sábado? Lo digo porque

tal como decías antes estos negocios se han de cerrar lo antes posible.

-Ya lo intentaré pero no te garantizo nada, esta noche o mañana te llamo y te lo

confirmo.

Acabaron de perfilar el negocio y cuando media hora más tarde volvieron los dos

jóvenes los encontraron hablando de un tema más banal como es el fútbol, con

vehemencia cada uno hablaba y defendía sus colores, don Leopoldo era un madridista

confeso y aunque no era demasiado forofo, en la interpretación de su papel, se dedicó a

ensalzar a su equipo mientras que su compañero de tertulia hacia lo mismo con su Barça

del alma.

-Papa, ¿ya estás con el fútbol? –le preguntó la muchacha a su padre cuando ella y

Joaquín estuvieron delante de la mesa donde se sentaban los dos hombres-. No te

sulfures.

-No, si aquí nadie se sulfura, entre caballeros no suelen haber discusiones,

simplemente debatimos que equipo es mejor y sintiéndolo mucho por tu padre no hay

color, y en mayo en Stuttgart ganaremos nuestra cuarta copa de Europa... ¡es que

tenemos un equipazo!

65

Page 67: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Robándonos los jugadores al barça no me extraña –añadió don José Luís.

-¡Papa! –exclamó Piluca a fin de que su padre dejase el tema- ¿No sería mejor de que

nos fuésemos? Mama nos espera para comer.

Se despidieron de padre e hija y a los diez minutos abandonaban el club tras pasar por

el aparcamiento donde les esperaba Benito con el coche.

-Benito, ¿a quienes conoces que pueda estar disponible para el lunes? –le preguntó

don Leopoldo a su amigo durante el trayecto de vuelta a casa-, el requisito es de que

tengan un buen acento catalán.

-Catalán, catalán... pues, pues...

-¡Joder! ¿Que no hay catalanes en Cataluña?, seguro que si necesitásemos a andaluces

o gallegos tendríamos donde elegir. Porque aquel amigo de Ramiro, aquel que si no me

equivoco había sido seminarista ¿Lo recuerdas?

-Sí, ahora que lo dice ese si que era muy catalán y tenía un acento muy marcado. ¿Por

qué cual tendría que ser su papel?

-Necesitaría un mínimo de dos personas que tendrían que hacerse pasar por

campesinos, bueno para ser más exactos payeses del Empordá, el papel es sencillo a lo

sumo una hora de trabajo.

-Creo que le puedo conseguir alguien de confianza para el papel, esta tarde si consigo

localizarle me paso por su casa con él para que lo conozca y intentaré localizar a Ramiro

para que me ponga en contacto con su amigo. Hace mucho que no sé nada de Ramiro

espero que este bien y que no le hayan echado el lazo. Que ya sabe usted don Leopoldo

la suerte de Ramiro, que seguro que si se dedicase a fabricar sombreros la gente

empezaría a nacer sin cabezas.

-¡Jejeje! –sonrió Joaquín al oír la frase de Benito.

66

Page 68: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No te rías que no bromeo, tú no sabes como es el pobre Ramiro, piensa que mucha

gente de esta profesión ya no quiere trabajar con él porque el pobre ha adquirido fama

de cenizo. Piensa que su mala racha empezó hace unos años cuando haciendo el timo de

la estampita, ¿sabes cual es?

-No, lo siento de estas cosas en el pueblo nunca hemos oído hablar.

-Es el clásico timo en el que uno se acerca al elegido haciéndose pasar por retrasado

mental y diciendo que se ha encontrado un sobre lleno de estampitas y como la mayoría

las tiene repetidas te las cambia por otras que no tenga, lo que el retrasado mental llama

estampitas son en realidad billetes, billetes grandes, este timo juega con la picaresca

innata de la gente que ante la posibilidad de sacar una buena tajada engañando a un

subnormal salen escaldados ya que cuando le compran el sobre, supuestamente lleno de

billetes, este les pega el cambiazo por un sobre lleno de recortes de diario. Pues el bueno

de Ramiro interpretaba el papel de subnormal con gran maestría pero un buen día eligió

al tipo equivocado, intentó timar a un comisario de policía que llegaba de viaje en la

estación de Francia. El comisario lo detuvo y se lo llevaron hacia la comisaría de Vía

Layetana donde lo arreglaron bien arreglado, como recuerdo de su paso por la comisaría

desde entonces tiene una cojera en su pierna derecha. A más a más desde entonces, no

se porque, las cosas no le han ido demasiado bien.

-Yo te diré porque las cosas no le han ido bien –dijo don Leopoldo-, porque es

descuidado, porque no se prepara los trabajos a conciencia y porque tiene poca

imaginación y continúa trabajando con los timos de siempre.

Don Leopoldo viendo la hora que era le dio indicaciones a Benito para que les llevase

al restaurante de la calle Verdi.

Aparcaron el coche y al salir Benito se despojó de la chaquetilla y la gorra del

uniforme de chofer y les acompañó a comer. Tuvieron que esperar quince minutos en la

67

Page 69: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

barra hasta que se vació una mesa, tiempo que dedicaron a beberse unos chatos de vino

que Benito acompañó con un cigarrillo al que siguió otro. Durante la comida don

Leopoldo hizo un esbozo del trabajo del lunes y del papel que tendrían que interpretar

los dos individuos que Benito se había comprometido a buscarle para el trabajo.

Terminaron de comer y tomarse unos cafés en poco más de media hora.

-Don Leopoldo ¿me daría usted su permiso para poderme llevar el coche? –le

preguntó Benito cuando salieron del restaurante- lo digo a fin de cumplir su encomienda

con la mayor prontitud. Piense que tendré que ir a buscar a mi amigo y lo que

probablemente me lleve más tiempo será localizar al amigo de Ramiro porque...

-Benito no me expliques tu vida –le dijo interrumpiéndole-, si quieres el coche

llévatelo y ya me lo devolverás esta tarde... ¿Por qué no te acompaña Joaquín?

-¡Si quiere venir! En el coche hay sitio de sobras.

-¿Qué te parece? ¿Te apetece ir con Benito?

-Sí

-Pues no se hable más, entonces nos vemos esta tarde.

Se despidieron al pie del restaurante, él y Benito se fueron hacia el coche y don

Leopoldo dirección a su casa.

Durante el trayecto que realizaron dirección a al antiguo barrió del Pueblo Seco en

busca de Ramiro, ese compañero de trabajo al que por lo visto la diosa fortuna hacía

tiempo que le había dado la espalda a fin de que les ayudase a localizar un amigo suyo

con el que habían trabajado en otras ocasiones, estuvieron conversando y el principal

tema de la conversación fue don Leopoldo. Benito conocía bien a don Leopoldo pues

llevaba unos cuantos años haciendo “trabajillos” para él.

-Debe hacer unos ocho años que conozco a don Leopoldo, aun recuerdo como le

conocí. Había hecho yo un trabajillo en el 64 un tranvía que circula por la zona alta de

68

Page 70: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Barcelona, lo cierto es que sólo subir al tranvía me fijé en él dado su porte y lo bien

vestido que iba pero descarté la posibilidad de intentar aligerar sus bolsillos porque

estaba sentado y porque le vi ese aspecto de hombre despierto y observador por lo que

me decanté por un tipo más vulgar que estaba de pie justo al lado de una de las salidas,

cuando hube terminado el trabajillo me apee del tranvía y me fui caminando con mi

botín hasta un portal donde comencé a revisar la cartera que había trincado y allí

mientras yo andaba despistado apareció él delante mío cortándome el paso con su

bastón, lo cierto es que estuve a punto de darle un directo en el mentón pero antes de

que le atizase me frenó diciéndome que sólo quería hablar conmigo para ofrecerme un

trabajo, me dijo que me había visto trabajar y que necesitaba un hombre con mis

habilidades para un trabajo de precisión, piensa que no es por querer echarme flores

pero en Barcelona pocos hay con mi precisión creo que en lo mío debo ser el mejor,

volviendo a lo que te decía, me ofreció ayudarle en un trabajo a cambio de una buena

cantidad de dinero y ahí comenzó nuestra relación profesional y nuestra amistad.

-¿Y sabes algo de su vida personal?

-No demasiado, es una persona muy reservada creo que es de Madrid, pero otras

veces he oído decir de que es nacido en Buenos Aires en una familia de indianos que se

enriquecieron con el comercio de pieles y que al morir su padre siendo él aun un niño la

madre decidió abandonar Uruguay...

-¡Argentina! –exclamó Joaquín interrumpiendo a Benito.

-¿Argentina?

-Sí Argentina, Buenos Aires es la capital de Argentina.

-¡Bueno! donde sea, la cuestión es que no te puedo decir a ciencia cierta de donde es

pues cuando he hablado con gente que le conoce cada uno me dice una cosa diferente.

69

Page 71: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Supongo que quien, a lo mejor, puede saber algo más que yo es una amiga suya que

hace tiempo que abandonó este mundo una tal Candela.

-La conozco.

-¿Conoces a Candela?

-Sí, la conocí el martes.

-¡Guapa! ¿Eh?

-Sí, muy guapa. Volviendo al tema ¿don Leopoldo no tiene familia?

-No que yo sepa, pero lo cierto es que don Leopoldo es un auténtico enigma no te

puedo asegurar ni siquiera de que ese sea su nombre verdadero. Lo único que te puedo

decir cierto es que él es muy bueno en lo suyo, piensa que este hombre hasta fue capaz

de vender la “pedrera”, ¿sabes que es la “pedrera”?

-¿Una pedrera?

-No, la “pedrera”, la pedrera es un original edificio que esta situado en el paseo de

Gracia y que fue diseñado por Gaudí, el mismo arquitecto que diseñó la Sagrada

Familia.

-Pues en una ocasión le vendió a un inglés ese edificio, y estoy seguro que si hubiese

querido le podía haber vendido hasta la catedral. Ha hecho trabajos muy grandes,

trabajos que le han hecho ganar mucho dinero.

-Pero por la forma en la que vive no parece que tenga mucho dinero.

-He oído decir por parte de algún compañero, cosa que no te puedo confirmar, que tal

como gana el dinero se le va porque es adicto al juego y a las apuestas. Porque lo que sí

que sé es que le he visto ganar mucho dinero, suficiente como para que pudiese vivir

mejor que un marqués, por eso creo que puede ser cierta la historia de su pasión por el

juego.

70

Page 72: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Tardaron poco más de veinte minutos en recorrer con el coche la distancia que les

separaba con el punto de destino una antigua calle del Pueblo Seco a tocar con la

avenida Marqués del Duero (el antiguo Paralelo). Aparcaron y se dirigieron a una

antigua finca de la calle Radas. Tras ascender los tres pisos picaron a la puerta y en

pocos segundos oyeron una vocecilla quejumbrosa que preguntaba quien había al otro

lado de la puerta.

-Ramiro abre soy Benito.

-¿Quién?

-Soy Benito, Benito Alcoba hemos trabajado juntos varias veces para “el Marqués”.

A los pocos segundos se oyó el ruido de llaves y cerrojos y se abrió la puerta. Al otro

lado de la puerta había un hombre menudo, escuálido y calvo enfundado en una bata, su

nariz rojiza, sus ojos llorosos y un pañuelo en su mano derecha dejaban bien claro que

aquel hombre tenía un trancazo de cuidado.

-¡Hola Ramiro! –le saludó Benito-, Joder macho vaya galipandria arrastras.

-Pasar, pasar.

Entraron en el piso y siguieron a cojeante anfitrión hasta el antiguo y oscuro comedor

donde el hombre les invitó a tomar asiento en las antiguas sillas que habían alrededor de

una destartalada mesa.

-Permíteme que te presente a Joaquín, Joaquín es el pupilo de don Leopoldo.

¡Joaquín!, ¡Ramiro!

Alargándole Joaquín la mano estrechó la diminuta, fría y húmeda mano de Ramiro,

por lo que tras estrechársela sintiendo una cierta aprensión se la secó disimuladamente

en los pantalones.

-¿Qué os trae por aquí?

71

Page 73: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Veníamos porque nos interesaría que nos pudieses poner en contacto con aquel

amigo tuyo, aquel que me parece que había sido seminarista, aquel tan catalán.

-Hace tiempo que no se nada de Josep, pero si queréis os puedo dar un número de

teléfono de contacto de su hermana en Olesa de Montserrat, porque es lo único que os

puedo dar para que lo localicéis. Antes tenía un pequeño piso en la plaza Real pero hace

unos meses tuve noticias que lo había dejado... ¿Queréis tomar un café?

-Sí, a mi sí que me apetece un café –dijo Benito.

Ramiro se levantó y se fue a la cocina a preparar café mientras Benito se encendía un

cigarrillo y acto seguido viendo que no había ningún cenicero a mano se fue hacia la

cocina para pedir un cenicero. En el rato que dejaron a Joaquín a solas este estuvo

escudriñando aquel sencillo salón: una vieja mesa con sus cuatro sillas, una mecedora,

una estufa de carbón, una vieja consola arrimada contra la pared justo al lado de la

puerta de la cocina sobre la cual se amontonaban papeles y una antigua radio y al lado

de esta una Biblia, en las amarillentas paredes como único elemento decorativo había un

crucifijo de madera con un cristo de bronce que a Joaquín le provocó repelús ya que le

recordó los crucifijos que había visto en más de un ataúd, ese era todo el mobiliario del

comedor de esa humilde casa. Desde la cocina oía las voces de Benito y lo que le

parecieron unos sollozos, daba la sensación de que su compañero arengaba a aquel

desafortunado individuo con intención de animarlo. A los pocos minutos salieron los

dos de la cocina Benito cigarrillo en boca llevaba en las manos un plato con la cafetera,

el azucarero y tres tazas.

-Bueno Ramiro ya verás como “no hay mal que cien años dure” –le dijo Benito con

intención de animarle al tiempo que se servía un café.

-No sé, ¿sabías que me timaron y que perdí mis ahorros?

72

Page 74: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No, no sabía nada –le contestó Benito, en su cara Joaquín pareció entrever una risa

contenida.

-Pues sí, fui tan idiota que caí en la trampa. Un día me vino a ver una mujer muy

guapa que trabajaba para una mutualidad de seguros, la pobre mujer hacía poco que se

había quedado viuda y con dos hijos e idiota de mi me apiadé de ella, pensando que le

haría un favor y que sería mas seguro invertir mis ahorros en un seguro para la vejez

que tenerlos en casa decidí contratar una póliza. Y como siempre me engañaron, soy la

persona más tonta de esta ciudad.

-No digas eso, macho todos hemos pasado por malas rachas y ahora te ha tocado a ti

pero como te decía antes “no hay mal que cien años dure” por lo tanto cúrate ese

constipado que ya verás como volverán los días de gloria. Habaré con “el Marqués” y le

contaré lo que te ha sucedido, si alguien puede descubrir quien te pispó tus ahorros ese

es él que conoce a casi todos los del gremio, quizás localice tu dinero y a quien te lo

quitó. Venga preocúpate de ponerte bien que yo le diré al Marqués de que el gran

Ramiro está en plena forma y que cuente contigo para sus próximos trabajos. Joaquín

aquí donde le ves –dijo con intención de animar a Ramiro mirando a su compañero- era

el rey de la estampita y otros trabajos que requiriesen de una gran actuación, su papel de

idiota era insuperable.

-Hombre no es por ponerme flores pero todos me decían que lo hacía realmente

bien...

-Hazle una imitación a Joaquín para que vea lo artista que estás hecho –le dijo

interrumpiéndole.

-¿Ahora?

-Sí, sí, que vea lo artista que estás hecho.

73

Page 75: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

El pobre hombre se levantó y empezó a hablar como si fuese un retasado mental al

tiempo que iba caminando con una marcada cojera que hacía aun más divertida su

interpretación. Benito empezó a reír a carcajada limpia, una risa estridente que se le

contagió a Joaquín. El bueno de Ramiro sintiéndose el centro de atención cuando veía

que sus dos invitados aflojaban en sus risotadas volvía a la carga prosiguiendo en su

imitación de un idiota. Después de un buen rato de risas, un par de cafés y unos cuantos

cigarrillos por parte de Benito se despidieron de Ramiro tras haberles hecho este entrega

del número de teléfono de la hermana de su amigo.

Cogieron el coche y pusieron dirección hacia una calle cercana al mercado del Borne

(el barrio de la Ribera) que era donde residía el amigo de Benito al que querían reclutar

para el trabajo del lunes en el Empordá. Estando en el coche Joaquín le preguntó a su

compañero por el sobrenombre o alias de don Leopoldo.

-He oído que os referíais a don Leopoldo como el Marqués ¿Qué es marqués de

verdad?

-Supongo que no, creo que simplemente es un nombre que tiene en la profesión, en

este mundo mejor no fiarse demasiado de nadie por lo que si la gente no sabe ni tu

nombre mejor que mejor.

Llegaron a la calle de los Baños Viejos una calle que desembocaba a tocar con la

iglesia de Santa María del Mar poco antes de las cinco, entraron en un antiguo portal de

esa estrecha calle pero cuando subieron esta el primer piso y picaron a la puerta no

obtuvieron respuesta.

-Vámonos, que no está en casa –dijo Benito-, seguramente estará en una tasca que

hay aquí cerca.

Salieron de la finca y se dirigieron a un cercano bar, era un pequeño local que hacía

esquina entre dos cercanas calles. El bar tenía la puerta abierta probablemente para

74

Page 76: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

ventilar el cargado ambiente que había en el interior debido a la gran cantidad de humo

de los cigarros y cigarrillos que se había acumulado dentro del local. Dentro del bar

había una pequeña barra con sus taburetes donde se agolpaban un buen número de

clientes y cuatro pequeñas mesas cuadradas que se hallaban ocupadas por otras tantas

personas que se dedicaban a jugar a las cartas y al dominó. Estando en el interior Benito

no tardó en reconocer, a pesar del denso humo que se había acumulado, a la persona que

estaba buscando, un hombre de pelo cano, entrado en quilos, de no más de sesenta años

que cubría su cabeza con una clásica boina negra que estaba sentado en una mesa

jugando con tres compañeros más al dominó.

-Hombre Benito –dijo al percatarse de su presencia quitándose el caliqueño medio

masticado de la boca- ¿Qué haces per aquí?

-Pues Josep María te venía a ver por temas de trabajo.

-Déjame enllestir esto y estoy por ti –le respondió con un acento catalán muy

marcado.

-Te esperamos en la barra.

Joaquín y Benito se abrieron un hueco en la barra y pidieron que les sirviesen unos

vinos, en el tiempo que Joaquín apuraba su baso Benito ya se había echado al gaznate

tres chatos de vino acompañándolos con uno de sus bisontes y entre trago y trago le iba

explicando cuatro detalles sobre ese individuo al que habían venido a buscar.

-Siempre fue un jeta y un vividor que tuvo la gran suerte de que su hermano mayor

trabajase en el gobierno civil y estuviese bien relacionado ya que gracias a eso se evitó

problemas, porque cuando murieron sus padres por lo visto les dejaron a él y a su

hermano una buena cantidad de dinero como para tener asegurado un buen futuro, creo

que eran gentes de pueblo pero con un buen patrimonio familiar... pero el dilapidó su

75

Page 77: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

parte y como eso de arrimar el hombro no iba con él se dedicó a pequeños negocios y a

estafas de poca monta.

-¡Benito! –le gritó el tal Josep Maria desde la mesa donde estaba echando la partida

en el momento que vio que Benito sacaba la cartera para pagar lo consumido- Paga lo

meu –le dijo levantando con la mano una copa vacía de coñac.

-¡Que cabrón! –le susurró Benito a Joaquín- Macho este tiene más cara que espalda.

El asunto le molesto por que consideraba un abuso de confianza ya que ni lo

consideraba su amigo y no era la primera vez que le hacía algo parecido, pero cuando al

pagar Benito descubrió que lo que tenía que pagar no era una única copa de coñac sino

dos copas y un café se exasperó hasta el punto que una vez pagada la cuenta y hubieron

salido del bar, lejos de morderse la lengua, le recriminó su comportamiento.

-Macho eres un cabrón –le soltó bastante enfadado-, eres la persona más gorrona que

he conocido en mi vida. Haber cuando para variar te marcas tú una invitación.

-¡Collons! Si que te enfadas por tonterías, no te preocupes que si tenemos que hacer

algún trabajo juntos ya os invitaré a comer yo cuando lo acabemos.

-¡Ja! Bueno habrá que ver si cumples... Permíteme que te presente a Joaquín.

-¡Encantado! Yo soy Josep Maria Carbonell.

Joaquín estrechó la mano de aquél individuo que por su aspecto y lo sucedido en el

bar no le dio demasiada confianza.

En el tramo que recorrieron entre el bar y el coche Benito le hizo un esbozo sobre el

trabajo para el que le necesitaban y le apremió a dar una respuesta dado que no

quedaban demasiados días para llevarlo a cabo.

-¿Cuánto se me pagará? –preguntó aquel interesado individuo.

-Si está interesado en el trabajo venga con nosotros y don Leopoldo se lo explicará

todo –le contestó Joaquín

76

Page 78: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Josep Maria aprovecha que hemos venido en coche y vente con nosotros a ver al

Marqués y así hablas con él –añadió Benito.

-Por fin conoceré al famoso Marqués, he sentido hablar mucho de él pero aun no

había tenido el placer de conocerle.

Montaron en el coche y pusieron rumbo hacia la parte alta de la ciudad, dirección que

Joaquín entendía que era hacia la casa de don Leopoldo, cuando Benito se hallaba

ascendiendo por el paseo de Gracia paró el coche y se apeó para acercarse a llamar

desde un teléfono público, tardó casi diez minutos en volver al coche ya que hizo dos

llamadas una para llamar a la hermana del amigo de Ramiro a fin de conseguir

localizarlo y otra a don Leopoldo para avisarle de que había localizado a su conocido y

que Joaquín y él lo traían en el coche a fin de que lo conociese. A Joaquín no le hizo

demasiada gracia quedarse a solas con aquel individuo que aprovechando que estaban a

solas le bombardeó a preguntas sobre él y sobre “el Marqués”, preguntas que él miró de

contestar de la manera más breve posible y sin darle demasiada información. A la vuelta

de Benito reemprendieron el trayecto hasta que llegaron a una calle no demasiado

alejada de la casa de don Leopoldo, Joaquín entendió que la reunión no sería en casa de

este.

El bar donde se reunieron con don Leopoldo estaba situado en una calle que tenía el

nombre de un escritor que a Joaquín le evocaba buenos momentos ya que había tenido

la suerte de poder leer su obra más conocida, un libro que durante mucho tiempo fue su

libro de cabecera “Rimas y leyendas” de Gustavo Adolfo Becquer, uno de tantos libros

que le prestó don Anselmo, su profesor en el pueblo, que conociendo su pasión por la

lectura siempre le dejaba algún buen libro con el que saciar su sed de conocimiento.

A su llegada al bar le presentaron aquel tosco hombre que habían ido a buscar a don

Leopoldo a fin de que este evaluase si reunía el perfil adecuado para realizar el trabajo

77

Page 79: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

para el que se le necesitaba. Una vez se hubieron acomodado los cuatro en una de las

mesas don Leopoldo pregunto si querían tomar algo y envió a Joaquín a buscar a la

barra las consumiciones. Estuvieron hablando por espacio de media hora, a Joaquín le

dio la sensación que a don Leopoldo tampoco quedaba demasiado convencido con aquel

individuo y atribuyó el que fuera aceptado en el equipo a la más que probable falta de

tiempo para buscar a otra persona. Una vez se le hubo explicado al tal Josep Maria cual

iba a ser su papel en el trabajo del lunes abandonaron el bar todos juntos.

-Benito ¿no puedes acostarme con el coche a casa? –le preguntó Josep Maria cuando

salieron del bar con su desfachatez habitual.

-Joder Macho eres incorregible, coge el metropolitano bajando todo recto encontrarás

la estación de Lesseps –le contestó Benito ante la atenta mirada de don Leopoldo.

Tras la marcha del nuevo fichaje del equipo, Benito le explicó a don Leopoldo que

había conseguido contactar telefónicamente con la hermana de Josep, el amigo de

Ramiro, y que esta le había dicho que actualmente vivía con ella y su familia en Olesa

de Montserrat.

-Por lo visto se cansó del tipo de vida que le ofrecía nuestra profesión, y ahora trabaja

de casi de sol a sol por un mísero salario –dijo Benito-, yo tengo claro que eso yo nunca

lo haré.

-¡A lo mejor tuvo algún problema con la ley y por eso eligió cambiar de vida! –soltó

Joaquín ante la afirmación de Benito.

-No, no creo que tuviese problemas, simplemente creo, por lo que me dijo Ramiro,

que su hermana le presionó mucho y optó por cambiar de vida, optó por tener un trabajo

a jornada completa y un salario fijo. Me dijo su hermana que suele llegar a casa poco

antes de las ocho.

-¿Pues a que esperamos? –preguntó don Leopoldo- ¡Venga vámonos para allí!

78

Page 80: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Tal como llegaron a Olesa de Montserrat se dirigieron hacia la casa donde vivía el

amigo de Ramiro, pudieron encontrar la dirección gracias a las indicaciones que les

dieron un anciano matrimonio que encontraron una vez que estuvieron en el centro del

pueblo. Estacionaron el coche delante de la antigua casa familiar y picaron a la puerta.

A los pocos segundos les abrió la puerta una niña de no más de ocho años de pelo

castaño y cara pecosa.

-¡Hola, bona tarda! ¿Qué querían? –dijo la niña con gran desparpajo.

-Hola guapa estamos buscando a José...o Josep, ¿es esta su casa?

-¿Buscáis a mi tío Josep?

-Sí, ¿qué está en casa?

-Acaba de llegar hace poco de trabajar. Mi madre dice que es mejor trabajar en el

horno que hacer el golfo en Barcelona.

-¿Qué nos podrías avisar a tu tío?

Fue decirle esto y la niña desapareció corriendo y voceando el nombre de su tío por

una estrecha escalera que ascendía hacia el piso superior dejando la puerta de la entrada

abierta. A los dos minutos bajó por la escalera un hombre de no más de cuarenta años

flaco y espigado, moreno y con una barba bien recortada.

-Hola, buenas tardes ¿Qué deseaban?

-Buenas tardes señor Josep –le contestó don Leopoldo desde el alféizar de la puerta

teniendo a su espalda a Joaquín y a Benito-, no se si se acordará de nosotros, trabajamos

en una ocasión juntos, para ser más exactos trabajó con Benito y conmigo, un trabajo

que hicimos con Ramiro hace casi dos años, una venta de unos bonos. ¿Nos recuerda?

-Sí, ahora que lo dice ya les recuerdo ¿Qué puedo hacer por ustedes?

-Hemos venido a hablar con usted porque le necesitamos para un sencillo trabajo de

pocas horas.

79

Page 81: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Supongo que habrá sido Ramiro el que les ha dicho donde vivía... y supongo que les

habrá dicho que abandoné la profesión, ahora me gano la vida honradamente trabajando

de panadero en la panadería de mi cuñado.

-Le necesitamos para un trabajo muy sencillo, simplemente tendría que mostrar unas

tierras haciéndose pasar por el propietario y quizás, si fuera necesario, como mucho

participar otro día en la escenificación de la escrituración de la propiedad.

-¿Y cómo es que han pensado en mí para este trabajo? Llevo mucho tiempo apartado

del oficio, y a más a más sólo habíamos trabajado juntos en una ocasión.

-Porque en este oficio hay poca gente fiable y no me gusta recurrir a gente que no

conozca o de la cual no tenga unas buenas referencias. Creo que usted es la persona

adecuada para el trabajo. Piense que se le pagará generosamente por el poco tiempo que

le llevará su parte del trabajo.

Estuvieron hablando por espacio de unos escasos diez minutos tras los cuales se avino

a incorporarse al grupo. La verdad es que no costó demasiado convencerle, fuese por

falta de dinero o porque aborrecía el trabajo que venía haciendo en el horno de su

cuñado, aceptó sin mayor dilación ser participe en el trabajo del lunes. Se despidieron

de él no sin antes presentarle a Joaquín el único de los tres al que no conocía.

La impresión que le causó a Joaquín la última incorporación al equipo fue buena, y

así se lo hizo saber a sus compañeros durante el trayecto de vuelta a Barcelona, a

diferencia del otro Josep (Josep Maria) que había conocido esa tarde, este le pareció una

persona educada y transparente.

-Josep Maria no es mal tipo –dijo Benito-, hace años que le conozco y es un poco

bravucón y muy pesetero pero yo nunca he tenido ningún problema con él.

80

Page 82: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

A su llegada a Barcelona, Benito y don Leopoldo acompañaron con el coche a

Joaquín hasta la plaza Cataluña, antes de despedirse Joaquín se acordó de la

conversación que habían tenido esa tarde con Ramiro.

-Benito acuérdate de contarle a don Leopoldo lo de la estafa a Ramiro, a ver si él

puede hacer algo.

-¿Estafa? –preguntó don Leopoldo.

-No te preocupes vete tranquilo para casa que ya se lo cuento yo.

Más tranquilo con su conciencia por haberle recordado el tema a su compañero y con

la esperanza de que este pudiese ayudar a ese desdichado hombre se despidió de Benito

y de don Leopoldo.

Bajó por las Ramblas a paso rápido dado que si quería llegar a tiempo para poder

cenar algo en casa de la Lola tenía que darse prisa. Pocos minutos después de las nueve

llegó por fin a casa, había sido un día muy movido y estaba hambriento y cansado, la

Lola y el señor Armengol por lo visto llevaban ya un buen rato sentados en la mesa y ya

habían dado buena cuenta del primer plato, la Lola le abrió la puerta y al verle lo

primero que hizo fue recriminarle de manera maternal por llegar tan tarde y acto

seguido le preguntó si había cenado.

-No Lola aun no he cenado, ¿sería mucha molestia poder comer algo con vosotros?

-Venga pa alante que ahora te saco un poco de sopa. Pero que guapo que vas vestido

tan blanquito, si va hecho un pincel –le dijo dándole un repaso con la mirada de los pies

a la cabeza.

Cenó en compañía de la Lola y del Sr. Armengol y después de cenar como era

costumbre hicieron la sobremesa de rigor, uno de los temas sobre los que hablaron, y

que probablemente salió a conversación por la forma poco habitual en que iba vestido

Joaquín, fue la moda y las nuevas tendencias. Esa noche, después de un día intenso,

81

Page 83: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Joaquín sintió que el sueño le estaba venciendo por lo que se retiró pronto hacia su

habitación a descansar.

____________________________________________________________________

Y llegó el viernes, día que Joaquín esperaba con impaciencia dada la cita que tenía

esa noche. A pesar de no poderse quitar de su mente el encuentro con Enriqueta las

obligaciones eran lo primero por lo que tras vestirse y desayunar se fue a casa de don

Leopoldo.

-Buenos días –le dijo al abrirle la puerta- acompáñame... ¿has desayunado?

-Sí, me he tomado un café con leche y he comido algo antes de salir de casa.

-Perfecto, pues acompáñame al sótano, que tenemos trabajo que hacer.

Mientas descendían las escaleras Joaquín le recordó a su mentor lo que le había

sucedido a Ramiro, tenía la esperanza de que don Leopoldo pudiese ayudarle y no

quería que este se olvidase del tema.

-No te preocupes hijo que ya estoy al caso, hoy mismo miraré de hacer unas llamadas.

Otra cosa no tendré pero memoria, gracias a Dios, aun tengo mucha –diciendo esto sacó

de su bolsillo la llave de la puerta del sótano y procedió a abrir la puerta-.

Una vez estuvieron dentro y don Leopoldo hubo encendido las luces le preguntó a

Joaquín si sabía algo sobre linotipia.

-¿Cómo dice?

-¿No sabes que es la linotipia? Pues destapa este bulto que tienes aquí y te enseñaré lo

que es.

Justo a la derecha de la puerta de entrada de aquél sótano había un guardapolvos de

tela blanca que tapaba algo de considerables dimensiones. Joaquín destapó lo que había

82

Page 84: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

debajo de aquella tela y quedó a la vista un aparato de aspecto mecánico que llevaba

incorporado un teclado como el de las máquinas de escribir.

-¿Y esto que es?

-Esto es un linotipo italiano, una maravilla que me costó un buen pico pero valió la

pena. Sirve para imprimir, con este aparato se pueden hacer todo tipo de documentos,

funciona con plomo, en la parte de atrás tiene un cajetín que se rellena de plomo, plomo

que se funde y que en los moldes se convierte en los tipos con las grafías que una vez

unidas permiten la impresión de textos completos, textos que se componen con el

teclado de la parte delantera. Sin este aparato no hubiese podido llevar a cabo muchos

de los trabajos que he hecho. Bueno antes de empezar a trabajar con el linotipo vamos a

componer los sellos que vamos a necesitar para las escrituras y los documentos.

Dirigiéndose a un banco de trabajo, que estaba al lado del contenedor donde dos días

antes se habían dedicado a pintar los falsos lingotes de oro, abrió uno de los cajones que

habían en su parte inferior y sacó una antigua caja de chapa que contenía sellos de goma

así como un montón de trozos de goma sueltos con escudos y nombres de diferentes

organismos oficiales.

Dedicaron toda la mañana a realizar y preparar toda la documentación necesaria para

el trabajo del lunes, el trabajo no les llevó más de tres horas escasas ya que don

Leopoldo se había encargado de redactar con anterioridad las escrituras de las

propiedades, por lo que cuando llegó la hora de comer ya casi habían acabado el trabajo

por lo que abandonaron la casa y se fueron a comer al pequeño restaurante donde

comían habitualmente.

Fue durante esa comida que Joaquín viendo que su compañero hacía referencia a

alguna de sus experiencias laborales se decidió a hacerle algunas preguntas sobre su

juventud y sus orígenes.

83

Page 85: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No me gusta demasiado hablar de mí, ¿que es lo que quieres saber?

-Simplemente me preguntaba ¿cuánto tiempo hace que se dedica a esto?, ¿y que es lo

que le llevó a este trabajo?

-Las circunstancias de la vida nunca sabes hacia donde pueden llevarte, en mi caso el

azar y la necesidad me llevaron hacia este oficio hace aproximadamente unos veintisiete

años. En aquellos tiempos yo era un joven de buena familia y con estudios que residía

en Madrid, un Madrid convulso ya que el año antes se había declarado la segunda

república. Pues como te decía yo venía de buena familia pero, a la muerte de mi padre,

mi madre confió la gestión de nuestro patrimonio en un viejo amigo de mi padre que

lejos de administrarlo con inteligencia se dedicó a aprovecharse de la pobre viuda hasta

que volaron nuestros últimos ahorros y nos quedamos con una mano delante y otra

detrás, y allí fue donde la necesidad y el odio hacia ese hombre que se había

aprovechado de la confiada mujer de su viejo amigo me condujo hacia este oficio.

Siempre había sido un muchacho despierto e imaginativo y cuando me encontré sólo,

porque al poco tiempo de haberlo perdido todo mi madre enfermó y falleció, me

propuse recuperar lo que me habían quitado y que por derecho me correspondía, por la

vía legal no había nada que hacer porque ni tenía pruebas para acudir a los tribunales ni

dinero para poder costear la defensa de mis reivindicaciones, por lo que recurrí al

engaño y a la manipulación para pulir a ese mal nacido, mi plan dio resultado pero por

desgracia del capital de mi familia poco se pudo recuperar ya que por lo visto se lo

había gastado todo en juergas y caprichos. Bueno la cuestión es que conseguí que ese

ladrón tuviese lo que se merecía y descubrí como usar mis habilidades. Y aquí me

tienes. Esta historia la sabe poca gente y si te la he explicado es porque me pareces un

buen muchacho y confío en tu discreción ¿Sabrás ser discreto?

84

Page 86: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Don Leopoldo le aseguro que de mi boca no saldrá una palabra de lo que hoy me ha

contado, se lo aseguro.

-Confío en ti... Como ya te comenté estos dos próximos trabajos nos aportarán una

buena cantidad de dinero, yo tengo la intención de hacer este trabajo y el del oro y

posteriormente retirarme. ¿Y tu Joaquín? Piensa que en función de cuales sean tus

sueños de futuro si inviertes bien ese dinero podrías tener suficiente dinero como para

poder vivir cómodamente durante mucho tiempo sin trabajar, plantéate que quieres

hacer con tu vida, una gran ciudad como Barcelona cuando no se tiene familia ni amigos

puede ser como una jungla, y a veces cuando se tiene dinero es aun peor porque el

hombre es peor de los depredadores y la gente que puedas conocer y los amigos que

puedas hacer mientras tus bolsillos estén bien llenos es probable que busquen sólo su

propio interés y si algún día pierdes esa posición privilegiada que da el dinero te den la

espalda. Confío en que sepas hacer lo mejor porque no tengo la menor duda que eres un

chico despierto.

Joaquín cada vez sentí mayor admiración por aquel individuo, un hombre inteligente

con el que cada día aprendía algo nuevo. En los pocos días que llevaba con él había

comenzado a cogerle auténtico aprecio y se fiaba más de él que de algunas personas

presuntamente honradas que se habían cruzado por su vida.

-¿Sabes jugar al ajedrez? –le preguntó don Leopoldo entre calada y calada de la farias

que se había pedido después del café y la cual le gustaba de acompañar con una copa de

coñac.

-Algo, un amigo mío me enseñó hace ya bastante tiempo los movimientos de todas

las fichas y creo que aun los recuerdo.

-Conocer los diferentes movimientos de las piezas no quiere decir que sepas jugar. El

ajedrez es algo mucho más complejo. El ajedrez es el arte de la estrategia; es como

85

Page 87: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

nuestro trabajo, siempre has de planificar de antemano los posibles movimientos que

pudiera hacer tú rival. Algún día recuérdame que te enseñe las bases de este antiguo y

noble juego.

Una vez que don Leopoldo se hubo acabado su farias y su copa de coñac se

levantaron de la mesa, pagaron la cuenta y abandonaron el restaurante.

-Joaquín muchacho mañana no es necesario de que vengas, me reuniré con Benito y

con los dos Joseps para acabar de pulir lo del lunes y tú disfruta del fin de semana.

-Como usted mande don Leopoldo pero sepa que si me necesita estoy a su

disposición –dándole las gracias por haberle invitado a comer se despidió.

Aprovechando el buen tiempo decidió volver caminando hasta casa, su largo paseo le

llevó de las antiguas calles del barrio de Gracia a las anchas y luminosas calles del

ensanche barcelonés hasta finalmente llegar a las estrechas y viejas calles del barrio

chino donde estaba la casa de la Lola.

El barrio chino barcelonés era un barrio portuario de gentes humildes pero rico en

chiquillos y prostíbulos. El número burdeles y viejos bares donde un gran número de

señoritas de muy diversa procedencia vendían sus servicios era tan elevado que

convertía la prostitución en la actividad principal del barrio.

La temprana llegada de Joaquín sorprendió a la Lola que se hallaba en casa en

compañía de uno de sus antiguos clientes. Su presencia no intimidó lo más mínimo ni a

la Lola ni al anciano caballero que la acompañaba. Lo primero que hizo la Lola al verle

fue presentarle a su amigo como lo más natural del mundo y acto seguido

desaparecieron de su vista para encerrarse en la habitación de ella.

La falta de ideas con las que llenar el tiempo muerto que tenía hasta la hora de la cena

y dado que el largo paseo de vuelta a casa le había dejado bastante cansado hicieron que

Joaquín optase por encerrarse en su habitación a descansar, realmente hubiese preferido

86

Page 88: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

dedicar su tiempo libre a leer pero en aquella casa no era posible encontrar un solo libro.

Se estiró y en poco rato se apoderó de él un profundo sueño que duró por espacio de dos

horas, por primera vez en mucho tiempo soñó con su madre y con Ernesto su gran

amigo de la infancia, fue un sueño plácido, una evocación de su infancia y de los buenos

momentos de esta. Ernesto fue su gran amigo desde que se conocieron con seis años en

clase de don Anselmo, un muchacho taciturno hijo de Ernesto “el bocanegra” un

carbonero que vivía a las afueras del pueblo, un tipo detestable que tenía como únicas

aficiones trabajar, beber y pegar a su hijo. Su amistad duró hasta su muerte sucedida dos

años antes, oficialmente murió en un desafortunado accidente pero Joaquín tenía claro

que la causa real fue el suicidio.

Siendo casi la hora de cenar Joaquín salió de su habitación y se reunió con el señor

Armengol en el comedor mientras la Lola acababa de preparar la cena, durante el rato

que estuvieron esperando a que se sirviera estuvieron hablando de los planes de Joaquín

para esa noche, sin entrar en demasiadas explicaciones sobre la persona con la que había

quedado esa noche para ir a bailar. El Sr. Antoni hizo sus clásicos comentarios jocosos

y picantes sobre lo que tenía que hacer con su cita, sus consejos, según decía él, estaban

basados en su dilatada experiencia con las mujeres.

Se sentaron a cenar a las nueve y en poco más de media hora Joaquín ya había

terminado de cenar y se había retirado a su habitación a emperifollarse y poco después

abandonaba el piso de la Lola.

Llegó a la sala de fiestas La Paloma con antelación y tal como había quedado con

Enriqueta entró y la esperó dentro. Tras una espera de de diez minutos apareció

Enriqueta, Joaquín cada vez la veía más guapa, le daba la sensación que cuando esa

mujer se alejaba del área de influencia de su familia experimentaba una metamorfosis

que la convertía en una hermosa mariposa. Estuvieron en aquella bulliciosa sala de

87

Page 89: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

fiestas hasta casi la media noche. A la salida Joaquín se ofreció para acompañarla a casa

y ella aceptó de buena gana.

Durante el camino dirección a casa de Enriqueta conversaron sobre temas banales, lo

cierto era que Enriqueta hablaba y preguntaba y Joaquín se limitaba a contestar. Aunque

se había ido abriendo a aquella mujer seguía siendo bastante reservado y tímido, en el

pueblo poco contacto había tenido con el sexo femenino a excepción de su madre.

-¿Quieres subir? –le dijo Enriqueta cuando llegaron ante la puerta de su casa.

-Sí, me encantaría.

-Pues ya sabes lo que tienes que hacer espera cinco minutos y sube sin hacer ruido

por la escalera y sobre todo no enciendas la luz... ya sabes el piso. ¿Quieres un

cigarrillo?, lo digo para disimular en caso de que aparezca el sereno o el vigilante.

Antes de desaparecer en el portal Enriqueta sacó de su bolso un cigarrillo y una caja

de cerillas y se lo dio a Joaquín. Cuando se quedó a solas en aquel portal sujetando la

puerta con su espalda para evitar que se le cerrase se encendió el cigarrillo para hacer

tiempo, y ahí estaba distraído fumando cuando unos golpes a poca distancia le sacaron

de su abstracción, al mirar a su izquierda vio al sereno que descendía por la calle

dirección hacia él con su gabán, su gorra de plato, un enorme manojo de llaves y su

inseparable chuzo con el que iba picando en el suelo.

-Buenas noches joven, ¿todo bien?

-Sí, sí señor, me acabo el cigarrillo y me voy para casa.

-Muy bien joven, buenas noches.

-Buenas noches señor, que tenga una buena ronda.

Tras despedirse del sereno tiró la colilla del cigarrillo y subió a oscuras por la escalera

hasta el tercer piso de la finca donde a tientas encontró la puerta de la casa de Enriqueta,

empujando la entornada puerta entro. Enfilando el largo pasillo que partía desde el

88

Page 90: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

recibidor llegó a oscuras hasta la puerta de la habitación donde recordaba haber estado

la otra vez, al estar la puerta cerrada la luz que se filtraba hacia el pasillo era un tenue

hilo insuficiente como para iluminar aquel largo pasillo. Abriendo la puerta entró en la

alcoba y encontró a Enriqueta sentada en la cama esperándole, al verla ahí sentada con

semblante triste se sentó a su lado.

-¿Qué te pasa Enriqueta?

-Perdona Joaquín pero es que pienso lo bien que estoy contigo y se que lo nuestro,

para mi desgracia, no podrá durar de manera indefinida y, y... –y rompió a llorar.

-Enriqueta no llores –le dijo abrazándola-, a mi me tendrás siempre que quieras a tu

lado.

-Joaquín te quiero –y tal como dijo esto empezó a besarle con pasión.

Tendidos en aquella cama se despojaron de sus ropas e hicieron el amor de manera

apasionada.

____________________________________________________________________

Desayunó como un señor sentado tranquilamente en la mesa, lo cierto era que si

habitualmente cogía unas galletas o una pieza de fruta y se la comía por el camino era

más por costumbre que por una prisa real, pero ese sábado que no tenía ningún

compromiso se levantó tarde y recuperó las horas de sueño perdidas las noche anterior,

dado que había llegado a casa pasadas las dos de la madrugada, y poco después de

levantarse obedeció los consejos de su casera que le animó a recuperar fuerzas haciendo

un buen desayuno.

89

Page 91: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Según dise un buen amigo mío el desayuno es la comida más importante del día, se

han coger fuerzas pa trabajar con energía –le dijo al servirle un gran tazón de leche con

cacao y una enorme caja de chapa que contenía unas deliciosas galletas.

Poco rato después de haber desayunado, no teniendo nada que hacer, acompañó a la

Lola al cercano mercado de la Boquería a comprar. Ver en un único espacio esa

exhibición de productos alimentarios fue toda una experiencia para sus sentidos. Bajo

ese techo se hallaban un sinfín de pequeñas paradas de venta de frutas, hortalizas,

pescados y carnes, así como algún que otro bar.

Finalizadas las compras la Lola invitó a Joaquín a tomar algo en uno de esos pequeño

bares situado dentro del mercado, el bar Pinocho un pequeño bar familiar donde poder

picar algo. Joaquín se decantó por esa bebida dulce que había probado pocos días antes

y que tanto le había gustado, el vermouth, mientras la Lola se pidió un vinito que

acompañaron de unas aceitunas y unas deliciosas sardinas en escabeche.

Al salir del mercado volvieron a casa descendiendo por las Ramblas, que en ese

soleado día de mayo presentaban un aspecto maravilloso y colorido. Viendo Joaquín

que la Lola se paraba a mirar uno de esos puestos callejeros de flores y plantas quiso

tener un detalle con su casera y le compró un ramillete de rojos claveles.

-Gracias mi arma, ¡ay de la mujer que consiga atraparte!, estas hecho todo un

caballero, las mujeres se deben pelear por pillar a un mozo como tú.

Agradecida por el detalle que había tenido con ella y orgullosa de ir de paseo con

aquel joven, cambió la bolsa de la compra a su mano derecha y con el brazo libre cogió

el brazo derecho de Joaquín con cariño y así prosiguieron camino hasta casa.

Esa misma tarde después de comer se fue de casa ya que la noche anterior había

conseguido convencer a Enriqueta de quedar para ir a dar un paseo, el lugar que habían

elegido para verse era el parque de la Ciudadela.

90

Page 92: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Se encontraron directamente en el parque y dedicaron la tarde a pasear por aquellos

jardines que tanto impresionaron a Joaquín en su primer día de estancia en la ciudad.

Enriqueta le hizo de cicerone y le fue explicando detalles sobre el parque, sus

monumentos y los edificios del interior.

-Este parque ocupa lo que había sido una fortaleza militar construida bajo mandato de

Felipe V tras la toma de la ciudad en la guerra de sucesión española, guerra nefasta para

Cataluña porque el apoyo de otro candidato a ocupar el trono del país nos valió perder

nuestras libertades y derechos como pueblo, por eso este espacio es tan emblemático

para los barceloneses y catalanes. De lo poco que se conservó del antiguo edificio

militar esta el antiguo arsenal que luego se convirtió en el parlamento de Cataluña.

Cuando unos años después de su definitivo derribo se organizó la exposición universal

de Barcelona se transformó el espacio en los actuales jardines de aspecto romántico en

los cuales trabajaron los mejores arquitectos y escultores, incluyendo a un joven Antoni

Gaudí, ¿Sabes quién es Gaudí?

-El que construyó aquella casa rara, la pedrera –le contestó y enseguida la vino a la

mente el episodio que le había explicado Benito sobre la venta por parte de don

Leopoldo de ese edificio a un inglés-. Lo cierto es que antes de venir a vivir a Barcelona

nunca había oído hablar de él.

-También es el arquitecto que diseñó la Sagrada Familia, ¿has visto la sagrada

familia?

-¿La iglesia inacabada?

-Sí, bueno es algo más que una iglesia ¿la has visto?

-No

-Pues un día podemos quedar e ir verla ¿Qué te parece?

-Bien, todo lo que sea estar contigo me parece muy bien.

91

Page 93: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Desde luego sabes como conquistar a una mujer..., si no estuviésemos en un sitio

público te daría un beso.

Realmente el carácter de Enriqueta en estos dos últimos días había dado un giro de

ciento ochenta grados, se la veía mas alegre, abierta y cariñosa, ya nada tenía que ver

con aquella mujer fría y gris que había conocido en la tienda.

-Enriqueta me encantaría invitarte a cenar –le dijo después del largo paseo cuando

salieron del parque-, no tengo demasiado dinero, pero seguro que habrá más de un

restaurante baratito en el que podríamos estar juntos.

-Me encantaría pero moralmente no sería correcto, eres muy joven y no eres

consciente de lo arriesgado que es para una mujer casada que la vean tonteando con otro

hombre y probablemente más si el hombre es tan joven como lo eres tú.

-Pero Barcelona es una ciudad muy grande, podríamos desplazarnos hasta la otra

punta de...

-Gracias Joaquín –le dijo interrumpiéndole-, pero otra vez será, me lo he pasado muy

bien y me encantaría volver a verte en breve, porque no me llamas un día de esta

semana a la tienda al medio día, podrías llamarme el miércoles poco antes de la hora de

cierre, a esa hora mi padre no suele estar, y así miraré de buscar un hueco para estar

contigo.

Se despidieron en la parada del tranvía con un simple hasta la próxima y con un

furtivo roce de manos.

____________________________________________________________________

92

Page 94: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿Qué haces tú por aquí? –le preguntó don Leopoldo al verle ese domingo en la

puerta de su casa-, ¿no te había dicho que te cogieses el fin de semana libre?

-Entendí que me había dicho de cogerme el sábado, aparte no tengo nada mejor que

hacer.

-¿Has desayunado?

-Algo he comido.

-Espérate aquí, que cojo el abrigo y el gorro y nos vamos a tomar un café.

En un par de minutos salió de casa, dado el excelente día primaveral que hacía

llevaba el abrigo doblado sobre su antebrazo izquierdo y su inseparable bastón de

empuñadura de plata en la mano derecha.

Se dirigieron a tomar al pequeño bar donde tres días antes se habían reunido a fin de

presentar a don Leopoldo al conocido de Benito. Pidieron en la barra un café solo y otro

con leche y se fueron a sentar en una pequeña mesa de mármol. Conversaron sobre el

trabajo del día siguiente, trabajo en el que la ayuda de Joaquín era innecesaria.

-Si todo va bien sólo quedará escriturar las propiedades y cobrar, si mañana todos

cumplen con su papel no creo que tengamos el menor problema. No creo que te vuelva

a necesitar para este trabajo, por lo que te aconsejo que disfrutes de unos días libres y en

todo caso pásate por aquí el viernes. Mira pensándolo mejor pásate el jueves, y a lo

mejor si ya hubiésemos cobrado te daría tu parte.

-¿No quiere que le ayude en alguna otra cosa?

-De momento no, si te necesito ya te lo haría saber –le contestó justo en el momento

en que el camarero les servía los cafés.

-Don Leopoldo ¿se sabe algo de la mujer que estafó a Ramiro?

-¡Sí! es cierto ya no me acordaba, sí creo tenerla ya localizada. Mira ahora que no

tienes nada que hacer podríamos acercarnos a ver si la encontramos ¿Qué te parece?

93

Page 95: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Muy bien, cuando usted quiera.

Se acabaron los cafés y después de pagarlos salieron del bar en busca de esa

compañera de profesión que había pulido al confiado Ramiro.

Por la información que había conseguido don Leopoldo entre sus compañeros de

gremio sobre la mujer parecía ser que esta era una experta estafadora que hacía poco

que se había establecido en Barcelona. Tras unas cuantas llamadas y el encuentro con

un antiguo compañero de profesión había conseguido una dirección donde podía ser que

residiese.

Caminando, dado que la distancia no era excesivamente grande, se desplazaron hasta

una plaza del barrio de Gracia, la plaza del Sol. En una de aquellas antiguas y regias

casas tenía supuestamente su domicilio esa mujer. Subieron hasta el tercer piso de la

finca y picaron a la puerta, no habiendo obtenido respuesta y antes de marcharse con las

manos vacías optaron por intentar hablar con el vecino de rellano pero tampoco nadie

les abrió la puerta por lo que don Leopoldo propuso de intentarlo con alguno de los

vecinos del segundo piso. Al rato de haber hecho sonar uno de los timbres una frágil

mujer de avanzada edad les abrió la puerta.

-¡Buenos días! ¿Qué deseaban?

-Buenos días señora estamos buscando a su vecina del tercer piso, ¿sabría decirnos a

que hora la podemos encontrar?

-Lucía suele volver a la hora de comer. ¿Qué son ustedes familia suya?

-No, simplemente somos amigos.

-¿Y este guapo mozo?

-Es mi hijo.

-Muy guapo el chico.

-¡Gracias señora! –le contestó Joaquín a la anciana.

94

Page 96: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿Quieren ustedes entrar en casa y esperarla aquí?

-Muy amable señora pero no querríamos molestar.

-No hombre, que no es ninguna molestia. Pasen y así hacen compañía a esta pobre

vieja. ¿Por qué su hijo no me podría hacer un favor?

-¿En que puedo ayudarla señora?

-Mientras esperáis ¿no me podrías hacer el gran favor de irme aquí abajo a buscar el

pan?

Joaquín no se pudo negar a hacerle el favor a la anciana por lo que tras recibir el

dinero y las indicaciones de donde estaba situada la panadería se fue a cumplir con el

encargo. A su vuelta le abrió la puerta don Leopoldo y siguiéndole hacia el interior del

piso llegaron hasta el comedor donde la anciana reposaba sentada en un balancín al lado

de una mesa degustando un vasito de moscatel, encima de la mesa se encontraba la

botella así como un vaso lleno hasta la mitad que don Leopoldo cogió cuando se sentó

en una silla al lado de aquella mujer.

-¡Gracias hijo! –le dijo la anciana cuando le vio entrar con la barra de pan en las

manos-, déjalo aquí en la mesa y tómate un vasito de moscatel. ¡Siempre y cuando tu

padre te deje!

-¡Si el quiere!, le dejaremos tomar una copita – contestó don Leopoldo.

Joaquín aceptó de buena gana un vasito de moscatel que le sirvió don Leopoldo y se

sentó en un viejo sofá de escay verde.

Durante el rato que estuvieron con la anciana esta les contó vida y milagros de su

vecina sin que ellos tuvieran que hacer el más mínimo esfuerzo por tirarle de la lengua.

Se enteraron de que la muchacha vivía sola, de que tenía treinta y siete años, de que era

de Ciudad Real, que hacía doce años que vivía en Barcelona los tres últimos en el tercer

piso de esa finca y que supuestamente trabajaba en una fabrica de cartones y cajas...

95

Page 97: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Poco después de la una la mujer les avisó de que le parecía haber oído la puerta del

piso de su vecina.

-Que dios le conserve el oído señora –le contestó Joaquín-, porque lo que es yo no he

oído nada.

Despidiéndose de la anciana y dándole las gracias por su hospitalidad abandonaron su

piso y subieron hasta el tercero al encuentro de esa anónima mujer y con la esperanza de

no haberse equivocado de persona.

Al poco rato de haber picado al timbre vieron como se abría la mirilla desde la cual

unos enormes y expresivos ojos de mujer se los quedó observando al tiempo que

preguntaba que quienes eran y que querían.

-¡Disculpe señora! querríamos hablar con usted –le dijo don Leopoldo en un bajo y

suave tono de voz para evitar ser oído por otros vecinos.

-¿Y qué es lo que querían?

-Señora conozco sus habilidades laborales y quería hacerle una oferta.

-No se a que se refiere.

-Ha llegado a mis oídos algún trabajo que ha hecho en el mundo de los seguros y me

interesaría hacerle una oferta, si no quiere hablar con nosotros igual prefiere hablar con

la policía, usted decide.

En pocos segundos se oyó como se abría el cerrojo y se abría la puerta, delante de

ellos apareció una mujer morena, de baja estatura y de gran belleza, tenía unos grandes

y hermosos ojos de un color azulado que recordaban a los de un felino. La mujer les

hizo pasar hacia el interior del piso cuya distribución era la misma que la del piso de la

vecina donde habían esperado su llegada.

-Mejor pasemos para el comedor que en estas casas viejas las paredes son como el

papel de fumar y mi vecina tiene un oído portentoso.

96

Page 98: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Ni que lo jure –le dijo Joaquín al tiempo que el y su compañero la seguían dirección

al comedor-, ya nos hemos dado cuenta.

La mujer una vez estuvieron en el comedor, comedor que a diferencia de el de la

vecina estaba decorado de una manera más actual, les invitó a sentarse en el sofá.

Encima del sofá había un bonito cuadro de una marina que daba color a esas blancas

paredes. Una vez que don Leopoldo y Joaquín estuvieron sentados la mujer cogió una

silla de debajo de la mesa y se sentó delante de ellos.

-¿Cómo me han localizado?

-En nuestra profesión por muy discreto que uno sea siempre se acaba sabiendo la

autoría de un determinado trabajo –le contestó don Leopoldo-, y una vez supe quien

había hecho un impecable trabajo de venta de pólizas seguros moví unos hilos y aquí

nos tiene... Pero no se preocupe que nadie más está al caso de quien es usted y donde

vive.

-¡Eso espero!, bueno ustedes dirán, ¿cuál es la oferta que me querían hacer?

-Pues hace unos meses cuando usted hizo el trabajó de los seguros una de las

personas que salieron damnificadas fue un compañero y un amigo.

-¿Y no pretenderá que le devuelva el dinero?

-Hombre pues sería un bonito gesto de un compañero a otro, en esta profesión existe,

aunque muchos no lo sepan o no lo quieran saber, un código ético por el que entre

compañeros no nos pisamos entre nosotros.

-Pues yo el dinero no se lo puedo devolver porque entre otras cosas ya me lo he ido

gastando.

-Como le he dicho antes, y lo decía en serio, le traigo una oferta de trabajo me

gustaría que trabajase con nosotros, si acepta la oferta podrá ganar una buena cantidad

97

Page 99: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

de dinero y a más a más yo me haría cargo de restituirle el dinero al desdichado de

Ramiro. ¿Qué me dice?

-Hombre pues no se que decir.

-¿Tiene usted en la actualidad un buen trabajo? Su vecina nos ha dicho de que sí. Pero

si es así ¿le gusta su trabajo?

-Lo cierto es que realmente ahora tengo trabajo, pero para ser sincera no me gusta lo

que estoy haciendo.

-Pues mujer no se lo piense más y diga que sí. Aunque no nos conozca le aseguro de

que somos buena gente y la cantidad a ganar puede ser bastante importante.

Estuvieron conversando durante un buen rato sobre las diferentes experiencias

laborales que habían tenido unos y otros así como diferentes anécdotas sucedidas en los

respectivos trabajos. En el transcurso de la conversación Lucía fue a la cocina y preparó

café para los tres, cuando volvió cafetera en mano y con un plato con tres tazas

reemprendieron la conversación. Joaquín se quedó prendado por aquella hermosa mujer,

a pesar de tener edad para ser su madre se llevaba bien los años, a más a más se le veía

inteligente, despierta y destilaba un magnetismo que hacía difícil abstraerse a sus

encantos, como así parecía que le había sucedido a su compañero.

Se despidieron de Lucía y abandonaron la casa tras permanecer en su casa por espacio

de algo más de una hora y caminando se dirigieron hacia la cercana parada del

metropolitano de Fontana en la esquina de las calles Mayor de Gracia con Asturias.

Mientras caminaban Joaquín con una sonrisa en los labios le preguntó a su

compañero- Don Leopoldo, ¿qué le ha parecido la señora Lucía?

-Se le ve despierta y creo que encajará perfectamente en los planes para el próximo

trabajo.

-Y es guapa ¿eeh?

98

Page 100: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Hombre, fea no es.

Poco antes de llegar a la boca de acceso al metropolitano hicieron una parada en un

bar de la calle Asturias donde picaron algo en la barra que les sirvió de comida, al salir

se dirigieron a la estación de Fontana donde se despidieron, Joaquín enfiló las escaleras

dirección a los subterráneos y don Leopoldo siguió camino hacia su casa andando.

____________________________________________________________________

-¡Permítanme que les presente! don José Luís Gilabert le presento al señor Francesc

Blanch –le dijo al empresario señalando con la palma de su mano al amigo de Ramiro-,

y el señor Miquel Costa Blanch –dijo refiriéndose a Josep María-. Ellos son los

propietarios de esta parcela de terreno donde nos encontramos.

Habían llegado hacia las diez de la mañana a Palamós en el coche de don Leopoldo

con Benito haciendo de chofer, tras haber pasado por un bar a tomar café se habían

dirigido directamente hacia los terrenos que supuestamente iban a comprar donde ya les

esperaban Josep y Josep Maria para interpretar el papel que el día anterior habían

perfilado en casa de don Leopoldo.

El incauto inversor mordió el anzuelo por más que preguntase y revisase la

documentación al detalle, todo parecía estar saliendo a pedir de boca.

-Don Francisco el terreno es fantástico y el precio es una ganga –le susurró el

comprador a don Leopoldo-, ¿cuándo podemos ir a escriturar? Pienso que lo mejor es ir

lo antes posible.

99

Page 101: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Sí, es conveniente no correr riesgos porque tengo entendido que hay otra persona

que esta interesada en comprar terrenos en la zona, ¿ha traído el dinero de la paga y

señal?

-Sí, aquí lo llevo –dijo golpeando con la palma de su mano el abrigo a la altura del

pecho.

-Perfecto yo también lo he traído. Mi abogado me ha redactado, tal como quedamos,

los contratos de arras, ¡a ver estos señores donde quieren que hagamos la firma! En

cuanto el tema de la escrituración, si a usted y a estos caballero les fuese bien,

podríamos escriturar este mismo miércoles ¿le iría bien a usted?

-Amigo Francisco si se ha de ir el miércoles ahí estaré.

Estuvieron un rato más mirándose el terreno, un terreno anexo a la población que

ocupaba una loma desde la cual se tenía una vista privilegiada del mar y hablando con

los supuestos propietarios con los que acordaron ir a la cercana casa de uno de ellos a

sellar por escrito un acuerdo que en tiempos cercanos con un apretón de manos hubiese

bastado.

En una sencilla casa de pescadores, que supuestamente era la vivienda de uno de los

dos vendedores y que había sido contratada pocos días antes, firmaron aquel precontrato

y don Leopoldo y el Sr. Gilabert entregaron respectivamente diez mil pesetas a aquellos

dos supuestos pueblerinos. Abandonaron la casa al poco rato con una profunda

satisfacción, uno por el negocio que creía estar haciendo y el otro pensando en el buen

dividendo que le iba a reportar la estafa a la que había sometido a aquel iluso.

____________________________________________________________________

100

Page 102: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Apostado al otro lado de la calle delante de la tienda esperó que el propietario del

negocio abandonase la tienda, cuando abandonó el negocio faltaba algo menos de media

hora para que echasen el cierre hasta la tarde. Desde el escaparate pudo ver que

Enriqueta se encontraba todavía en su interior acompañada de un joven enclenque,

cruzando la calle se acercó al aparador y a través del cristal saludó a Enriqueta, esta al

verle le hizo gestos para que entrase en la tienda. Cuando Joaquín entró Enriqueta

ordenó de una manera bastante tajante al joven aprendiz de que fuese al almacén a

buscarle una bobina del primer tejido que se le ocurrió.

-¿Qué haces aquí? –le preguntó a Joaquín bajando el tono de voz para no ser oída por

el joven trabajador que había enviado al almacén.

-¡Pues esta claro!, tal como quedamos te he venido a ver.

-No Joaquín, no quedamos así, te dije que me llamases. Creo que aun no eres

consciente de lo que está en juego.

-Perdona –le contestó Joaquín poniendo cara de mortificado y lamentando haberle

podido crear un perjuicio-, no he pensado que... que hubiese nada malo en venir.

-Porque no me esperas en la plaza Cataluña, en cuanto cierre paso por ahí.

-De acuerdo, nos vemos ahí.

Abandonó la tienda y se dirigió a la cercana plaza donde se sentó en uno de los

bancos y esperó a que Enriqueta echase el cierre a la tienda.

Cuando Enriqueta apareció por la plaza lo primero que hizo fue recriminarle el haber

aparecido por la tienda sin sopesar lo que ella se jugaba en esa secreta relación, acabada

la regañina fueron a dar un pequeño paseo.

-Demos un pequeño paseo que luego tengo que ir a casa a comer –dijo Enriqueta.

-¿No puedo ir a tu casa a comer contigo?

-No Joaquín, no puedes. No me hagas tener que repetirte las cosas cien veces.

101

Page 103: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Perdona, no quería molestarte.

-Ya lo sé Joaquín, ya lo sé –le dijo mirándole con ternura y usando un tono

benevolente más propio de una madre que perdona la chiquillada de su hijo.

Pasearon durante un rato y Joaquín acompañó a Enriqueta un tramo del camino hacia

su casa. Se detuvieron en la plaza Universidad y ahí estuvieron un rato conversando.

-¿Cuándo podremos vernos? ¿No podemos quedar antes del viernes?

-¿Te gustaría que nos viésemos esta noche?

-¿Lo dices en serio? ¡Pues vaya pregunta! Claro que me gustaría. Dime a que hora y

donde y allí estaré.

-Podríamos vernos en mi casa...

Acordaron verse esa misma noche, Enriqueta sacó del bolso un llavero y de el

desprendió la llave de la portería y se la dio a Joaquín.

-Quédate tú la llave, a la hora que llegó yo está la portera y no la voy a necesitar.

Pásate por casa a las once y haz como siempre, sube a oscuras y no hagas ruido, cuando

estés arriba da un par de golpes a la puerta y yo te abriré.

-De acuerdo allí estaré.

Y así, reprimiendo sus instintos y evitando mostrar sus respectivas emociones, se

despidieron hasta la cita de esa noche.

Pasaban cinco minutos de las siete y allí estaban esperando los cuatro, Benito

impecablemente vestido de chofer y fumando compulsivamente mostraba claros

síntomas de nerviosismo de ver que pasaban cinco minutos de la hora acordada y aquel

individuo no aparecía, don Leopoldo más sosegado y los otros dos caballeros seguían a

la espera del Sr. Gilabert y confiaban de que no surgiese ningún contratiempo para

102

Page 104: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

cerrar el negocio. Habían quedado a las siete ante una notaría de la población de

Mataró, el motivo principal de haber elegido esa población era tal como lo definía

Benito “no cagues donde comas”, en pocas palabras mejor hacer este tipo de negocios

bien lejos de casa.

Benito había conseguido hacerse con una copia de las llaves de la notaría y don

Leopoldo había conseguido que a aquella hora la dejasen libre sus inquilinos naturales

haciéndose pasar por inspector de sanidad, inspector al que acompañaron en su visita

dos fumigadores, papeles interpretados por Benito y sus amigo Josep Maria, con

intención de fumigar el piso inferior de la notaría por una terrible plaga de chinches.

Haciendo mención sobre la gran toxicidad de los productos a utilizar habían conseguido

acordar con la oficina de la notaría que a las siete no quedase nadie dentro del despacho

para evitar intoxicaciones. Don Leopoldo había estado muy convincente en su

explicación y en su recomendación al señor notario:

–Debería decirle que aquí en España no hay ningún estudio que demuestre la

nocividad de los insecticidas que utilizan estos señores en el ser humano, pero que

quede entre usted y yo no hay estudio que demuestre su nocividad ¡porque simplemente

no se han hecho!, pero en EEUU, que como saben están mucho más adelantados que

nosotros, prohíben su utilización si hay personas presentes. Ustedes decidan lo que

quieren hacer porque si les pasa algo nosotros no sabemos nada y la administración

como es costumbre rechazará toda responsabilidad.

A la explicación de don Leopoldo le acompañó la puesta en escena de Benito que

había dedicado todo un día en conseguir un chinche, cosa que no fue excesivamente

complicada de conseguir en esos tiempos que aun respirándose aires de cambio quedaba

mucha miseria que erradicar, que mostró al señor notario cuando su compañero acabó

de dar la explicación, añadiendo:

103

Page 105: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Disculpe vuestra merced pero les he de decir que un servidor se ha encontrado

chinches en la puerta de su oficina, mire aquí justamente tengo uno, ¡mire, mire!

Una vez consiguieron que la oficina de la notaría quedase libre a la hora acordada

habían utilizado los servicios de un compañero de profesión que ya en ese mundillo era

conocido como “el notario”, un tipo de impecable aspecto y gran conocimiento en leyes

al que para hacer más creíble su trabajo le habían buscado a toda prisa una mujer para

interpretar el papel de su aplicada y servicial secretaria, y para el papel a don Leopoldo

no se le ocurrió nadie mejor que a la recién conocida Lucía, aquella mujer que había

conocido con Joaquín el domingo anterior y a la que tenía ganas de ver como se

desenvolvía trabajando.

Diez minutos después de la hora acordada llegaba el Sr. Gilabert, disculpándose nada

mas llegar por el retraso, no venía solo a la cita ya que en esta ocasión le acompañaba su

abogado, una vez estuvieron todas la partes interesadas procedieron a subir al despacho

de la notaría. A pesar de la presencia del abogado no hubo la menor complicación

gracias a la buena preparación de todos y a la excelente calidad de los documentos que

se mostraron y entregaron en el acto. Cada uno representó su papel con auténtica

maestría, incluso la última y desconocida, para casi todos, incorporación al grupo había

interpretado su papel de eficiente secretaria de manera más que creíble dejando

gratamente sorprendido a don Leopoldo, es más cuando abandonaron la notaría el Sr.

Gilabert le dijo al respecto:

-¡Carai, como estaba la secretaria! Yo creo que entre ella y el Sr. notario hay algo más

que una relación jefe subordinada. ¿No se ha fijado que miradas le echaba? Ya me

gustaría a mí tener una secretaria así de eficiente y guapa.

104

Page 106: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Ese trabajo le sirvió a don Leopoldo para calibrar y ver en acción a algunas de las

personas que quería utilizar para su próximo trabajo, el que si todo salía bien podía ser

el último para él.

Abrió a la puerta y subió a oscuras como había hecho las otras veces, cuando estuvo

delante de la puerta de casa de Enriqueta dio dos pequeños golpes con los nudillos y en

pocos segundos se abrió la puerta. El piso estaba en la más absoluta oscuridad.

-¡Enriqueta! –susurró en cuanto atravesó la puerta con cautela.

Como no recibió respuesta volvió a llamarla una segunda vez pero nadie le contestó,

cosa que en esa oscuridad le inquietó, por lo que cerrando la puerta buscó el interruptor

de la luz. Tanteando la pared encontró el interruptor, y cuando fue a encenderlo una

mano agarró la suya al tiempo que le soltaba un berrido lo que le causó un susto de

infarto. Encendiendo la luz ahí estaba Enriqueta riendo a carcajadas del susto que le

había causado.

-Mi hombrecillo se ha asustado –le dijo con lagrimas en los ojos de la risa.

-Te voy a dar una zurra si me vuelves a dar un susto como este.

-Pégame que he sido muy mala –le dijo de manera picarona.

En cuanto abandonaron el recibidor Joaquín le dio un azote en el culo y cogiéndola de

la muñeca le pegó un tirón para atraerla hacia él, acto seguido la abrazó y comenzó a

besarla. Empezaron a desnudarse y a comerse a besos en aquel largo pasillo camino a la

habitación. Llevándola en brazos, ella aferrada a su cuerpo con piernas y manos,

cruzaron el umbral de la puerta de la habitación y se dejaron caer sobre la cama. Se

quitaron con ímpetu el resto de la ropa, ímpetu propio de la pasión desbocada del

momento. En esta ocasión el blanco sujetador de Enriqueta no se le resistió y con un

105

Page 107: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

movimiento de los dedos de su mano izquierda lo desabrochó mientras la mano derecha

se introducía sin esperar a que ella se quitase la prenda por debajo de la copa que cubría

su seno izquierdo. Estirada ella sobre esa cama Joaquín empezó a acariciar y besar ese

nacarado cuerpo. Llegados a un estado máximo de excitación él la tomó y sus dos

cuerpos se fundieron en uno hasta que llegados a un largo y placentero orgasmo se

separaron.

Estirados en la cama Enriqueta cogió de su mesilla de noche un paquete de tabaco y

se encendió un cigarrillo, le ofreció otro a Joaquín pero este rehusó el ofrecimiento.

-Ha sido maravilloso, ¿no te parece a ti? –le preguntó a Enriqueta.

-Sí, ha sido fantástico, contigo todo es fantástico. ¡Ojala pudiésemos estar siempre

juntos! Cada día te quiero más, pero eso tú ya lo sabes, pero por desgracia en unas

semanas esta preciosa aventura se tendrá que acabar. ¡Y yo no quiero que acabe! –le

dijo con lágrimas en los ojos-. ¿Qué piensas tú de esto?

-Que tienes razón, no me gustará que lo nuestro se acabe.

-Joaquín estaba pensando, bueno quizás..., pero será mejor que no porque sería una

locura y no te puedo pedir algo así.

-¿El que sería una locura? Porque a mi me puedes pedir lo que quieras, si puedo dalo

por hecho y si no puedo por ti lo intentaré.

-Pensaba que si por un casual le pasara algo a mi marido, entonces y sólo entonces

podríamos estar todo el tiempo juntos.

-¿Pero que quieres que le pase?

-Si el pobre infeliz muriese, entonces tendríamos toda una vida por delante para que

tú y yo pudiésemos hacer lo que quisiéramos.

-¿No estarás insinuando que nosotros lo... bueno que le diésemos matarile?

106

Page 108: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Es un hombre mezquino que nunca me ha querido, se casó conmigo por la posición

que en aquellos momentos tenía mi familia. En más de una ocasión me ha golpeado sin

que terciase motivo. Esta loco por eso esta en una clínica psiquiátrica. Joaquín piénsalo

podríamos estar siempre juntos, dinero no nos faltaría y nadie, si lo hacemos bien,

podría sospechar de nosotros. Podríamos hacer parecer que en una de sus depresiones se

suicidó. Por favor no digas que no –le dijo sollozando y mirándole a los ojos-, ayúdame,

si de verdad me quieres y quieres estar conmigo ayúdame.

-Pero Enriqueta me estas pidiendo que comenta el pecado más grande de todos, que le

quite la vida a un ser humano, no creo que yo pudiese.

-Yo te ayudaría, te lo prepararía todo para que fuese lo más fácil posible. ¿Qué es más

pecado eliminar un tipo despreciable que su único cometido en este mundo es martirizar

a su pobre mujer o condenarme a mí a estar enterrada en vida sufriendo un martirio

constante y sin poder estar con la persona que realmente quiero? ... Abrázame –le dijo

tras apagar el cigarrillo-.

La abrazó y estuvo consolándola hasta que esos tiernos afectivos abrazos despertaron

de nuevo la pasión en su cansado cuerpo y reiniciaron esos juegos amatorios capaces de

hacer olvidar por un momento los problemas y las miserias de la vida.

107

Page 109: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Capítulo IV

Cuando Joaquín llegó a casa de don Leopoldo fue Benito quien le abrió la puerta y

juntos se dirigieron hacia el salón. En el salón de la casa se encontró a don Leopoldo

sentado en uno de esos viejos sillones de cuero de delante de la chimenea en compañía

de Ramiro y su amigo Josep charlando amigablemente.

-Bueno ya estamos todos –dijo al ver a Joaquín, y levantándose añadió-: En primer

lugar quería deciros a los que habéis participado en el último trabajo que gracias a

vuestra profesionalidad el trabajo a salido perfecto, ¡gracias! En segundo lugar os he

reunido aquí porque me gustaría poder contar con vosotros en un nuevo trabajo que ya

llevamos un tiempo preparando, si queréis participar de momento sólo os puedo

adelantar que hay un buen pellizco a ganar para todos. En caso de que estéis dispuestos

a entrar en el equipo os he de decir que el equipo lo formaremos nosotros cinco más una

persona que esta por llegar. A esa persona ya la conocéis casi todos, Josep la pudo ver

trabajando el miércoles en la notaría, era la secretaria ¿La recuerda?

-Si se refiere a esa hermosa mujer que hacía de secretaria es difícil no recordarla.

-Ramiro tú también la conoces.

-¿Yo? ¿Y de que la conozco?

-En pocos minutos la verás...

Efectivamente en menos de diez minutos, a la hora acordada, sonó el timbre de la

puerta y fue el propio don Leopoldo el que se levantó de su sillón y se dirigió hacía la

entrada de la vivienda. Cuando a los pocos segundos entraron en el salón don Leopoldo

y Lucía todas las miradas de los presentes se dirigieron hacia esa hermosa mujer.

-¡Tú! –gritó Ramiro, tras haberla estado mirando unos segundos sin reaccionar, al

reconocer a la mujer que le había estafado sus ahorros.

108

Page 110: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Ramiro no te sulfures –le aconsejó don Leopoldo al percibir el estado de nerviosismo

que le había provocado ver a esa mujer-. Estoy al caso del mal entendido que hubo entre

tú y ella, pero todo fue eso un absurdo mal entendido. Tu dinero lo tienes aquí –le dijo

sacando del bolsillo interior de su americana un sobre-. ¡Ten! aquí tienes hasta el último

céntimo de tu dinero... Y ahora que hemos aclarado este mal entendido permitirme que

os presente formalmente a Lucía.

Benito fue el primero que se acercó a Lucía y se presentó cortésmente besándole la

mano. Él era el único que no la conocía dado que el día que fueron a la notaría se había

tenido que quedar, en su interpretación de chofer, en la puerta vigilando del coche.

Después del saludo y los piropos que le dedicó se acercaron Josep y Joaquín. Ramiro

fue el único que no se movió del rincón de al lado de la chimenea donde se había

colocado a su llegada, por lo que fue Lucía la que se acercó a él para saludarle.

-Disculpa... ¡Ramiro! ¿No?

A lo que el respondió aseverando con un movimiento de cabeza.

-Te pido que me perdones, no sabía que eras compañero de profesión. Tú mejor que

nadie debería saber que muchas veces cuando emprendemos un sencillo trabajo que no

requiera de una preparación previa elegimos a la gente al azar y nada nos mueve a

actuar contra esas personas. ¿Amigos? –le preguntó tendiéndole la mano sin que él

reaccionase.

-Ramiro macho no seas descortés, olvida lo que sucedió, todo está arreglado y si

hemos de trabajar juntos no puedes ir con estúpidos rencores –le apuntó Benito viendo

su actitud.

El hombre con un gesto timorato alzó su mano y cogiendo la de ella la saludó. Benito

que se había puesto a su lado le rodeó con su brazo izquierdo por el cuello y en una

actitud amistosa le dijo:

109

Page 111: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Cabezón alegra esa cara, piensa en positivo y deja esa actitud tan catastrofista tuya,

seguramente la aparición de esta mujer en tu vida sea como un punto de “infección” en

tu vida. ¿No es así don Leopoldo?

-Si te refieres que puede ser un punto de inflexión ¡Sí! Porque si es un punto de

infección mejor que nos vayamos y dejemos a los infectados solos –respondió con una

sonrisa en los labios.

Con un aire mucho más distendido continuaron todos charlando. En la conversación

don Leopoldo hizo un esbozo de lo que sería el próximo trabajo y del papel que tendría

que interpretar cada uno.

El próximo golpe consistiría en hacer creer a un rico empresario vicense que iba a ser

partícipe en el rescate de una importante cantidad de oro fruto de la rapiña nazi que

descansaba en el fondo del Mediterráneo, a poca distancia de la costa catalana. El barco

que trasladaba el oro se habría hundido por causas desconocidas cuando se disponía a

hacer escala en su recorrido dirección a Sudamérica.

A Ramiro le tocaría ponerse en la piel del abogado, avaricioso y desleal de una rica

familia alemana afincada en la costa catalana que había dado el soplo a don Leopoldo

sobre la historia del oro a cambio de una buena parte del botín en caso de que se

recuperase, Josep sería un experto marino y buceador contratado para buscar el preciado

botín y Benito interpretaría su papel habitual de chofer y hombre de confianza. En el

caso de Lucía aun no lo tenía claro ya que su idea inicial de hacerla pasar por su esposa

casi la daba por descartada.

-¿Y yo don Leopoldo? –le preguntó Joaquín viendo que a él no le había mencionado.

-Bueno tú me ayudarás en trabajos de logísticos y de apoyo, y puede que tengas que

interpretar el papel de mi hijo.

-¿Pero Lucía no es demasiado joven para ser mi madre?

110

Page 112: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Por poder podría serlo –contestó Lucía.

-Bueno también podría ser tu madrastra –añadió don Leopoldo-. Bueno tú no te

preocupes que también eres una parte importante del equipo y no te quedarás al margen.

Una vez finalizadas las explicaciones de don Leopoldo y estando todos de acuerdo en

ser partícipes de ese nuevo trabajo fueron abandonando la casa de manera escalonada.

En el momento en que Lucía iba a abandonar la casa, después de haberse ido Ramiro y

su amigo, don Leopoldo insistió en ponerle a su disposición su coche y a Benito como

chofer para acompañarla donde ella quisiera, accediendo ella abandonó la casa a los

pocos minutos en compañía de Benito.

-Bueno muchacho ahora que estamos solos permíteme que te dé esto –le dijo

metiéndose la mano en el bolsillo interior de la americana.

El sobre que le ofreció a Joaquín contenía su parte de los beneficios del último

trabajo.

-El sobre contiene seis mil pesetas ¿Cómo lo ves? Yo creo que por tu contribución en

el trabajo esta bien ¿No?

-Sí, sí, esta perfecto.

-En el próximo trabajo, si todo sale bien, habrá mucho más dinero a ganar. ¿En que

otro trabajo por tan pocas horas y con tan poco esfuerzo te hubiesen pagado esto?

Bueno el trabajo podría parecer acabado pero aun queda un detalle que muy importante

para darlo por zanjado, para el cual necesito la colaboración de todos vosotros.

-¿Y de que se trata?

-Cuando en nuestro oficio se hace un gatazo, y más si la cantidad sustraída es

considerable, se ha de conseguir que la persona embaucada o no sea consciente de que

se le ha engañado o bien hacerle creer que no existe forma de recuperar su dinero y

encontrar a los responsables. Por lo tanto ahora toca ponerse en contacto con el Sr.

111

Page 113: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Gilabert y hacerle creer que los dos hemos sido engañados, y después de unos días

hacerle llegar la noticia de mi defunción, incluso podríamos preparar un bonito funeral e

invitarle a asistir.

-Se las sabe usted todas.

-Hijo llevo más años en este oficio que tú en este mundo... Cambiando de tema ¿te

pasa algo Joaquín?

-No, ¿por qué lo dice?

-Porque tengo la sensación desde que has llegado de que estas ausente, como si

tuviese la cabeza en otro sitio ¿Me equivoco?

-Bueno lo cierto don Leopoldo es que hay una mujer.

-Mujeres, siempre son las mujeres. Hijo a tu edad las mujeres han de ser un

divertimento. Como empieces una relación sería mal vamos. En nuestro oficio se ha de

estar con los cinco sentidos alerta y el amor lo único que hace es embobar y volverle a

uno más distraído.

-Lo cierto es que no tengo claro si yo estoy enamorado de ella –le dijo con aire

melancólico-, pero ella si que lo está de mí.

-Pues perfecto, si tú no lo tienes claro déjala rápido porque si lo que tienes es una

calentura hay muchas profesionales a las que recurrir sin tener que prometerles amor

eterno.

-Quizás sí que esté enamorado. ¿Por qué si la persona que quieres te pidiese que

hicieses algo que tu sabes que no es correcto, hasta que punto obliga el amor hacia esa

persona a atentar contra tu fe y esos principios que se te han inculcado desde pequeño?

-¡Muchacho! primero has de tener muy claro que realmente la quieres, y cuando

hablo de querer me refiero a ese sentimiento que nace en el corazón y no por debajo de

tu cintura, después antes de hacer nada has de descubrir si ella te quiere realmente a ti.

112

Page 114: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Estando en Francia y en Suiza conocí matrimonios formados por católicos y

protestantes, ¿y que conclusión saqué de eso? De que el amor a veces es más fuerte que

la fe...

-Pero a lo que me refiero yo es –le dijo Joaquín interrumpiéndole- ¿Y si esa persona

te pidiese que como prueba de ese amor hiciese algo que no está bien y que tú no

quisieras hacer?

-Veo que esa prueba de amor que te debe haber pedido esa persona ha de ser muy

grande, porque la inquietud se te a adherido en tu cerebro con más fuerza de lo que lo

haría una garrapata y te está absorbiendo el entendimiento al igual que lo haría esta con

la sangre de su portador. Pero que no te obliguen ha hacer algo que tú no quieras. No le

des más vueltas y háblalo con ella o consúltalo con la almohada y si me necesitas para

algo ya sabes donde me tienes, pero en el trabajo te quiero concentrado al cien por cien

¿Vale?

-No se preocupe que no le fallaré.

____________________________________________________________________

El viernes en el momento en que Joaquín se disponía a cenar en compañía de se su

casera y del Sr. Armengol picaron a la puerta, la Lola se levantó de la mesa y

desapareció de la vista de sus dos inquilinos dirección al recibidor regresando a los

pocos segundos para dar aviso a Joaquín de que había un caballero que preguntaba por

él, extrañado de que alguien lo viniese a buscar allí se dirigió al recibidor y allí se

encontró con Benito.

-¡Hombre Benito! ¿Qué haces tú por aquí? Me habías asustado.

113

Page 115: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Te traigo un recado de don Leopoldo, quiere que mañana a las ocho de la mañana

estés en su casa...

-¿Qué ha pasado algo? –le preguntó interrumpiéndole.

-No, pero te necesita a ti y a todos nosotros para ir a un entierro al cementerio de

Horta.

-¿Un entierro?

-Sí, el suyo.

-¿Cómo? ¡Ah sí, ahora caigo! Ya me lo había explicado pero no pensaba que lo

organizase con tanta rapidez.

-Se ve que ha tenido que prepararlo con la mayor prontez..., prontitud –dijo

rectificando el gazapo lingüístico causado por esa manía de Benito de querer utilizar un

lenguaje culto-. Si hubieses comprado algún diario hoy habrías visto la necrológica a

nombre de don Francisco Hidalgo de Tena.

-Pues allí estaré.

-Oye macho ¿Quién es esa mujer que me ha abierto la puerta?

-La Lola, mi casera. ¿Qué pasa? ¿Te ha gustado?

-Hombre un favor se lo hacía, pero es que me parece que la tengo vista. ¿Puede ser

que se hubiese dedicado al oficio más antiguo del mundo?

-Si por el oficio más antiguo del mundo te refieres a hacer de puta ¡Sí!

-¿Puede ser que hubiese trabajado en el Shangai?

-Amigo Benito muchas veces lleva una bata con dibujos chinos pero en Shangai no

creo que haya trabajado.

-Joder macho mira que no conocer el Shangai, el Shangai era uno de los burdeles más

famosos de Barcelona.

114

Page 116: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Pues a lo mejor si que trabajó en ese antro, pero yo no lo sé. Bueno te dejo que tengo

el plato en la mesa.

Antes de marcharse Benito siguió a Joaquín hasta el comedor supuestamente con

intención de despedirse de la mujer que le había abierto la puerta, pero el motivo

principal era intentar salir de dudas sobre si la propietaria de ese piso era una de las

antiguas trabajadoras de aquel lupanar en el que tan buenos momentos había pasado.

-¡Buenas noches! Que aproveche –dijo Benito al entrar en el comedor detrás de

Joaquín al ver a la Lola y al Sr. Armengol sentados a la mesa-. Señora disculpe por

haberla molestado.

-Señorita, aquí esta servidora es soltera y sin compromiso –le contestó la Lola con ese

salero tan suyo.

-Pues señorita, le reitero mis disculpas y me despido de ustedes hasta una mejor

ocasión, sin querer parecer muy osado no me disgustaría que la ocasión fuera en

breve..., pues lo dicho se despide de ustedes don Benito Alcoba, para servirles...

-Y a Dios y a España –añadió con sorna el Sr. Armengol sonriendo.

-Perdone caballero igual le gustaría acompañarnos a cenar –le dijo la Lola. después de

haber fulminado con la mirada a su anciano huésped.

-Hombre no me gustaría molestar, ni que se le enfriase la cena a usted por mi culpa.

-No hombre que no es molestia, a parte los amigos de Joaquín son bien recibidos.

Venga siéntese que le voy a buscar un plato, un vaso y unos cubiertos.

-¡Gorrón! –le susurró Joaquín a su compañero cuando tomó asiento al lado suyo.

-¿Cómo ha dicho que se llamaba?

-Don Benito Alcoba Sánchez, para...

115

Page 117: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Servirle a la Lola y a todos los presentes ¿no? –le dijo interrumpiéndole el Sr.

Armengol-. Pues señor servicial yo soy el Sr. Antoni Armengol i Masoliver. ¿No se me

habrá ofendido por la broma?

-¡No, no! en absoluto.

-El señor Armengol es muy bromista –soltó Joaquín a su compañero justo en el

momento que volvía la Lola con el plato, el vaso y los cubiertos del nuevo invitado.

-¿Entonces usted también trabaja en la imprenta? –le preguntó la Lola al tiempo que

le llenaba el plato de sopa.

Antes de contestar le hizo una mirada a Joaquín y entendió a la primera a su

compañero.

-Sí, pero no creo que me quede mucho en la empresa porque lo que a mi me va es el

mundo del arte...

-¡Uy! Un artista..., tan morenazo y con ese porte seguro que si usted se lo propone

llega lejos.

-Pero no hablemos de mí, hábleme de usted porque con esa belleza y ese porte es

usted la que parece una artista.

-Hombre en mi juventud había hecho ocasionalmente de corista.

-¡Como que en su juventud! pero si usted está aun hecha una chiquilla.

-¡Uy! Gracias por el cumplido mi arma pero que aquí esta servidora ya tiene treinta y

cinco años.

El señor Antoni y Joaquín se miraron y contuvieron la risa porque era evidente que la

buena de la Lola hacia unos cuantos años que había dejado atrás esa edad.

Concluida la cena, entre risas por las múltiples anécdotas contadas por Benito y otras

tantas por el señor Armengol, la Lola se levantó de la mesa con intención de recoger los

platos, Benito haciendo alarde de caballerosidad se ofreció para ayudarla.

116

Page 118: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Ya le ayudo a recoger, injusto es que mujer tan bonita no tenga persona de servicio

que le haga estos menesteres, usted bella Lola tiene porte de señora pero al destino es

injusto a veces y cuando nuestro Dios decide donde debemos nacer y quienes debemos

ser en el juego de la vida a veces erra y coloca a algunas personas en sitios que no le

corresponde y eso mi querida Lola es lo que debió pasar con usted.

-¡Ay señor Benito!

-Benito, llámeme Benito usted me puede tutear.

-Pues Benito, dices tú unas cosas mu bonitas, como iba yo a ser una señora, aquí una

es puta, con clase pero puta. Que quede claro que no me quejo, que en este oficio he

visto mucha desgracia y creo ser afortunada, estoy sana y tengo un piso de propiedad.

¿Qué más le podría pedir el buen Dios?

-¿Quizás un buen marido? Porque como antes ha dicho que era señorita supongo que

no está casada ¿No?

-¿Pa que?

-Eso, ¿pa que? –repitió el Sr. Antoni con su guasa habitual-, para que ens hem de

casar si podemos fornicar libremente.

-¡Don Antoni, don Antoni!, que le voy a dar –le contestó la Lola haciendo con la

palma de su mano gesto de que le iba a zurrar-. Lo que una quiere de decir es que a mi

edad ya no encuentro a faltar un marido. He aprendido a valerme por mi misma y ahora

no creo que me acostumbrase a ser una obediente esposa y sirvienta.

La Lola fue retirando los platos y llevándolos hacia la cocina y Benito cogiendo los

vasos de encima de la mesa la siguió hacia la cocina.

-Aquet amic teu es un peladilla -le dijo el señor Antoni a Joaquín cuando se quedaron

a solas en el comedor-. Haber que hacen estos dos en la cocina.

-Igual le ayuda a lavar los platos.

117

Page 119: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Jeje! ¿Los platos? Otra cosa le va a lavar.

Benito y la Lola salieron de la cocina en pocos minutos portando tazas y una pequeña

cafetera y se sentaron de nuevo en la mesa. Tomaron café, charlaron y en cuando la

conversación decaía Benito encendió la antigua radio de válvulas de la Lola y la sacó a

bailar. Estuvieron bailando durante un buen rato ante la atenta y divertida mirada de

Joaquín y del Sr. Antoni hasta que este último los separó en el momento en que empezó

a sonar por la radio el bolero “el reloj” de Lucho Gatica.

-Disculpe caballero –le dijo el Sr. Antoni separándolos y cogiendo a la Lola por la

muñeca-, pero este baile me lo pido yo.

Cuando finalizó la canción fue la Lola la que sacó a bailar a Joaquín. Durante el rato

que estuvieron bailando y divirtiéndose dieron buena cuenta de media botella de anís

del mono, el sarao duró hasta que Benito abandonó la vivienda poco antes de la media

noche.

____________________________________________________________________

Joaquín llegó a su cita poco antes de la hora acordada, tal como le había indicado

Benito la noche anterior llevaba su mejor traje, uno de los que le había regalado su

mentor. Le abrió la puerta Benito cigarrillo en mano vestido con el traje de chofer, en la

casa había una actividad frenética, el que no se estaba acabando de arreglar estaba

escuchando las últimas instrucciones de don Leopoldo, dentro de la casa también estaba

Ramiro y ante su sorpresa también se encontró con Candela, aquella guapa amiga de

don Leopoldo que había conocido unas semanas antes y que había dejado bien claro que

no quería volverse a implicar en ningún trabajo, pues allí estaba impecablemente vestida

118

Page 120: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

con un ajustado vestido negro y el cabello recogido en un moño alto que realzaba su

porte y su belleza.

-Joaquín acércate –le dijo don Leopoldo cuando lo vio-, dentro de un momento

iremos hacia el cementerio, en el cementerio os encontraréis con el Sr. Gilabert, tú

interpreta el papel de hijo afligido, hazlo con convicción pero sin una excesiva

exageración, piensa que teóricamente no teníamos demasiado trato ya que tu resides con

tus tíos en Valencia, tus tíos sarán Candela y Ramiro, Inés Hidalgo y su marido Vicente

Peris. Métete esos nombres en la cabeza. Si el Sr. Gilabert te hace cualquier pregunta

comprometedora esquívala como mejor puedas o no contestes con la excusa que te

embarga la emoción y no puedes articular palabra. No te preocupes porque Candela no

se separará de ti. En las necrológicas que publicamos consta que habría un servicio

religioso a las diez pero cuando él llegue haréis ver, tú o Candela, que hubo una

equivocación y que el servicio religioso comenzó a las nueve y que ya finalizó, y que ha

su finalización los amigos y conocidos ya se han ido ya que queréis que el sepelio sea

en la más estricta intimidad familiar. Si te preguntan cual ha sido la causa de mi muerte

tú di que tienes entendido que ha sido una afección cardiaca, ya que hacía años que

padecía del corazón. ¿Entendido? ¿Alguna duda?

-Entendido. Pero si pregunta algo del negocio que tenían a medias ¿Qué he de decir?

-Nada, tú no has de decir nada porque tú no sabes nada. ¿Entendido?

-Sí don Leopoldo.

-Ahora ves arriba y coge de mi armario una corbata.

A las ocho y media abandonaban la casa dirección al cementerio de Horta, don

Leopoldo y Benito con el Seat 1400 y Joaquín y Ramiro con Candela en su coche, un

Citroen ID (el famoso tiburón) que le había regalado de su marido.

119

Page 121: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Poco antes de llegar al cementerio empezó a caer una suave llovizna que se

transformó a su llegada en un fuerte chaparrón. Joaquín disfrutó de lo lindo del trayecto

sentado en el asiento delantero de aquel coche deportivo. Una vez estuvieron en la

puerta de aquel cementerio decidieron esperar dentro del coche al pie de las escaleras a

que amainase la tormenta y que llegase don Leopoldo.

-Al final ha aceptado hacer un trabajo para don Leopoldo, ¿cómo es que cambió de

idea? –le dijo Joaquín a Candela más para romper aquel silencio que por el interés real

por saber las causas que le habían llevado a cambiar de parecer.

-No podía faltar al entierro de un amigo... Lo cierto es que después de haber trabajado

juntos unos cuantos años no podía negarme a hacerle un sencillo favor.

Ramiro estaba sentado en la parte de atrás del coche escuchando pero sin abrir boca.

Estuvieron algo menos de diez minutos en el coche hasta que la tormenta aflojó

momento que aprovecharon Ramiro y Joaquín para salir y ascender a la carrera los

escalones que le separaban de la entrada. En pocos minutos Candela tras aparcar el

coche se les unió paraguas en mano.

Estando los tres en la puerta se vieron aparecer a Benito a sus espaldas que por lo

visto ya llevaba un rato dentro del cementerio.

-¿De donde sales tú? –le preguntó Candela.

-Ya hace un rato que hemos llegado, hemos entrado por la puerta lateral. Venir para

dentro no os quedéis aquí.

Entraron en una pequeña capilla a la puerta de la cual estaba aparcado un coche

fúnebre, un Buick de color gris metalizado. En el interior de aquella pequeña iglesia

había un féretro abierto situado al lado del altar y una enorme corona de flores.

-Buena madera –dijo Ramiro acariciando el ataúd con la palma de la mano-, el día

que yo me muera quiero uno como este.

120

Page 122: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Calla! Que nos traerás mal fario –le contestó Benito-, siempre pensando en cosas

desagradables. Cuando a mi me enterréis o quien me entierre prefiero que se gaste los

cuartos en beber a mi salud. Como si queréis meter en cajas de cartón, total yo ya no me

enteraré.

Pasados cuarenta minutos desde su llegada al cementerio apareció el Sr. José Luís

Gilabert acompañado de su hija Piluca. Benito se había encargado de montar guardia en

la puerta del cementerio y cuando los vio aparecer dio aviso a su compañero para que se

acomodase dentro del ataúd. Cuando padre e hija entraron en la capilla fueron directos

hacia Joaquín.

-Enrique muchacho permíteme que te acompañe en el sentimiento –le dijo

estrechándole la mano.

-Enrique sentimos mucho lo que le ha pasado a tu padre –añadió su hija dándole la

mano.

-Hablé con él hace tres días y le noté muy nervioso pero quien iba a pensar que le iba

a suceder esto. ¿Sabes tú lo de las tierras?

Antes de que Joaquín contestase Candela y Ramiro ya se habían colocado al lado de

Joaquín.

-No, no se nada de tierras... Permítanme que les presente a mis tíos. Esta es mi tía

Inés. Tía te presento al señor Gilabert y su hija Piluca.

-Encantada –dijo Candela dándole la mano al padre y a la hija.

Tras recibir las condolencias de padre e hija Candela les presentó a Ramiro, su

marido.

-Para mí mi tío Vicente casi ha sido como un padre –les dijo Joaquín-, quizás este mal

decirlo en estos momentos pero ha hecho más de padre por mí que mi verdadero padre.

121

Page 123: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Estuvieron un rato hablando. Joaquín informó a padre e hija que la misa ya había

concluido poco rato antes y que sólo había quedado la familia más cercana.

-Pero si en el diario ponía que la ceremonia sería a las diez.

-Lo siento ya ha finalizado y la gente ya se ha ido. No es que haya venido mucha

gente pero les hemos informado que nos gustaría que a la hora de darle sepultura sólo

estuviésemos los familiares más cercanos. Vengan si quieren verlo antes de que

cerremos el ataúd. Parece que esté dormido –le dijo Joaquín animándoles a acercarse al

féretro que aun permanecía abierto.

Estirado dentro de aquel ataúd con media tapa abierta estaba don Leopoldo

maquillado de manera que realmente parecía un muerto. Del féretro salía un olor

nauseabundo capaz de revolver las tripas a cualquiera. Sintiendo aquel desagradable

aroma padre e hija decidieron no acercarse demasiado.

Estando en aquella pequeña y oscura capilla apareció un sacerdote, que se acercó

hacia la puerta, donde se habían reunido todos entre otras cosas para evitar estar cerca

del ataúd y su repugnante olor. El sacerdote se dirigió hacia Candela.

-Señora Peris ya están esperando los sepultureros. ¿Quieren que les acompañe?

-Sí padre me encantaría que nos acompañase, si no es molestia para usted, y dijese

unas últimas palabras cuando lo enterremos. Padre Matías la ceremonia ha sido muy

emotiva, gracias por todo.

-Bueno pienso que será mejor que nos despidamos y dejemos a la familia en la

intimidad en estos momentos de dolor –dijo el señor Gilabert.

-No por favor no hay necesidad de que se vayan, ¿verdad tío?

-Por favor –contestó Ramiro-, mi cuñado no era una persona que tuviese demasiados

amigos, para él su vida era el trabajo y probablemente su mejor amigo el dinero. Por lo

122

Page 124: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

que si dos buenas personas y cristianas como ustedes nos quisieran acompañar en estos

momentos estaríamos encantados.

Cargaron el féretro en el coche que había en la puerta y la comitiva lo siguió a pie por

aquel pequeño cementerio hasta que llegaron ante un sepulcro que previamente ya había

sido abierto y acondicionado. Afortunadamente la lluvia dio un respiro y pudieron

finalizar el funeral sin necesidad de abrir los paraguas. Una vez se hubo introducido el

féretro en la sepultura el sacerdote dijo unas emotivas palabras que aparentemente

emocionaron a la supuesta hermana del difunto, acto seguido lo cubrieron con una

pesada losa y encima colocaron la corona floral.

Terminado el funeral se despidieron en la puerta.

-Si vienes a Barcelona llámame –le dijo Piluca al despedirse de Joaquín dándole una

tarjeta de visita de su padre en la que salía el número de teléfono de su casa.

Montándose en un bonito deportivo rojo de la marca Alfa Romeo padre e hija

abandonaron el cementerio y poco después lo hacían Joaquín, Ramiro y Candela en el

coche de esta.

-¿No teníamos que habernos quedado para ayudar a don Leopoldo a salir de aquella

tumba? –preguntó Joaquín un poco angustiado por haberse marchado creyendo que

habían dejado a su mentor dentro del sepulcro.

-No sufras Joaquín que don Leopoldo nunca ha llegado a estar dentro de esa tumba –

le contestó Candela sentada al volante de su coche.

-¿A no?

-Querido Joaquín tú aun no conoces a Leo. Leo es un fenómeno, nunca llegarás a

conocer a otra persona como él. ¿Has oído hablar del gran Houdini?

-No.

123

Page 125: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Houdini era el rey de los ilusionistas y sobre todo se hizo famoso por sus números de

escapismo. Era capaz de escaparse de tumbas, de grandes depósitos de agua donde lo

introducían atado con cadenas y de mil una situaciones de peligro sin despeinarse. Pues

don Leopoldo domina las mismas técnicas. Leo tiene siete vidas como un gato.

-¿Y lo de la peste a muerto que había en la caja?

-Supongo que dentro del ataúd tendría la compañía de un gato muerto, una rata o

alguna otra alimaña.

Candela dejó a Joaquín y a Ramiro delante de la puerta de casa de don Leopoldo y se

fue. El coche de don Leopoldo apareció veinte minutos más tarde.

-Entremos rápido –les dijo al verlos en la puerta-, que quiero lavarme y cambiarme de

ropa.

Don Leopoldo se había desmaquillado y adecentado pero cuando llegó ese penetrante

y desagradable olor perduraba. Para poder sacarse de encima ese repulsivo hedor

necesitó media hora de aseo acompañado de una buena cantidad de jabón y colonia.

-Bueno ahora ya estoy presentable. Aprovecho que os tengo aquí para deciros que

habéis estado todos perfectos en vuestra interpretación. Creo que este trabajo ya lo

podemos dar por zanjado y podemos comenzar a prepararnos para el que nos espera...

Al abandonar la casa de don Leopoldo y dado que casi no quedaba rastro de los

negros nubarrones que pocas horas antes habían descargado sobre la ciudad de

Barcelona decidió caminar el largo trecho que le separaba hasta casa. El olor a tierra

mojada que se respiraba después del aguacero le trajo recuerdos de otras épocas, pero su

mente no le permitió recrearse durante demasiado tiempo en los buenos recuerdos

porque había un asunto pendiente que le atormentaba, la desesperada petición de

Enriqueta respecto a marido. Había pospuesto por demasiados días el reunirse con

124

Page 126: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Enriqueta porque, por mucho que posiblemente la quisiera, no se veía con agallas para

acometer un acto de esa naturaleza.

Dado que el camino de Joaquín hacia casa pasaba a un paso de la sastrería de los

Llopis, y que el largo paseo hizo coincidir su llegada casi con la hora de cierre del

mediodía, le animó a esperar discretamente la salida de Enriqueta. Joaquín la abordó en

el cruce de las Ramblas con plaza Cataluña dirección hacia la calle Pelayo.

-¡Enriqueta! ¡Enriqueta! -le dijo situado a su espalda y tocándola sobre el hombro

derecho con su mano izquierda lo que causó un sobresalto en ella.

-¡Joaquín! ¿Por qué me das siempre estos sustos?

-Perdona no era mi intención. ¿Vas a comer a casa?

-Sí. Acompáñame un trecho –le dijo Enriqueta reemprendiendo el camino.

-¿Me permites que te invite a comer?

-¿Te lo puedes permitir?

-Sí, no te preocupes.

-Bueno, si insistes te dejaré que me invites.

Desviándose por la calle Talleres Enriqueta les llevó hasta una sencilla y pequeña

bodega donde se comía bastante bien por poco dinero. Durante la comida ninguno hizo

mención a la drástica proposición que Enriqueta le había hecho pocos días antes, entre

otros motivos por la proximidad de las otras mesas dentro de aquel pequeño local.

Cuando terminaron de comer y les sirvieron el café, las dos mesas contiguas a la de

ellos se habían vaciado, momento que Enriqueta aprovechó para preguntarle sobre el

tema.

-¿Has pensado en lo que te dije?

-¿A que te refieres?

125

Page 127: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No te hagas el tonto, ya sabes a que me refiero lo que hablamos el miércoles pasado

en mi casa.

Como olvidarlo, desde el miércoles pasado que no paraba de darle vueltas a las

palabras de Enriqueta, esas tres últimas noches le había costado dios y ayuda conciliar

el sueño pensando en el tema. Desde pequeño como a todo buen católico se le habían

inculcado unos valores y unas normas con origen en los sagrados mandamientos del

cristianismo, y el quinto mandamiento era sin lugar a dudas el más sagrado o al menos a

él así se lo habían enseñado. Su madre que había vivido la guerra civil, donde había

perdido a dos primos, varios amigos y vecinos a causa de la barbarie humana fruto de la

fraternal contienda, siempre comentaba que nunca había podido entender que llevaba a

un hombre racional y temeroso de Dios a quitar la vida a sus semejantes y a

comportarse como un animal.

-¡Claro que he pensado! –le respondió tras reflexionar unos segundos-, ¿Pero quieres

decir que no hay otra solución?

-No Joaquín, no la hay. Federico saldrá de la clínica la semana próxima... Y sólo

pensar en que me ponga las manos encima me desespera. Yo quiero estar contigo. ¿Me

quieres?

-Ya sabes que sí. Pero no sé si seré capaz de hacer lo que me pides.

-Tú déjalo en mis manos. Cuando sepa como hacerlo y vea el momento ya te lo diré.

Finalizado el almuerzo abandonaron la bodega y fueron a dar un pequeño paseo hasta

que Enriqueta tuvo que volver a la tienda. Antes de despedirse acordaron verse esa

noche y el lugar elegido fue el Apolo, un pequeño parque de atracciones y sala de

fiestas situado en la calle Marqués del Duero.

Poco después de las nueve llegó Enriqueta a su cita con Joaquín, él había llegado con

antelación y la esperó delante de de las puertas rojas que daban acceso a aquel

126

Page 128: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

maravilloso espacio dedicado al ocio situado haciendo esquina entra las calles Marqués

del Duero con Conde del Asalto. No habiendo cenado compraron unos bocadillos y

unas gaseosas y se los comieron dentro del local que albergaba las atracciones.

Al acabarse los bocadillos iniciaron la visita del parque por la casa de la risa, un

recorrido entre sus espejos curvos y la habitación inclinada, la visión de sus deformados

reflejos en los espejos divirtió especialmente a Joaquín que nunca se hubiese podido

imaginar que un espejo devolviese una imagen de uno tan diferente a la real.

A la visita de la casa de la risa le siguió la ciudad encantada, el laberinto y en cuarto

lugar la autogruta, la atracción más famosa y que más impresionaba. La atracción

consistía en un recorrido en vagonetas de dos que conducía a toda velocidad del infierno

al cielo. Entrando por las fauces de una diabólica cara la vagoneta descendía por sus

raíles a toda velocidad entre apariciones y momias hasta llegar hasta el mismísimo

caldero de Pedro Botero donde se podían ver los restos de los cuerpos de los infelices

que se cocinaban en él. El recorrido no se detenía aquí ya que luego se ascendía hasta el

cielo donde ángeles y querubines recibían al visitante. Enriqueta a diferencia de la gran

mayoría de mujeres y una buena parte de los hombres que visitaban la atracción ni se

asustó y mucho menos chilló, aparentemente era una mujer poco impresionable,

probablemente el recorrido sobrecogió más a Joaquín que a ella, entre otras cosas

porque verse esa representación tan explícita y figurada del infierno le hizo plantearse si

en caso de existir el infierno ¿no acabaría condenado en él por toda la eternidad si

accedía a la petición de Enriqueta?

Al salir de la autogruta Joaquín no estaba especialmente hablador.

-¿Qué te pasa? ¿No me digas que te has asustado? –le preguntó Enriqueta cogiéndole

por el brazo.

-¿Qué te hace pensar eso? –le respondió evitando decir la verdad.

127

Page 129: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Porque tienes el semblante descompuesto. ¿Quieres ir a beber algo?

-No, no hace falta que de verdad estoy bien.

No queriendo dar más explicaciones continuaron la visita del parque y de los

autómatas que se exponían en él. Cuando dieron la visita por finalizada decidieron

entrar un rato a la sala de fiestas que había anexa al parque. Antes de entrar le compró

tres cigarrillos a una vendedora que había en la puerta del local

Al igual que la sala de baile la Paloma, el Apolo con su escenario, sus palcos y sus

lámparas de araña presentaba un aspecto más propio de de un teatro que de una sala de

baile. Sólo entrar Enriqueta tirándole de la mano lo llevó hasta la pista a bailar, la

orquesta estaba tocando “cachito” canción que había popularizado el año anterior

Gloria Lasso. Lo cierto es que Joaquín no tenía demasiadas ganas de bailar, desde que

habían salido de la atracción de la autogruta que no se había podido quitar de la cabeza

la idea de cuales podrían ser las consecuencias de quitarle la vida a otra persona.

-¿Qué no te encuentras bien? –le pregunto Enriqueta abrazada a él mientras bailaban.

-Sí, ¿por qué lo dices?

-Porque estás ausente y se te ve muy serio.

-Será porque estoy cansado.

-¿Seguro que sólo es eso?

-Claro mujer.

-¿Prefieres que nos vayamos?

-Si no te importa lo preferiría.

-Un par de canciones y nos vamos ¿vale?

Diez minutos después abandonaban la sala Apolo y subiendo por la Ronda San Pablo

llegaron a la puerta de casa de Enriqueta en no más de veinte minutos.

128

Page 130: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿Quieres subir? –le preguntó ella no demasiado convencida de que Joaquín quisiera

subir.

-Es que estoy muy cansado creo que sería mejor dejarlo para otro momento.

-Bueno pero entra un momento en la portería, no quiero despedirme de ti aquí fuera,

no sea que alguien nos vea.

Cuando estuvieron en la penumbra de la portería Enriqueta le agarró del cuello y le

empezó a besar, mientras se besaban ella hizo descender su brazo derecho y le introdujo

la mano por dentro de los pantalones hasta alcanzar el miembro viril de Joaquín, con

ello logró que en pocos segundos este experimentase una tremenda erección.

-Sube –le susurró al oído.

Dada su excitación no pudo negarse a la invitación. Subieron a oscuras por la escalera

hasta el piso de Enriqueta, una vez dentro cerraron la puerta y encendiendo la luz se

dirigieron a la habitación. La pasión del momento consiguió hacerle olvidar por un rato

su preocupación.

Aliviado su libido le volvió la preocupación y así lo debió notar Enriqueta.

-Veo que mis mimos no te han hecho olvidarte de tus preocupaciones. Hablemos con

sinceridad, ¿me quieres?

-Sí, sí que te quiero.

-¿Pero?

Joaquín recostado en la cama no contestó y viendo su silencio fue la propia Enriqueta

la que se contestó a si misma la pregunta.

-Digamos las cosas claras. No te ves capaz de matar a ese cabrón de mi marido.

Piensa que con algo tan simple como un pequeño empujón o haciéndole ingerir una alta

dosis de sus pastillas nos desharíamos de él cobraríamos su póliza de vida y podríamos

estar siempre juntos. ¿Lo harás por mí?

129

Page 131: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-De acuerdo, si tú quieres que lo haga lo haré.

-¡Como te quiero! –le dijo abrazándole.

Salió de casa de Enriqueta antes de lo que le hubiera gustado ya que como en las otras

ocasiones ella se negó a que abandonase el piso por la mañana por miedo a que fuese

visto por los ojos indiscretos de los vecinos.

Joaquín llegó a casa bien entrada la madrugada y antes de irse a la cama se acercó a la

cocina a beber un vaso de leche, y cuál fue su sorpresa cuando estando en la cocina se

vio aparecer a Benito portando como única prenda de ropa un raído calzoncillo. La

primera reacción fue de sorpresa pero la visión del escuálido y peludo cuerpo de su

amigo en aquella cocina le provocó a Joaquín una sonora risotada.

-¿Qué pasa macho? ¿Qué no habías visto nunca el cuerpo de un Adonis? –le preguntó

al tiempo que hacía mil y una poses, como si intentase marcar músculos.

-¡Jajaja! Perdona que me ría pero es que no te esperaba de encontrar aquí.

-Claro como tú te vas de picos pardos y me dejas a la pobre Lola sola y desamparada,

pues aquí uno que es un caballero viene a hacerle compañía –le contestó al tiempo que

levantaba la tapa de una quesera que había sobre el mármol de la cocina y se cortaba un

buen tajo de queso.

-Bueno tigre te dejo que estoy cansado y me voy a la cama –le dijo Joaquín

acercándose al fregadero de granito donde dejó el vaso.

____________________________________________________________________

130

Page 132: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Hacía justo una semana que había abierto cuenta en aquel banco, depositando en ella

una buena cantidad de dinero. La apertura de aquella cuenta y su aspecto distinguido le

habían permitido ganarse al director de aquella oficina.

-Don Ramón si no tiene ningún inconveniente le invito a desayunar –le dijo don

Leopoldo al director cuando acabaron de arreglar papeleo en el despacho de este.

-Sr. Ortega iría encantado con usted pero me espera otro buen cliente...

El director salió del despacho con intención de acompañarle hasta la puerta pero al

salir se encontraron de frente con un caballero de poco más de cuarenta años bien

vestido y peinado que guardaba un tremendo parecido con habituales retratos de José

Antonio Primo de Rivera.

-¿Entonces no se anima a desayunar conmigo? Mire que aquí cerca hay un bar que

tienen un jamón y un embutido que quita el sentido –le dijo don Leopoldo al director

justo en el momento que estaban al lado de la visita que esperaba para hablar con este.

-Se lo agradezco pero tengo trabajo, en otra ocasión será. Pero miré casualmente aquí

el señor Codina es de Vich, y ahí si que tienen un buen embutido. Sr. Codina le presento

al Sr. Amadeo Ortega y Argote, otro buen cliente de esta oficina.

-Encantado- contestó estrechándole la mano a Don Leopoldo.

-Bueno ya que ustedes tienen temas que tratar y yo estoy famélico les dejo. ¡Que

tengan un buen día!

Al salir del banco se metió en un bar que había a escasa distancia de este en la acera

de enfrente y se sentó en el extremo de la barra más cercano a la puerta. Tuvo que

separar un poco el taburete de la barra para poder tener una visión clara de la oficina

bancaria a través de la antigua puerta acristalada del bar.

Pasaron veinte minutos, que don Leopoldo utilizó para desayunar, antes de que el Sr.

Codina abandonase la oficina. En cuanto este pisó la calle dos hombres con aspecto de

131

Page 133: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

rateros comenzaron a seguir sus pasos. Don Leopoldo abandonó el bar y se quedó

mirando la escena desde la distancia. Cuando el caballero llegó a la altura de un antiguo

portal uno de aquellos rufianes le dio un empujón que lo lanzó contra la puerta y acto

seguido entre los dos le cerraron el paso amedrentándolo navajas en mano. Con toda la

calma y sigilo posible don Leopoldo cruzó la calle y se acercó a aquel portal caminando

bien arrimado a la pared para evitar ser visto, una vez a la altura del portal sin

pensárselo descargó con su bastón un golpe rápido y certero contra la mano derecha de

uno de los dos individuos, la fuerza del golpe hizo que ha este se le cayese la navaja al

suelo, levantando el bastón le propinó un nuevo golpe al segundo ratero.

-¡Os voy a moler a palos hijos de una mala pécora! –les gritó alzando de nuevo el

bastón.

Ante los gritos y las amenazas de don Leopoldo los dos sujetos echaron a correr, no

sin que antes el más bajo de los dos se agachara a recoger su navaja, para acto seguido

desaparecer.

-¿Se encuentra usted bien? –le preguntó al pálido y desencajado Sr. Codina.

-Todo lo bien que se puede estar después de un susto como este. ¡Gracias! ¡Muchas

gracias! No sé que hubiese pasado si no llega a aparecer usted por aquí.

-Supongo que lo hubiesen aligerado la cartera y quizás se le hubiesen llevado el reloj.

No le dé más vueltas y permítame invitarle a tomar una tila, después de un susto como

el que acaba de pasar le irá bien.

Los dos hombres cruzaron la calle, entraron en el bar donde minutos antes don

Leopoldo había desayunado y se sentaron en una de las pequeñas mesas de mármol que

había delante de la barra.

-Pues le vuelvo a dar las gracias por haberme ayudado y por su valentía. Pocas

personas se hubiesen atrevido a jugársela por un extraño.

132

Page 134: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Bueno extraño, extraño tampoco es, en el momento que el director del banco nos

presentó dejó de ser un extraño para convertirse en un conocido.

-Discúlpeme, no querría parecer descortés, pero no recuerdo su nombre.

-Amadeo Ortega y Argote, para servirle a usted.

-Más servicio del que ya me ha hecho...

-Bueno ya puede olvidarse del tema -le dijo don Leopoldo interrumpiéndole-, que al

final me va a sacar los colores. Usted, si no recuerdo mal, es el señor Codina.

-Pedro Codina.

Hicieron una pausa en la conversación para pedir al camarero de detrás de la barra

que les sirviese. Una vez fueron atendido prosiguieron con su conversación.

-Me ha dicho el señor Galcerán que estaba pensando en montar alguna empresa textil

o invertir en el sector.

-Lo cierto es que siempre me ha gustado diversificar mis inversiones y es innegable

de que el sector textil hace años que es uno de los sectores que mejor funcionan en este

país.

-Yo y mi familia tenemos una empresa textil y otra del sector de la piel y también

tengo participación e inversiones en alguna que otra empresa. Si realmente está

interesado de invertir en el sector podría venirse un día a Vich y hablaríamos del tema.

¿Conoce usted Vich?

-No, he oído mucho hablar de la población pero nunca he estado.

-Pues no se lo piense más y vengase un día.

Estuvieron pocos minutos más en aquel bar hablando de temas triviales. Antes de

despedirse le Sr. Codina le hizo entrega a don Leopoldo de una tarjeta de visita con su

número de teléfono.

133

Page 135: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No dude en llamarme, podemos hacer buenos negocios juntos –le dijo el Sr. Codina

desde la puerta del bar al irse.

134

Page 136: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Capítulo V

Era una soleada y calurosa mañana de junio, la peculiaridad climática de la zona

hacía que a pesar del buen tiempo hubiese una fina calina que difuminaba la luz dando

un aspecto peculiar a la antigua población.

Para don Leopoldo era la primera vez que ponía un pie en Vich. Una señorial

población situada al norte de Barcelona que había hecho durante muchos años de

ganadería y el curtido de pieles el motor principal de su economía, al margen de otras

actividades que cada vez iban a más como era el caso del ganado porcino y la

elaboración de embutidos. En las referencias que Benito le había dado al respecto de la

población le había hecho mención a otra actividad, que aunque poco dinero le debía

reportar, en la que era puntera en toda la provincia, la creación de clérigos y monjas. Si

de iglesias iba bien servida no menos en conventos y seminarios.

Una semana antes había hablado por teléfono con el señor Codina acordando de verse

ese viernes. Don Leopoldo llegó, conduciendo el personalmente su 1400, con la

antelación suficiente para evitar que cualquier imprevisto le hiciese llegar tarde a su

cita. El punto de encuentro donde habían quedado fue la estación de ferrocarril. A la

hora acordada se encontraron.

-¡Bon día don Amadeo! –le saludó de manera educada pero sin demasiado entusiasmo

extendiéndole la mano.

-Buenos días –le contestó don Leopoldo estrechándole la mano.

-¿Ha desayunado usted?

-Sí, gracias.

Aquel hombre iba impecablemente vestido con un traje de algodón de color beige

claro, corbata de rayas diagonales azules y verdes, zapatos blancos y a diferencia de don

135

Page 137: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Leopoldo, el cual tenía costumbre de llevar siempre sombrero, llevaba la cabeza

descubierta con el pelo abrillantinado y peinada hacia atrás.

Ofreciendo el Sr. Codina su coche para desplazarse don Leopoldo dejó su coche

delante de la estación y subiendo al a aquel citroen 11 (citroen pato) arrancaron

dirección a la cercana peletería.

A tocar un pequeño riachuelo se agolpaban unas cuantas peleterías con sus altillos

repletos de pieles dispuestas para su secado. Antes de que se detuviese el coche se hizo

perceptible un nauseabundo olor que en el momento en que abrió la puerta del coche fue

más intenso. El hedor provenía de las peleterías, un olor a putrefacto que obligó a don

Leopoldo, poco acostumbrado, a taparse la nariz usando su pañuelo.

-¡Qué finos que sois los de ciudad! –exclamó el Sr. Codina al verle-. No se preocupe

que ya se acostumbrará.

Don Leopoldo intentó que la visita fuese lo más corta posible, por lo que no hizo la

menor pregunta sobre el trabajo que desarrollaban en aquella anticuada fábrica.

-¿Por lo que veo no le interesa demasiado el sector de la peletería?

-No demasiado, tal como le dije lo que me interesaría sería invertir en el sector textil.

Pienso que la calidad de nuestros tejidos no tiene nada que envidiar a los que se puedan

hacer en países como Italia, y encima a un precio mucho más ventajoso.

-Pues vamos hacia la fábrica textil que tengo en Torelló. Es una población aquí

cercana.

En veinte minutos llegaron a la fábrica, una antigua nave de obra vista de

considerable tamaño situada a la orilla del río Ter. Al igual que en la peletería que

habían visitado anteriormente la maquinaria y la forma de trabajar no parecía que

hubiese experimentado demasiados cambios desde principios de siglo. Daba la

sensación que la familia Codina no había reinvertido demasiado dinero en modernizar

136

Page 138: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

sus empresas. En aquella vieja y ruidosa fábrica debían trabajar una treintena de

personas.

Durante la visita les acompañó Joan, el encargado de la fábrica y mano derecha del

Sr. Codina, un individuo rudo y vulgar de piel morena que presentaba una leve cojera.

El encargado, hombre parco en palabras, se limitó a nombrar cada máquina y las

explicaciones sobre cual era su función las daba el dueño de la empresa.

Al finalizar la visita el propietario condujo a don Leopoldo hacia las acristaladas

oficinas situadas un piso por encima de la gran nave desde donde se podía ver buena

parte de la fábrica. Tras entrar en la oficina el Sr. Codina cerró la puerta a su espalda lo

que redujo considerablemente el ensordecedor ruido. Las dependencias estaban

divididas en dos partes: en una trabajaban un viejo contable y una joven secretaria y la

otra era la destinada a despacho del propietario de la empresa. Una vez en el despacho

los dos caballeros tomaron asiento, el Sr. Codina tras el antiguo escritorio de roble en su

sillón giratorio de cuero rojizo y don Leopoldo delante de él en una silla.

-Bueno ya le he enseñado las dos fábricas familiares. ¿Sigue usted interesado en

invertir en el sector textil?

-Sí esa era mi idea, entre otras cosas porque tenía el pleno convencimiento de que se

podría hacer un buen negocio colocando parte de la producción en diferentes países de

Sudamérica en los que tengo otros negocios y buenos contactos, e incluso si la cosa va

bien abrir alguna fábrica in situ. Lo que pasa es que antes de tomar una decisión he de

viajar a Uruguay para ver como están mis negocios allí ya que este pasado abril

hubieron unas tremendas inundaciones y parece ser que he perdido una parte importante

del patrimonio en el que había invertido parte de mi capital, a lo que tendría que añadir

la que más probable perdida de una pequeña finca de caña de azúcar que heredé del

hermano de mi padre en Cuba, ya sabe como están las cosas en la isla. Por lo que le

137

Page 139: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

pediría reunirnos dentro de aproximadamente tres o cuatro semanas si a usted le va bien

y no tiene reparo en esperar a mi vuelta.

-Collons amigo mío menuda racha. ¿Por qué cual era su idea de inversión?

-Mire lo que no quería hacer era entrar en un sector en el que soy totalmente neófito y

jugarme el dinero a ciegas. Por lo que mi idea era invertir en alguna empresa del sector

que ya tuviese una dilatada experiencia. Realmente prefiero correr los mínimos riesgos

aunque también tenga que renunciar a parte de los beneficios.

-Pues creo que podremos entendernos a la perfección. Hace tiempo que me rondaba

por la mente ampliar y modernizar la fábrica familiar y creo que si decidiese asociarse

conmigo nos podría ir muy bien.

-Eso es lo que espero –le contestó con una sonrisa don Leopoldo.

En una profesión como la suya se tenía que saber calar a la gente y en eso él siempre

se había considerado bastante bueno, más tras los años que llevaba viviendo de ello, y la

impresión que le daba aquel hombre que estaba sentado delante de él con sonrisa

hipócrita era la de un individuo sin escrúpulos que no tendría el menor reparo en

estafarle en caso de que realmente se asociasen.

Levantándose el Sr. Codina de su mesa se acercó a un pequeño armario con la puerta

corredera de persiana, tipo buró, y sacó una botella de coñac y dos vasos.

-¡Brindemos por que no halla ningún impedimento a nuestra asociación y por que

podamos ganar mucho dinero juntos! –dijo acercándose a la mesa y abriendo la botella

de coñac.

-A mi no me ponga demasiado –le dijo don Leopoldo viendo la cantidad que había

echado en el primer vaso- que a estas horas de la mañana no estoy demasiado

acostumbrado a beber.

138

Page 140: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Ya verá que coñac, me lo trae un amigo de Francia. Bueno porque no surjan

impedimentos y podamos llevar a buen puerto nuestros negocios –dijo el anfitrión a

modo de brindis tras ofrecerle un baso a don Leopoldo.

No tardaron demasiado en abandonar la oficina y dirigirse al coche del Sr. Codina

para enfilar la carretera que les llevaría de vuelta a Vich.

-Y si me lo permite ahora le llevaré a comer a uno de los mejores restaurantes de

Vich.

-No quisiera molestar, usted tendrá sus obligaciones y probablemente una familia que

le espera en casa.

-Sí, pero no hay de que preocuparse que mi mujer está acostumbrada a que coma

fuera de casa. Le llevaré a can Ventura, verá que bien se come.

Efectivamente comieron de primera en aquel restaurante situado en el paseó que hacía

la circunvalación donde en otra época se situaron las murallas que rodeaban al antiguo

núcleo de la población.

Las últimas pesquisas que había hecho Benito sobre el Sr. Pedro Codina habían dado

como resultado tener conocimiento de un rumor bastante extendido que circulaba por la

población sobre la procedencia de parte del capital con el que contaba esa familia. Se

decía que estando en una situación económica bastante comprometida habían

conseguido durante la época de la segunda república reemprender el vuelo gracias a que

diferentes parroquias y congregaciones religiosas, así como algún que otro particular

habían recurrido en esa época convulsa de nuestra historia a la familia Codina para

poner a salvo su patrimonio, monetario y artístico, y que entre lo que nunca volvió a

manos de sus amos y lo que les rindió el saber mover ese capital les permitió salvar sus

fábricas y amasar una considerable suma de dinero. El padre de su anfitrión como el

hijo se habían sabido mover entre dos aguas a la perfección y tras el alzamiento

139

Page 141: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

nacional aun consiguieron una mejor posición social y económica. Esta historia, de ser

cierta, aun animaba más a don Leopoldo de seguir con los planes previstos y no tener

ningún escrúpulo con ese individuo presuntuoso que tenía sentado delante de él.

Terminados de comer los excelentes manjares de los que pudieron disfrutar en aquel

típico restaurante prosiguieron sus conversaciones acompañadas de una copa de coñac y

un buen puro canario.

-Para puros buenos los cubanos –dijo cómodamente sentado en la silla el Sr. Codina a

tiempo que exhalaba el humo del cigarro tras haber remojado el extremo de este en la

copa de coñac que sostenía con la mano izquierda.

-Sin lugar a dudas –le respondió don Leopoldo-, pero me parece que tal como están

las cosas en Cuba tendremos que conformarnos con el producto nacional.

-Malditos rojos, colla de subnormales exaltados –añadió el Sr. Codina pensando en la

inminente victoria de los revolucionarios cubanos que había conseguido que el

presidente Batista abandonase el poder.

-Estamos en época de grandes cambios.

-Sí, pero a mi personalmente me parece que estos cambios no pueden traer nada

bueno, suerte tenemos de haber nacido españoles y de tener un jefe de estado como el

Caudillo.

-Amén amigo Codina, amén.

Después de comer salieron del restaurante y caminando se dirigieron hacia la plaza de

la estación donde don Leopoldo había dejado aparcado su coche, se despidieron

acordando de verse a la vuelta del supuesto viaje de don Leopoldo por Sudamérica.

____________________________________________________________________

140

Page 142: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Hacía casi dos semanas que Federico había salido de la clínica y en un fugaz

encuentro que Joaquín tuvo con Enriqueta, un medio día tras el cierre de la tienda, esta

le había planteado cuando y como creía ella que sería la mejor forma de poner fin a la

vida de su marido. Había trazado un plan detallado que consistía en desplazarse con su

esposo el próximo fin de semana a la cercana población del Masnou, donde el padre de

ella tenía una casa que utilizaban para el veraneo y algún fin de semana ocasional, una

vez allí con el pretexto de una prima enferma abandonaría la población el sábado y no

volvería a subir con el pretexto de haber perdido el último tren. Conociendo a su marido

Enriqueta le aseguró de que lo más normal es que no gustándole demasiado la idea de

estar sólo cogería uno de los primeros trenes de la mañana del domingo para volver

hacia Barcelona, momento apropiado para que Joaquín se desembarazase de él

aprovechando alguno de los trenes directos que pasaban por la población sin detenerse

en la estación.

Una de las pocas distracciones que tuvo esa calurosa semana de junio, en la que don

Leopoldo estuvo ilocalizable, se la dio Benito el mismo día de su encuentro con

Enriqueta. Esa tarde se reunieron en una tasca donde el alegre carácter de Benito

permitió a Joaquín evadirse por un rato de su compromiso del próximo domingo.

-Que cara de acelga me llevas. ¿Qué vas estreñido? –le soltó con guasa Benito cuando

lo vio aparecer por la puerta.

-No, supongo que debe ser el calor –le contestó Joaquín mientras tomaba asiento

delante de él en aquella mesa de mármol.

-¿O quizás mal de amores?

-No, de verdad que no es nada de eso.

141

Page 143: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Que no me entere yo que sufres por una mujer. Macho piensa que hay más mujeres

que longanizas... Bueno que ¿te pido un baso de ese dulce néctar que tanto te gustó la

otra vez?

-¿Néctar?

-Sí, ¿qué si quieres un vermut?

-Sí, por favor.

-A mi no me la pegas, a ti te pasa algo.

-Bueno..., quizás tengas razón y un tema de amores sea lo que me tiene algo atontado

–le contestó pensando que sería un mal menor aguantar los consejos y bromas sobre el

mal de amores que le pudiese hacer su amigo.

-Ves macho a mi es difícil pegármela.

Durante un buen rato Benito le estuvo haciendo una disertación sobre el amor y los

efectos negativos que este tenía en el hombre retrayéndose con sus ejemplos hasta Adán

y Eva y el pecado original. La charla se fue animando a medida que se fue regando con

vermut y un vino amontillado por parte de Benito.

Abandonaron el bar después de casi dos horas, en el caso de Joaquín bastante tocado

por la poca costumbre de beber, no así en el caso de Benito en el cual el exceso de

alcohol apenas era perceptible, quizás se le podía notar en su mayor locuacidad. Su

próxima parada fue un discreto prostíbulo de la calle hospital.

El lupanar situado la segunda planta de una antigua finca era un piso espacioso en el

que ofrecían sus servicios cinco muchachas relativamente jóvenes bajo la gestión de un

anciano matrimonio.

-Buenas tardes –les dijeron al unísono los dos ancianos desde detrás de la mesa donde

estaban sentados, él leyendo el diario y ella haciendo cuentas, al verles entrar en el

salón-comedor siguiendo a la muchacha que les había abierto la puerta.

142

Page 144: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Buenas tardes tengan ustedes.

-¿Qué a ver a las muchachas? –les preguntó el anciano con aire socarrón.

-Hombre supongo que no creerá que venimos a jugar al parchís –le soltó Benito con

su gracia habitual.

-Pues si son tan amables de esperar un momento la Carmen irá a buscar a las otras

muchachas.

En los minutos que tardaron en salir de sus habitaciones las chicas se inició un

dialogo de besugos entre Benito, Joaquín y el matrimonio de ancianos.

-¿Qué, hace calor? ¡eh! –preguntó la abuela.

-Pues un poquito –respondió Benito.

-Más calor hace en esta época del año en mi tierra –añadió el anciano.

-Hay tierras muy calurosas en este país.

-Sí, sí, en la mía en esta época del año el sol también apreta con fuerza –agregó

Joaquín, a lo dicho por Benito, alargando las sílabas aun tocado por el alcohol ingerido

momentos antes.

-Es que hay mucha humedad en Barcelona y mis viejos huesos eso lo notan –dijo la

anciana y desdentada alcahueta.

-Pero si está usted hecha una chiquilla, cuando mi amigo la ha visto la ha confundido

con una de las muchachas.

-Hay que saleroso que es usted...

-Y mentiroso –dijo el marido interrumpiendo a su mujer.

La conversación no dio para más dado que en ese momento aparecieron cuatro

muchachas.

-Miren aquí las tenemos a cuatro de ellas, ¿a que son cuatro lindas flores? –les soltó

la anciana.

143

Page 145: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Un lirio, un clavel, una rosa y la flor del cardo –le respondió Benito viendo lo fea

que era una de las cuatro.

-No diga eso hombre que ese cabello rubio que tiene gusta más de lo que usted se

cree –le dijo la anciana.

-¿Sabe usted que dicen de las rubias de bote? –les preguntó Benito con una media

sonrisa en los labios.

-Pues no –contestaron los ancianos.

-Pues que rubia de bote chocho morenote.

A la ocurrencia de Benito todos los presentes, menos la aludida, rompieron a reír.

Apagados los ecos de las risas Benito escogió a su acompañante, una joven de

redondeadas formas, así como la de su embriagado amigo y se fueron hacia las

habitaciones. Antes de entrar en la habitación Joaquín se fue al lavabo, donde se

refrescó, cosa que le permitió mejorar su estado. Cuando entró en la habitación la

muchacha lo esperaba estirada desnuda encima de la cama, al verla fue conciente de

donde estaba, pero como desaprovechar a su edad una invitación como esa.

Satisfechas sus necesidades abandonó la habitación y se quedó esperando compañía

del septuagenario matrimonio a que su amigo finalizase, cosa que tardó un buen rato en

producirse hasta el punto que la mujer se acercó a la puerta de la habitación a poner

prisa a la pareja e indicándole a Benito que si tardaba mucho más tendría que cobrarle

un extra. Una vez hubo finalizado salió de la habitación, pagó su servicio y el de su

amigo y juntos abandonaron el piso.

-¿Vamos a picar algo? –le preguntó Benito.

-La Lola me espera para cenar.

-¿Crees que le molestará si me presento contigo?

-Pues no se..., no creo.

144

Page 146: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Pues macho vamos para su casa, que ahí comeremos bien.

En pocos minutos se plantaron en casa de la Lola y cuando esta les recibió Benito

percibió de seguida que su inesperada presencia no era todo lo bien esperada que él

esperaba.

-Amiga Lola no me pongas esa carita, que si un servidor molesta se va por donde ha

venido y aquí fiesta y todos tan amigos. Que yo no quisiera ser un incordio ni dar más

trabajo a la reina de la casa.

-Más que la reina aquí una a veces se siente la chacha.

-Como puede decir eso este pedazo mujer cuyo soberbio porte ya quisiera tener una

reina.

-Desde luego mi arma con esa gracia zalamera sabes como engatusar a una mujer.

Venga pasar pa dentro que estoy a punto de sacar la cena.

En el comedor les esperaba el Sr. Armengol, al cual le alegró bastante la presencia de

Benito.

-¡Hombre el artista! Don Benito Alcoba si mi memoria no me engaña.

-El mismo que viste y calza, don Antoni el vicense, ¿por qué los naturales de Vich no

tengo claro si son los vicenses o los viciosos?

-¡Jajaja! Home lo de vicioso en mi caso hace unos años tal vez, pero en la actualidad

mis pecados son muy veniales. Venga siéntese aquí a mi lado.

La conversación fue interrumpida por la Lola que empezó a poner la mesa.

-¡Lola! ¿te echo una mano? –le dijo Benito ofreciéndose a ayudarla.

-¿On li vol aquet fotre la ma? –soltó en catalán de manera sarcástica el Sr. Armengol.

-¿Cómo? –le preguntó Joaquín no habiendo entendido la pregunta.

-Decía de donde le querrá este echar la mano –le aclaró el simpático anciano.

-Don Antoni, don Antoni que le he oído –añadió la Lola-, un poco de respeto.

145

Page 147: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Con la ayuda de Benito y Joaquín pusieron la mesa y poco después la Lola sirvió el

primer plato.

-¿Os gusta el salmorejo? –preguntó la Lola al dejar la fuente delante de Benito

dirigiéndose especialmente a él-, que aquí servidora lo ha preparado con to el cariño del

mundo.

-A mi me gusta todo, yo no le hago ascos a nada, y si los has hecho tú seguro que

debe estar de rechupete.

Como en la vez anterior que Benito estuvo cenando en esa casa, la velada fue

distendida y alegre. La alegría de la Lola, la labia de Benito y la jocosidad del Sr.

Armengol formaban un cóctel de diversión, que le permitió a Joaquín distraerse por un

rato y olvidar los quebraderos de cabeza de su relación con Enriqueta.

Finalizada la cena la Lola hizo café y lo sirvió acompañado de una botella de anís y

de los restos de una botella de coñac.

-Reina ¿has pensat en mí? –le preguntó el Sr. Antoni.

-No se preocupe que ahora le saco su poleo.

Cuando tuvo su poleo lo regó generosamente con una buena cantidad de anís, tal

como él decía lo enriquecía.

-Quimet ¿una copita de anís? –le dijo el señor Armengol a Joaquín después de

haberse servido él.

-No gracias, hoy no me apetece.

-A mi lo que me parece es que tú hoy vas una mica carregado. Que te crees que no

me he dado cuenta cuando has llegado.

-Bueno quizás un poco, pero le aseguro de que ahora estoy bien, pero no me apetece.

-Vamos a alegrar un poco esto –dijo Benito levantándose de la mesa para encender la

radio situada sobre el bufete que tenía a sus espaldas.

146

Page 148: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Tras buscar por diferentes emisoras se detuvo cuando encontró una canción que le

gustó, Diana de Paul Anka. Apartando la silla Benito rodeó la mesa, se acercó a la Lola

y haciéndole una reverencia la sacó a bailar.

Bailaron, bebieron y se lo pasaron en grande hasta que la Lola quiso poner fin al

jolgorio poco antes de las once de la noche.

-Por hoy creo que ya está bien ¿no?, que mañana es día laborable y no es cuestión de

que se me quejen los vecinos.

Vente minutos después Benito abandonaba la casa, no sin antes intentar prolongar la

fiesta en la alcoba de la Lola, cosa que esta le negó.

____________________________________________________________________

Los días de la semana pasaron rápidos, para Joaquín más rápidos de lo que le hubiese

gustado, y llegó el fatídico día. Él estaba ahí plantado en un banco del andén de el

apeadero de la población costera del Masnou sentado parapetado detrás de un diario

para evitar ser visto y reconocido por Federico.

Era primera hora de la mañana de ese segundo domingo de junio y el andén estaba

vacío y así estuvo un buen rato hasta que apareció una pareja de la guardia civil. Al

percatarse Joaquín de la presencia de los dos agentes comenzó a experimentar un

incremento de su ritmo cardiaco, su corazón latía con tal fuerza y rapidez que parecía

que se le fuese a salir del pecho y un sudor frío comenzó a perlarle la frente y a recorrer

su torso empapándole la camisa. Con discreción se sacó del bolsillo de la americana un

pañuelo y se secó el sudor de la frente. Cuando los dos agentes pasaron delante de él,

bajó el periódico y les saludó con educación a lo que ellos respondieron llevándose la

mano derecha al tricornio y dándole los buenos días. Recorridos los andenes de la

estación los agentes se encaminaron hacia la salida pero en el momento que iban a salir

147

Page 149: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

se encontraron de frente con el marido de Enriqueta y ante la sorpresa de Joaquín se

saludaron y comenzaron a hablar amigablemente, dando la inequívoca sensación de

conocerse. La conversación no se prolongó más de tres escasos minutos, que a Joaquín

se le hicieron eternos, pero tras los cuales por fin estaba a solas con Federico.

La fortuna, si es que se le podía llamar así, hizo que a esa hora de la mañana no

hubiese nadie en la estación. Federico estaba allí de pie bien arrimado al borde del

andén con la mirada perdida, si el directo que iba a Barcelona no se retrasaba y él no se

movía de esa posición la situación sería de los más propicia para llevar a cabo el

perverso plan. A los cinco minutos se oyó el silbido del tren y Joaquín se levantó del

banco y a paso rápido se acercó a Federico, este seguía meditabundo y poco atento a lo

que sucedía a su alrededor. Con Joaquín situado a su espalda y el tren a unos escasos

vente metros de su posición sucedió algo que no había previsto, Federico se giró y al

verle le hizo una mueca para acto seguido dar un paso al vacío y dejarse caer a las vías,

Joaquín actuando instintivamente intentó cogerlo pero lo único que pudo hacer fue

agarrarlo del pelo por lo que cuando cayó ante la locomotora se quedó con un mechón

de su pelo en su mano izquierda.

Conmocionado por lo ocurrido Joaquín no supo reaccionar hasta que el chirrido de

los frenos del tren le volvió a la realidad, en ese momento apareció el jefe estación y se

le acercó para preguntar que era lo que había ocurrido.

-¿Qué ha pasado? –le interrogó el jefe de estación.

-Se ha tirado... –le contestó Joaquín con voz trémula afectado por lo que acababa de

pasar. He... he intentado cogerle, pero no he podido –añadió mostrando el mechón de

cabellos que aun sostenía en la mano.

-Espérese aquí que voy a hablar con el maquinista.

148

Page 150: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

El jefe de estación dejó a Joaquín solo delante del último vagón del tren, que ocupó el

espacio donde se había arrojado Federico, y se fue hacia la locomotora en busca del

maquinista.

En cuanto Joaquín se quedó a solas y pudo reaccionar abandonó la estación a la

carrera sin mirar atrás. Anduvo un buen rato reflexionando sobre lo que había pasado e

intentando sacárselo de la cabeza. Para volver a Barcelona decidió caminar el buen

trecho que le separaba de la cercana población de Montgat y allí coger el tren.

A media mañana llego a Barcelona, el tren le dejó en plaza Cataluña y de allí de fue

caminando hasta casa de Enriqueta. La puerta de la escalera estaba cerrada, pero al

empujarla le debió oír la portera que, aun siendo domingo, se apresuró a abrírsela antes

de que él pudiese sacar la llave que días antes le había dado la propia Enriqueta.

-¡Buenos días! ¿Qué quería? –le preguntó aquella anciana y enjuta mujer enfundada

en su una horrible bata de color rosa.

-Estoy buscando a la Sra. Enriqueta Llopis.

-Si se refiere a la Sra. de Marañón no está, hace media hora aproximadamente ha

venido a buscarla la policía y se la han llevado. Por los visto su marido ha tenido un

accidente.

-¿Algo grave? –le preguntó intentando disimular.

-Podría ser. No sería de extrañar que el Sr. hubiese hecho alguna locura. ¿Y usted es?

-Un amigo de la familia.

-¿Quiere que le deje algún mensaje?

-No, no se preocupe ya volveré –y sin dar más explicaciones se fue.

El ir a casa de Enriqueta no estaba en los planes que ella le había transmitido en su

encuentro a principios de semana, pero la ansiedad por lo ocurrido y las ganas de verla

hicieron que contraviniese lo acordado, habían quedado de que una vez hubiese llevado

149

Page 151: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

a cabo el plan le haría una llamada, para ello le facilitó su número de teléfono de casa

cosa que hasta la fecha había rehusado hacer, le indicó que hiciese una llamada perdida:

dos toques si todo salía bien y cuatro en caso contrario.

Sin alejase demasiado de casa de Enriqueta estuvo esperando cuatro horas a que

volviese. A la hora de comer comió un bocadillo en un bar cercano, no tanto por el

hambre que pudiese tener como por no estar todo el rato esperando en la calle y poder

utilizar el teléfono público del que disponían. Antes de salir del bar llamó desde allí a

Enriqueta, su intención era comprobar que no hubiese llegado en el rato que estuvo

comiendo, al ver que no contestaba nadie se dirigió hacia su casa y se quedó esperando

en la acera contraria del edificio. No llevaba demasiado rato apostado delante de su casa

cuando un coche negro se detuvo delante de la portería y de él descendió Enriqueta y su

padre, tras permanecer unos pocos minutos hablando se despidieron, ella entró en su

casa y él se marchó.

Intentando evitar ser visto por la portera abrió, intentando no hacer ruido, la puerta de

la escalera con la llave que pocos días antes le había dado la propia Enriqueta y con el

mayor sigilo posible subió hasta casa de Enriqueta, al abrir esta la puerta y encontrarse

con Joaquín allí delante habiendo hecho caso omiso de sus indicaciones la enojó, por el

posible riesgo que entendía ella que podía existir en caso de una posible investigación.

-¿Qué haces aquí? ¡No te había dejado claro que no podías venir! –le dijo susurrando

toda encendida-. Entra, rápido.

-Es que las cosas no han salido como tú piensas –le contestó cuando ella hubo cerrado

la puerta tras él.

-Me da igual, Federico está muerto y ya está. ¿Qué es lo que no entendiste?

¡Habíamos quedado de que llamarías!

-Perdona, pero déjame que te explique lo que ha pasado.

150

Page 152: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿Qué me has de explicar?

-Pues que estábamos los dos en el anden esta mañana, parecía que todo iba sobre los

previsto porque por suerte no había nadie más en la estación en ese momento, por lo que

me he ido a su encuentro en el momento en que llegaba el tren a la estación, y cuando

me disponía a, a.... –en aquel momento afectado por lo que había sucedido empezó a

sollozar-. ¡Se suicidó! No hizo falta que le empujase saltó a la vía después de mirarme a

la cara.

-Bueno no te preocupes –le dijo abrazándole de manera maternal-. Piensa que...

-Me miró a la cara y saltó –le dijo interrumpiéndola-. Es como si me hubiese

reconocido y se adelantase a mis actos.

-No digas tonterías. Bueno piensa que si se ha quitado él la vida es mejor para todos,

piensa que tú no has tenido ninguna responsabilidad. Ahora lo mejor que se puede hacer

es dejar pasar el tiempo. La policía está intentando localizarte, pero no te preocupes

porque te buscan como testigo de lo sucedido, porque según les contó el jefe de estación

tú simplemente fuistes testigo y según su versión intentastes salvarle la vida a Fede.

¿Por qué el jefe de estación vio algo?

-No, no vio nada, es lo que le conté antes de marcharme de ahí –Joaquín pasó por alto

en su relato el gesto que tuvo de intentar salvarle la vida a su esposo.

-Quizás para él sea más cómodo que la muerte sea por suicidio que no por asesinato.

Bueno no le demos más vueltas... Ahora lo importante es que no vengas por aquí y no

nos veamos por un tiempo, no estaría bien que una viuda fuese vista con un muchacho

recién fallecido su esposo y más si te reconocen como el que estuvo en la estación.

Escuchadas las indicaciones de Enriqueta, que le obligaban por la seguridad de ambos

a separarse temporalmente de su vida, abandonó la casa.

151

Page 153: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Capítulo VI

A falta de un día para que se cumpliesen cuatro semanas desde el encuentro que había

tenido lugar en Vich, don Leopoldo llamó al Sr. Codina para informarle de su regreso y

acordar una reunión. En contra de los deseos de don Leopoldo, pero ateniéndose a la

expresa petición de su posible asociado, acordaron de verse en Barcelona,

concretamente en su casa.

-¿Y por qué han elegido de verse aquí? –le preguntó Benito a Don Leopoldo.

-Porque así me lo ha pedido ese cabrón. A puesto la excusa de que tenía que bajar a

Barcelona y que por lo tanto sería mejor de reunirnos aquí. Es un tipo bastante

desconfiado y supongo que ha querido ver donde vivo. Búscame a Joaquín y tráemelo

hoy sin falta.

Benito haciendo caso servicialmente a lo que le había pedido se fue sin más dilación

de la casa en busca de Joaquín.

Esa misma tarde Joaquín se presentó en casa de don Leopoldo el cual le puso al día

de cómo estaba el negocio y le informó de la necesidad de que se aprendiese un nuevo

papel de hijo para la visita que la semana próxima haría aquel rico empresario vicense a

su casa. Don Leopoldo hasta la fecha no había tenido claro si en este trabajo iba a tener

la necesidad de crearse una familia ficticia, pero desde el momento en que se había

acordado reunirse con el Sr. Codina en su propia casa había sido consciente de lo

apropiado de presentar una familia a aquel desconfiado caballero.

El papel de Joaquín en esta ocasión no distaría mucho del que tuvo que interpretar en

el trabajo anterior, sería el hijo único de don Leopoldo y único familiar vivo. Todas las

indicaciones, en esta ocasión, se las dio por escrito en tres cuartillas redactadas de su

puño y letra.

152

Page 154: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Estúdiate bien mis indicaciones y cualquier duda que puedas tener me las planteas el

miercoles por la tarde. ¿Entendido? Tengo muchas cosas que hacer y no dispongo de

demasiado tiempo.

Dándose por enterado y no necesitando de sus servicios Joaquín abandonó la casa.

En los días sucesivos hubo un tráfico constante de personas por esa casa, el motivo no

era otro que limpiar y adecentar una casa que llevaba años en estado de semiabandono.

Por la casa desfilaron paletas, pintores, jardineros y por último un equipo de limpieza

que bajo la atenta mirada de Lucía, a la que le había sido confiada la tarea de gestionar

los arreglos y la redecoración. En el tiempo record de cuatro días le dieron un lavado de

cara a la casa dándole el aspecto apropiado que debería tener la casa de un burgués

acomodado.

____________________________________________________________________

Hacía horas que había llegado a la casa de don Leopoldo y en su ausencia se había

tenido que encargar él y Lucía de dar las instrucciones al personal de servicio contratado

para la ocasión. Desde que le había mandado llamar la semana anterior solamente había

estado con don Leopoldo la tarde del miércoles y una hora escasa esa misma mañana

antes de que saliese al encuentro de su invitado, «¿estaría suficientemente preparado

con las indicaciones que le había dado en esas tres hojas y las pocas horas que habían

estado juntos para hacer creíble su papel?», la duda de si estaría a la altura le hacía estar

nervioso por mucho que don Leopoldo hubiese querido tranquilizarlo antes de irse,

había demasiado en juego y había oído repetidamente lo desconfiado que era ese

hombre con el que se iban a reunir para comer.

153

Page 155: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Joaquín ateniéndose a las instrucciones recibidas y a los últimos consejos que le dio

Lucía antes de abandonar la casa organizó los preparativos para la comida, para la

ocasión se habían contratado a dos personas de servicio, una cocinera y una chica joven

bastante agraciada para hacer de sirvienta. Una de las cosas que le hizo gracia de tener

esas dos mujeres en la casa fue el ser tratado de usted, cuando se dirigían a él lo trataban

como si realmente fuese el hijo de un adinerado empresario.

Poco antes de las dos oyó el ruido de un coche aparcar en la puerta, mirando por una

de las ventanas del salón pudo comprobar que efectivamente era el 1400 de don

Leopoldo, nervioso avisó a la sirvienta para que se preparase para abrir la puerta y así a

los pocos segundos entraban por la puerta don Leopoldo y su invitado.

Una vez dentro de la casa pasaron hacia el salón y allí le fue presentado el Sr. Codina

a Joaquín.

-Señor Codina le presento a mi hijo, Ignacio el señor Pedro Codina –dijo don

Leopoldo cogiendo a Joaquín por el hombro y dándole un pequeño empujón para

acercarlo al invitado.

-Encantado –respondió Joaquín estrechándole la mano.

-Menudo chicarrón tiene usted don Amadeo.

-Ha salido a su abuelo materno. En la familia de mi mujer, en paz descanse, todos

eran muy altos, y fisonómicamente también se parece más a ella que a mí.

-Pues mirándoles a los dos yo veo que se le parece bastante.

Con una leve sonrisa por el comentario que había hecho su invitado le invitó a tomar

asiento delante de la chimenea en uno de aquellos dos antiguos sillones orejeros, que

tras engrasarlos habían mejorado considerablemente su aspecto.

Ese pequeño salón donde se hallaban se le había hecho un lavado de cara y se había

sustituido la barata mesa de fórmica que le hacía las funciones de escritorio por un

154

Page 156: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

señorial escritorio estilo renacentista comprado de oportunidad en los encantes viejos,

pero ese no fue el único cambio, también se colocaron unos cuantos estantes donde

poder poner todos los libros que habían dispersos por la casa, un par de antiguos

cuadros comprados en el mismo mercadillo que el escritorio y unas buenas cortinas, los

cambios habían modificado la fisonomía de aquella habitación dándole un aspecto

señorial.

-¿Un jerez? O si prefiere un vinito, un vermouth u otra cosa.

-Un jerez me está perfecto.

-¿Hijo quieres tú también una copita?

-Sí, gracias papa –respondió Joaquín al ofrecimiento de don Leopoldo.

Haciendo sonar una campanilla, que tenía encima de una pequeña mesita auxiliar que

se había colocado entre los dos sillones, apareció la sirvienta para cumplir los deseos del

señor de la casa.

Una vez servido el jerez Joaquín acercó una silla a los dos sillones y tomó asiento al

lado de su supuesto padre.

-Bueno don Amadeo ¿Cómo fue su viaje? –le preguntó el Sr. Codina.

-El viaje en si bien, pero lo que vi y las noticias que me dieron no fueron nada

buenas. Una parte de mi patrimonio, una parte importante, y una de mis fuentes de

ingresos ha desaparecido.

-¿Entonces qué? ¿Su idea de invertir sigue en pie?

-Sí, pero primero quiero hacer números y quizás tendría que esperar a después del

verano. Entre otras cosas porque estoy a la espera de ver si tengo éxito en un negocio

que inicié poco antes de nuestro primer encuentro.

-Bueno supongo que no habrá ningún problema por esperar para engegar-lo.

155

Page 157: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Lo voy a hacer una confidencia, ese negocio en el que me embarqué puede que tenga

unos ciertos riesgos, pero si sale bien quizás no necesite preocuparme por mi futuro y el

de mi hijo. Hay mucho dinero en juego... Lo cierto es que me iría muy bien tener un

socio que me ayudase a sufragar los gastos, los gastos que he tenido a día de hoy han

sido considerables y no sé cuanto tiempo podré aguantar tal como está mi economía en

estos momentos. La cantidad de dinero a ganar es mucha. ¿Qué le parecería asociarse

conmigo?

-Depende, depende de la cantidad de dinero a invertir, del porcentaje de riesgo y lo

que es más importante los beneficios que se puedan obtener.

-Ignacio te importaría dejarnos solos. Avísanos cuando este la comida lista.

Haciendo caso a las palabras de don Leopoldo abandonó, con cierta desgana, la

habitación.

-Mire le voy a contar en que estoy metido y donde le ofrezco la posibilidad de

entrar... No hace demasiado tiempo un abogado con el que tengo ciertos tratos me contó

una historia sobre una familia alemana que poco después de finalizar la guerra se

trasladaron a vivir a España. Por lo visto el padre de familia había sido un alto oficial

del ejército o de la gestapo. Al finalizar la guerra por lo visto tuvo que abandonar

Alemania precipitadamente dejando allí casi todo su patrimonio, patrimonio que como

es de imaginar se debió amasar de manera no demasiado lícita. Dos años después de

finalizar la guerra sacaron ese patrimonio de Alemania y por vía marítima intentaron

hacerlo llegar aquí pero por lo visto el barco antes de llegar a la costa española se

hundió o lo hundieron, las causas del naufragio me son desconocidas –haciendo una

pausa cogió la botella de jerez, se llenó la copa y acto seguido le ofreció a su atento

invitado que rehusó el ofrecimiento.

-¿Y qué fue del barco? Y lo más importante ¿Qué contenía ese barco?

156

Page 158: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-A eso iba, ese abogado que conozco fue abogado de la familia y conocía la historia,

por lo visto hace seis años la familia abandonó España con destino desconocido, por lo

que me dijo él seguramente están en algún país de Sudamérica. Tengo entendido que

salieron de España precipitadamente porque los servicios secretos judíos los buscaban,

lo que no tengo claro es si al marido murió antes de marchar o si al poco de llegar allí

murió. Bueno la cuestión es que el marido murió.

-¿De muerte natural?

-Tampoco lo sé. Lo importante es que el abogado se encargo de investigar que le pasó

al barco y si hubo algún superviviente que supiese donde se hundió y por lo visto hace

poco tuvo información al respecto. Por lo que me contó encontró un marinero en la

Escala que le contó que por aquella fecha habían atendido a un marinero alemán que por

lo poco que pudieron entender antes de que muriese pertenecía a la tripulación del

“Hoffen”, y ese era el nombre del barco desaparecido. En cuanto a la carga del barco

no se lo que constaría en los registros pero si sé lo que no constaba, el barco llevaba

alguna pieza de arte y lo que es más importante, porque por mucho tiempo que lleve en

el fondo del mar no se puede haber deteriorado, trescientos kilos y pico de oro en

lingotes.

Decir lo del oro hizo que al Sr. Codina se le pusieran los ojos como platos.

-¿Y se sabe con exactitud donde se hundió el barco?

-Ahí está el problema, el punto exacto no se sabe pero si que tenemos idea

aproximada de la zona. Llevamos dos semanas haciendo prospecciones con un barco

que he sufragado de mi bolsillo, para no tener que meter a más gente extraña en el

negocio que la justa y para abaratar costes tengo a mi chofer allí, pero por desgracia aun

no hemos tenido éxito y mi liquidez comienza a resentirse, por eso mi iría bien contar

con un socio de confianza que aportase dinero para continuar con las prospecciones en

157

Page 159: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

caso de que demorase el hallazgo del barco y lo que es más importante que adelantase el

dinero que pide el abogado en caso de que lo encontremos. También le pediría en caso

de que decida entrar en esta empresa que se encargase de gestionar el sacar el oro de

España y venderlo.

-Pienso que el riesgo en este negocio es muy elevado.

-Para que mentirle, el riesgo existe pero los beneficios si la cosa sale bien son

elevadísimos.

En este punto de la conversación fueron interrumpidos por Joaquín que picando a la

puerta les avisó de que la comida estaba lista. Dejando el tema momentáneamente

salieron del despacho dirección al comedor.

El comedor de la casa también había sido adecentado para la ocasión, los muebles

eran los mismos que ya habían en la casa pero por primera vez Joaquín los veía dado

que hasta la fecha habían estado tapados por guardapolvos. Una vez se hubieron sentado

alrededor de aquella larga mesa la sirvienta comenzó a servir la comida.

Durante la comida no se habló de negocios simplemente se degustaron los excelentes

manjares que se prepararon para la ocasión y se abordaron temas triviales, como los

comentarios subidos de tono que soltó el invitado sobre la sirvienta, comentarios

vulgares impropios de un hombre casado de su educación y posición.

-¡Vaya pedazo de hembra! ¿Es muy servicial la muchacha? Por que dos hombres

solos en esta casa con una mujer como esa ¡miau!

-María es una buena muchacha que solamente cumple con las funciones propias de su

trabajo –le respondió don Leopoldo intentando no dar pie a más comentarios e intentado

dar el tema por zanjado, cosa que no logró.

-Amigo Amadeo a lo mejor usted la ve como una simple sirvienta por que usted es

una persona muy seria y ha sido educado dentro de unos determinados valores, pero

158

Page 160: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

estoy seguro que se le preguntamos a su hijo el la verá con otros ojos, y no es de

extrañar por que la chica está bien dotada y no me refiero a las dotes para el tipo de

trabajo habitual del personal de servicio. ¿Verdad muchacho?

-Puede que la muchacha sea guapa pero siempre la he visto y tratado como una

sirvienta –le contestó Joaquín.

-Quizás deberían prescindir de sus servicios y cedérmela a mí, y si quieren a cambio

les daré a mi veja sirvienta, vieja, fea y desdentada, pero claro mi mujer dice que le

tiene cariño por los muchos años que lleva trabajando con nosotros. Lo cierto es que

creo que mi mujer no se fía de mí.

-¿Y es con motivo? –le preguntó don Leopoldo sonriendo para no querer parecer

entrometido ni maleducado.

-Bueno que le voy a contar, ya sabe como son las mujeres y como de diferentes

somos nosotros. Dios nos concibió de naturaleza muy diferente a la de las mujeres. Pero

bueno ya sabe lo que se dice “no se puede vivir con ellas ni sin ellas”.

-Bueno dicen que “Dios creo al hombre y descansó y que luego creó a la mujer y no

hubo Dios que descansase” –añadió don Leopoldo en un tono jocoso con intención de

ponerse a la altura de su invitado.

-¡Jajaja! –rió el Sr. Codina al comentario de don Leopoldo-. Esta si que es buena.

La comida prosiguió, y aunque en un determinado momento le Sr. Codina se centró

en hacer unas cuantas preguntas a Joaquín, su acierto en las respuestas hizo su papel del

todo creíble. Sin contratiempo alguno terminaron de comer, momento en el que don

Leopoldo propuso de ir a tomar el café y fumar al despacho dejando a Joaquín sólo en

el comedor.

Estando a solas en el comedor apareció la sirvienta, que tantos comentarios había

motivado en el invitado, para recoger los platos de la comida.

159

Page 161: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¡Disculpe! –dijo ruborizándose al encontrarse a Joaquín allí convencida de que no

quedaba nadie en el comedor-, ¿Puedo recoger ya los platos?

-Sí, sí, discúlpeme usted a mí. Ya me voy no quiero molestarla estando en medio.

-No se preocupe señor que a mí no me molesta.

Joaquín se la miró detenidamente pensando lo que había dicho el Sr. Codina y

reparando en lo realmente bien parecida que era la muchacha, cosa que no había hecho

cuando ella y su compañera que debía de encargarse de la cocina habían llegado esa

mañana acompañadas de Lucía.

Mientras la muchacha recogía la mesa siendo observada por Joaquín en el despacho

don Leopoldo y su invitado reemprendían la conversación donde la habían dejado antes

de ir a comer.

-¿Y usted ya está seguro de la veracidad de la historia y de que ese negocio puede

salir bien?

-Hace muchos años que conozco a mi abogado y puede ser un poco bocazas pero es

una persona seria y de mi total confianza –le contestó don Leopoldo-, si él dice que el

oro está allí es que realmente lo está... A parte ¿para que mentirme?, si todo sale bien

acordamos que en el momento en que se encontrase el barco y su contenido a él se le

pagaría una quinta parte del valor de lo que allí se encuentre sin esperar a su venta.

Piense que podrían haber cerca de veinticinco millones de pesetas en oro.

Tras darle unas cuantas vueltas más al tema el Sr. Codina aceptó participar en el

negocio, pero con dos condiciones: la primera era que quería conocer en persona al

abogado que había destapado la historia y la segunda era que en el barco desde el que se

realizaba la búsqueda hubiese una persona de su confianza para supervisar los trabajos.

Aceptando las exigencias, que en su concienzudo plan ya había previsto pero que

160

Page 162: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

requerirían de algún pequeño cambio en la planificación, cerraron el acuerdo con un

apretón de manos.

____________________________________________________________________

Habían pasado casi tres semanas desde el accidente de Federico y de Enriqueta no

sabía nada, durante los días transcurridos en más de una ocasión estuvo tentado de

llamarla o de acercarse a la tienda a verla, pero siguiendo las indicaciones de ella se

había abstenido. Renunciar a verla durante tanto tiempo se le hacía difícil, quizás no

fuese una cuestión de amor sino de algo menos espiritual como podía ser el estado de

excitación que experimentaba al estar con ella fruto a la fogosidad propia de la edad, la

cuestión es que no pudiendo esperar más ese sábado se fue a su encuentro a la hora de

cierre de la tienda al medio día.

A la hora del cierre de la sastrería, apostado a una cierta distancia desde la otra acera,

vio como salía Enriqueta acompañada del joven escuálido que había ocupado el puesto

que él dejó bacante, tras cerrar la puerta se despidieron y se fue cada uno por su lado.

Fue en el momento en que ella giró a la izquierda en la plaza Cataluña cuando le vio,

como él ya esperaba su aparición no fue recibida con demasiado entusiasmo.

-¿Ya estás por aquí? –dijo Enriqueta al verlo apoyado contra la pared fumándose un

cigarrillo- Al salir he tenido la corazonada de que hoy aparecerías por aquí y mira no me

he equivocado.

-Necesitaba verte –le dijo él acercándose hacia ella.

-¿Qué te dije? Eres crío y un inconsciente.

161

Page 163: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Seré lo que tú quieras pero necesito estar contigo.

-Pero no me digas que no podías esperar un poco más y no poner en juego nuestro

futuro. ¿Y que haces tú fumando?

-Estaba nervioso y me apetecía fumarme un cigarrillo. ¿También me vas a prohibir

fumar?

-A ver Joaquín no saques las cosas de quicio, yo lo que quiero que comprendas es que

acabo de quedarme viuda y esto no es América. En España una viuda tiene una

obligación moral hacia su difunto esposo y no estaría nada bien que me vieran

festejando con otro hombre y en tu caso no se ni siquiera si se te puede definir como tal.

-¿Por qué me desprecias de esta manera?

-No te estoy despreciando, pero tu actitud infantil nos podría causar problemas a los

dos.

-¿Me permites que te invite a comer?

-No, hoy no, otro día será... ¡Si quieres! Puedes acompañarme hasta casa –le dijo al

tiempo que reemprendían la marcha.

No tardaron en llegar hasta la confluencia de la calle Muntaner y la avenida de José

Antonio, a cuarenta metros escasos de la casa de Enriqueta, en ese punto ella se detuvo

y le indicó a Joaquín de la conveniencia de despedirse allí.

-¿Ya me dejas? ¿Cuándo te volveré a ver?

-Esperemos un par de semanas –le respondió cogiéndole las manos intentando

mostrar un cierto cariño hacia él-, sólo te pido que aguantes un par de semanas y si no

hay ningún problema podremos vernos.

-¿Dónde?

-Haz una cosa llámame por teléfono a casa dentro de dos semanas y ya te diré algo.

¿De acuerdo?

162

Page 164: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Si así lo quieres así lo haré.

-Y sobre todo nada de visitas sorpresa. ¿Entendido?

-Sí, no te preocupes. ¿Por qué ahora no podríamos subir? Me encantaría pasar un rato

contigo.

-No, ahora no es el momento. Llámame tal como te he dicho y nos vemos, si no hay

problemas, dentro de dos sábados.

Diciéndole esto y dedicándole una cariñosa sonrisa le soltó las manos y se fue.

Lo que nunca hubiesen podido imaginar ninguno de los dos era que ese fugaz

encuentro estaba siendo observado y que en el caso de Joaquín este le iba a dar unos

cuantos quebraderos de cabeza.

Ese mismo sábado don Leopoldo se había desplazado con Josep y Benito hasta la

Escala con el objetivo de contratar un pequeño barco, un pequeño almacén y buscar a

alguien que pudiese dar unas lecciones de buceo a Josep y a Benito.

Alquilaron un pequeño cobertizo, de los que habitualmente se utilizan para guardar

las pequeñas barcas y otros aparejos de pesca, en primera línea de playa y una vieja

barca de pescadores de no más de diez metros de eslora. Al propietario de la

embarcación se le pagó generosamente por ella y por enseñar su manejo a Josep y a

Benito. El mismo pescador que les alquiló la barca les indicó el nombre de una persona

del pueblo que les podría dar unas lecciones de buceo.

No les fue fácil localizar la casa del joven que les habían informado que les podría

enseñar a bucear, pero por fin con las indicaciones que les dieron consiguieron

encontrar la pintoresca casita blanca donde vivía. El joven era un tipo fortachón y un

poco seco en el trato y con un acento catalán muy cerrado, hijo y nieto de pescadores

163

Page 165: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

que había aprendido a bucear y había invertido en material de buceo con intención de

usarlo en le mundo de la pesca, pero lo cierto era que de beneficio poco le había sacado

hasta que en estos últimos años con el incremento cada vez mayor de turistas le había

comenzado a dar alguna ganancia.

Intentando evitar suspicacias don Leopoldo en esa ocasión se había vestido de una

manera más sencilla de la que estaba acostumbrada para no desentonar y a la hora de

negociar los cursos el se mantuvo en un segundo plano como si fuera uno más en ese

trío de amigos.

-¿Y usted no se anima a tomar unas lecciones? –le preguntó el hombre a don

Leopoldo.

-¡No!, eso de ir por debajo del agua es cosa de los peces y no de los hombres, a mí me

da demasiado respeto. Si mis amigos lo quieren hacer es cosa de ellos conmigo que no

cuenten.

Poniéndose de acuerdo en el precio el hombre que les iba a hacer de instructor les

preguntó cuando querían comenzar.

-Cuanto antes mejor –le contestó Benito-. No vamos a estar demasiados días por aquí.

-Si vulguessis començar avui per nosaltres perfecte –añadió Josep hablándole en

catalán viendo las dificultades que parecía tener a la hora de hablar en castellano.

-A les hores quedem per primera hora d’aquesta tarda, ¿els hi sembla be?

-Por nosotros perfecto –contestó Benito-.

-Pues les espero aquí a las cuatro de la tarde. Eso si miren de comer pronto y no se

excedan ni en la comida ni en el alcohol. ¿Entendido?

-No se preocupe que ya me encargaré yo de comerme y beberme su parte –contestó

don Leopoldo.

Estando todo ligado abandonaron la casa del instructor de buceo y se fueron a comer.

164

Page 166: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Entraron a comer a un sencillo bar de ambiente familiar donde hicieron, siguiendo los

consejos del instructor de buceo, la comida más ligera que el reducido menú les

permitió. Durante la comida concretaron la conveniencia de alojarse en la zona, dado el

tiempo que le debían dedicar al curso de buceo y al aprendizaje del manejo del barco, y

así evitar los largos desplazamientos desde Barcelona. Tanto Josep como Benito

estuvieron de acuerdo que en lugar de gastar dinero en una pensión estaban dispuestos

de alojarse las noches que hiciera falta en el cobertizo que habían alquilado.

Una vez hubieron acabado de comer don Leopoldo pidió a Benito y a Josep que le

esperaran fuera del bar mientras el pagaba. Acercándose a la barra don Leopoldo pagó

la comida, dejó una buena propina y les hizo un par de preguntas al matrimonio que

regentaba el bar.

-¡Perdonen! ¿Ustedes que son de aquí, de la Escala?

-Sí, ¿le podemos servir en algo? –le contestó la mujer con un acento catalán muy

marcado.

-Mis amigos y yo somos muy aficionados a la pesca submarina y como hemos oído

de algún naufragio en la zona nos gustaría aprovechar para hechar un vistazo a los

restos. ¿Han oído hablar de un barco alemán que se hundió por esta zona hará diez, doce

años?

-Pues no. La verdad es que nosotros de estas cosas no estamos demasiado al tanto –le

respondió la esposa a don Leopoldo-.¿Tu has sentit parlar del tema, Joan? –le preguntó

a su marido.

-Alguna vez he sentido a algún viejo pescador hablar de algún naufragio pero no he

prestado demasiada atención, pero lo cierto es que no recuerdo que ninguno hiciese

referencia a la zona de nuestro municipio. ¿Y qué tipo de barco era el que se hundió?

165

Page 167: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Tenía entendido que era un pequeño barco mercante. Incluso había oído de que algún

pescador de la zona había atendido a un único superviviente. ¡Igual estoy

equivocándome de población!

-¡Igual sí! –añadió el esposo.

-¿Y qué llevaba ese barco? –preguntó con curiosidad la esposa.

-Bueno si hemos de hacer caso a la rumorología popular un montón de cosas de valor.

Pero bueno ya sabe como son los rumores. Piense que he oído la historia de diferentes

fuentes y cada uno me ha contado una cosa diferente.

Tras haber pagado y dejar caer el rumor sobre la existencia del barco hundido se

despidió del matrimonio y se fue.

A la hora señalada Benito y Josep se reunieron con el que iba a ser su instructor de

buceo y don Leopoldo se fue a tomar un café a un bar cercano a la playa donde no

desaprovechó la ocasión para seguir difundiendo el rumor del barco hundido. Al salir

del bar fue a buscar el coche y abandonó la población.

____________________________________________________________________

Eran las nueve de la mañana cuando sonó el timbre de casa de la Lola, al abrir ella la

puerta se encontró con un policía vestido de uniforme que preguntaba por Joaquín, la

pobre mujer alarmada por la presencia del policía fue a su habitación a despertarle.

Al ser avisado de la presencia del agente se puso lívido de pavor y se levantó como

un cohete de la cama para vestirse.

-¿Qué ha pasao mi arma?

166

Page 168: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No se, quizás venga a informarse sobre un suicidio del que fui testigo hace unos

cuantos días –le contestó al tiempo que se enfundaba todo lo rápido que pudo los

pantalones.

-No me habías dicho nada de que habías visto un suicidio.

-No le di importancia.

-Bueno tú no te pongas nervioso. Voy pa fuera a decirle que ahora mismito sales.

En los contados tres minutos que tardó en salir de la habitación su cerebro comenzó a

darle mil vueltas sobre lo que podía decir si le preguntaban sobre el accidente y el

porque de su presencia en la estación.

Al salir de la habitación se encontró al policía en el comedor vestido con su

inconfundible uniforme gris.

-¿Es usted Joaquín Navarro Sandalinas?

-Sí, yo mismo.

-Pues acompáñeme.

Aterrorizado por la situación acompañó al policía. En el trayecto que debieron

recorrer hasta la comisaría de policía Joaquín estuvo dándole mil vueltas sobre que

podía saber la policía y que les debería decir.

«Si la policía sabía que había estado en la estación como justificar de una manera

creíble su estancia allí, porque no podía ser de que supiesen nada de su relación con

Enriqueta ¿o sí? »

Llegados a la cercana comisaría de la calle Conde del Asalto el policía informó de su

llegada y dejando a Joaquín sentado a unos pocos metros de la mesa de un inspector,

que estaba enfrascado en temas de papeleo, se fue indicándole de que esperase allí hasta

que se le avisara. Durante los pocos minutos que tardó en ser avisado continuó

pensando en que decir en caso de haber sido identificado en la estación.

167

Page 169: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Fue el propio inspector quien se levantó de su mesa e invitó a Joaquín a seguirle hasta

su mesa donde le ofreció asiento gentilmente delante de él. El inspector Martínez era un

hombre corpulento que debía rondar los cincuenta años, espeso bigote canoso y una cara

marcada posiblemente por la viruela. La voz ronca de aquel hombre era ciertamente

intimidatoria pero en el trato era una persona educada y pausada.

-¡Bueno!, ¿usted es Joaquín Navarro Sandalinas?

-Sí, ese soy yo –le contestó intentando parecer lo más relajado posible.

-¿Sabe usted por qué esta aquí?

-Pues no, lo cierto es que no se que puedo haber hecho para que me traigan hasta

aquí.

-Vamos a ver, ¿conocía usted al señor Federico Marañón García ?

-Al único Federico que conocía era al yerno del señor Llopis, el dueño de una

sastrería donde había trabajado.

-Pues de ese Federico estamos hablando. Entonces le conocía de la tienda, ¿sabía que

ha fallecido?

-Sí, me lo dijo su esposa un día que me la encontré a las puertas de la tienda.

Por espacio de aproximadamente diez minutos estuvo el policía haciéndole preguntas

bastante intranscendentes sobre el difunto y su esposa que Joaquín intentó contestar de

la manera más natural que pudo hasta que por fin llegó la pregunta fatídica.

-¿Estuvo usted en la estación del Masnou el día del óbito? –le preguntó alzando el

tono de voz y mirándole de una manera inquisitiva.

-Yo no –contestó intentando parecer sincero, cosa que no tenía clara de haber

conseguido porque con lo acalorado que su puso al oír la pregunta era consciente de que

lo más probable era que su rostro se hubiera enrojecido-. ¿Por qué me pregunta usted

esto?

168

Page 170: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-¿No era usted el joven que vieron el doce de junio en la estación?

-Perdone pero le aseguro de que se están ustedes equivocando de persona. ¿Pero

Federico no se suicidó?

-¡Quien sabe!, igual se suicidó o igual le empujaron. ¿Seguro que no es usted el joven

que vieron con el difunto y que luego desapareció antes de la llegada de la policía? Si

no es así, ¿supongo que no tendrá inconveniente en pasar una rueda de reconocimiento?

-Si usted lo considera necesario ¿dígame cuándo quiere hacerla? –le preguntó al

comisario jugándose el todo por el todo en un farol propio de un jugador de poker

experimentado. En el tiempo que llevaba trabajando con don Leopoldo había

comenzado a aprender a dominar sus sentimientos y emociones, pero hasta que punto no

lo sabía. ¿Sería capaz de engañar a un experimentado inspector de policía? ¿O sería

imposible porque este sabía más de lo que le había dicho?

-Bueno pues cuando lo tenga todo listo ya le mandaré llamar. Joven espero por su

bien que no me haya engañado, si descubro que me ha mentido lo pasará usted muy

mal. ¿Seguro que no hay nada que no me haya dicho y que quiera decirme?

-No, seguro. Si no tiene nada más que decirme le rogaría que me dejase ir.

-Puede irse cuando usted quiera.

Al salir de la comisaría se fue directo a buscar un locutorio desde donde poder llamar

a Enriqueta, confiando en que al ser domingo podría encontrarla en casa.

La angustia y el temor de sentirse investigado por la policía hizo que a partir de aquel

momento comenzase a controlar sus espaldas, si la policía seguía sus pasos podría poner

en peligro el trabajo que llevaba a cabo con don Leopoldo así como a sus compañeros.

Por suerte localizó a Enriqueta en casa, después de relatarle todo lo que había

sucedido ella dio con una explicación creíble que podría justificar, en caso de que la

169

Page 171: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

policía le pudiese identificar como la persona que estuvo en la estación el día de la

muerte de Federico, su estancia allí.

-Si te vuelven a llevar a la comisaría porque te hubiesen identificado tu di que fuiste

por encargo mío. Y tranquilo que si a mí me preguntan confirmaré la historia. Diremos

que te envié a controlar a Federico ya que temía que dado su estado mental no hiciese

una locura, como así sucedió. ¿Entendido?

Asintiendo y acabando de concretar hasta el último detalle para evitar, si de daba el

caso de tener que hablar de nuevo con la policía, de entrar en contradicciones con la

explicación que pudiese dar Enriqueta colgó el teléfono. Le hubiese gustado poder

pedirle una cita pero ahora más que nunca era consciente de que debía evitar verla

durante un tiempo.

____________________________________________________________________

Estando en la Escala don Leopoldo, Benito, Josep y Ramiro en su papel de abogado

charlatán procedieron a reunirse con el Sr. Codina y el encargado de su fábrica de pieles

el señor Joan Tor. El lugar elegido para conversar fue una antigua tasca cercana a la

playa donde tras las presentaciones iniciales procedieron a hablar del negocio que les

había llevado hasta allí.

En esta ocasión quien explicó toda la historia sobre la familia alemana y el barco

hundido con su valioso cargamento fue Ramiro; en la casi media hora que tardó en

explicar la historia con todos sus pormenores pocas veces se le interrumpió, el Sr.

Codina y su capataz escucharon con atención la historia embobados, lo cierto es que

170

Page 172: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Ramiro se había metido en su papel a la perfección y la historia que se traía bien

estudiada sonó del todo veraz.

-Tengo la corazonada –dijo Josep- que tal como estamos peinando el fondo marino no

tardaremos en dar con los restos del barco, y espero que la carga del barco siga allí.

-Y cuando lo encuentren Joan estará con ustedes para ayudarles –apuntó el señor

Codina.

-¿Pero tiene conocimientos de buceo? –preguntó Josep-, porque si de verdad quiere

ayudarnos necesitaríamos que también pudiese estar en algún momento bajo las aguas

con nosotros.

-No, pero espero que ustedes me enseñen –le contestó de manera socarrona el

capataz.

-Mire don Amadeo si quiere que me concentre en buscar su barco yo no puedo hacer

de niñera ni de instructor de buceo –añadió Josep haciéndose el enfadado.

-Bueno por eso no se preocupe porque lo que podemos hacer es buscar alguien por la

zona que le pueda enseñar –dijo don Leopoldo teniéndose el tema más que estudiado, su

intención era enviar aquel individuo un par de días a la población de Rosas donde le

había buscado un instructor de buceo diferente del que les había enseñado a Josep y

Benito y así de esta manera lo tendrían lejos un par de días, tiempo justo para poder

prepararlo todo con tranquilidad-. Porque ¿usted no sabrá de alguien por la zona que le

pueda dar unas lecciones?

-En Roses hay un buen instructor, pero les advierto que bucear tiene sus riesgos.

Estas aguas tienen poca profundidad pero cuando no se tiene demasiada experiencia

existen riesgos. Simplemente quiero que lo sepan.

171

Page 173: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Usted no se preocupe tanto- respondió Juan a las palabras de Josep con esa chulería

suya-, verá como en un par de lecciones estoy más que capacitado para meterme en esta

agua.

-Eso espero por su bien –añadió Josep.

-Bueno pues como a mí no me necesitan para nada y tengo trabajo en Barcelona me

voy. Ha sido un placer conocerle –le dijo Ramiro al Sr. Codina tendiéndole la mano

para despedirse de él-. Y ya saben cual es nuestro trato en cuanto lo encuentren yo

quiero sin dilación cinco millones de pesetas, que sería si no me equivoco y el oro

continua allí una quinta parte o puede que algo menos del valor de mercado que pueda

tener lo que allí encuentren.

-Quizás sea una cantidad algo excesiva si usted no esta sufragando los gastos y no se

arriesgará lo más mínimo a la hora de intentar colocar lo que realmente encontremos –le

soltó el Sr. Codina al supuesto abogado justo después de haberse dado la mano.

-Mire mi muy estimado socio –le contestó Benito con una rapidez que dejó

sorprendido gratamente a don Leopoldo-, en este negocio sin mí ustedes no sabrían de

la existencia del barco y su carga y en segundo lugar si el barco no apareciese o no

contuviese nada de valor yo nunca cobraría, por lo tanto creo que estoy siendo muy

generoso con ustedes. Y ahora si me disculpan me tengo que ir –dándole la mano a don

Leopoldo se dio media vuelta y desapareció.

Tras marcharse Ramiro se dirigieron a ver el barco que habían alquilado dos días

antes para mostrárselo al Sr. Codina y su secuaz, acabada la visita decidieron ir todos

menos Josep en el coche de don Leopoldo hacia Roses donde tenía su residencia el

instructor de buceo que de antemano ya había buscado don Leopoldo para dar unas

lecciones al nuevo e impuesto miembro del equipo.

172

Page 174: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

____________________________________________________________________

Tomando precauciones ente la posibilidad de ser seguido por la policía Joaquín se

dirigió a casa de don Leopoldo donde le esperaban toda la cuadrilla, incluido Benito y

Josep, para cargar en un camión alquilado para la ocasión todos los falsos lingotes. A

fin de evitar ser vistos, lo cierto era que en aquel tramo de la avenida Republica

Argentina de vecinos pocos habían, decidieron iniciar la carga en el camión a la una de

la madrugada. Se tomaron todas las precauciones posibles por si aparecía el sereno o el

vigilante, aunque no soliesen pasearse demasiado por la zona dado lo poco habitada que

estaba la zona, o cualquier otra mirada indiscreta.

Finalizada la carga don Leopoldo entró en casa de donde salió a los pocos minutos

con un maletín de piel que le dio a Benito.

-¡Ten! –le dijo entregándole el maletín-. Ya sabes lo que contiene.

-Sí don Leopoldo. No se preocupe que de mi lado no se despegará y si alguien me lo

quiere quitar me tendrá que quitar la vida en ello.

-No me gustaría que te pasará nada pero protégelo y no le quites el ojo de encima.

Del contenido del maletín dependía el éxito del trabajo, dentro habían tres lingotes de

oro de verdad, lingotes que servirían para dar credibilidad a la autenticidad de la carga

llegado el momento.

Tardaron algo más de dos horas y media en llegar hasta la Escala conduciendo por la

nacional dos y en el último tramo por una carretera que bordeaba la costa. El camión iba

conducido por Josep acompañado en la propia cabina por Joaquín y Ramiro y abriendo

camino les precedía Benito y don Leopoldo en el coche. Llegados al pequeño almacén

que habían alquilado para la ocasión, y donde habían dormido las dos últimas noches

173

Page 175: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

Benito y Josep, descargaron el contenido del camión arrimando la parte trasera del

camión a la puerta para evitar ser visto por alguno de los pescadores que pudiesen pasar

por la zona al iniciar su jornada de trabajo antes del alba; siendo la presencia de estos

madrugadores pescadores lo que les había hecho tomar la decisión de esperar a la noche

siguiente para hacer el traslado de la mercancía al barco.

El siguiente paso que debían realizarla madrugada del miércoles al jueves era bien

simple, trasladar el cargamento al barco y de allí a alta mar donde lo hundirían hasta los

restos de un antiguo barco mercante que yacía en el fondo marino.

En los días previos don Leopoldo había hecho la comprobación de cómo afectaría a

los falsos lingotes el estar sumergidos en agua marina y las pruebas realizadas le

confirmaron la necesidad de no exponerlos por más de dos días a los efectos del agua

salada dada la posibilidad de que pudiesen sufrir algún tipo de deterioro que mandara al

traste todo el elaborado plan. Por lo tanto una vez hundido el cargamento no

dispondrían de más de dos días para sacarlo fuera del agua, tiempo que no pensaban

apurar dado que si no surgía complicación alguna lo volverían a extraer del agua ese

mismo día.

En cuanto a la forma de evitar interferencias por parte del capataz del señor Codina y

que pudiese descubrir la falsedad del tesoro en el momento de su extracción era bien

simple, dado su práctico desconocimiento sobre el buceo se le provocaría una narcosis

por hidrógeno controlada cargando la proporción justa de este gas en su bombona con lo

que conseguirían nublar sus sentidos dejándolo en un estado parecido a una embriaguez

por alcohol.

-¿Queréis que Joaquín se quede con vosotros para que mañana os eche una mano? –

preguntó don Leopoldo finalizada la descarga a Josep y a Benito- ¿o me lo traigo de

vuelta yo en el coche?

174

Page 176: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-No sé si le vamos a necesitar, pero si él se quiere quedar yo no tengo inconveniente –

contestó Benito poniendo su mano derecha sobre la gorra de Joaquín y dándole un

zarandeo afectuoso -. ¿Josep?

-Nos irán bien un par de brazos más –respondió Josep.

-¿Te parece bien quedarte? –le preguntó don Leopoldo a Joaquín convencido del

deseo de este por quedarse.

-Sí, por mi perfecto.

-Pues no se hable más, te quedas con ellos.

Despidiéndose don Leopoldo y Ramiro se subieron al coche y al camión

respectivamente y partieron poco antes del amanecer rumbo a Barcelona.

____________________________________________________________________

Debían ser cerca de las siete de la mañana cuando Benito despertó a Joaquín, que

dormía plácidamente sobre un improvisado jergón, haciéndole cosquillas con uno de sus

cigarrillos en la cara. Al abrir los ojos se encontró a sus dos sonrientes compañeros.

-¿Cómo ha dormido el señor? –le preguntó Benito.

-Bien, pero aun tengo sueño. ¿No podríais dejarme dormir un poco más?

-Venga señor marqués que es tarde y tenemos que ir al barco –le dio por respuesta

Josep.

-¿No podemos ir primero a desayunar? –les preguntó Joaquín acostumbrado como

estaba a los buenos desayunos de la Lola.

-Aquí tienes un bocadillo que te hemos traído del bar –le contestó Josep.

-¿Y para ir al lavabo?

175

Page 177: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

-Ahí lo tienes –le dijo Benito abriendo la puerta del cobertizo y mostrándole la

hermosa vista del mar-. Váter y bañera todo en uno.

Poco después de haberse refrescado de los calores del verano, remojándose cara y

pelo a la orilla del mar, Joaquín y sus dos compañeros abandonaban el pequeño almacén

dejando en él los falsos lingotes que habían descargado durante la madrugada.

Llegados al barco zarparon dirección a mar abierto hacia los restos, que les había

mostrado pocos días antes su instructor de buceo, de un naufragio ocurrido unos cuantos

años antes.

-¿Quieres aprender a bucear? –le preguntó Josep a Joaquín-. Nos iría bien que

aprendieses así podrías darnos una mano para bajar esta noche la carga hasta el fondo.

-¡Sí! ¿Cuándo empezamos?

-¡Jajaja! Esto si que es entusiasmo por aprender –dijo Benito al ver la ilusión que le

había dado a Joaquín la propuesta de Josep-. ¿No me digas amigo Josep que no es

admirable la predisposición del muchacho?

-Sí muy admirable.

En el trayecto hacia el punto exacto donde se hallaba aquel mercante hundido Benito,

al tiempo que su compañero se encargaba del pilotaje de aquel pesquero, y

posteriormente cambiándose los papeles Josep se encargaron de darle a Joaquín unas

nociones básicas de submarinismo tal como a ellos les habían enseñado.

Cuando llegaron al punto exacto marcado por una boya que habían colocado un par

de días antes para hacer más visible la situación del viejo barco Josep y Joaquín se

colocaron el equipo y siguiendo las últimas instrucciones de Josep se zambulleron en el

agua.

En el caso de Josep parecía que hubiese practicado submarinismo toda su vida, se

movía como pez en el agua, la diferencia con Benito era notable, cosa lógica teniendo

176

Page 178: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

en cuenta lo deportista que era y lo que se cuidaba, lo contrario que Benito poco

deportista y amigo de excesos como el fumar, cosa que le había restado capacidad

pulmonar. Realmente Josep encajaba a la perfección en el papel de pescador o marinero.

A una profundidad no demasiado excesiva de la superficie apareció ante sus ojos los

restos de aquel viejo y fantasmagórico barco escorado hacia estribor. En ese falso

arrecife creado por obra y gracia del hombre la vida marina había proliferado

convirtiéndolo en su hábitat.

Haciéndole gestos a Joaquín de que se olvidase del puente de mando le indicó que le

siguiese hacia una escotilla abierta a la proa del barco. Sin quitarle ojo a su compañero

de inmersión e imitando sus movimientos se adentró con Josep hacia la bodega del

barco. Desde luego ese sería el lugar más cómodo para poder descargar con ayuda del

pescante de su barco los falsos lingotes, dado el tamaño de la escotilla.

La espaciosa bodega de aquel mercante estaba casi bacía, sólo se veían unos pocos

restos diseminados de antiguos embalajes de madera desechos por el efecto del agua y

el tiempo, lo que hubieran podido contener esos podridos leños era imposible de saber

porque de su contenido no había ni rastro.

Buscando el mejor punto donde poder depositar su carga Josep se percató de la

existencia de una antigua escotilla casi imperceptible dada la capa de fango y partículas

metálicas consecuencia de la degradación y oxido del propio barco. La pequeña

escotilla que cedió sin esfuerzo al primer tirón dado por Josep conducía hacia la sentina

del barco, ese punto más bajo y sucio de las entrañas de toda nave donde se suelen

depositar las aguas fruto de las filtraciones. Encendiendo la linterna, que había tenido la

precaución de coger, Josep se adentró en aquel tenebroso espacio tras indicarle a

Joaquín de que le esperase fuera. Pasados unos cuantos minutos de ver a su compañero

desaparecer en aquel agujero y no viendo traza alguna de luz Joaquín comenzó a

177

Page 179: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

ponerse nervioso temiendo que algo hubiese podido sucederle. Estando inquieto

intentando vislumbrar a través de la oscuridad de aquella cavidad se pegó el susto de su

vida al sentir el contacto de la mano de Josep en su hombro derecho; recuperado del

susto, segundos después los dos abandonaban los restos del viejo carguero.

Llegados al barco y despojados del equipo de inmersión le relataron a Benito las

características del barco hundido y tomaron la decisión de donde depositarían la carga

que tenían intención de descargar a la madrugada siguiente, tras lo cual levaron anclas y

zarparon.

Arribados a puerto desembarcaron y dedicaron el resto del día a no hacer nada

relevante: pasear, comer, pasear un poco más y una vez cansados de tanto paseo

acabaron la tarde en un bar tomando unas copas mientras se entretenían jugando al tute.

Pasada la tarde entre partida y partida llegó la hora de la cena por lo que aprovecharon

su estancia en aquel bar para pedirse unos bocadillos. Acabados bocadillos, cafés y

copas abandonaban el bar pasadas las nueve.

Poco después de la una de la madrugada iniciaron los trabajos para trasladar los falsos

lingotes hasta el mercante hundido, Josep se encargó de ir a buscar el barco para

acercarlo todo lo que pudiese a la playa que había delante del cobertizo donde

almacenaban la mercancía, mientras Benito y Joaquín comenzaron a cargar los lingotes

en una pequeña barca que habían tomado prestada de la playa y que previamente habían

arrastrado hasta la orilla. Usando un cesto de mimbre de considerables dimensiones

fueron haciendo el traslado con el máximo cuidado de no estropear la carga y

controlando de no ser observados por nadie. Una vez que toda la carga estuvo sobre la

barca se dirigieron con el máximo cuidado, dado que el exceso de carga hacia que casi

hubiesen rebasado el límite de flotación, hacia el barco pesquero que habían alquilado

situado a poca distancia de la orilla. Traspasada la carga al pesquero Joaquín y Benito

178

Page 180: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

devolvieron la barca a la playa y se dirigieron hacia el puerto para ser recogidos por

Josep.

Antes de las tres llegaron al punto, marcado por una boya, donde se hallaba la

embarcación hundida. Después de colocar los lingotes sobre una malla y ligarla a la

cuerda del pescante Joaquín y Josep se despojaron de sus ropas y se colgaron a la

espalda el equipo de respiración, el cinturón de pesos, los pies de rana y por último las

gafas, minutos después se sumergían. Desde el agua fueron guiando a Benito en el

descenso de la carga y cuando esta se perdió de vista tras la superficie marina se

sumergieron tras ella iluminando su descenso con la luz de sus linternas.

Con la ayuda de un cabo, a base de tirones, hicieron saber a Benito que debía detener

el motor del pescante ya que la carga estaba en la posición adecuada para poder iniciar

su descarga dentro de la bodega del barco hundido. Con el máximo cuidado pero sin

perder un instante descargaron los falsos lingotes en la bodega y una pequeña parte en la

sentina. La idea de meter la carga en la sentina fue de Josep ya que entendía que si

debían sumergirse al día siguiente con el lacayo del Sr. Codina sería más creíble que esa

carga aun permaneciese en el barco si hallase escondida en la sentina que no en las

accesibles bodegas del barco, pero como su intención era dejar fuera de combate al tal

Joan, a través de la manipulación de la mezcla de oxigeno de la bombona para

provocarle una narcosis, era mejor dejar la mayor parte de la carga oculta en un lugar

más accesible para facilitar su extracción al día siguiente una vez se hubiesen librado de

él.

Finalizado el trabajo justo a tiempo para no arriesgarse a entrar en las reservas de

oxígeno y tras mover la boya que señalizaba el punto donde estaban los restos del

naufragio, para dificultar su localización, ascendieron a la superficie, se desprendieron

del equipo de buceo y partieron hacia el puerto. Llegados a puerto atracaron el barco y

179

Page 181: Catorce de abril del año sesenta y tres fecha que siempre ...€¦  · Web viewEl trece de abril del año cincuenta y nueve era una fecha que siempre tendría grabada en su memoria,

se dirigieron hacia el cobertizo donde se habían alojado en los últimos días con

intención de intentar descansar unas horas.

180