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Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Serie Remehue N° 52

VI. UTILIZACIÓN DE ENSILAJE PARA VACAS LECHERAS

ESTRATEGIA DE SUPLEMENTACIÓN CON ENSILAJE EN PASTOR EO

Antonio Hargreaves B.

1. INTRODUCCIÓN

Lograr la óptima relación entre productividad del animal y la productividad de la pradera, es uno de los aspectos más complejos de los sistemas pecuarios en condiciones de pastoreo. Esto debido a que existe una distribución anual de la producción de forrajes, que se ve afectada principalmente por factores climáticos difíciles de predecir y que, restringirían al productor la posibilidad de basar su explotación exclusivamente en la pradera. El agricultor intenta contrarrestar el problema manteniendo una carga animal menor de lo que potencialmente puede soportar el predio, o bien, entregando suplementos como concentrados, forrajes suplementarios, forrajes conservados u otras alternativas como residuos de cosechas o subproductos de la industria.

Una forma de compensar estas variaciones en el consumo de forraje pastoreado es ofrecer alguno de estos suplementos como forraje regulador ("buffer feeding") de la disponibilidad de la pradera. Este regulador es consumido por el animal cuando el consumo de uno o más nutrientes proveniente de la dieta base (forraje pastoreado) se encuentra limitante. Sin embargo, este forraje no debe ser consumido en preferencia a la dieta base (Greenhalgh 1975). Este forraje regulador debe ser además, de alto valor nutritivo y de bajo costo.

Hay forrajes que reúnen estas características, pudiéndose destacar entre ellos principalmente el ensilaje de pradera permanente, pero también el ensilaje de maíz, el de planta completa de cereales y el de especies forrajeras anuales.

El presente trabajo tiene como objetivo analizar la información existente, tanto a nivel nacional como internacional, sobre el uso de ensilajes como forraje regulador de la disponibilidad de la pradera en vacas lecheras, y su proyección en la región.

2. SUPLEMENTACIÓN A PASTOREO

Antes de analizar el tema que interesa, es necesario revisar algunos conceptos que ayudarán a entender mejor la estrategia de ofrecer un ensilaje como alimento regulador del pasto ofrecido por la pradera.


2.1. Tasa de sustitución:

De acuerdo a lo estipulado por Hodgson (1990), virtualmente no existe un alimento, ya sea concentrado o voluminoso, que actúe totalmente como suplemento, es decir, que no resulte en una disminución del forraje pastoreado proporcional al alimento suplementado. Esto se conoce como tasa de sustitución y se define como la disminución del consumo de forraje pastoreado en proporción del alimento ofrecido (base materia seca), y usualmente se expresa como porcentaje.

2.2. Componentes del consumo a pastoreo y comportamiento animal:

El consumo de forraje en pastoreo ha sido materia de estudio por mucho tiempo. La gran variedad de factores que lo afectan hacen que su entendimiento sea complejo. Sin embargo, los factores más determinantes han sido identificados y estudiados en detalle. Éstos son: el tiempo de pastoreo (TP), la tasa de mordiscos (TM) y el tamaño de bocado (TB) (Phillips, 1989). En general, la literatura concuerda en que el TB es el factor más importante que afecta el consumo a pastoreo, debido a que los atributos de la pradera, como la disponibilidad, ejercen una clara influencia sobre este parámetro (Forbes y Hodgson, 1985).

Es necesario destacar entonces que los aspectos relacionados con la conducta de la vaca juegan un rol importante en el control del consumo. Cuando TB se reduce, la vaca trata de compensar la menor ingesta aumentando TM y/o TP, aunque se ha visto que este aumento rara vez logra compensar bajas en consumos (Hodgson, 1990).

2.3. Tasa de ingestión:

Otro concepto importante necesario de destacar es la tasa de consumo, es decir, la cantidad de alimento (medido normalmente en gramos de materia seca) que el animal es capaz de consumir por unidad de tiempo (minuto u hora) (Leaver, 1985). En un esquema simplificado Hodgson, (1990) muestra cómo interactúan estos componentes (Figura 1).


Estas relaciones pueden ser afectadas por diversos factores entre los cuales la suplementación es uno de los más determinantes.

2.4. El forraje regulador del pasto disponible

La estrategia de uso de un ensilaje como alimento regulador de la disponibilidad de pasto (buffer feeding), es un tema de análisis muy complejo debido a la diversidad de factores que están involucrados (Figura 2). (Hargreaves, 1993).


Una de las principales características que determinan el valor de un forraje regulador es el nivel al cual éste es consumido. El consumo, tanto del forraje regulador como del forraje a pastoreo, está estrechamente relacionado, pero a su vez el consumo de ambos son el producto de la influencia de varios factores.(Figura 2).

Explicar detalladamente las relaciones escapa el objetivo de este capítulo. Sólo se destacarán aquéllas de mayor significancia, como es el efecto de la condición de la pradera sobre el consumo de un ensilaje regulador, sobre el consumo total de materia seca y la respuesta en producción de leche.


3. SUPLEMENTACIÓN CON ENSILA JES A VACAS EN PASTOREO

3 .1 . Alta disponibilidad de la pradera:

Al inicio de la primavera y hasta más o menos mitad del mes de noviembre, la pradera de la zona sur presenta una alta disponibilidad y calidad. Sin embargo, se puede producir algunas deficiencias específicas como una menor ingestión de fibra; proteína de alta degradabilidad, o bien, deficiencias marginales de algún micronutriente, si éste es deficitario en algún tipo específico de suelo. El fundamento de la suplementación reguladora es que el animal sea capaz de cubrir el requerimiento específico de aquel nutriente que la pradera no le ofrece, y el nutricionista debe llegar a comprender esta facultad que tiene la vaca y usarla como estrategia. El grado de beneficio que se puede obtener del sistema dependerá de la calidad del suplemento, el tiempo de acceso al suplemento y al pastoreo y, sobre todo, la disponibilidad de la pradera (Leaver, 1985).

Cuando la disponibilidad de forraje por animal no está restringida, la suplementación con ensilaje de pradera generalmente produce una alta tasa de sustitución, lo que se traduce en una menor producción de leche (Phillips y Leaver, 1985), pero se ha observado un mayor contenido y producción de materia grasa de la leche (Phillips y Leaver, 1985). Estos incrementos pueden no ser importantes porque también se ha observado una disminución de la producción de la proteína de leche, probablemente, por una menor ingestión de energía debido a la alta tasa de sustitución. Aquí, el valor nutritivo del suplemento es de vital importancia, porque de éste depende en gran medida cuánto se puede afectar el contenido de proteína de la leche (Bryant, 1978).

La suplementación con ensilaje de pradera en condiciones de disponibilidad de forraje para pastoreo sin restricción, fue revisada por Phillips (1988). La tasa de sustitución es alta, indicando que no existe ningún efecto de suplementación; sólo hay un reemplazo de forraje pastoreado por ensilaje. Como consecuencia, el consumo total de materia seca no se altera o sólo levemente; la producción de leche tiende a disminuir, y el contenido de grasa podría incrementarse. Cuando ensilajes de una inferior calidad nutritiva (mayor contenido de fibra) se usan temprano en la primavera, el efecto de sustitución no ocurre, debido a que se cubre el requerimiento de un determinado ingrediente de la dieta, como es el consumo de fibra, pero sí ocurre en términos del consumo de materia seca (Miller y otros, 1965; Poole, 1985).

Sin embargo, cabe destacar que vacas de alto potencial productivo pueden responder a la suplementación con ensilajes en situación de alta disponibilidad de pasto, dependiendo de la calidad del suplemento. En general, las vacas en lactancia hacen un mayor consumo de m.s. que las vacas secas (43 a 76% más) en condiciones de pastoreo, siendo éstas de un peso vivo similar (Hodgson y Jamieson, 1981). Entre los factores relacionados al animal que mayormente afectan el consumo de m. s. se destacan la producción de leche, peso vivo y cambio de peso vivo (Mayne y Wright, 1988). Hay que entender que si la energía de la dieta no es limitante, la vaca es capaz de consumir hasta que cubra sus requerimientos (Baile y Forbes, 1974).


Estas vacas de mayor potencial productivo o aquéllas de parto de primavera

no han presentado respuestas concluyentes a las suplementación con ensilaje de pradera durante el pastoreo de primavera, por lo que los resultados de la literatura estén todavía poco claros y no permiten generalizar. El ensilaje de maíz parece tener un rol importante de ser analizado. La digestión de la pradera a nivel de rumen es muy rápida, en cambio la del ensilaje de maíz es significativamente más lenta (Moran y Jones, 1992). En términos prácticos, esto significa que el almidón del maíz (fuente de energía) será utilizado en forma más eficiente por las bacterias ruminales lo que en definitiva se traducirá en una síntesis más eficiente de proteína microbiana y, a su vez, la actividad celulítica se verá afectada en mucho menor grado si se compara con otras fuentes de almidón de alta degradabilidad como la cebada (Nocek y Tamminga, 1991).

3-2. Disponibilidad restringida de la pradera

Es necesario destacar que la disponibilidad de la pradera puede estar restringida no sólo por la reducción natural del crecimiento de los pastos (debido al avance de la estación primavera-verano), si no que también hay otros factores que pueden limitar la disponibilidad de forraje para pastoreo, como por ejemplo:

- Una al ta carga animal. - Pastoreo restr ingido en términos de t iempo efect ivo de

pastoreo. - Contaminación por estiércol. - Exceso de lluvias. - Incluso cuando se pract ica el corte de pasto y se ofrece como

"soi l ing" a vacas estabuladas.

Al ofrecer ensilaje de pradera en condiciones de pastoreo restringido se produce una menor tasa de sustitución y, consecuentemente, el consumo total de materia seca aumenta. Es decir, existe un efecto real de suplementación y no sólo de sustitución como es el caso de condiciones de alta disponibilidad de pasto (Rogers y Robinson, 1980, citado por Phillips, 1988).

En la Tabla 1, se presenta resultados experimentales que fueron resumidos por Phillips (1988) y que se han complementado con algunos resultados nacionales.


Tabla 1. Ensilaje de pradera ofrecido como regulador a vacas en

pastoreo restringido.

Cambio relativo a pastoreo solo Producción de:

Consumo m.s.

(kg/vaca/día) ensilaje

pasto

Tasa sustitución (kg pasto/

kg ensilaje)

Consumo Total m.s.

(kg/vaca/día)

Leche (lt)

Grasa (g/día)

Proteína (g/día)

Referencia

3,1 10,3 0,10 +2,8 - +60 +60 1 2,0 4,3 0,0 +2,0 +2,2 +50 +100 2 5,2 7,7 0,04 +5,0 +2,1 +70 +109 3 6,1 --- --- --- +3,2 +120 +102 4 8,3 --- --- --- +2,9 +140 +90 4 4,1 6,2 0,7 +4,4 +2,6 +130 +30 5 4,0 4,7 0,28 +2,9 +0,9 +40 +50 6 8,0 5,3 0,06 +7,5 +1,7 +80 +17 6 2,0 10,2 0,85 +0,6 +0,3 +26 +25 7 4,1 7,4 0,68 +1,2 +0,6 +34 --- 8 2,0 --- --- --- +0,4 --- --- 9 4,0 --- --- --- +0,2 --- --- 9 6,0 --- --- --- +0,3 --- --- 9 4,7 --- --- --- +0,04 --- --- 10 2,0 9,8 0,67 +0,8 +0,3 --- --- 11

Referencias

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10. Klein y otros (1991) 11. Hargreaves (1994) (Resultados no publicados)

* Citados por Phillips (1988)

Claramente, se puede concluir que los efectos del ensilaje de pradera son mayores en condiciones de disponibilidad de pasto restringidas. En general, la producción de leche se incrementa, y también la producción de grasa y proteína láctea, aunque el contenido graso de la leche puede disminuir. El contenido de proteína láctea muestra variaciones en los resultados de la literatura, lo que se asocia principalmente al uso de ensilajes de diferente calidad.

Para entender mejor el proceso de regulación, Phillips (1988), adaptó resultados experimentales y confeccionó relaciones de distintas combinaciones de pastoreo y ensilajes de diferente calidad (Figura 3).


Figura 3. Consumo total de m.s. observado (▲ -▲) y esperado (▲---▲) con distintas combinaciones de pastoreo y ensilaje. (Phillips, 1988).

En general, a medida que aumenta la proporción de ensilaje en la dieta, disminuye el consumo de pasto. Esto es lo que se espera en la teoría. Sin embargo, lo que sucede en la práctica es lo mismo pero en distintos grados, dependiendo de la calidad del ensilaje ofrecido. Cuando el ensilaje es de alta calidad, el consumo total de m.s se potencia llegando a ser mayor que cualquiera de los forrajes, pastoreado o como ensilaje, cuando son ofrecidos solos. En cambio, cuando el ensilaje es de baja calidad, el consumo total de m.s. no se potencia. Esto puede explicarse cuando hay una real entrega de un nutriente con el ensilaje estando éste deficitario en el pasto (Phillips, 1988).

Es interesante retomar el caso del ensilaje de maíz como forraje regulador. En condiciones de pastoreo restringido, el ensilaje de maíz produce un notable incremento del consumo total de m.s. (Tabla 2).


Tabla 2. Efecto de la suplementación con ensilajes de maíz a vacas de alta producción a pastoreo en verano.

Pastoreo +

Pastoreo ensilaje maíz

Consumo, Kq m/s. /vaca Pradera Ensilaje maíz Concentrado Total

Tasa de sust i tución EM ración,(Mcal/Kg m . s . ) Producción leche,( l t /vaca/día) Materia grasa,( % ) Lt 4% grasa/vaca/día

Fuente: Kirchgessner y Müller(1989)(Citados

por Stehr, 1990)

El ensilaje de maíz complementa muy bien el déficit energético que se produce en verano. La baja tasa de sustitución permitió aumentar el consumo de energía de la ración total lo que se traduce en dos aspectos importantes: una mayor producción de leche y grasa láctea con menos concentrados.

3.3 Suplementación durante toda la temporada de pastoreo.

Un alcance clásico para entender el efecto de ofrecer ensilaje a vacas en pastoreo durante primavera y verano lo reportaron Phillips y Leaver (1985), y las distintas relaciones se ilustran en la Figura 4.

12,6 10,5 __ 6,2 5,5 3,6 18,1 20,3 0,32 2,43 2,56 23,9 31,8 3,5 3,8 22,1 30,8


Figura 4. Suplementación de vacas lecheras en primavera y verano con ens i l a j e de p raderas (Ph i l l i p s y Leaver , 1985 , adaptado por Anrique y Balocchi, 1993).

En la medida que se incrementa el consumo de ensilaje, el consumo de la pradera disminuye, siendo este efecto mucho más dramático en la primavera, debido a las mayores tasas de sustitución. Consecuentemente, y relacionado con el tiempo y forma de suplementación, el tiempo de pastoreo disminuye al aumentar el consumo de ensilaje. La producción de leche se resiente en primavera mientras que en verano, el ensilaje puede significar verdaderos incrementos de leche. Con el avance de la temporada de pastoreo hacia el verano, el consumo del ensilaje aumenta si se ofrece ad libitum y, un aspecto importante, es el aumento del tiempo de rumia puesto que esto puede significar un incremento en la utilización de la ración total.


Queda entendido que los beneficios de suplementar ensilajes en primavera son menores que en verano. Sin embargo, sería deseable incrementar el consumo de fibra en la dieta, ya que a inicios de primavera la pradera es muy baja. Para lograr esto, cantidades restringidas de ensilaje de mayor contenido de fibra pueden ser entregados a vacas lecheras recién paridas o de mayor potencial productivo. Este ensilaje debe ser de buena fermentación para no limitar el consumo (Stehr, 1990), o bien ofrecerse mezclado con el concentrado para estimular el consumo.

Así, Stehr (1990), plantea mayores ventajas con una suplementación con ensilaje de pradera desde el inicio de la temporada en cantidades crecientes hasta fines del verano. Con esto se logra compensar en mejor forma las variaciones que experimenta la pradera en cuanto a su abastecimiento de nutrientes, logrando consecuentemente, una ración más estable durante toda la temporada.

Este esquema plantea como desafío la obtención de buena calidad en los ensilajes y cuidar que éstos, sobre todo el ensilaje de maíz, no sean consumidos en preferencia a la pradera porque se perdería el efecto de forraje regulador. (Greenhalgh, 1975).

3-4 Frecuencia y tiempo de suplementación

Es claro que cada minuto que la vaca esté consumiendo ensilaje es un tiempo menos de pastoreo; por lo tanto, dependiendo del momento del día, la vaca tendrá menor TP aumentando la tasa de sustitución no sólo por efecto de la suplementación, sino que porque la vaca no está en el potrero.

Existe evidencia que la vaca tiene una variación diurna del TP bastante estable y que puede afectarse por condiciones climáticas como es por lluvias (Figura 5), (Ruckebusch y Bueno, 1978) y que fue corroborado por Phillips y Leaver (1986).


Figura 5 . Momentos de pas to reo y rumia d ia r ios ba jo buen c l ima y lluvia (Ruckebusch y Bueno, 1 9 7 8 ) .

Manteniendo constantes las condiciones de la pradera, la actividad de pastoreo diaria no se afecta con el avance estacional, pero el número de pastoreos se incrementa y la duración de éstos disminuye a medida que el día se alarga (Phillips, 1989) y, está claro que el ganado prácticamente no pastorea durante la noche.

Esto es un factor que debe manejar el productor con el objeto de lograr el máximo beneficio con la suplementación. Una estrategia muy común, por lo práctico, es dejar las vacas encerradas después de la ordeña de la tarde para que consuman ensilaje. El problema es que ese es uno de los momentos de mayor actividad de pastoreo, en que la vaca dejaría de comer más pasto que en otro momento. De acuerdo a la conducta del ganado, sería más conveniente establecer una rutina de suplementación antes de cada ordeña pero, obviamente esto complica un poco el manejo. Quizás esta complicación se vea compensada con creces por el aumento de la eficiencia de la suplementación, pero desafortunadamente esto no está totalmente dilucidado en la literatura. Sin embargo, ha habido algunas aproximaciones y tiene mucho que ver con el tipo de suplemento que se ofrezca.


Ya se mencionó el caso del maíz. Moran y Jones (1992) ofreció ensilajes de maíz a vacas en pastoreo; un grupo a pastoreo con acceso constante al ensilaje de maíz en comederos dispuestos en el potrero, y el otro grupo recibió el ensilaje en la mañana solamente y luego fueron llevados a pastorear. En este caso específico del maíz, la frecuencia y tiempo de acceso es menos relevante, pues no hubo reales diferencias en producción de leche producto de la característica del maíz de ofrecer una liberación más racionada de la energía y por lo tanto, la utilización de la pradera es más eficiente. Pero el ensilaje de pradera es distinto.

La entrega de la energía y la degradabilidad de la proteína son rápidas a nivel ruminal (Anrique, 1993), por lo que se justificaría aumentar la frecuencia de suplementación para obtener un suministro más constante de la energía necesaria para incrementar la eficiencia de utilización de la proteína de la pradera. Esto último es un poco incompatible con el pastoreo, porque involucra un mayor manejo. Una forma de paliar el problema es ofrecer el ensilaje en el mismo potrero ya sea en comederos móviles o a lo largo del cerco. Esta práctica muy utilizada por los productores, aumenta las pérdidas de suplemento (Phillips, 1988).

Aquí se retoma el concepto de tasa de ingestión ya mencionado (Punto 2.3 de este capítulo). Dependiendo del tipo y calidad de ensilaje, la vaca es capaz de consumir grandes cantidades de energía en poco tiempo si ella está restringida en su acceso al suplemento (Freer y otros, 1962).

Un ensilaje de buenas características fermentativas y con alto valor "D" es consumido con más avidez por la vaca si ella "sabe" que su tiempo de acceso es corto. Estas relaciones fueron comprobadas por Hargreaves y Leaver (1993) (Figura 6).


Valor "D" (g MS/Kg)

Figura 6. Efecto de la digestibilidad sobre la tasa de ingestión y el consumo de ensilaje de planta completa de cebada (Hargreaves y Leaver, 1993).

Es posible lograr altos consumos de un ensilaje de buena calidad en períodos cortos de tiempo, por ejemplo, 45 min. o una hora antes o después de cada ordeña (Roberts y Leaver, 1986); Phillips y Leaver, 1985; Hargreaves, 1993). Otra práctica es estabular las vacas en la noche después del pastoreo de la tarde y ofrecerles el ensilaje ad libitum (Phillips y Leaver, 1985; Roberts y Leaver, 1986), aunque esta última alternativa no tiene la ventaja que tendría el suministro más frecuente de ensilaje de pradera.


3.5 Suplementación y carga animal

La utilización de la pradera se reduce como resultados de la suplementación. Esto es así, si la superficie de pastoreo que se libera no es utilizada con un aumento proporcional de la carga animal o bien, incrementando la conservación de forraje. Resultados experimentales ilustran este aspecto (Hargreavesy Leaver, 1992) (Tabla 3).

Tabla 3. Carga animal efectiva según nivel de suplementación (Hargreaves y Leaver, 1992).

Consumo ensilaje* (Kg/vaca/día)

Consumo a pastoreo (Kg/vaca/día)

Carga animal efectiva (vacas/ha)

6,1 8,1 8,9

12,1 6,3 5,3 4,5

1,9 3,7 4,4 5,0

* Ensilaje de cebada (planta completa)

Una deficiente utilización de la superficie de pastoreo que se libera, anula por completo los beneficios que se obtienen con la suplementación reguladora (Mayne y otros, 1991).


4. RESUMEN Y CONCLUSIONES

La suplementación con ensilajes de pradera como forraje regulador de la disponibilidad de la pradera es una práctica que permite ofrecer raciones más balanceadas y estables en el tiempo a vacas en pastoreo.

La disponibilidad de la pradera es uno de los factores que más afectan los potenciales efectos de la suplementación

En condiciones de pastoreo ad libitum (sin restricción) el ensilaje de pradera ofrece pocas ventajas como suplemento debido a la alta tasa de sustitución. Un buen ensilaje (buenas características fermentativas) puede incrementar el consumo de fibra de la ración.

El ensilaje de maíz ofrece energía de liberación más gradual a nivel de rumen, lo que puede aumentar la eficiencia de utilización de la dieta.

En condiciones de pastoreo restringido, el ensilaje de pradera y de maíz ofrecen los mayores beneficios como reguladores. Se produce un incremento de la producción de leche, producción de grasa y proteína láctea. El consumo total de materia seca se incrementa por sobre el consumo de cualquiera de los forrajes ofrecidos solos.

El momento de ofrecer un suplemento es importante, sobre todo con ensilajes, porque se resta tiempo de pastoreo. La tasa de ingestión debe ser alta para lograr altos consumos de energía y materia seca en poco tiempo.

La suplementación libera superficie de pastoreo. eficientemente.

Ésta debe ser utilizada


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