c amntina ay ec le - agustinos recoletos...ellos como compañero de camino y él mismo era el guía...

8
y n.º 136 – AÑO 2016 anta amina Agustinos Recoletos BOLETÍN DE AMISTAD y anta amina C ¿Caminar solo? ¡Mejor acompañado! La Orden de Agustinos Recoletos ha publicado el Itinerario Vocacional Agustino Recoleto (IVAR), que presenta el camino para crear una cultura vocacional y los pasos que han de darse con el f in de vivir “logradamente” la vocación recibida de Dios, para lo que es imprescindible el acompañamiento. En este número te lo presentamos. Para cursar el camino de la vida o responder acertada- mente a la personal vocación se proponen diversos itine- rarios, o formas prácticas de recorrerlo. El Itinerario Vocacional Agustino Recoleto es una propuesta concre- ta válida para cualquier género de vocación. Un peregrino puede realizar su peregrinación solo, pero siempre estará expuesto a afrontar las dificul- tades con más riesgo e incluso a errar en el cami- no, y nunca podrá disfrutar de la conversación y experiencias del otro; no podrá compartir sus anhelos e inquietudes; no podrá ni enriquecerse ni enriquecer a otros. Un seguidor de Jesús de Nazaret no puede ser un caminante solitario. El seguidor de Jesús es comunitario, es Iglesia, dentro de la cual ha reci- bido y vive en concreto su vocación. Es decir, el cristiano ha de saberse acompañado y buscar acompañamiento en su caminar para discernir mejor qué camino ha de escoger o por qué camino quiere el Señor que le siga. El IVAR, consciente de que toda vocación implica caminar a veces “como el agua por torcidos cauces”, apuesta por el acompaña- miento para no naufragar y poder contar con una luz que alumbre el camino, que alum- bre el proyecto bello que Dios tiene reser- vado para todo ser humano y en cuya reali- zación este encontrará su dicha y contri- buirá al bien de los demás. Aquí estás y debes andar, caminar como el agua absorta por el torcido cauce, altos muros rojos, y a deshora. Aquí estás y debes andar, caminar como el agua absorta por el torcido cauce, altos muros rojos, y a deshora. Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino que yo voy. Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol... y un camino virgen Dios. Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino que yo voy. Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol... y un camino virgen Dios. E s muy común apelar en todas las literaturas a la imagen del “camino”, como equivalente a la vida humana, realidad dinámica que va haciéndose incesantemente y que cada uno tiene que vivir de forma ineludible. Expresión feliz de esta realidad son los céle- bres versos de León Felipe: La vida humana es una vocación recibida de Dios. Hablar de vida humana es hablar, en el fondo, de vocación, de un camino con- creto que toda persona ha de recorrer. Pero sobre esa vocación fundamental común cada persona recibe otras múltiples llamadas: a la fe, a la solidaridad, al com- promiso por la justicia, al estado matrimo- nial, a la vida consagrada o misionera, etc. Toda vocación implica recorrer un camino, en ocasiones abrupto. El poeta Carlos Bou- sogno, intuyendo las dificultades de la vida e identificando camino y vida, escribe:

Upload: others

Post on 15-Mar-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

y n.º 136 – AÑO 2016antaamina

Agustinos

Recoletos

B O L E T Í NDE AMISTAD

yantaaminaC

¿Caminar solo?¡Mejor acompañado!

La Orden de Agustinos Recoletos ha publicado el Itinerario Vocacional Agustino Recoleto(IVAR), que presenta el camino para crear una cultura vocacional y los pasos que han de darsecon el f in de vivir “logradamente” la vocación recibida de Dios, para lo que es imprescindible

el acompañamiento. En este número te lo presentamos.Para cursar el camino de la vida o responder acertada-mente a la personal vocación se proponen diversos itine-rarios, o formas prácticas de recorrerlo. El ItinerarioVocacional Agustino Recoleto es una propuesta concre-

ta válida para cualquier género de vocación.

Un peregrino puede realizar su peregrinación solo,pero siempre estará expuesto a afrontar las dificul-tades con más riesgo e incluso a errar en el cami-no, y nunca podrá disfrutar de la conversación yexperiencias del otro; no podrá compartir susanhelos e inquietudes; no podrá ni enriquecerseni enriquecer a otros.

Un seguidor de Jesús de Nazaret no puede serun caminante solitario. El seguidor de Jesús escomunitario, es Iglesia, dentro de la cual ha reci-bido y vive en concreto su vocación. Es decir, elcristiano ha de saberse acompañado y buscaracompañamiento en su caminar para discernirmejor qué camino ha de escoger o por quécamino quiere el Señor que le siga.

El IVAR, consciente de que toda vocaciónimplica caminar a veces “como el agua portorcidos cauces”, apuesta por el acompaña-miento para no naufragar y poder contar conuna luz que alumbre el camino, que alum-bre el proyecto bello que Dios tiene reser-vado para todo ser humano y en cuya reali-zación este encontrará su dicha y contri-buirá al bien de los demás.

Aquí estás y debes andar,

caminar como el agua absorta

por el torcido cauce, altos

muros rojos, y a deshora.

Aquí estás y debes andar,

caminar como el agua absorta

por el torcido cauce, altos

muros rojos, y a deshora.

Nadie fue ayer,

ni va hoy,

ni irá mañana

hacia Dios

por este mismo camino

que yo voy.

Para cada hombre guarda

un rayo nuevo de luz el sol...

y un camino virgen

Dios.

Nadie fue ayer,

ni va hoy,

ni irá mañana

hacia Dios

por este mismo camino

que yo voy.

Para cada hombre guarda

un rayo nuevo de luz el sol...

y un camino virgen

Dios.

Es muy común apelar en todas las literaturas a laimagen del “camino”, como equivalente a la vidahumana, realidad dinámica que va haciéndose

incesantemente y que cada uno tiene que vivir de formaineludible. Expresión feliz de esta realidad son los céle-bres versos de León Felipe:

La vida humana es una vocación recibidade Dios. Hablar de vida humana es hablar,en el fondo, de vocación, de un camino con-creto que toda persona ha de recorrer.Pero sobre esa vocación fundamentalcomún cada persona recibe otras múltiplesllamadas: a la fe, a la solidaridad, al com-promiso por la justicia, al estado matrimo-nial, a la vida consagrada o misionera, etc.

Toda vocación implica recorrer un camino,en ocasiones abrupto. El poeta Carlos Bou-sogno, intuyendo las dificultades de la vidae identificando camino y vida, escribe:

Cascada en La Fortuna, provincia de Ala-juela, Costa Rica. El curso de agua, al igualque el camino, son metáforas usuales parasignificar la vida humana, un recorrido si-nuoso que todo ser humano debe vivir. ElIVAR viene a ser un cauce o camino con-creto que hace ese recorrido más fructífe-ro y con la posibilidad de hacerlo en gru-po desde la fraternidad.

Agustinos RecoletosBoletín de Amistad

Número 136SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2016

Depósito Legal:M-10324/1986

136 yantaaminaC

Dirección:Marciano Santervás

Redacción:Rafael MediavillaJosé María NaranjoAlberto Valecillos

Edita:Agustinos RecoletosProvincia de San Nicolás de TolentinoPaseo de La Habana, 16728036 MadridTel. 913 453 460publicaciones@agustinosrecoletos.orgwww.agustinosrecoletos.orgwww.entrayveras.org

Imprime:EspañaCampillo Nevado — MadridMéxico, Estados Unidos y Costa RicaImprimo S.A. de C.V. — México D.F.

yantaaminaC

EN PORTADA

Una palabra: vocación • Una imagen: camino • Una persona: compañero

Compañeros de camino

Vocación es una palabra fun-damental para describir lavida humana, y más concre-

tamente la vida de fe, como pro-yecto que aspira a la plenitud.Vocación es asumir con ilusión unobjetivo, una tarea, una misión.

Vocación, camino, compañero

Muchas culturas han recurrido a laimagen del camino o del viajepara describir la experiencia de lavida. Aunque hoy se sobrevalore loparticular, lo perso-nal y la tendenciaal individualismo,todos buscamosrelacionarnos lomás posible.

Antes de un viajees común acudir ala experiencia deotros y valorar susopiniones. Aún más, hay quienesbuscan compañeros de viaje, por-que saben que compartir la expe-riencia, la ayuda y el apoyomutuos, la complementariedad,harán esa experiencia mucho másplacentera e interesante.

Benedicto XVI dijo: “Es importantetener compañeros de viaje en elcamino de nuestra vida cristiana.Pienso en las personas con las quese puede compartir la propia expe-riencia de fe, pero pienso tambiénen la Virgen María y en los santos[…]. San Agustín, a quien tuve elgran don de conocer de cerca, pordecirlo así, a través del estudio y laoración, se ha convertido en unbuen compañero de viaje en mivida y en mi ministerio”.

El camino,juntos

El mejor viaje nose hace a solas.Por eso, para elItinerario Voca-cional AgustinoRecoleto es esen-cial que el camino

se haga con acompañamiento. Asílo escribió san Agustín: “has halla-do al peregrino que, aún en cami-no, suspira por la patria. Únete a él,es tu compañero, corre a su lado”.

San Agustín recuerda a Jesús conlos discípulos de Emaús: “Iba con

El Itinerario Vocacional Agustino Recoleto parte de una serie de imágenes y

analogías bien entendidas por todos: el viaje de la vida; el camino de la voca-

ción, el más importante para todo hombre y para toda mujer; la fe del viajero,

del caminante, configura su salida, su ruta y su destino. Y este viaje no se

puede hacer solo. Así es el camino de vida cristiana.

Cuando buscamos un nuevoteléfono, las opiniones deotros nos familiarizan con él

antes de decidirnos por comprarlo.

El IVAR es una herramienta deapoyo para quienes realizan un ser-vicio de animación vocacional.Ahora bien, al igual que con cual-quier gadget electrónico, sus apli-caciones son tantas que el usuariodebe seleccionar previamente lasque le resulten de verdad útiles yprácticas.

El IVAR necesita implicar y movili-zar a la comunidad cristiana paraser verdaderamente dinamizadorde la búsqueda de lo que Diossueña para cada persona.

El IVAR recoge las mejores intui-ciones que la Iglesia y la Orden deAgustinos Recoletos han alcanza-do con el esfuerzo de muchos.Quiere reflejar esta sabiduría desdeun planteamiento integral deacuerdo con las exigencias concre-tas de nuestra realidad.

¿Qué es el IVAR?

ellos como compañero de caminoy él mismo era el guía”. Acompaña,orienta y enseña el rumbo.

Aún más: los creyentes sabemosque Jesús es el camino y muevelos primeros pasos del caminante.La Iglesia lo explica en su docu-mento Nuevas vocaciones para unanueva Europa (NVNE, 1997): “Noexiste un sólo párrafo del Evangelioque no tenga una proyecciónvocacional”. En sus encuentros,Jesús siempre hace que la personase cuestione: ¿Qué hacer de mivida? ¿Cuál es mi camino?”.

Y desde la figura de Jesús, otroscompañeros de camino y guías son

Una palabra: vocación • Una imagen: camino • Una persona: compañero

Compañeros de camino

Aquí radican sus grandes logros:que está en sintonía con el pere-grinar de la Iglesia en este servi-cio, y que en él se reconocen quie-nes han ido abriendo su mente ysu corazón a esta nueva sensibili-dad en la promoción vocacional.

El IVAR está pensado para el acom-pañamiento de toda vocación enclave de “proceso”, apoyándose enla pedagogía y en la psicología. Poreso es un documento de obligadareferencia, aunque no sustituye a lanecesaria formación para llevar acabo el acompañamiento.

Por último, el IVAR da juego y requiere de la participación de todala comunidad cristiana, incluida lacomunidad religiosa, convertida en

comunidad vocacional comoámbito privilegiado donde germi-nan y son acompañadas las diver-sas vocaciones.

los santos: “Estad seguros de quese convertirán en buenos guíaspara amar cada vez más al Señor yayudas válidas para vuestro creci-miento humano y cristiano” (Bene-dicto XVI).

La persona llamada a vivir a fondosu vida y su fe necesita hacerloacompañada, con apertura haciala experiencia de otros: “Tal viajese realiza por etapas, en compañíade un hermano o hermana mayoren la fe y en el discipulado, queconoce el camino, la voz y lospasos de Dios, que ayuda a reco-nocer al Señor que llama y a dis-cernir el camino que recorrer parallegar a El y responderle” (NVNE).

La vocación de acompañar

Incluso ser acompañante y guía esuna vocación de algunos: “un ser-vicio prestado a cada persona, a finde que pueda descubrir el caminopara la realización de un proyectode vida como Dios quiere, segúnlas necesidades de la Iglesia y delmundo de hoy” (NVNE).

Todos podemos ser apoyo para elcompañero de camino: “Querría-mos ser samaritanos de la espe-ranza para aquellos hermanos yhermanas con los que comparti-mos la fatiga del camino” (NVNE).

Camino compartido desde el inicio,nada más despertar el deseo deemprenderlo. Juntos descubrimosla ruta propia y cómo recorrerlacon la actitud de quien está delan-te de algo grande, que le desborda

y que conduce al destino de la ple-nitud: “Quien va junto a un herma-no en el camino del discernimientovocacional penetra en el misteriode la libertad, y sabe que podrá serde ayuda sólo si respeta tal miste-rio” (NVNE).

De hecho, san Agustín dijo quemás importante que llegar a lameta cuanto antes, es permane-cer en compañía del hermano:“Cuando uno es más veloz y el otromás lento, debe el más ligero fre-nar su marcha para no dejar sincompañía al más lento”.

Y anima también a compartir en elcamino la mochila, las riquezas, lascapacidades: “Vas cargado; dale aél de eso que tienes. Además dealimentarlo a él, aligeras tu propiacarga”.

• 40 páginas abarcan una introducción, una conclusión y tres secciones

que marcan el progreso vocacional: Arar, Sembrar y Cultivar.

• Tres claves: Teología vocacional iluminada por la Sagrada Escritura;

Espiritualidad vocacional basada en el carisma agustino recoleto; Peda-

gogía vocacional con una propuesta de Actitudes, Medios y Acciones

prácticas.

• Concreción y propuestas reales: relación de más de 69 actitudes, 52

medios, 48 Acciones y 22 recursos para el acompañamiento.

• 16 Fichas específicas de trabajo para una práctica efectiva del IVAR.

C136 yantaamina

3C

4CEl IVAR hecho vida

“Hemos de crear un ambiente favorable para acoger, viviry celebrar la fe, y responder a Dios acompañados”

Fabián Martín (Tepatitlán de Morelos, Jalisco, México, 1981) es agustino recoleto y actualmente

maestro de novicios. Ha sido miembro de la Comisión redactora del IVAR y le hemos entrevistado

para conocer de cerca este documento y las perspectivas que abre en la promoción vocacional.

¿Qué desafíos huboal redactar el IVAR?

La Orden de Agustinos Recoletosmantiene una seria preocupaciónpor la animación y el acompaña-miento vocacional. Hemos palpadolos cambios profundos de la socie-dad y sus consecuencias, pero noes fácil traducir esta preocupaciónen iniciativas concretas y en untrabajo conjunto y articulado.

El procedimiento clásico de ani-mación vocacional no daba más desí. Dos congresos en 1997 (Roma)y 2011 (Costa Rica) fueron referen-cia clave para abrirse a un nuevoestilo y lograr una verdadera con-versión a los signos de los tiempos.

El IVAR sería el horizonte lógicoque plasmaría toda esta renova-ción, pero quedaba la cuestión dequién lo hacía y qué forma darle.En 2010 la Orden nombró unacomisión para redactarlo y luegofue revisado en muchas reunionesdurante meses.

¿Qué acogida ha tenido?

El IVAR es hoy objeto de lectura,reflexión y formación. Pero senecesitará mucho más que labuena voluntad para emprenderlos cambios oportunos.

Son tiempos de un profundo con-traste que genera desconcierto,no abundan las vocaciones y en elánimo de los religiosos ha supues-to un “shock”: ¿quién nos reempla-zará? Habrá que aprovechar estedesconcierto para abrir espaciosde diálogo y aplicación del IVAR.

Pero considero que lo principal sepone en juego en la comunidadcristiana. Si el IVAR no interactúacon esa red de relaciones que es lacomunidad, se quedará en “otrodocumento”. Es urgente movilizar-se y ser creativos para aterrizar lapropuesta del IVAR en iniciativasconcretas en cada comunidadparroquial, educativa, misional oformativa. Es nuestra esperanza.

¿Y cómo hacer del IVARalgo vivo?

La reflexión sobre la “cultura voca-cional” ha dado frutos con nuevasperspectivas y una preocupaciónpor cuidar el acompañamiento y eldiscernimiento. El gran reto noestá en comprender la culturavocacional, cuanto en posibilitarlacon todas sus consecuencias.

Una intuición personal es que elplanteamiento de la cultura voca-cional tiene su pista de aterrizaje enla “comunidad vocacional”. Hayque gastar energías en crear unentorno y ambiente favorablesdonde la persona acoge el don dela fe, lo vive y celebra, y donde sela acompaña para responder la lla-mada personal de Dios.

El IVAR hace esta propuesta com-pleta e influirá en la medida en quese comparta y se asuma. Lo digosin reparos: será difícil echar vinonuevo en odres viejos, porque limi-

taremos sus posibilidades y soca-varemos su alcance. El traje viejolució muy bien, pero ya no admitemás remiendos. Es necesarioestrenar uno nuevo que sí harávivo al IVAR.

¿Qué aportan las FraternidadesSeglares y las JAR al IVAR?

El IVAR, antes de plantearse altosvuelos, tendrá que medirse conlos procesos de evangelizacióndentro de nuestra familia agustinorecoleta, como un verdadero testde posibilidad.

El espíritu del IVAR tiene que per-mear a toda nuestra familia. Unaplataforma privilegiada son las Fra-ternidades o las JAR que viven,celebran y profundizan la fe desdeel carisma agustino recoleto.

¿Cómo conseguirlo? No hay vueltade hoja: con empeño, constancia,continuidad y generosidad. Loprincipal radica en que cada miem-bro de esta Familia cultive su pro-pia vocación y sea testimonio elo-cuente de la felicidad de haber res-pondido la llamada de Dios.

Fabián en un encuentro de formación con Equiposde Animación Vocacional en Madrid.

C136 yantaamina

5C

C136 yantaamina

Colombia • Semilleros vocacionales

Dios sigue llamandoHéctor Manuel Calderón (Bucaramanga, Santander, Colombia, 1982) es agustino

recoleto y promotor vocacional de la Provincia de Nuestra Señora de la Candelaria,

expandida por Colombia y Chile. La ayuda para que los jóvenes se planteen un pro-

yecto de vida es para él un factor clave en la promoción de la cultura vocacional.

Una de las razones que máscompromete la reestructura-ción de la Orden es la reali-

dad vocacional, no sólo preocupa-ción de los Agustinos Recoletos,sino de toda la Iglesia. Ante tantasofertas de realización en los jóve-nes de hoy, el seguimiento de Cris-to puede parecer una propuestamás del mercado.

Los jóvenes con inquietud vocacio-nal emergen expuestos a la crisisde valores y a la secularización,que propician la progresiva pérdidade la fe y la visión de una Iglesiaanquilosada y con un lenguajepoco significativo. A su vez, lospromotores de vocaciones pode-mos ceder al desánimo, incapacesde tolerar el fracaso y confiadossólo en nuestras fuerzas, hastaolvidar que Dios sigue llamando.

Pero no podemos quedarnos cru-zados de brazos o resignarnos amorir como autómatas en des-composición. Algo tenemos quehacer. El Papa Francisco recuerda

que la principal actitud vocacionales disponer el corazón para ser“terreno bueno” que escucha,acoge y vive la Palabra de Dios.Ante este reclamo, debemosremangarnos para trabajar.

Para poner en marcha la tarea,hemos programado cinco proyec-tos: fortalecer la cultura vocacio-nal, crear los semilleros vocacio-nales y equipos vocacionales bienintegrados, usar estrategias peda-gógicas en el acompañamiento yconsolidar un Centro de PastoralVocacional.

Los semilleros programan encuen-tros con niños y niñas con activida-des sobre el proyecto de vida, laformación humana y el encuentrocon Cristo. Contamos con docerepartidos por todo Colombia.

Además, acompañamos jóvenesde entre 15 y 30 años. Por mediode convivencias y diálogos perso-nalizados nos hacemos presentesen su vida y su discernimiento. Yen los colegios preparamosencuentros dedicados al Proyectode vida personal.

Valoramos mucho el trabajo de loslaicos, así como el trabajo vocacio-nal con los propios religiosos, paraque cuiden de forma cotidiana suvocación personal como medio detestimonio y de llamada a otros.

El IVAR hecho vida

“Hemos de crear un ambiente favorable para acoger, viviry celebrar la fe, y responder a Dios acompañados”

Y por favor, ¡el mundo ya está sal-vado! El Señor es nuestro Salva-dor. Por lo tanto, se hace lo que sepuede, sin agobios, con la confian-za de que es Dios quien hace ger-minar y crecer la semilla.

Finalmente, hago una anotación:los demás no son sujetos pasivosde la propuesta del IVAR. Paraquien busca hacer camino, el IVARpuede ser la excusa perfecta paradescubrir lo mejor de sí y lo queDios sueña para él.

¿Son las redes socialesun medio más dondeacompañar desde el IVAR?

Estoy convencido de que las redessociales jugarán cada vez más unpapel importante en la evangeliza-ción y en la animación vocacional.Todo lo que hagamos por estarmás presentes en ellas es parte dela propuesta del IVAR.

Ciertamente este medio nos pideque nos formemos en sus posibili-dades para ser lúcidos y creativos;se trata de proponer con sinceri-dad y transparencia la BuenaNueva que suscita una relacióncon Dios que, a su vez, posibilita larespuesta a la llamada.

Las redes sociales permiten acom-pañar a personas geográficamentelejanas. He tenido experiencias deacompañamiento muy variadas yllenas de anécdotas: matrimoniosen crisis; discernimientos comple-jos; duelos por pérdidas; rupturasque derivan en depresión; senti-mientos de culpabilidad; jóvenescon dependencias; personas quepiden comprender aspectos de lafe; jóvenes que se plantean la voca-ción al sacerdocio o a la vida con-sagrada; seminaristas que pidenun consejo; consagrados quedesean una palabra de apoyo; ale-jados que quieren volver; jóvenesque piden ayuda para acercarse alsacramento de la reconciliación…

C136 yantaamina

6C

Carmen de Lourdes Laraque es una agustina recoleta seglar nacida en México, profesora de

Ciencias Sociales en niveles universitarios. Fallecido el marido, su familia está formada actual-

mente por dos hijos, una nuera y un nieto, alegría de su hogar y de su vida. Viajera e inquieta,

ha participado en congresos en diversos países. Lourdes nos relata el proceso de su vocación.

Brasil • Divulgando la cultura vocacional

“Crear un ambiente propicio para lasvocaciones es tarea de todos”

El Servicio de Animación Vocacional de la Provincia de Santa Rita de Casia de la Ordende Agustinos Recoletos, que trabaja en los estados brasileños de São Paulo, Río deJaneiro y Espírito Santo, es un organismo formado por religiosos y laicos y desarrollaservicios de divulgación de la cultura vocacional en las comunidades religiosas, en lasparroquias y entre quienes sienten una llamada especial a la vida religiosa.

Para su trabajo cotidiano, esteServicio de Animación Voca-cional ha organizado tres

ejes de actividades: visitas cons-tantes de animación, evaluación yformación de los orientadores yequipos; encuentros específicoscon quienes se sienten llamados ala vida religiosa; y eventos abiertosa la participación de todos.

Dos religiosos se dedican conexclusividad y de forma itinerante aeste servicio: André Pereira y Gus-tavo Barbiero. Cuentan con lacolaboración de los orientadoreslocales y de laicos formados.

En torno a un año y medio es loque tardan en visitar todas y cadauna de las comunidades. Tambiénvisitan a los jóvenes que han mos-trado un deseo de ser religiosos ensu propio ambiente cotidiano.

Encuentros vocacionales

Dichos jóvenes participan de unencuentro regional y de otronacional. Todo está organizado:desde la acogida en la estación deautobuses hasta la despedida.

Para discernir mejor la preferenciapor la vida consagrada se crea unambiente de confianza y amistaden intensa convivencia. Haymomentos de oración, de interiori-zación y de expresión grupal. Sereza la Liturgia de las Horas y siem-pre hay unas horas de “desierto”con la Palabra de Dios.

Además, se aplican dinámicas, secomparte vida y juego, con recur-sos audiovisuales se creanmomentos de discusión y diálogo.

Eventos generales

Para extender la cultura vocacio-nal se organizan eventos como elEncuentro de Orientadores Voca-cionales de la Familia Agustino-Recoleta en Brasil, con participa-ción de religiosos recoletos detodo el país, religiosas MAR y mon-jas contemplativas.

En el último de estos Encuentros sedestacó la necesidad de que laespiritualidad agustino-recoleta, lavivencia cotidiana de una auténticafraternidad y la asunción de la res-ponsabilidad personal de cadaagente tienen que ir completamen-te coordinadas para conseguir irra-diar esa “cultura vocacional”.

La visita a los hogares es uno delos más importantes recursos detrabajo para los orientadores voca-cionales. Además se celebra unaSemana Vocacional, un día de ora-ción por las vocaciones, la Sema-na Agustino-Recoleta y reunionesen cada uno de los ministerios.

En cada comunidad hay un orien-tador vocacional local. Tienen queser esa “mano amiga” y ese “cora-zón acogedor” con los jóvenes

que se aproximan a las comunida-des con la esperanza de discernirsu vida.

Los orientadores locales elaboran yevalúan un programa de acciónvocacional local, hacen propues-tas directas a jóvenes para la vidareligiosa, llevan a cabo un segui-miento particular con esos jóvenesy promueven grupos donde el aglu-tinante sea ese “corazón inquieto”de cada joven, que ve sus inquietu-des compartidas por otros.

Una tarea de todos

“Movidos por la alegría del Evange-lio, que nos llama a la conversión, ypor el entusiasmo propio en elseguimiento de Jesús mediante lapráctica de los consejos evangéli-cos, lo que más agradecemos ennuestro trabajo es el empeño decada agente, religioso o laico, enla labor vocacional”, dicen los dospromotores. Está claro que crearuna cultura vocacional y unambiente propicio para el surgi-miento de cristianos adultos y depersonas que quieran sumarse a laaventura de la vida religiosa es unatarea de todos.

C 7

136C yantaamina

México • Fraternidad Seglar Agustino-Recoleta

“El don de la maternidad significó un fuertetirón de regreso al amor del Padre”

Carmen de Lourdes Laraque es una agustina recoleta seglar nacida en México, profesora de

Ciencias Sociales en niveles universitarios. Fallecido el marido, su familia está formada actual-

mente por dos hijos, una nuera y un nieto, alegría de su hogar y de su vida. Viajera e inquieta,

ha participado en congresos en diversos países. Lourdes nos relata el proceso de su vocación.

Cuando ya en el otoño de lavida reflexiono sobre la tra-vesía que he recorrido

desde y hacia el Padre, me doycuenta de cómo el bautismo mehizo partícipe del amor divino y measignó un lugar en la historia de lasalvación, un pequeñísimo granode arena en el plan de Dios.

Crecí formada por las teresianas ycreí arraigados en mí los cimientosde una fe orientada a vivir la pleni-tud del amor de Cristo y a caminarcon el prójimo procurando su feli-cidad. Pero ¡qué fácilmente se des-dibujaron muchos de los trazos demi vocación cristiana!; quedaroncubiertos por una jerarquía devalores identificados con la vidadiaria, mundana, material e indivi-dualista y con las influencias ideo-lógicas con las que me topé.

Nunca dejé de sentirme hija deDios, pero sí me alejé de los sacra-mentos, tocando puertas que nome llevaron a ningún destino feliz.Pasado un tiempo, al igual que ocu-rrió a san Agustín, la oración de mimadre fue escuchada y el Padremisericordioso me hizo compren-der la dimensión de su amor. Eldon de la maternidad significó unfuerte tirón de regreso al amor delPadre que me movió a buscarlo denuevo y a pedirle que me volviera aconstruir. Y lo hizo.

Pero el Señor que me ama tantome guardaba un don más, sinpedirlo y sin merecerlo; en un diálo-go amoroso me llamó y me atrajo alcarisma agustiniano. Así pudeconocer la vida y parte de la obradel santo más humano, san Agus-tín; y junto con él a los santos de laOrden y, por supuesto, los testimo-nios vivos de los frailes agustinosrecoletos, que me han formado.

El 22 de octubre de 2009 realicémis promesas de agustina recole-ta seglar y me comprometí a ten-der a la perfección de la vida cris-tiana según la Regla de Vida de losAgustinos Recoletos Seglares y elespíritu de la Regla de san Agustín.

Si alguien me preguntara qué meha dado la espiritualidad agusti-niana, muchos elementos vendríana mi mente: desde luego el haber-me hecho consciente de mi serperegrino, que de Dios soy, deDios vengo y a Dios voy; que la ora-ción es un encuentro íntimo con elCreador; que en la lectura de laPalabra Él me habla y, cuando oro,yo le respondo; que, por complica-da que sea la jornada, ese espaciode diálogo con el Dios todo cariño-so es un bálsamo sanador. Heaprendido a buscar y seguir el

camino a la interioridad, el voltearhacia lo más íntimo de mí paraencontrar la verdad y para trascen-der hacia los demás a través delamor, la solidaridad y el servicio.

Caminar casi diez años en la sendarecoleta junto a los fraternos me hahecho descubrir y enfrentar múlti-ples retos; entre ellos, el constatarel espíritu de perseverancia y deservicio que mueve a los hermanosa pesar de la edad avanzada demuchos; el entender que, como entoda colectividad humana, hay ten-siones, pero que pueden resolver-se con la corrección fraterna, y eldesafío de poner los propios talen-tos al servicio de los demás.

Tengo la certeza de que no fue porméritos propios por los que elSeñor me llamó a la FraternidadSeglar Agustino-Recoleta; sé tam-bién que las semillas de espirituali-dad agustiniana aún no se hantransformado en los frutos que Élme pide. Sin embargo, y sin darmecuenta, gracias a la fraternidad, mivocación cristiana se ha visto for-talecida y enriquecida por el caris-ma recoleto, que me ha ayudado avivir mi fe, a reforzar y santificar misvínculos humanos, mis valores; asentir la vida de Dios en mí.

Hacia una mejor Educación Agustiniana

Del 25 al 27 de agosto se ha celebra-do en Bogotá (Colombia) el Con-

greso Internacional de EducaciónAgustiniana. Su lema: “Acentosagustinianos en la educación hoy:¿Para qué? Aprendiendo a ser lo quesoy capaz de ser”. Los encargadosde su apertura fueron el prior gene-

ral de la Orden, Miguel Miró, y el Cardenal José LuisLacunza, primer cardenal recoleto y también el primeropanameño (en la foto, arriba).Se han abordado temas como la unión de amor y cien-cia, la aplicación de la enseñanza de san Agustín en laeducación contemporánea, los modelos y tendenciaspedagógicas o la educación en la ciudadanía.Asimismo, se han compartido las experiencias de luga-res de especial referencia socio-educativa: la Ciudadde los Niños de Costa Rica, los centros de prevencióny formación semi-profesional en la Amazonia brasile-ña o la educación indígena en Panamá.

El 29 de junio de1616 quedó consa-

grado el altar de la igle-sia del Real Monasteriode la Encarnación de lasAgustinas Recoletas enMadrid, fundado por lamadre Mariana de SanJosé a instancias de lareina Margarita de Austria,esposa de Felipe III.Unas 400 monjas han vivido en estemonasterio durante estos cuatro siglosde forma continuada, excepto en dosbreves paréntesis ocasionados por laexclaustración obligada tras la desamor-tización (1842-1847) y por la guerra civilespañola (1936-1939).La comunidad recoleta ha celebrado suaniversario el 30 de junio, con la presen-cia del arzobispo de Madrid, CarlosOsoro y un gran número de miembros de la Familia Agus-tino-Recoleta, entre ellos el prior general, Miguel Miró.

Este 2016 otro monasterio de Agustinas Recoletas, el deChiclana de la Frontera (Cádiz) celebra sus 350 años; y elde Vitigudino (Salamanca), celebró 400 años en 2015.Siglos de oración continuada por toda la humanidaddesde la vida humilde y entregada de estas comunida-des contemplativas. ¡Gracias, hermanas!

B O L E T Í NDE AMISTAD

yantaaminaC

400 años, 400 monjasO

rden

ació

n en

Lon

dres

Pro

fesi

ón s

impl

e en

Mon

teag

udo

Pro

fesi

ón s

olem

ne e

n P

alen

cia

La Familia crece

La Familia Agustino-Recoleta hacelebrado durante este veranodiversas ordenaciones y profesio-nes, y aniversarios de estas.Contamos con tres nuevos sacer-dotes agustinos recoletos: LuisDiego Ramírez (Costa Rica, 1986)fue ordenado en la Ciudad de losNiños de Costa Rica el 2 de julio; el9 de julio fue la ordenación de Dou-glas Beard (Inglaterra, 1979) enLondres, tras casi veinte años sinordenaciones en el Reino Unido. Yel 3 de septiembre fue el turno deMiguel Ángel Espinosa (México,1988) en Papalotla (Edomex).En Monteagudo (Navarra, España)tres hechos han alegrado a nuestraFamilia. El 6 de agosto fue la profe-

sión simple de cinco nuevos recole-tos (David de Jesús Molina, Leo-nardo Reyes, Misael Rodríguez,Arturo Guzmán y Alfonso Dávila).Otro de sus compañeros de novicia-do, Iván Felipe Rueda, profesó aldía siguiente en Bogotá.Del 3 de julio al 6 de agosto cuatrojóvenes se han preparado para suprofesión solemne con un curso enMonteagudo. Se trata de CristinoGutiérrez (México), Tiago Coelho(Brasil), Iván Martínez (Argentina) yJhon Fredy Reyes (Colombia).Finalmente, también en Monteagu-do cinco recoletos celebraron 50años de sacerdocio el 17 de julio.Las agustinas recoletas han recibi-do con alegría la profesión solemnede cuatro hermanas. Tres son de ori-gen keniano: el 31 de mayo, Judith

Mueni Kilonzo profesó en León; enSalamanca, el 3 de junio, PeninahKavisa Ndeti; y el día 5, InmaculadaMumbua Mutulu en Lucena (Córdo-ba). Por último, la guatemaltecaJosefina Sotz Miza Comalapa, pro-fesó el 25 de junio en Palencia. En el monasterio de Tecamachalco(México), una convivencia vocacio-nal reunió a treinta jóvenes del 24de julio al 7 de agosto.Por último, las Juventudes Agusti-no-Recoletas (JAR) han dado esteverano la bienvenida a dos nuevosgrupos. Se trata de JAR-Sarapiquí(Costa Rica) y de JAR Honduras. El13 de agosto fue su presentaciónoficial en un evento conjunto conotros grupos JAR de Costa Rica.¡Bienvenidos!