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y n.º 127 – AÑO 2014 anta amina Agustinos Recoletos BOLETÍN DE AMISTAD y anta amina C E n este número de Canta y Camina os presenta- mos a unos cuantos personajes de la familia agustino-recoleta que han recorrido el camino de la vida siguiendo a Cristo con alegría y fidelidad. Los personajes que aparecen en esta muestra pertenecen a momentos diver- sos de la historia de la familia agustino- recoleta, con un currículo vital muy dife- rente tanto por su origen como por su género de vida. Pero todos coinci- den en dos actitudes: vivir volcados hacia Dios en un admirable espíritu de oración y servir al “hermano” en toda circunstancia, sobre todo al que veían más indefenso. Estos dos rasgos les han hecho acreedo- res de admiración para los que les han conocido y, por eso, los consideran “santos”, amigos de Dios y, como per- sonas, humanos, felices y serenos aun en las dificul- tades que han tenido que arrostrar en su vida. Estos personajes –la Iglesia los llama “venerables”, aspirantes oficialmente a “santos”– que vas a ver desfilar por las páginas de este boletín no son héroes, super- hombres, sino hombres y mujeres de carne y hueso, pecadores por tanto, pero han seguido a Jesús por el camino de la humildad y de la cruz, y el mismo Jesús los ha santificado uniéndolos a su pasión y a su gloria. Acer- tadamente afirma el Papa Francisco: “La diferencia entre los héroes y los santos es el testimonio, la imitación de Jesucristo. Ir por el camino de Jesucristo”, el de la Cruz. ¿Quieres saber si hay un calificativo común válido para todos estos “venerables”? Humilde. La humildad y la sencillez, que son el terre- no abonado para que nazca y se desa- rrolle la alegría y la felicidad, las encon- tramos en todos ellos: en los frailes y en las monjas o religiosas, hayan llevado una vida misionera y de apostolado o, pre- ferentemente, de estudio y contem- plación. Una familia se siente orgullosa cuando alguno de sus miembros destaca en algún aspecto: en la ciencia, en las artes, en el deporte, etc. La familia agustino-recole- ta, aunque pueda contar a muchos de sus miembros como relevantes en el saber o en otros campos, ante todo se siente orgullosa por estos sus hijos que han descollado por su fidelidad en el seguimiento de Cristo y por su discreta pero incon- dicional entrega a la gente que el Señor les confío en su vida; ve en ellos unos modelos, los da a conocer y los propone como ejemplo de vida plena y feliz. Hay santos de primera: conocidos, admirados e imita- dos. También los hay de otras categorías, y anónimos. Todos son un regalo de Dios. Cada persona tiene sus preferencias por uno u otro. A continuación te ofrecemos un pequeño haz. ¿Cuál eli- ges? Al f inal de su vida Francisco de Asís estaba medio ciego, y en medio de su sufrimiento compone el alegre Cántico del sol. ¿Cómo pudo en la enfermedad y pobreza extrema sentirse alegre y, por tanto, feliz? Él no es el único de la larguísima lista de personas que llamamos santos, aunque of icialmente no reciban tal apelativo, que han sido felices aun en sus penalidades.

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y n.º 127 – AÑO 2014antaamina

Agustinos

Recoletos

B O L E T Í NDE AMISTAD

yantaaminaC

En este número de Canta y Camina os presenta-mos a unos cuantos personajes de lafamilia agustino-recoleta que han

recorrido el camino de la vida siguiendo aCristo con alegría y fidelidad.Los personajes que aparecen en estamuestra pertenecen a momentos diver-sos de la historia de la familia agustino-recoleta, con un currículo vital muy dife-rente tanto por su origen como por sugénero de vida. Pero todos coinci-den en dos actitudes: vivirvolcados hacia Dios enun admirable espíritude oración y servir al“hermano” en todacircunstancia, sobretodo al que veían másindefenso.Estos dos rasgos leshan hecho acreedo-res de admiraciónpara los que les hanconocido y, por eso,los consideran “santos”,amigos de Dios y, como per-sonas, humanos, felices yserenos aun enlas dificul-tades quehan tenidoque arrostrar ensu vida.Estos personajes –la Iglesialos llama “venerables”, aspirantesoficialmente a “santos”– que vas a ver desfilarpor las páginas de este boletín no son héroes, super-hombres, sino hombres y mujeres de carne y hueso,pecadores por tanto, pero han seguido a Jesús por elcamino de la humildad y de la cruz, y el mismo Jesús losha santificado uniéndolos a su pasión y a su gloria. Acer-tadamente afirma el Papa Francisco: “La diferencia entrelos héroes y los santos es el testimonio, la imitación deJesucristo. Ir por el camino de Jesucristo”, el de la Cruz.

¿Quieres saber si hay un calificativo común válido paratodos estos “venerables”? Humilde. Lahumildad y la sencillez, que son el terre-no abonado para que nazca y se desa-rrolle la alegría y la felicidad, las encon-tramos en todos ellos: en los frailes y enlas monjas o religiosas, hayan llevado una

vida misionera y de apostolado o, pre-ferentemente, de estudio y contem-plación.

Una familia se siente orgullosacuando alguno de sus

miembros destaca enalgún aspecto: en laciencia, en las artes,

en el deporte, etc. Lafamilia agustino-recole-

ta, aunque pueda contar amuchos de sus miembros

como relevantes enel saber o enotros campos,ante todo sesiente orgullosa

por estos sus hijosque han descolladopor su fidelidad en el

seguimiento deCristo y porsu discretapero incon-

dicional entregaa la gente que el Señor

les confío en su vida; ve enellos unos modelos, los da a conocer

y los propone como ejemplo de vida plena yfeliz.

Hay santos de primera: conocidos, admirados e imita-dos. También los hay de otras categorías, y anónimos.Todos son un regalo de Dios. Cada persona tiene suspreferencias por uno u otro.

A continuación te ofrecemos un pequeño haz. ¿Cuál eli-ges?

Al f inal de su vida Francisco de Asís estaba medio ciego, y en medio de su sufrimientocompone el alegre Cántico del sol. ¿Cómo pudo en la enfermedad y pobreza extrema sentirse alegre

y, por tanto, feliz? Él no es el único de la larguísima lista de personas que llamamos santos,aunque of icialmente no reciban tal apelativo, que han sido felices aun en sus penalidades.

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Detrás del rostro de Jesús, formado a suvez por el rostro de tantos cristianos anó-nimos, destacamos algunos de los prota-gonistas de este número. En la fila infe-rior, de izquierda a derecha, Mariana deSan José, Esperanza Ayerbe, Ignacio Mar-tínez,, Mariano Gazpio y Jenaro Fernán-dez. En la fila superior, Cleusa Coelho yAlfonso Gallegos.

Agustinos RecoletosBoletín de Amistad

Número 127NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2014

Depósito Legal:M-10324/1986

127 yantaaminaC

Dirección:Marciano Santervás

Redacción:Rafael MediavillaJavier MarcillaRoberto Sayalero

Edita:Agustinos RecoletosProvincia de San Nicolás de TolentinoPaseo de La Habana, 16728036 MadridTel. 913 453 460publicaciones@agustinosrecoletos.orgwww.agustinosrecoletos.orgwww.entrayveras.org

Imprime:EspañaArte-Impress S.L. — ZaragozaMéxico, Estados Unidos y Costa RicaImprimo S.A. de C.V. — México D.F.

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Santidad: un camino vital

Abierto a todos los públicos

La Iglesia, después de unproceso de verificación,propone a ciertas personas

como modelos de vida y permi-te rendirles culto en la liturgia.Son los santos.

No son extraterrestres ni super-héroes de cómic, ni superdota-dos (aunque alguno pudo serlo,claro) ni gente con supuestospoderes paranormales.

La medida para la santidad está,en realidad, a la altura del cora-zón: en la vivencia del amor sincondiciones. En el Concilio Vati-cano II se habló de la “vocaciónuniversal a la santidad”. Y esque todos estamos llamados a

ser santos; cada uno desdenuestra circunstancia vital, connuestras limitaciones y defec-tos.

El santo percibe a Dios por con-tacto amoroso, le reconocecomo lo único necesario, tieneuna preferencia absoluta por Ély confía en su voluntad. Y todoeso dentro de una vida normal,acompañado en todo momentopor Él, como dos amigos queconfían y se quieren, sin estri-dencias ni rarezas.

Exactamente eso es lo quehicieron los santos, tanto losque conocemos como los más,que son anónimos.

Canonizar es proclamar solemnemente que alguien ha practicadolas virtudes y ha sido fiel a la gracia de Dios, por lo que la Iglesia lopropone como modelo e intercesor. Este proceso, es largo y muyexigente, y suele comenzar precisamente en la gente y las personasque vivieron cerca del santo y extienden su “fama”.

Santos: del pueblo y para el pueblo

EN PORTADA:

Cuando una persona especialmentebuena fallece, deja una huella pro-funda a su alrededor. Muchos lorecuerdan como “santa” o “santo”:alguien a quien imitar y recordar.

Si esa fama perdura, el obispo puedeiniciar un proceso oficial y presentaa la Santa Sede un resumen de lavida del que podría ser subido a losaltares.

La Santa Sede, si no ve problemas,permite que se inicie el proceso.Entonces se recogen los testimo-nios de quienes conocierona esa persona deprimera mano, serecopilan todos

sus escritos y se elabora un informemucho más completo.

Dos comisiones, una de teólogos yotra de cardenales y obispos, discu-ten y proponen (o no) la aprobaciónde este documento recopilato-rio.

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3CSantidad: un camino vital

Abierto a todos los públicosEn la familia agustino-recoleta también tenemoshermanos y hermanasen proceso, beatos y santos.

- Santos (2)

• Ezequiel Moreno

• Magdalena de Nagasaki

- Beatos (13)

• Francisco de Jesús

• Vicente de San Antonio

• Martín de San Nicolás

• Melchor de San Agustín

• Vicente Soler

• Deogracias Palacios

• León Inchausti

• José Rada

• Julián Moreno

• Vicente Pinilla

• José Ricardo Díez

• Josefa Masiá de la Purificación

• Inés Josefa María de Benigánim

• María de San José

- Con el proceso iniciado

• Mónica de Jesús

• María Ángeles de San José

• Esperanza de la Cruz

• Mariana de San José

• Dionisia Talangpaz

• Cecilia Talangpaz

• Antonia de Jesús

• Mariano Gazpio

• Ignacio Martínez

• Nicomedes Mateo

• Alfonso Gallegos

• Isabel de la Madre de Dios

• Jenaro Fernández

• Isabel de Jesús

¿SabíaS? Los mártires, aquellosque han perdido la vida de unmodo violento por defender su fe,no siguen el mismo proceso paraser llamados de “santos”. Su tes-timonio es tan grande que no seexige un primer milagro para subeatificación.

Convento de los Agustinos Recoletos, Marcilla (Navarra, España). Taracea de Jesús Planillo, OAR, que retrata a lossantos y beatos que vivieron en algún momento de sus vidas en este convento. Varios de ellos son mártires.

se ha producido el milagro gracias ala intercesión del “venerable”, elPapa puede aprobar la beatificación.

La beatificación es ya un reconoci-miento tácito de que esa personaestá junto a Dios, es un modelo paratodo cristiano y puede recibir culto:es decir, se puede honrar, alabar yagradecer a Dios por su vida sabien-do que es un intercesor seguro.

Si tras la beatificación sucede unnuevo milagro, de nuevo científica-mente comprobado, se puede pro-ceder a la canonización.

En tal caso, el Santo Padre informa atodos los cardenales de la Iglesia yluego determina la fecha y lugar enque se llevará a cabo la ceremoniade la canonización.

Desde ese momento, esa personaque dejó una buena fama entreel pueblo fiel podrá ser llamado“San” o “Santo” y será unmodelo e intercesor para todocristiano de toda época.

Las conclusiones se presentan alPapa, que dicta un decreto por elque al futuro santo se le llama “Vene-rable” y que abre el camino a la san-tidad reconocida oficialmente.

A partir de aquí es necesario un pasomás: certificar que esa persona con“fama de santidad” intercede porquien ora a través de él.

El mejor modo de probar esto suelenser los milagros que Dios hace a tra-vés de su intercesión. Demostrar unmilagro no es fácil ni simple: inter-

vienen médicos, científicos ytestigos diversos.

Si realmente sedemuestra que

Canonización de San Ezequiel Moreno.Santo Domingo (Rep. Dominicana), 11/10/1992.

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Misionero en China

Mariano Gazpio

Enviado a la misión de Shangqiu(China) a los 25 años de edad, allíevangeliza durante 28 años y se

vuelca en los pobres. En 1952, expulsadojunto con todos los misioneros extranje-ros, vuelve a España y lleva hasta sumuerte una vida conventual.Dando el retiro de Adviento de 1966 refle-xiona con san Pablo: “Vivid siempre ale-gres en el Señor”, y con san Agustín:“Dios: de cuya presencia y posesión pro-cede toda verdadera alegría”.De esa alegría verdadera, serena, es de laque disfrutaba Mariano por su trato conDios; alegría que no perdió en la margina-

ción o humillaciones, como las vividas en los últimos años en China, autén-tica prueba de fe en un mundo lleno de violencia y privaciones.Lleno de paz y alegría vivía Mariano los últimos días de su vida, despidién-dose de los hermanos con un “Hasta el cielo”.

Salustiana Antonia Ayerbe, hastaentonces telefonista, se consagra aDios a los 27 años en el monasterio

de Agustinas Recoletas de la Encarnaciónde Madrid, día en que cambia su nombrepor el de Esperanza de la Cruz.Tras trece años como monja de clausura,acepta la invitación de Francisco JavierOchoa, obispo agustino recoleto de Shang-qiu (China) para atender a las niñas aban-donadas y ayudar en la evangelización.Nace así una nueva congregación: lasMisioneras Agustinas Recoletas. Esperan-za regresa a España para crear un novicia-do; marcha a Colombia, Brasil y Venezuelapara fundar y asentar las comunidades queiban naciendo.Esperanza se distinguió por su ecuanimi-dad, serenidad y trato suave, pues armoni-zó su carácter fuerte y decidido, con la pru-dencia y la delicadeza. Muchos acudían aella en busca de consejo. Murió dejandouna estela de santidad y una Congregaciónllena de espíritu, vitalidad y celo misionero.☞ www.misionerasmar.org

Cuando los agustinos recoletosllegan a China en los años 20, se

deparan con una situación incom-prensible a sus mentes occidenta-

les: el sufrimiento atroz de loscientos de niñas abandonadas en las calles por

sus familias, debido al papel social de la mujer enaquel mundo rural en el que tener una hija

era casi una ruina para la familia.

Pero los misioneros saben que no hay nada comolas manos, el cariño y el trato de una mujer paraayudar a crecer a una niña. En una gira por monas-terios del obispo recoleto de Kweiteh (hoy Shang-qiu), consigue tres voluntarias de Españay una de Filipinas. Dejan la vida de clausurae inician una aventura misionera de tal caladoque produce de inmediato frutos de santidad.Lámina de Iván López (Valladolid, 2014)

Mariano, con su bicicleta, salió incansablemente a visitar a loscristianos en la China rural de la primera mitad del siglo pasado.

La revolución, las guerras, la violencia y la per-secución serían los ingredientes que comple-taron el ambiente donde tuvo que misionar.Pero se labró su fama de “hombre bueno”aun en esas circunstancias. Lámina deJavier Joven Araus (Zaragoza, 2014).

Del claustro a la misión

Esperanza Ayerbe

Puente la Reina, Navarra, España, 18/12/1899† Pamplona, Navarra, España, 22/09/1989

Monteagudo, Navarra, España, 08/06/1890† Monteagudo, Navarra, España, 23/05/1967

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Cuando con 24 años llegó a Lábrea(Amazonas, Brasil) se encontró conuna ciudad arruinada, sin ley, infesta-

da de enfermedades y abandonada a susuerte. La invención de la goma industrialprocedente del petróleo dio un golpe mortala la economía de la Amazonia, condenadadesde entonces y hasta hoy al subsidio.Algunos agustinos recoletos querían dejar lamisión por otra más cómoda, pero Ignacio senegó con rotundidad. Y cuatro años des-pués fue nombrado obispo de la región.Él hizo el primer viaje pastoral de un recole-to por la selva: 70 poblados, 838 bautismos,269matrimonios, 141 sermones y varios poe-mas, esa pasión para descansar en la selva.Murió con las botas puestas, con fiebres muyaltas, consumido por la malaria, pero feliz deestar mostrando a Jesús a los más aisladosde entre los abandonados del mundo.

De la misma ciudad que el “rey” de lacanción brasileña, Roberto Carlos, trasestudiar magisterio Cleusa se hizo

misionera agustina recoleta y para llegar aser en una sola vida enfermera, catequista,profesora, formadora, misionera… y mártir.En 1982 está trabajando con los pueblosindígenas, en jaque mate continuo, desuni-dos por guerras intestinas, solos contra loslatifundios que comen sus tierras con sangrey traiciones, abandonados del poder civil, delos servicios públicos y con una sociedadllena de prejuicios dándoles la espalda.Cleusa tuvo una gran responsabilidad en lalucha indígena. Ese papel de “cara visible” lellevó a la muerte, como a muchos otrosluchadores de la dignidad humana. Fue ase-sinada en mitad de la selva por un indígenaa sueldo de sus propios opresores.La lucha y martirio de Cleusa y de otrosmisioneros católicos propició nuevas leyesde reconocimiento a los indígenas y un testi-monio de vida que hoy brilla ante todos.

Ignacio se puso manos a la obra y trabajó mano a mano con los labrenses para darlesun futuro digno. Una de sus ideas fue precisamente fundar una serrería y escuelade carpintería que diese trabajo a los jóvenes y material para arreglar las casas.

Lámina de Ignacio Zarandona (Valladolid, 2014).

Mártir de los indígenas

Cleusa CarolinaRody Coelho

Sin miedo a las dificultades

Ignacio Martínez

El asesinato de Cleusa fue especialmente cruel. Salió para pacificar una lucha entrefamilias indígenas cuyos instigadores habían sido unos terratenientes. Fue asesinadaa sangre fría, mientras exigía a su acompañante que huyese mientras estuviera atiempo: “tú tienes familia”. Lámina de Ignacio Zarandona (Valladolid, 2014).

baños de Valdearados, burgos, España, 31/12/1902† Nova Fe, Lábrea, amazonas, brasil, 16/03/1942

Cachoeiro de Itapemirim (ES), brasil, 12/11/1933† Rio Passiá, Lábrea, amazonas, brasil, 28/04/1985

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De una familia muy piadosa,una gravísima miopíaman-tuvo a Alfonso, desde que

nació, al borde de la ceguera.Su amor a la familia estabacargado de detalles. Un amorque le mueve en su vivenciareligiosa. En los agustinosrecoletos encontró el idealpropuesto por san Agus-tín: “amaos los unos a losotros”, que será añosdespués, su lema episco-pal.Desde 1958 sirvió en laparroquia de San Miguelen Watts, barrio de LosÁngeles con altos índi-ces de pobreza, margi-nalidad y delincuencia.Allí se acercaba yatendía a las vícti-mas de la droga y alos jóvenes de las

bandas urbanas.

En 1979 asume la Oficina paraAsuntos Hispanos de las diócesisde California y dos años despuéses nombrado obispo auxiliar deSacramento. Sin importarle suslimitaciones acepta y dedica lamisma amable sonrisa a la gente.Ahora, por su cargo, visita los luga-res donde están los más necesita-dos, los últimos; celebra la fiestacristiana con los trabajadores delas granjas y sus familias; asumeuna nueva causa, la de los quedefienden la paz y la vida; semanifiesta con libre audacia frenteal negocio de las armas y en lasúplica a favor de los no nacidos.En 1991 muere inesperada y repen-tinamente en un accidente de tráfi-co. Termina así en la tierra una vidade servicio y amor a Dios, manifes-tado en la entrega a los más senci-llos y necesitados, llevando siem-pre la alegría a los demás.

Con dieciséis años profesa comoagustino recoleto, decisión quehabía tomado ante una imagen de

Jesús en el hogar familiar. Por Él entregótodo y a Él amó apasionadamente.En su diario anota lo que pretende quesea el proyecto de su vida y marca pau-tas de radical generosidad motivadas

por ese amor a Jesús.La mayor parte de su vida transcurre en

Roma, donde la Orden le enco-mienda investigar su historia, reu-nir documentos y promover lacausa de sus santos. Formóparte en la preparación y desa-

rrollo del concilio Vaticano II.Jenaro fue apóstol para multitud de personas en el confesionario, reci-biendo visitas o por teléfono. Crea y anima grupos de fe; visita a enfermos;llega hasta políticos, gente acomodada y pobres, creyentes y alejados, contrato sencillo, recto, acogedor. Quiere contagiarles ese amor a Jesús.Escribe en su diario: “Hoy es la Transfiguración: eran pocos los apóstolescontigo en el monte, pocas las tiendas proyectadas por Pedro. Admítemea mí. Seremos cuatro y, conmigo, ejércitos de almas que te quieren”.

Jenaro dedicaba horas a los papeles oficialescomo procurador ante la Santa Sede,

a la investigación histórica y a los archivos.Pero ese mundo intelectual sólo tenía

razón de ser desde su servicio a la Iglesiapor amor a Jesús. Las personas que a él seacercaban siempre tenían preferencia sobre

cualquier otro quehacer. Lámina deSantiago Bellido (Valladolid, 2014).

Del despacho a los corazones

Jenaro FernándezDicastillo, Navarra, España, 19/01/1909

† Roma, Italia, 03/07/1972

albuquerque, Nuevo México, EE.UU., 20/02/1931† Sacramento, California, EE.UU., 06/10/1991

Con los hispanos y los desheredados

Alfonso Gallegos“Mojaditos” es la palabra que designa a los inmigrantes

hispanos llegados a Estados Unidos tras cruzar las fronte-ras “no oficiales” en busca de un futuro mejor.

Alfonso fue apóstol hispano de la Iglesia Católicaen California, uno de los estados con mayor

porcentaje de hispanos. Siempre los acogió y luchópor su dignidad y reconocimiento social:

“Me he encontrado con ellos en las esquinasde sus calles y en las canchas de basketball…

Los he llevado a colegio y universidades…Descubrieron que tenían algo que ofrecer al mundo”,

escribió él mismo. Lámina de MarcosLiu (Madrid, 2014).

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Místicas con los pies en la tierra

Mariana de San José

Si visitas un monasterio declausura, te sorprenderá laalegría y la sencillez que

rezuman los contemplativos. Unaalegría que brota de la experienciacontinua de Dios en sus vidas.Son varias las agustinas recoletasde clausura que están en el proce-so de ser reconocidas como san-tas. Todas ellas, en sus diferentesépocas, vivieron en un clima deprofunda oración; en muchas oca-siones sufrieron incomprensiones,críticas, recelos o envidias ante susarriesgadas y valientes decisioneso ante su constante aspiración a laperfección,Pero en la oración serenaban suespíritu y confirmaban su acción.Hay experiencias místicas, fenóme-nos sorprendentes, don de conse-jo, fortaleza de espíritu y, siempre,una sincera humildad. En el recogi-miento del claustro, en la vidaescondida, en el trabajo humildeencontraron a Dios, su más pro-funda alegría.

Tras perder a edad temprana a suspadres, Mariana de San José fuerecogida por las Agustinas de Ciu-dad Rodrigo. Tenía una generosainclinación a la oración y medita-ción, excelentes cualidades para lamúsica y un buen conocimiento dellatín. Fue lectora incansable de laSagrada Escritura, como se ve ensus propios y abundantes escritos.Con 35 años conforma el grupo delas fundadoras de las AgustinasRecoletas. Inicia así una serie deviajes y fundaciones de hastacinco monasterios de forma direc-ta y otros cinco desde el conventode la Encarnación de Madrid (en lafoto).Era patente su alegría y su expre-sión llena de religiosidad serena,rectitud y autoridad. Asidua orantey dócil a la dirección espiritual, suvida parece el calco “versión agus-tino-recoleta” de la carmelita Tere-sa de Jesús, de la que recibió sien-do niña la bendición: ambas fueronlas reformadoras de sus órdenes.

Su condición de mística del Siglo de Oro permiterepresentar a la Madre Mariana de San José

en una de las visiones extáticas que ella mismaha relatado y han llegado hasta nuestros días.

Lámina de Santiago Bellido (Valladolid, 2014).

Otras agustinas recOletas

en prOcesO

• isabel de Jesús (1584-1648).

• antonia de Jesús (1612-1695).

• isabel de la Madre de Dios(1614-1687).

• María de los Doloresdel amor de Dios [simi cohen](1801-1887).

• sor Mónica de Jesús(1889-1964)..

alba de Tormes, Salamanca, España, 05/08/1568† Monasterio de la Encarnación, Madrid, España, 15/04/1638

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«EducAR», primer encuentro centroamericano de Educación en México

En línea con el proyecto de revi-talización y reestructuración

que vive la Orden de AgustinosRecoletos, del 6 al 10 de octubrese celebró el I Encuentro de cen-tros educativos centroamerica-nos en el colegio Fray Luis deLeón de Querétaro, México, conrepresentantes de colegios recole-tos de Guatemala, Costa Rica,República Dominicana, Panamá yMéxico.

Los asistentes informaron sobre elestado de sus centros e intercam-biaron experiencias educativas yherramientas de enseñanza.

El trabajo se desarrolló por comi-siones y concluyó con un proyectoque atiende a tres aspectos funda-mentales en un colegio de impron-ta agustiniana: la pastoral, la for-mación pedagógica y espiritualde los docentes laicos, y la calidady gestión desde la identidad agus-tino-recoleta.

En presencia del prior general de laOrden de Agustinos Recoletos,Miguel Miró se leyó y reflexionósobre el Proyecto Educativo Insti-tucional (PEI), que caracteriza atodos los centros educativos de laOrden.

Inaugurado en Facebook el centrovirtual de oración por los enfermos

“San Ezequiel Moreno”

Monteagudo (Navarra, España) es el principal lugar dereferencia para la devoción a san Ezequiel Moreno,

santo agustino recoleto protector especial de los enfermosde cáncer, dolencia que él mismo padeció.

Aunque Monteagudo albergue una exposición permanentesobre el santo y en la capilla donde está enterrado se orecontinuamente por los enfermos, se ha fundado un centrovirtual de oración para atender espiritualmente y orar porlos enfermos de todo el mundo.

En la iniciativa participan los conventos de Agustinas Reco-letas contemplativas y de Agustinas Descalzas de todo elmundo, a los que se envían las peticiones de oración con-creta que los usuarios mandan en sus mensajes.

También cuenta con información relativa al santo, oracio-nes y mensajes de ánimo para quienes sufren directa o indi-rectamente esta u otras enfermedades.

Junto con el prior general, Miguel Miró (sentado, tercero por laizquierda), religiosos y laicos del colegio Agustiniano de Guatema-la, la Ciudad de los Niños de Costa Rica, el colegio Santa Rita deRepública Dominicana, el colegio San Agustín de Panamá, y delmismo centro anfitrión, Fray Luis de León de Querétaro.

Código QRde accesodirecto alCentro virtualde oración.Todos cuan-tos deseenorar por losenfermosestáninvitadosa participar.

El Cardenal Hummes visita la misión de Lábrea y homenajea a Cleusa

Claudio Hummes es un cardenal brasileño que ha sidonombrado por el Papa Francisco presidente de la

Comisión Episcopal Especial para la Amazonia. Por estatarea, del 24 al 27 de octubre ha hecho una visita especial-mente memorable a la Prelatura de Lábrea, al sur del esta-do de Amazonas, en Brasil. Era la primera vez que un car-denal de la Iglesia ponía el pie en esta región del mundo.

Hummes ha tenido la oportunidad de conocer durante subreve estancia casi todas las realidades sociales y eclesia-les que vive la misión de Lábrea, donde evangelizan losAgustinos Recoletos desde 1925. También ha visto de pri-mera mano situaciones específicas como las de los indíge-nas (en la foto, cuarto por la izquierda, visita la aldea apurinãde San José del Caititú) o los habitantes de la selva.

Su visita ha coincidido con la apertura de las celebracionesde los 30 años del martirio de la hermana Cleusa (ver pági-na 5 de este boletín). Fuera de agenda, insistió para celebraruna eucaristía junto a la tumba de la misionera agustinarecoleta, donde rezó de modo concreto y expreso por eléxito de su beatificación.

B O L E T Í NDE AMISTAD

yantaaminaC

☞ www.facebook.com/sanezequielmoreno.oar