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APUNTES CRITICOS SOBRE LA POESIA DE ROBERTO BRENES MESEN en busca de un esquema poético Mas esto no solo se da en el ámbito poético de su producci6n. En su actitud intelectual, de la cual aquella es un reflejo, podríamos encontrar la explicación de ello. En su autorretrato el mis- mo don Roberto se confiesa: "Los cambios de opinión han llamado la atención de sus amigos y conocidos. Se le ha juzgado claudicante y vo- luble. Fue materialista y dejó de serio. Entró en prácticas espiritistas y las abandonó del todo. Luego ingresó en la Sociedad Teosófica, en 1903 y es desde 1910 presidente de una logia. En una revista llamada 'Vida y Verdad' se mos- tró socialista anarquista y ahora, tiene escrito un libro que se titula "La Aristarquia contra la democracia" 1 Es de suponer que esa actitud intelectual repercuta en el estilo literario, en su plasmación imaginativa, como dijimos. Don Hemán Zamora Elizondo, en su artículo "Brenes Mesén y la poesía", apunta esta situación, aunque abonán- dola a su favor. "Para dar una idea rápida de un poeta -dice-, existe el recurso de catalogarlo, pero en este caso tal recurso es imposible: no tiene el país bardo más libre en sus tendencias ni cantor más proteico, en cuanto esta palabra significa transformación ascendente, marcha ha- cia una aspiración, que Brenes Mesén".2 No obstante todo lo dicho, no cabe duda que en la poesía de don Roberto resultan muy evidentes los ftlamentos típicos del tejido natu- ralista, al principio, y posteriormente, las del modernismo, en su polifacética manifestación, cuyas temáticas inevitablemente imprimen un cierto clima estilístico, genérico, de escuela. De procedencia naturalista, que resulta más evidente en su primer poemario. En el si- lencio, se derivan unas composiciones de endu- recidas ideas, por su cortante audacia cíentí- ficista y materialista. En el poema "La profecía Dr. Jorge Andrés Carnacho ConsideracionesPreliminares El centenario de don Roberto Brenes plantea la necesidad de volver, con ojos críticos y renovadores, sobre 'su obra de respetable ex- tensión. ¿Qué actitud debe asumir la crítica de hoy frente a una producción que ya no pertene- ce a un hombre, ni a una familia, ni a un grupo de amigos y admiradores, sino al patrimonio . cultural de la naci6n? El juicio debe sustentarse en auténticos valores objetivos, si de veras que- remos apoyamos en ellos para la construcción de una verdadera cultura nacional, y, al lado de sus méritos, señalar, por ello mismo, sin temor de escandalizar susceptibilidades, sus yerros y deficiencias. El juicio que aquí hemos de emitir se cír- cunscribe a la poesía de don Roberto y hasta donde sea posible pretende no ir más allá de los límites de lo literario. Lo ftlosófico, lo teosófi- co no nos interesan en cuanto tales. Tampoco lo histórico: que don Roberto haya sido en nuestro pobrísimo medio cultural (un cafetal con teatro, como decía al respecto un estimable colega) un innovador indiscutible de formas y temas no lo negamos; pero tampoco queremos que este juicio histórico confunda la aprecia- ción de lo puramente literario. La primera dificultad que ofrece la obra poética de don Roberto, cuando se la aborda en actitud de estudio, es decir, en última instancia con afán caracterizador (generalizando en con- secuencia), está en su variedad de motivos y más aun en la plasmación imaginativa de ellos. En algunos de sus poemarios resulta difí- cil hallar a simple vista el hilván unitario y aun menos el estilístico. Esta condición, como es de esperar, se ex- trema cuando pasamos de un poemarlo a otro. 33

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APUNTES CRITICOS SOBRE LA POESIADE ROBERTO BRENES MESENen busca de un esquema poético

Mas esto no solo se da en el ámbito poético desu producci6n. En su actitud intelectual, de lacual aquella es un reflejo, podríamos encontrarla explicación de ello. En su autorretrato el mis-mo don Roberto se confiesa: "Los cambios deopinión han llamado la atención de sus amigosy conocidos. Se le ha juzgado claudicante y vo-luble. Fue materialista y dejó de serio. Entró enprácticas espiritistas y las abandonó del todo.Luego ingresó en la Sociedad Teosófica, en1903 y es desde 1910 presidente de una logia.En una revista llamada 'Vida y Verdad' se mos-tró socialista anarquista y ahora, tiene escritoun libro que se titula "La Aristarquia contra lademocracia" 1

Es de suponer que esa actitud intelectualrepercuta en el estilo literario, en su plasmaciónimaginativa, como dijimos. Don Hemán ZamoraElizondo, en su artículo "Brenes Mesén y lapoesía", apunta esta situación, aunque abonán-dola a su favor. "Para dar una idea rápida de unpoeta -dice-, existe el recurso de catalogarlo,pero en este caso tal recurso es imposible: notiene el país bardo más libre en sus tendenciasni cantor más proteico, en cuanto esta palabrasignifica transformación ascendente, marcha ha-cia una aspiración, que Brenes Mesén".2

No obstante todo lo dicho, no cabe dudaque en la poesía de don Roberto resultan muyevidentes los ftlamentos típicos del tejido natu-ralista, al principio, y posteriormente, las delmodernismo, en su polifacética manifestación,cuyas temáticas inevitablemente imprimen uncierto clima estilístico, genérico, de escuela.

De procedencia naturalista, que resultamás evidente en su primer poemario. En el si-lencio, se derivan unas composiciones de endu-recidas ideas, por su cortante audacia cíentí-ficista y materialista. En el poema "La profecía

Dr. Jorge Andrés Carnacho

ConsideracionesPreliminares

El centenario de don Roberto Brenesplantea la necesidad de volver, con ojos críticosy renovadores, sobre 'su obra de respetable ex-tensión. ¿Qué actitud debe asumir la crítica dehoy frente a una producción que ya no pertene-ce a un hombre, ni a una familia, ni a un grupode amigos y admiradores, sino al patrimonio

. cultural de la naci6n? El juicio debe sustentarseen auténticos valores objetivos, si de veras que-remos apoyamos en ellos para la construcciónde una verdadera cultura nacional, y, al lado desus méritos, señalar, por ello mismo, sin temorde escandalizar susceptibilidades, sus yerros ydeficiencias.

El juicio que aquí hemos de emitir se cír-cunscribe a la poesía de don Roberto y hastadonde sea posible pretende no ir más allá de loslímites de lo literario. Lo ftlosófico, lo teosófi-co no nos interesan en cuanto tales. Tampocolo histórico: que don Roberto haya sido ennuestro pobrísimo medio cultural (un cafetalcon teatro, como decía al respecto un estimablecolega) un innovador indiscutible de formas ytemas no lo negamos; pero tampoco queremosque este juicio histórico confunda la aprecia-ción de lo puramente literario.

La primera dificultad que ofrece la obrapoética de don Roberto, cuando se la aborda enactitud de estudio, es decir, en última instanciacon afán caracterizador (generalizando en con-secuencia), está en su variedad de motivos ymás aun en la plasmación imaginativa de ellos.

En algunos de sus poemarios resulta difí-cil hallar a simple vista el hilván unitario y aunmenos el estilístico.

Esta condición, como es de esperar, se ex-trema cuando pasamos de un poemarlo a otro.

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nísíaca animación de la naturaleza, el aristocra-tismo esteticista y decadente en que se engarzanjoyas, cisnesy noches de luna ("la plata deslum-brante de las noches enlunadas/ puede ocultarlas ansias de los cisnes y el amor de las palo-mas"13 la sensualidad pánica, el ensayo denuevos metros rítmicos, el neoplatonismo y lomístico; estos últimos con más permanente de-sarrollo en la producción poética de nuestro au-tor. Por ello, vamos a volcar nuestra atenciónsobre este aspecto. Comencemos por las posibi-lidades negativas.Así como en el naturalismo secorre el riesgo del prosaísmo ideológico, de lonarrativo, en el misticismo como en cualquierotra expresión que busque la absolutez inapren-sible de lo religioso, o al menos una elevadaabstracción, la trampa de la racionalización delo irracionale "ínefable'ty la alegoría amenaza alpoeta. Entonces, en vez de la poliédríca riquezadel símbolo (a pesar de la precisa limitaciónlingüística y del dibujo concreto de su imagen)cuya simultánea irradiación significativa haceposible la representación de aquel tipo de expe-riencias, el esquema de un solo rígido perfil: laalegoría.

La vibración polifacética del símbolo, encuyo múltiple movimiento significativo está suíntima vitalidad, y en esta la posibilidad de con-tener las experienciasvitales del poeta, cede a lomonosémico y la consustanciada relación de a-quel (imagen poética y significación trascenden-te) se escinden hasta el punto de que la imagen,es decir, lo más específicamente poético, no

. Claro está que lo sustantivo (ideológico): constituye ya un valor en sí, sino un acartonadohasta argumental de estas composiciones pue medio, frío, seco, de otra realidad que, por tras-den provocar un impacto afectivo ("Leyend( cendente, generalmente no esta en el poema.este poema -dice Vincenzi de "La profecía d "La imagen, en el campo de la intuición alegóri-Lázaro- el corazón se desgajaen dolientes fra ea, es fragmento y ruina", dice Walter Benja-mentos" 9. Sin embargo ese impacto de ernc mín. 14ción humana (recordemos a Ortega y su concep- Es la esciavrtuu ue la imágen, la pérdidación del realismo 10, no garantiza la consecu- de su autonomía. Por eso se juzga un inútil e-ción de un valor poético, formal. Por tanto, si rror de San Juan de la Cruz el haber \vertido enbien en algunos de estos primeros poemas, lla- términos teológícos sus poemas deltan alto valormémoslos naturalistas, hay esporádicos aciertos intrínseco.rítmicos, fónícos en general, (como el quelleva Don Roberto visualiza muy sutilmente lael ~~~cativo título, ~e "El bosque en mar- necesidad de aquella múltiple irradiación delcha. . .. ráfagas/ rápidas como potros desen- símbolo en su obvia limitación imaginativa.frenados/~rcos profund~s en el martraza?an"11: "Con el símbolo sucede -dice-lo que con cíer-o met~ónco~, es ~omente ~ue se caiga en tos raros edificios o maravillosas selvas: el gritoel prosaismo ideológíco y narrativo (con expre- en un punto proferido se repite una y otra vez. "1" "D t " 11siones co~o ue~o, , e p~~~,o et~. : r. en peregrina claridad y a cada momento más

formas dialogadas.. en 'Mab, Juan 1 Jesus distante. Es el breve recinto mágico donde enetc) Este ,es"el peli~o ~~e contrae una poesía pequeño se reflejan esplendores de cielos quede ideología naturalista . no se hallan ni podrían caber, en la brevedad

del recinto. Y para construirlo se apela a losfenómenos más generales de la naturaleza o alas líneas geométricas dentro de las cuales esposible una perfecta precisión" 1s

y en este ensayo sobre el misticismo, del

de Lázaro", éste, que había escogido morir, selamenta (con "terribles inculpaciones" -diceMoisés Vincenzi que encuentra el origen delpoema en una página de Zola3- de haber sidovuelto a la vida sin haber encontrado nada delmás allá; Lázaro dice al Cristo que mueve a lasturbas:

"Cristo, Cristo,no /as engañes más" 4

Ahí mismo proclama la .supremacía cien-tífica del entendimiento:

"Olvida, olvida.el loco afán de tus creenctas, piensaque no has de hacerte Dios, porque

los hombres'lO dejarán de derribar/as todascon un hacha mortal: su entendimiento'P

"La Cienciaclamará en tonces que engañaste al

mundo" 6

... hace brotar en mi alma la esperanzade que la ciencia colmará de espanto,

del sueño que creó las religiones""

"El siervo obrero que trabaja i penapara dormir con hambre oyendo el niñoque esprime un seno estéril ... ,,8

En cuanto al influjo modernista, se danextensamente en la poesía de don Roberto lagama enjoyada y multicolor del movimiento: la

,exaltación pagana, el exotismo oriental, la dio-

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que transcribimos el párrafo anterior, esboza u-na teoría de la expresión simbólica (como laque se expresa en "Correspondances" deBaudelaire), que reproduce la del simbolismodecimonóníco francés, que HUJ!:oFriedrich cali-fica de "misticismo vacuo" 1t': " ... entre lascosas aparentes más lejanas e incongruentes-dice D. Roberto- surge de pronto una íntimarelación, una conexión, una analogía no sospe-chada antes y que ahora se hacen evidentes noya tan solo a nuestra capacidad de compren-sión, sino a la de la expresión, a consecuenciade la rapidez con que traducimos en términosde la conciencia ordinaria esos elementos emo-cionales o esos vínculos recónditos que nuestrospoderes cognoscitivos exaltados han percibidoen las cosas lejanas que antes habían vivido surelación recíproca ante nuestros ojos" 17. Estateoría, llevada a la práctica en la elaboraciónpoética hubo de dar en el simbolismo, iniciadorde la revolución lírica contemporánea, lo que seha llamado la "metáfora absoluta", "que no esuna mera figura de comparación, sino que creauna identidad",según lodefme Hugo Friedrich 18."Estamos ":"'dice Fríedrích-' en un mundocuya realidad solo existe en el idioma" 19. Esta-ría, por tanto, apresado, -inmanente en ella, consingular reflejo, lo que en la alegoría es realidadtrascendente.

En D. Roberto hay expresiones acertadasen el uso de símbolos, en las cuales los planosestán inseparablemente ligados. Mas no obstan-te, creemos, con cierta frecuencia, incurre enconstrucciones de rígida comparación intelec-tual y a veces de una fría visión alegórica.

En su obra se dan "visione.s místicas",(por llamarlas de algún modo). de proyeccióncósmica, sin embargo, es corriente también quela experiencia expresada sea el resultado de unaintrospección de reminiscencia platónica, raya-na a veces en el narcisismo. Así, por ejemglo, en"Instante eterno" de Voces de Angelus 2

"Tengo un tesoro escondidoen el santuario de mi alma:

¡Tengo un tesoro encerrado!¡Tengo una dicha escondida!¡Es el recuerdo adoradodel resplandor de otra vida! "

En "Relámpago divino" de Hacia nuevosumbrales 21 concluye:

'y bástame mirar el alma miapara sentir vibrando ese infinito.Sé cosas nuevas que aprendi mirandoen mi interior como en abierto libro,y soy más fuerte y más alegre y sientodentro de mi' un relámpago divino ",

Es corriente, repetimos, que en esta in-trospección, a veces buceo místico, las dimen-siones del alma se desdoblen imaginativamentecon expresiones que no solo no consiguen lametáfora absoluta sino que caen en una rígidaconstrucción intelectual o alegórica en que elplano real y el imaginativo están presentes'( con-trariamente a muchas conocidas alegorías) y enlos que, en ocasiones, el último no tiene verda-dera fuerza de evocación individualizadora: esun simple intermediario imaginativo para darcuerpo a lo abstracto, (el plano real) ya de porsí aludido en el texto.

Un texto, que juzgamos fallido, podríaponemos en camino hacia lo que pretendemosmostrar:

"Mi Soledad es un jardin antiguoen donde hay muchos árboles y bancos,por donde vago oliendo mis recuerdoscomo perfumes de jazmines blancos'T?

Un plano (la abstracción "Soledad", es el"plano real") se compara metafóricamente conun "jardín". Esta comparación ya es alegóricapor el desarrollo que sufre: "recuerdos""perfu-mes de jazmines blancos". Pero planteada así lacomparación, parece urgente que el detalle"muchos árboles y bancos" se corresponda conotros tantos detalles de aquella "soledad" ¿Cuá-les son esos detalles? No se alcanzan a enten-der. Son en definitiva, desechos (en todo caso laimagen en la alegoría casi siempre lo es), porcuanto una realidad abstracta por ignota, no pu-do adaptarlos. Desechos, en vista de que el poe-ta, al incluirlos, se olvidó de otorgarles una co-rrespondencia significativa y, entonces, (el peorde los casos), quedaron como simples rellenos-por necesidad de la rima.

Hay casos en que a una dada imagen se leimpone desde el texto una traducción que laesclaviza, según dijimos, y la enjuta de significa-ción propia.

El procedimiento se da en los frecuentespoemas en que busca externar la abstracción delalma:

"Como ciervos espantados,mis dias de aquellos tiemposse refugian en la selvarumoroso del pasado,en,donde un riachuelo cantacon voz de cisne encantado"(De "Balada de la Ausencia,,)23

"Compláceme estar ausenteporque, cerrando los ojos,en el agua de mi mentebaja a mirarse su rostro.Ya t141Vésde sus pupilas

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Del naturalismo al misticismo. He aquílos extremos en que oscila la poesía de donRoberto Brenes Mesén. Como no podemos ago-tar la temática sobre un poeta de tan variadasfacetas, según hicimos notar, hemos optado porun tema concreto. Tampoco nos interesa tratarlas manifestaciones del naturalismo o del mo-dernismo, temas, principalmente el último, yabastante manoseado, y, que podrían llevamos adiluir a nuestro autor en una esfera de compro-bación mayor (una escuela, un movimiento). Encambio sí nos interesa mostrar cómo ambospueden complementarse en la conformación deun mundo poético más particular.

No pensamos, de ninguna manera, que eltema agota las posibilidades de hacer una inter-pretación medular de la poesía de don Roberto,aunque sí creemos que recoge una de las vetascentrales, de verdadero valor literario. (y no so-lamente, fílosófíco o teosófico. o lo que sea,como aludimos al principio).

El por qué de la escogencia tenemos queatribuirla, en parte, a la simpatía (punto de par-tida que autorizan algunas tendencias estílísti-cas) que a su vez, indiscutiblemente, estaba mo-tivada por la gradación poética del elemento es-cogido.

La tarea del estilista debe consistir en laaprehensión de un estilo particular; explicarlo,interpretarlo, valorarlo. Es función específica-mente humana organizar, interpretar, generali-zar; conocer, en una palabra. El estilista se ve enla necesidad de generalizar partiendo desde lomás específicamente particular ("único" se hadicho): ¡el trazo individual de una estructura nomenos individual, cada poema. Se procede, en-tonces, generalmente, por inducción, para luegollegar a la apreciación total, como quien da porsupuesto que en los organismo vivos, y una obrade arte lo es a su manera, alienta en sus diferen-tes tejidos una misma constitución protoplas-mática. "El lenguaje -dice Leo Spitzer- soloconstituye una cristalización externa de la for-ma interior o, para emplear otra metáfora: lasangre de la creación poética es por doquiera lamisma, ya sea que la tomemos en su fuentelenguaje, ideas, intriga o composición". 2 s

Con la veta que estudiamos pretendemosuna aproximación a la actividad poética de donRoberto, y desde ella, la caracterización globalde una poesía que señalamos de difícil coheren-cia estilística.

yo penetro en el misteriode su ser, como en las sendasde un jardín de monasterio"(Del mismo poema? 4

Flección de un Tema

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Vayamos, pues, al tema. De la inicial filia-ción 'naturalista del autor, podría venir su per-manente vocación por el paisaje, a veces objeti-vo, simplemente realista, como en el pamaso,expresión lírica, paralela de la mentalidad natu-ralista. De ahí poemas como "Primavera" dePastora/es y jacintos

Desatan sus turbantes de nieve lasmontañas,

y se despeña el agua con el primerdeshielo

por las pendientes bruscas, entre flexiblescañas,

como tropel de cabras de reluciente pelo.

Refleja el río henchido sobre su plata elcielo

de azul violeta; flotan hilos de las arañasentre los viejos álamos del valle, y yerra

un velo_ sutil con el olor de florescencias extrañas.

Arrastra por los bosques el harapientoinvierno

su man to de hojas secas; junto a/pimpollo tierno

perfúmanse las alas del mirlo y ruiseñor.

Yen tálamo de rosas y lilas aún espera,sonriendo a los primeros encantos del

Amor,su primer vestido de color la Primavera'"

También "Marina poniental", que a pesarde su revolucionaria polimetría, como juzgabadon Roberto, no pasa de tener un espíritu rea-lista, descriptivo:

Hay un olor de yerbassuspenso en las barbas sedosas del vientosalado del mar.El verdor de las pálidas confervasaceita el pelaje del rebaño de olas cuyo

acentoes un perpetuo balar.

Alas de nubes rotascansadamente reman y se ahoganen el azul del mar y en el celeste azul.y entre esos dos abismos descansan las

gaviotasmeciéndose en la hamaca de las ondas,

mientras boganlos crepúsculos, -barqueros rezagos de la

luz27

Es corriente que estas descripciones depaisajes exhiban además de un concreto colori-do (en el cual estriba, como es de esperar, bue-

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na parte de su valor), un especial tratamiento dela sensación que va más allá de lo estrictamenteparnasiano o naturalista: es unalínfluencía posi-blemente recogida en la tienda de los simbolís-taso No olvidemos que la indiscutible actitudmodernista del autor le permite esta eclécticaelaboración, y otras más, que mencionamos enpáginas sucesivas. La valoración de la sensaciónviene más acá del objetivismo realista del natu-ralísmó, Supone un paso hacia la interiorizacióncontemporánea, el cual estaban dando de im-portante manera, tanto el simbolismo espiritua-lista, por sus necesidades expresivas, como elimpresionismo, de pasiva contemplación estéti-ca, y otras manifestaciones artísticas que asu-mían el signo del decadentismo decimonónico ysu hedonismo diletante. El uso de sinestesias ,ese procedimiento de cuño "contemporáneo",singulariza expresivamente las visiones de la na-turaleza en Brenes. Ya en el primer poemario,que consideramos el más naturalista, En el silen-cio, aparecía la sínestecia "sílabas de luz" 28.

En relación con las flores, es corriente que sehable de sílabas y lenguas de¡:erfumes: "Con laolorosa lengua de las rosas" 9.

"Yo entiendo lo que dicenlas tímidas gargantasde las flores olorosas

Mamá, se rizan los cláv~/es y hablanuna lengua penetranteen cuyas silabas de aroma muchas

cosas olvidadasresucitan,se levantan.___________________ ~O

Las sinestesias a veces se enriquecen conuna tercera perspectiva sensorial:

"El laud de /as gargantasde los lirios escuchaste ante tus

pasos.como un diáfano perfume" 31

En el poema "Fugitiva melodía" hay tam-bién una muestra interesante

"La fugitiva melodía de una flautaha levantado de sus surcos las bandadasde fragancias que yo até con la hebra

fluidadel sol de mi niñez ".32

El manejo expresivo de la sensación col-ma en ocasiones todo un poema. Véase, porejemplo, "Perpetua primavera":

"Un trino dulce,

como iiñ7iiloae si7vestre miel errante,esta mañana me dejó su encanto en el

oído.

Un gran pájaro lila volaba sobre elmundo,

y a su trinar la primaverasaludaron los céspedes la luz,todas las yerbas exhalaron ayesde aromas exquisitos, se enamoró- 'fa

mentade las anémonas vecinas, en sus diminutos

tncensariéspusieron más perfumes :~.unas violetas color de cielo; se hizo mas

tierna la esmeralda de los campos;huyó la nieve hacia los hondos ríosi'i~

disolvió en el aire luminoso,como un aroma, la gris melancolía". ~3 ..

Los textos transcritos, como es fácil no-tarlo, no se elevanmás allá de su expresa signifi-cación, es decir, la descripción de un paisaje, apesar de la novedosa, en aquel momento, elabo-ración sensoria.

Nos corresponde ahora, en el confesadoafán de caracterizar, cuando menos un esquemapoético de don Roberto, ver hasta qué puntoesta vocación paisajística puede combinarse conla otra dimensión, en apariencia opuesta, de supoesía: el misticismo. En apariencia apenas,porque el misticismo en don Roberto suponeun reencuentro con la naturaleza, solo que aho-ra esta se anima de una vibración panteísta, ocercana a ella. En El canto de las horas, su másimportante ensayo estético, parte de la confe-síón de dicha experiencia: "Era-dice- unavuelta al encanto de la naturaleza cuya sabiduría se infiltraba en mi conciencia a través detodos los poros de mi ser." 34 En el mismo

'lugar proclama la vibración unitaria, en un uni-verso en que el yo está felizmente inmerso, deahí precisamente la emoción mística. "Todo enel Universovibra. No hay una sola excepción enel largo recorrido de la roca a la mente, ni lahay de la mente a lo divino", afirma en el ensa-yo citado. 35

Don Roberto, como solía hacerlo otropoeta "místico", Gustavo Adolfo Bécquer, alcual recuerda en las composiciones a que aludi-mos, se expresa a veces en un yo que nada enlos elementos de un universo salvador en su in-conmensurabilidad. He aquí un ejemplo de lacomposición "El Poeta":

"Tú tiemblas en la hoja del álamo,murmuras en la onda y en la tormenta

ruges,tu cantas en la alondra

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y eres gracia en las líneas ondulantesdel vuelo del amor y de la vida". 36

(Compárese con Bécquer,Rirna V: "Yo naodo en el vacío, I del sol tiemblo en la hoguera",''yo atrueno en el torrente, ... y rujo en la tor-menta" ., "Yo canto con la alondra I y zumbocon la abeja", etc. n)

El valor poético del paisaje en esta otraperspectiva, es decir, la del misticismo, no estásolamente en la singularización de la percepciónsensoria, sino también en la proyección aními-ca, emotiva, sobre aquél. Es función específicadel poeta crear im'senes, individualizadoras ysustitutivas, 38 inclusive para lo mú abstracto oaún, para lo que se dice inefable. En Brenes lacristalización imaginativa de la emoción místicala realiza el poeta mediante el paisaje, sin queéste (en ello estriba su valor) pierda, como en larígida alegoría, su valor propio. La vocación yel pensamiento "naturalista", empleando la pa-labra con un renovado sentido, no excluye uninterés intrínseco en el paisaje, cuya imagen re-sulta consustancial . al sentido místico. Comoilustración véase, completo, el poema "Vocesde soledad"

"Flota la soledad sobre el abismocrepuscular de la apacible tarde,que entra en la noche, como un gris navíosobre la espalda azul del océanoel día va acostándose. La tierraalza las voces de su viejo harmonioy se extiende una suave melodíacomo un perfume por el aire tibio.Una garganta de cristal murmuraen el riachuelo el canto de un ninfay le remedan su canción de ecos.El sortilegio de la vida me ataal árbol y a la piedra y al torrente,y siento que mi espíritu se fundeen todas estas cosas: que yo vivoen la curva graciosa de la piedra,y respiro en las hojas de la planta,y voy cantando en las Sonoras linfas.Se ha desbordado mi existencia y fluyepor los ocultos cauces de las cosascomo una sangre ideal, sangre de nin¡~spor las.violáceas venas de las rosas". 9

En estos casos estaríamos cerca de lo quese ha llamado "símbolo bisérnico,,4o (una com-posición con una doble vertiente significativa,

: que no subordina, insistimos, corno intermedia-rio alegórico, a la imagen propiamente dicha);lo estaríamos, repito, de no ser porque más alláde lo poético, en su mismo pensamiento, Brenesconcibe el mundo corno una insoluble dualidadentre cosa y significado profundo, entre materiay espíritu. "La mente agita la materia - afirma.

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La vibraci6n alta y poderosa del Alma delMundo respira sutilmente en el interior de todaslas forrnas,,41

En algunos textos, inclusive, la doble ver-tiente se separa de manera un tanto íntelectualí-zada y teórica:

"Todo vibra;se hace de música la sombraal caer desde los árbolessobre las sendasque transita la paz,Y es como una melodiague se dejase olr en la annoniade las dulces lenguascon que se expresa el mundoque no vemos tras el rostrode la naturaleza. ".42

"Este césped, regazo de las hojas,surge con la atracción de algún misterio,es como un pensamiento de la tierracon color de esperanza y de recuerdo.Cada brizna es un simbolo, un vocablo,una urna de esmeralda con la esenciaviviente de la luz, ante quien hablocomo ante una recóndita presencia.Aquí está, Ley que eres Belleza y Vida,filtrando luz para construir la forma". 43

"Las cosas son las silenciosas urnasque guardan algo divino en ellas:el fuego de la luz de las estrellasla mansedumbre de un fulgor de luna.

Las cosas tienen inmortal memoria,espejos son que lo recuerda todocada una es un fragmento de la historiacada una es nota musical del Cosmos. " 44

Sin embargo juzgamos más valioso, desdeel punto de vista poético, aquellos textos enque los elementos paisaje y éxtasis están consus-tanciados, formando una insoluble unidad.

Los casos vienen repitiéndose a través detoda su producción y en ellas convergen conmayor o menor regularidad, como puede espe-rarse en estos casos, los siguientes elementos:desde la perspectiva de los significados, una ho-ra propicia: el atardecer; la quietud, que sumer-ge en la atemporalidad del éxtasis; una silencio-sa paz; la armonía, la soledad. Solo para ilustrarla frecuencia y reforzar contextuaIrnente dospoemas a los que está encaminado este trabajo,incluimos algunas muestras significativas:

a) un fragmento precursor del poemarioEn el silencio; en este poema lo "extático" esmetáfora referida, simplemente, a la quietud yarmonía del paisaje:

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" ... color de golondrinase mece en el azul de la mañana.En el florido limonero trina el perfume deazahar, i se desgrana,en el sereno ambienteuna canción de olvido de una fuente.ÚlIIadO en lila el aire transparenteparece estar de hinojoscontemplando el azul de la montaiflltan quieto y silencioso est4. "

En los otros ejemplos ya se da la situaciónepe pretendemos mostrar. En eUOISUbnYIIIlOllos elementos comunes:

"Se dm"tl1nlllHlla tJDdeSobre el.,mlor de los CllmpoS,como e/llanto de IosltlUcesentre lIu monos de otoño.U,.ptIIZ de ojos .ulesconteprplilbtl a la distanciael creprúeuJo, virtiéndoseen el agua del silencio.

La soleltJnidod dormía.respirando aromas de heno;en los follajes habíatamborilado la lluviasu fresca música de agua,y en la vasta extensión-rubiade maiz maduro y de heno,el fanal de un cielo limpioresponde SIl cristal.SumergkJo en el deleitede IIIUI contemplación hondo,no vi posar lIu aJodosgolondrinas de los horas. 46

"Hebras de modejadorado del crepúsculo,bajo la paz del cielo,se enredan en las ramasescuetas de los árboles.

Hay una red de lumbrepor entre la arboleda,y en ella prisioneros,despiertan los primerosrumores de la noche,

Quieto recogimientorecóndito de "idase arropa en la arboleday trina un pensamientoap~nodo y húmedode amor, entre los árboles". 4 7

'''OPa/os de oro sobre el césped. Sombray p. en el paraje, junto a/ rio;

a través de los árboles, los ojosde misterioso.uJ del infinito,la barca de la nube, sin velamen,

despocio avanza 01 horizonte limpioEl agua tu71Illay la ribera duerme. " 48

Dos poemas junto con el citado "Vocesde soledad" culminan y consagran en su integri-dad, esto que hemos llamado una importanteleta po6tica en la obra de don Roberto. Sustítulos, "Reposo" Y "Al caer de la tarde", Lostranscribimos.

"El bosque, en oración,La walkirüu del vientose mecen suspendidasde lIu flexibles ramade ;Ó'Venesencinlu..Sus risas y sus voces son de músicaspmlida en lIu frondas,junto a nidos de frágiles gargantas.Los velos de sus batas se columpiancon el gracioso ritmo de minuetosque no concluyen su amorosa ronda.As( reposan las walkirias cuando,desde el poniente,la luz del sol crepuscular alumbrael éxtasis sonrientedel viento que descansa en la penumbra. "49

Observemos detenidamente c6mo signifi-cados y significantes se complementan para daruna quietud extática, atemporal: "Reposo", eltítulo; la primera oración ("El bosque en ora-ci6n") plantea desde el principio, y sin interme-diarios, la dualidad naturaleza ("bosque") ymisticismo ("oraci6n''); además, al suprimir elverbo (ya de por sí de estado) nominaliza laconstrucci6n contribuyendo así al "reposo"; laswalquirias "se mecen suspendidas", como en únmovimiento eternizado (que por ello anula eltiempo) cuyo efecto refuerza el sonido aliterati-vo "se" "ce" "sus"; las risas y las voces son de"músicas perdidas", lo cual atenúa y pacifica supresencia; vuelve un movimiento oscilatorio yeternizado: "se columpian", "ritmo de minue-tos que no concluyen"; el verbo "reposan" (hayque insistir en la característica- aquietadora delos verbos: "se mecen", de un movimiento queen definitiva se anula, "son", "no concluyen","reposan", "descansa"); la significativa expre-si6n del penúltimo verbo "éxtasis sonriente"; yfinalmente, la simétrica (y por ello aquietadora)distribuci6n rítmica del último verso: del viento que des can sa en la pe num bra, cuyas síla-bas acentuadas se prolongan, a su vez, con cier-ta solemne uniformidad en las "enes" (''vien-to'\ "descansa") y en la "m" de penumbra)

El otro poema: "Al caer de la tarde",39

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"Jardín. Soledad. Dulzura de crepúsculoen la transeúnte luz perdida en la penum-bra.En el rural arroyo, un grávido rumor;en el aire un arrullo de palomas;las sonoras alondras de bronce del ánge-lus;el ósculo postrero de la tardeen los ojos de césped de los campos.Callado el corazón; en mi alma, paz.

Todo, en redor, arcano pensamientoolvidado en la mente de un arcángel:

Después, puntitas de llama en el cielo,~omo en un delanta/lleno de joyas.

¡Ay! , la profunda sensación de que latierracorre en el espacio como aguja que va hi-landolas hebras inmortales de mi vida en lo infi-nito." s o

(Este poema, además de su expreso senti-do "místico" (" ¡Ay! ,la profunda sensación deque la tierra corre en el espacio como aguja queva hilando/ las hebras inmortales de mi vida enlo infinito"), reforzado por una descripción detotal ausencia de verbos principales (efecto: gra-videz atemporal, aquietadora, del sustantivo), locual le da una coherente cristalización poética,está además, enriquecido por algunas peculiari-dades: el triple acento de la u en un verso("transeúnte", "luz", "penumbra") prolongadapor n y m sucesivamente podría infundir untono crepuscular, violáceo quizás, a la escena;más si se piensa que en el verso anterior, hayotras cuatro "úes" ("dulzura", "crepúsculo");las aliteraciones del [tercer verso (con eres y e-rres que refuerzan la onomatopéyica "rumor":"En el rural arroyo, un grávido rumor") y delquinto, con eres, oes y aes ("sonoras alondrasde bronce"); la triple "a" "pacificadora", pro-longada en agudo, del fmal del último verso dela primera estrofa: "en mi alma, paz"; la repeti-ción (que, desde luego, contribuye al mensajede quietud), de una parecida estructura sintácti-ea en frases terminales con la preposición "de":"Dulzura de crepúsculo", "arrullo de palomas","alondras de bronce del Angelus", "ósculo de latarde", "ojos de césped de los campos", etc.)

El resultado, de toda esa concepción poé-tica es un mundo armónico, sin dolor, sin trage-dia. El hombre, integrado al todo, como un es-labón imprescindible, no sufre por sus límites.En un texto manuscrito al fmal de Hacia nuevosumbrales, de la colección que guarda la Biblio-teca de la Universidad de Costa Rica, dice:

40

"Soy solo una parte de mí mismo porque miconciencia es todo el Océano de la ConcienciaUniversal. En mí resuena toda esa misma con-ciencia como en las cavernas de las costas resue-na la sinfonía del mar (1939). Es un misticismovesperal que no plantea el transfondo agónicode otros poetas de la tarde, como A. Machado.El hombre tiene resuelto su problema mayor: elde los límites de su existencia. ''Todo es enton-ces bueno, =afirma nuestro autor-, todo bello,todo verdadero, porque en la intensa y nobilísi-ma emoción que invade el ser desaparecen losconceptos limitativos y solo se experimenta laproximidad r la gran presencia que es el divinofundamento •..,,1 Universo" s 1

El motivo de la armonía estaba ya en elpoemario "naturalista", En el silencio, pero tansolo referido a 10 puramente natural del paisaje:

"hai una armoníatan profunda en el alma del encantode esta fuerza que brota de la tierrabesada por el sol ... " 52

Luego se desarrolla con un sentido queextrema lo simbólico, principalmente en su últi-mo poemario, Poemas de amor y de muerte:

Aqui, en la playahay melodías de aguabajo la luz de las constelaciones,la sirenada voz del aire limpio,que es como un conjuntode las melod ias de las cosasque no saben aún decir su acento.

Del más allá del ritmo,de la Causa del Ritmo,que es voz del pensamientoque sostiene los mundosy se oye en el silenciode la tierra y del alma" 53 (*)

******

*Habiendo tratado el tema parece conve-niente agregar que este misticismo, y su éxtasis,en Don Roberto, no sólo está enriquecido sen-sorialmente en su expresión, sino además, in-fundido a veces de un sensualismo primitivo,elemental, "naturalista", (aquí con otro matiz).El paso de lo sensorial a lo sensual, es casi siem-pre imperceptible. No es, entonces, el de donRoberto un amojamado misticismo cristiano, si-no inspirado en bacos y walkirias de elementalvitalismo. El modernismo era muy dado a lafusión de contrastes (aunque, a veces, solo a-parentes); de ahí la justificación de un sensualís-mo espiritualista, o un espiritualismo sensual, o

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como se quiera. El modernismo, ese primer mo-vimiento propiamente americano, según se dice,aún en sus arrestos renovadores, iniciadores, sehabía alimentado de las más típicas corrientesdel decadentismo fmisecular europeo, en quecontaban precisamente tanto el sensorialismoimpresionista como un dionisíaco sensualismo.

El sensualismo se desarrolla a través de laobra de Brenes Mesén y culmina en Poemas deamor y de muerte. Los poemas de mujeres deencanto oriental, que luchan entre la atracciónfatal de sus cuerpos y el .ansíade una espirituali-dad que triunfa, generalmente, es un esquemarepetido como en la columna vertebral de lanovelita Lázaro de Betania; Así Adelena, delpoema "En la Barranca", que descubre el men-saje místico del cosmos, el cual se expresa enimágenesde intensa sensualidad:

" ..• el aguade las rompientes de Barranca mojansus graciosos tobillos de trigo,aquí donde el garañón del marcon sus dos manos en altoparece que va a lanzarsu pasión por instantessobre las ancas vibrantesde un yegua de sombra y de cristal"

(Adelena) Poema de amor y de muerte, Pág. 21

Otro yo femenino en "Amorosa dona-ción", se duele de su bella carne que no obstan-te entrega en religiosa "donación":

"La envoltura de mi alma es esta carneque tú, Señor, me diste tan hermosacomo para inspirar amor y angustia.¡Ah!, ¡Dios mío, la angustia de ser

bella!Sentir tras sí volando los halconesdel deseo sensual de los mortales! ""Señor, toda mi espalda aquí desnudala vengo a prometer, como una ofrenda,a aquel que la besó con igneos labiosdesde el arranque de mis hombros hastadonde comienza suavemente el surcoprofundo del amor y de la vida".

y Thaís del poema con el mismo título:

"Fui la dulce carne de mujer diseminadapor el mundo de los hombres que no

hallaron nadaen su posesión desnuda, porque no- halla

el hombreen lo que busca algo más que lo que lleva

en su alma".

En Laura, de "Decíres de Laura" el éxta-sis está en la felicidad de la entrega:41

"Me desnudé; mi juventud abríasu piel de flor, y en cada pecho habíagraciosa gota de rubi entre perlas,que se erizaba de emoción sintiendola seda titilan te de mis yemas.Mi talle, a tomo, se me fue moviendocon el viavén de sensitivas ansiasy en el vellón negral hundí mi manoen busca inquisitiva del arcanodonde se ocultan deleitosas gracias.

Todo sencillo fue, todo inocente,si lo comparo con la ardiente liraque fue mi cuerpo derramado en ritmoscuando la cesta de caricias tuyas,volcada sobre mí, encendió la piradonde alcancé, donde gusté, tremente,dulce dulzor de Venus en suspiros':

En "Crisolaria", otra prostituta comoThais se queja:

"Así pasó mi vidacon soledad de corazón muriendode la insaciable sed de hallar el almade un hombre tras las ansias de la bestia".

En "Noche de otoño", se expresa la en-trega de una mujer otoñal a un Señor, otra vezsímbólicamente con mayúscula:

"Por una noche nada más tu jovenpotro alazán reposará en mis trigos,y yo bendiciré mañana el Numenque te venció en mis brazos para darmela santa realidad de unos instantesde pasión de mujer, en el otoñode su vivir en amoroso incendio" 59

También en el poema "Samarítana", lacual, "sedienta de aguas vivas", sigue al Maes-tro, en quien ha dejado huellas imborrables debelleza mundana que perduran hasta en el mo-mento de su muerte.

"y' cuando sus verdugos lo atormentan,y las espinas punzan, y el maderopesa sobre sus hombros, él recuerda,y en su memoria el ámbar embalsama,y al expirar, su corazón reclinasobre el recuerdo de un lucero en

somb~a. ,>6 o

No debe pensarse, de ninguna manera, sinembargo, que lo sensual riñe con lo místico. Nosolo poética, imaginativamente, necesita éste deaquél; sino que sustancialmente están emparen-tados en el impulso que mueve a ambos a bus-car la fusión en la absolutez del otro: el cosmos,

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el Todo, o el ser amado en el éxtasis del actoamoroso. "El erotismo, -afmna RicardoGu116n- según supieron los poetas antes que losmédicos y !isicólogos, es en última instancia (esdecir, cerebralmente- una ansia de trascenden-cia en el éxtasis, pero no solamente en el éxtasis

(1) (En el Repertorio Americano, San José. TomoXLIII, Nó. 1913,28 de junio 1947)

(2) (Repertorio Americano, San José, junio-julio,1957)

(3) (M. Vincenzi -pnnclfllos de critica-« RobertoBrenes Mesén y sus obras. Imprenta y lito-grafía "Minerva", San José, Costa Rica,1918, pág. 55)

(4) (Roberto Brenes Mesén: En el silencio. ImprentaAlsina, San José, C.R. 1907, pág. 12

(5) Ibid, p. 13

(6) Ibid, p. 13

(7) Ibid, p. 23

(8) Ibid, p. 34

(9) M. Vincenzi Op. cit. p. 55

(10) Ortega y Gassct: La desbumanización del arte.Revista Occidente, Madrid, 1923)

(11) p. 16

(12) p. 73

del sentimiento, sino en el de los sentidos." Yagrega a continuación: "El punto de coinciden-cia entre erotismo y misticismo es justamente lasombría necesidad de perderse en otra cosa".(R. Gullón. Direcciones del modernismo, Gre-dos, Madrid, 1971, pág. 137, 138)

NOTAS

(21) Roberto Brenes Mesén: Hacia nuevos umbrales.Imprenta Alsina, San José, Costa Rica,1913, pág. 104)

(22) (Roberto Brenes Mesén: Op, Cit. "Soledad y si-lencio" p. 60)

(23) Roberto Brenes Mesén: 'Los dioses vuelven. (Bala-da de la ausencia) Librería e Imprenta Alsi-na, San José, Costa Rica, 1928, pág. 63

(24) Ibid, pp. 25.

(25) Citado por Pierre Guiraud, La est,'listica (traduc-ci6n Marta G. de Torres Agüero) EditorialNova, Buenos Aires, 3era ed., 1967, pág. 86)

(26) Roberto Brenes Mesén. Pastorales y jacintos. Im-prenta Alsina, S.J.,C.R., 1917

(27) Roberto Brenes Mesén. Antologia Poética. Edito-rial Costa Rica, S.J. pág. 57

(28) "Terror sagrado", pág. 71

(29) Roberto Brenes Mesén. Antología Poética. ("Vi-dencia") Editorial Costa Rica, San José,1964,p.45

(30) Roberto Brenes Mesén. Hacia nuevos umbrales.("La muerte del lirio") pág. 37(13) Roberto Brenes Mesén: Hacia las islas fortuna-

das, pastoraies y Jacintos. Erval, S.J., C.R.p.70) (31) En busca del Grial ("Cerca y distante"). Librería

e Imprenta Editorial Hemando. Madrid,1935, pág. 43(14) (Citado en George Lukács: Significacion actual

del realismo critico, Traducci6n di: MaríaTeresa Toral, revisada por Federico Alvarez,Ed. Era, S.A. México. 1967, pág. 52)

(15) (Roberto Brenes Mesén. El"misticismo como ins-trumento de investigación de la verdad. Im-prenta y Librería Alsina, San José, C.R.,1921, pág. 52)

(32) Ibid, P. 129

(33) Ibid, p. 175

(34) Roberto Brenes Mesén, El Canto de las horas. p.3

(35) Ibid, p. 45(16) Hugo Friedrich: Estructura de la Lirica Moderna

(Traducci6n española de Juan Petit. Ed, (36) Los dioses vuelven. p. 14Seix Barral S.A., Barcelona, 1959.

(17) Obra sobre el misticismo. p.43(37) Gustavo Adulfo Bécquer: Rimas y Leyendas. A-

guilar Madrid, 1956, p. 37

(18) (Citado por Walter Falk: Impresionismo y expre- (38) C. Bousoño. Teoria de la expresión poética. Gre-sionismo. Guadarrarna. Madrid, 1963, pág. dos, Madrid, 1967.377)

(19) Ibid(39) Hacia nuevos umbrales, p.ág. 57

(20) Roberto Brenes Mesén. Voces del Angelus. Im-prenta Alsina, S.J. C.R., 1916, p.12) (41) El canto de las horas, pág. 20

(40) C. Bousoño: Op. Cit.

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(42) Los dioses ouelven ("Coro en la selva") p. 24

(43) Hacia nuevos umbrales ("Briznas de césped") p.105

(44) Ibid. p. 107

(45) En el silencio, p. 17

(46) En busca del Grial. ("Balada del ruiseñor"), p.155

(47) Ibid. ("Apoteosis") p. 129

(48) Ibid, ("El fauno duerme") p. 73

(49) Roberto Brenes Mesén: En la casade Gutemberg;banquete poético y otros poemas ImprentaTormo, San José, Costa Rica, 1945, pág. 63

(SO) Los dioses vuelven. p. 69

(51) El misticismo como instrumento ..• p. 47)

(52) En el silencio ("Alma oscura) p. 48

(53) Roberto Brenes Mesén. Poemas de amor y demuerte ("En la Barranca") Librería españolaSoley y Valverde, San José, Costa Rica,1944, p. 22 Y 23.

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