Me encontraba yo conversando con mi abuelo acerca de las personas de nuestra localidad que han logrado el éxito, y me empezó a comentar sobre uno de los hombres que vivió en la calle 2 de mayo, en el pueblo joven Santa Rosa, que con su fortalecimiento en Dios y la ayuda de su madre y el esfuerzo del día a día ha logrado el éxito en la vida, sí, me estoy refiriendo al señor David Cornejo Chinguel.

“Era este un niño muy educado que venía a comprar siempre a la tienda- dijo mi abuelo Mario; que cada vez que venía a comprar pan por las mañanas me saludaba de la manera mas cortés; es que claro desde muy niño ha sido un joven emprendedor que ha sabido sacar adelante a su familia, gracias al apoyo de su madre y hermanos, y cada vez que lo veía en las calles jugando con sus amigos era él un poco tímido pero sí el más ejemplar y hasta hoy lo sigue siendo”.

Cuando escuché atentamente las palabras de mi abuelo, me empezó a nacer un espíritu de superación y anhelo de salir adelante, ya que hombres como éste son un ejemplo para la sociedad. Me gustaría compartir una pequeña experiencia: “Las personas que nos fortalecemos en Cristo, no esperamos nada a cambio, sino mas bien el servir a la sociedad para alcanzar el bien común ya que Dios no manda a hacer las cosas a los hombres sin prepararles la vía para hacer lo que les ha mandado”, soy mormón y al igual que el señor David cornejo, comparto la idea de un cristo salvador y redentor.

En cierta oportunidad me encontraba yo leyendo un artículo que trataba acerca de una entrevista al señor David Cornejo Chinguel, en la cual le preguntan: ¿Usted también proviene de una familia muy humilde?, a lo que contestó:

“De la que me siento muy orgulloso, soy un emergente, recuerdo y traigo a mi mente hechos relevantes que no olvido, por ejemplo no olvido que mis padres no tenían dinero para comprar los útiles escolares, mi madre tenía que juntar hojas en blanco que le regalaban los profesores del pueblo y para confeccionar los cuadernos, ella cocía las hojas con una aguja de zapatero y así podía tener donde anotar las clases diarias”.

Después de ver estas palabras, en verdad me quedó claro el deseo de superación que sienten las personas cuando quieren lograr algo en la vida, imagino yo que, como todo adolescente que fue en su época el señor David Cornejo Chinguel, pudo tomar otras decisiones y por las pruebas que la vida le puso, tal vez pudo haber tomado otro rumbo, pero no, al contrario, me doy cuenta que las experiencias que ganaba día a día lo motivaron a salir adelante siempre y con el apoyo del Dios todopoderoso y de su madre y hermanos, logró fortalecerlo mucho más para así poder ser un hombre exitoso en la vida; en lo que respecta a mi persona, cuento con el apoyo de un Dios todopoderoso que siempre me guía, de una madre que me brinda lo mejor de sí y de un padre no biológico que me apoya siempre en las decisiones que yo tome en la vida para alcanzar el éxito.

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Después de la conversación que tuve con mi abuelo, mi madre me mostró unas fotos que eran de su infancia, y allí pude lograr ver a “Los Cornejo”, así los llamaban a 3 hermanos, dos hombres y una mujer, y mi madre me empezó a relatar una experiencia con ellos, diciéndome: “Ellos siempre han sido muy trabajadores, desde niños les ha gustado trabajar”; a lo que yo respondí: “Entonces es por eso que en el colegio nos incentivan siempre a ser personas emprendedoras, que sin importar su condición social, puedan salir adelante con ideas innovadoras que puedan servir de beneficio para la sociedad”, es que durante todos estos años que llevo estudiando en el Colegio Privado Juan Mejía Baca he aprendido a ser mas innovador, emprendedor y a diseñar mi propio proyecto de vida que en un tiempo no muy lejano empezaré a cumplirlo, y por supuesto, todo esto no serviría de nada si no tuviera la fortaleza en Dios, en verdad me siento muy agradecido por el tipo de educación y por las experiencias que obtengo día a día en el colegio.

Una de las experiencias que me motivó a ser más emprendedor fue la que tuve en el colegio cuando a mi compañero y a mi nos dijeron para apoyar en la expoferia en el stand de computación, nos sentimos muy animados, y planificamos hacer diseños en el programa de Macromedia, y para el día de la presentación teníamos planeado atender a 15 personas como máximo, ya que pensamos que era el número máximo de personas que visitarían nuestro stand, pero nos sorprendió cuando veíamos que la gente se interesaba mas por la creatividad de los alumnos que por las computadoras, y al final del día habíamos recibido un total de 56 personas, nos sentimos muy orgullosos de nuestro trabajo, ya que habíamos dado toda nuestra creatividad en nuestros diseños y dio buenos resultados, y reflexionando me doy cuenta que cuando somos creativos, y hacemos las cosas bien y siempre antes de iniciar y antes de culminar hagamos lo que hagamos le pidamos a Dios todopoderoso que nos ayude y que todo se haga a su voluntad, porque el señor sabrá cómo recompensar a todo aquel que en él se implore.

Y concluyendo este recuerdo de una de mis mejores experiencias, eran ya las 5 de la tarde del día sábado, entonces, como todo fin de semana, fui a visitar a mi familia, en esta oportunidad fui a casa de mis tíos y les comenté acerca de lo que estaba investigando, y por coincidencias de la vida mi tío había compartido su infancia con