análisis cinematográfico de "casablanca"
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Por Mariana Quiroz Muñoz.Ensayo que pretende analizar los componentes de la película, dividiendo cada una de sus partes y examinando qué hacen de ella una película clásica.TRANSCRIPT
Mariana Quiroz Muñoz
Casablanca, análisis cinematográfico
La película Casablanca es considerada por los críticos como uno de los clásicos
del cine, existen varias escenas que han permanecido en el recuerdo del público
por lo memorable de sus diálogos, lo dramático de la trama y la intriga que
despierta uno de los triángulos amorosos más antiguos del cine. Por este mismo
motivo resulta importante analizar los componentes que hacen de dicha obra un
clásico y una obra de arte.
Casablanca nos remite al lugar donde se lleva a cabo en su totalidad la película:
una región de Marruecos donde los exiliados o prófugos de la Segunda Guerra
Mundial esperan a que se les asignen los papeles para su escape a Lisboa, de
manera que puedan embarcarse a los Estados Unidos. Así pues, Casablanca se
establece como el lugar de tránsito de todo aquel con esperanzas de alejarse de la
guerra.
La primera secuencia es una presentación esquemática de la situación en la
película, una voz en off nos explica las circunstancias del mundo y poco a poco va
acercándose a Casablanca y el lugar de Rick. Sin embargo, no vemos al
personaje principal inmediatamente, sino que vemos a toda la gente refugiada en
aquel sitio, exploramos un poco su cotidianeidad y los riesgos de aquel lugar (no
obtener una VISA, ser robado, etc.) Esta primera secuencia, tan acompañada de
personajes desconocidos, en un espacio tumultoso con poca privacidad, llena de
ruido y movimiento contrasta con la secuencia final, solitaria, oscura e incierta.
La película muestra una iluminación interesante, ya que si bien no podría
decirse que es tenebrista, las fuentes de luz se encuentran localizadas con
precisión, ya sea en la mirada de Rick mientras bebe esperando a Ilsa, o en la
entrada de la protagonista al bar. Sin embargo, esta luz enfática es coherente con
el espacio: el bar se encuentra perfectamente claro para que podamos ver a cada
una de las personas en él, aunque cuando se trata de espacios más íntimos o
puntos centrales de la trama, juega un poco con la atención del espectador.
Por el lado de la cámara, ésta tiende a hacer paneos cuando se trata de
multitudes hasta detenerse en el personaje que le interesa, de vez en cuando
vemos close ups para apreciar ciertas expresiones, pero por lo general se
mantiene a una distancia media del actor. Los movimientos de la cámara no
suelen irse por la espectacularidad, sino que trata de mantenerse con técnicas
modestas, dejándole el trabajo a los cortes de escena para las transiciones. Sólo
al final podemos ver una picada hacia los personajes en el aeropuerto mientras
caminan alejándose del espectador.
La música es otro aspecto muy importante pues no hay un solo momento en la
película en que uno se encuentre en silencio, ya sea por la música ambiental, la
música del bar o los diálogos. La música ambiental pretende no sólo ser un
acompañamiento, sino que crea una consonancia dramática con las escenas,
especialmente las amorosas o las conflictivas. La música del bar contribuye a que
el espectador entre en el ambiente que se crea en el bar, como si se convirtiera en
uno más de los clientes del lugar. El anclaje de la canción As time goes by como
pretexto para el encuentro de los amantes resulta sublime por la anticipación que
crea en la escena.
Tocando el tema de la anticipación, el espectador no queda en suspenso en
tiempo suficiente cuando se trata de esperar por la siguiente secuencia, la trama
es ágil, sigue un orden perfectamente cronológico, brincando de punto a punto sin
dejar cabos sueltos entre ellos. Claro está que el suspenso recae en la
generalidad, pues lo que el espectador se pregunta es cómo acabará el problema
y no qué pasará inmediatamente después. El único salto en la temporalidad que
tenemos es un flashback introducido por un fade in, el cual nos muestra los
recuerdos de Rick con Ilsa, su relación y su despedida. La agilidad de la trama
radica también en la edición, ya que podríamos decir que todo el movimiento que
no realiza la cámara lo efectúa la edición de imágenes, es decir, se realizan varios
cortes para introducir planos de detalles, algunos acercamientos o enfoques a
otros personajes o diversas acciones; de esta manera vemos secuencias movidas
por el punto hacia donde se dirige la atención.
Ahora hablemos un poco más del espacio. De manera general hemos dicho que
Casablanca es el lugar central de la película, de esta manera se espera que la
arquitectura del sitio esté en consonancia con el país donde su ubica, lo cual
cumple considerando que el estilo se mezcla con la estética de Marruecos y la que
traen los exiliados de su respectivo lugar de origen. Pero hablando un poco más
de la relación simbólica con la historia, es necesario decir que Casablanca implica
para los personajes no sólo un lugar de tránsito en el mundo físico, sino también
mental, pues todos se encuentran en una especie de limbo, esperando la
resolución de su futuro: volver a su patria ocupada por los nazis o poder obtener
sus papeles para Lisboa. Para los personajes principales este limbo radica en la
resolución del problema central: la relación entre Ilsa, Rick y Laszlo, en donde el
que salga de Casablanca será el que pueda continuar su relación con Ilsa.
En cuanto a estas materias de espacio tenemos también los espacios en las
escenas: hemos mencionado anteriormente lo tumultoso del bar, donde los
personajes se ven obligados a afrontar sus situaciones públicas: el escape a
Lisboa, los conflictos con los alemanes, mientras que en los espacio cerrados,
como la alcoba de Rick, se resuelven los problemas íntimos: la ayuda del
protagonista para que la pareja obtenga las cartas de tránsito, la aclaración de la
relación fallida entre él e Ilsa. Es así como encontramos estos dos tipos de
espacio en la película.
Ahora, pues, hablemos de los personajes, enfocándonos principalmente en tres:
Rick, Ilsa y Laszlo. El primero se caracteriza por ser un ser expresión inmutable,
misterioso, de apariencia digna. Tiende a lucir desinteresado pero sus acciones lo
contradicen, ya que en varias ocasiones deja ver su preocupación por los otros,
como cuando ayuda al hombre apostador a ganar para que él y su esposa puedan
marcharse de Casablanca. Rick siempre se presenta con una postura establecida:
cigarrillo en una mano, la otra metida en la bolsa de su saco; aparentando control
sobre las cosas. Por otro lado, Laszlo es un hombre ligeramente más expresivo
que Rick, pues lo vemos más preocupado sobre la suerte de Ilsa, mas no se turba
demasiado cuando se trata de él, pues prefiere la acción a la estaticidad. De él
tenemos más detalles de cómo llegó allí, a diferencia de Rick. Por último tenemos
a Ilsa, quien resulta ser la más expresiva de todos, aunque no podríamos situarla
al cien por ciento en el papel de la dama en peligro, ya que sí muestra fortaleza al
tratar de permanecer con su marido en vez de ir sola a Lisboa, al igual que cuando
muestra determinación al apuntar con una pistola a Rick. Pese a esto tampoco es
posible denominarla como un personaje moderno o novedoso, pues todavía tiene
muchos elementos de la moralidad femenina de la época.
Estos tres personajes son los principales a lo largo de la película, aunque son
ayudados o perjudicados por otros secundarios, la trama se desenvuelve
alrededor de ellos, esto ocurre de la siguiente manera: en el primer acto (los
primero 37 minutos aproximadamente) se presenta la situación en el mundo hasta
llegar a Casablanca y el bar de Rick, posteriormente se desenvuelve una pequeña
subtrama donde un criminal llamado Ugarte se apropia de las cartas de tránsito y
se las entrega a Rick hasta que pueda venderlas (más adelante Ugarte será
aniquilado por los militares dejando a Rick en posesión de las cartas), por último la
aparación de Ilsa y Laszlo en el bar y la sorpresa de Rick por volver a ver a Ilsa. El
primer acto resulta bastante largo considerando la longitud de la película y la
duración del último acto, que se resuelve apresuradamente.
El segundo acto (los siguientes 52 minutos) muestra el flashback de la relación
entre el dueño del bar y la protagonista, aquí se establece el triángulo amoroso
entre Ilsa, Rick y Laszlo. En este punto entendemos que la única forma de que la
pareja abandone Casablanca es con la ayuda de Rick, el cual se niega a
entregarles las cartas. Por último ocurre la clausura del bar y se anuncia el peligro
de que Laszlo se quede en Casablanca. La crisis central se desencadena cuando
los amantes se reúnen nuevamente en un intento fallido de Ilsa por obtener las
cartas de Rick. En una elipsis Ilsa finalmente explica lo que ocurrió para que
tuviera que dejar plantado a su antiguo amor, lo que soluciona sus conflictos y
plantea un posible futuro de los dos juntos. Sin embargo, la aparición de Laszlo en
el bar debido a que la Gestapo lo persigue lleva a una conversación entre él y
Rick, donde el protagonista podrá ver que es un hombre digno de Ilsa y donde se
reafirma nuevamente el triángulo amoroso. Al final del segundo acto Laszlo es
encarcelado por un crimen menor.
El tercer acto (los últimos 13 minutos) comienza con Rick intercediendo por
Laszlo para que quede libre, se plantea una posible traición para que él pueda
quedarse con Ilsa y ambos viajar a los Estados Unidos. Sin embargo, la traición se
convierte en doble cuando Rick amenaza a Renault para que la pareja pueda ir al
aeropuerto y escapar. El clímax ocurre cuando Rick le revela a Ilsa que las cartas
irán a nombre de ella y de su esposo, por lo que ellos jamás podrán tener un
futuro juntos, Rick le confiesa a Laszlo su antiguo romance con ella y finalmente
los deja ir. Finalmente Renault absuelve a Rick del asesinato del mayor Stresser y
ambos se marchan hacia la incertidumbre.
Como podremos ver a continuación, la historia tiene varios efectos en el
espectador, se construye un engaño donde se piensa que el protagonista no
ayudará a la pareja a escapar para después sorprender al público con la falsa
traición de Rick para quedarse con Ilsa. El mayor conflicto, como se mencionó
anteriormente, radica en la incertidumbre del espectador sobre el resultado del
triángulo amoroso y el escape a Lisboa. La tensión se construye a partir de la
ignoracia sobre el final que tendrán todos los personajes: si la pareja será capaz
de llegar a E.U. a salvo, si Rick huirá también como le sugirió Renault, el
significado de la frase al final de la película (“Louis, creo que este es el principio de
una gran amistad”), etc. Como se puede apreciar, la principal fórmula narrativa
que se utiliza es la obsesión amorosa (de Rick por Ilsa) acompañada de una
estructura melodramática. También es pertinente mencionar tres elementos del
film noir que alcanzan a tocar la obra: los primeros son de tinte visual, se trata de
los claroscuros dramáticos, de los cuales ya se habló anteriormente, y,
discutiblemente, de los espacios confinados: si bien no se trata de oficinas
minúsculas y por lo general tenemos grandes cuartos y grandes salones, el
manejo del claroscuro y la multitud introducen la duda de si éste es un elemento
que se adaptó del noir. El último es del corte ideológicos y de igual forma resulta
discutible: la doble traición, ya que no es un punto central en la trama, pero es un
punto importante para la resolución de la misma, sobre todo si se combina con la
incertidumbre que provoca el triángulo amoroso.
El final de la historia, que es un tanto acelerado en comparación con la
tranquilidad con la que si introdujeron las situaciones en un inicio, deja una gran
incertidumbre en el espectador, puesto que lo último que vemos es un alejamiento
de la cámara de los personajes y nulos detalles sobre lo que ocurrirá después,
esto genera una sensación de contrapuesta con el inicio tan lleno de movimiento y
gente, ya que lo único que vemos es el avión partir y las figuras de Rick y Renault
caminar hasta hacerse pequeños.
Para concluir con este análisis cabe decir que el filme sostiene por completo su
estatus de clásico del cine, pues presenta una historia relativamente sencilla,
directa, en perfecto orden cronológico donde podemos apreciar una situación
compleja, como lo es la guerra, y sencilla a la vez (como el enamoramiento de
Rick e Ilsa). La agilidad de la trama y del manejo de los cortes hacen que el
espectador siempre esté atento a lo que ocurre para poder armar cada una de las
posibilidades de la historia. Por esta razón, Casablanca es una película que sin
duda merece un lugar en la memoria de cualquiera que la haya visto.
Casablanca, M. Curtiz, H. B. Wallis, A. Edeson, Warner Bros., E.U., 1942, 102
min.