poemario azuela
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Elección de un marco de referencia
Dicen que la lejanía está:
En el impulso de mirar y no encontrar
desde una orilla, la otra orilla de un lago.
En el vértigo al ver el suelo
desde el piso cuarenta.
En la ingravidez de mirar las nubes
desde la ventana de un avión.
Pero, la verdadera lejanía está:
En las caras de mis padres
pixeleadas en la pantalla.
En el cursor parpadeante
donde debería haber una palabra.
En el asiento del cine
vacío junto a mí.
En la visión de un semáforo en rojo
contigo al otro lado de la calle
y te alejas
y no volteas.
Equilibrio de fases en un sistema binario
Tú y yo éramos, en mi mente,
un sistema binario afectado
por temperatura, presión, espacio y tiempo,
que había encontrado el equilibrio.
Pero en algún punto, olvidé
el problema fundamental
de la termodinámica más básica:
sólo funciona en la idealidad.
Al cambiar las condiciones experimentales,
nuestro diagrama de fases dejó de funcionar.
Perdimos el punto triple,
donde mis volátiles anhelos,
tus sólidas inclinaciones
y nuestra líquida realidad coexistían.
Entonces, no quedó más que aceptar
la formación de esta mezcla heterogénea
y la pérdida de nuestro equilibrio.
Hubo que cambiar de estado.
Disociarnos.
El efecto de la dispersión de Rayleigh sobre la nostalgia
Este tipo de mañana
sin nubes,
sin velo,
sin nata
sólo existía en febrero
cuando allá, por el viento,
la contaminación bajaba
y aparecían en el valle
horizontes
montañas
dos volcanes.
Cualquier otro día era
blanco,
gris,
encapotado.
Hoy, el azul obliga a detenerse,
alzar la cabeza y contemplar:
Estoy tan lejos
Patrones de apareamiento del albatros
Un albatros que se respete tiene que saber bailar.
No hay otra forma de encontrar pareja
o, más bien, de buscarse el uno al otro,
que siendo albatros es lo mismo.
Es una necesidad del albatros saber de paciencia.
Nada de bailarle al primer espécimen que encuentran.
Hay que observarse, calcularse, asegurarse
de que hay afinidad antes de la primera vuelta.
Para ser albatros, además, hay que saber de protocolo.
Después de algunas volteretas,
si se entendieron, si no hubo traspiés,
se detiene el baile, se miran,
se encuentran.
Al fin, para el albatros es indispensable el compromiso.
Decididos ya a emparejarse
para reconocerse el uno al otro, alzan la cabeza
y rompen el silencio con un graznido,
cuellos y picos apuntando al cielo.
Inversamente proporcionales a la distancia
Para el astrónomo de cabecera
Nos queda una silla
en aquella oficina usual,
pero ni mía ni tuya.
Nos quedan los paseos
nuevos o redescubiertos;
las luces verdes y rojas
que tú no viste y yo te recordé;
todas las cervezas apostadas,
sólo excusas para coincidir.
Nos queda algo entre la astronomía,
las confesiones y la química,
que no tuvo nada de teórico
y todo de experimental.
Nos quedan esos veinte días
y todas esas palabras.
Dos gigabytes de ellas.
Escritas, leídas, archivadas.
Ahora en la distancia siento
al usarlas cómo se propagan,
forman ondas en la memoria,
crean ecos, se consumen.
Conforme las desgasto,
las siento más lejanas.
¿Sientes la erosión?
¿Sabes, como yo, que es inútil subsistir
sólo con recuerdos,
mucho menos con palabras?
Pero seguimos hablando,
probando a ver si se nos acaban
con la distancia.
Ácido acetilsalicílico
Si el amor fuera como sintetizar aspirina,
no estaríamos tú y yo en este embrollo.
Habríamos sabido desde un principio
la cantidad exacta de materia prima,
los moles tuyos a la par de los míos
medidos con balanzas calibradas
para con exactitud saber la incertidumbre.
Si el amor fuera como sintetizar aspirina,
nos habríamos acercado con cuidado.
Seguiríamos las precauciones acordadas
en las hojas de seguridad
para evitar reacciones violentas
en circunstancias de por sí inflamables.
Si el amor fuera como sintetizar aspirina,
estaríamos seguros del balanceo y del mecanismo.
Al encontrarnos acuosos en un matraz bola
no habría más que revolvernos a reflujo
y aprovecharíamos el aumento de temperatura
para que se mezclaran nuestras esencias
hasta no poder diferenciar las partes tuyas de las mías.
Si el amor fuera como sintetizar aspirina,
nuestro hervor y revoltura tendrían un tiempo ya determinado.
Luego, nos filtrarían en caliente para remover impurezas,
nos colocarían en hielo para ver si después de tanto girarnos
nuestras partes caerían separadas sin reacción
o darían paso a un precipitado,
incluso a un cristal.
Si el amor fuera como sintetizar aspirina,
usaríamos cromatografía para cerciorarnos
que no queda sin mezclar ningún reactivo.
No quedaría ninguna duda
porque al usar espectroscopía
conoceríamos nuestra afinidad molecular.
Hasta podríamos sustentar con medición y cálculo
el rendimiento de juntarnos.
Si el amor fuera como sintetizar aspirina,
podríamos pasarnos la vida buscando síntesis alternas
explorando todas las maneras de enlazarnos.
No quedaría espacio para titubeos o vacilaciones
porque sin importar el camino que eligiéramos,
sabríamos que este equilibrio estaría desplazado
siempre hacia la formación del aducto.
En fin, si nuestro amor hubiera sido como sintetizar aspirina,
no hubiera quedado espacio para nuestras impurezas
construidas entre distancias y malentendidos
porque tú y yo seríamos ya un producto acabado y patentable.
dos formas de alejarnos
desde la escalera de nuestra vida
ya en la cima resonando al compás
me hacen falta negros y usados
tus pasos y tus zapatos
Suma de experimentos sensoriales
Para mi quimicompositora favorita
Préstame tus ojos, tus oídos
me gustaría poder entreverioírme con ellos
porque cada vez que explicas tus poderes,
cuando me usas de ejemplo
dices ella suena azul y yo lo siento.
Me gustaría saber el tono exacto
de ese azul que me entreverioyes.
Dices que no es el cielo, ni el mar,
que es un acorde de La mayor,
que es un chirrido estridente.
Dices al verte me ensordeces.
Quisiera entreverioír todo como tú.
Apenas puedo imaginar cómo es vivir
con sentidos encontrados
sin saber distinguir que ese Do no es rojo
o ese rosa no es un Fa.
Quisiera ver a Ravel con tus ojos.
Quisiera oír a Monet con tus oídos.
Quisiera entreverioírme al espejo
aturdirme, como tú dices, por vestir de naranja
y conocer ese azul del que me hablas.
Regiones anatómicas del silencio
Cuando mis palabras
se aferran de un axón neuronal,
electrificadas por el vértigo,
no encuentran eco.
Cuando mis palabras
se dañan en la boca,
masticadas por la ansiedad
y se erosionan en el estómago,
desmenuzadas por la despedida,
no encuentran eco.
Cuando mis palabras
se ahogan en la sangre,
arrastradas por mi inhabilidad
y se aglomeran en los pies,
desplazadas por las circunstancias,
no encuentran eco.
Abrumados sin palabras,
mente, boca, estómago, sangre y pies,
dejan entrar el silencio.
Se extiende por mi cuerpo,
inmune a mis intentos de alcanzarte.
Y ya no encuentro tu eco.
Cuaderno de termodinámica interpersonal
Ley cero
If two systems are in thermal equilibrium with a third,
then they are in thermal equilibrium with each other.
A primera hora, el sentir conectado a tus dedos
toma mis manos siempre frías,
para descongelarme y derretir, del día a día, la pereza.
Primera Ley
The increase in internal energy of a closed system is
equal to the difference of the heat supplied to the
system and the work done by it.
El trabajo, de encontrar el momento de encontrarnos,
nos aletarga y no hay manos que aguanten indefinidamente
asirse del calor para que no escape en todas direcciones.
Segunda Ley
Heat cannot spontaneously flow from a colder
location to a hotter location.
Para contrarrestar este sopor,
aferro de regreso manos, pies, oídos.
Te doy mi tiempo para balancear la energía
de mis palabras por donde, me dices,
el poco calor que tienes, nos huye.
Tercera Ley
As a system approaches absolute zero, the entropy of
the system approaches a minimum value.
Cuando nuestro arreglo se atrofie,
y tú congelado, ya no me descongeles,
y yo quede, entonces, sin tiempo ni palabras para darte.
¿Alcanzaremos el cero absoluto
donde para acercarnos, no haya movimiento
ni para tocarme, tengas aliento,
ni para reanimarte, conozca sonido?
No habrá manos que calienten mis dedos,
ni sentir que logre aumentar la entropía.
¿Cómo entonces quebrar del estatismo?
Corolario
A perpetual motion machine is a hypothetical machine
that can do work indefinitely without an energy
source. This kind of machine is impossible, as it would
violate the first or second law of thermodynamics.
¿Dónde encontraremos nuevas energías?
La termodinámica no tiene una solución,
ni una pista para que encontremos la manera,
de alcanzar el movimiento perpetuo.
Ebenbild
La sentencia familiar rige:
eres igual a la abuela.
La foto de la sala
(tú a los quince años)
espejo de nuestros azares genéticos.
En el computador,
(tú de dieciséis años)
otra imposible negación de mis raíces.
Las miro
(te miro)
piel, nariz, pelo, ojos.
No me bastó con compartir tu nombre.
Me pregunto
(te pregunto)
si estoy multiplicada, ya vivida o doppelgänger.
Y me imagino
(te imagino)
en una conversación la mañana de Navidad.
Nos la robó el tiempo,
y esta coincidencia que nos une.
Nuevas costumbres
Reviso mi teléfono,
más callado este invierno,
en busca de una vibración,
un sonido,
un eco multimedia,
muestra de que aún existes,
en el mundo diluido por el tiempo
donde ya no sabemos conectarnos.
Elegir la fuerza centrípeta
La independencia está
en una noche de sábado,
encerrada por la tormenta
con la música a tope
en una sala vacía, dando vueltas.
Tú y la fuerza centrípeta
única compañía este invierno.
Está en los brazos extendidos,
con los puños cerrados,
en calcetines gruesos,
la falda en ondas.
El viento ruge afuera
y adentro nada más hay vueltas.
Está en bailar con una misma
aunque se mezcle el escenario
y más allá reine el caos.
Objetivo: Creación poética.
Reactivos: Idea poética, razón poética, palabras poéticas. Materiales:
Imágenes varias, metáforas novedosas, antítesis inesperadas, ironía precisa. Ficha de datos de seguridad:
Cuidado en el uso excesivo de la rima que sostenga al ritmo. Tratamiento de residuos: Optimizar la síntesis poética para que los deshechos sean sólo agua y oxígeno. Procedimiento:
La experimentación es clave. Quedarse en la búsqueda de literatura, la planeación de estructuras novedosas, la selección de ideas primas, el cálculo preciso de todos los clichés, el vértigo de la línea en blanco, no hace poesía. Obtenido un producto tras horas, días, meses de reflujo, agitación y mezclado, se intuyen impurezas e imprecisiones. La clave del poema está en el análisis en la subsecuente purificación: cristalizar la estructura, destilar la tensión, purificar las imágenes, enumerar las sílabas, extraer el sentimentalismo dudar la puntuación propagar la sugerencia, desechar las rimas, macerar el tono, buscar una voz, perder al yo, disolver y cristalizar otra vez.
Perdidos el ritmo, la métrica y el simbolismo, alejarse y dejar reposar el producto, regresar a la literatura en busca de inspiración, para encontrar técnicas de análisis ya probadas que ayuden a optimizar lo que se quiso decir. El poema acuoso, iónico y soluble puede tratarse por conductimetría. Lo mejor es un cambio de voltaje, para reforzar las imágenes y abrir el sentido.
El poema coordinado y colorido, donde abundan las descolocaciones de versos y los juegos de palabras, requiere análisis infrarrojo y ultravioleta para desmenuzar cada emoción. Con el poema volátil e inestable hay que procurar un análisis breve. No vaya a ser que se escapen las ideas por esa estrofa que se pudo eliminar. Como último recurso, experimentar de nuevo, cambiar la métrica, intentar la prosa, rezarle a la musa de la vuelta de tuerca, de la palabra clave y el significado preciso. Si todo falla, considerar el modelado cuántico, o, ya en últimas, se aconseja desechar el experimento para otra vida, repensar el uso del método poético, comenzar de nuevo con una idea sin usar y palabras recién desempaquetadas.
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