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ti MUNDO, SAN JUAN, f .t. LUNCS 22 O! AGOSTO Ot 1958.

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PAGINA HOGAR 7W Vida J9iaAa

HYDE PARK.No mencion el otro da, una de las ex- periencia, ma agradable que he experimentado asta vera-

Un quinteto del Instituto" Tuskegee haba estado can- tando al otro lado del rio en los lagos Mo- honk y Minnewaska, y yamaron por telfo- no para saber si podrian venir a cantar para nosotros. Llegaron poco despus de almuer- zo y nos sentamos todos en el patio dando la espalda a la casa. Cantaron himnos de loa negros. Finalmente, a peticin nuestra, can- taron canciones ms modernas terminando con un nmero cmico que suscit nuestra hilaridad por un buen rato.

Decidimos que ste era el mejor quin- teto entre todos los que hemos odo y que era un placer escuchar unas voces tan bien

#ra. Fmnvim entrenadas. Despus me interes preguntar p RowvHt a estos jovencitos en qu consista su entre-

namiento, y en que se ocupan. Dos de ellos son agriculto- res v esperan voiver a sus casas en el sur donde seguirn practicando la agricultura. Uno de ellos quiere ser maestro I tri estudia teora de la msica y espera ser maestro de

msica v compositor.

F.l T.nr tiene trmc.Ka* riquezas potenciales, pero creo que mucha? de sus "entajas se pierden a causa de los hbitos y eor-tumbres que dominan a la gente Las personas que han - rio obladas a vivir en el standard ms bajo son los nfcgroa. Tienen lo* ingresos m bajos y un minimo de instruccin. Creo que siempre- se ha pensado en esto en el sur como una ventaja. Pero durante los ltimos aos muchos sureos han rurin considerando el asunto, y no precisamente como una

ventaja. l.os Institutos Tuskegee y Hampton y otros, estn brin-

Hanrio exrelente en'renamienio y haciendo mucho por la ra- za n- rnlor para cambiar sus condiciones de vida. E* un cam- bie gradual, pero no menos seguro y al final ser beneficio- sa para todo el sur en general.

i *

Mis primos Forest Henderson y esposa, junto con sus nios, vinieron desde Greenwich. Conecticut, pata almorzar r-m nosotros y pozar despus un rato nadando en la piscina.

Abara tenemos una verdadera tormenta del Hudson. Co-

menz con ventolera cuya fuerza fu en aumento, volando mdo lo que habia sobre las mesas. Encontr a la seorita Ire- ne Orndorff. quien ha venido en sustitucin de la seori- ta Dow, acodada en el marco de una ventana diciendo: "Es- ta es la prijnera tormenta del Hudson que presencio."

P*."idrntemente las sombras de Henry Hudson y sus hombres se alzaron ante sus ojos. Es una gran lectora y es- toy segura que conoce todas las leyendas del rio.

La seorita Dow ha vuelto a Washington, donde se uni- r a su esposo, ya que hacia mucho tiempo que no se veian.

SU SILUETA, SEORA.... i

~~ Por Ida Jean kain

La mayor parte de laa muja- rea, an en su peao normal, necesitan ejercicio* pedalea para las raderae y los muslos. Al principio puede que le Man difciles, pero con una prc- tica de vario minuto* diarios ae la har en extremo fcil, como a Bonnle Bradley, una

de las Rockette.

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