agricultura sustentable : ¿una tercera alternativa? tercera alternativa.pdf · agricultura...

GRUPO BIO – ORGANICOS DEL NORTE, S.A. DE C.V.

BOGOTA #103 COL. ALTAVISTA,

MONTERREY, N.L. CP 64840

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“Agricultura Sustentable”: ¿una tercera

alternativa?

“ … Creemos que la solución está en tomar

lo mejor de cada una de ellas y aplicarlas

en forma “bio-racional”, de modo que

hagan una sinergia positiva en la

fisiología de nuestras plantas …”

En los albores del Siglo 21 la humanidad completa enfrenta variados y

enormes desafíos de cuya correcta y oportuna solución ─no es exagerado

decir─ nos va nuestra supervivencia futura. Algunas de las más catastróficas

predicciones se estima que sucederán antes de que transcurra la mitad del siglo

si no hacemos conjuntamente un esfuerzo realmente efectivo para evitar que

ocurran. La sobrepoblación, el agotamiento de los energéticos fósiles, el

calentamiento global y una no lejana crisis de producción de alimentos son

solo algunos de los problemas que enfrentamos.

En materia de producción de alimentos la problemática en un futuro tal

vez mas cercano de lo que nos imaginamos incluye: disminución mundial

creciente de la superficie agrícola per capita, considerables y constantes

pérdidas de suelo productivo por erosión y mal manejo, disminución de la

fertilidad de los suelos por sobreexplotación, reducción en la disponibilidad de

agua para riego agrícola, y un aparente agotamiento del potencial genético de

los principales cereales para incrementar sus rendimientos. Mismos que ya no

responden igual a los constantes aumentos en la aplicación de fertilizantes.




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Por si esto fuera poco, un fenómeno hasta hace poco tiempo ignorado y de

pronóstico reservado se viene a sumar a la lista de factores limitantes de la

producción agrícola: el calentamiento global.

Recientemente una nueva tendencia en las preferencias alimentarias de

un segmento por ahora muy pequeño de la población humana

─particularmente europeo occidental y norteamericano─ ha promovido el

interés en una nueva filosofía de la producción agrícola: la agricultura

orgánica. Con todo y las ventajas tanto ambientales como de seguridad en la

inocuidad de los alimentos que se consiguen a través de la agricultura

orgánica, sería muy arriesgado pensar que en el corto plazo ─o incluso en el

mediano plazo de 10 – 15 años─ esta novel tecnología pueda substituir a la

agricultura tradicional. Esto es, a la agricultura de la “revolución industrial”

y de la “revolución verde”, altamente demandante de recursos energéticos y

naturales, como el agua, y altamente agresiva al ambiente; pero

comparativamente mucho más rendidora.

Ante el dilema de producir por un lado alimentos en forma mas sana y

menos impactante al ambiente y los recursos naturales, pero también menos

productiva, y el de suministrar los alimentos suficientes para una hambrienta y

creciente población humana en forma perjudicial para el ambiente y la salud,

pero por ahora efectiva, la agricultura sustentable representa justo una

posición intermedia que luce no solo muy atractiva, sino perfectamente

plausible en el corto plazo.




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Agricultura y producción de alimentos

En el período Neolítico hace 7 o 10 mil años tuvo lugar un hecho que

determinó en forma definitiva el destino posterior de la especie humana: el

descubrimiento de la agricultura. La llamada “revolución agrícola del

Neolítico” permitió a nuestros ancestros primitivos cambiar sus hábitos

nómadas y de procuración de alimento ─la recolección y la caza─, por una

vida sedentaria con posibilidades infinitamente mayores de seguridad y

bienestar. El trigo, la cebada, el maíz, la avena, el frijol, los chícharos, la papa

y el camote, así como algunos animales incluyendo el perro, el caballo y los

rumiantes, fueron domesticados en ese período. La penosa y paulatina

evolución de la domesticación de plantas alimenticias y el descubrimiento y

desarrollo de tecnologías de producción agrícola, produjeron con el tiempo sus

frutos en la forma de una creciente población humana que pudo ya tener más

asegurada su alimentación y su progreso. Algunos datos interesantes de esta

evolución se refieren a continuación.

Hacia 3,000 a.C. los sumerios en la antigua Mesopotamia utilizaron por

vez primera sistemas de riego en sus campos de cultivo, con lo cual

incrementaron su productividad agrícola. Paradójicamente, sin embargo,

también hay evidencia de que al crecer su población y verse forzados a

moverse hacia suelos marginales con aguas salobres, ocasionaron el

ensalitramiento de los suelos. Al parecer la pérdida de fertilidad del suelo por

esta causa y la imposibilidad consiguiente de alimentar toda la población,

condujo eventualmente al colapso de su civilización y desaparecieron. Los




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romanos ya antes de la era cristiana practicaban la rotación de cultivos

alternando cereales y leguminosas con un ciclo de descanso. Pero a pesar de

ello la pérdida de elementos como el fósforo, potasio y calcio continuó en sus

campos de cultivo, ocasionando hambrunas y migración. Hacia la Edad

Media los señores feudales europeos imponían a sus súbditos la obligación de

combinar la agricultura con la cría de animales para reponer nutrientes al

suelo, imitando lo que la naturaleza viene haciendo desde que hay vida en el

planeta: el ciclaje de materia y reposición de nutrientes al suelo. La Europa

medieval quizá hubiera sufrido una tragedia similar a la de los sumerios de no

haber sido por el descubrimiento de Lawes, quien inventó y patentó en 1842 la

síntesis química del superfosfato triple (P2O5). De esta época data también el

uso del carbonato de calcio (CaCO3) para contrarrestar la acidez de los suelos.

Las bases de la química de suelos fueron establecidas a mediados del siglo 19

por Von Liebieg y Lawes. Mas tarde Fritz Haber (1909) y Kart Bosch (1913)

inventarían la síntesis del amoníaco, con lo que revolucionaron la ciencia de

los fertilizantes. A la par de estos avances el redescubrimiento de las leyes de

la herencia de Gregor Mendel en los 1900s y la teoría de la evolución de

Charles R. Darwin, pusieron a los científicos en el camino de la mejora

genética de las plantas y animales domésticos. Epopeya que culminó hacia la

década de los años 60 con el surgimiento de la “revolución verde”, cuyo

principal motor, el norteamericano Norman Borloug, recibió en 1970 el

Premio Nóbel de la Paz por sus logros en pro del combate al hambre de los

pueblos.




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Agricultura convencional

A pesar de las grandes bondades que trajo consigo la agricultura de la

revolución verde, no deja de tener también graves riesgos. La agricultura

convencional (llamada también industrializada) es una agricultura no solo de

alta inversión económica de insumos (fertilizantes, plaguicidas, maquinaria,

riego, etc.), sino también altamente insostenible por el hecho de manejar

semillas con una diversidad genética muy reducida ─por lo mismo muy

vulnerables al ataque de plagas─, y de alto impacto ambiental negativo por

depender grandemente, por una parte, del uso de plaguicidas químicos

sintéticos, y por otra de una intensa mecanización. Sea como fuere, hoy por

hoy no podríamos fácilmente prescindir de este tipo de agricultura pues de ella

dependemos mundialmente debido a sus rendimientos comparativamente

mucho mas altos que los logrados con otro tipo de agricultura; como la

agricultura orgánica y, ni que decir, de la agricultura de subsistencia.

Conviene no olvidar, por último, que hablar de seguridad alimentaria es hablar

de producción de cereales. Cuyo aporte de calorías por unidad de peso vs.

inversión de calorías para obtenerlas, es con mucho la relación mas ventajosa

de todos los alimentos. Dicho de otra manera, se estima que el 70% del aporte

energético para el sustento de la civilización moderna lo aportan los cereales:




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ABASTECIMIENTO MUNDIAL DE ALIMENTOS (MATERIA SECA

ASIMILABLE*). COSECHA 1998.

CEREALES ………………………… 70%

Maíz …………. 22%

Trigo ………… 21%

Arroz ………… 16%

Otros ………… 11%

PRODUCTOS ANIMALES ………. 8%

RAÍCES Y TUBÉRCULOS ……….. 7%

CAÑA DE AZÚCAR ……………….. 6%

LEGUMINOSAS Y OLEAGINOSAS 4%

HORTALIZAS ……………………… 3%

FRUTAS …………………………….. 2%

*Las cifras pueden variar según el o los autores.

Agricultura orgánica

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus

siglas en inglés), define la agricultura orgánica como “Un sistema holístico de

gestión de la producción que fomenta y mejora la salud del agro ecosistema, y

en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos y la actividad biológica

del suelo.” Además, de acuerdo con esta organización “los sistemas de

producción orgánica se basan en normas de producción específicas y precisas

cuya finalidad es lograr agro ecosistemas óptimos que sean sostenibles desde

el punto de vista social, ecológico y económico. En el intento de describir




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más claramente el sistema orgánico se usan también términos como

"biológico" y "ecológico". Los requisitos para los alimentos producidos

orgánicamente difieren de los relativos a otros productos agrícolas en el

hecho de que los procedimientos de producción son parte intrínseca de la

identificación y etiquetado de tales productos, así como de las declaraciones

de propiedades atribuidas a los mismos" (Directrices para la producción,

elaboración, etiquetado y comercialización de alimentos producidos

orgánicamente, Comisión del Codex Alimentarius FAO/OMS, 1999).

Además, de acuerdo con la misma fuente de información, la agricultura

orgánica “aumenta la capacidad de adaptación de las economías agrícolas.

La demanda de alimentos y fibras de producción orgánica por parte de los

consumidores y la exigencia de un desarrollo más sostenible que plantea la

sociedad ofrecen nuevas oportunidades a agricultores y empresas de todo el

mundo.”

Agricultura convencional vs. Agricultura orgánica.

En un excelente artículo publicado en la revista TEOREMA

correspondiente a agosto – septiembre de 2003 titulado “Convencionales vs.

Clásicos: polémica con fundamentos”, Fernando de Lucia Ocaña realiza un

análisis comparativo entre estos dos sistemas de producción agrícola. Entre la

lista de 14 ventajas y desventajas de ambos, destacan a favor de la agricultura

orgánica: el uso racional de insumos naturales y materias primas orgánicas, el

control de plagas por medios biorracionales y manejo integrado ─y, por lo

tanto, mejor protección del ambiente y vida silvestre─, mayor calidad sanitaria




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y nutricional de los alimentos, y menores subsidios y proteccionismos. En

tanto que destacan como sus desventajas mayores la menor producción por

unidad de superficie, el alto precio de los productos y el hecho de que se

requiere de una certificación para su control. Al menos en lo que concierne a

la parte ambiental y consumo de energía, el balance final definitivamente es a

favor de la agricultura orgánica. Aunque no nos resuelve el problema de

producción masiva de granos que requerimos para alimentar la población

mundial.

Agricultura sustentable.

Como se ha mencionado líneas arriba, mucho se ha polemizado sobre la

agricultura convencional y la agricultura así llamada “orgánica”. Una buena

parte de la discusión se ha basado en el factor ambiental, pero otra muy

importante ha girado en torno al potencial económico de cada una de ellas.

Además con mucha frecuencia tales discusiones han sido hechas con criterios

sesgados que imponen las demandas y “modas” del momento de los países

altamente industrializados, pero sin tomar muy en cuenta las necesidades

alimentarias del resto de los países medianamente industrializados (México

entre ellos); y ni que decir de aquellos en vías de desarrollo que son la

inmensa mayoría. La realidad es que por el momento no es posible prescindir

ni de un tipo de agricultura ni del otro. Si se quiere producir alimentos para

un mundo en donde la población crece en forma exponencial, mientras que la

producción de alimentos prácticamente ha llegado a su límite, y al mismo

tiempo reducir el consumo de energía y los impactos negativos al agro




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ecosistema, no nos queda mas remedio que combinar de manera inteligente

ambos sistemas.

Nuestro futuro en materia de alimentos

¿Que nos espera como humanidad en los siguientes años de este siglo?

¿No seria más racional aprovechar lo mejor de la tecnología que hemos sido

capaces de generar con el esfuerzo de muchos científicos de los últimos cien o

doscientos años? ¿No seria más provechoso utilizar todos estos desarrollos

tecnológicos sin perjudicar el medio ambiente en donde vivimos? ¿Por qué

necesariamente debería de ser lo uno o lo otro: la agricultura tradicional o la

orgánica? ¿No subsistió el ser humano durante milenios trabajando “con” la

naturaleza y no “contra” la naturaleza? A veces en el transcurso de la historia

nuestro ser humano se ha ensoberbecido por sus “descubrimientos” científicos

creyéndose “dios y dueño de la naturaleza”. La historia se ha cansado de

demostrarnos y enseñarnos que todavía estamos en “pañales” con respecto al

conocimiento de la naturaleza en la cual vivimos y de la cual vivimos. El

hecho es que muchos de nuestros “descubrimientos” científicos en materia de

agricultura y manejo de los agro ecosistemas, últimamente nos han venido a

demostrar que la naturaleza ya se nos había adelantado por largo tiempo en la

solución sostenible de diversos problemas. Tomemos por ejemplo el caso de

la pérdida de fertilidad de los suelos agrícolas. En la naturaleza el suelo jamás

pierde la fertilidad que ganó una vez que el ecosistema alcanza su estabilidad,

ya que los nutrientes se reponen al ciclarse la materia. Esto es, los cadáveres y

restos de plantas y animales. En vista de esta situación ¿por qué no

aprovechar lo que vamos entendiendo de nuestra naturaleza y lo vamos




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aplicando juiciosa y sabiamente a su manejo, y no en forma soberbia y

desmedida que solo agota y deteriora los recursos renovables que tenemos a

nuestra disposición?

Pensamos seriamente que la solución no esta ni en la agricultura

orgánica ni en la agricultura “científica” convencional por si solas. Creemos

que la solución está en tomar lo mejor de cada una de ellas y aplicarlas en

forma “bio-racional”, de modo que hagan una sinergia positiva en la fisiología

de nuestras plantas, sin descuidar lo más importante para las generaciones

futuras que son nuestros recursos naturales y nuestro medio ambiente. Lo

importante aquí es aprovechar al máximo la capacidad genética de nuestros

vegetales. Lo importante es buscar la sinergia entre los materiales técnicos

orgánicos y los químicos convencionales para obtener los máximos

rendimientos de “productos sanos”, de acuerdo a la capacidad genética de

nuestros cultivos. ¿Cómo es posible tener maíces con una capacidad genética

de 10 - 15 ton/ha, y producir apenas 1 - 2 ton/ha? No es cierto, como algunos

colegas paisanos quieren hacer parecer, que los materiales técnicos

bioorgánicos como los aceleradores fotosintéticos, los oligosacaridos, los bio -

fertilizantes en base a bacterias y micorrizas, las alga enzimas, los repelentes,

los controles biológicos de plagas y enfermedades, las compostas y

vermicompostas, la rotación de cultivos con leguminosas, etc. encarezcan los

costos de producción o afecten económicamente al productor. ¿Han efectuado

alguna vez, un análisis de la relación costo – beneficio por la utilización de

estos materiales técnicos? La respuesta mas frecuente a esta pregunta es que

no. Solo se ha tratado de descalificar sin conocimiento todos los intentos de




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una tecnología económica y amigable con el medio ambiente. Todos estos

materiales técnicos han demostrado su bondad durante muchos años. ¿Y qué

pasa si los utilizamos con una buena fertilización mineral basada en los

resultados de análisis de suelos y agua? ¿Y si dosificamos nuestra

fertilización mineral y la lámina de riego de acuerdo a los requerimientos del

cultivo y su etapa de desarrollo fenológico? ¿Es la fertilización mineral

“mala”? Por supuesto que no. ¿Son los pesticidas malos en la agricultura?

¡No! Los malos hemos sido los técnicos que no hemos sabido respetar los

fundamentos tecnológicos en la aplicación de estos materiales químicos. ¿Ha

sido la “revolución verde” mala? Claro que no. Los malos hemos sido los

técnicos que hemos adoptado todo el paquete tecnológico que se utilizó en el

noroeste en el trigo como una “receta casera”, para aplicarla por igual en

cualquier región del país y con cualquier cultivo. Sin tomar en cuenta los

aspectos agronómicos básicos que se nos enseñó en la universidad, como son

la relación agua – suelo – planta – medio ambiente, los principios ecológicos

de sostenibilidad de los ecosistemas, etc. Ahí tenemos las consecuencias con

la depredación de miles de hectáreas que ya no producen ni con 100 ni 500

kilogramos, ni con una ton/ha de fertilizante mineral. ¿Por qué razón? Pues

simplemente porque ya los suelos ensalitrados no tienen respuesta a la

fertilización. Da lo mismo aplicar o no aplicarle fertilizante. Estos suelos

ahora deberían de ser sujetos a tratamientos de recuperación. Tenemos miles

de hectáreas con cultivos de sorgo o maíz con riego, con rendimientos

paupérrimos que no pasan de 1 a 2 ton/ha, debiendo de producir de 6 a 8 o

hasta 15 ton/ha. Lo mismo debemos decir de lo que se refiere al control de

plagas y enfermedades.




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Reflexión final.

En resumen, hemos abusado de nuestros recursos productivos: el agua y

el suelo, hemos abusado del uso de agroquímicos, hemos modificado

irreversiblemente los ecosistemas naturales y alterado considerablemente

nuestros agro ecosistemas. La respuesta a estas ofensas la venimos

padeciendo desde hace ya varias décadas en la forma de nuevas plagas y

enfermedades más resistentes a los plaguicidas, problemas de ensalitramiento

y agotamiento de la fertilidad del suelo, reducción del aporte de agua de riego

y calidad del recurso, reducción de la producción, etc.

En materia de agroquímicos (plaguicidas y fertilizantes en particular),

debemos aclarar de que no estamos en contra de la utilización de estos

materiales, solo estamos en contra del uso irracional de ellos, avorazados

por la ganancias económicas. No es posible de que si requerimos 250 ml/ha

de un producto químico, recomendemos 1,000 – 2,000 ml/ha. Hemos

encontrado en muchas ocasiones cultivos con todos los síntomas de virosis,

hojas “enchinadas” y los tallos retorcidos, solo para averiguar más tarde que

no se trataba de una virosis, sino de una intoxicación por el exceso de

agroquímicos sobre la planta. ¿Se imaginan dos a tres aplicaciones semanales

de verdaderas bombas atómicas sobre una planta en desarrollo? ¿Se imaginan

los efectos de estos cócteles sobre la microflora y fauna de los suelos? ¿Y los

efectos sobre el ser humano? ¿Lo hemos tomado en cuenta? ¿Cómo se

encontrará la situación del ser humano que trabajan en invernaderos? Ya se

han encontrado terribles consecuencias en los trabajadores y sus familias que




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trabajan en los invernaderos de flores en Bogotá, Colombia. Al grado que ha

tenido que intervenir la ONU para poner fin a estos abusos de productos

químicos dentro de estos invernaderos. Por otra parte, estamos totalmente de

acuerdo en que si el control biológico, o el control con bioorgánicos no llega a

“controlar” cierta plaga, hagamos uso de los plaguicidas convencionales, la

tecnología química, pero en forma “racional”. Partamos de la premisa de que

todos los materiales técnicos, ya sean orgánicos o sintéticos son buenos.

Todos son buenos sabiéndolos utilizar. Y todos, ya sean orgánicos o sintéticos

también pueden ser dañinos si los usamos inadecuadamente. Tenemos casos

de zonas hortícolas con suelos ensalitrados por el exceso de abonos en base a

residuos orgánicos de ganado (cirre) o de residuos orgánicos de granjas

avícolas (gallinaza).

En conclusión, pensamos que debemos de sacar provecho de lo que la

naturaleza nos ofrece y de lo que los avances científicos nos proponen. El

productor debe de aprender e informarse cada día más de los adelantos

técnicos científicos y no quedar en manos de comerciantes y “depredadores”

de los recursos naturales. También los gobiernos, los investigadores, las

instituciones de enseñanza superior y la sociedad, deberían de hacer un mayor

esfuerzo para conocer y eventualmente difundir todos los adelantos que

realmente beneficien al campo y a los campesinos. Creemos que un justo

medio es lo que debemos de visualizar y tratar de entender que al trabajar con

cualquier cultivo, estamos tratando con seres vivos y que así debemos de

manejarlos técnicamente para que nos rindan sus mejores frutos. Debemos de

apostar, pues, por una agricultura sustentable basada en un mejor




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conocimiento de la naturaleza y sus principios de sustentabilidad, y los

avances que nuestros científicos nos proporcionan, maximizando nuestros

rendimientos, optimizando el potencial genético de nuestros vegetales,

minimizando nuestros costos e impactos negativos al agro ecosistema y

mejorando las economías de nuestros productores, pero sin destruir ni

deteriorar nuestros recursos naturales.

¿Porqué una Agricultura Sustentable?

Beneficios de una Agricultura Sustentable

Aspecto de Medio Ambiente

no se contaminan el agua, el suelo, el aire, la vegetación y los

animales

se conservan la fertilidad de los suelos

la capa de ozono no se deteriora

los recursos se mantienen para las siguientes generaciones

Aspecto Social

no se pone en riesgo la salud de los consumidores ni de los

productores

se evita que los productores vendan sus terrenos y se promueva la

urbanización de las tierras de cultivo

se motiva la permanencia de los productores en sus ranchos




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se mejora la calidad de vida de las familias de las pequeñas y

pequeños productores

Ventajas de las cosechas con Productos Bioorgánicos

Aspectos de salud

Un alimento ecológico, trabajado con los principios de una

agricultura sustentable, prohíbe el uso indiscriminado de

agroquímicos, aditivos alimentarios dañinos (conservantes,

edulcorantes, antibióticos)

El abuso de los pesticidas en la agricultura están generando una

reducción de fertilidad, mayor índice de cáncer, enfermedades

neurológicas, reducción del crecimiento, mal formaciones

congénitas, entre otros padecimiento en el ser humano

La agricultura sustentable implica 93% menos de nitratos que son

cancerígenos

No intoxica a consumidores ni a los productores ni sus familias

Los alimentos de la agricultura convencional (“NO ecológicos”;

frescos y transformados) son una de las causas principales de

enfermedades, ya que se han encontrado más de 500 toxinas

Consecuencias de los Abusos en la Agricultura Convencional

Aspectos de Nutrición *

Entre 1940 a 1991, estudios demostraron que en Gran Bretaña y

EUA, las frutas y verduras perdieron ¾ de su capacidad nutritiva




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En 1995 se comprobó que la mayoría de la población en Gran

Bretaña tenía deficiencia nutricional, en zinc y vitaminas A, C, B1

Las toxinas actúan como anti nutrientes

El trigo refinado pierde entre 50 a 96% de vitaminas, minerales y

fibras

Organic Farming, Food Quality and Human Health, Shane Heaton (Soil

Association, 2001, UK) www.soilassociation.org

Nutrientes en la agricultura

Sustentable vs. Convencional

Estudio realizado por la Rutgers University

(mili equivalentes de minerales por 100 gramos)

32,0

5,0

1585,0

19,0

117,0

0.0

69,5

0,8

257,0

84,0

203,9

46,9

96,0

47,5

ESPINACA

Sustentable

Convencional

53,0

0,0

1938,0

1,0

68,0

1,0

6,5

0,0

148,3

58,6

59,2

4,5

23,0

4,5

TOMATE

Sustentable

Convencional

60,0

3,0

516,0

9,0

169,0

1,0

12,2

0,0

176,5

53,7

49,3

13,1

71,0

16,0

LECHUGA

Sustentable

Convencional

69,0

3,0

227,0

10,0

60,0

2,0

8,6

0,0

99,7

29,1

60,0

14,8

40,5

15,5

FRIJOLES

Sustentable

Convencional

CobreHierroManga

- nesoSodioPotasioMagnesioCalcio

32,0

5,0

1585,0

19,0

117,0

0.0

69,5

0,8

257,0

84,0

203,9

46,9

96,0

47,5

ESPINACA

Sustentable

Convencional

53,0

0,0

1938,0

1,0

68,0

1,0

6,5

0,0

148,3

58,6

59,2

4,5

23,0

4,5

TOMATE

Sustentable

Convencional

60,0

3,0

516,0

9,0

169,0

1,0

12,2

0,0

176,5

53,7

49,3

13,1

71,0

16,0

LECHUGA

Sustentable

Convencional

69,0

3,0

227,0

10,0

60,0

2,0

8,6

0,0

99,7

29,1

60,0

14,8

40,5

15,5

FRIJOLES

Sustentable

Convencional

CobreHierroManga

- nesoSodioPotasioMagnesioCalcio

http://www.soilassociation.org/




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Riesgos permanentes en los sistemas de producción por el abuso de plaguicidas

Riesgo= Exposición + Toxicidad




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Aplicación

Impactos del abuso de agro quimicos al medio ambiente

Agua subterránea

Residuo

Lixiviación

Agro ecosistema

Destrucción

Plagas Parasitoides Predadores Polinizadores Organismos del suelo

Organismos acuáticos:

Bioconcentración y biomagnificación

Aire

Lluvia

Agua Superficial

Adaptado de F.Cisneros 1995




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Estudio elaborado por la Comisión Nacional Forestal (2,007)

La erosión de los suelos agrícolas en México




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Impacto de la Agricultura Convencional en los Alimentos

Residuos de Pesticidas

Más de 400 químicos son usados regularmente en la agricultura

convencional para matar malezas, insectos y otras plagas que atacan a

los cultivos.

Los agroquímicos más peligrosos (ejem: órgano fosforados, clorados,

bromuros, etc.…) son relacionados con cáncer, disminución de la

fertilidad masculina, anormalidades fetales, síndrome de fatiga crónica

en niños y mal de Parkinson.

Los residuos de pesticidas están entre las tres mayores causas de cáncer.

El gobierno británico ha encontrado residuos de pesticidas en un tercio

de los alimentos, incluyendo más de un agroquímico en manzanas, pan,

lechugas, papas y fresas.

Las mujeres con cáncer de mamas tienen cinco a nueve veces más

frecuencia de tener residuos de pesticidas en su sangre que aquéllas que

no. Estudios previos han mostrado que aquéllas con exposición laboral

a pesticidas tienen tasas más altas de cáncer.

Los niños pueden ser particularmente susceptibles a residuos de

pesticidas ya que, en proporción, ingieren una tasa mayor de comida y

agua por unidad de peso corporal que los adultos y sus órganos pueden

tener habilidad limitada para detoxificar estas sustancias.




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Bio Orgánicos en la Práctica Agrícola:

A.- Beneficios

Con el uso estratégico de estos materiales técnicos se desarrolla

un fuerte efecto de sinergia que:

Favorece la optimización de la germinación de las semillas.

Precocidad y desarrollo vigoroso de las plantas.

Resistencia a escasez hídrica.

Resistencia a plagas y enfermedades.

Incremento sustancial en la productividad.

Mejor calidad de las plantas y frutos.

Mayor tiempo de permanencia en anaquel.

Máxima expresión genética del material vegetal.

Ahorro de agua.

Mejoramiento de la fertilidad del suelo.

El impacto económico en la utilización adecuada de esta

tecnología es ampliamente favorable al productor.

La información y manejo de esta tecnología es accesible y

de fácil implementación por el productor.




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B.- Algunos Problemas Observados

Aunque es una tecnología accesible y fácil de aplicar por los

productores, su desconocimiento hace lenta su propagación en su

uso por el agricultor.

Es difícil cambiar el trabajo tradicional del agricultor por algo

desconocido y que tiene que probarse en la práctica poco a poco

hasta que el mismo productor sea el que se decida a utilizar una

nueva tecnología.

Esta tecnología requiere una mayor participación del mismo

productor en:

Estudiar mas sobre sus cultivos,

Análisis de suelos y agua,

El uso mas racional de los agroquímicos,

De sus fertilizaciones,

De sus riegos,

De su control de plagas y enfermedades,

Es decir, de todo el manejo agronómico de sus cultivos.

De esta manera, el agricultor debe de tomar decisiones sobre bases

mas técnicas y con conocimiento de causa que comprenda y no

sobre simples recomendaciones generales.




TEL (81) 83-58-77-05

(81) 86-75-44-53

Acordémonos de que la “agricultura sustentable” y de alto

rendimiento esta basada en una combinación racional de los

materiales técnicos bio-orgánicos y la tecnología de agroquímicos y

fertilizaciones minerales mas apropiados.

Es decir buscar las mejores

“SINERGIAS”

para obtener los beneficios económicos mas rentables sin

detrimento de nuestros recursos naturales.

Ing. Luis E. de Armero T.

Lic. Luís A. de Armero A.

Dr. Luís O. Tejada M.

Dr. Enrique Aranda H.

agricultura sustentable : ¿una tercera alternativa? tercera alternativa.pdf · agricultura...

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