adecuaciÓn y sostenibilidad de las pensiones...significativa. la transición de unas cohortes en...
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1. INTRODUCCIÓN
Las pensiones son la principal fuente de
ingresos de las personas mayores en Europa y proceden de regímenes de
reparto públicos. Las personas jubiladas que perciben una pensión son una parte
importante y —debido al envejecimiento
de la población— creciente de la población de la Unión Europea (UE) (unos ciento
veinticuatro millones, o una cuarta parte de la población total1).
Los sistemas de pensiones europeos
afrontan un doble desafío: seguir siendo
sostenibles desde el punto de vista financiero y ser capaces de proporcionar a
los europeos unos ingresos adecuados durante la jubilación. El objetivo clave de
los sistemas de pensiones es proteger a las personas mayores de la pobreza y
permitirles disfrutar de unos niveles de vida aceptables y de independencia
económica al envejecer. La sostenibilidad
financiera de los sistemas de pensiones es imprescindible para alcanzar dicho
objetivo. Las pensiones afectan a los presupuestos públicos y a la oferta de
mano de obra de manera importante, por lo que la política de pensiones debe tener
en cuenta estas repercusiones.
1 Fuente, 2013: Comisión Europea (DG ECFIN) y el Comité de Política Económica
(Grupo de trabajo sobre el envejecimiento de la población). Informe sobre el envejecimiento 2015: previsiones económicas y presupuestarias para los veintiocho Estados
miembros de la UE (2013-2060). Economía Europea 3/2015.
El principio quince del pilar europeo de
derechos sociales establece que tanto los trabajadores asalariados como los
trabajadores autónomos jubilados tienen derecho a una pensión proporcional a sus
cotizaciones y que garantice unos ingresos adecuados. Asimismo, establece
explícitamente el principio de la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los
hombres en cuanto a la adquisición de los
derechos de pensión. También estipula el derecho a unos recursos que garanticen
una vida digna.
Los principales objetivos de las políticas de pensiones y jubilación son los siguientes:
i) proporcionar unos ingresos adecuados
en la vejez, que al mismo tiempo garanticen ii) la sostenibilidad
financiera y iii) la maximización del empleo (es decir, mediante incentivos de
apoyo a las carreras profesionales formales estables y una vida laboral más
larga para mujeres y hombres).
En la sección2 se describen los principales
retos políticos, en la sección 3 se identifican los mecanismos para afrontar
dichos retos y en la sección 4 se examinan las políticas de los Estados miembros.
2. RETOS POLÍTICOS: UNA VISIÓN GENERAL DEL DESEMPEÑO EN LOS
PAÍSES DE LA UE
La intensificación del envejecimiento de la población a lo largo de las próximas
tres a cinco décadas dificultará el logro de
estos tres objetivos de manera significativa. La transición de unas
cohortes en edad laboral grandes a otras más pequeñas, como consecuencia de las
FICHA TEMÁTICA DEL SEMESTRE EUROPEO
ADECUACIÓN Y SOSTENIBILIDAD DE LAS PENSIONES
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bajas tasas de natalidad y el aumento de la longevidad, exigirá ajustes de las
prácticas de jubilación y de los sistemas
de pensiones en todos los Estados miembros. La primera generación nacida
con la explosión demográfica del llamado «baby boom» está alcanzando la edad de
jubilación y pronto sentiremos su impacto sobre la adecuación y sostenibilidad de los
sistemas de pensiones.
Actualmente, la población de más de
sesenta años crece a un ritmo de unos dos millones al año, casi el doble que el
aumento observado a finales de los años noventa del siglo pasado y principios de la
década de los años dos mil2. Al mismo tiempo, el número de personas en edad de
máximo rendimiento (de veinte a cincuenta y nueve años) descenderá cada
año durante las próximas décadas, ya que
los nacidos con la explosión demográfica están siendo sustituidos por cohortes
mucho más pequeñas. A largo plazo, se espera que la esperanza de vida después
de los sesenta y cinco años en la UE3 aumente en unos cuatro años: de
17,9 años en el caso de los hombres y 21,2 años en el de las mujeres en 2015, a
22,4 y 25,6 años respectivamente en
2060. Las estimaciones para 2060 se obtienen del Informe sobre el
envejecimiento 20154 (véase el gráfico A1 del anexo).
2.1. El reto de la adecuación
La adecuación de las pensiones se mide según lo siguiente:
1) su capacidad para prevenir la pobreza;
2) el grado en que sustituyen los ingresos
del trabajo; 3) el tiempo durante el que las personas
reciben una pensión.
2 Ibídem. 3 Los datos de esta ficha informativa abarcan los países de la Europa de los Veintiocho, salvo que se especifique lo contrario. 4 Véase la nota 1 a pie de página.
Gráfico 1: Porcentaje de población de sesenta y cinco o más años de edad en riesgo de pobreza y exclusión social, 2016
Fuente: Eurostat, estadísticas comunitarias sobre la
renta y las condiciones de vida (EU-SILC). Fecha de
obtención de datos: 31 de octubre de 2017, (*) Los
datos relativos a Irlanda corresponden al período
anterior a 2015.
Notas: datos normalizados (Europa de los
Veintiocho=0): en color rojo (a la derecha): por
encima de la media de la UE; en color azul (a la
izquierda): por debajo de la media de la UE.
El gráfico 1 muestra una parte
fundamental del reto de la adecuación de
las pensiones para los Estados miembros y presenta su posición en comparación con
la media de la UE para la tasa de personas de sesenta y cinco o más años de edad en
riesgo de pobreza y exclusión social. Los países por encima de la media figuran en
rojo hacia la derecha, entre los que Bulgaria alcanza el máximo con casi
treinta puntos porcentuales por encima de
la media de la UE.
En 2016, el 14,7 % de las personas de sesenta y cinco o más años de edad
estaba en riesgo de pobreza (es decir, percibían menos del 60 % de la renta
mediana de un país determinado), en
comparación con el 17,9 % del resto de la población. Sin embargo, las diferencias en
las tasas de pobreza entre los países son grandes y oscilan entre el 5,7 % en
Eslovaquia y el 40,2 % en Estonia (véase el gráfico A3). Por término medio en la UE,
la brecha de la pobreza de las personas de sesenta y cinco o más años de edad
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alcanzó el 16,5 % en 2015 (véase el gráfico A4), lo que indica que la renta
mediana de los ancianos pobres equivalía
al 83,5 % del respectivo umbral de pobreza nacional.
La mayoría de los pensionistas de la UE se
han visto menos afectados por la crisis que los grupos de menor edad y, en gran
medida, han mantenido su nivel de vida relativo durante dicha crisis. Si bien el
riesgo de pobreza ha aumentado para las
personas menores de sesenta y cinco años de edad desde el inicio de la crisis, de
alrededor del 16 % en 2008 al 17,8 % en 2016, durante el mismo período la tasa
descendió para los mayores de sesenta y cinco años, del 17,9 % en 2018 al 14,7 %
en 2016, lo que supone un avance que ha beneficiado tanto a hombres como a
mujeres, así como a jubilados mayores y
jóvenes. No obstante, la pobreza de las personas de más edad sigue siendo un
problema en algunos países, especialmente para las mujeres.
En muchos países, los ingresos de
jubilación disponibles en el futuro para una
persona con ingresos bajos y una carrera profesional corta se mantendrán por
debajo del umbral de pobreza, a pesar de las disposiciones relativas a los
ingresos mínimos. En varios Estados miembros, el importe de la renta mínima
garantizada no alcanza ni siquiera la mitad del umbral de riesgo de pobreza. Solo en
unos pocos países las disposiciones
relativas a los ingresos mínimos sacarán de la pobreza a las personas de más edad
que no tengan otros recursos.
En cuanto a la capacidad de las pensiones para sustituir los ingresos
del trabajo antes de la jubilación, los
ingresos netos de las pensiones que pueden obtenerse en los distintos Estados
miembros tras una carrera profesional de cuarenta años con ingresos medios hasta
la edad normal de jubilación oscilan entre
el 50 y el 114 % de los ingresos medios5 (en 2013). Las tasas de sustitución
tienden a ser más altas en general para
aquellos con un perfil de ingresos bajos y relativamente más bajas para los
trabajadores con ingresos altos, lo que refleja el carácter redistributivo de la
mayoría de los sistemas públicos de pensiones.
Si bien las pensiones son la principal
fuente de ingresos de los europeos de
edad avanzada, el nivel de vida en la vejez también depende de otros factores, como
la propiedad de una vivienda y la riqueza financiera, el acceso a otras prestaciones
sociales (como alojamiento y subsidio para la calefacción) y servicios, así como las
oportunidades de empleo. Asimismo, es importante evaluar si los ingresos de las
pensiones de los jubilados les permiten
satisfacer adecuadamente sus necesidades en general y las necesidades de asistencia
sanitaria, servicios sociales y cuidados de larga duración que aumentan a medida
que envejecen.
El tiempo de jubilación está relacionado
con la sostenibilidad, ya que cuanto más prolongada es la jubilación, más altos son
los costes de las pensiones. En la UE, en 2016, se estimó que ese tiempo oscilaba
entre 16,5 años en Bulgaria y Rumanía y 24,5 años en Francia (véase el gráfico 3).
2.1.1. Grupos menos protegidos entre los pensionistas actuales
Las mujeres tienen pensiones de media un
36 % más bajas que los hombres en todos los países de la UE. En todos los Estados
miembros, esta brecha pensional entre
hombres y mujeres6 de sesenta y cinco a setenta y nueve años de edad (teniendo
en cuenta únicamente a los beneficiarios de pensiones) en 2016 oscilaba entre un
5 Comisión Europea [la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión (DG EMPL)] y el Comité de Protección Social:
Informe sobre la adecuación de las pensiones
2015: adecuación de los ingresos presentes y futuros durante la vejez en la UE, tomo I,
Comisión Europea, Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2015. 6 El porcentaje por el que la pensión media de las mujeres es inferior a la de los hombres.
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mínimo del 1,8 % en Estonia y un máximo del 48,7 % en Chipre (gráfico A7).
Además, en algunos Estados miembros,
menos mujeres que hombres tienen acceso a una pensión (España). Estas
brechas son principalmente consecuencia de las diferencias de género en los
derechos a pensión basados en los ingresos procedentes del empleo formal.
En otras palabras, las brechas son el resultado de que las mujeres hayan tenido
salarios más bajos, más trabajos a tiempo parcial y carreras profesionales más cortas
que los hombres7. Pero el diseño del
sistema de pensiones también importa. A largo plazo, la reducción de la brecha
pensional entre hombres y mujeres puede deberse a una mayor igualdad de
oportunidades en el empleo para ambos géneros, pero las características del
sistema de pensiones, como la contabilización de los períodos de cuidados
y las prestaciones de supervivencia,
seguirán desempeñando un papel importante en la reducción de dicha
brecha. En algunos países se concede a las mujeres derechos de pensión por el
cuidado de los hijos.
La mayor esperanza de vida de las
mujeres significa que sus pensiones se ven más afectadas por las consecuencias a
largo plazo de la indización incompleta de las pensiones en función de los salarios en
la mayoría de los Estados miembros. Las mujeres también están más expuestas a la
pobreza en la vejez (16,8 % en 2016) que los hombres (12,1 %), debido a que
suelen vivir más que sus cónyuges,
enviudan y terminan viviendo en hogares unipersonales (gráfico A3; véanse
también los gráficos A5 y A6). Las pensiones de supervivencia pueden
ofrecer una protección eficaz frente al riesgo de sufrir penurias económicas
debido al fallecimiento del cónyuge.
Las personas de edad avanzada se
encuentran en mejor situación que la población en edad laboral en términos de
propiedad de vivienda y riqueza financiera. Sin embargo, en el seno de la población
7 Para más información véase la ficha temática del Semestre Europeo Participación de la mujer en el mercado laboral.
de edad avanzada existen importantes diferencias por razón género en muchos
Estados miembros en cuanto a propiedad
de vivienda y exposición a la privación en la vivienda grave. Las mujeres de sesenta
y cinco o más años de edad tienden a tener considerablemente menos viviendas
y riqueza financiera que los hombres.
Respecto a la vivienda, la situación varía bastante en toda la UE. Más de las tres
cuartas partes de la población de la UE de
sesenta y cinco o más años de edad viven en viviendas ocupadas por sus
propietarios, con tasas nacionales que van desde poco más de la mitad (Chipre,
Países Bajos y Austria) hasta casi el 100 % (Croacia, Lituania, Rumanía y
Eslovaquia). No obstante, en algunos países (Bulgaria y Grecia), un porcentaje
importante de las personas de edad
avanzada invierten más del 40 % de su renta disponible equivalente en la
vivienda, que es el umbral a partir del cual se considera que los hogares están
sobrecargados de costes de vivienda.
2.1.2. Sustitución de los ingresos:
adecuación futura
Si bien las reformas recientes de las
pensiones públicas han tendido a mejorar o mantener el papel de las pensiones en la
protección frente a la pobreza, la mayoría de las reformas darán lugar en el futuro a
unas tasas de sustitución más bajas (pensiones en comparación con los
ingresos anteriores). Se prevé que las
tasas teóricas de sustitución (TRR, por sus siglas en inglés) oscilen entre el 40,1 % y
alrededor del 92,5 % en 2053 (cuadro 2 del anexo).
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Gráfico 2: Diferencia en puntos porcentuales entre 2013 y 2053 en la TRR bruta, por tipo de pensión, trabajador asalariado medio
Fuente: Comisión Europea, Comité de Protección Social: Informe sobre la adecuación de las pensiones de 2015.
Notas: Fuente de datos: Estados miembros y la OCDE. Una diferencia positiva indica una TRR bruta más alta en
2053 en comparación con 2013. Los datos de 2013 para Grecia no están disponibles. Clasificado por el cambio total
en la TRR bruta para un asalariado medio (cuarenta años de carrera profesional hasta la edad normal de jubilación). Si existen diferencias de género, los resultados presentados son los correspondientes a los hombres.
El gráfico 2 muestra la variación prevista
en las tasas de sustitución brutas entre 2013 y 2053 para una carrera profesional
de cuarenta años con unos ingresos medios hasta la edad de jubilación
específica del país8.
El gráfico 2 también muestra la variación
prevista en los diferentes pilares del sistema de pensiones. En general, no
existe ninguna tendencia clara a escala de la UE: la variación prevista en la tasa
teórica bruta de sustitución entre 2013 y 2053 oscila entre -30 y +12 puntos
porcentuales para este escenario
8 Se trata de una medida de adecuación de las pensiones acordada, que indica la pensión
como un porcentaje de los ingresos laborales
en el último año anterior a la jubilación para un trabajador con una carrera profesional
específica. En este caso concreto, se refiere a una carrera ininterrumpida con ingresos medios desde los veinticinco años hasta la edad normal de jubilación específica del país.
profesional básico (líneas horizontales de
color azul claro). Sin embargo, es importante destacar que el desglose del
cambio en las TRR brutas en sus componentes revela una disminución
general de los derechos a pensión de los regímenes públicos de pensiones
(representados por las barras de color azul oscuro). En lo relativo a un asalariado
medio, se prevé que las tasas de
sustitución de los regímenes públicos de reparto disminuyan en más de
cinco puntos porcentuales en dieciséis Estados miembros y en más de
quince puntos porcentuales en seis Estados miembros. Se espera que esta
diferencia se compense, al menos en parte, con el aumento de los derechos de
los planes de capitalización en dieciséis
Estados miembros. Los derechos a pensión provendrán cada vez más de los planes de
capitalización y la adecuación de las pensiones dependerá cada vez más de los
mercados financieros.
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BG DK LT DE CY EE IT SK AT CZ SI HU LV BE MT UK ES HR NL IE LU PT FI FR SE RO PL
Pública de reparto Pública prefinanciada Profesional privada y otros regímenes prefinanciados Total
Diferencia en porcentaje,2013-2053
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Las tendencias de la adecuación futura de las pensiones también pueden evaluarse
con indicadores derivados de las
previsiones del gasto. A diferencia de las TRR, la ratio de prestaciones9 y la tasa
bruta media de sustitución10 reflejan el gasto total en pensiones (cuadro 2,
columnas 2 y 3). En general, las previsiones para la ratio de prestaciones y
la tasa bruta media de sustitución durante el período 2013-2060 confirman la
tendencia a la baja de las futuras tasas de sustitución de las pensiones públicas.
2.1.3. Duración de la jubilación
Las pensiones tienen que apoyar a las personas durante un período suficiente. La
pensiones deben adaptarse a un contexto
de aumento de la esperanza de vida. Las vidas laborales comienzan más tarde y se
alargan, al mismo tiempo que las personas vivimos más tiempo de media. Por ello, es
importante medir la ratio entre el tiempo empleado en trabajar y la
duración de la jubilación (véase el gráfico 3).
Gráfico 3: Tiempo de vida empleado en diferentes estados de actividad, 2013
9 La ratio de prestaciones es el beneficio medio de las pensiones públicas o de las
pensiones públicas y privadas, respectivamente, como porcentaje del salario medio en toda la economía (salarios brutos y salarios en relación con los empleados)
[Comisión, Comité de Política Económica (CPE)]. 10 La «tasa media bruta de sustitución» se
calcula como la media de la primera pensión
como porcentaje del salario medio en el momento de la jubilación. Los Estados
miembros proporcionaron las cifras como parte de la elaboración de previsiones del Grupo de trabajo sobre el envejecimiento de la población de 2015 (Comisión, CPE).
Fuente: Eurostat y el Informe sobre el envejecimiento 2015
La duración media de la jubilación varía entre 16,5 y 24,5 años. Y lo que es más
importante, la proporción entre el número de jubilados y el número de personas que
trabajan se sitúa en una media del 50 % en la UE, con variaciones entre el 37 % en
Letonia y el 61 % en Luxemburgo.
2.2. El reto del empleo
Un indicador estándar para el reto del
empleo, vinculado a las pensiones, es la tasa de empleo de los trabajadores de
edades comprendidas entre los cincuenta
y cinco y los sesenta y cuatro años. El aumento de la tasa de empleo para este
rango de edades permitiría a las personas mantenerse mejor hasta alcanzar la edad
de jubilación. Asimismo, contribuiría a alcanzar el objetivo general de empleo de
Europa 2020 del 75 % para las personas de entre veinte y sesenta y cuatro años.
Dado que la edad legal de jubilación va en aumento, un reto de adecuación es que
las personas mayores participen más en el mercado laboral hasta que se les permita
jubilarse con una pensión completa.
Las tasas de empleo de los trabajadores
de edad avanzada se ven influidas por una serie de factores relacionados con la oferta
y la demanda, así como con las estructuras de incentivos fiscales.
Sin embargo, no es solo la tasa de empleo al final de la vida laboral lo que afecta al
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equilibrio entre los años contributivos y los de jubilación. La edad de entrada en el
mercado laboral y la estabilidad del
empleo durante la vida laboral son también factores clave. Un indicador de
mayor relevancia es la duración media de la vida laboral.
En el gráfico 4, el reto del empleo relativo
a las pensiones se explica a través de la medida en que los resultados de los
Estados miembros se desvían de las
medias de la UE en cuanto a la duración de la vida laboral y la tasa de empleo de
los trabajadores de edad avanzada. A la izquierda de la línea vertical que indica la
media de la UE (UE = 0) se sitúan los países que están por debajo de la media y
a la derecha los países que están por encima de la media.
En 2016, la tasa de empleo de los trabajadores de entre cincuenta y
cinco y sesenta y cuatro años de edad osciló entre el 36,3 % en Grecia y el
75,5 % en Suecia, con una media de la UE del 55,3 % (véase el cuadro 3 y el
gráfico A8 del anexo). En cuatro países,
menos del 40 % de los trabajadores de edad avanzada tienen empleo (Grecia,
Croacia, Luxemburgo y Eslovenia). La tasa de empleo de las mujeres de entre
cincuenta y cinco y sesenta y cuatro años de edad osciló de un bajísimo 26,4 % en
Malta a un 73,5 % en Suecia, mientras que la media de la UE fue del 48,9 %. En
dos países, las tasas de empleo de las
mujeres de edad avanzada se situaban por debajo del 30 % (Grecia y Malta). El
empleo de las trabajadoras de edad avanzada se ve obstaculizado por:
los sistemas de pensiones (como una
edad de jubilación más baja para las
mujeres), equilibrio entre vida privada y vida
laboral (por ejemplo, un acceso insuficiente a los servicios de cuidado
de niños y ancianos), los puestos de trabajo y los mercados
laborales (como una falta de enfoques
de gestión que tengan en cuenta la edad y el género)11.
En 2016, la brecha de género en la duración de la vida laboral seguía siendo
significativa, con una participación de las mujeres (33,1 años) en el mercado de
trabajo 4,9 años menos de media que los hombres (38 años) (gráfico A9 del anexo).
Esta media oculta variaciones sustanciales entre los Estados miembros: la brecha
asciende a 12,8 años en Malta, 9,5 años
en Italia y 7,7 años en Irlanda. En 2015, la esperanza de vida remanente a los
sesenta y cinco años osciló entre 16,0 años en Bulgaria y 21,6 años en
Francia (véase el cuadro 3).
Gráfico 4: Duración media de la vida laboral y la tasa de empleo de los
trabajadores de edad avanzada (55-64 años), 2016
Fuente: Eurostat
Nota: datos normalizados (Europa de los
Veintiocho=0); fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017.
Como resultado de las recientes reformas
de las pensiones, el volumen de horas de
trabajo y la duración de las carreras profesionales ganarán mucho más peso en
la adecuación futura de las pensiones. Cambios como el estrechamiento de los
vínculos entre las cotizaciones basadas en
11 Para más información véase la ficha temática del Semestre Europeo Participación de la mujer en el mercado laboral.
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los ingresos laborales y la acumulación de derechos a pensión, el aumento de las
edades de jubilación y la restricción de la
jubilación anticipada refuerzan la importancia de una vida laboral a jornada
completa más larga y menos interrumpida cuando se trata de crear derechos a una
pensión digna.
El gráfico A10 muestra el efecto de la jubilación forzosa cinco años antes debido
al desempleo sobre las futuras tasas netas
de sustitución (a partir de 2053), en comparación con la tasa de sustitución de
una persona que se mantiene en su puesto hasta la edad normal de jubilación.
Se prevén caídas aún mayores en las
futuras tasas de sustitución para las
personas que no logren cotizar durante cuarenta años. Tras una carrera de solo
treinta años12, se espera que las tasas netas de sustitución, tanto para los
asalariados medios como para los trabajadores con salarios bajos,
disminuyan en más de diez puntos porcentuales en comparación con las de
una persona con una carrera profesional
completa en veintitrés Estados miembros y en más de veinte puntos porcentuales
en seis Estados miembros.
Aunque en la última década muchos países han experimentado mejoras
significativas en cuanto a la duración de la
vida laboral, en la actualidad en pocos Estados miembros se alcanza la marca de
los cuarenta años para los hombres, mientras que en el caso de las mujeres
esto no ocurre en ningún caso. En la actualidad, muchas personas tienen
carreras que duran entre cinco y diez años menos de lo requerido para percibir una
pensión completa.
12 Comisión Europea (DG EMPL) y el Comité de Protección Social: The 2015 Pension Adequacy
Report: current and future income adequacy in
old age in the EU, (El informe sobre la adecuación de las pensiones de 2015:
adecuación de los ingresos presentes y futuros durante la vejez en la UE), tomo I, Comisión Europea, Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2015.
2.3. El reto de la sostenibilidad
La sostenibilidad está relacionada con el
equilibrio presupuestario y financiero entre los ingresos y los pasivos (y la relación
entre trabajadores/ contribuyentes y
pensionistas/beneficiarios) en los sistemas de pensiones. Para ser sostenibles a largo
plazo, los regímenes públicos de pensiones deben poder absorber el impacto del
envejecimiento de la población sin
desestabilizar las finanzas públicas.
Los costes de las pensiones constituyen una gran parte del gasto público (en 2013,
el 11,3 % del PIB de la UE, pero con una oscilación del 6,9 % en los Países Bajos al
16,2 % en Grecia; cuadro 3) y son un
factor importante en la situación actual y a medio y largo plazo del presupuesto
público.
Gráfico 5: Variación prevista en el gasto público bruto en pensiones en puntos
porcentuales del PIB, 2013-2060
Fuente: Comisión Europea (DG ECFIN) y el Comité de
Política Económica (Grupo de trabajo sobre el
envejecimiento de la población). Informe sobre el
envejecimiento 2015: previsiones económicas y
presupuestarias para los veintiocho Estados
miembros de la UE (2013-2060). Economía Europea
3/2015.
Se prevé un aumento del gasto público en pensiones en la UE durante el período
comprendido entre 2013 y 2040 en 0,4 puntos porcentuales hasta el 11,7 %
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del PIB, antes de descender a alrededor del 11 % del PIB en 2060. Se espera un
descenso de alrededor de 0,2 puntos
porcentuales durante el período comprendido entre 2013 y 2060.
Sin embargo, las variaciones previstas en
el gasto público en pensiones difieren enormemente entre Estados miembros
(véanse el gráfico 5 y el cuadro 3 del anexo).
Croacia registraría el mayor descenso de la proporción del gasto público en
pensiones (3,9 puntos porcentuales del PIB), junto con Letonia, Dinamarca
(ambas con 3,1 puntos porcentuales) y Francia (2,8 puntos porcentuales). En
Estonia, Grecia, España, Italia, Polonia,
Portugal y Suecia los descensos oscilarían entre 2 y 0,7 puntos porcentuales del PIB.
Las principales razones de este descenso son la ratio de cobertura, la tasa de
empleo y la ratio de prestaciones.
Por el contrario, Luxemburgo
experimentaría el aumento más fuerte de la proporción del gasto público en
pensiones (4,1 puntos porcentuales del PIB), seguido de Eslovenia (3,5 puntos
porcentuales), Bélgica (3,3 puntos porcentuales) y Malta (3,2 puntos
porcentuales). Alemania y Eslovaquia verían aumentos de entre dos y
tres puntos porcentuales del PIB, mientras
que, en Chequia, Irlanda, los Países Bajos y el Reino Unido, el aumento sería
moderado (de 0,7 a 1,1 puntos porcentuales). En Bulgaria, Chipre,
Lituania, Hungría, Austria, Rumanía y Finlandia, la proporción del gasto público
en pensiones permanecería bastante estable (más o menos en 0,5 puntos
porcentuales).
En los países con los mayores aumentos
previstos del gasto en pensiones, será necesario llevar a cabo nuevas reformas
de las pensiones para contener el aumento de los costes.
En los países en los que se prevé una disminución del gasto público en
pensiones, a pesar del notable envejecimiento de la población, se correrá
el riesgo de que se produzcan importantes retrocesos en las políticas como resultado
de una proporción mucho mayor de mujeres y hombres con pensiones
inadecuadas y expuestos a la pobreza en
la vejez.
Por lo tanto, podrían ser necesarios ajustes de adecuación por otros medios,
como una vida laboral más larga e incentivos para la suscripción de planes de
pensiones complementarios.
3. IDENTIFICACIÓN DE LOS
INSTRUMENTOS POLÍTICOS PARA AFRONTAR LOS RETOS
Los modelos de empleo y la
sostenibilidad y adecuación de los
sistemas de pensiones están estrechamente interrelacionados. En las
sociedades en proceso de envejecimiento, el mantenimiento de un vínculo sostenible
entre la vida laboral y la duración de la jubilación y el derecho a una pensión
adecuada requerirá, por lo general, que las personas trabajen más tiempo antes
de jubilarse. Para mantener los ingresos
globales de las pensiones en unos niveles de sustitución similares a los obtenidos en
los años noventa y dos mil, muchas personas también tendrán que aumentar
sus ahorros complementarios para la jubilación.
Dado que las personas viven más tiempo y la población en edad de trabajar se
reduce, el aumento necesario de los gastos podría volverse insostenible. No se
garantizará la adecuación de las pensiones a menos que las personas trabajen más y
durante más tiempo antes de jubilarse. Por lo tanto, las prestaciones de jubilación
a las que tienen derecho las personas con
un año de cotización, por término medio, deberán reducirse. Los derechos tendrán
que reflejar mejor las cotizaciones y calcularse sobre bases actuariales. Para
ello, las reformas de las pensiones deben utilizar las retribuciones medias como base
para el cálculo de las prestaciones.
Los sistemas de pensiones pueden ayudar
a optimizar la oferta de trabajo/oferta de mano de obra a lo largo de la vida laboral,
especialmente para los trabajadores de edad avanzada, estableciendo fuertes
incentivos laborales en sus normas de
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derecho a prestaciones y restringiendo el acceso a la jubilación anticipada.
El retraso de la jubilación y el acceso a las pensiones mediante la prolongación de
la vida laboral —y, por lo tanto, la cotización y la adquisición de derechos
durante más tiempo— puede contribuir significativamente a mejorar
simultáneamente la sostenibilidad y la adecuación de las pensiones.
La reducción o la prevención del incremento de la duración media de la
jubilación permite a los Estados miembros liberar recursos que pueden
utilizarse para mejorar o mantener la actual adecuación de las prestaciones de
pensiones o, al menos, limitar su
reducción.
Una edad de jubilación equitativa para mujeres y hombres es un elemento
importante para cerrar la brecha pensional entre hombres y mujeres.
Vincular la edad legal de jubilación con la esperanza de vida es una buena
forma de conciliar la sostenibilidad y la adecuación del sistema de pensiones en el
contexto del envejecimiento de la población. El hecho de saber que vivir más
tiempo implica trabajar más tiempo para
financiar el sistema de pensiones es un fuerte incentivo para posponer la edad
real de jubilación, en consonancia con el aumento de la esperanza de vida.
El informe sobre la adecuación de las
pensiones 2015 demuestra la medida en
que trabajar hasta una edad más avanzada puede ayudar a mantener o
incluso aumentar el futuro nivel de las tasas de sustitución. El gráfico A11
muestra cuánto aumentaría la tasa neta de sustitución para una persona que
trabaja dos años más después de haber alcanzado la edad de jubilación nacional
en comparación con una persona que se
jubila a esa edad. En nueve Estados miembros, se prevé que un retraso de la
jubilación de dos años tras la edad normal de jubilación aumentaría las tasas netas
de sustitución en cinco puntos porcentuales o más para una persona con
ingresos medios. Los efectos sobre la tasa de sustitución de una persona con
ingresos bajos (es decir, con dos terceras partes de los ingresos medios) son en su
mayoría similares. En estos países, la
prolongación de la vida laboral permite mejorar eficazmente las expectativas de
las pensiones. En cambio, las estructuras de incentivos financieros siguen siendo
insuficientes en otros Estados miembros, donde trabajar más tiempo genera un
aumento comparativamente bajo de las tasas de sustitución. En la mayoría de los
Estados miembros se establecerán en el futuro mecanismos sólidos para desalentar
la jubilación anticipada, ya que una
jubilación dos años antes de la edad de jubilación provocará una disminución
sustancial de las tasas de sustitución. Sin embargo, hay países en los que esto
tendrá efectos insignificantes sobre las pensiones.
Para hacer frente a los retos que plantea el envejecimiento de la población, se
precisan reformas de las pensiones que: i) garanticen un mejor equilibrio entre las
cotizaciones y las prestaciones; ii) limiten la jubilación anticipada; y iii) retrasen la
edad de jubilación. Pero, por sí solas, no son suficientes.
El éxito de las reformas de las pensiones que restringen la jubilación
anticipada, retrasan la edad de jubilación y vinculan dicha edad o las prestaciones
con el aumento de la esperanza de vida, depende de las medidas adoptadas en
el lugar de trabajo y en el mercado
laboral para apoyar carreras profesionales más largas e
ininterrumpidas, tanto para las mujeres como para los hombres. Tales incentivos
pueden influir en las prácticas de gestión del factor edad en el trabajo solo hasta
cierto punto. También se precisan políticas específicas para los trabajadores de edad
avanzada en términos de la oferta y la
demanda del mercado laboral, en estrecha colaboración con los interlocutores
sociales.
En los Estados miembros, todavía existe una serie de regímenes de pensiones
especiales para determinados sectores o
categorías. En algunos casos, las normas de pensiones preferenciales no
contributivas están fuertemente subvencionadas transversalmente y deben
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ajustarse al sistema general de pensiones para proteger su sostenibilidad y
adecuación.
La prolongación de la vida laboral requiere
mantener las condiciones de salud y las competencias profesionales de los
trabajadores a medida que estos envejecen. Incluso en el caso de los
trabajadores de edad avanzada, debe garantizarse la correspondencia de las
cualificaciones y la movilidad. La
flexibilidad de los regímenes de trabajo resulta especialmente útil para
permitir y alentar la prolongación de la vida laboral. El grado de autonomía en la
organización del trabajo, el acceso a la rotación de puestos de trabajo y la
capacidad de ajustar las horas de trabajo son medidas importantes para mejorar el
equilibrio entre vida privada y vida laboral.
Sin embargo, la atención no debería
centrarse únicamente en la última fase de la vida laboral de las personas. Asimismo,
las medidas para reducir el desempleo de larga duración entre los jóvenes y
garantizar una pronta integración en el
mercado laboral en condiciones contractuales normales, incluida la
cobertura de la protección social, contribuirán a reducir los riesgos para la
adecuación de las pensiones. La agenda para una integración más temprana y
mejor de los migrantes de fuera de la UE en los mercados laborales y la sociedad
también es fundamental para reducir los
riesgos a fin de mantener los ingresos en la vejez. Las políticas destinadas a reducir
las diferencias en el salario, las horas de trabajo y la duración de la carrera
profesional entre hombres y mujeres son, asimismo, medidas activas para reducir
las diferencias entre hombres y mujeres en materia de derechos a pensión (véase
la ficha temática del Semestre Europeo
Participación de la mujer en el mercado laboral).
El objetivo de las políticas de empleo y
pensiones es garantizar buenas oportunidades laborales para todos.
Desafortunadamente, estas oportunidades
tienden a estar todavía desigualmente distribuidas entre la población. Dado que
las pensiones adecuadas dependen cada vez más de los períodos contributivos, los
responsables políticos en el ámbito de la protección social también deben tener en
cuenta a aquellas personas que, por
diferentes razones, no pueden tener una carrera profesional más larga o menos
interrumpida.
Se necesitarán medidas específicas para proteger de la pobreza a aquellas
personas que no puedan cumplir los requisitos de una cotización más
larga. Tales medidas incluirían unas
pensiones mínimas u otras disposiciones de ingresos mínimos para las personas
mayores. También se necesitará algún tipo de acreditación de la ausencia involuntaria
del empleo para reducir el impacto en los derechos a pensión causados por períodos
largos de enfermedad, desempleo, responsabilidades familiares, etc.
Además, es posible que la política de pensiones tenga que dedicar más atención
y mayores recursos a su función de protección contra la pobreza en el futuro.
Sin embargo, es importante garantizar que las medidas destinadas a proporcionar
pensiones adecuadas a las personas con escasas oportunidades de empleo no
fomenten la salida anticipada del mercado laboral de las personas que no hayan
cotizado el número de años estipulado. Esto es lo que ha sucedido en el pasado
con determinados regímenes de jubilación
anticipada, invalidez y prestaciones por desempleo.
En muchos países, serán necesarios los
ahorros complementarios para la jubilación para garantizar unas tasas de
sustitución adecuadas en el futuro. Las
pensiones complementarias pueden adoptar la forma de pensiones de empleo,
es decir, regímenes de pensiones organizados a escala de la empresa o el
sector y accesibles a través de una relación laboral, o planes de pensiones
individuales, es decir, contratos individuales con un proveedor de seguros
de pensión. Su importancia varía
significativamente entre los Estados miembros. En unos pocos (Dinamarca,
Países Bajos), las pensiones públicas solo ofrecen una protección básica contra la
pobreza y la sustitución de los ingresos en la vejez depende, en gran medida, de las
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pensiones de empleo, mientras que en la mayoría de los Estados miembros el papel
de las pensiones complementarias sigue
siendo marginal:
solo unos pocos Estados miembros tienen una cobertura de pensión de
empleo superior al 80 % (Dinamarca, Países Bajos, Finlandia y Suecia)
gracias a la suscripción obligatoria o cuasiobligatoria. Algunos países tienen
una cobertura superior al 50 %
(Bélgica y Alemania), mientras que otros (Irlanda y Reino Unido) tienen
una cobertura limitada pero creciente (más del 30 %)13. En la mayoría, no
obstante, la cobertura es baja o inexistente.
La suscripción de planes de pensiones individuales está relativamente
generalizada solo en algunos países (más del 60 % en Chequia; más del
30 % en Alemania y Suecia)14, mientras que en la mayoría de los
países su uso es moderado y fragmentado. Además, en muchos
países, su presencia es tan baja que
no tiene importancia para la media de sustitución de los ingresos.
Por lo general, la racionalización del
régimen público de pensiones debido a las recientes reformas no ha ido acompañada
de reformas que aumenten los ahorros
complementarios fuera de los países con una cobertura tradicionalmente fuerte. En
los gráficos A12 y A13 se ilustra el papel previsto de los ingresos procedentes de los
regímenes de pensiones basados en la capitalización en el paquete total de
pensiones en 2013 y 2053.
Las pensiones complementarias tendrán
que desempeñar un papel cada vez más importante en el mantenimiento de la
futura adecuación de las pensiones, en particular cuando se espera un deterioro
de la adecuación de las pensiones públicas. Las políticas públicas pueden
promover la cobertura de las pensiones de
empleo a través de la obligatoriedad (es decir, hacerlas obligatorias), la afiliación
13 OCDE (2015): Health at a Glance 2015 (La sanidad de un vistazo 2015). 14 Ibídem.
automática (es decir, la obligatoriedad de que los empleadores ofrezcan pensiones
de empleo a los trabajadores, aunque
estos últimos pueden optar por la exclusión voluntaria) o la negociación
colectiva, según el contexto nacional. Los incentivos fiscales y otros incentivos
financieros (subvenciones, contribuciones de contrapartida) son componentes
importantes de la combinación de políticas para el avance de las pensiones
profesionales e individuales. En cualquier caso, los medios utilizados para lograrlo
deberán ser rentables, seguros y
transparentes.
4. ANÁLISIS TRANSVERSAL DE LA SITUACIÓN POLÍTICA
La mayoría de los Estados miembros ha recibido recomendaciones específicas por
país (REP) sobre las pensiones como parte del proceso de seguimiento financiero del
Semestre Europeo de la Comisión. En 2011, se hicieron dieciséis
recomendaciones, en 2012 diecisiete, en 2013 quince, en 2014 dieciocho, en 2015
catorce, en 2016 doce y, en 2017, diez.
Las REP instan a los Estados miembros a llevar a cabo reformas para modernizar los
sistemas de pensiones, del siguiente modo:
retrasando la edad de jubilación y
ajustándola al aumento de la
esperanza de vida; reduciendo el abandono temprano del
mercado de trabajo; fomentando los ahorros
complementarios para la jubilación, apoyando reformas de las pensiones
con medidas que permitan a hombres y mujeres trabajar durante más
tiempo.
Unos veinticuatro Estados miembros han
retrasado o están en vías de retrasar la edad de jubilación con medidas como la
vinculación de la edad de jubilación a la esperanza de vida. El cuadro 4 del anexo
ofrece una visión general de los cambios
en la edad de jubilación como resultado de las reformas.
Aunque, durante la última década, la
tendencia a la jubilación anticipada se ha revertido en todos los Estados miembros,
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el abandono temprano del mercado laboral sigue siendo un problema
importante en varios países.
El mayor obstáculo para prolongar la vida
laboral se encuentra en los mercados laborales. Ningún Estado miembro tiene
un mercado laboral bien preparado para las personas de cincuenta y cinco o más
años de edad. En la actualidad, prácticamente solo las personas que
siguen trabajando para el mismo
empleador logran prolongar sus vidas laborales. Pero, si las personas de
cincuenta y cinco o más años pierden su empleo, las posibilidades de encontrar otro
son tan remotas que las posibilidades de prolongar la vida laboral mediante la
recontratación son claramente bajas.
Excepto en cinco países especialmente
afectados por la crisis económica, la tasa de empleo de los trabajadores
mayores ha seguido aumentando durante la última década, debido a las tendencias
demográficas y a la repercusión de las reformas.
En la mayoría de los Estados miembros que han retrasado la edad de
jubilación, la han vinculado a la esperanza de vida y han reducido
significativamente el acceso a la jubilación anticipada, todavía hay margen para
adoptar medidas más amplias y
exhaustivas que apoyen estas reformas con cambios en las políticas de
empleo y en las prácticas en el lugar de trabajo. Estas reformas permitirían a las
personas seguir trabajando a medida que retrasan las edades de jubilación. Sin tales
medidas, se incrementa el riesgo de que
aumenten las presiones sobre las prestaciones de desempleo, enfermedad y
asistencia social si las personas no pueden
trabajar hasta edades de jubilación más avanzadas.
Gracias a las reformas ya emprendidas o
previstas en la mayoría de los Estados miembros, se ha mejorado notablemente
la sostenibilidad a medio y largo plazo del gasto público en pensiones. Sin
embargo, en varios países de la UE sigue
siendo motivo de preocupación. Algunos países también se enfrentan a problemas
de sostenibilidad a corto y medio plazo. Seis Estados miembros (Bélgica,
Alemania, Luxemburgo, Malta, Eslovenia y Eslovaquia) siguen haciendo frente a
grandes aumentos del gasto público en pensiones (véase el gráfico 4).
Asimismo, es necesario comprobar de qué manera la disminución del gasto público
en pensiones en otros Estados miembros (Dinamarca, Francia, Croacia, Italia,
Letonia) afectaría a la adecuación de la protección general de los ingresos para las
personas mayores. En los Estados
miembros en los que se está reduciendo el gasto público en pensiones, se espera que
la expansión de los fondos de pensiones privados cubra una gran parte de las
posibles deficiencias de adecuación. Sin embargo, el desarrollo de vehículos
rentables para los ahorros complementarios para la jubilación sigue
suponiendo un problema en varios de
estos países.
Fecha: 31.10.2017
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5. REFERENCIAS Y RECURSOS ÚTILES
Comisión Europea (DG EMPL) y el Comité de Protección Social: Informe sobre la
adecuación de las pensiones 2015: adecuación de los ingresos presentes y futuros durante la vejez en la UE, tomo I, Comisión Europea, Luxemburgo: Oficina de
Publicaciones de la Unión Europea, 2015.
Comisión Europea (DG EMPL) y el Comité de Protección Social: Informe sobre la
adecuación de las pensiones 2015: adecuación de los ingresos presentes y futuros durante la vejez en la UE, Perfiles de países, tomo II, Comisión Europea, Luxemburgo:
Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2015.
Comisión Europea (DG EMPL) y el Comité de Protección Social:. Adecuación de las
pensiones en la Unión Europea 2010-2050. Comisión Europea. Luxemburgo: Oficina de
Publicaciones de la Unión Europea.
Comisión Europea [Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros (DG ECFIN)]
y el Comité de Política Económica (Grupo de trabajo sobre el envejecimiento de la población): Informe sobre el envejecimiento (2015): previsiones económicas y
presupuestarias para los veintiocho Estados miembros de la UE (2013-2060). Economía Europea 3/2015.
Comisión Europea [Dirección General de Justicia y Consumidores (DG JUST)]: The Gender Gap in Pensions in the EU (Las disparidades entre hombres y mujeres en materia
de pensiones en la UE»), Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea,
2013.
Ficha temática del Semestre Europeo Participación de la mujer en el mercado laboral.
EUROPA 2020: Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, COM(2010) 2020 final.
sitio web de Europa 2020: http://ec.europa.eu/europe2020/index_es.htm
Libro Blanco de la Comisión Europea «Agenda para unas pensiones adecuadas, seguras y
sostenibles», COM(2012) 55 final, adoptado el 16 de febrero de 2012.
Comunicación de la Comisión: Hacia la inversión social para el crecimiento y la cohesión,
incluida la ejecución del Fondo Social Europeo 2014-2020, COM(2013) 83, febrero de
2013.
Comunicación de la Comisión Europea: Establecimiento de un pilar europeo de derechos
sociales, COM(2017) 250 final.
OCDE: Pensions at a Glance 2015: OECD and G20 indicators («Las pensiones de un
vistazo 2015: indicadores de la OCDE y el G20»), publicaciones de la OCDE, París, 2015.
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ANEXO: INDICADORES ESTADÍSTICOS Y GRÁFICOS
Cuadro 1: Adecuación actual (2016)
Fuente: Eurostat Notas: fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017. (4) Punto de corte: el 60 % de la renta equivalente mediana después de las transferencias sociales;
(6) Personas de sesenta y cinco o más años de edad en comparación con personas de menos de sesenta y cinco años; (7) Relación entre los ingresos procedentes de las pensiones
de las personas de entre sesenta y cinco y setenta y cuatro años de edad y los ingresos del trabajo de las personas de entre cincuenta y cincuenta y nueve años de edad. (*) Datos de 2015.
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Cuadro 2: Adecuación futura: indicadores prospectivos
Notas y fuentes:
(1) La proporción de la pensión de jubilación percibida por un trabajador hipotético (que trabaja a partir de los
veinticinco años y se jubila a la edad normal de jubilación) como porcentaje de los ingresos individuales en el
momento del acceso a las pensiones. La TRR neta se calcula excluyendo los impuestos sobre la renta y las
cotizaciones de los empleados.
Fuente: Comisión Europea (DG EMPL) y el Comité de Protección Social: Informe sobre la adecuación de las
pensiones 2015: adecuación de los ingresos presentes y futuros durante la vejez en la UE, tomo I, Comisión
Europea, Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2015.
Nota: las cifras de Bélgica corresponden a finales de 2014. Las reformas adoptadas después de esa fecha no se
reflejan en las cifras.
(2) Prestaciones medias de las pensiones públicas (pensiones públicas y privadas de Bulgaria, Dinamarca, Alemania,
Estonia, España, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia,
Eslovaquia y Suecia) como parte del salario medio en toda la economía (salarios brutos y salarios en relación con
los empleados).
Fuente: Comisión Europea (DG ECFIN) y el Comité de Política Económica (Grupo de trabajo sobre el envejecimiento
de la población). Informe sobre el envejecimiento 2015: previsiones económicas y presupuestarias para los
veintiocho Estados miembros de la UE (2013-2060). Economía Europea 3/2015.
(3) La «tasa bruta de sustitución en la jubilación» se calcula como el promedio de la primera pensión como
porcentaje del salario medio en toda la economía en el momento de la jubilación.
Fuente: Comisión Europea (DG ECFIN) y el Comité de Política Económica (Grupo de trabajo sobre el envejecimiento
de la población). Informe sobre el envejecimiento 2015: previsiones económicas y presupuestarias para los
veintiocho Estados miembros de la UE (2013-2060). Economía Europea 3/2015.
: Datos no disponibles
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Cuadro 3: Empleo y sostenibilidad
Fuente:
(1) (3) (4) Eurostat;
(2) Eurostat (Europop);
(5) Fuente: Comisión Europea (DG ECFIN) y el Comité de Política Económica (Grupo de trabajo sobre el
envejecimiento de la población). Informe sobre el envejecimiento 2015: previsiones económicas y presupuestarias
para los veintiocho Estados miembros de la UE (2013-2060). Economía Europea 3/2015.
Notas:
(*) Europa de los Dieciocho
(3) Empleo (principales características y tasas): medias anuales. La tasa de empleo de los trabajadores de edad
avanzada se calcula dividiendo el número de personas empleadas y de edades comprendidas entre cincuenta y
cinco y sesenta y cuatro años por la población total del mismo grupo de edad. El indicador se basa en la encuesta
de población activa de la UE. La encuesta cubre a toda la población que vive en hogares privados y excluye a los
hogares colectivos como pensiones, residencias universitarias y hospitales. La población ocupada se compone de las
personas que durante la semana de referencia realizaron cualquier trabajo remunerado o lucrativo durante al menos
una hora, o que no trabajaban, pero tenían empleos de los que estaban temporalmente ausentes.
: No disponible
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Cuadro 4: Cambios en la edad de jubilación como resultado de las reformas, años diferentes (a 1 de enero del año de referencia)
Estado miembro
2017 2020 Después de 2020
Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
BE 65 65 67 (en 2030)
BG 64 61 64a 3m 61a 6m 65 (en 2037)+EV (1)
CZ 63 58a 4m-
62a 4m (2) 63a 8m
60a 2m- 63a 8m (2)
65 (en 2037)
DK 65 66 67 (en 2022)+EV
DE 63a 4m-65a 6m (3) 63a 10m-65a 9m (3) 65-67 (3) (en 2029)
EE 63 63a 9m 65 (en 2026)
IE 66 66 68 (en 2028)
EL 62-67 (3) 62-67 (3) +EV
ES 65-65a 4m (3) 65-65a 10m (3) 65-67 (3) (en 2027)
FR 62-65a 4m (3) 62-66a 2m (3) 62-67 (3) (en 2022)
HR 60-65 (3) 60-
61a 6m (3) 60-65 (3)
60- 62a 6m (3)
60-67 (3) (en 2038)
IT 66a 7m 65a 7m-
66a 7m (4) +EV ≥67 (en 2021)+EV
CY 65 65 +EV
LV 62a 9m 63a 9m 65 (en 2025)
LT 63a 4m 61a 8m 64 63 65 (en 2026)
LU 65 65 65
HU 63a 5m 64a 5m 65 (en 2022)
MT 62 63 65 (en 2027)
NL 65a 9m 66a 8m 67 (en 2021)+EV
AT 65 60 65 60 65 (en 2033)
PL 66a 1m 61a 1m 65 60 65 60
PT 65-66a 3m (3) +EV +EV
RO 65 60a 6m 65 61 65 63 (en
2030)
SI 60-65 (3) 60-65 (3) 60-65 (3)
SK 62a 76d 59-
62a 76d (2) +EV
+EV
FI 63-68 (5) 63a 9m-68a 9m (5) 65-70 (5) (en 2027)+EV
SE 61-67 (5) 61-67 (5) 61-67 (5)
UK 65 63a 5m 66 68 (en 2046)+EV
Fuente: información facilitada por los Estados miembros.
Notas: edad a la que puede solicitarse una pensión de jubilación completa sin reducciones en el marco del régimen
general de pensiones.
(1) +EV: ajustada al aumento de la esperanza de vida.
(2) Dependiendo del número de hijos criados.
(3) Dependiendo del período de cotización.
(4) Dependiendo del sector del empleo.
(5) Edad de jubilación flexible vinculada al nivel de prestaciones.
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Gráfico A1: Esperanza de vida a los 65 años en 2015 y 2060
Fuente: Eurostat (Europop). Las estimaciones para 2060 se obtienen del Informe sobre el envejecimiento 2015.
Nota: fecha de obtención de datos de 2015: 31 de octubre de 2017.
Gráfico A2: Renta relativa mediana (mayores de 65 años), total y por género, 2016
Fuente: Eurostat, EU-SILC. Nota: fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017. (*) Datos de 2015
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Gráfico A3: Tasa de riesgo de pobreza (población de más de 65 años) por género, 2016
Fuente: Eurostat, EU-SILC; Ejercicio 2014. Notas: fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017. Punto de
corte: el 60 % de la renta equivalente mediana después de las transferencias sociales. (*) Datos de 2015
Gráfico A4: Brecha relativa de riesgo de pobreza (tasa de riesgo de pobreza) (por grupo de edad) y tasa de riesgo de pobreza para la población de 65 años o más, 2016
Fuente: Eurostat Notas: brecha de riesgo de pobreza al 60 % de la renta equivalente mediana disponible nacional.
Clasificados por la brecha de pobreza para la población de sesenta y cinco o más años de edad. Fecha de obtención
de datos: 31 de octubre de 2017, (*) Datos de 2015
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Gráfico A5: Privación material grave (población de 65 años o más) por género, 2016
Fuente: Eurostat, EU-SILC. Nota: Fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017. (*) Datos de 2015
Gráfico A6: Tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (65 años o más) por género, 2016
Fuente: Eurostat, EU-SILC; Ejercicio 2015. Nota: Fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017. (*) Datos de
2015
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Gráfico A7: Brecha pensional entre hombres y mujeres (%), pensionistas de más de 65 años y de entre 65 y 79 años, 2016
Fuente: Eurostat Nota: (*) Datos de 2015.
Gráfico A8: Tasa de empleo para trabajadores mayores (55-64 años), 2016
Fuente: Eurostat: Encuesta de población. Nota: fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017.
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Gráfico A9: Duración de la vida laboral, 2016
Fuente: Eurostat: Encuesta de población. Nota: fecha de obtención de datos: 31 de octubre de 2017.
Gráfico A10: Diferencia porcentual en TRR netas previstas (2053) que compara la jubilación anticipada debida al desempleo con una carrera profesional completa, asalariados con ingresos medios y bajos.
Fuente: Informe sobre la adecuación de las pensiones 2015.
Notas: fuente de datos: Estados miembros y OCDE. Nota: una diferencia positiva indica una TRR más alta para un
trabajador que queda desempleado. Clasificada por perfil salarial medio. Si existen diferencias de género, los
resultados presentados son los correspondientes a las mujeres.
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Gráfico A11: Diferencia porcentual en TRR netas previstas (2053) de trabajar dos años más o menos en comparación con una carrera profesional completa, asalariados con salarios bajos y medios
Fuente: Informe sobre la adecuación de las pensiones 2015.
Notas: fuente de datos: Estados miembros y la OCDE. Una diferencia positiva indica una TRR más alta en
comparación con una carrera desde los veinticinco años hasta la edad normal de jubilación. Clasificada por
jubilación dos años después de la edad de jubilación normal (asalariado medio). Las TRR para la jubilación dos años
antes de la edad normal de jubilación no se registran para Bélgica, Bulgaria, Irlanda, Luxemburgo, Hungría, Países
Bajos, Rumanía y Reino Unido debido a la no elegibilidad para las pensiones públicas en los dos años antes de la
edad normal de jubilación. Si existen diferencias de género, se presentan resultados correspondientes a las
mujeres.
Gráfico A12: Porcentajes de diferentes planes de pensiones en las tasas brutas teóricas de sustitución para una persona con ingresos medios, 2013
Fuente: Informe sobre la adecuación de las pensiones de 2015. Fuente de datos: Estados miembros. Referencia
caso base variante II (cuarenta años hasta la edad normal de jubilación). Basada únicamente en los regímenes
incluidos en los cálculos de TRR. Los datos de Grecia no están disponibles. Si existen diferencias de género, los
resultados presentados son los correspondientes a los hombres.
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Gráfico A13: Porcentaje de diferentes planes de pensiones en las tasas brutas teóricas de sustitución para personas con ingresos medios, 2053
Fuente: Informe sobre la adecuación de las pensiones de 2015. Fuente de datos: Estados miembros y la OCDE.
(Referencia caso base II).
Si existen diferencias de género, los resultados presentados son los correspondientes a los hombres.