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[email protected] Publicación del Centro de Estudios Guadalupanos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla | Número 4 | Octubre 2012 DIVULGACIÓN El verdadero valor histórico del Nican Motecpana guadalupano INVESTIGACIÓN Imagen que pudo pertenecer a Juan Diego ACTUALIDAD Fundación del Colegio de Estudios Guadalupanos

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Publicación del Centro de Estudios Guadalupanos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla | Número 4 | Octubre 2012

DIVULGACIÓN

• El verdadero valor histórico del Nican Motecpana guadalupano

INVESTIGACIÓN

• Imagen que pudo pertenecer a Juan DiegoACTUALIDAD

• Fundación del Colegio de Estudios Guadalupanos

[email protected]

Número 4 | Octubre 2012

Centro de Estudios Guadalupanos UPAEPJosé Antonio Efraín Bravo Méndez | José Luis Campos Benítez | Giovanni De Simone Maimone | María de los Ángeles Gómez Gavito | Jorge Guzmán Ramos | José de Jesús Hernandez Roldán | Eduardo Merlo Juárez | Alejandro Pedroza Meléndez | José Antonio Quintana Fernández | Carlos Salinas Saucedo | Eugenio Urrutia Albisua | Gerardo Valle Floreswww.cegupaep.org

Directorio UPAEPDr. José Alfredo Miranda López, RectorMtro. Herberto Rodríguez Regordosa, Vicerrector de Posgrados e Investigación Mtro. Eugenio Urrutia Albisua, Director de Investigación

Colaboradores en este númeroFray Fidel de Jesús Chauvet | José Antonio Quintana Fernández | Felipe de J. Monroy González

Portada: La Virgen de Guadalupe sostenida por San Francisco es glorificada por las tres Divinas Personas (detalle). Museo del antiguo Colegio de Propaganda Fide de Guadalupe, Zacatecas, México.

Diseño editorial digital: Miguel Ángel Carretero Domínguez

Guadalupe Hoy es una publicación del Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP cuyo objetivo es la divulgación, investigación y difusión del fenómeno guadalupano. Derechos Reservados © por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio. Se autorizan breves citas en artículos y comentarios bibliográficos, periodísticos, radiofónicos y televisivos, dando al autor y a la editorial los créditos correspondientes.

Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla21 Sur 1103, Barrio de Santiago, C.P. 72410, Puebla, Puebla. México www.upaep.mx

El verdadero valor histórico del Nican Motecpana guadalupanoComo es sabido, el librito «Huey Tlamahuizoltica» en que el Dr. Luis Lasso de la Vega narró las apariciones de la Virgen de Guadalupe, se compone de escritos de diversa procedencia: algunos de ellos son propios del dicho Bachiller, otros son del llamado «Nican Mopohua» que se atribuye a don Antonio Valeriano, profesor del Imperial Colegio de Santiago Tlatelolco.

Imagen que pudo pertenecer a Juan DiegoEsta imagen desapareció de la catedral de México, esto ocurrió durante el gobierno de Benito Juárez. Aquí se pierde la pista de esta imagen, hasta que en la primera mitad del siglo XX es adquirida por don Edgardo Meade, habitante de San Luis Potosí, con autorización del obispo Guillermo Tritschler y Córdova, datos que ha obtenido el Dr. Alejandro Pedroza Meléndez, miembro del CEG UPAEP.

Fundación del Colegio de Estudios GuadalupanosEl pasado 28 de abril, la comunidad de la Universidad Intercontinental (UIC) dio formal apertura al nuevo Colegio de Estudios Guadalupanos (COLEG) cuya finalidad será «conocer, investigar, profundizar y divulgar científicamente el denominado acontecimiento guadalupano, considerado como un hecho histórico, así como intercambiar conocimientos y establecer relaciones con instituciones científicas semejantes».

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CONTENIDO

DIVULGACIÓN

INVESTIGACIÓN

ACTUALIDAD

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Divulgación3

El verdadero valor histórico

del Nican Motecpana

guadalupano

Fray Fidel de Jesús Chauvet

[Publicado originalmente en la revista «Tepeyac» No. 51, 15 de febrero de 1978].

Como es sabido, el librito «Huey Tlamahuizoltica» en que el Dr. Luis Lasso de la Vega narró las apariciones de la Santísima Virgen de Guadalupe, se compone de escritos de diversa procedencia: algunos de ellos son propios del dicho Bachiller, otros son de procedencia india, en particular el llamado «Nican Mopohua» que fundadamente se atribuye a Don Antonio Valeriano , profesor del Imperial Colegio de Santiago Tlatelolco. En pos de este último escrito viene otro, el «Nican Motecpana», que se atribuye a Don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, estimado historiador indio. De este último escrito, cuanto a su valor histórico , nos vamos a ocupar brevemente.

Diversos historiadores modernos, por ejemplo Robert Ricard en su «Conquista espiritual de México» y otros estimables historiadores consideran de escaso o casi nulo valor histórico el escrito referido, por tratar precisamente de casos maravillosos, esto es, de curaciones reputadas por milagrosas, atribuidas a la Virgen del Tepeyac.

El historiador moderno propende de suyo a estimar en poco tales narraciones. ¿Pero no será éste un simple prejuicio? No pretendemos ahora entrar en una discusión sobre este asunto; nos vamos a limitar a mostrar ciertas confirmaciones históricas , parciales, ciertamente, que hemos tenido la suerte de descubrir con respecto al susodicho Nican Motecpana, y que nos muestran que esas narraciones tienen fundamento histórico.

Este se divide en 15 párrafos principales, que en la edición original o en su reproducción fotográfica (por ej. la de Alfonso Junco) en «Un radical problema guadalupano» (México 1953), comienzan por una letra mayúscula de mayor tamaño. Estos párrafos no están numerados , pero el lector curioso puede hacerlo fácilmente con lápiz.

Daremos además alguna indicación complementaria para facilitar la identificación de cada uno de los párrafos. Para el primer párrafo: la procesión ordenada

Placa burilada por Samuel Stradanus hacia 1620, que representa algunos de los milagros

narrados en el Nican Motecpana.

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por el electo para la traslación de la Sagrada Imagen, con el Canto del Atabal o Teponaxcuicatl (ver M. Cuevas , Álbum histórico guadalupano , México 1931, p. 21-32), de cuyas estrofas, según la traducción de D. Mariano Rojas y D. Manuel Moreno dice entre otras cosas: «Tu alma, oh, Santa María está como viva en la pintura. Nosotros los señores le cantábamos en pos del Libro Grande y le bailábamos con perfección, y tú, Obispo, padre nuestro, predicabas allí a la orilla del lago».

D. Ángel María Garibay K. negó la interpretación guadalupana de este cantar (v. «Temas guadalupanos», III, «El problema de los cantares», en Ábside, IX, 4, p. 381-420). Según el Dr. Garibay y este cantar era prehispánico y completamente pagano. Para propagar tal interpretación, el sabio Doctor hubo de suprimir todas las referencias y palabras cristianas (ej. Santa María, obispo, obispado) que se expresan en ese «cuicatl». Por otra parte el mismo ilustre crítico expresa que los Cantares nahuas eran muy oscuros. De donde se deduce que no se maravilla que se ofrezcan de los mismos interpretaciones divergentes, máxime si se suprimen las palabras que estorban. Yo soy de opinión que este cantar tiene por lo menos dos interpretaciones: una prehispánica, la señalada por el Dr. Garibay; y otra cristiana, cuando se mantienen las alusiones y palabras cristianas que contiene.

Pues bien, esa interpretación cristiana ciertamente es anterior a 1597, según confesión del mismo Dr. Garibay, y bien puede remontar, por lo menos, a mediados del siglo XVI. Esta interpretación cristiana del siglo XVI es la que abona parcialmente la veracidad de la procesión de que nos habla este primer párrafo del Nican Motecpana.

2. El remedio de la peste de 1544 para los colegiales del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Que haya habido peste en 1544 lo niegan algunos historiadores; pero tenemos el testimonio del virrey Martín Enríquez en carta al Rey, del 31 de octubre de 1576 (v. Cartas de Indias, Madrid, 1877, p. 331). Ver también Robert Ricard, ya citado, p. 206, p. 5)

3. Para el párrafo 3, sobre la Virgen de los Remedios, ver el poema del capitán Ángel de Betancourt quien

en 1621 confirma la noticia respectiva V.J. García Gutiérrez, «Primer siglo guadalupano», 2ª. ed. México 1945, p. 113; M. Cuevas, Álbum citado, p. 112 ss; Agustín de Vetancour, Crónica de la Provincia del Santo Evangelio, p n. 63, p. 130 de la primera ed.)

4. Sobre la gracia concedida a D. Antonio Carbajal, hijo, véase Florencia, «Estrella del norte», p. 117, quien alcanzó a dar noticias sobre D. Andrés de Carbajal, hijo

Famoso milagro concedido al hijo de don Antonio Carvajal, narrado en el Nican Motecpana, y también en 1575 por el cuarto virrey, Martín Enríquez de Almanza.

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del que recibió la gracia sobredicha; refiere dicho autor que tan singular favor estaba consignado en un lienzo de muy buena mano en el santuario (p. 117 de la ed. de 1695).

5. Sobre la fuente o «pocito» cerca del Santuario, véase el testimonio del inglés Miles Phillips que vio allí «unos baños fríos que brotan a borbollones… dicen que ha sanado a muchos». Este testimonio en García Gutiérrez, o.s, p. 96. Dos años antes, 1566, el náhuatl Juan Bautista, en su famoso diario, consigna la existencia de una casa de enfermos junto al santuario, cfr. la misma obra p. 49.

6. El favor concedido al P. Pedro de Valderrama, está comprobada por Fray Bartolomé de Medina, en Crónica de la Provincia de San Diego, III, 14, Medina vio el lienzo que el P. Valderrama en 1627, fecha de la curación, o poco después, mandó colocar como exvoto en el santuario.

7. El caso de Teotihuacán es narrado por Fray J. de Mendieta en «Cartas de religiosos» (Nueva colección de documentos para la Historia de México, II), n. VII p. 85-90 de la edición Chávez-Hayhoe y en la «Historia Eclesiástica Indiana», III, c.59, pp. 347/53 de la 1ª. edición.

Es de advertir que Mendieta, por sus prevenciones, calló lo referente al recurso del cacique a la Guadalupana. Respecto del último (15ª. letra mayúscula mayor) del «Nican Motecpana», con noticias de Juan Diego, de Lucía, de Juan Bernardino, etc., el Cango. García Gutiérrez, en una conferencia, que dictó allá por los años de 1950 y poco antes (publicada en la revista Juan Diego, de la época) negó la historicidad de esos

datos; sin embargo de ello el Cango. Dr. Ángel María Garibay K. en Ábside, XII, 2, po. 161/74, a pesar de su acalorada crítica contra el «teponaxcuicatl» de que hablamos más arriba, reconoció el valor histórico a esas noticias del «Nican Motecpana». Tengo entendido que el Sr. J. García Gutiérrez negó valor a esos párrafos, porque no pertenecen a la sustancia de la tradición guadalupana, para la que únicamente, según él, tenía valor la tradición.

Podemos añadir a las anteriores otra comprobación parcial, referente al hecho de que fue testigo el Pbro. D. Juan Vázquez de Acuña: consta efectivamente que en 1596 este señor comenzó a ejercer el cargo de vicario parroquial del santuario, como puede verse por los archivos del mismo: Cfr. A.M. Garibay K., «Fastos guadalupanos», en Tepeyac II, n. 40, septiembre de 1977, p. 8.

En conclusión, de los 15 del «Nican Motecpana», ocho por lo menos parcialmente los he podido comprobar por fuentes históricas independientes, no cuanto a todos sus pormenores, sino en lo referente a alguna circunstancia histórica conexa. Excusado será decir que, después de esta serie de comprobaciones, mi respeto por el valor histórico de ese escrito ha aumentado considerablemente.

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6 Investigación

Imagen que pudo

pertenecer a Juan Diego

José Antonio Quintana Fernández

FORMA: Se trata de una imagen hecha en óleo sobre tela. El padre Lauro López Beltrán proporciona medidas: 12.5 cm por 17 cm.

CONTENIDO: Es una imagen guadalupana que se ve claramente con los detalles que tiene actualmente. Tiene corona, arabescos, resplandor del fondo, el ángel, el moño, etc. El estilo parece, a primera vista, propio del siglo XVIII, parecido al de Cabrera. Pero esto no ha sido estudiado minuciosamente aun.

DATACIÓN: Este es el punto a estudiar más importante de esta pieza histórica. Existe una tradición que indica que esta imagen pudo pertenecer al vidente San Juan Diego, con lo que sería una pieza del siglo XVI, y confeccionada presumiblemente entre 1532 y 1548.

La primera noticia sobre esta imagen la proporciona el jesuita Francisco de Florencia en su obra citada:

«Dejó, a lo que yo he podido rastrear, un hijo, que o lo era suyo o por tal era tenido. A este hijo llamado Juan como su padre dejo en herencia una imagen, trasunta de la Original, que traía consigo, que hoy tiene y conserva por inestimable presea el licenciado Don Juan Caballero y Ocio. De la cual, habiéndole yo preguntado en carta, el origen de ella y el modo como la adquirió, me respondió en una del 21 de agosto de 1687 desde su hacienda del puerto de Nieto lo siguiente: «224. P. N. y Señor mío, la noticia que V.P.M.R. me pide en la suya de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que era de Juan Diego y hoy para en mi poder, la que puedo dar es la siguiente: El Reverendo Padre Juan de Monroy después que vino de Roma, viviendo en el Colegio de la Compañía de Jesús en Querétaro me

dio dicha imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, encargándome mucho la estimara mucho, porque sabía y tenía averiguado había sido del dichoso Indio Juan Diego, a quien se le apareció la Imagen milagrosa que está en ese Santuario de México y quién la tuvo consigo desde dicha aparición; dejósela a la hora de la muerte a su hijo llamado Juan; y este hijo se la dejó

Fotografía de la imagen que pudo pertenecer a Juan Diego (Tomada del libro «Guadalupe, más allá de la fe», de Joel Romero Salinas).

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7 Investigación

también estando para morir a otro hijo suyo llamado Juan, nieto del principal Juan Diego; el qual nieto estando in agone embió a llamar a dicho Reverendo Padre Juan de Monroy en cuyos brazos dio el alma a Dios; y por el mucho amor que le tenía este natural a su Padre Reverendo como a su Padre de espíritu se la dio, diciéndole como había sido de su abuelo Juan Diego desde luego que gozó el favor de la Aparición de la

milagrosa imagen de ese Santuario, que así se lo había oído a su padre y a sus parientes».

En estas líneas vemos que la imagen habría pasado del nieto de Juan Diego, al p. Juan de Monroy, quien a su vez se la entregó a Caballero y Ocio. De éste último poseemos datos biográficos generales, que nos permiten conocer su nacimiento en 1644 y su fallecimiento en 1707, y su gran obra como benefactor de pobres y de obras eclesiásticas, entre otras, del Altar de los Ángeles en la Catedral de la ciudad de México , en la cual, según anota el p. Lauro, estuvo la imagen guadalupana que nos ocupa.

Esta imagen, en algún momento, desapareció de la catedral de México. Según el p. Lauro esto ocurrió durante el gobierno de Benito Juárez. Aquí se pierde la pista de esta imagen, hasta que en la primera mitad del siglo XX es adquirida por don Edgardo Meade, habitante de San Luis Potosí, con autorización del obispo Guillermo Tritschler y Córdova, datos que ha obtenido el dr. Alejandro Pedroza Meléndez, miembro del

Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP, quien ha hecho contacto con la familia Meade.

En 1979, los Meade deciden obsequiar la imagen a S.S. Juan Pablo II, quien ese año visitó México por primera vez. Consta por evidencia fotográfica que la imagen estuvo en su escritorio, en Roma.

REPOSITORIO: La imagen, según sabemos, está en Roma, entre los artículos personales de S.S. Juan Pablo II, cuya muerte, en 2005, deja abierta una interrogante sobre el actual paradero de la imagen.

Inscripción al reverso de la imagen, explicando su historia.

S.S. Juan Pablo II sentado en su escritorio. Por encima de su hombro se ve la imagen que le regaló la familia Meade.

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PUNTOS A ESTUDIAR: Parece imposible, históricamente, probar que efectivamente la imagen, propiedad de Juan Diego, fue a pasar a manos de Monroy, de Caballero y Ocio, y posteriormente, de la familia Meade. Caballero y Ocio expresa a Florencia que Monroy le regaló la imagen y en ese momento le manifestó que la misma había sido propiedad del mismo Juan Diego. Probar este punto es el quid de la cuestión.

Sería necesario analizar la imagen misma para estudiar su antigüedad, de alguna manera. Si esto pudiera hacerse, podríamos ubicar la imagen como obra del siglo XVI, y si se demuestra que es del siglo XVI, el testimonio de Monroy aparecería con mucha fuerza. Por ahora solamente se tiene disponible una tradición interesante, un testimonio oral y por escrito que habla de dicha imagen. Falta demostrar, por lo tanto, que efectivamente la imagen que poseía Monroy y que regaló a Caballero y Ocio, fue de Juan Diego, y falta probar que la imagen que adquirió el sr. Meade es la misma que estuvo en la catedral de México, en el Altar de los Ángeles.

Esta imagen contiene una inscripción en la parte posterior, que transcribimos de la obra de Romero Salinas:

«Esta imagen de Nra. Sra. De Guadalupe que se haya transmutada en esta lamina consta por tradicion aver sido del dichoso Indio Juan Diego a quien se aparecio la milagrosa Imagen de la Señora que se venera en su magnifico santuario de esta Ciud quien a fin de sus dias la dejo a su hijo llamado Juan y este se la dejo a otro hijo suyo llamado tambien Juan, nieto del principal Juan Diego y de este estando in agone la recibio el P. Juan de Monroy de la compa de HJS

quien de vuelta de Roma se la dio al Liedo Dn. Juan Caballero, Presbytero y junto de este Arzobdo vezino de la Ciud de Queretaro sin q se sepa de quien la huvo, o recibio el dicho Juan Diego.

Todo lo cual consta.

Largam de la Historia de la obra Sra. De Guadalupe, que escribio el P. Franco de Florencia de la misma Comp en el Cap 10, C.11,223 y 224. Y ahora se manda a colocar esta Sra. en el altar nuevo que se dedica al Arcangel Sn Miguel en su Capilla en esta Sta Iglesia Cathedral de Mexico el 7 de mayo de 1713. (sic)».

Referencias

Romero Salinas, Joel y Alemán Velasco, Miguel (2010), Guadalupe, más allá de la fe, México, Fundación Miguel Alemán A.C., pág. 16.

López Beltrán Lauro (1973), Álbum del LXXV aniversario de la coronación guadalupana, México, Edito-rial Jus.

Florencia, Estrella del norte, Capítulo XVIII.

Montoya Rivero María Cristina (2010), Juan Caba-llero y Ocio, patrono y bene-factor de obras religiosas, México, Instituto de Investi-

gaciones Estéticas de la UNAM. Recuperado en septiem-bre de 2012: http://www.analesiie.unam.mx/pdf/97_29-70.pdf

Romero Salinas y Alemán Velazco, op. cit.

La familia Meade junto a la imagen que obsequiaron a Juan Pablo II.

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9 Actualidad

Fundación del Colegio de Estudios

Guadalupanos

Felipe de J. Monroy González

La Universidad Intercontinental, la Fundación UIC y el Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras promoverán investigaciones sobre el Acontecimiento Guadalupano.

El pasado 28 de abril, la comunidad de la Universidad Intercontinental (UIC) dio formal apertura al nuevo Colegio de Estudios Guadalupanos (COLEG) cuya finalidad será «conocer, investigar, profundizar y divulgar científicamente el denominado acontecimiento guadalupano, considerado como un hecho histórico, así como intercambiar conocimientos y establecer relaciones con instituciones científicas semejantes».

El COLEG buscará dar espacios de estudios científicos sobre las manifestaciones religiosas, antropológicas, históricas y culturales que tienen lugar en América y el resto del mundo y que guardan relación con la Virgen de Guadalupe de México, con el indio san Juan Diego Cuauhtlatoatzin y los hechos culturales surgidos en torno a ellos a partir del siglo XVI novohispano.

Durante el acto de inicio de actividades del COLEG, el P. Juan José Corona López, rector de la Universidad Intercontinental y director del Colegio de Estudios Guadalupanos, explicó que el colegio «quiere ir más allá de la búsqueda de un conocimiento relacionado con el acontecimiento guadalupano con el solo fin de conservar, defender y dar razón de una tradición de fe recibida» y añadió: «El COLEG, sin duda, aportará mucho para la recuperación de este sentido colectivo de nuestra existencia colectiva al estudiar y desentrañar las raíces prehispánicas y las raíces cristianas de nuestra identidad mexicana, marcadas en nuestra vida y enmarcadas vivamente en la narración e imagen del acontecimiento guadalupano. No cabe

la menor duda que el mensaje misionero central del acontecimiento guadalupano que mira a la comunión, a la integración, al mestizaje, es también de gran importancia para el momento presente que vivimos en México caracterizado por esa desintegración o por la ambigüedad y confusión de valores. Una nueva

Mons. José Luis Guerrero, postulador de la causa de canonización de Juan Diego, y autor

de importantes obras guadalupanas.

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10 Actualidad

evangelización no será eficaz y una vivencia de fe profunda no será posible sin esta plataforma como punto de partida».

El COLEG fue creado bajo los auspicios de la Fundación UIC y de la Facultad de Teología, agrupa como miembros a investigadores y estudiosos, de cualquier disciplina, interesados en el estudio e investigación de los temas relacionados con el acontecimiento guadalupano; y desea favorecer las relaciones y el intercambio serio y científico de conocimientos, así como la divulgación de sus resultados desde la Universidad.

La apertura del COLEG coincide con la fecha conmemorativa de la aprobación canónica del Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras (Misioneros Guadalupanos), por ello, el P. Raúl Ibarra Hernández, vicario general de la congregación, confió que el Colegio de Estudios Guadalupanos «buscará tanto el conocimiento interdisciplinar del hecho,

la memoria y la tradición guadalupana, como la imagen y el mensaje de María de Guadalupe que vive en el corazón de los mexicanos, como realidad y esperanza de un mundo mejor».

«Con esto se concretiza el deseo de muchos de ustedes, que han visto la necesidad de tener un

espacio académico serio, no confesional, laico y abierto en donde se puedan reunir los colegas para enseñar y aprender sobre un acontecimiento que ha marcado la vida e identidad del pueblo de México. Espero que el ambiente de amistad y comunión que ofrezca el Colegio sea favorable para cultivar la Verdad y para adherirse personalmente a ella en libertad», dijo.

Además, adelantó que el COLEG podría ser un antecedente de un futuro Instituto Mexicano de Misionología «en donde ciencia y fe, evangelizados y evangelizadores, culturas y religiones, mundo e Iglesia, se unan en el diálogo que lleva a colaborar para ayudar al ser humano a recuperar su dignidad humana y a

Presidium en la inauguración del COLEG, en primer plano el Dr. Adolfo Orozco, el P. Gustavo Watson y el P. José Luis Guerrero.

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11 Actualidad

ser libre de la esclavitud causada por el egoísmo y la mentira».

Finalmente, el P. Martín Cisneros refrendó que el COLEG «buscará conocer y profundizar el acontecimiento guadalupano, insistiendo en su carácter de medio idóneo para la evangelización de los pueblos y favoreciendo su difusión por todos los medios al alcance. El colegio estudiará con rigor científico,

histórico y antropológico a la Virgen de Guadalupe de México y al indio san Juan Diego Cuauhtlatoatzin, así como los relatos, recuentos, relaciones, manuscritos, documentos, lienzos, pinturas y demás testimonios culturales vinculados con ellos».

Dijo que, el colegio agrupará como miembros a investigadores y estudiosos «de cualesquiera disciplinas interesados en el estudio, investigación e incremento

del conocimiento del hecho guadalupano, disponiendo de los medios económicos y demás instrumentos suficientes para la eventual divulgación del trabajo que aquellos emprendan. Asimismo, buscará fomentar, sin entrar en pugna con la objetividad y rigor histórico científico, la devoción en torno a la Virgen de Guadalupe de México y el indio san Juan Diego Cuauhtlatoatzin, sin menoscabo de que algunos de sus miembros pudieran no profesarla».

El colegio sesionará cinco o seis veces a lo largo del año en las instalaciones de la Universidad Intercontinental; en cada sesión, uno o varios de los miembros elaborarán con rigor científico una ponencia de una hora y 15 minutos de duración sobre cualquier vertiente del hecho guadalupano, misma que presentará ante el pleno del colegio, para su discusión y respuesta a eventuales objeciones. Al cabo de dos años de sesiones, y con base en la relatoría que realice la secretaría del colegio, todos los trabajos sustentados, así como las réplicas, aclaraciones y objeciones presentadas por los demás miembros, serán publicadas en las Actas del Colegio de Estudios Guadalupanos, órgano de difusión creado al efecto.

Publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México en: http://www.siame.mx/apps/aspxnsmn/templates/?z=32&a=7624

PUEBLA, PUEBLA, MÉXICOOCTUBRE 2012