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UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MISION SUCRE ALDEA UNIVERSITARIA ―LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA‖
P.F.G. ―ESTUDIOS JURÍDICOS‖ UNIDAD CURRICULAR: PUEBLOS INDIGENAS Y SISTEMAS JURIDICOS
UNIDAD 1 PUEBLOS Y COMUNIDADES INDIGENAS
TUTOR:
Ana Gimon
PARTICIPANTES: Zoraida Carmona Hernán Contreras
Caracas, Marzo 2012
INTRODUCCION
El presente trabajo tiene como objeto mostrar a las personas interesadas en
el tema de los indígenas de Venezuela y de América, un hecho de indiscutible valor
no solamente jurídico, sino cuyas implicaciones tienen que ver con los aspectos
políticos, económicos y sociales relacionados con los primeros habitantes de
Venezuela.
Con la adopción de la nueva Constitución de 1999, se restablece la justicia,
violada sistemáticamente, no solo después del descubrimiento con los
procedimientos de la sociedad dominante durante la conquista subsiguiente, sino
que luego de haber sido independizada la República del yugo colonial español,
cuando violando la primera Constitución de 1811, los nuevos dueños de la
República, se las arreglaron para apropiarse de cuanta tierra disponible y útil había,
desconociendo de paso todo derecho de los aborígenes venezolanos a vivir en sus
propios hábitats, a mantener sus inveteradas costumbres y su cultura,
arrinconándolos y desconociéndoles todos sus derechos.
En la nueva Constitución de 1999, se reconocen los derechos inalienables
de los pueblos indígenas del país y se echan las bases para un desarrollo
equilibrado de las etnias sobrevivientes, salvando sus costumbres, cultura,
cosmovisión, medicina y otorgándoles el derecho al acceso de los bienes culturales
de la sociedad criolla, respetando sus hábitats y conocimientos y, en especial,
impidiendo que continúe la depredación de los lugares que por miles de años han
utilizado para vivir y desarrollarse como seres humanos.
Ante esa nueva realidad jurídica, reconocidos ampliamente los derechos de
los pueblos indígenas, se han sentado las bases para una rectificación de los
atropellos e injusticias cometidos por la sociedad criolla en contra de los indígenas
venezolanos. Es tal vez el comienzo de la reparación de daños infligidos a seres
indefensos, a quienes se les ha negado su derecho a mantener su cultura, sus
hábitos ecológicos (dignos de ser copiados), a desarrollarse según sus propios
patrones, a mantener sus lenguas nativas, en fin a vivir según sus propias normas,
respetándolos y dándoles el lugar que merecen.
Es fundamental en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos y
en especial en la unidad curricular Pueblos Indígenas y Sistemas Jurídicos, la formación y
desarrollo de un nuevo ciudadano, y republicano con una identidad, consciente de su
origen, de su entorno, con sentido crítico y reflexivo de nuestra diversidad cultural.
Con la responsabilidad de ser participante activo en la construcción de un
ordenamiento jurídico acorde con los principios y valores consagrados en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, desarrollando espacios de interacción que
permitan el reconocimiento, la valoración, promoción y difusión de los saberes, derechos,
usos, costumbres y cosmovisión de los pueblos y comunidades indígenas.
Es dentro de este entorno que hemos optado por presentar este trabajo, con
la finalidad de dar a conocer, las características de los pueblos y comunidades
indígenas que actualmente ocupan Venezuela.
PROCESO HISTÓRICO DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
EN AMÉRICA ANTES DE LA COLONIZACIÓN EUROPEA
Se calcula que en el momento de los primeros contactos con los europeos el
continente americano estaba habitado por más de 90 millones de personas: unos 10
millones en el actual territorio de Estados Unidos y Canadá, 30 millones en México, 11
millones en Centroamérica, 445.000 en las islas del Caribe, 30 millones en la región de la
cordillera de los Andes y 9 millones en el resto de Sudamérica. Estas cifras de población
corresponden a estimaciones muy relativas (algunas fuentes citan magnitudes mucho
menores), ya que resulta imposible dar cifras exactas. Cuando los europeos empezaron a
realizar los primeros registros, la población indígena ya se había visto diezmada por las
guerras, el hambre, los trabajos forzosos y las epidemias de enfermedades introducidas
por los europeos.
A grandes rasgos, podría decirse que los indígenas americanos
probablemente descendieran de los pobladores asiáticos que emigraron a través de
la lengüeta de tierra del estrecho de Bering durante el periodo cuaternario, que se
inició hace unos 30.000 años.
En ciertos periodos del pleistoceno, las temperaturas bajaron de tal modo
que se heló buena parte del agua de nuestro planeta. El nivel del mar descendió
unos 90 metros y dada la poca profundidad del estrecho de Bering, situado entre
Alaska y Siberia, la zona se convirtió en un puente natural por el cual pudieron pasar
los rebaños de animales y los seres humanos que los acechaban. La mayoría de los
antropólogos piensan que los indígenas de América descienden de los pueblos
asiáticos que se introdujeron en Norteamérica a través de este puente de tierra.
Según los testimonios de las migraciones humanas, los primeros pueblos
que se desplazaron hacia el continente americano, procedentes del noreste de
Siberia hacia Alaska, portaban utensilios de piedra y otras herramientas típicas de
mediados y finales del periodo paleolítico de la edad de piedra. Estos pueblos
probablemente vivían en grupos de unos 100 individuos, pescando y cazando
animales como venados y mamuts. Eran nómadas y trasladaban su campamento
unas cuantas veces al cabo del año para aprovechar los alimentos de cada
estación. Es probable que se reunieran durante algunas semanas con otros grupos
con el fin de celebrar ceremonias religiosas y realizar trueques de productos,
además de intercambiar información. Al parecer, los primeros asentamientos se
ubicaron en Alaska y más tarde fueron desplazándose hacia el interior del
continente americano.
Los hallazgos de las primeras migraciones son muy escasos. Los
testimonios que se desprenden del estudio comparativo de las lenguas indígenas,
así como del análisis de algunos materiales genéticos, sugieren la posibilidad de
que estas migraciones tuvieran lugar hace unos 30.000 años. Algunas pruebas más
directas, procedentes de yacimientos arqueológicos, sitúan esa fecha algo más
tarde. Por ejemplo, en el Yukón, en el actual Canadá, se han descubierto utensilios
de hueso cuya antigüedad ha quedado fijada en el 22.000 a.C. mediante las
técnicas de carbono radiactivo. Los restos de hogueras descubiertas en el valle de
México datan del 21.000 a.C.; se han hallado algunas lascas de herramientas de
piedra cerca de ellas, lo cual determina la presencia humana en aquella época.
Un área cultural es, ante todo, una región geográfica; posee un clima, un
paisaje y una población biológica característica, compuesta por su fauna y flora. Las
personas que habitan en la región deben adaptarse a sus peculiaridades para
satisfacer sus necesidades vitales. El continente americano podría dividirse en
muchas áreas culturales y esas divisiones obedecerían a criterios muy diferentes.
Se consideran nueve áreas para Norteamérica, una para Mesoamérica y cuatro
para Sudamérica.
Las áreas culturales de Sudamérica abarcan desde la parte inferior de
Centroamérica -el este de Honduras, Nicaragua y Costa Rica- hasta el extremo
meridional de América del Sur. Cabe distinguir cuatro áreas principales: 1) la parte
norte de Sudamérica y el Caribe; 2) los Andes centrales y meridionales y la costa
adyacente del Pacífico; 3) la selva tropical del este de Sudamérica, y 4) la
Sudamérica meridional, un área que alberga sólo a pueblos nómadas de cazadores-
recolectores.
CONTEXTO HISTÓRICO VENEZOLANO
Los tiempos precolombinos corresponden a una etapa prehistórica en la que
se dieron distintos movimientos migratorios hacia el continente americano de grupos
de personas que comenzaron a poblar. Se trata de una época anterior al uso de la
escritura y por ello se sabe muy poco de lo ocurrido en aquellos tiempos salvo por
las evidencias que se han ido encontrando a través de excavaciones arqueológicas
que han permitido establecer cuatro períodos prehistóricos bien diferenciados.
Paleoindio
Mesoindio
Neoindio
Indohispano
Estos cuatro períodos permiten explicar la diversidad de grados de desarrollo de
las sociedades indígenas en Venezuela hasta la llegada de los europeos y esta
periodización no es precisa ni rígida ya que el inicio de un nuevo período no significa
necesariamente la finalización de la anterior, ya que los grupos étnicos que
poblaban Venezuela experimentaron líneas diferentes de evolución y desarrollo.
Durante el período Paleoindio, aproximadamente desde 15000a.C o 20000a.C al
5000a.C, hubo grandes cambios climáticos en Venezuela entre los años 15000 al
5000 AC en la que se establecieron grupos de cazadores que vivían al aire libre
formando pequeños grupos que se establecieron en los valles montañosos y las
costas del noroeste viviendo a base de animales grandes.
Los primeros pobladores de Venezuela procedían de Norteamérica y eran
descendientes de las primeras migraciones provenientes de Asia y trajeron consigo
instrumentos de piedra y una incipiente tecnología lítica consistente en golpear una
piedra contra el núcleo de otra para obtener un filo tosco y lascas.
En el caso de Venezuela, se cree que el hombre hizo su aparición por primera
vez hace 16000 años como consecuencia de corrientes migratorias de diversas
culturas amerindias desde el Sur por la región del Amazonas, desde el Oeste a
través de Los Andes y desde el norte a través del Mar Caribe.
En general, las principales oleadas migratorias indígenas de Venezuela
procedieron de dos importantes familias lingüísticas suramericanas originarias del
centro de Suramérica con importantes diferencias culturales, que eran los Arawak y
los Caribe aunque también hubo otras corrientes migratorias menores de México
que dejaron su huella en manifestaciones culturales como el juego de la pelota
practicado por tribus Caribes y otras que sugieren una conexión cultural con las
Antillas y el Perú preincaico.
Estas culturas prehispánicas se fueron asentando en el territorio venezolano
hasta llegar a conformar nueve grupos bien diferenciados que desarrollaron culturas
nómadas o sedentarias y se establecieron en distintas épocas.
El poblamiento prehispánico de Venezuela ha sido explicado mediante diversas
teorías científicas que intentan explicar cómo se desplazaron los distintos grupos
que se asentaron en el territorio venezolano y por las leyendas, cosmogonías y
mitos indígenas que ofrecen una peculiar explicación de sus orígenes.
La Teoría de la H planteada por C.Osgood en 1943 e intenta explicar los
principales movimientos migratorios del poblamiento prehispánico de Venezuela a
través del grafismo H. El trazo izquierdo de la "H" representa el eje occidental
ubicado en América Central y Oeste de Suramérica por donde penetró
principalmente la cultura Arawak. El trazo derecho de la "H" corresponde al eje
oriental ubicado en la Cuenca amazónica y las Antillas por donde entró la cultura
Caribe. Por último, la barra central de la "H" sería una confluencia de una serie de
líneas que representan la interacción de las diversas migraciones y las vías de
difusión e intercambio cultural interno.
De acuerdo con el historiador y antropólogo venezolano Miguel Acosta
Saignes, la población indígena venezolana para el siglo xv se encontraba distribuida
en 10 áreas culturales según sus semejanzas en cuanto a lengua y formas de vida:
* Área de la costa Caribe: formada por agricultores y pescadores que se
extendieron desde el Orinoco hasta los estados Portuguesa y Lara; incluye a
los Otomacos, taparitas y parcialmente a los Yaruros, con tres subáreas: los
cumanagotos, palenques y caracas.
* Área de los Ciparicotos: integrada por tribus de origen y lengua Caribe que
se localizaron en la costa oriental de Falcón.
* Área de los Arawacos Occidentales: localizada en la región centro-
occidental, en los actuales estados Falcón, Lara y Yaracuy, hasta la costa
oriental del lago de Maracaibo. Sus principales representantes fueron los
caquetios.
* Área de los Jirajaras y Ayamanes: formada por tribus de recolectores,
cazadores y pescadores de los llanos centrales y montañas de Nirgua. en
Yaracuy. También incluye a los axaguas.
* Área de la Guajira: integrada por tribus de recolectores, cazadores y
pescadores que se localizaron en la península de la Guajira y la costa
occidental del lago de Maracaibo. El origen de las tribus guajiras
corresponde a la cultura Caribe, aunque algunos señalan que son de la
familia Arawaca.
* Área de los caribes occidentales: formada por tribus de agricultores,
cazadores y pescadores localizados entre la sierra de Perijá y el sur del lago)
de Maracaibo. En esta área se incluyen los motilones y los bobures.
* Área de los Andes venezolanos: integrada por tribus agrícolas de gran
desarrollo que poblaron la región andina. Procedían de Colombia y sus
representantes más importantes fueron los cuicas. los timotes y los totuis.
* Área de los recolectores, cazadores y pescadores: formada por diferentes
tribus independientes que se extendieron desde el delta del Orinoco hasta
los llanos de Apure.
* Área de los Otomacos: tribus relacionadas con las culturas de la América
Central que se localizaron en los llanos bajos de Apure y en las riberas del
río Orinoco. Entre sus representantes están los guamos. los taparitos. los
Otomacos y los Yaruros.
* Área de la Guayana: formada por tribus de origen caribe que se localizaron
al sur del río Orinoco y en lo que es hoy el estado) Amazonas.
PUEBLOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS ACTUALES
Para el momento del contacto europeo había una gran heterogeneidad de
etnias indígenas en el territorio que hoy es Venezuela. Muchas de estas poblaciones
desaparecieron por diversos motivos: exterminio, esclavitud, guerras, reducciones,
enfermedades y por asimilación a la población global.
Las entidades con mayor población indígena son: Zulia (64%), Amazonas
(12%), Bolívar (11%), Delta Amacuro (7%). Además, hay grupos indígenas en
Anzoátegui, Apure, Monagas y Sucre. Generalmente viven dispersos para
aprovechar mejor los recursos de su hábitat y tradicionalmente han mantenido
zonas de reserva que permiten la regeneración de los suelos y de la biota,
costumbre practicada en particular por los grupos de la selva tropical.
La mayoría de estas etnias se han adaptado parcialmente a la convivencia
con la población criolla occidental, aunque mantienen su identidad étnica, el idioma,
los valores culturales ancestrales. Conservan extensiones variables de tierras
originales, registran un perfil demográfico positivo y gozan de niveles de salud
aceptables, aunque a veces precarios.
Muy diferente es el caso de aquellos indígenas que han sido atraídos a
ciudades como Maracaibo, Tucupita y Puerto Ayacucho, en donde, a pesar de la
ayuda más bien esporádica y/o improvisada de algunas agencias gubernamentales
y misioneros, viven en condiciones deplorables y constituyen la población urbana
más marginal. Son pocas las etnias con poblaciones por encima de 5.000 personas:
GUAJIRO O WAYUU: Llevaban una vida nómada y después del contacto
europeo adoptaron el pastoreo de ganado. En la actualidad también son
agricultores, comerciantes y, algunos, profesionales. Se han destacado por sus finas
artesanías, sobre todo el tejido de chinchorros y tapices.
WARAO: Autodenominación que significa "gente de canoa", ya que son muy
diestros navegantes. Es el segundo grupo indígena más numeroso entre la
población venezolana. Aquellos que han tenido que ubicarse en Tucupita se han
visto sometidos a rápidos e intensos cambios, mientras que los del Delta Central
conservan relativamente su cultura tradicional. El almidón o la "yuruma" de la palma
moriche, constituía tradicionalmente el alimento básico de estos indígenas. Desde
los años 40 adoptaron como forma de subsistencia la siembra de conuco para el
autoconsumo y posteriormente del arroz para la venta.
PEMÓN: Se han subdividido en tres agrupaciones: Arekuna, Kamarakoto y
Taurepán. Su subsistencia se basa en la agricultura de tala y quema, la pesca, la
caza y, en menor grado, la recolección de frutos silvestres e insectos.
Recientemente han adoptado la explotación de algunos animales. Desde siempre
han sido comerciantes entre sí y con otras tribus; se han involucrado en actividades
de minería y turismo.
YANOMAMI: También conocidos como Guaicas o Guaharibos. Alcanzan una
población total de unos 21.000 habitantes, de los cuales 15.012 están en Venezuela
y el resto en Brasil. Es una de las sociedades indígenas más numerosas y menos
transculturizadas de la región del Amazonas. Su dieta depende del conuco (79,4%)
y además recolectan frutos, tubérculos, miel, insectos; pescan y cazan. En los
últimos años se ha realizado una brutal invasión de su territorio por parte de la
actividad minera, lo cual les ha llevado enfermedades que han diezmado a la
población y han puesto en peligro no sólo su modo de vida ancestral, sino también
su supervivencia física.
GUAJIBO O HIWI: En la mayoría de los casos son inmigrantes recientes de
la región del Vichada de Colombia. Poseen tres modalidades de subsistencia: el
cultivo seminómada y estacional, el cultivo sedentario en poblados y la caza y
recolección nómada. Su integridad como grupo está severamente amenazada al ser
absorbidos por la economía criolla, que lleva a la desaparición de las alternativas
tradicionales de subsistencia. Los que habitan centros urbanos carecen de buena
salud, viven en condiciones de inferioridad social y son pobres y explotados.
PIAROA O WÓTUHA: Basan su subsistencia en la horticultura de tala y
quema, la caza, la recolección y la pesca. La yuca amarga es su alimento básico.
Desde el punto de vista antropológico, destaca su fiesta tradicional, "warime", con la
que celebran las buenas cosechas y los matrimonios. En ella utilizan vistosas
máscaras, hoy en día vendidas comercialmente con fines turísticos.
KARIÑA: Basan su subsistencia en el conuco y para ello aprovechan al
máximo las tierras húmedas de los morichales, los cuales no sólo permiten una alta
productividad, sino además aseguran la cacería. Han sufrido sustanciales cambios
debido a la explotación petrolera en su territorio y, aunque conservan parte muy
reducida de sus tierras ancestrales, en cambio, sus tradiciones, su cosmovisión y su
organización social se han visto mermadas. De hecho, están perdiendo su idioma y
se sienten atropellados por la sociedad global.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 1999, utiliza el término
―Pueblos Indígenas‖ para denominar a los grupos y subgrupos étnicos indígenas como a
cada una de sus comunidades. Sin embargo, el artículo 126 de la Constitución Nacional
aclara que ―El término pueblo no podrá interpretarse en esta Constitución en el sentido
que se le da en el derecho internacional‖. La primera precisión que se debe hacer es que
no existe consenso acerca del número de pueblos indígenas que habitan en Venezuela.
El Censo Indígena de 1992 refirió un número de veintiocho grupos, algunos
investigadores hablan de treinta y uno, la Ley de Demarcación aprobada en el año 2001
menciona treinta y cinco, mientras que la Comisión Permanente de Pueblos Indígenas de
la Asamblea Nacional maneja la cifra de treinta y cuatro, ―aún cuando pudieran aparecer
otros‖. Estas diferencias se deben a los criterios que se utilicen para determinar lo que
puede considerarse como un pueblo indígena e inclusive a las diversas denominaciones
que se le otorgan a un mismo pueblo indígena.
El antropólogo y lingüista Esteban Emilio Mosonyi, en un artículo publicado en el
Tomo I del Censo Indígena de 1992, titulado ―La Diversidad de las etnias indígenas‖,
explica este hecho de la siguiente manera: ―...sin necesidad de agregar o quitar
poblaciones reales, basta con cambiar uno o varios criterios clasificatorios para que salga
un número distinto de denominaciones étnicas. Como en cualquier hecho de alguna
complejidad, los criterios son variados y en alguna medida divergentes y hasta
contradictorios: autoidentificación, de las personas, identificación a partir de las
poblaciones vecinas o alógenas, identificaciones hechas por especialistas o conocedores,
autodenominaciones y heterodenominaciones, cultura global distintiva, alguna
característica colectiva particularmente destacada. Veintiocho (28) etnias ubicadas en
diez estados: Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Mérida, Monagas,
Sucre, Trujillo y Zulia. Las 28 etnias son las siguientes: Akawayo, añú, arawak, baré, barí,
baniva, eñepa, guajibo (jivi), jodi (hoti), kariña, kurripako, mapoyo (wanai), pemón, pumé,
piapoko, piaroa (wotjuja), puinave, sáliva, sape, uruak, warao, warekena, wayuu,
yavarana,yekuana, yeral (ñengatú), yanomami y yukpa. Treinta y cinco (35) pueblos y
comunidades ubicadas en nueve estados: Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta
Amacuro, Monagas, Sucre, Trujillo y Zulia. Los treinta y cinco ―pueblos y comunidades‖
señalados en esta ley son las veintiocho etnias del censo de 1992, más los siguientes:
cubeo, sánema, mako, cumanagoto, kuiva, chaima y japreria. También se incluye a los
aruaco, por lo que el conteo de treinta y seis pueblos, pero en realidad éste es el mismo
que el arawak, (también conocido como lokono).
ESTADOS PUEBLOS INDÍGENAS
Amazonas Baniva, Baré, Cubeo, Jivi (Guajibo), jodi (hoti), Kurripako, Piapoko,
Puinave, sáliva, sánemo (yanomamo), wotjuja (piaroa), Yanomami,
Warekena, Yabarana, Yekuana, Mako y Ñengatú (yeral)
Anzoátegui Kariña y Cumanagoto
Apure Jivi (Goajubo), Pumé (Yaruro) y Kuiva
Bolívar Uruak (Arutani), Akawayo, Arawak (Lokono), Eñepá (Panare), Jodi
(Hoti), Kariña, Pemo, Sape, Wotjuja (Piaroa), Wanai (Mapoyo),
Yekuana y Sánema
Delta Amacuro Warao y Arawak
Mérida Wayuu (guajiro)
Monagas Kariña, Warao, Chama, Cumanagoto
Sucre Kariña, Warao, Chaima, Cumanagoto
Trujillo Wayuu (guajiro)
Zulia Añú (Paraujano), Bari, wayuu (guajiro), yukpa, japrería
Los Wayúu son gente de arena, sol y viento, llevan adentro la moral del
desierto, han resistido durante siglos en la península de la Guajira, son grandes
artesanos, y comerciantes, luchadores incansables por sus derechos históricos, que
han sido muy violentados por la discriminación y el racismo.
Habitan en el estado Zulia, Mérida y Trujillo y su territorio originario es
denominado la Guajira, en el Municipio Páez, habitan entre Colombia y Venezuela,
porque son anteriores a la creación de los estados nacionales, que no tomaron en
cuenta su historia y sus costumbres al momento de establecer los limites
geográficos. Es una zona casi desértica y consecuentemente muy seca y árida, por
ello una de sus necesidades y solicitudes más frecuentes es la democratización del
agua y la posibilidad de acceso al agua potable.
Es el pueblo más numeroso del país, representan aproximadamente el 10%
de la población del estado Zulia, sobrepasan los trescientos mil habitantes.
Pertenece a la familia Arawak y se denomina Wayuunaiki
COSMOVISIÓN, CULTURA Y COSTUMBRES
Como se dijo atrás, el aspecto principal de las creencias wayuu se refiere a
las relaciones entre la vida y la muerte, y las diferentes dimensiones que tiene cada
una de ellas. Seres sobrenaturales y sobrehumanos actúan cotidianamente en la
vida del wayú, y contribuyen al equilibrio cultural y ambiental de su reproducción
social. Todas las actividades del wayú están regidas por este principio de
convivencia con seres que le ayudan o le dificultan resolver los problemas de su
vida diaria.
En tal sentido, Maleiwa, especie de demiurgo en la tradición wayú, de poca
influencia en la vida cotidiana, ha sido hipervalorado e instrumentalizado como Dios
padre por los sincretismos religiosos cristianos, al lado de otra figura simétrica, que
cumple el papel del mal en esa versión forzada e interesada del mundo sobrenatural
wayú: yoluja o espectro del wayú difunto que aún no ha consumado su tránsito al
más allá, el cual es interpretado como el diablo.
Entre los wayuu hay figuras sobrenaturales o sobrehumanas que más bien
encarnan aspectos de otras oposiciones y dialécticas fundamentales, como las
antedichas entre Juyá como generador, la fuerza de la vida, y Mma y sus
expresiones diversas, como Pulowi es fuerza femenina que defiende la naturaleza;
está asociada con la sequía y los vientos, y con lugares específicos de la península,
que son su residencia; es presa ilusoria para el cazador o pescador demasiado
efectivos y los hace a su vez víctimas suyas; es el mar embravecido, o el monte
tupido y enmarañado en el cual se pierde el wayú desprevenido; es venado (Irama,
Odocoileus virginianos) o mujer extranjera que seduce al caminante en la vigilia o en
el sueño; y siempre está asociado a las entrañas de la tierra o del mar...
El Yoluja, espectro del wayú muerto, deambula por la península y mata
animales y gente, los contamina, o los visita en sueños para darles consejos o
pedirles compañía junto a su tumba. Su voz es escuchada de modo riguroso por el
wayú.
De otra parte, los sueños son sagrados y cruciales en la vida del wayú. Por
un sueño se hace un viaje, se cambia de lugar de residencia o se toma una decisión
en el comercio, en el trabajo o en los destinos familiares. Son espacio de
conversación con los muertos, y lenguajes altamente simbólicos para el wayú, quien
los interpreta rigurosamente en asocio con los suyos.
Finalmente, es importante señalar el actual problema religioso de los wayuu,
en el sentido del avance de las tareas misioneras católicas o protestantes en su
territorio, o de formas religiosas populares imperantes especialmente en Venezuela
con cultos sincréticos como el de José Gregorio Hernández y María Lionza. Los
agentes de estos últimos empiezan por disputar el lugar y las prácticas curativas
tradicionales del Piache, y acaban organizando lucrativos y cínicos negocios de
comercio con las creencias wayuu.
En la tradición oral wayuu, el conocimiento y la experiencia cultural colectiva
se realiza en forma espontánea, mediante la comunicación directa entre
ascendientes y descendientes, entre ancianos y adultos, jóvenes y niños. Las
conversaciones, los diálogos, las narraciones históricas, las canciones, los refranes,
el humorismo espontáneo, constituyen una diversión, una expansión espiritual y un
entretenimiento para la familia y la comunidad, cuyos depositarios son los ancianos.
Los ancianos son los libros vivientes que testimonian y guardan el patrimonio
cultural y literario del pueblo wayuu. Ellos son las referencias bibliográficas del mito,
el cuento y la leyenda, que relatan simbólicamente las vivencias cotidianas, las
experiencias culturales y su convivencia armónica con la naturaleza.
Las ideas sobre el origen de todo cuanto le rodea, la existencia de los seres
y un copioso código de costumbres y claves culturales que constituyen la propia
identidad étnica wayuu, forman la verdadera idiosincracia. Las deidades, los
elementos, los animales y las plantas humanizados, sirven de vehículo a las
informaciones que los narradores quieren transmitir.
La Oralidad no deja escapar detalles mínimos de la palabra, está como
fuerza cohesionadora del idioma, y por ende, como habla de la nación wayuu. De
allí que la morfosintáxis, la simbología, la entonación gestual y la disposición
anímica del hablante sean admirables pinceladas descriptivas-narrativas, que se
conjugan con los temas que se enfocan.
SISTEMA ECONÓMICO
La comunidad Wayuú subsiste a través de las actividades comerciales y de
pastoreo, así como el aprovechamiento de su tradición artesanal con el empleo de la lana
o el algodón para la fabricación de preciosos tapices. Sus ingresos dependerán de la
zona geográfica de la Guajira en la cual se encuentren, resultando mayor provecho para
aquellos que estén más cerca de la frontera internacional.
Dadas las condiciones climáticas de la región, las tierras que habitan los Wayúu
no son fértiles por lo que no hay muchas facilidades para subsistir en un mismo territorio.
Los Wayúu. Deben migrar por sequías muy prolongadas, buscando aguas en otros
territorios. Aunque en algunas partes cultivan dependiendo de las temporadas de lluvia,
somos principalmente pastores, pero así mismo en algunas partes se explota la sal
marina, algunos son pescadores y en los últimos cincuenta años un creciente número de
población Wayúu se han dedicado al comercio informal o contrabando en la frontera
colombo-venezolana.
Las lluvias escasas y los pozos subterráneos son el determinante ecológico
que condiciona su subsistencia y poblamiento. Se dedican principalmente a la cría
de ganado caprino, el cual vincula el mayor número de personas al pastoreo.
Además realizan actividades de pesca en toda la zona costera, explotan salen
Manaure y producen artesanías. La huerta familiar es de una hectárea
aproximadamente y es propiedad de un varón, quien asigna partes del terreno a
cada hijo para los cultivos de maíz, fríjol, yuca, ahuyama, pepino, melón y patilla. El
trabajo asalariado y el contrabando hacen parte importante de sus actividades
económicas.
Otra fuente de subsistencia ha sido la explotación de la sal en Manaure. Esta
ha sido realizada por los Wayú desde antes de la llegada de los españoles. Sin
embargo en 1968 fueron asignadas para su administración al Instituto de Fomento
Industrial (IFI), lo que generó conflictos y tensiones sociales. Actualmente la
explotación de la sal se hace de manera mecanizada o artesanal en esta última
participa principalmente el indígena Guajiro utilizando "charcas" de las que saca dos
cosechas anuales.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
La organización social wayuu se sustenta en clanes definidos por línea
materna, dispersos y no corporativos. Los miembros de un clan comparten una
misma condición social y un ancestro común.
El parentesco de esta etnia se encuentra ligado a la sucesión y la herencia
de acuerdo a la cual el sobrino materno mayor está destinado a suceder a su tío y a
heredar sus bienes. El tío materno asume muchas de las funciones
socioeconómicas del padre.
En cada asentamiento hay un hombre mayor que ejerce la autoridad,
administra los bienes colectivos y dirige las labores cotidianas. Así mismo, a nivel
del linaje, existe un hombre que lo representa y dirige. En el ordenamiento jurídico
de los wayuu, cuando se produce un agravio contra una persona es la familia a
quien se ofende. Cuando esto ocurre, los afectados recurren al ―palabrero―-pütchipü,
mediador y conocedor de las leyes internas, para que intente buscar un acuerdo
equitativo entre las partes. Existen varios tipos de palabreros.
El núcleo familiar es el punto de partida de su organización y a través de ella
es como se van ejercitando los diversos poderes. Los lazos de consanguinidad que
se dan en la familia Wayuú vienen orientados por línea materna, la herencia y el
mayor grado de consaguinidad se originan por la línea materna a pesar de que
existe el padre biológico., éste cumple con un rol de reproductor dentro de la familia
nuclear; las funciones del padre como autoridad es cumplida por los tíos maternos
dando así paso a la familia extensa.
En general dentro de la organización social Wayuú se encuentra el
matrilinaje restringido que comprende todos los hermanos de la madre y
eventualmente la abuela materna, la propiedad y el apoyo para la defensa del grupo
es la característica de éste, el matrilinaje extenso como unidad social es
considerada casi un sub-clan por cuanto incluye la totalidad de los parientes
maternos que crea un poder casi excepcional para litigar asuntos graves que
afectan toda la unidad familiar.La sociedad Wayuú está dividida en clanes
matrilineales no exogámicos, cada uno de ellos lleva asociado un animal totémico.
Los Wayuú se ciñen teóricamente a una regla de residencia matrilocal: la joven
pareja vive provisionalmente en la casa de la madre de la esposa antes de construir
otra habitación en un lugar próximo a la primera, la mujer se mantiene entonces
fijada a su matrilinealidad mientras que el hombre es a menudo alejado del suyo
pero hay además poliginia muy prestigiosa y practicada por los Wayuú lo cual hace
del hombre polígamo un perpetuo errante, ya que es comparado con la lluvia (juyá)
la cual puede ir y llover aquí y allá, no se queda jamás mucho tiempo en el mismo
lugar y conquistan mujeres en todo el territorio.
En éste sistema de normas de descendencia se da solamente a través de los
lazos femeninos por lo cual los parientes son solamente hermanos maternos, de
esta manera adquieren más importancia los tíos maternos comparados con el
padre, éste tipo de descendencia establece entonces formas muy precisas.
MODELO DE JUSTICIA
El pueblo wayuu tiene su propio derecho consuetudinario reconocido
históricamente, que forma parte del derecho colectivo a la cultura: se trata de la ley
wayuu (guajira) y su concepción de justicia criminal, cuyos principios se desarrollan
de la siguiente manera: con la producción de un conflicto de tipo criminológico
(pütchi) que cause un daño material a una víctima (asiruu), nace el pago de una
indemnización (maünnaa), mediante una ley de compensación y cuya resolución
pacífica se deja generalmente en manos de intermediarios, llamados los pütchipü’ü
o ―palabreros guajiros‖ que pertenecen a los diferentes grupos o clanes, para evitar
actos de venganza inmediatas (Colmenares, 1993).
La ley guajira se respeta y se cumple a cabalidad sin necesidad de existir
tribunales ni cárceles, en ella no existe individualización de la pena y la sanción sólo
tiene una repercusión patrimonial.
El derecho consuetudinario Wayuu puede surgir a partir de tres niveles: el
social, el familiar y el personal. Así tenemos que desde el punto de vista de la
estructura social, el pueblo wayuu coordina sus acciones intersubjetivas
especialmente a través de la ―tapushirúa‖ (familia), ya que carece de un poder
central y de instituciones representativas que mantengan el orden público y la
seguridad del grupo.
Esta misma sociedad ha ido creando un conjunto de normas que se enseñan
a sus miembros desde que nacen, y que descansan en la conciencia de cada uno
de ellos (nivel personal).
Las informaciones orales y la tradición misma nos dicen que el wayuu desea
vivir en paz; las abuelas, las madres y las tías acostumbran a decir: ―todo problema
debe arreglarse porque es muy bueno andar con seguridad y tranquilidad por los
caminos. Es bueno no tener problemas con nadie; puedes andar libremente, dormir
en el monte, andar detrás de los animales, cazar, pastorear, trabajar en cualquier
cosa sin temor de tener enemigos‖.
Cuando hay una falta o se transgrede el orden social establecido, la sanción
va desde el reclamo, luego la amonestación y por último, la indemnización en
especie, que inicialmente era en ganado y collares y luego en dinero. En este
sentido, una investigación de campo realizada sobre el perfil de la vida
intracarcelaria de algunos guajiros, destacó que, en su afán de autoidentificación,
los mismos mantienen relaciones armónicas, no conflictivas y definidas por patrones
culturales propios (Jiménez, 1976: 142). Por ello el lema ―el guajiro es, por
naturaleza, un hombre demasiado violento‖, no es más que un mito.
Además, el pueblo wayuu tiene unos dignos representantes que, como
jueces de equidad, aplican este derecho consuetudinario: los Pütchipü’ü de los
diferentes grupos o clanes, grandes conocedores de sus costumbres y ritos, y que
con su sabiduría han contribuido calladamente al restablecimiento del orden y la paz
social de este pueblo.
v
Los Bari poseen conciencia colectiva, cultura propia y conservamos nuestro
territorio, usos, costumbres, valores y tradiciones; pertenece a la familia ARAWAK y su
lengua se denomina BARÍ ARA. La etnomedicina de los Barí, es decir, las plantas
medicinales utilizadas representan ante todo un acto simbólico de curación o protección
preventiva. Nuestra economía, tradicionalmente ha estado dirigida al autoabastecimiento;
la tierra nos proporciona, generosamente, lo necesario para sobrevivir. La Tierra, el agua,
la selva dan al Bari, la fuerza, la sabiduría, el sustento y todo cuanto necesita para vivir. El
Bari agradece y recompensa a la naturaleza con sus cantos, su trabajo y el buen uso de
ella.
COSMOVISIÓN, CULTURA Y COSTUMBRES
Para los barí las concepciones fundamentales tienen que ver con el
ordenamiento de la sociedad y la conducta, sin que sea muy importante el origen del
mundo. Sabaseba vino desde el occidente cuando la tierra era caótica y él con su
trabajo la ordenó, disponiendo el sol la luna y las estrellas. Cuando cortó una piña
surgió el primer barí, y de la siguiente la primera mujer Barira y de la tercera un niño
bakurita. de las siguientes piñas cortadas surgieron los primeros ñatubai que
aprendieron a construir las malokas y les fueron asignados sus respectivos
territorios. Estos primeros barí eran saimadoyi, auxiliares de Sabaseba y enseñaron
las labores de la agricultura, caza y pesca.
Las otras etnias y ciertos seres perjudiciales para los barí, se conciben como
surgidos de la ceniza de Sibabio una anciana que tras devorar a su nieto fue
quemada por el padre del niño.
Consideran que sobre la tierra hay seis cielos en orden ascendente, donde
viven diferentes seres, en el más alto el sol y Sabaseba; y bajo la tierra hay grandes
extensiones de agua y cueva.
Para los barí las concepciones fundamentales tienen que ver con el
ordenamiento de la sociedad y la conducta, sin que sea muy importante el origen del
mundo. Sabaseba vino desde el occidente cuando la tierra era caótica y él con su
trabajo la ordenó, disponiendo el sol la luna y las estrellas. Cuando cortó una piña
surgió el primer barí, y de la siguiente la primera mujer Barira y de la tercera un niño
bakurita. de las siguientes piñas cortadas surgieron los primeros ñatubai que
aprendieron a construir las malokas y les fueron asignados sus respectivos
territorios. Estos primeros barí eran saimadoyi, auxiliares de Sabaseba y enseñaron
las labores de la agricultura, caza y pesca.
Las otras etnias y ciertos seres perjudiciales para los barí, se conciben como
surgidos de la ceniza de Sibabio una anciana que tras devorar a su nieto fue
quemada por el padre del niño.
Consideran que sobre la tierra hay seis cielos en orden ascendente, donde
viven diferentes seres, en el más alto el sol y Sabaseba; y bajo la tierra hay grandes
extensiones de agua y cueva.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
El sistema de parentesco se sustenta ante todo en el reconocimiento interior
de las relaciones de consanguinidad/afinidad, fundamentalmente. La filiación tiene
un alcance limitado a solo tres generaciones, mientras que la descendencia es
inexistente por carecer de un sistema de linajes o clanes en cuyo interior, es
necesario hacer referencia a un antepasado común. Por tanto, para caracterizar los
elementos de un sistema bari debemos tener en cuenta, lo que sigue:
1. Los bari se organizan como comunidades locales que desarrollan
relaciones de parentesco referidas al grupo residencial
2. Los individuos se reconocen a través de dos categorías referidas a
relaciones de consanguinidad (sagdoyira) y de afinidad o intercambio de mujeres
(obyibara).
3. Al interior de estos grupos locales hay también relaciones ficticias de
parentesco o de hermandad (sagdoyira), fundadas en los pactos entre guerreros o
cazadores, cuyo efecto es la creación de vínculos equivalentes a los de
consanguinidad.
4. Existe además una extensión de la categoría de hermandad (sagdoyira) a
los individuos que por alguna circunstancia pierden a sus padres y por ende su
referente de parentesco, circunstancia que obliga a ser adoptados sin mediar lazos
de sangre.
A partir de estas cuatro características, los miembros de una comunidad
local se dividen en dos categorías: los sagdoyira, quienes son asimilados a
hermanos —en cuyo interior es prohibida la cohabitación sexual— y comprende los
consanguíneos inmediatos (padre, madre, hermanos, hermanas e hijos cuando el
ego es masculino, y padre, madre, hermanos cuando el ego es femenino); los
hermanos ficticios de pacto y los individuos adoptados. Los obyibara comprende los
afines, esto es, aquellos entre quienes se han cedido o recibido mujeres.
El mecanismo de filiación es utilizado en los Bari para adscribir a los
individuos como pertenecientes a la categoría del padre. Dentro de un conjunto de
relaciones locales de las cuales hemos hablado, es decir, que en el momento del
nacimiento de la prole, ésta es incluida de hecho como hermano de los hermanos
de su padre (sagdoyira).
Esta categoría tomada de su padre tiene efectividad mientras permanece el
asentamiento local, pues, y dado el seminomadismo de los bari las casas son
abandonadas frecuentemente y reconstituidos los grupos locales. A este hecho se
pueden unir los efectos ocasionados por muerte del padre o por la realización de
pactos obyibara, lo cual demuestra la movilidad de las categorías del sistema bari
en la vida de un individuo.
Las relaciones de afinidad se concretan a través de los intercambios de
mujeres entre individuos que no son incluidos en la categoría sagdoyira. La afinidad
en consecuencia se manifiesta mediante la creación de vínculos que se concretan a
través de un pacto, creándose una relación denominada obyibara o de alianza.
La constitución de grupos domésticos se basa fundamentalmente en la
construcción del bohío como centro de la vida cultural. En efecto, para la
constitución de un grupo local es necesario que dos varones casados decidan la
construcción de una casa, tal como lo señalamos arriba.
De esta forma todo asentamiento consta de un huerto sembrado por los
hombres y recolectado por las mujeres de cada segmento espacial u "hogar". Por
otro lado a los hombres les corresponde un lugar de caza específico siguiendo los
caminos hacia los huertos accesorios o que están asociados a las corrientes de
agua cercanas a la casa y que se consideran lugares unifamiliares como extensión
del "hogar". Cada miembro nuevo nacido en la casa o adoptado (por provenir de
otro grupo) es vinculado a las tareas propias de cada unidad y dependen
enteramente de éste para proveerse de sustento. En casos especiales, el
reordenador o Natubai, dueño y constructor de la casa, es el encargado de asignar
nuevos espacios en el interior, de la siguiente manera: aliado, "hermano" (ego),
aliado, hermano del ego, todo esto referido a varones con una unidad doméstica
propia constituyendo cada uno el hogar.
ECONOMÍA
Los Barí son agricultores, cazadores, pescadores y recolectores. Cultivan, en
campos en los alrededores de las casas comunales, yuca, batata, plátano, zapallos,
maíz, ñame, piña, caña de azúcar, cacao, algodón, achiote y ají, cazanaves, monos
,el pecarí, la danta y roedores. Utilizan como arma de caza y pesca el arco y flecha.
La pesca es una fuente muy importante de su alimentación y para multiplicarla
construyen represas temporales y usan barbasco. Entre los productos recolectados
se destacan los frutos de la palma milpesos. Practican el comercio desde época
inmemorial para obtener sal y actualmente para dotarse de herramientas metálicas,
receptores de radio, baterías y otros artículo
Los yukpas pertenecen al tronco lingüístico Caribe que es uno de las
comunidades indígenas que más aportes ha otorgado a la conformación de
Venezuela, representando un 75 % aproximadamente de lo que es la idiosincrasia
del criollo.
Desde su origen los Caribes ocuparon gran parte del territorio venezolano
pero en la actualidad la situación es diferente debido a los múltiples enfrentamientos
que tuvieron con los Barí y los blancos por sus tierras. Por esta razón, se han
ubicado en el occidente, específicamente en la Sierra de Perijá y gracias a su
capacidad de adaptación a los diversos ecosistemas han sobrellevado esta
situación que fue y es de suma importancia en la lucha por mantener su cultura y su
hábitat.
Constantes luchas por defender su territorio y su cultura es la historia de esta
comunidad indígena que hoy busca su reconocimiento como un venezolano
auténtico sin menosprecio o menoscabo de sus costumbres
COSMOVISIÓN, CULTURA Y COSTUMBRES
Los Yukpas tienen una visión cosmogónica que los hace apreciar la
naturaleza y la vida que de ella emana, sus mitos y creencias son prueba fehaciente
de ello, un yukpa concibe la existencia sólo en libertad siendo esta la razón por la
cual no interfiere en los procesos de su hábitat sino que los interpreta.
Para ellos su dios es Kemoko quien creó el mundo, cuentan que mientras
andaba caminado por el monte vio como un pájaro carpintero andaba picando los
árboles y de uno salió sangre, por lo que Kemoko corto todos los árboles y de allí
salieron un hombre y una mujer para dar origen a todos indios: yukpas, guajiros y
motilones.
Además dentro de la organización religiosa de los Yukpas existen dos clases
de shamanes como son: el tomaira y tuano, cada uno con funciones y relaciones
específicas con la comunidad, por ejemplo: el tomaira es el líder religioso que es el
intermediado entre su gente y el mundo sobrenatural, rigiendo cada una de las
ceremonias.
Por su parte el tuano es el encargado de curar con hierbas, siendo la
persona ducha en el diagnóstico de las enfermedades, el tratamiento y la habilidad
para dotar de poderes mágicos a todas las sustancias.Todos los elementos
importantes de la cultura yukpa se ven reseñados en su narrativa, en la cual está
presente el tuano
De la cultura Yukpa existen muchos aspectos que se desconocen pero, sin
embargo, se tienen conocimientos de que ellos conciben la tierra como un disco
plano en torno al cual giran dos soles que son hermanos que tienen la misión de
iluminar la tierra durante un día completo.
Dicen que el tiempo, día y noche se produjo después de una separación
entre ellos gracias al intento seductor de la mítica mujer- rana, Kopeco, quien invitó
al hombre- sol a una fiesta y bailó con él toda la noche, después lo atrajo a unas
brasas, la víctima acostumbrada al calor sobrevivió a la prueba pero en su lugar se
torno blanca y perdió una parte de su brillo: se convirtió en Luna.
En un lugar distante pero en el mismo plano existe para los Yukpas el país
de los muertos, ambas separadas por un camino que atraviesa una selva peligrosa,
un muro fortificado y un ancho río, y antes de que las almas errantes lleguen hasta
allí deben sufrir los tormentos de la mujer-rana, también creen que los yukpas
buenos viven felices comportándose igual como si estuvieran vivos.
La ignorancia de muchos elementos de esta cultura ha propiciado la poca
valoración por ella, la riqueza espiritual es lo que ha constituido la venezolaneidad
porque en la comunidad Yukpa todo tiene un sentido y merece ser valorado como
tal, razón por la cual realizan el Festival del Primer Maíz asegurando una abundante
cosecha entre otras actividades cumpliendo así las tradiciones que reafirman su
formación como comunidad.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
La formación de una nueva familia puede ser el resultado de un noviazgo pre
arreglado por los padres o de una decisión personal de la joven. Este se presenta a
una edad muy temprana, de hecho en el caso de los yukpa una mujer se encuentra
apta para formar familia luego de su primera menstruación. Y aun en la actualidad
cuando la educación formal ha cobrado importancia para ambos sexos, los padres
aceptan sin ningún problema que sus hijas e hijos formen familia siendo aun muy
jóvenes.
Tal como se señalara al abordar los aspectos relacionados con la
producción, la familia constituye la unidad básica socioeconómica y siendo que las
relaciones de parentesco se rigen a partir de un modelo patrilineal, de esta manera
el patrón de asentamiento es uxorilocal, en donde una familia está compuesta por la
pareja, sus hijas, con sus esposos e hijos, y los hijos solteros.
En este contexto para la formación de una nueva familia generalmente los
hombres salen de su comunidad de origen en busca de mujer y una vez establecido
el vínculo marital, la nueva pareja va a vivir a la casa de los padres de la mujer. El
padre de esta le adjudica al hombre de la nueva la familia nuclear un pedazo de
tierra para el cultivo.
En el sistema de transmisión del saber del pueblo yukpa se pueden
identificar por lo menos tres acciones generales, que aun cuando las presentamos
por separado con la intención de describirlas, es obvio que existe una estrecha
interrelación – interdependencia entre ellas, lo que las convierte precisamente en un
sistema.
En primer lugar, Entre los Yuko-Yukpa existe un sinnúmero de normas
restrictivas, prohibiciones o ―tabús‖ que enmarcan el desarrollo de la vida de un
individuo, en especial las situaciones fundamentales constituidas por los ritos de
pasaje en el nacimiento, en la primera ceremonia social dos o tres semanas
después, en la colocación del nombre a los cuatro meses, en la primera
menstruación, en el matrimonio, y finalmente en la muerte.
En el pueblo Yukpa para el ejercicio de la autoridad tradicional es posible
identificar dos niveles, el primero referido a cada comunidad y el segundo al grupo
de comunidades que se ubican en una misma cuenca y/o que se desarrollan en
función de un centro piloto.
En relación con el nivel comunitario, estas conservan ciertos niveles de
independencia, en cuyo caso las autoridades son: un jefe principal y un segundo
jefe, aunque es frecuente dentro de las comunidades la existencia de un jefe de los
niños, una jefa de las mujeres y un jefe de los ancianos.
Las funciones del primer jefe o cacique, presenta dos instancias de acción, a
lo interno de la comunidad, se encarga de mantener el orden y garantizar la
convivencia, es el responsable de aplicar las sanciones a quienes cometan
infracciones o delitos contemplados en las leyes tradicionales, consultando
previamente con los ancianos. Así mismo, es el encargado de distribuir las
responsabilidades entre los miembros de la comunidad cuando se preparan para
efectuar alguna festividad o recibir visitantes.
La segunda instancia de acción, se encuentra fuera de las comunidades, aun
cuando sus actividades deben estar en función de beneficiar a la comunidad, es el
responsable de atender las necesidades de la misma, visitando las instituciones
gubernamentales para hacer solicitudes y para darles seguimiento, representa a su
comunidad en eventos o actividades relacionadas con la problemática yukpa.
Al segundo jefe corresponde sustituir al primero, en cualquiera de las
acciones antes descritas, si este se encuentra ocupado en otras actividades
concernientes a su cargo o si por motivos de salud no las puede cumplir.
Generalmente cuando el primer jefe sale de la comunidad el segundo se queda o
viceversa.
La jefa de las mujeres, es responsable de organizar la participación de las
mujeres en las actividades comunitarias, generalmente las festividades; también
asume un papel relevante para dirigir actividades de formación o proyectos de
producción que correspondan con su género, así mismo, atiende los problemas o
conflictos que se presenten entre mujeres.
El jefe de los ancianos, asume el papel de organizador de la participación de
los más adulto en las festividades, coordinan encuentros con los niños y actividades
especiales en las escuelas, básicamente su función se centra en generar espacios
para discutir y difundir lo referente a las expresiones de la cultura propia.
El jefe de los niños generalmente es uno de los hombres más ancianos de la
comunidad, en este caso cumple funciones similares a las del jefe de los ancianos,
pues con frecuencia debe asistir a la escuela para conversar con los niños y niñas
sobre los mitos, el territorio y la producción de objetos materiales de la cultura yukpa
que ya no se produzcan o que tengan poco uso. También atiende aquellos casos en
los cuales un niño o niña asuma con frecuencia conductas no deseadas, en estas
situaciones además visita a la familia del involucrado para sostener conversaciones
sobre las actitudes del niño o niña y para aconsejar a los padres sobre las medidas
a tomar.
SISTEMA ECONÓMICO
Para el pueblo yukpa la familia constituye la unidad productiva por
excelencia, de allí que la estructura socioeconómica se basa en la existencia de la
unidad doméstica local (padre, esposas, hijos, esposo de las hijas). En forma
general, las responsabilidades de las actividades domésticas y productivas se
distribuyen de la siguiente manera:
- A los hombres les corresponde en el ámbito doméstico la producción de
pipas, armas de cacería, construcción y reparación del techo de la vivienda;
en relación con las actividades productivas desarrollan la preparación de los
conucos y otros espacios de producción agrícola, la comercialización de los
mismos, la cacería y la pesca. Participan activamente en la producción de
artesanía, sobre todo si esta es para la comercialización.
- Mientras que las mujeres se dedican a la cocción de los alimentos, el
mantenimiento del interior del espacio hogareño, la educación de los hijos
más pequeños, el mantenimiento del huerto que procura a la familia de
algunas plantas comestibles y otras de uso diario como las de carácter
medicinal. Además, intervienen en actividades de cestería y tejidos. En la
actualidad la mujer también participa del proceso de recolección de las
cosechas.
- La pesca es una actividad secundaria, que se practica para obtener algunos
productos que complementan la dieta alimenticia, sobre todo en los periodos
de escasez de ingresos, se desarrolla en las quebradas y ríos cercanos a las
comunidades.
- La cría de animales constituye una de las actividades productivas entre los
miembros de las comunidades yukpa, en este caso se pueden identificar dos
niveles.
Existen familias que cuentan con ganado vacuno, producen queso y leche
que generalmente venden a los mismos miembros de las comunidades y en algunas
oportunidades, a pequeña escala, a los parceleros cercanos o los llevan hasta las
ciudades cercanas. También se presenta la comercialización de la carne, pero como
las cantidades con las cuales cuentan no son muchas esto solo lo hacen o cuando
ya el animal no produce leche o en casos de urgencias que se presente la
necesidad de obtener una cantidad significativa de dinero.
La agricultura es la actividad económica más importante entre los miembros
del pueblo yukpa, cada familia debe contar con espacios para la producción
agrícola, tan es así que actualmente uno de los argumentos señalados en la lucha
por las tierra ancestrales está relacionado con la imposibilidades que tienen algunos
jóvenes de formar familia, pues no existen espacios productivos que les puedan ser
asignados, lo que constituye un requisito indispensable para formalizar una relación
de pareja.
Trabajan con el sistema de conucos, cultivan: yuca, maíz, tubérculos,
hortalizas, frutas, los cuales constituyen cultivos para el consumo interno. Cultivan
de manera extensiva el café, el cual comercializan a través de intermediarios o de la
empresa yukpa que se encuentra ubicada en la ciudad de Machiques y que
persigue convertirlos en un grupo de productores organizados.
En las comunidades yukpa existe un alto sentido de valor y uso del dinero,
así que generalmente las actividades económicas que desarrollan las efectúan a
través de transacciones comerciales, los intercambios son una actividad que poco
se practica, queda reducida a relaciones entre familiares y vecinos muy cercanos
que se apoyan mutuamente en la satisfacción de algunas necesidades relacionadas
con la alimentación.
Las actividades comerciales de los miembros de las comunidades yukpa
presentan dos rubros fundamentales, por un lado los agrícolas y por otro los
artesanales.
En relación con los productos agrícolas, se comercializan diversos rubros,
como: ají, auyama, caraota, frijol, guineo, maíz, malanga, ñame, ocumo, plátano,
quinchoncho, topocho y yuca, en estos casos el proceso de comercialización
consiste en bajar los productos en mula desde lo conucos hasta los centros piloto
(comunidades más grandes a las cuales llega transporte automotor), desde allí
pagan a las ―chirrincheras‖, camionetas que cubren la ruta de transporte publico
hasta Machiques o la Villa del Rosario, para vender sus productos ya sea al detal en
las plazas o mercados de estas ciudades o al mayor en pequeños supermercados y
fruteras que funcionan en las mismas ciudades. Este proceso se realiza de manera
individual, es decir, cada representante de la familia productora es responsable del
traslado y comercialización de su producción.
Los objetos artesanales constituyen el otro rubro de comercialización de los
miembros de las comunidades yukpa, también en estos casos la producción es una
actividad de carácter familiar, para la comercialización los miembros de las familias,
incluidos adultos y niños de ambos sexos, se trasladan hasta las ciudades y de
manera ambulante ofrecen sus productos. Esta constituye una de las razones de
movilización, recorren las ciudades cercanas a sus comunidades, pero también se
desplazan hacia otras ciudades bastante retiradas, en algunas oportunidades se
reúnen grupos de dos o tres familias para movilizarse hasta los estados centrales
del país a vender mercancía.
MODELO DE JUSTICIA
Para abordar el sistema de resolución de conflictos y/o derecho
consuetudinario en los yukpa, es necesario señalar que este pueblo constituye una
sociedad segmentaria, en las cuales la organización social se caracteriza por ser
descentralizada, es decir, que las decisiones son en gran parte tomadas localmente
y no por alguien que está arriba de las comunidades. Existe mayor nivel de
autonomía en las funciones y servicios que se requieren para la vida cotidiana, de
allí que su estructura tienda a ser horizontal, lo cual significa que el tipo de control
social está en gran parte implícito en la red de relaciones sociales, sustentado en un
sistema de reciprocidad; a diferencia de las sociedades estratificadas (como es el
caso de la sociedad mayoritaria venezolana) que se caracterizan por un control
social explicito necesario en una organización social más centralizada con una
estructura vertical.
El procedimiento común ante la presencia de un hecho que altera la armonía
de la comunidad es el establecimiento de espacios para EL DIALOGO, dependiendo
de las características del hecho y del número de personas involucradas, se
establecen las pautas para determinar los responsables y el grado de
responsabilidad. En estas negociaciones participan los miembros de las familias
involucradas, con la intervención del cacique y de algunos ancianos reconocidos
dentro de la comunidad.
En este sentido, la aplicación del derecho consuetudinario Yukpa, constituye
una de las principales actividades del primer jefe o cacique, quien es el encargado
de dirigir los procesos de diálogo entre los miembros de la comunidad y
especialmente entre los miembros de las familias involucradas en el hecho punible.
Según los datos recolectados es posible establecer dos grandes grupos de
delitos o hechos punibles:
Graves: son aquellos que atentan contra la integridad física de uno o varios
miembros de la comunidad, o que impiden y afectan notoriamente la convivencia y
el equilibrio emocional de los miembros de esa comunidad. Entre estos delitos se
encuentra el asesinato o la agresión física que pueda causar lesiones graves, y las
violaciones a niñas antes de la primera menstruación.
Leves: son aquellos delitos que aun cuando alteran la cotidianidad de la familia o la
comunidad pueden ser corregidos en los espacios de convivencia habitual. Entre
estos delitos se encuentra: los insultos o peleas entre miembros de la comunidad,
las infidelidades tanto de hombres como de mujeres, la huida de parejas que no
cumplan con los rituales de matrimonio establecidos por la cultura Yukpa, la
violación a mujeres que ya hayan tenido su primer periodo menstrual.
La imposición de una sanción, evidentemente, está relacionada con el tipo
de delito o infracción que se haya cometido, pero sobre todo está determinada por
las condiciones específicas de cada hecho:
a) El exilio: se solicita al penalizado que abandone la comunidad y se construya
una vivienda en un espacio retirado de la misma, en esta situaciones es
acompañado por los miembros de su familia nuclear, pues se requiere no
solo que la persona que comete la falta reflexione y recobre el equilibrio
emocional, sino que es necesario proteger a los miembros de la comunidad y
garantizarle la paz y la armonía. Luego de un periodo en el cual la persona
sancionada y los miembros de la comunidad consideran que ha sido
superado el desequilibrio se le permite reincorporarse a la vida cotidiana del
grupo.
b) El trabajo Comunitario: el cual consiste en asignarles actividades especificas
que vayan en beneficio de una o varias comunidades, lo cual constituye una
forma de resarcir las alteraciones o daños causados y un símbolo de
disposición por el bien estar del grupo.
c) La privación temporal de la libertad: esta no es por tiempo prolongado, su
objetivo principal es que el individuo reflexione sobre su actitud, busque la
paz y el equilibrio emocional, generalmente no existen sitios cerrados como
las celdas para aplicar la reclusión; es común que a la persona a quien se le
castigue con este tipo de pena se le ubique en un área específica de la
comunidad, puede ser en el salón de reuniones o en otro espacio público y
se le ordena permanecer allí, sus familiares pueden llevarle agua y alimentos
pero no quedarse con él, aun cuando no existen paredes, barrotes u otro
elemento material que le impida salirse del área que se le ha asignado, la
persona permanece en ese espacio hasta que se le suspende el castigo, lo
cual generalmente dura menos de una semana. En la actualidad en algunas
comunidades, sobre todo las más pobladas se ha implementado la creación
de una especie de calabozo o cárcel en la cual se encierra a quienes han
sido castigados con la reclusión. Sin embargo, la permanencia en estos
espacios sigue obedeciendo más a una determinación simbólica, la
aceptación del castigo por parte del penalizado, que a una determinación
material, pues escapar de este tipo de construcciones, en el caso de que el
recluido así lo decidiera, es relativamente fácil.
d) La multa: está relacionada con una indemnización que el agresor, muchas
veces con la colaboración de su familia
Los kariña habitan en los Estados Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Sucre de
Venezuela así como el Esequibo, las repúblicas de Guyana, Surinam y la Guyana
Francesa. Son descendientes de los famosos caribes que opusieron una larga y
bastante exitosa resistencia a la conquista europea. El nombre antiguo de este
grupo étnico se utiliza además para denominar al tronco lingüístico que agrupa
varios idiomas, entre ellos, el de los kariña: el tronco caribe.
El largo contacto de los kariña con la sociedad criolla ha originado múltiples
cambios en las manifestaciones culturales que usualmente sirven para identificar a
los indígenas (vestido, tecnología, vivienda, etc.). La mayor expresión de estos
cambios se refleja en los kariña que han migrado a ciudades cercanas a sus
comunidades de origen como El Tigre, Cantaura y Ciudad Bolívar y que allí se han
ido insertando en el sistema productivo nacional.
COSMOVISIÓN, CULTURA Y COSTUMBRES
Los kariñas mantienen muchas de sus tradiciones ancestrales, hay tres de
sus rituales que son considerados como los más importantes: ―el baile del
Akaatompo, celebrado el 1º y el 2 de noviembre, en esos días conmemoran la
reencarnación de los seres queridos que han fallecido. El día 1º se celebra con los
niños, quienes salen de casa en casa y van bailando y visitan las casas donde haya
fallecido un niño. La familia anfitriona los recibe con cantos, bebidas y comida. A
partir de las 12 de la noche, arrancan los adultos y exactamente igual van visitando
las casas y el cementerio.
El Bomankaano es un ritual que se realiza a los ocho días después de
muerta una persona; los familiares se bañan con un agua que se prepara con
cardón y piedras blancas, el agua se pone helada y ellos se bañan para tomar el
luto, esto representa para ellos la purificación del alma. El Bepeekotono, que es el
retiro del luto, cuando el difunto cumple un año de muerto. Esto consiste en quitarle
la pollina a la esposa del mismo, pues más que todo son las mujeres; sin embargo,
hay hombres que también lo hacen, ellos le brindan una botella de licor, o la bebida
típica de nosotros, que es el kashire, y quien le va a cortar el pelo debe tomarse
media botella de esa bebida que le está dando el que se va a quitar el luto.‖ Los
Kariña tienen un dios, un espíritu llamado Capuano, "El Señor de Todo". Creen
también en la religión católica, pero no mayoritariamente.
El pueblo kariña posee también una danza tradicional llamada "Mare Mare",
baile colectivo, grupal, para estrechar las relaciones del grupo. El canto es
monótono y grave, y se baila en círculo o rueda. Para los Kariña, tiene tanta
importancia el baile que los héroes celestiales crearon el mundo con el poder de la
danza, y toda la tierra es la obra mágica de los primeros bailarines. La propia
existencia de los seres humanos es el resultado del baile antiguo. Por eso, bailar es
asegurar la continuación de la existencia. Parece ser que en sus comienzos el
Mare-Mare era un simple canto. Luego le introdujeron instrumentos de viento como
la flauta o pitos, y el tambor Kariña (pequeño y de cuero de venado o chivo). Más
recientemente se le incorporó el cuatro y hasta guitarras y bandolinas. El Maremare
es un espectáculo muy vistoso. En las fiestas patronales de algunos pueblos lo
bailan por las calles los criollos con atuendo de indios. Según la leyenda, cuentan
que el cacique Mare Mare, que estaba ya muy viejo y enfermo, debió partir hacia el
sur y murió en el camino. Lo enterraron apresuradamente, sin poderle rendir el
homenaje que se merecía. Como desagravio, cada año su pueblo hacía una
peregrinación al lugar donde lo habían enterrado, cantaban, bailaban y recordaban
su vida. Así nació el Mare Mare, de una gran vitalidad, que se baila y se canta en
todas las fiestas Kariñas y que se ha convertido en el elemento fundamental de su
identidad.
Utilizan un vestuario muy colorido y los pasos que utilizan en esta manifestación
cultural son indígenas. Es una danza ritual, que ejecutan los pobladores de esta
comunidad, desde tiempos remotos. Al son de la música del mismo nombre realizan la
danza con varias figuras, conformando una coreografía propia que la caracteriza, todas
ellas, sin levantar el pie del suelo y en movimientos muy sincronizados, hacia adelante,
hacia atrás, abrazados y formando columnas o círculos. Estas parrandas comienzan el
primero de noviembre y terminan el tres del mismo mes.
ESTRUCTURA SOCIAL
Su estructura social está basada en la familia extendida, formada por un hombre
casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, más los maridos de éstas y sus
respectivos hijos.
En el pasado, vivían en chozas comunales; en la actualidad viven como los
campesinos, en pequeñas casas de paredes de adobe y techo de palma de moriche o
zinc.
Cada aldea o comunidad es autónoma y destaca la figura del dopooto o
"gobernador", cuyo liderazgo se basa en su prestigio personal, en sus dotes persuasivas
y en lo numeroso de su parentesco; sus decisiones no son impuestas sino fruto de la
consulta y del consenso.
El patrón de asentamiento tradicional es sedentario, en comunidades de tamaño
medio o en caseríos dispersos. Las comunidades, de origen misional colonial están muy
integradas a la sociedad criolla. Patrón Familiar: Tradicionalmente, las casas estaban
constituidas por familias extendidas, mientras que en la actualidad es más común la casa
unifamiliar. De esta manera, el sistema tradicional de vivencia de la nueva pareja en casa
de los padres de la novia, se ha trasformado: la nueva pareja construye su casa cerca de
la de los suegros del varón. Es importante resaltar que al aumentar el número de
individuos en una comunidad, esta se divide y se funda otra comunidad, según un
conjunto de reglas determinadas culturalmente por el sistema tradicional de parentesco.
SISTEMA ECONÓMICO
La producción económica de los kariña se basa en la antigua técnica de la
agricultura de conuco, la recolección estacional, la caza y la pesca. En lugares como La
Mesa de Guanipa, Anzoátegui, donde se concentra un importante porcentaje de la
población total de los kariña, este sistema tradicional de producción ha ido modificándose
debido, entre otros factores, a la explotación petrolera y al hecho de haber quedado
cercada la población kariña entre ciudades y hatos criollos.
Son tradicionalmente nómadas y actualmente viven un proceso de transición
a la vida sedentaria debido al avance de la explotación minera y agrícola moderna
sobre su territorio tradicional.
Su actual organización comunitaria está compuesta de un capitán electo por
cada comunidad, un capitán general electo por los capitanes comunales. Los Kari’ña
forman parte de la organización regional llamada Federación Indígena del Estado
Bolívar (FIB).
La etnia Warao habita el Delta del Orinoco en Venezuela y las regiones
pantanosas adyacentes en Guayana. Favorecidos por la inaccesibilidad de la zona,
los Warao han vivido allí y representan la etapa final de una migración precolombina
hacia el Este.
En los hábitat pantanosos del Delta del Orinoco, encontraron un refugio
eficaz ante el expansionismo de las etnias Arawakos y Caribes. Su designación
tribal Warao es autóctona y significa gente de las curiaras u hombre del agua.
Los Warao son gente de naturaleza nómada y ante todo, poseen una
orientación cultural acuática. También algunos de ellos son denominados Joanarao;
moradores de las aguas negras; debido a que habitan zonas ribereñas donde el
agua es más oscura debido al alto contenido de materia orgánica.
Fisonómicamente, son hombres de estatura pequeña no mayor a 1,60 metros, con
el tórax desarrollado, tez cobriza, pelo negro lacio y ojos algo achinados de color
castaño.
COSMOVISIÓN, CULTURA Y COSTUMBRES
El mundo mágico religioso es controlado por tres especialistas el wisidatu, el
hoarotu y el bahanarotu, quienes controlan las fuerzas sobrenaturales que
ocasionan las enfermedades en los diversos poblados. La cosmovisión de los
Warao establece que hay dos fuerzas que rigen la realidad, el Hebu, asociada con
el viento, humo, etc. y el Kanobo que tiene que ver con las piedras misteriosas que
guardan los wisidatus dentro del torotoro y que ellos consideran como antepasados
o con las piedritas contenidas en las maracas y en general con los amuletos que
guardan o cuelgan en sus collares. Según la mitología, Kuai-mare o Hebu-Betere es
un espíritu con forma de Warao que siempre anda con la cara tapada para no
provocar vientos, huracanes o terremotos, pero que una vez al año se levanta y
provoca las grandes crecientes del río. Otro fenómeno también asociado con el
Hebu por su carácter cíclico y misterioso es la menstruación de la mujer, a quien se
le recluye en casas especiales durante este período.
El wisidatu es un personaje bondadoso en el que recae el papel de
curandero, además de oficiar el culto por medio de las ofrendas del moriche.
Su alimentación básicamente depende del moriche que complementan con
la recolección de frutos, la caza y la pesca. La yuca amarga también juega un papel
importante, con ella preparan el casabe y el Kasiri que lo beben mucho en diversos
festejos como las cangrejadas en la barra del Orinoco, la caza de iguanas o los
mare-mare Warao que son fiestas en las que resalta una música ejecutada por
violines fabricados por los propios Warao.
Sus fiestas son en honor a la fertilidad y la vida, aunque su verdadera
finalidad es tratar de controlar las crecidas de los ríos.
Estas fiestas muy importantes, forman en su conjunto el Nahanamu‖ ,
durante las mismas no se permite la embriaguez y pueden llegar a durar varios días
ya que en ellas se desarrolla un complejo programa ritual. Muchos de estos actos
son dedicados a la infancia Warao, se pide a la diosa Yajuma que interceda por
ellos para evitar que mueran por el tifus o las diarreas que son producto de la
ingestión de aguas revueltas. Gran parte de la ceremonia es precedida por
hombres, la mujer generalmente queda en un segundo plano. Igualmente es muy
importante la vigilia como parte del festejo a Yajuna.
Sus principales actos son los cantos corales, las danzas, juegos,
representaciones humorísticas y ofrendas.
Los cantos corales que acompañan a las danzas siempre son acompañadas
por el ―clarinete warao‖ y diversas flautas fabricadas con huesos de
animales.
Los juegos son por lo general demostraciones deportivas de gran habilidad
corporal; uno de ellos es la lucha del ―najakara‖, en este juego los
competidores luchan frente a frente protegidos con unos escudos -
broqueles-.
Las representaciones teatrales de tipo jocoso o mítico son imitaciones de
araguatos, de pájaros, de mujeres con parodias sexuales ―el baile de la
culebra loca‖ o cuando el wisidatu lanza al aire la ―duadona‖ -vara que
simboliza dicho baile- como una flecha, para que al día siguiente sea llevada
a la casa del wisidatu, hogar de Hebu.
ESTRUCTURA SOCIAL Y POLÍTICA
La sociedad Warao está constituida por grandes familias que mantienen
lazos de parentesco. Son monógamos, aunque algunos ancianos o líderes pueden
tener más de una mujer (preferiblemente hermana de la primera). Ellos practican el
levirato, es decir, que el cuñado puede casarse con la esposa de su hermano
cuando ésta enviuda.
En el matrimonio Warao prevalece cierta endogamia local. La autoridad de la
mujer se refleja en el matriarcado. Por lo general las mujeres se casan a los quince
años y la familia o núcleo familiar se compone de la pareja y cinco a ocho hijos en
promedio.
Políticamente los Warao se encuentran orientados bajo la influencia de un
hombre mayor y experimentado que en su idioma denominan ;aidamo, araobo o
idamo; cuyo significado es el jefe, el más anciano. Dicha autoridad cuenta con la
ayuda del comisario o ;arukari; que significa el del rolo o el tolete y actúa como
policía. El resto de las personas se denominan ;nebu;, es decir, hombre de trabajo.
Los Warao reconocen tres diferentes tipos de practicantes religiosos: el
médico, el shaman y el sacerdote. El primero cura las enfermedades o ;bahana;
originada por la penetración de algún objeto material en el cuerpo. El segundo, cura
al que sufre de ;hoa; es decir enfermedades producidas por la introducción en el
cuerpo de tóxicos generados por plantas y animales. El tercero se encarga de curar
al espíritu del ;hebu; ocasionados por una entidad metafísica o por posesión del
espíritu de un antepasado. Este último practicante religioso también se le conoce
como el ;wisitatu; un sacerdote supremo muy cercano a la corte del Dios supremo y
es la máxima autoridad política y religiosa.
Las actividades en el hogar Warao se inician temprano, entre las cinco y seis
de la mañana. Las mujeres preparan la comida, mientras los hombres afilan los
machetes y arreglan las redes y trampas para salir a la selva o al conuco. Los niños
su única obligación es jugar. Durante el transcurso del día, las mujeres se quedan
en casa tejiendo y realizando labores domésticas. Sin embargo cabe destacar que
algunas salen en la curiara de pesca. Llegada la noche, se reúnen en torno al fogón,
descuelgan sus chinchorros y conversan hasta que se duermen.
SISTEMA ECONÓMICO
Hoy día pese a que los Warao tienen un sistema económico tradicional
basado en la pesca, caza y recolección, mantienen huertos de ocumo, yuca,
cambur, plátano, maíz y arroz. Sin embargo, la palma moriche u OJIRU (árbol de la
vida) es la especie de su hábitat natural que más recursos les ofrece.
De la médula extraída del tallo una vez de lavarla y diluirla, obtienen una
harina fina que denominan YURUMA y es considerada como el único alimento
propio del hombre y, más aun, digno de ser ofrecido a sus antepasados. Servida
con pescado la fécula del moriche recibe el nombre de NAJOROWITO, es decir, la
verdadera comida que puede ser conseguida gran parte del año y ha suplido a los
Warao una dieta abundante y bien balanceada durante milenios. La YURUMA es
extraída del tronco de la palma antes de la floración, que es cuando la fécula está
disponible. Con este almidón elaboran la harina con la que hacen unas tortas muy
delgadas parecidas al casabe.
Lamentablemente hoy día muchas comunidades Warao han sustituido de su
dieta este alimento por harina de trigo, que consumen cruda mezclada con azúcar y
que obtienen en los mercados de la Horqueta y Tucupita. Del tronco de la palma
extraen un líquido que fermenta y de esta forma elaboran el vino de moriche
llamado en su lengua NOJOBO. Es importante destacar, que debido a los efectos
de transculturización, esta etnia ha sustituido en niveles alarmantes este vino natural
por bebidas alcohólicas comerciales.
Del tronco del moriche u OJIRU extraen las larvas del coleóptero
Rynchosphorus palmarum que consumen crudas o asadas y son consideradas un
excelente manjar, que en su idioma denominan YOMO. Así mismo, obtienen un
líquido azucarado del tallo que utilizan medicinalmente para contrarrestar la diarrea
y recuperar las energías durante las faenas diarias. Por último, la parte externa del
tronco de la palma moriche es utilizada para elaborar el NAJA YASI, sombrero ritual
que utilizan en sus bailes ceremoniales.
Otras de sus obras manuales son las curiaras vitales para los Warao ya que
son su medio de transporte. Estas son elaboradas con madera de cedro (Cedrela),
ceiba (Ceiba pentandra), cachicamo (calophyllum) o cualquier otro que a su juicio
sea un buen árbol. Una vez obtenido el árbol adecuado, le eliminan la corteza y
excavan el tronco hasta la profundidad adecuada. Luego de darle forma, pasan al
proceso de quema; para ello utilizan hojas de palmas como combustible y cubren
con barro aquellas partes de la curiara que no desean quemar.
A pesar de la sedentarización por la agricultura extensiva de bajo
insumo, los productos silvestres siguen formando parte de su dieta tales como los
frutos de moriche, las larvas de coleóptero o YOMO, jobo (Spondias Bombin), purgo
(Manilkara bidentata), carapa (Carapa guianensis), guayabo (Marliera sp), seje
(Oenocarpus sp), aguacatillo (Hieronima sp), manirote (Annona sp) y guamo (Inga
sp) entre otros.
La actividad de pescar es llamada YABA y los pescadores YABAMOS.
Según la zona escogida varía el método de pescar por ejemplo: en aguas poco
profundas utilizan el arco, flecha, el arpón, trampas y barbasco.
Las trampas son un empalizado llamado NOBA elaborada con moriche las cuales
son colocadas en la boca de los caños para evitar la salida de los peces. De esta
forma logran reunir los cardúmenes y capturan con sus arpones y flechas la presa.
En aguas profundas emplean redes, flotadores y anzuelos. Como carnada emplean
dos tipos de frutos: el JIMURE o rábano de agua (Montrichardia arborescens), y la
carapa (Carapa guianensis) llamada en su lengua JIORU.
Aparentemente no es una actividad primordial entre los Warao, pero entre
sus presas de caza se encuentran el picure (Dasyprocta sp) y la danta (Tapirus
terrestre).
En el mercado artesanal se venden numerosos productos obtenidos de la
fibra del moriche tales como: cestas, bolsos, chinchorros, alpargatas y sombreros.
También son comercializados los frutos enteros o procesados como pulpa o queso
de moriche. Así mismo tienen gran demanda las figuras de animales talladas con la
raíz del sangrita.
MODELO DE JUSTICIA
Los líderes Warao no son sombrados, sino reconocidos por la comunidad, un jefe
Warao es un hombre que ha demostrado tener una serie de habilidades y conocimientos,
principalmente en lo relativo a lo espiritual, la naturaleza y el cultivo de las buenas
relaciones entre los miembros de la comunidad. Se legitima cuando demuestra tener el
apoyo familiar que requiere para probar que es generoso, justo y capaz de mantener el
orden y la armonía.
A la hora en que surjan conflictos, el jefe será consultado por todos, pues habrá
dejado ver que puede apaciguar a los involucrados y logrará hallar soluciones que
satisfacen a todas las partes, no se impondrán decisiones del jefe, ni siquiera en los
casos de conflictos. Así es como tradicionalmente se ejerce la autoridad en el mundo
Warao, siempre orientada a la consecución del bien colectivo.
El hombre que logra mantener a su lado los miembros de su familia, yernos,
hermanos y cuñados, tienen mayores posibilidades de organizar frecuentes y abundantes
fiestas, pues goza del aporte del trabajo de sus yernos, cuñados y hermanos. Además de
demostrar su capacidad y posibilidades de compartir comida y bebida, lo cual prueba su
generosidad, este hombre ha de orientar a la comunidad en el mantenimiento del sagrado
equilibrio entre la raza humana, el ambiente y los espíritus.
Hay otros métodos que ayudan a establecer rangos entre los hombres, entre
ellos se encuentran los bailes religiosos, en los cuales, a través de la evaluación del
desempeño de cada prospecto, se le asigna a cada hombre un papel en la comunidad.
Otro método, es la asignación de roles a cualquier hombre, tales como, constructor de
curiaras, en donde hay que saber el momento y cómo ha de cortar el árbol.
Los Warao realizan una práctica de convivencia que consiste en una conversación entre
ancianos todas las mañanas, en este consejo, llamado ―monikata‖, se discuten asuntos
importantes para la comunidad, donde se establecen algunos lineamientos para el
desarrollo de las actividades diarias, tradicionalmente la discusión se hace desde los
chinchorros, cada anciano escucha la opinión de su mujer y es portador de ellas ante los
demás ancianos. No obstante, durante la monikata las mujeres y los jóvenes presentes,
deben permanecer callados.
En el ámbito político, en sus orígenes los Warao se encontraban orientados bajo
la influencia de un hombre mayor y experimentado que en su idioma denominan:
―aidamo‖, ―araobo‖ o ―idamo‖; cuyo significado es el jefe, el más anciano. Dicha autoridad
cuenta con la ayuda del comisario o ―arukari‖; que significa el del rolo o el tolete y actúa
como policía. El resto de las personas se denominan ―nebú‖, es decir, hombre de trabajo.
Sin embargo, en la actualidad, bajo la influencia de la colonización y de los
criollos, los cargos políticos Warao están dirigidos por un anciano, quien ejerce el rol de
gobernador, llamado ―kobenahoro‖; acompañado de un capitán denominado ―kabitana‖; y
de un fiscal que se llama ―bisikari‖, además se designa el ―yaota arotu‖, que significa
dueño del trabajo; estos representantes tienen como papeles principales la organización
tanto del trabajo comunal como de los eventos culturales y tradicionales. Además, existe
la figura del ―dibatu‖, quien interviene en las negociaciones entre conjuntos familiares y
miembros de una misma comunidad. Estos títulos se asignan esencialmente a los
hombres mientras que dentro del hogar, la autoridad y la organización es matriarcal.
Las comunidades indígenas yanomami viven en la selva tropical y ocupan un
territorio que se extiende de ambos lados de la frontera entre Venezuela y Brasil. Más de
la mitad de los miembros de la etnia yanomami se encuentran del lado venezolano, en los
Estados Amazonas y Bolívar. La sociedad, hoy día, designada bajo el nombre
"yanomami", está dividida, desde un punto de vista lingüístico, en cuatro subgrupos: los
yanomami, que viven esencialmente en Venezuela (Estado Amazonas); los yanomami,
asentados en el Brasil; los sanema y los yanam, que se encuentran al norte de su
territorio (Estado Bolívar) y que se distribuyen de ambos lados de la frontera entre
Venezuela y Brasil. Juntos constituyen la familia lingüística yanomami (o yanoama).
Fueron inicialmente conocidos como waika (o guaica), guaharibos, shamatari, shiriana,
etc., antes de que fuera usada su propia auto-denominación. El término "yanomami"
significa "ser humano", "la gente".
COSMOVISIÓN, CULTURA Y COSTUMBRES
Un rasgo particular de la cultura material Yanomami es el Shapono, lugar de
residencia colectiva. Consiste éste en una estructura circular paraviento construida
alrededor de una plaza expuesta a la luz, con su interior dividido en varias piezas
familiares. El techo se construye a manera de alero, de una pieza o fraccionado, aunque
se ven modificaciones, como en el Alto Ocamo donde los techos son a dos aguas y las
casas de forma rectangular y cerradas, tipo campesino. Estas casas fueron frecuentes en
el área en dónde nosotros trabajamos, desde la Misión de Santa María de los Guaicas,
en la boca del Ocamo, hasta los raudales de Arata.
En el interior del Shapono se distribuyen dos series de pilares a manera de
triángulo, alrededor del cual los Yanomami colocan sus chinchorros. En el centro se
dispone de un gran fogón que sirve de alumbrado y de cocina colectiva. El Shapono
Yanomami, más allá de su función residencial, refleja la cosmovisión de la etnia, la
organización social y la visión del tiempo y del espacio de estos indígenas. Se dice
también que el corte de cabello en forma de tonsura es también la representación del
chapono y asimismo, de su concepción del cosmos.
Las mujeres Yanomami hilan algodón para hacer prendas de vestir (guayucos,
correas), hamacas, adornos y andaderas para que los niños aprendan a caminar. Los
hombres confeccionan cabuyas y cuerdas con fibras de plantas y árboles como el
yagrumo, curagua y mamure. Algunos hombres también elaboran una especie de
cinturón, llamado wao, que en realidad es como si fuera un guayuco masculino, y de él se
amarran el miembro viril para seguridad.
Confeccionan cestas que sirven para el transporte de objetos pesados, leña y los
productos del conuco; así como también ollas de alfarería que sirven para preparar su
alimentación, pero muy especialmente para la realización de sus rituales, como el rehaju,
que es el ritual de la ingestión de las cenizas de sus muertos. También preparan tintes
para a la decoración del cuerpo y de sus cestas, los colores más destacados son el ocre
rojo y el color negro sacado del hollín.
Finalmente, los yanomami preparan el yopo, usado como alucinógeno el cual
insuflan utilizando una caña en sus abundantes rituales chamánicos. También extraen el
curare, que es un veneno destinado especialmente para la guerra. El yopo es la
combinación varias plantas, pero muy especialmente es la semilla del árbol EBENA.
Los Yanomami poseen una muy interesante cosmovisión, que se vislumbra a través de
sus diversos mitos que explican el origen de la tierra, el cosmos, la naturaleza y de los
fenómenos naturales, y así se norman las relaciones de parentesco. Para los Yanomami
el cosmos comprende varias capas superpuestas. Una de ellas es la del ―mundo de
arriba‖ o de las almas, el cual está representado por el vientre de la serpiente
tragavenado; o Anaconda. Este es el mundo celeste, que se diferencia del mundo
terrenal por la abundancia de frutos que existe en él, más que en la naturaleza.
La capa de los hombres (hei he misi) está en posición intermedia y en ella habitan
también los ―aparecidos‖ y los Hékura o espíritus del bosque, cuya presencia benéfica es
de gran importancia en la vida de la comunidad. En el mito que comprende esta
dimensión se explica también la llegada de los criollos, así como de las enfermedades
atribuidas a Omayari, asociado al arco iris, visto aquí como un ente maléfico.
Otro de los mitos define el mundo inferior, compuesto por una capa de agua, asociado a
lo húmedo y lo podrido, que tiene su origen en el choque de la tierra con el cielo.
Los Yanomami poseen un animal de poder, doble o noreshi que representa el
linaje de cada individuo y con ello su identificación social. Cada individuo mantiene con su
noreshi una estrecha vinculación, al punto de que la enfermedad o muerte de uno de ellos
trae por consecuencia la de otro, familiar o no. Atribuyen los accidentes y enfermedades a
causas sobrenaturales acarreadas por la agresión mágica de un chamán o un demonio.
Estas pueden producirse a través de la ―captura de la fuerza vital‖, a través del noreshi o
de la magia poderosa de un chamán maléfico.
En sus festividades, los Yanomami no utilizan instrumentos musicales de ningún
tipo. El canto y su cuerpo son las manifestaciones más dinámicas de su expresividad
plástica, ya sea en las celebraciones por abundancia de cosecha o en el desarrollo del
Reahu, que es la ingestión de las cenizas de los huesos pulverizados de sus muertos,
que tiene para ellos una alta significación religiosa y es muy común entre ellos la ingestión
de yopo.
Podría afirmarse que un yanomami no puede vivir sin yopo y que hasta es una
actividad casi diaria, la cual realizan aún en sus viajes, pero muy especialmente para
curar o porque alguien lo necesita para saber de su destino y espera la recomendación y
orientación del chapori o chamán. Los chamanes, como lo pudimos comprobar, son muy
frecuentes, en una comunidad pueden convivir varios, jóvenes, recién iniciados o
chamanes mayores y cada uno se dedica a sus labores más destacadas sin que exista
conflicto.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
La familia nuclear, monogámica o poligámica, constituye la unidad básica social
Yanomami. Varias de ellas viven dentro de la vivienda comunal o chapono donde ocupan
un espacio triangular, definido por la ubicación de los chinchorros alrededor del fogón. A
veces establecen más de una residencia, como en el caso de algunos grupos Sanemá,
que construyen siempre una casa cercana a cada uno de los conucos que poseen,
bastante distantes unos de otros.
La mayor proporción de uniones Yanomami es de tipo monogámico, aunque
practican también la poligamia, ya sea poliándrica o poligínica. La escogencia de la pareja
para el matrimonio no es libre, sino que deben respetarse las normas parentales que
establecen como debe realizarse, preferentemente, entre primos cruzados. Sin embargo
por distintas razones de orden político, económico y de linaje, el cumplimiento de estas
normas se ve frecuentemente impedido o alterado y los Yanomami pelean o hacen
guerra por sus mujeres entre otros grupos del área.
Los Yanomami se componen de grupos domésticos, donde manda una
entidad político-económica creada por ellos, es decir, autónoma, propia,
independiente. Ellos son los que se imponen a sí mismos; es su práctica social la
que decreta el poder. Viven en casas plurifamiliares, donde entra en juego el
parentesco, ya que en estas casas conviven preferentemente¡entre primos!
Así aseguran una unión, por parentesco natural, de varias personas que
descienden de la misma raíz; no importa que los integrantes de la casa aumenten
notablemente, ya que la aldea mantendrá los lazos familiares puesto que uno de los
grupos se trasladará a un lugar cercano. En este sentido, entre las aldeas próximas
se forman conjuntos multicomunitarios, es decir, alianzas de casas y aldeas en una
misma asociación. De esta manera, queda definida la organización socio-política del
pueblo, ya que estas agrupaciones pueden constituirse simplemente por medio de
proceder a esclarecer quién pertenece al grupo y quién es el ―no- pariente‖, como
denominan ellos, que es el extraño al grupo, el extranjero. Sirve, en definitiva ,para
diferenciar entre grupos multicomunitarios. Una manera de salvaguardar el núcleo
familiar, de proteger la comunidad – o la multicomunidad- aunque lo que prevalece
es que los Yanomami no admiten a nadie que no haya nacido allí, a todo aquel que
no sea considerado ―pariente‖; no le dan la posibilidad de acercarse a ellos porque
los temen y son considerados una amenaza.
SISTEMA ECONÓMICO
Las formas de subsistencia de los Yanomami han sido objeto de polémicas
discusiones, muchos autores los definen como esencialmente agricultores, estimando
además que los productos de cultivo representan casi el 80% del total de productos
consumidos. Otros los definen como cazadores y recolectores. Nosotros pudimos
observar que realizan ambas labores, pero que entre ellos predomina la caza y la
recolección.
El plátano constituye el rubro alimenticio fundamental de los Yanomami del cual
cosechan distintas variedades; asimismo, se destaca la yuca amarga y dulce, y el maíz.
En menor escala producen ocumo, algodón, tabaco y caña de azúcar, así como también
algunos frutos y plantas silvestres. Para la siembra en los conucos utilizan la rotación de
cultivos. La yuca amarga, no era hasta hace unos 10 años, una planta cultivada por ellos
sino por sus vecinos Yekwana, pero ahora, la cultivan y hacen cazabe. Técnica que es
bastante sofisticada.
Se puede afirmar que los Yanomami practican la cacería como una importante
actividad de subsistencia, constituyendo ésta, además, una forma de obtener
reconocimiento social, aspecto que para ellos es muy importante. Entre las presas más
solicitadas se cuentan: el váquiro, el venado, el mono, la lapa, el danto, (tapir), chiguire y
también aves, pavos de monte y pájaros. Utilizan el arco y la flecha confeccionados por
ellos mismos con madera de macanilla y fibra vegetal. para la cacería, utilizan el curare
cuya preparación está a cargo del chamán, siendo elaborado y distribuido en medio de un
ritual sagrado. La pesca es la actividad menos importante entre los Yanomami, utilizando
la técnica del barbasco, el arco y la flecha, y en la actualidad se ha hecho frecuente el
empleo del anzuelo y además, con sus cestos, llamados shote, que son como cernidores,
agarran sardinas en los numerosos caños del área.
Practican la recolección, tanto de frutas silvestres como de insectos y animales
pequeños, miel y huevos, los cuales constituyen un fuente secundaria de subsistencia. Se
observa un importante consumo de la fruta de la palmera pijiguao hacia el mes de
noviembre-diciembre, realizándose durante su cosecha la denominada ―fiesta del
Pijiguao‖. Constituye éste uno de los eventos festivos que realizan durante el verano
(diciembre-febrero), temporada propicia para el encuentro intergrupal e interétnico.
Los Yanomami reciben a sus vecinos y aliados, a quienes con antelación invitan a
la realización de un gran festín de comida y bebidas, en donde el más apreciado
banquete lo constituye el producto de la cacería realizada días antes. Igual lugar de
apetencia, por parte de huéspedes e invitados, tiene el plátano cosechado en los
conucos, sin embargo, el ofrecimiento y consumo de la fruta madura de la palma de
pijiguao reviste singular importancia, dedicándose todo el grupo anfitrión a la limpieza y
decoración del Shapono (poblado y gran casa comunal), a la recolección de los frutos y
preparación de la comida, la cual colocan en abundantes hojas de plátano sobre el piso y
desde allí son repartidas las presas, según el grado social de cada quien.
Las distintas actividades de subsistencia las cumple toda la familia nuclear, sin que haya
una verdadera separación de tareas por edad y sexo.
MODELO DE JUSTICIA
Su sociedad se organiza alrededor de los grupos de parentesco, cada uno
de ellos representado en el consejo por anciano más ―competente‖. Este consejo es
el que resuelve las cuestiones políticas.
El prestigio y respeto se fundamente en la capacidad carismática para influir
en las opiniones de los demás, y zanjar disputas, así como para mantener la moral
del grupo y sopesar las consecuencias de los conflictos con otras comunidades.
Estos líderes carismáticos, se convierten en jefes que en situaciones críticas
deben motivar a los guerreros para la lucha, práctica habitual de estas tribus. El
cargo, además de no ser permanente, no supone ningún tipo de privilegio material.
En la cultura yanomami el valor y la seguridad en uno mismo son virtudes
admirables en ambos sexos, por lo que lo niños son educados desde muy pequeños
a no demostrar miedo frente a sus oponentes. Las provocaciones son comunes en
la vida cotidiana de estos poblados, lo que ocasiona no pocos conflictos verbales
que a veces terminan resolviéndose por medio de las armas. Todos los
enfrentamientos se rigen por normas estrictas que los adversarios deben respetar.
Lo mismo sucede en las peleas entre aldeas. Para los yanomamis, la guerra
forma parte de sus vidas. Muchas veces las aldeas son atacadas por los poblados
vecinos con los que más tarde es posible que formen alianza para enfrentarse a
otros grupos cercanos. Es una situación política de tensión, en la que cada aldea
debe mostrar su fuerza y ferocidad. El desencadenante de estas luchas es muchas
veces un robo de comida, una práctica adúltera, un simple insulto, o bien, la
sospecha de un conjuro maléfico ejercido sobre algún integrante de la aldea
atacante.
Aunque estos enfrentamientos conllevan el asesinato de algún miembro
desprotegido del poblado atacado, la forma más salvaje de violencia sucede en los
―Nomohori‖ o trampas. Consisten en la alianza entre un poblado amigo y otro
enemigo de un tercero que se convierte en la víctima. La aldea que mantiene buena
relación con estos terceros, les invita a una fiesta. Tras ella, y mientras los invitados
descansan, son masacrados por el poblado enemigo, que ha urdido el plan
conjuntamente con los anfitriones. Las mujeres son hechas prisioneras y repartidas
entre los dos grupos victoriosos.
Los yanomami no tienen penalizaciones duras como cárcel, ni cosas así. Lo peor
que le puede pasar a una persona es ser excluida del grupo. Cuando alguien está
molestando a los demás, se le manda a la selva donde se queda un tiempo solo. Ellos
dicen que va a ―enfriar la cabeza‖. Después vuelve más tranquilo y a todo el mundo se le
ha olvidado el motivo del enfado.
CONCLUSIONES
Tres familias lingüísticas dividen principalmente a los grupos étnicos: la
arauaca (guajiro, paraujano, baniva, curripaco, yavitero, piapoco, guarequena, baré,
aruaco); la caribe (cariña, pemón, maquiritare, panare, yabarana, yucpa, japreria,
acahuayo, mapoyo, chaima) y la chibcha (barí, tunebo). Las demás etnias
(yanomami, guarao, yaruro, guajibo, piaroa, puinabe, joti, sapé y arutaní) no tienen
filiación precisa.
Aunque cada etnia tiene sus características específicas tienden a predominar
las familias extensas con algunos casos de organización en clanes, la poligamia
está casi generalizada, hay pluralidad de divinidades, son culturas de una gran
coherencia interna por su persistencia en el tiempo; y la artesanía, la música, los
bailes y la literatura son manifestaciones utilitarias y creativas a la vez. En lo
económico, casi todas las etnias combinan la recolección, caza y pesca con la
agricultura itinerante.
Hoy día los indígenas venezolanos gozan de una verdadera independencia,
una independencia que se originó en el año 1810, pero que no fue sino hasta en
1999 cuando comenzó a tomar forma, pues ahora reina la igualdad, los derechos y
la paz, luego de una larga e intensa lucha y tras 500 años de exclusión, abandono y
dominación, los pueblos indígenas venezolanos hoy en día ven materializados sus
sueños, los cuales parecían imposibles hacer realidad.
En el año 1999 se aprueba en el país la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, siendo esta el instrumento jurídico que cambió la historia
de vejaciones contra los originarios que se tuvieron por parte de quienes gobernaron
el país antes de la administración de Chávez, dándoles poder político,
reconocimiento a su organización social, económica y cultural.
Con la promulgación de la Constitución Bolivariana, en 1999, se logró incluir
un capítulo especial para reconocer los derechos de los pueblos indígenas, mientras
que en la Constitución de 1961 sólo había un artículo que hablaba de un régimen de
excepción. La Constitución de 1961 era un instrumento elaborado con el
pensamiento colonialista y discriminatorio las comunidades indígenas no tenían ni
voz ni voto en las instituciones públicas, pues representaban el atraso y la
ignorancia, por lo que buscaban la manera de borrarlos y someterlo
intelectualmente.
En 1999 se dio inicio una etapa de reivindicación, de valorización para los
pueblos indígenas venezolanos. Otras Leyes avalan el empoderamiento de los
indígenas ya que el nacimiento de la Carta Magna originó unas seis leyes a favor de
los pueblos originarios: Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (27 de
diciembre de 2005); Ley de Idiomas Indígenas (28 de julio de 2008); Ley de
Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas (06 de febrero del
2009); Ley de Artesanos y Artesanas Indígenas (04 de enero del 2010); Ley de
Demarcación y Hábitat de los Pueblos Indígenas, entre otras.
Es por todo esto y fundamentados en las bases filosóficas del nuevo
profesional de Estudios Jurídicos que es de vital importancia el estudio de esta
unidad introductoria en la que se conoció la realidad de las comunidades indígenas
más representativas de nuestro país así como el conocimiento de sus costumbres y
creencias dentro de las que establecen regímenes o modelos jurídicos para resolver
conflictos que dentro de su modo de vida y sabiduría.
REFERENCIAS
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Pág. 20.
Setién Peña, Adrián (1999) Realidad Indígena Venezolana. Centro Gumilla.
Curso de Formación Sociopolítica Nª 28. Caracas. Págs. 36-54.
Salcedo Bastardo, José Luisa. (1976) Historia Fundamental de Venezuela.
Universidad Central de Venezuela. Caracas.
Siso, Carlos (1982). La formación del pueblo venezolano.
Escritorio Siso. Barcelona - España.
Setién Peña, Adrián (1999) Realidad Indígena Venezolana.
Centro Gumilla. Curso de Formación Sociopolítica.
Nª 28. Caracas.
www.enlaceindigenas.gob.ve/
www.enlaceindigenas.gob.ve/
www.venezuela-us.org/es/comunidades-indigenas-venezolanas/