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LIBROS Y NOMBRES DE CASTILLA-LA MANCHA SEPTUAGESIMOSÉPTIMA ENTREGA 77 Año III/ 2 de agosto de 2012 José María Ureña Implicaciones territoriales de la Alta Velocidad Ferroviaria: una perspectiva española Ed. Ashgate El profesor de la UCLM José María Ureña ha editado el libro Implicaciones Territoriales de la Alta Velocidad Ferroviaria: una perspectiva española en el que se analiza su participación en la dinamización regional o en la transformación de ciudades. La publicación, estructurada en cuatro partes, presenta los 20 años de experiencia de la Alta Velocidad en el territorio nacional. La editorial Ashgate ha publicado el libro Implicaciones Territoriales de la Alta Velocidad Ferroviaria: una perspectiva española, editado por el profesor de la Universidad de Castilla- La Mancha en Ciudad Real (UCLM) José María Ureña en el que se presenta los 20 años de experiencia de la Alta Velocidad Ferroviaria (AVF) en el territorio nacional. Resultado de varios años de trabajo y de varios proyectos de investigación del Plan Nacional esta publicación analiza la participación de la Alta Velocidad Ferroviaria en la dinamización regional o en la transformación de las ciudades. La colaboración de profesores de las universidades de Cantabria, Lleida y Zaragoza ha facilitado que veinte años después de la puesta en funcionamiento de la primera línea de Alta Velocidad Ferroviaria en España se aporte, con sofisticadas elaboraciones estadísticas y numerosas encuestas, una radiografía de la aportación territorial de esta nueva forma de transporte. Asimismo, debate las implicaciones territoriales a escalas nacional, regional y local e incide en las ventajas e inconvenientes de desviar la ruta más corta para llegar a ciudades intermedias, la selección de los lugares más apropiados para ubicar las estaciones o las transformaciones urbanas en las proximidades de las estaciones. Por ello, este libro facilitará su explicación no solo en España sino en otros países que consideran el éxito de la Alta Velocidad en España (AVE) no sólo económico, sino territoriales. Además, cuenta con la participación del profesor Gabriel Dupuy de la Universidad de París 1 Pantheon- Sorbonne, precursor de los estudios de las redes de transporte y de servicios en la ordenación del territorio, y el profesor Roger Vickerman de la Universidad de Kent, conocido por sus evaluaciones de las inversiones en transporte. Estructurado en cuatro partes, la primera de ellas analiza la evolución en España de la AVF, su experiencia europea, así como el marco conceptual de la AVF. El debate socio-económico y de transporte en el que se desarrolla el AVE, el contexto demográfico y socio- económico del desarrollo espacial español, la evaluación de la accesibilidad producida por la red de

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Page 1: 77 entrega

LIBROS Y NOMBRES

DE CASTILLA-LA MANCHA

SEPTUAGESIMOSÉPTIMA

ENTREGA 77

Año III/ 2 de agosto de 2012

José María Ureña

Implicaciones territoriales de la

Alta Velocidad Ferroviaria: una

perspectiva española

Ed. Ashgate

El profesor de la UCLM José María

Ureña ha editado el libro Implicaciones

Territoriales de la Alta Velocidad

Ferroviaria: una perspectiva española en

el que se analiza su participación en la

dinamización regional o en la

transformación de ciudades. La

publicación, estructurada en cuatro

partes, presenta los 20 años de

experiencia de la Alta Velocidad en el

territorio nacional.

La editorial Ashgate ha publicado el

libro Implicaciones Territoriales de la

Alta Velocidad Ferroviaria: una

perspectiva española, editado por el

profesor de la Universidad de Castilla-

La Mancha en Ciudad Real (UCLM)

José María Ureña en el que se presenta

los 20 años de experiencia de la Alta

Velocidad Ferroviaria (AVF) en el

territorio nacional.

Resultado de varios años de trabajo y de

varios proyectos de investigación del

Plan Nacional esta publicación analiza

la participación de la Alta Velocidad

Ferroviaria en la dinamización regional

o en la transformación de las ciudades.

La colaboración de profesores de las

universidades de Cantabria, Lleida y

Zaragoza ha facilitado que veinte años

después de la puesta en funcionamiento

de la primera línea de Alta Velocidad

Ferroviaria en España se aporte, con

sofisticadas elaboraciones estadísticas y

numerosas encuestas, una radiografía de

la aportación territorial de esta nueva

forma de transporte. Asimismo, debate

las implicaciones territoriales a escalas

nacional, regional y local e incide en las

ventajas e inconvenientes de desviar la

ruta más corta para llegar a ciudades

intermedias, la selección de los lugares

más apropiados para ubicar las

estaciones o las transformaciones

urbanas en las proximidades de las

estaciones.

Por ello, este libro facilitará su

explicación no solo en España sino en

otros países que consideran el éxito de

la Alta Velocidad en España (AVE) no

sólo económico, sino territoriales.

Además, cuenta con la participación del

profesor Gabriel Dupuy de la

Universidad de París 1 Pantheon-

Sorbonne, precursor de los estudios de

las redes de transporte y de servicios en

la ordenación del territorio, y el

profesor Roger Vickerman de la

Universidad de Kent, conocido por sus

evaluaciones de las inversiones en

transporte.

Estructurado en cuatro partes, la

primera de ellas analiza la evolución en

España de la AVF, su experiencia

europea, así como el marco conceptual

de la AVF. El debate socio-económico

y de transporte en el que se desarrolla el

AVE, el contexto demográfico y socio-

económico del desarrollo espacial

español, la evaluación de la

accesibilidad producida por la red de

Page 2: 77 entrega

transportes españoles en la primera

década del siglo XXI, y las

características de la movilidad de los

servicios de alta velocidad de media

distancia marcan la segunda parte del

libro.

De igual modo la tercera incide en las

implicaciones territoriales a varias

escalas espaciales. De ahí que se

aborden estas implicaciones desde una

escala nacional y regional; se analice la

Alta Velocidad en las ciudades

españolas, así como la accesibilidad

regional a la AVF. Por lo que respecta a

la última parte, ésta realiza una

evaluación económica de la AVF en

España. Resaltar también que esta

publicación cuenta además con

cuestiones necesarias para la

planificación territorial elaborado por el

editor de Implicaciones Territoriales de

la Alta Velocidad Ferroviaria: una

perspectiva española.

Gabinete de Comunicación UCLM.

Ciudad Real, 23 de julio de 2012

Te vas a reír cuando te lo cuente

Félix J Velando

ED. LA PÁGINA. MIRADAS, 2012

Hace ya muchos años, tuve que esperar

a un amigo en el salón de su casa. Para

amenizar la espera, tomé un libro del

estante, al azar, y me puse a leer. Casi

me muero de la risa, casi me atraganto

para no llamar la atención de su madre.

Era un libro de historias locas y

humorísticas de Enrique Jardiel

Poncela, escritas con absoluta libertad y

sin más afán aparente que el de

desternillar al lector. Disfruté tanto que

me fastidió que mi amigo regresara sin

dejarme devorar el volumen, que

tampoco pude llevarme prestado porque

pertenecía a su padre. Los argumentos y

el afán frustrado de completar la lectura

se fueron desvaneciendo en la memoria.

Hasta que leí el otro día el libro Te vas a

reír cuando te lo cuente, de Félix J.

Velando (Fuente Álamo, 1970). Al

levantar la cabeza, entre risas, encontré

la conexión con aquella breve y apurada

lectura. Ni siquiera recuerdo con

exactitud de qué hablaban los relatos de

Jardiel. Sé que había un capitán

Mascachicle y poco más. El Peralada de

las historias de Velando tiene poco que

envidiarle. Aunque el tono es distinto,

como la época: Jardiel no conoció la

televisión y Velando ha trabajado como

guionista de series como Siete vidas,

Física y Química, o Las noticias del

guiñol. Se le nota en la soltura con la

que maneja monólogos, diálogos y

personajes, entre los que hay

tertulianos, escritores de caja tonta y

políticos surrealistas, además del

irrepetible ex-legionario que se pasea en

pelotas y con total impunidad por el

Page 3: 77 entrega

paseo marítimo de una ciudad

mediterránea. Hay desparpajo, audacia,

mala leche en cada relato. Se nota que

el escritor ha disfrutado tanto

escribiéndolos como el lector cuando

viene a leerlos. De hecho, se nota que

son los personajes los que van creando

la historia, y que el escritor se limita a

complacerlos. Por eso echamos de

menos que abroche mejor algunas

estructuras, para que no sean simples

pasajes de consumo rápido. Como

Mejor que no te cruces con Propp, que

nos deja con ganas de que hubiera

continuado la trama en donde la

disuelve la broma. Esta objeción no es

aplicable a Mi vida con Elvis y más

especialmente a Septiembre y las

medusas, dos relatos de amor

adolescente, donde la saña y la ternura

se complementan con eficacia.

Arturo Tendero

Diccionario de toponimia de los

pueblos de Ciudad Real

Alvar Sánchez López

Biblioteca de Autores Manchegos,

Ciudad Real, 2012; 240 pags

Alvar Sánchez devela el origen de

los nombre de la provincia de CR

Alhambra significa „la roja‟ -por el

color de su tierra-, Brazatortas alude a

„valle retorcido‟ y Tomelloso a „lugar

abundante de tomillo‟. Así, hasta 102

significados, los de los nombres de los

municipios de la provincia que el joven

filólogo hispánico Álvar Sánchez López

clarifica en el Diccionario de

Toponimia de los pueblos de Ciudad

Real, publicado con el número 180 en la

colección general de la Biblioteca de

Autores Manchegos (BAM). Churriegos

son los habitantes de Miguelturra y

Santa Cruz de Mudela, churriagos los

de Villamayor de Calatrava, moscardos

los de Arenales de San Gregorio -ya que

antes se denominó Arenales de la

Moscarda- y rabudos los de Chillón.

Hay quienes llaman jetones a los de

Almadén, abubillas a los de Valenzuela,

corcheros a los de Saceruela,

panciverdes a los de Torrenueva y

polleros a los de Bolaños. También

están los calduchos de Villahermosa, los

bartolos de Retuerta -en referencia a su

patrón, San Bartolomé-, los galanes de

La Solana y los culipardos de la capital.

Estos gentilicios populares, junto con

los oficiales, aparecen en el Diccionario

de Toponimia escrito por Sánchez,

quien dedica a cada municipio de la

provincia cuatro apartados. El primero

es el de la „Documentación‟ y en él

recoge todos los nombres que ha tenido

una población y sus variantes a lo largo

de su historia, aportando citas de libros

de muy diversas épocas. En el segundo

Page 4: 77 entrega

apartado, de „Discusión etimológica‟,

estudia el nombre en sí de la localidad,

su procedencia y significado,

incluyendo curiosidades, etimologías

correctas y otras no tanto, pero que han

perdurado en la memoria colectiva de

los habitantes del pueblo. Los

gentilicios oficiales y populares

protagonizan el siguiente apartado,

mientras que en el cuarto, „Análogos‟,

indica otros nombres similares de

localidades de España y el mundo o que

comparten etimología u origen

Almodóvar es „redondo‟, Terrinches

puede ser „tierra o torre ancha‟ y

Ruidera podría venir del ruido del agua

de las cascadas de las Lagunas, mientras

que Chillón, pese a lo sonoro del

nombre, vendría de „cella‟ (granero).

Los topónimos son “breves

adivinanzas”, comenta Sánchez. A

veces, son transparentes, como en el

caso de El Robledo, mientras que en

otras ocasiones pueden parecer lo que

no son. Sucede con Membrilla, que en

lugar de aludir al árbol o fruto, viene de

mama y se refiere a pecho o monte

pequeño. Lo mismo ocurre con

Manzanares, nombre que procede de la

familia Sagasti-Manzanares, y en

cuanto a Moral su topónimo podría

indicar „elevación del terreno con

piedras‟. Repobladores relacionados con

Málaga pudieron ser los que le pusieron

el nombre a Malagón y las huertas de

Valenzuela podrían haber sido el origen

de haberla denominado como una

„pequeña Valencia‟, comenta Sánchez,

que refleja en su estudio morfológico de

los topónimos aspectos como que el

sufijo -ón, que tiene un marcado

carácter aumentativo en castellano, tiene

el significado contrario en Malagón

-pequeña Málaga- o Chillón -granero

pequeño-, así como el uso de oso y osa

para indicar una cualidad o posesión

abundante en los nombres de Carrizosa,

Hinojosas de Calatrava o Tomelloso.

„Collado de piedra‟ vendría a significar

Caracuel, cuyo gentilicio es caracoleño,

y que por su parecido fonético se ha

asociado popularmente con la palabra

caracol, expone Sánchez, que también

incluye una leyenda que sitúa a una

mora llamada Clara Cruel en el origen

de este nombre. Coplas, frases y

refranes, además de leyendas, en las que

aparecen los topónimos y gentilicios

ilustran el Diccionario elaborado por

Sánchez, que ofrece una completa

visión de la provincia, donde hay

localidades cuyos nombres hablan de la

aridez de la zona -La Solana o Solana

del Pino- o todo lo contrario -

Fuencaliente o Fuente el Fresno-; de

accidentes del terreno -Horcajo (lugar

donde confluyen dos ríos o montes) o

Montiel (montículo)-; o de las

devociones y creencias -San Lorenzo de

Calatrava o Santa Cruz de Mudela-; así

como otros nombres propios de lugares

aluden a la repoblación del territorio -

Puebla del Príncipe o Puebla de Don

Rodrigo- o a los primeros repobladores

Fernán Caballero. Migueltura o Pedro

Muñoz.

El libro fue presentado en Ciudad Real

el pasado 29 de junio.

De la web Luciana-Ciudad Real;

28-VI-2012

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José Antonio Alonso Ramos,

Antonio Herrera Casado y Luis

Monje Arenas

La Sierra Norte de Guadalajara

paso a paso,

Guadalajara, Aache ediciones (col.

Tierra de Guadalajara, nº 82), 2012,

212 pags.

La editorial Aache nos sorprende

gratamente con la reciente publicación

de este libro, que tiene como fin

conducir al lector, o mejor al visitante,

por los pueblos de la Sierra Norte -37

municipios que, en realidad son 59

núcleos de población-, tal y como se

especifica en las tres ofertas de “turismo

activo” que sus autores hacen tras su

introducción.

Se trata, pues, de una cómoda guía en la

que se unifican multitud de datos

interesantes acerca de la naturaleza, la

historia y el patrimonio (arquitectónico

y etnográfico) que, hasta ahora eran -en

muchos casos- notas dispersas en tantos

otros libros y publicaciones de escasa

tirada y difusión.

El libro está dividido en cinco apartados

o capítulos de diversa extensión: La

Naturaleza, donde se da a conocer el

relieve de la zona (Sierras de Ayllón y

de Pela, Alto Rey), su geomorfología

(propia de las estribaciones del Sistema

Central), sus cuencas hidrográficas (del

Jarama, Sorbe y Bornova), el clima y la

flora y fauna.

Una vez descritas las principales

características que conforman esta

Sierra Norte, se entra en lo que se ha

venido en denominar “la arquitectura

negra” (capítulo 2, que no 4), que recibe

este nombre precisamente por el color

oscuro de sus componentes,

principalmente lajas de pizarra y

madera, además de gneis y barro, que se

emplean tanto en las viviendas como en

las construcciones auxiliares utilizadas

para guardar aperos, como para el

ganado.

Evidentemente se trata de una

arquitectura (“sin arquitectos”) que se

adapta al duro medio geográfico que la

condiciona. De ahí el uso de muros de

gran grosor, tejados de amplios faldones

inclinados que facilitan que la nieve

escurra y las vigas aguanten mejor el

peso, los vanos de reducidas

dimensiones generalmente situados en

solana, las habitaciones poco ventiladas

separadas por tabiques de adobe y

entramado de madera, generalmente

sobre las cuadras, con el fin de recibir el

calor animal, y una gran pieza, donde se

Page 6: 77 entrega

realiza la mayor parte de la vida, que es

la cocina, donde destaca la chimenea, de

gran tamaño, que sirve para cocinar,

calentarse, secar la matanza y contar

historias.

Una arquitectura de la que, por

desgracia, van quedando pocos

ejemplares en su pureza originaria, dado

que -aún conservando su valor

etnográfico-, muchas construcciones se

han visto ciertamente mixtificadas o,

quizás por exceso de celo, “restauradas”

de tal manera que aparecen a la vista

como si fueran recientes.

El tercer apartado de destina a ofrecer

una no muy extensa, aunque suficiente,

visión de todos y cada uno de los 37

pueblos a que antes hemos hecho

referencia, incluyendo sus agregados;

notas que se completan con datos como

la altitud sobre el nivel del mar a que se

encuentra cada lugar, su número de

habitantes, los accesos, junto a otros que

pudieran resultar de mayor importancia

para el visitante, como pueden ser los

elementos más atractivos que custodia -

la iglesia, la ermita, etc.-, las fiestas más

coloristas y donde poder comer o

dormir.

El costumbrismo, a través de varias de

sus facetas más atractivas, aparece a lo

largo del cuarto capítulo. En él se da

cuenta de las más destacadas

actividades que las gentes serranas han

venido desempeñando, en algunos casos

desde tiempos prehistóricos: la

ganadería, incluyendo la trashumancia,

y su comercio (ferias y mercados de

Cantalojas, Hiendelaencina,

Tamajón…) o trueque por otros

productos de los que carecían: frutas,

hortalizas y legumbres; la minería y la

metalurgia; el carboneo y, actualmente,

la dedicación al turismo rural casi como

única vía de desarrollo y riqueza local.

Actividades que, como vemos, vienen

dadas por el propio determinismo

geográfico de los pueblos.

Sigue el ciclo festivo de la Sierra,

claramente unido a festividades

religiosas: las danzas de la octava del

Corpus, de Valverde de los Arroyos; las

de El Ordial, Condemios, Majaelrrayo y

Galve de Sorbe; la romería al Santo

Alto Rey de la Majestad, que reúne a

los pueblos situados a los pies de la

Sierra del mismo nombre; las botargas

invernales y fustigantes de Almiruete y

Arbancón; La Caballada atencina; los

“vaquillones” de Villares de Jadraque,

que aún se mantienen vivas, junto a

otras que ya se perdieron por los largos

caminos del tiempo, pero que aún se

recuerdan.

La gastronomía, la indumentaria, la

religiosidad, la música y la danza,

siempre tan entrelazadas, así como el

ciclo vital y la tradición oral, completan

este atractivo apartado, que finaliza con

una selecta bibliografía, básica para

quien quiera ahondar en estos temas.

Y, puesto que comentamos un libro que

trata de turismo fundamentalmente, un

quinto apartado en el que se ofrece una

serie de rutas -ocho en total-

interesantes por su contenido y que vale

tanto para los amantes de la naturaleza

(“Valverde, Chorreras de

Despeñalagua” o “La Ciudad Encantada

de Tamajón”, por ejemplo), como para

los aficionados al estudio del

patrimonio (“Monasterio de Bonaval”,

en Retiendas) o a la arqueología

industrial (“Las Minas de

Page 7: 77 entrega

Hiendelaencina”). Ocho rutas en este

caso, que sin lugar a dudas podrían

ampliarse hasta donde se quiera, puesto

que son muchos los alicientes culturales

que pueden encontrarse en la extensa

zona que abarca este libro.

Es importante destacar que se incluye

un índice toponímico, algo que en

muchas publicaciones no se tiene en

cuenta, y que tanto contribuye a que el

libro cobre valor, especialmente a la

hora de su manejo rápido.

En fin, un libro amplio, que ofrece al

lector una idea suficientemente clara de

todas las preguntas que suelen surgir

antes de comentar un viaje: ¿qué nos

vamos a encontrar? ¿cómo es y cómo

podemos ir? ¿cuándo nos parece más

interesante, en qué estación del año?

(¿quizá en primavera para ver los

campos verdear o en otoño cuando el

color violáceo de la tierra se confunde

con el azul oscuro del cielo? ¿o cuando

el día de la fiesta recomendada?),

¿dónde ir? y ¿por qué?

Cinco grandes apartados que, en

realidad, vienen a ser tres capítulos,

escritos cada uno de ellos por su

especialista: Monje Arenas, la

naturaleza; Alonso Ramos, el

costumbrismo, y Herrera Casado, el

resto, los pueblos y las rutas. Tres

autores a los que hay que felicitar por

esta estupenda entrega que tanto valor

tiene para conocer este amplísimo

rincón de Guadalajara que es su Sierra

Norte.

José Ramón López de los Mozos

Gobernar la república interior, enseñar

a ser súbdito

Hagiografía y sociedad cortesana en Quevedo:

epítome a la vida de Fray Tomás de Villanueva

de Francisco de Quevedo

Carmen Peraita

Ed. de la Universidad de Navarra

Pamplona. Colección: Anejos de La

Perinola 184 pags.; 23 €

El Epítome a la vida de santo Tomás de

Villanueva, el primer texto en prosa de

Quevedo que pasa por la imprenta, ha

sido calificado por el erudito y crítico

literario Eugenio Asensio como “una de

las obras más sobriamente elegantes de

la prosa castellana”. Esta edición del

Epítome exhaustivamente anotada, se

acompaña de un estudio organizado en

torno a un doble contexto histórico. Por

una parte, contextualiza históricamente

al infanteño santo Tomás de Villanueva,

figura influyente en las reformas

eclesiásticas, los debates generados por

Trento y las disputas sobre aspectos

como la residencia de los obispos en su

diócesis. Por otra parte, sitúa el Epítome

en la circunstancia histórica y personal

del escritor, y deslinda el perceptivo y

sofisticado comentario social y político

que, al hilo de la narración de la vida

del santo articula Quevedo, quien

redacta el texto en un momento crítico

de sus relaciones con la corte madrileña.

Page 8: 77 entrega

La distancia histórica y la dimensión

hagiográfica del relato permiten a

Quevedo elaborar un afilado

comentario, especialmente crítico con

algunos de los más influyentes

cortesanos del momento. El estudio del

proceso de reescritura saca a la luz

técnicas de las que se sirve don

Francisco para acentuar desvelos y

remodelar el sentido de acontecimientos

determinados de la vida del santo, y

articular con sagacidad preocupaciones

sociales y políticas propias de la

conflictiva voz quevediana, que se hace

oír a finales del reinado de Felipe III.

De la web de Marcial Pons

Francisco Fernández-Santos

Azulejo. Un niño en la gran

tormenta Ed. Huerga y Fierro Colec. Narrativa;

228 pags.; 16 €

Azulejo es el tímido héroe de este relato,

es uno de esos “niños de la guerra” que

tanto se ha ocupado la literatura

moderna española. Salvo en la primera

parte del libro, donde el autor mantiene

una quimérica conversación con el

chaval considerado como un yo-otro

independiente y autónomo, es el autor

quien toma la palabra en tercera persona

como cronista de la vida de ese niño,

luego adolescente, hijo de una familia

republicana en los años treinta y

cuarenta del pasado siglo, los infaustos

años de la guerra incivil y su primera

posguerra. El autor ha recurrido a

menudo a la imaginación para

reconstruir esa vida infantil a partir de

un océano de olvidos en el que sólo

emerge un archipiélago de imágenes a

menudo poderosas.

Francisco Fernández-Santos nació en

Los Cerralbos (Toledo) en 1928.

Estudió Derecho en la Universidad de

Madrid y se dedicó muy pronto al

periodismo cultural y al ensayismo

filosófico-político. En 1960 se instaló

en París, ciudad en la que reside.

Colaboró en revistas antifranquistas

como Cuadernos de Ruedo Ibérico y

durante largos años dirigió la revista

internacional El Correo de la Unesco.

Ha publicado ensayos y libros sobre

temas de filosofía de la historia y del

arte y de teoría de la política, en

particular El hombre y su historia e

Historia y filosofía. Como narrador ha

publicado los libros de relatos La cara

del ángel (1999) y Talita (2009). En

2011 apareció su libro de ensayos

filosóficos Un Dios con prótesis.

Saint Cloud, París. Francisco

Fernández-Santos se instaló en París a

principios de los sesenta. Tenía siete

años cuando los militares dieron el

golpe contra la República, así que fue

uno más de los niños de la guerra. Pero

de los que se quedaron. Su padre, un

maestro que militaba en las filas

socialistas, no murió “de milagro”.

“Vinieron al pueblo justo cuando había

salido a hacer alguna gestión, y se libró.

Fusilaron a tres de sus amigos más

próximos y los enterraron en una

cuneta. No sé si sería capaz ahora de

reconocer dónde los tiraron

exactamente, pero sí lo sabía por

entonces”.

Page 9: 77 entrega

En Azulejo. Un niño en la gran

tormenta, vuelve sobre su adolescencia

y establece un diálogo con el muchacho

que fue entonces, en los años duros de

la posguerra. Fernández-Santos estudió

derecho y filosofía en Madrid y se fue

incorporando a la lucha antifranquista

con los socialistas. “A mi mujer le salió

un trabajo en París, y fue mi

oportunidad para escapar de la represión

ideológica del franquismo, de sus

hostilidades. Trabajé intensamente en

los círculos intelectuales del exilio:

estuve muy cerca de Ruedo Ibérico, y

tuve grandes amigos con los que

combatí contra la dictadura. Dionisio

Ridruejo fue uno de ellos. No hay que

olvidar que París era el lugar donde los

españoles y latinoamericanos acudían

para respirar libremente el aire de

Europa, y cuantos luchábamos contra

Franco siempre creíamos que el

régimen terminaría por caer. Por eso,

seguramente, lo más duro del exilio fue

ver cómo iban muriéndose, uno detrás

de otro, los republicanos que se

instalaron aquí al terminar la guerra. Y

sin lograr ver la caída de Franco y el

regreso de la democracia”.

José Andrés Rojo en Babelia-El País;

9 de junio, 2012

Homenaje de la Asociación de

escritores de CLM a Miguel

Romero

El pasado 23 de junio, tuvo lugar en

Cañete (Cuenca) un emotivo y bonito

homenaje al escritor conquense Miguel

Romero Saiz.

Como consecuencia de su trayectoria

literaria y de la consecución de los

últimos reconocimientos y premios que

este escritor ha estado recibiendo en

estos dos últimos años. Recordemos,

Premio Tanit de Novela, Castellano

Manchego del año en Madrid,

Conquense del Año en Barcelona,

Miembro Correspondiente de la Real

Academia de la Historia, Decano

Secretario del Campus Sureste de la

UNED y Premio de la Crítica, la

Asociación de Escritores de Castilla-La

Mancha decidió homenajearlo por su

dilatada trayectoria en el difícil mundo

de la Literatura, haciéndolo en el pueblo

serrano de sus padres, del que él mismo

se siente originario y al que representa

como Cronista Oficial de la Villa, y que

es Cañete.

Este creador de la „Alvarada Medieval‟,

tan reconocido a nivel internacional,

recibió el calor y la felicitación de más

de doscientas personas que allí se dieron

cita, tanto del mundo de la creación

literaria, como fue el caso del periodista

y crítico Enrique Domínguez Millán,

quien realizó una bonita semblanza de

su vida, del escritor alcarreño Alfredo

Villaverde Gil, el cual ofreció un bello

poema a su persona en el acto de

descubrimiento de la placa en la fachada

de la vivienda familiar, del escritor de

Casasimarro Luis F. Leal, encargado de

moderar las diferentes intervenciones y

de Luis Moll, entre otros.

El pueblo de Cañete, se volcó

intensamente con uno de sus hijos, en

Page 10: 77 entrega

este caso, el más reconocido a nivel

nacional, creador e impulsor de la

„Alvarada Medieval‟, cronista de la

Villa, escritor de más de treinta libros

publicados, asistiendo a los actos que se

fueron celebrando a lo largo de esa

jornada.

En el restaurante La Muralla de la

localidad, hubo un acto cultural, en el

que las diferentes intervenciones fueron

dinamizando una velada emotiva e

inimaginable, con la participación del

grupo de poetas del Aula de la UNED,

recitando aquellas composiciones

dedicadas al autor, el reconocido poeta,

Presidente de la Asociación Valenciana,

Pedro José Moreno, el arabista Jose

Antonio Almonacid, desplazado desde

Barcelona, los escritores Miguel Angel

Badal y Agrimiro Sáiz, el grupo del

Taller de Lectura de la Biblioteca

Pública del Estado de Cuenca, el alcalde

de la ciudad de la Hoces Juan Ávila

Francés, diferentes grupos de Sisante,

Valverde de Júcar, Valeria, Almodóvar

del Pinar, Huerta del Marquesado,

Landete, Sotos y otras localidades, así

como escritores de Lérida, Cuenca,

Barcelona y Sevilla, participaron en una

espléndida velada que finalizó con la

recitación musical de Segundo Escobar

y la degustación de un lunch para los

numerosos participantes.

La placa colocada en la fachada de la

vivienda familiar tonel reconocimiento

solemne a este escritor que, sin haber

nacido en este lugar, se siente y lo

tienen como hijo adoptivo y predilecto.

Por último, los saludas de la Real

Academia de la Historia, de la

Agrupación Artis de Cañete de la

Frontera en Chile, de la Asociación de

Escritores de Cuba, de la Casa Real

Española y de la Universidad chilena de

Concepción donde se le reconoció

miembro de honor, cerraron las

intervenciones de una jornada

especialmente emotiva donde se destacó

la generosidad del homenajeado, así

como su extensa trayectoria literaria y

cultural como clave de su éxito.

Luis F. Leal, coordinador del acto

Adiós al decano de los

historiadores de Toledo

El Ateneo y la Academia recuerdan

a don Fernando Jiménez de

Gregorio. Ramón Sánchez González,

Ramón Gonzálvez y Juan José

Fernández destacan «su gran

generosidad como investigador»

“Aún conservo una carta que me envió

cuando no era más que un estudiante.

Me puse en contacto con él y le pedí

ayuda para una de mis primeras

investigaciones. Al poco tiempo me

contestó para solucionarme las dudas

que tenía”. Este testimonio por parte del

director de la Real Academia de Bellas

Artes y Ciencias Históricas de Toledo,

Ramón Sánchez González, no es un

caso aislado entre varias generaciones

de investigadores toledanos. Si hay algo

que destacan en primer lugar quienes

conocieron a Fernando Jiménez de

Page 11: 77 entrega

Gregorio no es su brillante capacidad

como investigador, su abultada

producción ni su vinculación con el

pasado del alfoz de Talavera, sino su

generosidad como historiador.

“Nunca te negaba ayuda. Otros

investigadores tienden a reservarse para

ellos mucha de la documentación que

encuentran, pero con él sucedía todo lo

contrario”, expresaba ayer el archivero

emérito de la Catedral y exdirector de la

Real Academia toledana, Ramón

Gonzálvez, quien estrechó sus lazos con

Jiménez de Gregorio a partir de su

traslado a Madrid. “Él me pedía

información sobre el Archivo de la

Catedral y yo le consultaba sobre

muchos de los temas en los que sabía

más que yo”.

“Si algo nos ha dejado ha sido un

camino a seguir”, explicó, todavía

emocionado, el presidente del Ateneo

Científico y Literario de Toledo, Juan

José Fernández Delgado, nacido en

Aldeanueva de san Bartolomé, localidad

de la esposa de Jiménez de Gregorio,

María. “Hay un grupo de diez o doce

personas, catedráticos de instituto y

profesores de universidad, que podemos

considerarnos discípulos directos suyos.

Él nos enseñó desde bien temprano a

amar la tierra, a sentirla como propia.

Recuerdo perfectamente cómo me decía

que en la comarca de La Jara no

tenemos catedrales, ni un acueducto

romano como el de Segovia, y que

precisamente por eso, por ser una tierra

antigua y pobre, había que investigar

qué hubo y darlo a conocer como seña

de identidad”. Fernández Delgado, que

mantuvo contacto con su maestro hasta

el final, destacaría su “prodigiosa

memoria” y su “generosa amabilidad”.

“Siempre que pasabas por su casa salías

de allí con un par de libros. Sin

embargo, repito, no solamente realizó

una abrumadora aportación impresa,

sino que trabajó duramente en el terreno

de lo inmaterial, y en unos tiempos,

además, en los que La Jara no existía

para los historiadores”. Su marcha,

como la de Julio Porres Martín-Cleto el

año pasado, también a edad muy

avanzada, deja huérfanos a cientos de

historiadores “que tendrán muy difícil

igualar la producción de estos dos

maestros de la investigación sobre

temas toledanos”, añadió el actual

director de la Real Academia. “Los dos

siguieron caminos distintos, pero es

indudable que su aportación fue

enorme. Si la Historia de las calles de

Toledo [de Julio Porres] continúa siendo

un referente para esta ciudad, el

Diccionario de los pueblos de la

provincia de Toledo hasta finalizar el

siglo XVIII sigue siendo citado, día a

día, por los historiadores”. A sus

espaldas quedan ocho décadas de

inquietud y constante renovación

intelectual. “Siempre tenía proyectos.

Continuó trabajando hasta el final,

como si tuviera la energía de un

adolescente”. Descanse en paz.

Adolfo de Mingo en La Tribuna de

Toledo, 25 de julio de 2012

Page 12: 77 entrega

Una figura "inclasificable y, de forma

incomprensible, casi desconocida en

Tudela". Así calificó la pamplonesa

Josefina Rodríguez Arribas, doctora de

Filología Hebrea, al intelectual judío

Abraham Ibn Ezra, nacido en la capital de

la Ribera en 1089 o 1092 -las fuentes no se

ponen de acuerdo- y fallecido en 1164 o

1167, ya que tampoco hay acuerdo al

respecto. "Algunos dicen que falleció en

Calahorra pero tal vez sea más verosímil

que lo hiciera en Londres", afirmó ayer

Rodríguez durante la charla que ofreció en

la Casa del Almirante de Tudela bajo el

título "Reencuentro con Abraham Ibn Ezra.

Josefina Rodríguez, que trabaja como

profesora e investigadora en la Universidad

de Londres, presentó durante este acto, al

que acudieron unas 50 personas, su libro El

cielo de Sefarad. Los judíos y los astros

(siglos XII y XIV). Se trata de una obra

dedicada a la exploración y explicación de

lo que el cielo significó para el hombre

medieval y, especialmente para los judíos

de la Península Ibérica que escribieron

sobre astronomía y astrología en lengua

hebrea por primera vez en la historia. Entre

ellos se encuentra Ibn Ezra, presente en uno

de los capítulos de este trabajo del que se

han editado 3.000 ejemplares que se venden

al precio de 24 euros cada uno. Rodríguez,

que realizó su tesis sobre Abraham Ibn

Ezra, dijo que "tal es su importancia en el

medievo occidental que sería posible decir

con un cierto margen de licencia que la

cultura judía y la cristiana ya no fueron las

mismas antes y después de él". Destacó su

portentosa actividad literaria, que cifró en

cerca de 70 libros -de astronomía,

contenido matemático, astrología o

gramática, entre otros- y más de 800

poemas conservados. "Tanto unos como

otros permanecen en parte sin editar ni

estudiar", añadió.

"La decisión de Ibn Ezra de escribir y

enseñar ciencia en hebreo y no árabe, que

era su lengua natal, provocó una auténtica

revolución en la cultura hebrea europea.

Con los datos que tenemos es legítimo

afirmar que gracias a esta decisión

estratégica de Ibn Ezra, el hebreo, por fin,

se convirtió plenamente en una lengua de

cultura", consideró. Lo calificó como un

hombre complejo, cultísimo y consciente de

su valía, y un gran transmisor de saber cuya

vida fue especialmente dura. Diario de

Navarra 14/04/2011

RECUPERACIONES

Los liberales, Francisco García

Pavón

En nuestra sección Librería de Viejo,

creada en colaboración con la web de

libros antiguos, raros, agotados y de

ocasión Vobiscum, les sugerimos la lectura

de Los liberales, volumen de relatos de

Francisco García Pavón publicado en 1965

por Ediciones Destino en su colección

Áncora y Delfín.

García Pavón (Tomelloso, 1919-Madrid,

1989) se hizo famoso con sus novelas

policiacas protagonizadas por Plinio, jefe

de la Policía Local de la ciudad natal del

autor. Con su primera novela, Cerca de

Oviedo, quedó finalista del Premio Nadal

(1945), galardón que obtendría en 1969

con Las hermanas coloradas. Ese mismo

año obtuvo el Premio Nacional de la

Crítica con El rapto de las Sabinas.

Los liberales, uno de sus muchos

volúmenes de relatos, compuso una

trilogía con Cuentos republicanos (1961) y

Los nacionales (1977). Con influencias de

la narrativa breve de Chejov o Clarín,

estos textos se encuentran entre lo mejor

que se ha escrito sobre la Guerra Civil

española y la triste posguerra. Del blog

de Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes