ESTUDIO 3 LA CONSCIENCIA, instrumento dado

por Dios para reforzar la ética

Por el profesorLes Thompson

Estoy en deuda con el Dr. W. Andrew Hoffecker, profesor

de religión en Grove City College, por sus escritos sobre este tema.

LA CONSCIENCIA:el instrumento que Dios usa para

ayudarnos a discernirlo bueno de lo malo

San Pablo describe el rol de la consciencia:

“Porque cuando los gentiles que no tienen ley hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su consciencia, y acusándole o defendiéndole sus razonamientos” Ro 2:14-15.

¿Qué es la consciencia?Es la habilidad de ser cauto o sabio en

cuanto a lo que es bueno y malo. Algunos lollaman el monitor; otros, la voz de Dios

dentro del hombre

. 1. El conocimiento de una acción, pensamiento o motivo;

2. La reflexión que se hace acerca de esa acción, pensamiento o motivo.

La consciencia, entonces, puede funcionar retrospectivamente, evaluando lo hecho; o contemplando y evaluando lo que se propone hacer.

La palabra en griego incluye dos actividades:

Toda actividad de la consciencia presupone nuestra capacidad para monitorizarnos a nosotros mismos.

Así los artistas han representado esta acción invisible de la consciencia

Lo que San Pablo nos enseñaEn dos pasajes el apela a la consciencia comotestigo de lo que afirma:

Ro 9:1: “Verdad digo en Cristo, no miento, y mi consciencia me da testimonio en el Espíritu Santo.”

2Co 1:12 “Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra consciencia, que con sencillez y

sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el

mundo”Esto nos indica la función verdadera de la consciencia como algo independiente que reside en nuestras mentes. Esta a la vez nos sirve como manantial interno de conocimiento, al cual podemos apelar –aunque no nos sirva en una corte humana.

Cada persona que no presta atención a su consciencia y la desobedece, es culpable ante Dios.

La consciencia en cada persona le obliga a considerar sus acciones a la luz de la ley de Dios. Como en un espejo uno se contempla.

Si los haces, así te quedarás.

La consciencia del que niega a Dios

En Romanos 1:18-23 Pablo indica que toda persona que niega la existencia de Dios viola su consciencia. Indica que todo ser humano sabe que hay un Dios, porque Dios se ha revelado claramente en las cosas que ha hecho.

Al negar a Dios, niegan el significado ético presente en lo que han visto, escogiendo adorar a dioses falsos. De la misma forma violan la consciencia al hacer aquellos pecados que saben son malos; en consecuencia desarrollan consciencias degeneradas.

La consciencia cauterizada

Mientras que el pecado no destruye la consciencia –igual que el pecado no destruye la habilidad de razonar o de usar otras capacidades cognositivas– a su vez la consciencia es susceptible al efecto noético (la intuición que permite el entendimiento intelectual).

Como indica Pablo, la consciencia es “entenebrecida” por el pecado (Ro 1:18-23).

El efecto del pecado es progresivo y cumulativo. Mientras más peca, más afecta la consciencia. Llega al punto en que el corazón es endurecido (Ef 4:19) y cauterizado (1 Ti 4:2) sin poder responder a las advertencias morales ni al llamado del Espíritu Santo.

La cauterización del párpado

La consciencia

maduraPablo instruye al

creyente fuerte –uno que entiende las

implicaciones del evangelio– que no

puede descuidar la consciencia de un

recién convertido, cuya consciencia es débil. Usa el ejemplo en 1Co 8 y 10:23-33 de uno que ve como pecado comer

carne sacrificada a los ídolos.

La educación de la conscienciaAunque la consciencia es falible no es inviolable –no se puede destruir por completo.

Podemos educar a la conciencia para que ella responda a las claras enseñanzas de la Palabra de Dios.

Como creyentes en Jesucristo poseemos una regla infalible sobre cuál es la

conducta moral deseada por Dios para nuestras vidas.

La responsabilidad individual de cada creyente es de conformar su conciencia a esa voluntad revelada de Dios. El deber, entonces, es estudiar esa Palabra cuidadosamente para saber cuáles son las cosas que Dios pide en cuanto a la conducta. Al conocer Su voluntad, entrenar la conciencia a obedecer a esas demandas, con la ayuda y el poder del Espíritu Santo.

Otras ayudas para la conscienciaColosenses 3:16 nos reta a ayudarnos unos a otros:

“La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros…”

1 Pedro 3:16 nos manda a que nos portemos rectos: “Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.”

1 Timoteo 3:9 un reto a proteger nuestra fe:“Guarden el misterio de la fe con buena consciencia.”

Un creyente debe vivir su vida en conformidad con las leyes morales establecidas por Dios. Estas deben haber formado sus convicciones y estilo de vida.

Jesucristo hace dos demandas nuevas

1. La obediencia a Dios y a sus leyes es más que cumplir con la letra de la ley, algo externo y superficial. Es un asentimiento de corazón y mente al intento moral de las prohibiciones.

2. La entrada a su reino es por medio del arrepentimiento: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed el Evangelio” (Marcos 1:15).

Necesitamos comprender que:

el reino de Dios no es un lugar geográfico físico, ni un estado político. Es una realidad espiritual donde los que siguen a Jesucristo reconocen su autoridad suprema.

Al demandar el arrepentimiento como condición para entrada, Jesús establece como señal de aquellos que tienen derecho de participar en su reino la obediencia moral a sus leyes.

EL NUEVO ÉNFASIS DE JESÚS

La ética seguida por un cristiano es una que refleja el corazón. No se cumple para impresionar a la gente, sino que es una obediencia sincera a nuestro Dios que mira el corazón.

“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos, de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos” (Mt.6:1).

Porque ahora Cristo y el Espíritu Santo moran en el corazón…hay

un cambio de corazónJesucristo puede reinterpretar toda

la ley dada por Dios en el espíritu de Jeremías 31:33, donde el

profeta predijo “un nuevo pacto” que sería distinto al de Moisés (el

pacto antiguo que fue escrito sobre piedra).

El nuevo corazónEste se caracterizaría por

esa misma ley escrita en el corazón del pueblo, pero

pueblo que vendría a Él en arrepentimiento. Por tanto,

este pacto reflejaría una nueva moralidad que saldría

de un corazón blando, que iría más allá de una

observación externa: “Daré mi ley en su mente, y la

escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos

me serán por pueblo”.

Nuestra ética ha de reflejar nuestro corazón

La obediencia externa no vale. Cristo

dice: “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la

de los escribas y fariseos, no entraréis

en el reino de los cielos” (Mt 5:20).

LA CONDUCTA REVOLUCIONARIA PEDIDA POR CRISTO

• La verdad de nuestros labios: “Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede” (Mt. 5:37).

• Amar a nuestros enemigos y orar por los que nos persiguen (Mt. 5:40-44) Ilustrado por la parábola del Buen Samaritano (Lu.10:25-27).

• Ser generosos en nuestro trato, ilustrado como el dueño del viñal que al fin del día le dió a todos los jornaleros el mismo pago (Mt. 20:1-16).

COMO LO FUE CRISTO, NOS PERTENECE SER SIERVOS REALES DE

ESTA HUMANIDAD PERDIDA

“Mas Jesús, llamándoles, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiere hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor…y el que de vosotros quiera ser el primero, será el siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”

(Mr 10:42-45).

Foto de Ushuaía, los confines de la tierra