1996 etica basica etxeberria

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  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

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     tic b sic

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    2/56

     

    -

     \

    r

    Xabier Etxeberria

     tic basica

    1996

    Universidad de Deusto

    Bilbao

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    3/56

      ndice

    Presentaclen .  

    1. Planteamientos

    generales

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

    2 1 Edicion

    1, La etica enla sociedad moderna , , .

    a Racionalidad logico-instrumental, racionalidad erica .

    b Lacrisisde referencias

    eticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    c La

    respuesta del relativismo emotivista .

    13

    13

    16

     

    Ninguna

    parte

    de esta publicacion, incluido el disefio de

    la cubierta, puede

    ser

    reproducida, almacenada

    0

    transmi

    tida en m anera alguna ni porningun medlo, yasea electri

    co

    qufmico, mecanico, optico,

    de

    grebacion

    0 de fotoco-

    pia sin permiso previadel editor.

    Publicacien impresa en papel ecclogico

    © Universidadde Deusto

    Apartado I - 48080 Bilbao

    ISBN: 84-7485-410_5

    Deposito legal: Bl -1331-96

    ImpresoenEspafia/Printed in Spain

    Fotocornposicion: IPAR, Sdad. Coop. Ltda.

    Particular de Zurbaran, 2-4 - 48007 Bilbao

    Imprime: Artes Graficas Rontegui, S.A.L.

    Avda. Ribera de Erandio, 4 - 48950 Erandio Vizcaya)

    2.

    Moral,

    etica y

    metaetic• . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    21

    a) Delimitacion

    de campos   . . . . . . .  

    21

    b) La etica , saber pract ice

     

    . . . 23

    c) El confl ic to moral como motor de la reflexi6n etica . . . . . . . . . . . . 23

    d) La etica aplicada  . . . . . 24

    2.

    Las

    des caras

    del fen6meno

    moral.:

     

    25

    1. La

    buena y   obligatorio 25

    2. La teleologfa aristotelica

     

    . .

     

    .

     

    . .

     

    .

     

    . . . . .

     

    .

     

    . 26

    3. La deontologtakantiana .

     

    . .

     

    . .   . . . . .

     

    .

     

    . . .   .   . . 27

    4.

      cuesrionamiento

    de

     a racionalidad

    moral porHume

    . . . . . . . . . . . .

    30

    5.

    Las diversas perspectivas

    ante

    el terna

    de

    Ia jus ticia. . . . .  

    32

    a) La perspectiva aristotelica . . . . . . . . . . . . . . . . 32

    b) La perspectiva de Hume . .   . . . . . . . . . . . . . .   . .

     

    . . . . . 34

    c)

    La

    perspectlva

    kantiana   , . . .   . . . . . . .   . . . . . . . . . .

    37

    3. La

    justificacion de

    la etica

    41

    1.

    VIa. de

    fundamentacion de

    la etica , . . . . . . .   . . .

    41

    2. E1 utilitarismo. . . . . . . . . . . . .

     

    .   .

     

    . . . . . . . . . . . .

     

    . .

     

    . . 43

    a Descripcion del utilitarismo , , . 4

    7

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    4/56

    h) Lajust ic ia segun el uti li tarismo . _ , >   > >  

    c) Objec ionesa l u ti li ta ri smo. Debat e .

    3.

    Rawls:

    Teoria

    de

    la

    justicia .

    a) Descripcion d e I a teorfa d e l a justicia .

    b) Objeciones planteadas. Debate

    >   > • »

     

    4. Laetica discursiva

    >

     

    a) Dcscripcion de laetica discursive >  

    b) Moral

    y

    dcrccho segun  

    etica

    discursiva , .

    c) Objecioees

    al a

    eticu discursive. Debate .

    5. El comunitarismo >

     

    a) Presenracion

      >

     

    b) Problemas planteados .

    6. Eticas

    de la

    alteridad .

    a)

    La

    propuesta

    de

    Levinas .

    b) La etica de Ia compasion .

    c)

    Objeciones a estes enfoques.

    Debate .

    7. Una propuesta de

    arttculacion

    de cnfoques: P.Ricoeur , , .

    a) Articulacion de teleologismo y deontologismo .

    b) La intenci6n

    etica .

    c)

      paso

    por Ia prueba

    de

    la norma .

    d) EI

    recurso a

    Inintencionetica. La sabiduna practice .

    e)

    La,

    vias de justificacion .

    4. La.realizacion de la etica . - .

    46

    49

    50

    50

    55

    56

    56

    60

     

    63

    63

    64

    65

    66

    67

    69

    70

    7i

    7i

    n

    73

     

    77

    7. Levinas. Deatro modoque ser 0 mas alld de faesencia , ,  

    8. Habermas.

    Concienciamoral y

     cci n

    comunicativa .

    9. Dworkin .

    Etica

    privada

    e

    igualitarismopolitico

    , .

    10. Taylor.

    La

    etica de   autenticidad , .

     ib ografia citada

      , , . .

    102

    104

    106

    108

    111

    I Erica

    ei

    vii

    y

    eticas

    de

    maximos . . .. .   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77

    a) Noci 6n y contenidode la etica civil .   . . .   . . . . . . . . . .

     

    78

    b) Bticas de

    maximos y

    tolerancia , .   . . 79

    2.

    Etiea de

    ia

    convicei6n

    y

    etica

    de

    Ia responsabilidad . . . . . . . . . . . . . . . 82

    3. Conciencia moral

    y

    sabiduna practice , ,

     

    , .., . . . . . 83

    a) Los

    momentos

    del pl oceso etico.

    La

    sabiduria p ractica. . . . . . . . . . 83

    b) La conciencia moral   , ,   , , . , . . . . . . . 85

    Selecci6n

    de.textos , . . .

     

    89

    I; Aristoteles. Etica nicomdquea

      , ; , .

     

    . . . .

    89

    2. Hume.  raiado dela naturale flhumana •

      • •

      91

    3. KanLFundamenwci

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    5/56

    Presentacion

    Can el nombre de

      tica basica

    el presente texto, respondiendo al

    doble sentido de esta ult imapalabra, trata de ofrecer, a la vez, una etica

    elemental   fundamental. Tiene su origen en los cursos dados en diversas

    facultades

     

    escuelas de la Universidad de Deusto a modo de primera

    parte que se continua luego con la etica profesional respectiva, Ello sig

    nifica que, junto a la intenci6n mas directa de ofrecer una introducci6n

    general a la etica que es 10que el lector encontrara aquf propiamente ,

    tiene a su vez la intenci6n implfcita de sentar las bases que se precisan

    para orientar luego su aplicaci6n al campo profesional por supuesto, sin

    pensar en mecanismos deductivos, sino en dialecticas complejas, condu

    cidas por la sabidurfa practica, entre los principios

     

    propuesras funda

    mentales

     

    las situaciones de la profesion .

    Tal perspectiva

    ha

    dejado su huella en la tematica t ratada. Esta se

    organiza en cuatro grandes nucleos -planteamientos generales, las dos

    caras del fenomeno moral, la justificaci6n de Ia etica, la realizaci6n de

    la etica-, con los que, en nuestra opinion, puede darse una panoramica

    adecuada del problema etico, perc al desarrollarlos se intenta resaltar en

    especial el tema de la justicia, par considerarlo particularmente signifi

    cativo en vistas a una etica profesional que no quiera acabar en corpora

    tivismo.

    Metodologjcamente, cl texto esta redactado a modo de

    apuntes

    a

    sfntesis apretadas que piden ser completadas por la explicacion del pro

    fesor, y materiales 0 ejercicios diversos, casas y textos filosoficos, arti

    culados con los primeros y con cuya realizacion y comentario puede pro

    fundizarse en 10 tratado, abrirse el camino a la participacion

     

    debate

    generales   lanzar puentes hacia la aplicabilidad de la etica. Este modo

    de presenracion se ha

    h h

    con la intenci6n de que resulte adecuada

    para que el profesor que tome el texto como guia tenga facil idad en se-

    11

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    6/56

    Ieccionar y complerar aquello que considere mas pertinente, tanto desde

    sus propios proyectos como -si 10 usa en vis tas a

     ll

    etica profesional

    desde las exigencies de

     ll

    deontologia profesional a

     ll

    que prepara. Todo

    ello significa que esta obra se ha hecho pensando sobre todo en

    el

    eon

    texto universitario docente, 10

    que

    no excluye que pueda ser util fuera

    del

    rnismo

    para

    quien busque

    una

    aproximacion

    general a

     ll etica,

    Deudor de multiples autores que se eitan eon abundancia, este texto

    no pretende, pues, ofrecer enfoques originales ni desarrollos exhaustivos,

    pero sf t ra ta de

    ser

    una sfntesis basica de las coordenadas fundarnentales

    de

     ll

    e tica y

    de

    las corrientes hoy mas significativas, de modo tal que no

    solo

    sirva

    pa/ a e ~ e a u a r

     ll

    reflexion moral seria aunque no se haya opta

    do

    por

    estudios filosoficos

     como

    es el caso habitual de los alumnos a

    quien.es masespeefficamente dirigido), sino que

    tambien

    impulse a

    asu,?,r vitalmente 10que se considere mas fundado y realizador, En este

    sentido,

    ~ ~ n q u e p u e d dar

    Ia irnpresion de que, para ofrecer la panorarni

    ell

    de

     ll etica, sigue en parte un esquema historico, 10que se pretende en

    realidad es p ~ > n r .Ia descripcion de deterrninadas corrientes

    y

    enfoques

    aparecidos historicamente al servicio de

     ll

    busqueda de criterios que

    puedan ser

    hoy fundamentales

    para

    orientar mediatamente

     ll

    accidn.

    12

      pitulo  

    Planteamientos generales

    1.   a

    fUea

    en la

    socledad moderna

    Las propuestas morales

    han

    ido su rg iendo al hilo de los anhelos de

    realizacion humana y de busqueda de

     ll

    convivencia mas adeeuada. En

    cada epoca, eon todo, han debido enfrentarse eon situaciones nuevas que

    planteaban problemas especfficos. Cuales son hoy

    esas

    situaciones y

    que retos suponen para la etica?

    a Racionalidad logico instrumental racionalidad etica

    Hoy somos todos conscientes de que existen grandes problemas

    po r

    su a lc ance mundial y

    por  ll

    gravedad de sus consecuencias: subdesa

    rrollo, ecologfa, derechos humanos y democracia, violencia,

    problemas

    de bioetica, distribucidn del trabajo y

     ll

    riqueza, etc.

     Como

    podemos

    enfrentarnos a e llos? Hay quienes opinan que , si es c ie rto

    que

    tcnemos

    esos grandes problemas, es igualrnente cierto

    que

    tenernos grandes

    me-

    dios

    para

    resolverlos, los relacionados preeisamente con el

    ambito

    de

     ll

    tecnociencia, A 10

    que

    otros responden que es precisamente el funcio

    namiento euasi aut6nomo de los mismos el

    que

    ha creado los proble

    mas a

     ll vez

    que

    of

    reefa deterrninados avances;  ll solucion, concluyen,

    no

    debera

    buscarse en el ambito de los medios

    sino

    en el amb ito de los

    fi nes a los que se deben

    someter los

    medios. Vemos asi

    dibujarse

    en el

    panorama

    dos racionalidades

    euya

    naturaleza y relacion es importante

    describir

    con

    precision:

    la racionalidad instrumental y

     ll

    racionalidad

    etica,

      3

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    7/56

    Supongamos

    el

    siguiente casu: «Un

    hombre

    acaba

    de

    ser contratado

    por una

    ernpresa

    como director de

    sus

    servicios de

    informatica

    puesto

    exige una mentalidad logica y se puede decir que

     u stro

    personaje hace

    del

    razonamiento su

    profesi n

    Pero un

    dfase le exige

    que realice

    unestu

    dio infonnatico exhaustive

    dela empresa en

    cuesti6n

    al

    objeto

    de

    reducir

    drasticamente

    su plantilla laboral.

    De subito,

    el esquernansmo

    16gico

    de

    esre

    protagonista

    lie

    ve afectado

    por

    un

    acuciante

    dilerna practico. Puede

    rnitarsea decir sf a su encargo,con   que asegura su propin posicion y se

    sacude posibles competidores de encima,

      bien

    puede tornar

    un

    interes en

    rechazar la

    mencionada

    demanda de acuerdo con  

    que considera

    una

    ac

    cion

    hiriente

    para el y

    sus compafieros.

      l

    sujeto

    de

    este caso

    ha

    tenido

    que

    pasar de un orden de razonamiento a otro Hadebido pronunciarse median

    teun juicio suscitado por el interes practice. Tiene

    que

    seguir razonando,

    como exige su trabajo mismo, pero en esta ocasion por la via y desde los

    requisites

    de una razonpractica?»

     Bilbeny,

    106 ,

    Cuestiones:

    LQue

    diferencia

    un

    razonamiento

    del

    otro?

    LQue

    tipo

    de

    argumentos

    se

    usan

    en

    un

    caso y en

    otro?

    i Cuales sonlos

    criterios

    de

    vali

    dez enuncasoyen otro?

    La racionalidad logica presente en el trabajo habitual del protagonis

    ta del caso

    estasituada

    a su vez, por los objetivos que se persiguen Conel

    trabajo informatico, en la perspectiva de la «razon instrumental», aquella

    «de la

    que

    nos servimos cuando calculamos la aplicacion mas economica

    de los medics a un fin dado. La eficacia maxima, la mejor relacion coste

    rend miento, es su medida del exito» (Taylor,

    40

    No cuestionado el fin,

    se

    pregunta

    por

    los medios

    eficaces.

    Las

    circunstancias han forzado a

    nuestro protagonista a cuestionarse el fin, pero en realidad, siempre hay

    un fin que debe ser cuestionado.

    Parn precisar estas

    dos

    d namicas de la razon, he aquf un texto elasi

    co de Habermas, que adelanta ya, de todos modos, tomas de postura pre

    dsas

    sobre la racionalidad etica que habra que discut r : «Por trabajo 0

    acci l

    raciollal

    COil

    respecto

      ines

    entiendo,

    0

    bien la accion ins tru

    mental

    0

    bien la eleccion racional, 0 una combinaeion de ambas. Laac-

    cion instrumental se orienta pOt reglas tecnicas que

    descansansobre

    el

    saber empfrico. Esas reglas implican en cada caso pronosticos sobre su

    cesos observables , ya sean fis icos 0

    sodales

    estos pronosticos pueden

    resultarverdaderos

    0 falsos. EI comportamiento de la elecci6n rac.ional

    seorienta de

    acuetdo

    con estrategias que descansan en un saber analfti

    co.

     mplican

    deducciones de reglas de preferenciils (sistemas de valores)

    14

    y maxirnas generales; estes enunciados pueden estar bien deducidos

    0

    mal deducidos. La.accion racional con respecto a fines realiza fines defi

    nidos bajo condiciones dadas, Pero mientras la acci6n instrumental orga

    niza medios que resultan adecuados 0 inadecuados segtin criterios de un

    control eficiente de la realidad, la accion estrategica solamente depende

    de la valoracion correcta de las alternativas de comportamiento posible,

    que s610puede obtenerse por medio de una deduccion hecha con el auxi

    Iio de valores y maximas.

    Por accion comunicativa entiendo una interaccion simbolicamente

    mediada, Se orienta de acuerdo con normas intersubjetivamente vigentes

    que definen expectativas rectprocas de comportamiento y que tienen que

    ser entendidas y reconocidas por 10menos por dos sujetos agentes. Las

    normas sociales vienen urgidas por sanciones. Su sentido se objetiva en

    la comunicaci6n lingutstica cotidiana. Mientras que la validez de las re

    glas tecnicas y de las estra tegias depende de la val idez de enunciados

    empfricamente verdaderos

    0

    analfticarnente correctos, la validez de las

    normas sociales s610se funda en la intersubjetividad del acuerdo sobre

    intenciones y s610 viene asegurada

    por

    el reconocimiento general de

    obligaciones» (Habermas, 1989: 68-69).

    La pregunta basica es por eso:   C6mo deben ser interrelacionados,

    como deben ser jerarquizados, esos dos usos de la racionalidad? La ten

    dencia hoy es al predominio de la «razon ins trumental». Y son precisa

    mente exitos como los ligados a la tecnologfa informatica, yen general a

    la tecno-ciencia, los que avalan el prestigio y la preponderancia de esta

    razon, No son, pa r eso, de extraiiar recelos como el que manifiesra Tay

    lor: «EI temor se cifra en que aquel las cosas que debenan determinarse

    por medio de otros c ri te rios se dec idan en terminos de e ficiencia 0 de

    analisis coste-beneficio, que los fines independientes que deberfan ir

    guiando nuestras vidas se vean eclipsados por la exigencia de obtener el

    maximo rendimiento» (Taylor, 41). Habermas se expresa en la misma

      -

    nea: «La conciencia tecnocratica hace desaparecer el interes practico por

    la ampliaci6n de nuestro poder de disposici6n tecnica». «EI resultado es

    una perspectiva en la que la evoluci6n del sistema social parece estar de

    terminada por la 16gica del progreso cientffico y tecnico» (Habermas,

    1989: 99

    y

    88).

    En realidad, la raz6n cientifica pretende expresamente, como sigue

    planteando Habermas, separar hechos de valores, conocimiento de inte

    res practico, recomendaciones tecnicas de orientaciones de conducta.

    «La raz n en definitiva, se habra disociado de la dedsi n que quedara

    al albur de conductas

    0

    pteferencias no sometidas a razonamiento, Sobre

    este estado del   o ~ o i m i e n t o convertido tanto maS en poder tecnico que

    en la ciencia que se pretende, toda cuesti6n practica aparece como cues-

    15

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    8/56

    lion ideologica 0 no susceptible de verdad» (Bilbeny, 121). Pero en su

    supuesta libertad frente a los valores, en su supuesta neutralidad respecto

    a todo valor, esta razon cientffico-tecnica se contradice, pues «la nocion

    de racionalidad que ella impone irnplica mas bien, al f in y al cabo, toda

    una organizacion de la sociedad en la que una tecnologta independizada

    dicta a las zonas usurpadas de la praxis, en nombre de la libertad de va

    lores, tambien un sistema de valores, 0 sea, su propio sistema» (Haber

    mas, en Bilbeny, 122).

    Esto no supone negar los grandes aportes de la ciencia y la tee nolo

    gia, ni supone afiorar una sociedad en la que estas no exist ieran, pero sf

    implica resaltar su arnbiguedad, y la necesidad de resituar esos aportes

    en el marco de la racionalidad etica , la que se pregunta sobre los f ines

    que

    deberiamos perseguir, sabre el hombre y sociedad aJ que querernos

    apuntar , sobre las norrnas que deben regular la convivencia humana.

    Debernos plantearnos ser algo mas que tecnicos expertos en medios

    y

    estraregias. «De

    10

    contrario, si ahogarnos los principios de la praxis en

    los de la racionalidad formal 0 tecnologica, harernos verdad las pala

    bras de Schelling al definir la razon como una  locura regulada » (Bil

    beny

    124). Es esta dinarnica de la razon pract ica la que indagaremos

    aqui.

    b

    La crisis de referencias eticas

    Situados ya de este modo en el ambito de la racionalidad etica,

    avancemos un paso mas. Acabamos de ind icar que uno de los retos de

    nuestro t iempo es

    dar

    a la etica la relevancia que se merece. Ahora

    bien, la segunda cuest ion que conviene resal tares que esa etica a Ia que

    hay que acudir de modo imprescindible, parece estar en crisis: nos en

    contrarnos en una situacion en la que las propuestas morales para en

    f rentarnos a problemas como los que mencionabamos pueden parecer

    confusas, Sin que se tome necesariamente como negativa esta situacion

    de crisis -puede ayudar a avanzar y madurar-, con ello se quiere in

    dicar

    que en nuest ra soc iedad los r ef er en tes e ti cos no se imponen de

    modo preciso en su formulacion ni general izado en su aceptacion, p l

    que la neces idad de una bUsqueda ref lexiva en este campo es algo

    que

    se reveJa absolutamente necesario.

    16

    Puede explorarse como se resiente enel

    aula

    esra problematica traba

    jando en  rupo el siguiente cuestionario:

    L «Toeaa cada unodecldir sus propios valores y a los demds solo les

    corresponde respetar esa

    decision»

    , ,De acuerdo; Endesacuerdo; Segun.

      «Desde un punto de vista etico,   fundamental a la hora de decidir

    unaaccicn es prever sus consecuencias

    para

    mf y los demas»

    · , , . , .

    De

    acuerdo:

    En

    desacuerdo; .. . ,. , Segun,

    3. «Si Dies no existe, todoesta permitido»{Dostoievski)

    · . . , .  Deacuerdo: .. . , . ,Endesacuerdo; ,. . , . ,Segun.

    4, «

    fin justifica

    los medics»

    · , , De acuerdo: ., .. Endesacuerdo: Segun.

    (Vease en

    que

    medida las respuesras al cuestionario

    y

    su puesta en

    cuestion a traves de la confrontaci6n de las diferencins y de las inrerpela

    ciones

    del

    profesor.

    son

    reveladoras

    de

    parte

    de

     

    que

    se

    dicea continua-

    ciony desveladoras de ternas quem s adelante se abordaran).

    Precisernos , pues, en que consiste la actual crisis de referencias

    eticas:

    I. En primer lugar, en sociedades como las nuestras hay crisis de un

    unico sistema de bienes valores y normas

    Dicho de otro modo, en nues

    tra sociedad se da el fenorneno del

    pluralismo moral

    Si en el pasado el

    pluralismo era sobre todo un fenomeno entre sociedades que se conocfa

    vagamente y se tendia

    a relativizar desde la afirmada superioridad

    de los

    valores de la propia cultura , hoy, adernas de conocer mejor y dar mas

    consistencia a ese pluralismo intercultural, Se da tambien el pluralismo

    dentm de nuestra sociedad. Este pluralismo es un fenomeno bastante evi

    dente en ambitos como el sexual , el de la violencia, el de la concepcion

    de Ia autorrealizacion, el de la concepcion de la justicia social, etc; y se

    da tanto en nuestros s is temas de referenciascorno en nuestros analisis

    COncretos. Ya en Ja mera enunciacion de esos ambitos constatamos que

    en unos casos   aceptamos mejor que en otros y habra que preguntarse

    pol que.

    Debemos teljer igualmente en cuenta que este fenomeno del pluralis

    mo no debe ocultar Jas tendencias fuertemente homogeneizadoras quese

    dan en nuestras sociedades en torno a   que podriamos resumir como

      7

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    9/56

    «modo a estilo de vida» y en torno a la dominancia de ciertos valores li

    gados con el consumo y con el complejo ciennfico-tecnico, pero tambien

    can la

    referencia

    a los

    derechos hurnanos

    (en modos que

    desde el enfo

    que etico habra que precisar).

    En cualquier caso, el pluralismo es un hecho en nuestras sociedades,

    que supone varias cuestiones: I) A todos nos cxige respondernos a la pre.

    gunta ; que es ser buena dado que no existe la respuesta unica. 2) Plan.

    tea el terna de si

    ese

    pluralismo de hecho refleja un posible pluralismo

    de

    principia que debe ser defendido como avance moral, acorde con el reco

    nocirniento de la pluralidad de sujetos eticos y el re speto debido a las

    personas ; l igado a ello aparece el terna de la tolerancia. 3) Nos lIeva a

    preguntarnos si asumir el pluralismo significa aceptar el relativismn en

    moral, 4) Por ultimo, supone el reto de como lIegar desde ese pluralismo

    a aquel los acuerdos colec tivos en torno al bien y a las normas que pare.

    cen del todo necesarios para un funcionamiento eticamente correcto de la

    convivencia social.

    2, En segundo lugar, 10que antecede se vc reforzado por la crisis de

    fund ment i n

    de Ia moral. La fundamentacion vivida tradicionalmente

    en nuestras sociedades ha sido la religiosa: habia que tener una conducta

    moral porque Dios era en ult ima ins tancia la fuente del bien Bien

    mismo-i-- y de la norma, En Ia actual sociedad secular la Iundamcntacton

    religiosa no es ya generalizable, con 10que Ia prcgunta que nos brotaba

    del pluralismo de bienes y normas ; que significa ser bueno? es

    camp

    Ie·

    tllda desde esta crisis de fundllmentacion con la pregunta ; por que

     

    bumo

    que debe, eomo la llnterior, ser asumida desde III inmaneneill del

    se; humanl), desde

    III

    filosofia (llunque ello no descarte legitimos plllntea

    mlCntos desde la fe para el ereyente), Ahora bien, las ofertas desde

    III

    fi.

    losofia seran de nuevo mUltiples, 10 eual supone otra vez una invitaci6n

    para adentmrnos en elIas a fin de llsumir la que nos parezea ser mas con

    vin ente

    c)

    La respuesta del relativismo emotivista

    Un modo bllstllnte genemlizlldo de asuncion de este

    plumlismo

    de

    bienes y normlls, llpllrentemente en totlll eoherencill con

    d

    es el relati.

    vismo emo/ivista

    Estrictamente 11llblando, el relativismo no se opone

      absoluti mo

    moml

    s ino al universalismo

    III postum

    etica que de.

    fiende que 10 bueno y Iojusto 10es pllrll todos y en todll oeasion, Cllbe

    distinguir

    dos

    tipos de relat iv ismo: I) EI que .lucie lIamarse relativis.

    mo normativo en CUllnto que asume la norma pero llcepta que sell de

    aplicllcion rellltivll, Es el CllSO de lapersollll que dice: «Como soy cato.

    l ica no abortaria aunque me estllrill permitido hllcerlo si no fuera cre.

      8

    yen te». Tal pos tu ra no es relat lv ismo e ti co en sentido estricto. 2) El

    que suele llamarse relativismo metaetico (en cuanto supone un enun

    ciado sobre norrnas), el que defiende que cada norma es buena para el

    grupo que   propone porque en realidad no hay posibilidad de argu

    mentar que unas norrnas son mejores que o tras . Todas las opiniones

    morales son ast tenidas por validas, Es el relativismo en el sentido mas

    estricto (Bilbeny, 295·300

    Hoy en dia este relat iv ismo (y dejando aquf de

    lade

    sus expresiones

    mas acomodaticias y egocentricas, verdadero autoengatio) tiende a ser

    vivido en conexi6n con los

    anhelos

    de

    autorrealizacion

    y de

    fidelidad

    con uno

    mismo

    fuertemente

    sentidos, Es algo

    que

    resalta particularmen

    te Taylor, a prop6si to de un estudio de

    A

    Bloom sobre la juventud: «E1

    rasgo principal que advertfa [A. Bloom] en su vis ion de la vida [Illde la

    juventud]

    em su aceptac ion de un relat ivismo bas tante acornodat ic io .

    Todo cl mundo tiene sus propios valores , y es irnposible argumentar

    sobre los mismos. Pero

    como

    Bloom hacia notar , no se tra taba s imple.

    mente de una posicion episternologica, de una vision sobre los lfrnites

    de 10que III razon puede dar por sentado; tambien se sostenia eomo po

    s ic ion moral: no deberian ponerse en tela de juicio los valores del otro,

    Eso es de su incumbencia, per tenece a su elecc ion v it al y deber ia ser

    motivo de respeto. EI relativismo se fundaba en parte en

    el

    principio de

    respeto mutuo. En otras palabras, el relativismo era en sf misrno un vas

    tago de una forma de individualisrno, cuyo principio es algo pllrecido a

    esto: todo el mundo tiene derecho   desarrollllr su propill formll de vida,

    fundada en un sentido propio de 10 que realmente t iene importancil l 0

    tiene valor. Se les pide lllllS personas que selln fieIes

     

    si mismas y bus

    quen su autorrelllizllcion lsi no soy fiel

     

    mi mismo pierdo

     

    clllve de

    mi vidll] , En que consiste esto debe, en ultiInll instllncill, determinarlo

    clldll uno pam si mismo» (Taylor, 49), HllY ahi anhelos de autenticidlld y

    originalidad que no pueden ser negados desde el llliento etico, pero

    en ·

    marclldos en el reilltivismo y en el individualismo en sentido estrieto se

    hacen problematicos,

    Hemos avanzlldo que el relativismo tiende a estllr conexiol1lldo hoy

    en dia con el emotivismo en la medidll en que estll teoria filos6fiea pue·

    de considemrse como Ia que da raz6n del plumlismo relativista ambien·

    taL Es definido por MaeIntyre del siguiente modo: «Es III doctrina segun

    Ia cuallos juicios de valor, y mas especificllmente los juicios morales, no

    son lIada mas que expresiones de preferencias, expresiones de llctitudes

    o sentimientos, en la medida en que estos poseen un Cllracter moml 0 va·

    lorativo. [ j al ser los juicios momles expresiones de sentimientos 0 llC'

    titudes, no son verdaderos ni 1 ll180s Y elllcuerdo en un juicio moral no

    se llsegUrll por ningun metodo rllcionaI, porque no 10hay, Se asegura, si

    19

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    10/56

    acasovporque produce ciertos efectos no racionales en las ernociones 0

    acritudes

    de

    aquell{)s que estan en desacuerdo Con uno. Usamos los jui-

    clos morales, no 5610 para expresar nuestros propios sentirnientos 0 acti

    tudes, sino

    precisamente

    para

    producir

    tales

    efectos

    en

    otros- (Maclnty

    re,

    26) [La

    proposicion «esto es bueno- significarla

    «yo

    apruebo esto,

    hazlo tu tambien»].

    Sin entrar de memento en el analisis entice de esta teorfa, si es inte

    resante resaltar

    una de las

    conclusiones

    en to rno a el la del p rop io

    Ma

    c ln tyre : «Hoy la gente piensa, habla y actua en gran rnedida como si el

    emotivismo

    fuera verdadero, independientemente de cual pueda ser su

    punto

    de v is ta teoretico publicamente confesado» (Maclnryre, 39). Es

    decir, si esta opinion es cierta, significa

    que

    hoy tendemos a usar el len

    guaje moral convencidos de que con

    ella

    expresamos sentimientos perso

    nales de aprobacion 0 rechazo (

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    11/56

    Aunque en sf, ni pOl etimologfa ni por uso, se impone una distincion

    clara entre los terminos etica y moral se va extendiendo el uso diferen

    ciado de los mismos para apoyar una distincion que es muy clarificadora

    y que nos servira ademas para precisar los objetivos de este curso, Efec

    tivamente, hay

    que

    distinguir entre:

    I. Un primer nivel, el del mundo social, en el que encontramos: I) sis-

    temas morales concretes

    0

    conjuntos de norrnas y valores existentes

    en

    una sociedad

    que

    orientan

    y preseriben las

    conductas

    de modo in-

    mediate;

    2) un

    lenguaje moral Iigado

    directamente

    a

    la accion,

    qne

    se conereta. en los innumerables juicios morales

    que

    espontanea

    mente ermtimos y que encuentra su apoyo en los antedichos siste

    mas; 3)

    unas

    acciones que son catalogadas de morales 0 inmorales.

    Pues bien, este nivel es el que estarfa recogido en la palabra Moral.

    2. Sobre el se const ruye un segundo nivel, como su momenta reflexi-

    vo y a modo de metalenguaje que habla de un lenguaje, fundamen

    talmente para responder a estas tres cuestiones:   Precisar

    en

    que

    COnslS e

    10

    moral

    distinguiendolo de los otros ambitos que son

    tambien objeto de saberes practices; 2) precisar igualmente los bie

    nes supremos y las

    reg

    las

    que deben guiar la accion, cuestionando

    con ello. los.criterios y principios que hay que utilizar para estable

    ~ e r ~ s

    jUlCIOS n:orales; 3) ofrecer argumentos que fun menten 0

    justifiquen Ia existencia de una moral y la necesidad u obligatorie

    dad de asumirla. Pues bien, este segundo nivel, nivel de pensamien

    to 0 filosoffa moral, que se constituye como gufa de la accion de

    modo mediato es el que estaria recogido en Iapalabra Etica.

    3. Cabe aun hablar de un terce r nivel logi co , el de la Metaetica no

    en el sentido en que se usa con frecuencia esta palabra en el Con

    t:xto

    anglosajon para referirse al analisis del lenguaje moral (se

    na

    todo .caso una «metamoral»), sino para referirnos a 10 que

    podrfa considerarse como la teoria de la ciencia aplicada a la eti

    ca,

    esto

    es,

    como

    aquella «reflexion

    que

    no sc refiere directamen

    te;aI objeto

    de

    la ct ic a s ino a Ia es tructura de Ia propia reflexion,

    aSI

    como

    a la manera corno la etica habla de su objeto. Esta refle

    x ion, c ri tica en su inteneional idad , que ana liza el d iscurso e tico

    en 10 relat ivo a sus pre tensiones y a sus I imi tes , es metae tica en

    sentido propio». (Pieper, 69). Es decir, asf como Iamoral. es el ob

    jelo de la e tica , Iae t ica es el objeto de la metaetica.

    inh?spi to. dudes muertc cuando

    son ancianos

    ydebiles. lq que

    choca de

    modo frontal con

    la

      p h c c l ~ n

    .qu:nosotroshacemos de eseprincipio.

    osis

    juiere. del

    principia masomniabar-

    c ~ t e

      dlgOldad

    humana.

    Sabreet temadel relativismo

    puede verse

    hi citadaPieper 1991

    29-30 y 43-48) Y

    J. COnill

    (1994). .

    22

    Las reflexiones que aquf haremos estan situadas basicamente en el

    segundo nivel, aunque con inevitables puentes con el primero y el terce

    1 0. Avancemos tres consideraciones a proposito del mismo,

    b) La etica

    saber

    practico

    Como en pane se adelanto en l b la e tica, por Ia naturaleza de sus

    objetos (principles, valores, reglas, ideales, fundamentos) no perteneceal

    saber teorico propio de las ciencias que se rige poria dernostracion, sino

    al saber practice que se rige

    pOI Ia.argumentaci6n.

    Es algo que define ya

    con

    precision Aristoteles cuando delimita por primera vez

    con

    precision

    el campo de la etica filosofica, y que desde su perspectiva espectfica asu

    mira

    tambien

    Kant.

    Para

    ahondar

    en estas consideraciones, puede comentarse el texto n.

    de Aristoteles (ver anexo),

    c) El conflicto moral como motor de la reflexion etica.

    Los sistemas rnorales existentes en nuestra sociedad regulan nuestras

    conductas de una manera muy superior a la que solemos darnos cuenta.

    Al haberlos interiorizado en gran medida a traves del proceso de sociali

    zacion, los asumimos sin trabajo reflexive especffico,

    como

    algo natural.

    Esta asuncion espontanea se pone en crisis cuando surgen conflictos, ya

    sea a nivel personal ante determinadas situaciones vividas, ya sea a nivel

    publico,

    euando

    comportamientos sociales discordantes se rerni ten en

    ambos cases a valores.

    Dichos

    confl ic tos nos fuerzan a

    cuestionar

    las

    normas interjorizadas implicadas, haciendonos a la vez conscientes de la

    aceptacion acritiea que en general tenlamos de [Odas ellas.

    Los conflietos de normas 0 valores pueden ser de tres tipos:   que ha

    gan

    cntTar

    en colisi6n

     

    en una situaci6n concreta, normas pertenecientes

    al

    mismo sisrema moral (ej. ante un desahuciado, decide la verdad y evitarle el

    dolor); 2) que hagan entrar en colisi6n nornlas 0 valores pertenecientes a sis

    temas morale,; distintos (ej.: enfrentate al mal con el mal, enfremate al mal

    con el bien: violencia, noviolencia); 3) que hagan emrar en colision una va

    loracion personal con 10que el sistemamoral de la soeiedad considera legiti

    mo   ej_ el dereeho a Iaigualdaden el despertarde Ia conclencia feminista).

    Si los eonfl ie tos nos fuerzan a la ref lexion , si nos fuerzan a pasar al

    segundo nivel de la etica,

    ello

    se debe a que nos exigen tomar

    una

    deci

    23

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    12/56

    slon personal problemdtica que necesitamos justificar ante nosotros mis

    mos y ante la comunidad a Ia que pertenecemos. Es asf como se pone

    claramente de mani fiesto que el que no nos s ituemos aqutcentralmente

    en el nivel de las indicac iones

    y

    prescripciones

    concretasno

    significa

    que nos desentendemos de Ia realidad, sino que, como ya avanzarnos, su

    pone incidir sobre ella de modo mediato, estimulando Ia problematiza

    cion de las normas existentes y la busqueda de justificacion.de modo tal

    que seamos

    capaces

    de decidir autonomamente

    10 que dfbe hacerse,

    «Quien se ejerc it a en la capacidad de juicio critico-practicd adquiere en

    el curso de su proceso de aprendiza je y de vida una act itud bas ica

    cada

    vez mas firrne que

    cabe

    denominar competencia moral. La  competencia

    moral se pone de manifiesto

    enla

    capacidad de decidir ante

    'cualquier

    si

    tuacion que requiera actnar, 10que debe hacerse impcrativarnente desde

    la perspectiva del principia de libertad, es decir , la capacidad de decidir

    ca n

    buenas razones», (Pieper, 139)

    d)  

    etica aplicada

    Afianzando esta fnea de que la reflexion etica no es ni mucho menos

    ajena

    a la vida cotidiana, a las relaciones interhurnanas concretas, diver

    sos autores ins is ten en que una de las tareas esencia les de la e tica como

    filosoffa moral es precisamente «intentar una aplicacion de los principios

    eticos descubiertos a los distintos ambito de la vida cotidiana» (Cortina,

    1993, 164). Habra que tener en cuenta, de todos modos, matiza esta auto

    ra, que dado que la tarea de la etica no es solucionar casos concretes sino

    disenar los valores, principios y procedimientos que los afectados deberan

    luego tener en cuenta en los diferentes cases, la etica como tal no se plan

    tea las aplicaciones concretas sino el diseiio del marco de aplicacion.

    Apel concretamente propone dis tingui r en Ia e tica la par te A, que se

    ocuparia de la fundamentacion racional de la correcci6n de las normas, y

    la par te B, que tendr fa

    pa r

    objeto disefiar el marco racional de principios

    qu e

    perrnitan aplicar a la vida cotidiana Jos principios deseubiertos en la

    par te A. Si la par te A busca el princ ipia e tieo ideal, la parte B se orienta

    r ia por el principio de responsabilidad, en la fnea de Weber; es decir , que

    la aplieaci6n estaffa condicionada por las consecuencias y las situaciones.

    Pero no es aun el momenta de entrar enel modo de apllcacion de la etica;

    baste dejar constancia de

    que

    es una tarea a la que no Sedebe renunciat .

    1 En este trabajo

    se>abOrdanin

    561 las coordcnadasgeneralcsde aplicnbilidad delaetica

    4) propue.

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    13/56

    glas de normas que

    Be

    caracterizan a la vez por la

    constriccion

    (en liber-

    tad)  y

    la

    universalidad t

    Estas dos caras no Son faciles de armonizar, pues la pnmera de elias

    nos remite.al deseo y la segunda al debet: puede el deseo, aunque

    sea deseo

    del bien, serccmpatible con la razon siendo, como muestra la

    experienda, multiple y

    can

    frecuencia compulsivo? debe en t odo

    caso ser

    controlado por la

    norma?

     Pem nene

    sentido afirmar

    que

    debe-

    mas hacer 10 que prccisamos hacer para conseguir 10 que deseamos? i.

    Y

    pueden pretenderse norrnas que 110 hagan referencia previa a bienes,

    cuando parecen se r los bienes 10unico que nos rnueve?

    La complejidad de estas cuestiones ha hecho

    que

    las propuestas de

    ticulacion de 10bueno y 10obligatorio que se han dado

    desdela

    filosofia,

    sean diversas y con frecueneia encontradas. Destacan, con todo, dos gran

    des herencias que estan eondicionando de l leno el debate actual: l ) la he-

    rencia aristotelica

    y

    au perspectiva teleologica, con el primado de l bien;

    2) la herencia kan tiana y su perspectiva deontologica. con el p rimado de

    Ia norma, Ambas tradiciones se remiten de rodos modes

    ala

    razon huma

    na

    como

    enteric 0 fuente de la moral id ad (aunque en la p rimera se t ra te

    de «inteligencia deseante»); pero el debate actual no puede entenderse sin

    considerarse tambien : 3) a los que ponen en crisis las referenclas

    raClOna-

    les de la ctic a,

    eomo

    los «maestros de la sospecha» (Marx , Nietzsche y

    Freud y antes Hume (con sus seguidores en el campo analitico),

    2.

    I_a teleologia aristotelica

    Se puede

    comenzar

    acercandose a

    eJla

    a

    traves

    del

    comentario

    de los

    textos selcc.cionados de

    Stiea a icomaco

     veranexo

    1. De la propuesta aristotelica debe resaltarse 10 s i g u i e m ~ :

     

    La ac

    cion es buena cuando

    conduce

    al bien del hombre, que se def In e desde la

    tendencia a la fel ic id ad implantada en su naturaleza y que consiste en

    «una cierta actividad del

    alma

    de acuerdo con la v ir tud», aunquc sm ex

    cluir su acompanamiento del placer y la neees id ad de c ie rtos b ienes ex

    ternos, 2) La virtud es definida como t rmino medio entre dos extremos

    efr

    RICOEUR

    ~ 9 9 56

    asumido,Hurnar etica a 10 estimado bueno

    y

    morala Jo queseimponc

    obhgatono

    e s t ~ -

    blecicndounapredsa urtkulad6n entre

    eJlas------con

    eI

    primado

    de  n ettcu a Iaque

    mas

    adelante

    nos·rcfcriremos.

     

    viciosos, 10que no expresa la mediocridad sino 10mejor para el hombre.

    3) Entre las virtudes, la phronesis 0 capacidad

    de

    deliberar correctamente

    sobre 10bueno, es decisiva para precisar 10que conviene a la naturaleza

    hurnana en cada circunstancia, 4) En esre marco, la dimension de obliga

    cion queda

    muy

    difuminada, aunque

    podrfa

    formularse

    del siguiente

    modo: SC realmente 10que eres potencialrnentc». 5) El deseo como ape

    tito

    queda

    en

    carnbio

    af irrnado

    como

    consustancial

    al

    entendirniento

    practico, pues es el unico que 10 mueve, aunque debe ser regulado por la

    razon: «deseo dcliberado» desde una «inteligencia deseante»; el homhre

    bueno no es el que acrua con tr a la inc linacion sino el que aetna desde

    una inclinacion educada

    por

    el

    cultivo de las virtudes.

    2, Para que quede mas completa Ia d cscr ip cion de las rai ces de los

    actuates enfoques teleologicos, se irnpone una breve referenda al epicu

    refsmo, que se deflnira

    como

    etica del deseo, identlficado este con el pla

    cer-gozo que se consigue a traves de una vida temperada,

    3, En def ini tiva, desde estos enfoques, la moral es v is ta como «aquel

    ambito humane en el que podemos deliberar acerca de los

    medics

    oportu

    nos para alcanzar Ia fel ic idad- [a la que tendemos inevitablernente...] La

    razon

    moral

    se

    nos

    presenta entonces

    como

    raran prudencial

    como

    razon

    que intenta

    se r

    ver sada en las estrategias eonducentes a Ia fel ic idad»,

    (Cortina, 1993, 180), Aunque hay que matizar que tampoco es ajena la ra

    zon pract ica al t rabajo de precisar 10 que deba entenderse por felicidad,

    que, como hemos visto, puede ser entendida COmo  p lenitud», en Ia linea

    aristotelica, 0 Como «placer-agrado» en la linea epicurea, reSaHandose en

    este ultimo caso mas propiamente la razon

    calenladora

    de placeres

    y

    do

    lores, y no tanto la razon

    prudendal

    propiamente dicha «que pondera los

    principio y valores

    que

    emran en con tl ic to en una situacion concreta,

    bllscalldo el mayor bien posible para el con junto de la v id a, entendido

    como tendeneia a la autorrealizac.ion» (Id 181). EI problema esta en sa

    ber

    si e tan annon izab le la inc linacion con la v ir tud y el bien, y sobre

    todo si desde esoSenfoques son posibles normas universales, dado que la

    definicion de hien diffcilmente 10es, a menos que se den supue tos meta

    fisicos sobre la naturaleza hum

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    14/56

    1. Deben resaltarse las siguientes ideas-:

    ~ K a n t tiene

    muy presente 10que todos hemos podido con.statar: que

    la

    ousqueda de nuestra felicidad personal, que el seguirmento de

    nuestras melinaciones choca

    ca n

    frecuencia con 10que es justo, Y

    distinguiendO netamente el hombre fenomenico, el que se p r e g ~ n t a

    porsu bienestar, del nQIJmenico, e l q u e se pregunta

    pa r como

    obrar

    moralmente, por las condiciones de poslbilidad de la

    duetaplenatnente moral, propene una etica que indica que requisi

    lOS (forrnalismo) debe cumplir una maxima para que sea conside

    rada moral.

    ~ L m v U

    de Ia accion moral no puede ser,

    par

    eso, el deseo sino el

     e er (deontologismo). Hay que hacer 10 debido

    solo

    po r deber,

    sin que entren en juego sentimientos intereses. La calidad moral

    de una accion no se j uzga par la accion rmsma, m por sus conse

    cuencias, sino

    pa r

    la act itud de la voluntad que acnia

    pa r

    deber,

    po r respeto a la ley moral. , .

     S e

    descarta asf la fel icidad del ambito de 10 moral mcluso como

    efecto de una vida virtuosa:

    ]0

    mas que puede afi rmarse es que la

    buena voluntad nos hace

    dignos

    de ser fel ices . Y si toda norma eti

    ca debe .compaf ia rse de a lguna Idea de 10 b u e ~ o aquf 10

    buena

    supuesto no es ni la perfeccion, ni la felicidad, ru el placer, smo la

    buena

    voluntad,

      a

    buena

    voluntad es aquel la que se deterrn ina mediante el im

    perativo

    categorico. Para Kant, los juicios morales d ~ b e n .m?n

    dar necesar iamente y para todos baJo la forma de un ImpeIat lvo

    categ6rico. L os imperativos hipoteticos

    son

    i m p e r ~ t i v o s

    de la

    habilidad, pues pres criben

    la

    elecci6n

    de las condICIOnes que

    conducen

    a un fin

    dado

    (raz6n prudenclal y calculadora,

    conse-

    cuencialismo .

    S610los juicios categ6ricos son propiamente.mo -

    rales, pOl que solo ellos ofrecen la regia universal y

    necesana

    de

    obligaci6n.

    ,

     

    a

    condici6n necesaria para que se de la raclOnahdad moral

    aSI

    la

    universalidad de

     

    norma

    (exlgencia expresada en la

    pnmera

    puede comenzarse con una prescntaci6n

    mas

    e lemental en la que se descr iba eJmarCO

    de Ja rcflexi6n etica kantiana:

    t

    Su crftica a las etiens materiaJes. las que se d o ~ n de uoos

    contenidos expresados en un bien/fin ultimo que hay que p e r : ~ g u i r  t. unos, O l e d l o s / n o r ~ a s

    para alcanzarlo,

    y

    que puseen C01110 caracterfstic,as eI ser empl1 ICnS, h l p o ~ t l c a s

    y

    h ~ ~ e r o n o -

    mas; part iendo de que ta etica validad ebe s er umversaJ y r a c l O n ~ ,esta.5 eucas matenales. no

    serfan validas pol no ser univcrsalizables. 2) Su propuestndc una cuea lormal, [aque n o e s t a ~

    blece fines y nonos dice 10que debemns hacersino c6mo debemas h a c e ~ l o ; 10quese c o n c r e ~

    fa indicando que debemoil actiJar por deber

    y  s guneI

    imperativo categ6nco.

    28

    forrnulacion del imperative). Hay ademas otras dos condiciones

    que apuntan mas directamente a la aplicabilidad: que la norma res

    pete al bombr e como fin en sf (regla de la humanidad: segunda

    forrnulacion) y que tenga como fuente de legislacion al a voluntad

    (regla de autonomia: tercera formulacion). (Ver estas forrnulacio

    nes en.texto n. 6

    Po r autonomfa de Ia voluntad hay que entender independencia de

    Ia misma respecto a todo aquel lo que no es su propia determina

    cion; en la heteronomfa, en cambio, el valor

    de

    la voluntad esta

    condicionado a su objeto, No debe olvidarse, de todos modos, que

    el hombre autonomo no es el mero indiv iduo , sino el indiv iduo

    como representante de la razon comun de toda la hurnanidad.

     S in

    entrar aquf en un debate filosofico sobre este enfoque, sf cabe

    subrayar que, al situarse en un marco trascendental, encuentra gra

    ves dificultades para su apiicabilidad. Porque para Kant 10erico

    atafie est rictamente a Ia decis ion, pero apl icar la ctica a la vida

    pide considerar la viabilidad de los preceptos y la prevision de las

    consecuencias , algo para 10 que la razon practica prudencial se

    adapta mejor que la raz6n practica categorica, tendente

    al

    rigoris

    mo y la inflexibilidad, Los imperatives kannanos son por eso, pro

    bablemente, reglas incompletas para definir el buen hacer de la ra

    zon razonable ,

    - Pero en buena medida parecen hoy reglas i rrenunciables , aunque

    haya que rernodelarlas. EI enfoque kantiano crea, en efecto, las ba

    ses

    y perspectivas para buscar los mtnimos normativos que todo

    ser humano, en cuanto ser melonal, debe cumplir, al margen de 10

    que piense que sea su bien.

    2. Como antecedente del enfoque kantiano hay que citar a Ia tradi

    ei6n estoica, que abandona la noci6n aristotelica de

    telos

    afirmando que

    solo Ia voluntad bien formada, aquella que se conforma Can la ley encar

    nada en el orden c6smico, es buena. Hay autores que resaltan Igualmente

    que «el caracter deontol6gico de los juicios moniles es el fantasma de los

    conceptos de ley divina (MacIntyre, 143) vividos desde el cristianismo

    (por 10que se caerla en continuos problemas, al mantener la categoriel

    dad sin mantener la rerereneia de la misma).

    5 Hnbrlu que matizar 10que amecede en el semido de que hay iextos kuntianQs como In

    parte de iftdoctrina sabre la virtud de Me1a llsica fascoSfumbres que ofrecen pistas de.

    aplicabilidad impol1antes,

    como

    10pone de manifiesto

    el

    estudio de A-M.

    ROVIELLO,

    «L tm-

    peratifkantienface aux technologies nouvelles» desdeel casa de la bioetica(en G.HaITOlS Y

    M-G.

    PINSART  OOs Hans Jonas: Nature el respof/sabilill .

    Paris. Vrin. 1993).

    29

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    15/56

    Cuadra sintetico

    Tcniendo

    en cuenta todo 10 que antecede, podemos.ahora plasmar es

    quematicamente   10

    que

    da elarrdadpero fuerza las posiciones, tengase

    en cuenca 10que significan las dos

    dlmensionesdel

    fen6meno moral.

    \ T O O : ; : ~

    1 ~ O O . . ~ · W

     

    1

    ~ f i j a r

      1 b i e n f i ~ ) J (fijar

     1

    c 6 m ~ ~ ~ normacorrectu)

    I

    Prioridad d - ' ~ fehcldad   I

    Prioridad

    de

    la justtcia _

    Heteronomfa

    r

    Autonomfa

    I

      f ~ : : : ; : J : : ~ \ humana,DiOS, ,_

    (VOlu,ntad

    r cionaI)

    _._.

      I

    .Material Formal J

    .

    (con

    ,conten.l. dOS)

    . (prOCedimientos. de leg.itim acicn

    de normas) .

    I

    Hipoteticid d -- -

    C ~ t e g o r i c i ~ ~

    I

     

    c o n d i c i o n a r l ~

    norma al

    fin .

    (sin

    c o n , d i c i o n e . ~ s :

    universalidad

    consecuenciahsmo) Ynecesidad) I

    - ~ - - - - - - - - - - - -

     

    ------

      1

    I

    : : : ~ : ~ ~ ; ~ ~ _ I

    E ~ ; ~ ~ ; ~ - - - - - - - - - l l ~ : ~ ; ~ : : ~ ; : : :as

    .

      I

    (metaffsico) (empfrico)

     

    _

    _  

    __

    ..  ._ _

    ....

    _-_   _ _._ ..--- .._------ .._- ------

    4. EI cuestionamlento

    de

    la

    raclonalidad

    moral

    por

    Hume

    Cabe acercarse a el a traves del cornenfariosde los

    textos

    selecciona

    dos de Hume, Tratado de la naruraleza humana. (Ver anexo}

    I. Deben resaltarse las siguientes tesis defendidas en el Tratado

    aun·

    que

    con m a t i z a c i o n c s ~

    correcciones

    y

    afiadidos de

    Investigaciones :

    6 Para su comprensi6n correcta

    e.s COllvenlente

    rec(jrdar, aunque sea de modo e l e r ~ e ~ t a L

    las

    tesis

    de fatcoriadid conocimiemo de Hume: ]) Proponecomo elementosdel conOClmlcn-

    to las impresioncs y Ius idCi\s (represenladones de las

    primcru );

    2) dlstingue dos n ~ o d o s de

    conodmienlo: de hechos, justlficado por la experiencia, y de relaciones entre las Ideas,

    eI

    30

      E l sentimiento y no la razon, es el fundamento de nuesrras distill

    cionesmorales, concretamente el sentimiento de aprobacion

    y

    de

    saprobacion de las acciones y maneras de ser,

      L a fuente de aprobacion

    0

    desaprobacion moral es el sentimiento

    de agrado 0 desagrado, placer a dolor, no meramenre interesados,

    Tambien la u ti lidad, 10 que con tr ibuye a la . fe licidad de la pobla

    cion, es una fuente muy importante de aprobaci6n moral; concre

    tamente es el unico

    origen

    de

    lajusricia,

      S i conseguimos entendernos en el campo moral se

    debe

    a un sen ti

    miento

    cam

    tin de humanidady simpatfa que, unido al de utilidad,

    permite acuerdos basicos,

    2. El texto n. 4 plantca

    por primera

    vez en fa h is to ria de la f ilosoffa

    las graves dificultades Iogicas que existen para

    dar

    el sal to del

    es

    al

    debe

    en la argumentacion moral. Es un tema que MOORE trabajara a fondo en

    Principia Ethica

    denunciandolo

    como

    la « falacia natural is ta», en la que

    afirma cae MILL(texto 5 de este autor). Puede verse un debate en torno a

    ella

    en J. MUGUERZA, cap. II

    y

    VI, en colaboraciones de SEARLE y

    HARE

    en obra de Ph. FOOT Yen MACINTYRE, p. 81-85.

    3. Desde

    los

    planteamientos

    de

    Hume se desprende, pues,

    que

    la

    eli

    ( . ~ H

    ya no reside en principios racionales: los juicios practices descansan

    en

    sentimientos

    La razon es incapaz de

    deeidir

    donde estan el bien y el

    mal (escepticismo), La justificacion de los juicios morales es emotiva: el

    sent imiento fija el fin

    y

    la r azon es su esc l ava

    para

    f ijar los medios. Se

    subrayan

    asf

    fuertemente las

    dificultades

    de 1a

    racionalidud

    moral (es

    cierto que desde una deterrn inada perspectiva de racionalidad) . EI pro

    blema

    esta

    en que

    desde criterios ernotivos y

    de

    utilidad

    no es facil

    defi-

    propio de las matemaricas y Inlogica, necesario peru que no versa sobre Ia realidad; 3) con

    cluye que todo conocimiento sobre la realidad necesita una base empfrica; 4) resalta que no

    tienen base empfrica:Ia idea de causa (crisis relative del conocimiemoctenuflcoj, Inideade

    susnmcia (crisis del conocimiento metaffsico),la idea de bien (crisis del conocimiento mo

    rat):

    5}

    concluycproponiendoque la base de nuestras afirmaciones en estes cases es. respec

    nvameme: IncrecnciaCOil base emptrica, Increencia sin baseernpirica,cl sentimieuromoral.

    7

    «La nccidn de heche en 1 que a

    los aeres humanos respecta,sc rransformadurantela

    transicion del aristotelismo til utecanicismo. En el primerc,  < accion bumana. precisamenre

    porquc se

    e x . p l i ~ a

    teleo]()gicilmente,

    no sOlopuede sino que debe. ser caracterizada

    pOT

    refe

    ren a la jeral {jufa de bienes que

    abast:ecen

    def ines a

    la

    acci6n humana. En c] segundo, ]a

    accion humana no solo puede,sino que debe, ser caracterizada sin referenda algunn u tales

    bienes. Para el pl imero, loshechosacerca de la acci6nhumana incluyenlos hechos

    lIcel ca

    de

    10que cs vuliuso pam los seres humano S

     y

      s6H.l los hcchos acerca de 10que conslderan

    vaHoso); para el ultimo, no hay hechos

    £Iccrca

    de

    1

    que es

    valioS{),

     Hecho se convierteen

    ajeno al valor, e5 se convierteen desconocido para debe y tanto la explicucidn como 1 1

    valoraci6n caOlbian su caractcr como resultado de este divordo entre  es y debe » (Ma

    cIntyre..,

    I12).

    31

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    16/56

    nir 10 bueno de modo estable y general, ni fundamcntar la

    obligacion

    de

    hacer eso

    quees considerado bueno: Hume debe acudir a un sentmuento

    u n i v e r s ~ de sirnpatfa, de muy dudosa justificacion desde los ~ u p u e s t o s

    de

    que se

    parte.

    Maclntyre

    Ilega a

    afirmar

    a est.e

    respecto:

    :,Esta

    claro

    que la invocacion de Hume a la compasion es un mvento que mtenta ten

    der

    tin puente

    sobre

    1abrecha entre

    cualquier

    conjunto de

    r a z ~ n e s

    pudieran .apoyar

    la adhesion

    incondicional

    a n.ormas

    g e n e ~ l l l e s

    e

    m ~ ? n d l n

    cionadas

    y

    un

    conjunto

    de

    razones

    para

    Ia accion

    0

    el

    JU1ClO

    que pu

    sees

    derivarse

    de nuestros particulares, fluctuantes y acomodatlC IOS d e ~ e ? '

    emociones

    e intercses.

    Mas

    tarde, en Adam Smith, la cornpasion ser·. m

    vocada precisamente para el misrno proposlto. Pero 1abrecha es

    l ~ g l c h -

    mente

    insalvable, y   compasion , tal como es usada por Hume y mit

    es el nombre de una ficcion filosofica» (Maclntyre, 71).

    5.

    Las

    dlversasperspectivas ante el tema de la justlcia

    Dado

    que en vistas a sen ta r las bases de la etica aplicada en general

    de

    las

    eti,c;sprofesionales en particular, nos interesa destacar la etica

     

    . d 6 nos es presenta-e

    la

    justicia

    es conveniente comenzar ya

    Vie

    n

    0

    c mo . ,

     s

    . , , is

    tl

    d' que nos an

    daesta por los tres autores que acabamos e estu tar y , : . fi .

    abierto a Ja problematica de 10moral. Globalmente hablando, h e ~ ~

    I ld

    made que laseticas

    teleologicas apuntan preferentemente a 1a e

    l : : l ~

    a)

     en este sentido, conciben la just icia como med o conseguir a ,

    mientras que

    las

    ericas dcontologicas a p ~ n t a n a la jUStlCla (es

    d e C l ~ cen:

    tran

    SU

    propuesta en una justicia procedlmental que r e g u l e d ~ ; co

    rreclO 1a convivencia y el reparto). De todos modos , Sl nos a entramos

    oco

    en 10que cada autor piensa de la justicia mas concretamente, ve

    ~ ; o s

    que se nos ofrecc uu panorama significa tivo de la InIsma que pre

    para

    las concepciones actuales.

    a

    La perspectiva aristolellca.

    • .

    Arist6teles estudia la justicia especialmente en

    el.lib:o

    V de su E t l C ~

    a Nic6moco.

    Distingue entre una justicia universal

    0

      I U s t l e l ~ C ~ ~ o v ~ r t ~

    generica, y una jus ticia particular, en la que aparecen

    vancda

    es e a

    justicia. .   obediencia a

    La justicia universal se nos presenta en pnnelplO como I

    la ley.

    justieia

    es aqui 10 que es legal, pem teniendo en

    c u e n t ~

    que 

    ley desdc la concepci6n aristotel ica de un Estado e? perspectlva

    t O S ~ ~

    va 'y

    con

    funci6n educadora , se ext iende al menos Idealmente a .

    VI

    a

    l

    . . P . la J'usticla umversa

    ntera imponicndo las

      celones vlrluos s

    or eso ..

    32

    coincide mas 0 menos con Ia rect irud moral en general 0 si se quiere,

    con la

    virtud

    en

    su

    dimension social. «De

    heche,

    la gran

    mayorfa

    de las

    prescripeiones legales se desprenden de Ja vir tud total , porque la Jey

    rnanda vivir de acuerdo con todas las vir tudes y prohibe vivir segun to

    dos

    los

    vicios, Y

    los

    Iactores capaces

    de

    producir la virtud

    total son

    todas las disposiciones que la legislaei6n prescribe para la educacion

      -

    vica»  EI. Nlc. 241 .

    La justicia particular se nos presenta en tres variedades 0 especies:

    1. En primer Iugar, como justicia

    dlstri utiv

    de honores y b ienes

    entre los miembros de una comunidad (prioritariamente estatal);

    el criteria de distribucion al que se apunta es el de proporcionali

    dad segun el merito, aunque Arist6teles reconoce que «todos es

    tan de acuerdo que 10Jus to en las d is tr ibuc iones debe es tu r de

    acuerdn con ciertos meritos, perono todos coinciden en cuanto al

    merito mismo, sino que los dem6cratas 10 ponen en la Iibertad,

    los oHgarquleos en la riqueza 0 nob1eza, y los arist6cra tas en la

    virtud»  Ibid. 244 .

    2. En segundo Iugar, tenernos la jus ticia

    correctiva

    0 rectificadora,

    que interviene para eorregir las desigualdades que pueden darse

    en las relacionesentre los individuos, sean voluntarias

    0

    involun

    tarias (aparecen aquf los fraudes y violencias); 10

    justa

    consiste en

    este caso en res tablecer Ia igualdad, algo que compete especia l

    mente al juez que «intenta igualar esta clase de injus ticia que es

    una des igualdad: asr, cuando uno recibe y el otro

    da

    un golpe, 0

    uno mata y otro muere , el sufrimiento y 1aacci61l se rcparten de

    sigualmente, pero el juez proeura igualarlos

    con

    e castigo quitan

    do de la ganancia»

     Ibid. 246 .

    3.

    Por

    ultimo, tenemos la jnsticia

    conmlltativa 0

    comerciaJ, que hus

    ea el eqUilibria en el intercambio de bienes; aI

    ser

    estos de natura

    leza tan diversa, «es preci so que se igna len y,

    por

    eso, todas las

    cosas que se intercambian deben ser, de alguna manera, compara

    bles. Para

    est o Se ha

    introducido

    la moneda, que es de aIgun

    modo, algo intermedio, porque todo 10mide»

     Ibid. 249 .

    Arist6teles

    hace luego diversas

    observaeiones complementarias

    a

    esta clasifieaci6n, entre las que cabe resal tar dos: I) Hay

    que

    distinguir

    entre justicia natural y legal a convencionaL «La jus ticia fundada en la

    cOllvenci6n y en la ntilidad es semejante a las medidas, porque las medi

    das de vino 0 de trigo no son iguales en todas partes, sino mayores donde

    se eompra y menores donde se vende. De 1amisma manera, las COSas qne

    son just as no par

    naturaleza sino porconvenio humano no son l s mis-

    mas en todas partes, puesto que tampoeo 10son los regimencs po .fticos,

    33

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    17/56

    si bien s61 uno es pot naturaleza el mejor en todas partes»

    tIbid. 225 .

    2) Hay que distinguir igualmente entre ley general y equidad prudencial

    como

    correccion de lajusticia legal. «La causa de ello es que toda ley es

    universal y que hay casos en los que no es posible tratar las cosas recta-

    mente de un modo universal. [. ..] Por tanto, cuando la ley presenta un

    caso

    universal y sobrevienen circunstancias que quedan fuera de la

    formula universal, entonces esta bien, en la medida en que el legislador

    amite y yerra al sirnplificar, el que se corrija esra ornisicn»  tbtd

    263 .

    Para ser fiel a su esquema general, Aristoteles insiste en definir la

    justicia como termino medio entre dos extremos, «entre cometer la injus-

    ticia y padecerla», dice en un momenta

    tIbid.

    25 I). Pero reconocea con-

    tinuacion que este esquema no es muy adeouado para esta virtud, porque

    no tiene vicio mas que por un extremo (el del exceso, segun

     51 .

    Debe te-

    nerse igualrnente en cuenta que Aristoteles propene las virtudes como

    aquella actividad que supone el bien/fin del hombre, es decir, la felicl-

    dad. La justicia es decisiva

    parael

    bien de la ciudad, si bien las demas

    tambien seran necesarias para ello, y no hay que olvidar que «aunque sea

    el misrno el bien del individuo y el de la ciudad, es evidente que es mu-

    cho

    mas grandey

    mucho mas perfecto alcanzar

    y

    salvaguardar elde la

    ciudad; porqueprocurar

    el

    bien de una persona es algo deseable, pero es

    masherrnoso

    y

    divino conseguirlo para \10 pueblo y para las ciudades»

     Ibid. 13J)8.

    b)

    La perspectiva de Hume

    Hume se situa ya en un eontexto modemo en el que se ha planteado

    (eon Loeke) la existencia de unos derechos individuales anteriores al Es-

    tado que este

    d ebe

    proteger eon sus leyes. La petspectiva, eomo se ve, es

    diferente ala aristoteliea. Hume no va a participar en la concepci6n de

    los derechos naturales inalienables y en ultima instancia de origen divino

    de Locke, pero sf va a hacer su propuesta sobre la j\1sticiadesde el con-

    texto de

    i lldividuos a quienes les conviene organizarse en sociedad pac-

    tando convencionaltnente un detenninado funcionamiento social.

    es el origen de lajusticia para Hume?9 No la existencia inde-

    pendiente y previa de derechos individuales que deben ser respetados

    ~ c o n s i s t i e n d o

    la justicia en ese

    respeto

    sino el interes propio. Es el

    interes propio el que empuja a los hombres a constitulrse en sociedad y

    l l

    Recuerdese   st respectoque Arist teles concibe suetica como una«disciplina

    p o f ~

    tica»

    9 Vease

    especiahneote

    HUME

    Tratadode

     

    natumle

    humana libroIII

    parte

    ne   nves-

    fig ion s relos p r i n c i j J i o ~ de   moral

    se . Ci6n

    3 y pendice 3

    34

    es ese interes elque descubre que, si no hay convenciones que regulen el

    derecho de propiedad en especial, surgen los disturbios destructores para

    todos. La justicia es esa convencion que remedia a la vez los problemas

    del egofsmo y laescasez de recursos: «el origen de la justicia se encuen-

    tra unicamente en el cgofsmo y la limitada generosidad de los hombres,

    junto con la escasa provision con que la naturaleza ha subvenido a las

    necesidadcs de estes»

     Tratado,

    666), EI interes propio coincide, de to-

    dos modos, con el interes general, por

    1

    que puede concluirse que «las

    reglas de la equidad y lajusticia dependen enteramente del estado y con-

    dicion particulares en que los hombres esran situados [entre los extremos

    del humanitarismo pleno y la completa rapacidad, de la abundancia total

    y de Ia carencia radical de bienesl y deben suorigen y existencia a la uti-

    Iidad que la sociedad obtiene de su estricta y regular observancia [...]; de

    ahf y

    s61

    de ahf proviene su rnerito y obligacion moral»

    Investiga-

    ci6n 53 .

    La

    justicia aparece asf desde la preocupacion por uno mismo y por el

    interes publico, pero esta preocupacion surge de nuestras impresiones y

    sentimientos. Los hombres sentimos que nuestro interes esta en establecer

    reglas de justicia, aunque la raz6n ayude luego a elaborar normas particu-

    lares, y una vez que ese interes ha sido reconocido, aparece el sentimiento

    de aprobacion de10justa y de rechazo de10injusto. «Deeste modo, el in-

    teres por uno mismo es el motive originario del establecimiento de lajus-

    ticia, pero la

    simpatia

    porel interes publico es la fuente de la

    aprobacion

    moral que acompafia a esta virtud» tTratado. 671). «Sea cual sea la res-

    triccion que puedan imponer a las pasiones de los hombres, son el resulta-

    do genuino de estas pasiones y constituyen tan solo una forma mas elabo-

    rada y refinada de satisfaeerlas»

     Tratado, 704 .

    lIume insiste en que la virtud de la justicia, a diferencia de otras, es

    una virtud artifieial y no natural, al deberse a la invencion humana. Esto

    quiere decir que no hay leyes etemas 0 esenciales de justicia indepen-

    dientes de las condiciones humanas de fragilidad y de la utilidad publica.

    Pero quiere decir igualmente que no se trata de pura arbitrariedad, por-

    que son absolutamente necesarias para el sostenimiento de la sociedad y

    con ello el bienestar individual y colectivo. A diferencia, ademas, de

    otras virtudes sociales como la benevoleneia, que ejercen su influencia

    inmediatamente por instinto directo, el beneficio que deriva de la juslicia

    «no es consecuencia de eada acto individual tomado por separado, sino

    que surge de la totalidad del esquema 0 sistema en el que viene a coneu-

    rrir toda lasoeiedad 0 la mayor parte de ella»

     Illvestigaci6n, 196 .

    If

    Fronte a   tras

    virtudes

    como Ja benevolencia que son aprobadas

    adenuh

    por

    otros

    mON

    rivos

    35

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    18/56

    A III hora de concretar los contenidos de las leyes de justicia, Hume

    las limita decisivamente a la regulacion de la propiedad: «La paz y el or-

    den generales son los acompaftantesde la justicia

    0

    abstenci6n general de

    las posesiones de los demas» tInvestigacion. 196). 0 en texto paralelo del

    Tratado  p.704): « ] tres leyes fundamentales de la naruraleza: la de la

    estabilidad de la posesion, la de su transferencia par consentimiento y la

    del cumplimiento de las promesas, La paz y Ia seguridad de la sociedad

    humana dependen enteramente de la observancia estricta de estas tres le-

    yes». Y es que debemos buscar leyes que sean utiles

    y

    beneficiosas, y el

    sentido comun y la experiencia nos indican que no deben promover la

    igualdad perfecta

    de las posesiones, pues se revela contraproducente ,

    mientras que garantizar la propiedad sobre

     

    que se producevhereda y

    transfiere po r consentimiento, asf como la fidelidad a los contratos y pro-

    mesas es sumamente beneficioso para el interes general de la humanidad.

    Sirva como sfntesis de todo

     

    que antecede la que el propio Hume se

    hace: «En suma, tenemos que considerar que esta distincion entre justieia

    e injusticia tiene dos fundamentos distintos, a saber: el del interes, cuando

    los hombres advierten que es imposible vivir en sociedad sin restringirse

    a sf misrnos por medio deciertas reglas, y el de la

    moralidad,

    cuando este

    inreres ha sido ya atendido y los hombres encuentran placer al contemplar

    que tales acciones tienden a establecer la paz en la sociedad, y desagrado

    al ver las que son contrarias a ello. Es la voluntaria eonvencion y artificio

    de los hombres la que hace que se presente el primer interes, y,por tanto,

    esas leyes de justicia tendran que ser consideradas, hasta ese momenta,

    como artijiciales. Una vez que el interes ha sido ya establecidoy recono -

    cido, se sigue naturalmente y de suyo un sentimiento de moralidad en la

    observancia de estas reglas; aunque es cierto que se ve lambien aumenta-

    do

    por

    un nuevo

    artijicio,

    ya que las ensenanzas publicas de los politicos,

    y la educaci6n privada de los padres, contribuyen a proporcionarnos un

    sentidodel honor y del deber en la regulaci6n estricta de nuestras accio-

    nes

    porlo

    querespecta a la

    p r o p i e d d j e n ~

     Tratado, 713 .

      Dividamoslas  posesiones de unmodo

    igualiUu1Q.

    y veremOs como

    inmediatiiluente

    losdiferentesgradosde arte,esmero y uplicad6n de carla hombre

    tornpen

    Ia igualdad. Y

    s s

    pone coto

    a

    estas virtudes,

    reduciremos

    lasociedad

    ,nlamas extrema jndigenda; yen vezde

    impedir IncarestfayJa mendicidad de unos

    pocos,

    estas afectanln inevitablementea ada, la

    soc:iedad,

    Tambien

    se

    precisa

    lainquisicion mas rigurosa

    para vigilar

    teda desigualdad en

    cuantoesta aparezca porprimeravez, asfcomo la mas,severa jurisdicci6n para castigarfa y

    enrnendarla. Pero, ademasde que

    tunta

    autoridad

    tendrfa

    forzosameme quedegenerar

    pronto

    en una tirania queserfaejercida congraves favoritismoS , j,quienpodrfaposeerlaen una s i l u ~

    d6ncomo laqueaqu se ha

    supuesto ?

    Una perfecta i g u l ~ deposesiones, al destruir toda

    subordinaciqn, debilita

    en extremo la autoridad de amagistratura, pues reduce todo poder a

    casiunmismo nivel, igualque lapropiedadll  Invl stigilcldn, 61)

    36

    Vemos

    pues, c6mo Hume propone una teorfa de la justicia coherente

    con su concepciongeneral de la virtud y los juicios morales, apoyada deci-

    sivamente en el sentimiento, Su teorfa puede adernas resituarse teleologi-

    camente, en la medida en que se presenta lajusticia al servicio del interes

    individualy

    colectivo,   en

    este sentido es el primer antecesor propiamen-

    te dicho del utilitarismoque se veramas adelante, no

    s610

    porque usa ex-

    presamente el concepto de utilidad para dar razon de las virtudes en gene-

    ral y de lajusticia en particular, sino porque, aunque la liga especialmente

    a la paz y seguridad, tambien menciona, aunque sea confusamente, «la fe-

    licidad de la sociedadhurnana»

     Investigaci6n, 65 .

    c) La perspectiva kantiana

    Kant tiene una presentacion sintetica de

    10

    que podrfaconsiderarse

    su teorfa de la justicia en el apartado

     

    de «En torno al t6pico: Tal vez

    eso sea correcto en teorfa pero no sirve para la practica», del afio 1793 -

    La justicia que nos propone se ident if ica aquf con el derecho justo,

    Arranca diciendo, frente a todo teleologismo de la felicidad 0 de la utili-

    dad, que cste derecho no debe inmiscuirse en el fin que los hombres, de

    modo natural, persiguen

     s r

    felices fin sobre el que los hombres

    piensan de modo muy diverso, por

    10

    que es impcsible encontrar un prin-

    cipio comun), sino que debe centrarse en aquella limitaci6n de la libertad

    de cada uno que se precise para que concuerde con la libertad de todos.

    «EI

    derecho publico

    es el conjunto de leyes externas que hacen posible

    tal concordancia sin excepcion»

     Teoria y

    prdctic 26). Procediendo,

    pues, tal concepto, no de nuestros fines sino de la liberlad, las lcyes 0

    principios

    a priori

    de un Estado que Seestablezca en conformidad con

    los principios racionales puros del derecho son estas:

    «

    La

    tibertad

    de

    cada miembro de la sociedad en cuanto

    hombre.

    2) La

    igualdad

    de este

    con cllalquier Olro, en Cllanto subdito. 3) La independen i de cada

    miembro de una

    comunidad,

    en cuanto

    ciudadano» Ibid. 27 .

    EI principio de

    tibertad

    queda a continuaci6n especificado por Kant

    de la siguiente manera: «Nadie me puede obligar a ser feliz a su modo

     tal como el se imagina el bienestar de los otros hombres), sino que es

    If-

    cito a cada uno buscar su felicidad por el camino que mejor Ie parezca,

    siempre y cuando no cause perjuicio a la libertad de los demas para pre-

    tender un fin semejante, libertad que puede coexistir con la libertad de

    todos segun una posible ley universal esto es, coexistir con ese derecho.

      Su

    traducci6n se

    enCllentra en KANT, Tear/a ypractlcll, Madrid

    Teeno >;

    1993,

    dedOll-

    dc citamos.

    37

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    19/56

    del otro)»  Ibid. 27), Con clio, Kant se pronuncia en contra de los Esta

    dos paternalistas que, considerando a sus subditos menores de edad, de

    ciden POl ellos

    1

    que es su bien.

    El principio de igu l es formulado del siguiente modo: «Cada

    miembro de la comunidad tiene derechos de coaccion frente a cualquier

    otro [por medic de la ley publica y para obligar a los demas a que

    arrno-

    nicen su Iibertad can la de uno], circunstancia de la que

    s61

    queda ex

    cluido el jefe de dicha comunidad [...

      Ibid.

    28), Kant aclara que esta

    igualdad es compatible con la desigualdad en posesiones materiales y es

    pirituales, asi

    COmO

    en derechos de unos respecto a otros (por ejernplo, el

    nino debe obedecer a los padres y la mujer al marido), pero a condicion

    de que «a cada miernbro de la comunidad Ie sea lfcitoalcanzar dentro de

    ella una posicion de cualquier nivel (de cualquier nivel que corresponds

    a un subdito) hasta el que pueda llevarle su talento, su aplicacion y su

    suerte»

     Ibid.

    30),

    pori

    que hay que oponerse a los privilegios de cuna

    y herencia que impidan coactivamente que los otros puedan llegar pOl

    sus meritos hasta el nivel mas alto. Junto a esta tematica, y aunque Kant

    seca su conclusion tras

    exporter

    los tres principios (p. 38-48), ya desde

    este principia puede destacarse un tema que ha levantado muchos deba

    tes y en

    eI

    que aquf no entraremos: para Kant ninguna rebelion contra el

    soberano es Iegftima, aunque sea un tirana .

    POI ultimo, el principia de independencia parte del supuesto siguien

    te: «En ]0 tocante   l Iegislacion misma, todos los que son libres e igua

    les bajo leyes publicas ya existentes no han de ser considerados iguales,

    sin embargo, en ]0 que se refiere al derecho de dictar esas Ieyes. Quienes

    no estan facultados para este derecho [los que no tienen independencia

    para iniciativas de acuerdo libre] se hallan sometidos tarnbien, como

    miembros de la comunidad, a la obediencia de esas leyes, con 10cual

    participan en la proteccion que de ellas resulta:

    s61

    que no como

    ciuda-

      nos [=coICg1sladores] sino como

    coprotegidos» Ibid.

    33). Es decir:

    s610puede

    set:

    ciudadano

    quienes

    independiente, quien es capaz de sus

    tentarse

    pol si

    mismo, alga que no cumplen los que tiene una dependelF

    d nittur l (ninos y mujeres) 0 los que no tienen una propiedad que les

    perrnita ,sersu «propio sefiol ». Como se ve, la relaciOnde ciudadanos ac

    tivos can derecho a voto queda muy reducida y par supuesto muy sujeta

    a critica desde e] propio concepto dejustida-derecho como no discrimi

    naci6n: aun reconociendo que

    elciud d no

    «pasivo» no puede, porsu

    dependencia, ejercer plcnamente las Iibertades civiles, hay que reclamar

      PiJede verse; sobre

    ello lareflexi nde odrlguez

    Aramayo

    en laintroducci n

    a  eorf

    yprii li

    que

    est moscit ndo

    38

    para el  s dira mas adelante, afinando el sentido de lajusticia-s- el

    de-

    recho

    a las condiciones sociales y economicas que Ie permitan ser activo.

    Kant concluye resal tando que 10 que funda entre los hombres la

    constitucion civil legftima y universal es el

    contrato originario.

    que no

    hay que suponer como un hecho sino como

    «mera idea

    de la razon que

    tiene, sin embargo. su indudable realidad (practica), a saber, la de obligar

    a todo legislador a que dicte sus leyes como si estas

    pudieran

    haber ema

    nado de la voluntad unida de todo

     

    pueblo, y a que considere a cada

    stibdito, en la medida en que este quiera ser ciudadano, como si hubiera

    expresado su acuerdo con una voluntad tal. Pues ahi se halla la piedra de

    toque de la legitimidad de toda ley publica»

     Ibid. 37 .

    Par

    1

    que antecede, puede verse como Kant hace una propuesta ya

    muy elaborada de la tradicion liberal contractualista de la justicia que

    se remonta de modo preciso a Locke y que avanza hacia una orienta

    cion formal y procedimental, Son evidentes sus Iimitaciones desde

    nuestra perspectiva, sabre todo cuando entra en el terreno de las con

    creciones, pero en esta propuesta estan ya plenamente asentadas las ba

    ses del liberalismo moderno que autores como Rawls trataran de afinar

    precisamente desde una concepcion de la justicia como

    imparcialidad

    y

    una reformulacion en esa linea de la hipotesis del contrato como

    posi-

    cion original.

    39

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    20/56

    Capitulo 3

    La justificaci6n de   etica

      Vias de

    fund ment clon

    de In etica

    En el capitulo anter ior se han intentado dos objctivos: I Respon

    der, aunque sea de modo parcial , a la primera de las tareas que senala

    bamos para la etica, es decir , aclarar en que consiste 10moral; 2 ofre

    cer, en el desarrollo de esa primera respuesta, aquellos plantcamientos

    filos6ficos  no todos pero sf los mas import ntes

    que

    e sta n en la

    rafz del actual debate etico con 10que avanzabamos ya hacia la segun

    da tarea de la etica . Estamos asf preparados para pasar   hor a este de

    bate, en torno

    al cual

    ya no nos guiaremos tanto por

    la pregunta

    que

    es

      mor l cuanto por la pregunta de   r que y como   moral,

    el

    bien y

    la obligaci6n.

    Hay que advertir de arranque que este debate es multiple y complejo,

    por

    10que, dada la imposibilidad de abarcarlo en su totalidad, nos vemos

    oblig dos

    elcgir aquellas de sus expresiones que consideramos a la vez

    fundamentales y mas apropiadas

    p r

    los objetivos

    q e

    perseguimos.

    Asf, veremos:

      nintento

    de responder al

    por

    que y como de 10 moral desde la

    consideracion de la naturaleza humana: el utilitarismo, que hunde

    sus rafces en la teleologfa

    epicures

    y en ci er ta s propuest s de

    Hume.

    - Un intento de respuesta desde propuestas neocontractualistas, con

    fuertes rafces kantianas: la teon de la justicia: Rawls.

      n

    intento

    de

    respuesta desde

    la vfa de

    la argumenracion, inspira

    da tarnbien en la deontologfa kantiana, pero con una aplicacion

    dialogica del postulado de la universalidad, Abordaremos concre-

    4

  • 8/19/2019 1996 Etica Basica Etxeberria

    21/56

    tamente la propuesta de Haberrnas, aunque teniendo tambien pre

    serite a   pel

    U n

    intento de respuesra desde la t radicion y Ia histor ia: el de los

    llarnados comunitaristas,

    can

    inspiracion aristotelica en buena me

    d ida, pero en un Ar is tot ele s al que desontologizan e historizan.

    Completando-confrontando estos enfoques, apuntaremos algunos

    supuestos para la etica desde el enfoque herrneneutico.

      U n

    ultimo intento de respuesta desde la interpelacion del otro

      qu e

    rompe

    de algun modo con las vias clasicas-s- para el que nos guia

    remos de propuestas como la de Levinas y de sugerencias engle

    bables en la «etica de Iacompasion» de linea benjarniniana,

    Heche este recorrido, y las consiguientes confrontaciones, nos tocara

    preguntarnos

    por

    aquel planteamiento que nos resulte mas fundarnenrado

    y con vincente, Cabe aquf la opci6n por alguna de las lmeas propuestas,

    como cabe

    igualmente el intento de articular algunas de ellas, que es 10

    que

    a nivel personal defendere, proponiendo esfuerzos de articulacion

    significativos Como el de P.Rieoeur. Dado el contexte de estos apuntes,

    no expondre de todos modos, mi reasuncion personal y matizada de este

    autor

    sino la sfntesis de su teorfa etica,

    Ejercicio

    de

    sensibilizacion

    a la

    argumentacion

    moral en vistasa

    pre

    perar las propuestas quese vana plantear. Inspirado en

    PtEPER,

    p, 146s. ,

    He aqui unaseriede argumentaciones:

    I «Leayude

    porque

    era ciego»

    2 «No

    acepro la violacion porque

    es

    repugnante»

    3 «Mefui de

    casa pcrquemis hijos

    habrfan sufrido»

    4. «Nomedivorcioporquela doctrinadela Iglesiame

     

    prohibe»

    5 «La

    practica

    de

    la homosexualidad es

    buena porque  

    dicen

    los

    se

    xologos»

    6 objetor al serviciomilitar porque me   exigemi conciendaio>

    7. «Deftendo la  ibet ad de expresi6nporque contribuye a la promo

    ci ndeja

    feJicidad personal y coJectiva»

    8

    «Esanortna es correcta porque

    es

    fruto

    deundebate

    racional entre

    todos losafectadospor ella»

      uestiofies l A   u s remiten euales la referenda

    de las

    diferentes

    argumentaciones? iQue aspectosde Jamoralidad

    Van

    poniendo demaniM

    fiesto?

    loEn

    que

    medida

    las consideras justificadas?  Encuentras una dife.:

    1

    renda

    cuaHtativaentre dosposiblestipos de argumentaciones

    L

      __

    J

    42

    2. EI utilitarlsmo

    Veren

    anexo textos

    de Mill

    tornados

    de

    El utilitarismo

    que

    pueden

    co-

    mentarse

    para

    intrcducir

    en

    el utilitarismo,

    0 al hila de

    la explicacion

    del

    mismo 0 comoconclusion

    a escripcion del utilitarismo

    EI utili tarismo es la variante mode