16. alfredo lópez austin. organizacion politica en el altiplano central de mexico durante el...

20
fl,{i.J'!; .." .. ') f" '')I I""'" 'V '1" w ORGANIZACION POLITICA EN EL ALTIPLANO CENTRAL DE MEXICO DURANTf: a POSCLASICO· . . Alfredo L6pez Austin " INTRODUCCION Las fuentes escritas que informan aeerca de la vida politic a mesoamericana restringen SU descripci6n a unos euantos siglos anteriores a Ia conquista eu- ropea, y en su mayoria se refieren a las condiciones particuIares del altipla- no central. Las investigacionesarqueol6gicas y de los cOdices pictograf't- cos aportan una riqulsima infonnaci6n acerca de epocas mucho mas tem- pranas de ireas mucho mas extensas,"Y permiten importantes reconstruc- ciones parciales. Existen estudios esclarecedores de Ia orgaruzacwn polltica de pueblos que no nos legaIon el testimonio precise a traves del registro mismo de Ia palabra < 0 ruando menos un registro. accesible at actual nivel de nuestros conocim.ientos de los c6dices pictogrfficos y de las inscripcio- "nes en piedra). Un ejemplo es la interpretaci6n que de los muraJes de Bonampak hace Alejandro Lipschutz. l Chisicos son ya, para sei'lalar otro ejemplo, 10$ que sobre dinastias mixtecas realiz6 Alfonso Caso J""" ,! tomando como base los c6dices pictognif'lCOs. Y en terminos generales, puede af'umarse que la arqueologia y el estudio de este tipode documen- tos han podido responder cl!estiones verdaderamente cruciales acerca de la . .\ econom{a. Ia estructura social y la organizacwn politica de Mesoamerica, '1 y que dia a dla incrementah nuestro conocimiento del pasado indigena. Pero es indudable que Ia po sib ilid ad de comprension aumenta notablemen- te cuando, junto a esas fuentes, existen las descripciones que en fonna mu- . i I cho mas directa y precisa.se refieren a las relaciones lOCiales prehispanicas. ! Antela alternativa de enfocar el problema g10balmente 0 de restringirlo t a 1a epoca ya Ia reg.i6n mas conocida -el posclasico en el altiplano central-, , • Publicado originalmenle en Hisloria mexkana. YOI. 4. XXUI. EJ Colegio de xico. Mexico, D.F .• 1914. pp. SI5·SSO. I Alejandro Upsehutz. Los muros pinlados de Borlompak. Enset\anzas socloI6gr" cas, ensayo crltico por Alberto RUl Lhuillier. Sanlialode Chile. Editorial Uniw:nita- ria, 1971, 110 p., ils. '1 __-..___.. ____"' ____ 197

Upload: coviger

Post on 18-Nov-2015

34 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Alfredo López Austin

TRANSCRIPT

  • #":;,~y,~fl,{i.J'!; .." ..') ~I ~~.f" ~'" '')I I""'""~i ~ 'V '1" w

    ORGANIZACION POLITICA EN EL ALTIPLANO CENTRAL DE MEXICO DURANTf: a POSCLASICO . .

    Alfredo L6pez Austin

    "

    INTRODUCCION

    Las fuentes escritas que informan aeerca de la vida politic a mesoamericana restringen SU descripci6n a unos euantos siglos anteriores a Ia conquista europea, y en su mayoria se refieren a las condiciones particuIares del altiplano central. Las investigacionesarqueol6gicas y de los cOdices pictograf'tcos aportan una riqulsima infonnaci6n acerca de epocas mucho mas tempranas de ireas mucho mas extensas,"Y permiten importantes reconstrucciones parciales. Existen estudios esclarecedores de Ia orgaruzacwn polltica de pueblos que no nos legaIon el testimonio precise a traves del registro mismo de Ia palabra

  • .~ .10. 1 lIIi~ 1I

    (. '~ -:~ -.-' t., ..ill 0 i. ..", ~ ~ - (j .."J Cw #1_.1.., .. ~ ~ (Jll.. - -- ..-' 0 1 -

    Palacio fje Mocrezuma. Arriba, sabre una plataforma, se encuentran el "trona y estrado de'Moctezuma "; a los dos lados sesionaban los grande! ufiore3 aliado!. En la planta baja a la izqulerda, la'''sala del consejo de guerra"; a la derecha, la "sala del camejo de Moctezuma" (Codice Mendocino, f. 70)

    eujo la segunda de las posiciones. Rec6nozco 'Iue la primwa permitiria una apreciacion mayor de la dinamica sociid; pero el juego de las hipo\e sis frente a milenios de un proceso hasta hoy no suficientemente precisado e inte:rrad,J, pese a la importancia de las investigaciones arqueologicas, reo basaria con mucho los I(mites de este trabajo. EI estudio de epoca y regionrestringidas, en cambio, puede perfilar, por su mayor penetracion, el pro blema fundamental en el estudio de la sociedad mesoamericana: el de su modo de produccion. Cada dia parece mas claro que se trata del que Marx denomin6 asiatico.1 As! se empieza a mostrar hast: -el momen to, y es casi seguro 'que nuevas investigaciones 10 corroboranin y permitiran ampliar no 5610 nuestra comprensi6n del mundo mesoamericano, sino el modelo te6rl.:;0. Es prudente reconocef .. sin embargo, que es mucho 10 qUe" falta por investigar y analizar sistematicamente, aun en las fuentes mas conocidas.

    Por otra parte, es pertinente advertir al lector que asf como existe una gran desproporcion entre el m'imero y la profundidad de las fuentes que se refieren al altiplano central y el de las que tralan de otras regiones me soamericanas, dentro del altiplano la gran mayoria describe 1a vida del Va Ile de Mexico, y en particular la de la ciudad de Mexico-Tenochtitlan. No

    1 Es convenlente apuntu, aunque admitiendo los peligros de una elIquematiza 'cion demasiado rigida, w ca.racterfsticas fundamentales que Mandel :seilala pa

    ra el modo de produccion asiatico en los escoto! de Marx: "1) to que caractema, ante todo, al 'metodo de produccion asulticO' es la ausencia de propiedad privada del suelo. 2) Por eno, la comunidad aldeana con.serva una fuerza de cohesion esencial, que ha resi-ltido a traves del tiempo a las conquistas mas san guinarias. 3) Esta cohesion interna de Ia antigua comunidad aldeana se ve au mentada todavia por el hecho de la uniOn intima de la agricultura y de 1a in dustria (arte!ana!) que es mantenida. 4) Pero, por razones geogrwcu y clima. ticas, la agricultura prospera exile en estu regiones que s.e hagan imponentes obru hidraulicas: 'EI riego artificial es la primera condicion de la agricultura'. EUe riego exige cas! por doquier un poder centra! regulador y emprendedor de grandes obras. 5) En virtud de eno, el Estado logra concenuar la mayor parte del $Obreproducto social en sus manos, 10 que da Jugar al nacirnient199

  • debe ex1rafiar, por tanto, que muchas aHrmaciones mas adelante emitidas no sean de aplicacion estricta a todo el altiplano. En particular, la organizaci6n formal del Estado corresponde a la urbe tenochca, y son notorias las diferenciasde constitucion. politica entre esta y las ciudades de Tla~callan y Cholullan, para citar 0010 dos ejemplos.

    Y otra advertencia pertinente: enfatizo 10 relativo at pensamiento mC tico en respuesta a la importancia que tuvo en el mundo mesoamericano.

    En ningUn momento he dejado de concebirlo como parte de la superestructura; pero minimizarlo conducir{a a alejar at lector de Ia comprensi6n del problema.

    ELCAL,fULU

    . Da origen at poschisico el cataclismo de las gran des ciudades mesoamericanas que tuvo lugar a 10 largo de los siglos VII a X. A la vida estable, flITIle, aparentemente tranquila. suceden las penetraciones de los pueblos bicbarL's, la lucha por la hegemonia entre ciudades de incipiente fuerza. la gran movilidad de grupos humanos que vagan de un centro de poblaci6n a otro en busea de mejores conniciones de vida. La cohesion ya no es posiUe por la pura instituci6n religiosa;3 ahora se arman los gobernantes -se arman hasta los dioses-, luchaa los Estados y justilican, a posteriori, los reo sultados de sus campanas.

    Se ha supuesto que las grandes ciudades del' cIasico desempenaron el papel de rectoras en una compleja interacci6n economica entre areas dependientes, especiaJizadas por razones ecol6gicas y ligadas por extensas redes mercantiles.4 Es de creerse que cuando las relaciones econ6micas entre los centros poderosos y las aldeas productorasrebasaron los limites de una injusta, pero aun tolerablesimbiosis, la re~eli6n, tal vel. como simple movilidad indomei'iable, produjo el caos de los poderosos beneficiarios. l.Que pudo suceder a los rebeldes? Organizados en nucleos pequei'ios -existen

    3

    4

    200

    !-labia de esta cohesion Pedro AImi.llas, "Tecnologia, formaciones socio--econo.. micas yreligion en Mesoamerica", en The civilizations of Ancient America. Selected paper1'of the XXIXth InteT7'IIJ/ioMi Congresl of AmericDnists, editada pr Sol Tax, introduccion de Wendell C. Bennet, Chicago, Ulinois. The Uni versity of Chicago Press, 1951, Xlll-328, p. its., p. 26.

    Vease, p! 'ejemplo. Julio cesar. Olive Negrete, EstruclUra y diJUimica de Mes()(J' mirico.. E=yo JObre sus problemas conceptlUlln, integrativo! y evolutivos, Mexico, fucuela Nacional de Antroplogia e Historia, Sodedad de Alumnos, 1958, 158 p, (Acta An throp ologica , epoca 2a. v. l num. 3), p. 112, Y Angel Palerm, Introduccion-Il IIlfeof{Q etnolOgica, Mexico, Ulliversidad Iberoarnericana,lnstitUto de Cienciu -Social~, 1967,388 p. (Coleccion del Esh.idiante de Ciencias SociaJes, I) p. 263.

    r

    I., t

    ~ t ,

    '. ':'

    i

    7

    11 ;;.:;--. .E

    1 :.!.=l

    r' ]::: .'-.),.-~~~~~-~ ~.

    /I .

    '" ..:::.::: ."-'-.'-~t~~1~-l '.7:' I .. ~ ' ...,;,,' : "~''''"''~~'.:C-''I!::~ ... ~;.,' 5 '""'I;.., .~ "1;) ' U-l:: ~ ''.::

    I~~~~~__4i:.:.Jo:r;"''''; ':-,~_:r.:: :..:.;> . ':,;, .. ~

    .>; r t.>

    t:

    ~ .., "

  • -

    tes, seguramente, en 1a sociedad ciasica-, al mismo tiempo agiles en las migraciones y adecuadamente estructurados para poder hacer valer su calidad de especialistas en condiciones 'favorables, se constituyeron en integrantes de los nuevos centros de poblaci6n, que en muchos casos contaron entre sus habitantes grupos de muy distinto ofigen etnico e idioma. Es de suponer que cada uno de estos nuevos centros procuraria que en su heterogenea composici6n se establcciera un equilibrio entre fos recur~s naturales de lazona, la produccion de sus habitantes y las relativamente est:!.bles rutas de distribucion.

    Los nucleos recibieron en idioma nahuatl el nombre de calpulli. Miticamente remontaban su creacion a distintas fechas sagradas en l-as que habian ,sido sacados de montana:rvientres por la intervencion de particulares dioses protectores.$ Estos garantizaban no s610 la prosperidad de las sementeras de sus protegidos, como dispensadores del agua, sino que habian otorgado a sus respectivos calpulli los instrumentos 'de una especialidad en el complejo marco economico, y custodiaban la fecundidad y la salud de sus hijos. Descendla incluso su fuerza al coraz6n de los lideres politicos, militares y religiosos que llevaban el nombre del numen y regian su vida por la pau ta de un mito.

    La creencia del comun origen mHico hace suponer la relacion de parentesco. Zurita, al decir que el calpulli se formaba con "gente conocida 0 linaje antiguo",' y que se trataba de impedir el cultivo de tierra de otro calpulli "por no dar lugar a que se mezclen unos con otros ni salgan del

    S Las relaciones entre estos dioses y los grupos humanos pueden verse con mas detalle en Alfredo LOpez Austin.llombre-dios. Religion y po/{tica en el mundo nahuatl, Mexico. ed. particular, junio de 1972, 166 p., ils. (teili de grado presentacU en la Facultad de Filosofla y utriu de la Universidad Nadon.al Autonoma de Mbdco) [Exis.ten ejemplares en la BN, en la Biblioteca Central de la UNAM, en Ia de ECM y en la del MNAH. Esta obra sera proximamente publicada]. En tcrminos generales, muchas de \as ideas que ahora expreso fueron desarrolladas en este hbro y en mi conferenda "Los sei'lorios de Azcapotz.alco y Tetzcoco". Historia prehispanica. Mexico, SEP, INAH, Musco Nacional de Antropologia. 1967,30 p. (Conferencias, 7).

    , Alonso de Zurita. Breve y sumaria relaciOn de los seilores y manera' y diJeren des que habfa de eliot 1m la Nueva Espaila. y en otras poblacionel sus comarcas. y de sulleyes. UXlI y cottumbret. y de la Janna que ten ian en left tributar sus vasol1os en su geniilidad. y la que despues de conquistadOl $I! ha tenido y tiene en los tributol que pagan a S.M . y a otros en su real nombre. yen el imponeries y repartirlos, y de la or den que se poarfiz tener para cumplir ron el precepto de los diezmat. sin que 10 ten gan por nueva imposiciOn y carga 101 naturales de aquellas partes, en Juan Bautista Pomar et aL. Relacionn de Texcoco y de la Nueva Espana, introd. de Joaquin Garcia lcazbalceta, Mexico. Editorial OUva Hayhoe, 1941, XI-292 p. (Seccion de Hu. toria. 2) pp. 65-206. 87.

    202

    -, .,-I I

    linaje",7 habla tan to de la conveniencia de las relaciones endogimicas cemo de lap0sibilidad de contrariarlas. Lo mismo indica el COOice Roren tina al hablar de la abusi6n de la mujer que comia de pie: se casada con 8 aigun hombre-de otto pueblo, y estoera visto con temor y desagrado. La tendencia era, pues, endogamica; pero no era la endogamia tan estricta como para impedir I.a entrada 0 salida de miembros. Acaso esta relativa libertad pueda ser considerada un incipientepaso'de la disoluci6n de los vinculos de la relacion consanguinea como fundante de Ja cohesion comunal. (iIoero, independientemente de la fuente cohesiva, la persistencia de una comunidad gentilicia es la base de la comprension de la sociedad del altiplano central en el posclasico. Fuera del altiplano central, entre los tarascos, S1 hay menciones expresas de relaciones estrictamente endogamicas,

    9 tanto para el pueblo como para los gobernantes.

    En las fuentes escritas por los primeros espai'loles que entraron en

    contacto con el rnundo indigena, existe una evidente identificacion de cal

    pulli y barrio. Esto obedece a que aun en las mas grandes ciudades, los

    calpulli continuaban ocupando una demarcaci6n que permit(a la conser

    vacion de sus derechos territoriales y de su fuerza politica, e impedia la

    confusion de sus habitantes. Dentro del territorio de Ios calpulli se encon

    traban las tierras laborables a cuya explotacion y usufructo tenfan derecho, en la tnedida de la existencia de suficientes parcelas, todos losjefes de familia por el solo hecho de ser miembros del calpullL Ala muerte deljefe de familia, su viuda 0 alguno de sus hljos ocupaba el puesto, con la obligaci6n de sustentar a los menores. Cada nuevo matrimonio podfaesperar que el calpulli Ie otorgara una parcela que asegurara su subsistencia.

    Las parcelas familiares no podian ser vendidas ni rentadas, y su explotacion tenia que ser hecha directamente por las familias a las que habian sido encomendadas, salvo los casoS en que la viudez, la minorfa de edad 0 la incapacidad fisica hiciera necesariila contrataci6n (~e labradores- La falta de cultivo por dos anos hacia que el calpulli tomara de nuevo la tierra y la entregara a otro mierobro mas diligente. La disposici6n del fruto mis

    7 !bid. p. 88. a Augurios y al:!usiones, introd . ve'rsion, noW y comentarios de Alfredo LOpez.

    Austin. Mexico, UNAM, lnstituto de Investigaciones Historicas, 1969. 222 p 'Us. (Fuentes indigenas de .lacultura n3.huatl, Textos de los informante.s de

    Saha81in, 4) p. 78-79. ,9 R

  • mo, que estaba reglamentala entiempos de necesidad, y la destrucccion de la propia cosecha, eran sancionadas con severisimas penas.

    La posesi6n de las parcelas no fue la linica Iiga econ6mica de los calpulli, aunque era Ia mas importante. En algunas ciudades, incluida entre ell as MexicoTenochtitlan, el aumento de poblaciou. la imposibilidad de extension territorial, y la dedicaci6n a actividades distintas a Ia agricultura, hicieron que la tenencia de Ia tierra.laborable fuese un factor secundario para la cohesion' de sus ~ie~.bros.lo Un nexo importante, derivado de Ia donaci6n del dios particular, fue Ia profesiollc.&omuo. Si bien en principio todo el pueblo estaba compuesto por agricultores y.

  • , >.~.

    ~

    ~ ~

    ~..

    .;& ~~' .~!;

    ta;:.~,

    ,~': '~')..: \' '_~-!!i~............~~,~,:t

    ; .~>.: t'.l4~; , f-."

    , ci ... 'c

    to:

    .,to:

    .... C)

    L

  • pOdeT' que no 5610 eran dirigentes, sino los exclusivos consumidores de buena parte de las mercancias que producfan los aldeanos: bienes suntuarios que srSh' teoran raxon de ser en el gran culto retigioso y en la vida palaciega de las ciudades. La complejidad de las funciones econornicas estatales habla a favor de Ia opini6n de Chesneaux, en eI sentido de que en el modo de producGion asiatica es imposible reducir el papel del Estado como organizador de Ia produccion, salo a la creaci6n y mantenimie'nto de diques y canales. IS

    EI camino para la obtencion de estos especialistas no fue homogeneo. Cuando la fuerza de un pueblo que carecfa de ellos era grande, eran rec1bidos afectuosamente en calidad de maestros y colaboradores de las familias incultas que hab{an ejercido el Iideraxgo. Estas se mantenian en eI poder y hasta ennoblecfan artificiaimente a sus antepasa,dos; pero adquirfan de sus aliados y parientes cultos -porque de irlmediato se recurria al sistema de uniones matrimoniales- el conocimiento de los secretos admirlistratiyos y aun el idioma, que estimaban mas adecuado. Tal fue el caso de los chichirnecas descendientes de X610tl. Cuando su fuerza era pobre y se convencian de que las posibilidades de desarrollo sc cerraban, iban a solicitar todo un tronco de gobernantes a sus mas poderosos vecinos, tronco que conservaba su rigidez aunque hubiese iniciales mezdas consangufneas con las hijas de los caudillos. Esto pasa con los mexicas, y fueron unos, los tenochcas, a pedir gobernantes a Culhuacan, y otros, los tlatelolcas, a Azcapotzalco. Algunas veces, cuando las diferencias etnicas eran grandes y

    IS Jean Chesneaux. "EI modo.de producdon asiitiro", en Jea.'1 O!esneaux et aI., El modo de producci6rt asiatico, trad, de Roger Bartra, Mexico, Editorial Grijalbo, s.A., 1969, 160 p. (ColecciOn 70, 42), -pp. 43-44. El papel del Enado como director de la.s grandes obtaJ hidrauticlU e~ uno de los puntas te6riros mas debatidos en la actualidad en la problematica del modo de produccibn asi:itico, sobre todo por el.cacicter general y basico que roncede a esta actividad estatal Karl A. Wittfogel. Opina al re3pecto Godeliet que "no C$ [ ] necesario [ ...Jbusca:r por todas partes de manera mecinica, romo 10 haee Wittfogel, trabajo! inmensos de natur:>Jeza sobre todo hidraulica. una burocracia y un poder sOlidamente centralizado. para enrontrarnos ante el modo de producclOn a!ci;itico". MauriCJ: Godelier, "La noclOn de 'modo de producciOn a1i3tico' y los e5quemas marxistas de evolucion de ial 3Ocieda.des", en Maurice GOOelier, Karl Marx y Friedrich Engel!', E1 modo de produccion aswtico, Cordoba, Argentina, EUDECOR, 1966. Ivi-216 p. (Biblioteca del pensamiento moderno1, pp. IV-IVI, XXXIX. Contra las afinnaclones de Chesneaux y Godelier, puede verse, pm .ejemplo. Ja opinion de Mandel, op. cit. 138 y I. En los estudios especfftcos 30bre

    . el cuo de Me-soamerica que han realizado Jeguidorel de Wittfogel. puede verse el de Angel Palermo "Una defensa del modo a:swtioo de producdon :;egUn Marx y Wittfo-gel", Comunidad. Mexico. Univenidad lberoamenca.na. v. IV. dic. de 1969, niim. 22, pp. 763-782; vol. V, feb. de 1970. num. 23. pp. 31-45;abr. de 1970, nurn. 24,pp. 137-151 ;jun. de 1970. num. 25. p. 249-369.

    -I

    el peligro de subievacion minimo, podian ser habilitados los caudillos naturales con especificas ceremonias magico-religios.as, y eran asesorados por quienes, con la delegacion del poder, conservaban la supremacla politica.

    LA POSESION DE LA TIERRA

    Todo gropo humane buscaba sobre la tierra ellugar que su dios protector Ie tenIa destirlado. Coincidian el arquetipo del m{tico lugar de oMgen, el medio natural adecuado para el desarrollo de las actividades especializada::; y la revelacion milagrosa recibida por los caudillos: la vision de una serpiente monstruW3 en el lugar destinado a Coatli!1Chan; de otra, voladora, en el de Coatepec; de otra, de siete coJores, en el de Chiconc6huac; del aguila sobre el nopal en el de Mexico-Tenochtitlan.El dios otorgaba a sus

    'J hombres la tierra, y el medio de apropiacion era el calpu/li. Pero el senci110 proceso cambi6 cuando pueblos poderosos. ya establecidos, dominaban la region. Fue entonces necesario que el senor se convirtiera en dispensadorde la tierra, representante de otro dios y de otro orden de mayores jerarquias. A este tlatoani, en reconocimiento de superioridad y en compensa cion a su generosidad, habia que pagarJe tributo. Otras veces la sumisi6n al dios protector mas poderoso era frarica, y con las tierras se. entregaba una imagen mas pequefia que.la original, 0 unas prendas sagradas que debedan recibir el culto de los subordinados. Seguian siendo los calpulli los propietarios de las tierras; pero la apropiacion era indirecta y habia un vocero divirlo, extra no y fuerte, con amplias facultades jurisdiccionales en caso de conflicto de limites, Era la imposicion de tin concepto religioso estatal sobre uno mas antiguo de relaciones gentilicias.

    Pes.: a que eI senor dispensaba la posesi6n de la tierra, la divisi6n original de esta entre los calpu/li solicitantes Ie era asunto ajeno. Estos, por acuerdo propio, parcelaban y distribuian el territorio que su dios 0 sus dioses hablan proporcionado. Hay noticia3 de conflictos -debidos a la reparticion: 105 calpulli mexicas se separaron en dos poblaciones distintas, Mexico

    . Tenochtitlan y Mexico-Tlatelolco, a escasos tIece anos de la fundaci6n de la primera.

    Otro titulo de legitimidad, pero este puramente estatal, habia para la obtenci6n de las tierras: la guerra. EI yaotlnlli, territorio arrancado a los vencidos, era destinado por el senor vencedor a la satisfaccion de los gastos estatales y a la recompensa de los distinguidos .

    Las tierras del ca/pulli estaban divididas en parcelas familiares; en las que excedian, cuando era el caso, a las necesidades oe las. familias,eran provisionalmente arrendadas 0 se dejaban en espera dp, nuevas solicitudes; en las cultivadas para solyentar los gastos del gobierno interno; en las uti

    209

    ....... 'VOl j-(..,. ..v~I

    I. w ...

    ,'.

    208

    http:Mexico-Tenochtitlan.Elhttp:magico-religios.ashttp:lberoamenca.naHp PavilionResaltado

  • -- - .,.Ii" I I

    lizadas para la manutenci6n del !epre;;entante estatal-tecuhtli- 16 denIm pi/lalli propiedad pr.iyada, y Katz lIega a dividir la propiedad privada en tres del calpultl; en las cultivadas para pap! parte de la tribu tacion al Estado categorias.:lO Castillo afirma que la propiedad era est:lta) y el usufructo de y, en el case de pueblos vencidos, en las tierras con que se cubria el tributo los pipiltin 0 nobles.:!1 En otra oc:asion he aflr:nado la inexistencia de la al vencedor y se sestcnla a sus representantes. La especificaci6n de sus par propiedad privada, yen este case tambien la del usufrLlcto de los pipiltin.. II .

    I

    J

    "I !~ .,.T ~i T -

    ticul:Hidades excederia los lirnites del presente trabajo; pero dada la irnp'Jrtancia de las relaciones de produccion agricola, acompano en un cuadro una reconstrucci6n hipotetica (vease el cuadro I) ..

    Las tierras del Estado eran divididas, ;;egUn el destino de sus frutos, en las reservadas al slIstento del flalvani, y los g3stos del gobierno, a los gastos de mantenirniento y aseo del palacio, al def culto religioso estatal y al de 13 guerra, Tanto en tierras del calpulli como en estatales, habia parcelas desti.!l3das al pago de funcionarios 0 al sostenimiento de instituciones que en elias se encontraban, y los servicios y los productos se entrcgaban directamente a los beneficiarios. Con esto se obviaba una celltralizaci6n innecesaria y costosa debido al transporte, que tenIa que realizarse sin bestias de carga, ausentcs en Mesoamerica, Como es natural, ene) caso de los empleados, los bcneficios eran inalienables, cesaban con la perdida del cargo y eran proporcionados a los sustitutos.

    Junto a las tierras cornunales y a las seflaladas estatales, exlsti6 otro que ha sido interpretacio en fonnas diamet{almente opuestas, y que constjtuye uno de los problemas basicos en la clasificacion del modo de produccibn mesoamericano, pucsto que en el Uamaao asia tico 0 no existe la propiedad privada de la tierra, 0 tlene una escasa irnportancia. Este tipo es el Hamada pilLll1i, litera!mente "tierra de nobles", cuyos beneficios no estaban 11g3d03 al desernpefio de una funcian estatal determinada y pod ian cederse; aunque con ciertas lirnltaciones. Bandelier, en principio, neg6 la posibilii:locia/ de los aztf'Cas, la. ed .. i\1e.'kc,lnsti!uto Nacional de Anlropologia e Hi.stcria, 152 p. (Serk Hisloria, Vn, pp. 48-59.

    I

    T:mto. lasJ~leQtes indigenas como las espanolas hablan de la donacion de tiaras a los guerre~os valientes y a los funcion~ios distinguidos, y creo esta ha sido la causa fundamental de que, desde un principio, se habJara de propiedad territorial individuaL Sin embargo, es conveniente seflalar algunJs caracteristicas de esta relaci6n: a} los cultivadores de este tipo de tierra -los mayeque- vivian y lribraban un territorio que consideraban ajeno; b) no se acostumbraba que abandonaran las tierras, y sus rlescendientes

    t

    - segufan cultivandolas;

    c) no entregaban a los pipiltin favorecidos la produccion entera, sino sOlo

    una parte, en calidad de "renta". A diferencia de los verdaderos arrendata

    rios, su relacian no estaba sujeta a plazo;

    d) no pagaban al tlatoani el tributo del cultivo ni el de otros servicios per

    sonales; s610 acuMan al servicio de las armas;

    e) los "duefios" pipiltin no tenian dominio personal sobre los mayeque ni celebraban con ellos contrato. Cuando los campesinos libres perdian sus

    parcelas, el Estado vencedor les pennitia regresar a ellas, aunque ya no 10

    hicieran en calidad de propietarios;

    f) los derechos de los pipiltin eran cesibles, pero 5010 a otros pipiltin 0

    a comerciantes que, pese a su condicion de macehualtin, habfan adquiri

    do jugosos privilegios por su importancia para el Estado;

    g) los pipiltin no dirigian ni financiaban la produccion, ni tenian sebre la tierra un verdadero derecho de usufructo. Zurita dice, atribuyendoel dominio directo a los pipiltin, que los maye.u cOilservaban el dominio util. l3

    La simple distinci6n de una supuesta relaci6n contractuaJ de arrenda miento sujeta a plazo, y otra no limitada por el, no basta para explicar la

    l') Op. cit.: pp. 32-33. 2. Victor M. Castillo F. Eslructura f'Conomica de la sociedad mexico, Mexico,

    UNAM. InstilUto de Investigaciones Historicas (Serie de Culrura Nahuatl, Monogra! fias. 13) (en prensal. . ,, II Alfredo Lopez Austin, La consti/ucion real de 'Mexico- Tenochtillan. pr610go de

    Miguel Leon-Portilla, Mexico.. UNAM, Instituto de Hisloria, Scminario de Cultura_ Nahuatl, 1%1. XII-PO, pp.73-74 Y 141-142. Pese a los eambios de eriterio Que he tenido desde enronees, creo que esta afirmacion puede seguirse sosh:niendo_

    lJ Op. cit., p. 144.

    2Jl

    11 I,J

    210

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

  • It '"tl ~~ ~:1 ......, ~ L. ~ - ~ ...... t. ...,..

    diferenclJ entre arrendatarios y mayeque. La relaci6n parece ser bastante diferente: el Estado, deseoso de recompensar los servicios de los dos, p~ro 'al mismo ticmpo sin que el premio s;wificara erogacion inmediata ni costo posterior de centralizacion y distribuci6n, cedia a los pipillin d tributo futuro de los campesinos que labraban las tierras que habian pasado previamente a ser propiedad estatal, por conquista. Tal vez el tribu to fuese mucho mayor que e1 de los macehualrill can derecho a parcelas en sus calpulli. puesto que incluiria aumento por renta que, indiferenciada del concepto de tribulo, pasari3 al pilli beneficiado. Como sOlo los pipittin podian ser beneficiarios de esta tributacion, el pilli no podia ceder sus be neficios mas que a los de su nivel, hasta el momenta en que tamb;~n los comerciantes alcanzaron un privilegio semejante. Se podrian ca'talogar los

    como "feudos falsos".:).4

    LA ESTRUCTURA SOCIAL

    Quedaron plenamente diferenciados dos grupos sociales: por una parte los macehualtin, que con su trabajo satisfacian sus exiguas necesidades de subsistencia y sostenlan toda la carga del aparato estatal, organizados en unidades que en gran parte conservaban su naturaleza gentilicia. Par otra parte los pipiltin 0 dirigentes, no tributarios, eran beneficiarios, debido a su funcian dentro del Estado, del excedente de produc.cion de los macehualtin. Las fuentes nos revdan la existencia de una tremenda diferenc;ia de situaci6n econ6mica entre unos y otros, a la que acornpanaban normas juridicas muy favorables a los pipiltin; estas norrnas reg{an re laciones fami

    us.o de bienes de prestigio, oportunidades para el desempeno de funciones p,lblicas y para la recepci6n de recompensas. No obstante 10 anterior, el derecho.penal era mucho mas estricto con lospipiltin, sin duda para justificar en parte la situacion de predominio de los diri2entes. hombres de conducta mas

    Los pipiltin justificaban doblemente su posicion de ventaja. Por una parte eran los especialistas en el poder en un mundo en el que la especialidad ~staba estrictamente ligada a las creencias religiosas. Ellos eran los descendientes de los grupos que al salir de la montana parturienta, obtuvieron la encomienda de regir a los pueblos. La historia sirvio en buena parte coIno sustento de ese poder, pues cornprobaba la liga de la c1ase gobernante con Quetzalc6atl. Por otra parte, acudlan todos a las escuelas de las que este dios era protector: los calmCcac. Ahi recib{an una educacion especial que, ap3.rt~ de prepararlos para el ejercicio de! gobierno, b judicatura, la

    ,. VC-l5e en relaci6n a eslo a Che,neaux. op. cit.. p. 46-.

    ~O.""J;il"";;"'''~.

    ~~I "'....~ :-~l ",~.t:""~~j'WI_ ~':J~\.r ~ VV' "'" r' 'Q. ..:11

    1

    I

    direcci6n militar y 12, cJ:recia alta, era 10 suficientementedura para formar a los hombres austeros que debian regir los destinos del pueblo. Las otras escuelas, los telpochcalli, destinadas a los macehuoltill, eran a juicio de los dirigentes demasiado suaves, y sus estudiantes sallan amantes de bromas, de juegos y de acciones superOuas y libertinas. Podlan Uegar los egresados del telpochcalli a realizar hazanas en combate; pero su frivolidad los incapacitaba para el serio ejercicio de la direcci6n.

    No se mataban, sin embargo, los incentivos populares. Habia posiciones de privilez,io a las que algunos macehualtin podian a picar. Como profesi6n entera, los pochrecah 0 miembros de los calpulli de comerciantes, hab(an ganado ciertos derechos reservados a los pipiltin y ~u comejo era tan apre ciado que el tlatoani mismo escuchaba sus doctas opiniones en materia mercantil. No en vano eran los principales agentes del enriquecimien to de los Estados poderos.os. Jugaban los comerciantes con dos tipos de organizacion. Primero, sus calpulli estaban colocados estrategicamente en las ciudades mas poderosas en el aspecto militar 0 comercial. Segundo, estable clan alian7.as de expedici6n y trato no sOlo entre sus calpulli de 13 misma ciudad, sino entn: los de la region, de modo que organizaban sus largos

    . viajes combinando los intereses economicos de vastas areas y formando redes que, en conjunto, superaban en extension al territorio de dominio de los Estados mas poderosos. Las liga:; retigiosas y posiblemente etnicas f3cUitaban las mercantiles, y no es aventurado suponer que los intereses profesionales, fomentados por el parentesco etnico y el culto religios.o comun, sobrepusieron en algun momento la fidelidad profesional a laestatal. A su importancia economica, que hacla que cualquier ciudad desease. in corporarlos a su poblacion, unian peligrosamente un enorme poder como dirigentes de un complejo economico no subordiIlado a ningun E~tado en particular. Sin embargo, sabian que la prosperidad de su trafico estaba gao rantizada por el equilibrio politico que mantenian los Estados hegemonico-s, y aprovecharon la fuerza de estos para establecer una relaci6n-conveniente a sus intereses. Organizaban,autarquicamente sus ex pediciones; pero recibian del,tlatoani ordenes precisas para penetrar en determinados territorios enemigos que serian, tras su labor de infiltracion economica y de espionaje, el camino de expansion b.t! li ca. Sus derechos de privilegio y su importancia, no obstante, fluctuaban de acuerdo con la expansion del Estado al que pertenecIan, desde ser en algunas ocasiones macehualtin ordinarios hasta llegar a equipararse, en algunos aspectos, a 1a nobleza. provocan do asi grave~ recelos en los pipiltin.

    Estrechamente atiados a los pochtecah estaban los 'artesanos, compradores de la materia prima que aquellos traian de lejanas regiones. y proveedo res de los bienes sllntuarios que los comerciantes transportaban. Algunos de los artesanos mas habiles eran conducidos a palacio, donde recibian 1a

    213

    .~.

    t ~

    212

    http:alian7.ashttp:poderos.osHp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

    Hp PavilionResaltado

  • dirtccion y la eneomienda de las obras mas costosas; pem al mismo tiempo, eran absorbidos por el aparato estatal, que los rnantenia y Ies daba trato de privilegio.

    Los guerreros distinguidos tarnbien eran extraldos de su calpulli y viVi:l!'1 ~n palacio forrnando cU ..'rpe3 de militares profesionales, con posicion de pri..m~cia y alirnentados por el Estado, Aqudlos otros -cuy

  • i';~'".

    nizaci6n: el ilobierno de tipo p.entilieio denlro de cad a uno de los calpulli, en una sociedad igualilaria en la que los dirigenlcs crall iOJ 'UldlLltUS Y lUI jofes doslgllllUOI por olccci611 de .loa llliCIllOrm del grupo; y 01 gobierno de Opo ciliAtal, fundado en un grupo gobernante. beneficiario del excedente de produccion de los uominaUos, Y uc~p6tlt;o hasta c! cx.trclIlo uo que dgulloa de SUI Jlaluquc, invc5lidoa del I'odcr jurisdiccional divino, podlan enviar con lip:erez8 a la muerle a los mensajeros que portaban infaustas notlcias 0 a los magos que revclaban l!ugurJo~ lleJ'aslos. lO

    Al frollie del Ellndu !lO enC(,nlfp 1a el tlaloani, gobernante vilalicio con pader politico. judicial, militar y religioso superior al de cualquier oteo funcionario del liaWcdYVli, y que era lIdCI:lib represenlanle de III divinidad y ,ojocllloc do Ilil dOlisnim. Era clegidn sel!un las costumbres particulares de cada tialOcayoll; pero, aJ pareeer, 10 mas frecuente era que se esc0gicsc clltre los Illll.upipillin lU 0 hJJu~ we lluluquc alilcriul'cs. JO La vulun Iud i.!l'IlIalo

  • CUADRO I

    RECONSTRLCCION HI P()T~:IKA DE LA FSTRUCTURA AGRARIA Y DE U,S RELACIONF5 DE PRODuceION AGRicOL\ EN EL ALTIPLANO CE."tfRA

    PRO['IEDAD PROOUCU ONCU\SIFlCAOON DE LAS TlERR.H tJStJ,FRt:CTO PRODt:CTO . -t----- --l- I +--..--_.---

    ",,, .... 11.,,,, o."N-119r< .... (

    Jrf:,-:o.bi d~ iv. ,pi"'" HH'h" ............ ~... ~..Jot\:"~:1~: J lL .oJ IlJi",..-iy",'!

    1------1-

    '.")-(,-!'-'" ~~"'''''6n dd Ot..i;X>p"",p+tUrOo

    t .. ~"P"'I'~ ......

    P'HC-"""",w:-"t..-rll

    C.I;.... f""U.u..b~.l-"-'

    rn'.J~'nY mH"'ll;ooo&O tdf~illI CF"'"~

    -.....: ..p.&rU.d .....

    t...F-"rr.-t....

    """'T-l""p.cr~ y ......-..::'ooboo

    "~.op

  • if;G

    I 0 ;:... ...l ;..;

    Cd

    Cl

    If'Jr.J z 0 u ::s :.w a: IJl .... ..J C ~ ;.. ::s '" ..c, c:'" .... ~ :..J i-V :::.J :.: i/;

    .. ",:

    I I I L

    I 0 v :;) I,