10 reglas del liderazgo

Upload: rita-gonzalez-fernandez

Post on 08-Mar-2016

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

art

TRANSCRIPT

  • 11

    Prefacio

    Bajo sus muchas formas, medidas y estilos, liderazgo se ha con-vertido en una palabra de moda relevante para casi cada faceta de la vida moderna. En poltica, las exigencias de la globalizacin, el lentsimo crecimiento econmico, la explosiva deuda soberana, etctera, han creado problemas para las polticas pblicas que slo los autnticos lderes pueden resolver. En la empresa, los avances tecnolgicos continan redefiniendo rpidamente todos los as-pectos del mundo corporativo de maneras que exigen ideas nue-vas y visionarias, la clase de ideas que slo puede proporcionar un autntico liderazgo. En la educacin, una poblacin estudian-til en declive, unos costes disparados y nuevas metodologas pe-daggicas someten a los gestores de colegios y universidades a unas exigencias sin precedentes a las que slo aquellos con ms talento podrn responder.

    En estas circunstancias, no puede sorprendernos que haya sur-gido una industria casera en torno al tema del liderazgo. Aunque sigue habiendo quienes piensan que los lderes poseen unos atri-butos innatos que no se pueden ensear, una amplia mayora cree que una mezcla bien concebida de conocimientos tcnicos, expe-riencia laboral en el mundo real y tcnicas de gestin personales pueden dar como resultado un lder eficaz.

    Aunque es innegable que factores como la competencia pro-fesional y una experiencia laboral significativa son aspectos im-

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 11 26/3/15 10:37

  • 12

    las 10 reglas de oro del liderazgo

    portantes del historial de un lder, hay otra variable que aquellos involucrados en el debate del liderazgo suelen desatender. Entra-a una visin amplia de la condicin humana, lo que podramos llamar una filosofa de vida. La premisa de este libro es que se puede encontrar el origen del rasgo distintivo clave de un autn-tico lder en una visin del mundo fundada filosficamente, y que la antigua tradicin clsica es una fuente rica y valiosa de esos conocimientos.

    Los autores defienden esta posicin porque entienden que la virtud de la indagacin filosfica es una necesidad intemporal, tan valiosa hoy como lo era hace 2.500 aos.

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 12 26/3/15 10:37

  • 13

    IntroduccinEl autntico liderazgo empieza

    con una filosofa de la vida

    Existen pocas dudas de que muchos de los problemas que afligen a la sociedad moderna tienen su origen en una extraordinaria penuria de liderazgo. En la poltica, la empresa, la educacin y muchsimos otros campos, se nos recuerda constantemente la inep-titud de los que estn al mando. En algunos casos, las deficiencias se originan en una falta de pericia o experiencia tcnicas. Hay, por ejemplo, ocasiones en que las polticas de la vida administra-tiva permiten el ascenso de personas no cualificadas; la victoria de la astucia frente a la aptitud no es, de ningn modo, rara. Por aadidura, parece haber un gran nmero de ejecutivos que, a pe-sar de unas credenciales tcnicas y empricas impresionantes, son, sin embargo, incapaces de ejercer un autntico liderazgo. Aqu es posible que el problema resida en una falta de conocimientos ms profundos y amplios, esa clase de conocimientos que no confiere slo la destreza tcnica: la capacidad para ver el panorama com-pleto, conectar con miembros de la organizacin, promover un ambiente de trabajo productivo y significativo y gobernar la nave corporativa a travs de los retos que plantean unas nuevas tecno-logas y unos mercados muy competitivos.

    Este problema nos obliga a reconsiderar varias de las vacas sagradas que han dominado la teora del liderazgo en los ltimos aos. La primera es la idea de que casi cualquiera puede conver-tirse en lder. De alguna manera, la opinin generalizada da por

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 13 26/3/15 10:37

  • 14

    las 10 reglas de oro del liderazgo

    sentado que la materia prima del liderazgo est latente en casi todo el mundo y que slo es necesario un empujoncito para ha-cer que se desarrolle. En este volumen defendemos que opiniones como esta estn muy equivocadas y que las cualidades especiales del autntico liderazgo son notablemente complejas e infrecuen-tes. Adems, creemos que una gran parte de la confusin existen-te en este punto se deriva de que no se distingue entre la mera administracin y el verdadero liderazgo. Es posible que un gestor eficaz sea capaz de cumplir, de forma habitual, los plazos estable-cidos y de evaluar competentemente los presupuestos, pero estos talentos no confirman en modo alguno la capacidad de lideraz-go. En pocas palabras, liderazgo no es lo mismo que administra-cin. El primero entraa una serie de conocimientos y cualidades que son categricamente distintos de la ejecucin rutinaria de los asuntos administrativos diarios.

    Una segunda vaca sagrada que merece que la jubilen es la idea de que el liderazgo se puede manufacturar siguiendo una serie de pasos fcilmente identificables. Los defensores de esta forma de ver el liderazgo, propia de un libro de recetas, quieren que creamos que con slo una cucharadita de esto y media taza de aquello, abracadabra, ya hemos creado al prximo magnate de la indus-tria. Puede extraarnos que haya crisis de liderazgo en esta cultu-ra? La cuestin es que ni un MBA por Harvard ni aos de partici-par en seminarios de gestin pueden, en modo alguno, garantizar la capacidad de liderazgo. Para decirlo sin rodeos, un autntico lder no es como un conejo que est esperando a que lo saquen de la chistera.

    As pues, qu hemos de hacer para llegar a un liderazgo le-gtimo? Cules son los pasos necesarios que pueden llevar a hombres y mujeres a gobernar sus ambientes de trabajo con vi-sin y propsito? Para empezar, ofrecemos una definicin clara del trmino liderazgo que diferencia nuestra interpretacin de

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 14 26/3/15 10:37

  • Introduccin

    15

    las opiniones improvisadas que, con demasiada frecuencia, dis-torsionan el sentido de la palabra. Los autores suponen que el liderazgo es un compuesto poco comn de habilidad, experien-cia y madurados puntos de vista personales. Es, por supuesto, el ltimo de estos elementos el que distingue al autntico lder de aquellos que se limitan a llevar una organizacin. Un punto de vista maduro es un ingrediente esencial en los esfuerzos de un lder por crear y ejecutar una visin corporativa slida. Los au-tnticos lderes, personas como Bill Gates y Steve Jobs, ven las cosas con mayor rapidez que el ejecutivo tpico. Por lo menos en parte, sus ideas son el reflejo de una claridad interior que les permite concentrarse ms plenamente en los problemas que estn a la vuelta de la esquina.

    Por esta razn, el liderazgo no es una cuestin de nmeros, y es improbable que los que no han conseguido comprender las sutilezas motivadoras de su propia vida alcancen el estatus de l-der. Por decirlo sencillamente, slo aquellos hombres y mujeres que han cultivado una filosofa de la vida cuidadosamente conce-bida estn listos y son capaces de exhibir la clase de maestra en el lugar de trabajo sugerida por el trmino lder. Para algunos, invocar el trmino filosofa en este contexto puede parecer ex-traamente fuera de lugar. En cierta medida, todos hemos sido condicionados para creer que la filosofa es, en el mejor de los casos, una especie de noble pereza, un ejercicio especulativo ca-rente de un beneficio concreto. Sin embargo, podra ser que mu-chos de los fracasos e ineficiencias de que estn plagados nuestros ambientes directivos estn relacionados, en ltima instancia, con una idea inadecuada de lo que la filosofa puede ofrecer.

    Es esta la razn de que ofrezcamos una serie de ideas antiguas propuestas por algunos de los mayores pensadores de la antige-dad; hombres como Aristteles, Hesodo, Sfocles, Herclito y otros. Al hacerlo, reconocemos la premisa establecida en La Re-

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 15 26/3/15 10:37

  • 16

    las 10 reglas de oro del liderazgo

    pblica, donde Platn observa que la falta de utilidad de la filoso-fa es un mito favorecido por los que no logran comprender su mayor utilidad. Estamos de acuerdo con la opinin de Platn. En consecuencia, sostenemos que hasta el momento en que los direc-tivos se conviertan en filsofos o los filsofos se conviertan en directivos, es improbable que experimentemos algn alivio signi-ficado de las consecuencias debilitadoras del seudoliderazgo.

    Liderazgo no es lo mismo que administracin. Las especiales cualidades del liderazgo son complejas y

    poco comunes. No todos pueden ser lderes.

    El liderazgo no se puede fabricar fcilmente. No es el resultado de simples frmulas o reglas.

    El liderazgo exige habilidad, experiencia y un punto de vista personal maduro respecto a los matices y complejidades

    de la vida.

    Slo los hombres y mujeres que han cultivado una filosofa de la vida cuidadosamente concebida son capaces de ejer

    cer un autntico liderazgo.

    Advertimos al lector desde el principio de que no ofrecemos este libro como una especie de bala de plata que dotar mgi-camente a los que lo consulten de las cualidades y virtudes de un lder. Ojal superar los retos del liderazgo fuera algo tan fcil de conseguir! No, el camino al autntico liderazgo es largo y empi-nado, y no es algo que se pueda lograr uniendo, simplemente, una serie de puntos de dudosa prescripcin. Por lo tanto, nuestro pro-psito es elevar y ampliar la perspectiva, fomentar un espritu de autoexamen crtico y alentar esas actitudes atrevidas y nada con-vencionales que distinguen de forma nica al lder probado.

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 16 26/3/15 10:37

  • Introduccin

    17

    En los captulos siguientes, la filosofa del lder est codifica-da en diez sencillas reglas:

    Regla n 1 Concete a ti mismoRegla n 2 El poder desenmascara a la personaRegla n 3 Nutre a la comunidad en el lugar de trabajoRegla n 4 No malgastes tu energa en cosas que no

    puedes cambiar Regla n 5 Abraza siempre la verdadRegla n 6 Deja que la competencia revele el talentoRegla n 7 Vive de acuerdo a un cdigo superiorRegla n 8 Evala siempre la informacin con ojo crticoRegla n 9 Nunca subestimes el poder de la integridad

    personalRegla n 10 El carcter es el destino

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 17 26/3/15 10:37

  • Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 18 26/3/15 10:37

  • regla n 1Concete a ti mismo.

    Tales de Mileto

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 19 26/3/15 10:37

  • Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 20 26/3/15 10:37

  • 21

    No cabe duda de que el conocimiento es un rasgo indispensable del liderazgo. Entre otras cosas, es un componente esencial para en-carar los muchos problemas a los que se enfrentan habitualmente los lderes. Por consiguiente, los lderes polticos afirman saber cmo dirigir una nacin, los lderes educacionales afirman dis-poner de conocimientos que preparan a los estudiantes para el mundo despus de la universidad, y los lderes empresariales afir-man tener el saber y los conocimientos prcticos para crear pro-ductos y servicios que pueden mejorar y enriquecer la vida de la gente (premiando, en el proceso, a las partes corporativas intere-sadas). Pero deberamos observar que hay dos tipos de conoci-mientos: la informacin factual que se puede adquirir mediante una educacin formal y las prcticas del mundo real y el conoci-miento de nuestro propio mundo interior. Es esta segunda ca-tegora la que establece de forma exclusiva el estndar del autn-tico liderazgo.

    Concete a ti mismo. Comprende tu mundo interior, tus lu

    ces y sombras, tus puntos fuertes y dbiles. La comprensin

    de uno mismo es una condicin previa fundamental, necesaria

    para el autntico liderazgo.

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 21 26/3/15 10:37

  • 22

    las 10 reglas de oro del liderazgo

    En el siglo vi a.C., Tales, uno de los Siete Sabios de la Antigua Grecia, formul el famoso aforismo concete a ti mismo. Esta idea de autoindagacin como rasgo obligado de una vida bien vivida alcanz un estatus proverbial entre los griegos. De hecho, se la juzg merecedora de una inscripcin en el muro del templo de Apolo en Delfos. Todos los proverbios basados en una gran sabidura, como este, tienen una cosa en comn, con independen-cia del momento y el lugar en que se formularon: nos alientan a practicar una conducta exigente y fuera de lo comn, pero que, a pesar de ello, ofrece la promesa de una gran recompensa. Las enseanzas de Tales son una ilustracin clsica de este aspecto.

    Llegar a conocerse a s mismo en el sentido moderno de la frase es una tarea de una inmensa dificultad por varias razones. Para empezar, el mundo moderno ofrece una serie interminable de ocupaciones triviales que alientan una existencia superficial, no analtica. Incluso para los inclinados a buscar un sentido y una comprensin ms profundos, el volumen de distracciones es tal que muy pocos consiguen entregarse a nada que se acerque a un programa significativo de autointerrogacin.

    En segundo lugar, estn las barreras psicolgicas que todos tendemos a erigir con la intencin de protegernos los ojos del agresivo fulgor de unas verdades molestas. Este obstculo para la comprensin de uno mismo es mucho ms formidable que las muchas tentaciones que, para distraer nuestra atencin, nos ofre-ce la sociedad. Aqu hablamos de una poderosa tendencia a oscu-recer, distorsionar y novelar en favor de una realidad inventada. El fracaso en eliminar estos obstculos hace que resulte imposible formar un juicio de uno mismo. Por aadidura, los que fallan en este sentido nunca dominarn las intuiciones y percepciones ne-cesarias para el autntico liderazgo. Por lo tanto, es esencial que el que aspire a ser lder se obligue a someterse a un enrgico pro-grama de autocuestionamiento, porque las distorsiones ms leta-

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 22 26/3/15 10:37

  • regla n 1. Concete a ti mismo

    23

    les no surgen de labios de nuestros oponentes o competidores. Por el contrario, tienden a manar de nuestro propio corazn.

    En tercer lugar, los humanos somos, por naturaleza, hedonis-tas; buscadores de placer que, de forma instintiva, perseguimos la facilidad y el confort por encima de los problemas y el dolor. Aqu es preciso decir unas palabras respecto a la cuestin de la verdad. La Biblia nos dice que la verdad nos har libres. Sin duda, en cier-to sentido, puede que este sea el caso, pero tambin lo es que la verdad no es algo fcil de obtener; en particular, cuando se trata de comprender quin y qu somos en realidad, qu hacemos y por qu lo hacemos. Esta clase de verdad, en concreto, exige esfuerzo, disciplina y valor. Por qu? Porque aqu la verdad suele entraar mucha angustia y desilusin. Conocerse a uno mismo significa dotar de una nueva transparencia a nuestros motivos e identida-des ocultos. Implica un proceso de autorrevelacin mediante el cual exponemos sin piedad a la luz los fraudes y engaos que nos ofrecen consuelo. Esta es la bsqueda de la verdad que nos hace libres, pero que, como devotos hedonistas que somos, compren-demos que es un camino lleno de dudas y, por lo tanto, un camino que raramente recorremos.

    En cuarto lugar, est el obstculo cada vez mayor de la ima-ginera de los medios de comunicacin. Con muy pocas excepcio-nes, nos vemos continuamente bombardeados con retratos de ti-pos de xito que, se nos dice, merecen que los emulemos. La ubicuidad de estas imgenes en la televisin, las pelculas e Inter-net las ha convertido en un hecho irrefutable de la vida moderna. La dificultad reside en que estos dudosos paradigmas tienden a llenar de glamour unas vidas que son tan superficiales e inanes como poco representativas. Con demasiada facilidad, olvida-mos que estas imgenes doradas tienen menos que ver con la ver-dad que con vender entradas y hacer subir los ndices Nielsen. Como resultado, promueven una irrealidad que sugiere que no

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 23 26/3/15 10:37

  • 24

    las 10 reglas de oro del liderazgo

    hay ningn apremio particular para considerar las cuestiones ma-yores de la vida, que el esfuerzo por conocerse a uno mismo es, en gran medida, trivial y carente de importancia. Por el contrario, nos alientan a abrazar, ciegamente, la idea de la buena vida que propone la cultura popular, sin tomar en consideracin qu senti-do y qu mrito tienen una existencia as. En estas circunstancias, quienes buscan una verdad y un sentido superiores son conside-rados intrusos y excntricos. Cmo podemos seguir el dictado de concete a ti mismo en una sociedad que promociona una vida vivida con piloto automtico; es decir, una vida donde nos dedicamos muy poco, o no nos dedicamos en absoluto, al auto-examen?

    Los cuatro impedimentos para conocerse a uno mismo

    1. Las distracciones cotidianas que alientan una existencia su

    perficial y no analtica.

    2. Las barreras psicolgicas que protegen nuestros ojos del

    agresivo fulgor de las verdades molestas.

    3. El hedonismo, la falta de valor para hacer frente a las reali

    dades dolorosas e incmodas.

    4. La imaginera distorsionada que nos presentan los medios

    de comunicacin.

    Dejemos claro lo que todo esto implica para el liderazgo. Pri-mero, lo que acabamos de describir explica, en gran medida, por qu son tan pocos los hombres y mujeres que merecen de verdad el ttulo de lder. La enorme mayora de personas no estn dispues-tas, sencillamente, a explorar las regiones oscuras de su ser interno. En lugar de despojarse de la mscara, mantienen esas zonas cerra-

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 24 26/3/15 10:37

  • regla n 1. Concete a ti mismo

    25

    das hermticamente, en un esfuerzo por contener unas verdades prohibidas. Al hacerlo, se crean una especie de realidad falsifica-da, que puede poner en grave riesgo a cualquier organizacin.

    En concreto, esta falsa realidad se puede manifestar en toda una serie de polticas y enfoques distorsionados. Por un lado, pue-de producir estrategias arrogantes e irresponsables que son el re-flejo del errneo sentido de invencibilidad del ejecutivo; por ejem-plo, una serie de adquisiciones que satisfacen el ego del equipo ejecutivo, en lugar de favorecer la causa de la organizacin. En otras palabras, no es posible que el programa falle, puesto que yo lo he concebido y desarrollado. Un lder seguro de s mismo puede ser un activo valioso para una organizacin. No obstante, cuando esa seguridad se pasa de la raya y se convierte en presun-cin imprudente, el ejecutivo se acaba convirtiendo en un pasivo, en lugar de en un activo.

    Otra forma de realidad falsificada atribuible a los lderes que se resisten a realizar un autoexamen es la idea del xito por de-recho. Tuve xito como gestor de fondos de inversin en Wall Street; puedo darle la vuelta a la situacin de esta empresa, o Tuve xito remodelando una empresa detallista de aparatos elec-trnicos; puedo hacer lo mismo para una cadena de grandes al-macenes. Los ejemplos anteriores sealan una forma de enten-der las cosas que tiene un gran poder distorsionador sobre el papel del ejecutivo y qu resultados puede esperar razonablemen-te alcanzar. Al parecer, algunos administradores descartan por completo la posibilidad de fracasar, sencillamente porque estn convencidos de que tienen derecho a triunfar. Esta lgica puede tener un efecto devastador en la organizacin, en tanto que la arrogancia tiende a alimentar la complacencia, la cual, a su vez, intensifica radicalmente las perspectivas de fracasar. De hecho, la historia corporativa est atestada de historias de grandes corpo-raciones que se deterioraron y acabaron desapareciendo porque

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 25 26/3/15 10:37

  • 26

    las 10 reglas de oro del liderazgo

    unos lderes arrogantes dieron el xito por sentado, entre ellas Eastman Kodak, Lehman Brothers, Enron y Global Crossing.

    Los autnticos lderes comprenden que el xito no es, nunca, algo que se pueda reclamar como derecho inalienable. Exige un esfuerzo continuado, adems de una cierta humildad para recono-cer la posibilidad de la derrota. Los que mejor comprenden estas ideas son los que miran sincera y crticamente en su propia direc-cin. Dicho de forma sencilla, los lderes que no logran compren-der sus propias deficiencias y limitaciones se convierten en intr-pretes de una obra burlesca, en la cual los actores ya no saben que estn actuando. Y ser la organizacin la que lo pagar caro.

    Conocerse a uno mismo significa acabar con los juegos de rol. Implica arrojar una luz dura e implacable sobre una serie de fal-sedades autoexculpadoras. Huelga decir que alcanzar una visin sin adornos de uno mismo es un proceso que intimida. Hace falta mucho valor para desenmascarar esas mentiras tranquilizadoras que tanto nos gusta contarnos. Pero, bien mirado, tambin es ne-cesario mucho coraje para ser un autntico lder.

    Para seguir la mxima concete a ti mismo, los aspirantes a

    lderes deben:

    Explorar el lado oscuro de su ser interno, los fraudes y engaos que nutren una realidad falsificada.

    Poner al descubierto las deficiencias psicolgicas y las verdades molestas.

    Arrojar una luz dura e implacable sobre las falsedades autoexculpadoras.

    Someterse a un programa de enrgico autocuestionamiento; un proceso de sincero autodescubrimiento diseado para

    disipar los fraudes autoinducidos.

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 26 26/3/15 10:37

  • regla n 1. Concete a ti mismo

    27

    En conclusin, la autocomprensin es una condicin previa fundamental para una vida vivida efectivamente. Adems, cree-mos que este principio tiene una importancia particular para cual-quier hombre o mujer decididos a tomar las riendas del liderazgo. En cuanto a los que rehyen la tarea de enfrentarse a sus propias debilidades y carencias, es muy improbable que alcancen algo siquiera cercano al extraordinario estatus indicado aqu con el trmino lder. Cmo pueden los que permanecen ciegos ante s mismos dirigir a otros?

    PAUTAS DE ORO DEL LIDERAZGO

    Explora tu ser interior.

    Comprende quin eres. Debes estar preparado para someterte a un programa que desvele y disipe las deficiencias

    psicolgicas, las inseguridades personales y el autoengao.

    Desarrolla una autocomprensin precisa y sin ambigedades que nutra, informe y actualice todo lo que haces.

    Ten una confianza tranquila, sin vanidad ni orgullo.

    Las 10 reglas de oro del liderazgo.indd 27 26/3/15 10:37