05 christopher pike - los monstruos de hielo.pdf

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  • 5

    LOS MONTRUOS DE HIELO

  • 1

    Era uno ms de los muchos misterios que acontecan en Fantasville. Haba helado en el pueblo y an era verano. Aquel tiempo extremadamente fro resultaba tan inexplicable para los habitantes de Fantasville como las temperaturas sofocantes que haban sufrido haca slo un par de semanas, cuando Adam Freeman y sus amigos tuvieron un encuentro con los aliengenas. Ninguno de ellos conoca la causa de aquel fenmeno climtico. Aquel lunes por la maana, al despertar, todas las ventanas del pueblo estaban cubiertas por una delgada capa de escarcha.

    Nadie poda imaginar entonces que, cuando se pusiera el sol, esa escarcha estara dentro de muchos de los habitantes de Fantasville.

    Adam, Sally Wilcox, Cindy Makey y Watch comenzaron el da, como era habitual, tomando leche y donuts en la pastelera local. En realidad, y debido al intenso fro que les calaba los huesos, acompaaron el desayuno con una taza de caf bien caliente.

    Watch tena un termmetro en uno de los numerosos relojes que siempre llevaba en la mueca y lo iba examinando mientras daban buena cuenta del desayuno. Concluy que difcilmente la temperatura superara los cero grados durante las prximas horas.

    El termmetro de mi reloj sigue marcando tres grados bajo cero dijo Watch. Si pensamos pasar el da al aire libre, ser mejor que nos mantengamos en movimiento.

    El grupo de amigos tom la sugerencia de Watch al pie de la letra y decidieron ir de excursin por el bosque que cubra las colinas circundantes. Cogieron sus bicicletas y pedalearon vigorosamente hasta que el camino se termin y ocultaron todas las bicis entre los rboles.

    Adam, por supuesto, haba estado antes en aquellas colinas, cuando fueron al pantano y entraron en la Cueva Embrujada. Pero nunca haba entrado en el bosque y estaba realmente asombrado por el tamao y la inmensa variedad de rboles que vea a su alrededor.

    Este bosque parece salido de Hansel y Gretel dijo, mientras caminaban por

  • un estrecho sendero cubierto de hojas de pino. Llevaba una gruesa cazadora y se abri la cremallera ya que el ejercicio le estaba haciendo entrar rpidamente en calor.

    Sally solt una carcajada.

    Hansel y Gretel eran simples aficionados comparados con nosotros. Slo tuvieron que acabar con una bruja y se hicieron famosos. Aqu tenemos cada semana una aventura peor que la anterior y nadie escribe una sola lnea acerca de nosotros.

    Necesitamos un agente de prensa, resolvi Watch. Nuestras peripecias deberan salir en la tele.

    Prefiero permanecer en el anonimato, manifest Cindy. No necesito la fama y el dinero.

    Espera a ser un poco mayor, dijo Sally. El dinero y la fama sern lo que ms desees en esta vida.

    Creo que todo eso es bastante superficial, continu Cindy.

    Sally se ech a rer.

    Hablas como una autntica liberal. En este mundo tienes que sacar provecho siempre que tengas ocasin. Por eso he comenzado a escribir un diario de mis experiencias. Si no muero en los prximos aos, creo que podr vender los derechos cinematogrficos de mi biografa.

    Aparezco yo en ese diario? pregunt Adam.

    Sally dud un momento.

    Slo apareces en una pequea nota a pie de pgina.

    Esta vez fue Cindy quien se ech a rer.

    Apuesto a que todo el diario habla de Adam.

    Eso no es verdad, replic Sally sin perder un momento.

    J, exclam Cindy. Demustralo. Djanos leerlo.

    Podis leerlo, dijo Sally. A cambio de un milln de pavos.

    Sally, como siempre, dijo la ltima palabra.

    Continuaron avanzando en silencio por el angosto sendero que se estrechaba cada vez ms, a medida que los rboles aumentaban de tamao y sus gruesos troncos ganaban espacio desde los bordes. La sombra que proyectaban las grandes ramas que pendan sobre ellos era tan oscura que daba la impresin de haber anochecido. Sin embargo, Adam poda ver las nubes de vapor que salan de su boca cada vez que exhalaba aire. Una vez ms se pregunt cul sera la causa de aquel sbito cambio. Tena que haber una razn.

    Cuando ya daban por terminada la exploracin del sendero y se disponan a

  • regresar, vieron a aquellos seres de hielo. Adam fue el primero en descubrirlos, pero pens que se trataba simplemente de grandes bloques de hielo ocultos entre los rboles, lo cual no dejara de ser extrao, ya que, aunque una fina capa de escarcha cubra las hojas y el suelo del bosque, no haba hielo ni nieve.

    Eh, exclam Adam, sealando hacia un lugar situado a unos veinte metros del sendero. Qu es eso?

    Lanzaron una mirada escrutadora a travs de las sombras que les rodeaban.

    Parece un glaciar, aventur Sally.

    Para que aqu hubiese un glaciar tendra que llegar otra era glacial, sentenci Cindy.

    Este pueblo se caracteriza precisamente por ese tipo de fenmenos, dijo Sally. Hace dos inviernos apareci un iceberg flotando en el puerto. Permaneci cerca de la costa durante un par de meses. Los chicos del pueblo mantenamos fantsticas batallas con bolas de nieve.

    Hasta el da en que sali un oso polar de una cueva oculta en el hielo y se comi a Buddy Silvestone.

    Cindy lanz una risita irnica.

    No creo una sola palabra de lo que dices.

    Es verdad que haba un iceberg enorme junto a la costa de Fantasville, intervino Watch. Pero fue un esquimal quien sali de la cueva. Y se limit a invitar a Buddy a cenar con l.

    S, pero lo que no le dijo es que l sera el plato principal minti Sally.

    Os importara dejar de discutir y decirme qu es eso que se ve entre los rboles? insisti Adam.

    Cindy parpade varias veces.

    Parecen grandes bloques de hielo, dijo.

    Eso ya lo sabemos, salt Sally con impaciencia mal disimulada. Pero de qu estn hechos? De agua congelada?

    Pertenecen a este planeta? sa es la clase de preguntas que tienes que hacerte.

    Por qu no nos acercamos y los examinamos ms detenidamente? sugiri Watch.

    Era una idea bastante razonable, aunque llegar hasta aquellos enormes bloques de hielo result mucho ms complicado de lo que Adam hubiese imaginado. La vegetacin era tan tupida que las ramas parecan querer triturarle hasta convertirle en pasta de madera. Sin embargo comprendi que, tal vez, aquella imagen le trajo a la memoria su primer da en Fantasville cuando, de hecho, un rbol haba intentado comrselo vivo. Entonces pens que estaba viviendo un da muy extrao. Aunque ahora, haciendo memoria, no tena ms remedio que

  • admitir que, tratndose de Fantasville, haba sido un da de lo ms normal.

    No haba slo dos o tres bloques de hielo, como haban credo ver desde el sendero, sino docenas de ellos. Algunos estaban en tierra, otros se apoyaban en los troncos de los rboles circundantes en postura acechante. Eran prcticamente idnticos en tamao: unos dos metros de largo por cincuenta centmetros de ancho y de profundidad.

    Adam y sus amigos se arrodillaron junto al primero que encontraron y que yaca apoyado en la tierra helada. Watch intent quitarle la capa de escarcha que lo cubra. Pero ni aun as pudieron distinguir con claridad qu haba dentro de l.

    No obstante, los cuatro podan ver que en su interior haba algo.

    Algo grande y oscuro.

    Parecen atades congelados, dijo Sally en voz baja.

    De dnde habrn salido? susurr Cindy con voz temblorosa.

    Al contemplarlos de cerca, los bloques de hielo ofrecan un aspecto inquietante. Watch continu rascando la escarcha superficial, con la esperanza de arrancar la lmina de hielo.

    A lo mejor el que va con el carrito de los helados se los ha dejado aqu se burl Sally.

    Este bloque est muy fro, declar Watch, tras hacer una pausa para echar el aliento sobre sus dedos ateridos. Y no me refiero al hielo.

    Qu quieres decir? pregunt Cindy.

    Mira, dijo Watch.

    Se quit el reloj que tena el termmetro incorporado y lo deposit encima del bloque de hielo. Lo dej all durante unos diez segundos aproximadamente antes de volver a cogerlo.

    Examin la temperatura.

    Diez grados Fahrenheit, anunci.

    Eso es veintids grados bajo cero, exclam Sally, asombrada.

    Es una temperatura mucho ms baja de la que se suele alcanzar por aqu dijo Adam.

    Watch asinti con gesto pensativo.

    A menos que hayan dejado caer estos bloques hace pocos minutos, cosa que dudo, la nica explicacin es que haya algo en su interior que genere este fro increble. Dio unos golpecitos sobre el bloque con los nudillos de la mano derecha, luego se inclin y olisque el hielo. No creo siquiera que se trate de agua helada.

  • Y qu es entonces? pregunt Cindy.

    Watch frunci el ceo.

    Despide un ligero olor a amonaco. Pero no lo es. Mir a Adam. Deberamos intentar derretir uno de estos bloques.

    T crees? pregunt Adam.

    No, dijeron Sally y Cindy al unsono. Las dos se miraron con una expresin de sorpresa dibujada en el rostro. Raramente estaban de acuerdo. Tal vez en el interior haya algo que no nos guste.

    Como qu? inquiri Adam.

    Sally sacudi la cabeza.

    Ya conoces este pueblo. Podramos encontrarnos con cualquier cosa, desde un vampiro hasta un ser del planeta Zen. Tengo por norma no jugar con extraos artefactos que podran acabar devorndome viva.

    Esa norma puede hacer que tu diario sea terriblemente aburrido seal Cindy.

    Nos estamos olvidando de algo, apunt Adam. Hoy est helando y todava es verano. Estos bloques estn ms que congelados.

    Creis que pueda haber alguna relacin entre ambos fenmenos?

    Watch asinti.

    Es una buena pregunta. Pero es evidente que estos bloques por s solos no pueden haber hecho que bajen las temperaturas de todo el pueblo.

    No digo eso, protest Adam. Lo que quiero decir es que estos bloques pueden haber llegado hoy hasta aqu porque hace fro.

    Quieres decir que quienquiera que los haya colocado aqu podra ser el causante de este fro polar? pregunt Cindy.

    Exacto, contest Adam.

    Opino que debemos correr el riesgo, intervino Watch. Es necesario que derritamos uno de estos bloques. Tal vez en su interior no haya nada despus de todo.

    Llevo mi mechero Bic, dijo Sally a regaadientes.

    Podemos buscar algunas ramas pequeas y encender un fuego junto al bloque.

    Pero el fuego podra daar lo que haya en el interior protest Cindy.

    Me importa un pimiento, replic Sally.

    Si tenemos cuidado con las llamas, dijo Watch, no le causaremos ningn dao.

    Adam asinti.

  • Estoy de acuerdo. Debemos echar un vistazo al interior de uno de los bloques. No podra dormir preguntndome qu contienen. Pero no olvidis que, entonces, ya no habr remedio, porque ser casi imposible volver a congelarlo.

    Sally asinti.

    Es como abrir la caja de Pandora. Tal vez no haya forma de volver a cerrar la caja.

  • 2

    No tuvieron que caminar demasiado para encontrar suficientes ramas con las que encender un buen fuego. Aunque el fro era intenso y la escarcha cubra buena parte del paisaje, la tierra estaba seca.

    Muy pronto, el bloque de hielo estuvo rodeado de una respetable pila de ramas secas. Sally sac su pequeo mechero.

    Por qu llevas siempre un mechero? pregunt Cindy.

    Acaso vas a empezar a fumar?

    Sally hizo una mueca.

    Estoy segura de que todos recordaris cuntas veces en las ltimas cuatro semanas hemos necesitado un mechero. Fantasville es un pueblo imprevisible y si no fuese una pacifista convencida, llevara un arma en el otro bolsillo.

    Cindy sonri.

    T eres tan pacfica como un len hambriento.

    Qu significa pacifista? le pregunt Adam a Watch.

    Sally cuando est completamente inconsciente, contest Watch. Enciende la pila de ramas, Sally, y luego chate hacia atrs. Adam, Cindy, vosotros tambin. Yo me encargar del fuego.

    Sally hizo funcionar el mechero. En mitad de las sombras abismales que proyectaban los enormes rboles que les rodeaban, la pequea llama naranja brill con viveza. Sally acerc el mechero a las ramas secas.

    Acaso temes que algo pueda pegar un salto desde el interior del bloque y agarrarnos? pregunt Sally.

    No tiene sentido que nos arriesguemos todos, contest Watch.

    Las llamas brotaron de la madera seca casi al instante. En pocos segundos formaron una hoguera chisporroteante. El humo oscuro se congregaba bajo las ramas cubiertas de escarcha. A medida que los copos blancos se iban derritiendo, grandes gotas de agua caan alrededor de los cuatro amigos. Pero

  • el hielo se derreta mucho ms lentamente. Adam, siguiendo el consejo de Watch, haba retrocedido unos cuantos pasos. No obstante, poda ver perfectamente que la accin de las llamas apenas si alteraba el bloque. Se lo dijo a los dems.

    Tal y como sospechaba, declar Watch. Este bloque no est formado por agua congelada. Tiene que tratarse de alguna otra sustancia, con un grado de congelacin mucho ms bajo. Alcnzame esos troncos, Cindy. Necesitamos un fuego mucho ms potente si queremos conseguir algo antes de que anochezca.

    De modo que Watch arroj un par de troncos a la hoguera.

    La madera tard unos minutos en prender, pero muy pronto las llamas crepitaban junto al hielo. El humo continu acumulndose bajo de las ramas, creando una nube negra que les haca toser. Pero finalmente el bloque comenz a fundirse.

    El lquido resultante era de un azul apagado y fue formando un pequeo charco junto a Watch. El lquido despeda vapor, un vapor azul que fue mezclndose con el humo negro de la hoguera hasta componer un color fantasmagrico.

    La superficie del bloque era cada vez ms transparente. No haba ninguna duda de que en el interior del hielo haba algo. Una forma humana. Podra tratarse de un hombre. Un hombre muy fro.

    Watch, dijo Adam suavemente. Creo que deberas venir a sentarte con nosotros.

    S dijo Sally. No me gusta nada lo que veo.

    Watch sacudi la cabeza.

    Hay que controlar el fuego, o este tipo se quemar.

    Es un tipo? pregunt Cindy.

    Eso creo, dijo Watch. Y si se trata de una persona, tiene que estar muerta. No puede hacernos dao.

    Yo no me atrevera a hacer esa afirmacin tan a la ligera en Fantasville, le advirti Sally.

    El hielo, o lo que fuese, sigui derritindose. Una mano se hizo visible dentro del bloque, luego un brazo. Este ltimo cay pesadamente cuando el calor de las llamas penetr con ms contundencia en el hielo. La carne expuesta brillaba bajo la luz anaranjada de la hoguera. Un momento despus, los cuatro amigos contemplaban lo que, segn todos los indicios, era un hombre. No estaba desnudo, llevaba algo parecido a un mono azul. Sin embargo, la piel mostraba una intensa palidez.

    Naturalmente, se trataba de un cadver, era lgico que estuviera plido.

    Est vivo? pregunt Sally.

  • Este to est congelado, dijo Cindy. No puede estar vivo. Hizo una pausa. Est vivo?

    Watch pellizc el cuerpo.

    No creo. No se mueve, no respira y est demasiado fro.

    Yo de ti no le tocara, avis Adam. Tal vez no le haga gracia.

    A los muertos no hay nada que les haga o les deje de hacer gracia, sentenci Cindy.

    Conozco a un par de muertos que difieren, dijo Sally.

    Pero estoy de acuerdo con Adam. No debes tocarle. Podras coger alguna enfermedad.

    Watch ignor sus comentarios. Le cogi la palma de la mano y la estudi detenidamente.

    Increble, susurr.

    No tiene lneas en la mano. Los dedos no tienen huellas.

    Pero las huellas dactilares no se forman en el tero? pregunt Adam.

    S contest Watch. Pero no creo que esta criatura haya estado jams en un tero.

    Qu ests diciendo? pregunt Cindy.

    Est diciendo que esta criatura nunca ha nacido, le aclar Sally ansiosa. Y si es as, entonces es probable que nunca haya muerto. Watch, aljate de ese cadver ahora mismo. Me ests poniendo nerviosa.

    Fue una lstima que Watch no siguiera el consejo de Sally. De haberlo hecho, quiz se habra salvado. Quiz los cuatro se habran salvado. Pero en Fantasville pocos de los misterios que haban empezado con un "quiz" haban llegado a resolverse. Watch no quiso escucharla y se qued junto al cadver.

    Al pellizcar Watch ligeramente la palma, la mano cobr vida.

    Los dedos se movieron y se curvaron hasta adquirir la forma de una garra.

    Watch solt la mano y retrocedi espantado.

    Pero el brazo del hombre helado era muy largo y se extendi hasta conseguir sujetar a Watch por el tobillo.

    Me ha cogido! grit Watch mientras trataba de liberarse. Socorro!

    Los tres corrieron a ayudarle. Adam se arrodill junto a Watch y trat de abrir los dedos que aferraban el tobillo de su amigo. Sin embargo los dedos parecan de mrmol y no se movieron. La mano comenz a arrastrar a Watch hacia el bloque de hielo.

    Sally cogi un palo y comenz a golpear la mano con l mientras Cindy le daba

  • patadas. Pero el brazo sigui estirando de Watch.

    Coged una de las ramas que estn ardiendo! grit Watch.

    Quemadle la piel!

    Fue una pena que todos se giraran al mismo tiempo para seguir el consejo de Watch, porque en ese mismo momento, cuando los tres estaban de espaldas al bloque de hielo, ste hizo explosin. Las partculas de hielo cayeron sobre ellos como escombros de una voladura. Por un momento, ninguno de ellos fue capaz de reaccionar.

    Pero entonces vieron que el hombre de hielo estaba libre.

    Se haba puesto de pie y tena cogido a Watch.

    El hombre de hielo abri los ojos y les mir fijamente.

    Los ojos eran azules, completamente azules. No tenan pupilas ni pestaas. Brillaban con una luz extraa que les produjo un inquietante escalofro en la espalda. La criatura rodeaba el cuello de Watch con uno de sus brazos helados, y estaba claro que no tena ninguna intencin de dejarle ir.

    Usad el fuego, les pidi Watch con voz spera y temblando de un modo incontrolable. Tenis que obligarle a que me suelte.

    Tal vez si le pidiramos que te deje en libertad, dijo Cindy. Eh, t, Polo gigante, deja en paz a nuestro amigo!

    Por toda respuesta, la criatura clav su mirada en Cindy y la extraa luz azul que brotaba de sus ojos pareci envolverla por entero. Cindy dio un salto hacia atrs y lanz un grito.

    Me est congelando! exclam.

    A Adam se le acab la paciencia. En la mano tena una de las ramas que haba cogido de la hoguera. Corri hacia la criatura de hielo blandiendo la rama encendida en el aire.

    La criatura se alej de Cindy. Pero no afloj la presin que ejerca sobre Watch, utilizndole ahora como escudo.

    Djale ir o te quemar! grit Adam. Sally! Rodale por detrs!

    De acuerdo, dijo Sally, quien tambin llevaba en la mano una rama encendida.

    Se separ de Adam y trat de acercarse a la criatura helada por la espalda. Pero los rboles eran demasiado grandes y slo pudo acercarse a su flanco derecho. La cabeza del hombre helado iba de un lado a otro. Estaba claro que el fuego no le gustaba lo ms mnimo.

    Aunque pareca dispuesto a correr el riesgo, sosteniendo por el cuello a Watch con el brazo. Cada vez que Adam intentaba atacarle con la antorcha, la criatura se protega parapetndose detrs de Watch.

  • Qu puedo hacer? le pregunt Adam a Watch.

    Tengo mucho fro, gimote Watch, quien ya tena los labios blancos como si se le estuviesen helando. Trata de amenazar con la antorcha a alguno de sus compaeros.

    Yo me encargo de eso, dijo Cindy. Cogi una rama especialmente grande y ardiente y la acerc a otro de los bloques de hielo. Sostuvo la improvisada antorcha cerca del hielo y le grit a la criatura que retena a Watch. Djale ir o te juro que freir a este to!

    Una vez ms, la criatura concentr sus malvados ojos azules en Cindy. La luz azul pareci brincar hacia ella. Antes de que Cindy pudiese incluso alzar la antorcha para protegerse de ese rayo congelante, su brazo se qued totalmente entumecido. Intent hablar, pero slo consigui articular algunos sonidos ahogados. Adam se tema que, de no hacer algo de inmediato, Cindy se congelara o se asfixiara en pocos minutos. As que, sin perder un segundo, y ante la imposibilidad de elaborar algn plan, lanz la antorcha en llamas hacia la cabeza de aquella criatura de hielo. La antorcha aterriz detrs del monstruo, obligndole a volverse y a apartar de Cindy su mirada polar. Pero esta vez no les dio tiempo a que se reagruparan.

    La criatura acentu la presin sobre el cuello de Watch y lo arrastr en direccin a los rboles. Antes de que ninguno de ellos pudiese reaccionar, el monstruo de hielo haba desaparecido.

    A travs de las sombras del bosque, oyeron claramente los gritos de Watch. Luego, rein el silencio. Un silencio sobrecogedor.

    El hombre de hielo se haba llevado a su amigo.

  • 3

    Apagaron el fuego. Aunque las llamas eran de momento su nica defensa, teman que el calor pudiese despertar a otra de aquellas extraas criaturas heladas. No obstante, conservaron sus antorchas y partieron en busca de Watch.

    Como era de prever, la bsqueda result intil. Era tal el espesor del bosque que en media hora slo pudieron recorrer una cincuentena de metros. Adems, la extraa criatura poda moverse mucho ms deprisa que ellos. Descorazonados, continuaron la marcha, cada vez ms pesada y fatigosa, an a sabiendas de que, sin ayuda, no podran dar con el paradero de Watch. Mientras hacan un alto en el camino junto a una corriente de agua para recuperar el aliento, Adam mir las antorchas agonizantes y sacudi la cabeza con evidente desaliento.

    Tenemos que regresar al sendero, dijo de mala gana. No podemos enfrentarnos al hombre de hielo sin fuego, y las antorchas se apagarn en pocos minutos.

    Pero no podemos abandonar a Watch, protest Cindy.

    Recuerdas cuando nos quedamos atrapados en la Cueva Embrujada? Watch hizo todo lo que pudo para rescatarnos. Ahora nos toca a nosotros.

    Yo estoy de acuerdo con Adam, reconoci Sally con tristeza. No vamos a conseguir nada de esta manera. Necesitamos refuerzos y mejores armas. Deberamos regresar al pueblo y advertir a todo el mundo sobre lo que est pasando.

    Nadie nos creer se quej Cindy. Si alguien me contase que una mirada puede congelarme, yo no me lo creera.

    T tampoco te crees nada de lo que yo te digo, replic Sally.

    Ya nos ocuparemos de ese problema cuando se presente, afirm Adam.

    Pero qu le vamos a decir a la gente? insisti Cindy. Ni siquiera sabemos qu son esas criaturas o de dnde vienen.

  • Sally senta curiosidad.

    Qu fue lo que sentiste cuando la criatura clav su mirada en ti?

    Cindy baj la cabeza y se ech a temblar.

    Fue como si la sangre se me helara en las venas literalmente. Pero adems era como si el hombre de hielo me odiase por estar caliente. Pude

    sentir claramente su odio, su envidia. Una lgrima resbal por su mejilla. Espero que Watch se encuentre bien. Alz la cabeza y mir a Adam. T crees que sigue con vida, verdad?

    Adam quiso decirle algo que la animara, pero no poda engaar a Cindy. Pens en la fuerza que emanaba de aquella criatura de hielo y en la ligereza de sus movimientos cuando desapareci entre los rboles, llevndose a Watch. Record sus ojos poderosos. Adam no albergaba demasiadas esperanzas por su amigo.

    No lo s reconoci amargamente.

    Las bicicletas estaban an donde las haban dejado. El camino de regreso al pueblo era en su mayor parte cuesta abajo y nunca haban pedaleado tan deprisa en toda su vida. El viento fro les azotaba el rostro y sus mejillas ardan un minuto para helarse de nuevo al siguiente. La intencin de Adam era ir directamente a la comisara, pero Sally argument que primero deban encontrar a Bum.

    Bum sabe mucho ms que la polica, asegur.

    Crea que desconfiabas de Bum, dijo Adam.

    Desconfo de todo el mundo, replic Sally. Pero Bum y Watch son buenos amigos. l hara lo que fuera para rescatarle.

    Los tres amigos encontraron a Bum, que en otro tiempo haba sido el alcalde de Fantasville, a la orilla del mar, alimentando a las palomas. Bum se mostr contento de verles pero una vez que le hubieron explicado lo sucedido, se dej caer en la arena abatido. La expresin de su rostro les inquiet. Si le hubiesen anunciado que se haba declarado la tercera guerra mundial, Bum se hubiese echado a rer. Nada le preocupaba. Pero algo en la historia que le acababan de explicar le haba afectado profundamente.

    Se trata de las criaturas criognicas, les inform Bum.

    Y qu son exactamente? pregunt Adam.

    Crio significa fro, explic Sally.

    Eso ya lo sabemos, la interrumpi Cindy impaciente.

    Pero qu son esas criaturas?

    Bum suspir profundamente.

    Para que me entendis, son malas noticias. Haca mucho tiempo que no haba

  • odo hablar de esos seres. De hecho, nunca haban vuelto a aparecer desde que yo vine al mundo. Hizo una pausa y sacudi la cabeza. Y decs que han cogido a Watch?

    S, uno de ellos se lo ha llevado, dijo Adam. Qu le van a hacer?

    Lo helarn, contest Bum.

    Eso es todo? pregunt Cindy con optimismo. No lo matarn?

    Bum se rasc la cabeza.

    No me has entendido. Sera preferible que lo mataran. Cuando digo que lo congelarn, me refiero a que lo convertirn en uno de ellos.

    A Sally se le fue el color de la cara.

    Quieres decir que convertirn a Watch en un monstruo?

    Bum habl con voz pausada y grave.

    Es probable que ya lo hayan hecho. Watch ya no existe.

    Si volvis a verle, intentar hacer con vosotros lo que los monstruos de hielo han hecho con l. Adam sinti que se le encoga el corazn.

    Pero nunca volver a convertirse en un ser humano? Bum se pas la mano por la barbilla. Pareca estar calculando cuidadosamente el prximo paso a dar.

    No lo s. Pero lo dudo. Esas criaturas criognicas son muy antiguas y su poder es infinito. Es posible que todos nosotros estemos condenados. Hizo una sea con la cabeza hacia la arena, sobre la que estaba sentado. Poneos cmodos. Tengo una historia que contaros. No es una historia muy agradable, pero debis escucharla si queris saber exactamente con qu os enfrentis.

    Adam se sent, controlando el impulso de echar a correr en busca de Watch para rescatarle de las garras heladas de aquellos monstruos.

    Puedes darnos la versin corta? Intentaremos rescatar a Watch, no importa lo que puedas decirnos.

    Podris ayudarle mejor si me prestis atencin durante unos minutos, explic Bum. Aunque no tenis por qu creer nada de lo que os vaya a contar. No importa. Podis considerar mi historia como una leyenda. Pero yo os aseguro que es verdad.

    Bum hizo una pausa para aclararse la garganta. Mientras relataba su historia clav la vista en el ocano.

    Hace mucho tiempo, el mundo no era tal y como hoy lo conocemos. Es probable que hayis odo hablar de la Atlntida, el continente perdido que estaba situado en el ocano Atlntico. La Atlntida existi realmente. Y, en aquella misma poca, haba otra tierra que desde entonces parece haberse evaporado en el aire. Estaba en el ocano Pacfico y se llamaba Lemuria, o Mu para abreviar. Su tamao era dos veces el de la Atlntida. Y os sorprendera

  • saber que algunas partes de la Costa Oeste pertenecieron en otro tiempo a Mu. Fantasville, por ejemplo, era un pueblo situado en la zona oriental de Mu. A menudo he pensado que una de las razones por las que en Fantasville suceden cosas tan inusuales se debe a que en realidad pertenece a otro tiempo y a otro lugar. Pero sa es otra historia." La Atlntida y Mu existieron durante miles de aos, pero los dos pueblos no siempre mantenan buenas relaciones. De hecho, se pasaban largas temporadas combatiendo entre ellos. Sin embargo compartan una larga tradicin y compartieron muchos siglos de paz, aunque les resultaba muy difcil mantenerla. La razn principal era que nunca les dejaban tranquilos. Veris, en aquellos tiempos, la tecnologa estaba mucho ms avanzada que ahora. Tenan mquinas que podan trasladarte de un punto a otro del planeta. Y naves capaces de viajar a otras galaxias.

    "S que en el colegio vuestros profesores de historia nunca os hablan de estas cosas. Hay muy pocas personas en este mundo que son autnticamente conscientes de cun antigua es la civilizacin, de cun antigua es la humanidad. Mirad, nosotros no somos originarios de la Tierra, sino que procedemos de una constelacin de estrellas llamada las Plyades, o las Siete Hermanas, como se la conoce popularmente. Esta constelacin puede verse en invierno, si observamos el cielo en una noche sin luna, y se encuentra a cientos de aos luz de la Tierra. Nuestros ms remotos antepasados llegaron de los mundos que rodean esas estrellas azules que conforman las Plyades. Pero, a su vez, los habitantes de las Plyades tambin llegaron de algn otro mundo que fue destruido hace muchsimo tiempo. Nadie sabe con exactitud dnde comenz todo.

    "Los habitantes de las Plyades solan visitar la Tierra con frecuencia. Sus naves espaciales aterrizaban en la Atlntida y en Mu. El problema era que aqullos que visitaban la Atlntida y Mu no procedan de la misma estrella. Hay muchos mundos en las Plyades, docenas de ellos. Y no todos se llevaban bien. Ignoro cmo se llevarn en la actualidad. Es probable que Ann Templeton, la bruja, lo sepa. Algunos dicen que Madeline Templeton, la tatara-tatara-tatara-tatarabuela de Ann, era originaria de uno de esos mundos lejanos. Pero de eso ya nos ocuparemos otro da.

    "De modo que tenemos estos dos grandes continentes, Mu y la Atlntida, y gentes venidas de otros mundos que les decan continuamente lo que tenan que hacer. Aquellas razas diferentes no se avenan en absoluto. Poco antes del fin de la Atlntida y de Mu, los pueblos estelares entraron en guerra y buscaron aliados entre los habitantes de la Tierra, pues para aquella gente la Tierra era simplemente otro campo de batalla. La confusin era total. Los cientficos de un planeta enseaban a los habitantes de la Atlntida a fabricar una bomba con la cual destruir Mu, mientras otro grupo de cientficos estelares enseaba a los habitantes de Mu a fabricar una bomba para acabar con la Atlntida de una vez por todas.

    Adam le interrumpi.

    Y por qu los terrcolas no les dijeron a esos tos que se metieran en sus

  • naves espaciales, se largaran de aqu y les dejaran en paz?

    Bum asinti.

    Es una buena pregunta. La razn por la que la gente de la Tierra no ech a patadas a los visitantes fue que stos estaban mucho ms preparados que ellos. Es verdad que la Tierra haba sido organizada originariamente por los pueblos de las estrellas, pero eso haba sucedido millones de aos antes de lo que os estoy contando. Para cuando aquellos seres de las Plyades regresaron a la Tierra acompaados de sus problemas, los habitantes de la Tierra estaban muy retrasados con respecto a ellos.

    Aquellos pueblos disponan de mquinas y artefactos que a los moradores de la Tierra les hubiese llevado siglos inventar. Podra decirse que los visitantes de las estrellas sobornaron a los habitantes de la Tierra. "Si hacis esto por nosotros, les dijeron a nuestros lderes, os revelaremos nuestro secreto".

    Pero qu tiene que ver todo esto con las criaturas criognicas? pregunt Sally.

    Ten paciencia. Primero tena que explicaros estas otras cosas. Bum hizo otra pausa y se aclar la garganta. Pareca estar afnico. Adam se pregunt si no se habra constipado a causa del extrao descenso de temperatura. No deba de ser nada fcil vivir todo el tiempo a la intemperie, como haca el pobre Bum.

    Debo aclararos que no todos los pueblos de las estrellas eran unos seres prfidos y malvados, continu Bum. En todas las guerras hay buenos y malos. Pero no creo que en esta guerra todos los buenos estuviesen en el mismo bando. Yo dira que la cosa estaba bastante igualada. Muchos de los habitantes de las estrellas que ayudaban a los moradores de la Atlntida crean realmente que estaban haciendo lo correcto. Y estoy seguro de que muchos de los que ayudaban a los habitantes de Mu pensaban que la suya era una causa justa. En cualquier caso, lo que est claro es que los cientficos estelares que apoyaban a Mu les hicieron a los gobernantes de Mu una oferta diablica y a la vez tan tentadora que stos no pudieron rechazarla.

    Pero cmo poda ser diablica y tentadora al mismo tiempo? pregunt Cindy.

    El mal es siempre ms seductor que el bien, sentenci Sally. As es la vida. Todas las cosas divertidas acaban por causarte problemas.

    Bum hizo una pausa y sonri, aunque su expresin segua siendo seria.

    Sally podra tener razn, aunque no estoy seguro. Slo s que uno de los grupos secretos de las Plyades le dijo a los gobernantes de Mu que si borraban la Atlntida del mapa, tendran la posibilidad de vivir miles de aos.

    Adam estaba vivamente impresionado.

    Es que los pueblos de las estrellas vivan tanto?

  • Bum volvi a rascarse la cabeza.

    Ellos vivan muchsimo tiempo, mucho ms que los habitantes de la Tierra. Los gobernantes de Mu lo saban. Siempre que los pueblos de las estrellas les visitaban, cada pocos aos, apenas si haban cambiado, mientras que los habitantes de la Tierra iban envejeciendo y arrugndose. Aquella gente malvada convenci a los gobernantes de Mu de que seran inmortales, lo que era una gran mentira. Hasta los pueblos de las estrellas moran finalmente. Era slo otro soborno, pero esta vez falso. Aunque tambin haba algo de verdad en l. Os lo explicar.

    "Si enfras una cosa, dura ms tiempo. Si la congelas, y la mantienes congelada, puede durar toda la vida. Es lo que hacemos con las hamburguesas. Si las ponemos en el congelador de la nevera podremos comrnoslas incluso un ao ms tarde. La carne no se echar a perder. Pero en cuanto retiras la carne del congelador, se descongela, si la dejamos fuera de la nevera durante unos cuantos das se pudrir. Entendis lo que quiero decir?

    S dijo Adam. Pero no puedes congelar a la gente, para conseguir que vivan eternamente. Si congelas a la gente no puede moverse y se muere.

    Eso es verdad con la tecnologa actual, dijo Bum. Pero no debes olvidar que aquellos seres de otra constelacin saban cosas que nosotros ni siquiera somos capaces de imaginar. Ellos les dijeron a los gobernantes de Mu que, a cambio de borrar la Atlntida de la faz de la tierra, les ensearan la forma de alterar las clulas de sus cuerpos de manera que sus venas pudieran tolerar una sustancia helada llamada Crio en lugar de sangre caliente. No me preguntes de qu estaba hecha esa sustancia, porque lo ignoro. Pero, de alguna manera, permita que una persona se mantuviese ms fra que el mismsimo hielo y, sin embargo, continuara movindose y actuando como una persona viva.

    Y esa gente que vena de las estrellas tena Crio en las venas? pregunt Sally.

    sa es otra buena pregunta, dijo Bum. La respuesta, por lo que yo s, es no. Ninguno de los cientficos de las estrellas que visitaba la Tierra era una criatura criognica. Esa circunstancia debera haber puesto sobre aviso a los gobernantes de Mu de que algo no encajaba. Pero eran personas egostas, cobardes y temerosas de la muerte, as que acabaron aceptando aquel vil soborno. Creyeron que alcanzaran la inmortalidad si aniquilaban a los habitantes de la Atlntida.

    "Pero no resulta tarea sencilla destruir a todo un continente. Incluso con bombas nucleares es difcil borrar a un pas del mapa. Entonces los gobernantes de Mu decidieron recurrir al cinturn de asteroides. Ya sabis, el cinturn de asteroides que se encuentra en el espacio exterior entre Marte y Jpiter, un montn de rocas enormes que flotan alrededor del Sol. Aquellos tos podan ser unos bellacos pero tambin eran muy inteligentes. Acoplaron cohetes y rayos espaciales a uno de los asteroides y lo colocaron de modo que pudiera caer

  • sobre la Tierra cuando ellos decidieran. Ajustaron al milmetro la velocidad y la direccin. Cuando la Atlntida apareci en el lugar previsto, calculado segn la rotacin de la Tierra, el asteroide ya estaba all. Como una enorme roca volando hacia ellos.

    "El pueblo de la Atlntida, naturalmente, vio que el asteroide se acercaba a ellos a toda velocidad. El cielo se oscureci por completo. En las ltimas horas haban comprendido que su fin estaba cerca y adivinaron que los gobernantes de Mu estaban detrs de todo aquello. Lo que no saban era que esos gobernantes ya no eran humanos.

    "Pero es necesario retroceder un poco en la historia. Una vez que los gobernantes de Mu hubieron dirigido el asteroide hacia la Atlntida, cumplieron con su parte del trato. No importaba que el asteroide tardase unas cuantas semanas en llegar a la Tierra. Ya antes de que la enorme piedra fuese visible en el cielo, los malvados habitantes de las estrellas haban vaciado de sangre los cuerpos de los gobernantes de Mu y reemplazado por Crio. Luego se marcharon. Tal vez sin poder contener la risa mientras se alejaban.

    Por qu? le interrumpi Adam, fascinado con la fbula, aunque con serias dudas sobre su veracidad. Bum tena razn en una cosa, l jams haba ledo nada de eso en los libros de historia. Sin embargo tampoco haba asistido al colegio en Fantasville. Tal vez all dedicaran muchas ms clases a estudiar la prehistoria. Bum respondi a su pregunta con absoluta seriedad.

    Porque los cientficos de las estrellas detuvieron el proceso de envejecimiento de los gobernantes de Mu, pero a costa de algo muy importante. Los gobernantes se convirtieron en seres con una enorme fuerza y capaces de alcanzar una increble velocidad. Tambin desarrollaron una extraordinaria agudeza visual. No slo podan ver a una distancia imposible para el ser humano, sino que adems tenan el poder de congelar a las personas con slo fijar su mirada sobre ellas. De hecho podan convertirlas en seres como ellos si as lo deseaban.

    "El problema era que no estaban realmente vivos. Ellos no se sentan vivos. Tenan fro todo el tiempo y ellos odiaban el fro.

    Eran como muertos vivientes. Envidiaban a las personas normales. Es cierto, podan vivir durante mucho tiempo, pero eran incapaces de disfrutar de esa vida. Y lo comprendieron de inmediato. Antes incluso de que el asteroide alcanzara la Tierra. Se dieron cuenta de que los malignos seres venidos de las estrellas les haban engaado.

    "Pero volvamos al asteroide. Como ya he dicho, se diriga inexorablemente hacia la Atlntida y los habitantes de aquel continente saban perfectamente quines eran los responsables. No obstante, a pesar de la avanzada tecnologa que posean, no pudieron detener su curso. Un asteroide puede alcanzar dimensiones enormes.

  • ste tena un dimetro de unos cuarenta kilmetros y viajaba a miles de kilmetros por hora. La gente de la Atlntida dispar misiles nucleares contra el asteroide, pero la gigantesca roca no se desvi de su trayectoria. La suerte estaba echada.

    "Ellos no queran abandonar la lucha y resignarse a morir, al menos no sin haber conseguido vengarse de sus enemigos. Cuando el asteroide estaba alcanzando la atmsfera, los habitantes de la Atlntida dispararon contra Mu todo su arsenal de proyectiles. Mu comenz a arder de costa a costa. Cuando el asteroide colision finalmente contra la Atlntida, el continente entero se hundi en el ocano. Y, peor an, se introdujo dentro de la corteza terrestre.

    sa es la razn de que actualmente no exista seal alguna de su existencia. Las placas geolgicas de la Tierra se alteraron bajo el impacto del asteroide. Mu, que era pasto de las llamas a consecuencia del ataque masivo de los atlantes, tambin se hundi en el ocano.

    Ambos continentes fueron destruidos al mismo tiempo. Dos grandes civilizaciones desaparecieron simultneamente de la faz de la tierra y su existencia se borr de la memoria. Bum hizo una pausa. Es una historia muy triste, verdad?

    Pero qu hay de las criaturas criognicas? Insisti Sally. Ellas son ahora nuestro problema.

    S dijo Adam, aunque haba disfrutado con la historia de Bum. Acaso no murieron todas cuando Mu fue destruido?

    No, aclar Bum. Algunos de ellos consiguieron escapar. Por lo que yo s, muchos lograron salvarse antes de que los habitantes de la Atlntida lanzaran sus misiles nucleares contra ellos. Abandonaron Mu y se dirigieron hacia el Polo Norte, donde se enterraron en valles de hielo. Sobrevivieron al fuego de las bombas y al impacto del asteroide. Bum se interrumpi. Pero ahora han vuelto.

    Por qu? pregunt Adam. Por qu aqu? Por qu hoy?

    Bum se qued pensativo unos momentos.

    Es posible que hayan venido aqu porque Fantasville es una de las pocas porciones de Mu que consiguieron sobrevivir. Lo que no s es por qu han aparecido hoy. Por lo que me habis explicado, es posible que alguien los haya trado hasta aqu, ya que estaban en bloques de hielo. Pero no tengo ni la ms remota idea de quin puede haber sido.

    Todo esto es muy interesante, dijo Sally. Pero cmo podemos detenerles sin hacer volar todo Fantasville en mil pedazos?

    Bum habl con mucha solemnidad.

    No se me ocurre otra forma de detenerles. No slo este pueblo est en peligro. Por lo que yo conozco de esas criaturas, seran capaces de acabar con el

  • mundo entero. Tal vez haya sido una suerte que Mu fuese destruido en aquella poca. Antes de que el asteroide se estrellara contra la Tierra. Aquellos monstruos de hielo que todava quedaban en Mu ya haban comenzado a provocar alteraciones entre su propia gente.

    Son como vampiros, convierten a las personas en seres semejantes a ellos.

    Mira, dijo Adam, cada vez ms impaciente. No podemos arrasar Fantasville. Tienes que darnos otra alternativa.

    Habis mencionado que esa criatura hua del fuego, record Bum. Ah puede estar la clave. Justo a las afueras del pueblo hay un almacn de excedentes del ejrcito que vende toda clase de armamento.

    Tienen unos cuantos lanzallamas. Tal vez podrais comprar algunos.

    No creo que vendan lanzallamas a menores, protest Cindy.

    Quiz s dijo Sally. Conozco al dueo del almacn, el seor Patton. Tom su nombre prestado de un famoso general de la Segunda Guerra Mundial. El seor Patton cree que todo hombre y mujer debera ir siempre armado. Te vendera hasta un carro de combate si tuvieras el dinero suficiente para comprarlo.

    Bum asinti.

    Patton sera capaz de proporcionaros todo el equipo a crdito si le convencierais de que el pueblo corre peligro.

    No vas a venir con nosotros? pregunt Sally. Necesitaremos tu ayuda si vamos a combatir con esos seres horribles.

    Bum volvi a pasarse la mano por la barbilla sin rasurar y pareci meditar aquellas palabras.

    Preferira largarme del pueblo y olvidarme de todo.

    Cobarde, mascull Cindy.

    Bum sonri.

    Dije que preferira largarme del pueblo, no que lo fuera a hacer. Naturalmente que os ayudar a luchar contra esos monstruos. Dios sabe que si no les detenemos ahora, nunca podremos hacerlo. Bum se puso en pie. Venga, en marcha hacia el almacn de excedentes del ejrcito.

    Los tres amigos se levantaron. Pero Cindy estaba en desacuerdo con algunos aspectos del plan trazado.

    Por qu no llamamos a la polica? pregunt Cindy.

    Para eso estn, no? Para ayudar a la gente cuando lo necesita.

    Sally se ech a rer.

    Eso tal vez sea verdad en otras ciudades. Pero en Fantasville la polica tiene

  • miedo hasta de acudir al rescate de un pobre gato que se haya subido a un rbol. Son muchos los polis que han salido para llevar a cabo una misin y no se les ha vuelto a ver el pelo.

    Cindy no pareca convencida.

    Creo que, al menos, deberamos avisarles. Adam, me acompaas? Podramos reunirnos con Bum y Sally dentro de una hora.

    Una hora es demasiado tiempo cuando debes enfrentarte a unas criaturas que, adems, pueden multiplicarse, sentenci Sally.

    Pero, Adam acompaar a su querida Cindy, no faltara ms. Adam hace todo lo que ella dice porque est enamorado de ella, y ella acta como si tambin lo quisiera. Qu ms da que la seguridad de todo el planeta est en juego? No es verdad, Adam?

    Bueno, musit Adam, cogido con la guardia baja. Creo que sera una buena idea avisar a la polica.

    Sally y Bum intercambiaron una mirada.

    Nosotros nos encargaremos de conseguir esos lanzallamas asegur Bum.

    Os los tendremos envueltos para regalo antes de que regresis convino Sally.

  • 4

    El jefe de polica de Springville, el nombre verdadero de Fantasville, estaba solo en la comisara cuando llegaron Adam y Cindy. No haba ni una triste secretaria, no digamos ya otros policas. nicamente estaba el jefe, sentado detrs de su gran escritorio de roble, leyendo un cmic y comiendo chocolatinas que coga de una caja. A juzgar por su abultado vientre, daba la impresin de ser muy aficionado a esos dulces.

    Llamaron a la puerta antes de entrar, pero, no obstante, lo sobresaltaron. El jefe de polica alz la vista y dej rpidamente el cmic a un lado. Se alis la corbata azul, que presentaba numerosas manchas de chocolate y parpade detrs de sus gafas con montura dorada. No tendra ms de cincuenta aos, aunque tena el pelo completamente blanco.

    S dijo. Puedo hacer algo por vosotros, chicos?

    Pues s contest Adam. Esta maana, nosotros y otros dos amigos bamos dando un paseo por las colinas que rodean Fantas Springville cuando encontramos unos grandes bloques de hielo. Derretimos uno de ellos y una especie de hombre helado sali del bloque y atrap a nuestro amigo Watch. Luego lo arrastr hacia el bosque y desde entonces no hemos vuelto a saber de l. Hizo una pausa. Necesitamos su ayuda para rescatarle.

    El jefe le mir durante un momento. Luego les ofreci chocolatinas.

    Queris una chocolatina?

    No, gracias, no tenemos hambre, dijo Cindy. Estamos muy preocupados por nuestro amigo. Podra ayudarnos?

    El jefe de polica cogi otra chocolatina y se la meti en la boca. La mastic lentamente ya que ese acto pareca requerir toda su atencin.

    No lo s dijo finalmente. En qu puedo ayudaros?

    Adam estaba furioso.

    Se lo acabamos de explicar. Uno de esos monstruos helados ha secuestrado a nuestro amigo Watch. Queremos que la polica nos ayude a rescatarle.

  • El jefe se quit las gafas y las limpi con un pauelo.

    Hoy estoy yo solo aqu. Realmente pretendis que deje la comisara desatendida?

    Cindy hizo un gesto con el brazo abarcando toda la comisara vaca.

    Dnde estn los otros policas?

    El jefe pareci confundido por la pregunta.

    Bueno, no lo s a ciencia cierta. No puedo estar al tanto de todo lo que sucede. Hace algunos aos, cuando comenc a trabajar aqu, contbamos con un buen grupo de agentes. Pero el nmero se ha ido reduciendo paulatinamente.

    De hecho, hace meses que no veo a ningn agente de polica por aqu. Hizo una pausa para pensar. Creo que la ltima vez que vi a uno fue el ao pasado.

    Y qu hace cuando se presenta una emergencia? pregunt Cindy.

    Qu se supone que debo hacer? Yo ya tengo mis propios problemas. Me toca dirigir sta comisara sin ayuda de nadie. Si me marcho, qu ser de ella?

    Pero no puede ayudar a nadie si se queda sentado todo el da detrs de su escritorio, dijo Cindy, molesta por las palabras del jefe de polica. Slo conseguir ponerse obeso si se pasa el da comiendo chocolatinas.

    El jefe se sinti ofendido.

    Cuida tu lengua, jovencita. Yo os ofrec chocolatinas y no quisisteis comroslas. Por qu no habra de comrmelas yo? Si no lo hago, se pondrn viejas y rancias. No pretenderis que las tire al cubo de la basura.

    No hemos venido aqu para hablar de chocolatinas, dijo Adam, intentndolo otra vez, aunque empezaba a darse cuenta de que era intil. Sino de nuestro amigo desaparecido. Su vida puede estar en peligro. Es que no puede hacer nada por ayudarle?

    El jefe de polica se inclin hacia delante y fij en ellos sus pequeos ojos.

    Tiene un seguro de vida?

    Qu? pregunt Adam. No lo s. Pero eso qu tiene que ver?

    El jefe sonri condescendiente.

    Jovencito, si tiene un seguro de vida y le matan, su familia cobrar un buen pellizco. Y en estos tiempos difciles, un ingreso extra no es algo que deba ser tomado a la ligera. En otras palabras, vosotros lo veis como una desgracia, pero podra tratarse de una bendicin. Y yo le estara causando a la familia de vuestro amigo un perjuicio si impidiese de algn modo que recibieran esa suma de dinero. De modo que tengo las manos atadas por mis responsabilidades en sta comisara y mi obligacin moral para con la familia de ese joven.

  • Cmo puede hablar de obligacin moral? replic Cindy. Cuando no es ms que un cobarde incapaz de mover un dedo para salvar a nuestro amigo?

    La sonrisa se borr en el rostro del hombre.

    Me ests llamando cobarde? Cmo te atreves, jovencita? Acaso os he pedido alguna vez ayuda para encontrar a uno de mis amigos? Naturalmente que no. Yo me ocupo de mis asuntos. Y vosotros deberais hacer lo mismo y dejar de importunar a la gente honrada que slo quiere que la dejen en paz.

    Pero usted es un oficial de polica, le record Cindy con amargura. Su obligacin es ayudar a la gente.

    Aquellas palabras hicieron que el jefe se lo pensara un momento antes de responder. El tiempo necesario de coger otra chocolatina.

    Mi contrato no especificaba que tuviese que vrmelas con monstruos de hielo, afirm. Y si as hubiese sido, mi abogado se habra encargado de eliminarlo de mi lista de cometidos. Adems, no soporto el fro. sa es otra de las razones por la que no salgo a la calle en un da como hoy. Podra constiparme, y entonces qu futuro le aguardara a este pueblo?

    Probablemente no sera peor que el que ya le espera, musit Adam, y se volvi hacia la salida. Vamos, Cindy. Sally tena razn. Aqu estamos perdiendo el tiempo.

    Pero Cindy se senta demasiado frustrada para irse sin ms de la oficina del jefe de polica. Se acerc al escritorio y, antes de que el jefe pudiera reaccionar, agarr la caja de chocolatinas y volc todo el contenido en el suelo sucio de polvo. El jefe no poda creer lo que sus ojos vean, pero Cindy sonri con dulzura.

    Nosotros debemos ocuparnos de una situacin de emergencia dijo. Y ahora usted tambin. Cmo se siente?

    Adam la cogi de un brazo y la arrastr fuera de la comisara antes de que fuera demasiado tarde. Tema que aquel hombre metiese a Cindy entre rejas.

    Creo que has estado demasiado tiempo con Sally, le dijo Adam.

  • 5

    El dueo del almacn de excedentes del ejrcito, el seor Patton, vesta uniforme de combate completo. Cuando Adam y Cindy entraron en el almacn, el seor Patton se hallaba sentado en el suelo, poniendo balas en el cargador de una ametralladora.

    Tena unos treinta y cinco aos, el pelo rubio ceniza, y el cuerpo musculoso de un marine. Todo indicaba que Bum y Sally ya le haban hablado acerca de los monstruos de hielo. En su boca se dibujaba una sonrisa torcida. La batalla para la que haba estado preparndose durante toda la vida finalmente haba llegado.

    Bienvenidos, dijo. Coged un arma y preparaos para marchar al frente de batalla.

    Le han explicado nuestros amigos lo que est ocurriendo? inquiri Adam.

    As es. El seor Patton termin de cargar la ametralladora, se levant y cogi un lanzagranadas de un estante. Hoy, por fin, saldaremos cuentas, siempre supe que un da u otro sucedera.

    Perdn, le interrumpi Adam, pero no estoy muy seguro de que a esos seres se les pueda detener con balas.

    El seor Patton les fulmin con la mirada.

    Esa ametralladora es una M16. Puede disparar un cargador de diecisis proyectiles en menos de cinco segundos. Si una de esas criaturas se me pone delante, te aseguro que ya puede ir despidindose de este mundo.

    Adam se encogi de hombros.

    Bueno, la verdad es que no s mucho acerca de armas.

    Yo s dijo Cindy. Mi madre dice que son horribles e inmorales.

    El seor Patton se ech a rer.

    La gente siempre dice esas cosas hasta que aparecen los problemas de verdad. Intenta vencer a un oso con una bandera blanca y se te comer para almorzar. Esto es la jungla, podis creerme. Hizo un gesto hacia la parte

  • posterior del almacn.

    Encontraris a vuestros amigos all. Y os aseguro que estn de acuerdo conmigo al cien por cien. Creo que ahora mismo estn cargando un par de bonitos lanzallamas.

    De que Sally coincide con usted no me cabe ninguna duda, dijo Adam, dirigindose hacia la parte trasera del almacn.

    Pero Sally est como una cabra, aadi Cindy.

    Encontraron a Bum y a Sally donde el seor Patton les haba dicho. A Adam le sorprendi que el almacn tuviese su propio suministro de gasolina. Sally y Bum estaban llenando de combustible un par de lanzallamas y un par de bidones de recambio. Las armas porttiles tenan el aspecto del lanzacohetes, con la diferencia de que escupan fuego en lugar de proyectiles slidos.

    Sally haba activado su lanzallamas, aunque a baja potencia. La llama naranja danzaba como si se tratara de un mechero hiperactivo. Los ojos de Sally brillaban de emocin mientras contemplaba cmo arda el extremo del lanzallamas.

    Veremos si ahora se atreven a coger a alguno de nosotros fanfarrone.

    No olvides que ellos se mueven muy deprisa, le advirti Adam.

    Ellos? pregunt Cindy. Slo hemos descongelado a una de esas espantosas criaturas.

    Pero es de suponer que ahora estn todas despiertas y corriendo por las colinas, aclar Bum.

    Oh, no, gimote Cindy.

    El semblante de Adam se ensombreci.

    Me lo imaginaba.

    Sally sonri.

    Y cmo os ha ido en la comisara? Habis conseguido mucha ayuda?

    Adam se encogi de hombros.

    Tenas razn. No insistas. Hizo un gesto hacia los lanzallamas. Slo hay dos?

    El seor Patton tiene tres pero uno se lo reserva para l, explic Sally. No podemos quejarnos. Nos permite que paguemos los dos que quedan en cmodos plazos mensuales.

    Se ha credo la historia sobre los monstruos de hielo? pregunt Cindy.

    El seor Patton se creera cualquier historia que implique un ataque secreto, concluy Bum. Es lo que da sentido a su vida.

  • Cindy ech un vistazo a su reloj e hizo una mueca de disgusto.

    Ya son casi las dos. Watch desapareci al medioda. Espero que no le haya pasado nada grave.

    Ya oste lo que nos explic Bum, le advirti Sally. No podemos seguir manteniendo la esperanza de que Watch se halle a salvo. Si le encontramos, no podremos confiar en l. Ahora l es el enemigo.

    Cindy era presa del estupor.

    Cmo puedes hablar as de nuestro amigo? Yo sigo teniendo esperanza y no la perder hasta que todo esto haya pasado. No me importa lo que puedas decir.

    Sally comenz a replicarle, sin embargo luego se interrumpi y respir profundamente. Cerr los ojos por un momento. Un espasmo de dolor le deform el rostro un instante.

    Lo siento, dijo con voz queda. Yo tampoco he perdido la esperanza de encontrarle an con vida.

    Adam jams haba odo a Sally decir que lo senta. Sin embargo, no tuvo tiempo de sacar ninguna conclusin. Los cuatro escucharon un grito procedente de Mariela la parte frontal del almacn.

    Ya vienen! grit el seor Patton. Puedo verles en la carretera!

    Tal y como Bum haba dicho, el almacn de excedentes del ejrcito no se encontraba propiamente en Fantasville, sino en sus alrededores. Slo una carretera y un campo de hierba con piedras y arbustos se extendan entre el almacn y las colinas. Cuando salieron al exterior distinguieron claramente un grupo de figuras azules que descendan por las colinas. Los monstruos de hielo se movan sin abandonar su postura erguida.

    Adam alcanz a ver a seis de ellos, aunque sospechaba que habra otra media docena detrs de ellos. Se sinti aliviado al comprobar que Watch no se hallaba entre aquel grupo de monstruos.

    Por otra parte, nunca en su vida haba sentido tanto miedo.

    Incluso a esa distancia, los ojos de los monstruos de hielo brillaban con una luz extraa y pavorosa.

    Qu hacemos ahora? pregunt Adam.

    El seor Patton se apoy en el hombro la metralleta y el lanzagranadas.

    Amigos, la fiesta est a punto de comenzar. Preparad los lanzallamas. Debemos frenar su avance antes de que lleguen al pueblo. Cuando termine el da nos habremos convertido en hroes.

    Dnde est su lanzallamas? le pregunt Adam.

    Dentro del almacn, contest el seor Patton, avanzando hacia las criaturas

  • heladas que ya estaban cerca de la carretera. Puedes usarlo si quieres, pero ten cuidado, no vayas a convertirte en una antorcha humana.

    Espere, dijo Bum. Deberamos ponernos de acuerdo y atacar todos a la vez.

    El seor Patton lo detuvo con un gesto.

    Esos engendros son ya historia. No necesito a nadie que me cubra. Bum se volvi hacia Adam.

    Ve a buscar el otro lanzallamas. Est detrs del mostrador. Ya tiene gasolina. Date prisa!

    Adam corri hacia el interior del almacn y cogi el lanzallamas pero el peso del arma casi le hace caer al suelo. Tuvo que sacarlo del almacn a rastras. Calcul que slo el depsito de gasolina deba de pesar al menos diez kilos. El extremo estaba ya encendido y su funcionamiento no pareca demasiado complicado. Si apretaba el gatillo, la llama aumentaba de intensidad y longitud.

    Adam sali del almacn justo a tiempo de ver cmo el seor Patton alzaba la M16. El dueo del almacn apunt a la criatura que se encontraba ms prxima. La criatura result ser una mujer.

    T te lo has buscado, maldito monstruo chupahielo! grit el seor Patton y comenz a disparar.

    Obviamente su intencin no era lanzar una rfaga. El seor Patton dispar una sola bala. Era un excelente tirador; el proyectil alcanz al monstruo en la mitad del pecho.

    La bala hizo un ruido sordo al chocar contra la superficie helada, como si rebotase contra una plancha de acero. Sin embargo la criatura no estaba herida. No sangraba y continu acercndose a ellos sin alterar su marcha. La luz fra y azul de sus ojos se volvi ms intensa y brillante. El disparo slo haba conseguido ponerla furiosa. El seor Patton baj un momento el arma y le recorri un estremecimiento.

    A pesar de hallarse a unos cincuenta metros de Adam, ste se dio cuenta de que el seor Patton estaba aturdido y no saba qu hacer.

    No se quede quieto! le grit Sally. Lo convertir en un bloque de hielo si no se mueve!

    El seor Patton pareci or la advertencia de Sally. Volvi a apuntar con su M16 y, en esta ocasin, vaci el cargador sobre la criatura de hielo. Todos los proyectiles dieron en el blanco, pero fue intil. El seor Patton comenz a retroceder sin creer lo que vean sus ojos. Sally volvi a gritarle.

    Intntelo con el lanzagranadas!

    Lo mejor sera que el seor Patton volviera aqu sugiri Cindy angustiada.

    Es probable que estemos rodeados, dijo Bum. Recordad que corren ms

  • que nosotros.

    El seor Patton dio media vuelta y se apresur hacia donde se encontraban Bum y los chicos. Fue entonces cuando la mujer de hielo decidi ir a por l. La criatura era tan veloz como la que se haba llevado a Watch.

    El seor Patton mir por encima del hombro y comprendi que, a ese ritmo, lo cazara antes de llegar al almacn. Como ltimo recurso decidi seguir el consejo de Sally.

    Se dej caer sobre una rodilla, alz el lanzagranadas y apunt con cuidado. Por suerte para l, el seor Patton mantuvo el pulso firme, algo que sorprendi a Adam ya que l hubiese sido incapaz de mantener el control con uno de esos monstruos echndole su aliento helado en el cuello.

    El seor Patton hizo fuego.

    El disparo fue perfecto y la granada alcanz a la criatura en el hombro derecho. Se form una intensa llamarada y se escuch un ruido extrao. El brazo derecho de la criatura haba desaparecido hecho astillas.

    Todos lanzaron exclamaciones de jbilo.

    Podemos detenerles! exclam Sally.

    La alegra de Sally dur poco. La criatura haba perdido uno de sus miembros superiores, pero no haba rastros de sangre. De hecho, el disparo ni siquiera la oblig a reducir la velocidad de su carrera. Adam vio que tena el brazo cercenado y se le haba despegado del tronco del modo en que lo hubiese hecho de una escultura de hielo. El seor Patton no lo haba destruido.

    Adam tuvo la horrible sospecha de que aquellas criaturas podran seguir avanzando sin brazos ni piernas. Jams moriran desangradas, simplemente porque no tenan sangre.

    El monstruo helado se abati sobre el seor Patton.

    El dueo del almacn dej caer el lanzagranadas y lanz un grito escalofriante.

    Pero ellos no se quedaron a ver lo que la criatura le haca.

    Volvamos al almacn! orden Bum.

    Echaron a correr hacia el edificio y cerraron la puerta. Estaban de suerte. Las puertas y ventanas no slo tenan cerraduras, sino tambin gruesas rejillas metlicas. Un segundo despus de haber entrado, los monstruos de hielo llegaron al almacn y comenzaron a golpear con fuerza la puerta.

    La puerta resisti. Haban conseguido ponerse a salvo, de momento.

    Pero estaban atrapados.

  • 6

    En la penumbra que reinaba en el almacn, los cuatro se miraron con los rostros plidos por el miedo. Fuera, los monstruos helados continuaban rodeando el edificio. Haban cortado la corriente elctrica y todo el lugar estaba a oscuras. Los golpes en la puerta principal haban cesado, pero Adam saba que el siguiente intento sera mucho peor.

    Qu vamos a hacer? susurr Cindy.

    No vamos a salir de aqu andando dijo Bum. Eso os lo puedo asegurar, aunque tal vez no necesitemos hacerlo. Justo antes de que vosotros llegaseis, Sally y yo encontramos un par de globos de aire caliente en la parte trasera. Debieron de haber sido utilizados en la Primera Guerra Mundial. Los globos estn perfectamente embalados. Apostara a que an funcionan, si es que conseguimos llevarlos hasta el terrado para hincharlos.

    Pero esas criaturas no pueden hacernos ningn dao si no nos movemos de aqu dijo Cindy. Tal vez deberamos esperar a que llegase ayuda.

    Sally sacudi la cabeza.

    Nadie va a venir a salvarnos. Y, como puedes ver, esas criaturas no tienen ninguna intencin de irse. Tarde o temprano lograrn entrar en el almacn.

    Adam mir a travs de una grieta de la ventana.

    No veo al seor Patton. Qu le habrn hecho?

    Ms vale no pensarlo, dijo Bum. Venga, llevemos los globos al terrado.

    Las cajas donde venan los globos eran enormes. En realidad, haba cuatro cajas por globo. La barquilla y las cuerdas estaban embaladas por separado. Tambin estaban los quemadores de boca ancha que, colocados debajo del globo, permiten controlar la altitud. En ese momento, Adam slo tena un deseo: meterse en uno de aquellos globos y largarse de all lo ms pronto posible.

    Estaba preocupado por su familia: su padre, su madre y su hermana pequea. Le hubiese gustado llamarles para advertirles de la presencia de los monstruos de hielo y aconsejarles que abandonaran el pueblo, pero las criaturas tambin

  • haban destruido las lneas telefnicas. Rez para que no fueran convertidos en monstruos, aunque su hermana se haba entrenado a conciencia para ser un monstruo desde que cumpliera los dos aos.

    Por suerte haba una escalera que conduca al terrado. Entre todos consiguieron subir todas las cajas. Y, la suerte sigui acompandolos porque las paredes exteriores del almacn eran lisas como el papel. Los monstruos de hielo que merodeaban fuera del almacn no podran trepar por ellas para alcanzar el terrado.

    Desde donde se encontraba, Adam mir hacia abajo y comprob que los monstruos no se daban por vencidos. Bum estaba junto a l mientras inspeccionaba toda la zona. Haba aproximadamente diez criaturas heladas fuera del almacn. Pero Adam sospechaba que habra muchas ms que en ese momento estaran entrando en el pueblo.

    Bum apoy la mano en el hombro de Adam.

    Sally y yo podemos armar los globos, dijo. Por qu no bajis Cindy y t al almacn para montar guardia?

    Buena idea, apunt Adam.

    Tened a punto vuestros lanzallamas, le aconsej Bum.

    Adam asinti.

    Trabajad deprisa. Esos monstruos son muy fuertes. Conseguirn entrar en el almacn y lo saben.

    Sally trabajaba mejor cuando estaba sola y Cindy se senta feliz de poder hacer compaa a Adam en el almacn. En realidad, feliz tal vez fuese una palabra muy pobre para describir el estado de nimo de Cindy en aquellos momentos. Adam la haba visto asustada en otras ocasiones, pero nunca de ese modo. No haban podido borrar de sus mentes los gritos del seor Patton cuando la criatura se abalanz sobre l. No haba ni rastro de l.

    Cindy caminaba pegada a Adam mientras recorran los estrechos pasillos del almacn. El tiempo pasaba lentamente.

    Hay demasiados explosivos aqu concluy Cindy. Si esas criaturas consiguen entrar, y los recibimos con los lanzallamas, correremos el riesgo de volar en mil pedazos.

    Debemos tener cuidado, convino Adam. Seal hacia lo que pareca ser una caja de cartuchos de dinamita. Cmo diablos habr hecho el seor Patton para traer todo este material hasta aqu?

    Seguro que este negocio es ilegal.

    Todo es legal en Fantasville, apunt Cindy con voz ahogada. Las palabras parecieron atascarse en su garganta al tiempo que se le llenaban los ojos de lgrimas. Adam la cogi del brazo.

  • Qu te ocurre? pregunt.

    Ella se llev una mano a la cabeza.

    No puedo dejar de pensar en Watch. Me gustara que estuviese aqu, y que viniera con nosotros en los globos.

    Adam le palme la espalda.

    Yo tambin pienso en l.

    Cindy se enjug las lgrimas.

    Pensars que soy una tonta. No suelo llorar. Pero desde que vivo en este pueblo, no gano para sustos.

    S. Pero al menos te queda el consuelo de que nunca te aburres dijo Adam.

    Cindy hizo un esfuerzo por sonrer.

    Eso es cierto.

    Adam volvi a sealar la caja de dinamita.

    Creo que deberamos llevarnos unos cuantos cartuchos en el globo. Quiz nos hagan falta.

    Para qu? Ya viste que la granada ni siquiera hizo detenerse a la criatura que persegua al seor Patton.

    Adam asinti.

    Lo s. Pero tengo una corazonada no puedo explicrtelo.

    Creo que podran sernos de utilidad ms tarde. Adam se inclin y examin las cajas. Aqu hay mechas y detonadores. Llevar algo de esto al terrado. Estars bien si te quedas sola unos minutos?

    Cindy ech una mirada atemorizada a su alrededor.

    No tardes mucho.

    Al llegar al terrado, Adam se sinti gratamente sorprendido al ver que Bum y Sally casi haban terminado de montar los globos. En realidad no haba muchas partes para ensamblar.

    Bum incluso haba comenzado a llenar uno de ellos con aire caliente.

    El quemador ruga bajo el enorme casquete, mientras Adam se acercaba y dejaba la caja de dinamita en el suelo.

    Unos minutos ms y nos largaremos de aqu asegur Bum.

    Genial, exclam Adam. Quiero estos explosivos.

    Sally alz la vista. Estaba fijando las cuerdas a la barquilla del globo que despegara transportando al menos a dos de ellos.

    Cuanto mayor sea la potencia de fuego, mejor, dijo ella.

  • Cmo van las cosas por all abajo? pregunt Bum.

    Antes de que Adam pudiera responderle, escucharon los gritos de Cindy. Adam se dio cuenta de que se haba dejado el lanzallamas en el almacn porque necesitaba ambas manos para acarrear la caja de dinamita hasta el terrado. Ech a correr hacia la escalera. Bum y Sally le siguieron, pero Adam les detuvo.

    Debis terminar de montar los globos! grit. Yo salvar a Cindy!

    Adam corri escaleras abajo. El almacn estaba mucho ms oscuro que haca unos pocos minutos. Vio que el lanzallamas se hallaba al pie de la escalera, justo donde lo haba dejado. Del extremo segua brotando una pequea llama. No vea a Cindy y tampoco oa ningn ruido.

    Cindy! aull, al tiempo que recoga el lanzallamas.

    A su izquierda, procedente de la puerta trasera, oy claramente el ruido de cristales rotos.

    Adam! grit Cindy.

    Aliviado al or su voz, Adam corri hacia su amiga.

    En la parte posterior del almacn, Adam encontr a Cindy protegiendo una puerta que estaba a punto de ser derribada desde el exterior. Tal como tema, los monstruos de hielo estaban doblando hacia atrs las rejas metlicas que protegan puertas y ventanas. Cuatro de ellos se agolpaban en la misma puerta.

    Uno de ellos haba conseguido pasar la cabeza entre dos rejas y estaba buscando la cerradura.

    Disprale! grit Adam.

    No puedo! exclam Cindy. Voy a frerlo!

    Si no lo haces, ellos te congelarn!

    Adam la apart de su camino y apunt con el lanzallamas. El hombre de hielo vio que el arma estaba encendida y comenz a retirar la cabeza. Adam dispar una enorme lengua de fuego pero fall el blanco. El monstruo de hielo haba sido ms rpido. Sin embargo la madera de la puerta prendi, lo que representaba un problema aadido, ya que ello facilitara la tarea de las criaturas. Adam cogi la mano de Cindy.

    Tenemos que largarnos de aqu! le dijo.

    Los dos echaron a correr hacia la escalera que llevaba al terrado. Justo cuando Cindy pisaba el primer escaln, la puerta trasera estall en una lluvia de cristales y metal retorcido. Los cuatro monstruos de hielo entraron en el almacn y al precipitarse hacia Adam parecan volar. Adam empuj a Cindy hacia delante.

    Sube al terrado! grit.

    T tambin debes subir! dijo Cindy.

  • Dame un segundo, le convino Adam.

    Cuando Cindy comenz a subir la escalera, Adam alz el lanzallamas y oprimi el gatillo con fuerza. El arma escupi un chorro de fuego que oblig a las criaturas a dispersarse. Pero cuando lo hacan, otros dos monstruos irrumpieron en el almacn a travs de la puerta en llamas. Adam comprendi que no podra contenerles por mucho tiempo. Retrocedi hasta alcanzar la escalera y comenz a ascender a toda velocidad.

    Ya casi haba llegado al terrado cuando not que una garra helada se cerraba en torno a su tobillo derecho. Adam trastabill y cay.

    Tendido sobre los escalones cun largo era, Adam se volvi justo a tiempo para ver a una de aquellas monstruosas criaturas debajo de l.

    Unos dedos azules y fros se aferraban a su tobillo.

    La criatura acentu la presin.

    Adam sinti que las uas se clavaban en su piel. Y vio sangre su sangre. El fluido rojo le manch el calcetn blanco.

    Adam jade y alz el lanzallamas. Sin embargo no poda disparar al monstruo justo en mitad del rostro, no, a menos que quisiera frerse su propio pie. Durante un segundo no supo qu hacer.

    La sangre continuaba gotendole sobre el calcetn.

    La criatura comenz a arrastrarle hacia abajo. Sus ojos brillaban con una glida luz.

    Adam decidi que vala la pena soportar una pequea quemadura.

    Accion el lanzallamas contra aquel monstruo. Pero apunt demasiado alto, por encima de la cabeza de la criatura helada y lejos de su pie aprisionado y ensangrentado. El calor que despeda el fuego, sin embargo, fue suficiente para que el monstruo le soltase el pie. No obstante, la criatura se recompuso de inmediato. Una vez ms intent atraparle con su garra de hielo. Pero esta vez Adam estaba preparado.

    Le lanz un chorro de fuego directamente al rostro.

    Durante un segundo la cabeza del monstruo se convirti en una bola de fuego.

    Adam oy un grito extrao. Era un sonido agudo y chirriante, semejante al sonido que un murcilago aliengena pudiera producir en el momento de morir. Tal vez los monstruos de hielo fuesen como vampiros malignos, pens Adam, que se reproducan absorbiendo la sangre de los seres humanos y reemplazndola con fluido criognico. El alarido del monstruo atraves el pecho de Adam y le estremeci el corazn.

    Pero el rostro del monstruo no se quem.

    Pareci tornarse borroso. Sus facciones comenzaron a desdibujarse. Como una

  • bola de cera arrojada a un horno encendido.

    Los ojos se fundieron con la nariz. La boca se disolvi en la barbilla. Sus poderosas manos intentaron alzarse para recomponer el rostro, pero al entrar en contacto con las llamas tambin comenzaron a derretirse. Adam contemplaba la espeluznante escena con una mezcla de asombro y terror. La criatura trastabill hacia atrs y cay rodando por la escalera.

    Aterriz en el suelo convertida en un bulto amorfo y semiderretido.

    Los otros monstruos de hielo se reunieron alrededor de los restos, para contemplar a su compaero.

    Y luego alzaron la vista en direccin a Adam. Su mirada era glida.

    Adam sinti unas manos que le cogan por atrs y le arrastraban hacia el terrado.

    Estamos listos para despegar! grit Sally. Olvdalos!

    Voy! grit Adam salvando los ltimos escalones.

    Una vez en el terrado, en lugar de correr hacia los globos, Adam se volvi hacia la puerta y bloque el gatillo del lanzallamas en la posicin de mxima potencia. Era una lstima tener que abandonar el arma, pero estaba decidido a nivelar el marcador en venganza por lo que aquellas criaturas le haban hecho a Watch.

    Cuando el arma lanz su poderosa descarga de fuego, Adam la arroj al almacn por el hueco de la escalera. Las criaturas se dispersaron cuando el lanzallamas cay junto a lo que quedaba de su compaero. Adam vio entonces la trayectoria que haba dibujado la lengua de fuego. En lnea recta hacia las municiones que el seor Patton tena acumuladas en una seccin del almacn.

    Adam ech a correr hacia uno de los globos.

    Escuch las primeras explosiones en el almacn.

    Mientras corra, cojeaba visiblemente.

    El tobillo herido se le iba entumeciendo de un modo muy extrao.

  • 7

    Adam acab en el globo en el que ya se encontraba Sally.

    Cindy estaba en el otro, en compaa de Bum. Se elevaron del terrado y una rfaga de viento del norte les alej rpidamente del almacn de excedentes militares. Pero su fuga casi se vio frustrada por la presencia de dos de las criaturas heladas que haban conseguido alcanzar el terrado. Una de ellas salt hacia el globo donde viajaban Adam y Sally y fall por muy poco. Sally se asom por el borde de la barquilla y dispar con su lanzallamas.

    Eso le quitar las ganas de volver a intentarlo, dijo, aunque haba errado el tiro.

    Esos tipos se la estn jugando al subir al terrado, sentenci Adam.

    Qu quieres decir? pregunt Sally.

    Slo observa, le contest Adam.

    La apoteosis final lleg muy pronto. Los dos monstruos estaban tratando de bajar nuevamente al almacn, cuando un ro de fuego les alcanz de lleno, convirtindoles en antorchas lquidas. Las dos criaturas se tambalearon alrededor del terrado hasta caer por los lados. Luego se produjeron una serie de violentas explosiones y toda la parte trasera del almacn se desintegr a consecuencia de una primera explosin masiva. En el instante en que una de las criaturas intentaba escapar por la puerta principal, se produjo otra terrible explosin y el edificio qued envuelto en llamas. El seor Patton tal vez no haba conseguido vender demasiadas armas exticas en su da, pero stas haban hecho un buen servicio cuando fueron requeridas.

    Creo que te los has cargado a todos, dijo Sally.

    Adam sacudi la cabeza y se dej caer en el suelo de la barquilla. Se frot el tobillo derecho. La herida era superficial; la hemorragia haba cesado. Sin embargo, no poda conseguir que la sangre continuara fluyendo por la zona lastimada.

    Slo hemos acabado con ocho o nueve de ellos, especific. Seguramente habr docenas de esas criaturas vagando por ah.

  • Sally vio el calcetn manchado de sangre y se arrodill junto a su amigo.

    Ests herido? Te duele?

    No. La criatura me hiri superficialmente con sus uas. Pero

    Pero qu? pregunt Sally.

    No lo s. Tengo el pie completamente entumecido. Apenas si puedo apoyarme en l.

    Sally se apart con una expresin preocupada en el rostro.

    Tal vez cuando ese monstruo te cogi por el tobillo te inyect fluido criognico en el sistema circulatorio.

    Es posible que el fluido invada todo tu cuerpo hasta convertirte en uno de esos horribles monstruos de hielo. Muy pronto comenzars a echar espuma por la boca y a sentir una terrible avidez de sangre humana.

    Gracias, Sally, dijo Adam con voz queda. Tienes una capacidad asombrosa para levantar el nimo a alguien que est en apuros. Supongo que ahora querrs cambiarle el lugar a Cindy en el otro globo.

    Bueno, dijo Sally.

    Te juro que si no dejas de decir chorradas te arrojar por la borda, la amenaz Adam.

    Sally se acerc y le pellizc suavemente la carne de encima del tobillo.

    No te preocupes, no te abandonar. Puedes sentir esto?

    S. Un poco. Siento como si Adam se interrumpi.

    La sensacin de entumecimiento subiera por tu pierna? pregunt Sally.

    Adam dud un momento antes de responder.

    S.

    Sally pareca consternada.

    Debemos llevarte a que te vea un mdico.

    El nico mdico que podra ayudarme viva en Mu. Adam hizo una pausa y trag con dificultad. Era necesario afrontar lo que le suceda. Tal vez tengan que amputarme la pantorrilla. Antes de que la infeccin se extienda por todo el cuerpo.

    En este pueblo no necesitas ir al mdico para que te hagan eso. Slo tienes que acercarte hasta el espign y meter la pierna en el agua. Un tiburn se encargar rpidamente de dejarte sin pierna.

    Adam baj la cabeza.

    Muchas gracias. No te burlaras si se tratara de tu pierna.

  • Sally se inclin y le abraz con fuerza.

    Sabes muy bien que estoy muy preocupada por ti. Pero tal vez no sea tan grave como piensas. Y esa sensacin de entumecimiento acabe desapareciendo.

    Eso espero, dijo Adam.

    Eh, qu est pasando all? grit Cindy desde el otro globo, que volaba a la par, aunque a unos diez metros de distancia.

    Sally se puso de pie para responder.

    Nada que te importe, contest.

    Dnde est Adam? pregunt Bum.

    Sally baj la vista hacia l.

    Ahora est descansando. Ha tenido un da muy duro. Y aadi. Pero no os preocupis. No se est convirtiendo en un monstruo.

    Cindy y Bum se miraron.

    Adam, llam Cindy. Seguro que ests bien?

    Adam hizo un esfuerzo y se puso de pie. S. Me he torcido el tobillo. Eso es todo.

    No tiene ninguna infeccin extraa ni nada por el estilo, aadi Sally.

    Quieres cerrar la boca, susurr Adam.

    Qu? pregunt Sally. No he dicho nada.

    El da que no digas nada, el cielo se abrir de par en par y los ngeles bajarn a la tierra.

    Eso ya ocurri una vez en Fantasville, le dijo Sally.

    Qu hacemos ahora? pregunt Cindy desde el otro globo.

    Adam mir en la direccin del pueblo. El viento pareca llevarles nuevamente hacia Fantasville. No se vea ningn monstruo de hielo, pero Adam saba muy bien que eso no significaba nada.

    Ahora mismo estamos a merced del viento, grit Adam a su vez. De l depender el rumbo que sigamos. Pero si usamos el quemador podemos subir o bajar. Si volamos por encima de algunas de esas malditas criaturas, podramos descender y frenarles disparndoles con nuestros lanzallamas.

    Pero pronto los habitantes del pueblo comenzarn a transformarse en criaturas heladas, recalc Bum con tono preocupado. Acaso les atacaremos a ellos tambin?

    Hay algunas personas a las que no me importara derretir confes Sally.

    Eso ya lo decidiremos cuando llegue el momento, dijo Adam.

  • Las corrientes de aire les condujeron hasta el cementerio y el castillo donde viva Ann Templeton, la bruja de Fantasville. Incluso a aquella distancia pudieron percatarse que algo estaba sucediendo all abajo. Cuando se acercaron ms, distinguieron a una docena de monstruos helados que al parecer pretendan cercar el castillo de la bruja. Tal vez conocan los extraordinarios poderes que tena Ann Templeton. La bruja haba levantado el puente levadizo que permita salvar el foso que rodeaba el castillo. A travs de los rboles que se alzaban en torno a la imponente construccin, Adam vio que los peculiares servidores de la seorita Templeton montaban guardia en los muros y las ventanas de la fortaleza. Los monstruos de hielo trataban de colocar un enorme rbol cado a modo de puente para poder salvar el foso e invadir el castillo. Desde el otro globo se oyeron claramente las carcajadas de Bum al observar los esfuerzos de las criaturas de hielo.

    Jams conseguirn llegar hasta Ann Templeton, dijo. Apuesto todas mis pertenencias a que no lo lograrn.

    S, pero t eres un vagabundo, le record Sally. No posees nada.

    Ahora fijaos bien, orden Bum. Les va a dar un buen susto.

    Bum conoca muy bien a la bruja del pueblo. Cuando los monstruos de hielo acabaron de colocar el rbol sobre el foso y comenzaron a cruzarlo, una brillante lengua de fuego cay sobre ellos desde la torre ms alta del castillo. Se produjo una detonacin seca, como el sonido del rayo anunciando el trueno siguiente. El rbol qued envuelto en llamas y varias de las criaturas cayeron al agua.

    En ese foso hay cocodrilos, asegur Bum.

    Y estaba en lo cierto. Las criaturas que haban cado al agua fueron atacadas por las voraces bestias. Sally dej escapar una exclamacin de jbilo.

    Estn cayendo ms deprisa de lo que pensbamos! exclam con una amplia sonrisa.

    Pero su alegra dur poco. Un par de criaturas heladas desaparecieron bajo la superficie y volvieron a emerger a los pocos segundos. Cada una llevaba un cocodrilo entre las manos. Los cuatro contemplaron horrorizados cmo los dos monstruos partan a los enormes cocodrilos por la mitad con increble facilidad.

    No puedo creer lo que estoy viendo, se quej Cindy.

    Desde la torre surgi otro poderoso chorro de fuego. El fuego dio de lleno en el agua y produjo una explosin de vapor. Los monstruos de hielo comenzaron a trepar por las paredes del foso, alejndose del castillo. Haban sido obligados a marchar, pero ninguno de ellos haba sido destruido por la magia de la bruja.

    Tal vez no hayan podido llegar hasta la bruja, dijo Adam, expresando en voz alta lo que todos pensaban. Pero Ann Templeton est atrapada en su castillo.

  • Bum estuvo de acuerdo.

    Creo que sta ser una batalla que tendremos que librar sin su ayuda. Bum se interrumpi y mir hacia el cementerio, que ahora quedaba justo debajo de ellos. Seal hacia una tumba situada en el extremo del camposanto. Luego habl con evidente excitacin. No es Watch se que est all?

  • 8

    Se trataba de su amigo. No caba duda. Watch pareca aturdido. Vagaba entre las lpidas como si estuviese buscando su propia tumba. Sus ropas mostraban ligeros desgarrones, sobre todo alrededor del cuello y en el dobladillo de los pantalones. Pero an conservaba sus cuatro relojes y sus gafas de gruesos cristales. No pareca haber reparado en su presencia, a pesar de que los dos globos no volaban a gran altura, tal vez a unos cuarenta o cincuenta metros del suelo. Adam no pudo evitar un escalofro al comprobar la palidez de su amigo.

    Tenemos que salvarle, dijo Cindy con la voz quebrada por la emocin.

    Tal vez no sea una buena idea, dijo Bum. Es probable que ya sea demasiado tarde.

    Sally se volvi hacia Adam.

    Qu quieres hacer? le pregunt con dulzura.

    Una honda pena se adue de l.

    Est claro que no pienso dejarle all abajo con todos esos monstruos. Pero

    S? pregunt Sally. Pero qu?

    Adam sacudi la cabeza como si tratara de alejar de su mente un mal pensamiento.

    Ya conoces la situacin. Qu crees que deberamos hacer?

    Sally volvi a mirar hacia el cementerio. Watch se haba detenido y permaneca inmvil y con la mirada perdida en el vaco. Sus ojos, a travs de los gruesos cristales de las gafas, tenan una apariencia normal. Pero su postura no era la habitual.

    Hay algo raro en l, dijo Sally finalmente.

    No importa, replic Cindy desde el otro globo. Watch sigue siendo nuestro amigo. No podemos abandonarle.

    No hables tan alto, le advirti Sally. Podra ornos.

    Por qu no le llamamos? sugiri Bum. As veremos cul es su reaccin.

  • No, dijo Adam. Si le gritamos, alertaremos a las otras criaturas. Al menos ahora Watch est solo, y si queremos rescatarle no debemos perder ni un segundo.

    Es demasiado arriesgado, dijo Bum. No sabemos la fuerza que puede tener ahora. Podra destruirnos a todos.

    Adam respondi con tristeza.

    S. Y no podemos usar nuestros lanzallamas contra l.

    Si esos monstruos lo han transformado en uno de ellos, dijo Sally, tal vez no recuerde que una vez fuimos sus amigos. No se fiar de nosotros. Si le cercamos, tal vez consigamos dejarlo inconsciente de un golpe y luego atarle. Tenemos suficiente cuerda.

    No vamos a hacerle dao, concluy Cindy.

    Tal vez debamos lastimarle un poco para poder salvarle replic Sally. Es una emergencia. No te pongas cursi. Tenemos que ser fuertes o ninguno de nosotros saldr vivo de sta.

    Si se tratara de ti no me importara usar un buen mazo replic Cindy.

    Slo acabaras hacindote dao t misma, dijo Sally.

    Ya est bien, intervino Adam, poniendo fin a aquella absurda discusin. Descenderemos para ver cmo se encuentra Watch. Si nos ataca, le dejaremos sin sentido.

    Pero si le llevamos con nosotros, aadi Bum, qu haremos cuando recupere el conocimiento?

    Ya nos ocuparemos de eso cuando llegue la hora, respondi Adam.

    Eso fue lo que contestaron los cientficos que inventaron la primera bomba atmica cuando alguien pregunt: "Y qu pasar si volamos el mundo?" musit Sally.

    Descender fue tarea sencilla. Todo lo que tuvieron que hacer fue dejar escapar parte del aire caliente. Watch continuaba en el mismo lugar, con expresin ausente, pareca estar en otro mundo. Como el castillo se encontraba a poca distancia del cementerio, los otros monstruos de hielo se hallaban bastante cerca, a unos trescientos metros aproximadamente. Sera un milagro que las horribles criaturas no repararan en su presencia cuando los globos descendieran al cementerio. Por esa razn, Adam saba que deban actuar con la mxima celeridad. Tema que estuviesen cometiendo un terrible error. Pero crea que salvar a un amigo era una buena razn para arriesgar la vida.

    Los globos tomaron tierra en un pequeo claro del cementerio, a unos cincuenta metros detrs de Watch. No obstante, por increble que pareciera, su amigo no repar en ellos. Traa consigo dos lanzallamas. Sally se hizo cargo de uno de ellos y Bum cogi el otro al tiempo que saltaban de las respectivas barquillas.

  • Adam busc un palo que pudiera utilizar como bastn y a la vez como mazo.

    Su cojera era notable. La sensacin de entumecimiento iba ganando terreno en su pierna.

    Los cuatro se acercaron a Watch, que continuaba inmvil con la mirada fija en una gran lpida.

    Adam comprob que se trataba de la lpida de Madeline Templeton.

    El sepulcro de la remota antepasada de Ann Templeton era adnde desembocaba la Senda Secreta. Una puerta para acceder a otras dimensiones.

    Acaso el dolor que experimentaba Watch era tan intenso, se pregunt Adam, que su nica posibilidad era escapar a otra realidad? Era una tortura imaginar a su amigo posedo por el maligno espritu de las criaturas criognicas.

    Aunque ver de cerca el rostro de su amigo fue mucho peor. Watch se dio la vuelta sbitamente hacia ellos. Sus ojos brillaron con una fra luz. Su boca se torci en una mueca malvada.

    Un alarido dolorosamente agudo brot de sus labios. Entonces atac.

    Adam, aunque iba cojo, era quien encabezaba el grupo, el que estaba ms prximo a Watch. Y, por tanto, fue el primero en sufrir el impacto del recin descubierto poder de Watch. Con el pie lastimado, no pudo moverse con suficiente rapidez para eludir la acometida de quien haba sido su amigo. Cuando Watch cay sobre l tuvo la sensacin de haber sido embestido por un tren de mercancas. Adam sali volando por el aire. El palo que le serva de bastn cay de sus manos. Slo detuvo su vuelo cuando encontr un palo ms grueso en realidad se trataba de un rbol. El impacto contra el tronco fue

    muy doloroso, pero un instante ms tarde Adam estaba nuevamente en pie.

    La situacin era desesperada y slo llevaban tres segundos de lucha. Cuando la visin de Adam se aclar, comprob que Cindy tambin haba sido derribada por Watch. Seguramente el impacto haba sido ms violento que el sufrido por l, porque.

    Cindy yaca en tierra. Bum y Sally estaban ilesos, por el momento, parapetados tras sus poderosos lanzallamas, aunque no hacan nada por detener a Watch. Al contrario, era Watch quien acortaba la distancia entre ellos. Ninguno de los dos se atreva a disparar y slo exhiban una pequea llama en los extremos de sus armas con la intencin de intimidarle. Sin embargo Watch no pareca asustado en absoluto.

    Dejad escapar ms fuego, les grit. Que sepa que podis quemarle.

    Buena idea, convino Sally mientras apretaba el gatillo.

    La lengua de fuego alcanz un metro aproximadamente y Watch pareci desistir de su idea de atacarla. Entonces se gir hacia Bum, que tambin haba incrementado la potencia de su llama. Watch retrocedi unos pasos. Adam

  • recuper el palo que se le haba cado y avanz cojeando.

    Acorraladle contra la pared, orden. Slo as podremos capturarle.

    Quieres capturarle realmente? pregunt Bum mientras obligaba a Watch a re