7/23/2019 Yo Rodolfo

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Yo, Rodolfo

Por Rodolfo Walsh

Cuando chico, ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba queno me servira, por ejemplo, para ser presidente de la Repblica. Muchodespus descubr que poda pronunciarse como dos !ambos aliterados"#$, ! eso me %ust&.

'ac en Choele(Choel, que quiere decir )cora*&n de palo). Me ha sido reprochado por variasmujeres.

Mi vocaci&n se despert& tempranamente: a los ocho a+os decid ser aviador. Por una de esasconfusiones, el que la cumpli& fue mi hermano. upon%o que a partir de ah me qued sinvocaci&n ! tuve muchos oficios. -l ms espectacular: limpiador de ventanas/ el ms humillante:lavacopas/ el ms bur%us: comerciante de anti%)uedades/ el ms secreto: cript&%rafo enCuba.

Mi padre era ma!ordomo de estancia, un transculturado al que los peones mesti*os de Ro

'e%ro llamaban 0uelche. 1uvo tercer %rado, pero saba bolear avestruces ! dejar el molde enla cancha de bochas. u coraje fsico si%ue parecindome casi mitol&%ico. 0ablaba con loscaballos. 2no lo mat&, en #345, ! otro nos dej& como nica herencia. -ste se llamaba )Mar'e%ro), ! marcaba diecisis se%undos en los trescientos: mucho caballo para ese campo. Peroesta !a era *ona de la des%racia, provincia de 6uenos 7ires.1en%o una hermana monja ! dos hijas laicas.Mi madre vivi& en medio de cosas que no amaba: el campo, la pobre*a. -n su implacableresistencia result& ms valerosa, ! durable, que mi padre. -l ma!or dis%usto que le causo es nohaber terminado mi profesorado en letras.

Mis primeros esfuer*os literarios fueron satricos, cuartetas alusivas a maestros ! celadores dese8to %rado. Cuando a los diecisiete a+os dej el 'acional ! entr en una oficina, la inspiraci&nse%ua viva, pero haba perfeccionado el mtodo: ahora armaba si%ilosos acr&sticos.

9a idea ms perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rile: i usted piensaque puede vivir sin escribir, no debe escribir. Mi novia*%o con una muchacha que escribaincomparablemente mejor que !o me redujo a silencio durante cinco a+os. Mi primer librofueron tres novelas cortas en el %nero policial, del que ho! abomino. 9o hice en un mes, sinpensar en la literatura, aunque s en la diversi&n ! el dinero. Me call durante cuatro a+os ms,porque no me consideraba a la altura de nadie.

;peraci&n masacre cambi& mi vida. 0acindola, comprend que, adems de mis perplejidadesntimas, e8ista un amena*ante mundo e8terior. Me fui a Cuba, asist al nacimiento de un ordennuevo, contradictorio, a veces pico, a veces fastidioso.