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Palabras de apertura del Precongreso Internacional de Educación Física. UNLaM, 18 de octubre de 2016

En 1995, desde mi cargo de Director de Planeamiento Académico, dependiente de la Secretaría Académica de la Universidad Nacional de La Matanza, junto con el Lic. Juan Carlos Herrero y el Dr. Walter Toscano. Quienes posteriormente oficiaron como coordinadores de la Carrera. Comenzamos primero a soñar y luego delinear un diseño curricular para un profesorado universitario de Educación Física, en nuestra Universidad. Tarea no menor, ya que hace más de 20 años atrás, la Educación Física, resultaba confinada al nivel terciario, dado su pasado histórico, por tanto significaba romper con estereotipados modelos existentes. Así entonces, luego de extensas jornadas de trabajo, se iniciaba en 1996, la carrera, la cual primeramente contaba con una oferta horaria de mañana; que hoy en día se conforma en los tres turnos, y utilizando infraestructura deportiva, externa a la Universidad.

En cuanto al Plan de Estudios original, le pretendimos otorgar al futuro profesional una formación que atendiera fundamentalmente el quehacer propio de la enseñanza. El cual fue sostenido a partir de tres áreas, que consideramos relevantes, a saber: el área Humanístico – Pedagógica; el área Biológica; y el área específica de la praxis de la Educación Física. Que ponderamos en porcentuales semejantes, que se reflejaba notoriamente en el diseño curricular correspondiente. Al respecto vale mencionar, que pese a

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las actualizaciones dadas en el transcurrir del tiempo, esta idea fundacional, se ha respetado, y representa una marca, un sesgo genuino, impreso en los egresados de la carrera.Por tanto, comenzamos en tratar de posicionar a la Educación Física, en el ámbito universitario, instancia no menor, ya que había que asimilar rasgos propios, con los que se estructuraron en las Casas de Altos Estudios, desde la relevante transformación conocida como la Reforma del 18. O más cercanos a nuestros días, el reconocido especialista en Gestión Universitaria Miguel Ángel Escotet, marcaba tres derroteros fundamentales para el accionar de las Universidades, teniendo en cuenta entonces a el desarrollo de la docencia, la investigación y la relación con el medio. En base a estas líneas, se procuró por docentes con la más alta titulación, que de hecho, hace veinte años no existían y por tanto se debió impulsar una formación docente sobre la marcha, con quienes contaban con una trayectoria destacable, pero sin la certificación académica pertinente; como también instalar la invalorable tarea que deviene de la investigación específica, replicando la consigna que desde la Educación Física, se puede y debe investigar; y además alentar fluidos contactos con la comunidad, a través del trabajo en conjunto con la Secretaría de Extensión Universitaria, dando así lugar a la promoción de la actividad física, apuntalando por tanto las ineludibles vinculaciones con la calidad de vida y la salud. Procesos que llevaron su tiempo y esfuerzo, pero los frutos, los estamos comenzando a ver. Con el crecimiento, de la carrera, se incorporó posteriormente la

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Licenciatura, para nuestros egresados del Profesorado, junto con la posibilidad de incorporar a los titulados del Nivel Terciario, y también está en agenda la promoción de estudios de posgrado en esta disciplina, con el objetivo de encauzar la temática de la Educación Física en el camino de la reflexión y el análisis propio de la investigación científica. Aspectos que seguramente resultaran valorados en las constataciones que llevara a cabo, dentro de poco tiempo la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria.  Como evidencias del camino realizado, lo observamos en la profusa cantidad de investigaciones llevadas a cabo, o en la prolífera bibliografía, que distintos docentes fueron publicando, como aporte a la disciplina, como también resaltar las categorizaciones de docentes en el Programa de Incentivos a los Docentes – Investigadores, de la Secretaría de Políticas Universitarias, dependiente del Ministerio de Educación. Vale también, resaltar la importante evolución manifestada en el tiempo transcurrido en cuanto a la incorporación y/o mejoras en relación a la infraestructura, que demanda el desarrollo de esta disciplina, y que la Universidad Nacional de La Matanza supo encaminar, prueba de ello están a la vista.

Por tales razones, me animo a plantear aspectos, que dan clara muestra de cómo la Educación Física, desde la Universidad Nacional de La Matanza, supo ir ganando lugar en el ámbito universitario. Alternativa, que nos permite profundizar desde la senda de la metodología de la investigación científica, las particularidades que subsume a la Educación Física, las que resultan atendidas

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sobradamente. Dando lugar entonces, a las múltiples y complejas perspectivas que atañen a esta disciplina. En este sentido, debemos saber inferir cómo la Educación Física, resultó jerarquizada en estos últimos tiempos. Ya que, en la actual Normativa Educativa de la Provincia de Buenos Aires, Ley Nº 13.688/2007, se supo plantear para este ámbito geográfico, entre otras modalidades, a la Educación Física. Otorgando así, un espacio para aquellos jóvenes que deseen focalizarse en su estudio y desarrollo, y que necesitara de docentes atentos a profundizar su quehacer. Como también se debe visualizar, el compromiso que se desprende de una asignatura, cómo la Educación Física que se inicia con los niños de tres años y continua hasta los jóvenes de 18, en forma ininterrumpida. Ya que se trabaja 15 años en este período tan importante de la escolarización, representando mucho tiempo y que debería dejar huellas, para que luego ya de adulto sepa asumir los beneficios que conlleva la actividad física con la salud. Y asimismo, debemos mencionar que el pasado 10 de diciembre de 2015, nos encontramos que la cartera ministerial focalizada a la educación, recibió la denominación de Ministerio de Educación y Deporte. Instancias, indicios y evidencias, que nos refieren a un nuevo posicionamiento de la Educación Física, y que deviene en la necesidad de idóneos profesionales del área, que se encuentren a la altura de los novedosos desafíos por-venir.

Y finalmente, no puedo pasar por alto, el impacto social procurado, a lo largo de todos estos años, al haber instalado la carrera de Educación Física. Que, se traduce

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en la gran cantidad de postulantes a la carrera, que se multiplican cada ciclo académico, y como los egresados van poblando las instituciones educativas de la zona; imponiendo su sello de titulado en la Universidad Nacional de La Matanza, con la relevante impronta de pertenecer a su comunidad, y por tanto conocer muy de cerca las particularidades que ofrece y que por tanto se deben atender.

No puedo concluir esta charla, sin dejar de expresar un profundo orgullo y agradecimiento a esta Casa de Altos Estudios, por haberme permitido mi desarrollo profesional, en base a una tarea que involucra directamente a la educación de futuros formadores, en pos de mejorar la propuesta de enseñanza en los niños y jóvenes.

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Enrique Daniel Silva

Posdoctorado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero

Dr. en Ciencias de la Educación, por la Universidad Católica de La Plata

Dr. Honoris Causa, por la Honorable Academia Mundial de Educación

Prof. Superior Universitario, por la Universidad de Morón

Lic. en Ciencias de la Educación, por la Universidad Católica de La Plata

Prof. en Disciplinas Industriales, por la Universidad Tecnológica Nacional

Docente de la Carrera de Educación Física, en la Universidad Nacional de La Matanza

Investigador Categoría II, por la Secretaría de Políticas Universitarias

Autor de diversas obras referidas al ámbito educativo

Conferencista en actividades académicas a nivel internacional, latinoamericano y nacional

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