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DESARROLLO DEL EJE TEMÁTICO 1:

VISIÓN GEOPOLÍTICA DE LA REFORMA DEL ESTADO-NACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN

JAIME RAÚL CASTRO CONTRERAS

SUMILLA:

Una reforma del Estado como la que propone la Asociación Civil Presidente Ramón Castilla, incluye de modo necesario, saber el tipo de Estado-Nación que somos; en ese sentido, y desde una perspectiva geopolítica, el Perú hoy se define como un país marítimo, andino, amazónico, bioceánico por la proyección internacional del río Amazonas y con presencia en la Antártida. Este es el país que tenemos como base para el desarrollo presente y futuro de la nación y en consecuencia este es el país que tenemos que defender. De modo que las políticas públicas de desarrollo y seguridad tienen que ser integrales por su carácter multidimensional y porque siempre tendrán como referente a la Nación peruana caracterizada por su multiculturalidad y multietnicidad.

I. ¿POR QUÉ LA REFORMA DEL ESTADO-NACIÓN DEBE CONSIDERAR UNA VISIÓN GEOPOLÍTICA?

En los tiempos actuales el Estado es una institución que está estructurado para

contribuir a solucionar los problemas y las demandas sociales de la población, para ello

la nación construye su propia Constitución que da el marco jurídico-normativo de todo

lo que está consentido y permitido realizar en la sociedad. Por eso, cuando se habla de

reformar al Estado, implícito está que esta institución ya no responde al interés del

colectivo nacional lo que le dificulta poder participar en el escenario nacional e

internacional. Por esta apreciación, la Asociación Civil Presidente Ramón Castilla ha

considerado necesario que la reforma del Estado debe incorporar una visión geopolítica

y geoestratégica que valore y proyecte lo que el Perú es a partir de todo lo que posee en

cada uno de sus escenarios geográficos del mar, la costa, la sierra, la selva y el espacio

aéreo, y de modo fundamental porque además de contar con ríos navegables, posee una

ubicación geoestratégica en el continente y expectante con relación a todo el globo

terráqueo.

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Ahora bien, todos los que han venido hablando y proponiendo la necesidad de reformar

al Estado sólo toman en cuenta el cambio de la Constitución y las instituciones, como

si ello fuera suficiente para que el Estado sea eficiente. Una reforma del Estado pasa

necesariamente por precisar, qué visión geopolítica y geoestratégica se tiene del país,

puesto que las visiones internalizadas a través del sistema educativo por generaciones

nos han proporcionado una visión negativa del territorio al indicarnos que la costa es

un desierto, la sierra un obstáculo para las comunicaciones y la selva una zona de

enorme verdor pero que por añadidura es inundable; y al referirse a los límites del país

se dice categóricamente que el Perú por el Oeste limita con el Océano Pacífico, vale

decir, que el mar no nos pertenece.

Esta descripción negativa y fatalista del país, internalizado por los peruanos desde

temprana edad y reforzada en los otros ámbitos de la escolaridad y la propia

universidad, no han sido presentadas como un reto y desafío para la creatividad del

hombre peruano. Ello explica, el tipo de organización que adoptó del Estado y la

atomización en la que siempre ha incurrido.

Frente a este panorama negativo, el Perú requiere contar con una visión geopolítica y

geoestratégica que valore y exprese, lo que el país es, y lo que se puede hacer con él en

el presente como por las futuras generaciones. En ese sentido, la geopolítica de hoy, se

define como una disciplina que enseña a valorar lo que un país significa a partir de su

ubicación geográfica en el continente, su relación con todo el globo terráqueo y la

proyección internacional que puede efectuar a partir de los múltiples recursos que

posee. En este sentido, geopolíticamente hablando, el Perú es un país que tiene las

siguientes particularidades:

1. Tiene acceso directo al mar.

2. Desarrolla actividades agrícolas los doce meses del año.

3. Cuenta con una gran biodiversidad en cada escenario geográfico del territorio.

4. Posee ríos navegables en la selva y la proyección internacional del río Amazonas,

materializa la bioceanidad del país puesto que nos comunica con el Océano

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Atlántico lo que nos acerca a Europa, América del Norte y del Sur en su lado

Atlántico.

5. Posee en el territorio una gran variedad de recursos minerales.

6. Perú y Brasil en una alianza estratégica constituyen una plataforma física que no

sólo une a dos océanos, el Pacífico y el Atlántico, sino que vincula los puntos

extremos continentales e insulares de Asia y Australia, por un lado y por otro, a

Europa, África y la India.

7. Cuenta, además con una significativa concentración de agua dulce.

Por estas características y perspectivas geopolíticas y geoestratégicas, el Perú se define

hoy como un país marítimo, andino, amazónico, bioceánico por la proyección

internacional del río Amazonas, y con presencia en la Antártida.

País Marítimo, porque tenemos un acceso directo al mar a través de un litoral de más de tres mil kilómetros, con recursos de todo tipo que hacen del Perú un país de enorme potencial pesquero.

País Andino, porque a través de la cordillera de los Andes estamos unidos a otros países vecinos de similares características.

País Amazónico, porque contamos con bosques naturales y una biodiversidad que también compartimos con países vecinos.

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País Bioceánico, porque la proyección internacional del río Amazonas nos comunica con el Océano Atlántico y con otros continentes, y porque además el Perú está presente en la Antártida como una expresión de su proyección continental.

Es pues el Perú una potencia geopolítica que se constituye en el soporte de nuestra viabilidad como país y sociedad, y a partir de todas las ventajas que nos proporciona el territorio, se podrá desarrollar una mejor y sólida proyección económica internacional. La potencialidad geopolítica del Perú nace del reconocimiento y la valoración de las siguientes características:

El Perú dentro del globo terráqueo, se encuentra ubicado en la región Central y Occidental de América del Sur.

Es colindante y partícipe del mar a través de un litoral de 3,080 kilómetros de extensión, y está conformado por cuatro regiones naturales: el mar, la costa, la sierra y la selva; los mismos que se vinculan por sus características acuáticas o marítimas y sirven de nexo con el resto del continente en las cuatro direcciones cardinales: norte-sur y este-oeste.

Por su posición marítima en Sudamérica, el Perú es el acceso principal hacia la Cuenca del Pacífico para los países del Atlántico Sur que no tienen acceso a él, es el caso de Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

Porque en una alianza estratégica con Brasil se constituyen en una plataforma física que une a los Océanos Pacífico y Atlántico y a otros continentes en sus puntos extremos.

Nuestra geografía andino-amazónica hace que los ríos navegables interconecten las Cuencas Internacionales del Amazonas, del Orinoco y del Plata.

El Perú está ligado a la Antártida por la proyección de nuestras costas hacia el sur y la referencia de este continente sobre la riqueza de nuestro mar y la particularidad del clima.

La ubicación del Perú en la zona ecuatorial le proporciona ventajas para la comunicación satelital y la exploración y explotación del espacio aéreo tanto en su zona marítima como continental.

Ahora bien, en el mapa, se puede apreciar con toda nitidez el valor geopolítico y la

utilidad geoestratégica que se puede obtener a partir de aprovechar la ubicación del

Perú en el Mundo y en el Continente. La representación expresa una actitud dinámica y

proyectiva desde el Perú hacia el mundo, contrario a lo que ocurría en las visiones del

pasado al señalar que el Perú tiene una difícil geografía. El interés geopolítico nacional

obliga a los peruanos a que el mundo sea observado desde el Perú y a partir de ahí

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desarrollar las potencialidades económicas que existen en cada uno de nuestros

escenarios geográficos.

Este es el país que tenemos como base para promover el Desarrollo Nacional y este es

el país que tenemos que defender. Por tanto, siendo el Perú un país de estas ventajas

geopolíticas y geoestratégicas se hace necesario que el Estado cuente con una

estructura que responda a los retos y desafíos que significan su geografía, su ubicación

y sus recursos. Por estas consideraciones geopolíticas ausentes en otras propuestas, la

modernización que se necesita realizar en el Estado debe contar con una visión de esta

naturaleza para que la institucionalidad sirva de soporte en el logro de los objetivos de

desarrollo y seguridad, y tener una mayor participación en el mundo globalizado de

hoy.

II. RELACIÓN ENTRE UNA VISIÓN GEOPOLÍTICA Y EL DESARROLLO HUMANO EN EL CONTEXTO GLOBALIZADO

Esta visión geopolítica y geoestratégica del Estado peruano se fundamenta en cada uno

de los macizos de nuestra desafiante y bondadosa geografía, porque los múltiples

recursos que el Perú posee son importantes para las naciones del mundo como en siglos

pasados lo fue la papa que ingresó a la globalización para calmar la hambruna que

vivía la población de Europa. Ese contraste de desigualdades entre los que tienen y los

que no tienen no es un hecho de hoy, es un hecho de siempre; por ello conceptuamos

que la globalización no sólo es un cúmulo de oportunidades para colocar nuestros

productos sino que es una ocasión para demostrar nuestra posición sobre los recursos

del mundo que son la base de la supervivencia de las generaciones de hoy y las

generaciones del futuro. Somos conscientes que el planeta tierra atraviesa serios

problemas como el calentamiento global que si no son resueltos dificultarán en el

tiempo la continuidad de la especie humana.

Para el Perú la reforma del Estado no puede ser una simple modernización de las

instituciones, es poner al servicio de sus pobladores todo el potencial de riquezas que

existen en el territorio, para que desde las políticas públicas que defina el Estado los

ciudadanos logren alcanzar el bienestar a que tienen derecho, por ello la estabilidad

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política, la posibilidad de la transición democrática a otro gobierno dentro de poco, el

crecimiento económico constante y la reducción de la pobreza, son caminos que

permitirán por primera vez estar cerca del sueño. Y todo esto será mejor si el sistema

educativo nacional y universitario retoman la enseñanza de la ética, la moral y la

filosofía. El haber suprimido estos cursos en las diversas instancias educativas ha

convertido a un sector importante de peruanos en eficientes “profesionales” pero de

una escaza moral que se aprecia en todas las estructuras del Estado donde están

presentes civiles y militares.

Un reforma del Estado, tiene que considerar que exista una economía que genere

empleo constante y sostenible, una reforma debe además, contemplar un nuevo

contrato social para que la distribución de la riqueza sea extendida a todos los sectores

sociales; vale decir, incluya a los que no tienen de aquellos que lo poseen todo.

En este esquema de reforma del Estado el crecimiento económico es una necesidad

para que el país pueda alcanzar otros niveles y pueda acercarse a estándares

internacionales, ello le dará viabilidad y estabilidad. Se necesita pues que haya una

fuente generadora de puestos de trabajo en todo el territorio para lo cual es

imprescindible la construcción de una plataforma de infraestructura vial que incluya

carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, helipuertos, servicios de mecánica,

servicios de hospedaje, servicentros, bancos, hospitales, entre otros.

En una reforma del Estado como la que aquí se concibe, se plantea la necesidad de que

el Estado recupere su autoridad en las calles, que los problemas de seguridad ciudadana

formen parte de las políticas públicas que atraviesen toda la sociedad para que nadie se

sienta ajeno a sus directivas y responsabilidades. Debe preverse igualmente como tarea

fundamental la recuperación de la confianza ciudadana frente a todas las instituciones.

Actualmente hay un cúmulo de desconfianza frente a casi todas las autoridades que

debe de superarse. Todo lo dicho aquí, en buena cuenta, responde al ideal de Amartya

Sen quien señala que el desarrollo no es fin sino un medio para que las personas

alcancen sus libertades, libertades para trabajar, para escoger lo que se quiera estudiar,

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libertades para que tenga acceso a la información, libertades para estructurar su propia

forma de gobierno, libertad para resistirse a cualquier pretensión autoritaria como las

que el país ha conocido desde su fundación en todas sus formas.

Como se aprecia esta visión geopolítica no está encontrada con la visión del desarrollo

humano; es más, la estimula, la alienta y considera que existe una estrecha relación de

complementariedad, puesto que al valorizar lo que el Perú representa por toda la

riqueza existente en cada uno de sus escenarios geográficos, ello servirá para que cada

peruano amplíe no sólo sus oportunidades sino sea cada día más libre y solidario.

III. IMPORTANCIA DE LA PLANIFICACIÓN INTEGRAL DEL DESARROLLO Y LA

SEGURIDAD

Ha sido un lugar común en el Perú cuando de planificación se trataba, que los temas

del desarrollo sean vistos por un lado y los temas de seguridad por otro. Ni siquiera la

experiencia violentista que vivió el país entre 1980 y el 2000 sirvió para quienes

fungieron de planificadores se percataran que no podía seguir siendo una actividad

separada de la otra. Los actos terroristas de aquellos años demuestran que el efecto más

inmediato se centró en el lado económico y social: muchas empresas se fueron del país,

las inversiones de mostraron en retirada, el riesgo país se incrementó, tres millones de

peruanos viajaron al exterior en busca de oportunidades y seguridad que el país no era

capaz de brindarlo, políticamente hablando el autoritarismo encontró una justificación

para hacerse presente y dar solución a un problema serio que tenía que ver con la

continuidad de la institucionalidad político-social del país.

Precisamente fue Amartya Sen un célebre economista quien en su libro Desarrollo y

Libertad, planteó hacia la década de 1990, que desarrollo y seguridad están

interrelacionados, no son campos independientes, lo que ocurra en uno de ellos afectará

inmediatamente al otro. De ese modo, planteó que el hambre, la miseria, la

desocupación, la falta de servicios públicos o la desatención de los mismos, la

intolerancia, la marginalidad y la exclusión, etc., si bien son problemas del desarrollo

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están ligados a los problemas de seguridad, porque son la base de los conflictos

sociales al interior de los Estados. Por eso el gran cambio en las concepciones de la

seguridad ya que hoy en día se admite que la seguridad tiene un alcance

multidimensional, es decir que incluye aspectos políticos, económicos, sociales, de

salud, medioambientales y también militares. Ya no estamos pues frente a la visión

unilateral de la seguridad donde desde una perspectiva estrictamente militar, las

demandas sociales eran solucionadas con medidas autoritarias y represivas porque

dentro de esta visión militar, supuestamente estaba en juego la supervivencia del

Estado.

Hoy el criterio es otro, la seguridad es aquella situación de tranquilidad y

gobernabilidad que se le debe brindar a la persona humana. La seguridad humana es el

nuevo concepto que ubica a la persona en el centro de las políticas públicas nacionales

e internacionales. Esto implica un cambio estratégico en la percepción del sistema

internacional, ya que significa avanzar hacia la formación de un nuevo orden global

capaz de situar a la persona como referente central de las políticas y el accionar de los

Estados, las organizaciones internacionales, y la sociedad civil con el objetivo común

de resolver las necesidades de millones de seres humanos que se ven afectados por

grandes y crecientes inseguridades y necesidades en el ámbito político, económico,

social y cultural.

Por consiguiente, la planificación del desarrollo y la seguridad tienen que ser

concurrentes y simultáneos, conscientes de sus efectos en cada uno de sus ámbitos, y

eso es lo que está presente cuando se habla de seguridad humana, porque se aboga por

la paz, el respeto a los derechos humanos, la gobernabilidad, la sostenibilidad

ambiental, la erradicación de la pobreza, entre otros aspectos que redundan en la

protección de la dignidad humana, la igualdad y la equidad.

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IV. LOS BLOQUES GEOPOLÍTICOS Y GEOECONÓMICOS DEL DESARROLLO Y

LA SEGURIDAD

Después del fin de la Guerra Fría en el que bipolaridad quedó de lado, el mundo se

tornó plano porque la actividad comercial adquirió dimensiones cada vez más

dinámicas, los pueblos menos desarrollados que sólo eran exportadores de materia

prima a las grandes economías, comenzaron a diversificarse e inauguraron una línea de

trabajo a la que se ha denominado exportación de productos no tradicionales. Estas

nuevas facilidades han permitido la conformación de bloques geoeconómicos en el que

para ser partícipes de ellos se requiere cumplir con determinados estándares

internacionales de tipo político como la democracia representativa, la estabilidad

económica y la estabilidad jurídica, como condiciones mínimas para ser aceptados por

dichos bloques que dominan la economía mundial. La mayoría de esos bloques

comerciales en la actualidad están definidos por una tendencia regionalista, mientras

que las relaciones comerciales de carácter no regional tienden a ser bilaterales, o a

darse entre bloques comerciales en formación.

Por lo que acabamos de exponer aquí y desde una perspectiva geopolítica y

geoestratégica, el Perú tiene un potencial expectante, producto de los siguientes

factores: su ubicación geográfica en el continente y en el globo terráqueo, la riqueza de

toda naturaleza existente en el territorio y una alta concentración de agua dulce,

principalmente; la pregunta que surge es ¿qué requerimos del Estado y su reforma para

poder tener una mejor participación en el mundo organizado en bloques

geoeconómicos?

La respuesta cae por su propio peso, requerimos de un Estado que concentre sus

decisiones en tres líneas de acción:

Invertir más en obras de infraestructura vial, para lo cual se requieren grandes

troncales de transporte y comunicación que incluya carreteras, ferrocarriles,

puertos marítimos y fluviales, helipuertos. Esta infraestructura no sólo permitirá

transportar a personas y productos en todas las direcciones norte, sur, este y

oeste, sino que a renglón seguido la actividad turística receptiva para el turismo

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histórico, ecológico o de aventura serán los que mayor demanda tengan.

Estemos seguros que en los próximo cincuenta años el territorio peruano

formará parte de la encrucijada de caminos que los visitantes de todas partes

elegirán, y formará parte de la historia lo que hoy ocurre como consecuencia de

la carencia de infraestructura donde por cada dólar que el país exporta, casi la

tercera parte corresponde a costos logísticos.

La segunda línea de acción que el Estado debe considerar es la energía, la

demanda de electricidad es cada día más creciente y en los próximos años si no

se toman las previsiones se afrontará una crisis que por ahora pasa

desapercibida. También debemos de considerar que en materia de petróleo

somos un país desde hace muchos años importador, y este recurso se utiliza

para producir la cuarta parte de la demanda de electricidad. Se hace necesario

un cambio más rápido de la matriz energética para aprovechar los campos de

gas natural que posee el Perú.

El tercer elemento igual de importante que los dos anteriores, lo constituye el

agua. Y aquí tenemos problemas desde el punto de origen del suministro hasta

los servicios de destino. Es cierto que nuestro país posee agua en abundancia

pero la mayor parte está concentrada en la selva amazónica y donde se produce

menos del 10 por ciento del PBI. En cambio la costa es árida y es el espacio

físico donde se concentra la actividad económica con cincuenta ríos que riegan

por temporada la costa. Cabe destacar que un tercio de estos ríos transportan

agua contaminada por residuos mineros. El tema se agrava si nos percatamos

que desde hace cuatro décadas, el Perú ha ido perdiendo una quinta parte de la

superficie de los glaciares producto del calentamiento global. El tema del agua

es pues prioritario y dejamos constancia que no puede ser un tema que se

maneje políticamente.

La posibilidad de una mejor participación del Perú en un mundo globalizado y

conformado por bloques geoeconómicos, será producto de la forma cómo el Estado, su

reforma y sus ejecutores resuelvan estos tres problemas básicos que se nos avecinan al

margen de nuestras voluntades. Son hechos macizos e impostergables.

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V. POTENCIAL DE RECURSOS EXISTENTES EN EL PERÚ PARA UNA MAYOR Y

MEJOR PARTICIPACIÓN EN EL MUNDO GLOBALIZADO A PARTIR DE LA

GENERACIÓN DE UNA INDUSTRIA, COMERCIO Y SERVICIOS QUE

PROPORCIONE MAYOR VALOR AGREGADO

Por todo lo visto y rápidamente enumerado aquí, el Perú posee desde una visión

geopolítica del Estado, un potencial que no puede ser ignorado por la clase dirigente,

porque son ellos los que deberán adecuar al Estado para un mejor aprovechamiento de

los recursos. Desde esta perspectiva, el Perú cuenta con la posibilidad de desarrollar

cuatro líneas de trabajo donde el valor agregado le permitirá en el menor tiempo

posible ocupar un lugar expectante en la economía mundial y regional. Nos referimos

al sector agrario, minero, pesquero y turístico, principalmente.

A. EL POTENCIAL AGRARIO

El potencial agrario radica en lo siguiente:

Existencia de 84 microclimas que permiten cultivar una variedad de productos agrícolas.

Posibilidad de producir frutas y hortalizas en todas las épocas del año.

Posibilidad de producir alimentos de alta calidad en proteínas.

Existencia de diversidad de flora y fauna para atender la demanda mundial.

Desarrollo de la actividad agroindustrial: forestal y textil.

B. EL POTENCIAL MINERO

En el territorio peruano son conocidos más de 24 clases de metálicos y 26 no

metálicos y toda clase de carbones, auríferos y radioactivos, repartidos en 86

millones de hectáreas con filiación minera.

De los 86 millones de hectáreas 83.267.586 son áreas con potencial minero no

estudiado, lo que equivale al 96.8%. 938,639 es área de no admisión de denuncias

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y de reserva nacional lo que equivale al 1.1%. 439.400 hectáreas son áreas de

reservas de sustancias radioactivas, lo que equivale el 0.5%. 1.048.559 hectáreas

son derechos especiales del Estado, lo que equivale al 1.2%, y las concesiones

tienen 305.816 hectáreas, lo que equivale al 0.4%.

A nivel mundial se reconoce que el Perú es uno de los siete grandes distritos

mineros del mundo. En este sentido, las investigaciones efectuadas revelan que el

zinc, cadmio, antimonio, arsénico, indio, mercurio, molibdeno y fosfatos,

representan entre el 5% y el 7% de las reservas del mundo. Igualmente, el cobre,

la plata, el uranio, el bismuto y el germanio conforman entre el 10% y el 20% de

las reservas de la tierra. También en el país se posee concentraciones de plomo,

hierro, tungsteno, carbón, minerales no metálicos y elementos radioactivos.

Si bien es cierto que la producción minera está orientada a la exportación, la

mayor parte son minerales sin refinar y en menor proporción los metales refinados;

esta figura es negativa para los intereses del país, ya que se debe procurar otorgar a

los minerales mayor valor agregado, es decir sean refinados.

C. EL POTENCIAL PESQUERO

En el ámbito pesquero el potencial que brinda el mar son innumerables, en este

caso se trata de recursos naturales renovables prestos a ser utilizados. En la

década de los años 80, la biomasa del Mar Peruano fue en promedio de 13.3

millones de toneladas métricas (TM). En los años 89-90, la biomasa se estimó en

16.1 millones de TM; la biomasa básicamente se encuentra conformada por

anchoveta, sardina, jurel, caballa y merluza. Existen muchas otras especies tanto

de consumo humano como industrial que están sin ser explotadas racionalmente ya

por falta de capitales o flota pesquera adecuada.

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Otro rubro importante que brinda el mar es la posibilidad de la acuicultura, es

decir la

realización de cultivos en el mar. Así por ejemplo los langostinos están en una

explotación intensiva, sin embargo todavía es posible elevar mucho más la

productividad por hectárea.

Las conchas de abanico, de mucha demanda en Estados Unidos, Europa y Japón

proporcionan un importante rubro de explotación y de ingreso de divisas.

El Lago Titicaca posee también una biomasa potencial estimada en 90,000 TM de

las que sólo se extraen 4,000 TM.

En los ríos de la Amazonía la actividad de la pesca es incipiente y aún no se ha

desarrollado todo su enorme potencial.

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Cabe señalar que para que el mar, los ríos y los lagos nos sirvan como fuente de

recursos y de ingreso de divisas se necesita contar con una flota de pesca adecuada

a las zonas de operación, así como una infraestructura de refrigeración y puertos

que faciliten la explotación de estos recursos existentes en el país.

El Perú en materia marítima y portuaria, está llamado a ser una potencial en

América del Sur, lo cual requiere de la construcción de megapuertos que permitan

disminuir los costos operativos. Deberíamos considerar tener una mayor presencia

y control del mar, y con el tiempo convertirnos en una talasocracia es decir

dominar el mar y ello sólo es posible con barcos mercantes que trasladen los

productos peruanos por los mares del mundo.

D. EL POTENCIAL TURÍSTICO

El potencial turístico es la cuarta línea de trabajo en importancia que posee nuestro

país. A nivel mundial en el Perú existe un potencial de atracción que se identifica

en tres tipos de turismo:

Turismo Histórico-cultural.

Turismo Recreativo, y

Turismo Ecológico.

1. En materia de

Turismo Histórico-

Cultural el país cuenta con

infinidad de monumentos

históricos en todo el

territorio nacional que son

atractivos para el turista

nacional y extranjero. En

las localidades de Trujillo,

Ancash, Cusco, Puno,

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Arequipa y Huánuco, existen restos arqueológicos de la cultura peruana

que atraen al turista.

2. En cuanto al Turismo Recreativo, el país tiene para ofrecer

innumerables paisajes como el Callejón de Huaylas, los Valles de

Cajamarca, Huancayo, el Cañón del Colca y las campiñas de Ica, Tacna y

Moquegua.

3. Respecto al Turismo Ecológico, se puede brindar visitas a los

diferentes parques nacionales como el de Pacaya Samiria, Manu, Iquitos,

Pucallpa, Pampa Galleras, etc.

La explotación de este potencial requiere básicamente no sólo de una

infraestructura hotelera y de servicios conexos, sino de vías de

comunicación que den fácil acceso a todos estos lugares; pero lo más

destacable y que condiciona el atractivo turístico es la necesidad de una

toma de conciencia del poblador peruano para brindar atención y trato

adecuado y amable a los turistas nacionales y extranjeros.

El potencial

turístico del Perú se

ve más ampliado,

toda vez que dentro

de la preocupación

del Estado, se ha

logrado reconocer

en el territorio la

necesidad de

proteger

determinadas áreas

a las que se les ha

denominado Áreas

Naturales

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Protegidas. Estas áreas son espacios geográficos que el Estado declara

bajo protección, a fin de preservar su riqueza en recursos biológicos o

paisajísticos. Desde 1961 el Perú ha establecido áreas naturales

protegidas en forma de Parques, Reservas y Santuarios Nacionales,

Santuarios Históricos y Bosques de Protección, sobre una superficie de

más de 5 millones de hectáreas, que abarca cerca del 5% del territorio

nacional.

VI. LA INSTITUCIONALIDAD DE LA PROPUESTA

Como se acaba de apreciar, la reforma del Estado no sólo puede comprender

consideraciones y cambios constitucionales, requiere la incorporación de un enfoque

geopolítico y geoestratégico que revalorice lo que el Perú representa a partir de su

potencial geopolítico, de sus recursos, de sus potencialidades agrícolas, mineras,

turísticas, marítimas, acuíferas y de todo cuanto nuestro territorio nos proporciona.

Esta valoración del Perú facilitará una mejor proyección internacional y en

consecuencia una mejor participación en el mercado global. Y todo esto se puede

lograr, si se institucionaliza esta propuesta a partir de los siguientes componentes del

Estado:

En primer lugar, que el sistema educativo incorpore la nueva visión geopolítica

del Perú, donde se destaque reconocer que somos un país marítimo, andino,

amazónico, bioceánico por la proyección internacional del río Amazonas que

nos contacta con el Océano Atlántico y con presencia en la Antártida.

Establecer que la planificación estratégica de lo que queremos para el país se

haga tomando en cuenta que el Desarrollo y la Seguridad con actividades

concurrentes y simultáneas del Estado y no pueden ser actividades paralelas y

divorciadas como hasta ahora lo es. Este es un reto para el CEPLAN.

Requerimos que desde el Estado se produzca un cambio cualitativo importante

con relación a la formación del ciudadano, para que éste en su

desenvolvimiento cotidiano personal y profesional sea la expresión de

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honradez, practicante de valores éticos y morales y donde la corrupción no

forme parte de su piel. De nada servirá estar reconocidos en el mundo como un

país exitoso en economía, cuando tenemos uno de los primeros lugares en

corrupción. Sentimos mucha vergüenza cuando la información internacional

nos cataloga como tales y más aún cuando ésta está encaramada en las

instituciones del Estado.

Que la Constitución en el capítulo Del Estado, la Nación y el Territorio,

incorpore los alcances de la nueva visión geopolítica y geoestratégica del Perú.