vida y obra de san juan bosco

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San Juan Bosco

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  • VIDA Y OBRA DE SAN JUAN BOSCO: UN ACERCAMIENTO DESDE LA PARAPSICOLOGIA

    Jos MaraFeola*

    Introduccin La primera vez que o hablar de San Juan Bosco, ms conocido como Don Bosco, fue de los labios de Antonio Ciurlanti, Director de la Escuela Bernardino Rivadavia en la Ciudad de La Plata. En 1947, despus de obtener mi ttulo en la Escuela de Enseanza Media en ciencias fsico-matemticas, me nombraron secretario de la Escuela. Ciurlanti era un devoto catlico que haba estudiado con los salesianos, nombre que haba sido propuesto por Don Bosco para sus hijos espirituales en 1854. El haba dicho en 1841, la caridad y dulzura de San Francisco de Sales se reflejaran en todas mis empresas y acciones. Los salesianos llegaron a la Argentina en 1875, y comenzando con la conversin y educacion de nios aborgenes en la Patagonia, fundaron numerosas escuelas en varias provincias y extendieron su influencia religiosa y educativa ms all de lo que Don Bosco haba soado (Zarba DAssoro, 1938). Siguiendo el ejemplo de Don Bosco en Turn, Italia, todos los nios que deseaban estudiar en una escuela salesiana eran aceptados, sin interesar la situacin econmica de sus familias. Los nios de los ricos pagaban por aquellos que no tenan dinero. Ciurlanti haba sido educado en una de las escuelas ubicadas en el campo, donde, a los rigores del currculum acadmico, se agregaba el entrenamiento en tareas de agricultura y ganadera. Las escuelas ubicadas en las ciudades ofrecan, aparte de las materias exigidas por el estado, entrenamiento en oficios con el potencial de producir suficiente dinero como para mantener esposa e hijos. En la poca en que las conoc, la carpintera era favorita, pero tambin haba entrenamiento en albaileria, plomera, mecnica y tambin en imprenta y sastrera. Estas escuelas eran solo para nios; las nias asistan a otras escuelas catlicas para mujeres solamente. Estas escuelas funcionan bajo el nombre de Hijas de Mara Auxiliadora. Este nombre fue dado por Don Bosco a Mara Mazzarellio, quien empez con el primer grupo de muchachas en 1872. (Zarba DAssoro, 1938, pp.224-226). Nuestra escuela albergaba unos cuarenta muchachos, entre quince y dieciocho aos de edad, quienes completaban su educacin primaria y aprendan varios instrumentos de banda, hasta que estaban preparados para ingresar a las fuerzas armadas, o para trabajar como empleados en la administracin o en el comercio local. La escuela era parte del Ministerio de Sald Pblica de la Provincia de Buenos Aires, y los muchachos eran hurfanos o haban sido abandonados por sus padres. Don Antonio, como yo llamaba al seor Ciurlanti, estaba totalmente dedicado a sus muchachos. Sola decir: Este es la manera como Don Bosco lo hara, y proceda a distribuir camisas, pantalones, medias, zapatillas y chocolates personalmente. Por supuesto, l me relat numerosas ancdotas sobre Don Bosco, pero las haba ms o menos olvidado cuando, 16 aos despus, en 1963 fui invitado a participar en la primera sesin de verano que se ofrecera en la Universidad de la Patagonia, en Comodoro Rivadavia. Entonces el corazn de la produccin petrolera argentina. La Universidad de Patagonia no tena edificio propio y funcionaba en el magnfico edificio de la escuela salesiana gracias a la generosidad de su Padre Director. Hacindome cargo de que seguramente tendra interacciones con los Padres Salesianos decid que era tiempo de ponerme al da con la vida de Don Bosco. Entre los aos 1947 y 1963, haba tenido frenticas actividades de toda clase. Haba terminado estudios de fsica y agrimensura en La Plata, los cuales haba pagado tocando el violn en varias orquestas tpicas. Haba fundado un grupo de estudios psquicos, concentrado en psicocinesis y levitacin de mesas, en el cual obtuvimos fenmenos consistentes y reproducibles a voluntad, los cuales demostramos a varios cientficos y parasiclogos, entre ellos, los doctores Orlando Canavesio y J.Ricardo Musso.

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  • Habamos visto fenmenos extraordinarios, los cuales inform por carta primero, y personalmente despus, en 1959, cuando fui a los Estados Unidos con una beca de la Academia de Ciencias de ese pas, y la Agencia Internacional de Energa Atmica. Mi primera visita al Laboratorio de Parapsicologa en la Universidad de Duke, tuvo lugar el viernes 4 de septiembre de 1959. All conoc a J.B.Rhine y su esposa Louisa, al Doctor J.G.Pratt, a W.G.Roll y a otros miembros del grupo, y tambin al investigador britnico, doctor Robert Thouless. Durante dos horas describ, en mi entonces incipiente ingls, nuestras experiencias de La Plata. Como consecuencias de mis conversaciones con Thouless, realic experimentos de telepata a larga distancia, y obtuve respuestas complejas de parte de sujetos que no saban absolutamente nada de que estaban siendo objeto de ordenes telepticas, las cuales siguieron en todo detalle. Estos experimentos cuyas posibles consecuencias siempre me pusieron nervioso, fueron debidamente informados al Doctor Rhine y su grupo, como as tambin a los entonces jovenes parapsiclogos Charles Honorton y Robert L.Morris. Regres a la Argentina en 1961, con una maestra (MS) de la Universidad de Rochester, New York, en 1963 obtuve mi licenciatura en fsica en la Universidad de La Plata. Todo este resmen, para mostrar que para cuando mi amigo el Doctor Alfredo Casey, abogado, hombre de letras, y extraordinario psquico me invit a participar en la escuela de verano de la Patagonia, estaba bien preparado cientficamente y tena vasta experiencia en parapsicologa como experimentador y tambin como productor de fenmenos. Cuando recib la invitacin, trabajaba en la Comisin Nacional de Energa Atmica y enseaba fsica en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Una tarde de febrero de 1963, camin por la Avenida de Mayo para mirar las libreras de viejo si consegua un libro sobre Don Bosco. Asi que revisaba los estantes de una de las ms grandes, encontr tres libros cientficos, y estaba listo para pagar, frustrado por no haber encontrado nada sobre la vida del santo. Mientras esperaba enfrente a una mesa llena de libros, de pronto v una copia del libro de San Juan Bosco, el cual tom inmediatamente y me dispuse a pagar con una sonrisa. El cajero sum el costo de mis libros cientficos, y cuando lleg al libro de Don Bosco, me dijo: Oh, este es gratis. As empez mi nueva relacin con Don Bosco. Prcticamente devor el libro y qued asombrado de la latitud de las experiencias y habilidades psquicas de Don Bosco. Este asombro me dura hasta hoy, y espero justificarlo con los ejemplos que relatar a continuacin. Juan Melchor Bosco naci el 16 de agosto de 1815 en Becchi, un casero en el municipio de Murialdo, no muy lejos de la gran aldea de Castelnuovo, ms all de la cual se encuentra la Ciudad de Chieri, y finalmente Turn (von Matt & Bosco, 1965, p.2). El Padre de Juan fue Francisco Luis Bosco, un grajero pobre; y su madre fue Margarita Occhiena, una mujer devota y de los ms altos valores morales. Juan tena dos hermanos mayores, Antonio, de la primera esposa de Francisco, y Jos. Antonio le haca pasar malos ratos a Juan; Jos, en cambio, lo trataba con gran cario. Cuando Juan tena dos aos, su pap muri. Margarita, quien entonces tena veintinueve aos, tuvo que hacerse cargo de la nia. Pasaron tiempos duros y difciles. Juan comenz a ayudar en las tareas de la chacra a los cuatro aos. Su inclinacin en convertirse en sacerdote se manifest temprano en su vida, pero la necesidad de ayudar a su madre, y la pobreza en que vivan parecan ser dificultades imposibles para que Juan siguiera su vocacin. Fue entonces, a la edad de nueve aos, que Juan tuvo su primer sueo extraordinario, en el cual se le prometi la gua divina. L.von Matt y Henri Bosco (1965) piensan que estos sueos, que guiaron a Don Bosco toda su vida (ms de cien han llegado a nosotros) eran realmente visiones sobrenaturales maravillosas, y que la primera fue decisivamente proftica. Esta es su narracin: "Un hombre se le apareci a Juan. Era el Seor, pero Juan no lo reconoci. En en sueo, Juan estaba peleando con varios jvenes bribones. Nuestro Seor le dijo: Para de pelear. T debes ganarlos con amor. Juan se sorprendi y contest tmidamente: Lo que usted me dice es imposible. Quin me va a ensear ese amor? Nuestro Seor le contest: Mi madre ser tu maestra. Nuestra Seora apareci entonces y le dijo: T no lo sabas, pero estabas peleando contra lobos. Camina entre

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  • ellos con coraje y se transformarn en corderos. Esta ser tu vocacin ms adelante." (Auffray, 1930, p.47). Juan relat a su familia. Cada uno expres su propia interpretacin. El hermano mayor, Antonio, dijo: Oh, tu vas a ser lder de un grupo de bandoleros. Jos no estuvo de acuerdo, No -dijo- tu vas a ser un pastor, cuidaras ovejas. Pero Margarita, con su ms grande intuicin materna, dijo: Tal vez este sueo nos dice que sers un sacerdote. Y un sacerdote result, despus de muchos aos de lucha y la generosa ayuda de muchos amigos, el 6 de junio de 1841. En uno de sus sueos, la Madre de Dios se le apareci, rodeada de un gran rebao. Te los confo a ti -le dijo- tienes que alimentarlos y hacerlos crecer, quieres saber cmo? No tengas miedo. Yo lo vigilar y te ayudar. (von Matt & Bosco, 1965, p.57). Desde ese momento y hasta su muerte el 31 de enero de 1888, Don Bosco cumpli su misin de alimentar, vestir, educar y hacer buenos cristianos de los nios pobres de Turn, y de Italia, Europa y del mundo. Empez pobre y termin pobre, pero en su camino edific dormitorios, escuelas, iglesias, baslicas y aconsej a prncipes y reyes, y ayudo a varios Papas cada vez que ellos necesitaron su ayuda. Cmo pudo Don Bosco llevar a cabo tantas obras y como us sus poderes psquicos? qu podemos aprender estudiando las circunstancias bajo las cuales tuvieron lugar los fenmenos paranormales? De acuerdo con Don Lemoyne, quizs el mas completo de los biogrfos de Don Bosco, las tres virtudes que San Juan Bosco posey en el ms alto grado eran: fe, caridad, y una confianza sin lmites en Dios. Sabemmos que en parapsicologa una actitud positiva brinda mejores resultados que una actitud negativa. Sabemos que la fe en nuestras propias habilidades o poderes conduce a alcanzar nuestros objetivos, sean ellos parte de nuestra vida diaria o de un experimento parapsicolgico. Sin embargo, en Don Bosco su fe era una conviccin profunda y absoluta de que Dios y Santa Mara estaban con l, y lo ayudaran a cumplir su misin. En cuanto a su caridad, pareciera que actuaba como estmulo poderoso de profunda energa emocional y psquica. En mi experiencia he encontrado que un profundo envolvimiento emocional es como el motor que impulsa los fenmenos psquicos. Cuando necesitaba dinero, Don Bosco siempre confo en la ayuda de la Divina Providencia, y siempre sus necesidades eran satisfechas de manera misteriosa. Ejemplo: el 20 de enero de 1858, Don Bosco tena que pagar una deuda considerable y no tena un centavo para hacerlo. Era ya el 12 y el acreedor, quien haba esperado ya un largo tiempo requera que se le pagase sin falta. Don Bosco se dirigi a unos pocos de sus alumnos: Hoy necesito una gracia particular. Voy a ir a la ciudad y mientras tanto quiero que ustedes vayan a la Iglesia a rezar. As lo hicieron. Mientras Don Bosco caminaba por la calles de Turn, un hombre desconocido lo saluda y le dice: Don Bosco, es cierto que usted necesita dinero? Don Bosco le responde: Y urgentemente. Si ese es el caso, aqu tiene, tome esto. Y le entreg un sobre con varios billetes de mil liras. Don Bosco titube en aceptarlos, sin saber si el extrao era serio. Pero porque me da usted este dinero? Tmelo y no haga preguntas. Y el extrao se alej sin darle el nombre del donante, y sin querer aceptar un recibo (Zarba DAssorio, 1938). En 1859, se present una situacin similar. Don Bosco dej a sus muchachos rezando y se fue a caminar por las calles. Los jvenes rezaron varias horas, hasta las tres de la tarde. Al caer la noche lleg Don Bosco con el dinero. Sin muchos deseos de hacerlo, les relat lo que haba pasado: Camin buscando ayuda, sin saber a donde ir. Cuando llegu a la Consolata, entre y le rez a la mas bendita Virgen que me ayudara y no me abandonara en esta situacin. Sal y camin de calle a calle, desde medioda hasta las dos, cuando en una callejuela cerca de la Iglesia de Santo Toms, un hombre bien vestido se acerco y me dijo: Oh, si no me equivoco usted es Don Bosco.

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  • Para servirlo -le contest. Pues mire, he tratado de verlo, y si no lo hubiera encontrado aqu tendr que haber caminado hasta el Oratorio. De modo que usted me esta ahorrando en viaje, porque mi empleador quiere que le entregue este paquete. Qu es? No lo s. Don Bosco abro el paquete. Eran bonos de una deuda pblica. Y de donde proceden estos bonos? No puedo decrselo. Mi misin esta cumplida. Tenga usted un buen da. Y se march. Tena suficiente para pagar todos los gastos que debemos. Oh, mis queridos muchachos, cun grande es la Divina Providencia. Un ltimo ejemplo. En agosto de 1884, Don Bosco era el husped, con el sacerdote Viglietti, del Obispo de Pinerolo. Estaban sentados en el patio trasero, cuando un ayudante vino con dos cartas para Don Bosco. Este las ley y lgrimas empezaron a caer por sus mejillas. Viglietti, asustado, pregunt que pasaba: La Virgen -dijo el Santo. Nos ama mucho, y le di a Viglietti los papeles. En una carta, le pedan a Don Bosco que pagara treinta mil liras que deba. Adonde iba a encontrar semejante suma? En la segunda carta, una mujer de la nobleza de Blgica le preguntaba a Don Bosco como poda usar, por la gloria de Dios, treinta mil liras (Zarba DAssorio, 1938, p.256). Estos actos de intervencin providencial podran multiplicarse en muchas pginas. Don Bosco sola decir: Estas cosas pasan a cada momento. Sin embargo, la posteridad no querr caer; se lo tomarn como fbulas. (Zarba DAssorio, 1938, p.256). Un caso extraordinario de interaccin de fe con gran energa emocional-psquica con la Virgen Mara ocurri el 14 de agosto de 1886. El Padre Durando fue al estudio de Don Bosco y, debido a urgentes necesidades, se llev todo el dinero que haban recibido esa semana. Tan pronto como el Padre Durando sali, entr un visitante que haba estado esperando en la antecmara. Lamento haberlo tenido esperando. El Prefecto de la Congregacin acaba de irse con todo el dinero que tena. Ahora estoy pobre y sin un centavo. Pero, Don Bosco, si usted necesitara dinero en ese momento, que hara? Oh, Providencia, Providencia! -dijo Don Bosco, y sus ojos se llenaron de lgrimas! S... Providencia... Providencia... Eso es muy lindo, pero si usted no tiene dinero, y su usted necesita dinero ahora mismo, en este preciso momento? En ese caso -prosigui Don Bosco con una misteriosa mirada- yo le dira, mi querido amigo, vaya a la antecmara, y all encontrar una persona que brinda una oferta a Don Bosco. Que dice? En serio? Nadie haba en la antecmara... Quin le dijo semejante cosa? Nadie, pero yo lo s y Santa Mara lo sabe. Vaya, vaya y vea usted mismo. El visitante va a la antecmara, y viendo all un hombre, le pregunta: Viene usted a ver a Don Bosco? S, vengo a traerle una donacin. Apariciones Dos aos antes de ordenarse, Don Bosco sufri una penosa experiencia que lo dej en un estado de postracin que le llev varios aos sobreponerse. En 1839, su ms ntimo amigo, Luis Comollo, falleci poco despus de una corta enfermedad. Como Don Bosco mismo ha resaltado, l y Luis haban hablado muchas veces sobre la posibilidad de morir. Se haban prometido que, si uno de ellos fuera a dejar esta vida antes que el otro, entonces volvera con la noticia de su salvacin. Varios compaeros estudiantes saban del pacto y esperaban que se verificara:

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  • "Yo era el ms ansioso de todos, porque esperaba que me sirviera de consuelo. Era la noche del 3 al 4 de abril, la noche siguiente del funeral, y yo descansaba en el dormitorio con otros veinte estudiantes de teologa. Estaba en la cama, pero no durmiendo, y pensando en nuestro pacto. Cuando el reloj di las doce de la medianoche, y escuch el rumor al final del corredor, un rumor que se hizo ms fuerte a medida que se acercaba. Soaba como un carruaje tirado por muchos caballos, o un tren que se aproxima... Las paredes, el cielorraso, el piso vibraban como si estuvieran hechas de hierro y golpeadas por un brazo poderoso... Los seminaristas despertaron, pero nadie habl. Yo estaba petrificado de miedo. El ruido se acerca y es horrendo. La puerta se abre violentamente, la conmocin contina pero no vemos nada, excepto una luz dbil que cambia de color, como regulando el sonido. De pronto, silencio total, la luz se hace ms intensa, y entonces, la voz de Comollo se escucha claramente. Tres veces repite: Bosco, Bosco, estoy salvado! En ese momento, el dormitorio estaba iluminado y el sonido, que haban escuchado el ruido. Se preguntaban unos a otros que haba dicho la voz, mientras yo les repeta que haba entendido perfectamente las palabras: "Estoy salvado". La madre de Don Bosco, Margarita, lo ayud toda su vida, hasta el final. Siempre haban estado muy cerca uno del otro. En noviembre de 1856, Margarita contrajo neumona. Cuando sinti que se mora, le di a Juan sus ltimos consejos y le pidi que fuera a rezar por ella. Don Bosco se fue a su cuarto. Extraamente, prendi la luz tres veces, y las tres veces la luz se apag. Cuando finalmente la luz se qued prendida, vi que el retrato de Margarita se haba cado contra la pared. A las tres en punto del 25 de noviembre, escuch los pasos de su hermano Jos: Margarita haba dejado este mundo. En 1860, mientras Don Bosco caminaba cerca de la Iglesia de la Consolata, vio a su madre: Que?, usted aqu. Pero usted muri? S, he muerto -respondi Margarita- pero estoy viva. Eres felz? S, muy feliz. Ella le dijo que haba pasado a travs de las llamas del Purgatorio antes de entrar en el cielo, y que haba visto a varios jvenes, cuyos nombres le di. Cuando Don Bosco le pregunt si estaba gozando all, Margarita le contest que quera saber demasiado. Mientras hablaban, Margarita fue rodeada por una luz de inexplicable belleza. Ella cant, y otras veces se le unieron, dejando a Juan lleno de admiracin. Cuando el canto concluy, Margarita dijo: Esperar por ti para que estemos juntos para siempre. Entonces la visin concluy (Zarba DAssorio, 1938, p.179). Por esta descripcin, pareciera que la realidad objetiva de esta visin fue distinta que la aparicin de Comollo, la cual fue observada por varios testigos. Como dice Don Lemoyne: Don Bosco y la palabra sueo son equivalentes. Curaciones El siguiente episodio es el tpico mtodo de curacin de Don Bosco. Cuando Don Bosco llega a Roma en 1869, el carruaje del Cardenal Berardi lo estaba esperando. El Cardenal le implor que fuera a ver a su sobrino, un nio de once aos, el nico hijo de una familia noble y rica, que estaba enfermo. El nio tena fiebre tifoidea, maligna y resistente, que pareca llevarse el chico a la tumba. Don Bosco, crelo, crelo, imploraba la familia. Mientras Don Bosco se aproximaba al lecho del nio enfermo, repeta a la familia: Tengan fe. Rezen a Santa Mara, y usted, Cardenal, ayude a la Sociedad Salesiana. Entonces, como hablando consigo mismo, dijo: Dejemos que la Virgen comience. Despues de orar, bendijo al nio, y ste se sinti mejor inmediatamente. Unos das despus, el nio gozaba de perfecta salud.

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  • Don Bosco haba ido a Roma para obtener la aprobacin de la Santa Sede para la Sociedad Salesiana. Exista una fuerte oposicin, de manera que Don Bosco tuvo que hacer campaa visitando a los prelados ms influyentes de la Sagrada Congregacin. Uno de los miembros ms poderosos era el Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Antonelli. Cuando Don Bosco fue a verlo, el Cardenal estaba inmvil en un sof. Entre, mi muy estimado Don Bosco, entre! -dijo el Cardenal Eminencia, como esta de salud? Mire en que estado me encuentro! Estoy clavado as por varios das. Mi gota ha vuelto. Qu es lo que usted quiere de mi? He venido a pedirle que usted ayude a la Sociedad Salesiana. Pienso que es difcil. Sin embargo, le prometo que la recomendar al Santo Padre, no bien pueda ir a verlo. Necesito que vaya pronto, -replic Don Bosco. Pero usted ve como estoy. No me puedo mover. El Papa habitualmente viene a verme aqu cuando no puedo ir a su cuarto. Tan pronto como venga, le hablar en su favor. Tenga fe en Santa Mara y vaya pronto. Y cundo? -exclama el Cardenal Antonelli, mirando a Don Bosco. Manana! Usted quiere decir que ser capaz de ir? Tenga fe en la Virgen, porque de lo contrario nada podemos hacer. Muy bien ir manana... Pero si algo peor sucede me sucede? Yo soy el responsable; maana se sentir mejor. Deje todo a la Virgen. Ella sabr como hacerlo. Ir maana, y si lo que usted dice realmente sucede, har todo lo que este en mi poder por su Sociedad. A la maana todo el dolor haba cesado. El Cardenal fue a la audiencia del Papa y le relat el dilogo con Don Bosco y como haba sido curado. Lo mismo sucedi con un fuerte oponente de la Sociedad, el poderoso secretario de la Sagrada Congregacin, Monsenor Sbegliati. Cuando Don Bosco le expres sus deseos, Sbegliati le dijo: Su pedido es serio y difcil. Adems, no s cuando podr ir, enfermo como estoy. Sin embargo, necesito que usted vaya a ver al Santo Padre. Cmo cree usted que puedo hacerlo con esta violenta y persistente tos? Tenga confianza en la Virgen Santa, ofrzcale que usted se interesar en la Pa Sociedad de San Francisco de Sales, y yo le prometo que usted se curar. Si usted me asegura, ir. Y cuando? En tres das. No, maana. Ah, Don Bosco, si pudiera ir a ver al Papa maana, le puedo asegurar que le hablare de tal manera que todo saldr perfectamente... Y el Monseor cumpli su palabra, puesto que su tos haba desaparecido al da siguiente. Unos das despus, el 1ro. de marzo de 1869, la Pa Sociedad Salesiana era aprobada definitivamente por la Santa Sede (Zarba DAssorio, 1938, p.148). Resurreccin Uno de los ms grandes milagros producidos por Jess, fue la resurreccin de Lzaro. Don Bosco produjo el mismo milagro en presencia de varios testigos. En 1849, un jven de 15 aos, estudiante diurno del Oratorio, encontrndose asimismo cercano a la muerte pidi que viniera Don Bosco a escuchar su confesin. Don Bosco no estaba en Turn en ese momento.

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  • Un da y medio ms tarde, el joven muri, todava insistiendo que quera hablar con Don Bosco. Cuando ste regres y escuch el caso, fue inmediatamente a ver al muchacho. El padre era el dueo del hotel. Cuando Don Bosco lleg, uno de los mozos le dijo: Es demasiado tarde, Carlos falleci hace ms de doce horas. Tonteras -dijo Don bosco- l esta durmiendo y ustedes creen que esta muerto. As que miembros de la familia llegaban, confirmaban lagrimeando la prdida del querido muchacho y llevaron a Don Bosco al cuarto donde el cuerpo del jven descansaba. El cadver haba sido preparado para la tumba, amortajado en una sbana cosida ajustadamente, como era entonces la costumbre. La cara estaba cubierta con un velo. La madre y una ta lloraban calladamente. Viendo esto, Don Bosco fue agitado por una emocin sobrehumana, rez y bendijo al muchacho, y entonces con una voz imperiosa lo llam: Carlos, Carlos. Esta voz poderosa, como el Lzare, veni foras de Jess renov el prodigio: la muerte retorn su presa. Don Bosco quita el velo y rasga la sbana. Todo el mundo observa el rostro lbido, la boca entreabierta, los ojos vidriosos que parecen contemplar un horrible misterio. Ahora el muchacho abre los ojos y sonre, pero la sonrisa se disuelve cuando parece recordar un sueo terrible: Oh, Don Bosco si usted supiera... La ltima vez que confes no me atrev a contar un pecado que haba cometido unas semanas antes... Tuve un sueo que me ha aterrorizado. Estaba al borde de un fuego inmenso y estaba tratando de escapar de una multitud de demonios, que trataban de tomarme y de ponerme preso. En el momento en que iban a arrojarme al fuego, una Dama se interpuso y dijo: Esperen, l no ha sido juzgado todavia! Despus de esta ansiedad, escuch su voz llamndome, y ahora deseo confesar. Cuando la familia regres despus de la confesin, el chico les dijo: Y Don Bosco me ha salvado del Infierno! Por casi dos horas, Carlos continu conciente, pero durante este tiempo, an cuando se mova, miraba alrededor y hablaba, su cuerpo permaneci fro como antes de volver a la vida. Don Bosco le pregunt: Ahora que estas en la Gracia de Dios, el cielo esta abierto para ti. Quieres ir all, o quieres permanecer entre nosotros? Carlos replic: Quiero irme al cielo. Entonces, dijo San Juan Bosco: Hasta que nos encontremos nuevamente en el Paraso. Carlos abandon su cabeza entre las almohadas, cerr sus ojos, y abandon este plano. Precognicin Don Bosco poda leer el futuro como un libro abierto. En agosto de 1854, fue llamado urgentemente para preparar a un muchacho de 16 aos cuya muerte era inminente. El muchacho era un estudiante del oratorio, al cual los eminentes doctores Calvagno y Bellingeri, le haban dado unas pocas horas de vida. Don Bosco quera a ese muchacho entraablemente, y entr al cuarto para prepararlo a morir con gran congoja. Pero al aproximarse a la cama, una misteriosa visin lo detuvo. El santo vi una paloma puramente blanca volando alrededor del lecho con una rama de olivo en el pico. Lentamente la paloma desciende sobre el muchacho y deja caer la rama de olivo sobre su frente. Alrededor de la cama, tambin ve extraas figuras. Hombres o Fantasmas? Ve dos hombres que se distinguen de entre los otros: Uno tmido, con la piel bronceada; el otro, alto con aire de guerrero, pero con una dulce actitud. En ese preciso momento, una luz sobrenatural ilumina la mente de Don Bosco; con lgrimas en los ojos se inclina sobre el jven y el pregunta: Dime, quieres ir al Paraso? Si Don Bosco lo aprueba, iremos al Paraso inmediatamente. Pero Don Bosco no aprobaba la partida de su querido muchacho al Paraso, y mirndolo con gran ternura le dice: No, mi querido hijo, no es tiempo todava! No morirs. Te curars, sers sacerdote y misionero, y con un breviario en la mano irs alrededor del mundo en busca de almas que salvar y bautizar. Y entonces... Don Bosco hizo silencio y no quizo hablar una palabra ms. El enfermo recuper su salud. Unos meses despus, Don Bosco agreg que llegara a Obispo. Ese muchacho era Juan Cagliero, el

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  • futuro apstol de los indios de la Patagonia, el primer salesiano obispo y cardenal de la Iglesia Catlica. Don Bosco predijo muchos sucesos pblicos, a muchos enfermos graves les predijo que se curaran y anunci la muerte inminente de varias figuras pblicas. Por muchos aos, ninguno de los estudiantes del oratorio escap a sus predicciones de muerte varios meses de que efectivamente sucedieran. Ejemplos: En 1864, Don Bosco predijo la muerte de dos estudiantes y les di los nombres al enfermero Mancardi. Este, para verificar la profesa, escribi el siguiente memorndum: Oratorio de San Francisco de Sales

    Enero 30, 1864. Don Bosco me dijo en la tarde del 29 de enero: Estimado Mancardi; Dos de los artesanos que deberan partir antes de la prxima cuaresma e ir al Paraso, son Tardini y Palo. Recurdelo. Ignacio Mancardi. Enfermero. Esta nota fue sellada y entregada al prefecto Padre Alzonatti, quien escribi: Predicciones de Don Bosco para abrirse despus de Pascua de 1864... Pascua ese ao, cay el 27 de marzo. El 25 de febrero el jven Palo muri, y el 12 de marzo falleci Tardini (Auffray, 1930, pp.185-186). Hay muchos otros casos bien certificados como estos dos. Notables entre ellas fueron las predicciones que Don Bosco hizo en 1854, acerca de tres muertes en la familia real. Estas fueron enviadas por escrito al Rey Vctor Manuel, quien sinti la consiguiente desazn. El 12 de enero de 1855, la Reina Madre Mara Teresa falleci imprevistamente a la edad de 54 aos. El 20 de enero, la Reina Mara Adelaida muri a los 33 aos. Y mientras se cuerpo estaba todava caliente, esa misma tarde los ltimos sacramentos eran administrados al duque de Gnova, Fernando de Saboya, que muri al da siguiente, tambin de 33 aos de edad, dejando a su joven esposa y a una nia, Margarita, futura reina de Italia. Muchas veces, despus de estos tristes acontecimientos el Rey Vctor Manuel II, sola ir al Oratorio a hablar con Don Bosco. Ms de una vez el Rey dijo: Don Bosco es un santo. Accin a Distancia A veces, y especialemente para prevenir acciones ofensivas hacia Dios, y no teniendo a ninguno de sus salesianos a mano para intervenir, Don Bosco actuaba el mismo... a distancia. Un domingo, mientras Don Bosco asista a los ejercicios espirituales en Lanzo, dos jvenes del oratorio se escaparon a nadar en el ro Dora. Despus de un rato, se recostaron a la orilla y empezaron a tener conversaciones inconvenientes. De pronto, se pusieron de pie de un salto, al tiempo que reciban misteriosas y fuertes palmadas por todo el cuerpo. sorprendidos, enseguida comprendieron.Es Don Bosco! Ellos saban que algo parecido les haba pasado a otros dos compaeros: Costa y Barretta, sin demora, se vistieron y regresaron al oratorio, pero su sorpresa aument cuando al da siguiente el prefecto, Padre Alzonatti, les ley una comunicacin de Don Bosco: He visto a los jvenes Bastia y Vezzetti dejar el oratorio para baarse en el Dora; he escuchado sus conversaciones y les he dado una leccin que recordaran por un largo tiempo. Usted, seor Prefecto, los llamar y les preguntar si no experimentaron y recibieron algo cuando estaban tirados a la orilla del ro. (Zarba DAssoro, 1938, p.305).

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  • Poder sobre los Elementos En 1864, Don Bosco, con los Padres Rua y Cagliero, haban ido a la fiesta de la Asuncin de la Virgen Mara al cielo. Exista gran consternacin entre la gente de Montemagno porque no haban tenido lluvia por tres meses y las cosechas estaban a punto de perderse. Haban orado pblica y privadamente, pero sin resultado. En su primer sermn, Don Bosco se dirigi al pueblo, y dijo: Si ustedes vienen al sermn, estos tres das y se reconcilian con Dios, haciendo una buena confesin, les prometo en el nombre de la bendita Virgen Mara, que va a caer una abundante lluvia para refrescar vuestros campos. Cuando fue a la Sacrista, el cura prroco, Padre Clivio, le dijo: Bien, bravo, muy bien: Necesitaba coraje. Qu coraje? El coraje de anunciar en pblico que va a llover el da de la fiesta. Pero, dije yo eso? S, usted lo dijo. No, usted debe haber entendido mal. Esos tres das hizo calor y no se vea una nube en el cielo, Don Bosco continu con sus sermones y a aquellos que le preguntaban: Y las lluvias? Les contestaba: Squense de encima los pecados. La maana de la fiesta se efectu una comunin general con tanta gente que no se haba visto tal en un largo tiempo, sin embargo, el tiempo era el mismo. Ni seas de lluvia. El Marqus de Fasati: Esta vez, seor Don Bosco, usted ha fallado. Usted prometi lluvia, pero estamos lejos de tal cosa. Don Bosco llam al sacristn: Juan, vaya detrs del castillo del Barn Garofoli, y mire como cambia el tiempo, y si hay indicaciones de lluvia. El sacristn va, viene de vuelta y dice: Esta claro como un espejo, hay sola una pequea nube del tamao de un pi hacia el lado de Biella. Muy bien -responde Don Bosco- dme la estola. La Iglesia esta llen, todos los ojos en Don Bosco. Despus del Avemara parece que la luz del sol se atena, el exordio comienza, se oye entonces un prolongado rumor de trueno. Don Bosco para y una lluvia torrencial empieza a azotar las ventanas de la Iglesia. La lluvia contina mientras Don Bosco d gracias a la Virgen y elogia a los fieles, ellos reconocen el milagro, porque en la cercana ciudad de Grana, en la cual haban organizado un baile pblico por el fracaso de Don Bosco, cay una terrible cantidad de granizo que arruin su cosecha, y porque ms all del Distrito de Montamagno, no cay una sola gota de lluvia (Zarba DAssoro, 1938, pp.313-315). Multiplicacin de los Panes Lo que hace ms interesante en el estudio de los poderes de Don Bosco, es la presencia de numerosos testigos quienes describieron los mismos fenmenos y sin ninguna duda. A continuacin citamos tres episodios de multiplicacin de avellanas, hostias, y panes. El 13 de diciembre de 1885, Don Bosco tuvo una conferencia con los estudiantes de cuarto y quinto ao en la cual les habl brevemente acerca de la eleccin de su futura situacin social. Al final, les di a cada uno un puado de avellanas. Tres semanas despus, al terminar la conferencia, Don Bosco pidi que le trajeran el pequeo bolso con avellanas. El Padre Festa as lo hizo, y le dijo: Tenga cuidado, no d muchas, porque no habr suficiente para todos. Djelo por mi cuenta! -respondi Don Bosco. Haba 64 estudiantes presentes. Al principio les di un puado a cada uno. Los estudiantes miraban con gran sorpresa que el nivel de las avellanas permaneca igual, sin interesar cuantas daba

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  • cada vez. Cuando el reparto termin, todos vieron que el saco tena la misma cantidad que cuando haba empezado. Los alumnos preguntaron a Don Bosco que como lo haba hecho, Oh, yo no s -replic sonriendo- No lo s. Pero porque ustedes son mis amigos, les voy a contar lo que me pas hace ya varios aos. En la ocasin de una solemne celebracin en el Oratorio, Don Bosco tena que distribuir la Comunin a 650 nios. Comenz la misa creyendo que haban suficientes hostias consagradas en la gran copa que estaba en el santuario. Pero haba muy pocas, y el Padre Buzzetti, que estaba a cargo de las hostias, se haba olvidado de traer ms y ahora estaba ayudando con la misa. Don Bosco se di cuenta cuando tom la copa. Ambos estaban confundidos, porque solo podian dar la comunin a unos pocos. Don Bosco levant sus ojos al cielo y empez a dar la comunin. Y todos los nios la recibieron, hubo hostias para cada uno. La noticia de este milagro cundi rpidamente, y fue confirmada por Don Bosco posteriormente. Uno de los mejores relatos sobre la multiplicacin de panes fue escrito por el Padre Dalmazzo. Un da en 1860, el Oratorio estaba corto de pan. El individuo a cargo fue a ver a Don Bosco para pedirle que diera la orden. Don Bosco atenda las confesiones, pero finalmente le dijo que no se preocupara. Vaya y ponga en un canasto lo que tenemos. Yo ir y lo distribuir personalmente. Cuando termin con el nio que estaba arrodillado a su lado, fue a la puerta adonde los panes iban a ser distribudos. El Padre Dalmazzo escribe: Yo entonces, trayendo a la memoria los hechos odos sobre Don Bosco y vencido por la curiosidad, me adelant a l para poder observar mejor. Al salir, encontr a mi madre que habindola llamado por carta para que viniese prontamente a Turn, haba venido para llevarme a casa. Ven, Francisco, me dijo. Yo le hice seal que aguardase un momento y aad: Mam, primero quiero ver una cosa y despus voy enseguida. Y mi madre se retir hacia los prticos. Yo recib un pan y fu el primero, mientras tanto miraba el canasto, y v que contena unos 15 o 20 panes a lo ms. Luego me retir sin ser visto a un lugar elevado, precisamente detrs de Don Bosco, sobre una grada, con tamaos ojos. Don Bosco, entretanto, se haba puesto a distribuir el pan. Los jvenes fueron pasando uno a uno, contentos de recibir el pan de l mismo, besndole la mano, mientras que a cada cual deca una palabra y sonrea. Todos los alumnos, cerca de cuatrocientos, recibieron su pan. Acabada esta distribucin, yo quise nuevamente examinar el cesto de pan y con grande admiracin constate que haba quedado la misma cantidad que antes, sin que hubiesen trado el pan ni cambiado el cesto. Yo me qued aturdido y corr derecho a donde estaba mi madre, que me deca: Ven! Y yo le repuse: No, no quiero irme, no me voy; me quedo aqu. Perdname de haberte ocasionado esta molestia haciendo que vinieses a Turn. Y le cont aquello que haba visto con mis propios ojos dicindole: No, no es posible que yo abandone una casa tan bendita por el Seor y un Santo como es Don Bosco. Y esta fue la nica razn que me indujo a permanecer en el Oratorio y enseguida a agregarme entre sus hijos. (Zarba DAssoro, 1938, pp.318-319). Patagonia La primera sesin de verano de la Universidad de Patagonia fue un gran xito. La gente tena tantos deseos de venir y aprender algo nuevo, que muchos de ellos viajaban grandes distancias, tres o cuatro horas de auto, iban de vuelta a la noche, y regresaban a la maana siguiente. Los profesores tenamos nuestras comidas en el gran comedor de los salesianos, donde conversbamos con los sacerdotes frecuentemente. Todos eran muy amables y amistosos, en la tradicin de Don Bosco. La Patagonia esta constantemente bajo la accin de los vientos. Despus de dos o tres das, el viento pasa a formar parte de nuestra cabeza. Uno puede escapar solamente estando dentro, en uno de los grandes salones de la escuela, o practicando ejercicios mentales o meditacin para

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  • olvidarse del viento. Un viernes, a la noche, hubo un viento particularmente fuerte y persistente. El sbado por la maana, nos invitaron a visitar un picadero indio. Es un buen lugar para encontrar artefactos -nos dijo el Padre Dalmacio (no su nombre real)- El viento por lo general descubre cosas hermosas. Varios de nosotros fuimos. Le dije: Don Bosco me va a ayudar a encontrar muchos. Y as fue, result el ganador, con 13 objetos, puntas de flecha, raspadores, cuchillos, todos hechos de piedras semi-preciosas. Los Hacedores de Lluvia En la Patagonia no llueve, por eso es semi-desrtica. Cuando llueve, toda clase de plantas y flores surgen como de la nada. Una noche, Alfredo y yo estbamos invitados a un programa de radio que se transmitia a toda la regin. Cuando nos aproximabamos a la iglesia, dos de los padres estaban parados afuera. El cielo estaba cubierto de nubes oscuras, cargadas de lluvia. Le dije a los padres: Bueno, parece que vamos a tener lluvia esta noche! No se preocupe -contest uno de ellos- aqu no llueve nunca. El viento se va a llevar esas nubes sobre el Atlntico, y all va a llover para los peces! Le contest: Padre, creo que con una pequena oracin sera suficiente para que llueva aqu. Usted se acuerda cuando Don Bosco... Me miraron sin decir nada. Continu: Miren, mi amigo y yo les pediremos a Don Bosco mientras vamos a la estacin de radio. Y as lo hicimos, en silencio. Cuando estbamos en el medio del programa, escuchamos truenos afuera. Al salir, estaba lloviendo. Para la hora de cenar, segua lloviendo. Les sonre a los dos sacerdotes, pero no dijeron nada. Para cuando nos acostamos, llova. Y llovi toda la noche. Ni un comentario de parte de los padres. Pero no pude dejar de bromearlos: Don Bosco escucha! Bueno, al menos eso es lo que parece. Comentarios La Percepcin Extrasensorial (ESP) o la produccin de fenmenos fsicos no son exclusivos de los santos. Han habido mdiums famosos que podan levitar (D.D.Home), producir levitaciones de objetos (Home, Eusapia Palladino), aportes (Fidanza), fuerte absorcin de luz infrarroja con manipulacin de objetos (Rudi Schneider), etc. Cul es el factor comn entre esos psquicos, santos o no? El factor comn que ms llama la atencin es que todos dicen que ellos no lo hacen, que tienen ayuda de entidades que pertenecen a otra dimensin. El mdium Fidanza, por ejemplo, produjo numerosos aportes pero durante un corto perodo de tiempo solamente. A Fidanza lo estudiaron diecisiete profesores de la Universidad de La Plata, quienes produjeron un informe en forma de libro. Todas las precauciones imaginables se tomaron para evitar la posibilidad de fraude. Varios doctores lo examinaron desnudo, y le dieron ropas especiales antes de encerrarlo en una jaula. An as, en su ltima seanse (l haba dicho que esto era lo que se mandaba a hacer), ptalos de rosa frescos cayeron a travs del cielorraso y llenaron el piso hasta la altura de 30 cm. (!). Otro factor comn es el estado de conciencia en que se encontraban al producir los fenmenos, fuese xtasis (Santa Teresa de Avila), trance (Palladino, Schneider, Home, Fidanza), o estados similares. Los que me ha sido dado a observar, como Fernando en nuestro grupo de La Plata, aunque no estaba en trance, describa que perda el control de sus brazos, y los que lo rodebamos podamos sentir la tensin muscular y un temblor en sus antebrazos mientras la mesa levitaba a mas de 20 cm. por debajo de sus manos, sin ningn contacto y con plenas luces.

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  • La tendencia entre los parapsiclogos es tratar de reducir estos fenmenos a modelos que pensamos podemos entender, por ejemplo la idea de un campo psi. Pero, qu es un campo psi? Evidentemente, un campo psi es creado por una o mas personas, quien o quienes pueden producir fenmenos psquicos de varias clases. En el caso de Don Bosco, su campo era su interaccin con la Virgen Mara, en la mayora de los ejemplos que he citado. Pero, si el campo psi es omnipresente, entonces un psquico es capaz de usar esta fuente de energa para producir cualquier clase de fenmenos que su intencionalidad desee. Ejemplo: En presencia de un extraordinaria joven psquica de La Plata, y ms de veinte personas reunidas en su casa para celebrar su cumpleaos, mi amigo Octavio y yo pusimos nuestros ndices sobre una pequea mesa, la cual literalmente camin sobre dos patas varios metros! Si hay un campo psi fuerte, conclumos, la intencionalidad manifestada por nosotros al poner lo dedos sobre la mesa pareca suficiente para producir los fenmenos. Esta era una de las hiptesis favoritas de J.Ricardo Musso, nuestro gran parapsiclogo desaparecido. Y agregaba que una vez que la intencionalidad era evidente, haba que relajarse y no estar en tensin, esperando ansiosamente. Para esto, Ricardo nos incitaba a cantar, o a hablar de cualquier otra cosa cuando nos vea tensos... Y la mesa levitaba! Los ingredientes para la produccin de fenmenos psi son: (a) Alguien (una o mas personas) que producen el campo, o facilitan la energa; (b) fe, o confianza de que algo va a suceder, y (c) un tercer factor (?), ayuda exterior (?), interaccin con campos de vaci (?), estados especiales de conciencia (?). En general, (a) y (b) son ms o menos aceptados, pero (c) es por lo general negado. Y sin embargo, en el caso de Don Bosco como tambin en otros, una intervencin externa pareca sin duda manifiesta. No he escrito acerca de varias circunstancias de peligro para Don Bosco en las cuales fue salvado por un perro de gran tamao, misterioso, que apareca cuando Don Bosco lo necesitaba. Despues del ltimo ataque al santo, Gris simplemente se alej y nunca ms apareci. Esta impredictibilidad de fenmenos extraordinarios fue observada varias veces por nuestro grupo de La Plata (1950-1956). En una ocasin, mientras estbamos tratando de obtener levitaciones, una luz verde de extraordinario brillo, en forma de cono, apareci encima de otro mueble en la habitacin. En otra sesin, fue un brillante cilindro. Todos describimos estos objetos de la misma manera, tamao, forma brillantes y ubicacin. Un tercer ejemplo. Mientras conversbamos afuera de la casa, en un descanso, todos escuchamos tres golpes formidables sobre el techo, como un gigante golpeando con un inmenso martillo. No pudimos ver a nadie ni nada, a pesar de que examinamos rpidamente alrededor de la casa y los terrenos vecinos. Lo ms extraordinario en Don Bosco era su fe de que, cuando lo necesitaba, los panes y las avellanas se multiplicaran, el dinero para pagar las deudas apareca, y nunca fall la ayuda. Esto era fe en ayuda y provisin desde afuera. Era un estado de tensin entre ser y no-ser? Entre materia y vaco? O fue una coincidencia, despus de todo? D.D.Home, Rudy Schneider, Eusapia Palladino, prcticamente todos los mdiums, incluyendo al gran Fidanza, Arig, y an Uri Geller, y nuestro Fernando, todos dijeron lo mismo: Yo no lo hago. Alguien lo hace por m. Quin es ese alguien? Espritus, ngeles, fuerzas, manos invisibles (San Anselmo), un fuego por debajo (Santa Teresa de Avila), o un gua, un aliado de un hechicero (Don Juan). Nadie sabe. Pero la fuerza existe. Es problema nuestro, por lo menos de algunos de nosotros, aprender como usarla, como obtener su ayuda. Dejemos que el lector experimente... Y que la fuerza sea con usted. Referencias Auffray, A.S.D.B. (1930). Saint John Bosco. Grosvenor Press: England.

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  • Von Matt, L. & Bosco, H. (1965). Don Bosco. New York: University Books. Zarba DAssoro, B. (1938). San Juan Bosco. Santiago: s/Ed.

    Jose Mara Feola 3082 Montavesta Road,

    Lexington, KY 40502 USA

    (1) Artculo original remitido por el autor a la Revista Argentina de Psicologa Paranormal. * Radiobiologo y fsico especializado en parapsicologa. Profesor de parapsicologa en la Universidad de Minnessota.

    VIDA Y OBRA DE SAN JUAN BOSCO: UN ACERCAMIENTO DESDE LA PARAPSICOLOGIA (1)

    Jos MaraFeola*

    Introduccin La primera vez que o hablar de San Juan Bosco, ms conocido como Don Bosco, fue de los labios de Antonio Ciurlanti, Director de la Escuela Bernardino Rivadavia en la Ciudad de La Plata. En 1947, despus de obtener mi ttulo en la Escuela de Enseanza Media en ciencias fsico-matemticas, me nombraron secretario de la Escuela. Ciurlanti era un devoto catlico que haba estudiado con los salesianos, nombre que haba sido propuesto por Don Bosco para sus hijos espirituales en 1854. El haba dicho en 1841, la caridad y dulzura de San Francisco de Sales se reflejaran en todas mis empresas y acciones. Los salesianos llegaron a la Argentina en 1875, y comenzando con la conversin y educacion de nios aborgenes en la Patagonia, fundaron numerosas escuelas en varias provincias y extendieron su influencia religiosa y educativa ms all de lo que Don Bosco haba soado (Zarba DAssoro, 1938). Siguiendo el ejemplo de Don Bosco en Turn, Italia, todos los nios que deseaban estudiar en una escuela salesiana eran aceptados, sin interesar la situacin econmica de sus familias. Los nios de los ricos pagaban por aquellos que no tenan dinero. Ciurlanti haba sido educado en una de las escuelas ubicadas en el campo, donde, a los rigores del currculum acadmico, se agregaba el entrenamiento en tareas de agricultura y ganadera. Las escuelas ubicadas en las ciudades ofrecan, aparte de las materias exigidas por el estado, entrenamiento en oficios con el potencial de producir suficiente dinero como para mantener esposa e hijos. En la poca en que las conoc, la carpintera era favorita, pero tambin haba entrenamiento en albaileria, plomera, mecnica y tambin en imprenta y sastrera. Estas escuelas eran solo para nios; las nias asistan a otras escuelas catlicas para mujeres solamente. Estas escuelas funcionan bajo el nombre de Hijas de Mara Auxiliadora. Este nombre fue dado por Don Bosco a Mara Mazzarellio, quien empez con el primer grupo de muchachas en 1872. (Zarba DAssoro, 1938, pp.224-226).

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  • Nuestra escuela albergaba unos cuarenta muchachos, entre quince y dieciocho aos de edad, quienes completaban su educacin primaria y aprendan varios instrumentos de banda, hasta que estaban preparados para ingresar a las fuerzas armadas, o para trabajar como empleados en la administracin o en el comercio local. La escuela era parte del Ministerio de Sald Pblica de la Provincia de Buenos Aires, y los muchachos eran hurfanos o haban sido abandonados por sus padres. Don Antonio, como yo llamaba al seor Ciurlanti, estaba totalmente dedicado a sus muchachos. Sola decir: Este es la manera como Don Bosco lo hara, y proceda a distribuir camisas, pantalones, medias, zapatillas y chocolates personalmente. Por supuesto, l me relat numerosas ancdotas sobre Don Bosco, pero las haba ms o menos olvidado cuando, 16 aos despus, en 1963 fui invitado a participar en la primera sesin de verano que se ofrecera en la Universidad de la Patagonia, en Comodoro Rivadavia. Entonces el corazn de la produccin petrolera argentina. La Universidad de Patagonia no tena edificio propio y funcionaba en el magnfico edificio de la escuela salesiana gracias a la generosidad de su Padre Director. Hacindome cargo de que seguramente tendra interacciones con los Padres Salesianos decid que era tiempo de ponerme al da con la vida de Don Bosco. Entre los aos 1947 y 1963, haba tenido frenticas actividades de toda clase. Haba terminado estudios de fsica y agrimensura en La Plata, los cuales haba pagado tocando el violn en varias orquestas tpicas. Haba fundado un grupo de estudios psquicos, concentrado en psicocinesis y levitacin de mesas, en el cual obtuvimos fenmenos consistentes y reproducibles a voluntad, los cuales demostramos a varios cientficos y parasiclogos, entre ellos, los doctores Orlando Canavesio y J.Ricardo Musso. Habamos visto fenmenos extraordinarios, los cuales inform por carta primero, y personalmente despus, en 1959, cuando fui a los Estados Unidos con una beca de la Academia de Ciencias de ese pas, y la Agencia Internacional de Energa Atmica. Mi primera visita al Laboratorio de Parapsicologa en la Universidad de Duke, tuvo lugar el viernes 4 de septiembre de 1959. All conoc a J.B.Rhine y su esposa Louisa, al Doctor J.G.Pratt, a W.G.Roll y a otros miembros del grupo, y tambin al investigador britnico, doctor Robert Thouless. Durante dos horas describ, en mi entonces incipiente ingls, nuestras experiencias de La Plata. Como consecuencias de mis conversaciones con Thouless, realic experimentos de telepata a larga distancia, y obtuve respuestas complejas de parte de sujetos que no saban absolutamente nada de que estaban siendo objeto de ordenes telepticas, las cuales siguieron en todo detalle. Estos experimentos cuyas posibles consecuencias siempre me pusieron nervioso, fueron debidamente informados al Doctor Rhine y su grupo, como as tambin a los entonces jovenes parapsiclogos Charles Honorton y Robert L.Morris. Regres a la Argentina en 1961, con una maestra (MS) de la Universidad de Rochester, New York, en 1963 obtuve mi licenciatura en fsica en la Universidad de La Plata. Todo este resmen, para mostrar que para cuando mi amigo el Doctor Alfredo Casey, abogado, hombre de letras, y extraordinario psquico me invit a participar en la escuela de verano de la Patagonia, estaba bien preparado cientficamente y tena vasta experiencia en parapsicologa como experimentador y tambin como productor de fenmenos. Cuando recib la invitacin, trabajaba en la Comisin Nacional de Energa Atmica y enseaba fsica en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Una tarde de febrero de 1963, camin por la Avenida de Mayo para mirar las libreras de viejo si consegua un libro sobre Don Bosco. Asi que revisaba los estantes de una de las ms grandes, encontr tres libros cientficos, y estaba listo para pagar, frustrado por no haber encontrado nada sobre la vida del santo. Mientras esperaba enfrente a una mesa llena de libros, de pronto v una copia del libro de San Juan Bosco, el cual tom inmediatamente y me dispuse a pagar con una sonrisa. El cajero sum el costo de mis libros cientficos, y cuando lleg al libro de Don Bosco, me dijo: Oh, este es gratis. As empez mi nueva relacin con Don Bosco. Prcticamente devor el libro y qued asombrado de la latitud de las experiencias y habilidades psquicas de Don Bosco. Este asombro me dura hasta hoy, y espero justificarlo con los ejemplos que relatar a continuacin. Juan Melchor Bosco naci el 16 de agosto de 1815 en Becchi,

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  • un casero en el municipio de Murialdo, no muy lejos de la gran aldea de Castelnuovo, ms all de la cual se encuentra la Ciudad de Chieri, y finalmente Turn (von Matt & Bosco, 1965, p.2). El Padre de Juan fue Francisco Luis Bosco, un grajero pobre; y su madre fue Margarita Occhiena, una mujer devota y de los ms altos valores morales. Juan tena dos hermanos mayores, Antonio, de la primera esposa de Francisco, y Jos. Antonio le haca pasar malos ratos a Juan; Jos, en cambio, lo trataba con gran cario. Cuando Juan tena dos aos, su pap muri. Margarita, quien entonces tena veintinueve aos, tuvo que hacerse cargo de la nia. Pasaron tiempos duros y difciles. Juan comenz a ayudar en las tareas de la chacra a los cuatro aos. Su inclinacin en convertirse en sacerdote se manifest temprano en su vida, pero la necesidad de ayudar a su madre, y la pobreza en que vivan parecan ser dificultades imposibles para que Juan siguiera su vocacin. Fue entonces, a la edad de nueve aos, que Juan tuvo su primer sueo extraordinario, en el cual se le prometi la gua divina. L.von Matt y Henri Bosco (1965) piensan que estos sueos, que guiaron a Don Bosco toda su vida (ms de cien han llegado a nosotros) eran realmente visiones sobrenaturales maravillosas, y que la primera fue decisivamente proftica. Esta es su narracin: "Un hombre se le apareci a Juan. Era el Seor, pero Juan no lo reconoci. En en sueo, Juan estaba peleando con varios jvenes bribones. Nuestro Seor le dijo: Para de pelear. T debes ganarlos con amor. Juan se sorprendi y contest tmidamente: Lo que usted me dice es imposible. Quin me va a ensear ese amor? Nuestro Seor le contest: Mi madre ser tu maestra. Nuestra Seora apareci entonces y le dijo: T no lo sabas, pero estabas peleando contra lobos. Camina entre ellos con coraje y se transformarn en corderos. Esta ser tu vocacin ms adelante." (Auffray, 1930, p.47). Juan relat a su familia. Cada uno expres su propia interpretacin. El hermano mayor, Antonio, dijo: Oh, tu vas a ser lder de un grupo de bandoleros. Jos no estuvo de acuerdo, No -dijo- tu vas a ser un pastor, cuidaras ovejas. Pero Margarita, con su ms grande intuicin materna, dijo: Tal vez este sueo nos dice que sers un sacerdote. Y un sacerdote result, despus de muchos aos de lucha y la generosa ayuda de muchos amigos, el 6 de junio de 1841. En uno de sus sueos, la Madre de Dios se le apareci, rodeada de un gran rebao. Te los confo a ti -le dijo- tienes que alimentarlos y hacerlos crecer, quieres saber cmo? No tengas miedo. Yo lo vigilar y te ayudar. (von Matt & Bosco, 1965, p.57). Desde ese momento y hasta su muerte el 31 de enero de 1888, Don Bosco cumpli su misin de alimentar, vestir, educar y hacer buenos cristianos de los nios pobres de Turn, y de Italia, Europa y del mundo. Empez pobre y termin pobre, pero en su camino edific dormitorios, escuelas, iglesias, baslicas y aconsej a prncipes y reyes, y ayudo a varios Papas cada vez que ellos necesitaron su ayuda. Cmo pudo Don Bosco llevar a cabo tantas obras y como us sus poderes psquicos? qu podemos aprender estudiando las circunstancias bajo las cuales tuvieron lugar los fenmenos paranormales? De acuerdo con Don Lemoyne, quizs el mas completo de los biogrfos de Don Bosco, las tres virtudes que San Juan Bosco posey en el ms alto grado eran: fe, caridad, y una confianza sin lmites en Dios. Sabemmos que en parapsicologa una actitud positiva brinda mejores resultados que una actitud negativa. Sabemos que la fe en nuestras propias habilidades o poderes conduce a alcanzar nuestros objetivos, sean ellos parte de nuestra vida diaria o de un experimento parapsicolgico. Sin embargo, en Don Bosco su fe era una conviccin profunda y absoluta de que Dios y Santa Mara estaban con l, y lo ayudaran a cumplir su misin. En cuanto a su caridad, pareciera que actuaba como estmulo poderoso de profunda energa emocional y psquica. En mi experiencia he encontrado que un profundo envolvimiento emocional es como el motor que impulsa los fenmenos psquicos. Cuando necesitaba dinero, Don Bosco siempre confo en la ayuda de la Divina Providencia, y siempre sus necesidades eran satisfechas de manera misteriosa. Ejemplo: el 20 de enero de 1858, Don Bosco tena que pagar una deuda considerable y no tena un centavo para hacerlo. Era ya el 12

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  • y el acreedor, quien haba esperado ya un largo tiempo requera que se le pagase sin falta. Don Bosco se dirigi a unos pocos de sus alumnos: Hoy necesito una gracia particular. Voy a ir a la ciudad y mientras tanto quiero que ustedes vayan a la Iglesia a rezar. As lo hicieron. Mientras Don Bosco caminaba por la calles de Turn, un hombre desconocido lo saluda y le dice: Don Bosco, es cierto que usted necesita dinero? Don Bosco le responde: Y urgentemente. Si ese es el caso, aqu tiene, tome esto. Y le entreg un sobre con varios billetes de mil liras. Don Bosco titube en aceptarlos, sin saber si el extrao era serio. Pero porque me da usted este dinero? Tmelo y no haga preguntas. Y el extrao se alej sin darle el nombre del donante, y sin querer aceptar un recibo (Zarba DAssorio, 1938). En 1859, se present una situacin similar. Don Bosco dej a sus muchachos rezando y se fue a caminar por las calles. Los jvenes rezaron varias horas, hasta las tres de la tarde. Al caer la noche lleg Don Bosco con el dinero. Sin muchos deseos de hacerlo, les relat lo que haba pasado: Camin buscando ayuda, sin saber a donde ir. Cuando llegu a la Consolata, entre y le rez a la mas bendita Virgen que me ayudara y no me abandonara en esta situacin. Sal y camin de calle a calle, desde medioda hasta las dos, cuando en una callejuela cerca de la Iglesia de Santo Toms, un hombre bien vestido se acerco y me dijo: Oh, si no me equivoco usted es Don Bosco. Para servirlo -le contest. Pues mire, he tratado de verlo, y si no lo hubiera encontrado aqu tendr que haber caminado hasta el Oratorio. De modo que usted me esta ahorrando en viaje, porque mi empleador quiere que le entregue este paquete. Qu es? No lo s. Don Bosco abro el paquete. Eran bonos de una deuda pblica. Y de donde proceden estos bonos? No puedo decrselo. Mi misin esta cumplida. Tenga usted un buen da. Y se march. Tena suficiente para pagar todos los gastos que debemos. Oh, mis queridos muchachos, cun grande es la Divina Providencia. Un ltimo ejemplo. En agosto de 1884, Don Bosco era el husped, con el sacerdote Viglietti, del Obispo de Pinerolo. Estaban sentados en el patio trasero, cuando un ayudante vino con dos cartas para Don Bosco. Este las ley y lgrimas empezaron a caer por sus mejillas. Viglietti, asustado, pregunt que pasaba: La Virgen -dijo el Santo. Nos ama mucho, y le di a Viglietti los papeles. En una carta, le pedan a Don Bosco que pagara treinta mil liras que deba. Adonde iba a encontrar semejante suma? En la segunda carta, una mujer de la nobleza de Blgica le preguntaba a Don Bosco como poda usar, por la gloria de Dios, treinta mil liras (Zarba DAssorio, 1938, p.256). Estos actos de intervencin providencial podran multiplicarse en muchas pginas. Don Bosco sola decir: Estas cosas pasan a cada momento. Sin embargo, la posteridad no querr caer; se lo tomarn como fbulas. (Zarba DAssorio, 1938, p.256). Un caso extraordinario de interaccin de fe con gran energa emocional-psquica con la Virgen Mara ocurri el 14 de agosto de 1886. El Padre Durando fue al estudio de Don Bosco y, debido a urgentes necesidades, se llev todo el dinero que haban recibido esa semana. Tan pronto como el Padre Durando sali, entr un visitante que haba estado esperando en la antecmara. Lamento haberlo tenido esperando. El Prefecto de la Congregacin acaba de irse con todo el dinero que tena. Ahora estoy pobre y sin un centavo. Pero, Don Bosco, si usted necesitara dinero en ese momento, que hara? Oh, Providencia, Providencia! -dijo Don Bosco, y sus ojos se llenaron de lgrimas!

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  • S... Providencia... Providencia... Eso es muy lindo, pero si usted no tiene dinero, y su usted necesita dinero ahora mismo, en este preciso momento? En ese caso -prosigui Don Bosco con una misteriosa mirada- yo le dira, mi querido amigo, vaya a la antecmara, y all encontrar una persona que brinda una oferta a Don Bosco. Que dice? En serio? Nadie haba en la antecmara... Quin le dijo semejante cosa? Nadie, pero yo lo s y Santa Mara lo sabe. Vaya, vaya y vea usted mismo. El visitante va a la antecmara, y viendo all un hombre, le pregunta: Viene usted a ver a Don Bosco? S, vengo a traerle una donacin. Apariciones Dos aos antes de ordenarse, Don Bosco sufri una penosa experiencia que lo dej en un estado de postracin que le llev varios aos sobreponerse. En 1839, su ms ntimo amigo, Luis Comollo, falleci poco despus de una corta enfermedad. Como Don Bosco mismo ha resaltado, l y Luis haban hablado muchas veces sobre la posibilidad de morir. Se haban prometido que, si uno de ellos fuera a dejar esta vida antes que el otro, entonces volvera con la noticia de su salvacin. Varios compaeros estudiantes saban del pacto y esperaban que se verificara: "Yo era el ms ansioso de todos, porque esperaba que me sirviera de consuelo. Era la noche del 3 al 4 de abril, la noche siguiente del funeral, y yo descansaba en el dormitorio con otros veinte estudiantes de teologa. Estaba en la cama, pero no durmiendo, y pensando en nuestro pacto. Cuando el reloj di las doce de la medianoche, y escuch el rumor al final del corredor, un rumor que se hizo ms fuerte a medida que se acercaba. Soaba como un carruaje tirado por muchos caballos, o un tren que se aproxima... Las paredes, el cielorraso, el piso vibraban como si estuvieran hechas de hierro y golpeadas por un brazo poderoso... Los seminaristas despertaron, pero nadie habl. Yo estaba petrificado de miedo. El ruido se acerca y es horrendo. La puerta se abre violentamente, la conmocin contina pero no vemos nada, excepto una luz dbil que cambia de color, como regulando el sonido. De pronto, silencio total, la luz se hace ms intensa, y entonces, la voz de Comollo se escucha claramente. Tres veces repite: Bosco, Bosco, estoy salvado! En ese momento, el dormitorio estaba iluminado y el sonido, que haban escuchado el ruido. Se preguntaban unos a otros que haba dicho la voz, mientras yo les repeta que haba entendido perfectamente las palabras: "Estoy salvado". La madre de Don Bosco, Margarita, lo ayud toda su vida, hasta el final. Siempre haban estado muy cerca uno del otro. En noviembre de 1856, Margarita contrajo neumona. Cuando sinti que se mora, le di a Juan sus ltimos consejos y le pidi que fuera a rezar por ella. Don Bosco se fue a su cuarto. Extraamente, prendi la luz tres veces, y las tres veces la luz se apag. Cuando finalmente la luz se qued prendida, vi que el retrato de Margarita se haba cado contra la pared. A las tres en punto del 25 de noviembre, escuch los pasos de su hermano Jos: Margarita haba dejado este mundo. En 1860, mientras Don Bosco caminaba cerca de la Iglesia de la Consolata, vio a su madre: Que?, usted aqu. Pero usted muri? S, he muerto -respondi Margarita- pero estoy viva. Eres felz? S, muy feliz. Ella le dijo que haba pasado a travs de las llamas del Purgatorio antes de entrar en el cielo, y que haba visto a varios jvenes, cuyos nombres le di. Cuando Don Bosco le pregunt si estaba gozando all, Margarita le contest que quera saber demasiado. Mientras

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  • hablaban, Margarita fue rodeada por una luz de inexplicable belleza. Ella cant, y otras veces se le unieron, dejando a Juan lleno de admiracin. Cuando el canto concluy, Margarita dijo: Esperar por ti para que estemos juntos para siempre. Entonces la visin concluy (Zarba DAssorio, 1938, p.179). Por esta descripcin, pareciera que la realidad objetiva de esta visin fue distinta que la aparicin de Comollo, la cual fue observada por varios testigos. Como dice Don Lemoyne: Don Bosco y la palabra sueo son equivalentes. Curaciones El siguiente episodio es el tpico mtodo de curacin de Don Bosco. Cuando Don Bosco llega a Roma en 1869, el carruaje del Cardenal Berardi lo estaba esperando. El Cardenal le implor que fuera a ver a su sobrino, un nio de once aos, el nico hijo de una familia noble y rica, que estaba enfermo. El nio tena fiebre tifoidea, maligna y resistente, que pareca llevarse el chico a la tumba. Don Bosco, crelo, crelo, imploraba la familia. Mientras Don Bosco se aproximaba al lecho del nio enfermo, repeta a la familia: Tengan fe. Rezen a Santa Mara, y usted, Cardenal, ayude a la Sociedad Salesiana. Entonces, como hablando consigo mismo, dijo: Dejemos que la Virgen comience. Despues de orar, bendijo al nio, y ste se sinti mejor inmediatamente. Unos das despus, el nio gozaba de perfecta salud. Don Bosco haba ido a Roma para obtener la aprobacin de la Santa Sede para la Sociedad Salesiana. Exista una fuerte oposicin, de manera que Don Bosco tuvo que hacer campaa visitando a los prelados ms influyentes de la Sagrada Congregacin. Uno de los miembros ms poderosos era el Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Antonelli. Cuando Don Bosco fue a verlo, el Cardenal estaba inmvil en un sof. Entre, mi muy estimado Don Bosco, entre! -dijo el Cardenal Eminencia, como esta de salud? Mire en que estado me encuentro! Estoy clavado as por varios das. Mi gota ha vuelto. Qu es lo que usted quiere de mi? He venido a pedirle que usted ayude a la Sociedad Salesiana. Pienso que es difcil. Sin embargo, le prometo que la recomendar al Santo Padre, no bien pueda ir a verlo. Necesito que vaya pronto, -replic Don Bosco. Pero usted ve como estoy. No me puedo mover. El Papa habitualmente viene a verme aqu cuando no puedo ir a su cuarto. Tan pronto como venga, le hablar en su favor. Tenga fe en Santa Mara y vaya pronto. Y cundo? -exclama el Cardenal Antonelli, mirando a Don Bosco. Manana! Usted quiere decir que ser capaz de ir? Tenga fe en la Virgen, porque de lo contrario nada podemos hacer. Muy bien ir manana... Pero si algo peor sucede me sucede? Yo soy el responsable; maana se sentir mejor. Deje todo a la Virgen. Ella sabr como hacerlo. Ir maana, y si lo que usted dice realmente sucede, har todo lo que este en mi poder por su Sociedad. A la maana todo el dolor haba cesado. El Cardenal fue a la audiencia del Papa y le relat el dilogo con Don Bosco y como haba sido curado. Lo mismo sucedi con un fuerte oponente de la Sociedad, el poderoso secretario de la Sagrada Congregacin, Monsenor Sbegliati. Cuando Don Bosco le expres sus deseos, Sbegliati le dijo: Su pedido es serio y difcil. Adems, no s cuando podr ir, enfermo como estoy. Sin embargo, necesito que usted vaya a ver al Santo Padre.

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  • Cmo cree usted que puedo hacerlo con esta violenta y persistente tos? Tenga confianza en la Virgen Santa, ofrzcale que usted se interesar en la Pa Sociedad de San Francisco de Sales, y yo le prometo que usted se curar. Si usted me asegura, ir. Y cuando? En tres das. No, maana. Ah, Don Bosco, si pudiera ir a ver al Papa maana, le puedo asegurar que le hablare de tal manera que todo saldr perfectamente... Y el Monseor cumpli su palabra, puesto que su tos haba desaparecido al da siguiente. Unos das despus, el 1ro. de marzo de 1869, la Pa Sociedad Salesiana era aprobada definitivamente por la Santa Sede (Zarba DAssorio, 1938, p.148). Resurreccin Uno de los ms grandes milagros producidos por Jess, fue la resurreccin de Lzaro. Don Bosco produjo el mismo milagro en presencia de varios testigos. En 1849, un jven de 15 aos, estudiante diurno del Oratorio, encontrndose asimismo cercano a la muerte pidi que viniera Don Bosco a escuchar su confesin. Don Bosco no estaba en Turn en ese momento. Un da y medio ms tarde, el joven muri, todava insistiendo que quera hablar con Don Bosco. Cuando ste regres y escuch el caso, fue inmediatamente a ver al muchacho. El padre era el dueo del hotel. Cuando Don Bosco lleg, uno de los mozos le dijo: Es demasiado tarde, Carlos falleci hace ms de doce horas. Tonteras -dijo Don bosco- l esta durmiendo y ustedes creen que esta muerto. As que miembros de la familia llegaban, confirmaban lagrimeando la prdida del querido muchacho y llevaron a Don Bosco al cuarto donde el cuerpo del jven descansaba. El cadver haba sido preparado para la tumba, amortajado en una sbana cosida ajustadamente, como era entonces la costumbre. La cara estaba cubierta con un velo. La madre y una ta lloraban calladamente. Viendo esto, Don Bosco fue agitado por una emocin sobrehumana, rez y bendijo al muchacho, y entonces con una voz imperiosa lo llam: Carlos, Carlos. Esta voz poderosa, como el Lzare, veni foras de Jess renov el prodigio: la muerte retorn su presa. Don Bosco quita el velo y rasga la sbana. Todo el mundo observa el rostro lbido, la boca entreabierta, los ojos vidriosos que parecen contemplar un horrible misterio. Ahora el muchacho abre los ojos y sonre, pero la sonrisa se disuelve cuando parece recordar un sueo terrible: Oh, Don Bosco si usted supiera... La ltima vez que confes no me atrev a contar un pecado que haba cometido unas semanas antes... Tuve un sueo que me ha aterrorizado. Estaba al borde de un fuego inmenso y estaba tratando de escapar de una multitud de demonios, que trataban de tomarme y de ponerme preso. En el momento en que iban a arrojarme al fuego, una Dama se interpuso y dijo: Esperen, l no ha sido juzgado todavia! Despus de esta ansiedad, escuch su voz llamndome, y ahora deseo confesar. Cuando la familia regres despus de la confesin, el chico les dijo: Y Don Bosco me ha salvado del Infierno! Por casi dos horas, Carlos continu conciente, pero durante este tiempo, an cuando se mova, miraba alrededor y hablaba, su cuerpo permaneci fro como antes de volver a la vida. Don Bosco le pregunt: Ahora que estas en la Gracia de Dios, el cielo esta abierto para ti. Quieres ir all, o quieres permanecer entre nosotros? Carlos replic: Quiero irme al cielo. Entonces, dijo San Juan Bosco: Hasta que nos encontremos nuevamente en el Paraso. Carlos abandon su cabeza entre las almohadas, cerr sus ojos, y abandon este plano.

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  • Precognicin Don Bosco poda leer el futuro como un libro abierto. En agosto de 1854, fue llamado urgentemente para preparar a un muchacho de 16 aos cuya muerte era inminente. El muchacho era un estudiante del oratorio, al cual los eminentes doctores Calvagno y Bellingeri, le haban dado unas pocas horas de vida. Don Bosco quera a ese muchacho entraablemente, y entr al cuarto para prepararlo a morir con gran congoja. Pero al aproximarse a la cama, una misteriosa visin lo detuvo. El santo vi una paloma puramente blanca volando alrededor del lecho con una rama de olivo en el pico. Lentamente la paloma desciende sobre el muchacho y deja caer la rama de olivo sobre su frente. Alrededor de la cama, tambin ve extraas figuras. Hombres o Fantasmas? Ve dos hombres que se distinguen de entre los otros: Uno tmido, con la piel bronceada; el otro, alto con aire de guerrero, pero con una dulce actitud. En ese preciso momento, una luz sobrenatural ilumina la mente de Don Bosco; con lgrimas en los ojos se inclina sobre el jven y el pregunta: Dime, quieres ir al Paraso? Si Don Bosco lo aprueba, iremos al Paraso inmediatamente. Pero Don Bosco no aprobaba la partida de su querido muchacho al Paraso, y mirndolo con gran ternura le dice: No, mi querido hijo, no es tiempo todava! No morirs. Te curars, sers sacerdote y misionero, y con un breviario en la mano irs alrededor del mundo en busca de almas que salvar y bautizar. Y entonces... Don Bosco hizo silencio y no quizo hablar una palabra ms. El enfermo recuper su salud. Unos meses despus, Don Bosco agreg que llegara a Obispo. Ese muchacho era Juan Cagliero, el futuro apstol de los indios de la Patagonia, el primer salesiano obispo y cardenal de la Iglesia Catlica. Don Bosco predijo muchos sucesos pblicos, a muchos enfermos graves les predijo que se curaran y anunci la muerte inminente de varias figuras pblicas. Por muchos aos, ninguno de los estudiantes del oratorio escap a sus predicciones de muerte varios meses de que efectivamente sucedieran. Ejemplos: En 1864, Don Bosco predijo la muerte de dos estudiantes y les di los nombres al enfermero Mancardi. Este, para verificar la profesa, escribi el siguiente memorndum: Oratorio de San Francisco de Sales

    Enero 30, 1864. Don Bosco me dijo en la tarde del 29 de enero: Estimado Mancardi; Dos de los artesanos que deberan partir antes de la prxima cuaresma e ir al Paraso, son Tardini y Palo. Recurdelo. Ignacio Mancardi. Enfermero. Esta nota fue sellada y entregada al prefecto Padre Alzonatti, quien escribi: Predicciones de Don Bosco para abrirse despus de Pascua de 1864... Pascua ese ao, cay el 27 de marzo. El 25 de febrero el jven Palo muri, y el 12 de marzo falleci Tardini (Auffray, 1930, pp.185-186). Hay muchos otros casos bien certificados como estos dos. Notables entre ellas fueron las predicciones que Don Bosco hizo en 1854, acerca de tres muertes en la familia real. Estas fueron enviadas por escrito al Rey Vctor Manuel, quien sinti la consiguiente desazn. El 12 de enero de 1855, la Reina Madre Mara Teresa falleci imprevistamente a la edad de 54 aos. El 20 de enero, la Reina Mara Adelaida muri a los 33 aos. Y mientras se cuerpo estaba todava caliente, esa misma tarde los ltimos sacramentos eran administrados al duque de Gnova, Fernando de Saboya, que muri al da siguiente, tambin de 33 aos de edad, dejando a su joven esposa y a una nia, Margarita, futura reina de Italia.

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  • Muchas veces, despus de estos tristes acontecimientos el Rey Vctor Manuel II, sola ir al Oratorio a hablar con Don Bosco. Ms de una vez el Rey dijo: Don Bosco es un santo. Accin a Distancia A veces, y especialemente para prevenir acciones ofensivas hacia Dios, y no teniendo a ninguno de sus salesianos a mano para intervenir, Don Bosco actuaba el mismo... a distancia. Un domingo, mientras Don Bosco asista a los ejercicios espirituales en Lanzo, dos jvenes del oratorio se escaparon a nadar en el ro Dora. Despus de un rato, se recostaron a la orilla y empezaron a tener conversaciones inconvenientes. De pronto, se pusieron de pie de un salto, al tiempo que reciban misteriosas y fuertes palmadas por todo el cuerpo. sorprendidos, enseguida comprendieron.Es Don Bosco! Ellos saban que algo parecido les haba pasado a otros dos compaeros: Costa y Barretta, sin demora, se vistieron y regresaron al oratorio, pero su sorpresa aument cuando al da siguiente el prefecto, Padre Alzonatti, les ley una comunicacin de Don Bosco: He visto a los jvenes Bastia y Vezzetti dejar el oratorio para baarse en el Dora; he escuchado sus conversaciones y les he dado una leccin que recordaran por un largo tiempo. Usted, seor Prefecto, los llamar y les preguntar si no experimentaron y recibieron algo cuando estaban tirados a la orilla del ro. (Zarba DAssoro, 1938, p.305). Poder sobre los Elementos En 1864, Don Bosco, con los Padres Rua y Cagliero, haban ido a la fiesta de la Asuncin de la Virgen Mara al cielo. Exista gran consternacin entre la gente de Montemagno porque no haban tenido lluvia por tres meses y las cosechas estaban a punto de perderse. Haban orado pblica y privadamente, pero sin resultado. En su primer sermn, Don Bosco se dirigi al pueblo, y dijo: Si ustedes vienen al sermn, estos tres das y se reconcilian con Dios, haciendo una buena confesin, les prometo en el nombre de la bendita Virgen Mara, que va a caer una abundante lluvia para refrescar vuestros campos. Cuando fue a la Sacrista, el cura prroco, Padre Clivio, le dijo: Bien, bravo, muy bien: Necesitaba coraje. Qu coraje? El coraje de anunciar en pblico que va a llover el da de la fiesta. Pero, dije yo eso? S, usted lo dijo. No, usted debe haber entendido mal. Esos tres das hizo calor y no se vea una nube en el cielo, Don Bosco continu con sus sermones y a aquellos que le preguntaban: Y las lluvias? Les contestaba: Squense de encima los pecados. La maana de la fiesta se efectu una comunin general con tanta gente que no se haba visto tal en un largo tiempo, sin embargo, el tiempo era el mismo. Ni seas de lluvia. El Marqus de Fasati: Esta vez, seor Don Bosco, usted ha fallado. Usted prometi lluvia, pero estamos lejos de tal cosa. Don Bosco llam al sacristn: Juan, vaya detrs del castillo del Barn Garofoli, y mire como cambia el tiempo, y si hay indicaciones de lluvia. El sacristn va, viene de vuelta y dice: Esta claro como un espejo, hay sola una pequea nube del tamao de un pi hacia el lado de Biella. Muy bien -responde Don Bosco- dme la estola. La Iglesia esta llen, todos los ojos en Don Bosco. Despus del Avemara parece que la luz del sol se atena, el exordio comienza, se oye entonces un prolongado rumor de trueno. Don Bosco

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  • para y una lluvia torrencial empieza a azotar las ventanas de la Iglesia. La lluvia contina mientras Don Bosco d gracias a la Virgen y elogia a los fieles, ellos reconocen el milagro, porque en la cercana ciudad de Grana, en la cual haban organizado un baile pblico por el fracaso de Don Bosco, cay una terrible cantidad de granizo que arruin su cosecha, y porque ms all del Distrito de Montamagno, no cay una sola gota de lluvia (Zarba DAssoro, 1938, pp.313-315). Multiplicacin de los Panes Lo que hace ms interesante en el estudio de los poderes de Don Bosco, es la presencia de numerosos testigos quienes describieron los mismos fenmenos y sin ninguna duda. A continuacin citamos tres episodios de multiplicacin de avellanas, hostias, y panes. El 13 de diciembre de 1885, Don Bosco tuvo una conferencia con los estudiantes de cuarto y quinto ao en la cual les habl brevemente acerca de la eleccin de su futura situacin social. Al final, les di a cada uno un puado de avellanas. Tres semanas despus, al terminar la conferencia, Don Bosco pidi que le trajeran el pequeo bolso con avellanas. El Padre Festa as lo hizo, y le dijo: Tenga cuidado, no d muchas, porque no habr suficiente para todos. Djelo por mi cuenta! -respondi Don Bosco. Haba 64 estudiantes presentes. Al principio les di un puado a cada uno. Los estudiantes miraban con gran sorpresa que el nivel de las avellanas permaneca igual, sin interesar cuantas daba cada vez. Cuando el reparto termin, todos vieron que el saco tena la misma cantidad que cuando haba empezado. Los alumnos preguntaron a Don Bosco que como lo haba hecho, Oh, yo no s -replic sonriendo- No lo s. Pero porque ustedes son mis amigos, les voy a contar lo que me pas hace ya varios aos. En la ocasin de una solemne celebracin en el Oratorio, Don Bosco tena que distribuir la Comunin a 650 nios. Comenz la misa creyendo que haban suficientes hostias consagradas en la gran copa que estaba en el santuario. Pero haba muy pocas, y el Padre Buzzetti, que estaba a cargo de las hostias, se haba olvidado de traer ms y ahora estaba ayudando con la misa. Don Bosco se di cuenta cuando tom la copa. Ambos estaban confundidos, porque solo podian dar la comunin a unos pocos. Don Bosco levant sus ojos al cielo y empez a dar la comunin. Y todos los nios la recibieron, hubo hostias para cada uno. La noticia de este milagro cundi rpidamente, y fue confirmada por Don Bosco posteriormente. Uno de los mejores relatos sobre la multiplicacin de panes fue escrito por el Padre Dalmazzo. Un da en 1860, el Oratorio estaba corto de pan. El individuo a cargo fue a ver a Don Bosco para pedirle que diera la orden. Don Bosco atenda las confesiones, pero finalmente le dijo que no se preocupara. Vaya y ponga en un canasto lo que tenemos. Yo ir y lo distribuir personalmente. Cuando termin con el nio que estaba arrodillado a su lado, fue a la puerta adonde los panes iban a ser distribudos. El Padre Dalmazzo escribe: Yo entonces, trayendo a la memoria los hechos odos sobre Don Bosco y vencido por la curiosidad, me adelant a l para poder observar mejor. Al salir, encontr a mi madre que habindola llamado por carta para que viniese prontamente a Turn, haba venido para llevarme a casa. Ven, Francisco, me dijo. Yo le hice seal que aguardase un momento y aad: Mam, primero quiero ver una cosa y despus voy enseguida. Y mi madre se retir hacia los prticos. Yo recib un pan y fu el primero, mientras tanto miraba el canasto, y v que contena unos 15 o 20 panes a lo ms. Luego me retir sin ser visto a un lugar elevado, precisamente detrs de Don Bosco, sobre una grada, con tamaos ojos. Don Bosco, entretanto, se haba puesto a distribuir el pan. Los jvenes fueron pasando uno a uno, contentos de recibir el pan de l mismo, besndole la mano, mientras que a cada cual deca una palabra y sonrea. Todos los alumnos, cerca de cuatrocientos, recibieron su pan. Acabada esta distribucin, yo quise nuevamente examinar el cesto de pan y con grande admiracin constate que haba quedado

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  • la misma cantidad que antes, sin que hubiesen trado el pan ni cambiado el cesto. Yo me qued aturdido y corr derecho a donde estaba mi madre, que me deca: Ven! Y yo le repuse: No, no quiero irme, no me voy; me quedo aqu. Perdname de haberte ocasionado esta molestia haciendo que vinieses a Turn. Y le cont aquello que haba visto con mis propios ojos dicindole: No, no es posible que yo abandone una casa tan bendita por el Seor y un Santo como es Don Bosco. Y esta fue la nica razn que me indujo a permanecer en el Oratorio y enseguida a agregarme entre sus hijos. (Zarba DAssoro, 1938, pp.318-319). Patagonia La primera sesin de verano de la Universidad de Patagonia fue un gran xito. La gente tena tantos deseos de venir y aprender algo nuevo, que muchos de ellos viajaban grandes distancias, tres o cuatro horas de auto, iban de vuelta a la noche, y regresaban a la maana siguiente. Los profesores tenamos nuestras comidas en el gran comedor de los salesianos, donde conversbamos con los sacerdotes frecuentemente. Todos eran muy amables y amistosos, en la tradicin de Don Bosco. La Patagonia esta constantemente bajo la accin de los vientos. Despus de dos o tres das, el viento pasa a formar parte de nuestra cabeza. Uno puede escapar solamente estando dentro, en uno de los grandes salones de la escuela, o practicando ejercicios mentales o meditacin para olvidarse del viento. Un viernes, a la noche, hubo un viento particularmente fuerte y persistente. El sbado por la maana, nos invitaron a visitar un picadero indio. Es un buen lugar para encontrar artefactos -nos dijo el Padre Dalmacio (no su nombre real)- El viento por lo general descubre cosas hermosas. Varios de nosotros fuimos. Le dije: Don Bosco me va a ayudar a encontrar muchos. Y as fue, result el ganador, con 13 objetos, puntas de flecha, raspadores, cuchillos, todos hechos de piedras semi-preciosas. Los Hacedores de Lluvia En la Patagonia no llueve, por eso es semi-desrtica. Cuando llueve, toda clase de plantas y flores surgen como de la nada. Una noche, Alfredo y yo estbamos invitados a un programa de radio que se transmitia a toda la regin. Cuando nos aproximabamos a la iglesia, dos de los padres estaban parados afuera. El cielo estaba cubierto de nubes oscuras, cargadas de lluvia. Le dije a los padres: Bueno, parece que vamos a tener lluvia esta noche! No se preocupe -contest uno de ellos- aqu no llueve nunca. El viento se va a llevar esas nubes sobre el Atlntico, y all va a llover para los peces! Le contest: Padre, creo que con una pequena oracin sera suficiente para que llueva aqu. Usted se acuerda cuando Don Bosco... Me miraron sin decir nada. Continu: Miren, mi amigo y yo les pediremos a Don Bosco mientras vamos a la estacin de radio. Y as lo hicimos, en silencio. Cuando estbamos en el medio del programa, escuchamos truenos afuera. Al salir, estaba lloviendo. Para la hora de cenar, segua lloviendo. Les sonre a los dos sacerdotes, pero no dijeron nada. Para cuando nos acostamos, llova. Y llovi toda la noche. Ni un comentario de parte de los padres. Pero no pude dejar de bromearlos: Don Bosco escucha! Bueno, al menos eso es lo que parece. Comentarios

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  • La Percepcin Extrasensorial (ESP) o la produccin de fenmenos fsicos no son exclusivos de los santos. Han habido mdiums famosos que podan levitar (D.D.Home), producir levitaciones de objetos (Home, Eusapia Palladino), aportes (Fidanza), fuerte absorcin de luz infrarroja con manipulacin de objetos (Rudi Schneider), etc. Cul es el factor comn entre esos psquicos, santos o no? El factor comn que ms llama la atencin es que todos dicen que ellos no lo hacen, que tienen ayuda de entidades que pertenecen a otra dimensin. El mdium Fidanza, por ejemplo, produjo numerosos aportes pero durante un corto perodo de tiempo solamente. A Fidanza lo estudiaron diecisiete profesores de la Universidad de La Plata, quienes produjeron un informe en forma de libro. Todas las precauciones imaginables se tomaron para evitar la posibilidad de fraude. Varios doctores lo examinaron desnudo, y le dieron ropas especiales antes de encerrarlo en una jaula. An as, en su ltima seanse (l haba dicho que esto era lo que se mandaba a hacer), ptalos de rosa frescos cayeron a travs del cielorraso y llenaron el piso hasta la altura de 30 cm. (!). Otro factor comn es el estado de conciencia en que se encontraban al producir los fenmenos, fuese xtasis (Santa Teresa de Avila), trance (Palladino, Schneider, Home, Fidanza), o estados similares. Los que me ha sido dado a observar, como Fernando en nuestro grupo de La Plata, aunque no estaba en trance, describa que perda el control de sus brazos, y los que lo rodebamos podamos sentir la tensin muscular y un temblor en sus antebrazos mientras la mesa levitaba a mas de 20 cm. por debajo de sus manos, sin ningn contacto y con plenas luces. La tendencia entre los parapsiclogos es tratar de reducir estos fenmenos a modelos que pensamos podemos entender, por ejemplo la idea de un campo psi. Pero, qu es un campo psi? Evidentemente, un campo psi es creado por una o mas personas, quien o quienes pueden producir fenmenos psquicos de varias clases. En el caso de Don Bosco, su campo era su interaccin con la Virgen Mara, en la mayora de los ejemplos que he citado. Pero, si el campo psi es omnipresente, entonces un psquico es capaz de usar esta fuente de energa para producir cualquier clase de fenmenos que su intencionalidad desee. Ejemplo: En presencia de un extraordinaria joven psquica de La Plata, y ms de veinte personas reunidas en su casa para celebrar su cumpleaos, mi amigo Octavio y yo pusimos nuestros ndices sobre una pequea mesa, la cual literalmente camin sobre dos patas varios metros! Si hay un campo psi fuerte, conclumos, la intencionalidad manifestada por nosotros al poner lo dedos sobre la mesa pareca suficiente para producir los fenmenos. Esta era una de las hiptesis favoritas de J.Ricardo Musso, nuestro gran parapsiclogo desaparecido. Y agregaba que una vez que la intencionalidad era evidente, haba que relajarse y no estar en tensin, esperando ansiosamente. Para esto, Ricardo nos incitaba a cantar, o a hablar de cualquier otra cosa cuando nos vea tensos... Y la mesa levitaba! Los ingredientes para la produccin de fenmenos psi son: (a) Alguien (una o mas personas) que producen el campo, o facilitan la energa; (b) fe, o confianza de que algo va a suceder, y (c) un tercer factor (?), ayuda exterior (?), interaccin con campos de vaci (?), estados especiales de conciencia (?). En general, (a) y (b) son ms o menos aceptados, pero (c) es por lo general negado. Y sin embargo, en el caso de Don Bosco como tambin en otros, una intervencin externa pareca sin duda manifiesta. No he escrito acerca de varias circunstancias de peligro para Don Bosco en las cuales fue salvado por un perro de gran tamao, misterioso, que apareca cuando Don Bosco lo necesitaba. Despues del ltimo ataque al santo, Gris simplemente se alej y nunca ms apareci. Esta impredictibilidad de fenmenos extraordinarios fue observada varias veces por nuestro grupo de La Plata (1950-1956). En una ocasin, mientras estbamos tratando de obtener levitaciones, una luz verde de extraordinario brillo, en forma de cono, apareci encima de otro mueble en la habitacin. En otra sesin, fue un brillante cilindro. Todos describimos estos objetos de la misma manera, tamao, forma brillantes y ubicacin. Un tercer ejemplo. Mientras conversbamos afuera de la casa, en un descanso, todos escuchamos tres golpes formidables sobre

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  • el techo, como un gigante golpeando con un inmenso martillo. No pudimos ver a nadie ni nada, a pesar de que examinamos rpidamente alrededor de la casa y los terrenos vecinos. Lo ms extraordinario en Don Bosco era su fe de que, cuando lo necesitaba, los panes y las avellanas se multiplicaran, el dinero para pagar las deudas apareca, y nunca fall la ayuda. Esto era fe en ayuda y provisin desde afuera. Era un estado de tensin entre ser y no-ser? Entre materia y vaco? O fue una coincidencia, despus de todo? D.D.Home, Rudy Schneider, Eusapia Palladino, prcticamente todos los mdiums, incluyendo al gran Fidanza, Arig, y an Uri Geller, y nuestro Fernando, todos dijeron lo mismo: Yo no lo hago. Alguien lo hace por m. Quin es ese alguien? Espritus, ngeles, fuerzas, manos invisibles (San Anselmo), un fuego por debajo (Santa Teresa de Avila), o un gua, un aliado de un hechicero (Don Juan). Nadie sabe. Pero la fuerza existe. Es problema nuestro, por lo menos de algunos de nosotros, aprender como usarla, como obtener su ayuda. Dejemos que el lector experimente... Y que la fuerza sea con usted. Referencias Auffray, A.S.D.B. (1930). Saint John Bosco. Grosvenor Press: England. Von Matt, L. & Bosco, H. (1965). Don Bosco. New York: University Books. Zarba DAssoro, B. (1938). San Juan Bosco. Santiago: s/Ed. (1) Artculo original remitido por el autor a la Revista Argentina de Psicologa Paranormal. * Radiobiologo y fsico especializado en parapsicologa. Profesor de parapsicologa en la Universidad de Minnessota.

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