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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS CARRERA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA Efecto de las labranzas y niveles de fertilización sobre la actividad enzimática en un suelo agrícola. Trabajo de titulación previo a la obtención del Título de Ingeniero Agrónomo AUTOR: Orellana Ruiz Marco Vinicio TUTORA: M. Sc. María Eugenia Ávila Salem Quito, 2019

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS

CARRERA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA

Efecto de las labranzas y niveles de fertilización sobre la actividad enzimática en un suelo agrícola.

Trabajo de titulación previo a la obtención del Título de Ingeniero Agrónomo

AUTOR: Orellana Ruiz Marco Vinicio

TUTORA: M. Sc. María Eugenia Ávila Salem

Quito, 2019

ii

DERECHOS DE AUTOR

Yo, ORELLANA RUIZ MARCO VINICIO en calidad de autor y titular de los derechos

morales y patrimoniales del trabajo de titulación: EFECTO DE LAS LABRANZAS Y

NIVELES DE FERTILIZACIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD ENZIMÁTICA EN UN

SUELO AGRÍCOLA, modalidad presencial, de conformidad con el Art. 144 del

CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCILA DE LOS CONOCIMIENTOS,

CREATIVIDAD E INNOVACIÓN.

Concedo a favor de la Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita,

intransferible y no exclusiva para el uso no comercia de la obra, con fines

estrictamente académicos. Conservo a mi favor todos los derechos de autor sobre la

obra, establecidos en la norma citada.

Así mismo, a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización y

publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de conformidad a lo

dispuesto en el Art. 114 de la Ley Orgánica de Educación Superior.

El autor declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma

de expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la

responsabilidad por cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y

liberando a la universidad de toda responsabilidad.

Marco Vinicio Orellana Ruiz

C.C.: 1718741620

[email protected]

iii

APROBACIÓN DEL TUTOR/A

En mi calidad de Tutora del Trabajo de Titulación, presentado por MARCO VINICIO

ORELLANA RUIZ, para optar por el Grado de Ingeniero Agrónomo; cuyo título es:

EFECTO DE LAS LABRANZAS Y NIVELES DE FERTILIZACIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD

ENZIMÁTICA EN UN SUELO AGRÍCOLA, considero que dicho trabajo reúne los requisitos

y méritos suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del

tribunal examinador que se designe.

En la ciudad de Quito, a los 17 días del mes de junio de 2019.

_________________________

M. Sc. María Eugenia Ávila Salem

DOCENTE – TUTORA

CC: 1710013143

iv

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS

CARRERA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA

EFECTO DE LAS LABRANZAS Y NIVELES DE FERTILIZACIÓN SOBRE LA

ACTIVIDAD ENZIMÁTICA EN UN SUELO AGRÍCOLA.

INFORME CORREGIDO Y APROBADO PARA GRADO ORAL

Lcda. María Eugenia Ávila Salem, M.Sc.

TUTORA DE LA INVESTIGACIÓN

Ing. Soraya Alvarado Ochoa, Ph.D.

PRESIDENTA DEL TRIBUNAL

Ing. Agr. Juan Pazmiño, M.Sc.

PRIMER VOCAL DEL TRIBUNAL

Ing. Agr. Fabián Montesdeoca, M.Sc.

SEGUNDO VOCAL DEL TRIBUNAL

v

DEDICATORIA

Este trabajo de titulación lo dedico de manera

especial a mis padres Gladys y Wilson, por el

ejemplo y apoyo incondicional que siempre me

han brindado.

A mis hermanos Liliana y Richard por el apoyo y

consejos a lo largo de mi formación personal y

profesional.

A Kathy por el apoyo y motivación de todos los

días de trabajo, para sacar nuestras tesis

adelante, que ahora se convirtió en una amistad

para toda la vida.

Marco

vi

AGRADECIMIENTO

Agradezco a Dios y mis padres por las bendiciones recibidas.

Dejo constancia de mi gratitud a la Facultad de Ciencias Agrícolas y a los docentes que

hicieron parte de mi formación profesional.

A mi tutora y mentora María Eugenia por su guía, consejos y preocupación durante la

realización de mi trabajo.

A mi compañera y amiga Kathy por formar parte del equipo de trabajo durante la realización

de nuestro trabajo.

Al Dr. Marco, Dr. Soraya e Ing. Consuelo por la guía y ayuda en el Laboratorio de Química

agrícola y suelos de la Facultad de Ciencias Agrícolas.

Infinitas gracias al Ing. Juan Pazmiño por su valiosa ayuda y conocimientos que me

permitieron efectuar y culminar este proyecto con éxito.

vii

ÍNDICE DE CONTENIDO

Capítulo Pág.

I. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 1

II. REVISIÓN DE LITERATURA .................................................................................... 2

2.1. Propiedades biológicas del suelo ........................................................................ 2

2.2. Actividad enzimática ........................................................................................... 4

2.3. Prácticas de manejo que afectan la actividad biológica ...................................... 6

2.3.1. Labranza convencional ................................................................................ 7

2.3.2. Siembra directa ........................................................................................... 8

2.4. Manejo de la fertilización .................................................................................... 9

III. MATERIALES Y MÉTODOS .................................................................................10

3.1. Ubicación ...........................................................................................................10

3.2. Materiales ..........................................................................................................11

3.2.1. Material experimental .................................................................................11

3.2.2. Materiales de laboratorio ............................................................................11

3.3. Reactivos ...........................................................................................................12

3.4. Equipos .............................................................................................................12

3.5. Métodos .............................................................................................................13

3.5.1. Procesamiento de las muestras .....................................................................13

3.5.2. Factores en estudio ........................................................................................13

3.5.3. Tratamientos ..................................................................................................13

3.5.4. Características de la unidad experimental ......................................................14

3.5.5. Distribución de tratamientos en campo ..........................................................14

3.5.6. Diseño experimental ......................................................................................14

3.5.7. Manejo específico del experimento en campo ................................................15

3.5.8. Análisis de las variables .............................................................................15

IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN .............................................................................18

V. CONCLUSIONES .....................................................................................................40

viii

VI. RECOMENDACIONES .........................................................................................42

VII. RESUMEN ............................................................................................................43

VIII. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................47

IX. ANEXOS ...............................................................................................................53

ix

ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 1. Tratamientos para evaluar el efecto de labranza y fertilización nitrogenada sobre la

actividad enzimática del suelo. ........................................................................................14

Cuadro 2. Esquema del análisis de la varianza del experimento para el cultivo de fréjol.15

Cuadro 3. Esquema del análisis de la varianza del experimento para los cultivos de amaranto

y maíz. .............................................................................................................................15

Cuadro 4. Análisis de normalidad para las variables en estudio, bajo los cultivos de fréjol,

amaranto y maíz. .............................................................................................................18

Cuadro 5. Análisis de la varianza de pH, humedad, MOP, fosfatasa, β-glucosidasa y FDA bajo

los cultivos de Fréjol, Amaranto y Maíz. ...........................................................................36

Cuadro 6. Prueba de significancia Scheffé al 5% y promedios para seis variables en el estudio,

en los cultivos de Fréjol, Amaranto y Maíz. ......................................................................37

Cuadro 7. Coeficientes de Correlación de Pearson para las variables en estudio, en los

cultivos de Fréjol, Amaranto y Maíz. ................................................................................39

Cuadro 8. % COT de MO > 53 µm y suelo total ..............................................................61

x

ÍNDICE FIGURAS

Figura 1. Efecto de la interacción Labranza*fertilización en el pH del suelo, bajo el cultivo de

fréjol. ................................................................................................................................19

Figura 2. Efecto de la interacción Labranza* fertilización en el pH del suelo, bajo el cultivo de

amaranto. ........................................................................................................................20

Figura 3. Efecto de la interacción Labranza* fertilización en el pH del suelo, bajo el cultivo de

maíz. ................................................................................................................................21

Figura 4. Efecto de la interacción Labranza* fertilización en el contenido de humedad del

suelo, bajo el cultivo de fréjol. ..........................................................................................22

Figura 5. Efecto de la fertilización en el contenido de materia orgánica particulada del suelo,

bajo el cultivo de fréjol. ....................................................................................................24

Figura 6. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en el contenido de materia

orgánica particulada del suelo, bajo el cultivo de amaranto. ............................................25

Figura 7. Efecto del factor fertilización en el contenido de MOP del suelo, bajo el cultivo de

maíz. ................................................................................................................................26

Figura 8. Efecto de la interacción Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima fosfatasa

del suelo, bajo el cultivo de fréjol. ....................................................................................27

Figura 9. Efecto de la interacción Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima fosfatasa

del suelo, bajo el cultivo de amaranto. .............................................................................28

Figura 10. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima

fosfatasa del suelo bajo el cultivo de maíz. ......................................................................29

Figura 11. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima

β-glucosidasa del suelo bajo el cultivo de fréjol. ..............................................................30

Figura 12. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima

β-glucosidasa del suelo bajo el cultivo de amaranto. .......................................................31

Figura 13. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima

β-glucosidasa del suelo bajo el cultivo de maíz................................................................32

Figura 14. Efecto de la fertilización en la actividad de la FDA del suelo, bajo el cultivo de fréjol.

........................................................................................................................................33

Figura 15. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la FDA del

suelo, bajo el cultivo de amaranto. ...................................................................................34

xi

Figura 16. Distribución de los tratamientos en el campo para el cultivo de fréjol. ............55

Figura 17. Distribución de los tratamientos en el campo para el cultivo de amaranto. .....56

Figura 18. Distribución de los tratamientos en el campo para el cultivo de maíz. ............56

xii

ÍNDICE DE ANEXO

Anexo 1. Descripción taxonómica del suelo ....................................................................53

Anexo 2. Características de la unidad experimental. .......................................................54

Anexo 3. Distribución de los tratamientos en el campo. ..................................................55

Anexo 4. Manejo específico del experimento de campo .................................................57

Anexo 5. Determinación de Materia Orgánica Particulada .............................................59

Anexo 6. Fotografías del proceso de determinación MOP...............................................59

Anexo 7. Determinación de la actividad fosfomonoesterasa (Fosfatasa ácida) ...............62

Anexo 8. Fotografías del proceso de determinación la actividad fosfatasa. ....................64

Anexo 9. Determinación de la actividad β-Glucosidasa (β-D-Glucósido glucohidrolasa) 65

Anexo 10. Fotografías del proceso de determinación de la actividad β-glucosidasa. ......68

Anexo 11. Determinación de la actividad microbiana total usando diacetato de fluoresceína

(Hidrólisis de FDA). ..........................................................................................................69

Anexo 12. Fotografías del proceso de determinación de la actividad FDA. .....................71

Anexo 13. Cuadros de regresión lineal múltiple para las variables en estudio.................72

xiii

TÍTULO: Efecto de las labranzas y niveles de fertilización sobre la actividad

enzimática en un suelo agrícola.

Autor: Marco Vinicio Orellana Ruiz

Tutora: María Eugenia Ávila Salem

RESUMEN

La actividad enzimática del suelo está relacionada con el ciclo de nutrientes y con la actividad

de los microorganismos en interacción con las plantas, por lo que se considera un indicador

sensible frente a los cambios en las prácticas de manejo del suelo. El presente estudio evaluó

la actividad enzimática en un suelo agrícola, bajo dos tipos de labranza (labranza

convencional y siembra directa) y cuatro niveles de fertilización (F0, F1, F2 y F3) en un Mollisol

bajo el cultivo de fréjol, amaranto y maíz. Para el efecto se cuantificó la actividad enzimática

fosfatasa ácida, β-glucosidasa e hidrólisis de di acetato de fluoresceína (FDA), pH, humedad,

materia orgánica particulada (MOP). Los resultados mostraron que la actividad enzimática

fosfatasa ácida, β-glucosidasa son afectadas por la labranza y la fertilización evaluada para

los tres cultivos. Se vieron efectos diferentes para cada cultivo estudiado en la actividad FDA,

pH, humedad y MOP.

PALABRAS CLAVE: MICROORGANISMOS, ACTIVIDAD ENZIMÁTICA, PROPIEDADES

DEL SUELO, RIZOSFERA, ACUMULACIÓN DE MATERIA ORGÁNICA.

xiv

TITLE: Effect of tillage and fertilization levels on the enzymatic activity in an

agricultural soil.

Author: Marco Vinicio Orellana Ruiz

Tutor: María Eugenia Ávila Salem

ABSTRACT

The enzymatic activity of soil is related to the nutrients´ cycle and to the microorganisms- plant

interaction, therefore, it is considered a sensitive indicator of soil management practices (tillage

and fertilization). This study evaluated the enzymatic activity in an agricultural soil, under two

types of tillage (conventional tillage and no-tillage) and four levels of fertilization (F0 = without

fertilizer, F1 = 1g, F2 = 2g, F3 = 3g) in a Mollisol under three crops: beans, amaranth and

maize. For this purpose, the enzymatic activity of the acid phosphatase, β-glucosidase and

hydrolysis of fluorescein di acetate (FDA), pH, moisture, and particulate organic matter (MOP)

were quantified. The results indicated that the enzymatic activity of the acid phosphatase, and

β-glucosidase are affected by the tillage and fertilization evaluated for the three crops, while

different effects were detected for each studied crop in the FDA activity, pH, humidity and

MOP.

KEYWORDS: MICROORGANISMS, ENZYMATIC ACTIVITY, SOIL PROPERTIES,

RHIZOSPHERE, ACCUMULATION OF ORGANIC MATTER.

xv

CERTIFICACIÓN

Quito, 17 de junio de 2019

A quien corresponda:

En calidad de tutora del trabajo de graduación cuyo título es “Efecto de las labranzas y niveles

de fertilización sobre la actividad enzimática en un suelo agrícola” presentado por el señor

Marco Vinicio Orellana Ruiz, previo a la obtención del Título de Ingeniero Agrónomo, certifico

haber revisado y corregido el ABSTRACT para el Trabajo de Grado, después de realizadas

las observaciones por los miembros del tribunal; por lo que apruebo el mismo, para el

empastado final.

_________________________

María Eugenia Ávila Salem, M. Sc.

TUTORA DE TESIS

1

I. INTRODUCCIÓN

El suelo es una entidad dinámica donde se producen interacciones entre los componentes

físicos, químicos y biológicos. El uso y manejo del suelo agrícola pueden tener un profundo

impacto sobre sus propiedades, que puede influenciar positivamente o negativamente su

productividad. Así mismo, la actividad microbiana puede aumentar considerablemente con un

mejor drenaje, encalado y enmiendas orgánicas; por lo que algunas propiedades biológicas

como la tasa de respiración y actividad enzimática que se derivan de organismos vivos del

suelo, pueden ser utilizadas como indicadores indirectos del manejo adecuado y calidad del

suelo (Delgado & Gómez, 2016).

Los microorganismos del suelo producen enzimas extracelulares que ayudan a descomponer

los residuos vegetales que están presentes en el suelo de forma orgánica y los transforman a

formas inorgánicas fácilmente asimilables para las plantas y otros organismos (Merino,

Godoy, & Matus, 2016). La actividad enzimática de suelo ayuda a mediar y catalizar

reacciones químicas involucradas en el ciclo de nutrientes del suelo, transformación de

residuos de plantas y animales, mineralización y transformación de la materia orgánica (MO)

para que estén disponibles para las plantas, por lo que la determinación de la actividad

enzimática es útil para evaluar la calidad de suelo (Blonska, Lasota, & Zwydak, 2017).

La MO es un factor clave que afecta la actividad biológica, por ser una fuente de carbono (C)

para muchos organismos que intervienen en los procesos de mineralización de la misma, así

garantizan la acumulación de macronutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas.

En este sentido, la actividad microbiana aumenta considerablemente con la incorporación de

residuos orgánicos frescos (abonos verdes y residuos de cultivos), por lo que se cree que su

actividad ésta relacionada con la fertilidad de los suelos (Olszowska, 2016).

Las prácticas de manejo del suelo afectan su capacidad para seguir siendo productivo, al

acelerar el proceso de oxidación. La labranza convencional del suelo mejora la estructura para

la germinación de las semillas, el crecimiento de las raíces, el almacenamiento del agua,

nutrientes, intercambio gaseoso y aporta calor al cultivo; sin embargo, con esta práctica, el

suelo es más susceptible a procesos de erosión. Por otra parte, la no labranza o siembra

directa tiene entre sus ventajas el ayudar a que se incremente la MO en el suelo, con la

incorporación de los residuos de la cosecha, reduciendo la velocidad de oxidación de la MO,

al permitir que se acumule en la superficie. Además, la siembra directa permite disminuir la

mano de obra, y minimizar el proceso de erosión del suelo (Mijangos, Pérez, Albizu, & Garbisu,

2006).

2

La producción de los cultivos está influenciada por la disponibilidad de nutrientes, interfiriendo

en su crecimiento cuando hay baja disponibilidad, siendo el nitrógeno (N) el elemento que

limita el desarrollo de las plantas y la actividad microbiana del suelo en los procesos de

descomposición. En este sentido, la fertilización química ayuda a suplir las deficiencias,

aportando nutrientes que estén disponibles para las plantas. Sin embargo, con el tiempo se

ha convertido en una práctica costosa por su mal uso, además de tener consecuencias

ambientales negativas. Varios son los factores que afectan la disponibilidad de nutrientes y la

actividad microbiana del suelo, entre los que figuran el cambio climático, las condiciones

geográficas, y las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo; además, de factores

antropogénicos como la contaminación y el manejo agrícola (Cerón & Aristizábal, 2012).

Con estas consideraciones, la presente investigación evaluó la actividad enzimática en un

suelo agrícola andino, bajo dos tipos de labranza (siembra directa o no labranza y labranza

convencional), cuatro niveles de fertilización y tres cultivos: fréjol (Phaseolus vulgaris L.),

amaranto (Amaranthus caudatus L.) y maíz (Zea mays L.). Para este estudio se cuantificó la

actividad de las enzimas β-glucosidasa, fosfatasa ácida e hidrólisis del diacetato de

fluoresceína (FDA) con el objeto de identificar el mejor indicador de actividad enzimática del

suelo.

II. REVISIÓN DE LITERATURA

2.1. Propiedades biológicas del suelo

Los suelos albergan una compleja red de organismos que pueden influir en sus propiedades

físicas, químicas y biológicas; tales como, la actividad de las lombrices, que aumenta la tasa

de infiltración debido a las galerías que realizan en el suelo para desplazarse, o la actividad

microbiana que ayuda en los procesos de mineralización de la MO del suelo. Sin embargo,

los cambios en el manejo del suelo afectan a las propiedades biológicas; algunas de ellas

pueden ser extremadamente sensibles, por ejemplo, la actividad microbiana puede

incrementarse mediante un encalado o enmienda orgánica. Por eso, las propiedades

biológicas pueden usarse como indicadores indirectos de un manejo adecuado del suelo.

Entre estos indicadores figuran la tasa de respiración, la biomasa microbiana o la actividad

enzimática, que pueden derivarse de organismos vivos presentes en el suelo (Delgado &

Gómez, 2016).

La MO juega un rol importante en la vida del suelo ya que está constituida por residuos

vegetales y de animales en diferentes etapas de descomposición; desde residuos frescos sin

descomponer, parcialmente descompuestos de corta duración, o altamente descompuestos

(humus). Estos residuos contienen azúcares, celulosa, hemi-celulosa, proteínas, ligninas,

3

ceras y lípidos. La mayoría de los suelos contienen al menos 5 % de MO; este pequeño

porcentaje tiene una gran importancia en la biología del suelo, puesto que proporciona

alimento para los microorganismos, almacena nutrientes, retiene agua, interviene como

mantillo y es un agente de agregación. Los residuos de la superficie del suelo al no estar

incorporados al suelo no forman parte aún de la MO del suelo (Juma, 1999; Osman, 2017).

La MO desempeña muchas funciones en las propiedades físicas, químicas y biológicas del

suelo. En el componente físico mejora la agregación, la aireación, el movimiento del agua,

reduce la evaporación y la conductividad térmica; además, puede retener hasta el 80-90% de

su peso en humedad, lo que ayudaría a soportar las condiciones de sequía. En el componente

químico mejora el intercambio iónico, translocación de sustancias dentro del suelo y

amortiguamiento. En el componente biológico sirve de alimento para los organismos, y como

almacén o reservorio de nutrientes. El tiempo de descomposición de los residuos depende de

su composición, aquellos que contienen carbohidratos y proteínas se descomponen

rápidamente; en tanto que aquellos con alto contenido de lignina se descomponen lentamente.

La MO puede proporcionar el 90 % de N y entre el 50-60 % de fósforo (P) y azufre (S) (Olness

& Archer, 2005; Osman, 2017).

La MO es clave en la actividad biológica del suelo, ya que es una fuente de carbono lábil, a

manera de hidratos de carbono para los organismos que en su mayoría son heterótrofos. Los

organismos presentes en el suelo son los que descomponen los residuos, participando

activamente en el ciclo de los nutrientes que serán posteriormente utilizados por las plantas

(Delgado & Gómez, 2016; Martínez, Fuentes, & Acevedo, 2008). El proceso de

descomposición de los residuos ocurre en tres fases: 1) fragmentación y mezcla con el suelo,

realizada por la macro y mega fauna, 2) ruptura de moléculas grandes mediante enzimas

liberadas por algunos hongos y bacterias, y 3) asimilación de los productos que se generaron

en la fase anterior, obteniendo como productos de la descomposición energía, agua y

elementos en forma de minerales (Martínez et al., 2008).

Los nutrientes contenidos en la MO se hallan en formas orgánicas (compuestos más

complejos), siendo no asimilables directamente por las plantas, por lo que se requiere de

acción microbiana para que las formas orgánicas de los nutrientes puedan ser asimilados de

forma inorgánica (compuestos más simples) por las plantas (Hernández, Ojeda, López, &

Arras, 2010). La mayor acción de los organismos ocurre en la rizosfera, que es un espacio de

interacción entre las raíces de las plantas y los microorganismos del suelo. La rizosfera es el

volumen de suelo alterado por la raíz y es la parte del perfil del suelo donde la concentración

de carbono proveniente de diferentes fuentes es mayor para los microorganismos. Los

microorganismos rizosféricos pueden afectar significativamente el desarrollo de las plantas

mediante la producción de reguladores de crecimiento y al aumentar la disponibilidad de

nutrientes (Delgado & Gómez, 2016).

4

La MO proveniente de deyecciones de animales proporciona N de forma orgánica, y mediante

procesos de mineralización permite que el N pase a su forma inorgánica y sea disponible para

las plantas. La mineralización puede estar determinada por diversos factores como la relación

carbono nitrógeno (C: N) de los insumos orgánicos, temperatura y humedad del suelo.

Residuos con una relación C:N baja (valores <10), hay disponibilidad de N estimulando la

actividad microbiana y tienden a descomponerse rápidamente, con una relación alta (valores

>12) implica que la MO se descomponga lentamente debido a que el N liberado es tomado

por los organismos (Xiangqian, 2014).

La actividad biológica del suelo actúa en la solubilización, movilización y disponibilidad de

nutrientes. La asociación de los microorganismos con las plantas ayuda a mejorar su nutrición,

como en el caso de las micorrizas (organismos simbiontes) y la fijación biológica de nitrógeno

por Rhizobium sp. Además, ciertos microorganismos pueden ejercer un control sobre otros,

ayudando a mantener un equilibrio, por ejemplo, el caso de Trichoderma sp sobre otros

hongos. Sin embargo, no todos los procesos que hacen los microorganismos son positivos,

existen bacterias y hongos que compiten por nutrientes como el fosfato (PO4-3), amonio (NH4)

o nitrato (NO3-), que pueden producir pérdidas como las ocasionados por los procesos de

desnitrificación, causando la volatilización del nitrógeno, y en el cual están involucradas

especies de bacterias como Pseudomonas sp y Thiobacillus sp (Jaramillo, 2002).

2.2. Actividad enzimática

La actividad de las enzimas en el suelo es importante ya que las enzimas son los mediadores

y catalizadores de los procesos bioquímicos del suelo. Además, ayudan a conocer el estado

en que se encuentran las poblaciones microbianas, su relación con la biología del suelo y la

producción de biomasa (Blonska et al., 2017). Las enzimas son moléculas proteicas

producidas por los seres vivos que ayudan a acelerar procesos bioquímicos; y son

consideradas como catalizadores biológicos, al reducir el consumo de energía en las

reacciones de transformación de sustancias. La velocidad de la reacción catalizada por una

enzima depende del pH, la fuerza iónica, la temperatura y de la presencia o ausencia de

inhibidores. La liberación de enzimas es un proceso constante, que puede ocurrir por

secreción o por lisis celular cuando los organismos mueren (Montejo et al., 2010).

Dependiendo de su ubicación, las enzimas pueden ser extracelulares o intracelulares. Las

enzimas intracelulares se encuentran en el citoplasma de las células viables, pero no

proliferantes (como las esporas) y las células muertas. Las enzimas extracelulares se liberan

en el suelo y se inmovilizan en arcillas, coloides húmicos, MO y complejos órgano-minerales

mediante interacciones iónicas, enlaces covalentes, enlaces de hidrógeno, atrapamiento y

otros mecanismos (Gianfreda & Rao, 2014; Srinivasa Rao, Grover, Kundu, & Desai, 2016)

5

Según Sarmentero, Molina, & Colmenares (1994) la actividad enzimática está influenciada por

el clima, cultivo, propiedades edáficas y el acondicionamiento del suelo, estando estos

factores relacionadas con el funcionamiento del ecosistema. Se han realizado varios estudios

para identificar los cambios de la actividad enzimática a causa de la lluvia ácida, los metales

pesados, los plaguicidas y otros productos químicos y de uso industrial. Para Dalurzo, Toledo,

& Vazquez (2000) el contenido de la MO y la actividad enzimática tienen una estrecha relación,

como un indicador de cambios en las propiedades edáficas inducidas por el manejo del suelo.

Los estudios de enzimología del suelo han permitido determinar tres orígenes de las enzimas;

el primero proveniente de los microorganismos tanto vivos como muertos, el segundo de los

animales del suelo y el tercero de las plantas o parte de los tejidos vegetales. Gran parte del

material liberado, puede ser metabolizado por otros organismos o puede que persistan en el

suelo durante algún período de tiempo. Un estudio realizado con el hongo Asperguillus oryzae

ha demostrado cómo las enzimas se vuelven disponibles en tiempos sucesivos; primero se

presentan las carbohidrasas y las fosfatasas, seguido por las proteasas y las esterasas, y

finalmente las catalasas (Giménez, 1984).

Se han determinado diferentes tipos de enzimas que se pueden encontrar en el suelo, como:

1) las oxido-reductasas, donde se encuentran la deshidrogenasa y catalasa, que permiten

tener una idea global de los procesos microbianos del suelo; 2) enzimas hidrolasas, cuya

actividad está implicada en el ciclo de los elementos biófilos; 3) carbohidrasas, quitinasa, β-

glucosidasa relacionadas en el ciclo del C; 4) ureasa y proteasa involucradas en el ciclo del

N; 5) fosfatasas relacionadas con el ciclo del P; 6) Arilsulfatasa involucradas en el ciclo del S

(Albiach et al., 2006).

Varias enzimas que se encuentran en el proceso de mineralización de la MO liberan nutrientes

específicos para las plantas. Las fosfatasas son un grupo de enzimas que catalizan la

hidrólisis de ésteres y anhídridos del ácido fosfórico; se clasifican de acuerdo al pH óptimo del

proceso en fosfatasas ácidas o fosfatasas monoesterasas, y fosfatasas alcalinas (Dalurzo et

al., 2000; Sarmentero, Molina, & Colmenares, 1994). La trasformación que realizan las

fosfatasas en la mineralización del P orgánico a fósforo inorgánico actúan sobre los enlaces

éster (Espino & Pacheco, 2003).

La fosfatasa se considera una enzima extracelular o abiótica, sintetizada por las raíces de las

plantas, los hongos y bacterias del suelo; su actividad se ve influenciada por el manejo del

suelo y disminuye con la intensidad de las labores agrícolas (Alvear, Pino, Castillo, Trasar-

Cepeda, & Gil-Sotres, 2006; Gómez & Guiñán, 2004; Ridge & Rovira, 1971). Además, la

actividad de la fosfatasa es crucial para descontaminar los suelos que han acumulado

pesticidas organofosforados (Garzillo, Badalucco, De Cesare, Grego, & Buonocore, 1996).

Deng & Tabatabai (1996b) reportaron que la actividad de la fosfatasa ácida y la fosfatasa

6

alcalina en suelos de 0-7.5 cm de profundidad fueron significativamente mayores en suelos

sin labranza, en comparación con los de labranza convencional.

Una de las enzimas que participa en el ciclo del C es la β-glucosidasa, la cual es una enzima

hidrolítica que actúa sobre el enlace β-1,4 de los oligómeros; produciendo sustancias

orgánicas de bajo peso molecular y compuestos solubles. La actividad β-glucosidasa se

encuentra influenciada por la temperatura, el pH, humedad, contenido de oxígeno (O), calidad

y ubicación de la MO, elementos minerales, fungicidas, y tiende a disminuir con la profundidad

del suelo, con la aridez o la condiciones climáticas (Giménez, 1984; Srinivasa Rao et al.,

2016). En relación con el uso y manejo del suelo, la actividad de la β-glucosidasa tiende a ser

mayor en suelos con alto contenido de MO fácilmente descomponible; por ejemplo, en suelos

que utilicen rotación de cultivos o siembra directa (Ferraz de Almeida, Naves, & Pinheiro da

Mota, 2015).

La fluoresceína (3-6 diacetil-fluoresceína) es un compuesto incoloro, conjugado a dos

radicales de acetato, que se hidroliza con las enzimas libres (exoenzimas) con las que se

encuentran en las membranas, liberando un producto final de color fluorescente. Las enzimas

responsables de la hidrólisis FDA son abundantes en el entorno del suelo; entre las que

figuran las esterasas no específicas, proteasas y lipasas, que han demostrado que hidrolizan

FDA y están involucrados en la descomposición de muchos tipos de tejidos. La capacidad de

hidrolizar está extendida para hongos y bacterias, mismos que son los principales

descomponedores. En general más del 90 % del flujo de energía pasa por los

descomponedores microbianos, por lo que el ensayo de la FDA proporciona una buena

estimación de la actividad microbiana total (Adam & Duncan, 2001; Gajda, Przewłoka, &

Gawryjołek, 2013; Green, Stott, & Diack, 2006).

2.3. Prácticas de manejo que afectan la actividad biológica

Las prácticas de manejo del suelo influyen en la población de microorganismos y en los

procesos microbianos del suelo a través de cambios en la cantidad y calidad de los residuos

en el perfil del suelo. Las propiedades físicas, químicas, biológicas y bioquímicas del suelo

pueden ser alteradas significativamente por las prácticas de manejo de residuos y labranza,

que a su vez conducen a la alteración de la composición, distribución de las comunidades y

enzimas microbianas del suelo (Saikia & Sharma, 2017).

Las prácticas de manejo del suelo modifican el rendimiento y la productividad en los cultivos,

a pesar de que se realizan de manera superficial. La labranza se introdujo con la finalidad de

facilitar algunas labores de campo como el control de malezas, establecimiento del cultivo,

incorporación de fertilizantes, incorporación de residuos de la cosecha y materia orgánica al

suelo (Martínez et al., 2008). Prácticas de manejo del suelo intensivas; labranza, quema de

rastrojos, monocultivos, conducen al deterioro general del suelo, el cual resulta de las

7

interacciones entre procesos físicos como la erosión, la formación de costras y el sellado;

procesos químicos como el agotamiento de nutrientes, acidificación y contaminación; y

procesos biológicos como el agotamiento de la MO y la pérdida de flora y fauna del suelo

(Gurjar et al., 2017). La labranza mecánica, el mono cultivo y la eliminación de residuos

afectan negativamente la actividad enzimática y por ende, la disponibilidad de nutrientes para

las plantas (Srinivasa Rao et al., 2016).

En este sentido, los cambios en las propiedades del suelo, tiene efectos significativos sobre

la rizosfera, puesto que es donde ocurre el intercambio de nutrientes asociado a la actividad

de los hongos micorrícicos que se relacionan con el crecimiento y salud de las plantas (Wright,

2005). Las raíces de las plantas pueden modificar las propiedades físico-químicas y

composición biológica por la liberación de exudados (Richardson, Barea, McNeill, & Prigent-

Combaret, 2009).

2.3.1. Labranza convencional

La labranza convencional consiste en la inversión y mullimiento de la capa superficial del suelo

a través de maquinaria por el arado y rastrado del suelo, facilitando labores de siembra y

siendo parte integral de la producción agrícola. El laboreo del suelo es responsable de la

perturbación en su estructura y de su consecuente degradación, causando una excesiva

descomposición de los agregados del suelo, lo cual conduce a la erosión; también ocasiona

la pérdida de carbono orgánico (CO) por oxidación de la MO, además de contribuir a las

emisiones de gases de efecto invernadero (Alvear et al., 2006).

La labranza convencional maneja el suelo uniformemente en toda la superficie del campo. El

primer paso es para aflojar el suelo e incorporar materiales de la superficie, seguido de dos a

tres pasos para generar un semillero adecuado, creando condiciones ideales para el

establecimiento de los cultivos. El arado depende de diferentes condiciones como el clima, el

tipo de suelo y el tipo de cultivo, lo que permite que aumente la porosidad del suelo, y el

intercambio de aire. La incorporación de enmiendas orgánicas durante el arado tiende a

influenciar directamente en la productividad y la sostenibilidad del suelo (Dewis, 2008). En

tiempo de cosecha se retira todo del campo, ya que la paja generalmente se emplea para la

cama de los animales, para el techo de las viviendas, la fabricación de ladrillos y de

combustible. En ocasiones los restos de las cosechas se proceden a quemar para la

eliminación de las malezas y el control de las plagas (Magdoff & Van Es, 2009).

La labranza convencional en zonas rurales es una actividad rutinaria (Reicosky & Saxton,

2001). Según Rojas & Chávez (2002), una de las ventajas del manejo convencional del suelo

es que permite realizar un control de malezas, ya que las hierbas pueden tener un ciclo anual

o perenne que puede ser controlado por maquinaria en época seca; pero a la vez que se

eliminan las malezas se generan las condiciones óptimas para que las nuevas semillas

8

despierten de su latencia. En la mayoría de los casos la maquinaria utilizada no se ha

adaptado a las zonas agroecológicas, y debería considerar el tipo de suelo, forma de relieve

y condiciones climáticas (FAO, 1996).

La preparación del suelo se aplica con la finalidad de modificar sus características, ayudando

a la germinación de las semillas, también en las labores culturales a realizar en diferentes

etapas de los cultivos, y a mejorar la relación planta-suelo-agua-aire durante el desarrollo de

las plantas. Entre las características que se modifican resalta la estructura del suelo, haciendo

a los agregados más pequeños por la acción mecánica, y el incremento de la aireación del

suelo, favoreciendo el movimiento de aire. En la labranza convencional, la compactación es

un problema que afecta el desarrollo de las plantas, esto se ocasiona por la lluvia y/o el paso

de trabajadores, por lo que es recomendable considerar el tipo de suelo y maquinaria a utilizar,

la humedad del suelo y el momento oportuno para labrar el suelo (Inostroza & Méndez, 2004).

2.3.2. Siembra directa

La aplicación de técnicas inadecuadas de preparación de la tierra son las principales causas

de degradación de los suelos, conduciendo a un rápido deterioro físico, químico y biológico

en las características del mismo, lo que conlleva a un descenso de la productividad agrícola

(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura & International

Institute of Tropical Agriculture, 1997). Tomando esto en cuenta, se busca una manera de

mejorar las áreas afectadas, empleando prácticas acertadas de labranza y conservación que

sean fáciles de aplicar y transmitir a los agricultores (García Francisco, 2006).

En un sistema de no labranza, el suelo es removido en un área muy estrecha, con poca

profundidad alrededor de la zona de la semilla; siendo más efectivo para prevenir la erosión

del suelo y la construcción de la MO. Este sistema combinado con un enraizamiento profundo,

reduce la susceptibilidad a la sequía de los cultivos. Los rendimientos de los cultivos al inicio

de la implementación del sistema tienden a ser más bajos, siendo una de las causas la baja

disponibilidad de N, por lo que una fertilización complementaria ayuda durante la transición

(Magdoff & Van Es, 2009).

Según Deng & Tabatabai (1996b), las prácticas de manejo de labranza y residuos de cultivos

pueden conducir a cambios significativos en las propiedades biológicas, químicas y

bioquímicas de los suelos y alterar la composición, distribución y actividad de la comunidad

microbiana del suelo y las enzimas. Los estudios demostraron que el contenido de C y N

orgánico se acumula en la parte superficial del suelo donde se han aplicado prácticas de

conservación, que consiste en dejar los residuos de los cultivos sobre el suelo.

La siembra directa es un método de labranza conservacionista del suelo, en donde los

residuos no utilizados de las plantas se dejan sobre la superficie. Según Burgos (1995) y

Reicosky & Saxton (2001) el sistema de labranza deja un 30 % o más de residuos de cobertura

9

después de sembrar, además reduce la pérdida de C que se encuentra almacenado en el

suelo al no removerlo. Este tipo de labranza es recomendado en zonas de laderas y para

pequeños agricultores que no pueden solventar un manejo tecnificado, permitiendo controlar

la erosión del suelo al permanecer éste cubierto durante todo el ciclo del cultivo (Valverde,

Ramos, & Parra, 2002). A través de prácticas de conservación se logra mantener la humedad

del suelo para el desarrollo de los cultivos, además de que se puede mejorar la infiltración del

agua por la acumulación de la MO (Mtakwa & Amuri, 2016).

Ante un deterioro de los suelos ocasionados por el manejo convencional, que induce a una

rápida oxidación de la MO y una disminución de los residuos incorporados; la actividad

microbiana disminuye considerablemente (García & Rivero, 2002). La actividad microbiana se

incrementa al incorporar residuos frescos tales como abonos verdes o residuos de cultivos,

que pueden ser fácilmente mineralizados por los organismos. Las formas estables de la MO

son los compuestos húmicos y fúlvicos, que no son una fuente adecuada de C para la

microbiota del suelo por la larga vida de estos compuestos (generalmente >1000 años); por

esta razón, los compuestos orgánicos estables no contribuyen significativamente a la actividad

microbiana del suelo, sino que constituyen un grupo de carbono estabilizado del suelo

almacenado que es muy relevante para el ciclo global de C, amortiguando las emisiones de

C a la atmósfera (Delgado & Gómez, 2016).

Los restos de las cosechas que se dejan sobre la superficie ayudan a amortiguar el impacto

de las gotas de lluvias y la insolación directa. La descomposición de las raíces del cultivo

anterior provee canales para que el agua pueda alcanzar los niveles más bajos del suelo para

las nuevas raíces (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura,

2006). Se ha demostrado que la siembra directa aumenta la biomasa microbiana, incrementa

el contenido de C del suelo, aumenta el N mineralizable, la humedad del suelo y la actividad

enzimática (Saikia & Sharma, 2017). Estudios demuestran la acumulación de C y N orgánico

sobre la superficie del suelo entre los 0-25 cm de profundidad en labranza reducida con la

acumulación de residuos vegetales de las cosechas anteriores (Deng & Tabatabai, 1996b).

2.4. Manejo de la fertilización

La agricultura tiene como objetivo proveer a la población humana creciente de alimento y fibra

en las cantidades necesarias, por lo que los agricultores se ven en la urgencia de aumentar

su producción. Para mejorar los rendimientos de los cultivos se debe conocer el estado

nutricional del suelo, y para ello es primordial que se realicen estudios de suelos que permitan

determinar la cantidad de macronutrientes como N P, potasio (K) y micronutrientes como;

magnesio (Mg), S, calcio (Ca), en estado disponible para las plantas. Si el suministro de

nutrientes desde el suelo es amplio, los cultivos se desarrollan mejor y se obtendrá mejores

rendimientos; pero si presentan una deficiencia nutricional, el crecimiento de las plantas será

limitado y se reducirá su rendimiento. Este principio se conoce como la Ley de Liebig, que

10

establece que el nivel de crecimiento de la planta ésta limitado por el nutriente de menor

disponibilidad (Manitoba, 2013; Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y

Agricultura, 2002).

Las arcillas y la materia orgánica forman los complejos de adsorción que retienen los

nutrientes en una forma disponible para la planta. Con la aplicación de los fertilizantes se

ayuda a suplir deficiencias nutricionales de los cultivos. El caso más representativo se tiene

con el N; mismo que es considerado como el motor de crecimiento de las plantas, que da el

color verde a las hojas ayudando a la fotosíntesis; es absorbido como NO3- o NH4

+ que se

combina para formar aminoácidos y proteínas (Pereira et al., 2011). Un estudio realizado por

Malhi (2001) concluyó que el N es el nutriente más limitante en la producción de los cultivos y

su uso eficiente es necesario para aumentar la producción.

Cuando los fertilizantes nitrogenados y el estiércol se aplican al suelo, el N pasa a formar

parte del ciclo del N, en el que ocurren varios procesos de ganancia, pérdida, y

transformaciones de este elemento. Los principales procesos por los cuales las plantas

absorben el N a través de las raíces son: 1) el flujo masivo donde el NO3- viaja a las raíces,

ya que es altamente soluble, tiene carga negativa y no se adsorbe mayormente en las

partículas del suelo; y 2) la difusión de NH4+ a las raíces, compuesto que también es soluble,

pero de carga positiva, siendo atraído por las cargas negativas de las arcillas, la materia

orgánica del suelo y los óxidos (Manitoba, 2013).

Según Hawes et al. (2003), se ha demostrado que el uso de fertilizantes químicos a largo

plazo, puede tener efectos perjudiciales sobre la estructura del suelo y su salud; alterando el

equilibrio natural del suelo y puede quemar químicamente las raíces de las plantas (Orozco,

Valverde, Martínez, Chávez & Benavides, 2016). En suelos agrícolas, la fertilización altera

claramente el ciclo de los nutrientes al introducirlos de manera artificial, pero sin este

suministro, la entrada natural de nutrientes al suelo sería mucho menor que la extracción que

hacen los cultivos, causando un “balance negativo”, cesando progresivamente la

disponibilidad de los nutrientes (Delgado & Gómez, 2016).

III. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Ubicación

La investigación se realizó en el Laboratorio de Química Agrícola y Suelos (LQAS) de la

Facultad de Ciencias Agrícolas (FCAg) de la Universidad Central del Ecuador (UCE), ubicado

en la sede en la Ciudadela Universitaria Campus Quito.

11

3.1.1. Ubicación Política

País: Ecuador

Provincia: Pichincha

Cantón: Quito

Sector: Ciudadela Universitaria

3.1.2. Ubicación Geográfica

Latitud: 00°11´54.8” S

Longitud: 78°30´25.1” O

3.2. Materiales

3.2.1. Material experimental

Las muestras de suelo utilizadas fueron tomadas de parcelas bajo dos tipos de labranza

(siembra directa y labranza convencional), de cultivos de fréjol, amaranto y maíz a una

profundidad de 0-20 cm. La parcela experimental está ubicada en el Lote 4.2 del Campo

Académico Docente Experimental la Tola (CADET) de la FCAg de la UCE, Provincia de

Pichincha, cantón Quito, parroquia Tumbaco. La descripción taxonómica del suelo en estudio

se encuentra detallada en el Anexo 1 (Quishpe, 2017). Las muestras se conservaron en

congelación a una temperatura de -20 ºC hasta su respectivo análisis.

3.2.2. Materiales de laboratorio

- Cápsulas de aluminio

- Gradillas

- Matraz Erlenmeyer de 50 ml

- Pipetas automáticas de 5ml, 10ml, 1000 µl y puntas

- Morteros

- Papel filtro Whatmann 12

- Picetas

- Tamiz de 2 mm

- Tamiz de 53 µm

- Termómetro

- Tubos de ensayo

- Tubos de centrífuga de 50 ml tipo Falcón

- Varillas de vidrio

- Vasos de precipitación de 50 ml

- Celdas vidrio o cuarzo de 1.5 ml y 2 ml

12

3.3. Reactivos

- Acetona (CH3COCH3), Grado analítico

- Ácido bórico (H3BO3)

- Ácido cítrico (C6H8O7)

- Ácido clorhídrico (HCl) (0.1 M)

- Ácido málico (C4H4O4)

- Ácido orto fosfórico concentrado (H3PO4) al 85%

- Ácido sulfúrico concentrado (H2SO4) al 97%

- Agua destilada

- Cloruro de calcio (CaCl2) 0,5 M

- Di fenilamina (C12H11N)

- Hexametafosfato de sodio (NaPO3)6

- Hidróxido de sodio (NaOH) 0,5 y 1 N

- Solución buffer de fosfato de potasio de 60 mM a pH 7.6

- Solución de sal de Mohr (NH4)2 Fe (SO4 )2.6 H2O 0.5N

- Solución de trabajo Buffer Universal Modificado (3.025 g Tris, 2.9 g ácido málico,

3.5 g de ácido cítrico, 1.57 g ácido bórico, 488 ml NaOH 1N) a pH 6,5

- Solución de trabajo de ρ-nitro fenol (20 µg mL-1)

- Solución de ρ-nitrofenilfosfato 25 mM

- Solución dicromato de potasio (K2Cr2O7) 1N

- Solución extractante de THAM-NaOH (12.9 g de hidroximetil amino metano en 100

ml agua destilada) 0,1M a pH 12

- Solución madre Buffer Universal Modificado (3.025 g Tris, 2.9 g ácido málico, 3.5

g de ácido cítrico, 1.57 g ácido bórico, 488 ml NaOH 1N) 0,1 M

- Solución madre de ρ-nitro fenol (1000 µg mL-1)

- Solución stock de di acetato de fluoresceína (3’6’-diacetil-fluorisceína)

- Tris (hidroximetil amino metano) grado biológico,

- Ρ-nitrofenil-β-D-Glucopiranósido (25 mM)

3.4. Equipos

- Agitador THYS 2

- Balanza analítica Citizon d:0.0001g

- Centrífuga Thermo Scientific

- Congelador -4 °C

- Espectrofotómetro Perkin Elmer

- Estufas incubadoras

- pH metro Thermo Scientific

- Refrigerador

13

- Titulador digital

- Vortex Genie 2 Daigger

3.5. Métodos

3.5.1. Toma de muestras

Las muestras se recolectaron al final del primer ciclo, bajo el cultivo de fréjol (27 de septiembre

de 2016), y al final del segundo ciclo bajo el cultivo amaranto y maíz (20 de marzo de 2018, y

8 de enero de 2018; respectivamente). Cada muestra de suelo resultó de cinco sub-muestras

tomadas al azar en cada tratamiento a una profundidad de 0-20 cm, mismas que se

homogenizaron con el fin de obtener una muestra representativa.

3.5.2. Procesamiento de las muestras

Previo al análisis de las muestras, se procedió a sacar las muestras del congelador hasta que

alcancen la temperatura ambiente, y se analizaron según la metodología descrita para cada

variable.

3.5.3. Factores en estudio

Los factores en estudio incluyeron dos sistemas de labranza y cuatro niveles de fertilización;

mismos que son detallados a continuación y que fueron aplicados en tres cultivos: fréjol

(Phaseolus vulgaris), amaranto (Amaranthus caudatus) y maíz (Zea mays).

Factor A: Sistemas de labranza

S1= Siembra Directa (SD)

S2= Labranza Convencional (LC)

Factor B: Niveles de fertilización

F0= Testigo

F1= 50 % de fertilizante

F2= 100% de fertilizante

F3= 150% de fertilizante

3.5.4. Tratamientos

Los tratamientos para cada uno de los cultivos (fréjol, amaranto y maíz) resultaron de la

combinación de los factores en estudio, como se describen en el Cuadro 1.

14

Cuadro 1. Tratamientos para evaluar el efecto de labranza y fertilización nitrogenada sobre la actividad

enzimática del suelo.

N° Sistemas de labranza Fertilización

T1 Siembra Directa F0

T2 Siembra Directa F1

T3 Siembra Directa F2

T4 Siembra Directa F3

T5 Labranza Convencional F0

T6 Labranza Convencional F1

T7 Labranza Convencional F2

T8 Labranza Convencional F3

3.5.5. Características de la unidad experimental en campo

La unidad experimental en la cual se realizó el muestreo está constituida por una parcela de

4054 m2. Las características se describen en el Anexo 1.

3.5.6. Distribución de tratamientos en campo

La distribución de los tratamientos en el campo se presenta en el Anexo 2

3.5.7. Diseño experimental

Se utilizó un diseño completamente al azar (DCA) con ocho observaciones en el cultivo de

fréjol, y con tres observaciones en el cultivo de amaranto y maíz; para analizar el efecto del

sistema de labranza y nivel de fertilización sobre las seis variables del estudio, de acuerdo

con al esquema indicado en los Cuadros 2 y 3.

Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el programa Stata 10.0, con el que se realizó

pruebas de normalidad (Skewness/Kurtosis), el análisis de la varianza, prueba de significancia

Scheffé al 5 %, pruebas de correlación de Pearson y análisis de regresión lineal múltiple.

15

Cuadro 2. Esquema del análisis de la varianza del experimento para el cultivo de fréjol.

Fuentes de Variación Grados de Libertad

Total 63

Niveles de fertilización (A) 3

Sistemas de labranza (B) 1

Interacción (A*B) 3

Error 56

Cuadro 3. Esquema del análisis de la varianza del experimento para los cultivos de amaranto y maíz.

Fuentes de Variación Grados de Libertad

Total 23

Niveles de fertilización (A) 3

Sistemas de labranza (B) 1

Interacción (A*B) 3

Error 16

3.5.8. Manejo específico del experimento en campo

El manejo específico del experimento en campo se describe en el Anexo 3.

3.5.9. Variables en estudio

Actividad de la enzima β-glucosidasa del suelo

La β-glucosidasa es una enzima hidrolítica que participa en el ciclo del carbono actuando

sobre el enlace β-1,4 de los oligómeros, produciendo sustancias orgánicas de bajo peso

molecular y compuestos solubles. Se utilizó el método basado en la determinación del ρ –

nitro fenol liberado después de incubar la muestra con una solución de ρ – nitrofenil – β – D –

glucopiranósido por una hora a 37 °C a baño maría con agitación. La medición de la

absorbancia se realizó en el espectrofotómetro a una longitud de onda de 420 ηm, según la

metodología descrita en el Anexo 6 (J. Paolini, 2010a).

16

Se expresa en µg ρ – NF g-1 suelo seco h-1, y se calcula mediante la siguiente fórmula:

β − glucosidasa =(muestra − control) ∗ FD

Ps ∗ t

En esta fórmula los valores en µg ρ – NF liberado de los controles se restan de los de la

muestra.

Donde, muestra = µg ρ – NF de la muestra; control = µg ρ – NF del blanco; FD = Factor de

dilución

PS = Peso seco de la muestra; t = Tiempo de incubación.

Actividad de la enzima fosfatasa ácida

La fosfatasa es una enzima que cataliza la hidrólisis de ésteres y anhídridos de ácido fosfórico,

haciendo que el fósforo esté disponible para las plantas. Para lo cual se utilizó la

determinación colorimétrica del ρ – nitrofenil liberado después de 30 minutos de incubación a

baño maría con agitación con ρ-nitro fenol fosfato. La medición de la absorbancia se realizó

en el espectrofotómetro a una longitud de onda de 420 ηm, según la metodología descrita en

el Anexo 5 (J. Paolini, 2016).

Se expresa la cantidad de ρ – nitrofenil en µg y se calcula mediante la siguiente fórmula:

Fosfatasa =(Vp − Lp) ∗ Fd

g suelo ∗ t ∗ Fs= μg ρ − NF/gPS ∗ h

Donde:

VP = Promedio de las muestras (µg ρ – NF); LP = Promedio del control (µg ρ – NF); Fd =

Factor de dilución; T= tiempo de incubación; Fs = Factor de peso seco

Actividad enzimática utilizando Di acetato de fluoresceína (FDA)

La fluoresceína (3-6- di acetil-fluoresceína) es un compuesto incoloro, conjugado a dos

radicales de acetato, que se hidroliza con las enzimas libres (exoenzimas), las que se

encuentran en las membranas, liberando un producto final de color fluorescente. Para el

efecto se utilizó el método basado en el clivaje hidrolítico del FDA a fluoresceína por lipasas

después de 30 minutos de incubación a baño maría con una solución de 1000 µg ml-1 de FDA.

La medición de la absorbancia se realizó en el espectrofotómetro a una longitud de onda de

490 ηm, de acuerdo a la metodología descrita en el Anexo 7 (J. Paolini, 2010b).

Se expresa en µg de fluoresceína/g suelo seco*h, y se calcula mediante la siguiente fórmula:

FDA =(μg fluoresceína ml−1) ∗ 15.2 ml

g suelo seco ∗ t

Donde:

17

t= tiempo de incubación en horas

g peso seco= peso seco de la muestra

15,2 ml corresponde al volumen empleado (10 ml de buffer + 5 ml de acetona + 0,2 ml sustrato

o agua).

Materia orgánica particulada

Es la MO de tamaño mayor a 53 µm, considerada particulada, que se separa por medio físico

de dispersión y tamizado. Para luego, mediante la determinación del % de carbono orgánico

total (COT) en los residuos separados y suelo total, obtener el % MOP en el suelo, expresada

como COT (Weil and Magdoff, 2004). El % COT se determinó por el método colorimétrico de

Walkley-Black. La metodología y valores de COT separados y total se presenta en el Anexo

5.

Se calcula mediante la siguiente fórmula:

COT (g) =MS∗x % COT

100

% MOP =gCOTMO>53 µm x 100

g COTsuelo total

Donde:

MS* = peso de suelo seco (MO>53µ separadas y suelo total)

%COT= porcentaje de COT determinado en MO>53 µm y en suelo total

%MOP= porcentaje de COT asociado a la materia orgánica particulada en el suelo.

Humedad

La humedad del suelo se considera a la cantidad de agua por volumen de suelo. Para su

medición se utilizó el método de secado en estufa a 105 ºC por 24 h, que consiste en tomar

una muestra de suelo, pesarla antes y después de su secado (Metodología del LQAS, 2016).

Se expresa en porcentaje, y se calcula mediante la siguiente fórmula:

H (%) =(S. H − S. S)

S. S∗ 100

Donde:

S. H = suelo húmedo

S. S = suelo seco

18

pH del suelo

El pH mide la actividad de los iones de H+ que se encuentran libres en la solución del suelo y

de los que se encuentran en el complejo de intercambio. Para medirlo, se utilizó el método del

potenciómetro (Metodología del LQAS, 2016).

Se expresará en unidades de potencial hidrógeno pH.

IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se realizó la prueba de normalidad (Skewness/Kurtosis) cuyos resultados se detallan en el

Cuadro 4. Los datos de las variables bajo el cultivo de fréjol, presentaron normalidad excepto,

β-glucosidasa y FDA que se realizó la transformación con logaritmo de base 10. Para los datos

de las variables bajo el cultivo de amaranto presentaron normalidad, excepto las variables

MOP y β-glucosidasa, y se transformaron con la inversa del cubo y logaritmo de base 10;

respectivamente. Los datos de las variables bajo el cultivo de maíz presentaron normalidad,

excepto fosfatasa y FDA, por lo que se transformaron mediante logaritmo base 10 e inversa

del cubo; respectivamente.

Cuadro 4. Análisis de normalidad para las variables en estudio, bajo los cultivos de fréjol,

amaranto y maíz.

Fréjol Amaranto Maíz

Variables Obs Prob>chi2 Obs Prob>chi2 Obs Prob>chi2

pH 64 0.0600 24 0.3126 24 0.8554

Humedad 64 0.3071 24 0.9140 24 0.4254

MOP 64 0.0631 24 0.0849 24 0.2592

Fosfatasa 64 0.1932 24 0.3757 24 0.0980

β-Glucosidasa 64 0.6555 24 0.0941 24 0.2671

FDA 64 0.1694 24 0.6584 24 0.9060

pH del suelo

Los resultados en el análisis de varianza para la variable pH del suelo (Cuadro 5), bajo el

cultivo de fréjol, muestra diferencia significativa en la interacción labranza*fertilización, con un

promedio de 6.89, y un coeficiente de variación de 1,81 %. El análisis funcional Scheffé al 5

% mostró tres rangos de significancia (Cuadro 6). La interacción siembra directa con F2

presentó el mejor rango de significancia (7.12) y el rango de significancia más bajo estuvo

asociado con la interacción labranza convencional con F1 y F3 (6.98 - 6.62) como se observa

en la Figura 1 el pH del suelo en siembra directa tiende a subir y bajar independientemente

19

de la fertilización, presentando un pH bajo F3, mientras que en labranza convencional el pH

del suelo presenta valores más bajos; en los dos tipos de labranzas, la F1 y F3 presentaron

valores bajos. Además, presentó correlación positiva con las variables humedad, fosfatasa y

negativa con FDA. Lo contrario se encontró en un estudio del efecto de la labranza cero y

labranza convencional sobre las características físicas y químicas en un vertisol dístrico a una

profundidad de 0-20 cm, donde observaron que el pH en labranza cero presentó un valor de

6.7 respecto a la labranza convencional la cual mostró un valor de 7.8. Con esto se demostró

que el manejo del suelo con siembra directa y dosis de fertilizante altas tienden a disminuir el

pH en la capa superficial del suelo, que se relaciona con los resultados de pH asociados a F3

en los dos sistemas de labranza (Ramírez, Figueroa, Ordaz, & Volke, 2006).

Figura 1. Efecto de la interacción Labranza*fertilización en el pH del suelo, bajo el cultivo de fréjol.

Los resultados obtenidos en el análisis de varianza para la variable pH del suelo (Cuadro 5),

bajo el cultivo de amaranto, muestra diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 7,03 y un coeficiente de variación de 0,94 %. El

resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable mostró dos rangos de

significancia para las interacciones (Cuadro 6). En la interacción siembra directa con F0 y F1

presentan el mejor rango de significancia (7.16 – 7.08) y la interacción de labranza

convencional con F0 y F3 (7.15 – 7.05) y el rango más bajo de significancia la interacción

labranza convencional con F1 (6.80), Figura 2. El pH en siembra directa presentó valores altos

en las diferentes dosis de fertilizante en especial F1, y en labranza convencional el pH

incrementó a medida que sube la dosis de fertilizante; el menor valor presentó F1, además

presentó una correlación positiva con la β-Glucosidasa y FDA que se relaciona con un estudio

realizado por Kahlon & Gurpreet (2014) sobre el efecto de las prácticas de labranza en las

propiedades físico-químicas, donde no se obtuvo diferencia significativa sobre el pH del suelo,

pero los valores más altos están presentes en labranza convencional con 7.27. Sin embargo,

Islam, Saleque, Hossain, & Islam (2016) reporta que el pH del suelo al que no se le ha

fertilizado, independientemente de la labranza, mantienen los valores a 7.37, además el pH

20

en la superficie tiende a acidificarse en labranza cero por la no remoción del suelo y por la

fertilización que reciba.

Figura 2. Efecto de la interacción Labranza* fertilización en el pH del suelo, bajo el cultivo de amaranto.

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable pH del suelo (Cuadro

5), bajo el cultivo de maíz, muestra diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 6,97 y un coeficiente de variación de 0,95 %. El

resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5% para la variable mostró tres rangos de

significancia para las interacciones (Cuadro 6). El rango de significancia más alto presenta la

interacción siembra directa con F0 y F2 (7.12 – 7.10) y en la interacción labranza convencional

con F0 y F2 (6.96 – 6.98) y el rango de significancia más bajo presentó la interacción labranza

convencional con F3 (6.62), Figura 3. El pH del suelo aumentó con F0 y F2 en los dos sistemas

y disminuyó en la F1 y F3 en los dos sistemas de labranza, pero en siembra directa y labranza

convencional la disminución es mayor F3, lo que concuerda en un estudio sobre la labranza

de conservación y fertilización en el cultivo de maíz y su efecto en el suelo, donde se

observaron diferencias significativas en la aplicación de fertilizantes nitrogenados a parcelas

de siembra directa, con variaciones en el pH de 0.5 en comparación de la labranza

convencional que no presentó cambios significativos (Galeana et al., 2000). En cambio Motta,

Reeves, & Touchton (2002) en un estudio sobre el efecto de la labranza intensiva en los

indicadores químicos del suelo, en el cultivo de maíz, reporta que el tipo de labranza no afecta

significativamente en el pH, pero observaron que tanto la labranza y no labranza mantuvieron

los valores similares de pH de 5.8 a una profundidad 0-30 cm. Sin embargo, en un suelo que

se maneja con varios ciclos de maíz consecutivos, tienden a ser más ácidos en la superficie

debido al uso de fertilizantes nitrogenados que demanda el cultivo (Zuber, Behnke, Nafziger,

& Villamil, 2015).

21

Figura 3. Efecto de la interacción Labranza* fertilización en el pH del suelo, bajo el cultivo de maíz.

Humedad del suelo

Los resultados en el análisis de varianza para la variable humedad del suelo (Cuadro 5), bajo

el cultivo de fréjol, muestra diferencias significativas para la interacción labranza*fertilización,

con un promedio de 8.88 % y un coeficiente de variación de 8.01 %. El resultado de la prueba

de significancia Scheffé al 5 % para la variable mostró tres rangos de significancia para las

interacciones (Cuadro 6), presentando el mejor rango de significancia la interacción labranza

convencional con F0 (13.84 %) y el rango de significancia más bajo en la interacción labranza

convencional con F3 (6.63 %), Figura 4. La humedad en labranza convencional tiende a

disminuir a medida que aumenta la dosis de fertilizante y en siembra directa se mantiene

constante en las diferentes dosis de fertilizantes. Además, se encontró una correlación

negativa del pH con la actividad FDA. Esto es lo contrario a lo encontrado en un estudio

realizado por Moraru & Rusu (2012) en el cultivo de maíz y soya donde determinaron que la

humedad del suelo es mayor en parcelas de siembra directa con un 80 % en las primeras

etapas del desarrollo del cultivo, debido a que según su desarrollo, la demanda de agua

aumenta, aunque también puede verse influenciado por las condiciones climáticas. La

humedad del suelo que recibe una fertilización química no tiene diferencia significativa, pero

si esta fertilización es acompañada con una enmienda orgánica o labranza de conservación,

puede aumentar la humedad del suelo incrementando en un 9.9 %, hasta los 20 cm de

profundidad, de acuerdo a un estudio del impacto de la fertilización a largo plazo en el

contenido de agua de un Haploborolls (Song, Zhang, Liu, Sui, & Li, 2010).

22

Figura 4. Efecto de la interacción Labranza* fertilización en el contenido de humedad del suelo, bajo el cultivo de

fréjol.

Los resultados obtenidos en el análisis de varianza para la humedad del suelo (Cuadro 5) bajo

el cultivo de amaranto, presentó diferencias significativas para el factor labranza, con un

promedio de 24.38 % y un coeficiente de variación de 2.84 %. El resultado de la prueba de

significancia Scheffé al 5 % presentó dos rangos de significancia para el factor labranza

(Cuadro 6). Con el mayor rango de significancia para siembra directa (25.77 %) y el rango

más bajo para labranza convencional (22.99 %), lo que indica que, al utilizar los restos de la

cosecha como cobertura, se ayuda a mantener la humedad en el sistema con siembra directa.

Además, la humedad presentó una correlación positiva con la actividad β-Glucosidasa (r =

0.7633) y FDA (r = 0.4354). Esto se relaciona con un estudio sobre el efecto de la labranza

en las propiedades físicas del suelo para el cultivo de amaranto, donde se determinó que la

no labranza del suelo ayuda a que la humedad del suelo se incremente en un 10 % y se

mantenga durante el desarrollo del cultivo, en comparación con las diferentes labranzas

convencionales (Afolayan, Babalola & Igbeka, 2004). Además el contenido de humedad del

suelo puede variar entre el 13.1 % al 25.6 % en la siembra directa al utilizar rastrojo en la

superficie, según un estudio sobre la reducción de la labranza y el manejo de los residuos en

las propiedades físicas del suelo, en el cultivo de avena (Marakoglu & Carman, 2016).

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable humedad del suelo

(Cuadro 5), bajo el cultivo de maíz, presentó diferencias significativas para el factor labranza,

con un promedio de 20.47 %, y un coeficiente de variación de 8.06 %. El resultado de la

prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable mostró dos rangos de significancia para

el factor labranza (Cuadro 6). El mayor rango de significancia presenta el factor siembra

directa (22.71 %) y el menor rango de significancia para el factor labranza convencional (18.24

%), Figura 6. Lo que concuerda con la literatura, que indica que la siembra directa ayuda en

la retención de humedad. Además, se observó una correlación positiva con MOP (r = 0.5348)

y una correlación negativa con la actividad fosfatasa (r = -0.7873) y FDA (r = -0.5712). Estos

23

resultados se relacionan con un estudio sobre efecto de la labranza y la estructura del suelo

para el cultivo de maíz y fréjol, donde la labranza convencional tiende a perder más humedad

(46 %), a este sistema previamente se le retiró todos los restos de la cosecha de la superficie,

mientras en el caso de la labranza cero al dejar los restos de la cosecha, la pérdida de

humedad es menor hasta un 35 % y se mantiene por mayor tiempo. Navarro, Figueroa, Oedaz

& Gonzáles (2000) en otro estudio relacionado al contenido de agua del suelo bajo cultivo de

maíz, en zonas con escasas precipitaciones, los tratamientos sin labranza presentaron un

valor de 22.2 % en el contenido de humedad y para labranza convencional el contenido es

bajo, hasta 12.8 % debido a que la no labranza mejora la capacidad de retención de agua (Yu,

Peng, Ma, & Zhang, 2011).

Materia Orgánica Particulada del suelo

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable MOP del suelo (Cuadro

5), bajo el cultivo de fréjol, presentó diferencias significativas para el factor fertilización, con

un promedio de 22.44 %, y un coeficiente de variación de 15.31 %. El resultado de la prueba

de significancia Scheffé al 5 % para la variable mostró dos rangos de significancia para el

factor fertilización (Cuadro 6). Con el mayor rango de significancia se encuentran F1 y F3

(23.29 - 24.43 %) y el rango de significancia más bajo F0 (19.46 %), Figura 7. El contenido de

MOP aumenta a medida que se incrementa la dosis de fertilizante. Además, presentó una

correlación positiva con la actividad fosfatasa (r = 0.3670) y FDA (r=0.4481), Los resultados

se relaciona con el estudio de fertilización nitrogenada en cultivo de leguminosas y granos,

donde el carbono orgánico del suelo puede aumentar en un 12 %, siempre que esté

acompañado por una enmienda orgánica, ya que la adición nitrógeno activa la vida microbiana

del suelo, acelerando los procesos de descomposición (Hao, Wang, Chang, & Wei, 2017).

Además, la concentración de carbono orgánico del suelo es mayor en sistemas de no labranza

a una profundidad de 0-30 cm, con una ganancia del 21 % en un período largos. La fertilización

nitrogenada afecta el contenido de CO en períodos cortos, puede llegar a ser altamente

significativo con el tiempo, en un sistema de labranza convencional la ganancia puede llegar

hasta un 2 % en el mismo período de tiempo (Mazzoncini, Sapkota, Bàrberi, Antichi, & Risaliti,

2011).

24

Figura 5. Efecto de la fertilización en el contenido de materia orgánica particulada del suelo, bajo el cultivo de

fréjol.

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable MOP del suelo (Cuadro

5) bajo el cultivo de amaranto, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 37.32 % y un coeficiente de variación de 3.68 %.

El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable mostró tres rangos

de significancia para las interacciones (Cuadro 6). Con el mayor rango de significancia para

la interacción siembra directa con F0 y F2 (42.33 - 43.68 %) y en la interacción labranza

convencional con F1 (42.10 %), y el rango de significancia menor para la interacción siembra

directa con F3 (31.18 %) y la interacción labranza convencional con F3 (22.12 %), Figura 8. El

contenido de MOP en siembra directa incrementó con F2 y disminuye con F3 y en labranza

convencional se mantuvo constante excepto en la F1 que aumentó la MOP, esto se relaciona

con el estudio del efecto de las labranzas y fertilización nitrogenada que provoca cambios en

el contenido de carbono orgánico del suelo, donde la siembra directa contiene un 25% de

MOP, mientras la labranza convencional un 20 %, debido al constante laboreo del suelo que

ayuda a incorporar la materia orgánica al suelo, acelerando su descomposición, mientras la

siembra directa reporta que se acumula en la superficie (0-10 cm) (Awale, Chatterjee, &

Franzen, 2013).

25

Figura 6. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en el contenido de materia orgánica particulada del

suelo, bajo el cultivo de amaranto.

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable MOP del suelo (Cuadro

5), bajo el cultivo de maíz, presentó diferencias significativas para los factores labranza y

fertilización, con un promedio general de 24.50 %, y un coeficiente de variación de 6.61%. El

resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable MOP mostró dos rangos

de significancia para los dos factores labranza y fertilización (Cuadro 6), con el rango de

significancia más alto en siembra directa (26.33 %) y el rango más bajo en labranza

convencional (22.67 %). En el factor fertilización, el rango de significancia más alto presenta

la F2 (26.64 %) y el rango más bajo en F1 (23.58 %), Figura 10. La MOP aumenta en siembra

directa por la cobertura de la superficie; en labranza convencional con las diferentes dosis de

fertilizantes, permaneció constante, excepto F2 que aumentó. Además, presentó una

correlación negativa con la actividad fosfatasa (r = -0.8185) y β-Glucosidasa (r = -0.4971), la

cual se relaciona con lo mencionado en un estudio realizado en el cultivo de maíz en siembra

directa, que se puede encontrar valores altos en el contenido de MOP con 12 % en la

superficie de 0-15 cm, mientras que en labranza convencional se obtiene una distribución

vertical más uniforme del carbono orgánico con 9 % (Balesdent, Mariotti, & Boisgontier, 1990).

En agricultura de conservación las raíces permanecen intactas por la no labranza del suelo,

aumentando la entrada de carbono orgánico en zonas más profundas hasta 30 cm, que

incrementando el contenido de MOP en un 34 % (Parihar et al., 2016). Además, en la fracción

de la materia orgánica, las partículas mayores a 53 µm son las que más contribuyeron al

contenido de carbono orgánico del suelo con el 40 %, debido a que el tamaño de las partículas

mayores a 53 µm siguen en procesos de descomposición (Blanco-Moure, Gracia, Bielsa, &

López, 2011).

26

Figura 7. Efecto del factor fertilización en el contenido de MOP del suelo, bajo el cultivo de maíz.

Actividad de la enzima fosfatasa ácida en el suelo

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la actividad de la enzima fosfatasa

del suelo (Cuadro 5) bajo el cultivo de fréjol, presentó diferencias significativas para la

interacción labranza*fertilización, con un promedio de 335,44 μg ρ-NF/g suelo seco*h y un

coeficiente de variación de 11 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 %

para la variable mostró tres rangos de significancia para la interacción (Cuadro 6). El mayor

rango de significancia presentó la interacción siembra directa con F3 (408.08 μg ρ-NF/g suelo

seco*h) y el rango de significancia más bajo presentó la interacción siembra directa con F0

(307.28 μg ρ-NF/g suelo seco*h) y en la interacción labranza convencional con F1 y F3 con

(297.03 – 305.66 μg ρ-NF/g suelo seco*h), Figura 10. La actividad fosfatasa en siembra directa

disminuye a medida que la dosis de fertilizante baja y en labranza convencional la actividad

permanece constante en las diferentes dosis excepto la F1 y F3 que tiende a bajar. Estudios

han demostrado que las plantas secretan enzimas por las raíces y la cantidad difiere de la

especie y manejo (Ndakidemi, 2006). En un estudio sobre el efecto de los sistemas de

labranza convencional y fertilización, determinaron que la fosfatasa ácida tiene variaciones de

200-400 μg ρ-NF/g suelo seco*h dependiendo del tipo de labranza (convencional o siembra

directa) y fertilizante (nitrogenado o fosforado) que se utilice, estos resultados se relacionan

con una investigación en cultivos de leguminosas y cereales, donde se demostró que las

leguminosas requieren más fósforo para su crecimiento, por lo que en deficiencia del elemento

las raíces exudan más enzimas, aumentado su actividad (Oprică, Olteanu, Dunca, Marius, &

Zamfirache, 2011,Tabatabai, Fu, & Basta, 1992).

27

Figura 8. Efecto de la interacción Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima fosfatasa del suelo, bajo el

cultivo de fréjol.

En el análisis de correlación de la fosfatasa bajo el cultivo de fréjol con un nivel de significancia

del 5%, (Cuadro 7) presentó una relación positiva de la actividad enzimática con pH y MOP,

que indica si incrementar el pH (r = 0.2529) y MOP (r = 0.3670), aumenta la actividad fosfatasa.

La regresión lineal múltiple, indicó que al incrementar en una unidad de pH y MOP incrementa

en 77.49 y 5.42 la actividad fosfatasa, según la siguiente ecuación:

Fosfatasa = -320.53 + 77.49 pH + 5.42 MOP; r2 = 0.2264 (Anexo 9). Estos resultados, se

relacionan con un estudio sobre la actividad fosfatasa con diferentes usos del suelo, donde la

fosfatasa presentó una correlación de 0.498 con la MOP además la MOP explicó el 25% de

la variación de la actividad fosfatasa con un r2 = 0.25 (Dalurzo et al., 2000).

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la actividad fosfatasa del suelo

(Cuadro 5), bajo el cultivo de amaranto, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 401,61 μg ρ-NF/g suelo seco*h y un coeficiente de

variación de 5,67 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable

mostró cuatro rangos de significancia en las interacciones (Cuadro 6), presentando el mayor

rango de significancia la interacción siembra directa con F0 (505.61 μg ρ-NF/g suelo seco*h)

y el rango de significancia más bajo la interacción siembra directa con F2 (303.77 μg ρ-NF/g

suelo seco*h), Figura 11. La actividad fosfática en siembra directa baja a medida que aumenta

la dosis de fertilizante; y en labranza convencional la actividad permanece constante, excepto

en la F2 que baja. Los valores obtenidos están influenciados por el sistema de labranza que

se aplique y el manejo de la fertilización ya que condiciones de deficiencia en fósforo

disponible para las plantas la secreción por parte de las raíces aumenta hasta en un 72%

obteniendo valores altos de actividad fosfatasas (Ndakidemi, 2006). Además, la siembra

directa facilita la acumulación del fósforo orgánico por parte de los residuos que se maneja en

la superficie y aumenta la actividad fosfatasa (140 μg ρ-NF/g suelo seco*h) del suelo (Wei,

Chen, Zhang, Liang, & Chen, 2014).

28

Figura 9. Efecto de la interacción Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima fosfatasa del suelo, bajo el

cultivo de amaranto.

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la actividad fosfatasa del suelo

(Cuadro 5), bajo el cultivo de maíz, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 392.39 μg ρ-NF/g suelo seco*h y un coeficiente de

variación de 0,81 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable

mostró tres rangos de significancia para las interacciones (Cuadro 6). El mayor rango de

significancia se obtuvo en el sistema con labranza convencional y todas las dosis de

fertilizantes (451.91 – 499.16 μg ρ-NF/g suelo seco*h) y el rango más bajo en siembra directa

con F2 (244.40 μg ρ-NF/g suelo seco*h), Figura 12. La actividad fosfática en siembra directa

presentó valores bajos con respecto a labranza convencional con valores altos en todas las

dosis de fertilizantes, pero el valor más bajo presenta F2 de siembra directa. Contrariamente

a lo encontrado por Heidari, Mohammadi & Sohrabi (2016), en su estudio sobre la respuesta

de labranzas y fertilización en el cultivo de soya y maíz en rotación, donde la mayor actividad

de la fosfatasa está presenta en labranza cero con 189.1 μg ρ-NF/g suelo seco*h y el más

bajo en labranza convencional con 125.9 μg ρ-NF/g suelo seco*h. La actividad fosfática

depende significativamente del tipo de abono (orgánico) y de la fertilización química que

reciba, debido a que pueden suprimir la actividad por el fósforo disponible.

29

Figura 10. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima fosfatasa del suelo

bajo el cultivo de maíz.

En el análisis de correlación de la actividad fosfatasa bajo el cultivo de maíz con un nivel de

significancia del 5 %, (Cuadro 7) presentó una relación inversa, indica que al disminuir la

humedad (r = -0.7873) y MOP (r = -0.8185) la actividad de la enzima fosfatasa también

disminuye. En la regresión lineal múltiple indicó que al incrementar en una actividad de

humedad y MOP incrementa en 16.69 y 19.79 la actividad fosfatasa, según la siguiente

ecuación: Fosfatasa = 1219.17 − 16.69 H − 19.79 MOP; r2 = 0.8411. Lo que concuerda con lo

obtenido por Paz-Ferreiro, Trasar-Cepeda, Leirós, Seoane & Gil-Sotres (2007) en su estudio

sobre las propiedades bioquímicas de suelos ácidos en pastizales, donde determinaron una

relación negativa del carbono orgánico con la fosfatasa (r=-0.53; p<0.10), a lo contrario de

Morugán-Coronado, García-Orenes, & Cerdà (2015) en su estudio sobre los cambios en la

actividad microbiana en suelos agrícolas, encontraron una relación positiva de la humedad

del suelo (r = 0.6174; p<0.05 ) con la fosfatasa debido a su contribución de mejorar la actividad

microbiana del suelo, cuando hay mejoras en la materia orgánica.

Actividad de la enzima β-Glucosidasa del suelo

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la actividad β-glucosidasa del suelo

(Cuadro 5), bajo el cultivo de fréjol, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 363.20 μg ρ-NF/g suelo seco*h y un coeficiente de

variación de 3,08 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la actividad

β-glucosidasa mostró tres rangos de significancia para las interacciones (Cuadro 6). Donde el

rango más alto corresponde a la interacción labranza convencional con F2 (351.06 μg ρ-NF/g

suelo seco*h) y el rango más bajo a la interacción siembra directa F0 (161.36 μg ρ-NF/g suelo

seco*h), Figura 13. La actividad β-Glucosidasa en siembra directa aumenta a media que se

incrementa la dosis de fertilizante y en labranza convencional la actividad permanece

constante. Contrariamente a lo encontrado por Deng & Tabatabai, (1996a) en su estudio sobre

el efecto de las labranzas y manejo de residuos, donde la actividad enzimática β-glucosidasa

30

fue mayor en suelos no labrados y doble cobertura con 300 μg ρ-NF/g suelo seco*h, debido a

que la cobertura del suelo aumenta la retención de agua, evitando que se pierda por

evaporación. Esto favorece el desarrollo microbiano y la síntesis de enzimas. Además, la

variación de los resultados puede verse influenciado por las condiciones de campo; la

alteración no uniforme del suelo o la incorporación de residuos pueden cambiar el ambiente

para el desarrollo microbiano, afectando la síntesis y persistencia de la enzima. En un estudio

realizado por Magan & Lynch (1986) demostraron que el crecimiento de hongos que

descomponen la celulosa de la MO del suelo, está influenciado por el contenido de agua del

suelo, ya que los hongos son las principales fuentes de la enzima β-glucosidasa en el suelo.

La actividad de la enzima β-glucosidasa es significativa en la superficie del suelo (no labranza)

al no realizar actividades de incorporación de residuos al suelo (labranza) y manejo de

fertilizantes que favorecen a la actividad microbiana, pero en labranza convencional se puede

encontrar valores más altos en capas más profundas (Ferraz de Almeida et al, 2015).

Figura 11. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima β-glucosidasa del

suelo bajo el cultivo de fréjol.

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la actividad β-glucosidasa del suelo

(Cuadro 5), bajo el cultivo de amaranto, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 174.52 μg ρ-NF/g suelo seco*h, y un coeficiente de

variación de 14,58 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5% para la variable

mostró tres rangos de significancia para las interacciones (Cuadro 6). El rango de significancia

más alto presenta la interacción siembra directa con F0 (273.92 μg ρ-NF/g suelo seco*h) y el

rango más bajo de significancia en labranza convencional con F1 y F2 (140.57 – 128.72 μg ρ-

NF/g suelo seco*h), Figura 14. La actividad β-Glucosidasa en siembra directa baja a medida

que aumenta la dosis de fertilizante; y en labranza convencional la actividad disminuye a

medida que sube la dosis de fertilizante hasta F2. Esto concuerda con Martín-Lammerding,

Navas, Albarrán, Tenorio, & Walter (2015) en su estudio sobre la agricultura de conservación

en la actividad enzimática, donde la actividad β-glucosidasa es mayor en siembra directa con

31

50 μg ρ-NF/g suelo seco*h y bajo en labranza convencional con 21 μg ρ-NF/g suelo seco*h,

debido a que en un sistema de labranza convencional se agota rápidamente la MO; lo que

ocasiona la disminución de azúcares simples, que utilizan los microorganismos para su

funcionamiento, relacionado con la disminución de la actividad enzima β-glucosidasa

(Adetunji, Lewu, Mulidzi, & Ncube, 2017).

Figura 12. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima β-glucosidasa del

suelo bajo el cultivo de amaranto.

En el análisis de correlación de la actividad β-glucosidasa bajo el cultivo de amaranto con un

nivel de significancia del 5 %, (Cuadro 7) se encontró una relación positiva que indica que al

incrementar el pH (r = 0.4831), humedad (r = 0.7633) y fosfatasa (r = 0.5251), la actividad de

la β-Glucosidasa también se incrementa. El análisis de regresión lineal múltiple indicó que al

incrementar en una unidad la humedad y la actividad fosfatasa incrementa en 17.27 y 0.28

la actividad β-glucosidasa, según la siguiente ecuación: β − Glucosidasa = −358.2 + 17.27 H +

0.28 Fasa; r2 = 0.7696. Lo que concuerda con un estudio sobre la variabilidad de la actividad

glucosidasa en un suelo bajo cultivo de trigo, donde encontraron una relación positiva con la

humedad (r = 0.41; p<0.05), pero no considera una relación marcada, ya que la actividad β-

glucosidasa es un factor importante en la actividad biológica que descompone a MO del suelo

(Piotrowska & Dlugosz, 2017).

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la actividad β-glucosidasa del suelo

(Cuadro 5), bajo el cultivo de maíz, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 157.90 μg ρ-NF/g suelo seco*h, y un coeficiente de

variación de 3,65 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable

mostró dos rangos de significancia para las interacciones (Cuadro 6). El rango de significancia

más alto presentó siembra directa con F0 (175.35 μg ρ-NF/g suelo seco*h) y labranza

convencional con F1 y F3 (173.96 – 174.65 μg ρ-NF/g suelo seco*h); y el rango más bajo

presentó siembra directa con F1 (121.90 μg ρ-NF/g suelo seco*h), Figura 15. La actividad β-

Glucosidasa en siembra directa incrementan con F2 y F3 con respecto a F1 y en labranza

32

convencional la actividad presenta valores altos en todos los niveles de fertilización. Los

resultados concuerdan con lo encontrado por Zhang et al., (2015) en su estudio sobre los

cambios de la actividad enzimática en diferentes regímenes de fertilización, donde la

fertilización inorgánica con nitrógeno tiene un impacto positivo en la actividad de la enzima

con 500 μg ρ-NF/g suelo seco*h, debido a que una disponibilidad alta de nitrógeno en el suelo,

permite que los microorganismos asignen el nitrógeno para la producción de enzimas y así

obtener energía para procesar el carbono.

Figura 13. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la enzima β-glucosidasa del

suelo bajo el cultivo de maíz.

En el análisis de correlación para la actividad β-glucosidasa bajo el cultivo de maíz con un

nivel de significancia del 5 %, (Cuadro 7) presentó una relación negativa con MOP (r = -0.4971)

y una relación positiva con la fosfatasa (r = 0.6316), que indica que al disminuir la MOP

disminuye la actividad y sí aumenta la Fosfatasa aumenta la actividad β-glucosidasa. El

análisis de regresión lineal múltiple indica que al incrementar en una unidad la MOP y

fosfatasa incrementa en 0.42 y 0.13 la actividad β-glucosidasa, según la siguiente ecuación:

β − Glucosidasa = 95.62 + 0.42 MOP + 0.13 Fasa; r2 = 0.4001. lo contrario a lo encontrado por

Pajares-Moreno, Gallardo-Lancho & Etchevers-Barra (2010), en su estudio sobre los

indicadores bioquímicos en un suelo volcánico, donde encontraron una relación positiva de

materia orgánica (r = 0.936; p<0.05) y de la fosfatasa (0.963; p<0.05) con la actividad β-

glucosidasa, ya que la enzima forma parte del proceso de mineralización de los residuos

orgánicos del suelo.

Actividad enzimática mediante el diacetato de fluoresceína

Los resultados obtenidos en el análisis de varianza para la variable FDA del suelo (Cuadro 5),

bajo el cultivo de fréjol, presentó diferencias significativas para el factor fertilización, con un

promedio de 144.01 µg de fluoresceína /g*h y un coeficiente de variación de 14.97 %. El

33

resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para esta variable mostró tres rangos

de significancia para el factor fertilización (Cuadro 6). El rango de significancia más alto

presenta la F3 (177.34 µg de fluoresceína /g*h) y el rango de significancia más bajo en la F0

(88.81 µg de fluoresceína /g*h), Figura 16. La actividad FDA aumenta a medida que la dosis

de fertilizante incrementa. La hidrólisis de di acetato de fluoresceína se utiliza para la

estimación de la actividad microbiana total del suelo, y se hidroliza por esterasas, proteasas

y lipasas que están involucradas en el proceso de descomposición de la materia orgánica

(Schnürer & Rosswall, 1982). En concordancia con lo obtenido por Sánchez-Monedero et al.,

(2008), la actividad de los microorganismos se ve influenciada por la adición de los fertilizantes

nitrogenados, con valores de FDA de 301.24 µg de fluoresceína /g*h, debido a que ayuda a

que la materia orgánica se descomponga más rápido por la acción de hongos y bacterias del

suelo que utilizan el nitrógeno disponible de la fertilización.

Figura 14. Efecto de la fertilización en la actividad de la FDA del suelo, bajo el cultivo de fréjol.

En el análisis de correlación de la actividad FDA bajo el cultivo de fréjol con un nivel de

significancia del 5%, (Cuadro 7) presentó una relación positiva con la MOP (r = 0.4481),

Fosfatasa (r = 0.3334) y β-glucosidasa (r = 0.4853) y una relación negativa con el pH (r = -

0.2829) y humedad (r = -0.4855), indica si incrementa la MOP, fosfatasa, β-glucosidasa

incrementa la actividad y sí disminuye el pH y humedad disminuye la actividad FDA. En el

análisis de regresión lineal múltiple indicó que al incrementar en una unidad el pH, Humedad,

MOP, Fosfatasa y β-glucosidasa incrementa en 20.64, 0.80, 3.39, 0.25 y 0.17 la actividad FDA

respectivamente, según la siguiente ecuación: FDA = 144.36 − 20.64 pH − 7.80 H +

3.39 MOP + 0.25 Fasa + 0.17βGlu; r2 = 0.6204. Se relaciona con el estudio de Gaspar, Cabello,

Pollero, & Aon (2001), que encontraron una correlación negativa de la humedad del suelo con

la actividad FDA (r = -0.658; p<0.001); en su estudio de FDA en su estudio de biomasa de

hongos del suelo y Benintende, Benintende, Sterren, & De Battista (2008) encontraron una

34

relación positiva de la MO con la actividad FDA del suelo (r = 0.74; p<0.05), en su estudio de

sobre indicadores biológicos del suelo.

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable FDA de suelo (Cuadro

5), bajo el cultivo de amaranto, presentó diferencias significativas para la interacción

labranza*fertilización, con un promedio de 148.48 µg de fluoresceína /g*h y un coeficiente de

variación de 11.51 %. El resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable

FDA presentó tres rangos de significancia para las interacciones (Cuadro 6). El rango de

significancia más alto en la interacción siembra directa con F1 (189.47 µg de fluoresceína /g*h)

y el rango de significancia más bajo presenta la interacción labranza convencional por F2

(93.52 µg de fluoresceína /g*h), Figura 17. La actividad enzimática FDA en siembra directa

permanece constante en las diferentes dosis de fertilizantes, excepto en la F1 que aumentó; y

en labranza convencional disminuye a medida que aumenta las dosis de fertilizante, excepto

con F3. Estos resultados se relacionan con lo estudiado por Chakraborty, Chakrabarti,

Chakraborty, & Ghosh, (2011), mencionan que debido a que la fertilización mineral que se

aplica al suelo, utilizan los microorganismos como para su metabolismo, por lo que los valores

más altos de la actividad microbiana presentaron las parcelas con un tratamiento de

fertilización 100% de la recomendación, más abonos orgánicos con valores de FDA de 104

µg de fluoresceína /g*h, y el más bajo en las parcelas testigos con 52 µg de fluoresceína /g

suelo*h.

Figura 15. Efecto de la interacción de la Labranza*Fertilización en la actividad de la FDA del suelo, bajo el cultivo

de amaranto.

En el análisis de correlación de la actividad FDA bajo el cultivo de amaranto con un nivel de

significancia del 5%, (Cuadro 7), presentó una relación positiva con el pH (r = 0.5905),

humedad (r = 0.5905) y β-Glucosidasa (r = 0.4853) que indica que, al incrementar el pH,

humedad y β-Glucosidasa incrementa la actividad FDA del suelo. En el análisis de regresión

lineal múltiple, indicó que al incrementar en una unidad pH, humedad y β-Glucosidasa

incrementa en 118.97, 2.54 y 0.11 la actividad FDA respectivamente, según la siguiente

35

ecuación: FDA = −767 + 118.91 pH + 2.54 H + 0.11 βGlu; r2 = 0.4093. El almacenamiento de

carbono del suelo depende de factores ambientales y humanos. Siendo la labranza del suelo

la actividad que afecta los procesos; de acumulación de carbono orgánico, humedad, por la

remoción que altera las condiciones de vida de los microorganismos. Valores de FDA mayores

se presentan en suelos no perturbados 4.56 µg de fluoresceína /g*h, los que están en

transición con 4.61 µg de fluoresceína /g*h, y los más bajos para para labranza convencional

con 3.65 µg de fluoresceína /g*h (Son, Keum, Rae, & Kim, 2006).

Los resultados obtenidos en el análisis de la varianza para la variable FDA del suelo (Cuadro

5), bajo el cultivo de maíz, presentó diferencias significativas para el factor labranza. Con un

promedio de 124.04 µg de fluoresceína /g*h y un coeficiente de variación de 4.08 %. El

resultado de la prueba de significancia Scheffé al 5 % para la variable mostró dos rangos de

significancia para el factor labranza (Cuadro 6). El mejor rango de significancia presenta

labranza convencional (132.26 µg de fluoresceína /g*h) para siembra directa el menor rango

de significancia (115.83 µg de fluoresceína /g*h), Figura 18. La actividad enzimática FDA

aumenta en labranza convencional y baja en siembra directa. Lo contrario a lo realizado por

Gajda et al. (2013), en un estudio sobre los cambios en la calidad del suelo asociados a la

labranza, utiliza la actividad FDA para evaluar los efectos, donde la actividad se vio afectado

significativamente en los suelos sin labranza presentó 126.7 µg de fluoresceína /g*h y

labranza de convencional presentó 50.5 µg de fluoresceína /g*h.

En el análisis de correlación de la actividad FDA bajo el cultivo de maíz con un nivel de

significancia del 5%, (Cuadro 7), presentó una relación negativa de la humedad (r = -0.5712)

y una relación positiva con la fosfatasa (r = 0.5340) que indica que al disminuir la humedad

disminuye la actividad y al aumentar la fosfatasa aumenta la actividad FDA. En el análisis de

regresión lineal múltiple, indicó que al incrementar en una unidad la humedad y fosfatasa

incrementa en 2.11 y 0.035 la actividad FDA respectivamente, según la siguiente ecuación:

FDA = 153.65 − 2.11 H + 0.035 Fasa; r2 = 0.3450. Estos resultados concuerdan con el estudio

de efecto de las labranzas con las actividades biológicas del suelo, donde presentan una

correlación positiva entre el carbono orgánico del suelo y parámetros biológicos estudiados

con FDA, donde la actividad se ve afectada significativamente por los sistemas de labranza

(Convencional, reducida y cero) para el cultivo de maíz, con valores para labranza cero de

27.95 µg de fluoresceína/g suelo*h y para labranza convencional de 22.91 µg de

fluoresceína/g suelo*h a una profundidad de 0-15 cm (Kumar, Panda, Srivastava, & Mishra,

2017).

36

Cuadro 5. Análisis de la varianza de pH, humedad, MOP, fosfatasa, β-glucosidasa y FDA bajo los cultivos de Fréjol, Amaranto y Maíz.

Fréjol

F.V. pH

Humedad (%)

MOP (%)

Fosfatasa

(μg ρ-NF/g suelo seco*h)

β-glucosidasa

(μg ρ-NF/g suelo seco*h)

FDA

(µg de fluoresceína

/g*h)

GL Cuadro Medios

Total 63 0.044 6.69 15.93 2846.16 0.072 2564.69

Labranza 1 0,56* 0.21ns 38.18ns 50783,75* 1,15* 2633.49ns

Fertilización 3 0,4* 51.83* 72,37* 6889,48* 0,4* 23535.84*

Labranza*Fertilización 3 0,05* 44.28* 29.20ns 8662,09* 0,19* 704.2ns

Error 56 0.02 2.38 11.80 1461.96 0.03 1539.67

Promedio 6.89 8.88 22.44 335.44 263.20 144.01

C.V. 1.81% 8% 15.31% 11% 3.08% 14.97%

Amaranto Total 23 0.016 3.298 5.58e-11 4825.92 0.052 1051.938

Labranza 1 0,035* 45,927* 3,146e-11* 7936,300* 0.46* 3440,658*

Fertilización 3 0,027* 6,514ns 1,718e-10* 23577,471* 0.16* 2310,668*

Labranza*Fertilización 3 0,06* 0.898ns 2,105e-10* 8006,873* 0.057* 3048,391*

Error 16 0.004 0.48 6.542e-12 519.176 0.0056 292.296

Promedio 7.02 24.38 37.32 401.61 174.52 148.48

C.V. 0.94% 2.84% 3.68% 5.67% 14.58% 11.51%

Maíz Total 23 0.2898 7.696 7.07 0.065 340.426 0.000024

Labranza 1 0.001ns 120,243* 80,337* 1.24* 2484,124* 2.1e-3*

Fertilización 3 0,177* 0.61ns 12,344* 0.05* 503,887* 1.6e-4ns

Labranza*Fertilización 3 0,0217* 3.8ns 1.077ns 0.022* 1100,931* 2.8e-4ns

Error 16 0.004 2.722 2.624 2.4e-2 33.201 1.4e-4

Promedio 6.97 20.47 24.5 392.39 157.902 124.04

C.V. 0.95% 8.06% 6.61% 0.81% 3.65% 4.08%

* = significativo; C.V.= coeficiente de variación; ns = no significativo

37

Cuadro 6. Prueba de significancia Scheffé al 5% y promedios para seis variables en el estudio, en los cultivos de Fréjol, Amaranto y Maíz.

Fréjol

pH Humedad

(%) MOP (%)

Fosfatasa

(μg ρ-NF/g suelo seco*h)

β-Glucosidasa

(μg ρ-NF/g suelo seco*h)

FDA

(µg de fluoresceína /g*h)

Labranza

L1 6.99 a 8.93 23.21 363.6 a 228.22 a 137.59 L2 6.8 b 28.13 21.67 307.27 b 298.18 b 150.42

Fertilización

F0 7.00 a 11.49 a 19.46 b 311.13 a 213.64 b 88.81 c F1 6.8 b 7.51 b 23.29 a 325.97 a 252.41 ab 152.08 b

F2 7.05 a 8.64 b 22.58 ab 347.77 a 287.27 a 157.80 b F3 6.72 b 7.89 b 24.43 a 356.87 a 299.48 a 177.34 a

Labranza*Fertilización

T1 7.04 ab 9.14 bc 18.23 307.28 c 161.36 c 90.31 T2 6.97 ab 7.78 bc 25.01 354.91 abc 242.75 bc 148.72

T3 7.12 a 9.7 b 23.92 384.14 ab 223.48 bc 145.93 T4 6.83 bc 9.14 bc 25.69 408.08 a 285.29 ab 165.42

T5 6.96 ab 13.84 a 20.69 314.98 bc 265.92 ab 87.31

T6 6.63 c 7.25bc 21.56 297.03 c 262.06 ab 155.45 T7 6.98 ab 7.58 bc 21.25 311.4 bc 351.06 a 169.68

T8 6.62 c 6.63 c 23.17 305.66 c 313.67 ab 189.25

Amaranto

Labranza

L1 7.06 a 25.77 a 38.41 a 383.42 a 199.99 a 160.45 a L2 6.98 b 22.99 b 36.23 a 419.79 a 149.05 b 136.51 a

Fertilización

F0 7.11 a 25.69 a 38.13 a 477.67 a 218.92 a 163.52 a F1 6.98 b 24.08 a 39.28 a 416.52 ab 168.72 ab 153.60 a F2 6.97 b 23.19 a 39.08 a 327.46 c 143.29 b 119.69 a F3 7.02 a 24.57 a 32.79 a 384.79 bc 167.16 ab 157.10 a

Labranza*Fertilización

T1 7.08 a 27.13 42.33 a 505.61 a 273.68 a 160.03 ab T2 7.16 a 24.91 36.46 b 400.62 bc 196.87 b 189.47 a

T3 6.99 ab 24.76 43.68 a 303.77 d 157.85 bc 145.87 abc

T4 7.00 ab 26.27 31.18 c 323.70 cd 171.56 bc 146.44 abc T5 7.15 a 24.25 33.93 bc 449.73 ab 164.16 bc 167.01 ab

T6 6.8 b 23.26 42.1 a 432.42 ab 140.57 c 117.73 bc T7 6.94 ab 21.62 34.49 bc 351.15 cd 128.72 c 93.52 c

T8 7.05 a 22.87 22.12 c 445.87 ab 162.76 bc 167.76 ab

38

Maíz

Labranza

L1 6.98 22.71 a 26.33 a 306.03 a 147.73 a 115.83 b L2 6.96 18.24 b 22.67 b 478.75 b 168.08 b 132.26 a

Fertilización

F0 7,15 a 20.95 23,82 b 402,19 a 168,41 a 117.2 F1 6,92 b 20.27 23,58 b 411,98 a 147,93 a 126.7 F2 7,05 ab 20.35 26,64 a 348,16 a 153,06 a 129.01 F3 6,76 c 20.33 23,96 ab 407,23 a 162,21 a 123.25

Labranza*Fertilización

T1 7,12 a 23.01 25.22 338,65 b 175,35 a 109.46 T2 6,87 bc 21.45 25.25 325,75 b 121,90 c 123.76

T3 7,10 a 23.14 29.04 244,40 c 143,90 b 111

T4 6,82 bc 23.24 25.79 315,31 b 149,77 b 119.08 T5 7,18 a 18.89 22.41 465,73 a 161,47 ab 124.94

T6 6,98 ab 19.08 21.91 498,20 a 173,96 a 129.63 T7 7,00 a 17.56 24.23 4.51.91 a 162,22 ab 147.03

T8 6,69 c 17.42 22.12 499,16 a 174,65 a 127.43

Medias con una letra en común no son significativamente diferentes (p>0.05).

39

Cuadro 7. Coeficientes de Correlación de Pearson para las variables en estudio, en los cultivos de Fréjol, Amaranto y Maíz.

Fréjol

pH Humedad MOP Fosfatasa β-Glucosidasa FDA

pH 1.0000 Humedad 0.3555* 1.0000 MOP -0.1282 0.0250 1.0000 Fosfatasa 0.2529* 0.1677 0.3670* 1.0000 β-Glucosidasa -0.1919 -0.1581 0.0848 0.0595 1.0000 FDA -0.2829* -0.4855* 0.4481* 0.3334* 0.4315* 1.0000

Amaranto

pH Humedad MOP Fosfatasa β-Glucosidasa FDA

pH 1.0000 Humedad 0.3809 1.0000 MOP -0.2525 0.1761 1.0000 Fosfatasa 0.2479 0.1260 0.1487 1.0000 β-Glucosidasa 0.4831* 0.7633* 0.2779 0.5251* 1.0000 FDA 0.5905* 0.4354* -0.0955 0.2393 0.4853* 1.0000

Maíz

pH Humedad MOP Fosfatasa β-Glucosidasa FDA

pH 1.0000 Humedad 0.2144 1.0000 MOP 0.1010 0.5348* 1.0000 Fosfatasa -0.1469 -0.7873* -0.8185* 1.0000 β-Glucosidasa 0.1368 -0.3493 -0.4971* 0.6316* 1.0000 FDA -0.1937 -0.5712* -0.3994 0.5340* 0.1643 1.0000

*: Existe correlación. p<0.05

40

V. CONCLUSIONES

La actividad enzimática de la β-glucosidasa en el suelo estudiado indicó que fue una variable

sensible a labranza y fertilización; evidenciando efectos significativos en la interacción de los

factores analizados (Labranza*Fertilización). Bajo el cultivo de fréjol la actividad β-glucosidasa

aumentó con el incremento de los niveles de fertilización en siembra directa, en labranza

convencional presentó una actividad alta, la mayor asociada a F2; bajo el cultivo de amaranto

el mayor rango ésta asociado a siembra directa con F0, para la branza convencional los niveles

de actividad son bajos en especial F1 y F2; bajo el cultivo de maíz la actividad más baja está

asociada a F1 en siembra directa, en labranza convencional presentó los valore más altos de

la actividad.

La actividad β-glucosidasa presentó correlación positiva con pH, humedad y fosfatasa bajo el

cultivo de amaranto; una relación negativa con MOP y positiva con fosfatasa bajo el cultivo de

maíz; y ninguna relación con las variables evaluadas bajo el cultivo de fréjol.

La actividad enzimática fosfatasa ácida en el suelo estudiado indicó que fue una variable

sensible a la labranza y fertilización; evidenciando efectos significativos en la interacción de

los factores analizados (Labranza*Fertilización). Bajo el cultivo de fréjol la actividad fosfatasa

presentó un incremento en la actividad a medida que aumenta la fertilización en siembra

directa, en labranza convencional la actividad es baja y permanece constante en los diferentes

niveles de fertilización; bajo el cultivo de amaranto la actividad fosfatasa es mayor en F0 y baja

con la fertilización, en labranza convencional la actividad es alta en todas las fertilizaciones

excepto con F2 que es baja; bajo el cultivo de maíz la actividad fosfatasa es baja en siembra

directa, en relación a labranza convencional que sus valores son altos.

La actividad fosfatasa presentó una correlación positiva con pH y MOP bajo el cultivo de fréjol,

y una relación negativa con la Humedad y MOP bajo el cultivo de maíz y ninguna relación con

las variables evaluadas bajo el cultivo de amaranto.

La actividad enzimática FDA en el suelo estudiado indicó que no fue una variable sensible a

los diferentes manejos aplicados al no obtener efectos significativos en la interacción de los

factores analizados en cultivo de fréjol presentó efecto los niveles de fertilización y maíz

presentó efecto los tipos de labranza; sin embargo, en el cultivo de amaranto, si presentó

efectos significativos en la interacción. Bajo el cultivo de fréjol presentó mayor actividad a

medida que aumentó la dosis de fertilizante el más alto en F3; bajo el cultivo de amaranto en

siembra directa la actividad fue alta en todos los niveles de fertilización, para labranza

convencional la actividad disminuye a medida que incrementa la dosis de fertilizante, excepto

41

en la F3 que aumenta, bajo el cultivo de maíz la mayor actividad presenta labranza

convencional.

La actividad FDA presentó una correlación negativa con pH, humedad y positiva con MOP,

fosfatasa, β-glucosidasa bajo el cultivo de fréjol; una relación positiva con pH, humedad y β-

glucosidasa bajo el cultivo de amaranto; una relación negativa con humedad y positiva con

fosfatasa bajo el cultivo de maíz.

El pH del suelo estudiado indicó que fue una variable sensible a labranza y fertilización;

evidenciando efectos significativos en la interacción de los factores analizados

(Labranza*Fertilización). Bajo el cultivo de fréjol aumentó a medida que incrementó la

fertilización excepto con F3 que baja en siembra directa, en labranza convencional presentó

valores bajos en especial F1 y F3, balo el cultivo de amaranto presentó valores altos de pH en

especial en F1 con siembra directa, en labranza convencional aumentó el pH a medida que

aumenta el fertilizante, excepto F0 que presentó un valor alto; bajo el cultivo de maíz el pH

aumentó con F0 y F2 en los dos sistemas y disminuyó en la F1 y F3 en los dos sistemas de

labranza, pero en siembra directa y labranza convencional la disminución es mayor F3

La humedad del suelo indicó que no fue una variable sensible a los diferentes manejos

aplicados al no obtener efectos significativos en la interacción de los factores analizados, sin

embargo, bajo el cultivo de fréjol presentó efectos significativos la interacción

(Labranza*Fertilización), para amaranto y maíz presentó efectos significativos los tipos de

labranza. Bajo el cultivo de fréjol la humedad presentó valores constantes en siembra directa,

para labranza convencional la humedad disminuye al aumentar la dosis de fertilizante, bajo el

cultivo de amaranto y maíz presentó mayor humedad en siembra directa.

La MOP del suelo indicó que no fue una variable sensible a los diferentes manejos aplicados

al no obtener efectos significativos en la interacción de los factores analizados bajo el cultivo

de fréjol presentó efectos significativos los niveles de fertilización y bajo el cultivo de maíz

presentó efectos significativos los factores por separado, sin embargo, bajo el cultivo de

amaranto presentó efectos significativos la interacción (Labranza*Fertilización). Bajo el cultivo

d fréjol presentó valores altos de MOP en los diferentes niveles de fertilización, excepto en F0

que es bajo, bajo el cultivo de amaranto presentó valores alto al incrementar la fertilización, a

excepción de F3 que es bajo para siembra directa, en labranza convencional presentó valores

altos de MOP, excepto en F3 que presentó valores bajos, bajo el cultivo de maíz presentó un

valor alto en siembra directa y para los niveles de fertilización presentó el valor más alto F2.

42

VI. RECOMENDACIONES

La actividad enzimática puede verse influenciada por el tiempo de conservación de las

muestras, ya que el suelo es un sistema vivo; por lo que se recomienda reducir el tiempo de

espera para el análisis de las muestras en laboratorio para que la actividad de las enzimas no

esté influenciada por el almacenamiento (congelación).

Los cambios de la actividad enzimática del suelo pueden diferir con el tiempo en el cual el

suelo ha estado bajo manejo de conservación o labranza intensiva, por lo que se recomienda

continuar con este tipo de investigaciones enzimáticas y de otros parámetros biológicos, para

determinar el efecto de la labranza y niveles de fertilización en un periodo mayor (5-10 años)

en el mismo sistema y suelo.

Se recomienda la aplicación de este estudio en diferentes cultivos de interés económico, con

la finalidad demostrar los beneficios al adoptar un manejo conservacionista del suelo.

43

VII. RESUMEN

Las prácticas de manejo del suelo afectan a la población de microorganismos y en sus

procesos microbianos en el suelo. Las propiedades físicas, químicas y bioquímicas pueden

ser alteradas significativamente por las prácticas de manejo como: los tipos de labranzas,

manejo de residuos de la cosecha, que permite que la MO se acumule. La MO del suelo

desempeña un rol importante en la vida de los microorganismos y está constituida por residuos

vegetales y de animales en diferentes etapas de descomposición. Las enzimas participan en

los procesos de mineralización de la MO que liberan nutrientes específicos que utilizan las

plantas. La actividad enzimática del suelo está relacionada con el ciclo de los nutrientes y con

la actividad de los microorganismos en interacción con las plantas, por lo que se considera un

indicador sensible frente a los cambios en las prácticas de manejo del suelo.

Por lo que antecede, la presente investigación evaluó la actividad enzimática en un suelo

agrícola andino, bajo dos tipos de labranza (siembra directa o no labranza y labranza

convencional), cuatro niveles de fertilización y tres cultivos: fréjol (Phaseolus vulgaris L.),

amaranto (Amaranthus caudatus L.) y maíz (Zea mays L.). Para este estudio se cuantificó la

actividad de las enzimas fosfatasa ácida, β-glucosidasa, e hidrólisis del diacetato de

fluoresceína (FDA) con el objeto de identificar el mejor indicador de actividad enzimática del

suelo.

La investigación se realizó en el LQAS, con muestras provenientes del experimento en campo

ubicado en el lote 4.2 del CADET de la FACg de la UCE, Provincia de Pichincha, Cantón

Quito, parroquia Tumbaco. Se tomaron las muestras al final de cada ciclo de cultivo de fréjol,

amaranto, maíz, que fueron manejadas con labranza convencional y siembra directa, con

cuatro niveles de fertilización. La muestra resultó de cinco sub-muestras aleatorias a una

profundidad de 0-20 cm para cada tratamiento y fueron congeladas hasta su respectivo

análisis.

Los resultados indican que la actividad enzimática es sensible a los cambios en el uso del

suelo ya que presentó un efecto significativo la interacción de los factores

(Labranza*Fertilización) bajo los cultivos fréjol, amaranto, maíz en las enzimas β-glucosidasa

y fosfatasa ácida, mientras que para la actividad enzimática FDA se obtuvo efectos

significativos diferentes para cada cultivo.

Bajo el cultivo de fréjol la actividad β-glucosidasa aumenta con el incremento de los niveles

de fertilización en siembra directa, en labranza convencional presentó una actividad alta, la

mayor asociada a F2; bajo el cultivo de amaranto el mayor rango ésta asociado a siembra

directa con F0, para la branza convencional los niveles de actividad son bajos en especial F1

44

y F2; bajo el cultivo de maíz la actividad más baja está asociada a F1 en siembra directa,

mientras que en labranza convencional presentó los valores más altos de la actividad.

Para la actividad fosfatasa ácida bajo el cultivo de fréjol, presentó un incremento en la

actividad a medida que aumenta la fertilización en siembra directa, en labranza convencional

la actividad es baja y presentó valores altos en los diferentes niveles de fertilización; bajo el

cultivo de amaranto la actividad fosfatasa ácida es mayor en F0 y baja con la fertilización en

siembra directa, mientras que en labranza convencional la actividad es alta en todas las

fertilizaciones excepto con F2 que es baja; bajo el cultivo de maíz la actividad fosfatasa ácida

es baja en siembra directa, en relación a labranza convencional que sus valores son altos.

Para la actividad FDA, el cultivo de fréjol presentó efectos significativos los niveles de

fertilización, a medida que aumentó la dosis de fertilizante incrementó la actividad, siendo el

más alto en F3; bajo el cultivo de amaranto en siembra directa la actividad fue alta en todos

los niveles de fertilización, para labranza convencional la actividad disminuye a medida que

incrementa la dosis de fertilizante, excepto en la F3 que aumenta; y bajo el cultivo de maíz la

mayor actividad presenta labranza convencional.

Los resultados indican que el pH de suelo es una variable sensible a los cambios en el uso

del suelo ya que presentó efectos significativos a los factores estudiados

(Labranza*Fertilización) para los cultivos fréjol, amaranto y maíz. La humedad del suelo indicó

que no fue una variable sensible a los diferentes manejos aplicados al no obtener efectos

significativos en la interacción de los factores analizados, sin embargo, bajo el cultivo de fréjol

presentó efectos significativos la interacción (Labranza*Fertilización), para amaranto y maíz

presentó efectos significativos los tipos de labranza. La MOP del suelo indicó que no fue una

variable sensible a los diferentes manejos aplicados al no obtener efectos significativos en la

interacción de los factores analizados; bajo el cultivo de fréjol se presentaron efectos

significativos con los niveles de fertilización, y bajo el cultivo de maíz se presentaron efectos

significativos de los factores por separado, sin embargo, bajo el cultivo de amaranto presentó

efectos significativos la interacción (Labranza*Fertilización).

45

SUMMARY

Soil management practices affect the population of microorganisms and in their microbial

processes in the soil; the physical, chemical and biochemical properties can be significantly

altered by management practices such as: type of tillage, management of crop residues, which

allows the OM to accumulate. Soil OM plays an important role in the life of microorganisms

and is constituted by vegetable and animal waste in different stages of decomposition.

Enzymes participate in the mineralization processes of OM that release specific nutrients to

be used by plants. The enzymatic activity of the soil is related to the cycle of nutrients and to

the activity of microorganisms in interaction with plants, which is why it is considered a sensitive

indicator against changes in soil management practices.

Therefore, the present investigation evaluated the enzymatic activity in an Andean agricultural

land, under two types of tillage (direct sowing or no tillage and conventional tillage), four levels

of fertilization and three crops: beans (Phaseolus vulgaris L.), amaranth (Amaranthus caudatus

L.) and corn (Zea mays L.). For this study, the activity of the enzymes β-glucosidase, acid

phosphatase and hydrolysis of fluorescein diacetate (FDA) was quantified in order to identify

the best indicator of soil enzymatic activity.

The research was conducted in the LQAS, with samples from the experimental field located in

lot 4.2 at CADET from the FACg from the UCE, Province of Pichincha, Canton Quito, Tumbaco

parish. Samples were taken at the end of each crop cycle of beans, amaranth, and corn, which

were managed with conventional tillage and direct sowing, with four levels of fertilization; the

sample resulted from five random sub-samples at a depth of 0-20 cm for each treatment and

were frozen until their respective analysis.

The results indicated that the enzymatic activity is sensitive to the changes in the use of the

soil since the interaction of the factors (Tillage * Fertilization) under the crops bean, amaranth,

corn in the enzymes β-glucosidase and acid phosphatase presented a significant effect; while

for the enzymatic activity FDA presented significant different effects obtained for each crop.

Under the cultivation of beans the β-glucosidase activity increased with the increase of

fertilization levels in direct sowing, in conventional tillage it presented a high activity, with the

highest activity associated to F2; under the cultivation of amaranth the highest rank is

associated with direct sowing with F0, for the conventional tillage, the activity levels were low

especially F1 and F2; under corn cultivation the lowest activity is associated to F1 in direct

sowing, while conventional tillage presented the highest values for this activity.

For the acid phosphatase activity under bean cultivation, an increase in this activity was seen

with an increase in fertilization under direct sowing; in conventional tillage the activity was low

and remained constant with the different fertilization levels; under the cultivation of amaranth

46

the activity of the acid phosphatase is higher in F0 and low with fertilization, in conventional

tillage the activity is high in all fertilizations except for F2 which is low; under the cultivation of

corn, the phosphatase activity is low in direct sowing, in relation to conventional tillage, where

values were high.

For the FDA activity under the bean crop, it showed greater activity as the fertilizer dose

increased, showing the highest values in F3; under the cultivation of amaranth in direct sowing,

the activity was high in all levels of fertilization, for conventional tillage the activity decreases

as the fertilizer dose increased, except in the F3 which increased; under the corn crop, the

highest activity occurred under conventional tillage.

The results indicated that soil pH is a variable sensitive to changes in land use as it has

significant effects on the factors studied (Tillage * Fertilization) for bean, amaranth and corn

crops. The humidity of the soil indicated that it was not a sensitive variable to the different soil

management because not significant effects were obtained in the interaction of the analyzed

factors, however, under the cultivation of beans, significant effects from the interaction (Tillage

* Fertilization) were observed; amaranth and corn showed significant effects on the types of

tillage.

The MOP of the soil indicated that it was not a sensitive variable to the different soil

management because no significant effects were obtained on the interaction of the analyzed

factors; under the bean crop significant effects were observed under the fertilization levels; and

under the corn crop significant effects were observed under the factors separately, however,

under the amaranth crop, significant effects occurred under the interaction (Tillage *

Fertilization).

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53

IX. ANEXOS

Anexo 1. Descripción taxonómica del suelo

El Horizonte A se trata de un epipedón mólico de 25 cm, donde se puede decir que es un

Molisol de origen volcánico.

Calicata 1

Orden: Mollisol

Suborden: Ustolls

Grande grupo: Durustolls

Subgrupo: Entic durustolls

Calicata 2

Orden: Mollisol

Suborden: Ustolls,

Gran grupo: Argiustolls

Subgrupo: Tipic Argiustolls

Cuadro de descripción del suelo de la parcela de investigación de las calicatas 1 y 2 (A y B).

A

54

Fuente: Quishpe, 2017

Anexo 2. Características de la unidad experimental.

Ítem Descripción

Número de tratamientos 8

Número de repeticiones 3

Número de unidades experimentales 24

Total área experimental 4054 m2

Área de cada parcela neta maíz 84 m2

Área de cada parcela neta amaranto 38,5 m2

Área de cada parcela neta fréjol 4032 m2

Total área neta 4032 m2

B

55

Anexo 3. Distribución de los tratamientos en el campo.

Figura 16. Distribución de los tratamientos en el campo para el cultivo de fréjol.

56

Figura 17. Distribución de los tratamientos en el campo para el cultivo de amaranto.

Figura 18. Distribución de los tratamientos en el campo para el cultivo de maíz.

57

Anexo 4. Manejo específico del experimento de campo

- Preparación del suelo

En la presente investigación se manejaron dos sistemas de labranza, la convencional y

siembra directa o labranza cero; en la labranza convencional se preparó normalmente el suelo

con arado y rastra. Para las parcelas de siembra directa se realizó una poda de las malezas,

posteriormente se realizó una siembra de avena al voleo y se cubrió con el rastrojo de la

maleza para su desarrollo.

- Riego

En la parcela se manejó un riego por aspersión para la parcela de fréjol-maíz y para la parcela

de fréjol-amaranto se manejó riego por goteo, el cual se continuó durante todo el ensayo

según los requerimientos cultivo.

- Surcado

Luego de la delimitación e identificación del área en estudio se realizaron los surcos en las

parcelas destinadas para labranza convencional. La distancia entre surco fue de 0,70 m. En

las parcelas destinadas a siembra directa no se realizó el surcado, la distancia de siembra fue

de 0,70 m entre filas.

- Fertilización

Para el cultivo de fréjol se fertilizó a los 30 días después de la siembra según la recomendación

del INAP 20 kg N, 100 kg de P2O5 por hectárea: se utilizó urea 46% N y fertilizante 12 N, 40

P, se aplicó por golpe en cada planta;

F0 = sin fertilizante

F1 = 1,25 g urea; 1,05 g 12 N, 40 P,

F2 = 2,49 g urea; 2,1 g 12 N, 40 P

F3= 3,74 g urea; 3,15 g 12 N, 40 P

Para el cultivo de amaranto, se fertilizó a los 15 días después del trasplante, la segunda

fertilización 20 días después de la primera aplicación y la tercera fertilización 25 días después

de la segunda aplicación, según la recomendación del INIAP de 100 kg de N por hectárea. Se

utilizó nitrato de amonio 33 % N

F0 = sin fertilizante,

F1 = 1g

F2 = 2g

F3= 3g

Para el cultivo de maíz, se fertilizó a los 12 días después de la siembra, la segunda fertilización

30 días después de la primera aplicación y la tercera fertilización 70 días después de la

segunda aplicación, según la recomendación del INIAP de 100 kg de N por hectárea. Se utilizó

nitrato de amonio 33 % N

F0 = sin fertilizante,

F1 = 1g

58

F2 = 2g

F3= 3g

Para labranza convencional y siembra directa respectivamente.

- Siembra

Se procedió a seleccionar las semillas de fréjol, amaranto y maíz, para desinfectarlas con

vitavax para la posterior siembra:

Para el cultivo de fréjol se colocó dos semillas por sitio a una distancia de 0,20 m entre planta

con ayuda de un espeque.

Para el cultivo de maíz se colocó dos semillas por sitio, a una distancia de 0,20 m entre planta

con ayuda de un espeque.

El para el cultivo de amaranto se manejó una siembra en semillero, que posteriormente se

trasplantó a una distancia de 0,20 m entre plantas con ayuda de un espeque.

- Deshierba

En las parcelas de siembra directa se realizó la eliminación de las malezas en forma manual,

sacando y dejando sobre el suelo, en labranza convencional se realizó con ayuda de azadas

y/o azadones.

- Control Fitosanitario

Los controles se realizaron dependiendo del umbral de acción ante la aparición de plagas y

enfermedades, con el fin de garantizar el desarrollo y rendimiento del cultivo para su posterior

evaluación de resultados.

- Cosecha

El cultivo de fréjol se cosechó en estado verde, cuando las vainas cambiaron de color de verde

a amarillo.

El cultivo de amaranto se cosechó cuando las panojas cambiaron de color de rojo a café.

El cultivo de maíz se cosechó en estado de choclo, cuando la mayoría de las inflorescencias

femeninas presentaban marchitez.

59

Anexo 5. Determinación de Materia Orgánica Particulada

Procedimiento

-Pesar 10 gramos de suelo poco disturbado en los tubos falcón de 50 ml y en una cápsula de

aluminio.

-Secar el suelo de la cápsula en una estufa por seis horas a 105 ºC. En los tubos falcón añadir

30 ml de hexameta fosfato de sodio 5 % (p/v) y dejar agitando toda la noche.

-Filtrar el contenido del frasco en el tamiz de 53 µm y lavar con agua destilada. Colocar el

tamizado en las cápsulas de aluminio y secar en la estufa a 65 ºC por 12 horas.

-Pesar y pulverizar la MO > 53 µm de las cápsulas de aluminio. Determinar el contenido de

materia orgánica de las muestras obtenida y de suelo total.

Determinación de % COT del suelo:

-Para determinar %COT se pesa 0.40 gramos de las muestras de suelo procesadas y de la

total. Se coloca en matraces Erlenmeyer por separado.

-Añadir 5 ml de la solución de dicromato de potasio 1N por muestra y 10 ml de ácido sulfúrico

al 97 % por muestra, agitar y dejar en reposo por 30 minutos.

-Después añadir 100 ml de agua destilada; 5 ml de ácido fosfórico 55 % y 1 ml de difenilamina.

-Titular el exceso de dicromato de sodio con sal de Mohr 0.5 N hasta el viraje de color de azul

a verde y anotar el volumen consumido.

Anexo 6. Fotografías del proceso de determinación MOP.

Fotografía 1. Pesado de las muestras de

suelo.

Fotografía 2. Colocación de la solución

extractante

60

Fotografía 3. Agitación de las muestras

por 12 horas.

Fotografía 4. Pesaje de las muestras

lavadas y secadas.

Fotografía 5. Pesaje de las muestras para

determinar materia orgánica.

Fotografía 6. Colocación de las

soluciones extractante de carbono

orgánico.

Fotografía 7. Muestras con indicador de

color.

Fotografía 8. Titulación de las muestras

61

Cuadro 8. % COT de MO > 53 µm y suelo total

Datos de la muestra perteneciente a la F0 repetición uno:

MSTotal = 8.06 g %COTtotal = 2.16

MS> 53 µm = 5.14 g % COT> 53 µm =0.83

Cálculo del % MOP:

𝐶𝑂𝑇 (𝑔) =𝑀𝑆∗𝑥 % 𝐶𝑂𝑇

100

% 𝑀𝑂𝑃 =𝑔𝐶𝑂𝑇𝑀𝑂>53 µm

𝑔 𝐶𝑂𝑇𝑠𝑢𝑒𝑙𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑥100

𝐶𝑂𝑇𝑇𝑜𝑡𝑎𝑙 (𝑔) =8.06𝑥 2.16

100 = 0.174 𝐶𝑂𝑇>53 µm (𝑔) =

5.14𝑥 0.83

100= 0.0427

% 𝑀𝑂𝑃 =0.0427

0.174𝑥100 = 24.52 %

Tratamientos

Fréjol Amaranto Maíz

%COMO >53 µm %COtatal %COMO >53 µm %COtatal %COMO >53 µm %COtatal

T1 0.98 1.73 1.25 2.00 0.84 1.99

T2 1.00 1.78 1.04 1.92 0.63 1.82

T3 0.89 1.69 1.14 1.99 0.80 2.06

T4 1.30 2.00 1.03 1.94 0.89 2.06

T5 0.78 1.64 1.18 2.12 0.78 1.70

T6 0.91 1.82 1.15 1.97 0.77 1.79

T7 1.17 1.98 1.03 1.69 0.80 1.60

T8 1.18 1.99 1.07 1.92 0.86 1.82

62

Anexo 7. Determinación de la actividad fosfomonoesterasa (Fosfatasa ácida)

Reactivos y Soluciones:

- Solución Madre de Buffer Universal Modificado (MUB).

Disolver 12.1 g de Tris Hidróximetil aminometano, 11.6 g de ácido málico, 14 g ácido cítrico,

6.3 g de ácido bórico en 488 ml de hidróxido de sodio 1 N y aforar con agua destilada a

1000ml. Ajustar el pH a 6.5 y almacenar en refrigeración.

- Solución de ρ-nitrofenilfosfato 25 mM

Disolver 0.460 g de la sal sódica de pNFF hexahidratada en 40 ml de MUB y aforar hasta 50

ml con MUB. Almacenar en refrigeración.

- Solución de cloruro de calcio 0.5 M

Disolver 73.5 g de CaCl2.2H2O en 700 ml de agua destilada y aforar a 1000 ml con agua.

- Solución estándar de ρ-nitrofenol (1000 µg ρ-NF/ml)

Disolver 1 g de ρ-nitrofenol en 70 ml de agua destilada y aforara a 100 ml con agua. Almacenar

en refrigeración.

- Curva de calibración del espectrofotómetro se prepara en tubos falcón según la

siguiente:

ml solución de ρ-NF 0 1 2 3 4 5

ml H2O 5 4 3 2 1 0

ml CaCl2 (0,5M) 1 1 1 1 1 1

ml NaOH (0,5M) 4 4 4 4 4 4

Agitar de forma manual y centrifugar por 10 min a 3500 revoluciones.

Procedimiento:

- Pesar 0,5 g de suelo húmedo en los tubos tipo falcón de 50 ml, para las muestras y

los blancos

Muestras:

- Añadir 4 ml de MUB pH 6,5 y 1 ml de la solución de ρ-nitrofenol fosfato, en cada tubo.

Agitar e incubar a baño maría a 35 ºC por 30 minutos.

Blancos:

63

- Añadir 4 ml de MUB (pH 6,5) en cada tubo. Agitar e incubar a baño maría a 35 ºC por

30 minutos.

Después de haber terminado la incubación:

Muestras:

- Añadir 1 ml de cloruro de calcio (0.5M) y 4 ml de hidróxido de sodio (0.5M), en cada

tubo. Tapar, agitar y centrifugar por 10 min a 3500 rpm.

Blancos:

- Añadir 1 ml de cloruro de calcio (0.5M), 4 ml de hidróxido de sodio (0.5M) y 1 ml de la

solución de ρ-nitrofenol fosfato, en cada tubo. Tapar, agitar y centrifugar por 10 min a

3500 rpm.

El sobrenadante obtenido se filtra en un vaso de precipitación y se procede a la medición de

la absorbancia en un espectrofotómetro uv-visible a una longitud de onda de 420 ηm.

Si la intensidad de color excede a los de la solución estándar (50 µd de ρ-nitro fenol): se debe

diluir una alícuota del centrifugado con hidróxido de sodio hasta que las lecturas estén dentro

de los límites.

Datos de la muestra perteneciente a la F0 repetición uno:

Factor suelo seco = 1

Factor de dilución = 2

Gramos de suelo 0.5 g

Tiempo = 0.5 h

Lectura del blanco = 35.062 µd de ρ-nitro fenol

Lectura A = 66.207 µd de ρ-nitro fenol

Lectura B = 61.887 µd de ρ-nitro fenol

Cálculo de la actividad:

Fosfatasa =(Vp − Lp) ∗ Fd

g suelo ∗ t ∗ Fs

FosfatasaA =(66.207 − 35.062) ∗ 2

0.5 ∗ 0.5 ∗ 1= 389.330 μg ρ − NF/gPS ∗ h

FosfatasaB =(61.887 − 35.062) ∗ 2

0.5 ∗ 0.5 ∗ 1 = 354.777 μg ρ − NF/gPS ∗ h

Fosfatasa = A + B

2=

389.330 + 354.777

2= 372.054 μg ρ − NF/gPS ∗ h

64

Anexo 8. Fotografías del proceso de determinación la actividad fosfatasa.

Fotografía 9. Pesaje de las muestras.

Fotografía 10. Colocación de las

soluciones extractante.

Fotografía 11. Incubación de las muestras

a baño maría y agitación.

Fotografía 12. Centrifugación de las

muestras.

Fotografía 13. Filtración de las muestras.

Fotografía 14. Lectura de las muestras en

el espectrofotómetro.

65

Fotografía 15. Estándares para

calibración del equipo.

Fotografía 16. Curva de calibración del

equipo.

Anexo 9. Determinación de la actividad β-Glucosidasa (β-D-Glucósido glucohidrolasa)

Reactivos y soluciones:

- Solución de ρ-nitrofenil-β-D-Glucopiranósido 25 mM

Disolver 0.377 g de ρ-nitrofenil-β-D-Glucopiranósido en 50 ml de tampón MUB + HCl pH6 (se

disuelve con dificultad). Preparar diariamente y conservar en nevera.

- Solución madre de ρ-nitro fenol (1000 µg ml-1)

Disolver 0.1 g de ρ-nitro fenol en agua destilada y en un balón aforar a 100 ml. Mantener en

nevera.

- Solución de trabajo de ρ-nitro fenol (20 µg ml-1)

Se toma 2 ml de la solución madre de ρ-nitro fenol y se lleva a 100 ml en un balón con agua

destilada. Conservar en nevera.

- Solución de Buffer Universal Modificado (MUB) 0.1M.

Disolver 12,1 g de Tris Hidróximetil aminometano, 11,6 g de ácido málico, 14 g ácido cítrico,

6,3 g de ácido bórico en 488 ml de hidróxido de sodio 1 N y aforar con agua destilada a

1000ml. Ajustar el pH a 6,5

- Solución MUB + HCl (pH6)

En un balón de 1000 ml añadir 200 ml de MUB y 100 ml de HCl 0,1 M. Ajustamos el pH y

aforamos con agua destilada. Conservamos en nevera.

- Solución extractante THAM-NaOH (0,1M) pH12

66

Disolver 12,2 g de tris (Hidróximetil amino metano) en 800 ml de agua destilada ajustamos el

pH 12 con NaOH 0,5 molar y aforamos a 1000 ml.

- Solución de cloruro de calcio 0.5 M

Disolver 36,74 g de CaCl2.2H2O en 400 ml de agua destilada y aforar a 500 ml con agua.

- Curva de calibración a partir de la solución de trabajo de 20 µg ρ-nitro fenol ml-1

ml solución 20

µg ρ-nitro fenol

ml-1

ml de H2O ml CaCl2 ml THAM-

NaOH pH 12

µg ρ-nitro fenol

concentración

0 5 1 4 0

1 4 1 4 20

2 3 1 4 40

3 2 1 4 60

4 1 1 4 80

5 0 1 4 100

Procedimiento:

- Pesar 0.5 gramos de suelo húmedo en los tubos tipo falcón de 50 ml, tanto para

muestras como para blancos

Muestras:

- Añadir 4 ml de MUB + HCL pH6 y 1 ml de ρ-nitrofenil-β-D-Glucopiranósido 25 mM en

cada tubo. Agitar en vórtex e incubar a baño maría a 37 ºC por 1 hora.

Blancos:

- Añadir 4 ml de MUB + HCl pH6 en cada tubo. Agitar en vórtex e incubar a baño maría

a 37 ºC por 1 hora.

Después de haber terminado la incubación

Muestras:

67

- Añadir 1 ml de CaCl2 (0,5M) y 4 ml de THAM-NaOH (0,1M) pH12 a cada tubo. Agitar

en vórtex y centrifugar a 3 500 rpm por 10 minutos.

Blancos:

- Añadir 1 ml de CaCl2 (0,5M), 4 ml de THAM-NaOH (0,1M) pH12 y 1 ml de ρ-nitrofenil-

β-D-Glucopiranósido 25 mM a cada tubo. Agitar en vórtex y centrifugar a 3 500 rpm

por 10 minutos.

El sobrenadante obtenido se filtra en un vaso de precipitación y se procede a la medición de

la absorbancia en un espectrofotómetro uv-visible a una longitud de onda de 420 ηm.

Datos de la muestra perteneciente a la F0 repetición uno:

Peso suelo seco = 0.5g

Tiempo = 1 h

Lectura del blanco = 5.7853

Lectura A = 96.965 µg ρ – NF

Lectura B = 100.61 µg ρ – NF

FD = 1

Cálculo de la actividad β-glucosidasa:

β − glucosidasaA =(muestra − control) ∗ FD

Ps ∗ t=

(96.965 − 5.7853) ∗ 1

0.5 ∗ 1

= 182.32 µg ρ – NF g−1 suelo seco h−1

β − glucosidasaB =(muestra − control) ∗ FD

Ps ∗ t=

(100.61 − 5.7853) ∗ 1

0.5 ∗ 1

= 189.61µg ρ – NF g−1 suelo seco h−1

β − glucosidasa =A + B

2=

182.32 + 189.61

2= 185.97 µg ρ – NF g−1 suelo seco h−1

68

Anexo 10. Fotografías del proceso de determinación de la actividad β-glucosidasa.

Fotografía 17. Incubación de las muestras

en baño maría por 30 min a 37 °C.

Fotografía 18. Centrifugación de las

muestras.

Fotografía 19. Vasos de precipitación para

filtrar.

Fotografía 20. Espectrofotómetro para

lectura de las muestras

Fotografía 21. Soluciones estándares para

calibración del equipo.

Fotografía 22. Curva de calibración del

equipo.

69

Anexo 11. Determinación de la actividad microbiana total usando di acetato de fluoresceína (Hidrólisis de FDA).

Reactivos y Soluciones:

- Solución buffer de fosfato de potasio (60 mi) pH 7,6

Disolver 8,7 gramos de K2HPO4 y 1,3 gramos de KH2 PO4 en 800 ml de agua destilada, ajustar

el pH a 7,6 y aforar a 1 litro. Se almacena en nevera.

- Solución stock de 1000 µg ml-1 de FDA.

Disolver 0,1 g de di acetato de fluoresceína en acetona en un balón de 100 ml. Se almacena

en congelación para evitar hidrólisis química.

- Solución estándar de 2 000 µg ml-1 de fluoresceína

Disolver 0,2265 g de sal sódica de fluoresceína en 80 ml de buffer de fosfato de potasio pH

7,6 y aforar a 100 ml con el mismo buffer

- Solución de trabajo de 20 µg ml-1 de fluoresceína

Pipetear 1 ml de la solución estándar de fluoresceína en un balón aforado de 100 ml y llevar

a la marca con el buffer de fosfato de potasio.

Curva de calibración a partir de la solución de trabajo de 20 µg ml-1 de fluoresceína en balones

aforados de 25 ml.

Con. (µg ml-1) ml sol. Trabajo µg fluoresceína Absorbancia

0 0 0 0,000

0,8 1 20 0,131

1,6 2 40 0,260

2,4 3 60 0,397

3,2 4 80 0,531

4 5 100 0,662

4,8 6 120 0,795

5,6 7 140 0,929

70

Procedimiento:

- Pesar 1 gramo de suelo seco en los tubos tipo falcón de 50 ml, tanto para muestras

como para blancos.

Muestras:

- Añadir 10 ml de fosfato de potasio pH 7,6 y 200 µl del sustrato (solución de 1000 µg

ml-1 de FDA). Agitar e incubar a baño maría por 30 minutos a 30 °C.

Blancos:

- Añadir 10 ml de fosfato de potasio pH 7,6 y 200 µl de agua destilada. Agitar e incubar

a baño maría por 30 minutos a 30 °C.

Después de haber terminado la incubación

- Añadir 5 ml de acetona a cada tubo tanto para Muestras como para los Blancos. Se

tapan y agitan fuertemente. Centrifugar a 3500 revoluciones por 5 minutos.

El sobrenadante obtenido se filtra en un vaso de precipitación y se procede a la medición

de la absorbancia en un espectrofotómetro uv-visible a una longitud de onda de 490 ηm.

Datos de la muestra perteneciente a la F0 repetición uno:

Lectura del blanco = 0.2147 μg de fluoresceína

Lectura A= 5.878 μg de fluoresceína

Lectura B = 6.0911 μg de fluoresceína

15,2 ml volumen empleado

Peso del suelo = 0.5 g

Tiempo = 0.5h

Cálculo de la actividad FDA:

FDA =(μg fluoresceína ml−1) ∗ 15.2 ml

g suelo seco ∗ t

FDAA =(5.878 − 0.2147) ∗ 15.2 ml

1 ∗ 0.5= 172.16 μg de fluoresceína g−1h−1

FDAb =(6.0911 − 0.2147) ∗ 15.2 ml

1 ∗ 0.5= 178.64 μg de fluoresceína g−1h−1

FDA = A + B

2=

172.16 + 178.64

2= 175.40 μg de fluoresceína g−1h−1

71

Anexo 12. Fotografías del proceso de determinación de la actividad FDA.

Fotografía 23. Incubación de las muestras

en baño maría por 30 min a 30 °C.

Fotografía 24. Centrifugación de las

muestras.

Fotografía 25. Filtración de la solución

extraída de las muestras.

Fotografía 26. Lectura de las muestras en

el espectrofotómetro.

Fotografía 28. Soluciones estándares para

calibración del equipo.

Fotografía 29. Curva de calibración del

equipo

72

Anexo 13. Cuadros de regresión lineal múltiple para las variables en estudio.

Fréjol

Fosfatasa Coef. P>|t|

pH 77.49 0.009 MOP 5.43 0.001 Constante -320.53 0.125

Maíz

Fosfatasa Coef. P>|t|

Humedad -16.69 0.000 MOP -19.79 0.000 Constante 1219.17 0.000

Amaranto

β-Glucosidasa Coef. P>|t|

Humedad 17.27 0.000

Fosfatasa 0.28 0.000

Constante -358.2 0.000

Maíz

β-Glucosidasa Coef. P>|t|

MOP 0.42 0.841

Fosfatasa 0.13 0.031

Constante 95.62 0.185

Fréjol

FDA Coef. P>|t|

pH -20.64 0.280 Humedad -7.8 0.000 MOP 3.39 0.001 Fosfatasa 0.25 0.002 β-Glucosidasa 0.17 0.001 Constante 144.36 0.270

Amaranto

FDA Coef. P>|t|

pH 118.91 0.029 Humedad 2.54 0.599 β-Glucosidasa 0.11 0.591 Constante -767.83 0.042

Maíz

FDA Coef. P>|t|

Humedad -2.11 0.181 Fosfatasa 0.035 0.448 Constante 153.65 0.003