una nube para el tardecer

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Page 1: UNA NUBE PARA EL TARDECER
Page 2: UNA NUBE PARA EL TARDECER

UNA NUBE PARA EL TARDECER

Cristhian Felipe Moncada BarragánTrabajo de grado para optar por el título de

Maestro en Artes Visuales

Asesor:Mauricio Durán

Pontificia Universidad JaverianaFacultad de Artes

Bogotá D.C.2016

Page 3: UNA NUBE PARA EL TARDECER

“ Sólo lo salvaje nos atrae.

El aburrimiento no es más que otra forma

de llamar a la domesticación “

Henry D. Thoreau

(Wells, 2010)

Serie: Espejos de agua, Bogotá, Colombia. Impresión en gelatina de plata. Fotografía del autor, 2012.

Page 4: UNA NUBE PARA EL TARDECER

ÍNDICE

• PREFACIO

• BITÁCORA DE VIAJE

• LA OBSERVACÍON-DOCUMENTACIÓN

• LA OBSERVACIÓN-EXPERIMENTACIÓN

• EL HORIZONTE

• LO ETÉREO

• LA POESIA VISUAL

• NOTAS Y REFERENTES

Page 5: UNA NUBE PARA EL TARDECER

PREFACIO

La fotografía, en mi formación profesional y en general durante el desarrollo de mi vida dia-ria, ha cobrado una importancia considerable, puesto que, con el paso de los años se ha con-vertido en una herramienta que me ha permitido encontrar un motivo y un propósito de vida. El ir detrás de imágenes y descubrir el mundo que me rodea a través del lente, es mi forma de vivir; peromásquelatécnicafotográfica,omásque

un lente anclado a una cámara, podría decir que es la acción de mirar; es el proceso mental que se genera en el momento en el que la luz atraviesa mi córnea, es el ejercicio de la mirada que me incita a vivir. Por eso la observación no es sólo un paso en un proceso de investigación al realizar mi obra, sino que también es, en sí mismo, un terreno fértil en el cual se fundamen-

ta y desenvuelve mi proceso artístico.

Page 6: UNA NUBE PARA EL TARDECER

Clave: NUBEMwww.vimeo.com/187372194

Hay frente a ustedes una nube; una nube, o la fotografía de una nube; una imagen, un recuerdo; un recuerdo de un viaje que realicé, de una experiencia que hoy les comparto. la nube desaparece frente a ustedes como desapareció frente a mí cuando el viento la movió, o cuando

el sol se ocultó minutos después y la dejo de iluminar. Ahora ya no hay una nube, o la fotografía de una nube, hay un papel en blanco, un artefacto vacío, un recuerdo, un olvido. Cada gota que cae del cielo, cada segundo que marca el reloj es un instante pasado, ganado, perdido o aprovechado.

Has visto el piso gris de camino a casa,

Has visto tus pies ponerse uno frente a otro,

Hasta que ves un espejo de agua

Y sueñas con saltarle en cima

Y llegar al cielo

Cristhian Moncada

Page 7: UNA NUBE PARA EL TARDECER

BITACORA DE VIAJE

¿Salí a encontrar el paisaje o a encontrarme en él?

Durante los dos últimos años, me puse en el papel de un explorador, que no buscaba un mundo nuevo o tierras nuevas que conquistar, sino que salí en el papel de un sujeto que esta-ba cansado de quedarse en la ciudad, donde el paisaje de cemento le colmaba la vista, y nece-sitaba respirar un poco de aire fresco, salí en el papel de un explorador que iba en busca de sí mismo, por medio de la naturaleza y el paisa-je, y que durante sus viajes encontraba, poco a poco ,experiencias que condensaba en imáge-nes. Así empezó este modo de ver la vida con una cámara fotográfica: un explorador visuaque retrata ciudades, pueblos viejos, paisajes colombianos... un fotógrafo de viajes.

2015

Antes de salir de la ciudad me dediqué a cami-narla, a explorarla a pie, realizaba caminatas en mis momentos entre clases y en otros días, lle-gaban a ser de más de 3 horas por entre barrios, buscando parques y fachadas interesantes, ca-llejuelas y personas. Veía la gente interactuar en estos lugaresyfotografiabaloquemellamabamaslaatención.Salíasinunfinmásquecono-cer, me aburría quedarme en casa y le temía a los espacios cerrados.

El laboratorio de fotografía análoga me dejó en-tender que un espacio cerrado en el cuál encon-traba mis momentos servía como una cápsula de tiempo que me permitía revivir los instantes que ampliaba sobre el papel químico, y la emoción de vivirlos una vez más, así, el proceso de editar la imagen se tornaba en una reminiscencia.

Centro de Bogotá, Colombia. Impresión en gelatina de plata. Fotografía del autor, 2015.

LA CIUDAD

Page 8: UNA NUBE PARA EL TARDECER

Bicicleta en la Av. 7 Bogotá, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2015.

Durante este tiempo de búsqueda en la ciu-dad, empecé a obtener ideas de algunos te-mas y situaciones que me llamaban la aten-ción, por ejemplo, deseaba salir a caminar en las tardes lo cuál hacía que me encontrara con escenas en donde el atardecer dibujaba los sujetos que retrataba. La silueta se vol-vió un aliado, las sombras también, y poco a poco,fuiconstruyendounlenguajefotográficoque le dan a mis fotografías un estilo propio.

“Si pudiera contarlo con palabras,

No me sería necesario cargar

Con una cámara.”

Lewis Hine

(Sontag, p. 258)

”Un ave enjaulada” Bogotá, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2015

Page 9: UNA NUBE PARA EL TARDECER

”Trabajando hasta el Atardecer” Bogotá, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2015. ”Paso del tren” Bogotá, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2015.

Page 10: UNA NUBE PARA EL TARDECER

LA MONTAÑA

Abril 2016

• Después de haber pensado posiblesproyectos y escribir sobre diferentes rumbos, decidí seguir mi instinto y hacer lo que yo llama-ba “Salidas de Emergencia”: esa frase que los buses en los que viajé afuera de Bogotá, tenían escrito en las ventanas.

• Continué con una actividad que habíadejado por problemas de salud meses atrás: ES-CALAR. Empecé a entrenar y a salir más seguido de la ciudad a lugares cercanos, entre ellos Suesca.

Valle de Tena, Colombia. Fotografía De celular. Imagen del autor, 2016

Suesca, Cundinamarca, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2016.

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Mayo 2016

• Me propuse prepararme para un as-censo a más de 5000 metros sobre el nivel del mar, mi meta: Hacer cumbre en el pan de azú-car en la sierra nevada del Cocuy. Comencé a indagar sobre el tema con conocidos y gente experta del sitio al que iba a entrenar escalada.

• Diseñé tres viajes: el primero en ju-nio de reconocimiento, el segundo y defini-tivo en agosto y un tercero -si alcanzaba- en septiembre. Para ello, hice la primera sali-da de campo para entrenar con la cámara en cercanías de Bogotá. Escogí un recorri-do de 24 km a 3000 metros desde el nuevo pueblo de Guatavita a la laguna de Guatavita.

Mapa del Embalse de Tominé. Fig, 1Vista de camino a la laguna de Guatavita, Cundinamarca, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2016

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Embalse de Tominé, Cundinamarca, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2016.

• Empecé a indagar referentes enla biblioteca sobre la historia del montañis-mo y sobre prácticas relacionadas con el arte desde esta disciplina y encontré uno de los pioneros de la escalada en Colombia, además de fotógrafo y pintor: Erwin Kraus.“…No es un deporte sino una filosofía: Uno sale de la ciudad,

pequeño y humilde, para encontrarse con la naturaleza grande,

inmensa, perdurable”

Erwin Kraus

(Banrepcultural)

• Parami,Kraus fue una impor-tante fuente de inspiración; además de haber sido el primero en escalar alta montaña en Colombia, su primera cumbre fue el Pan de azúcar en 1938.

• Ese mes conseguí un tra-bajo para obtener los recursos eco-nómicos del viaje y diseñé un pe-queño plan para llevarlo a cabo.

• El Parque Nacional Natural(PNN) el Cocuy estaba desde principios de marzo en una disputa entre los cam-pesinos y el gobierno, por la demanda sobreexplotada de turismo que podría afectar el glaciar. Empezaron los blo-queos a las entradas del parque por parte de los campesinos desde el 15 de marzo.

Junio 2016

Erwin Kraus en los nevados de Colombia Fig.2

Revista Semana. El paro agrario es por incumplimiento del gobierno. Fig 3

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Julio 2016

Vista vía a Ubaté, Cundinamarca, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2016.

• A principio del mes viajé a Ráquira,Boyacá, por una invitación de la universidad a un taller de liderazgo. Era un viaje de fortaleci-miento de capacidades personales y de trabajo en equipo. Duró dos días y al no tener tiempo de usar mi cámara por estar inmerso en las actividades, decidí cogerla en la última parte del viaje en el bus de camino a casa, y foto-grafiélasnubesqueencontrabaenelcamino.

A Daily Cloud. Instagram. Fig. 4

• Al revisar que tenía bastantes foto-grafías de nubes en mi celular, decidí, al lle-gar a Bogotá, crear el proyecto “Una nube diaria” en la red social Instagram, en donde empecé a hacer, a modo de Álbum, un ejerci-cio de observación con la cámara del celular.

www.instagram.com/nafrax_1

• Lacomunidad indígenaU’waseunióal conflicto con los campesinos, alegando elimpacto ambiental y reclamando sus zonas de reserva, el gobierno mantuvo abierto el parque

• Paralelamente,lasmanifestacionesdelparo campesino en toda Boyacá incrementa-ron,desdefinalesdelmesde juniohubocon-frontaciones con grupos de SMAD y las vías del departamento permanecieron bloqueadas. Afinalesdelmesde julioelgobiernosesentóa conversar sobre el paro campesino y llega-ron a un acuerdo: reabrieron las vías. Tres días más tarde el PNN el Cocuy fue cerrado hasta que no se llegara a una conciliación con los in-dígenas y los campesinos, y se hicieran estu-dios de impacto medioambiental de la reserva.

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• Comencé a sentir que mi condi-ción física no era la adecuada, que no cuen-taba con la experiencia necesaria y que el parque se encuentra cerrado, decidí no rea-lizar este año el viaje a la sierra nevada.

• Acambio,seguíaenpielaideadeha-cerrecorridosycontinuarlaprácticafotográfi-ca,paraellosrealicéafinalesdelmesunviaje

a la cascada la Chorrera, la séptima cascada más grande de Latinoamérica que se ubica en cercanías al municipio de Choachí, Cundina-marca, y cerca al páramo de Matarredonda, en donde entrenéconel equipo fotográfico,encondiciones de humedad.

• Sereiniciaronclasesenlauniversidaden el segundo ciclo.

Periódico El Tiempo. Suspenden el ecoturismo en el Cocuy. Fig. 5

Ruta a la cascada la Chorrera, Cundinamarca, Colombia. Técnica Digital. Fotografía del autor, 2016.

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Punta de la cascada la Chorrera Cundinamarca, Colombia.

Técnica Digital. Fotografía del autor,

2016.

Agosto 2016

Vista al cerro Pionono.Técnica digital. Fotografía del autor, 2016.

• Hiceinventariodelasfotografías y seleccioné un lu-gar en el cual realicé nuevos recorridos. Mi mejor opción, la zona del embalse de Tominé.

• Realicé de nuevo elviaje al embalse, hice una ruta bordeando el lago y caminé entre el bosque. Exploré sobre el recorrido y hablé con gente del poblado, me comentaron sobre el cerro Morrosquillo que queda a espaldas del pueblo, subí hasta allí e hice las pri-meras observaciones comple-tas de atardeceres y nubes.

Page 16: UNA NUBE PARA EL TARDECER

Atardecer del 6 de agosto a las 6:27 P.M, vista a Guatavita, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2016. Nube del 6 de Agosto a las 6:22 P.M , Guatavita, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2016.

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Nube del 13 de agosto a las 6:00

P.M, Guatavita, Colombia.

Técnica digital. Fotografía del

autor, 2016.

• Unasemanamastarderealicéotroviaje, esta vez con dos objetivos en la ca-beza: el primero, capturar el atardecer en su hora exacta en la cima del Morrosquillo, para ello debía caminar un total de dos horas desde el hostal que queda en el pue-

blo, y el segundo, capturar el paisaje hacia atrás de la montaña en la mañana siguiente; por complicaciones de carretera el primer día llegué en horas de la tarde y alcancé a coger el atardecer sólo a media montaña. Decidí concentrarme en las nubes.

Nubes del 13 de agosto a las 6:04 P.M, Guatavita, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2016.

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• Medevolví alpueblodon-de me alojaba, descargando el material y descansando.

•Salíalas4delamañanadeldía siguiente a subir la mon-taña, esperando capturar el amanecer.

• Al igualqueenChoachíelclima era húmedo y llovía con-tinuamente, hasta llegar a la cumbre, el paisaje se envolvía en una mancha de aire y agua. Medité hasta el amanecer, lue-go hice exploraciones fotográ-ficasyconvideo

•Descendí4horasdespués.Nube del 13 de agosto a las 6:08 P.M, Guatavita, Colombia.Técnica digital. Fotografía del autor, 2016.

Autorretrato, Guatavita, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2016

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Amanecer del 14 de agosto

alas 6:00 A.M, Guatavita, Colombia.

Técnica digital. Fotografía del

autor, 2016.

• Último viaje: en estaocasión fui a la represa del Neusa en donde hay senderos, y lugares de camping. Tenía los mismos objetivos que en el anterior viaje. Al llegar en las horas de la tarde capté buenas tomas del atarde-cer en una de las rutas que da a la represa. En la madrugada, me desperté a las 5 am, lovía a can-taros, y el resto del día siguió así.

• Salí entre la lluvia devuelta a Bogotá.

Septiembre 2016

Nube del 20 de agosto a las 5:46 P.M, Neusa, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2016.

Page 20: UNA NUBE PARA EL TARDECER

Nube del 20 de agosto a as 5:35 P.M, Neusa, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2016.<<

Nubes del 20 de agosto a las

5:46 P.M, Neusa, Colombia. Técnica

digital. Fotografía del autor, 2016.

>>

Page 21: UNA NUBE PARA EL TARDECER

A photograph is not necessarily a lie,

But nor is it the true. It’s more of a

fleeting, subjective impression…”

“Una fotografía no es necesariamente una mentira,

pero tampoco la verdad. Es más bien,

una impresión efímera y subjetiva…”

Martine Franck

(Franck, 2014)

LA OBSERVACIÓN - DOCUMENTACIÓN

Page 22: UNA NUBE PARA EL TARDECER

¿Por qué las personas escalan mon-tañas? ¿Por qué cuando están en la cima tienen ese deseo casi intuitivo de guardar ese momento con una cáma-ra?, o ¿Seré solo yo el que guarda esos instantes? ¿Acaso la atmósfera que se respira, y se vive en ese momento no es suficiente? ¿Será que se tiene miedo a olvidar ese momento, de dejarlo en el sótano de la memoria y se necesita una foto que lo saque de allí? ¿Observar se vuelve un ejercicio para disfrutar de la vida o solo un paso más para vivirla?

Para mi es esencial que la exploración vaya ligada a la documen-tación, pues en mi experiencia son dos procesos que se realiza a la par. Duran-te todo el perdido de viajes del 2016, quise tomar la fotografía como el eje fundamental del proyecto, intenté ha-cer ejercicios visuales diferentes como el video o el dibujo pero solo encontré en la fotografía este método ideal para documentar. Una forma fácil de enten-der esta “Observación-Documentación” es por medio de la obra Embracing de

la documentalista Naome Kawase. En este documental de 42 minutos, la di-rectora nos adentra en las atmósferas de los momentos que captura segundo a segundo con su cámara. Embracing surgió con el objetivo de encontrar a su padre, de quien no sabía nada desde su niñez. Así que cargada con su cáma-ra y su memoria, se adentra en aque-llos objetos, lugares y personas que tiene a su alcance, para buscar pistas que le ayuden a dar con su paradero.

Naome Kawase aprovecha cada fotograma y lo explota como una sola imagen, la cámara deja de ser un objeto externo y nos hace parecer que viviéramos dentro de su cabeza, que vié-ramos por sus ojos; no es necesario se-guir un patrón lógico, acá cada imagen que se cruza enfrente del “ojo-lente” es analizada como cualquier imagen en el diario vivir. El mecerse de unas hojas en el pórtico, el deslizarse suavemente con la mirada, hasta perderse en el rostro de la niña que está en unas fotos en la pared.

Ella, se va en un viaje auto-biográficoconnosotrosadentro,lenta-mente nos sumergimos en su historia, la sentimos, la interiorizamos. Una mano sale en cuadro y agarra la foto de la pared, el “Ojo-lente” sale de la casa y trata de encuadrar la foto que tiene el mismo paisaje pero 20 años después, el espacio de la foto ha cambiado, la niña que esta allí, ya creció, y aho-ra es la que sostiene la foto que esta alineada con el horizonte y el punto de fuga, recuerda por qué estaba allí ese día, recuerda como era el clima. Pocas

veces se escucha su voz en off, perocuando lo hace es como oír un pen-samiento y así se pierde en ellos. Y en este ir y venir de pensamientos, halla las pistas que le ayudaron a encontrar asupadre,dandofinaestecapítulodesu vida, y por ende a este documental. Aunque yo no utilice la “observa-ción-documentación” que utiliza Nao-me Kawase como una mirada autobio-gráfica, si la utilizo como una miradaexistencialista, pues con la “observa-ción-documentación”, busco conoci-mientos de la realidad por medio de la experiencia inmediata de mi existencia, experiencia que es percibida a través de mis sentidos, en especial mediante el ejercicio de la mirada. Es gracias al lente que puedo explorar aquellos lu-gares que habito, en los viajes que reali-ce, en donde a medida que voy subien-do voy encuadrando, voy entendiendo el color, las formas, y como convergen unas con otras, voy haciendo un diá-logo mental entre aquello que veo y lo que pasa detrás del lente; y que al igual que Naome Kawase funcionaria como un “ojo-lente”, mi propio “ojo-lente”.

Al fotógrafose ledefinecomouna sujeto que dibuja con luz por medio de esa extensión que es la cámara, ahora bien, cuando el fotógrafo puede contro-lar la luz y la dispone a su gusto para la creación de sus imágenes, técnicamente está dibujando, pues si se compara a la luz con un pigmento, el sujeto la puede utilizar conscientemente y tomar deci-siones formales para un resultado visual, pero ¿Cuando el sujeto no la controla sinoquelaluzyaestapredefinida,comoen un paisaje, quien dibuja la escena?

El sujeto ante el paisaje tie-ne entonces dos opciones. La primera, utiliza un pigmento y un soporte para representar visualmente lo que está ob-servando: en el caso de las nubes po-dría usarlo como un ejercicio científicopara analizar el clima, como lo hizo Luke Howard,científicobritánicoquenombróy clasificó a las nubes en tres grandesgrupos, cúmulus, stratus y cirrus. Esta clasificación fue tomada por laOrgani-zación mundial de meteorología, y ha sido ampliado y recopilado en el fantás-Fotograma de Embracing, Naome Kawase. Fig. 6

Estudio de una nube, Luke Howard, Fig. 7

Page 23: UNA NUBE PARA EL TARDECER

tico libro “International Cloud Atlas“. En La segunda el sujeto puede usarlo como un ejercicio de respuesta inmediata a la realidad, en este caso el primero en hacer un proyecto similar con las nubes fue Alfred Stieglitz, fotógrafo estadouni-dense que incursiono en el pictorialismo, y que a través de su proyecto Equiva-lentes quería demostrar “Sostener un momento, grabar algo tan completo, que todo aquel que lo vea [la imagen de por sí misma] pueda revivir un equiva-lente de aquello que ha sido expresado”

“to hold a moment, how to record something so com-

pletely, that all who see [the picture of it] will relive an

equivalent of what has been expressed.”

(METMUSEUM, 2010-2016)

Esta fotografía “equivalente” a la expe-riencia, es el resultado del ejercicio de observación del sujeto que usó la cáma-ra como un medio de registro, registro de una escena que no controla, que sim-plemente se posa ante él, y que él di-giere por medio de este “ojo-lente”. Esta documentación no es objetiva si se tiene en cuenta que la imagen resultante tiene decisiones formales como el encuadre, la composición, entre otras y por ende al final deesteymuchosotrosejerciciosde “observación-documentación”, siem-pre habrá un resultado visual que contie-ne un total, un todo de la impresión de la realidad de ese instante.

Equivalentes. Alfred Stieglitz. Fig. 8 Equivalentes. Alfred Stieglitz. Fig. 9

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LA OBSERVACIÓN - EXPERIMENTACIÓN

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Ya que la imagen que encon-tré caminando se iluminó por su propia cuenta, y yo ya obtuve un registro de ese momento, dejo pasar un tiempo an-tesderevisarelmaterialfotografiado.Elreposar el material fotografiado me dacierta distancia entre el momento ori-ginal y la pequeña copia que saque, en este proceso lo importante es la acción deobservar,elresultadofotográficoesun ejercicio posterior. Con ese regis-tro que obtuve me pongo ahora si en un papel creativo, el proceso de crear esta fotografía lo puedo comparar con la realización de un cuadro de William Turner, desde el punto de vista que cada fotografía que tomo, o dibujo que Turner realiza es una imagen única e irrepetible como resultado de una experiencia, y por ende cada una posee un poder, a modo de halo; un algo imperceptible que rodea su esencia, tienen un Aura propio, que como la describe Walter Benjamin es:

“La manifestación irrepetible de una lejanía (por cercana que pueda estar). Descansar en un atardecer de verano y seguir con la mirada una cordillera en el horizonte o una rama que arroja su som-bra sobre el que reposa, eso es aspirar el aura de esas montañas, de esa rama.”(Benjamin, p. 164)

Pero, ¿Que pasa con el Aura trayendo a la actualidad el proceso de la fotografía digital?. Para las fotografías que realizo puedo proponer que el negativo digital funciona como un original que contiene el Aura de aquel “equivalente” a la ex-periencia vivida, que se procesó en un equipo fotográfico con ciertas decisio-nes formales, es decir, es una imagen hasta el momento única por su carga vivencial, por su peso como experiencia, es única por el valor agregado que con-tiene y no por la cualidad de su valor de reproducción digital o su fin mercantil.En la fotografía documental es una re-gla editar las fotografías con un proceso de revelado básico, para hacer que la información contenida en ese negativo se parezca en su mayoría al momento

del que se obtuvo, pero en mi proceso personal funciona un poco diferente.

Para empezar, me parece per-tinente alejar temporalmente la captura de la edición. Dejar reposar las imá-genes suena un poco contradictorio respecto a las ventajas que nos podría arrojar la fotografía digital de la fotogra-fía análoga, pero este paso es importan-te para mi, porque me permite concen-trarme en el presente inmediato donde tomo las fotografías, y seguir viviendo los rezagos de la experiencia mien-tras esta todavía esta palpitante en mi memoria. El proceso de reminiscencia empieza un par de días después, y allí encerrado en la ciudad es donde co-mienzan a aparecer de nuevo estas imá-genes, esta vez detrás de una pantalla que se siente mas como una ventana.

Estas fotografías, que son esos “equivalentes” de las experiencias, pueden llegara a ser una experiencia por si misma sea que se asemeje o no al instante de donde salió fotografías si se tiene muy presente que la ima-

gen capturada tiene su propia Aura así como ese instante en la montaña tam-bién lo tuvo. En algunas ocasiones les puedo dejar un revelado básico, para que la fotografía me evoque una sensa-

ción parecida al momento que ya había vivido. En el restante de los casos, esa distancia de la fotografía al instante de donde salió, puede ser controlada por medio de una edición pensada. Quisie-

ra aclarar este ejercicio de edición con un instante que al igual que los atardeceres con las nubes se pro-ducen efecto de la luz y el agua, el ejercicio de ver una gota caer.

Fotograma # 2, de la serie “Las gotas también bailan”, Técnica digital, fotografía del autor, 2013

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Dejé caer la primera gota y el agua y el aire se unían en una mezcla heterogénea, las gotas de aire corrían por sobrevivir a la superficie; el agua le detenía, le mo-vía, destruía el aire en muchas partículas. Ambos elementos se hacían y deshacían una y otra vez en instantes, con movi-

mientos rítmicos, en vacíos y residuos de su propia materia. Estos elementos fue-ron las herramientas para hacer de estas gotas pequeñas esculturas efímeras, que para ser admiradas, deben ser detenidas en el tiempo o simplemente vistas en el presente inmediato, en el que ocurrieron.

Fotograma # 4, de la serie “Las gotas también bailan”, Técnica digital, fotografía del autor,2013

Las gotas también bailan es un proyecto que desarrollé en el 2013 y con el encontré que el ejercicio de la mira-da se puede entender de dos maneras, la primera como un ejercicio redundan-te en donde solo vemos las gotas caer, donde vemos el desbastar de la materia y la gota es una gota de agua, el volu-men de la gota es volumen, el aire es aire, y así de forma tautológica, caer en esa verdad inmediata que nos arroja la mirada. O bien, podría decir que al leer el titulo las gotas también bailan vemos en ellas cosas que no son reales, porque bailar es una acción de un ser vivo y por ende una gota no baila, pero al utilizar esta edición básica de la información re direccionamos la lectura de la imagen, así a modo de creencia, sobrepasar el ejercicio de la mirada. Cuando Ronald Barthes propone en su libro Lo obvio y lo obtuso el término Análogon, nos da la noción de que la imagen fotográficaposee un carácter objetivo y analógico

de la realidad que está proyectada, es decir, una fotografía no puede captar la realidad sino imitarla, y estas imáge-nes imitativas poseen dos mensajes.

“Un mensaje denotado, que es el propio análogon y un mensaje connotado, que es en cierta manera el modo en que la sociedad ofrece al lector su opinión sobre aquel”(Barthes, p. 13). las fotografías ya capturadas poseen la mitad de la potencia, y noso-tros, como sujetos únicos, podemos edi-tar esa imagen, darle un nuevo sentido e incluso crear un Aura nueva. Esta nueva dirección que se le otorga a la imagen, en mi proceso, es en un principio acen-tuaraquelloqueestoyfotografiandoentérminos técnicos, es decir un revelado básico, como ejercicio de introducción a la imagen, pero a medida que la imagen se va transformando, comienzo a mez-clar y experimentar, tal como un músico juega a improvisar en una escala tonal, allí, yo puedo jugar en mis propias com-posiciones, subiendo tonos, bajándolos,

aumentando matices, repitiendo elementos o eliminándolos, entre muchas más posibilidades.

La experiencia de editar la imagen es entonces un proceso que se asemeja a la experiencia vi-vida en la “observación-documen-tación”, y por ende arroja nuevos originales que contienen su propia Aura.Alfinalizarelprocesode“ob-servación-experimentación” tomo ladecisiónde“finalizar”esteciclode la imagen, aunque realmen-te todos los resultados terminan construyendo un gigante archivo, unálbumendondefinalmentere-posaran las imágenes, hasta el mo-mento en que quiera volver a expe-rimentar alguna. Este proceso no necesariamente tiene que ser una edición compleja de la imagen, es algo tan simple como un título que direccione la mirada, algo tan sim-ple como Las gotas también bailan.

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“Porque los únicos limites de la fotografía son los de la mirada”

(Olivares, 2013)

EL HORIZONTE

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No es la primera vez que veía que las nubes cobraban importancia en mi mente, que me ayudaban a entender aquello que vivía, dos años atrás antes de comenzar con los viajes, desarrollé Horizontes, un proyecto de dibujo que realicé a principios del 2014 y que bási-camente es más un proceso que un re-sultado. En el hablaba de cómo el cielo y el mar se necesitan el uno al otro para existir en una relación recíproca, donde cada ente se hace y deshace en el otro por medio del agua, parándome en el ho-rizonte, ese lugar donde habitan las nu-bes, y donde se unen esos dos colosos.

Hacer cada una de las 6 imáge-nes que contiene la serie fue un proceso donde, a través de la naturaleza y per-diéndome en ella, logré a modo de metá-fora entrar en mis sentimientos y ahondar en el tema de las relaciones humanas. El pensar como nube, volverme nube, y es-cribir y dibujar sobre esa experiencia, fue

Dibujo # 3, de la serie “Horizontes”, Grafito sobre papel, fotografía del autor, 2013

una interiorización de lo observado. En ese proceso al momento de crear cada trazo, debía sentirme ligero, pesado, me volvía niebla, tenue gris, aparentemente plano y sin tonos, pero sutilmente cam-biante. Me fui consumiendo por horas y horas mientras hacía cada uno de estaspequeñas texturas conel grafito,sintiendo cómo cada centímetro que di-bujaba de cielo eran miles de kilómetros en mi cabeza, miles de kilómetros que recorría, con aires fríos o cálidos. Kiló-metros donde el viento nacía cuando nostálgicos al no poderse tocar el cielo y el mar suspiraban. Y entre tantos trazos y sentimientos me perdí y me encontré; me perdí en mis sentimientos y encon-tré una forma de ahondar más en ellos, encontré esa parte emotiva que quería explotar y la decante en una imagen. Justo después de realizar Ho-rizontes decidí salir con mi cámara , no como siempre a capturar lo que pasaba en la ciudad, sino capturar aquel único

trozo gigante de naturaleza que tengo siempre a mi alcance, el cielo, y este fue uno de mis primeros acercamientos des-de la fotografía a las nubes.

No pasó mucho tiempo para dar el primer paso a ver la naturaleza cara a cara y con las salidas entendí paulatinamente que el horizonte no solo es un lugar físico, que en el horizonte no solo viven las nubes, el horizonte tam-bién es un espacio temporal, es una línea que fracciona el tiempo y que ayuda a contar los días, los días que pasaba por fuera o el sol que indicaba que comenzaba mi aventura, y cuando se iba me susurraba que acabara mi recorridos. Salí pensando que encon-traría bellos lugares inhabitados, pen-sando que me encontraría a mi mismo, yalafinal terminébuscandonubesyatardeceres, aquello que encuentro a la vuelta de la esquina, igual que me tenia a mi enfrente de un espejo.

Bogotá, Colombia. Técnica Digital.Fotografía del autor, Enero 2014. >>

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LO ETÉREO

Somos seres cambiantes y no hay nada mejor que ver el paisaje para saberlo.

Page 30: UNA NUBE PARA EL TARDECER

Nubes en el atardecer, Bogotá, Colombia. Técnica digital. Fotografía del autor, 2015 Lluvia, vapor y velocidad. Joseph Mallord William Turner. Fig10

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A principios de agosto cuando opté por realizar viajes en el sector del embalse de Tominé, decidí que era hora deescogerunsujetoalcual fotografiarde entre todo lo que se puede observar en el paisaje, seguí mi instinto y opté por fotografiar las nubes. Ese día baje a lalaguna a las 11 A.M y me senté en un islote a ver las nubes. Ellas: blancas e imponentes; al fondo un poco de lluvia se avecina, la lluvia se va, luego, más nubes, la verdad no pasó más de 30 mi-nutos cuando el ejercicio de observarlas me aburrió, decidí caminar bordeando el embalse y adentrarme en el bosque. Horas mas tarde llegue al pueblo y me contaron del Morrosquillo, decidí subir-lo, y llegué antes del atardecer, la altura: imponente, la vista: amplia a todo el em-balse, y las nubes, las nubes parecía que me modelarán mientras eran iluminadas por el costado, esas mismas nubes que mientras saqué la cámara de mi morral para fotografiarlas ya no estaban, lasnubes que cuando me senté a esperar volvieron a aparecer. Así que me dedi-queafotografiarlasnubescuandocam-biaban, esas nubes que me empezaron

a parecer fascinantes porque dejaron de ser planas, porque ahora brillaban, porque me parecieron pinturas que me-recían ser apreciadas, manchas irrepeti-bles y además cambiantes. Observarlas era un ejercicio intuitivo, era apreciarlas como cuando se era niño, y podía per-derse en las formas, y ver desde vacas hasta dragones, o simplemente verlas moverse mientras uno descansaba en un pastizal, verlas como el humo de un tren, vaporosas intangibles, sutilmente cambiantes, Jhon Ruskin hablaba de las pinturas de William Turner de una mane-ra similar, y decía respecto a su técnica:

“ Todo el efecto de la pintura descansa, en cuanto a la técnica, sobre nuestra ca-pacidad de recuperar ese estado que pudiéramos llamar la inocencia de los ojos, ese modo de ver infantil que perci-be las manchas coloreadas como tales, sin saber lo que significan – tal como las percibiría un ciego al que repentinamen-te le fuera devuelta la vista” (Ruskin, 1903-12)

Las pinturas de Turner al igual que los atardeceres o las nubes, de-muestran que cada momento es único, y que evoca en el espectador miles de di-ferentes emociones, evocaciones subje-tivas. El mundo nunca es igual, el tiem-po lo cambia constantemente, milenio a milenio, segundo a segundo. Es por eso que el paisaje se presenta para mi como un espejo que representa lo cam-biante, lo etéreo que cuando desaparece va develándome los distintos seres que hay dentro de mi, los distintos seres que no conozco y que voy descubriendo al transitar por estos hábitats. Hábitats que son completamente diferentes, depen-diendo de la luz, de la época del año, del mismoespaciogeográficodondeunosepare, el paisaje cambia y yo también.

“El pintor no solo debe pintar lo que ve ante sí , sino

también lo que ve en sí nada viese en sí, mejor seria

que deje de pintar lo que ve ante sí”

Caspar David Friederich

(Rosenblum, 2007)Der wanderer über dem nebelmeer. (El caminante sobre el mar de nubes)Caspar David Friederich. Fig. 11

Indagar sobre esta dualidad, de lo ex-terior y lo interior me llevó a pasar desde los es-critos epistolares de los viajes al monte Vetoux del clérigo y poeta Francesco de Petrarca en 1300 a las explicación bíblicas de las pinturas de Thomas Cole y toda la escuela del rio Hud-son, pero encontré una obra de mediados de 1970 que no podría explicar mejor esta relación.

He weeps for you es una acción mas que una instalación, fue realizada por el vi-deo-artista Bill Viola y en ella se ve en un es-pacio cerrado y oscuro, un grifo ubicado a la altura promedio de la cara, desde allí deja caer un gota de agua cada segundo sobre un tambor étnico,esteamplificaelsonidodelcaerdelagota al golpear la membrana del tambor. La gota de agua es esencial en este proyecto; en él, te ves como en un espejo porque la imagen, que esturostrocapturadoenlagota,esamplifica-da con una cámara y luego proyectada en una pared de la habitación. La gota cae cada se-gundo y la imagen en la pared se renueva como se renovaría la vida en cada segundo. La caída de la gota al tambor, hace de la instalación un momento rítmico, como cuando meditas y reci-tas mantras y sientes cada respiración; así se

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siente cada segundo. Bill Viola te mete en la idea de que estás viviendo y que el tiempo pasa junto a ti, contigo y te pier-des en él, en los sonidos que pasaron y en las imágenes que están por llegar.

Este espacio cerrado funciona como una de las expediciones que rea-licé, funciona como el laboratorio de re-velado digital, funciona como la misma acción de mirar y la sintetiza en un acto de ver una gota caer. En esa relación de la observación al paisaje y esta obra, en-tendí que estamos hechos de cada ex-periencia o recorrido que almacenamos en la memoria, como la tierra esta hecha de capas o las nubes y el agua de ciclos, que los seres humanos estamos hechos de recuerdos e incluso de olvidos. LA POESÍA

VISUALHe weeps for you ( Él llora por ti), Bill Viola. Fig. 12

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“El haiku en su brevedad expresiva es entera-mente imagen, impacto de un momento sentido en profundidad. A través de él, el poeta quiere hacer ver y sentir el núcleo de su experiencia “.

(Izquierdo, 2005, pág. 22)

El proceso de creación de imágenes va de la mano al crecimiento personal y espiri-tual, que en este caso se da a través de un aislamiento y sen-timiento de aceptación de la so-ledad, a mi proceso en si mismo me gusta compararlo a un hai-ku. El Haiku es un tipo de poesía japonesa del siglo XVII, que está fuertemente ligado a las tradicio-nes espirituales de oriente. Es un poema breve pues consta de solo 3 versos que no poseen una

métrica fija y es el resultadodeuna experiencia poética basada en la contemplación de la natu-raleza; y que para ir en busca de la esencia de lo poético, se separa de todo aquello retórico, intelectual, o sentencioso, de-jando simplemente la descrip-ción exacta de un momento. El haiku incluso se compara a ve-ces con la intuición puesto que alcanza un nivel de atemporali-dad, de trascendencia, evoca-ción y eternidad.

Escribir poesía es un ejercicio que se puede comparar con la creación de una imagen, siempre y cuando am-bos busquen una manifestación de la belleza o expresar un sentimiento es-tético; y una forma de unir esta poesía como el haiku y una imagen como la pin-tura, podría ser la serie landscapes of the hiden forest del artista japones Ikko Fukuyama. En general algo por lo que se caracteriza la pintura japonesa es por la forma espiritual en que es tomada e Ikko Fukuyama no es la excepción.

Él, es un artista plástico nipón, que después de acabar sus estudios de maestría en pintura, se interna para con-vertirse en un monje zen, y una vez aca-bado este proceso, retoma la pintura y hace un doctorado en pintura japonesa. En esta serie él retrata el bosque y mas que recrearlo lo interioriza y lo expresa con su pincel, pero no bastamente, en vez de botar pinceladas fuertes o tra-zos marcados, él parece que susurrara al papel, a esa hoja de bamboo, donde cada rama tiene vida propia, donde pa-rece que cada difuminación que se crea

a partir de la niebla que cubre el bosque, fuera sentida y plasmada como eso, aire que se mueve sobre la pintura. Con un trabajo minucioso y al tiempo espontá-neo y valiéndose de la mancha como su aliado, Fukuyama logra crear un bosque propio, un haiku hecho imagen, y la ima-gen que él evoca, pasaría a representar una realidad tangible, es decir, un haiku que al igual que sus pinturas, son un símbolo hecho a partir de la experiencia subjetiva del poeta.

“Su intimidad responde a un flujo exterior de la realidad con el que él trata de iden-tificarse plenamente. Su poesía es, por lo tanto, supra personal y extra personal. Es el poeta hablando por la humanidad”

(Izquierdo, 2005, pág. 23)

Landscapes of the hiden forest, Ikko Fukuyama. Fig. 14

Haiku del monte fuji, Kobayashi Issa. Fig. 13

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Y al ser esta imágen un sím-bolo, representa un concepto, una idea, una máxima, una nube, un recorrido a una montaña, una experiencia que pue-de percibirse a través la de la mirada, es una imagen evocativa, que invita a aquel que esta en frente a mirarla y si se quiere a introducirse en el mismo ejercicio de la mirada, incita a ver. Didi Huberman en su libro Lo que vemos lo que nos mira, des-cribe el acto de “ver” como un proceso que se inquieta por el mismo acto de ver, es entender que al ejercer la mirada en un objeto, ese objeto también nos ve, nos mira desde lejos y que ser conscien-te y atento a ese ejercicio recíproco de la mirada es “ver” en su acto mas elemen-tal.

“Ver es inquietarse por el mismo ver, en su acto en su sujeto. Ver es siempre una ope-ración de sujeto, por lo tanto una opera-ción hendida, inquietada, agitada, abierta”

(Huberman, 1997, pág. 47)

Así tal vez a modo de aceptación, de búsqueda interpersonal, de proceso catártico, o espiritual, es que logro ha-cer de la observación un proceso que siempre se inquieta por la observación misma, es un proceso donde observar se vuelve un ejercicio para disfrutar de la vida y también un paso más para vi-virla, y en donde como resultado arroja imágenes poéticas, que funcionan como pequeñas montañas que me muestran otras montañas a lo lejos, y que incitan a ir detrás de ellas y volverme a perder en sus cumbres y en las nubes que las rodean. La observación es entonces un camino fértil, que seguire sembrando porque en ese proceso vivo y tal vez haga vivir a otros.

REFERENCIAS Y NOTAS

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• Ruskin,J.(1903-12).Theelemntsofdrawings, The Works 34 vols (Vol XV, pag 27 ed.). Londres: E.T. Cook y A Weederburn.

• Olivares, R. (2013). Enel limite de la mirada . Exit #52 .

• Barthes, R. ( 1995). Lo obvio ylo obtuso, imágenes, gestos y voces.

• Wells, L. (2010). Pasia-jes Silenciosos. EXIT #38 , 138.

• Franck, B. M. (2014). FoundationH.C.B. Obtenido de Fondation Henrie Car-tiere bresson: http://www.henricartierbres-son.org/wp-content/uploads/2014/12/BIOGRAPHY-Mart ine-Franck-EN.pdf

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• METMUSEUM. (2010 - 2016). Heil-brunn Timeline of Art History: Stieglietz, Alfred; Equivalent. Obtenido de The Me-tropolitan Museum of Art: http://www.met-museum.org/toah/works-of-art/49.55.29/

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• Izquierdo, F. R. (2005). El hai-ku Japones. España: Poesía Hiperión.

• Huberman, D. (1997). Lo que ve-mos, lo que nos mira. Argentina: Manantial.

Bibliografia

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Fig. 2. Periódico El Espectador (2013), Erwin Kraus en los nevados de Colombia (Fotografía), http://blogs.elespectador.com/colombiadeuna/2013/05/17/erwin-kraus-y-los-nevados-de-colombia/

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estilo-de-vida/ciencia/suspenden-eco-turismo-en-el-parque-nacional-el-co-cuy/16657238

Fig.6Desistfilm(2014),FotogramadeEmbracing, Naome Kawase (Fotogra-fía)http://desistfilm.com/wp-content/uploads/2014/07/1992_0.jpg

Fig. 7. Royal Meteorological Society, Luke Howard drawing (Ilustración). Tomado de: http://journal.sciencemuseum.org.uk/browse/issue-02/made-real/luke-howard-s-clouds-and-the-persistence-of-convention/

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Fig. 8. Museo metropolitano de NY (1864–1946), Alfred Stieglitz Collection. Tomado de: http://www.metmuseum.org/toah/works-of-art/49.55.29/

Imagenes

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