una guerra que solo nosotros recordamos artículo gerardo

Upload: unaria-una

Post on 17-Feb-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    1/24

    1

    Alicia De Los Ros Merino

    Escuela Nacional de Antropologa e Historia.

    Una guerra que slo nosotros recordamos. Algunos problemas al

    abordar experiencias de militantes armados en la dcada de los setenta.

    Presentacin.

    El propsito principal de este artculo es exponer los retos que se han

    presentado en la investigacin a travs de la Historia Oral sobre la Liga

    Comunista 23 de Septiembre en Ciudad Jurez, Chihuahua, Mxico, as como

    exponer una serie de reflexiones, resultado del anlisis e interpretacin de los

    testimonios. Por medio de entrevistas, diversos sujetos que participaron en este

    grupo opositor, clandestino y armado, han relatado su experiencia militante en

    la dcada de los setenta. El problema recurrente acontece durante la narracin

    de hechos violentos donde se vieron involucrados y la forma en que

    reconstruyen esa memoria desde el presente. El anlisis de los testimonios

    sobre militancia armada nos permite observar algunas de las aristas que

    dificultan abordar la violencia como mtodo utilizado en contra de los agentes

    estatales, en algunos casos contra otros militantes de las izquierdas o incluso

    con los propios compaeros de organizacin. Identificar otras razones de esos

    silencios u olvidos en los relatos de militancia radical, nos puede ayudar a

    traspasar la explicacin de la moral o el miedo y abonar en la comprensin

    histrica de procesos donde se aborde la violencia poltica desde la perspectiva

    de la Historia Oral a partir de la experiencia de nuestros actores.

    Procesos de radicalidad en jvenes fronterizos de la dcada de los

    setenta.

    A partir del 2008 inici el trabajo de campo en la frontera norte de Mxico,

    especficamente en Ciudad Jurez, para la tesis de Maestra en Historia y

    Etnohistoria, Jos de Jess, Luis Miguel y Salvador Corral Garca: Good bye

    American Way of Life, Nos vamos a la Guerrilla. Procesos de Radicalidad en

    jvenes de los setenta.El objetivo principal fue reconstruir las trayectorias devida de tres hermanos y los procesos de radicalidad que los llevaron a

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    2/24

    2

    integrarse a una organizacin poltica armada, de carcter nacional, la Liga

    Comunista 23 de Septiembre, en la dcada de los setenta. Salvador fue el

    impulsor de su conformacin regional en Chihuahua, junto con Gabriel

    Domnguez. Ambos personificaron la unin del grupo Los Macas y los

    Lacandones, los Lacan-Macas. Estos grupos se originaron en la segunda

    mitad de la dcada de los sesenta, Los Macas como un grupo con tendencia al

    foco guerrillero en el mbito rural y Los Lacandones en el contexto urbano del

    movimiento estudiantil de 1968. Luis Miguel Corral, hermano menor de

    Salvador, fue uno de los principales operadores para la construccin de la Liga

    en Ciudad Jurez a principios de la dcada de los setenta. Jos de Jess,

    catedrtico de fsico matemticas, se integr desde Navojoa, Sonora, a la

    militancia de la Liga.

    Lo ms importante que podra decir es que de de alguna forma contest una

    primera pregunta de investigacin: Por qu estos jvenes migrantes,

    avecindados en Jurez desde su niez, se enrolaron en una organizacin

    poltica radical como la Liga Comunista 23 de Septiembre? La imposibilidad de

    entrevistar a los tres personajes principales, ya que Salvador y Luis Miguel

    fueron ejecutados en 1974 y 1977, respectivamente, y Jos de Jess

    desaparecido forzado desde 1976, me llev a otros actores involucrados. Por

    medio de las entrevistas realizadas a ex militantes armados y familiares de los

    Corral Garca, pude entender que fueron determinantes otros aspectos en la

    radicalizacin de jvenes, hombres y mujeres que optaron por las armas, ms

    all de la efervescencia ideolgica por el triunfo revolucionario en Cuba,

    explicacin esencialista y continua en muchas investigaciones sobre la guerrilla

    y sus orgenes. Ellas y ellos, algunos migrantes avecindados en Jurez desdesu infancia, otros originarios de la frontera, provenan en su mayora de

    estructuras familiares rgidas, nacionalistas, catlicas, en ocasiones con padres

    ausentes por el fenmeno de los braceros o mojados, trabajadores migrantes

    en los Estados Unidos. Los y la jvenes adquirieron y construyeron una cultura

    e identidad particular fronteriza, bicultural, sin que el auge del American Way

    of Lifeles fuera ajeno. Estudiantes en su mayora, presenciaron e intervinieron

    en dos fenmenos: la creacin de instituciones educativas de nivel superior y laindustria maquiladora.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    3/24

    3

    A travs de las entrevistas encontr que ese grupo de fundadores y fundadoras

    de la Liga provenan de un grupo de huelguistas que en 1972 se movilizaron de

    manera abierta, asamblesta y organizada a travs de brigadas, en contra de la

    centralizacin educativa. Al terminar la huelga en el Instituto Tecnolgico

    Regional de Ciudad Jurez, algunos de los jvenes brigadistas iniciaron la

    creacin de crculos sobre la teora marxista, con la expectativa de integrarse a

    un movimiento poltico y armado del cual ignoraban casi todo. Debido al

    quehacer propagandstico de su movimiento huelguista afuera de algunas

    maquiladoras recin creadas, se dio la incorporacin de brigadas obreras a los

    orgenes de la Liga. Fue en marzo y abril de 1973 cuando se llev a cabo la

    fundacin nacional y regional de la Liga, respectivamente. De lo anterior

    podramos concluir que muchos de los y las militantes se integraron a la

    organizacin marxista por las redes de confianza, familiares en algunos casos y

    las alianzas que se crearon en la escuela, posteriormente en el movimiento de

    huelga y los centros de trabajo.

    Fue significativo no encontrar en los orgenes y trayectorias de vida de los

    actores elementos de una cultura de izquierda, es decir, estos juarenses no

    relacionan su incorporacin a la organizacin clandestina con una participacin

    previa en la poltica de izquierda o por antecedentes familiares. Lo que si

    emerge continuamente en las entrevistas es el papel de algunos profesores en

    la formacin de una incipiente conciencia de clase, as como relatos sobre el

    origen rural de una mayora y la participacin de abuelos o parientes en la

    revolucin mexicana de principios de siglo XX, la cual no les hizo justicia a los

    campesinos. As, podemos observar continuamente referencias a sistemas devalores morales inculcados por las familias, mayoritariamente por las madres, a

    travs de la religin, la preocupacin por la escolaridad, el respeto a los

    mayores, la compasin por los desvalidos, el anhelo de justicia contra la

    pobreza o marginacin que en algunos casos experimentaron.

    Recuperar las memorias de una guerra desconocida en medio de un

    conflicto armado actual.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    4/24

    4

    Para poder desarrollar esta investigacin, he ido y venido a Ciudad Jurez

    desde el 2008 hasta la fecha. Me mantuve en una zona de confort: iba y vena

    de la Ciudad de Mxico a Jurez, sintindome a salvo de la ola de violencia.

    Sin embargo, me llam profundamente la atencin la normalidad, desde mi

    punto de vista extranjero, con la que la vida prosegua frente a las

    consecuencias de la violencia extrema cotidiana. En Jurez al recorrer la

    ciudad, las personas contaban con cierto tedio que cuando haba otro

    balaceado en las calles, tenan la seguridad que llegaran tarde de nuevo a su

    destino. La muerte presente diaria como un estorbo. En un principio no

    reflexion que estaba investigando una guerra o un intento de revolucin, de

    transformacin radical que tuvo lugar casi cuatro dcadas atrs, en un presente

    donde una guerra real se viva en las calles, donde diariamente se anunciaban

    y contabilizaban los muertos por da, siempre ms de una decena. Las historias

    ms horrorosas contadas como notas en los diarios: Lo desollaron. Le

    pusieron los dedos en la boca,etc., fotografas en primera plana de cabezas

    humanas sobre hieleras, en plena maana. Llegaba a Ciudad Jurez a

    preguntar los recuerdos y escuchar el relato de experiencias de ex militantes

    socialistas y armados, cuando de alguna manera recaamos en la actualidad.

    De manera ms o menos homognea, los y las entrevistadas militantes se

    sorprendieron de las dimensiones del conflicto, la complejidad para identificar

    los actores involucrados y la falta de una vanguardia u organizacin opositora

    o de izquierdas en la poblacin afectada por la violencia narcotraficante y

    estatal.

    En el 2011 regres a radicar a Chihuahua para la investigacin sobre la tesis

    de Doctorado: Ciudad Jurez: Movimientos Sociales y Rebelin. 1950-1980.

    Fue entonces que la reflexin sobre la guerra, la de antes, la desconocida, y la

    actual, empezaron a tomar sentido. Despus de 10 aos de no vivir la

    cotidianeidad de la entidad, me di cuenta que mi ciudad, el estado, se

    encontraba modificado por un conflicto armado cuyos actores no son dos

    bandos identificables. Frente al escenario, podemos afirmar que cualquier

    paradigma de violencia en la historia reciente ha sido rebasado. El fenmeno

    actual no es similar a la guerrilla de la dcada de los setenta. Hoy un sicariopuede salir contando pblica y pormenorizadamente para quien trabaj o

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    5/24

    5

    trabaja, cuntas personas ejecut, que les hizo, porqu. Todo tiene un precio.

    Extorsin, secuestro, venganza. Es una guerra por plazas, por carreteras, por

    control de corporaciones estatales. Todo se cuantifica, es una guerra dentro de

    las lgicas del capital. Una guerra adems declarada formalmente un diciembre

    de 2006 por el entonces presidente de la Repblica Felipe Caldern Hinojosa.

    Quin sabe cundo y cmo las guerrillas marxistas declararon la guerra al

    Estado Mexicano en las dcadas de los sesenta y setenta?

    Como el propsito principal de la tesis no es slo la irrupcin de una

    organizacin guerrillera en el pas, particularmente en Ciudad Jurez, sino una

    historia social de un determinado perodo que abraca de 1950 a 1980 sobre los

    movimientos sociales y la rebelin esa ciudad fronteriza, intento comprender

    las izquierdas, y los sujetos que en ellas militaban. Las izquierdas obviamente

    no eran una sola como no lo son ahora. Por ello, en el proceso de recuperar la

    memoria de las organizaciones poltico armadas en Mxico observamos las

    batallas por las memorias, donde se aprueba o se rechaza a quines otorgan

    testimonios y a aquellos que los recuperan. Comnmente podemos encontrar

    los relatos dominantes de sobrevivientes o familiares en investigaciones

    sociales sobre la guerrilla en Mxico y la represin estatal, y una legitimacin

    otorgada por la propia comunidad de ex militantes y parientes.

    En el caso de esta investigacin, en un principio llegu con aquellos conocidos

    como sobrevivientes y familiares de opositores, convencida de que los nicos

    integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre en Ciudad Jurez eran

    aquellos que estaban en las listas de presos, ejecutados o desaparecidos. Me

    encontr con dos tipos de testimonios para la investigacin particular: los exmilitantes y los familiares de los Corral Garca. Fueron largas plticas donde

    observ una caracterstica especial: tanto los Corral como Amanda Arciniega y

    Rigoberto vila, sobrevivientes de la guerrilla, no relataron su historia de vida

    anteriormente, incluyendo la militancia armada propia o de sus familiares, de

    forma amplia y recurrente. A travs de esta primera comunidad pude

    diferenciar los testimonios, cuya caracterizacin me parece importante para

    entender qu y quines se refieren a la guerra desconocida y por qu los otrosno.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    6/24

    6

    En relacin a la comunidad familiar, los Corral Garca relataron de manera

    fluida las trayectorias de vida de sus hermanos guerrilleros a partir de la

    cotidianeidad familiar, aspectos importantes para explicarnos los procesos de

    radicalidad en los jvenes de la dcada de los setenta. Cuando se abordaba la

    cuestin de la militancia armada, quienes narraron una serie de ancdotas en

    que se vieron involucrados como participantes solidarios o testigos fueron los

    hombres de la familia. Las hermanas, en contraste, nombran esas cosas a la

    opcin de la insurreccin armada, percibindose una lejana en la comprensin

    de aquello en lo que se involucraron los hermanos militantes, que adems

    representa la primera razn por las que sus familiares se fueran a la

    clandestinidad, la muerte o a la incertidumbre continua en la desaparicin. En

    el caso de las familias que vivieron la prdida de integrantes, ya sea por

    ejecucin o desaparicin forzada, la gestin y la bsqueda de los parientes

    fueron asumidas mayoritariamente por mujeres, madres y/o esposas. Despus

    de dcadas, debido a la edad, las madres de los y las guerrilleras estn

    muriendo, como la seora Concepcin Garca, quien falleci en enero de 2009.

    En su caso, se cont con una entrevista realizada aos atrs1, pero en la gran

    mayora no se ha registrado las trayectorias de vida ni la participacin en los

    comits, como tampoco se ha abordado la transformacin del drama individual

    a la organizacin de colectivos. Otro aspecto importante es que no se

    transmiti la experiencia de movilizacin en pro de las vctimas al resto de las

    familias.

    Las reflexiones anteriores me han ayudado a comprender que en la

    reconstruccin de la memoria de la guerrilla, las familias pueden relatar losorgenes y antecedentes de aquellos militantes poltico armados, as como los

    saldos, las prdidas o costos de la transformacin radical que se propusieron

    sus familiares, pero el proceso armado en s es poco conocido por ellos.

    Incluso situarlos en los movimientos de las izquierdas es un poco difcil, ya que

    la militancia opositora lleg a su vida de manera abrupta con la desaparicin o

    ejecucin de sus familiares, y en la mayora de casos la organizacin colectiva

    1 Entrevista a Concepcin Garca Esparza realizada por Jess Vargas Valds el 25 deseptiembre de 1997 en Ciudad Jurez, Chihuahua.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    7/24

    7

    se acaba cuando las madres o esposas mueren u optan por dejar de

    movilizarse.

    En el caso de los ex presos, existe una comunidad de aquellos quienes han

    decidido relatar pblicamente los testimonios de su militancia. No es el caso de

    Amanda y Rigoberto, quienes optaron por mantener un bajo perfil despus de

    salir de prisin. Ambos pertenecieron a la Liga Comunista 23 de Septiembre en

    Ciudad Jurez, en dos perodos diferentes y provenan de diversos grupos:

    Rigoberto perteneci al grupo fundador en Ciudad Jurez, debido a las redes

    estudiantiles del Instituto Tecnolgico Regional de Ciudad Jurez. Fue uno de

    los primeros presos de la Liga en el estado, en 1974, siendo liberado hasta

    septiembre de 1980. Amanda se incorpor en 1975, en la etapa conocida como

    La Reconstruccin. Estudiante de prepa y obrera de maquila, trat de

    organizarse junto con otras compaeras en un sindicato independiente,

    coordinando dos huelgas en maquiladoras extranjeras donde labor. A partir de

    esta actividad, Amanda no pudo acceder a otro trabajo en la lnea de

    produccin, estaba quemada, me dieron bola negra, no tena ms opciones,

    relat. En gran parte esta es la razn por la que se incorpor a la militancia

    radical, que vivi primero en Ciudad Jurez y posteriormente en Sinaloa y la

    Ciudad de Mxico. Fue aprehendida en esa localidad en 1980 y liberada hasta

    1989 de la crcel de Jurez, siendo la ltima presa de la Liga en salir de una

    prisin. Con trayectorias de vida diferentes posteriores a su militancia, ambos

    existe una posicin similar: no anclarse en el pasado. Amanda es jovial, re y

    habla fuerte durante las entrevistas: Imagnate, hacer una revolucin yo ya

    me vi ah, casi, casi en la toma del poder. Para m fue muy intenso, muy

    emocionante y pues ha sido la impresin ms fuerte de mi vida, no hay ningunaotra.Rigoberto es prudente y reservado, selecciona que hablar y que no frente

    a la grabadora. Aquello que evita no registrar como archivo sonoro son los

    conflictos graves como la confrontacin armada con quienes personificaban los

    enemigos de la clase obrera, as como los internos, que afectaron a su propia

    organizacin. Por qu insistir en no hablar de la violencia poltica ese intento

    revolucionario de casi cuarenta aos atrs, cuando una guerra transitaba, con

    mayor dureza entre 2008 y 2010, convulsionando la ciudad fronteriza?

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    8/24

    8

    El silencio o los comentarios en voces bajas y entrecortadas me llevaron a

    reflexionar la importancia de abordar la violencia poltica ejercida y recibida en

    mis actores durante ese intento revolucionario cruento, que adems de

    modificar sus vidas, fracas. La urgencia por nombres y hechos que en la

    mayora de veces nos delata a los investigadores, ha sido constantemente

    reprimida por la necesidad de explicar las razones y la forma en que

    seleccionan sus recuerdos los actores. En este intento de abordar el proyecto

    de revolucin emprendido entonces, me centro por diversas razones en la

    seleccin de los recuerdos sobre actos violentos. En trminos de memoria tres

    aspectos me parecen importantes: Uno. El Estado mexicano logr combatir

    pblicamente a las guerrillas contemporneas con el discurso ideolgico del

    miedo, a travs de sentencias con una carga extraordinaria de moralidad y

    legalidad. Por qu actualmente la violencia generada por la guerra del

    narcotrfico no tiene esa censura ideolgica, pudorosa, exaltando la

    honorabilidad y el nacionalismo? Segundo. La incomprensin de una mayora

    sobre los objetivos de las guerrillas, la Liga en este caso, y la falta de

    legitimidad pblica sobre el mtodo de las armas, han ocasionado que los ex

    militantes seleccionen sus recuerdos y reconstruyan la memoria sobre lo que

    se puede, se debe o no decir. Por ello, gran parte de lo que se ha escrito versa

    sobre la respuesta gubernamental, es decir, la represin estatal y sus saldos,

    quedando atrs el intento de revolucin emprendida por sus militantes, actores

    sociales cuya radicalidad consista en su ideologa poltica, no en las armas. En

    el cuerpo terico de la Liga Comunista 23 de Septiembre, Las Cuestiones

    Fundamentales del Movimiento Revolucionario en Mxico2podemos observar

    sus porqus, cmo y con quines, por ejemplo, la revolucin sera de carcter

    socialista, su medio las armas y el sujeto transformador, el obrero. La Liga,como la vanguardia del proletariado, hostigara por medio de la accin armada

    a representantes de la burguesa y del estado. El trabajo ideolgico hacia el

    proletariado, los obreros, se llevara a travs de la organizacin de brigadas

    obreras clandestinas y la difusin del Peridico Madera. De todo ello se conoce

    2Este documento es atribuido a la autora de Ignacio Salas Obregn Oseas, considerado ellder mximo de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Para Graciela Mijares, ex militante dedicha organizacin y denunciante de la desaparicin forzada de Ignacio frente a autoridades

    judiciales, ste retom en la redaccin del documento las reflexiones y anlisis de aquellosimpulsores que dieron pie a la unificacin de los diferentes grupos armados en la Liga, por ellosu carcter de documento terico fundacional.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    9/24

    9

    mucho menos en comparacin a la cronologa de eventos espectaculares por

    sus saldos de violencia. Tercero. Relacionado con el punto anterior est la

    propia discusin que se dio al interior de las izquierdas sobre la pertinencia o

    no de la praxis de los y las integrantes de la Liga, las alianzas o las rupturas

    entre los militantes comunistas por el mtodo armado. En las Cuestiones

    Fundamentales podemos observar cmo la propia Liga enuncia como

    enemigos de la clase trabajadora y por ende, de ellos mismos, a aquellos

    considerados oportunistas o reformistas electorales, sindicalistas

    independientes, lderes estudiantiles, etc. Rigoberto es quien logra situarse

    como parte de ese colectivo radical frente a otras izquierdas y desde su

    experiencia en Chihuahua enuncia: Nosotros ramos los apestados, creo que

    seguimos siendo los apestados para muchos de la izquierda. A l y otros

    estudiantes fundadores le toc distanciarse en un primer momento de sus

    hasta entonces aliados del movimiento social, por ejemplo de los integrantes de

    la Alianza Cvico Demcrata Juarense.

    Lo anterior me ha llevado a reflexionar sobre las posturas de Amanda y Rigo

    como ex militantes pero tambin como sobrevivientes de la guerra. Su opcin

    la vivieron al lmite, con la ruptura de su vida en un antes y un despus. Deellos, a travs de sus entrevistas conocemos un principio y un final, la prisin

    en ambos casos. La mirada frente a la violencia poltica en la que participaron

    se torna diferente, pudiendo explicarse por diferentes razones, entre ellas por el

    momento en que se integraron a la Liga. Amanda, quien se incorpora en 1975

    dice: Nosotros no queramos muertos de nosotros ni de ellos, a nosotros no

    nos servan muertos. Los operativos eran para presionar, econmica,

    polticamente. Cuando hubo muertos, en la mayora de los casos, fue porerrores.Amanda se integr a un proyecto de revolucin encarrilado con los

    que sobrevivieron a la crisis interna de la Liga. En la clandestinidad no estaba

    relacionada por un pasado en comn con sus compaeros, eran camaradas y

    posiblemente amigos sin conocer siquiera su identidad real. La experiencia de

    Rigoberto fue diferente. En 1974, a un ao de la fundacin de la Liga, le toc

    vivir la crisis interna, lo que signific ser crtico ante aquellos que en un pasado

    inmediato eran sus amigos de escuela, pero para ese momento eran sus

    camaradas, algunos sus superiores inmediatos dentro de un organigrama

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    10/24

    10

    vertical. De la crisis interna, su postura ante esta y su posterior detencin, Rigo

    habla poco. La nica ocasin en que cont sobre ello sentenci: lo hago por

    primera y nica vez. Pidi no grabarlo, le pregunt los motivos. Una de las

    razones que Rigo explic fue la ausencia de aquellos de los que tendra que

    hablar, refirindose no slo a aquellos muertos en el intento de la revolucin,

    sino a aquellos que haban sobrevivido a la crcel. En esa comunidad incluy a

    quienes haban rectificado, es decir, quienes en esa coyuntura conflictiva

    decidieron no continuar en el proyecto armado. En esta construccin tica,

    Rigoberto expresa la validez de las opciones que tuvieron sus compaeros:

    seguir o no en el intento revolucionario.

    Sobre la postura que Rigoberto establece frente a sus compaeros muertos, el

    aspecto que me parece ms relevante no es aquello que relat fuera de las

    entrevistas sobre los eventos conflictivos, sino la apelacin a que el otro

    involucrado le rebata su propia memoria: Que te cuente que pas.Con ello no

    propone el silencio, sino evitar una sola versin, en este caso la suya. Muestra

    de ello es que a travs de su relato fue tejiendo una red de los actores

    sobrevivientes de su organizacin y facilit el encuentro con una tercera

    comunidad a la que prcticamente desconoca: aquellos que junto con l se

    integraron a la guerrilla y abandonaron el proyecto posteriormente; o aquellos

    que sobrevivieron a la prisin pero optaron por el anonimato de su experiencia

    militante. Algunos nombres anteriormente los haba encontrado en el archivo

    de la Direccin Federal de Seguridad depositados en la Galera 1 del Archivo

    General de la Nacin3. En ese mundo de nombres que desconoca, alias y

    fechas, no haba historias de orgenes e incorporacin, slo piezas de

    rompecabezas por armar. En la mayora de los expedientes de 1973 y 1974sobre mujeres y hombres juarenses no constaban declaraciones, lo cual

    indicaba que no haban sido detenidos.

    3 Los archivos de la polica poltica en Mxico, como aquellos expedientes generados por laDireccin Federal de Seguridad y la Direccin General de Investigaciones Polticas y Sociales,se desclasificaron desde el 2001, logrndose consultar un ao despus en el Archivo General

    de la Nacin. Esta medida se dio en el contexto de la transicin electoral en la cual fue electo elcandidato de la derecha Vicente Fox como Presidente de Mxico.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    11/24

    11

    Rigoberto habl reiteradamente de Francisco Javier El Gallo, como un actor

    importante en la memoria por reconstruir. Estudiante del Tecnolgico de

    Ciudad Jurez, fue integrante de la sociedad de alumnos del instituto,

    distinguindose como orador en actos estudiantiles del Comit Local de Lucha

    en Jurez y posteriormente como uno de los lderes en el movimiento de

    huelga. Junto con Luis Miguel Corral, fue uno de los responsables de crear la

    estructura de la Liga en la frontera. Justo llegu a Francisco Javier por medio

    de uno de los hermanos menores de los Corral, Eloy, tambin egresado del

    Tecnolgico. Anteriormente haba narrado su participacin durante el

    movimiento estudiantil del 68 en Ciudad Jurez sin referirse a su militancia en

    la Liga.4 El Gallo accedi a relatar su experiencia a travs de dos extensas

    entrevistas sobre su trayectoria de vida. 5

    Tiempo despus en la Ciudad de Mxico, Rigoberto me puso en contacto con

    Jos Luis, El Padrino. Originario de Aguascalientes, Jos Luis migr con su

    familia en la dcada de los setenta a Ciudad Jurez. Pudo estudiar en el

    Instituto Tecnolgico de Jurez porque fue escogidopor sus hermanos para ir

    a la escuela, mientras el resto trabajaba. En 1973 se incorpor a la Liga como

    parte de un crculo de estudios, despus fue brigadista y atendia obreras de

    la maquila en Ciudad Jurez y posteriormente en la etapa de reconstruccin

    fue trasladado a la Ciudad de Mxico donde vivi los tiempos lgidos de la

    confrontacin armada. En abril de 1977 fue capturado y sali amnistiado de

    prisin en 1982. De Jos Luis haba consultado una entrevista que otorg para

    una tesis universitaria de periodismo6, sin embargo el inters del entrevistador

    se centra casi exclusivamente en el intento de secuestro a Margarita Lpez

    Portillo en 1976, hermana del entonces presidente de Mxico y a la muerte deuno de los dirigentes de la Liga, David Jimnez Sarmiento, ocurrida en ese

    mismo operativo. Con Jos Luis se realizaron dos extensas entrevistas sobre

    4 Hctor Javier Velzquez. Remolinos de Arena. El 68 en Jurez. (Borderland StudiesPublishing House. 2010) p. 74-77.5Entrevistas a Francisco Javier realizadas por Alicia De Los Ros Merino el 24 de febrero de

    2010 y el 20 de abril de 2011, en Ciudad Jurez, Chihuahua.6 Reyes Martnez Torrijos. La Liga Comunista 23 de Septiembre. Los aos de fuego (1973-1976): Reportaje. (UNAM. Mxico. 2008) p.158-163.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    12/24

    12

    su trayectoria de vida. Al trmino de ellas dijo: ha sido catrtico, narr

    episodios de los que nunca haba hablado.7

    Aunque Rigo y Amanda me acercaron a otras y otros actores, menciono los

    casos de El Gallo y El Padrino porque me parecen importantes para

    comparar los procesos que vivieron al integrarse al proyecto de la Liga

    Comunista 23 de Septiembre y las formas en que resolvieron la ruptura del

    antes y el despus de su militancia, observando las similitudes y diferencias

    entre ambos. Llam mi atencin que en sus entrevistas y las de otros

    sobrevivientes se record una de las primeras acciones que situaron a los

    recin militantes en la seriedad del quehacer revolucionario: el acopio de

    armas, la despistolizacin. Si bien Ciudad Jurez se caracteriz por ser uno

    de los lugares donde se compr y surti armamento que la Liga us en

    operativos posteriores debido a su vecindad con el Paso, Texas y los

    contrabandistas conocidos por algunos militantes- una prctica de

    hostigamiento hacia el estado burgus y sus representantes, en este caso los

    policas, fue la expropiacin de armas.

    Seleccion partes de las entrevistas con Francisco Javier El Gallo y de Jos

    Luis El Padrino en las cules se refieren a los conflictos que vivieron en su

    transformacin a militantes poltico armados.

    Francisco Javier recuerda que le indicaron: () Lete a Lenin, el Qu hacer?

    donde estipula la importancia de ser profesionales en el asunto ese de la

    revolucin () Entonces dnde me toca dar una clase de armas () yo nac

    aqu y en mi vida haba visto un arma y cuando se trat de traer un arma, puesa hacer de tripas corazn, rale, pues rale no? sin saber cmo usarlas, sin

    saber claro que en este nter fuimos de menos a ms! () yo repito, yo nac

    en Jurez, estuve en el Tec, pos nunca [tuve] broncas de tipo militar no? En

    cambio ah en Guadalajara si haba cuestiones ms de [ese] tipo, problemas

    7

    Entrevistas a Jos Luis realizadas por Alicia De Los Ros el 10 y 16 de julio de 2012 enMxico, Distrito Federal.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    13/24

    13

    de armas pues. Nosotros ac no, pues veamos a Mickey Mouse en la

    televisin y a Pap Quinito () Cuando iniciamos se deca:

    - Sabes qu? Pues tienes que ganarte tu fierro.

    Y?

    Pos escoge al chota que te guste para quitrsela.

    Glup, no ramos gente de barrio peleonera, no ramos gente que hubiera

    enfrentado una vida de violencia y cuando te dicen: A ese viejito ve y qutale,

    chin Todos tus valores se ponen en tela de duda! Cmo le voy a pegar yo a

    un viejito? Si mi mam y mi pap me ensearon que los viejitos se respetan.

    No gey, pero es chota.

    Y?

    Pos representa al estado represivo!

    Uta madre, pos yo qu s de eso? ()Me toc en suerte de que, cuando se

    suscit un problema por ah, en Popo Park8, este, yo vine a dar con l [Luis

    Miguel Corral] ac y me dice:

    -Oye sabes qu? pues hay problemas ah, contigo.

    Y?

    No, dice, pues yo voy a avalar tu postura, tu posicin precisamente por esa

    relacin de amigos de tantos aos! No? Yo pienso que eso nos avalaba

    mucho a los amigos que tenamos, que estbamos dispuestos y que nos

    conocamos y que venamos de las masas pues! () muchas de las cosas

    que se dieron, nunca las habamos vivido, nosotros nunca las habamos vivido.

    Sin embargo, pos cuando la circunstancia se dio, algunos salimos adelante,

    otros no salimos adelante, otros nos quedamos atrs, pero tuviste que tomar la

    decisin en un momento dado ()

    La narracin anterior nos otorga varios elementos, los cules son ejes en el

    desarrollo de la investigacin. El Gallo plantea su experiencia donde se

    confrontaron los valores con el quehacer revolucionario, como la

    8El evento al que se refiere como Popo Park fue una reunin nacional de la Liga en octubre

    de 1973, donde fueron descubiertos en prcticas militares por la polica judicial y murieron dosmilitantes. Popo Park es una comunidad ubicada en el municipio de Atlauta, en el Estado de

    Mxico, cercano al volcn Popocatpetl

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    14/24

    14

    despistolizacin, que an en desacuerdo en determinado momento realiz.

    Tambin nos seala sobre la extranjera u otredad que observ en la

    organizacin: nosotros no, ellos s, diferenciaciones que fueron determinantes

    para l en lo particular pero que se vivieron en algunas entidades en esta

    primera etapa de la Liga Comunista 23 de Septiembre: la fundacin y desarrollo

    de la estructura del proyecto unificador de ms de una decena de grupos

    armados regionales. Con esta otredad, la desconfianza aparece en la mayora

    de las entrevistas de aquellos que se integraron en este perodo fundacional,

    anteponiendo sus antecedentes de participacin abierta y masiva, como

    observamos en el caso del Gallo, quien se refiere a su pasado inmediato como

    parte de un movimiento estudiantil juarense y los lazos de amistad y confianza

    con sus paisanos frente a la extranjera de los otros. En su relato, El Gallo hace

    referencia a un evento en el centro del pas, Popo Park, en el que estuvo

    presente y fue determinante en la opcin que despus eligi. No me detendr

    en el evento por ahora, lo que me interesa es cmo la desconfianza y los

    errores, aunados a la accin estatal contrainsurgente, nos ayudan a

    comprender las dificultades para emprender una revolucin comunista en la

    dcada de los setenta. En la mayora de investigaciones se establece como a

    priori que la militancia terminaba frente a la actuacin represiva del estado sin

    considerar los casos en que se decidi no continuar. El caso de Francisco

    Javier El Gallo nos muestra como la experiencia propia confrontada a las

    expectativas generadas por la organizacin, fueron determinantes para la toma

    de decisiones frente a coyunturas particulares, como una amenaza de sus

    propios compaeros. No fue el nico que opt por salir de la Liga. Por medio

    de las entrevistas me pude dar cuenta de otros y otras de esa primera

    generacin fundadora que decidieron dejar la militancia radical y vivir alejadosde ella, y de la poltica en general, lo que nos lleva a preguntarnos por qu y

    quines fueron los que continuaron el intento revolucionario en Ciudad Jurez.

    Por ejemplo, El Gallo se autoexili aproximadamente siete aos en otra entidad

    del pas. Por qu en la reconstruccin histrica de los movimientos armados

    no hemos abordado regularmente los testimonios de aquellos optaron por no

    proseguir en los proyectos revolucionarios? En estas narraciones se plantea

    cmo la opcin de no continuar es abordada generalmente por aquellos quepermanecieron, deslegitimando las otras opciones con calificativos cargados de

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    15/24

    15

    moralidad, lo cual ha provocado en buena parte que aquellos quienes

    decidieron desaparecer voluntariamente de su pasado radical no relaten sus

    experiencias, sin las cuales no podemos comprender y explicar las

    transformaciones de la organizacin armada a lo largo de su existencia.

    La experiencia de Jos Luis El Padrino fue similar a la de Francisco Javieren

    el momento de su incorporacin al proyecto revolucionario de la Liga. Sin

    embargo, Jos Luis continu en la militancia de las etapas posteriores de la

    organizacin comunista.

    Mi madre no poda hacer mucho, noms me dijo: Oye, pero no dejes de creer

    en Dios, haz lo que quieras pero no dejes de creer en Dios porque eso es la

    salvacin de t alma, mira, Dios hizo toda esta maravilla entonces por lo tanto

    t mereces la gloria y no puedes dejar de creer en Dios. Le digo: no, no se

    preocupe, yo no voy a dejar de creer en Dios pero si voy a luchar por lo que yo

    considero que es la justicia, porque esto no me parece a m, esta pobreza,

    como tienen a la gente, a los campesinos, no me parece () ya empezaba a

    manejarse no solo la cuestin de crculo de estudios sino una brigada y ya

    medio nos dejaban filtrar por ah la palabra armados, entonces yo deca:

    armados? Bueno, pues armados verdad? Si es por una lucha justa pos a lo

    mejor armados est bien, y ya influidos por el comunismo, por las luchas de

    toda la literatura comunista, marxista, pues obviamente sabas que si haba

    lucha de clases no?... cuando llego, al entrar veo que estn desarmando una

    pistola calibre .45, era un pistoln as de este vuelo, entonces a m se me caen

    los calzones y digo: Ay chingao! pero no digo nada no? Porque siempre fui

    muy reprimido. Entonces me impact, me impact, o sea, la justicia, las ideas,el socialismo, el comunismo, Marx, todo me pareca excelente, pero ver una

    pistola, un arma y estarla manejando, entonces me impact tambin, pero a la

    vez entr en una contradiccin porque quera y no quera entrar no? me daba

    miedo, pero a la vez quera porque me atraa lo que se pudiera hacer me

    entiendes? Para cambiar las cosas, a lo mejor muy embrionariamente pero yo

    siempre, nunca he renunciado a esa idea de hacer justicia, de cambiar algo, lo

    que estaba pasando, de la pobreza, la injusticia, odiaba a los autoritarios, o seame creci un odio, si, en serio () entonces despus viene la prueba de

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    16/24

    16

    desarmar a un polica y entonces gulp, se me subieron hasta arriba, dije:

    Cmo? Pero finalmente bueno, est bien, lo desarmamos.

    No, pero es que lo tienen que matar.

    Qu? deca Cmo? Matarlo? Por qu lo vas a matar?

    Es que son enemigos.

    Si, pero Por qu lo vas a matar? Si es un ser humano, a ver no le puedes

    quitar la pistola y ya, se la quitas y ya?

    No, no, no, es una consigna de la organizacin y por lo tanto tenemos que

    cumplirla. No pos ah estall en llanto y le digo: No, yo no voy a matar a

    nadieY bueno, llorando ah, Luis Miguel (Corral) me explic que yo estaba

    atrasado, que la burguesa me dominaba, que por lo tanto tena que estudiar y

    yo iba a quedar en una especie como de congelado para que pudiera hacer

    conciencia y que me enfrentara, entonces me dieron una suerte de libros, me

    pusieron en una casa de seguridad, supuestamente yo iba a ser como, vamos,

    en plan de estudios sin meterme a repartizas, a ninguna cosa. Pero eso fue

    tericamente porque prcticamente tuve que entrar () No saba si ya me

    haba convertido, primero no quera matar a nadie y luego despus me sala,

    me enojaba y como que me sala la adrenalina, me entiendes. Lleg un

    momento en que te ensaas o no s qu pasa dentro de ti, no, no me lo puedo

    explicar ()aparece ya como la desesperacin y sin rumbo no! Si haba un

    rumbo: el boicot. Y militarmente hubo muchos operativos () Viene la eleccin

    de (Jos Lpez) Portillo, las elecciones son en julio y la campaa empieza

    desde marzo () est en los documentos de la Liga, est en los Maderas, ah

    se puede leer, no era desesperacin era una campaa, es agarrar fuerza y

    vamos con todo () ante la gente aparece el matar por matar, o sea, lo matas

    y ya, ni siquiera por los fierros me entiendes? Pero es una distorsin, nopuedes explicarle a la gente por qu o cmo estuvo, en realidad el objetivo era

    otro, no eso, no era mascar as, desquitarte de ellos no? () fue todo un

    perodo, llega un momento en que no hay regreso, equivocados o no, actas

    a ver, qu es lo que vale, pensar o actuar? De qu te sirve pensar y no

    actuar? O de qu te sirve actuar si no piensas? Tienes que combinar las dos

    cosas, claro, no es garanta de que vayas por una va correcta y la guerra no es

    un dulce, o sea, expones la vida, expones tu ser por dejar de ser algo que noquieres ser s? Y por otro lado te preocupa, ves cmo te dir? Ves por la

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    17/24

    17

    gente, ves por la justicia, a lo mejor son cosas muy abstractas pero sabes que

    lo que hay no puede ser, no quieres que sea eso y lo apuestas todo, esa es la

    bronca.

    Tengo que confesar que de todas las entrevistas realizadas, nunca o tal grado

    de franqueza, ni siquiera en las narraciones de eventos espectaculares o

    exitosos de la guerrilla, ya que en los relatos se cuida el referirse a las muertes

    del enemigo, la responsabilidad y los sentimientos que ello genera. Jos Luis

    otorg otro tipo de relato. A travs de su testimonio podemos periodizar las

    etapas en las que particip. En la etapa fundacional, aquella que comparti con

    Francisco Javier El Gallo y con Rigoberto se sita como un estudiante

    huelguista que fue incorporado a la Liga Comunista 23 de Septiembre por stos

    y Luis Miguel Corral Garca, es decir, no era parte del grupo directivo que

    conoca con mayor certeza aquello que se gestaba. Como Francisco Javier El

    Gallo, vivi las contradicciones en el momento de la despistolizacinpor los

    valores aprendidos anteriormente en la casa familiar. Seguramente todos

    aquellos que se internaron a la vida poltica armada experimentaron esta

    contradiccin en mayor o menor grado, y de acuerdo con los relatos, de alguna

    manera libraron esta primera prueba de fuego, slo que Jos Luis es ms

    introspectivo en la narracin de sus sentimientos: llanto, indecisin, miedo a lo

    desconocido y a expresarse. Jos Luis ilustra en la pltica con su madre las

    opciones presentes hasta ese momento para resolver la situacin con la que no

    estaba de acuerdo: la promesa cristiana de una vida eterna despus de la

    muerte, o la accin revolucionaria, ambos actos de fe. Ante el discurso que lo

    salve despus de la muerte, eligi un acto lmite y urgente, donde pocos eran

    convocados y la vida estaba en juego, una especie de sacrificio. Tal vez porello acept sin reserva su condicin de militante castigado estudiando la teora

    marxista, a travs de la cual interpretaba su visin del mundo. Lo que Jos

    Luis llama abstracciones eran justo las condiciones que experimentaban

    cotidianamente, las cules interpret desde la perspectiva del marxismo, como

    el Gallo, que invocaba su pertenencia a las masas, motivos por los que

    ambos y casi todos en general, llevaron a un ejercicio previo opositor, como la

    huelga en el Tecnolgico. En estos movimientos abiertos, se conformaron lasredes de confianza previas a las organizaciones poltico armadas.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    18/24

    18

    Pareciera que estas redes de confianza se rompieron en la crisis de la

    organizacin comunista un ao despus de su conformacin. Para entonces,

    al Padrino se le haba levantado el castigo, haciendo labores de correo. En el

    contexto de las discusiones sobre la reorganizacin interna de la Liga, las

    redes de confianza entre los militantes se vulneraron en Ciudad Jurez:

    Rigoberto fue aprehendido por la polica junto con otros tres militantes, El Gallo

    se autoexili meses antes y Jos Luis El Padrino fue deslindado. En 1975, en

    plena reconstruccin fue llamado por Luis Miguel Corral, entonces integrante

    de la Direccin Nacional de la Liga, para que se reincorporara, situacin que se

    repiti con otros militantes, lo que nos indica que las redes anteriores fueron

    importantes para esta etapa. Jos Luis opt por regresar.

    En Ciudad Jurez continuaron militando en la Liga Comunista 23 de

    Septiembre estudiantes del Tecnolgico, pero en esta etapa los actores

    principales fueron obreros y obreras de maquila que combinaban escuela con

    el trabajo en la industria manufacturera. En un contexto de contrainsurgencia

    estatal reforzada con la presencia de la Direccin Federal de Seguridad,

    pareciera que las redes de confianza tendieron a fortalecerse, al enviar o recibir

    militantes de otras entidades cuando eran identificados por los cuerpos

    policiacos de sus ciudades. Ello se dio desde que inici la Liga, sin embargo lo

    que anteriormente ocasion problemas graves de otredad o extranjera, en esta

    etapa pueden observarse menos conflictos entre los militantes. As podemos

    observar cmo Amanda Arciniega y Jos Luis El Padrinotuvieron que salir de

    Ciudad Jurez al conocerse su identidad en dos enfrentamientos con la polica,

    temporalmente similares. El destino para ambos fue la Ciudad de Mxico,donde participaron en brigadas.

    Es justamente esta etapa en la capital del pas cuando Jos Luis narra la

    transformacin de su postura ante el respeto de la vida de sus enemigos,

    situndose dentro de una guerra, sin regreso. Jos Luis se esfuerza en dejar

    claro que las acciones de la Liga no eran desesperadas, sino planeadas y

    basadas en una poltica, sin dejar el trabajo de organizacin con la comunidadobrera. Es significativa la pregunta que l mismo hace Cmo explicarle a la

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    19/24

    19

    gente? Cmo decirle a una mayora que se enfrentaban a un gobierno para

    derrocarlo? Su nico medio de difusin era el peridico Madera, que pretendan

    llegara hasta las manos del proletariado, sin embargo una gran parte se

    quedaba en los transportes pblicos, por ejemplo, ya fuera por el miedo de

    portarlo, apata, desconocimiento o desinters. A quienes si llegaba era a los

    agentes de las diferentes corporaciones policiacas, y a empleados de confianza

    o seguridad en los centros de trabajo: vigilantes privados, ingenieros o

    sindicalistas. De ello dan cuenta los anlisis de los nmeros del Madera por la

    Secretara de Gobernacin, contenidos en los expedientes de la Direccin

    Federal de Seguridad. El trabajo personalizado de los militantes de la Liga con

    obreros y estudiantes no fue suficiente para contrarrestar los saldos rojos de la

    guerra, que aparecan ante una mayora sin sentido.

    La experiencia ms beligerante de Jos Luis se dio en la etapa transcurrida

    entre los aos de 1975 a 1977 en la Ciudad de Mxico. Pareciera que lo que

    suceda al mismo tiempo en Ciudad Jurez estaba destinado a relatarse desde

    archivos hemerogrficos, expedientes de la Direccin Federal de Seguridad, el

    peridico Madera, entre otro documentos, as como con los testimonios de

    aquellos sobrevivientes que actuaban en otras entidades o se encontraban

    presos en crceles chihuahuenses, ya que los actores insurgentes que

    sostenan la guerra armada contra la burguesa en la ciudad fronteriza, en su

    mayora obreras y obreros de la industria maquiladora, fueron detenidos

    desaparecidos o ejecutados. Se nos presenta un aspecto significativo en la

    reconstruccin de esta etapa: los muertos y los desaparecidos en su mayora

    son annimos, personas que se integraron a la Liga justo por el trabajo de otros

    militantes en el sector obrero o estudiantil, sin que de ellos se conozcan losorgenes e incluso los momentos fatales de sus desapariciones o ejecuciones.

    Incluso aquellos militantes que se encontraban presos, pertenecientes a las

    etapas de la fundacin o reconstruccin, no conocan la identidad de la mayora

    de quienes enfrentaban la insurgencia en la entidad. Si se estaba deteniendo a

    los militantes de la Liga sin presentarlos frente a autoridades judiciales, la

    confrontacin y la guerra se ocultaron a los ojos de la sociedad junto a los

    actores insurgentes. Si se saben los orgenes y las trayectorias de algunos deellos es porque sus familiares, en este caso madres, empezaron a contar la

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    20/24

    20

    vida y ausencia forzada de sus hijos, a quienes en la mayora de los casos

    trataron de desvincularlos de la militancia radical frente las autoridades, los

    medios de comunicacin y la sociedad en general. Qu decan las izquierdas

    legales en esta etapa? En Ciudad Jurez, por testimonios y documentos

    sabemos que una parte de la izquierda, que anteriormente se deslind de la

    trayectoria radical de la Liga, denunci las detenciones junto a familiares y el

    sector de la iglesia de los pobres. Pero no habl de de los muertos y muertas,

    pues no los conocan en gran parte.

    Ante la interrogante Quin contar este parte de guerra? Amanda me condujo

    a Dulce, una militante sobreviviente de esa etapa en Ciudad Jurez, la nica

    que he encontrado. Hija de un msico y una joven bailarina que migraron de

    municipios del Estado de Mxico a Ciudad Jurez en la dcada de los

    cincuenta, en su juventud ingres a trabajar en una empresa maquiladora de

    esa entidad, la Nielsen, una de las primeras plantas extranjeras, donde se

    contabilizaban cupones comerciales de los Estados Unidos. Ah conoci a una

    estudiante que divida su da entre la maquila y la preparatoria. Dulce relat

    que se sinti atrada por unos libros que portaba su compaera de turno:

    parecan de gente grande quin de ah poda leerlos? Por curiosidad y el

    sentido de pertenencia al grupo de mujeres jvenes que despus conformaron

    una de las primeras Brigadas Obreras, se integr a la Liga Comunista 23 de

    Septiembre a principios de la etapa fundacional hasta el ao de 1977

    aproximadamente, cuando anunci que se iba de la organizacin poltico

    armada. Cuando le pregunt las razones de dejar la Liga relat sobre un mal

    de amores con Sergio, militante que provena de Guadalajara.

    Inmediatamente asoci ese conflicto con la muerte de su mejor amiga MaraJesusa Armendriz alias Elba, tambin militante obrera, quien relata sostuvo

    sola un enfrentamiento con agentes policiacos de la Direccin Federal de

    Seguridad. Dicha muerte, junto al ajusticiamientode un ingeniero empleado

    de una maquiladora por parte de un militante de la Liga, detonaron una

    reflexin en Dulce sobre la guerra emprendida de su parte, que asociada con la

    infidelidad de su pareja la llevaron a optar por anunciar su salida y entregar su

    arma.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    21/24

    21

    Dentro de la dinmica de una cacera estatal contra guerrilleros en esta etapa,

    me encontr con quienes optaron en un momento dado de librarse de la

    convulsiva guerra, como el caso de otra militante con la cual pude platicar en la

    Ciudad de Mxico. Ella pidi permiso a su mando superior para que su beb

    naciera en otro espacio que no fuera la clandestinidad. No fueron amenazadas

    por su direccin, ni tampoco retornaron a la Liga. Dulce regres a la

    maquiladora, donde dijo: dej la vida. Desde ah fue juntando en pedazos de

    peridico las noticias que anunciaron la muerte o detencin de sus compaeros

    y compaeras. Las visiones de gnero y de clase son una de las aportaciones

    ms valiosas de su testimonio, refirindose constantemente a Ellos, es decir,

    a los varones que las atendan en su brigada, eran su direccin y sus parejas

    en la mayora de los casos. Su narracin nos ayuda a comprender el proceso

    de cmo una integrante de un sector obrero nuevo como fue el de las

    maquiladoras, adquiri una conciencia de clase, con titubeos, interrogndose

    todo el tiempo qu era aquello de la lucha de clases, la explotacin del trabajo,

    la plusvala. Su testimonio pareciera un dilogo constante con sus entonces

    compaeras y sus responsables de la Liga. La entrevista con Dulce fue difcil,

    no confa en desconocidos a su alrededor y nunca haba relatado hasta ahora.

    Cuando adquiri confianza, su narracin fue extensa y pormenorizada en las

    expectativas y contradicciones que le gener la pertenencia a una organizacin

    poltica clandestina armada.

    Algunas reflexiones a manera de conclusin

    Para efectos de concluir, sobre la problemtica en la reconstruccin de la

    historia de la Liga Comunista 23 de Septiembre, en este caso el proceso enCiudad Jurez, no aportara demasiado a la comprensin histrica si me

    refiero nicamente a las memorias traumticas de los actores: muerte, crcel,

    desaparicin, tortura y dems secuelas en vidas fracturadas entre el antes y el

    despus. Es claro que dicho pasado violento dificulta la narracin de las

    experiencias, llenndolas de subjetividades, lo cual implica la necesidad de

    analizarlas colectivamente, siendo posible e indispensable reconstruir los

    contextos que faciliten la comprensin de la sociedad en la que actuaban ycrean susceptible de cambiar. Creo que los estudios locales o regionales nos

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    22/24

    22

    ayudan a entender tanto a los diferentes grupos que actuaron en la unificacin

    de la Liga Comunista 23 de Septiembre, como las particularidades especficas

    que violentaban su condicin de ser: salarios, derechos, horarios, etctera; una

    violencia estructural cotidiana. Todos los actores nos muestran a travs de sus

    testimonios los procesos en que adquirieron una conciencia de clase,

    apuntando los agravios e indignaciones que en un primer momento los llev a

    reflexionar sobre la marginalidad experimentada que posteriormente

    interpretaran a travs de la perspectiva marxista. Dichos agravios no

    aparecieron provisionalmente al momento de su reflexin o conciencia; esta

    generacin nacida en la guerra fra hered de sus familias expectativas no

    cumplidas de los gobiernos post revolucionarios. Por ello, realizar entrevistas

    sobre la pura posicin guerrillera no es suficiente, siendo necesario observar

    cmo los actores se sitan socialmente desde su trayectoria biogrfica.

    Es importante sealar que todos hoy reconstruyen su experiencia desde la

    perspectiva de la derrota militar y poltica, lo que nos llevara preguntarnos

    Cmo sobrevivieron al despus inmediato de la militancia radical? La derrota

    militar por parte de un estado mexicano que a travs de actos como torturas,

    detenciones en crceles clandestinas, desapariciones forzadas y ejecuciones

    extrajudiciales mostr un carcter paranoico, cerrado y violento, transformando

    a los opositores armados en vctimas de delitos estatales, categora que cede

    una legitimacin no reconocida en el quehacer revolucionario frente a la

    sociedad. En el caso de los testimonios recabados para la investigacin

    encontr una renuencia a mostrarse como vctimas; crticos, reflexionaron

    continuamente sobre la derrota poltica con los propios trabajadores y la

    ausencia de una articulacin con un movimiento social que detuviera laofensiva gubernamental. La denuncia se dio de manera ms amplia a finales

    de la dcada de los setenta y principios de los ochenta para detener la

    violencia contra los militantes y la vulneracin de los derechos humanos,

    quedando desdibujadas las causas que dieron vida a las organizaciones

    armadas.

    La propia transformacin de la izquierda radical fue un elemento de la derrotapoltica: A la par de las leyes de amnista, colectivos de ex militantes que se

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    23/24

    23

    encontraban presos continuaron los procesos de rectificacin ya emprendidos

    desde mediados de los setenta, emitiendo una serie de crticas sobre la

    concepcin de la Liga y sus desacuerdos con el mtodo de la violencia. Las

    leyes de amnista en s mismas reconocan la existencia de presos y presas por

    motivos polticos y un conflicto que se sigui combatiendo, sin embargo la

    lectura pblica tendi hacia una apertura poltica para las izquierdas electorales

    por parte del gobierno de Jos Lpez Portillo. En los primeros aos de la

    dcada de los ochenta fueron excarcelados los ltimos presos de la Liga

    Comunista 23 de Septiembre, con excepcin de Amanda Arciniega a quien le

    negaron la amnista. Aos despus pidi ser trasladada de la crcel de Santa

    Martha Acatitla en la Ciudad de Mxico hacia la penitenciara de Ciudad

    Jurez, siendo la ltima presa de la Liga en ser liberada hasta 1989. Cmo

    fue el regreso a un mundo transformado?

    En los ochenta encontraron que en Ciudad Jurez las empresas maquiladoras

    continuaron sin ninguna oposicin considerable. Miles de obreras y obreros

    ofreciendo mano de obra a quien la tomara. Como forma de resistencia ante el

    fenmeno extranjero, se articul un movimiento popular urbano desde donde

    se trat de organizar sindicatos independientes de obreros de la industria

    manufacturera. Los crteles narcotraficantes se reorganizaron para sentar las

    bases territoriales y sus liderazgos a lo largo de la frontera chihuahuense,

    pactos que se rompieron propiciando la guerra capitalista actual. A finales de la

    dcada, voces triunfalistas decretaron la muerte del marxismo a propsito de la

    cada del muro de Berln en 1989 y la disolucin de la Unin de Repblicas

    Socialistas Soviticas dos aos despus. Si el desconcierto, el desamparo o el

    escepticismo alcanzaron a las izquierdas no radicales que depositaron susexpectativas en el comunismo como alternativa Cul fue el impacto para

    aquellos que apostaron la vida por la revolucin comunista? En este contexto

    los juarenses ex militantes retomaron una vida civil junto con sus familias,

    algunos de ellos con hijos que nacieron y crecieron sus primeros aos en los

    reclusorios, como es el caso de Amanda y el de Jos Luis con su entonces

    pareja. La mayora de entrevistados reconoci que no han transmitido su

    experiencia con los hijos: Procuro no hablar con mi hijo de ello dice Amanda,l recuerda sus aos en la crcel y es doloroso.

  • 7/23/2019 Una Guerra Que Solo Nosotros Recordamos Artculo Gerardo

    24/24

    En el contexto nacional, a finales de los ochenta y principios de los noventa las

    izquierdas dispersas en partidos se movilizaron y una mayora de ellos o

    fracciones se unificaron electoralmente en torno a la figura del ex priista

    Cuauhtmoc Crdenas y la fundacin del Partido de la Revolucin

    Democrtica. Cuando todo indicaba que la lucha armada fsica y polticamente

    fue erradicada como forma de organizacin poltica, en 1994 surgi a la luz

    pblica el Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional, cuyos actores eran los

    pueblos indgenas, olvidados anteriormente por las guerrillas comunistas. Dicha

    organizacin anunci que la construccin de su ejrcito inici en los primeros

    aos de la dcada de los ochenta, como continuadores de otra organizacin

    clandestina y armada de los setenta, las Fuerzas de Liberacin Nacional. El

    ao de 1994 fue coyuntural no solo para el EZLN. Frente al decreto sobre la

    extincin de las organizaciones polticas armadas, se demostr que hubo una

    continuidad histrica. La narracin de experiencias armadas del pasado

    inmediato surgi de nuevo pblicamente. Memorias orgullosas en algunos

    casos, otras modestas, reivindicaron su accin en una guerra contra el estado

    mexicano, generndose revisiones y cronologas de los movimientos armados

    en el pas.

    Esta investigacin tiende a una historia que interprete las voces de sus

    protagonistas y que con ello nos lleve a la comprensin de un proceso

    histrico donde hombres y mujeres creyeron posible y necesaria una

    transformacin la sociedad de su tiempo; sacarla de los mbitos de la propia

    comunidad de sobrevivientes militantes y familiares de las vctimas, o de

    especialistas en movimientos armados; que deje de ser un perodo recordado yentendido slo por ellos. Es en s, una apuesta contra el olvido.