transformar los valores para el perú moderno

7
www.integracion.pe Informe 2015-11 1 Transformar los valores para el Perú moderno ¿Qué valores forman el comportamiento de los pe- ruanos en sociedad? Según los resultados obtenidos en la encuesta del Instituto Integración, los peruanos se desenvuelven en tres facetas distintas. En el ámbito personal, se caracterizan por ser optimistas y chambeadores; en la convivencia con los demás, muestran facetas opuestas: una de ellas, marcada por la colaboración; y la otra, por el egoísmo, la envidia y el chisme. IDENTIDAD LA IDEA EN BREVE PERÚ GANA OPTIMISMO CHAMBEADOR Optimistas Buenos trabajadores Ayudan Comparten AYUDA MUTUA Egoístas Envidiosos Chismosos COMPETENCIA DAÑINA • Los peruanos se caracterizan por tres valores: el optimismo chambeador, la ayuda mutua y la compe- tencia dañina. • El optimismo chambeador podría reflejar compromiso y buen humor en el trabajo. De hecho, cuatro de cada diez peruanos trabajan 50 horas a más en la semana y el 94% piensa que se puede progresar si trabaja duro. • El valor de la ayuda mutua ha disminuido ligeramente entre el 2011 y el 2015. Podría significar una tendencia natural de colaborar menos debido a la moderniza- ción. Sin embargo, una alternativa que puede revertir esta situación es la participación ciudadana. • El egoísmo, la envidia y el chisme conforman el antiva- lor de los peruanos llamado competencia dañina. Un factor importante de su incremento es la falta de normas claras y bien reguladas. De hecho, el 88% de peruanos dice que sus compatriotas no cumplen las leyes. • Si bien la competencia dañina es un antivalor impor- tante que debe ser transformado, también debemos cultivar los valores positivos existentes. El ser solida- rios con nuestros familiares y amigos cercanos es el sustento de nuestro desarrollo y bienestar. PERÚ PIERDE VALORES OPUESTOS DEL PERUANO GRÁFICO 1 Análisis factorial confirmatorio realizado por Jorge Yamamoto.

Upload: integracionperu

Post on 31-Jan-2016

1.433 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Informe de Identidad

TRANSCRIPT

Page 1: Transformar los valores para el Perú moderno

BOLIVIA38%

BRASIL10%ECUADOR

19%

MÉXICO28%

EE.UU.11% COLOMBIA

34%

ESPAÑA6%

FRANCIA8%

CHILE15%

URUGUAY23%

PERÚ36%

www.integracion.peInforme 2015-11 1

Transformar los valorespara el Perú moderno

Comportarnos de acuerdo a nuestros valores genera bienestar; observar o vivir en una condición contraria genera un profundo malestar, refiere Jorge Yamamo-to, profesor e investigador de la PUCP. Por ejemplo, el peruano que tenga como valor el egoísmo, vela sólo por sus propios intereses y los de sus grupos cercanos (como familia y amigos), pero no le importará mucho el resto, incluso puede disfrutar del malestar del otro. Por lo tanto muchos de sus comportamientos estarán guiados por esta manera de pensar. En ese sentido, los valores son reforzados frecuentemente y son más difíciles de cambiar.

El valor más importante que guía el comportamiento de los peruanos es el optimismo chambeador, según

el estudio de Integración (ver gráfico 1). Ese peruano va motivado a trabajar, enfrenta los problemas con buen humor y siente orgullo al realizar un buen traba-jo, señala Jorge Yamamoto. Además, es comprometi-do y suele ver al trabajo como algo bueno, añade Liuba Kogan, profesora de la Universidad del Pacífico.

En Perú, aproximadamente cuatro de cada diez traba-ja 50 horas a más a la semana1 (ver gráfico 2) según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Más aún, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Infor-mática (INEI), uno de cada diez confiesa que hubiese preferido trabajar más horas2, lo que es coherente con la idea de la importancia de la chamba para el perua-no. Sin embargo, cabe mencionar que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) considera una carga excesiva el trabajar más de cin- cuenta horas semanales3.

Este peruano se mantiene optimista y chambeador porque piensa que puede salir adelante con trabajo duro4 (ver gráfico 3) y que a la larga esa forma de tra- bajar lo conducirá a una mejor vida5. Incluso, esta vi- sión positiva existe a pesar de la baja calidad de las instituciones en el Perú6. Esta situación hace que los peruanos progresen a partir de su propio esfuerzo y dependan de sí mismos, según David Sulmont, direc-tor del Instituto de Opinión Pública de la PUCP.

Es por ello que la visión del peruano no va de la mano con la realidad institucional del país. Por lo tanto, según Julio Hevia, psicoanalista y magister en Comu-nicación, el llamado “recurseo” o ingenio es el meca-nismo que se utiliza para resistir a la crisis o acomo-

darse a cualquier limitación. Un ejemplo de esto, añade, son las originales ocupaciones del datero o del tramitador, muy populares en el país. Con estos elementos, el peruano mantiene su optimismo cham-beador y logra capear el temporal.

¿Qué valores forman el comportamiento de los pe- ruanos en sociedad? Según los resultados obtenidos en la encuesta del Instituto Integración, los peruanos se desenvuelven en tres facetas distintas. En el ámbito personal, se caracterizan por ser optimistas y chambeadores; en la convivencia con los demás, muestran facetas opuestas: una de ellas, marcada por la colaboración; y la otra, por el egoísmo, la envidia y el chisme.

IDENTIDAD

LA IDEA EN BREVE

PERÚGANA

OPTIMISMOCHAMBEADOROptimistas

Buenos trabajadores

Ayudan

Comparten

AYUDA MUTUA

EgoístasEnvidiososChismosos

COMPETENCIADAÑINA

• Los peruanos se caracterizan por tres valores: el optimismo chambeador, la ayuda mutua y la compe-tencia dañina.

• El optimismo chambeador podría reflejar compromiso y buen humor en el trabajo. De hecho, cuatro de cada diez peruanos trabajan 50 horas a más en la semana y el 94% piensa que se puede progresar si trabaja duro.

• El valor de la ayuda mutua ha disminuido ligeramente entre el 2011 y el 2015. Podría significar una tendencia natural de colaborar menos debido a la moderniza-ción. Sin embargo, una alternativa que puede revertir esta situación es la participación ciudadana.

• El egoísmo, la envidia y el chisme conforman el antiva-lor de los peruanos llamado competencia dañina. Un factor importante de su incremento es la falta de normas claras y bien reguladas. De hecho, el 88% de peruanos dice que sus compatriotas no cumplen las leyes.

• Si bien la competencia dañina es un antivalor impor-tante que debe ser transformado, también debemos cultivar los valores positivos existentes. El ser solida-rios con nuestros familiares y amigos cercanos es el sustento de nuestro desarrollo y bienestar.

PERÚ PIERDE

VALORES OPUESTOS DEL PERUANOGRÁFICO 1

Análisis factorial confirmatorio realizado por Jorge Yamamoto.

Page 2: Transformar los valores para el Perú moderno

KOREA19%

AUSTRALIA14%

JAPÓN22%

Informe 2015-11 www.integracion.pe 2

Comportarnos de acuerdo a nuestros valores genera bienestar; observar o vivir en una condición contraria genera un profundo malestar, refiere Jorge Yamamo-to, profesor e investigador de la PUCP. Por ejemplo, el peruano que tenga como valor el egoísmo, vela sólo por sus propios intereses y los de sus grupos cercanos (como familia y amigos), pero no le importará mucho el resto, incluso puede disfrutar del malestar del otro. Por lo tanto muchos de sus comportamientos estarán guiados por esta manera de pensar. En ese sentido, los valores son reforzados frecuentemente y son más difíciles de cambiar.

El valor más importante que guía el comportamiento de los peruanos es el optimismo chambeador, según

el estudio de Integración (ver gráfico 1). Ese peruano va motivado a trabajar, enfrenta los problemas con buen humor y siente orgullo al realizar un buen traba-jo, señala Jorge Yamamoto. Además, es comprometi-do y suele ver al trabajo como algo bueno, añade Liuba Kogan, profesora de la Universidad del Pacífico.

En Perú, aproximadamente cuatro de cada diez traba-ja 50 horas a más a la semana1 (ver gráfico 2) según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Más aún, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Infor-mática (INEI), uno de cada diez confiesa que hubiese preferido trabajar más horas2, lo que es coherente con la idea de la importancia de la chamba para el perua-no. Sin embargo, cabe mencionar que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) considera una carga excesiva el trabajar más de cin- cuenta horas semanales3.

Este peruano se mantiene optimista y chambeador porque piensa que puede salir adelante con trabajo duro4 (ver gráfico 3) y que a la larga esa forma de tra- bajar lo conducirá a una mejor vida5. Incluso, esta vi- sión positiva existe a pesar de la baja calidad de las instituciones en el Perú6. Esta situación hace que los peruanos progresen a partir de su propio esfuerzo y dependan de sí mismos, según David Sulmont, direc-tor del Instituto de Opinión Pública de la PUCP.

Es por ello que la visión del peruano no va de la mano con la realidad institucional del país. Por lo tanto, según Julio Hevia, psicoanalista y magister en Comu-nicación, el llamado “recurseo” o ingenio es el meca-nismo que se utiliza para resistir a la crisis o acomo-

darse a cualquier limitación. Un ejemplo de esto, añade, son las originales ocupaciones del datero o del tramitador, muy populares en el país. Con estos elementos, el peruano mantiene su optimismo cham-beador y logra capear el temporal.

¿Qué valores forman el comportamiento de los pe- ruanos en sociedad? Según los resultados obtenidos en la encuesta del Instituto Integración, los peruanos se desenvuelven en tres facetas distintas. En el ámbito personal, se caracterizan por ser optimistas y chambeadores; en la convivencia con los demás, muestran facetas opuestas: una de ellas, marcada por la colaboración; y la otra, por el egoísmo, la envidia y el chisme.

IDENTIDAD

(1) OIT – Key Indicators of the Labour Market –Cuadro 7a: empleo por horas trabajadas por semana.(2) INEI – ENAHO (2014) – “La semana pasada ¿Quería trabajar más horas de las que normalmente trabaja?”.(3) OECD - Better Life Index (2015) – Work-Life Balance – Porcentaje de empleados que trabajan 50 horas a más.

Fuente: OECD y OIT - Key Indicators of the Labour Market

BOLIVIA38%

BRASIL10%ECUADOR

19%

MÉXICO28%

EE.UU.11% COLOMBIA

34%

ESPAÑA6%

FRANCIA8%

AUSTRALIA14%

CHILE15%

URUGUAY23%

PERÚ36%

PORCENTAJE DE PERSONASQUE TRABAJA 50 HORAS O MÁS

GRÁFICO 2

Rango de muestras: 2009 - 2015

El valor que nos enorgullece

Page 3: Transformar los valores para el Perú moderno

www.integracion.peInforme 2015-11 3

El peruano también se caracteriza por ayudar y com-partir con otros. Este valor denominado “ayuda mutua” formaría parte de la naturaleza colectivista en el Perú y América Latina, según Jorge Yamamoto. Los perua-nos recurren a la familia y a los amigos cercanos y ellos responden de manera relativamente incondicional, so-

Comportarnos de acuerdo a nuestros valores genera bienestar; observar o vivir en una condición contraria genera un profundo malestar, refiere Jorge Yamamo-to, profesor e investigador de la PUCP. Por ejemplo, el peruano que tenga como valor el egoísmo, vela sólo por sus propios intereses y los de sus grupos cercanos (como familia y amigos), pero no le importará mucho el resto, incluso puede disfrutar del malestar del otro. Por lo tanto muchos de sus comportamientos estarán guiados por esta manera de pensar. En ese sentido, los valores son reforzados frecuentemente y son más difíciles de cambiar.

El valor más importante que guía el comportamiento de los peruanos es el optimismo chambeador, según

el estudio de Integración (ver gráfico 1). Ese peruano va motivado a trabajar, enfrenta los problemas con buen humor y siente orgullo al realizar un buen traba-jo, señala Jorge Yamamoto. Además, es comprometi-do y suele ver al trabajo como algo bueno, añade Liuba Kogan, profesora de la Universidad del Pacífico.

En Perú, aproximadamente cuatro de cada diez traba-ja 50 horas a más a la semana1 (ver gráfico 2) según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Más aún, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Infor-mática (INEI), uno de cada diez confiesa que hubiese preferido trabajar más horas2, lo que es coherente con la idea de la importancia de la chamba para el perua-no. Sin embargo, cabe mencionar que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) considera una carga excesiva el trabajar más de cin- cuenta horas semanales3.

Este peruano se mantiene optimista y chambeador porque piensa que puede salir adelante con trabajo duro4 (ver gráfico 3) y que a la larga esa forma de tra- bajar lo conducirá a una mejor vida5. Incluso, esta vi- sión positiva existe a pesar de la baja calidad de las instituciones en el Perú6. Esta situación hace que los peruanos progresen a partir de su propio esfuerzo y dependan de sí mismos, según David Sulmont, direc-tor del Instituto de Opinión Pública de la PUCP.

Es por ello que la visión del peruano no va de la mano con la realidad institucional del país. Por lo tanto, según Julio Hevia, psicoanalista y magister en Comu-nicación, el llamado “recurseo” o ingenio es el meca-nismo que se utiliza para resistir a la crisis o acomo-

darse a cualquier limitación. Un ejemplo de esto, añade, son las originales ocupaciones del datero o del tramitador, muy populares en el país. Con estos elementos, el peruano mantiene su optimismo cham-beador y logra capear el temporal.

bre todo ante una dificultad. Según la encuesta de Integración, el 80% de los peruanos manifiesta tener parientes o amigos con los cuales puede contar para resolver un problema7.

Esta colaboración reduce nuestro estrés y produce bienestar. Por ello, como refiere Yamamoto, esta forma de colectivismo presente en América Latina se relaciona con el mayor nivel de felicidad de la región, comparado con los países económicamente más desarrollados pero menos colectivistas. De hecho, los países con más altos ingresos son los que presentan la mayor prevalencia de depresión y el mayor ratio de suicidios8.

El valor de la “ayuda mutua” ha sufrido una ligera disminución en los peruanos, al compararlo con una medición realizada en el 2011 por la PUCP y la consul-tora B y P Bienestar y Productividad9. Sulmont explica que este cambio empieza por el proceso de moderni-zación que lleva al crecimiento de las ciudades10. Según el investigador, esto implica una modificación en la forma de satisfacer necesidades; dejamos atrás el intercambio de bienes y servicios en la comunidad -propiciada por relaciones cercanas entre sus habi-tantes- para recurrir al mercado como fuente princi-pal e impersonal de lo que necesitamos. Así pues, como manifiesta Liuba Kogan, ya no dependemos de otros y, por lo tanto, no hay por qué cooperar con el resto, pues así nos ahorramos el compromiso y la responsabilidad de devolver favores.

Además, Sulmont añade que las redes de solidaridad empiezan por la familia y ésta también ha pasado por cambios importantes en los últimos años como la disminución del número miembros del hogar11 y el cambio en su estructura, ya que ha aumentado el número de hogares con un solo progenitor y sin hijos12 en el Perú. De esta manera, se vería reducido nuestro primer entorno de socialización (la familia) y esto estaría afectando la disposición a colaborar con otros.

Sin embargo, Sulmont afirma que no toda moderniza-ción lleva a la disminución de la ayuda mutua. Existen sociedades modernas que han construido otros meca-

¿Qué valores forman el comportamiento de los pe- ruanos en sociedad? Según los resultados obtenidos en la encuesta del Instituto Integración, los peruanos se desenvuelven en tres facetas distintas. En el ámbito personal, se caracterizan por ser optimistas y chambeadores; en la convivencia con los demás, muestran facetas opuestas: una de ellas, marcada por la colaboración; y la otra, por el egoísmo, la envidia y el chisme.

IDENTIDAD

(4) Legatum Prosperity Index 2014 – “¿La gente en este país puede salir adelante trabajando duro o no?”.(5) World Values Survey – Ola 2010-2014 - “¿A la larga el trabajo duro usualmente trae una mejor vida?”.(6) El Global Competitiveness Report 2014-2015, nos coloca en el puesto 118 de 144 en calidad de instituciones.

OPTIMISMO SOBRE EL FUTUROGRÁFICO 3

Consideran que se puede salir adelante trabajando duro (% SÍ)

PERÚBOLIVIA

ECUADOR

PARAGUAY

ARGENTINA

COLOMBIACHILE

VENEZUELA

URUGUAY

MÉXICO

BRASIL

95%90%

88% 87% 86% 84% 83% 81%70%

66%

94%

7 822 26

34 36 40 45 49

71 76

RÁNKINGMUNDIAL

KOREA19%

AUSTRALIA

JAPÓN22%

La ayuda que necesitamos expandir

nismos de solidaridad y cooperación no basadas en las relaciones personales, sino establecidas a través de la participación ciudadana y el compromiso cívico (ver cuadro 1). Fomentar la participación en organizaciones en Perú –que muestra niveles relativamente bajos14 (ver gráfico 4)– incrementaría la confianza interpersonal de los ciudadanos; cabe señalar que solamente el 11% de los

peruanos opina que se puede confiar en otras personas, según la encuesta del Instituto Integración del 20137.

Los peruanos suelen tener un alto nivel de confianza y buena conducta con su familia y amigos cercanos pero no con extraños e instituciones públicas15. Incrementar la confianza interpersonal sería la base para expandir la ayuda mutua más allá de nuestro círculo cercano. Nece-sitamos confiar en que otros nos van a devolver la ayu- da16, lo que se conoce como “hoy por ti, mañana por mí”.

La competencia dañina, el antivalor que caracteriza a los peruanos, está conformada por el egoísmo, la envidia y el chisme. Según esto, el peruano busca su propio provecho incluso a costa de los demás, es infeliz ante los logros del otro y los descalifica cuando tiene la oportunidad17. Este antivalor muestra un cre- cimiento relevante al compararlo con el estudio reali-zado en el 201118.

Tong explica que el peruano no se siente capaz de dar la mano porque no sabe cuándo el otro lo puede perju-dicar. Por ello, la desconfianza hacia otras personas lo convierte en egoísta. Hevia añade que el peruano, al tener tolerancia cero, quiere todo a corto plazo inclu-so si esto significa pasar por encima del otro.

Por otro lado, como señala Hevia, el peruano no ha aprendido a tomar responsabilidad por sus propios errores o fracasos y puede hasta culpar a otros. Ade- más suele atribuir el éxito de los demás a factores di- ferentes del esfuerzo propio. Tong menciona que esta situación resta valor al mérito, y los éxitos se atribuyen a las argollas. Por lo tanto, la falta de una cultura meritocrática es una fuente importante de envidia.

El peruano siente que el éxito del otro es una amena-za, por lo que debe devaluarlo o destruirlo a través del chisme. Esta conducta demuestra una autoestima baja porque no puede sobresalir sin disminuir al otro, manifiesta Victoria Arévalo, psicóloga clínica y profe-sora de la PUCP. Asimismo, Kogan afirma que los peruanos piensan bajo el concepto de “suma cero”: si al otro le va bien, en consecuencia a mí me va mal, y

viceversa; entonces es preferible buscar que al otro le vaya mal.

En suma, la competencia dañina no permite el progre-so. Uno de los factores que mantiene este antivalor vivo es la impunidad, según los especialistas. “En el Perú, se le da poca importancia a las normas y existen pocas sanciones ante su incumplimiento, lo cual lleva a que la transgresión de la norma se perciba como el estándar y como el logro de la viveza criolla”, comenta Yamamoto. De ahí que los peruanos reconocemos que no cumplimos las leyes y no somos conscientes de nuestras obligaciones y deberes19 (ver gráfico 6).

La falta de sanciones efectivas refuerza la existencia de la ley de la selva: el más fuerte es el más beneficia-do. Para Tong, el peruano mantiene una moral elástica y solo respeta las normas cuando le conviene. Esto termina traduciéndose en la falta de cultura cívica en el país, explica Kogan.

Para desarrollar esta cultura, se espera que las nor- mas se enseñen incluyendo su señalización, sus san- ciones y la importancia de poner en práctica un respe-to por las reglas de convivencia. Según Yamamoto, una ciudadanía alerta al cumplimiento de las normas haría que los peruanos pensemos dos veces antes de trans-gredirlas.

Claramente hay mucho por hacer con este antivalor conformado por el egoísmo, la envidia y el chisme. Son lastres que requieren de un plan nacional para trans-formarlos y así poder permitir un mayor desarrollo en el país.

Sin embargo, los peruanos tenemos dos importantes valores que se deben conservar y cultivar. De estos, el ser solidarios con nuestros familiares y amigos cerca-nos es la base sobre la que se sustenta nuestro desa-rrollo y bienestar que sorprende en los índices de crecimiento económico y en las encuestas mundiales de felicidad.

Fuente:Prosperity Index 2014.

Page 4: Transformar los valores para el Perú moderno

Informe 2015-11

(7) Encuesta Integración Setiembre 2013. Se realizó a 2200 personas en 19 regiones del país.(8) World Health Organization (WHO) - Mental Health Atlas (2014).(9) Estudio a nivel nacional realizado en el 2011 por la consultora B y P Bienestar y Productividad.(10) Según el INEI, en el período 2005-2015, la población urbana habría crecido en un 21%. INEI – Proyección población urbana.(11) Según el INEI (Encuesta Demográfica y de Salud Familiar –ENDES–), en el período 2000-2014, el promedio de miembros ha disminuido constantemente de 4.5 (en el 2000) a 3.8 (en el 2014).(12) Estadísticas de CEPAL –Social Indicators and Statistics ECLAC– señalan que en el período 1997-2013, los hogares monoparentales aumentaron de 9% a 11% y los hogares de parejas sin hijos, de 5% a 8%; mientras que los hogares con ambos padres disminuyeron de 49% a 41%.(13) Putnam, R. (1993). Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy.(14) World Values Survey -Ola 2010-2014 - Pregunta: Ahora le voy a leer una lista de organizaciones voluntarias. Para cada organización, ¿me podría decir si es un miembro activo, inactivo o no es miembro de esa organización?

El peruano también se caracteriza por ayudar y com-partir con otros. Este valor denominado “ayuda mutua” formaría parte de la naturaleza colectivista en el Perú y América Latina, según Jorge Yamamoto. Los perua-nos recurren a la familia y a los amigos cercanos y ellos responden de manera relativamente incondicional, so-

bre todo ante una dificultad. Según la encuesta de Integración, el 80% de los peruanos manifiesta tener parientes o amigos con los cuales puede contar para resolver un problema7.

Esta colaboración reduce nuestro estrés y produce bienestar. Por ello, como refiere Yamamoto, esta forma de colectivismo presente en América Latina se relaciona con el mayor nivel de felicidad de la región, comparado con los países económicamente más desarrollados pero menos colectivistas. De hecho, los países con más altos ingresos son los que presentan la mayor prevalencia de depresión y el mayor ratio de suicidios8.

El valor de la “ayuda mutua” ha sufrido una ligera disminución en los peruanos, al compararlo con una medición realizada en el 2011 por la PUCP y la consul-tora B y P Bienestar y Productividad9. Sulmont explica que este cambio empieza por el proceso de moderni-zación que lleva al crecimiento de las ciudades10. Según el investigador, esto implica una modificación en la forma de satisfacer necesidades; dejamos atrás el intercambio de bienes y servicios en la comunidad -propiciada por relaciones cercanas entre sus habi-tantes- para recurrir al mercado como fuente princi-pal e impersonal de lo que necesitamos. Así pues, como manifiesta Liuba Kogan, ya no dependemos de otros y, por lo tanto, no hay por qué cooperar con el resto, pues así nos ahorramos el compromiso y la responsabilidad de devolver favores.

Además, Sulmont añade que las redes de solidaridad empiezan por la familia y ésta también ha pasado por cambios importantes en los últimos años como la disminución del número miembros del hogar11 y el cambio en su estructura, ya que ha aumentado el número de hogares con un solo progenitor y sin hijos12 en el Perú. De esta manera, se vería reducido nuestro primer entorno de socialización (la familia) y esto estaría afectando la disposición a colaborar con otros.

Sin embargo, Sulmont afirma que no toda moderniza-ción lleva a la disminución de la ayuda mutua. Existen sociedades modernas que han construido otros meca-

www.integracion.pe 4

IDENTIDAD

Robert Putnam13, sociólogo y politólogo reconocido a nivel mundial, realizó un estudio en Italia acerca del grado de cooperación entre las personas y encontró que existían grandes diferencias entre las regiones norte y sur de ese país. Los ciudadanos del norte de Italia mostraban un mayor nivel de cooperación. Estos se destacaban por una mayor participación en clubes deportivos, clubes literarios, coros y otras asociaciones. Según el experto, estos grupos socia-les son un factor esencial para la cooperación ya que facilitan la interacción con otros, inculcan un sentido de responsabilidad compartida ante los logros y fracasos y nos enseñan a sentir satisfacción por una colaboración exitosa.

COOPERACIÓN YPARTICIPACIÓN CIUDADANA

CUADRO 1

ITALIA

nismos de solidaridad y cooperación no basadas en las relaciones personales, sino establecidas a través de la participación ciudadana y el compromiso cívico (ver cuadro 1). Fomentar la participación en organizaciones en Perú –que muestra niveles relativamente bajos14 (ver gráfico 4)– incrementaría la confianza interpersonal de los ciudadanos; cabe señalar que solamente el 11% de los

peruanos opina que se puede confiar en otras personas, según la encuesta del Instituto Integración del 20137.

Los peruanos suelen tener un alto nivel de confianza y buena conducta con su familia y amigos cercanos pero no con extraños e instituciones públicas15. Incrementar la confianza interpersonal sería la base para expandir la ayuda mutua más allá de nuestro círculo cercano. Nece-sitamos confiar en que otros nos van a devolver la ayu- da16, lo que se conoce como “hoy por ti, mañana por mí”.

La competencia dañina, el antivalor que caracteriza a los peruanos, está conformada por el egoísmo, la envidia y el chisme. Según esto, el peruano busca su propio provecho incluso a costa de los demás, es infeliz ante los logros del otro y los descalifica cuando tiene la oportunidad17. Este antivalor muestra un cre- cimiento relevante al compararlo con el estudio reali-zado en el 201118.

Tong explica que el peruano no se siente capaz de dar la mano porque no sabe cuándo el otro lo puede perju-dicar. Por ello, la desconfianza hacia otras personas lo convierte en egoísta. Hevia añade que el peruano, al tener tolerancia cero, quiere todo a corto plazo inclu-so si esto significa pasar por encima del otro.

Por otro lado, como señala Hevia, el peruano no ha aprendido a tomar responsabilidad por sus propios errores o fracasos y puede hasta culpar a otros. Ade- más suele atribuir el éxito de los demás a factores di- ferentes del esfuerzo propio. Tong menciona que esta situación resta valor al mérito, y los éxitos se atribuyen a las argollas. Por lo tanto, la falta de una cultura meritocrática es una fuente importante de envidia.

El peruano siente que el éxito del otro es una amena-za, por lo que debe devaluarlo o destruirlo a través del chisme. Esta conducta demuestra una autoestima baja porque no puede sobresalir sin disminuir al otro, manifiesta Victoria Arévalo, psicóloga clínica y profe-sora de la PUCP. Asimismo, Kogan afirma que los peruanos piensan bajo el concepto de “suma cero”: si al otro le va bien, en consecuencia a mí me va mal, y

viceversa; entonces es preferible buscar que al otro le vaya mal.

En suma, la competencia dañina no permite el progre-so. Uno de los factores que mantiene este antivalor vivo es la impunidad, según los especialistas. “En el Perú, se le da poca importancia a las normas y existen pocas sanciones ante su incumplimiento, lo cual lleva a que la transgresión de la norma se perciba como el estándar y como el logro de la viveza criolla”, comenta Yamamoto. De ahí que los peruanos reconocemos que no cumplimos las leyes y no somos conscientes de nuestras obligaciones y deberes19 (ver gráfico 6).

La falta de sanciones efectivas refuerza la existencia de la ley de la selva: el más fuerte es el más beneficia-do. Para Tong, el peruano mantiene una moral elástica y solo respeta las normas cuando le conviene. Esto termina traduciéndose en la falta de cultura cívica en el país, explica Kogan.

Para desarrollar esta cultura, se espera que las nor- mas se enseñen incluyendo su señalización, sus san- ciones y la importancia de poner en práctica un respe-to por las reglas de convivencia. Según Yamamoto, una ciudadanía alerta al cumplimiento de las normas haría que los peruanos pensemos dos veces antes de trans-gredirlas.

Claramente hay mucho por hacer con este antivalor conformado por el egoísmo, la envidia y el chisme. Son lastres que requieren de un plan nacional para trans-formarlos y así poder permitir un mayor desarrollo en el país.

Sin embargo, los peruanos tenemos dos importantes valores que se deben conservar y cultivar. De estos, el ser solidarios con nuestros familiares y amigos cerca-nos es la base sobre la que se sustenta nuestro desa-rrollo y bienestar que sorprende en los índices de crecimiento económico y en las encuestas mundiales de felicidad.

Page 5: Transformar los valores para el Perú moderno

El peruano también se caracteriza por ayudar y com-partir con otros. Este valor denominado “ayuda mutua” formaría parte de la naturaleza colectivista en el Perú y América Latina, según Jorge Yamamoto. Los perua-nos recurren a la familia y a los amigos cercanos y ellos responden de manera relativamente incondicional, so-

bre todo ante una dificultad. Según la encuesta de Integración, el 80% de los peruanos manifiesta tener parientes o amigos con los cuales puede contar para resolver un problema7.

Esta colaboración reduce nuestro estrés y produce bienestar. Por ello, como refiere Yamamoto, esta forma de colectivismo presente en América Latina se relaciona con el mayor nivel de felicidad de la región, comparado con los países económicamente más desarrollados pero menos colectivistas. De hecho, los países con más altos ingresos son los que presentan la mayor prevalencia de depresión y el mayor ratio de suicidios8.

El valor de la “ayuda mutua” ha sufrido una ligera disminución en los peruanos, al compararlo con una medición realizada en el 2011 por la PUCP y la consul-tora B y P Bienestar y Productividad9. Sulmont explica que este cambio empieza por el proceso de moderni-zación que lleva al crecimiento de las ciudades10. Según el investigador, esto implica una modificación en la forma de satisfacer necesidades; dejamos atrás el intercambio de bienes y servicios en la comunidad -propiciada por relaciones cercanas entre sus habi-tantes- para recurrir al mercado como fuente princi-pal e impersonal de lo que necesitamos. Así pues, como manifiesta Liuba Kogan, ya no dependemos de otros y, por lo tanto, no hay por qué cooperar con el resto, pues así nos ahorramos el compromiso y la responsabilidad de devolver favores.

Además, Sulmont añade que las redes de solidaridad empiezan por la familia y ésta también ha pasado por cambios importantes en los últimos años como la disminución del número miembros del hogar11 y el cambio en su estructura, ya que ha aumentado el número de hogares con un solo progenitor y sin hijos12 en el Perú. De esta manera, se vería reducido nuestro primer entorno de socialización (la familia) y esto estaría afectando la disposición a colaborar con otros.

Sin embargo, Sulmont afirma que no toda moderniza-ción lleva a la disminución de la ayuda mutua. Existen sociedades modernas que han construido otros meca-

www.integracion.peInforme 2015-11 5

IDENTIDAD

(15) Fukuyama, F. (2000). Social Capital and Civil Society, IMF Working Papers No. 74, Marzo, Fondo Monetario Internacional.(16) Trivers, R. (1971). The evolution of reciprocal altruism.(17) Informe Integración – En busca de la identidad peruana. Agosto, 2014.(18) Estudio a nivel nacional realizado en el 2011 por la PUCP.(19) Informe Latinobarómetro 2011. Página 53.

ORGANIZACIÓNRELIGIOSA

DEPORTEO RECREACIÓN

ARTE, MÚSICAO EDUCACIÓN

ASOCIACIÓNPROFESIONAL

ORGANIZACIÓNHUMANITARIA

SINDICATOLABORAL

PARTIDOPOLÍTICO

21%

13%

10%

4%

3%

2%

PERTENENCIA A ORGANIZACIONESGRÁFICO 4

(Perú)

nismos de solidaridad y cooperación no basadas en las relaciones personales, sino establecidas a través de la participación ciudadana y el compromiso cívico (ver cuadro 1). Fomentar la participación en organizaciones en Perú –que muestra niveles relativamente bajos14 (ver gráfico 4)– incrementaría la confianza interpersonal de los ciudadanos; cabe señalar que solamente el 11% de los

peruanos opina que se puede confiar en otras personas, según la encuesta del Instituto Integración del 20137.

Los peruanos suelen tener un alto nivel de confianza y buena conducta con su familia y amigos cercanos pero no con extraños e instituciones públicas15. Incrementar la confianza interpersonal sería la base para expandir la ayuda mutua más allá de nuestro círculo cercano. Nece-sitamos confiar en que otros nos van a devolver la ayu- da16, lo que se conoce como “hoy por ti, mañana por mí”.

La competencia dañina, el antivalor que caracteriza a los peruanos, está conformada por el egoísmo, la envidia y el chisme. Según esto, el peruano busca su propio provecho incluso a costa de los demás, es infeliz ante los logros del otro y los descalifica cuando tiene la oportunidad17. Este antivalor muestra un cre- cimiento relevante al compararlo con el estudio reali-zado en el 201118.

Tong explica que el peruano no se siente capaz de dar la mano porque no sabe cuándo el otro lo puede perju-dicar. Por ello, la desconfianza hacia otras personas lo convierte en egoísta. Hevia añade que el peruano, al tener tolerancia cero, quiere todo a corto plazo inclu-so si esto significa pasar por encima del otro.

Por otro lado, como señala Hevia, el peruano no ha aprendido a tomar responsabilidad por sus propios errores o fracasos y puede hasta culpar a otros. Ade- más suele atribuir el éxito de los demás a factores di- ferentes del esfuerzo propio. Tong menciona que esta situación resta valor al mérito, y los éxitos se atribuyen a las argollas. Por lo tanto, la falta de una cultura meritocrática es una fuente importante de envidia.

El peruano siente que el éxito del otro es una amena-za, por lo que debe devaluarlo o destruirlo a través del chisme. Esta conducta demuestra una autoestima baja porque no puede sobresalir sin disminuir al otro, manifiesta Victoria Arévalo, psicóloga clínica y profe-sora de la PUCP. Asimismo, Kogan afirma que los peruanos piensan bajo el concepto de “suma cero”: si al otro le va bien, en consecuencia a mí me va mal, y

La triada de antivalores

viceversa; entonces es preferible buscar que al otro le vaya mal.

En suma, la competencia dañina no permite el progre-so. Uno de los factores que mantiene este antivalor vivo es la impunidad, según los especialistas. “En el Perú, se le da poca importancia a las normas y existen pocas sanciones ante su incumplimiento, lo cual lleva a que la transgresión de la norma se perciba como el estándar y como el logro de la viveza criolla”, comenta Yamamoto. De ahí que los peruanos reconocemos que no cumplimos las leyes y no somos conscientes de nuestras obligaciones y deberes19 (ver gráfico 6).

La falta de sanciones efectivas refuerza la existencia de la ley de la selva: el más fuerte es el más beneficia-do. Para Tong, el peruano mantiene una moral elástica y solo respeta las normas cuando le conviene. Esto termina traduciéndose en la falta de cultura cívica en el país, explica Kogan.

Para desarrollar esta cultura, se espera que las nor- mas se enseñen incluyendo su señalización, sus san- ciones y la importancia de poner en práctica un respe-to por las reglas de convivencia. Según Yamamoto, una ciudadanía alerta al cumplimiento de las normas haría que los peruanos pensemos dos veces antes de trans-gredirlas.

4%

Claramente hay mucho por hacer con este antivalor conformado por el egoísmo, la envidia y el chisme. Son lastres que requieren de un plan nacional para trans-formarlos y así poder permitir un mayor desarrollo en el país.

Sin embargo, los peruanos tenemos dos importantes valores que se deben conservar y cultivar. De estos, el ser solidarios con nuestros familiares y amigos cerca-nos es la base sobre la que se sustenta nuestro desa-rrollo y bienestar que sorprende en los índices de crecimiento económico y en las encuestas mundiales de felicidad.

Fuente: World Vaue Survey 2012.

Page 6: Transformar los valores para el Perú moderno

El peruano también se caracteriza por ayudar y com-partir con otros. Este valor denominado “ayuda mutua” formaría parte de la naturaleza colectivista en el Perú y América Latina, según Jorge Yamamoto. Los perua-nos recurren a la familia y a los amigos cercanos y ellos responden de manera relativamente incondicional, so-

bre todo ante una dificultad. Según la encuesta de Integración, el 80% de los peruanos manifiesta tener parientes o amigos con los cuales puede contar para resolver un problema7.

Esta colaboración reduce nuestro estrés y produce bienestar. Por ello, como refiere Yamamoto, esta forma de colectivismo presente en América Latina se relaciona con el mayor nivel de felicidad de la región, comparado con los países económicamente más desarrollados pero menos colectivistas. De hecho, los países con más altos ingresos son los que presentan la mayor prevalencia de depresión y el mayor ratio de suicidios8.

El valor de la “ayuda mutua” ha sufrido una ligera disminución en los peruanos, al compararlo con una medición realizada en el 2011 por la PUCP y la consul-tora B y P Bienestar y Productividad9. Sulmont explica que este cambio empieza por el proceso de moderni-zación que lleva al crecimiento de las ciudades10. Según el investigador, esto implica una modificación en la forma de satisfacer necesidades; dejamos atrás el intercambio de bienes y servicios en la comunidad -propiciada por relaciones cercanas entre sus habi-tantes- para recurrir al mercado como fuente princi-pal e impersonal de lo que necesitamos. Así pues, como manifiesta Liuba Kogan, ya no dependemos de otros y, por lo tanto, no hay por qué cooperar con el resto, pues así nos ahorramos el compromiso y la responsabilidad de devolver favores.

Además, Sulmont añade que las redes de solidaridad empiezan por la familia y ésta también ha pasado por cambios importantes en los últimos años como la disminución del número miembros del hogar11 y el cambio en su estructura, ya que ha aumentado el número de hogares con un solo progenitor y sin hijos12 en el Perú. De esta manera, se vería reducido nuestro primer entorno de socialización (la familia) y esto estaría afectando la disposición a colaborar con otros.

Sin embargo, Sulmont afirma que no toda moderniza-ción lleva a la disminución de la ayuda mutua. Existen sociedades modernas que han construido otros meca-

COMPETENCIA DAÑINA VS COMPETENCIA SANAGRÁFICO 5

El entorno no se polariza y todos tratan de superarse en una competencia sana

B Averigua cómo lo hizo y trata de seguir sus pasos

COMPETENCIASANA

envidia el logro de A

Tiene un logro

A BA

B para “igualar la arena”genera chismes que devalúen a A

A Se ve afectado por el chisme de B

A reacciona de manera negativa

A y BAVANZAN

B

El entorno se polariza según grupos de amistad y enemistad

Disminuye la cooperación entre grupos y solo cooperan dentro de sus propios grupos.

NINGUNO AVANZA

www.integracion.peInforme 2015-11

6

1

3 B Habla con otros sobre el logro de A.A AVANZA

4 TambiénB AVANZA

4

2

envidia a AB2

Tiene un logro

AA1 3

4 4

B se siente infeliz por el éxito de A

TODOS GANAN

COMPETENCIADAÑINA

TODOS PIERDEN

nismos de solidaridad y cooperación no basadas en las relaciones personales, sino establecidas a través de la participación ciudadana y el compromiso cívico (ver cuadro 1). Fomentar la participación en organizaciones en Perú –que muestra niveles relativamente bajos14 (ver gráfico 4)– incrementaría la confianza interpersonal de los ciudadanos; cabe señalar que solamente el 11% de los

peruanos opina que se puede confiar en otras personas, según la encuesta del Instituto Integración del 20137.

Los peruanos suelen tener un alto nivel de confianza y buena conducta con su familia y amigos cercanos pero no con extraños e instituciones públicas15. Incrementar la confianza interpersonal sería la base para expandir la ayuda mutua más allá de nuestro círculo cercano. Nece-sitamos confiar en que otros nos van a devolver la ayu- da16, lo que se conoce como “hoy por ti, mañana por mí”.

La competencia dañina, el antivalor que caracteriza a los peruanos, está conformada por el egoísmo, la envidia y el chisme. Según esto, el peruano busca su propio provecho incluso a costa de los demás, es infeliz ante los logros del otro y los descalifica cuando tiene la oportunidad17. Este antivalor muestra un cre- cimiento relevante al compararlo con el estudio reali-zado en el 201118.

Tong explica que el peruano no se siente capaz de dar la mano porque no sabe cuándo el otro lo puede perju-dicar. Por ello, la desconfianza hacia otras personas lo convierte en egoísta. Hevia añade que el peruano, al tener tolerancia cero, quiere todo a corto plazo inclu-so si esto significa pasar por encima del otro.

Por otro lado, como señala Hevia, el peruano no ha aprendido a tomar responsabilidad por sus propios errores o fracasos y puede hasta culpar a otros. Ade- más suele atribuir el éxito de los demás a factores di- ferentes del esfuerzo propio. Tong menciona que esta situación resta valor al mérito, y los éxitos se atribuyen a las argollas. Por lo tanto, la falta de una cultura meritocrática es una fuente importante de envidia.

El peruano siente que el éxito del otro es una amena-za, por lo que debe devaluarlo o destruirlo a través del chisme. Esta conducta demuestra una autoestima baja porque no puede sobresalir sin disminuir al otro, manifiesta Victoria Arévalo, psicóloga clínica y profe-sora de la PUCP. Asimismo, Kogan afirma que los peruanos piensan bajo el concepto de “suma cero”: si al otro le va bien, en consecuencia a mí me va mal, y

viceversa; entonces es preferible buscar que al otro le vaya mal.

En suma, la competencia dañina no permite el progre-so. Uno de los factores que mantiene este antivalor vivo es la impunidad, según los especialistas. “En el Perú, se le da poca importancia a las normas y existen pocas sanciones ante su incumplimiento, lo cual lleva a que la transgresión de la norma se perciba como el estándar y como el logro de la viveza criolla”, comenta Yamamoto. De ahí que los peruanos reconocemos que no cumplimos las leyes y no somos conscientes de nuestras obligaciones y deberes19 (ver gráfico 6).

La falta de sanciones efectivas refuerza la existencia de la ley de la selva: el más fuerte es el más beneficia-do. Para Tong, el peruano mantiene una moral elástica y solo respeta las normas cuando le conviene. Esto termina traduciéndose en la falta de cultura cívica en el país, explica Kogan.

Para desarrollar esta cultura, se espera que las nor- mas se enseñen incluyendo su señalización, sus san- ciones y la importancia de poner en práctica un respe-to por las reglas de convivencia. Según Yamamoto, una ciudadanía alerta al cumplimiento de las normas haría que los peruanos pensemos dos veces antes de trans-gredirlas.

Claramente hay mucho por hacer con este antivalor conformado por el egoísmo, la envidia y el chisme. Son lastres que requieren de un plan nacional para trans-formarlos y así poder permitir un mayor desarrollo en el país.

Sin embargo, los peruanos tenemos dos importantes valores que se deben conservar y cultivar. De estos, el ser solidarios con nuestros familiares y amigos cerca-nos es la base sobre la que se sustenta nuestro desa-rrollo y bienestar que sorprende en los índices de crecimiento económico y en las encuestas mundiales de felicidad.

IDENTIDAD

Page 7: Transformar los valores para el Perú moderno

El peruano también se caracteriza por ayudar y com-partir con otros. Este valor denominado “ayuda mutua” formaría parte de la naturaleza colectivista en el Perú y América Latina, según Jorge Yamamoto. Los perua-nos recurren a la familia y a los amigos cercanos y ellos responden de manera relativamente incondicional, so-

bre todo ante una dificultad. Según la encuesta de Integración, el 80% de los peruanos manifiesta tener parientes o amigos con los cuales puede contar para resolver un problema7.

Esta colaboración reduce nuestro estrés y produce bienestar. Por ello, como refiere Yamamoto, esta forma de colectivismo presente en América Latina se relaciona con el mayor nivel de felicidad de la región, comparado con los países económicamente más desarrollados pero menos colectivistas. De hecho, los países con más altos ingresos son los que presentan la mayor prevalencia de depresión y el mayor ratio de suicidios8.

El valor de la “ayuda mutua” ha sufrido una ligera disminución en los peruanos, al compararlo con una medición realizada en el 2011 por la PUCP y la consul-tora B y P Bienestar y Productividad9. Sulmont explica que este cambio empieza por el proceso de moderni-zación que lleva al crecimiento de las ciudades10. Según el investigador, esto implica una modificación en la forma de satisfacer necesidades; dejamos atrás el intercambio de bienes y servicios en la comunidad -propiciada por relaciones cercanas entre sus habi-tantes- para recurrir al mercado como fuente princi-pal e impersonal de lo que necesitamos. Así pues, como manifiesta Liuba Kogan, ya no dependemos de otros y, por lo tanto, no hay por qué cooperar con el resto, pues así nos ahorramos el compromiso y la responsabilidad de devolver favores.

Además, Sulmont añade que las redes de solidaridad empiezan por la familia y ésta también ha pasado por cambios importantes en los últimos años como la disminución del número miembros del hogar11 y el cambio en su estructura, ya que ha aumentado el número de hogares con un solo progenitor y sin hijos12 en el Perú. De esta manera, se vería reducido nuestro primer entorno de socialización (la familia) y esto estaría afectando la disposición a colaborar con otros.

Sin embargo, Sulmont afirma que no toda moderniza-ción lleva a la disminución de la ayuda mutua. Existen sociedades modernas que han construido otros meca-

www.integracion.peInforme 2015-11 7

IDENTIDAD

CONOCIMIENTO Y CUMPLIMIENTO DE LEYESGRÁFICO 6

POR

CEN

TAJE

DE

PER

SON

AS Q

UE

CUM

PLEN

CO

N A

LEY

(%)

PORCENTAJE DE PERSONAS QUE SON CONSCIENTES DE SUS OBLIGACIONES Y DEBERES (%)

• Victoria Arévalo, psicóloga clínica y profesora de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).• Julio Hevia, psicoanalista y magister en Comunicación.• Liuba Kogan, profesora de la Universidad del Pacífico.• Federico Tong, psicólogo social.• Jorge Yamamoto, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y fundador de B y P Bienestar y Productividad

AGRADECIMIENTOS:

0

10

10

20

20

40

40

50

50

60

30

30

URUGUAY

CHILEECUADORBRASIL

VENEZUELACOSTA RICAARGENTINA

PARAGUAYMÉXICO

COLOMBIABOLIVIA

PERÚ

60nismos de solidaridad y cooperación no basadas en las relaciones personales, sino establecidas a través de la participación ciudadana y el compromiso cívico (ver cuadro 1). Fomentar la participación en organizaciones en Perú –que muestra niveles relativamente bajos14 (ver gráfico 4)– incrementaría la confianza interpersonal de los ciudadanos; cabe señalar que solamente el 11% de los

peruanos opina que se puede confiar en otras personas, según la encuesta del Instituto Integración del 20137.

Los peruanos suelen tener un alto nivel de confianza y buena conducta con su familia y amigos cercanos pero no con extraños e instituciones públicas15. Incrementar la confianza interpersonal sería la base para expandir la ayuda mutua más allá de nuestro círculo cercano. Nece-sitamos confiar en que otros nos van a devolver la ayu- da16, lo que se conoce como “hoy por ti, mañana por mí”.

La competencia dañina, el antivalor que caracteriza a los peruanos, está conformada por el egoísmo, la envidia y el chisme. Según esto, el peruano busca su propio provecho incluso a costa de los demás, es infeliz ante los logros del otro y los descalifica cuando tiene la oportunidad17. Este antivalor muestra un cre- cimiento relevante al compararlo con el estudio reali-zado en el 201118.

Tong explica que el peruano no se siente capaz de dar la mano porque no sabe cuándo el otro lo puede perju-dicar. Por ello, la desconfianza hacia otras personas lo convierte en egoísta. Hevia añade que el peruano, al tener tolerancia cero, quiere todo a corto plazo inclu-so si esto significa pasar por encima del otro.

Por otro lado, como señala Hevia, el peruano no ha aprendido a tomar responsabilidad por sus propios errores o fracasos y puede hasta culpar a otros. Ade- más suele atribuir el éxito de los demás a factores di- ferentes del esfuerzo propio. Tong menciona que esta situación resta valor al mérito, y los éxitos se atribuyen a las argollas. Por lo tanto, la falta de una cultura meritocrática es una fuente importante de envidia.

El peruano siente que el éxito del otro es una amena-za, por lo que debe devaluarlo o destruirlo a través del chisme. Esta conducta demuestra una autoestima baja porque no puede sobresalir sin disminuir al otro, manifiesta Victoria Arévalo, psicóloga clínica y profe-sora de la PUCP. Asimismo, Kogan afirma que los peruanos piensan bajo el concepto de “suma cero”: si al otro le va bien, en consecuencia a mí me va mal, y

viceversa; entonces es preferible buscar que al otro le vaya mal.

En suma, la competencia dañina no permite el progre-so. Uno de los factores que mantiene este antivalor vivo es la impunidad, según los especialistas. “En el Perú, se le da poca importancia a las normas y existen pocas sanciones ante su incumplimiento, lo cual lleva a que la transgresión de la norma se perciba como el estándar y como el logro de la viveza criolla”, comenta Yamamoto. De ahí que los peruanos reconocemos que no cumplimos las leyes y no somos conscientes de nuestras obligaciones y deberes19 (ver gráfico 6).

La falta de sanciones efectivas refuerza la existencia de la ley de la selva: el más fuerte es el más beneficia-do. Para Tong, el peruano mantiene una moral elástica y solo respeta las normas cuando le conviene. Esto termina traduciéndose en la falta de cultura cívica en el país, explica Kogan.

Para desarrollar esta cultura, se espera que las nor- mas se enseñen incluyendo su señalización, sus san- ciones y la importancia de poner en práctica un respe-to por las reglas de convivencia. Según Yamamoto, una ciudadanía alerta al cumplimiento de las normas haría que los peruanos pensemos dos veces antes de trans-gredirlas.

Claramente hay mucho por hacer con este antivalor conformado por el egoísmo, la envidia y el chisme. Son lastres que requieren de un plan nacional para trans-formarlos y así poder permitir un mayor desarrollo en el país.

Sin embargo, los peruanos tenemos dos importantes valores que se deben conservar y cultivar. De estos, el ser solidarios con nuestros familiares y amigos cerca-nos es la base sobre la que se sustenta nuestro desa-rrollo y bienestar que sorprende en los índices de crecimiento económico y en las encuestas mundiales de felicidad.

Fuente: Latinobarómetro 2011.