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DEMANDAS FÍSICAS EN EL FÚTBOL

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Trabajo sobre las demandas físicas en el fútbol.

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DEMANDAS FÍSICAS EN EL

FÚTBOL

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Alexis Hidalgo Gallardo ARD FÚTBOL UGR 2010

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LAS DEMANDAS FÍSICAS EN EL FÚTBOL

1.- Introducción.

El fútbol al igual que en otros deportes, requiere de un gasto energético para llevar a cabo las diferentes acciones que se desarrollan durante el juego. Tomando las diversas acciones que se dan a cabo, podemos decir que es un deporte complejo donde las demandas físicas y energéticas son muy elevadas. Es por ello que se han realizado diversos estudios sobre las demandas fisiológicas que se dan antes, durante y después del partido para llevar a cabo una mejora en el rendimiento de los futbolistas. Estos estudios han contribuido a llevar a cabo programas de entrenamiento, de mejora de las aptitudes físicas y de las capacidades físicas básicas, ya que el fútbol se centran en aspectos más técnicos y tácticos dejando un poco de lado a los aspectos físicos (Stolen et al., 2005).

2.- Demandas físicas.

2.1.- Resistencia.-

Debido a la duración del juego (90 minutos), el fútbol es considerado como un deporte en el que tiene una gran demanda de metabolismo aeróbico (Stolen et al., 2005). Diversos estudios han mostrado que el volumen de oxígeno consumido por el metabolismo aeróbico es del 75% del VO2 máx., tomando como referencia el 85% de la FC máxima. Estas cifras equivalen a un promedio de 45, 48´8 y 52´5 kg / min para un jugador con 60, 65 y 70 ml / kg / min en VO2max, respectivamente, y probablemente refleja el gasto de energía en el fútbol moderno (Stolen et al., 2005). Por lo tanto podemos establecer que la actividad aeróbica que desarrolla el jugador de fútbol requiere de un gasto energético considerable. De esta manera es importante la carrera en el fútbol, es decir, la economía de carrera. Esto supone realizar la mayor eficacia esfuerzo posible realizando el menor gasto posible. Diversos estudios han demostrado que jugadores con el mismo VO2 máx., han llegado a tener diferencias en el consumo de VO2 realizando un trabajo de igual intensidad. Esto se debe a la relación que existe entre la intensidad de trabajo y el VO2 (Stolen et al., 2005).

Por otra parte y siguiendo con la resistencia como demanda física en el fútbol, encontramos que no siempre se dan acciones aeróbicas, pues se dan cambios de ritmos, saltos, acciones de fuerza, entro otras; lo cual nos obliga a señalar que el metabolismo anaeróbico está altamente implicado también como demanda fisiológica en este deporte. Este tipo de energía que se libera en ciertas acciones puntuales son cruciales en algunos momentos del partido, pues el más rápido, el que salte más, el que tenga más fuerza; tendrá cierta ventaja frente al adversario en un deporte que es de un enfrentamiento directo. Según Stolen et al (2005), podemos decir que la capacidad anaeróbica en jugadores de élite es mayor que la de los jugadores amater. Podemos decir siguiendo el estudio realizado por Stolen, que el jugador de élite tiene una concentración de lactato en el primer tiempo del partido mayor que en el segundo tiempo, con apenas 7,5 mmol/L y 2,5 mmol/L respectivamente. De esta forma los

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jugadores que no son de élite tienen una concentración inferior en ambas partes que los jugadores profesionales. Por lo tanto podemos decir que el lactato y el nivel de lactato es un aspecto fisiológico importante y por lo tanto su ritmo de eliminación va a ser crucial durante el desarrollo del partido para un jugador. La eliminación o aclaramiento del lactato depende de tres factores: 1) la concentración de lactato; 2) del periodo de recuperación de la actividad; 3) de la capacidad aeróbica (Stolen et al., 2005).

En controversia encontramos a Bangsbo quien establece que los valores promedios del lactato en futbolistas son de 2-10 mmol/L de lactato sanguíneo. De esta forma establece diversos test para la toma de lactato en diferentes situaciones como la bicicleta continua, el test YO-YO con descanso intermitente y un partido de fútbol. Bangsbo et al. (2006) llegan a la conclusión de que durante el ejercicio intermitente en el fútbol, concentración de lactato sanguíneo puede ser alta, mientras que la concentración de lactato muscular puede ser baja.

2.2.- Velocidad.

La velocidad es una capacidad física que se utiliza con gran asiduidad en un partido de fútbol. Podemos encontrar durante un partido de fútbol a futbolistas que apenas realizan acciones de gran velocidad y a otros que han llevado varias acciones de máxima velocidad. Pero al implicar el móvil, como es el balón, la cosa cambia. No se realiza el mismo desgaste físico realizando una carrera con el balón controlado que sin balón. Por lo tanto un jugador que debe tener constantes contactos con el balón en teoría debería tener mayor desgaste físico que otro que no lo tenga. Encontramos en diversos estudios que la distancia media recorrida por el jugador suele ser entre los 10-13 km de los jugadores de campo (Bangsbo et al., 2006) y de 4 km para los porteros (Stolen et al., 2005), llegando a ser la mayoría de esta distancia cubierta por el jugador andando por lo que no requiere gran gasto energético, mientras que la otra parte se realiza mediante sprints y situaciones de carrera del 70 u 80% de la velocidad máxima. Según Stolen et al 2005, el número de sprints que realiza el jugador rondan entre 10-20 de alta intensidad ejecutados cada 70 segundos. La duración según el estudio de Stolen nos indica que suelen durar entre 2 y 4 segundos y que respecto a la distancia total cubierta corresponden con el 11.1%.

Respecto a las posiciones encontramos cierta controversia en algunos estudios realizados. Withers et al citado por Stolen (2005) indican que los laterales esprintan dos veces más que los defensas centrales, mientras que los centrocampistas y los delanteros son los que más corren. En consonancia Mohr et al citado por Stolen (2005), señala que los defensas centrales y los atacantes corren más que los centrocampistas y los laterales. Como conclusión a esto podemos decir que a través de estos estudios se pueden poner programas acondicionados a las exigencias que requieres los jugadores dependiendo de la posición que ocupan en el campo.

2.3.- Fuerza.

Siguiendo a Stolen et al. (2005), la fuerza y la potencia son tan importantes como la resistencia en el fútbol. La fuerza máxima se refiere a la mayor fuerza que puede ser realizada por el sistema neuromuscular durante una contracción voluntaria máxima

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(una repetición máxima [1RM]), mientras que la potencia es el producto de la fuerza y velocidad y se refiere a la capacidad del sistema neuromuscular para producir el mayor impulso posible en un período de tiempo determinado. Ambas están relacionadas pues un aumento de la fuerza máxima crea un incremento de la fuerza relativa y por consiguiente de la fuerza explosiva, por lo tanto es imprescindible. Esta relación según Stolen et al (2005), hace posible que al mejorar la fuerza se pueden mejorar las habilidades fundamentales para el fútbol como los giros, los cambios de ritmos, los saltos y los sprint. Respecto a la potencia en los saltos y referidas a las posiciones Bloomfield et al (2007) señalan que los defensas y los delanteros son los que realizan más saltos siendo los defensas los que realizan los saltos hacia atrás con mayor coste energético.

3.- Referencias Bibliográficas.

- Bangsbo, J., Mohr, M. & Krustrup, P. (2006). Demandas físicas y energéticas del entrenamiento y de la competencia en el jugador de fútbol de élite. Journal of Sports Sciences, 24(07):665-674.

- Bloomfield, J., Polman, R., & O'Donoghue, P. (2007). Physical demands of

different positions in FA Premier League soccer. Journal of Sports Science and Medicine 6, 63-70

- Castagna, C., Chamari, K., Stølen, T., & Wisløff, U. (2005). Physiology of soccer: An update. Sports Med 2005; 35 (6): 501-536.