tintero de las musas 4

año 1 • número 4 • agosto 1 de 2012

Reticencia

No hay amor infeliz: solamenteposees lo que no tienes. No hay amor feliz: lo que poseesdeja de ser tuyo.

Marguerite Yourcenar

Directorio:EDITORAGilda Montaño HumphreyACUARELASBenito Nogueira Ruiz

DiseñoHelí López Sandoval

AMMPE Delegación Estado de México y Vicepresidencia Nacional

Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y EscritorasWorld Association of Woman Journalist and Writers

Association Mondiale de Femmes Journalistes et Ecrivians

año 1 • número 4 • agosto 16 de 2012

2 Editorial

4 Gilda Montaño Humphrey ANÁLISIS DE GÉNERO

6 Graciela Sanatana Benhumea LA SOCIEDAD DEL SOL DE TOMÁS CAMPANELLA (segunda parte)

10 Margarita García Luna La mujer toluqueña hacia el progreso

14 Kyra Galván antes del big bang

18 Gloria Diazgonzález de Libien pasión periodística

22 Gilda Montaño Humphrey El alma prendida de un hilo…

24 Angélica Valero Sin juicio la condena 26 Irma Fuentes La trivialización de la cultura

30 Regina Freyman un museo me acaricia

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Editorial

Estoy muy entretenida y eso me da miedo. Lo estoy, porque cada quince días desde hace dos meses, me di a la tarea de hacer una

revista que contenga todo lo nuevo, lo bello, lo dulce, lo sensato, lo estable, lo perdurable y lo sensible, de muchas mujeres que –como yo– hacen de esta vida, una linda forma de existir.

Esto viene a cuento, porque en días pasados, me encontré en el “Face”, a una de las mejores poetas que ha dado esta tierra mexica-na. Ella se llama Kyra Galván. Mujer sensible y brillante, que hace que gente inteligente tenga espacio en esta tierra.

Le escribí. ¿Quién eres? Me preguntó. Amiga de tu hermana, que se dio a la tarea de dirigirme la tesis de licenciatura en la UNAM, y de tu prima Juana. ¿Y? Y…Becaria como tú, del asombro-so y prestigiadísimo Centro Mexicano de Escritores. ¡Ah! Entonces, me hice su amiga.

Así que el viernes pasado, ni tardas ni perezosas, Juana y yo nos fuimos a encontrar a la prima. Y eso viene a cuento, porque la revista que estamos haciendo “El Tintero de las Musas”, –nombre que no me gusta mucho y que debería de ser “El Tintero de las Divas”– se está en-riqueciendo con personas que –de sopetón y sin prtevio aviso– van apa-reciendo en el camino. Como la doctora Maricruz Castro, espléndida escritora, maestra e investigadora del Tec de Monterrey, que me puso en contacto con alguien joven y ser de luz que es su par: Regina Freyman.

Usted sabe querido lector, que esta revista se formó, cuando co-mencé a juntar, a llamar y a pedirles a mis amigas –una serie de mu-jeres periodistas, escritoras e investigadoras que viven en Toluca y de sus alrededores– que me enviaran sus escritos. Porque todas tienen algo que contar. Algunas lo han hecho a regañadientes; otras, con gran alegría. Y ésta ha salido, gracias a la participación de todas. En este mismo número, Gloria les platicará quienes hemos estado escri-biendo a menudo. Como nuestra entrañable y muy querida Irma Fuentes, quien es decana del periodismo nacional.

Así que poetas, historiadoras, filósofas, periodistas y al rato in-vestigadoras y cineastas, colaborarán con nosotras. Eso se dice rá-pido, pero nos la estamos rifando con lo mejor de lo mejor. Arte, cultura, ciencia, virtudes, inteligencias y ¡por supuesto! valores… para distraer todo lo que acontece en esta honorabilísima República Mexicana a las que todas amamos. Contrapeso sustentado en acuer-dos de ellas que le regalan.

Así que si usted está recibiendo este trabajo que –no crea– nos ha costado un buen de esfuerzo, por favor pondérelo. Lo hace-

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mos con afecto. Lo último que quisiera comentarles, es que todas ellas son maestras o doctoras en sus respectivos ramos. Es fácil comentarlo, pero si bien es cierto, han quemado la pestaña, para poder comunicar lo que tienen dentro. No se crea que todo lo que escribimos, sale a la primera. Es un es-fuerzo cubierto del día con día. Pero créame que ésta es mejor que cualquier malograda noticia que usted escuche, reciba o vea por el medio que se le antoje.

Empezamos con Sor Juana, porque ella es universal. Ejerce par-te importante en la historia, por ser un ente genial, caracterizado en la humildad de una mujer encerrada en su mundo –un convento– que se dedicó en el transcurso del tiempo y la distancia, a romper paradigmas establecidos por la historia.

Empezamos con historia. Con parte de nuestra identidad como mexicanas. Además, apenas en este siglo recién pasado, se de-mostró que la mujer tenía la misma capacidad que el hombre. En el renacimiento, existe la idea de que la mujer es el sexo débil e inferior al hombre. Ella tiene asignadas actividades específicas, sin poder aspirar o acceder a nada más.

Con la llegada del Siglo de las luces -hacia finales de 1600 y principios de 1800- las ideas liberales comienzan a predominar por toda Europa, estableciendo los derechos igualitarios de la mu-jer y el hombre. Esto genera un choque de ideologías.

Se da el desarrollo de las ideas liberales, como la Revolu-ción Francesa y la Americana. Surgen principios de sistemas políticos nuevos, la monarquía y el absolutismo se terminan y los conceptos de Estado y Nación, comienzan a proliferar por todo el mundo. Comienza a hablarse de Estados y de Nacio-nes, ya no de Reinos.

Entonces someten a discusión y análisis diversas categorías y conceptos para que esa verdad que el científico busca compro-bar, sea aceptada por todos: se rompe el paradigma. Estas muje-res que usted conocerá y ubicará cada quince días, han roto to-dos los prototipos y arquetipos e ideas de la mujer mexicana, superándolos. Para usted.

Gilda Montaño Humphrey

Usted sabe querido lector, que esta revista se formó, cuando comencé a juntar, a llamar y a pedirles a mis amigas –una serie de mujeres periodistas, escritoras e investigadoras que viven en Toluca y de sus alrede-dores– que me enviaran sus escritos. Porque todas

tienen algo que contar.

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ANÁLISIS DE GÉNERO


Cuando se hace análisis de género, existen dos paradigmas dentro de cualquier organización: el de la teoría clásica, y el de la teoría científica. Entonces, hay que

buscar desde la estructura de género, cuál es el ideal de paradigma dentro de estos dos. Esto desde el punto de vista de género. No se puede estar pensando sólo en hombres, ¿por qué no toman el punto de vista de género?

En el ámbito laboral se acepta a un trabajador –hombre o mujer– con las característi-cas suficientes para poder desarrollar el trabajo que está establecido. El problema es que se hace a un lado al trabajador mujer porque se presume -paradigma- que es diferente en sus condiciones sociales, políticas, educativas y culturales al hombre. Porque el rol que se ha dado para las mujeres es el de ser amas de casa y criadoras de sus hijos.

Por eso no hay lugar dentro de los paradigmas de la administración. La organiza-ción es una modalidad de la administración para la mujer. El paradigma de la adminis-


tración se puede incorporar la diferencia de género en la administración general.

En síntesis, detrás de un modelo ideal de paradigmas no debería de estar un hombre, sino un ser humano impersonal, entregado a la empresa y desligado a la familia: éste debe ser el máximo exponen-te de la organización.

¿Por qué no volteamos el sartén y pen-samos que todos los programas estableci-dos para la mujer desde el gobierno y or-ganizaciones no gubernamentales, deben ser entendidos desde la perspectiva de gé-nero. Pensar: ¿qué les podemos nosotros dar a ellas? ¿Qué es lo que necesitan de nosotros y no nosotros de ellas?

Esto viene arrastrándose hace años, de culturas orientales y occidentales y en este momento está inserto dentro del marco de la globalización. Es increíble que en este momento de vida, en pleno siglo XXI, algunas mujeres en Afganistán estén siendo matadas por no reunir los paradigmas establecidos alrededor de los hombres Talibanes que expresan su furia por querer quedar bien con un Dios que creen tener y conocer.

Para muchas culturas, la mujer está en su casa y es la variable únicamente de re-producción social. El hombre es la varia-ble de la organización económica, de la producción.

La mujer es distinta en las culturas. En los judíos, es más la base de la idealidad. Así, las mujeres determinan la pertenencia al clan. Eso es un producto ideológico, de su tiempo: el patriarcado.

La ideología es decir: esto es científico y lo tomo en cuenta. Pero también podemos decir: esto no es cierto. Proponer y tratar de entender que una nueva verdad que es co-nocida durante siglos y no mencionada, es

que estas mujeres no están capacitadas: la ausencia del no saber es un producto so-cial. Tampoco están educadas sino sólo para hacer su rol de reproductoras sociales. Y esto obedece a principios distintos, a dis-tintos productos de culturas locales.

Hay cuestiones que no sirven para lo inmediato. Pero conocerlas sirven para tratar de entender el lugar en donde esta-mos parados y con qué técnica lo estamos haciendo. La idea es que como cualquier instrumento del conocimiento, pueda te-ner un espacio en nuestras vidas y apren-damos a usarlas.

Me ubico detrás de un escritorio y me pregunto cómo me siento con relación a ser parte de la Burocracia de este México de hoy. De este Estado. Del Colegio al que pertenezco como investigadora. Y trato de entender cómo esta parte –crema y nata- de la burocracia, puede servir -dentro de la teoría general de sistemas y la teoría de la administración pública- a la gente. ¿Cuál es la finalidad de estar con estas mujeres que reclaman a diario un pedazo de tierra, educación, cultura, bienestar, salud, traba-jo y dignidad? ¿Les estoy sirviendo a ellas, o ellas me están sirviendo para hacer un trabajo, una línea de investigación, qué?

Esa es la utilidad que le sirve a una or-ganización. Si yo sé que le puede servir más mi trabajo a las mujeres y a la organi-zación que represento y en la que trabajo, mi meta está cumplida. Es cuestión supe-rada. Analizar si las uso, si este trabajo me dota de poder o no, pero para servirlas. ¿O es simbólico todo?

Pero si yo puedo resolver los problemas por la organización a la que pertenezco y usar el poder que tengo para hacer algo por ellas, la organización sirve y yo tam-bién. Así pues, el trabajo valió la pena.

Para muchas culturas, la mujer está en su casa y es la variable únicamente de reproducción social. El hombre

es la variable de la organización económica,de la producción.

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Para Campanella la educación es una tarea social importante para darle una

posición social adecuada a todos los sola-res en el marco de la armonía social. Las ideas sobre educación que esboza en su utopía, parecen adelantarse a los concep-tos de la pedagogía moderna. La educa-ción se basa en dos principios: el primero es el papel de la sabiduría, entendida como parte principal en la perfección ge-neral del hombre. Al ser el hombre una participación de la esencia divina, tiende por su naturaleza a imitar la omnisciencia de Dios. El segundo es el carácter experi-mental en que debe basarse la educación. En efecto: todo el ámbito de la comuni-dad civil y religiosa, y no sólo una parte de ella, debe ser una perpetua enseñanza para los educandos. Los niños, “jugando y sin fastidio, pueden encontrar figurados en los aspectos de la vida cotidiana todos los órdenes de lo cognoscible”.1

Los niños, terminada la lactancia, pasan a la custodia de los maestros, que comienzan su instrucción, sin dis-tinción de sexo; en efecto, hombres y mujeres son igualmente adiestrados en las armas e instruidos en todas las ar-tes, aunque a las mujeres se reserva su parte menos fatigosa. “Gracias al co-mienzo precoz de la instrucción y a su gran habilidad estratégica los habitan-tes solares salen siempre vencedores de sus guerras, que emprenden a favor de los pueblos oprimidos o contra tiranos agresores; y los triunfos que celebran la victoria obtenida superan en magnifi-cencia a los de los antiguos romanos”.2

LA SOCIEDAD DEL SOLDE TOMÁS CAMPANELLA (2A PARTE)

Graciela Santana Benhumea

Completamente innovadora es esa aproximación de Campanella a los pro-blemas de la educación, que el filósofo quiso exentar de todo lo que fuese aris-totélico, libresco o académico. La propia Ciudad del Sol se convierte en texto: sus muros son ilustrados por los pintores como un manual. “Dentro del primer cír-culo de piedra se representan todas las figuras matemáticas, más numerosas que las compuestas por Euclides y Ar-químedes, con su proposición signifi-cante”.3 En la parte de fuera se coloca el mapa de toda la Tierra, y después las tablas de cada provincia con sus ritos, costumbres y leyes. En el segundo círcu-lo están todas las piedras preciosas y no preciosas, los minerales, las hierbas, los árboles, y así sucesivamente. Caminan-do por las calles con sus padres, los ni-ños, atraídos por esas figuras, pregunta-rán por su significado.

Los muros de la Ciudad del Sol se convierten así en la más grande y lla-mativa ilustración de todas las artes y de todos los saberes con un ideal de conocimiento universal que colma las aspiraciones de Campanella, al que imita Comenius, el mayor de los educa-dores de la época, quien sigue el cami-no trazado por aquel en la creación de su Orbis sensualis pictus, cuyo fin en-cauzó a aprender mirando las figuras que traducen cosas llevando la ciudad visual a la escuela.

Campanella anhelaba que el método educativo propuesto para los solarios lle-gase a ser universal. Así dice:

1 Campanella T. La Ciudad del Sol. p.2 http://www.biografiasyvidas.com/obra/ciudad_sol.htm3 Campanella T. La Ciudad del Sol. p.


Los muros de la Ciudad del Sol se convierten así en la más grande y llamativa ilustración de todas las artes y de todos los saberes con un ideal de conocimiento universal que colma las aspiraciones de Campanella, al que imita

Comenius, el mayor de los educadores de la época.

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“Hay maestros dedicados a explicar las pintu-ras, las cuales acostumbran a los niños a aprender todas las ciencias y como jugando”.

“Unos y otras, niños y niñas, se coeducan en todas las artes. Después de cumplir el pri-mer año y antes de llegar al tercero, apren-den la lengua y el alfabeto paseando por las habitaciones, en cuyas paredes éste y aquella se hallan contenidos…(…) siguiendo cada uno a su juez y guía, salen al campo para ju-gar y aprender experimentalmente…”.4

Campanella, que está luchando por una profunda revolución social y el pensamiento político, como Platón, considera que el cam-bio de conocimiento y la educación están abiertos a la solución radical de todos los males de la sociedad. De hecho, insiste en la cultura de no-aficionar a los niños y niñas a la educación en las aulas y pupitres, sino en relación directa con las cosas y alrededor de las murallas de la ciudad, en la que todo el conocimiento está ilustrado. Describe una pedagogía de la concreción, la espontanei-dad y el ejercicio saludable, con especial atención a las actitudes de los niños.

CULTURA

Para Campanella, con su influencia telesiana, la cultura no debe ser libresca sino un conoci-miento natural, de observación sensorial de la Naturaleza, que es reflejo de Dios. Así, la ciu-dad se convierte en un lugar de aculturación colectiva, encuentro entre lo académico y lo vivido, entre el libro de Dios, el libro de la Na-turaleza y los libros del hombre.

“En una ciudad donde todo el mundo tiene acceso a la cultura, se privilegia el proceso cultural universal de la formación de to-dos. De ahí que puede surgir una mayoría que lo sabe todo”.5 La antigua tradición retó-rica que utilizaba imágenes y arquitecturas imaginarias para reforzar y favorecer la me-moria se encuentra, palmaria y constante-mente, presente en Campanella. El filósofo se declara cultivador de este arte, llamándolo memoria local, en la carta en que promete un método de educación revolucionario tras-plantado de su ciudad solar: “enseñar por es-pacio de un año: filosofía natural, moral, po-lítica, medicina, astrología, poética y retórica haciendo, sin libro y sin memorizar…”.6

Así como se representaban las escenas religiosas para catequizar a los indios o a los negros y orientales, así Campanella usó la cultura visual, la pintura y la poesía, a menu-do propia, para educar a los solarianos. En las pinturas de los muros de la Ciudad del Sol, creaciones mágico-cosmológicas, se encuentran varios textos explicativos y sobre-salen las formas visuales como conocimiento privilegiado del mundo, junto con algunos elementos de la magia cerrada y hermética, para proponer una mezcla de nueva ciencia y hermetismo propios de Campanella.

Los distintos muros de la ciudad contie-nen: “las pinturas correspondientes a cada provincia (…) pintadas todas las clases de pie-dras preciosa y vulgares, de minerales y de metales (…) dibujados todos los mares. La-gos, ríos y fuentes que hay en el mundo (…) se hallan representadas todas las clases de árbo-les y hierbas (…) todas las especies de peces, así de río como de lago o de mar, (…) pintadas todas las especies de aves. Sus cualidades, ta-

4 Campanella, Tomás. La Ciudad del Sol p. 153-154.5 Bailone, op.cit, en línea6 Campanella, op. cit. 7 Campanella op. cit.


Así como se representaban las escenas religiosas para catequizar a los indios o a los negros y orientales, así Campanella usó la cultura visual, la pintura y la poesía, a menudo propia, para educar a los solarianos. En las

pinturas de los muros de la Ciudad del Sol,

maños, costumbres, colores, vida, etc, (…) los animales más tierra perfectos de la”.7

Junto con el arte de la guerra, son consi-derados artes nobilísimas la agricultura y el pastoreo; en cambio, el tráfico mercantil y las escasas operaciones comerciales se cumplen en forma de trueque; el dinero es empleado solamente por los legados para procurarse la subsistencia en los viales que hacen a países extranjeros para estudiar sus usos y costum-bres. “Es preciado también el arte náutico; es más, los habitantes solares poseen naves que viajan sin velas y sin remos mediante una admirable combinación de rodajes. Tienen también máquinas para volar. Dado su higié-nico tenor de vida, los ciudadanos de Trapo-bana son casi todos de larga edad”.8

Conocimiento Exhaustivo del Mundo y de Otras Culturas. (Los habitantes de las utopías renacentistas son los conocedo-res/desconocidos, omniscientes/invisibles. Saben de nosotros, los occidentales, mu-cho más de los que nosotros sabemos de ellos. Conocen las otras culturas—sobre todo la occidental— igual o más de lo que éstas se conocen a sí mismas):

“Y cuando, lleno de asombro, les pregun-té por qué conocían nuestra historia, me respondieron que ellos sabían todas las lenguas y que a tal fin enviaban constan-temente a todas las partes del mundo ex-ploradores y delegados para conocer las costumbres, el poder, el régimen, las his-torias y las cosas, buenas y malas, de las naciones, con el objeto de que luego in-formasen de ello a su nación. Semejante instrucción los deleita sobremanera”.9

Cotidianeidad

“El que aprende más artes y sabe ejercitar-las con mayor perfección, es considerado más noble y distinguido. Se burlan de no-sotros que estimamos viles a los trabaja-dores y, por el contrario, tenemos por no-bles a quienes no conocen arte alguno, viven en la ociosidad y poseen muchos es-clavos consagrados a su pereza y lujuria… todos los habitantes de la Ciudad del Sol se ejercitan en la técnica militar, la agricul-tura y el pastoreo.

Todo ciudadano está obligado a cono-cer estas funciones, consideradas las más nobles… Las profesiones más fati-gosas (como la del herrero, la del alba-ñil, etcétera) son las apreciadas. Nadie rehusa dedicarse a ellas, primero porque ya desde su nacimiento ha demostrado inclinación; y además porque, a causa de la distribución de los trabajos, nadie rea-liza una labor que perjudique al indivi-duo, sino que por el contrario lo hace mejor. Las ocupaciones menos pesadas se encomiendan a las mujeres… Cada uno recibe ocupación en la rama en que se distingue. Tampoco los primeros ma-gistrados pueden honrar a unos y re-prender a otros. Pues, como no gobier-nan arbitrariamente, sino en conformidad con la naturaleza, destinan a cada cual a la ocupación que le conviene”.10

El Filósofo Rey. (En contraste con la fi-gura del Príncipe moderno, cuyo poder se legitima en su capacidad de dominación, en las utopías nos encontramos con el mo-delo platónico, según el cual el gobernante más idóneo es el gobernante más sabio)

8 http://www.biografiasyvidas.com/obra/ciudad_sol.htm9 Campanella, La Ciudad del Sol. pág. 150. 10 Ibid. págs. 154, 175 y 217.

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El 5 de Febrero de 1876, y con motivo de la celebración el décimo noveno aniversario de la Promulgación de la Constitución, en la ciudad de Toluca

se inauguró el Colegio del Asilo de Niñas con educación primaria y secunda-ria para mujeres. Esto fue en el ex convento del Templo del Carmen “…abriendo las puertas del saber a las jóvenes de nuestro Estado”.

Uno de los asistentes a este celebre acontecimiento escribía: “Los partida-rios de la luz y del saber, olvidándose por algunos instantes de los que amigos de la ignorancia, se apoderan de las encrucijadas y de los caminos para inter-ceptar la marcha del progreso, han colocado en este día, como una ofrenda de gratitud a nuestros constitutores, la primera piedra de un edificio coloso en el

LA MUJER TOLUQUEÑAHACIA EL PROGRESO

Margarita García Luna Ortega


que hallará porvenir la mujer del Estado, en el que el sexo débil vendrá a vigo-rizar su inteligencia, para nivelarse con el hombre, para salir del caos a la rea-lidad. Al fin va a resolverse el difícil problema de la regeneración de la mujer”.1

“La ciencia se ha presentado al fin para ellas, como el sol de Josué: es-plendente, vivificante y consolador. El gobierno ha promovido el “fiat lux” supremo, que debe transformar algunas inteligencias hoy oscuras, en lum-breras divinas, y no tarda quizá las contemplemos en el cielo de la patria, como una nueva constelación...”.2

Por medio de una circular, la Secretaría General del gobierno solicitó a los ser-vidores públicos que el 5 de febrero de 1876 asistieran a las 9 de la mañana al ex convento de El Carmen al acto inaugural del Colegio de Niñas. El señor Goberna-dor, Lic. Alberto García, así como funcionarios y empleados estuvieron presentes.

El salón donde se celebró la ceremonia estaba lleno de señoritas; se en-contraban también los niños del Hospicio,3 los integrantes de la Sociedad Artístico Regeneradora y los miembros de la Filarmónica Toluqueña. Poco después de que llegó el Gobernador, la orquesta que dirigía el maestro Leo-nardo Canales, principió la apertura de Capuleto.

En seguida, el Lic. Joaquín García Luna4, que era entonces el Secretario de la Dirección de Beneficencia, ocupó la tribuna y leyó el Reglamento que de-bería observarse en el nuevo plantel. En éste, se especifica que el objetivo fundamental que persigue es “la instrucción y educación de las niñas pobres y huérfanas menores de doce años y mayores de siete”.

En el Colegio deberían enseñarse las materias siguientes: lectura, escritu-ra, moral, aritmética, gramática castellana, costura, nociones del régimen doméstico en cuanto a la preparación de los alimentos comunes, economía en el régimen hacendario de una casa y en general, de su buen gobierno. En instrucción secundaria: moral, bordados de todo género, dibujo y pintura, idioma francés, música vocal e instrumental, arte de construir flores en lien-

1 Reseña de la festividad que tuvo lugar el día 5 de Febrero de 1876 en el Colegio del Asilo de Niñas con motivo de la inauguración del plantel de educación primaria y secundaria.- Toluca, Imprenta del Instituto Literario dirigida por Pedro Martínez, p. 18.2 Ibidem p. 3.3 El 24 de septiembre de 1872, el Gobernador Alberto García presentó a la H. Legislatura Estatal una iniciativa para establecer el Hospicio de jóvenes pobres y huérfanos del Estado de México para pro-porcionarles educación primaria, moral y artística. El 15 de octubre de 1874 se expidió el Decreto 52 para normar la educación en el Hospicio y para procurar los fondos necesarios para la subsistencia del plantel. El Hospicio de Niños fue el antecedente de la Escuela de Artes y Oficios para Varones. Para ma-yor información consultar Margarita García Luna Ortega.- La Fundación de la Escuela de Artes y Oficios Toluca, Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial, 1989.4 (Abuelo paterno de quien escribe este texto y quien fue después, Gobernador Constitucional del Estado de México). GMH.

En el Colegio deberían enseñarse las materias si-guientes: lectura, escritura, moral, aritmética, gra-mática castellana, costura, nociones del régimen doméstico en cuanto a la preparación de los alimen-tos comunes, economía en el régimen hacendario

de una casa y en general, de su buen gobierno.

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zo, cera, encuadernación, telegrafía, zapatería, arte de arreglar y cortar trajes de ambos sexos, tintorería, nociones de química aplicada a las artes, geogra-fía, elementos de geometría, teneduría de libros y, según lo permitieran los fondos del Colegio, cualquier otro arte u oficio cuyo ejercicio fuera adaptable al sexo femenino y le proporcionara subsistencia independiente.

El Colegio estaba a cargo de una Directora nombrada por el Gobierno del Estado de México a propuesta en terna de la Junta de Beneficencia. La Direc-ción de Beneficencia estaba encargada de vigilar e inspeccionar el estableci-miento educativo haciendo visitas frecuentes -cuando menos dos veces al mes- y reportar al gobierno, del estado que guardaba, así como de sus necesi-dades apremiantes. El plantel dependía exclusivamente del gobierno estatal.

La Directora estaba obligada a vivir en el Colegio y a “vigilar constante-mente por la moralidad, aseo y buen orden del mismo en todos sus ramos,


visitando los dormitorios, clases, y en general, todas las piezas del Colegio que estarán siempre sujetas a su eficaz inspección”.

También estaba obligada a tener tres libros supervisados por el Presiden-te de la Beneficencia: en el primero, llevaría el registro de las alumnas inter-nas y externas que cursaran alguna o algunas de las clases abiertas; en el segundo, el control de las alumnas internas5 y en el tercero, la relación de las calificaciones de las alumnas en sus respectivos exámenes.

A la Directora del Colegio le correspondía tener el inventario del mobiliario y útiles del plantel; el archivo y expedientes de los acuerdos que se comuni-caran al gobierno y las disposiciones que dictara la Dirección de Beneficen-cia. El día último de cada mes debería informar por escrito a la misma Direc-ción de los acontecimientos ocurridos en el plantel y en el caso de que se presentara un suceso grave debía de inmediato poner en conocimiento al Presidente. La Directora contaba con una o más ayudantes que la auxiliaban en la vigilancia y marcha administrativa del Colegio.

En el periódico “La Ley” del 11 de febrero de 1876 se publicó que fue nombrada Directora del plantel la señorita Josefina Legorreta y Soledad Ville-gas, como su ayudante. Fueron nombradas como profesoras de instrucción primaria Merced Carrasco y Carlota Escartín.6

En el Colegio de Niñas existían tres clases de alumnas: internas pensionis-tas, internas de gracia y externas. Las internas pensionistas cursaban las cla-ses pagando seis pesos mensuales por adelantado; el vestuario, los libros y demás materiales para la enseñanza, eran costeados por la persona de la que dependía la pensionada. Las pensionadas de gracia eran designadas por el gobierno y sus gastos corrían por cuenta del erario estatal. Las externas de-bían tener buena conducta y cubrir con exactitud las horas de clase.

En el Reglamento del Colegio se señala que “No habrá distinción alguna entre las alumnas internas de gracia y pensionistas, ni en cuanto a su alimen-tación o régimen de vida, ni en cuanto a los materiales de enseñanza; sino que todas serán vistas por las superioras con igual solicitud, inculcándoles el cariño fraternal que deben tenerse las niñas que se educan bajo el mismo techo, a la influencia de los principios de una sana moral”.

Durante su permanencia en el Colegio, las internas podían salir de paseo los días festivos, reunidas siempre bajo el cuidado de la Directora o de alguna de las ayudantes. Las alumnas podían ser visitadas en el Colegio por sus pa-dres, parientes o personas de las que dependían en horas y en una habita-ción específica. (Continuará)

5 Anotando su nombre y apellido, el Distrito y Municipalidad de donde provenían, su edad, persona de la que dependían, día de ingreso, y los objetos que para su uso llevaran al Colegio.6 La Ley Periódico Oficial del Estado Libre y Soberano de México, Tomo V, núm. 18, Toluca, 11 de febrero de 1876, p. 2

A la Directora del Colegio le correspondía tener el inventario del mobiliario y útiles del plantel […]. El día último de cada mes debería informar por escrito a la misma Dirección de los acontecimientos ocurri-dos en el plantel y en el caso de que se presentara un suceso grave debía de inmediato poner en cono-

cimiento al Presidente.

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Antes del Big Bang

Un huevo primigenio de quantum y energíaflotando plácido en las ondas templadas del estanque cósmico

aún antes de encender la chispa antes de la explosión antes de echar a andar el timer.

ANTES DEL BIG BANG

Kyra Galván

Y qué

Y qué si somosuna simulación inexperta de Universoen la computadorade algún Dios amateur.

El principio de la incertidumbre

Lo domina todo.Desde las fuerzas atómicasa la expansión del Universo.No hay reglas precisas ni puntuales.La probabilidad es realmente la emperatriz del juego.Después de todoparece que Dios,sí juega a los dados…


Anaxágoras

Anaxágoras fue desterrado de Atenas,la grandiosa ciudad de los filósofos más ilustres,acusado de herejía en el siglo v antes de Cristo,por haber dicho que la Luna era de piedra.

Venus la retrógrada

De las mujeres se dice todo.Cualquier cosa para tacharlas de necias o locas.Como Ofelia en Hamlet.O como Desdémona en Otelo.Pero con frecuencia no se cuenta la historia completa.Venus es, efectivamente, el único plantetade todo sistema solar,que rota al revés sobre su eje.Y también pasmosamente despacio.Los que saben dicen que el golpe que debió haber recibidoy del que nadie parece saber nada,no fue para menos.

Los sumerios

Hace apenas cinco mil añoslos sumerios registraron con precisiónlos patrones estelaresdel Toro, el León y el Escorpión,en sus tabletas de barro.Sus medios logísticos eran rudimentariospero sus conocimientos astronómicos sorprendentes.

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pasión periodística

Gloria Diazgonzález de Libien


Para quienes realizamos apasionada-mente el oficio constante del perio-

dismo, esto es algo así como tener una adicción pegada a la mente, a la piel, a las papilas, al tacto y a los afectos, sobre todo cuando tenemos la grata oportuni-dad de pertenecer al sexo femenino.

Hoy por hoy se nota esa pasión en las mujeres por hacer cotidianamente la chamba, al entregar puntualmente artí-culos en los diarios o revistas que se han elegido o a donde les han invitado y para esto tienen que luchar –también diaria-mente– para sacar la mejor nota, el mejor concepto de una investigación, tal vez del acontecimiento del momento: pero siem-pre con responsabilidad y cariño.

Por otro lado, ya no hay improvisa-ciones en las periodistas actuales. La comunicación social es una gran res-ponsabilidad que se amalgama desde que se estudia –o no– la carrera, pero que al estar dentro de la actuación pro-piamente dicha, se debe tener el cuida-do –y el deseo por leer mucho– de com-partir ideas con otras compañeras y compañeros: de todos ellos se aprende. Se tiene que cuidar minuciosamente lo que se habla o se dice y no dejar que le roben a una las noticias, ni mucho me-nos decirlas al contacto con la escritura, sin tener las bases correctas.

Sin embargo, quienes nos dedicamos a comunicar los acontecimientos: de un personaje, de un lugar, de un espacio, de un conglomerado de personas, de un hecho político, de un triste momento, de hacer la crónica de un festival o una fies-ta social, o recordar efemérides, es un buscar las palabras adecuadas colocán-doles el estilo propio de quien lo cuenta, como una pequeña historia.

Conocer y compartir amistar con nota-bles periodistas y escritoras en nuestro ámbito periodístico mexiquense, es todo un privilegio. Colocar nuestra mira en la persona de Gilda Montaño Humphrey que ha destacado con brillo no solo como pe-riodista y escritora, sino como una funcio-naria eficaz, sería no reconocer su inteli-gencia y esfuerzo incansables por sacar a la luz esta revista importante de “El Tintero de las Musas”, en su calidad de presidenta de la Ammpe, en el Estado de México. Re-vista de gran calidad editorial e informati-va que todo mundo debe tener en sus ma-nos, para leer y releer cada artículo que compartimos varias mujeres dedicadas al oficio periodístico y al de escribir valiosas obras literarias, muchas de ellas.

Margarita García Luna, historiadora, escritora, y cronista de la Ciudad de To-luca, siendo tan interesante colabora-dora de esta espléndida revista, con esa sensibilidad propia de una toluqueña inteligente, dulce y educada, propone siempre motivaciones apropiadas para que la edición –nuestra edición– obten-ga los mejores resultados, haciéndola llegar, dados sus consejos, a más y más lectores que tendrán que interesarse en un trabajo muy limpio y de categoría como es esta revista.

Por supuesto que Margarita García Luna abunda en los conceptos de historia y cul-tura y de los detalles que no se deben per-der de vista en este siglo XXI, para un me-jor acercamiento de la educación y la cultura en nuestra sociedad.

Sentimientos profundos tengo hacia esa niña a la que integré la base de los ci-mientos de la virtud, el valor y la moral ha-cia los seres humanos. Ruth Carrillo se de-dicó en el transcurso de su vida a

Quienes nos dedicamos a comunicar los acontecimientos: de un personaje, de un lugar, […] de un hecho político, de un triste momento, de hacer la crónica de un festival o una fiesta social, o recordar efemérides, es un buscar las palabras adecuadas colocándoles el estilo propio de

quien lo cuenta, como una pequeña historia.

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ejercerlos, por medio del derecho y la enseñanza. Eso me otorga un profundo agradecimiento a la vida.

Terminar este pequeño artículo sin nombrar a Graciela Santana, otra apa-sionada periodista y escritora mexi-quense, sería imperdonable ya que esta distinguida personalidad en los asuntos de sentimientos del periodis-mo e inspiración literaria y poética, tie-ne un lugar preponderante y bien ga-nado. Pues sí, Graciela también es de las “Musas” de este “tintero”, y al igual que Margarita pone siempre el dedo en la llaga, ofreciendo su dinamismo, ex-periencia, y conocimientos que le han permitido resaltar a lo largo de un ca-mino bien andado y por el cual nos permite transitar con ella.

Uno de los muchos valiosos aconte-cereres de esta revista femenina, pero en donde también se alberga el talento de los intelectuales masculinos, nos ha permitido incentivar los ideales y valo-res de otras personas, deseosas de aprender y aplicar los tesoros cultura-les que esta contiene; como es el caso muy especial de Martha Hilda González Calderón, quien es nuestra amiga co-

mún. Al mostrarle este realista conte-nido periodístico, demostró su enorme interés al hacer de su próximo gobier-no municipal, un despegue hacia la educación, complementado con el as-pecto cultural.

En seguida, nos hizo la invitación para reunirnos, a partir del 1 de enero, en el Salón de Cabildos, en una cere-monia en que la AMMPE ofrecerá sen-das Preseas a mujeres mexiquenses con valores, virtudes y profesionalismo, ganados a lo largo de sus batallas coti-dianas de toda la vida. Cuestión que agradecemos con afecto.

Con cariño y respeto dedico esta sencilla “entrega” a golpe de mi máqui-na Olivetti, y olor a tinta de su infallable carretito, a mis queridas amigas y com-pañeras de este “Tintero de las Musas”, revista que nos asegura la editora, sal-drá muy seguido.

Y al final de la jornada, ellas me dije-ron: Eres la Semilla del saber. Con gran dedicación y esmero, sembraste en no-sotras la semilla del conocimiento, la cual ha hecho que seamos mujeres exi-tosas, emprendedoras y felices, en to-dos los ámbitos en donde nos desarro-llamos: en lo familiar, profesional y empresarial, ya que nos proporcionaste las bases para adquirir valores, que ahora transmitimos a nuestras familias. Te debes de sentir Orgullosa porque tu labor docente haya trascendido, y de ser ahora una reconocida y muy querida profesora, periodista y activista social, apreciada y premiada por la sociedad, con lo cual te has ganado el respeto de todos quienes te queremos y reconoce-mos a ti a un gran ser humano. Elsa Go-rostieta, por todas las alumnas.

Eres la Semilla del saber. Con gran dedicación y esmero, sembraste en nosotras la se-milla del conocimiento, la cual ha hecho que seamos muje-res exitosas, emprendedoras y felices, […] ya que nos pro-porcionaste las bases para adquirir valores, que ahora transmitimos a nuestras fami-lias. Te debes de sentir Orgu-llosa porque tu labor docente haya trascendido, y de ser ahora una reconocida y muy querida profesora […], apre-ciada y premiada por la socie-dad, con lo cual te has ganado el respeto de todos quienes te

queremos…

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POEMAS



El alma prendida de un hilo,el hilo del muroel muro en el aireel aire latente

El alma latente,no sabe qué es airetampoco que es muroni hilo prendido

Se lanza al espacio.ni ríeni gozani callao espera

Está suspendidade un hiloen el muro

Traspasas el cuerpocon el sudor abiertoal alba

Cantas tres notas sabiasque resuenan largo en la jornada

Vibras despaciocon sabor a sangrecon olor a savia

El ojo puesto en la entraña

¿Es que hacemos las cosassólo para recordarlas?

Mil cosas piensoveo siento pasanNo me alcanzan los ojosse me cierran sinprevio aviso

Si algo quedasi algo se escapaes cosa del amory sus ventanas…

Me incorporo al mundo delAbsurdoDonde el gozo no tiene fronterasDonde el miedo transgrede el espacioDonde todo en el tiempono muere

En silencio grito y pido apoyoEn silencio hablo y muerdo el fríoEn silencio cantoescucho el eco

Y todo esto en silencioen terrible y brutal silencio

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Son las calles de esta ciudad el alientotráfago sinfín de soledades

Amé un díaA quién le importa

Me reflejo en la corrupción de estas ruinasen el eco de leyendasen palabras a media voz que nadie invoca

Soy un cuerpoEn el centro de mi vientre te dibujas tú enemigoLa ira que un día sentí quedó enterrada con el embate de tu piel en mi propio abismo

Y soy a plena luz lo que escondoY escucho tu silencio en mi conciencia

Veredicto del nunca jamásSin juicio la condena

SIN JUICIO LA CONDENA

Angélica Valero

Abrázameque sentir la piel es más devastador que las palabrasque el silencio es idioma del instintoque la vida se prolonga entre tus brazos

Basta el eco que calma nuestra pielBasta el deseo que se confunde cuerpo a cuerpoen lo profundoen lo certeroen el centro mismo de cualquier historiaque todos nacemos y morimos al pie de la misma cama


Límpiame de nostalgia las botas del camino

No se mueven mis pies para alcanzarteEl resto del camino pronunciaré nostalgia

Te aferras a tu verdad porque mi certeza rompe tu memoriaSi te detengoque la vida me parta la palabra

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la trivializaciónde la cultura

Irma Fuentes


Mario Vargas Llosa, el escritor peruano1 nunca fue de mis autores favori-tos, a pesar de que he reconocido ante su obra, su talento y su acabado

oficio de escritor. Ellos le han merecido importantes premios como el “Cer-vantes”, el “Príncipe de Asturias” y, en 2010, el “Nobel” que siempre fue rega-teado por la Academia Sueca, a Carlos Fuentes.

Y no gustaba de él, como de Octavio Paz o de Fuentes por su afán protagó-nico, su búsqueda de reflectores, su narcisismo que a veces rayaba en lo pato-lógico y por ese gesto amargo y despectivo con que enfrenta a cualquiera. Sin embargo, reconozco que en el fondo, mi molestia provenía de su actitud pro-vocadora y del hecho de reconocer que muchas veces él podía tener razón.

En no pocas ocasiones expresé en mis columnas, coincidencias e incluso, basada en sus críticas, duros presagios de lo que veía yo para el futuro del Continente. Sin embargo, carecían del valor que él mostraba abandonando los cánones de lo que yo consideraba que era muestra de lo “políticamente correcto”. Fue tal vez esa tibieza la que me hizo enfurecer, cuando en el gran encuentro de intelectuales concebido por Octavio Paz, escuché de viva voz a Vargas Llosa, altanero como es, pronunciar esa fatídica condena de México como “una dictadura perfecta”.

¿Cómo osaba ese peruano vagabundo hablar así del país que llevaba la delantera en América Latina?, me preguntaba. ¡Dictaduras y sangrientas las de países que lindaban con el suyo, con líderes que él conocía y con los que a veces los diarios anunciaban sus reuniones!

¡Me negué entonces a aceptar que mi país, adelantado en todo, al resto del subcontinente fuera una dictadura encubierta… funcional, ¡perfecta!, pero impositiva al fin. Aporté para mí, pruebas de su funcionamiento; repasé las conquistas, los alcances de gobiernos a los que él acusaba… el principal: la paz de que tanto carecieron los países del sur.

Terminé por aceptar que un esquema preciso enmarcaba en todo, a nues-tro Estado… Eran los tiempos de Salinas de Gortari y lo peor, era que éste sin haber perdido su estructura autoritaria, estaba abandonando los fines para los que cincuenta años antes se había construido: formar una nación más dueña de sí misma, pero más justa.

Todo esto vino a mi memoria hace unas horas cuando vi la entrevista que el también premiado Andrés Oppenheimer le hacía a Vargas Llosa, sobre su último libro, La Civilización del Espectáculo.

¡Curioso…! El acento sudamericano de ambos y el afán contestatario que comparten, me hizo recordar muchas cosas. De buen ánimo el periodista y de rostro contrariado el escritor, abrieron un debate que resultó nutricio para mí, que tanto he despotricado en torno a la contracultura de la televisión y el cine y al chisme pernicioso que sólo incrementa la trivialización informativa.

En no pocas ocasiones expresé en mis columnas, coincidencias e incluso, basada en sus críticas, duros presagios de lo que veía yo para el futuro del Continente. Sin embargo, carecían del valor que él mostraba abandonando los cánones de lo que yo consideraba que

era muestra de lo “políticamente correcto”.

1 Escritor Peruano que ha escrito novelas como Pantaleón y las Visitadoras y La Ciudad de los Perros.

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Vargas Llosa, implacable fue demoliendo uno a uno los argumentos que hábilmente Oppenheimer le ofrecía para llevarlo a explicar los motivos y fundamentos de su libro, en el que expone el peligroso camino de la tri-vialización no sólo del espectáculo, sino peor aún: de la política, del perio-dismo, de la literatura y de las artes.

¡Hasta el sexo se ha trivializado! –sostuvo Vargas Llosa– quien se refi-rió a lo que vemos en los medios y que hace que la relación humana vaya perdiendo consistencia, frente a un extendido fenómeno que la despoja de importancia. En forma parecida se refirió a la desviación del impulso de otras pasiones, como el fanatismo por el futbol, que transforma en enemigo a los contrarios, gracias al aliento que le da la falta de visión de los medios.

Recordó que constantemente vemos que la pantalla, los diarios y las revistas han dejado de ser informadores de la realidad, para convertirse en difusores de chismes, que lo desvirtúan todo, sustituyendo a la informa-ción que el público requiere para estar enterado de su entorno.

––Su amarillismo distrae a las personas y relega los asuntos que real-mente influyen en su vida. Y qué decir de la política que en manos de los asesores de imagen convierten una elección importante en un espectáculo mediático, en comidilla de desocupados que compite con la malsana cu-riosidad sobre las pifias y desórdenes de los artistas que han sido durante mucho tiempo, los objetivos favoritos del periodismo amarillista.

–– Se ha dejado de lado la exposición de ideas, ahora salvo en los recin-tos universitarios, se debate más sobre enredos que sobre temas serios –sentenció Vargas Llosa–.

Antes había señalado algo que parece olvidar la mayoría, que esta trivialización no abarca al mundo, que mientras Occidente desacraliza todo, la otra mitad del mundo refuerza sus costumbres y defiende a ultranza los valores tradicionales. No lo dijo así, pero dejó en el aire esa idea del choque de civilizaciones que tanto han remarcado no sólo Samuel Huntington.

Aceptó que el pasado fue mejor para nuestra cultura. La literatura lo era –agregó–, ahora se vuelve cada vez más superficial, trivial en todo. Aceptó sin protesta que ha sido un contestatario, un provocador y que personas como él pueden ser un antídoto contra la trivialización del espectáculo del mundo.

A su vez, Eduardo Galeano ha advertido que “ya no es necesario que los fines justifiquen los medios. Ahora, los medios masivos de comunicación, juestifican los fines de un sistema de poder que impo-ne sus valores en escala planetaria. El Ministerio de Educación del gobierno mundial está en pocas manos. Nunca tantos habían sido in-comunicados por tan pocos”.

Vargas Llosa, implacable fue demoliendo uno a uno los argumentos que hábilmente Oppenhei-mer le ofrecía para llevarlo a explicar los motivos y fundamentos de su libro, en el que expone el peli-groso camino de la trivialización no sólo del es-pectáculo, sino peor aún: de la política, del perio-

dismo, de la literatura y de las artes.


La televisión y los niños

Terminado el programa sabatino de Oppenheimer, el incansable divulgador de la ciencia René Drucker abrió ante el público un tema digno de reflexión: el de la influencia de la televisión en los niños y específicamente el de la pro-digalidad con que promueve en ellos el consumismo.

––Sus efectos son notables, señaló. Sin conducción adecuada, los chicos terminan imponiendo a sus padres, a base de berrinches, la compra de pro-ductos que en la pantalla se anuncian a diario, eso sin contar con la influen-cia que van adquiriendo en otros campos, como la violencia y la pornografía.

En cuanto al consumismo refirió las respuestas que algunos padres han adoptado para frenar ese fenómeno: el 65% de ellos ha prohibido a los chi-cos mantenerse frente al aparato, en tanto que el 35% restante prefirió expli-car a sus hijos por qué no se debe aceptar como buenos productos, simple-mente porque los anuncia la televisión. El resultado está por verse.

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un museo m e acaricia

Regina Freyman


Entro, te veo, te observo, te hago cosqui-llas, te muestro, te siento, eres quien me

hizo esto, me introduzco en el poema, lloro, clamo, muerdo tus labios, respiro tu aliento, palpito, te huelo en mi piel, digo la palabra, digo tu nombre, te evado…

Esto y más me dice el Museo Guggenheim al entrar. Una cascada de letreros Led me se-duce como la galleta que ordenó a Alicia “Có-meme” antes de iniciar su odisea por el país de las maravillas. La cascada de luz me lo dice en español, inglés y vasco. Es la Instala-ción para Bilbao de la artista estadounidense Jenny Holzer. Dejo que la lluvia de letras cai-ga sobre mi cuerpo, me baño de palabras, entro al poema.

Acaricio la piel del edificio, son escamas de seda plateada, un año llevó al artesano lograr esa tonalidad que refleja la luz de un modo singular. Diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry, el museo se inspira en las carpas vivas que solía pescar con la abuela, al llegar de la pesca las po-nían en una tina y al niño Gehry le gustaba acariciarlas, sinuosas nadaron hasta su subconsciente. La enorme carpa de plata es eslabón entre la ciudad y la ría, todo flu-ye, así me desplazo hasta la terraza donde la araña Mamá me mira a lo lejos, su vien-tre está cargado de huevecillos, es una oda a la madre de la artista Louise Bourgeois, su madre era una tejedora de tapices pode-rosa y frágil, un ramo de tulipanes gigantes desvía mi atención. Son esferas gigantes del artista kitsch Jeff Koons (creador tam-bién de Puppy).

Mi travesía me remite constante a las aventuras de Alicia, me es inevitable, sien-to que empequeñezco ante arañas, perros y tulipanes gigantes, como Pinocho o Jo-nás transito en las entrañas de un enorme pez. Me topo con un laberinto, “La materia

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del tiempo” de Richard Serra, son 8 fi-guras geométricas imposibles, hechas de metal oxidado de distintas tonalida-des, las paredes se curvan, se cierran, se abren, se enchuecan, me aplastan, me abrazan, me ciñen, me marean. Son dos palmas enormes que me acarician o aprietan, me confundo, me siento ma-reada, la escultura interactiva suscita el desconcierto. Serra nos recuerda la in-dividualidad, se es ser humano de mo-dos y en tiempos distintos, nos provo-ca a sentirnos y recuperar la experiencia de uno mismo. Pero esa es la primera parte, al salir, uno crece y sube hasta el segundo piso donde de forma panorá-mica se ve el laberinto, seres pequeños recorriendo sus sendas. Ahora somos obligados a pensar en lo público, la comunidad, hormigas que transitan en el espacio.

El Guggenheim me manipula. Me se-duce, indefensa tras haberme minimi-zado, agrandado, individualizado, al grado de sentir que transito en un tem-plo, me lleva hasta la obra de Christian Boltanski “Humanos” un cuarto cerrado exhibe los rostros que provienen de an-tiguos periódicos 2000 fotos, los ros-tros de los muertos del Holocausto, cientos de focos eléctricos flotan y alumbran de forma tenue que nos lleva cierta mística dolorosa ¡No lo olvides! Parece sentenciar el artista.

Subo a conocer los paisajes casi psi-codélicos de David Hockney, el hombre usa técnicas que parecen proceder desde Altamira al Ipad para plasmar paisajes florescentes.

Tres horas y media de sensualidad dejan a cualquiera “ Un no sé qué que queda balbuceando”.

tintero de las musas 4

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